Sunteți pe pagina 1din 11

Alejandra Itzel González Maldonado

La Seguridad en Roma

La presente investigación consiste en un breve recorrido por la historia de Roma con el fin
de explicar posteriormente cuál era la forma de seguridad que existían en esta antigua
civilización. Los historiadores coinciden en que la historia de Roma Antigua puede
dividirse en tres partes; la fundación de Roma, la época de la República Romana y el
periodo del Imperio Romano. En la primera parte de este trabajo se presenta brevemente
la historia de dicha civilización y en la segunda parte se explica cómo se manejaba
políticamente la seguridad.

Breve historia de Roma

Roma nació a las orilla del río Tíber aproximadamente en el 753 a.e.c., su fundación no es
clara para los historiadores, ya que gira entorno a un mito fundacional, del cual Rómulo y
Remo son los protagonistas. Se sabe que algunos pueblos como los latinos, los sabinos y
los etruscos, asentamientos que pertenecían a la antigua Italia en la región del Lacio,
influyeron en lo que llegó a ser la ciudad de Roma.

Los etruscos, habitantes de Tuscí, tienen un papel fundamental en la fundación de Roma.


Ellos eran un pueblo comerciante y marino, los romanos aprendieron de ellos la forma de
hacer los ritos, las vestimentas de los sacerdotes y la forma cuadrada de construir las
ciudades. Siendo los etruscos los primeros reyes de Roma ayudaron al crecimiento de la
ciudad, pues sometieron poblaciones situadas desde Toscana hacia el sur de Italia y
construyeron los primeros templos, el primer foro o mercado y las primeras murallas que
protegían la ciudad. Como el rey etrusco y sus hijos cometían actos despóticos y
violentos, los patricios se revelaron aproximadamente en el 500 a.e.c. e instauraron la
República Romana, en la cuál ya no existía un sólo rey poseedor de todo el poder, sino
que el Estado se volvió un tema público, una cosa pública.

La república (509a.e.c.- 4e.c.)

Los patricios, que eran las familias aristócratas de Roma, se diferenciaban de la plebe,
quienes no tenían derechos políticos porque eran descendientes de extranjeros. Sólo los
patricios podían tener cargos como magistraturas, senado o sacerdocio. Los verdaderos
romanos tenían derechos públicos como votar o pedir justicia ante los tribunales, también
derechos privados como casar a sus hijos y vender o comprar cosas y esclavos.

La verdadera base de la sociedad era la familia, en ella se aprendía a consagrar a los


dioses y a comportarse según las costumbres y tradiciones. Para los romanos el
matrimonio era un deber, ya que los ciudadanos tenían la tarea cívica y religiosa de
preservar las familias. El jefe y única autoridad pública de la familia era el hombre, quién
tenía la autoridad de vender a sus hijos y esposa como esclavos. Aunque la mujer no
tenía derechos políticos como el hombre, sí poseía alta estimación y autoridad dentro del
Alejandra Itzel González Maldonado
hogar. La mujer no era libre pues pasaba de pertenecer a su padre a pertenecer a su
esposo, sin embargo tenía la autoridad para mandar cualquier tarea a los esclavos.

Las hijas dependían de la madre, quien les enseñaba a tejer y ser sumisas, ellas se
quedaban en el hogar hasta que el padre decidía con quién casarlas. Los hijos trabajaban
con el padre en las labores que él hiciese y era el único que tenía acceso a la educación,
la cuál consistía en leer, escribir y contar. El padre de familia poseía la autoridad sobre
todos los miembros, era propietario de todo hasta su muerte y tenía la capacidad de
reprender a cualquiera que rompiera las tradiciones.

En tiempos de la República Romana no existía constitución alguna, sino que el Estado se


regía por las costumbres y tradiciones, por el derecho consuetudinario. Cada año, la
asamblea popular elegía dos cónsules, quiénes podían vetar cualquier decisión que el
otro tomara con el fin de que ninguno pudiera convertirse en tirano; ambos rendían
cuentas a la asamblea popular.

