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Esquema

Tema: Origen de la religión y gnoseología.

La filosofía aborda problemas que pueden ser encontrados en los más diversos
Preámbulo: campos de la actividad humana. Sin embargo entre la gama muy alta de problemas
que preocupan a los filósofos; es posible poner el relieve algunos muy especiales,
debido a que de manera muy insistente y reiterada han llamado la atención a los
investigadores a través de los más de veinticinco siglos de desarrollo de la filosofía
en el mundo occidental. A estos problemas llamaremos problemas tradicionales de la
filosofía, uno de ellos es, indudablemente la religión y gnoseología., que será el que
nos ocupe ahora.

El origen de la religión se remonta a partir de la necesidad de los primeros seres


humanos para explicar distintos fenómenos propios del cosmos y de la humanidad.
Se dieron los primeros acercamientos a la realidad metafísica con la veneración a los
“espíritus de la naturaleza”.

La gnoseología es la disciplina filosófica que se encarga del conocimiento, por el


cual se suele llamar también teoría del conocimiento. Trata básicamente de la
problemática del conocimiento pero desde el punto de vista filosófico. (Falcón Vera,
2005)

Tesis:
¿cómo la dimensión gnoseológica es componente esencial de la religion.?

Desarrollo: Sociedades primitivas


Pensamientos de marx
Comunismo primitivo
Animismo
Magia
Totemismo

Resumen: La religión se convierte en un elemento de necesidad de la búsqueda de la totalidad


absoluta, necesaria y válida para toda época en cuanto a factor integrador de toda
sociedad; siendo satisfactoria para el hombre en su necesidad de la búsqueda de la
totalidad absoluta. Permitiendo el encuentro con lo absoluto, la religión puede
explicar desde cierta perspectiva interrogantes que la ciencia no puede explicar aún.
El surgimiento de la religión, no sólo es producto de la debilidad del hombre
primitivo en su lucha contra la naturaleza, sino también del desarrollo intelecto en
dicha etapa. Y, como resultado de la división del trabajo: en intelectual y físico, da
lugar a la división del trabajo, y comienza la primera forma de explotación y
sociedad clasista, un nuevo régimen llamado, esclavista. La percepción equivocada
de la realidad constituye una de las premisas gnoseológicas de su reflejo equivocado
en la conciencia del hombre. Y, gracias a la imaginación el hombre es capaz de
separar su propia actividad mental de su base material, haciéndola aparecer como
inteligencia divina, lo que conduce a la religión.
Conclusión:

ORIGEN DE LA RELIGIÓN Y GNOSEOLOGÍA

El concepto de religión automáticamente remonta, en el pensamiento del ser


humano promedio, al origen de la sociedad y, con ella, a la civilización. Es natural concebir
al (hombre) primitivo como un ser animista en búsqueda del contacto con una “dimensión
espiritual” que no se puede palpar mediante los sentidos; o cómo un ser totémico, guiado
por la naturaleza en sus diversas formas: Agua, viento, fuego, tierra, bestias... También es
posible concebir una sociedad primitiva cuya devoción se centra en aquellos que dieron
vida a su comunidad. Ancestros que legaron su conocimiento y saberes, sus costumbres y
ritos que, tal vez, no esperaban retribuciones a manera de veneraciones sino la conservación
de su identidad. Y otras sociedades que optaron por asumir que la realidad física existe a
partir del capricho o voluntad de un ser espiritual más poderoso que los ancestros y
cualquier otro espíritu de la naturaleza: Una divinidad, tanto mortal como inmortal, justa o
azarosa, que todo o mucho lo ve y en cuyas manos se encuentra el destino del cosmos.

Sea como sea, es posible considerar a la religión como un acercamiento al


conocimiento del entorno y como la primitiva explicación al porqué de las cosas. Aunque el
“primitivismo” de la religión se puede poner en duda debido al desarrollo de las sociedades,
ya que se puede deducir que ha sido la estratificación social lo que ha permitido un
concepto religioso más amplio en sociedades más desarrolladas.

Este ensayo permite mostrar el pensamiento y la opinión de los autores a partir de


los textos de referencia y el criterio propio.

