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1) CONCEPTO: El juez requerirá la prueba pericial para verificar o apreciar algún hecho controvertido
y conducente, cuando fuese menester las aptitudes técnicas que sólo proporcionan determinadas
disciplinas, ajenas a los estudios jurídicos.
-PRUEBA PERICIAL es la que se lleva a cabo cuando para conocer sobre los hechos controvertidos
se requiere un conocimiento especial sobre alguna ciencia, arte, industria o actividad técnica
especializada (conf. art. 457). Así, si una firma pertenece o no a alguien, si una persona está
demente, qué daños sufrió un vehículo, etc., son conocimientos a los cuales el juez llega gracias a
la colaboración de los peritos, ya sea en química, caligrafía, ingeniería, psiquiatría, mecánica, etc.
-Tiene por OBJETO auxiliar al juez en la apreciación de los hechos controvertidos, a través de la
opinión o dictamen de quienes tienen adquiridos conocimientos especiales en alguna ciencia, arte,
industria o actividad técnica. Aquélla sólo puede versar, sobre hechos conducentes controvertidos,
que requieran conocimientos especiales.
-La pericial es un medio de prueba indirecto, en tanto el juez no accede al material de conocimiento
si no a través del perito, e histórico, ya que se configura como representativo con relación a aquel
material.
2) EL PERITO ES UN AUXILIAR DEL ORGANO JUDICIAL: El perito es un sujeto ajeno a las partes,
que posee conocimientos técnicos de los que carece el juez o por lo menos no está obligado a
conocer. Como él interviene en el proceso para asistir al juez en la percepción de hechos que por
su configuración técnica escapan a la aptitud corriente del magistrado, considerarlo como un
auxiliar del juez no es caracterización novedosa.
Los fallos de nuestros tribunales lo califican como “colaborador”, “asesor” y hasta como consejero
del juez. Siendo innegable que también el CPCCN emplaza al experto como auxiliar adscrito
al órgano judicial, pues:
1. Sólo las cualidades de independencia e imparcialidad, comunes a todos los sujetos adscriptos
al órgano judicial, explican las formas ordenadas por el Código en garantía a la peritación:
aceptación del cargo ante el juzgado (art. 469), idoneidad (art. 464), causales de recusación similares
a las provistas para los jueces (art. 466), etc.
2. El auxiliar, es un dependiente y, en consecuencia, su juicio técnico no puede obligar al
magistrado.
La otra parte, al contestar la vista que se le conferirá conforme al artículo 367. podrá:
1) hacer las manifestaciones que indica el art. 478. Es decir:
A) Impugnar la procedencia de la prueba pericial;
B) manifestar que rio tiene interés en la prueba pericial y que se abstendrá de participar en ella;
2) o proponer sus "puntos de pericia" y observar los propuestos por la contraparte (En este caso,
corresponde correr traslado a la contraparte).
3) puede ejercer la facultad de designar "consultor técnico", indicando nombre, profesión y
domicilio.
3. Si la parte oferente pretende ejercer la facultad de designar consultor técnico, en el mismo escrito
de ofrecimiento de la prueba pericial debe indicar el nombre, profesión y domicilio de éste.
El consultor técnico es un verdadero defensor de la parte que lo designa, un símil del abogado, pero
limitado a la materia científica, técnica o artística de su especialidad. A diferencia del perito, que es un
auxiliar del juez, y como tal, imparcial, el consultor técnico interviene desde la parcialidad de su instituyente.
De ahí que no puede ser recusado por la parte contraria ni removido por el juez; sólo cabe su reemplazo
por quien lo designó. Tiene las atribuciones limitadas que le confiere el Código y su función es meramente
accesoria.
Contestado el traslado acordado de los puntos de pericia ofrecidos o vencido el plazo otorgado para
ello, el juez en la audiencia preliminar:
1. En primer lugar, “designará el perito”. La pericia es practicada en todo tipo de proceso, por perito
único designado de oficio por el juez, excepto previsión legal expresa en contrario (como la del art. 626,
inc. 3º, CPCCN) o acuerdo de partes (art. 462, CPCCN).
2. Seguidamente “fijará los puntos de pericia” sobre los cuales ha de dictaminar el experto, pudiendo
agregar otros o eliminar los que considere superfluos o improcedentes y, desde luego, debiendo
previamente resolver sobre la impugnación que hubieran merecido los ofrecidos por las partes (art.
460, CPCCN).
