Siente hábitos de la gente altamente efectiva

Laura Viviana Niño Cuestas

Universitaria Agustiniana
Facultad de ciencias económicas y administrativas
Programa de Negocios Internacionales
Bogotá D.C.
2019
 Siete hábitos de la gente altamente efectiva

Laura Viviana Niño Cuestas

Profesor Julio Faenz Ruiz González

Trabajo escrito de los siete hábitos

Universitaria Agustiniana
Facultad de ciencias económicas y administrativas
Programa de Negocios Internacionales
Bogotá D.C.
2019
 Resumen

El libro los siente hábitos de la gente altamente efectiva (en inglés: The seven habits of
highly effrctive people) fue escrito por stephen Covey en el año 1989, por medio de este libro
las personas pueden conocer siete maneras para llegar a ser más efectivos tanto en el ámbito
personal como en el ámbito profesional; este libro ha sido vendido más de 25 millones de copias
en 52 idiomas.

Palabras clave: hábitos, efectividad, paradigmas, mejora continua

 Paradigma de adentro hacia afuera

Covey dice que todas las cosas empiezan adentro y se proyectan afuera, por ejemplo como
el ice berg; el carácter es lo que está dentro de nosotros, y la personalidad es lo que proyectamos
hacia afuera, por ello si queremos cambiar la personalidad se debe empezar a trabajar el
carácter, el problema es que las personas se centra es cambiar su personalidad acudiendo a
cambiar el aspecto exterior más no el carácter.

La ley de la cosecha es un proceso donde se empieza desde la preparación, semilla, y

cuidados para que su cosecha sea la esperada, por eso es que toca hacer todo un proceso, no
solo el esfuerzo en la cosecha.

El Poder de los paradigmas, hacen énfasis a ver el mundo desde perspectivas diferentes, cada
persona puede tener sus propias perspectivas, sin juzgar el punto de vista opuesto, esto se debe
a que vemos el mundo como nos condicionaron a verlo. De esta manera para empezar a poner
en práctica los siete hábitos, se debe modificar la parte interna (carácter) para entender que
cada uno ve el mundo desde sus propias perspectivas.

Todas las personas empiezan la vida como seres totalmente dependientes de otro u otros,
porque sin sus cuidados solo viviríamos unas horas o unos pocos días; siguiente a esto y de
forma gradual nos volvemos cada vez más independientes tanto física, mental, emocional y
como económicamente, hasta que por fin podemos hacernos cargo de nosotros mismos.

Primer hábito - Ser Proactivo

Viktor Frankl era un psiquiatra que estuvo encerrado en campos de concentración y perdió
a toda su familia excepto a su hermana, Frankl estuvo expuesto a innumerables humillaciones
e inseguro de que lo llevaran a la cámara de gas, en una pequeña habitación, empezó a tomar
conciencia de lo que denominó “la libertad última”, esa libertad que sus carceleros no podían
quitarle, quizás podían controlar su ambiente y hacer lo que quisieran con su cuerpo, pero
Frankl era un ser autoconsciente capaz de ver como observador su propia participación en los

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hechos. Su identidad básica estaba intacta. En su interior él podía decidir de qué modo podía
afectarle todo aquello.

En circunstancias muy desagradables, Frankl usó el privilegio humano de la autoconciencia

para descubrir un principio fundamental de la naturaleza del hombre: entre el estímulo y la
respuesta, el ser tiene la libertad interior de elegir.

En éste primer hábito se habla de una persona que se anticipa a los hechos u acontecimientos,
aprendiendo a controlar las reacciones sin dejarse controlar por los estímulos, por ello se dice
que la verdadera libertad radica en el poder escoger tu respuesta ante cualquier condición, ya
que el controlar los estímulos evita que nos alteremos ante cualquier situación teniendo
dominio propio de su ser. El primer hábito es tomar iniciativa, actuar uno mismo,
comprometerse y mantener los compromisos, escuchar nuestro lenguaje; el estímulo y la
respuesta son partes de los hábitos de la persona y nuestra mayor fuerza es la libertad interior
de elegir. La palabra pro actividad significa que como seres humanos somos responsables de
nuestras propias vidas, nuestra conducta es una función de nuestras decisiones, reconociendo
nuestra responsabilidad de hacer que las cosas puedan suceder

Segundo hábito – Empiece con un fin en mente

Este hábito prácticamente se basa en principios de liderazgo personal, siendo el liderazgo la

primera creación, y la administración la segunda creación. Comenzar con un fin en mente
significa saber adónde se está yendo, de modo que se pueda comprender mejor a dónde o a qué
se está proyectado, y así poder dar siempre los pasos adecuados en la dirección correcta, este
hábito se recomienda ya que muchas veces las personas se encuentran logrando victorias vacías
o éxitos conseguidos a expensas de cosas que se comprende que son mucho más valiosas.
Personas de todas las clases sociales a menudo luchan por lograr ingresos más altos por lograr
más reconocimiento o generando un cierto grado de competencia profesional, solo para
descubrir que su ansiedad por alcanzar la meta les ha privado de cosas que realmente importan
y que ya han quedado fuera de sus posibilidades.