Otras de las magistraturas que existían eran los censores, quienes cada cinco años
realizaban un censo con el fin de saber la riqueza de los ciudadanos y acomodarlos de
acuerdo a ésta en las diversas clases; además se encargaban de vigilar que las
costumbres y tradiciones del Estado se llevaran acabo. Ellos elegían a los senadores.
Existía también la figura de los jueces, quienes eran seis en todo el Estado, y se
encargaban de la administración de la justicia. Por otra parte, los ediles controlaban los
mercados y los precios y los cuestores resguardaban y administraban el tesoro público.1

La estructura política más importante era el senado, que estaba formado por trescientos
hombres nobles. Su función principal consistía en controlar a los cónsules, aprobar o
desaprobar las resoluciones de la asamblea popular, observar el cobro de los impuestos.
Ellos eran los que realmente gobernaban, pues tomaban las decisiones importantes del
Estado. Para llegar a ser senador se tenía que haber pasado por todos los otros cargos, y
una vez siéndolo, se era senador hasta la muerte. Tener este cargo era el honor máximo,
por ende no se recibía ningún salario.

Al principio el ejército estaba formado únicamente por los patricios, sin embargo al
comienzo de la expansión de Roma, se tornó necesario conformar un ejército más
grande, por ello se aceptó incluir a los plebeyos. Aún así los plebeyos que llegaron a
formar parte de la milicia eran los más ricos, pues se debía contar con las armas y el
equipamiento necesario para ser militar, ya que el Estado no brindaba nada. En vistas de
seguir conservando la diferencia entre plebeyos y patricios se creó la asamblea de las
centurias. Con el paso del tiempo esta asamblea sustituyó la antigua asamblea popular,
dando así mayor importancia y poder al ejército.

1 cfr. Ricardo Krebs, Breve Historia Universal, pág. 63 y ss.


Alejandra Itzel González Maldonado
Los miembros del ejército debían permanecer en él durante veinte campañas, por lo que
la edad de los mismo iba desde los diez y siete hasta los cuarenta y cinco. El ser militar
no era algo exclusivo, es decir, la milicia se combinaba con otras profesiones o cargos,
sobretodo con la agricultura. Los militares debían entrenar todos los días, cuando no se
encontraban en campaña construían puentes y caminos. Su vida pertenecía al general,
quien les daba órdenes y los castigaba de acuerdo a su criterio. En las guerras, los
romanos no combatían solos, el ejercito se componía de la minoría de soldados romanos,
quienes siempre eran los generales y de la mayoría de aliados y soldados de las
provincias.

Debido a que la fuerza del senado era cada vez más grande, los plebeyos crearon su
propia asamblea: los tribunos de la plebe, cuyo principal poder era vetar los mandatos
administrativos del senado cuando éstos fueran demasiado duros para con la plebe. La
lucha pacífica entre el senado y la plebe desembocó alrededor del año 450 a.e.c. en la
promulgación de la ley de las doce tablas, con este comienzo la plebe cada vez tuvo más
poder. En el 336 a.e.c. se aceptó el derecho de los plebeyos a contraer matrimonio con
los patricios, formando así una nueva clase aristocrática: la noblilitas. En el 300 a.e.c se
aceptó que los plebeyos pudieran ser sacerdotes. A pesar de todos los intentos de la
clase plebeya, Roma nunca fue una democracia, ya que en la realidad los plebeyos no
pudieron acceder por completo a las magistraturas, pues estos cargos eran honoríficos y
no remunerados.

En la medida en que las instituciones se fueron fortaleciendo, los romanos extendieron su


imperio. A lo largo del siglo V y VI, los romanos vencieron, entre otros, a los celtas, los
latinos y los griegos. Con cada una de las poblaciones que sometían, establecían pactos
especiales; la mayoría podía conservar su estructura de gobierno, siempre y cuando
rindieran tributo a Roma y contribuyeran en el ejército romano. Es importante mencionar
que los pueblos sometidos no adquirían los derechos políticos que los ciudadanos
romanos poseían, sino que seguían siendo extranjeros. Por otra parte, Roma estableció
poblaciones con ciudadanos romanos en puntos estratégicos, con el fin de asegurar el
territorio y construir caminos. Al mismo tiempo el latín se fue extendiendo y estableciendo
en el territorio.

