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Trastorno por estrés

postraumático y
psiquiatría de desastres (I)
Guest Editor: Anand Pandya, MD

Editores:
Deborah J. Hales, MD
Mark Hyman Rapaport, MD

Coordinador científico de la edición


ESER1471
en español: Dr. Salvador Ros

. .
Trastorno por estrés
postraumático y
psiquiatría de desastres (I)
Guest Editors: Anand Pandya, MD

Editores:
Deborah J. Hales, MD
Mark Hyman Rapaport, MD

Coordinador científico de la edición


en español: Dr. Salvador Ros
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES (I)

First published in the United States by American Psychiatric Association,


Washington D.C., and London, UK.
© 2009. All rights reserved.

Publicado por primera vez en Estados Unidos por la American Psychiatric Association,
Washington D.C., and London, UK.
© 2009. Reservados todos los derechos.

© 2010, de la traducción al español, Medical Trends, S.L.


Editado por Medical Trends, S.L.
Travessera de les Corts, 55, 1ª planta
08028 Barcelona – España

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las comprobaciones oportunas al margen de los diagnósticos y dosificaciones que se indican en el material aquí publicado.

Coordinación científica: Dr. Salvador Ros, Hospital del Mar de Barcelona


Coordinación editorial y revisión médica: Dr. Adolfo Cassan
Printed in Spain
Introducción

E n la actualidad, cuando Estados Unidos participa en dos guerras y tiene su economía en cri-
sis, conviene que los psiquiatras estadounidenses pasen revista a la literatura creciente sobre los
efectos psicológicos de las catástrofes o desastres en una población. Benjamin Rush, el padre de la
psiquiatría norteamericana y un prócer de la nación, apreciaría el significativo progreso que se ha
hecho en el campo de la psiquiatría de desastres desde que él se ocupó de los enfermos de la epi-
demia de fiebre amarilla de 1793. Fue ésa una de las epidemias más devastadoras de la historia del
país, en la que falleció uno de cada 10 residentes de Filadelfia, que en ese momento era la capital de
la nación. Desde entonces, gracias al desarrollo del diagnóstico del trastorno por estrés postraumá-
tico en el período posterior a la Guerra de Vietnam y el estudio moderno de los efectos psicoló-
gicos del bioterrorismo, los psiquiatras estadounidenses han vuelto una y otra vez a cuidar a per-
sonas afectadas por trauma masivo. Por supuesto, esperamos que no haya catástrofes en el futuro y
que no debamos recurrir a este corpus creciente de literatura, pero la historia nos enseña que es
sensato prepararse para lo peor.

Anand Pandya, MD

3
Philip R. Muskin, MD
Editores Nueva York, Nueva York, Estados Unidos
Deborah J. Hales, MD Michele T. Pato, MD
Arlington,Virginia, Estados Unidos Los Ángeles, California, Estados Unidos
Mark Hyman Rapaport, MD Cynthia W. Santos, MD
Los Ángeles, California, Estados Unidos Houston,Texas, Estados Unidos
Ejercicios de manejo del paciente Deborah Spitz, MD
Chicago, Illinois, Estados Unidos
Ronald C. Albucher, MD, Editor asociado
San Francisco, California, Estados Unidos James W.Thompson, MD, MPH
Glen Cove, Nueva York, Estados Unidos
B. Harrison Levine,MD, MPH, Editor asociado
Denver, Colorado, Estados Unidos Joyce A.Tinsley, MD
Farmington, Connecticut, Estados Unidos
Consejo asesor senior Owen M.Wolkowitz, MD
San Francisco, California, Estados Unidos
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Nueva York, Nueva York, Estados Unidos
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Nueva York, Nueva York, Estados Unidos División de Publicaciones
Pedro L. Delgado, MD Responsable editorial
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Potomac, Maryland, Estados Unidos American Psychiatric Association
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Torrance, California, Estados Unidos Directora asociada, FOCUS
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Baltimore, Maryland, Estados Unidos James Scully, MD
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Northbrook, Illinois, Estados Unidos Howard H. Goldman, MD, PhD
Daryl Matthews, MD Editor jefe de la sección de libros
Honolulu, Hawai, Estados Unidos Robert E. Hales, MD, MBA
Cheryl F. McCartney, MD Director ejecutivo, Officer
Chapel Hill, Carolina del Norte, Estados Unidos Ronald E. McMillen

4
Índice

CLINICAL SYNTHESIS
Psiquiatría de adultos en situaciones de desastre
Anand Pandya, MD 7

Trastorno por estrés postraumático: de la fenomenología a la práctica clínica


David M. Benedek, MD, y Robert J. Ursano, MD 12

Importancia clínica de la alteración del sueño como objetivo terapéutico


en el trastorno por estrés postraumático
R. Bruce Lydiard, PhD, MD, y Mark H. Hamner, MD 28

ASK THE EXPERT


Manejo agudo de un ataque sexual
Simone Vigod, MD, y Donna Stewart, MD, FRCPC 36

5
Psiquiatría de adultos
en situaciones de desastre
Anand Pandya, MD
Co-Founder, Disaster Psychiatry Outreach, Vice-Chair, Department of Psychiatry and Behavioral Neurosciences, Cedars-Sinai Medical Center, Los Ángeles, California, Estados Unidos

Si bien la mayoría de los individuos cuentan con esa capacidad de afrontar las adversidades y sobreponerse que se conoce

SYNTHESIS
CLINICAL
como resiliencia, los que están expuestos a un trauma en acontecimientos masivos con víctimas tienen mayor incidencia
de trastorno por estrés postraumático (TEPT), trastorno depresivo mayor (TDM) y otros trastornos de ansiedad tales
como el trastorno de pánico y el trastorno de ansiedad generalizada, así como de síntomas somáticos sin explicación
médica. Los factores de riesgo psicopatológicos incluyen sexo femenino, pertenencia a una minoría étnica, psicopatología
previa, traumas previos, duración y gravedad de la exposición, así como proximidad física con el desastre. En las
intervenciones inmediatas después de un desastre se debe atender a necesidades básicas tales como salud física, vivienda
y reencuentro de las familias. El papel de la técnica de desahogo psicológico o debriefing como intervención temprana
es tema de debate. Las intervenciones posteriores incluyen terapia cognitivo-conductual (TCC) y administración
de inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina para las personas que cumplen los criterios de TEPT. Se requiere
más investigación para determinar si la técnica de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares ofrece
algún beneficio adicional con respecto a la TCC.

En los siete años transcurridos desde los atentados del muy diferentes a las que tienen hacia pacientes que
11 de septiembre y los cuatro desde el huracán Katrina, experimentaron traumas individuales2.
la psiquiatría estadounidense ha desarrollado un interés Debido a que la comunidad militar es especialmen-
creciente por las secuelas psiquiátricas de los desastres. te vulnerable al trauma masivo durante la guerra, la psi-
Esto ha contribuido a desarrollar una mayor compleji- quiatría militar está estrechamente relacionada con la
dad en los análisis epidemiológicos y en el tratamiento psiquiatría de desastres y los avances en psiquiatría mili-
de personas afectadas por una catástrofe o un desastre. tar, como la técnica de desahogo psicológico o debriefing,
El campo de la psiquiatría de situaciones de desas- se han puesto en práctica en la psiquiatría de desastres3.
tre, en sí mismo, debe comprenderse en relación con Sin embargo, la psiquiatría de desastres se diferencia de
otras áreas de la psiquiatría, como la psiquiatría del la psiquiatría militar de diversas maneras.Las poblaciones
trauma y la psiquiatría militar. Las catástrofes o los de- civiles incluyen niños y ancianos que no suelen formar
sastres pueden definirse como traumas masivos que parte de actividades militares. En Estados Unidos, los
afectan a toda la comunidad. La psiquiatría de situacio- militares conforman una población autoseleccionada
nes de desastre no es simplemente el estudio del trastor- que forma una cultura con expectativas específicas en
no por estrés postraumático (TEPT). Si bien las tasas cuanto a la exposición al trauma y la respuesta normati-
de TEPT son más altas después de un trauma1, en el pe- va a esos traumas que pueden tener enormes diferencias
ríodo posterior a un trauma también pueden ocurrir con las de las poblaciones civiles domésticas4. Además,
otros trastornos,como se describe más adelante en la sec- en la vida civil no hay ninguna estructura equivalente a
ción de Epidemiología. En cambio, el estudio del TEPT la jerarquía militar. Las intervenciones, como la evalua-
incluye casos que son el resultado de traumas indi- ción universal de todo el personal militar del servicio ac-
viduales más que de haber estado en una situación de tivo que retorna de una guerra,no se pueden trasladar fá-
desastre. Debido a que los desastres afectan a las co- cilmente a desastres civiles como los atentados del 11-S
munidades en su conjunto, quienes se dedican a la psi- en Manhattan porque la autonomía individual de la
quiatría de situaciones de catástrofe deben mantener- sociedad civil limitaría tales obligaciones. Por lo tanto,
se conscientes de cuestiones sistémicas y de dinámica es necesario considerar diferentes aspectos sistémicos
de grupo, así como de un espectro más amplio de cues- y modalidades de seguimiento en desastres civiles5.
tiones sociales, políticas y culturales. Por ejemplo, el
tremendo impacto nacional de los atentados del 11 de
septiembre de 2001 (11-S) podría alterar los apoyos
EPIDEMIOLOGÍA
sociales disponibles para los sobrevivientes y las actitu- El TEPT es la reacción a los desastres descrita con
des de los médicos hacia este grupo de maneras que son mayor frecuencia, mientras que el trastorno depresivo

7
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

mayor es la segunda más estudiada6. Además del tras- impacto psicológico de un desastre son el grado de con-
torno depresivo mayor y el TEPT, se ha observado el trol que los participantes podrían tener sobre el impac-
inicio de otros trastornos de ansiedad después de un to futuro21 y su exposición previa a otros traumas22,23.
desastre, en especial trastorno de ansiedad generali-
zada y trastorno de pánico7. Con frecuencia, después
de desastres se describen síntomas físicos o somatiza-
POBLACIONES QUE REQUIEREN
ATENCIÓN ESPECIAL DESPUÉS
ción sin explicación médica, aunque las limitaciones
DE DESASTRES
metodológicas de los estudios existentes reducen la ca-
pacidad de estimar la incidencia de los trastornos so- Las mujeres tienen una tasa más alta de TEPT des-
matoformes6,8,9. Si bien numerosos estudios han suge- pués de un desastre6,24 y tienen tasas más altas de tras-
rido que la tasa de uso de sustancias adictivas aumenta torno depresivo mayor y de todos los trastornos de
después de un desastre10,11, los investigadores que han ansiedad en la población general25, por lo que requie-
examinado sistemáticamente el abuso y la dependencia ren atención especial después de un desastre. A pesar
de sustancias de inicio reciente han constatado relativa- de las tasas más altas de psicopatología después de di-
mente pocos casos nuevos de estos trastornos con ini- ferentes desastres identificadas en diferentes minorías
cio posterior al desastre12,13. Las tasas de psicopatolo- raciales y grupos étnicos26-28, las diferencias en las ta-
gía varían notablemente entre diferentes desastres12,14 sas basales de trauma previo, la tasa de exposición y el
y diferentes poblaciones estudiadas después del mismo apoyo ulterior no permiten establecer que determi-
desastre12,15. Una revisión extensa de desastres sugiere nado grupo tenga un riesgo intrínseco diferente apar-
que los desastres intencionales causados por el hombre te de observar que, en general, los miembros de gru-
(como los atentados terroristas) podrían tener mayor pos de minorías étnicas se desenvuelven peor que los
impacto que los no intencionales derivados de la ac- del grupo étnico mayoritario6.
tividad humana (como los accidentes en transportes Si bien la psicosis o los trastornos adictivos de ini-
masivos), que a su vez podrían tener mayor impacto cio reciente no son comunes después de un desastre,
que los desastres naturales (como inundaciones, terre- la modificación o interrupción de los tratamientos de
motos y tornados)6. Si bien desde una perspectiva in- salud mental y de abuso de sustancias29 hace que estas
tuitiva los intentos maliciosos deberían producir un poblaciones sean vulnerables después de un desastre.
impacto psicológico, se han identificado excepciones Los individuos con enfermedades mentales graves ta-
a esta generalización16, algo que no es sorprendente les como esquizofrenia pueden ser especialmente vul-
debido a que los grandes desastres naturales, como los nerables después de un desastre30,31 por contar con un
huracanes, pueden afectar a cientos de miles de perso- apoyo social limitado y presentar tasas más altas de trau-
nas y amenazar directamente las vidas de millones de ma previo. Por lo tanto, en la práctica, los servicios psi-
personas, mientras que algunos desastres intencionales quiátricos para desastres deben estar preparados para
provocados por el hombre (como un tiroteo en el lu- tratar a individuos con afecciones preexistentes32.
gar de trabajo) afectan directamente a una población A pesar de los hallazgos contradictorios en cuanto
mucho más circunscrita. a la edad avanzada como factor de riesgo o factor de
Las creencias culturales sobre respuestas normales protección después de un desastre6,33, la reducción de la
a la muerte y al trauma, diversas actitudes relacionadas movilidad de muchos ancianos puede hacer que esta
con las conductas de búsqueda de ayuda –desde la población sea especialmente vulnerable a los desastres
proporcionada por los trabajadores de rescate en gene- que requieren evacuación, como ocurrió en la evacua-
ral hasta la procedente de los servicios específicos de ción de Nueva Orleans antes del huracán Katrina. Ade-
salud mental– y el papel de los rituales de sanación y las más, parte de la respuesta al desastre puede requerir
expresiones de perturbación específicos de cada cultu- servicios de seguimiento para considerar las necesida-
ra afectan a la respuesta a los desastres17,18. Si bien la va- des de personas mayores confinadas en su hogar.
riación cultural en las respuestas a los desastres ha lleva- Aparte de los sobrevivientes a un desastre, los so-
do a preguntarse si el TEPT es un síndrome ligado a la corristas pueden ser vulnerables a desarrollar proble-
cultura18, estudios realizados en Asia19, África7 y Euro- mas psicopatológicos tales como trastorno por estrés
pa20 han documentado tasas estimadas de TEPT den- agudo, TEPT y depresión34, y las tasas de estos proble-
tro del rango observado en desastres ocurridos en mas en socorristas pueden ser diferentes de las halladas
Estados Unidos. También es un hecho conocido que la en los sobrevivientes15. Esto no debería ser sorpren-
tasa de TEPT en personas expuestas a trauma resulta dente, porque los socorristas tienen un nivel diferente
afectada por la duración de la exposición al trauma, de exposición, a veces por el hecho de presenciar las
la gravedad del trauma y la proximidad física (Diagnostic consecuencias de un desastre o catástrofe durante pe-
and Statistical Manual of Mental Disorders, cuarta edición, ríodos mucho más prolongados que los sobrevivientes
texto revisado [DSM-IV-TR]), que inevitablemente directos. Además, si bien los desastres pueden consi-
difieren entre desastres y entre individuos afectados por derarse traumas con «igualdad de oportunidades» que
el mismo desastre. Otros factores que podrían afectar al afectan a una población relativamente aleatoria, los in-

8
PSIQUIATRÍA DE ADULTOS EN SITUACIONES DE DESASTRE

dividuos que deciden trabajar en desastres, como los definitivos, el National Institute of Mental Health ha ava-
agentes de policía, bomberos y personal militar, cons- lado principios generales que destacan la participación
tituyen un grupo autoseleccionado que podría tener voluntaria en el tratamiento, una jerarquía de necesi-
características diferentes a las de la población general dades centrada en aspectos básicos de supervivencia,
debido a factores demográficos y psicológicos, lo que alimentación y refugio antes de pasar a los aspectos
sugiere la necesidad de intervenciones especializadas psicológicos y crear expectativas de resiliencia46. Otro
que podrían ser culturalmente aceptables dentro de este panel de expertos ha recomendado un conjunto super-
grupo35. Los trabajadores sanitarios y quienes trabajan en puesto de principios para intervenciones inmediatas,
el área de salud mental no son inmunes a los efectos psi- destacando que los médicos deberían promover: sensa-
cológicos de un desastre36-40, e incluso se ha desarrollado ción de seguridad, calma, sensación de autoeficacia y de
una literatura de utilidad clínica para definir conceptos eficacia de la comunidad, conexión y esperanza47. Para
superpuestos como «contratransferencia al trauma», «des- mantener la eficacia en el trabajo después de un desas-
gaste» o «burnout» y «traumatización vicaria»41,42. Sin em- tre, los médicos deben mantenerse atentos a sus reac-