Cuando sabemos qué es lo verdaderamente importante para nosotros, la vida es muy distinta
y, manteniendo ese cuadro en mente, actuamos cada día para ser y hacer lo que en realidad es
de nuestro interés. Si la escalera no está apoyada en la pared correcta, cada paso que demos no

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hará más que acercarnos antes al lugar erróneo, podemos estar muy atareados, podemos ser
muy eficientes, pero solo seremos también verdaderamente efectivos cuando empecemos con
un fin en mente.

El hábito de empezar con un fin en mente se basa en el principio de que todas las cosas se
crean dos veces, inicialmente una creación mental y siguiente a esto una creación física, por
ejemplo en la construcción de una casa, se “crea o planea” con todos sus detalles incluso antes
de poner la primera piedra, luego se traza el plano y se elabora el proyecto de construcción y
todo esto antes de trabajar sobre el terreno. En caso contrario, ya en la segunda creación que es
la física la mayoría de veces habrá que realizar cambios, por ello hay que estar seguro de que
la primera creación, es realmente lo que uno quiere, que se ha pensado en todo para así “levantar
la casa con ladrillos y cemento”.

Tercer hábito – establecer primero lo primero

Este tercer hábito trata acerca del poder de la voluntad, es la realización práctica del primero
y del segundo hábito, un factor que trasciende es poner primero lo primero, La persona de éxito
tiene el hábito de hacer las cosas que a quienes fracasan no les gusta hacer, No necesariamente
le gusta hacerlas. El primer y segundo hábitos son absolutamente esenciales y prerrequisitos
para el tercer habito. Uno no puede pasar a centrarse en lo importante sin tomar primero
conciencia de su propia naturaleza proactiva y desarrollarla así como tampoco se puede pasar
a lo importante sin tomar primero conciencia de los propios paradigmas y sin comprender cómo
hay que cambiarlos o mejorarlos y alinearlos con lo que consideramos importante y mucho
menos se puede pasar a lo importante sin una visión clara y sin ponerla en el centro de todo;
éste tercer hábito está relacionado con el campo de la administración de la vida y el tiempo, dos
factores que definen cualquier actividad humana son urgente e importante; urgente significa
que se necesita una atención inmediata, y lo urgentes es muy visible. Por otra parte la
importancia tiene que ver con los resultados así que si algo es importante, realiza una aportación
a nuestra misión, a nuestros valores, a nuestras metas de alta prioridad, las cuestiones
importantes que no son urgentes requieren más iniciativa y proactividad. Es importante
practicar los anteriores hábitos ya que de allí obtendremos los resultados que deseamos obtener
en nuestras vidas, generalmente nos veremos desviados hacia la respuesta ante lo urgente; Si

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elaboramos una matriz donde cruzamos los conceptos urgente/no urgente e importante/no
importante obtendremos cuatro cuadrantes. El cuadrante 1 representa todo lo que es urgente e
importante, es aquel que tiene que ver con asuntos que reclaman atención inmediata, algunas
personas se ven abrumadas por problemas todo el día o a veces todos los días y el único alivio
que tienen consiste en huir hacia las actividades no importantes ni urgentes del cuadrante 4, de
ese modo, en su matriz total el 90 % del tiempo está en el cuadrante 1 y la mayor parte del
restante 10 % en el 5; a los cuadrantes 2 y 3 solo les prestan una atención mínima, de esa manera
viven las personas que administran su vida basándola en la crisis, por el contrario hay otras
personas que dedican mucho tiempo al cuadrante número 3 que es el urgente (pero no
importante) Continuamente se reacciona ante las cosas urgentes suponiendo que también son
importantes, la urgencia de esas cuestiones se basa a menudo en las prioridades y expectativas
de otros, quienes dedican su tiempo casi exclusivamente a los cuadrantes 3 y 4 llevan una vida
irresponsablemente mientras que las personas efectivas permanecen fuera de los cuadrantes 3
y 4 porque, urgentes o no, no son importantes estas personas también reducen el cuadrante 1 y
pasan más tiempo en el 2 el cual es el corazón de la administración personal efectiva, en éste
se trata de las cosas que no son urgentes pero sí importantes: por ejemplo, construir relaciones,
la planificación de largo alcance, el ejercicio físico, el mantenimiento preventivo, la
preparación, la formación, y en general todas esas cosas que sabemos que hay que hacer, pero
que solemos evadir porque no son urgentes, las personas efectivas no se orientan hacia los
problemas, sino hacia las oportunidades por ello alimentan las oportunidades y dejan morir los
problemas, Pensando preventivamente. Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva pertenecen
todos al cuadrante 2 porque todos abordan cosas de importancia fundamental que si se
emprenden de modo regular, determinan en nuestra vida una extraordinaria diferencia positiva.