La gran expansión Romana se enfrentó a ciudades muy fuertes que eran capaces de
defenderse. La ciudad de Cartago era muy poderosa y su conquista se logró a lo largo de
tres Guerras Púnicas. La primera tuvo lugar del 264 al 241 a.e.c, al principio Roma perdió
muchas batallas, pues se dice que no tenía experiencia en las guerras navales, sin
embargo la guerra concluyó cuando Roma ganó las islas de Sicilia, Córcega y Cerdeña.

La segunda Guerra Púnica comenzó en el 218 a.e.c., en ella Roma peleó contra Aníbal,
famoso guerrero que fue hijo del general Amílcar Barca, quien se adelantó a Roma y logró
conquistar España y el sur de Francia. Sin embargo, Aníbal no logró conquistar la ciudad
principal de Roma. Está guerra llegó a su fin cuando un general Africano derrotó a Aníbal
Alejandra Itzel González Maldonado
y lo hizo entregar su territorio de España, así como ceder su ejercitó a las ordenes
romanas. Los cartagineses no se rindieron, lucharon por tercera vez de 149 al 146 a.e.c.
contra los romanos; de igual forma perdieron, su ciudad fue incendiada y los
sobrevivientes vendidos como esclavos.

Roma se extendió también hacia el oriente del mar Mediterráneo, esos territorios se
convirtieron en provincias gobernadas por propretores y procónsules, cargos que tenían
suprema autoridad sobre sus territorios, cobraban tributo y no cedían ningún poder ni
derecho político a los pobladores. El cargo de procónsules duraba sólo un año, en el cual
la mayoría se dedicaba a robar y extorsionar a los pobladores. Dado a que tenían el poder
absoluto, era muy común que cualquiera que no hiciese o pagase el tributo que éstos
pidieran fuese condenado a muerte.

La gran extensión de Roma desembocó muchos problemas, uno de los principales fue la
situación en la que la agricultura se encontró después de las Guerras Púnicas. Muchos de
los campesinos eran también soldados, así que habían muerto; otros habían abandonado
sus terrenos para ir a la guerra, por lo que sus tierras no habían sido trabajados por nadie.
Aunado a esto, los granos y los alimentos eran comprados en Sicilia o en África, así que
no había mercado para el producto romano. Muchos de los campesinos decidieron
abandonar sus terrenos y mudarse a las ciudades, esto dio paso a la existencia de
muchos vagabundos y desamparados. A diferencia de los campesinos, las clases más
acaudaladas se volvieron más ricos después de la guerra, pues adquirieron muchos
esclavos, quienes trabajaban sus tierras, y así ya no tenían que pagar a los campesinos
para que trabajaran en sus grandes propiedades.

En el año 133 a.e.c. surgió una figura que defendía a los campesinos. Tiberio Graco,
quien fue elegido representante del tribuno de la plebe y propuso una ley en la cual nadie
podía poseer más de 125 ha, de tal forma que el excedente se proporcionara a los
desposeídos. Tiberio fue asesinado por miembros del senado que no estaban de acuerdo
en sus medidas. Su muerte fue un parteaguas que dio comienzo a guerras civiles y
malestar social. En 121 a.e.c. Cayo Graco, el hermano de Tiberio, hizo que un esclavo lo
matara, él estaba destinado al terminar como su hermano, ya que tomó las riendas del
problema de la plebe y apoyó leyes para que se repartiera gratuitamente cereales a las
clases más bajas de Roma. Por supuesto, el senado no se veía favorecido por ninguna de
estas acciones.

El antagonismo entre el senado y el partido popular creció durante los siguientes años,
aunado a esto las instituciones políticas se fueron corrompiendo, la guerra civil se hizo
permanente, los itálicos exigían tener los mismos derechos que los romanos, los esclavos
siguieron a Espartaco en la sublevación, la piratería marítima descontroló el comercio, en
Asia Menor se asesinaron a la mayoría de los romanos, las instituciones civiles y militares
cada vez tenían menor poder e importancia e, incluso, se volvió común que los candidatos
tuvieran que intercambiar los votos de los electores por trigo y aceite. En medio de todo
Alejandra Itzel González Maldonado
esto, Linio Craso logró reprimir la sublevación de los esclavos, Pompeyo controló la
piratería y conquistó Ponto, Julio César tomo en sus manos el movimiento popular y se
convirtió en su representante.