SYNTHESIS
CLINICAL
bargo, es importante reconocer que es improbable que ciones emocionales al suceso y al riesgo de burnout36.
la experiencia de malestar y disfunción que aparece des-
pués de trabajar con poblaciones traumatizadas reúna
I NTERVENCIONES TARDÍAS
los criterios de TEPT a menos que se interprete de
manera laxa el criterio A de TEPT, que requiere que Las intervenciones para individuos que cumplen
una persona «experimente, presencie o se enfrente a si- los criterios diagnósticos (que requieren un intervalo
tuaciones de riesgo vital, muerte o lesiones o amenazas mínimo de dos semanas después de un desastre para
graves para sí mismo o para otras personas; y que res- establecer el diagnóstico de trastorno depresivo mayor
ponda a la experiencia vital con sentimientos de temor de inicio reciente y de cuatro semanas para el diag-
intenso, desesperanza u horror» (DSM-IV-TR). nóstico de TEPT) tienen una base de evidencias más
sólida. A pesar de las limitaciones en los datos48,49, los
inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina
ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS
siguen siendo un tratamiento de primera línea para
Y EVIDENCIAS
el TEPT48. La terapia cognitiva y conductual, especí-
ficamente la terapia de exposición, se ha estudiado en
INTERVENCIONES TEMPRANAS
poblaciones generales afectadas por el TEPT50 y en otras
Debido al impacto comunitario de los desastres, la con TEPT después de un desastre51.
respuesta a estas situaciones debe considerar tanto inter-
venciones en la comunidad como tratamientos indivi-
duales. A nivel comunitario, una revisión reciente sugi-
PREGUNTAS Y CONTROVERSIAS
rió que el pánico masivo podría ser menos probable de El papel de la técnica de desahogo psicológico o
lo que se había supuesto43. El estudio sobre comunica- debriefing después de un desastre es fuente de contro-
ción del riesgo que se ha desarrollado dentro del cam- versia. La implementación de esta técnica puede variar
po de la salud pública ha recibido atención creciente en en gran medida entre diferentes modelos y estudios,
su relación con desastres ocurridos después del 11-S. aunque por lo general se trata de intervenciones que
Un estudio de la evacuación de Nueva Orleans después se realizan una sola vez y en ámbitos grupales para re-
del huracán Katrina constató diferentes respuestas a los pasar la experiencia de individuos afectados por un
mensajes de seguridad en diferentes poblaciones y de- trauma con la meta de prevenir secuelas psicológicas. Si
mostró que, por lo tanto, debe prestarse mayor aten- bien esta modalidad se ha extendido ampliamente des-
ción a identificar, antes de un desastre, a las poblaciones de su origen en el contexto militar3 y se han hallado al-
con vulnerabilidad especial44. En el caso específico del gunas evidencias que avalan su eficacia52, algunos auto-
huracán Katrina, la historia de desconfianza en las in- res han llegado a la conclusión de que esta intervención
tenciones del gobierno hacia comunidades minoritarias puede ser más perjudicial que beneficiosa53. Algunas de
pudo haber obstaculizado las tareas de evacuación. estas conclusiones discrepantes podrían resolverse si en
Si bien el nivel de sufrimiento observado y la ur- el futuro los investigadores pudieran refinar las indica-
gencia por ayudar pueden ser tremendos inmediata- ciones y contraindicaciones específicas54. La investi-
mente después de un desastre, una investigación siste- gación realizada hasta la fecha sugiere que la técnica de
mática sobre tales intervenciones debe enfrentar ciertos desahogo psicológico no debería ser obligatoria y que
retos45. No obstante, la provisión de servicios psiquiá- es más apropiada para grupos que trabajan en equipo.
tricos a sobrevivientes de un desastre puede cumplir La técnica de desensibilización y reprocesamiento
una función humanitaria importante, al responder a una por movimientos oculares (DRMO) es una interven-
necesidad de alivio sintomático inmediato y de conti- ción psicoterapéutica fundamentada en que los movi-
nuidad de la atención para las personas con diagnós- mientos oculares pueden afectar al procesamiento de
ticos previos32. En ausencia de tratamientos tempranos la ansiedad55. La popularidad de esta intervención ha

9
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

aumentado notablemente a lo largo de las dos décadas o alivio sintomático de la ansiedad o el insomnio. El
pasadas, pero se ha cuestionado el efecto real de los uso de fármacos ansiolíticos e hipnóticos durante este
movimientos oculares, y se han planteado preguntas período debería ser de tiempo limitado62. La profilaxis
sobre las diferencias entre DRMO y terapia de expo- farmacológica para prevenir el inicio del TEPT o el
sición55,56. No obstante, la técnica de DRMO parece trastorno depresivo mayor no forma parte de la aten-
tener eficacia similar a la terapia cognitivo-conduc- ción médica convencional actual, pero debería hacer-
tual50; se requieren estudios de comparación directa más se un seguimiento más estricto de los individuos con
extensos. síntomas significativos de estos trastornos en el perío-
A pesar de la reducción de las tasas elevadas de sui- do inmediato posterior a un desastre.
cidio después de desastres naturales con respecto a un En los individuos que cumplen los criterios de
hallazgo más temprano57, se mantiene la preocupación TEPT o trastorno depresivo mayor, los inhibidores se-
por una epidemia de suicidio después de un desas- lectivos de la recaptación de serotonina y la terapia
tre58,59. En contra de esta creencia popular, Kessler y cognitivo-conductual deberían considerarse como tra-
colaboradores60 constataron una tasa de suicidio ines- tamientos de primera línea. Debido a las tasas elevadas
peradamente baja a pesar de una tasa elevada de enfer- de comorbilidad12, es importante que los médicos si-
medad mental en poblaciones afectadas por el huracán gan y traten cada uno de los diferentes trastornos psi-
Katrina, lo que sugiere la existencia de factores de pro- quiátricos identificados después de un desastre.
tección después de un desastre. Al seguir estas recomendaciones, los psiquiatras tie-
nen la oportunidad de ayudar a aliviar un grado enor-
me de sufrimiento. Debido a que los desastres exceden
RECOMENDACIONES la experiencia individual para convertirse en una fuer-
Si bien esta revisión demuestra la necesidad de za cultural más grande, la psiquiatría en situaciones de
atención psiquiátrica después de un desastre, es impor- desastre ofrece a nuestra profesión una rara oportuni-
tante que los psiquiatras resistan el impulso de respon- dad de examinar una visión más global. Este capital
der como individuos. Hay una compleja jerarquía de creciente de conocimientos es la contribución que la
organizaciones comprometidas en la mayoría de las res- psiquiatría puede hacer a la sociedad para afrontar es-
puestas a un desastre, y para que sean efectivas es im- tos acontecimientos impactantes.
portante que los psiquiatras respondan dentro de estos
sistemas establecidos5. El hecho de no hacerlo puede BIBLIOGRAFÍA
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10
PSIQUIATRÍA DE ADULTOS EN SITUACIONES DE DESASTRE

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11
Trastorno por estrés postraumático:
de la fenomenología a la práctica
clínica
David M. Benedek, MD, y Robert J. Ursano, MD
Department of Psychiatry, Center for the Study of Traumatic Stress, Uniformed Services University, Bethesda, Maryland, Estados Unidos

Las consecuencias psicológicas y conductuales de la exposición a acontecimientos traumáticos –especialmente


en combate– se han reconocido en todas las edades. Desde su introducción en 1982 en la tercera edición del Diagnostic
and Statistical Manual of Mental Disorders (DSM-III), se ha aprendido mucho sobre la fisiopatología del trastorno por estrés
postraumático (TEPT). Las teorías actuales se centran en regiones cerebrales y sistemas neurobiológicos que regulan
la respuesta al estrés y al miedo, la formación y la recuperación de recuerdos de la situación atemorizante.
Las intervenciones farmacológicas y psicoterapéuticas efectivas se dirigen a estos sistemas. Los nuevos tratamientos
deben probar ser más efectivos en subpoblaciones específicas de pacientes con TEPT. Estos tratamientos incluirán
combinaciones de agentes farmacológicos y psicoterapia, así como tratamientos dirigidos a diferentes regiones,
receptores o mecanismos involucrados en la respuesta al estrés traumático.

A pesar de la atención creciente del público y de del TEPT como trastorno de ansiedad (y no como
los profesionales desde su introducción en 1982 en la un «trastorno relacionado con un acontecimiento» o un
tercera edición del Diagnostic and Statistical Manual of trastorno del estado de ánimo), el criterio A2 requeri-
Mental Disorders (DSM-III), el trastorno por estrés pos- do actualmente de una respuesta específica inmediata
traumático (TEPT) suele considerarse como un diag- y la duración de los síntomas necesaria para constituir
nóstico controvertido. La investigación realizada duran- un diagnóstico son áreas de estudio y consideración
te el último cuarto de siglo ha contribuido a aumentar continuos en el comité de planificación del DSM-V.
la conciencia de la naturaleza y la extensión de la ex- En esta revisión se describe la evolución del diag-
posición humana a acontecimientos traumáticos y a nóstico de TEPT a lo largo de 30 años, destacando la
mejorar nuestra comprensión de la neurobiología de la conceptualización actual de las características clínicas
percepción de una amenaza, la respuesta al temor y las centrales y los hallazgos epidemiológicos basados en
regiones cerebrales con alteración funcional asociada esta definición. A continuación se resume la neurobio-
al TEPT. La investigación clínica ha hallado tratamien- logía molecular y las características genéticas del TEPT.
tos efectivos en los tres grupos de síntomas que caracte- A la luz de las teorías patológicas actuales, los tratamien-
rizan el TEPT: síntomas de intrusión, hiperactivación tos basados en la evidencia para el TEPT se resumen
y embotamiento emocional. El concepto del «estresor con especial atención a las evidencias que han surgido
traumático» necesario para el diagnóstico de TEPT desde la publicación de la primera guía de práctica
también ha evolucionado. Las ediciones posteriores clínica de la APA. Por último, se identifican las áreas de
del DSM han modificado la definición de estresor trau- investigación futura que podrían clarificar las contro-
mático y los criterios de inclusión para este trastorno.En versias existentes e identificar nuevas estrategias tera-
octubre de 2004, la American Psychiatric Association (APA) péuticas.
publicó la Practice Guideline for the Treatment of Adults with
Acute Stress Disorder (ASD) and TEPT. Hasta ese mo-
mento, se habían realizado numerosos ensayos aleato-
FENOMENOLOGÍA
rizados controlados bien diseñados de intervenciones La Tabla 1 presenta los criterios diagnósticos del
para el TEPT en diferentes poblaciones. Estos estudios y TEPT. El TEPT se diferencia de la mayoría de los res-
otros metaanálisis avalan la eficacia de los enfoques psi- tantes trastornos mentales del eje I porque sus criterios
cofarmacológicos y psicoterapéuticos para el TEPT. diagnósticos requieren exposición ambiental traumá-
Sin embargo, el consenso de expertos y las guías de tica. Este estresor debe involucrar el hecho de presen-
práctica clínica han articulado algunas posiciones di- ciar o experimentar situaciones de riesgo vital real o
vergentes sobre tratamientos efectivos. La clasificación temido o de sufrir lesiones graves o amenaza a la inte-

12
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: DE LA FENOMENOLOGÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA

Tabla 1. Criterios diagnósticos de trastorno por estrés postraumático (DSM-IV-TR)

A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que estaban presentes las dos situaciones siguientes:
1. La persona ha experimentado, presenciado o afrontado un acontecimiento o acontecimientos asociados a riesgo real o temido de morir, sufrir lesiones graves o con
amenaza para la integridad física de uno mismo o de otras personas
2. La persona respondió a la experiencia con temor intenso, desesperanza u horror
Nota: en los niños, esta situación puede expresarse mediante un comportamiento desorganizado o agitado

B. El acontecimiento traumático es reexperimentado de manera persistente de una (o más) de las formas siguientes:
1. Recuerdos recurrentes e intrusivos del acontecimiento tales como imágenes, pensamientos o percepciones
Nota: en los niños pequeños se puede observar un juego repetitivo en el que se expresan temas o aspectos del trauma
2. Sueños perturbadores recurrentes del acontecimiento
Nota: en los niños puede haber pesadillas sin contenido reconocible
3. Actuar o sentirse como si el acontecimiento traumático estuviera volviendo a suceder (con sensación de revivir la experiencia, ilusiones, alucinaciones y episodios de

SYNTHESIS
CLINICAL
flashback disociativos, como los que aparecen al despertar o en una intoxicación)
Nota: en los niños pequeños puede haber una representación específica del trauma
4. Sufrimiento psicológico intenso ante la exposición a elementos internos o externos que simbolizan o recuerdan algún aspecto del acontecimiento traumático
5. Reactividad fisiológica ante la exposición a elementos internos o externos que simbolizan o recuerdan algún aspecto del acontecimiento traumático

C. Evitación persistente de los estímulos asociados al trauma y embotamiento de la capacidad de respuesta general (que no existía antes del trauma), como lo indica la
presencia de tres (o más) de los siguientes:
1. Esfuerzos por evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones asociados al trauma
2. Esfuerzos por evitar actividades, lugares o personas que despiertan recuerdos del trauma
3. Incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
4. Disminución acusada del interés o la participación en actividades importantes
5. Sensación de indiferencia o extrañeza hacia los demás
6. Limitación de los afectos (p. ej., incapacidad de amar)
7. Sensación de tener un futuro limitado (p. ej., no se espera completar una carrera, casarse, tener hijos o tener una esperanza de vida normal)

D. Síntomas persistentes de hiperactivación (que no existía antes del trauma), como lo indican dos (o más) de los siguientes:
1. Dificultad para conciliar o mantener el sueño
2. Irritabilidad o estallidos de cólera
3. Dificultad para concentrarse
4. Hipervigilancia
5. Respuesta de sobresalto exagerada

E. La duración de la alteración (síntomas de los criterios B, C y D) es superior a un mes

F. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en el ámbito social, ocupacional o en otras áreas funcionales importantes
Especificar si es: Agudo –si la duración de los síntomas es , 3 meses– o Crónico –si la duración de los síntomas es > 3 meses–
Especificar si es: De inicio retrasado: si los síntomas comienzan al menos seis meses después del suceso estresante

Reproducido con autorización de la American Psychiatric Association: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, cuarta edición, texto revisado. Washington, DC, American Psychiatric Association, 1994.

gridad física de uno mismo o de otras personas (crite- en 1980, en gran medida como reconocimiento de los
rio A1). Además, los criterios diagnósticos requieren síntomas psiquiátricos observados en veteranos de la
que la respuesta inicial de la persona suponga temor Guerra de Vietnam. Las primeras conceptualizaciones
intenso, desesperanza u horror (criterio A2). Las des- del TEPT requirieron que el acontecimiento traumáti-
cripciones de las consecuencias psicopatológicas de co estuviera «fuera de la gama de la experiencia huma-
los acontecimientos traumáticos –en especial un com- na normal», pero esta descripción del acontecimiento
bate– se remontan a miles de años, como se observa, traumático fue eliminada en el DSM-IV. La amplia-
por ejemplo, en La Ilíada de Homero. Se han emplea- ción del concepto de la exposición traumática ha con-
do términos como «nostalgia» y «corazón de soldado» ducido a un aumento de la prevalencia de TEPT en
para describir estos fenómenos en la guerra Civil, encuestas epidemiológicas, aunque otros autores cues-
mientras que se usó la expresión «shock de las bombas» tionaron la relevancia diagnóstica del requisito de te-
(más conocida como «shell shock») en la primera guerra mor, desesperanza u horror en la respuesta inicial.
mundial y «fatiga de la batalla» o «neurosis de comba- El diagnóstico de TEPT requiere la presencia de
te» en la segunda guerra mundial. Sin embargo, el diag- por lo menos un síntoma de reexperimentación espe-
nóstico formal de TEPT se introdujo en el DSM-III cificado de un listado que incluye recuerdos o sueños

13
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

recurrentes y perturbadores del acontecimiento, por Los diferentes tipos, gravedades y frecuencias del
lo menos tres síntomas de evitación (p. ej., esfuerzos trauma en poblaciones diferentes contribuyen a la
por evitar pensamientos, sentimientos o conversacio- prevalencia variable en estudios poblacionales. Kess-
nes asociados al trauma o esfuerzos por evitar activida- ler y colaboradores3 informaron el riesgo condicio-
des, lugares o personas que evocan recuerdos del trau- nal de TEPT según el tipo de trauma en una mues-
ma) y por lo menos dos síntomas de hiperactivación tra de Estados Unidos. En los varones, la exposición
(p. ej., dificultad para conciliar o mantener el sueño o a violación y a combate en una guerra se asoció al
sensación de sobresalto exagerada). Los síntomas de- riesgo más alto de desarrollar TEPT, del 65% y el 39%,
ben causar malestar o deterioro clínicamente significa- respectivamente. Las amenazas con armas y los ata-
tivos en las áreas profesional, psicosocial u otras áreas ques físicos se asociaron al riesgo más bajo (1% y 2%,
funcionales importantes. Por último, el diagnóstico de respectivamente). En las mujeres, la violación (46%)
TEPT se establece sólo cuando los síntomas y el ma- y las amenazas con un arma (33%; una tasa significa-
lestar y/o deterioro resultantes persisten al menos du- tivamente más alta que en los varones) se asociaron al
rante un mes. La duración de un mes ha sido cues- riesgo más alto, mientras que la exposición a un de-
tionada debido a la falta de evidencia empírica que sastre natural (5%) correspondió al riesgo más bajo y
demuestre que esta duración de los síntomas tiene ma- no fue un riesgo significativamente mayor que en los
yor validez que otras interpretaciones, y en el presen- varones. En general, la violencia interpersonal, más
te hay pocas evidencias epidemiológicas en apoyo este que otros traumas, se asocia al riesgo más alto de desa-
punto de corte1. rrollar TEPT.