Marx plantearía que “la vida espiritual de la sociedad es, igualmente, un reflejo de
las condiciones de su vida material, del cual emergen las ideologías”. (Marx y
Engels,1975).

Las concepciones historiográficas idealistas han omitido la base real de la historia


situándola fuera de ella y colocándola en la trascendencia, en el Espíritu, así mismo, entre
otras, con lo que la producción real de la vida se revela como algo protohistórico, mientras
que la historicidad se presenta como algo separado de la vida cotidiana, como algo extra y
supraterrenal. Por ello se ocupan soló de las acciones religiosas, las luchas políticas de los
caudillos y del Estado, y se ven obligadas a a compartir las ilusiones de cada época,
excluyendo de la historia las relaciones de los hombres hacia la naturaleza, lo que engendra
la antítesis entre la naturaleza y la historia.

El hombre, como animal de necesidades, esta relacionado con la naturaleza, a la


cual tiene que arrancarle los medios para poder satisfacer sus necesidades vitales. De ahí
que lo que distingue al hombre del animal no es la conciencia ni la religión, sino su
actividad productiva, y al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente
su propia vida material, es decir, el hombre crea el trabajo y el trabajo crea al hombre. El
primer hecho histórico es, entonces, la producción de los medios indispensables para la
satisfacción de esas necesidades, esto es, la producción de la vida material misma: es un
hecho histórico que es condición fundamental de toda historia, tanto de ayer como de todos
los días.
La segunda premisa de toda existencia humana y de toda historia es que la
satisfacción de la primera necesidad, la acción de satisfacerla y la adquisición del
instrumento de trabajo . (Marx Y Engels,1974,p.33). esto conduce a nuevas necesidades, y
esta creación de necesidades, que también deben ser satisfechas, constituyen el primer
hecho histórico. La tercera premisa del desarrollo histórico es que los hombres comienzan a
procrear, y se constituye la relación familiar, Necesidad trabajo y familia son entonces
factores presentes fundamentalmente en el proceso de la historia humana, una conexión
materialista entre los hombres condicionada por las necesidades y el modo de producción,
que es tan vieja como los hombres mismos. Esto lo explica Marx al plantear que la
estructura económica o infraestructura de la sociedad esta conformada por las fuerzas
productivas.

Esta estructura económica o modo de producción es la base real sobre la que se


levanta la superestructura jurídica y política a la que corresponden determinadas formas de
conciencia social. Las revoluciones en las formas jurídicas, políticas y religiosas, están
condicionadas por las transformaciones materiales ocurridas en las condiciones por las
transformaciones materiales ocurridas en las condiciones económicas de producción.

Otro aspecto importante, en el análisis del surgimiento de la religión parte de


comprender a esta desde la constitución de los grupos y sistemas sociales, pues
necesariamente el análisis sociológico tiene que encaminarse a estudiar la religión en
cuanto ella se vive y se manifiesta en las estructuras sociales, entendidas estas como la
concreción de las relaciones sociales a través del proceso de institucionalización.
Consideramos entonces la sociedad configurada básicamente por lo relacional: las
relaciones de los individuos entre si y las relaciones de estos con las instituciones de las
cuales forma parte. Este elemento lo “relacional”, es lo que viene en última instancia a
configurar la naturaleza y existencia histórica de las instituciones sociales, y por lo mismo
son estas una forma como se concretizan las relaciones sociales de los individuos.

La función integradora de la religión al interior de la sociedad es considerada por


algunos como un elemento necesario pero no con necesidad absoluta, sino relativa. Es algo
eventual, no válida para toda época ni toda sociedad, sino en tanto en cuanto el hombre no
haya llegado a descubrir factores distintos de la religión que le proporcionen los medios
para superar todo elemento desintegrador. Según esto, la religión seria lo no científico la
respuesta no racional a las inquietudes para las cuales la ciencia humana no ha encontrado
una respuesta-solución.

Desde esta perspectiva se considera a la religión desde sus orígenes como factor
compensador de las frustraciones experimentadas por el hombre ante los elemento que
militan contra la integración individual y social.