Ellos tres tomaron el poder del Estado, Pompeyo obtuvo el proconsulado de España,
Craso gobernó sobre Siria y César logró conquistar y gobernar las Galias, así como
extender el territorio romano a través del río Rin, el Canal de la Mancha, incluso
conquistar Londres. César se convirtió en el nuevo guía del ejercito. Tras ver el poder que
Cesar logró, Pompeyo se reconcilió con el senado y fue nombrado único cónsul. Ordenó a
César regresar a Roma y ceder el mandato de su ejército, él desobedeció y con ayuda del
mismo logró conquistar Roma, España, Grecia, Egipto, Asia Menor, Palestina, en tan sólo
cinco años, del 49 al 45 a.e.c.

El Imperio Romano

Julio César hizo que el senado lo proclamara monarca, de esta manera tenía más poder
que cualquier otra institución. Él restableció el orden y la paz y dio lugar a lo que se
conoce como el Imperio Romano. Ayudó a los más necesitados, restableció las labores de
la población, instauró colonias en las Galias, Francia y España, fijó una forma más
eficiente de recaudar los tributos y los impuestos, perfeccionó el calendario e introdujo el
año bisiesto, entre otras acciones que colaboraron al orden y restablecimiento de Roma. A
pesar de esto, algunos ciudadanos estaban en desacuerdo de que Julio César tuviera
tanto poder, por lo que lo asesinaron aclamando que defendían la República.

Después la muerte de Julio César, César Augusto, su hijo adoptivo, se adueñó del poder
tras vencer a Marco Antonio y Cleopatra en Egipto, y tras hacer que Lépido se retirará.
Marco Antonio, Lépido y César Augusto, habían sido elegidos por el senado para
gobernar Roma. César Augusto se confirió el poder civil, el poder militar y el poder
religioso. El emperador Augusto no abusó de su poder, sino que lo utilizo buscando el bien
común del imperio. Aunque los romanos no tenían los mismos privilegios que los
habitantes de las provincias, ayudó al desarrollo de éstas construyendo caminos y
acueductos. En el llamando “siglo de Augusto” se dio la época de oro en las letras, pues
escribieron, Virgilio, Horacio y Tito Livio, quienes se dedicaron a escribir poesía e historia.

Con 76 años de edad, César Augusto murió en el año 14 e.c. la paz y el orden que
instauró duró aproximadamente dos siglos, en los cuales se desarrollo el derecho romano.
Éste se extendió por todo el imperio hasta que en el siglo VI e.c. el emperador Justiniano
constituyó el código Justiniano, base de la mayoría de los códigos legales en la
actualidad. En los años del apogeo romano se construyeron caminos, acueductos,
museos, monumentos, anfiteatros, templos, etc. Los romanos cultivaron el conocimiento y
las artes, dentro de las cuales sobresalieron en la medicina, que dio lugar a desarrollar un
sistema de sanidad pública.
Alejandra Itzel González Maldonado
Durante el imperio romano hubieron varios emperadores, el senado seguía siendo en
teoría la máxima autoridad, ser parte del senado seguía siendo el mayor honor; sin
embargo en la práctica los senadores ya no tomaban decisiones directas, sino solamente
aconsejaban al emperador. El pueblo sí perdió por completo su poder, el tribuno de la
plebe fue disuelto y la mayoría se contentó con recibir dinero o comida de los
emperadores, así como entretenerse con circos y obras de teatro. Como el emperador no
podía gobernar sólo, pero tampoco confiaba en las familias nobles, pues no titubearían de
volver a detentar el poder, los emperadores recurrieron a la ayuda de sus fieles esclavos y
de sabios extranjeros. Lo cual indignó a las familias nobles, pues al fin y al cabo Roma era
gobernada por esclavos y extranjeros, así como a las familias ricas, pues por la sola
orden del emperador ellos podían perder toda su riqueza.

