Construcción Social Del Sujeto

El Hombre Y La Post-modernidad

Carlos Steven Portela Suescun

Mónica Paola Díaz Forero
Daniela González Mariño
Bibiana Andrea Brunal Díaz

Saida Leonor Laguado Jaimes

Pamplona, Norte De Santander, Colombia Abril, 3 de 2017

Introducción

El presente trabajo comprende un vistazo a lo que significa la modernidad y la post-modernidad,

de igual forma el papel que juega el hombre en estos términos. Además, conoceremos el punto
de vista de un autor reconocido y el nuestro, acerca de la relación de la post-modernidad y el
hombre y como este se adecúa al tiempo en el cuál vive.
LA MODERNIDAD Y EL HOMBRE POST-MODERNO

Es posible caracterizar a la post-modernidad por sus crisis. Confiamos en que el hombre a través
de la ciencia y de la razón ha dejado de existir, a diferencia de este, el hombre postmoderno es un
hombre vacío, que busca motivos para su existencia ya que estos no se sustentan más con los
valores modernos. La posmodernidad se caracteriza por las verdades y en el fin de los grandes
relatos.

Fue un período corto, duró las dos últimas décadas del siglo xx, se notaron cambios en todos los
aspectos de la sociedad. Las personas ya no creen que en el futuro estará la felicidad y no viven
esperando mucho más de él.

El hombre postmoderno es individualista y consumista, optimista, un individuo que vive el

ahora, sin inquietarse por el antes y sin preocupación por el después. Lo relevante ahora es el
presente, el hombre sabe que no puede continuar con su vida esperando lo que vendrá porque ya
no tiene nada que afiance su futuro.

Con la ruptura del renombre de lo moderno, las personas postmodernas tratan de encontrar
respuestas también en el pasado y en las culturas no occidentales. La arquitectura por ejemplo ya
no se basa únicamente en crear nuevas edificaciones que tienen como objetivo único la utilidad,
sino que se empieza a valorar la belleza de las construcciones antiguas y a transformar edificios.
La estética gana escalones de prestigio.

El hombre post-moderno es un ser conformista, incapaz de pensar por sí solo y dejándose llevar
por las ultimas tendencias de la moda, y todo gracias a la publicidad que nos vende una figura de
vida irreal, aun así, queremos ser parte de esta, ya que todo lo que este hombre quiere es disfrutar
del aquí y el ahora, sin pensar en las consecuencias que pueden traer sus actos, ya que, como
dijimos antes, es un ser superficial.

La post modernidad fue el movimiento opositor de la modernidad, acompañado de nuevas

pinturas, nuevas técnicas artísticas y más libertad de expresión. La publicidad es fundamental
para esta época postmoderna en la que estamos viviendo pues mediante esta nos introduce a
productos nuevos, nuevos estilos, nuevas formas de vida, aspiraciones sociales, valores, nos
venden y nos abren la puerta a muchas opciones.
Según Alfredo Sáenz en su obra “El hombre moderno”, la característica principal es la falta de
interioridad, el sujeto moderno está completamente ligado a la falta de vida interior, es decir,
refiriéndonos a aquel fondo profundo del alma que es el afectado cuando decimos que algo se nos
ha entrañado en el corazón. El hombre de hoy vive más externamente, ya no tiene la capacidad de
recogimiento, también ha perdido "la capacidad de estar a solas consigo”, ya solo se percibe como
un conjunto de funciones, por ejemplo: función biológica, función sexual, función social, función
política, etc. Nuestras actividades se limitan a despachar los asuntos lo más rápido posible. La vida
entera va tomando un sentido de carrera, lo cual contribuye, evidentemente, a una creciente
desinteriorización, ya que olvidamos la esencia de vivir, la importancia del recorrido hacia dicha
meta. La modernidad trae consigo la pérdida de raíces, hace que el hombre se encuentre tan
desorientado, en la oscuridad, sin metas, sin plan, por eso ahora todo parece intercambiable, la
familia, la religión, incluso las personas pasan a ser irrelevantes y reemplazables. Otro aspecto es
el de la masificación, el hombre masificado ha renunciado a la vida autónoma, adhiriéndose
felizmente a lo que piensan, quieren, y hacen los demás, es un hombre sin carácter, sin conciencia,
sin libertad, sin riesgo, sin responsabilidad. Para él es preferible adoptar cualquier tipo de cambio,
incluso si no está conforme con tal de sentir aceptación por parte de los demás. En conclusión, la
modernidad aparte de traernos adelantos científicos, tecnológicos y demás, ha ayudado a
desprendernos de nuestras raíces, de nuestros ideales y de lo que internamente somos.

Consideramos que el hombre postmoderno se caracteriza por ser consumista y fácilmente maleable
por aquellos que intentan imponer sus parámetros. Son egoístas y buscan el beneficio propio.
Busca lo más sencillo sin interesarle cuánto daño y destrozos cause a su alrededor. Se puede
caracterizar, también, por preferir seguir modas y estilos de vida antes que anteponer sus propios
deseos e ideales.
CONCLUSIÓN
Entre estas dos épocas hubo grandes cambios, debido a que la modernidad se considera como un
periodo de renacimiento e iluminación en la vida del hombre, fue una etapa de gran transición para
el conocimiento que se enfocó en la razón y a buscar aspectos respecto al conocimiento del
hombre, pero en la posmodernidad se puede decir que todo esto se pierde, se dice que las ciencias
y técnicas no se pueden pretender ya más hacer progresar la humanidad. Hasta se llegó a considerar
que la post-modernidad no era una etapa histórica apropiada para lo que sigue después de la
modernidad.