3. Finalmente, señalará el plazo dentro del cual el perito deberá cumplir su cometido presentando el
dictamen. Si la resolución no fijara dicho plazo, se entenderá que es de 15 días (art. 460, CPCCN).
5) RECUSACION DEL PERITO: El perito puede ser recusado por justa causa dentro del 5to día de la
audiencia preliminar (art. 465 CPCCN).
Las causas para recusarlo son: I) las previstas para los Jueces (art. 17: parentesco, amistad, enemistad,
tener pleito pendiente con el recusante, ser acreedor, deudor o fiador de alguna de las partes, etc.)
Si ése dedujera vencido el plazo legal perentorio para recusar, o se fundara en causal distinta de las
taxativamente enunciadas, el juez rechazará in limine la recusación. De lo contrario, debe correr traslado
de ella al perito.
Se lo recusa por escrito, indicando las causas de la recusación y acompañando u ofreciendo pruebas al
respecto. Deducida la recusación, se le hará saber al perito, el cual podrá:
2) Negar el hecho: en este caso, se iniciará un incidente (que tramitará por separado y no interrumpirá
el curso del proceso).
Luego, el juez resuelve: continúa el mismo perito o lo reemplaza. La resolución del juez es irrecurrible
(pero la parte afectada puede plantear la cuestión en 2° instancia).
Una vez designado, el perito debe ser citado por cédula u otro medio autorizado (Ej.: telegrama
colacionado o recomendado). Debe aceptar el cargo ante el oficial primero dentro de los 3 días de
habérsele notificado su designación. Si no acepta el cargo dentro del plazo, el juez nombrará otro. Si
se niega a aceptar el cargo reiteradamente (o renuncia sin motivo atendible, o rehusare dar su dictamen
o no lo presentare oportunamente) será excluido de la lista de peritos.
Si no tiene título habilitante, debe prestar juramento o promesa de desempeñar fielmente su función.
Si tiene título habilitante, no prestará juramento o promesa en razón de que ya lo hizo cuando se le
otorgó el título.
7) REMOCION (art. 470, CPCCN): son causas de remoción del perito las siguientes:
1. Renuncia del cargo sin motivo atendible: El experto que se separa de la causa deberá suministrar al
juez las razones fundadas que determinan su actitud. Este, si las encuentra razonables, aceptará la
dimisión; caso contrario la desestimará, lo removerá al experto y le aplicará las sanciones previstas.
2. Negativa de dar el dictamen o no presentación oportuna de éste: Ambas hipótesis son formas de
incumplimiento de la tarea encomendada, verdaderas inconductas procesales.
-Consecuencias de la remoción: Removido el perito, el juez, en primer lugar, nombrará otro experto, de
oficio, tratando de abreviar el tiempo perdido. En segundo lugar, a solicitud de parte interesada,
condenará al experto a pagar los gastos de las diligencias frustradas y los daños y perjuicios causados.
Los gastos se refieren, generalmente, a los efectuados para la preparación de diligencias y la compra
de materiales para el dictamen. La determinación de los daños y perjuicios necesariamente requerirá la
vía incidental, que tramitará separadamente de la causa principal.
El perito removido perderá, el derecho a reclamar honorarios por la tarea que hasta entonces pudo
haber realizado.
1.Del perito: a) Derecho a la libre investigación científica: para llegar a un dictamen preciso y seguro.
b) Facultad para elegir y solicitar los medios necesarios para la investigación científica: Como consecuencia
de la facultad anterior, para elegir y requerir los medios que estime necesarios para su investigación.
1) Tener acceso al expediente y proceder a su retiro, a fin de conocer las pruebas producidas y por razón
de mayor comodidad para su desempeño.
Para que se cumpla el requisito de contradicción del dictamen, es indispensable que las partes lo
conozcan y tengan de esta manera oportunidad para solicitar aclaraciones o adiciones y formularle
objeciones. Así, el Código Procesal en su art. 473 dispone que presentado en fecha el dictamen pericial,
se dará traslado de él a las partes para que lo estudien y, en su caso, soliciten explicaciones aduciendo
omisiones u oscuridad, deduzcan impugnaciones, en cuanto al fondo de su contenido, o planteen
nulidad por vicio en el trámite previo.
El pedido de explicaciones debe tener por objeto subsanar alguna omisión en que el perito hubiese
incurrido con relación a los puntos de pericia que fueron sometidos a su dictamen o aclarar alguna
contestación que no fuese lo suficientemente explícita.