Roma tuvo excelentes emperadores como Augusto, Vespasiano y Tito; tiranos crueles
como Nerón y Tiberio, así como emperadores que dejaban mucho que desear tal como
Caligula, quien nombró cónsul a su caballo y Vitelio famoso por su glotonería. Entre los
emperadores se destaca Marco Aurelio, cuyo carácter y forma de gobernar fue
sumamente virtuoso. Durante el Imperio Romano, Roma se extendió aún más hasta llegar
a comprender lo que hoy en día es España, Francia, Italia, Turquía, Bélgica, Suiza,
Baviera, Austria, Hungría, Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Siria y Palestina. Para
mantener las fronteras se formó un ejército permanente que las protegía. Cada soldado
brindaba de quince a veinte años de servicio continuos. En cada provincia habían dos
representantes del emperador, uno que gobernaba y otro encargado de la administración
pública, es decir, de recolectar los tributos y los impuestos.

Hacia el 300 e.c., Roma se encontraba en medio de una crisis de las instituciones
gubernamentales y militares, el número de población descendió, las leyes se seguían
cada vez menos y las fronteras estaban siendo atacadas. Ante esto Diocleciano reformó
la política romana, dividió el imperio y eligió un emperador y César por cada una de las
partes. De está forma se consolidaron dos partes del imperio, la de occidente y la de
oriente. Constantino, sucesor de Diocleciano, decidió trasladar la capital del imperio
romano a oriente, capital que nombró Constantinopla. Posteriormente, en el siglo IV e.c. el
emperador Teodosio tomó la decisión de dividir por completo el imperio, pues las
diferencias entre las dos partes hacía imposible seguir manteniendo la unidad.

Este fue el principio del fin, ya que el imperio romano de occidente fue conquistado por los
germanos en el 476 e.c y el imperio romano de oriente tomado por los turcos musulmanes
en el año de 1453. Uno de los principales motivos de la desintegración del imperio fue la
religión, algunos seguían creyendo en los viejos dioses romanos, Júpiter, Marte, Venus;
otros adoptaron religiones egipcias y adoraron a Isis, así mismo algunos otros optaron por
adherirse al naciente cristianismo. El imperio permitió la libertad de creencia, siempre y
cuando también se adorara al emperador como divinidad, por su puesto está medida no
fue suficiente. Diocleciano y Constantino pensaron que lo mejor era calificar como
Alejandra Itzel González Maldonado
traidores y perseguir a todo aquél que no adorara al emperador, los cristianos no lo
adoraban, pues sostenían la existencia de un sólo dios.

Por otra parta, en el 395 e.c. Teodosio aclamó la religión cristiana como la única, aquella a
la que debía sumarse todo el imperio romano, la católica. De esta manera constituyó un
sistema religioso en el cuál el emperador era considerado como el Papa, así mismo formó
las figuras de obispo y sacerdotes y las sedes llamadas diócesis. Esta medida junto con la
caída del imperio romano de oriente marcan el fin de la época antigua y el comienzo de la
época medieval.

La seguridad en Roma

Los problemas de seguridad dentro de Roma, sobretodo en las épocas de la República y


del Imperio, eran varios, desde asaltos en los caminos, piratería en alta mar, robos en las
casas o propiedades, incendios en las propiedades públicas y privadas, hasta asesinatos
de políticos. Era muy común que para cambiar de orden político se asesinara a quien
estaba en el poder. A pesar de esto, nunca existió la figura de la policía, tal como la
conocemos ahora, es decir, no había ningún cargo que persiguiera los crímenes como
robo, asesinato o rapiña. Para propiciar la seguridad se tomaban diferentes medidas. Los
nobles, aristócratas y caballeros contaban con seguridad privada, en las casa se tenían
perros y gansos entrenados para cuidar. Por otro lado, en las provincias, los ciudadanos
se organizaban para cuidarse a sí mismos; además las construcciones arquitectónicas de
Roma propiciaban la paz y el orden. Muchas veces se llevaban a cabo arrestos por
ciudadanos honorables o por militares.

Existía una gran diferencia entre la seguridad de la capital y la de las provincias. En las
provincias había un edil que se encargaba de todos los asuntos administrativos,
incluyendo los de seguridad. En la capital siempre había soldados y guardias privados
que mantenían el orden y vigilaban la ciudad por la noche. La seguridad privada consistía
en que los más allegados a la persona que requiriera seguridad eran quienes lo cuidaban.
Éstos son los amigos cercanos, los trabajadores y en especial los esclavos, quienes eran
totalmente fieles. La necesidad de seguridad privada por personas de confianza es una de
las razones por la cual la amistad y la fidelidad eran valores muy importantes y
reconocidos en la antigua Roma.