EPIDEMIOLOGÍA NEUROBIOLOGÍA
En Estados Unidos, las tasas de exposición a uno o En la actualidad se postula que los síntomas de TEPT
más traumas del criterio A1 varían del 39%2 al 90%3; reflejan cambios patológicos en los sistemas neurobio-
las mujeres generalmente informan menor exposición lógicos de respuesta al estrés o fracaso de los sistemas
que los varones. El 10% de los varones y el 6% de las neurobiológicos para recuperarse de o adaptarse a es-
mujeres informan haber estado expuestos a por lo me- tresores extremos9. La investigación neurobiológica
nos cuatro acontecimientos3.Subpoblaciones tales como sobre el TEPT se ha centrado en los sistemas neu-
tropas de combate parecen ser de alto riesgo. Hoge y roendocrinos que regulan el estrés, como el eje hi-
colaboradores4 informaron que el 95% de los integran- potálamo-hipófiso-suprarrenal (HHS), y en los neuro-
tes del ejército de Estados Unidos y miembros del ser- transmisores y neuropéptidos que conectan y regulan
vicio de la marina que sirvieron en la guerra de Iraq y regiones cerebrales comprometidas en la respuesta al
el 84% de los miembros del servicio del ejército que temor y al estrés (Figura 1). Estos circuitos que pro-
sirvió en Afganistán estuvieron expuestos a situacio- cesan el temor y la memoria son la corteza prefrontal,
nes de combate con peligro para la vida. A pesar de ta- el hipocampo, la amígdala y los núcleos del tronco en-
sas altas de exposición traumática, relativamente pocas cefálico.
personas desarrollan TEPT. Mediante los criterios del
DSM-III-R para el TEPT, Breslau y colaboradores2 in-
E JE HIPOTÁLAMO - HIPÓFISO - SUPRARRENAL
formaron una prevalencia durante toda la vida del 11%
(31% de los encuestados expuestos a un trauma) en las Los estresores agudos activan el eje HHS. Las neu-
mujeres y del 6% (14% de los expuestos a un trauma) ronas del núcleo paraventricular (NPV) hipotalámico
en los varones. Kessler colaboradores3 informaron una segregan factor de liberación de corticotropina (CRF),
prevalencia durante toda la vida del 7,8%, en la que la que estimula la producción de adrenocorticotropina
probabilidad de cumplir los criterios es del doble en en la glándula hipófisis y la liberación de glucocorti-
las mujeres (10,4%) que en los varones (5%), a pesar de coides (p. ej., cortisol) de la corteza suprarrenal. El hi-
que los varones tienen mayor tendencia a estar ex- pocampo y la corteza prefrontal inhiben el eje HHS,
puestos a acontecimientos traumáticos. La prevalencia mientras que las monoaminas de la amígdala y el tronco
durante 12 meses del estudio de Kessler y colaborado- encefálico estimulan el NPV para iniciar esta cascada.
res fue del 3,9%5,6 y en fecha más reciente, del 3,5%, Si bien los estresores agudos activan el eje HHS, la
con aproximadamente un tercio de casos graves, otro mayoría de los estudios realizados con la participa-
tercio de casos moderados y otro de casos leves7. Hoge ción de veteranos de combate, refugiados y sobrevi-
y colaboradores4 comunicaron tasas de TEPT (deter- vientes del holocausto con TEPT han constatado
minado por autoinforme) del 4% al 20% en tropas ex- concentraciones reducidas de cortisol en sangre10. Los
puestas a combate, y aquellos que han experimentado estudios muestran que el hipocortisolismo del TEPT
combates de mayor intensidad comunican la prevalen- ocurre en el contexto de aumentos sostenidos de los
cia más alta de TEPT. En una muestra de Australia, la niveles de CRF, lo que sugiere sensibilidad aumentada
prevalencia durante 12 meses fue del 1,2%8. del eje HHS a la retroalimentación negativa de corti-

14
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: DE LA FENOMENOLOGÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA

Figura 1. Neurotransmisores y eje hipotálamo-hipófiso-suprarrenal en la respuesta al estrés


y al miedo

Tálamo Corteza sensorial primaria

Estímulo amenazante

Corteza orbitofrontal Amígdala


Opioides,
ACh,
Hipocampo glutamato
Locus coeruleus

SYNTHESIS
CLINICAL
PLP por vía del complejo
Glu-NMDA NA

Hipotálamo
CRH, AVP, TRH,
(respuesta del SNA) Núcleo del rafe
5-HT

Hipófisis anterior Sustancia gris periacueductal


TSH, ACTH (GPA)

Glándula tiroides Glándula suprarrenal


T3 y T4 Médula
(compromiso del sistema inmunitario) Glucocorticoides (cortisol) RESPUESTA
CONDUCTUAL
Corteza AL MIEDO/ESTRÉS
NA, AD

La información viscerosensorial se transmite a la amígdala a través del tálamo sensorial y directamente desde las cortezas viscerosensoriales. La información de contexto se almacena en la memoria
en el hipocampo y se retransmite a la amígdala. Vías eferentes desde la amígdala: 1) hacia el locus coeruleus incrementan la liberación de noradrenalina (NA) y la activación; 2) hacia el hipotálamo en el eje HHS
hace liberar hormonas de estrés y 3) hacia la sustancia gris periacueductal causa conductas defensivas, de paralización.
ACh: acetilcolina; ACTH: adrenocorticotropina; AD: adrenalina; AVP: arginina vasopresina; CRH: hormona liberadora de corticotropina; glu/NMDA: glutamato/N-metil-D-aspartato; PLP: potenciación a largo plazo;
SNA: sistema nervioso autónomo; TRH: hormona liberadora de tirotropina; TSH: tirotropina; T3: triyodotironina; T4: tiroxina; 5-HT: serotonina.

sol11,12. La mayoría de los estudios sobre el TEPT tam- N EUROCIRCUITOS Y CONDICIONAMIENTO


bién han constatado un volumen reducido del hipo- AL MIEDO
campo, la región cerebral responsable de la inhibición
del HHS13. Estos hallazgos, en conjunto, sugieren que La noradrenalina es uno de los mediadores princi-
el TEPT podría reflejar sensibilización crónica del eje pales de la respuesta al estrés en el sistema nervioso
HHS a los efectos de los estresores10. Estudios recien- central (SNC). Los cuerpos de células noradrenérgicas
tes han demostrado que los niveles bajos de cortisol del locus coeruleus son los principales responsables de la
durante la exposición a estresores traumáticos predi- producción de noradrenalina en el SNC, y mediante
cen el desarrollo de TEPT. Debido a que los gluco- una ramificación extensa se proyectan a las regiones
corticoides también interfieren la recuperación de re- principales del cerebro implicadas en la respuesta al
cuerdos traumáticos, finalmente podrían demostrar ser estrés, como la corteza prefrontal, la amígdala, el hi-
tratamientos efectivos para el TEPT. El CRF también potálamo, la sustancia gris periacueductal y el tálamo.
podría desempeñar un papel en la respuesta condicio- Evidencias coincidentes de modelos animales de con-
nada al miedo, el aumento de la sensación de sobresal- dicionamiento al temor y técnicas neuromoleculares y
to y la hiperactivación; por lo tanto, el antagonismo de de neuroimagen sugieren que la noradrenalina inte-
los receptores de CRF podría ser un enfoque efectivo ractúa con el CRF para iniciar la respuesta de lucha o
para el tratamiento del TEPT. huída que se asocia a aumento del ritmo cardíaco, la

15
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

presión arterial y la conductividad de la piel en el sis- en veteranos de guerra sin TEPT frente a veteranos
tema nervioso periférico y también con aumento de con TEPT23. Debido a que el NPY reduce la libera-
la activación y la vigilancia y codificación facilitada ción de noradrenalina de las células nerviosas simpá-
de recuerdos relacionados con temor en el SNC. Los ticas e inhibe los circuitos de CRF/noradrenalina in-
glucocorticoides parecen inhibir esta respuesta14. En el volucrados en la respuesta al miedo, se ha sugerido que
sistema nervioso periférico, la activación suprarrenal podría desempeñar un papel protector o contribuir a
durante la exposición a estresores estimula la libera- la recuperación del TEPT21. Los opioides endógenos
ción de noradrenalina y adrenalina de la médula su- (p. ej., endorfinas y encefalinas), como los opiáceos sin-
prarrenal y de las terminaciones nerviosas simpáticas. téticos y naturales, se unen a receptores opioides que
La hiperactividad de la porción simpática del sistema podrían contribuir a síntomas como embotamiento
nervioso autónomo se ha documentado en diversas emocional y fenómenos disociativos24. Se ha documen-
muestras de TEPT y también se ha observado en pa- tado aumento de los niveles de beta-endorfina en pa-
cientes con TEPT en respuesta a recuerdos de expe- cientes con TEPT, lo que sugiere incremento de la
riencias traumáticas15,16. activación del sistema opioide endógeno25, y el antago-
Las neuronas serotoninérgicas (5-HT) de los nú- nista opiáceo naltrexona ha demostrado ser eficaz en
cleos del rafe dorsal y medio también se proyectan a la el tratamiento de los síntomas disociativos del TEPT
amígdala, el hipocampo y la corteza prefrontal. Las teo- en una serie pequeña26. Aún no se han realizado ensa-
rías actuales sugieren que las neuronas 5-HT que se yos aleatorizados controlados sobre antagonistas de re-
proyectan desde el rafe dorsal a la amígdala y al hipo- ceptores opioides en el tratamiento del TEPT.
campo median las respuestas ansiogénicas por medio
de los receptores 5-HT2, mientras que las neuronas del
rafe medio facilitan el aprendizaje de extinción (es de-
ASPECTOS GENÉTICOS
cir, la supresión de respuestas asociadas a recuerdos ate- Los hallazgos relativos a alteraciones de los niveles
morizantes) por medio de los receptores 5-HT1A17. Este hormonales y de neurotransmisores o neuropéptidos
mecanismo podría contribuir a la eficacia documenta- mencionados con anterioridad plantean la pregunta
da de los fármacos inhibidores selectivos de la recap- de si los cambios neurobiológicos identificados repre-
tación de serotonina (ISRS) en el TEPT. sentan predisposiciones (factores de riesgo) para el de-
sarrollo de TEPT o marcadores biológicos del proceso
patológico. Las evidencias provenientes de estudios de
O TROS NEUROTRANSMISORES
familias, gemelos y genética molecular sugieren que
El ácido gammaaminobutírico (GABA) también in- las influencias genéticas cumplen un papel en la etiolo-
hibe los circuitos de CRF/noradrenalina y actúa como gía del TEPT y podrían ayudar a responder preguntas
mediador en las respuestas al temor y al estrés median- sobre el hecho de que ciertos individuos expuestos a
te las acciones inhibitorias del complejo receptor estresores específicos desarrollan TEPT mientras que
GABAA/benzodiacepina (BZ). La reducción de la den- otros expuestos a los mismos estresores no lo hacen.
sidad o de la afinidad del receptor de BZ podría con- En general, los estudios genéticos disponibles so-
tribuir de manera inespecífica a la fisiopatología del bre el TEPT se han realizado en muestras de pequeño
TEPT18-20. Sin embargo, el tratamiento con BZ inme- tamaño y es necesario reproducirlos. Los estudios de
diatamente después del trauma no previene el TEPT, familias documentan aumento del riesgo de desarro-
y los pocos estudios sobre TEPT realizados con BZ llar TEPT en familiares de primer grado de pacientes
no indican que sea una monoterapia eficaz21. El glu- con TEPT27. Los estudios en gemelos han identifica-
tamato, el principal neurotransmisor excitatorio del do que el riesgo de exposición al trauma, el desarro-
cerebro, se une a numerosos receptores aminoácidos llo de TEPT tras la exposición y la contribución de
excitatorios, como el receptor de N-metil-D-asparta- comorbilidades previas y posteriores a la exposición
to (NMDA). Se considera que el sistema receptor de traumática representan áreas diferentes de influencia
glutamato/NMDA es crucial para el proceso de po- genética28. En fecha reciente, Zhang y colaboradores29
tenciación a largo plazo y consolidación de la me- demostraron expresión diferencial de la proteína p11,
moria (también de los recuerdos traumáticos). Se ha un miembro de la familia de proteínas S-100, en estu-
demostrado que el antagonista parcial del receptor de dios post mórtem de la corteza prefrontal de sujetos
NMDA d-cicloserina facilita la extinción del miedo con TEPT y en las células mononucleares de sangre
en modelos animales y en sujetos humanos fóbicos so- periférica de pacientes con TEPT, depresión mayor,
metidos a terapia de exposición22. Su papel en la faci- trastorno bipolar y esquizofrenia, y en controles.
litación de las terapias basadas en la exposición para el En una muestra clínica pequeña, Comings y cola-
TEPT es un área de investigación activa. boradores30 demostraron que una variante del receptor
Otros neuropéptidos implicados en la fisiopatología de dopamina D2 en desequilibrio de ligamiento con
del TEPT son el neuropéptido Y (NPY) y los opioides el alelo D2A1 confiere aumento del riesgo de desarro-
endógenos. Se han hallado niveles elevados de NPY llar TEPT, y la ausencia de la variante confiere una re-

16
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: DE LA FENOMENOLOGÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA

Tabla 2. Selección de guías de tratamiento y declaraciones de consenso sobre el TEPT

Estudio Año Población Recomendaciones

IOM33 2007 Adultos Primera línea: terapias de exposición


Segunda línea: DRMO, restructuración cognitiva, habilidades de afrontamiento, terapia de grupo
Evidencia insuficiente de eficacia de la farmacoterapia

Forbes y cols.34 2007 Adultos Primera línea: tratamiento psicológico centrado en el trauma
Segunda línea: ISRS
Tercera línea: mirtazapina, ATC, fenelzina para el TEPT resistente

NICE35 2005 Adultos, niños Primera línea: TCC centrada en el trauma o DRMO
Segunda línea: paroxetina, mirtazapina, amitriptilina, fenelzina, intervenciones psicológicas

SYNTHESIS
CLINICAL
no centradas en el trauma

BAP36 2005 Adultos Primera línea: ISRS (fluoxetina, paroxetina, sertralina), ATC (amitriptilina, imipramina),
fenelzina, mirtazapina, venlafaxina, lamotrigina
TCC y DRMO individual centrada en el trauma

Canadá37 2005 Adultos, niños Primera línea: algunos ISRS (fluoxetina, paroxetina, sertralina), venlafaxina XR, TCC
Segunda línea: mirtazapina, fluvoxamina, moclobemida, fenelzina

APA38 2004 Adultos Primera línea: ISRS, TCC, DRMO


Segunda línea: IMAO, ATC, inoculación de estrés, ensayo de imaginación, exposición prolongada

Foa y cols.39 2000 Adultos, niños Primera línea: ISRS


Segunda línea: IMAO, ATC

ATC: antidepresivos tricíclicos; BAP: British Association for Psychopharmacology; DRMO: desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares; IMAO: inhibidores de la monoaminooxidasa; IOM: Institute of Medicine;
ISRS: inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina; NICE: National Institute for Clinical Excellence; TCC: terapia cognitivo-conductual; TEPT: trastorno por estrés postraumático.