En el desarrollo de la historia, Marx ha distinguido cinco estados de progreso en la


formación económica de la sociedad: el modo de producción primitivo; el antiguo o
esclavista; el feudal y el moderno burgués o capitalista, que constituyen la prehistoria de la
sociedad humana, (Calves 1966,p.98), pues el modo de producción capitalista, que encierra
una forma antagónica del proceso social de producción, brinda al mismo tiempo las
condiciones materiales para la solución de esos antagonismos. A excepción del estado o
comunidad comunista primitiva, toda la historia anterior ha sido la historia de las luchas de
clases, las cuales, en todas esas épocas, han sido fruto de las relaciones de producción y las
relaciones económicas.

Es por eso que en esta primera sociedad es donde la religión empieza a tomar forma,
dichas comunidades se caracterizaban por desconocer clases sociales “cuya base de las
relaciones de producción es la propiedad social sobre los medios de producción, no existía
la propiedad privada, no había explotación del hombre por el hombre”

Es en esa relación de lo social en donde el hombre primitivo impregno de


espiritualidad y como forma más temprana de religión, la concepción de existencia de
almas y espíritus, dichos atributos no solo pertenecían a los seres humanos, sino también a
los objetos y seres de la naturaleza. Llamado animatismo, aunque no es aún una forma de
religión, pero permitió los inicios para su desarrollo y formación.

Es importante entender que la religión es un eje transversal que ha atravesado a la


humanidad desde su conformación como sociedad. En las primeras comunidades primitivas
ya se vislumbraba la necesidad de dar una explicación a lo que los rodeaba desde la
espiritualidad, desde el mito, desde la fantasía.
Pero también es ahí donde se encuentra el poder del mito en las primeras
comunidades primitivas, como lo afirma el historiador Mircea Eliade (1973), en su obra
“mitología y realidad”:

“gracias la mito, la vivencia es una realidad, donde nos desarrollamos, y su


existencia hasta la actualidad es producto de fuerzas sobrenaturales. Es decir, que la
religión lo considera hasta el punto de ayudarnos a explicar diversos fenómenos de
la naturaleza y sociedad”. (p.47)

Además “el mito cuenta una historia sagrada; relata un acontecimiento que ha
tenido lugar en el tiempo primordial, el tiempo fabuloso del “comienzo”. Dicho de otro
modo: el mito cuenta cómo, gracias a las hazañas de los Seres Sobrenaturales, una realidad
ha venido a la existencia, sea ésta la realidad total, el Cosmos, o solamente un fragmento:
una isla, una especie vegetal, un comportamiento humano, una institución” (Mircea Eliade
1991),

Así considerada la religión se convierte en un elemento de necesidad de la búsqueda


de la totalidad absoluta, necesaria y válida para toda época en cuanto a a factor integrador
de toda sociedad. Resulta del hecho de que el hombre tiene conciencia de su contingencia y
de la necesidad de la búsqueda de la totalidad absoluta. Así, en esta opinión, la religión
posee la dinamia para responder no solo a problemas últimos sino a todo problema. Y esto
porque solo ella permite el encuentro con lo numinoso y con el absoluto, siendo cosa cierta
que las respuestas a las inquietudes y contradicciones de la sociedad y del individuo
trascienden los interrogantes mismo que el hombre y la ciencia pueden formularse.

En esta forma, lo numinoso y absoluto, el Dios soberano, se presenta como algo


independiente ante el cual el hombre se inclina manifestando sumisión.
BIBLIOGRAFIA

Calvez (1966), el pensamiento de Carlos Marx, ed. Taurus

Mircea Eliade (1991), Mito y realidad, editorial labor. s.a.Madrid.

Falcón Vera, N. (2005). Lógica y Filosofia. Lima: San Marcos de Aníbal Jesús.

Marx, y Engels, F. (1975). La ideología en general y la ideología alemana en


particular. En La ideología alemana (pp. 16-54). Bogotá: Arca de Noé.

Marx Y Engels, F. (1974) La Ideología Alemana. Crítica de la novísima filosofía


alemana en las personas de sus representantes Feuerbach, B. Bauer y Stirner y del
socialismo alemán en las de sus diferentes profetas, de Carlos Marx y Federico Engels.
Coedición de Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, y Ediciones Grijalbo, Barcelona,
1974 (5ª edición). Págs. 25 -38.

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