La seguridad de las propiedades dependía de los dueños de las mismas, se tenían


animales de resguardo, así como cuidadores asalariados. La mayoría de los hombres
ricos acostumbraban a guardar sus pertenencias más preciadas en cajas de seguridad
dentro de la iglesia del poblado o ciudad, la cual estaba siempre resguardada por
militares, además se tenía la creencia de que si alguien osaba de robar en ella, los dioses
lo castigarían con los peores castigos.

La seguridad externa de Roma se encontraba protegida por las construcciones


arquitectónicas. Los límites del Imperio Romano estaban bien delimitados por fronteras
Alejandra Itzel González Maldonado
naturales como ríos, desiertos y montañas, pero también por fronteras construidas como
murallas y torres de vigilancia. En las fronteras se establecían campamentos de soldados,
que con el paso del tiempo se convirtieron en pequeñas ciudades. Existían torres de
vigilancia aproximadamente cada tres millas y muchas trampas al rededor de las murallas,
de tal forma que era muy difícil que un bárbaro entrara a Roma. Por otra parte a lo largo
de los ríos existían tropas marítimas que, de igual manera, cuidaban el imperio y
combatían la piratería.

La murallas servían como protección del imperio contra grupos pequeños que intentaran
robar, o cometer actos de rapiña. Éstas eras suficientes para mantener individuos fuera
del imperio, pero no para resguardar al pueblo de las guerras o de grupos grandes de
atacantes. La murallas, torres de vigilancia, fosas, pozos, puentes y trampas no buscaban
evitar las guerras, sino establecer el control del flujo de gente que entraba al imperio. La
seguridad del imperio frente a los pueblos de su al rededor se manejaba promedios
diplomáticos, algunos tenían el paso libre por Roma, otros podían entrar a los mercados
solamente acompañados por una tropa romana.

Si algún pueblo intentaba pasar las fronteras romanas sin autorización, o pretendían
tomar alguna parte de Roma, los romanos castigaban a dicha ciudad con el sacrificio de
todo el pueblo, los decapitaban, asesinaban e incendiaban su ciudad. Esta situación se
dio, por ejemplo, en el 132 e.c con una rebelión judía. Al castigarlos de tal forma, Roma
aprovechó para dar un mensaje de precaución a todos sus vecinos.

En cuanto al régimen militar, éste era el organismo máximo de seguridad pública, su


servicio consistía en proteger a Roma y a los romanos. Ellos eran los únicos con la
autoridad del Estado de poseer armas todo el tiempo y en todos lados. A veces, algunos
emperadores optaban por dar permisos masivos para que los ciudadanos colaboraran con
el emperador en la defensa de la población ante las épocas de mayor asaltos, rapiñas o
piratería. Cualquier cosa utilizada con un afán ofensivo era un arma, como una piedra o
palo. La fabricación de armas de metal se llevaba a cabo por herreros y hasta tiempos de
Justiniano no hubo regulación alguna sobre este tema. En general, no era bien visto que
los ciudadanos portaran armas, excepto para la caza y la defensa en los viajes.

El Estado romano siempre permitió la autodefensa, ésta no sólo quedaba impune, sino
que era una obligación. Cada quien tenía que velar por su seguridad y por sus
propiedades. Cuando se daba el caso de que un ciudadano romano se encontraba con un
asaltante o pirata era su obligación matarlo y entregarlo. La Roma antigua fomentaba que
la violencia se podía usar contra la violencia, es decir, se podía responder con las armas
cuando se estaba en peligro.

Hacia el 440 e.c. se permitía defender también a otros ciudadanos, por ello se crearon
grupos para defenderse principalmente de los piratas y los bandidos. Ante la necesidad de
seguridad en las provincias algún noble de la localidad decidía tomar en su manos la
Alejandra Itzel González Maldonado
protección de su población y formaba un grupo que portaba armas y vigilaba las
propiedades. En pocas palabras, en Roma se daba legalidad a la fuerza de los grupos
privados. Tales grupos eran tan aceptados que algunas veces eran llamados para
defender al Estado de los extranjeros. Un caso famoso fue el de Valentín, quien luchó
junto con sus esclavos contra contrabandistas godos.