sistencia relativa al TEPT. En fecha reciente, Kilpa- resumen en la Tabla 233-40. Generalmente, estos análi-
trick y colaboradores31 determinaron que la variante sis avalan el uso de algunas formas de terapia cogni-
de baja expresión del gen del transportador de sero- tivo-conductual (TCC) y de tratamiento farmacoló-
tonina 5-HTTLPR aumentó el riesgo de TEPT des- gico (por lo general con ISRS). Los estudios recientes
pués de un huracán pero sólo en condiciones de alta se describen más adelante.
exposición al huracán y poco apoyo social. Binder y
colaboradores32 constataron que cuatro polimorfismos
P SICOTERAPIA
de un solo nucleótido (SNP) en el locus FKBP5 tenían
interacción significativa con la gravedad del abuso in- La mayoría de los ensayos aleatorizados controla-
fantil para predecir el nivel de síntomas de TEPT en dos bien diseñados de psicoterapia publicados han exa-
adultos después de hacer correcciones para múltiples minado variaciones de la TCC. Como se describe en
evaluaciones. No hubo efectos principales de los SNP el informe de 2007 del Institute of Medicine33, enfoques
sobre los síntomas de TEPT ni interacciones genéticas y técnicas terapéuticos se superponen en las diferentes
significativas con el nivel de trauma no relacionado con psicoterapias, y no se ha llegado a un consenso sobre la
abuso infantil como predictores de síntomas de TEPT manera de clasificar estas psicoterapias. Algunos ex-
en el adulto. Estos resultados sugieren una interacción pertos (también los del Institute of Medicine) consideran
potencial entre el gen FKBP5 y el ambiente infantil que la terapia de procesamiento cognitivo es una for-
importante para el desarrollo de TEPT adulto, ya que ma efectiva de TCC basada en la exposición, mientras
los individuos con estos SNP tienen mayor riesgo de que la exposición prolongada es otra.
desarrollar TEPT en la edad adulta si hubo estresores
ambientales específicos en la infancia.
T ERAPIASCOGNITIVO - CONDUCTUALES BASADAS
EN LA EXPOSICIÓN
ENFOQUES TERAPÉUTICOS
Los ensayos de TCC basadas en la exposición ge-
Las recomendaciones de diversas guías de práctica neralmente han incluido componentes de psicoedu-
clínica y declaraciones de consenso sobre el TEPT se cación, respiración y entrenamiento en relajación. Por

17
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

definición, estas terapias de exposición también incor- de tener lugar sin recuerdos repetitivos y evocados ex-
poran alguna forma de reexposición a experiencias plícitamente. También sugirió que la terapia de pro-
traumáticas pasadas (p. ej., imaginaria, in vivo, escrita, cesamiento cognitivo podría caracterizarse como más
verbal o relato grabado) a las sesiones. Además, suelen cognitiva que la terapia basada en la exposición.
incluirse tareas para el hogar. En 2007, Schnurr y colaboradores44 informaron los
En 2006, Monson y colaboradores41 informaron los resultados de la exposición prolongada en mujeres ve-
resultados de un estudio controlado de una lista de es- teranas de guerra (n = 277) y en servicio activo (n = 7)
pera de terapia de procesamiento cognitivo en 60 ve- de 12 centros de asuntos de militares y de veteranos es-
teranos de guerra. La tasa global de abandono del estu- pecializados en el tratamiento médico de veteranos. Las
dio fue del 16,6% (20% de la terapia de procesamiento pacientes fueron asignadas aleatoriamente a recibir
cognitivo y 13% de la lista de espera), pero los análisis terapia de exposición prolongada (n = 141) o tera-
de la muestra por intención de tratar revelaron mejo- pia centrada en el presente (n = 143) administrada en
rías significativas tanto del TEPT como de los síntomas 10 sesiones semanales de 90 minutos, y los resultados
depresivos concomitantes en el grupo tratado frente al se evaluaron antes e inmediatamente después del tra-
grupo de la lista de espera. tamiento y nuevamente tres y seis meses después del
La efectividad de la terapia de procesamiento cog- tratamiento. Inmediatamente después del tratamiento,
nitivo también se ha documentado en un estudio in- el grupo de exposición prolongada tuvo mayor ten-
formado en 2005 por Chard42 de 71 sobrevivientes a dencia que el grupo de terapia centrada en el presente
abuso sexual adulto con TEPT. El control fue un gru- a dejar de cumplir los criterios de TEPT (41% frente al
po de la lista de espera que recibió atención mínima. 27,8%, odds ratio [OR] = 1,80, intervalo de confianza
Los participantes fueron evaluados antes, inmediata- [IC] = 95%) y mayor tendencia a alcanzar la remisión
mente después y tres meses después y un año después completa (15,2% frente al 6,9%,OR = 2,43,IC = 95%).
del tratamiento con la Clinician Administered PTSD Estos resultados se mantuvieron en el seguimiento a los
Scale (CAPS), que se considera la escala «estándar» para tres y a los seis meses. Aunque este estudio se realizó
evaluar los síntomas y la gravedad del TEPT en ámbi- con personal militar y veteranos, el 70% de los partici-
tos de investigación, y muchas otras escalas de califica- pantes indicó que el trauma sexual era su experiencia
ción. El análisis demostró que la terapia de procesa- traumática índice (peor). La tasa de abandono del estu-
miento cognitivo era superior a la lista de espera para dio fue 17% mayor en el grupo de exposición prolon-
reducir los síntomas de TEPT y que las reducciones se gada que en el de terapia centrada en el presente.
mantenían al menos durante un año. Un estudio controlado publicado en 2005 por
En fecha reciente, Resick y colaboradores43 des- Rothbaum y colaboradores45 evaluó la eficacia relati-
montaron los componentes de la terapia de procesa- va de la terapia de exposición prolongada y de la de-
miento cognitivo. Estos autores asignaron a 150 muje- sensibilización y reprocesamiento por movimientos
res adultas con TEPT a tres condiciones: 1) terapia de oculares (DRMO) (véase más adelante). En este estu-
procesamiento cognitivo completa, que incluyó expo- dio, 74 mujeres adultas víctimas de violación (violación
sición (escribir y leer un relato detallado del trauma) y índice en la edad adulta o en la infancia) fueron asigna-
a terapia cognitiva (desafiar las afirmaciones del pa- das aleatoriamente a nueve sesiones de exposición pro-
ciente sobre el significado del trauma y las consecuen- longada, DRMO y grupos de control en lista de espe-
cias para su vida); 2) terapia cognitiva sin el compo- ra. Las tasas de abandono entre los grupos no tuvieron
nente de escritura y lectura; y 3) el componente de diferencias significativas. Inmediatamente después del
escritura y lectura sin terapia cognitiva. Todas las con- tratamiento, los grupos que recibieron exposición pro-
diciones incluyeron dos horas de terapia por semana longada y DRMO presentaron una mejoría estadís-
durante seis semanas. La evaluación de la presencia de ticamente significativa en las tres mediciones del re-
TEPT (por medio de la escala CAPS) y depresión se sultado, como una reducción del 50% o mayor en la
realizó en forma ciega a la asignación en todos los par- puntuación de la escala CAPS (p = 0,001) con respec-
ticipantes una vez por semana durante el tratamiento, to a la evaluación en el período basal. Después del tra-
dos semanas después de la última sesión de terapia y a tamiento, el 95% de las participantes que recibieron te-
los seis meses. Aunque todos los pacientes que com- rapia de exposición prolongada y el 75% de las que
pletaron el tratamiento seguían cumpliendo los crite- recibieron DRMO dejaron de cumplir los criterios
rios de TEPT a la conclusión del estudio, se observó de TEPT. Las participantes que recibieron ambos tra-
una mejoría sustancial en los tres grupos de tratamien- tamientos presentaron una reducción significativa de
to en los criterios de valoración principales de TEPT los síntomas depresivos y disociativos inmediatamente
y depresión y en mediciones secundarias de ansiedad, y a los seis meses. Los resultados se mantuvieron en el
culpa y vergüenza. La terapia cognitiva sin exposición seguimiento a los seis meses para síntomas de TEPT,
se asoció a la mayor mejoría. Este resultado sugirió que depresivos y disociativos en el grupo de exposición
el componente cognitivo de esta terapia (es decir, alte- prolongada, pero en un grado significativamente me-
rar el significado del acontecimiento traumático) pue- nor en el grupo de DRMO con respecto al TEPT.

18
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: DE LA FENOMENOLOGÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA

La efectividad de la terapia de exposición breve inicio en la niñez. Conviene destacar que la adminis-
fue documentada en dos estudios recientes publicados tración de fluoxetina se interrumpió a la finalización
en 2005 y en 2007 por Basoglu y colaboradores46,47. de la fase de tratamiento de ocho semanas, de modo
En el primer estudio, 59 sobrevivientes a un terremo- que los malos resultados de los ISRS a los seis meses
to con TEPT evaluados mediante la escala CAPS fue- no deberían ser sorprendentes.
ron asignados aleatoriamente a una intervención de En un estudio publicado en 2007, Högberg y co-
terapia conductual basada en exposición de una sola laboradores49 examinaron a 24 trabajadores del trans-
sesión (en la que la intensidad del trauma simulado se porte que habían sido atacados o habían presenciado
ajustó a los sentimientos personales de comodidad del un accidente de arrollamiento por un tren y que cum-
paciente) o a una lista de espera46. En el seguimiento a plían los criterios de TEPT del DSM-IV-TR. Los
las 6, 12 y 24 semanas después del tratamiento, así participantes fueron asignados aleatoriamente a reci-
como al cabo de uno y dos años, el grupo de trata- bir cinco sesiones de DRMO o a una lista de espera.
miento presentó reducciones significativas en la pun- Después del tratamiento, 8 de 13 pacientes que reci-

SYNTHESIS
CLINICAL
tuación de la escala CAPS, la puntuación del Beck bieron DRMO (67%) dejaron de cumplir los criterios
Depression Inventory y otras mediciones subjetivas de de TEPT en comparación con 1 de 11 pacientes
temor y ansiedad y de la impresión global. Con res- (11%) de la lista de espera (p = 0,02). También se ob-
pecto a la CAPS, los tamaños del efecto fueron consi- servaron diferencias significativas en las puntuaciones
derables (d de Cohen = 0,7-1,4), y la tasa de mejoría de la escala Global Assessment of Functioning and Hamil-
se elevó desde el 49% en la semana 6 a más del 80% en ton Depression Rating (HAM-D).
otros puntos de valoración. En el segundo estudio47, Ninguno de estos estudios logró definir los efectos
31 sobrevivientes a un terremoto con TEPT fueron de la exposición en comparación con los componen-
asignados aleatoriamente a una sola sesión de terapia tes de movimientos oculares del tratamiento. Estudios
conductual basada en exposición (n = 16) o a evalua- previos documentaron que los movimientos oculares
ciones repetidas (n = 15). Los participantes fueron no son críticos para el efecto del tratamiento. Estos es-
evaluados en las semanas 4, 8, 12 y 24 después del tra- tudios pequeños sugieren eficacia de una intervención
tamiento y al cabo de 1-2 años. Nuevamente, se ob- breve de DRMO en víctimas de un ataque sexual y en
servaron efectos significativos del tratamiento entre testigos de accidentes de vehículos motorizados pero
grupos en el TEPT (valorado mediante la CAPS) y no pueden generalizarse a veteranos de guerra.
mejoría global valorada por un evaluador (Global Im-
provement Scale–Assessor), y efectos significativos del tra-
O TRAS PSICOTERAPIAS
tamiento entre grupos en ambas mediciones del re-
sultado en la semana 8. Las tasas de mejoría del 40% en En los últimos años también se han publicado es-
la semana 4 se elevaron al 80% hacia la semana 24 y tudios de otros tipos de psicoterapia, como terapia de
en el seguimiento al cabo de 1-2 años, con grandes ta- habilidades de afrontamiento, psicoterapia ecléctica,
maños del efecto (d de Cohen = 0,9 –1,7) en las me- psicoterapia psicodinámica, restructuración cognitiva y
diciones principales en la semana 8. neurorretroalimentación (neurofeedback) de ondas cere-
brales, pero la utilidad y la generalizabilidad de las con-
clusiones de estos estudios están limitadas por proble-
DRMO
mas metodológicos tales como falta de procedimientos
La DRMO se sigue considerando como tratamien- diagnósticos formales, inclusión de pacientes que no
to para víctimas de un trauma; sin embargo, muchos tenían TEPT, tasas de abandono muy altas, manejo
de los estudios publicados desde 2004 incluyen parti- no especificado de los datos faltantes y uso de evalua-
cipantes sin diagnóstico formal de TEPT. Una excep- dores que conocían la asignación. Un estudio publi-
ción es un estudio publicado en 2007 por van der Kolk cado en 2004 por Neuner y colaboradores50 sobre te-
y colaboradores48, en el que 88 pacientes con TEPT rapia de habilidades de afrontamiento en 43 refugiados
fueron asignados aleatoriamente a recibir ocho semanas de guerra, aunque metodológicamente sólido, no lo-
de DRMO, fluoxetina o placebo. Los síntomas fueron gró demostrar efecto diferencial del tratamiento.
evaluados mediante la escala CAPS y el Beck Depres- En fecha reciente, algunos informes de casos51,52
sion Inventory II inmediatamente después del tratamien- han sugerido que la terapia basada en la exposición
to y al cabo de seis meses. En el seguimiento a los seis podría facilitarse mediante simulaciones audiovisuales
meses, el 75% de los pacientes con TEPT de inicio adul- computarizadas de un ambiente de combate traumá-
to (en comparación con el 33% de los pacientes con tico. La eficacia de esta TCC –denominada «terapia de
TEPT de inicio en la niñez) que recibieron DRMO realidad virtual»– en trabajadores de rescate con TEPT
alcanzó la remisión en comparación con ninguno de también ha sido documentada en un ensayo controla-
los pacientes que recibieron fluoxetina. Ninguno de los do pequeño. En 2007, Difede y colaboradores53 asig-
dos tratamientos produjo remisión completa de los sín- naron a 21 trabajadores de rescate en el atentado te-
tomas en la mayoría de los pacientes con TEPT de rrorista del 11 de septiembre a recibir tratamiento de

