Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
Los hidrocarburos se pueden clasificar en dos tipos, que son alifáticos y aromáticos. Los
alifáticos, a su vez se pueden clasificar en alcanos, alquenos y alquinos según los tipos de
enlace que unen entre sí los átomos de carbono. Las fórmulas generales de los alcanos,
alquenos y alquinos son CnH2n+2, CnH2n y CnH2n-2, respectivamente.
CH4→ Metano
C2H6→Etano
C3H8→Propano
C4H10→Butano
C5H12→Pentano
C6H14→ Hexano
C7H16→Heptano
C8H18→Octano
C9H20→Novano
C10H22→Decano.
Según los enlaces entre los átomos de carbono, los hidrocarburos se clasifican en:
Si es:
40 - condensado
30-39,9 - liviano
22-29,9 - mediano
10-21,9 - pesado
< 9,9 – extrapesado
PARAFINAS
Parafina es el nombre común de un grupo de hidrocarburos alcanos de fórmula general
CnH2n+2, donde n es el número de átomos de carbono. La molécula más simple de
parafina es el metano, CH4, un gas a temperatura ambiente; en cambio, los miembros
más pesados de la serie, como las formas sólidas de parafina, llamadas cera de parafina,
provienen de las moléculas más pesadas C20 a C40. La parafina, identificada por primera
vez por Carl Reichenbach en 1830,1 es un derivado del petróleo.
El nombre deriva del latín parum (= apenas) + affinis aquí utilizado con el significado de
"falta de afinidad", o "falta de reactividad".
Composición química
Su composición es principalmente de hidrocarburos de cadenas rectas, sin
ramificaciones. Están caracterizadas por tener una estructura "macrocristalina" (cristales
grandes y quebradizos) y longitudes de C18 hasta C40. Su peso molecular oscila entre
320 y 560, presentan consistencia sólida a temperatura ambiente.
Estructura
Características.
La parafina, aunque está clasificada como cera de petróleo, se produce orgánicamente
como un hidrocarburo alcano (compuesto de sólo hidrógeno y carbono). Como la mayoría
de las ceras, la parafina también es un derivado de la cera de abejas, creado,
naturalmente, por las abejas. Las plantas también son capaces de producir parafina
debido a la capa protectora que se desarrolla en las hojas y tallos de una planta para
protegerse de diferentes condiciones climáticas. Con el tiempo, el revestimiento de estas
plantas muertas es enterrado por grandes cantidades de masa de tierra siempre
cambiante. Posteriormente, se transforma en petróleo crudo, la fuente de donde se extrae
más parafina.
Parafina es el nombre común de un grupo de hidrocarburos alcanos de fórmula general
CnH2n+2, donde n es el número de átomos de carbono. La molécula más simple de
parafina es el metano, CH4, un gas a temperatura ambiente; en cambio, los miembros
más pesados de la serie, como las formas
sólidas de parafina, llamadas cera de
parafina, provienen de las moléculas más
pesadas C20 a C40. La parafina, identificada
por primera vez por Carl Reichenbach en
1830,1 es un derivado del petróleo.
Parafina, o hidrocarbono de parafina, es el
nombre técnico de los alcanos en general,
aunque en la mayoría de los casos se refiere
específicamente a un alcano lineal o alcano
normal —si posee ramificaciones, los
isoalcanos también son llamados
isoparafinas.
El nombre deriva del latín parum (= apenas) +
affinis aquí utilizado con el significado de
"falta de afinidad", o "falta de reactividad".
La parafina es un grupo de hidrocarburos alcanos de fórmula general CnH2n+2, donde n
es el número de átomos de carbono.
•La parafina líquida es una mezcla de alcanos más pesados; tiene diversos nombres y
presentaciones, incluyendo nuyol, aceite de adepsina, albolin, glimol, parafina medicinal,
saxol, o aceite mineral de USP.
•La parafina líquida medicinal se utiliza para ayudar al movimiento de intestino en las
personas que sufren de estreñimiento crónico; pasa a través del tubo digestivo sin ser
asimilada por el cuerpo, pero limita la cantidad de agua excretada.
•También se emplea como excipiente para algunas cremas corporales. Algunos
especialistas la utilizan en el tratamiento sintomático del estreñimiento agudo y crónico.
•Utilizada en pieles seca ya que la hidrata, humecta, regenera y protege la barrera natural
de la piel y proporciona una piel suave y tersa.
Fabricación.
Generalmente se obtiene del petróleo, de los esquistos bituminosos o del carbón.
El proceso comienza con una destilación a temperatura elevada, para obtener aceites
pesados, de los que por enfriamiento a 0 °C, cristaliza la parafina, la cual es separada
mediante filtración o centrifugación.