Dichos grupos de autodefensa eran problemáticos, pues muchas veces se volvían ellos
mismos los saqueadores. Sin embargo, también eran de mucha ayuda, ya que los
soldados se encontraban siempre cerca de las ciudades principales, y por ende muchas
otras poblaciones quedaban desprotegidas.De hecho, uno de los problemas que propició
la caída del imperio romano fue precisamente que los soldados se encontraran sobretodo
en las fronteras y en las ciudades principales, pues una vez vencidas y traspasadas las
murallas, los enemigos tenían el paso libre por todo el territorio romano.

En realidad, los romanos no pensaban que la guerra fuera un problema de seguridad,


pues ésta de alguna forma les ayudaba a todos. Para empezar los ejércitos estaban
formados por muy pocos ciudadanos romanos, pues quienes luchaban en nombre de
Roma eran los soldados extranjeros conquistados anteriormente, es decir, los soldados de
las provincias de Roma, quienes no eran considerados verdaderos romanos. Al mismo
tiempo los romanos siempre buscaban aliados en las guerras. Los beneficios que los
magistrados jefes del ejercito veían en la guerra era la ocasión para recibir los honores del
triunfo, lo cual los volvía populares.

Los aristócratas y miembros del senado adquirían muchos súbditos y esclavos gracias a
la guerra. Ésta brindaba a los caballeros, los hombres de negocios, terrenos para explotar.
En algunas ocaciones, la guerra ayudó también a los plebeyos, pues gracias a las
riquezas que se ganaban en ella, los impuestos se abolían temporalmente o por lo menos
no se aumentaban. Los soldados que luchaban en la guerra recibían grandes botines por
parte del Estado y también saqueaban las pertenencias de los vencidos.

En este punto cabe mencionar que una medida de seguridad que los emperadores
romanos tomaban para que no hubiera en Roma más esclavos y extranjeros que
ciudadanos romanos era que cuando un grupo de autodefensa o un poblado ganaba una
guerra, el emperador le brindaba el estatus de hombre libre y ciudadano romano a la
localidad entera. De modo que el número de ciudadanos romanos iba en aumento y el de
esclavos y extranjeros en descenso.

Sin duda, lo más significativo en materia de seguridad de la antigua Roma es el derecho.


Éste respondió a la gran expansión de Roma, pues ella demandaba la rápida adaptación
de la ley para satisfacer las necesidades de una creciente economía, en la cual el
individuo libre jugaba el rol principal. Por eso la ley romana era abstracta y general. En el
451 a.e.c. se crearon las doce tablas, que son las primeras leyes escritas de Roma. Éstas
se lograron gracias a la presión de los plebeyos, que ya no podían soportar la opresión de
Alejandra Itzel González Maldonado
los patricios. Las doce tablas no eran un código moral, sino un compuesto de tradiciones
legales que permitían arbitrar las disputas entre los romanos.

Uno de los pasos más grandes del derecho romano se dio cuando el emperador
Constantino en el 313 proclamó el cristianismo como la religión del Imperio, puesto que el
derecho romano pasó a ser parte primordial de la iglesia. El punto culmen del derecho se
dio en el época del emperador Justiniano, quien simplificó y sistematizó el uso de las
leyes para que fuera más eficiente. Él publicó el nuevo código y calificó de obsoleta a
cualquier ley que no se encontrara escrita en el código Justiniano.

Los castigos que se imponían en Roma basándose en el derecho romano iban desde la
pena de muerte, hasta el exilio. A los hombres que infringían la ley se les decapitaba y
daba muerte frente a todos, en cambio a las mujeres se les decapitaba en privado, ya que
ellas debían resguardar su modestia. A los que no pagaban sus deudas se les daba 60
días más para que las liquidaran, si no lo hacían podían elegir entre volverse esclavos o
ser ejecutados. La pena de muerte se dictaba ante el adulterio, incesto u homosexualidad.