19
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

realidad virtual (n = 13) o a participar como controles el tratamiento de los síntomas y las características aso-
en una lista de espera (n = 8). El grupo de tratamien- ciadas al TEPT crónico. De 70 pacientes inscritos ini-
to presentó una reducción significativa en las puntua- cialmente, 52 pacientes adultos (en su mayor parte de
ciones de la CAPS frente al grupo de la lista de espe- minorías) catalogados como sujetos sin mejoría signi-
ra. Aunque estos informes son alentadores, deberían ficativa después de una semana de recibir placebo fue-
realizarse ensayos aleatorizados controlados de mayor ron asignados aleatoriamente a recibir paroxetina en
tamaño para reproducir los hallazgos antes de recomen- dosis flexibles (máximo 60 mg/día hacia la semana 7)
dar la terapia de realidad virtual con confianza. o a continuar con placebo. Después de 10 semanas,
muchos más pacientes tratados con paroxetina respon-
dieron al tratamiento, según la calificación de la escala
P SICOTERAPIA DE GRUPO
Clinical Global Impression-Improvement. En los pacientes
La mayoría de las psicoterapias pueden realizarse tratados con paroxetina también se observó una re-
en formato individual o grupal. De los estudios revi- ducción significativamente mayor en su puntuación
sados anteriormente, el estudio de 2005 de Chard42 total de la escala CAPS y la Dissociative Experience Sca-
que comparó la terapia de procesamiento cognitivo con le, así como una reducción significativa en el autoinfor-
atención mínima en lista de espera usó los formatos me de problemas interpersonales. Durante una fase de
individual y grupal (los participantes del grupo de tra- mantenimiento de 10 semanas, la respuesta a la paroxe-
tamiento recibieron terapia individual y grupal en las tina continuó mejorando, pero la respuesta al placebo
primeras nueve semanas, seguida por siete semanas de no se modificó. En un reanálisis de 2006 de dos ensa-
terapia grupal y después, una sesión de terapia indivi- yos publicados previamente, Stein y colaboradores57
dual). Este estudio no documentó claramente los efec- examinaron a 395 pacientes adultos con TEPT que
tos de la terapia grupal frente a la terapia individual. Si fueron asignados aleatoriamente a tratamiento doble
bien existe un corpus sustancial de literatura descrip- ciego con sertralina en dosis flexibles (50-200 mg/día)
tiva sobre terapia grupal para el TEPT, se requieren o placebo. Después de 12 semanas, la sertralina tuvo
estudios bien diseñados de terapia de procesamiento una efectividad significativamente superior al placebo
cognitivo y de otras psicoterapias en formato grupal en la mayor parte de las variables principales de efica-
para validar la eficacia de este método de adminis- cia, como la Parte 2 de la CAPS, independientemente
tración. de que los pacientes hubieran sufrido abuso infantil o
trauma interpersonal, lo que sugiere la eficacia del tra-
tamiento farmacológico en sujetos cuyo trauma preci-
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
pitante es abuso infantil en particular o trauma interper-
sonal en general.
A NTIDEPRESIVOS
En un estudio de 2005, Davidson y colaboradores58
compararon las tasas de recaída de 57 pacientes que
ISRS para el TEPT no relacionado
respondieron a un estudio abierto de fluoxetina duran-
con combate
te seis meses y que después fueron asignados aleatoria-
Los metaanálisis y numerosos ensayos aleatoriza- mente en forma ciega a seguir recibiendo fluoxetina
dos controlados publicados desde 2004 generalmente (dosificación media 42,1 mg/día) o placebo. Las tasas
avalan la superioridad de los ISRS y de los inhibido- de recaída fueron del 22% para la fluoxetina frente al
res de la recaptación de serotonina y noradrenalina 50% para el placebo (p 0,02); la OR para la recaída
(IRSN) frente a placebo para el TEPT no relacionado con placebo frente a fluoxetina fue de 3,50, y el inter-
con combate, así como frente a las TCC basadas en valo hasta la recaída con fluoxetina fue más prolonga-
exposición. Sin embargo, revisiones recientes han cues- do que con placebo (p = 0,02, prueba log-rank).
tionado el grado de efectividad de estos fármacos en el Estos nuevos estudios aumentan la base de eviden-
TEPT relacionado con combate54. cia de la eficacia de los ISRS previamente establecida
En 2006, Stein y colaboradores55 revisaron 35 en- en muestras de pacientes con TEPT (predominante-
sayos aleatorizados controlados de corto plazo (de 14 o mente mujeres) originado en trauma civil, como ataque
menos semanas de duración) realizados en un total de sexual en la infancia y en la edad adulta, otros traumas
4.597 participantes. En 17 de los ensayos, la gravedad interpersonales y accidentes en vehículos motorizados.
de los síntomas disminuyó significativamente en los
grupos asignados a la medicación con respecto a los que
ISRS para el TEPT relacionado
recibieron placebo. Las evidencias de eficacia más con-
con combate
vincentes correspondieron a los ISRS, en todos los
grupos de síntomas y para depresión y discapacidad Ensayos aleatorizados controlados han cuestionado
coexistentes. la eficacia de los ISRS para el tratamiento del TEPT
En un estudio publicado en 2007, Marshall y co- en veteranos de guerra. Parte de esta evidencia fue
laboradores56 evaluaron la eficacia de la paroxetina en descrita en la guía de 2004, como el estudio de 1994

20
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: DE LA FENOMENOLOGÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA

de van der Kolk y colaboradores59 de 31 veteranos con x2 log rank = 4,9, grados de libertad [gl] = 1, p = 0,048).
TEPT crónico asignados aleatoriamente a recibir fluo- Los veteranos de la Guerra de los Balcanes eran más
xetina o placebo. En este estudio, la fluoxetina fue sig- jóvenes que los israelíes y estadounidenses, el trauma
nificativamente superior al placebo para síntomas de había sido algo más reciente, y probablemente habían
depresión coexistente según la escala HAM-D, pero el recibido menos tratamiento para sus síntomas antes de
cambio en la puntuación del TEPT no presentó dife- ingresar al estudio. Es posible que los resultados nega-
rencias entre placebo y fluoxetina. En una aleatoriza- tivos con veteranos de mayor edad se debieran a la natu-
ción similar de 88 veteranos con TEPT, ninguno de los raleza crónica de su TEPT (y trastornos coexistentes)
que recibieron ocho semanas de tratamiento con fluo- más que a una resistencia única al tratamiento con ISRS
xetina alcanzaron el estado asintomático según la CAPS en sujetos con TEPT relacionado con combate. Toma-
en el seguimiento a los seis meses45. Un ensayo aleato- dos en conjunto, esos estudios sugieren que se requie-
rizado controlado con placebo de administración de re más investigación para comprender por qué estas
fluoxetina en 12 veteranos de la Guerra de Vietnam poblaciones pueden tener respuestas diferentes al tra-

SYNTHESIS
CLINICAL
realizado por Hertzberg y colaboradores60 tuvo resul- tamiento con ISRS.
tados negativos.
Friedman y colaboradores61 completaron un ensayo
Otros antidepresivos
multicéntrico de sertralina en 169 veteranos de guerra
con TEPT seleccionados de 10 centros médicos de Ve- En un estudio de 2006, Davidson y colaborado-
terans Affairs. Después de una semana de recibir placebo, res64 asignaron aleatoriamente a 329 pacientes ambu-
los pacientes fueron asignados aleatoriamente a recibir latorios adultos de 56 sitios con diagnóstico principal
12 semanas de sertralina en dosis flexibles (dosificación de TEPT de seis meses o más de duración y puntua-
media 156 mg/día en los sujetos que completaron el ciones de la CAPS de 60 o mayores a recibir venla-
estudio) o a continuar con placebo. La reducción total faxina de liberación prolongada (37,5-300 mg/día) o
de síntomas de TEPT medida según la CAPS no pre- placebo. Después de 24 semanas, los cambios medios
sentó diferencias significativas entre los grupos asigna- en la puntuación total de la CAPS con respecto a los
dos a sertralina (–13,1, ± 3) y a placebo (–15,4, ± 3,1), valores en el período basal fueron –51,7 para el grupo
y en ambos grupos el TEPT relacionado con comba- que recibió venlafaxina en comparación con –43,9 para
te tuvo peor resultado que el TEPT no relacionado el grupo que recibió placebo (p = 0,006); la mejoría
con combate. En un estudio de 2002, Zohar y cola- fue significativamente mayor para el grupo asignado a
boradores62 asignaron aleatoriamente a 42 veteranos venlafaxina en las puntuaciones de grupos de síntomas
de guerra israelíes a recibir sertralina (dosificación me- para los síntomas de reexperimentación (p = 0,008) y
dia 120 mg/día, ± 60 mg) o placebo. A las 10 semanas, evitación/embotamiento (p = 0,006) pero no para los
no se observaron diferencias significativas en la pun- de hiperactivación. Las tasas de remisión (definidas por
tuación total de la CAPS-2 ni en ninguna de las tres una puntuación CAPS de 20 o menor) fueron del
puntuaciones de grupos de síntomas de la CAPS. 50,9% para la venlafaxina y del 37,5% para el place-
Estos resultados contrastan con los de un ensayo bo (p = 0,01). Un ensayo multicéntrico doble ciego14
aleatorizado controlado de 2006 realizado por Mar- comparó venlafaxina de liberación prolongada (37,5-
tenyi y Soldatenkova63 en 144 veteranos de la Guerra 300 mg/día) con sertralina (25-200 mg/día) o place-
de los Balcanes reclutados en ocho sitios de Bosnia- bo en pacientes ambulatorios adultos con TEPT. Los
Herzegovina y Croacia y asignados aleatoriamente a cambios medios con respecto a las puntuaciones en el
recibir fluoxetina (20-80 mg/día) o placebo durante período basal de la CAPS-SX17 fueron –41,8, –39,4
una fase aguda de 12 semanas y una fase de preven- y –33,9 para la venlafaxina, la sertralina y el placebo,
ción de recaídas de 24 semanas. En la fase aguda, la respectivamente, y sólo la venlafaxina presentó una di-
fluoxetina fue superior al placebo según la puntuación ferencia estadísticamente significativa con el placebo
total de la escala Treatment Outcome PTSD (TOP-8) (p , 0,05).
(–9,05 frente a –5,20, p = 0,001), la puntuación total En un estudio de 2007, Becker y colaboradores65
de la CAPS (–31,12 frente a –16,07, p , 0,001), todas no hallaron diferencias entre grupos en 30 pacientes
las subpuntuaciones de la CAPS y la puntuación total con TEPT relacionado con trauma civil o militar que
de la Davidson Trauma Scale (DTS). La fluoxetina tam- fueron asignados aleatoriamente a recibir placebo o
bién fue más efectiva para la depresión según la Mont- bupropión de liberación prolongada, además del trata-
gomery-Åsberg Depression Rating Scale y para síntomas miento farmacológico habitual. Aproximadamente la
de ansiedad según la Hamilton Anxiety Scale. En la mitad de estos pacientes ya estaba recibiendo un ISRS
fase de prevención de recaídas del ensayo, la fluoxeti- en el momento de la aleatorización.
na fue superior al placebo para mantener la mejoría en En un estudio de 2004, Davis y colaboradores66
las puntuaciones de la TOP-8 y la CAPS, y el riesgo asignaron aleatoriamente a 41 veteranos en su mayo-
de recaída fue significativamente mayor en el grupo ría de sexo masculino con TEPT a recibir nefazodona
asignado al placebo que en el de fluoxetina (prueba o placebo. Después de 12 semanas, hallaron mejoría

21
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

significativa en el porcentaje de cambio de la pun- Prazosina


tuación total de la CAPS para la nefazodona frente al
placebo mediante un análisis repetido de la varianza Entre los avances más prometedores del tratamien-
con extrapolación de la última observación registrada to farmacológico del TEPT se encuentra una serie de
(p = 0,04, tamaño del efecto 0,6). ensayos de potenciación controlados con placebo para
Por último, en un ensayo aleatorizado, doble cie- demostrar la eficacia del antagonista alfaadrenérgico
go, controlado con placebo realizado en 29 pacientes prazosina para el tratamiento de pesadillas y alteración
con TEPT que fue publicado en 2003 por Davidson del sueño relacionadas con un trauma74-76. En este caso,
y colaboradores67, la mirtazapina (hasta 45 mg/día) fue se permitió que los pacientes continuaran con sus me-
más efectiva que el placebo en el ítem de mejoría glo- dicación de mantenimiento, también ISRS, ya que las
bal de la Short PTSD Rating Interview (pero no en la variables del criterio principal de valoración se relacio-
puntuación total de la Short PTSD Rating Interview ni naban con alteración del sueño. Sin embargo, los estu-
en la puntuación total de la DTS), así como en la Struc- dios también valoraron los síntomas totales de TEPT
tured Interview for PTSD y la subescala de ansiedad de mediante la CAPS o el listado de comprobación PTSD
la Hospital Anxiety and Depression Scale. Checklist–Civilian Version.
El primer estudio, publicado en 2003 por Raskind
y colaboradores75, era un ensayo cruzado, doble ciego,
Comparaciones directas
en el que 10 veteranos de la Guerra de Vietnam con
Se han publicado estudios comparativos de nefazo- TEPT recibieron placebo o prazosina (dosificación me-
dona y sertralina68, venlafaxina y sertralina69, el IRSN dia = 9,6 mg/noche) a lo largo de una fase de ajuste de
reboxetina y fluvoxamina70, y fluoxetina, moclobemida la dosis de tres semanas y de una fase de mantenimien-
y tianeptina71. En general, estos estudios demostraron to de seis semanas. La prazosina fue significativamente
superioridad de los antidepresivos frente a placebo superior al placebo para reducir las pesadillas (ítem de
pero han hecho poco para clarificar la utilidad relativa «sueños perturbadores recurrentes» de la CAPS) y la
de estos diferentes antidepresivos. alteración del sueño (ítem de «dificultad para dormir»
Estos datos se fundamentan en la base de eviden- de la CAPS) y para mejorar el estado clínico global
cias relativamente sólidas del tratamiento farmacológi- (Clinical Global Impression of Change [CGIC]), con ta-
co con antidepresivos (en especial ISRS e IRSN para maño del efecto z . 1 en todas las mediciones. El
el TEPT no relacionado con combate) en compara- cambio en la puntuación total de la CAPS y las pun-
ción con otras clases de fármacos. Sin embargo, estos tuaciones de los tres grupos de ítems de la CAPS tam-
datos también sugieren que deben identificarse trata- bién fue significativamente mayor con prazosina que
mientos farmacológicos más efectivos, en especial para con placebo.
veteranos con TEPT relacionado con combate. Tam- El segundo estudio, publicado en 2007 por Ras-
bién es importante destacar que la comparación de kind y colaboradores75, era un ensayo de grupos para-
otras farmacoterapias con los ISRS y los IRSN se com- lelos realizado con la participación de 40 veteranos
plica debido a diferencias metodológicas en los estu- con TEPT crónico, la mayoría de los cuales habían su-
dios disponibles. frido trauma relacionado con el combate en Vietnam.
Los pacientes recibieron placebo o prazosina (dosifi-
cación media = 13,3 mg/noche) durante una fase de
A GENTES ADRENÉRGICOS
ajuste de la dosis de cuatro semanas y una fase de man-
tenimiento de ocho semanas. Se observaron mejorías
Betabloqueantes
similares en las pesadillas, la alteración del sueño y las
Un estudio preliminar publicado en 2002 por Pit- puntuaciones CGIC (tamaño del efecto = 0,9). La
man y colaboradores72 ha sugerido un papel potencial prazosina produjo una reducción numéricamente ma-
para el propranolol en la prevención del TEPT. En yor en la puntuación total de la CAPS, pero sin alcan-
este estudio, 32 pacientes atendidos en el servicio de zar significación estadística.
Urgencias recibieron durante 10 días propranolol o Por último, en un estudio cruzado, doble ciego,
placebo, comenzando en el plazo de seis horas de ocu- controlado con placebo realizado con la participación
rrido el trauma. El tratamiento con propranolol no de 13 civiles con TEPT relacionado con trauma, pu-
modificó las puntuaciones de la CAPS al cabo de un blicado en 2008 por Taylor y colaboradores76, la dosis
mes pero redujo la respuesta fisiológica a la lectura de de prazosina se ajustó rápidamente a 3 mg/noche du-
un guión de imaginación guiada tres meses después rante cada fase de tratamiento de tres semanas. Jun-
del trauma. Sin embargo, un ensayo aleatorizado con- to con los resultados clínicos, se registró el tiempo de
trolado de 14 días publicado en 2007 por Stein y co- sueño y la latencia del sueño en las últimas tres noches
laboradores73 que comparó propranolol con gabapen- de la fase de tratamiento. El tiempo total de sueño fue
tina y placebo no demostró superioridad de ninguno 94 minutos más prolongado con prazosina que con
de estos dos fármacos sobre el placebo. placebo (374 ± 86 minutos frente a 280 ± 105 mi-

22
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: DE LA FENOMENOLOGÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA

nutos, p , 0,01, tamaño del efecto = 0,98), y el tiempo respuesta a los ISRS. Estos resultados son compatibles
total de sueño de movimientos oculares rápidos (REM) con la evidencia limitada de ensayos aleatorizados con-
y la duración media del sueño REM también fueron trolados pequeños previos de risperidona81 y olanzapi-
más prolongados con prazosina. Nuevamente, las re- na82. Estos datos favorecen al tratamiento complemen-
ducciones en las pesadillas relacionadas con el trau- tario con un antipsicótico de segunda generación en
ma, los síntomas totales de TEPT (usando el PTSD pacientes que presentan respuesta parcial a un ISRS o
Checklist–Civilian Version) y las puntuaciones del cues- a un IRSN. Los pacientes que reciben un antipsicóti-
tionario CGIC presentaron cambios significativos en co deben continuar en seguimiento para detectar efec-
comparación con el placebo. tos secundarios tales como aumento de peso y cam-
Se requiere más investigación para clarificar la do- bios metabólicos83.
sificación y el ajuste óptimos de la prazosina, que, so-
bre la base de los estudios mencionados, parecer ser
A NTICONVULSANTES
efectivo en dosis de 3 a 15 mg/noche.