Cuarto hábito – Piense en ganar, ganar

Este hábito expone cinco paradigmas que son…

• Ganar-Perder • Ganar-Ganar • Perder-Ganar • Perder-Perder • No hay trato.

Ganar/ganar, significa que los acuerdos o soluciones son mutuamente benéficas,

mutuamente satisfactorias, para ambas partes, donde ambas partes ganan de diferente forma
pero ganan; Gano / pierdo, significa que los que quieren ganar y que el otro pierda, utilice

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cierta posición, poder, o la personalidad para lograr lo que persiguen a cambio de lo que sea
que generalmente es general la perdida de la contraparte; Pierdo/ ganas es peor que gano /
pierdes porque no tiene ninguna norma, ningún requerimiento ninguna expectativa, ninguna
visión las personas gano / pierdo tienen poco coraje para expresar sus sentimientos; Pierdo/
pierdes, es cuando interactúan dos individuos obstinados y egoístas, el resultado será que ambas
perderán, son personas desdichadas.; Gano: las personas con mentalidad de gano no
necesariamente tienen que querer que algún otro pierda, lo que les importa es conseguir lo que
quieren.

Quinto hábito – procurar primero comprender y después ser comprendido.

Lo ideal es tratar de primero comprender ya que esto supone un cambio de paradigma muy
profundo, Lo común es que primero procuremos ser comprendidos y se evidencia ya que la
mayor parte de las personas no escuchan con la intención de comprender, sino para contestar,
filtrando todo a través de sus propios paradigmas ya que procurar primero comprender, y
diagnosticar antes de prescribir, no es nada fácil, Por ello los hábitos primero, segundo y tercero
son tan fundamentales ya que proporcionan el núcleo interior invariable, el centro de principios
a partir del cual se puede afrontar los cambios con bases sólidas “ Si uno no tiene confianza en
el diagnóstico, tampoco tendrá confianza en la prescripción” Procurar primero comprender es
un principio que evidentemente es fundamental en todas las áreas de la vida, es un común
denominador genérico, pero su mayor poder se manifiesta en el área de las relaciones
interpersonales; Cuando se aprende a escuchar profundamente a otras personas se pueden
descubrir diferencias enormes en la percepción y además se empieza a apreciar el efecto que
esas diferencias pueden determinar cuando las personas tratan de trabajar conjuntamente en
situaciones de interdependencia.

Este quinto hábito conlleva a un nivel con una precisión superior, mayor integridad en las
exposiciones y la gente lo sabe, Saben que uno está presentando ideas en las que auténticamente
cree, tomando en cuenta la totalidad de los hechos y percepciones conocidos, y que ello será
beneficioso para todos, el poder de este hábito está exactamente en el centro del círculo de
influencia, muchos factores de las situaciones interdependientes están en el círculo de
preocupación: problemas, desacuerdos, circunstancias, la conducta de otras personas, siguiente
a esto si concentramos nuestra energía allí afuera, la agotaremos, obteniendo pocos resultados

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positivos, siempre se puede procurar primero comprender ya que esto está dentro de nuestro
control, al hacerlo uno comprende profunda y verdaderamente a las otras personas. Se tiene
información precisa, se llega rápidamente al núcleo de las cuestiones, se constituyen cuentas
bancarias emocionales y se le brinda a la gente el aire psicológico que posiblemente necesita,
de este modo, después todos pueden trabajar juntos con efectividad y así cuando real y
profundamente nos comprendemos unos a otros, abrimos las puertas a soluciones creativas y
posibles alternativas y asi las diferencias ya no constituyen obstáculos para la comunicación y
el progreso, en lugar a ello, se convierten en las piedras firmes de un terreno embarrado, que
nos conducen a la sinergia que es el hábito número seis.

Sexto hábito – la sinergia

La sinergia es importante ya que es la realización de todos los hábitos anteriores, es la

efectividad en una realidad interdependiente (es formación del equipo, es trabajo de equipo,
desarrollo de la unidad y la creatividad con otros seres humanos) la sinergia es la actividad
superior de la vida: la verdadera puesta a prueba, por eso se dice que la sinergia es la
manifestación de todos los otros hábitos reunidos; las formas más altas de la sinergia se centran
en los cuatro dones singulares humanos, en el motivo ganar/ganar, y en las aptitudes para la
comunicación empática de los desafíos más crueles que se afronta en la vida; La sinergia es la
esencia del liderazgo y paternidad transformadora, cataliza, unifica y libera la más grandes
energías del interior de la persona; por ello todos los hábitos que hemos examinado nos preparan
para crear la sinergia ( significa que el todo es más que la suma de sus partes, que la relación
de las partes entre sí es una parte en y por sí misma, es la que genera más poder, la más
unificadora y la más estimulante.