El producto se purifica mediante recristalizaciones, lavados ácidos y alcalinos y
decoloración.2
Las refinerías de petróleo normalmente producen parafina. También se puede obtener
mediante el craqueo térmico del petróleo, donde se rompen cadenas de carbonos y se
añade calor 400-650 °C.
Propiedades.
La parafina o queroseno es una mezcla de diferentes tipos de hidrocarburos simples.
La parafina se puede extraer a partir del carbón, la madera y el petróleo crudo. Aunque se
obtiene principalmente a partir de la destilación del petróleo, que se destiló por primera
vez en 1807 por el geólogo Abraham Gesner.
El coste de producción de parafina era alto al principio, sin embargo, cuando más tarde se
descubrieron nuevos yacimientos de petróleo y métodos más baratos de refinación, bajó
el precio del combustible.
La parafina es menos volátil que la gasolina y hierve de 150 a 275 grados Celsius. Tiene
una combustión limpia y mantiene una salida de calor alto.
Solventes
Dispersantes
Surfactantes
Modificadores de cristal
Los productos químicos mencionados, también se pueden utilizar por separado como
métodos preventivos o correctivos.
Tratamiento Térmico.
COLORES DE INCANDESCENCIA.
Para el éxito de un tratamiento térmico es de vital importancia respetar las temperaturas
de tratamiento específicas. Por esta razón, es necesario que los talleres de tratamiento
térmico posean equipos confiables y precisos para la medición y control de la
temperatura. Muchas veces es necesaria la adquisición de equipos adicionales para
lograr una exacta medición de la temperatura y así poder controlar las piezas durante el
proceso. Los colores de incandescencia permiten una evaluación aproximada de la
temperatura de una pieza.
Existen diferentes tipos de hornos para los procesos de tratamiento térmico. La elección
del horno debe tomarse teniendo en cuenta el tamaño y forma de la pieza, el número de
piezas (tamaño del lote) y las temperaturas de tratamiento térmico del material.
Adicionalmente, debe considerarse el tipo de calentamiento y el medio de enfriamiento
que habrán de ser usados. Existen varias maneras de clasificar los hornos.
Según el tipo de proceso de tratamiento térmico, se distingue por ejemplo entre hornos de
precalentamiento, hornos de recocido y hornos de temple. Otros factores para la
clasificación son el diseño del horno (P.ej. cámara, campana, chimenea, tubular, de baño,
crucible), el medio de tratamiento térmico (P.ej. aire circulante, gas inerte, vacío, baño de
sales, lecho fluidizado) y el tipo de calentamiento (P.ej. interno o externo, electrodos,
inducción o resistencia, gas). A continuación se describen brevemente los equipos de
tratamiento térmico más importantes.
Los hornos de cámara se cuentan entre los diseños más antiguos. Estos equipos se
siguen utilizando ampliamente por su sistema de calentamiento variable, su bajo impacto
ambiental y su aplicabilidad universal con relación al tamaño de la pieza y al tipo de
tratamiento térmico. En el caso de hornos de atmósfera no controlada, la superficie de la
pieza puede reaccionar con la atmósfera no controlada, la superficie (exclamación,
carburación o descarburación). Esto significa que las piezas deben protegerse por medio
de un recubrimiento o embalaje (P.ej. papel, polvo de carbón coque quemado).
MEDIOS DE TEMPLE.
Los diferentes medios de enfriamiento utilizados se distinguen ante todo por su intensidad
de enfriamiento. Las velocidades de enfriamiento pueden encontrarse en rangos de aprox.
2°C/seg para enfriamiento en horno, y hasta 300°C/seg. Para el enfriamiento en agua con
aditivos especiales.
Antes del Tratamiento Térmico: Solo es posible realizar una correcta inspección
dimensional de las piezas si estas están perfectamente limpias.
Las piezas que hayan sido mecanizadas, deben encontrarse libres de grasa, aceite y
otras suciedades antes de ir al temple. Con esto se evita que estas substancias se
quemen sobre las superficies mecanizadas, que se presenten reacciones químicas con
las resistencias de los hornos eléctricos o que se den influencias indeseadas en la
atmósfera del horno. En un buen número de tratamientos térmicos superficiales, es pre
requisito que las piezas tengan una superficie perfectamente limpia para obtener
resultados satisfactorios. Esto es válido también para la aplicación de recubrimientos de
protección en el caso de tratamientos térmicos parciales. Para garantizar la seguridad
durante la operación (el agua o residuos de sales con bajo punto de fusión sobre la
superficie de la pieza pueden causar explosiones durante la inmersión en el medio de
temple) y para evitar el riesgo de polución ambiental o la contaminación del medio de
temple, deben evitarse las impurezas sobre la superficie de la piea. Al escoger un baño de
sales debe considerarse la reacción de este baño con otros o con el medio de temple.