SYNTHESIS
CLINICAL
Los ensayos aleatorizados controlados de fármacos
anticonvulsantes son escasos y han tenido resultados
A NTIPSICÓTICOS DE SEGUNDA GENERACIÓN
mixtos. En un estudio publicado en 2007 por Tucker
( ATÍPICOS )
y colaboradores83, 38 civiles con TEPT fueron asig-
En 2006, Padala y colaboradores77 informaron nados aleatoriamente a recibir placebo o topiramato en
los resultados de un estudio preliminar pequeño en el dosis flexibles (25-400 mg/día). No hubo diferencias
que 20 mujeres de 19 a 94 años con TEPT causado significativas en las puntuaciones totales de la CAPS ni
por abuso sexual y doméstico fueron asignadas alea- de la Clinical Global Impression Scale, aunque los pa-
toriamente durante la fase aguda a recibir risperidona cientes tratados con topiramato presentaron reduccio-
o placebo. Se observó una diferencia significativa en- nes clínicamente significativas en la puntuación total
tre las puntuaciones totales basales y subsiguientes de de la TOP-8 y en la puntuación de la subescala de re-
la TOP-8 comenzando en la semana 6 que se mantu- experimentación de síntomas de la CAPS.
vieron hasta la semana 12 del estudio. Este patrón de En un estudio de continuación publicado en 2006
respuesta también se observó en las mediciones del re- por Connor y colaboradores84, 29 pacientes con TEPT
sultado secundario en la CAPS, la HAM-D y la Ha- que habían completado un ensayo abierto de tiagabina
milton Anxiety Scale. La risperidona también se estudió y habían mostrado por lo menos mejoría mínima fue-
en un ensayo aleatorizado controlado de ocho semanas ron asignados aleatoriamente a continuar con tiagabi-
publicado en 2004 por Reich y colaboradores78 reali- na o a recibir placebo. Los beneficios del tratamiento se
zado con 19 mujeres que cumplían los criterios del mantuvieron en el grupo que recibió tiagabina, y este
DSM-III-R relacionados con abuso infantil. Las dife- fármaco se asoció a mayor tendencia a la remisión,
rencias significativas halladas en la reducción de la pun- pero no hubo diferencia estadísticamente significativa
tuación total de la CAPS-2 con respecto a la inicial en las tasas de remisión, ni cambios en la tasa de recaí-
(z = –2,44, p = 0,015) y las reducciones significativas das en comparación con el grupo que recibió placebo.
en las puntuaciones de las subescalas de síntomas in- En 2007, Davidson y colaboradores85 también eva-
trusivos (z = –5,71, p , 0,001) y de hiperactivación luaron la eficacia de la tiagabina (2 a 4 mg/día en do-
(z = –2,74, p = 0,006) de la CAPS-2 se asociaron a sis divididas) en un ensayo aleatorizado multicéntrico
dosificación flexible (0,5-8 mg/día) de risperidona. controlado con placebo de 12 semanas en 232 pacien-
En 2008, Rothbaum y colaboradores79 asignaron alea- tes adultos con TEPT. Los autores no hallaron cam-
toriamente a 25 pacientes adultos con TEPT, cuyos bios estadísticamente significativos con respecto a la
síntomas no remitieron (reducción de los síntomas puntuación inicial de la CAPS en ninguno de los gru-
, 70% medida con la CAPS) después de ocho sema- pos ni una diferencia significativa en ningún otro cri-
nas de participar en un estudio abierto de sertralina a terio de valoración.
recibir potenciación con risperidona o placebo duran- En fecha más reciente, Davis y colaboradores86 asig-
te otras ocho semanas. El análisis post hoc no reveló di- naron aleatoriamente a 85 veteranos militares mayores
ferencias en la mejoría continuada de los síntomas de y de sexo masculino con TEPT a un ensayo de ocho
depresión o TEPT durante las ocho semanas de po- semanas de comparación entre divalproex y placebo.
tenciación entre los pacientes que recibieron placebo No hubo diferencias en los resultados en ninguno de
o risperidona (ambos grupos mejoraron), aunque los los grupos y tampoco se observó mejoría.
que recibieron risperidona mostraron más mejoría en
el ítem de sueño de la escala DTS. Un ensayo de po-
tenciación, aleatorizado controlado con placebo en
DIRECCIONES PARA EL FUTURO
73 veteranos de guerra publicado en 2005 por Bartzo- Actualmente, el TEPT se conceptualiza como una
kis y colaboradores80 documentó la superioridad de respuesta a un estresor (o estresores) traumático que se
la risperidona con respecto a placebo para aumentar la vuelve generalizada y maladaptativa. Podría conside-

23
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

Tabla 3. Información sobre el trastorno por estrés postraumático y recursos de tratamiento

Organización Sitio web Información de contacto

Center for the Study of Traumatic Stress (CSTS) http://www.centerforthestudyoftraumaticstress.org/ Teléfono: (301) 295-2470
Fax: (301) 319-6965
Correo electrónico: cstsinfo@usuhs.mil

National Child Traumatic Stress Network (NCTSN) http://www.nctsnet.org/nccts/nav.do?pid=hom_main Teléfono: (310) 235-2633
Fax: (310) 235-2612

National Center for Posttraumatic Stress Disorder http://www.ncptsd.va.gov/ncmain/index.jsp Línea de información sobre TEPT: (802) 296-6300
(NCPTSD) Correo electrónico: ncptsd@va.gov

American Psychological Association (APA) http://www.apa.org/topics/topicptsd.html Teléfono: (800) 374-2721 o (202) 336-5500M
Correo electrónico: executiveoffice@apa.org

APA http://www.psych.org/ Teléfono: (888) 35-PSYCH o (888) 35-77924


Correo electrónico: apa@psych.org

The International Society for Traumatic Stress http://www.istss.org/ Teléfono: (847) 480-9028
Studies (ISTSS) Fax: (847) 480-9282
Correo electrónico: istss@istss.org

European Society for Traumatic Stress Studies http://www.estss.org/ Teléfono: _31 (0)20-6601921
(ESTSS) (ISTSS affiliate) Fax: _31 (0)20-6601977
Correo electrónico: secretariat@estss.org

International Trauma Studies Program (ITSP) http://itspnyc.org/ Teléfono: (212) 691-6499


Fax: (212) 807-1809
Correo electrónico: info@itspnyc.org

National Institute of Mental Health (NIMH) http://www.nimh.nih.gov/health/topics/posttraumatic- Teléfono: (866) 615-6464


stress-disorder-ptsd/index.shtml Fax: (301) 443-4279
Correo electrónico: nimhinfo@nih.gov

Defense Centers of Excellence for Psychological http://www.dcoe.health.mil/default.aspx Teléfono: (866) 966-1020


Health and Traumatic Brain Injury (DcoE) Correo electrónico: resources@dcoeoutreach.org

rarse como una agresión que causa alteraciones en los vedad que contribuyan a la evaluación de la discapaci-
sistemas neurobiológicos que median la respuesta al dad. En el presente, tales evaluaciones deben estar ava-
temor o como el fracaso de un mecanismo involucra- ladas por datos objetivos del efecto de la enfermedad
do en la extinción de una respuesta generalizada a una sobre el funcionamiento social y ocupacional, algo
experiencia traumática (fracaso del aprendizaje de ex- que puede ser imposible de obtener sólo del informe
tinción). La evolución y la trayectoria de la enferme- del paciente. Numerosas organizaciones proporcionan
dad en pacientes con TEPT son muy variables. En al- información actualizada sobre el TEPT y su tratamien-
gunos casos (con o sin tratamiento), los síntomas se to en sus páginas de Internet (Tabla 3). Los estudios
resuelven permanentemente, mientras que en otros ca- recientes han ampliado nuestra comprensión de los as-
sos los síntomas discapacitantes pueden reaparecer de pectos neurobiológicos de la respuesta al estrés trau-
forma completa. Las escalas de síntomas empleadas para mático y el TEPT en relación con los procesos de la
medir la respuesta al tratamiento tal vez no explican memoria emocional y el deterioro del aprendizaje de
de manera adecuada la pérdida de productividad y la extinción53,87-90. Estos estudios proporcionan un fun-
reducción del funcionamiento social y la calidad de damento teórico al mecanismo de acción de las TCC
vida que experimentan las personas con síntomas cró- basadas en la exposición caracterizándolas como in-
nicos. Es posible que en el futuro los investigadores tervenciones que promueven el reprocesamiento y la
identifiquen factores de riesgo o marcadores biológi- reconsolidación de recuerdos fuertemente emociona-
cos específicos del estado de enfermedad y de su gra- les de experiencias traumáticas y facilitan la extinción

24
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: DE LA FENOMENOLOGÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA

de las respuestas condicionadas a recuerdos de estas ex- 3. Kessler RC, Sonnega A, Bromet E, Hughes M, Nelson CB: Posttraumatic stress
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en el aprendizaje relacionado con el temor y en la for- Iraq and Afghanistan, mental health problems and barriers to care. N Engl J Med
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tan al compromiso de los receptores de NMDA en el 5. Kessler RC, Sonnega A, Bromet E, Hughes M, Nelson CB, Breslau N: Epidemiological
proceso de aprendizaje de extinción, lo que sugiere un risk factors for trauma and PTSD, in Risk Factors of Posttraumatic Stress Disorder.
papel para los agonistas NMDA, como la d-cicloseri- Edited by Yehuda R. Washington DC, American Psychiatry Press, 1999, pp 23-60.
6. McFarlane A: The contribution of epidemiology to the study of traumatic stress. Soc
na, para potenciar las psicoterapias basadas en la expo- Psychiatry Psychiatr Epidemiol 2004; 39:874-882.
sición91,92. Los ensayos actuales podrían amplificar los 7. Kessler RC, Chiu WT, Demler O, Merikangas KR, Walters EE: Prevalence, severity,
datos de estudios preliminares que sugieren los posibles and comorbidity of 12-month DSM-IV disorders in the National Comorbidity Survey
beneficios del tratamiento agonista NMDA combinado Replication. Arch Gen Psychiatry 2005; 62:617-627.
con psicoterapias basadas en la exposición92. Las obser- 8. Creamer M, Burgess P, McFarlane AC: Post-traumatic stress disorder: Findings from
the Australian National Survey of Mental Health and Well-being. Psychol Med

SYNTHESIS
CLINICAL
vaciones de la variabilidad de las respuestas humanas a 2001; 31:1237-1247.
exposiciones estresantes en la comunidad han condu- 9. Ursano RJ, Li H, Zhang L, Hough C, Fullerton C, Benedek DM, Grieger T, Holloway
cido a explorar el fundamento genético del TEPT y H: Models of PTSD and traumatic stress: the importance of research “from bedside
también a buscar polimorfismos genéticos que podrían to bench to beside.” Progr Brain Res 2008; 167:203-215.
explicar el espectro de respuestas humanas individua- 10. Yehuda R: Advances in understanding neuroendocrine alternations in PTSD and their
therapeutic implications. Ann NY Acad Sci 2006; 1071:137-166.
les al estrés considerando las características genéticas 11. Bremner JD, Licinio J, Darnell A, Krystal JH, Owens MJ, Southwick SM, Nemeroff
en función de interacciones ambientales. El TEPT a CB, Charney DS: Elevated CSF corticotropin-releasing factors concentrations in
menudo se observa en el contexto de depresión o abu- posttraumatic stress disorder. Am J Psychiatry 1997; 154:624-629.
so de sustancias y puede ocurrir después de aconteci- 12. Baker DG, West SA, Nicholson WE, Ekhator NN, Kasckow JW, Hill KK, Bruce AB,
mientos traumáticos causando lesión física grave (inclu- Orth DN, Geracioti TD Jr: Serial CSF corticotropin-releasing hormone levels and
adrenocortical activity in combat veterans with posttraumatic stress disorder.
so lesión cerebral traumática) y dolor crónico. Si bien Am J Psychiatry 1999; 156:585-588.
muchos de los estudios mencionados anteriormente 13. Bremner JD, Elzinga B, Schmahl C, Vermetten E: Structural and functional plasticity
valoraron la respuesta de los síntomas depresivos al tra- of the human brain in posttraumatic stress disorder. Prog Brain Res 2008;
tamiento, evidentemente se requieren más estudios de 167:171-186.
tratamientos efectivos en pacientes con comorbilidades. 14. Pavcovich LA, Valentino RJ: Regulation of a putative neurotransmitter effect of
corticotropin-releasing factor: effects of adrenalectomy. J Neurosci 1997; 17:
Un estudio más detallado de la resiliencia ante acon- 401-408.
tecimientos traumáticos también podría conducir a cla- 15. Strawn JR, Geracioti TD: Norandrenergic dysfunction and the psychopharmacology
rificar las características genéticas que gobiernan la re- of posttraumatic stress disorder. Depress Anxiety 2008; 25:260-271.
siliencia en el contexto de exposición traumática, a la 16. Southwick SM, Bremner JD, Rasmusson A, Morgan CA 3rd, Amsten A, Charney DS:
identificación de biomarcadores genéticos de la en- Role of norepinephrine in pathophysiology and treatment of posttraumatic stress
disorder. Biol Psychiatry 1999; 46:1192-1204.
fermedad y a la identificación de objetivos adiciona- 17. LeDoux J: The emotional brain, fear, and the amygdala. Cell Mol Neurobiol 2003;
les para la intervención terapéutica. A medida que se 23:727-738.
identifiquen tratamientos nuevos, su traducción a en- 18. Gavish M, Laor N, Bidder M, Fisher D, Fonia O, Muller U, Reiss A, Wolmer L, Karp L,
sayos clínicos debe emplear mecanismos cada vez más Weizman R: Altered platelet peripheral-type benzodiazepine receptor in
estandarizados para considerar los abandonos del tra- posttraumatic stress disorder. Neuropsychopharmacology 1996; 14:181-186.
19. Bremner JD, Innis RB, Southwick SM, Staib L, Zoghbi S, Charney DS: Decreased
tamiento y los datos faltantes, así como definiciones benzodiazepine receptor binding in prefrontal cortex in combat related
estandarizadas de resultado del tratamiento y remisión. posttraumatic stress disorder. Am J Psychiatry 2000; 157:1120-1126.
Para generalizar el tratamiento a las poblaciones clíni- 20. Geuze E, van Berckel BN, Lammertsma AA, Boellaard R, de Kloet CS, Vermetter E,
cas habituales, los estudios deben incluir muestras con Westenberg M: Reduced GABAA benzodiazepine receptor binding in veterans with
comorbilidades, en especial otros trastornos del estado post-traumatic stress disorder. Mol Psychiatry 2008; 13:74-83.
21. Practice Guidelines for the Treatment of Patients with Panic Disorders, 2nd ed.
de ánimo y de ansiedad. E incluso otros estudios de- Washington, DC, American Psychiatric Association, 2008.
ben dirigirse a poblaciones interculturales y multiétni- 22. Davis M, Ressler K, Rothbaum BO, Richardson R: Effects of D-cycloserine on
cas. Las recomendaciones actuales siguen destacando extinction: translation from preclinical to clinical work. Biol Psychiatry 2006;
los ISRS y las psicoterapias basadas en la exposición. 60:369-375.
Los nuevos conocimientos ofrecen la esperanza de me- 23. Yehuda R, Brand S, Yang RK: Plasma neuropeptide Y concentrations in combat
exposed veterans: relationship to trauma exposure, recovery from PTSD, and
jorar los tratamientos actuales y abordar el tratamien- coping. Biol Psychiatry 2006; 59:660-663.
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26
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO: DE LA FENOMENOLOGÍA A LA PRÁCTICA CLÍNICA

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SYNTHESIS
CLINICAL
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27
Importancia clínica de la alteración
del sueño como objetivo terapéutico
en el trastorno por estrés
postraumático
R. Bruce Lydiard, PhD, MD, y Mark H. Hamner, MD
Ralph H. Johnson VA Medical Center and Medical University of South Carolina, Charleston,
Carolina del Sur, Estados Unidos

En esta revisión, se presenta la evidencia de la importancia de las alteraciones relacionadas con el sueño como objetivo
terapéutico en pacientes con trastorno por estrés postraumático (TEPT). El examen de estudios de eficacia de los
tratamientos de primera línea para el TEPT –inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y terapia
cognitivo-conductual– indica que ninguno de ellos resuelve las pesadillas y el insomnio asociados al TEPT. Las guías
clínicas publicadas que recomiendan estos tratamientos no proporcionan consejos sobre el tratamiento de la alteración
del sueño postraumática, lo que sugiere una posible falta de conciencia del problema. Sobre la base de informes clínicos,
estudios de imagen y estudios polisomnográficos, este artículo presenta un modelo teórico en el cual la desregulación
del sueño de movimientos oculares rápidos (REM) asociada con el TEPT cumple un papel clave en el desarrollo
y la persistencia del TEPT. Por último, se describe la evidencia de los efectos beneficiosos de la prazosina y otros agentes
en el tratamiento de la alteración del sueño relacionada con el TEPT.

