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Colosenses 1.3–14 (RVR60) — 3 Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de
nuestro Señor Jesucristo,4 habiendo oído de vuestra fe en Cristo Jesús, y del amor que tenéis a
todos los santos,5 a causa de la esperanza que os está guardada en los cielos, de la cual ya
habéis oído por la palabra verdadera del evangelio,6 que ha llegado hasta vosotros, así como a
todo el mundo, y lleva fruto y crece también en vosotros, desde el día que oísteis y conocisteis
la gracia de Dios en verdad,7 como lo habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado,
que es un fiel ministro de Cristo para vosotros,8 quien también nos ha declarado vuestro amor
en el Espíritu. 9 Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por
vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría e
inteligencia espiritual, 10 para que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo,
llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios; 11 fortalecidos con
todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con
gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en
luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado
Hijo, 14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
Además de esto, podemos preguntar: ¿Por qué debemos, especialmente hoy en día, estudiar
estas cartas?
a) Ante todo, porque estamos viviendo en la era espacial.
Escuchamos y leemos acerca de programas espaciales, galaxias, exploraciones lunares y
hombres en órbita.
Podemos ver, hasta cierto punto, vuelos orbitales en la pantalla de televisión.
Discutimos sobre las probabilidades de los viajes interplanetarios.
Así que es natural que como cristianos preguntemos: “¿Cómo se relaciona nuestro Señor y
Salvador Jesucristo con este vasto universo espacial y con los sistemas solares? O ¿tal vez está
apartado de todo ello?”
Para el gran consuelo de todos los creyentes, Colosenses contesta esta pregunta básica.
Colosenses 1.16–20 (RVR60) — 16 Porque en él fueron creadas todas las
cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles;
sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado
por medio de él y para él.17 Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas
en él subsisten;18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el
principio, el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia;19 por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda
plenitud,20 y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que
están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la
sangre de su cruz.
c) El movimiento político
Génesis 11.1–9 (RVR60) — 1 Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y
unas mismas palabras.2 Y aconteció que cuando salieron de oriente, hallaron
una llanura en la tierra de Sinar, y se establecieron allí.3 Y se dijeron unos a
otros: Vamos, hagamos ladrillo y cozámoslo con fuego. Y les sirvió el ladrillo
en lugar de piedra, y el asfalto en lugar de mezcla.4 Y dijeron: Vamos,
edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide llegue al cielo; y
hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos sobre la faz de toda la
tierra.5 Y descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los
hijos de los hombres.6 Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos
tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir
ahora de lo que han pensado hacer.7 Ahora, pues, descendamos, y confundamos
allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero.8 Así los
esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y dejaron de edificar la
ciudad.9 Por esto fue llamado el nombre de ella Babel, porque allí confundió
Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre la faz de
toda la tierra.
La consigna de hoy es: “Las ideas deben probarse por su valor práctico”. No se
pregunta, “¿es verdad?”, sino lo que generalmente se desea saber es,
“¿funciona?”
f) La era en la que vivimos también está marcada por un nuevo énfasis sobre la gran verdad de
la igualdad de todos los hombres en relación con su Hacedor.
Ahora bien, si esto es cierto, entonces ¿cuál debe ser la relación entre raza y raza, esposo y
esposa, padres e hijos, amo y esclavo, patrón y empleado? Y si la relación es tensa, ¿cómo se
puede eliminar la tensión?
g) Finalmente, debido a que las señales del regreso de nuestro Señor están comenzando a
multiplicarse, existe hoy día un renovado interés en la doctrina de las últimas cosas.
Con ojos anhelantes los creyentes miran hacia “la herencia de los santos en la luz” (Col. 1:12).
En este punto Colosenses también tiene mucho que ofrecer.
Colosenses 1.12 (RVR60) — 12 con gozo dando gracias al Padre que nos hizo
aptos para participar de la herencia de los santos en luz;
La meta de Pablo es “presentar a cada hombre perfecto en Cristo” (Col. 1:22, 28).
Por lo tanto, desde cualquier punto de vista, esta joya de epístola está al corriente de la
discusión y reflexión de hoy en día y aun le lleva la delantera. Es muy actual. Y es así
porque presenta al Cristo que es el mismo ayer, hoy y por los siglos, y quien es:
a. El arquitecto y sustentador del universo;
c. La imagen del Dios invisible, quien incorpora en sí mismo toda la plenitud de la deidad;
Colosenses 2.1–4 (RVR60) — 1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha
sostengo por vosotros, y por los que están en Laodicea, y por todos los que
nunca han visto mi rostro;2 para que sean consolados sus corazones, unidos en
amor, hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de
conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo,3 en quien están escondidos
todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.4 Y esto lo digo para que
nadie os engañe con palabras persuasivas.
Colosenses 2.13–19 (RVR60) — 13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y
en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él,
perdonándoos todos los pecados,14 anulando el acta de los decretos que había
contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en
la cruz,15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió
públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz. 16 Por tanto, nadie os juzgue en
comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,
17 todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. 18
Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles,
entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente
carnal, 19 y no asiéndose de la Cabeza, en virtud de quien todo el cuerpo,
nutriéndose y uniéndose por las coyunturas y ligamentos, crece con el
crecimiento que da Dios.
e. El galardonador de aquellos que se esfuerzan para ser una bendición para otros, sin
tomar en cuenta su posición social; y
Colosenses 2.6–7 (RVR60) — 6 Por tanto, de la manera que habéis recibido al
Señor Jesucristo, andad en él; 7 arraigados y sobreedificados en él, y
confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones
de gracias.
Colosenses 3.1–4 (RVR60) — 1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad
las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.2 Poned la
mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.3 Porque habéis muerto, y
vuestra vida está escondida con Cristo en Dios.4 Cuando Cristo, vuestra vida,
se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
1. Hirápolis
Colosenses 4.13 (RVR60) — 13 Porque de él doy testimonio de que tiene gran solicitud por
vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis.
2. La Odisea
Colosenses 2.1 (RVR60) — 1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros,
y por los que están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;
Colosenses 4.13–16 (RVR60) — 13 Porque de él doy testimonio de que tiene gran solicitud por
vosotros, y por los que están en Laodicea, y los que están en Hierápolis. 14 Os saluda Lucas el
médico amado, y Demas. 15 Saludad a los hermanos que están en Laodicea, y a Ninfas y a la
iglesia que está en su casa. 16 Cuando esta carta haya sido leída entre vosotros, haced que
también se lea en la iglesia de los laodicenses, y que la de Laodicea la leáis también vosotros.
3. Colosas
Colosenses 1.2 (RVR60) — 2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas:
Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.