En Roma existía la ergástula, un lugar donde los jefes mandaban a sus esclavos cuando
no los obedecían, era una prisión estrecha y alta en la cual dormían los esclavos por las
noches, mientras que por el día trabajaban. Otra forma de castigar a los esclavos era
atarlos al molino, que representaba la forma más dura de trabajar, ahí eran forzados a
empujar la máquina moledora mientras recibían latigazos.

En materia de derecho romano, los contratos se hacían por medio de la palabra. Cuando
se iba a llevar a cabo una compra-venta o una reclamación, los involucrados debían
pronunciar ciertas palabras específicas que hacían legal la situación en cuestión. Si esas
palabras no se decían con exactitud la transacción no era considerada legal. El derecho
romano estaba basado en la confianza de que el deudor cumpliera con su deuda. Por
ejemplo, fiducia y pignus era el nombre que los romanos daban al hecho de empeñar una
propiedad o cosa. Cuando ésta se realizaba el prestamista tenía fe a la promesa del
deudor de pagar la deuda en el tiempo determinado. La promesa del último era la
formalización del acuerdo. A pesar de la confianza, el derecho romano establecía
legalmente el pactum commissorium, que señalaba la capacidad del prestamista de
apropiarse de la cosa empeñada si el deudor no cumplía su promesa.

En conclusión se puede aseverar que la seguridad romana era bastante precaria e


ineficiente. A pesar de los grandes avances del derecho romano, la población no contaba
con una verdadera seguridad pública, más bien cada individuo debía procurar la
seguridad de su familia y de sus bienes e incluso colaborar para proteger a Roma de los
extranjeros invasores y de los piratas y bandidos. De hecho, la incapacidad del Imperio
para brindar seguridad a sus ciudadanos, hizo que los nobles aseguraran su propio
territorio y por ende a sus allegados, trabajadores, amigos y familiares. De esta forma se
creo un patronazgo que al pasar de los años desemboco en el feudalismo.
Alejandra Itzel González Maldonado
Bibliografía

Krebbs, Ricardo, (1982) Breve Historia Universal, ed. Universitaria, 11va edición, Chile,
consultado el 21 de mayo del 20015, recuperado de http://villamaculacademia.k12.cl/
icore/downloadcore/158605/CURRENT/Breve$0020Historia$0020Universal$0020-
$0020Ricardo$0020Krebs.pdf

Seignobos, (1981) Historia de la civilización antigua. Oriente, Grecia y Roma, trad. de


francisco Gutierrez Brito, Ed. Librería de la C.H. Bouret, Paris,.

Van Niekerk, Gardiol J. (2006) Instances of security in ancient african law with roman
equivalents, consultado el 24 de mayo del 2015, recuperado de http://uir.unisa.ac.za/
xmlui/bitstream/handle/10500/3693/Fundamina%20Van%20niekerk%20finaal.pdf?
sequence=1

Curry, Andrew, (2012) Roman Frontiers, National Geographic Magazine, consultado el 24


de mayo del 2015 , recuperado de http://ngm.nationalgeographic.com/2012/09/roman-
walls/curry-text

Álvarez Jimenez, David, (2007), El monopolio de la violencia en el Imperio Romano tardío


y la coparticipación ciudadana, Actas del VI encuentro de Jóvenes investigadores, pág.
165-178. Madrid, España, consultado el 25 de mayo del 2015, recuperado de http://
www.academia.edu/386311/El_monopolio_de_la_violencia_en_el_Imperio_Romano_Tard
%C3%ADo_y_la_copartición_ciudadana

Roth, Mitchel P., (2010), Crime and punishment. A history of the criminal justice system.
ed. Wadswort, Engage Learning, U.S.A., consultado el 26 de mayo del 2015, recuperado
d e h t t p s : / / b o o k s . g o o g l e . c o m . m x / b o o k s ?
id=4RcIAAAAQBAJ&pg=PA22&lpg=PA22&dq=citizen+survival+in+ancient+rome
+pdf&source=bl&ots=HMwbq5f8Ha&sig=_6IxvNPpYIfv5ANd88mOOOifHwk&hl=es-419&s
a=X&ei=U7tiVduMDcTBtQWd0oGQAw&ved=0CGAQ6AEwCQ#v=onepage&q=citizen
%20survival%20in%20ancient%20rome%20pdf&f=false

S-ar putea să vă placă și