CONTEXTO CLÍNICO: ALTERACIÓN nea obstructiva del sueño, se observan en el 40% al 91%
DEL SUEÑO COMO SÍNTOMA de las personas con TEPT, un porcentaje que excede
CENTRAL DEL TEPT en gran medida las tasas en sujetos con características
demográficas similares sin TEPT o en la población ge-
Más del 70% de los veteranos de guerra y civiles neral6. Estos dos trastornos causan minidespertares du-
con trastorno por estrés postraumático (TEPT) refie- rante el sueño y contribuyen a la alteración del sueño
ren tener pesadillas y alteraciones del sueño persis- (Figura 1). Por último, la privación de sueño acumu-
tentes y graves después del trauma1. Es sorprendente la lativa causada por los problemas mencionados actúa
relativa escasez de investigación en esta área. En 1989, como estresor adicional que contribuye a la carga alos-
Ross y colaboradores2 plantearon que las alteraciones tática al aumentar los niveles de citocinas inflamatorias
del sueño, y las pesadillas en particular, eran relativa- y promover la activación simpática7. Incluso la priva-
mente específicas del trastorno, un síntoma «distintivo» ción de sueño experimental breve en sujetos normales
del TEPT. Las personas con pesadillas graves relaciona- tiene efectos adversos evidentes sobre la cognición, el
das con TEPT suelen desarrollar temor condicionado estado de ánimo y la función del lóbulo frontal8,9.
a volver a dormir después de despertarse o ir a dormir3. Muchos autores han considerado que las altera-
Germain y colaboradores4 estudiaron a 367 sujetos con ciones del sueño relacionadas con el TEPT constitu-
TEPT durante seis meses a más de 30 años y consta- yen, en su conjunto, un síntoma asociado o secunda-
taron que la gravedad del TEPT estaba estrechamente rio que debería mejorar con el tratamiento exitoso del
asociada a la gravedad de las alteraciones del sueño. TEPT10,11. La prevalencia de esta perspectiva es eviden-
Se han descrito otros problemas relacionados con te en las declaraciones de consenso de expertos publi-
el sueño que son comunes en el TEPT. El síndrome de cadas y en las guías de tratamiento con recomendacio-
movimientos periódicos de las extremidades, un tras- nes para la práctica clínica en las que no se menciona
torno caracterizado por movimientos repetitivos de el sueño12. En los criterios diagnósticos de TEPT del
los brazos y las piernas durante el sueño5, se observa en Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, cuar-
el 30% al 70% de las personas con TEPT. Los trastor- ta edición, texto revisado (DSM-IV-TR) (Tabla 1), las
nos respiratorios durante el sueño (TRS), como la ap- pesadillas y el insomnio aparecen en diferentes grupos

28
IMPORTANCIA CLÍNICA DE LA ALTERACIÓN DEL SUEÑO COMO OBJETIVO TERAPÉUTICO EN EL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

de síntomas y no se requieren para el diagnóstico de


Figura 1. Alteraciones del sueño en el TEPT
TEPT. Esto también podría reflejar la complejidad del
trastorno o información insuficiente sobre cuáles son
los síntomas más importantes. No es un hecho amplia- Pesadillas Desregulación
Alteración del sueño
recurrentes del sueño REM
mente reconocido que en el período posterior a un
acontecimiento traumático la alteración del sueño apa- Actividad motora
rece antes del inicio del TEPT13, como ocurre con la Temor a dormir nocturna excesiva
condicionado Trastornos respiratorios
evidencia polisomnográfica de disrupción del sueño; relacionados con el sueño
ambos son predictores de TEPT14,15. Apnea del sueño Microdespertares
Resistencia de la vía aérea superior

ESTRATEGIAS TERAPÉUTICAS Y EVIDENCIA

¿S ON EFECTIVOS PARA LA ALTERACIÓN

SYNTHESIS
CLINICAL
coterapia y de ciertos tratamientos cognitivo-conduc-
DEL SUEÑO LOS TRATAMIENTOS DE PRIMERA LÍNEA
tuales para el TEPT y concluyeron que los tratamien-
PARA EL TEPT?
tos de primera línea recomendados no resuelven la
Maher y colaboradores16 han revisado reciente- disrupción del sueño relacionada con el TEPT. Las re-
mente la evidencia empírica de eficacia de la farma- comendaciones de varios grupos de consenso de ex-

Tabla 1. Criterios diagnósticos de trastorno por estrés postraumático en el DSM-IV-TR

Criterio A: un acontecimiento traumático en el cual:


1. La persona ha experimentado, presenciado o afrontado un acontecimiento o acontecimientos asociados a riesgo real o temido de morir, sufrir lesiones graves
o con amenaza para la integridad física de uno mismo o de otras personas
2. La persona respondió a la experiencia con temor intenso, desesperanza u horror

Criterio B: recuerdo intrusivo (por lo menos uno)


1. Recuerdos recurrentes e intrusivos del acontecimiento tales como imágenes, pensamientos o percepciones
2. Sueños perturbadores recurrentes del acontecimiento
3. Actuar o sentirse como si el acontecimiento traumático estuviera volviendo a suceder (con sensación de revivir la experiencia, ilusiones, alucinaciones
y episodios de flashback disociativos, como los que aparecen al despertar o en una intoxicación)
4. Sufrimiento psicológico intenso ante la exposición a elementos internos o externos relacionados con el trauma
5. Reactividad psicológica ante la exposición a elementos internos o externos relacionados con el trauma

Criterio C: evitación/embotamiento (por lo menos tres, no presentes antes del trauma)


1. Esfuerzos por evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones asociados al trauma
2. Esfuerzos por evitar actividades, lugares o personas que despiertan recuerdos del trauma
3. Incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
4. Disminución acusada del interés o la participación en actividades importantes
5. Sensación de indiferencia o extrañeza hacia los demás
6. Limitación de los afectos (p. ej., incapacidad de amar)
7. Sensación de tener un futuro limitado (p. ej., no esperar completar una carrera, casarse, tener hijos o tener una esperanza de vida normal)

Criterio D: hiperactivación (por lo menos dos, no presentes antes del trauma)


1. Dificultad para conciliar o mantener el sueño
2. Irritabilidad o estallidos de cólera
3. Dificultad para concentrarse
4. Hipervigilancia
5. Respuesta de sobresalto exagerada

Criterio E: la duración de la alteración (síntomas de criterios B, C y D) es superior a un mes

Criterio F: la alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en el ámbito social, ocupacional o en otras áreas funcionales importantes

Agudo: si la duración de los síntomas es menor de tres meses

Crónico: si la duración de los síntomas es de tres meses o más

Adaptado con autorización de la American Psychiatric Association: Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, cuarta edición, texto revisado. Washington, DC, American Psychiatric Association, 2000.

29
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

pertos17 sobre farmacoterapia para el TEPT coinciden (CPFm) y la disfunción del hipocampo son los hallaz-
en que los inhibidores selectivos de la recaptación de gos más constantes23. Se considera que estos cambios
serotonina (ISRS) deberían considerarse como trata- afectan a la extinción de la respuesta al miedo24,25. Los
miento farmacológico de primera línea para este tras- estudios de imagen muestran que la exposición a es-
torno. Los estudios fundamentales de los tres ISRS tímulos relacionados con un trauma causa activación
(fluoxetina, paroxetina y sertralina) aprobados por la excesiva de la amígdala y reducida de la CPFm/la cor-
Food and Drug Administration (FDA) informaron mejo- teza cingulada anterior y el hipocampo25. La magnitud
rías en los tres grupos de síntomas (B, C y D) (Tabla 1). de estos cambios se correlaciona con la gravedad clíni-
Sin embargo, estos estudios describen efectos mínimos ca de los síntomas de TEPT26 y parece aumentar con
sobre el insomnio y ninguna evidencia de reducción la reexposición repetida27. La liberación persistente-
clínicamente significativa de las pesadillas16. En resu- mente incrementada de noradrenalina (NA), una mo-
men, la evidencia hasta la fecha sugiere que los ISRS noamina que desempeña un papel crítico en los pro-
producen algunos efectos beneficiosos sobre el TEPT, cesos de condicionamiento al temor y extinción del
efectos mínimos sobre el insomnio y ningún efecto so- temor y que media en parte los déficits relacionados
bre las pesadillas. con el estrés en la función del hipocampo, no sólo
La terapia cognitivo-conductual (TCC) con expo- podría interferir la extinción sino que también podría
sición ha demostrado ser eficaz para el TEPT y se re- promover el condicionamiento al temor23,28. También
comienda como tratamiento no farmacológico de pri- se cree que la actividad noradrenérgica excesiva media
mera línea18,19 pero pocos estudios han proporcionado en parte los síntomas de reexperimentación, hiperac-
datos de los resultados para el sueño. En un informe, el tivación, vigilancia y, sobre todo, alteración del sueño
48% de 24 de los sujetos que completaron la TCC en el TEPT15,29-33.
para civiles con TEPT y que dejaron de cumplir los
criterios del DSM-IV-TR continuó teniendo altera-
P OLISOMNOGRAFÍA EN EL TEPT
ciones del sueño significativas (principalmente in-
somnio)3; algunos de estos pacientes se beneficiaron El sueño humano normal se caracteriza por ciclos
de la TCC adicional dirigida al insomnio20. Un ensayo de sueño REM y no REM (NREM), cada uno de
abierto21 y uno controlado22 de terapia de ensayo en los cuales dura de 70 a 120 minutos1. El sueño NREM
imaginación (TEI) centrada en las pesadillas y el insom- tiene cuatro estadios (1 a 4) y los estadios 3 y 4 represen-
nio relacionados con TEPT comunicaron mejorías tan el sueño profundo. En adultos jóvenes sanos, los esta-
clínicamente significativas en mediciones del sueño y dios 3 y 4 son los más prevalentes durante el primer
del TEPT, pero la mayoría de los participantes conti- tercio de una noche de 8-9 horas. Los episodios REM
nuaron teniendo insomnio al menos moderadamente tienen lugar principalmente durante los estadios más
grave, pesadillas y TEPT al finalizar el estudio. profundos 3 y 4 y se caracterizan por movimientos
Estos datos indican que ninguno de los tratamien- oculares rápidos y parálisis motora. Los episodios REM
tos de primera línea para el TEPT –ISRS o TCC con típicamente incrementan su duración a lo largo de la
exposición– es particularmente efectivo para norma- noche. Las mediciones del flujo sanguíneo cerebral re-
lizar el sueño. Los ISRS no son efectivos para las pe- gional (FSCr)4 en sujetos normales indican cambios en
sadillas y producen un beneficio mínimo sobre otras la activación y la desactivación de diferentes áreas cere-
alteraciones del sueño. Los escasos datos disponibles brales durante las fases de sueño REM y NREM. Du-
indican alteración del sueño residual después de la TCC rante el sueño REM, el FSCr presenta un incremento
convencional. Es importante señalar que los estudios relativo en la amígdala, las áreas paralímbicas y las pro-
de TEI dirigidos a la disrupción del sueño proporcio- motoras del despertar (región media de la protuberan-
nan evidencia de que el tratamiento de la alteración del cia y tálamo) y reducción en las cortezas prefrontal la-
sueño podría reducir la gravedad del TEPT. teral, parietal y sensorial en comparación con la vigilia.
Durante el sueño NREM, el FSCr disminuye en la
protuberancia, las áreas reticular del cerebro medio y
S USTRATOS NEUROBIOLÓGICOS DEL TEPT
talámica, así como en las cortezas asociadas, y aumenta
PERTINENTES A LA ALTERACIÓN DEL SUEÑO
en áreas que promueven el sueño (tegmento dorsal de
Una razón para reconsiderar la importancia de la la protuberancia y prosencéfalo basal)34. Sobre la base
disrupción del sueño en el TEPT es que el sueño está de sus respectivos patrones de activación y desactivación
regulado en parte por áreas cerebrales que sufren cam- cerebral, se postula que el sueño NREM es un estado
bios relacionados con el TEPT, lo que sugiere que la restaurativo, de baja activación, y que el sueño REM
respuesta al estrés, la activación, el condicionamien- podría relacionarse con el aprendizaje, la consolidación
to/extinción del miedo, la memoria emocional y, en de la memoria y el procesamiento emocional1,11.
gran medida, el sueño, podrían tener vínculos bioló- A pesar de estas tasas constantes y elevadas de infor-
gicos. La actividad exagerada de la amígdala junto con mes subjetivos de problemas del sueño35, los resultados
la activación reducida de la corteza prefrontal medial de los estudios polisomnográficos en el TEPT fueron

30
IMPORTANCIA CLÍNICA DE LA ALTERACIÓN DEL SUEÑO COMO OBJETIVO TERAPÉUTICO EN EL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

sorprendentemente inconsistentes e inconcluyentes36 y


Tabla 2. Alteraciones del sueño por fragmentación
no reflejaron las alteraciones del sueño graves informa-
del sueño REM en el TEPT
das. En 2007, Kobayashi y colaboradores37 completaron
un metaanálisis de 20 estudios de polisomnografía en in- Aumento de la densidad sueño REM
dividuos con TEPT que contaron con grupos control
para un total de 772 pacientes. Este análisis reveló que, Episodios REM más cortos y más frecuentes
en realidad, las personas con TEPT tienen anomalías
polisomnográficas características con respecto a las per- Más despertares del sueño REM
sonas sin este trastorno: sueño más ligero (estadio 1),
sueño menos profundo (estadios 3 y 4), sueño de ondas Más transiciones del sueño REM al estadio 1
lentas y mayor densidad REM. Las anomalías del sueño
en el TEPT estaban moduladas por la edad, la presencia Latencia más corta para pasar del sueño REM al estadio 1
de depresión comórbida,el sexo y el abuso de sustancias.
Más despertares precedidos de sueño REM con pánico, sobresalto y activación fisiológica

SYNTHESIS
CLINICAL
REM: movimientos oculares rápidos; TEPT: trastorno por estrés postraumático.
Pesadillas en el TEPT
Numerosos investigadores han especulado que las
pesadillas son una característica central del TEPT2,10,11
que predice cronicidad de la alteración del sueño38. Las TEPT4-6,42,43. Debido a que las pesadillas en el TEPT
pesadillas asociadas con el TEPT son más frecuentes, tienden a aparecer inmediatamente después de los epi-
aparecen más temprano en el ciclo del sueño, tienen un sodios REM, durante los cuales normalmente hay pa-
contenido o tema constante y pueden reproducir suce- rálisis motora, Ross y colaboradores42 investigaron la
sos reales en comparación con las pesadillas en personas conducta motora durante el sueño REM en veteranos
sin TEPT35. El temor a las pesadillas puede generar otras de guerra por medio del registro electromiográfico de
conductas que provocan disrupción del sueño, como los movimientos del músculo tibial anterior. Las con-
miedo a ir a dormir o volver a dormir después de hacer tracciones prolongadas del tibial anterior fueron más
verificaciones o realizar otras conductas de seguridad, frecuentes en sujetos con TEPT que en los controles
comer durante la noche, dormir en un sillón y otras3,10 durante el sueño REM. Los movimientos periódicos de
que contribuyen a la privación global del sueño. las extremidades también fueron más frecuentes du-
rante el sueño NREM en sujetos con TEPT6 y su simi-
litud con los síntomas del trastorno de conducta duran-
Disrupción del sueño REM en el TEPT
te el sueño REM41 condujo a postular que la alteración
En espera de obtener más información sobre la dis- de los mecanismos fásicos REM-NREM podría par-
rupción del sueño REM en el TEPT, numerosos in- ticipar en la conducta motora durante el sueño6,10,11,42.
vestigadores han sugerido que esta alteración podría
ser importante en la génesis y el mantenimiento del
Trastorno de conducta durante el sueño
TEPT2,10,11,15. Además de una mayor densidad REM,
(TCS) en el TEPT
otros autores han informado transiciones desde la fase
REM al estadio 1 más numerosas39, más despertares del Hay numerosos informes de TCS, especialmente
sueño REM6 y episodios REM más frecuentes pero de apnea del sueño, en personas con TEPT37,43-49. Una
más breves4 en sujetos con TEPT que en los controles. encuesta de 256 sobrevivientes a ataques sexuales halló
Esta fragmentación del sueño REM14 en teoría podría que el 51% tenía TCS y el 61%, trastornos del movi-
deberse a actividad noradrenérgica excesiva15, que con- miento relacionados con el sueño. La literatura sugie-
duce a terminación prematura de los episodios REM re una interacción compleja entre trauma y alteración
o perturba el ritmo normal de señales colinérgicas del sueño. No se ha establecido si la obstrucción de la
(REM-on) y aminérgicas (REM-off)10,11,31,32,40. La frag- vía aérea relacionada con el sueño contribuye a la etio-
mentación del sueño REM podría remedar la priva- logía del TEPT es un resultado del TEPT o tiene una
ción del sueño REM con consecuencias similares a los relación más general con la privación del sueño.
aspectos conductuales del síndrome de trastornos de
conducta en el sueño REM41 y posiblemente los efec-
tos metabólicos de la privación del sueño REM7.
PREGUNTAS Y CONTROVERSIAS:
¿ES LA DESREGULACIÓN DEL SUEÑO
REM UN MODELO PARA
M OVIMIENTOS PERIÓDICOS DE LAS EXTREMIDADES LA ALTERACIÓN DEL SUEÑO
EN EL TEPT EN EL TEPT?
Numerosos investigadores han descrito movimien- Durante el sueño normal, la fase REM comienza
tos motores excesivos durante el sueño en pacientes con en la porción ventral del núcleo reticular oral de la pro-