Después del tratamiento térmico: La limpieza de las piezas después del tratamiento
térmico es requerida principalmente cuando se trabaja con sales y así se evita cualquier
corrosión sobre la superficie de las piezas. Este problema no ocurre en tratamientos
térmicos al vacío, en gases inertes o en lechos fluidizados. El temple en aceite requiere
también de una limpieza posterior. Para obtener protección contra el óxido, las piezas
deben ser tratadas con una emulsión antióxido después del lavado. Las operaciones de
limpieza pueden ser ejecutadas manualmente pieza por pieza o mediante equipos de
lavado automático.
Se lleva a cabo mediante una serie de importantes procesos de tratamiento que tienen en
común la utilización de microorganismos (entre los que destacan las bacterias) para llevar
a cabo la eliminación de componentes solubles en el agua. Estos procesos aprovechan la
capacidad de los microorganismos de asimilar la materia orgánica y los nutrientes
(nitrógeno y fósforo) disueltos en el agua residual para su propio crecimiento. Cuando se
reproducen, se agregan entre ellos y forman unos flóculos macroscópicos con suficiente
masa crítica como para decantar en un tiempo razonable.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, existe una gran variedad de formas de operar,
dependiendo de las características del agua, así como de la carga orgánica a tratar. Los
criterios que ayudan a seleccionar si es más conveniente un proceso aerobio, o bien si un
proceso anaerobio será mayor provechoso, son la concentración de materia orgánica a
eliminar, si es necesaria la eliminación de nitrógeno, la disponibilidad de espacio físico y la
relación entre el OPEX y el CAPEX del proyecto. En la siguiente tabla se puede observar
cómo en función de estos criterios, qué tipo de proceso (aerobio o anaerobio) es mas
conveniente:
Por otro lado, la biomasa puede crecer libre, en suspensión en el interior del biorreactor, o
bien adherida a un soporte (biomasa fija). En el proceso convencional crece en
suspensión, igual que en el caso de los reactores secuenciales (SBR) y en los reactores
de biomembrana (MBR). En los reactores de biodiscos, biofiltros, filtros percoladores o de
lecho móvil (MBBR) la biomasa crece adherida a la superficie de un soporte de plástico o
de arena. Este criterio, si la biomasa crece en suspensión o fijada a un soporte, conlleva
una serie de consecuencias prácticas que convienen tener en cuenta en el momento de
seleccionar qué tecnología es la más conveniente. En la siguiente tabla se resumen:
Así pues, la selección del proceso biológico más conveniente sólo se puede hacer
después de analizar las características del efluente, el tipo de proceso industrial que lo
genera, el grado de depuración requerido y las necesidades globales del cliente.
Condorchem Envitec dispone de una vasta experiencia en el diseño, fabricación,
instalación, puesta en marcha y explotación de depuradoras biológicas, tanto aerobias
como anaerobias, adaptadas a las necesidades particulares de sus clientes.
Existen configuraciones singulares que aúnan las ventajas de unos y otros sistemas. Es el
caso del reactor BioCarb®, el cual es un modelo exclusivo patentado por Condorchem
Envitech y se basa en el desarrollo de un reactor aeróbico de lecho fijo cuyo material de
relleno es carbón lignítico granulado. El carbón filtra, adsorbe y hace de soporte para la
biopelícula, además de alimentar a los microorganismos de minerales y elementos traza.
Por otro lado, el proceso de adsorción realiza una doble contribución al proceso al laminar
los picos de carga de contaminantes y al hacer que el tiempo de residencia de los
contaminantes en el interior del reactor aumente con lo que es posible la degradación de
compuestos orgánicos persistentes. El reactor BioCarb® se ha demostrado especialmente
efectivo en el tratamiento de contaminantes difíciles de biodegradar y con color. Además,
la inmovilización de la biomasa en la superficie del carbón lignítico permite realizar en una
sola etapa un tratamiento biológico y fisicoquímico de las aguas residuales.
BIBLIOGRAFIA
https://es.wikipedia.org/wiki/Hidrocarburo
https://es.wikipedia.org/wiki/Parafina
https://www.quiminet.com/articulos/todo-lo-que-deseaba-saber-de-las-parafinas-2655.htm
http://www.imp.mx/petroleo/?imp=comp
http://manejodepetroleoygas.blogspot.mx/2014/04/parafinas.html