Al comunicarse con sinergia se abre su mente, su corazón y sus expresiones a nuevas

posibilidades, nuevas alternativas y así mismo nuevas opciones, es como si un grupo estuviera
de acuerdo colectivamente en subordinar viejos guiones y redactar uno nuevo, luego de haber
experimentado una sinergia real, la gente no vuelve a ser la misma, Sabe que existe la
posibilidad de experimentar en el futuro otra de estas aventuras que expanden la mente,
generalmente se intenta recrear una experiencia sinérgica particular, pero muy pocas veces se
logra pero aún así el propósito esencial que está detrás del trabajo creativo puede recapturarse,
significaría un progreso muy importante.

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 La sinergia como esencia resalta la valoración de las diferencias (mentales, emocionales,
psicológicas) y la clave para valorar esas diferencias consiste en comprender que todas las
personas ven el mundo no como es, sino como son ellas mismas siendo una situación
interdependiente, la sinergia es particularmente poderosa para tratar con las fuerzas negativas
que obran contra el desarrollo y el cambio.

Séptimo hábito – Empezar a renovar

Este hábito consiste en realizar el mayor bien que usted pueda renovando las cuatros
dimensiones de su naturaleza, física, espiritualidad, mental y social, los sietes hábitos producen
una sinergia óptima entre esas dimensiones, en este séptimo hábito lo importante es tomar
tiempo para afilar la sierra, reuniendo a todos los otros hábitos del modelo de los siete hábitos
porque es el que los hace posibles en su mayoría y de manera sabia y equilibrada.

La dimensión física supone cuidar efectivamente nuestro cuerpo físico: comer el tipo correcto
de alimentos, descansar lo suficiente y hacer ejercicio con regularidad.

La renovación de la dimensión espiritual proporciona liderazgo a nuestra propia vida. Está

altamente relacionada con el segundo hábito.

En su mayor parte, nuestro desarrollo mental y nuestra disciplina para el estudio proviene de
la educación formal. Pero en cuanto nos libramos de la disciplina exterior de la escuela, muchos
dejamos que nuestras mentes se atrofien.abandonamos la lectura seria, no exploramos con
profundidad temas nuevos que no se refieren a nuestro campo de acción, dejamos de pensar
analíticamente y de escribir (por lo menos, ya no escribimos con sentido crítico o de un modo
que ponga a prueba nuestra capacidad para expresarnos con un lenguaje depurado, claro y
conciso).

Mientras que las dimensiones física, espiritual y mental están estrechamente relacionadas con
los hábitos primero, segundo y tercero, centrados en los principios de la visión, el liderazgo y
la administración personales, la dimensión social/emocional enfoca los hábitos cuarto, quinto
y sexto, centrados en los principios del liderazgo interpersonal, la comunicación empática y la
cooperación creativa.

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 Las dimensiones social y emocional están ligadas entre sí porque nuestra vida emocional se
desarrolla (primordial pero exclusivamente) a partir de nuestras relaciones con los otros, y en
ellas se manifiesta.

La renovación es el principio y el proceso que nos permite ascender en un espiral de

crecimiento y cambio, de perfeccionamiento continuo.

Para realizar un progreso significativo y sistemático a lo largo de esa espiral, tenemos que
considerar otro aspecto de la renovación cuando éste se aplica al privilegio humano específico
que dirige este movimiento ascendente: nuestra conciencia moral. La conciencia moral percibe
nuestra congruencia o discrepancia con los principios correctos y nos eleva hacia ellos…
cuando está en buena forma.

Conclusión:

Al central nuestras vidas en hábitos correctos, romper con los paradigmas creados por otros
centros e irrumpir en las zonas cómodas de los hábitos inconvenientes.

A veces cometemos errores, y nos sentimos torpes. Pero si empezamos con la victoria privada
cotidiana y trabajamos de adentro hacia afuera, los resultados aparecerán con total seguridad.
Cuando plantamos la semilla, la nutrimos con paciencia y arrancamos las malezas nocivas,
empezamos a sentir la alegría del crecimiento real y finalmente desgustamos los frutos
incomparablemente deliciosos de una vida congruente y efectiva.

Al centrar nuestras vidas en principios correctos y crear un objetivo equilibrado entre el hacer
y el aumentar nuestra capacidad para hacer, adquirimos el poder de crear vidas efectivas, útiles
y pacíficas…para nosotros y para nuestra posteridad.

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 “ no debemos dejar de explorar. Y al final de nuestras exploraciones llegaremos al lugar del
que partimos, y lo conoceremos por vez primera”. T.S. Eliot

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