31
TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO Y PSIQUIATRÍA DE DESASTRES

ser beneficiosos para las alteraciones del sueño relacio-


Figura 2. Alteraciones del sueño en el TEPT
nadas con el TEPT.
Desregulación del sueño REM en el TEPT
RECOMENDACIONES: IMPLICACIONES
Amígdala CPFm PARA EL TRATAMIENTO DE LA
ALTERACIÓN DEL SUEÑO EN EL TEPT
REM-OFF
El foco de esta breve revisión fue examinar la im-
TPP portancia de la alteración del sueño en el TEPT y con-
Locus coeruleus
Rafe dorsal siderar los beneficios de su tratamiento. Hay eviden-
TLD cias crecientes de que algunos fármacos podrían tener
REM-ON utilidad específica en el tratamiento de pacientes con
Inhibitory TEPT que presentan alteración del sueño residual.
Excitatory

Los efectos combinados del aumento de actividad en la amígdala y la reducción de las aferencias inhibitorias de la CPFm P RAZOSINA
causan hiperactividad adrenérgica. Esto promueve un incremento de la actividad de los centros «REM-off» del tronco
encefálico (locus coeruleus y rafe dorsal) durante el sueño. Éstos, a su vez, ejercen más inhibición de los centros Tres ensayos controlados con placebo han demos-
«REM-on» del tegmento pedunculopontino (TPP) y del tegmento laterodorsal (TLD). Esto altera el ritmo usual
del sueño REM-NREM y fragmenta el sueño REM. trado que la prazosina, un antagonista de los recepto-
Adaptado de Germain y cols., 200811. res alfa1-adrenérgicos de acción central y periférica,
CPFm: corteza prefrontal medial; NREM: no REM; REM: movimientos oculares rápidos; TEPT: trastorno por estrés
postraumático. causa una reducción significativa o elimina las pesadi-
llas relacionadas con TEPT en veteranos de guerra54,55
y civiles56. La administración de dosis de referencia de
tuberancia40 tras la activación de las neuronas colinér- 10-15 mg a la hora de dormir en los dos primeros es-
gicas31. Esto puede ocurrir sólo durante el período de tudios realizados en veteranos con TEPT relacionado
«silencio del locus coeruleus»32 requerido (es decir, inhi- con combate fue bien tolerada, excepto en pocos ca-
bición de la actividad del locus coeruleus y del rafe). El sos en que tuvo que suspenderse debido a hipotensión
incremento de aferencias aminérgicas desde núcleos ortostática54,55. El tercer estudio consistió en un ensa-
que desactivan el sueño, como los del rafe y el locus co- yo cruzado controlado con placebo en 13 civiles con
eruleus, termina el sueño REM, creando de esta mane- TEPT que, además, incluyó mediciones del sueño. Los
ra un ciclo dinámico y alternante de actividad colinér- períodos de tratamiento fueron de tres semanas (asig-
gica-aminérgica. Se ha planteado la hipótesis de que, nación aleatorizada a prazosina o placebo) separados
en el TEPT, la hiperactividad persistente del sistema por una semana de reposo farmacológico; la dosis pro-
noradrenérgico escapa a los procesos inhibitorios nor- medio fue de aproximadamente 3 mg por la noche. La
males, lo que conduce a la finalización temprana o la prazosina fue superior al placebo en cuanto a la mejo-
disrupción de los episodios REM, como lo evidencia ría de la alteración del sueño y las pesadillas y se asoció
el incremento de la densidad REM y los despertares con aumento del tiempo total de sueño, el tiempo total
más frecuentes durante el sueño REM10,11 (Figura 2). de sueño REM y la duración de los episodios REM56.
Con la perturbación del ritmo normal de los ciclos En un estudio pequeño realizado con la participación
de inicio y terminación del sueño REM (REM-on y de sujetos en los que la prazosina logró un control apro-
REM-off, respectivamente), los movimientos periódi- piado de las pesadillas, la adición de dosis bajas durante
cos de las extremidades durante los episodios REM en el día redujo la sensibilidad a señales del trauma duran-
teoría podrían deberse a alteración de la cronología o te el día57. Estos hallazgos respaldaron el modelo que
terminación incompleta de las señales noradrenérgicas vincula la hiperactividad noradrenérgica y la desregu-
en o próxima a los episodios REM. Además, las pesa- lación del sueño REM en las pesadillas y la alteración
dillas durante los episodios REM podrían relacionarse del sueño relacionadas con el TEPT, y tal vez en otros
con hiperactividad de la amígdala asociada con señales síntomas del TEPT.
alfaadrenérgicas intrusivas incompletamente inhibidas. La prazosina originalmente se comercializó como
Esta hipótesis es congruente con la inducción farmaco- antihipertensivo en dosis de hasta 20 mg diarios. Las
lógica de pesadillas por medio de agonistas alfaadrenér- formas de dosificación son cápsulas de 1, 2 ó 5 mg. Para
gicos50,51 y está avalada indirectamente por evidencias las pesadillas, la dosis se administra a la hora de dormir,
preclínicas recientes de que los cambios del potencial comenzando con 1-2 mg y monitorización de hipo-
de membrana relacionados con privación del sueño tensión postural, y los aumentos de dosis se realizan a
REM están mediados por un mecanismo alfa1-adre- intervalos de pocas semanas a 10-15 mg, a menos que
nérgico52. Este modelo sugiere que los fármacos que el paciente mejore antes. La experiencia clínica indica
bloquean los receptores de noradrenalina postsinápti- que la supresión de las pesadillas puede lograrse con
cos centrales o reducen la liberación central de NA33,53 dosis de sólo 1 mg por la noche en un plazo de una
y/o normalizan de otra manera el sueño REM podrían a dos semanas. Los efectos secundarios más comunes

32
IMPORTANCIA CLÍNICA DE LA ALTERACIÓN DEL SUEÑO COMO OBJETIVO TERAPÉUTICO EN EL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO

son los mareos posturales, que se presentan en cerca canismos, como los efectos sobre la neurotransmisión
del 10% de los pacientes, pero la mayoría de los pacien- mediada por ácido gammaaminobutírico (GABA). En
tes desarrollan tolerancia hacia estos efectos. Aproxima- estudios controlados, la gabapentina produjo benefi-
damente el 10% de los pacientes presenta sedación, un cios clínicos y significativos (cercanos a la relevancia
efecto deseable en la mayoría de los pacientes con al- estadística) en el tratamiento del trastorno de pánico y
teración del sueño. La prazosina también se usa fuera el trastorno de ansiedad social64,65. Tanto la gabapenti-
de sus indicaciones autorizadas para tratar la hipertro- na como su derivado pregabalina promueven la capta-
fia prostática benigna (2 mg dos veces por día) y la en- ción glial no sinaptosómica y la liberación de GABA66.
fermedad de Raynaud (0,5-3 mg dos veces por día). Se presume que tanto en el trastorno de pánico como
en el TEPT existe una desregulación funcional GABA,
como lo evidencia la reducción de la unión GABAA-re-
O TROS FÁRMACOS ANTIADRENÉRGICOS
ceptor de benzodiacepinas67,68. Además, la evidencia
La evidencia de eficacia de otros fármacos antia- preclínica sugiere que la gabapentina normaliza la fun-

SYNTHESIS
CLINICAL
drenérgicos es mucho menor que la disponible para la ción del GABA en el núcleo central de la amígdala
prazosina. Se ha comunicado que tanto la clonidina, y en modelos de laboratorio de preparados sinaptosó-
un agonista alfa2-adrenérgico, como la guanfacina, un micos de neocorteza humana, que podrían ser perti-
agonista alfa2-adrenérgico menos selectivo para los re- nentes a sus efectos terapéuticos en seres humanos69,70.
ceptores agonista alfa2 que la clonidina, mejoran los En resumen, los datos disponibles en seres humanos y
síntomas de TEPT en niños y adultos33,53. En un estu- evidencia preclínica interesante avalan la hipótesis de
dio controlado, la guanfacina no fue eficaz para las pe- que la gabapentina y probablemente la pregabalina po-
sadillas relacionadas con TEPT58. El propranolol, un drían ser una alternativa potencial o tratamientos com-
antagonista alfaadrenérgico, redujo en grado modesto plementarios para pacientes con TEPT y alteración
el porcentaje de sujetos traumatizados que desarrollan del sueño residual tras el tratamiento con ISRS.
TEPT59 y en casos aislados fue de utilidad en niños
con TEPT, pero no se han publicado informes acerca
de sus efectos sobre el sueño.
RESUMEN
La evidencia presentada avala el concepto de que
la alteración del sueño es un tema importante en el
G ABAPENTINA
tratamiento del TEPT. Se requiere más investigación
La gabapentina es un anticonvulsivante con accio- para confirmar si la normalización de las anomalías del
nes ansiolíticas, antinociceptivas y promotoras del sue- sueño REM en el TEPT tiene una asociación cons-
ño en seres humanos60. Se considera que las diversas tante con la mejoría. Los hallazgos generados por esta
acciones de la gabapentina en los sistemas nerviosos hipótesis y los efectos de la prazosina sobre la arqui-
central y periférico, así como las de su derivado prega- tectura del sueño comunicados en fecha reciente son
balina, ejercen su efecto debido a su elevado grado de alentadores, y los datos controlados convincentes acer-
afinidad y unión a la subunidad alfa2gamma de cana- ca de los efectos de la prazosina sobre la alteración del
les neuronales de Ca2+ dependientes de voltaje. Esto sueño tienen utilidad clínica inmediata. La gabapenti-
conduce a una reducción en la liberación de nora- na y su derivado pregabalina deberían estudiarse en
drenalina, serotonina (5-HT), glutamato y sustancia P ensayos controlados como monoterapia y como trata-
de neuronas con ritmos de descarga patológicamen- mientos complementarios en ensayos clínicos prospec-
te rápidos60. En sujetos normales y muestras de pa- tivos. El beneficio de la TCC dirigida a las pesadillas
cientes con epilepsia, la gabapentina mejora el sueño (terapia de ensayo en imaginación) también avala la
de ondas lentas, prolonga el tiempo de sueño total, re- teoría de la importancia clínica de apuntar a mejorar
duce las activaciones y los despertares y reduce los mo- el sueño en pacientes con TEPT. Se espera que los es-
vimientos motores periódicos durante el sueño61,62. tudios futuros aporten información a esta área poco
Hamner y colaboradores63 informaron los efectos fue- estudiada.
ra de las indicaciones autorizadas de la gabapentina
(300-2.100 mg/día) añadida al régimen terapéutico BIBLIOGRAFÍA
existente en 30 veteranos con TEPT para reducir las
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33
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35
Ask the expert
MANEJO AGUDO DE UN ATAQUE SEXUAL

Como psiquiatra consultor del servicio de Urgencias de un hospital, me piden que examine a una estudiante universitaria de
19 años llamada Meghan, que acudió al servicio después de sufrir un ataque sexual. ¿Cuáles son mis prioridades en la primera en-
trevista y a continuación?

Respuesta de Simone Vigod, MD, y Donna Stewart, MD, FRCPC

En el servicio de Urgencias, Meghan parece aturdida, meciéndose lentamente hacia atrás y hacia delante. Incapaz de levantar la
cabeza, le dice que la noche anterior estuvo bebiendo y flirteando con un joven compañero del dormitorio de la universidad que le gus-
taba. A las 2:00 de la madrugada terminaron los dos solos en el cuarto del joven. Él la tomó con fuerza, le dijo que ella había estado
«pidiéndolo toda la noche» y la amenazó con pegarle si no tenía relaciones sexuales con él. Ella llora y dice: «Todo es por mi culpa.»

Sus prioridades son garantizar la seguridad de Me- un ataque puede predisponer a peores resultados de sa-
ghan, facilitar la atención médica apropiada y darle in- lud mental1. Además, dada la elevada frecuencia de agre-
formación sobre los ataques sexuales y sus secuelas psi- sores conocidos, es esencial asegurar que el perpetra-
cológicas tempranas, así como proceder a los trámites dor no esté en la lista de ayuda sin advertirlo.
oportunos para el seguimiento. Es posible que Meghan Explique que el médico de Urgencias querrá rea-
no pueda asimilar ninguna información hasta que lo- lizar un examen físico, incluyendo un examen pel-
gre tener sensación de seguridad psicológica. Su mira- viano, para evaluar las lesiones y realizar pruebas de
da aturdida y el balanceo corporal podrían representar laboratorio para detectar infecciones de transmisión
fenómenos disociativos que no son infrecuentes tras sexual. Es esencial explicar todos los procedimientos y
un ataque sexual. Pueden emplearse «estrategias de co- obtener el consentimiento. El apoyo y la explicación
nexión», como pedirle que toque la mesa o que enfo- en cada punto del examen ayudarán a que la paciente
que su mirada en algún objeto del cuarto. Si la estra- recupere la sensación de control y seguridad. El exa-
tegia de conexión no logra calmarla, puede indicarse men físico puede desencadenar la reexperimentación
una benzodiacepina de acción corta. del acontecimiento, de modo que debe tranquilizarse
El psiquiatra debería empatizar con ella; por lo ge- a la paciente explicándole que esta respuesta puede ser
neral, es útil decir: 1) que usted está apenado por en- normal. Esta explicación sirve tanto para normalizar
terarse de lo ocurrido; 2) que ella no merecía esto, más este tipo de reacción como para ayudar a recuperar la
allá de que hubiera estado bebiendo; 3) que un ataque sensación de control y seguridad. Pregunte a Meghan
sexual puede ocurrir aunque uno conozca al atacante, sobre sus pensamientos iniciales acerca de denunciar el
y que el ataque sexual es ilegal. Explique que su reac- ataque, porque esto puede ser pertinente para obtener
ción es razonable y que la necesidad de apoyo es nor- muestras de violación. Sin embargo, la decisión de pre-
mal. Recuérdele que ella está en un lugar seguro y que sentar la denuncia suele causar angustia y no es nece-
el ataque ha terminado. Proporcione información; pue- sario tomarla mientras la paciente se encuentra en una
de ser de utilidad ofrecer tomar notas para ella, porque crisis aguda.
puede resultarle difícil recordar todo. El apoyo social Explique a la paciente y a quienes la hayan acom-
mejora el pronóstico después de un ataque sexual, por pañado para darle apoyo que los síntomas psicológicos
lo que es importante preguntarle a Meghan si tiene iniciales tras un ataque pueden incluir insomnio, irrita-
parientes o amigos a los que pueda llamar y si tiene un bilidad, hipervigilancia y reexperimentación. Si estos
lugar seguro adónde ir cuando se retire de Urgencias. síntomas persisten, la paciente debe recibir tratamien-
Consiga que la paciente decida a quién llamar para pe- to de salud mental. La inclusión en la conversación de
dir apoyo, porque la falta de apoyo social después de las personas que la acompañan para darle apoyo tam-

36
MANEJO AGUDO DE UN ATAQUE SEXUAL

bién puede permitirles ayudar a la paciente con los sen- pacientes que han sufrido un ataque sexual son con-
timientos de autoculpabilización. gruentes con el tratamiento psiquiátrico general. Sin
Haga una cita de seguimiento con usted para el día embargo, los proveedores de cuidados de salud tam-
siguiente a fin de revisar lo que han hablado y super- bién deberían considerar la sintomatología y las con-
visar la reacción inicial de Meghan al ataque. Las res- ductas de los pacientes que han sufrido un ataque se-
puestas iniciales de embotamiento y disociativas po- xual en el contexto del impacto del trauma sobre la
drían representar trastorno por estrés agudo tal como sensación de seguridad en las relaciones interpersona-
se define en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental les de ese individuo.
Disorders, cuarta edición, texto revisado (DSM-IV-TR),
y pueden predisponer al desarrollo de dificultades en
el futuro, como trastornos de somatización, depresión, REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
trastorno de pánico y trastorno por estrés postraumá-
tico. Las sensaciones de culpa, vergüenza y autoculpabi- 1. American Psychiatric Association: Acute stress disorder and posttraumatic stress
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Trastorno por estrés
postraumático y
psiquiatría de desastres (I)
Guest Editor: Anand Pandya, MD

Editores:
Deborah J. Hales, MD
Mark Hyman Rapaport, MD

Coordinador científico de la edición


ESER1471
en español: Dr. Salvador Ros

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