Producidas las explicaciones, éstas forman parte del dictamen pericial, constituyendo con él una unidad. Y
así será considerado a los fines de la evaluación de la prueba.
Dentro del plazo del traslado de la pericia rendida, también las partes pueden formular impugnaciones en
cuanto al fondo del contenido del dictamen.
Por esta vía pueden hacerse todas las observaciones idóneas para eliminar o restar eficacia probatoria al
dictamen, por ejemplo, la carencia de fundamentación, incongruencia entre las conclusiones y los
fundamentos; conclusiones improbables, absurdas o imposibles; falsedad del dictamen, etc.
Estas objeciones o impugnaciones formuladas a una pericia serán evaluadas por el juez recién en la
sentencia definitiva, que es la oportunidad de valorar la pericia.
En el caso de que la pericia exhiba vicios formales que la invaliden debe plantearse la pretensión nulificante
dentro de los cinco días de notificada la resolución que acuerda traslado del dictamen. Pretensión que se
sustanciará y resolverá por la vía incidental.
El juez es soberano en la apreciación de las pruebas, dentro de las cuales se encuentra el dictamen.
Pero, en materia de pericias, para apartarse del dictamen pericial ha de expresar los fundamentos de
su convicción contraria. En esta orientación, el magistrado no puede
desvincularse arbitrariamente de la opinión del experto, debiendo en todos los supuestos fundar su
discrepancia en elementos de juicio que permitan desvirtuar el informe. Ya que, siendo el perito, un
mero auxiliar del juez, no puede pretenderse que su dictamen sea imperativo y obligatorio para éste.
A través de las llamadas pruebas científicas se quiere identificar aquellas herramientas que
podríamos denominar de última generación, merced a los avances producidos en la ciencia, que
ha venido a auxiliar con la tarea judicial. Se trata de pruebas que tienen ciertamente alguna
sofisticación, sea por la perfección o idoneidad de los medios que se utilizan para llevar a cabo
algunas investigaciones, o bien por los novedosos métodos utilizados. El ejemplo más
paradigmático de prueba científica viene dado por las denominadas pericias biológicas, aquellas
que se practican sobre la base de muestras orgánicas del hombre (sangre, sudor, lágrimas, semen,
cabello, material cadavérico, etcétera), que son extraídas de seres vivos o muertos, que se elaboran
a partir de la comparación de sus grupos o factores sanguíneos, o mediante la confrontación de
sus códigos o huellas genéticas, con la finalidad de individualizar o identificar a personas físicas;
operaciones que permiten acreditar la existencia de un nexo biológico entre dos o más sujetos, o
determinar la autoría de una violación u otro ilícito etc.
1. La necesidad de contar con la colaboración del sujeto litigante y los efectos derivados de su
negativa
Un primer problema, consiste en el rasgo común a todas las “nuevas pericias” de uso más frecuente
y es que, sólo pueden practicarse mediante la intervención o colaboración de algún sujeto, se trate
de las partes o bien de un tercero ajeno a la relación procesal. Como es el caso de la prueba de
histocompatibilidad inmunogenética (HLA) o la tipificación del ADN. De no consentirse por el
individuo la extracción de una muestra orgánica (sangre, semen, saliva, etcétera), la pericia no
podría concretarse. A manera de superar la valla la doctrina, la jurisprudencia, la legislación después,
vinieron a consagrar lo que se conoce como valor probatorio indiciario de la conducta en juicio de
las partes y, por esa vía indirecta, a abastecer la necesidad del juez de extraer argumentos de prueba
en contra de quien se resiste a colaborar.
Concretamente, la puesta en práctica de estos exámenes, cuando es coactiva transita sobre una
delgada línea que, construida al amparo de la dignidad del individuo y de los atributos que de ella
derivan en un Estado de Derecho, separa las pruebas licitas, y por lo tanto admisibles, de aquellas
otras ilícitas o prohibidas y, por consiguiente, inadmisibles como elementos de convicción.
4. Cientificidad y crisis del poder decisorio del juez. ¿Las modernas pericias se aprecian conforme la
sana crítica?
Ingresamos así al problema que se le presenta al juez al tener que evaluar, racionalmente, elementos
de prueba cargados de representatividad, caracterizados por principios, metodologías y conceptos
propios de estricta connotación científica, que sobrepasan los límites del término cultural señalado.