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DON JOSE IGNACIO DE ABREU Y LIMA - EL GENERAL DE MASAS

En Pernambuco, Brasil, durante el año de 1794, nació el hombre que no conocería, ni en vida ni en
su tierra, reconocimientos a su gloria: José Inácio Abreu e Lima, hizo méritos fuera de su país, junto
a los Libertadores, en la gloriosa gesta independentista de la Gran Colombia.

El padre de Abreu e Lima fue el sacerdote José Inácio Ribeiro Abreu e Lima, conocido como Padre
Roma, debido a su ordenación en esa ciudad por el cardenal Chiaramonti, futuro Papa Pío VII. El
Padre Roma fue líder político durante la revolución emancipadora pernambucana de 1817, pero fue
capturado y fusilado frente a su hijo por las fuerzas de la Corona portuguesa.

El joven Abreu se matriculó en la Academia Real Militar de Rio de Janeiro, donde obtuvo la patente
de Capitán de Artillería, pero una vez fracasada la intentona contra la monarquía ( ) fue hecho preso,
al igual que su padre, por insubordinación y responsabilidad en la rebelión.

Una vez que logró su libertad, Abreu e Lima, se marcho con el apoyo de la masonería a Estados
Unidos, y posteriormente vino a Venezuela. En 1819, llegó a Santo Tomás de Angostura, hoy Ciudad
Bolívar, donde se encontraba el cuartel general de Simón Bolívar, un hombre de alto renombre e
ideas emancipadoras que indudablemente entusiasmaban al joven pernambucano. Bolívar
incorporó al Capitán de Artillería proveniente de la Academia fluminense, con el mismo grado y en
el Estado Mayor.

Desde ese momento, Abreu participó en importantes batallas y misiones: "Serví siempre a la causa
de la Libertad eIndependência de América", escribió al final de sus días.

En el mismo año de su incorporación al Ejército Patriota, 1819, se sucedieron una serie de campañas
que desembocaron en la emancipación de varios pueblos de América Latina, comenzando por
Nueva Granada y Venezuela. En estas campañas, Abreu e Lima acompañó al Ejército Patriota,
destacando en sus acciones militares.

Durante la Campaña de los Llanos, participó en la Batalla de Las Queseras del Medio, el 2 de abril
de 1819, donde el general José Antonio Páez ordenó la celebre maniobra "Vuelvan Caras", que
sembró caos y confusión en las fuerzas realistas. Igualmente, en la Campaña de Los Andes, Abreu e
Lima estuvo presente en la Batalla de Las Peñas de Gameza y Tópaga, en Nueva Granada. Luego,
Abreu participó en la contienda en el Pantano de Vargas, y finalmente en la Batalla de Boyacá, el 7
de agosto del mismo año, que fue la culminación exitosa de la dura campaña de los Andes. En
Boyacá, se logró la libertad de Nueva Granada, pues el general realista José María Barreiro sufrió
completa derrota, siendo prisionero junto con más de mil españoles, mientras el virrey Don Juan
Sámano huía precipitadamente Bogotá.

El 24 de junio del año 1821, el pernambucano participó en la gloriosa batalla de Carabobo,


contribuyendo de esta forma al proceso independentista de Venezuela. Durante la batalla,
celebrada en los campos centrales de la tierra de Bolívar, Abreu e Lima resulto herido de bala en el
pecho, lo cual no le impidió que, luego de esta victoria decisiva y motivadora para los venezolanos,
acompañara a la avanzada que se dirigió hacia Maracaibo para sellar la independência de la patria,
en la Batalla Naval del Lago de Maracaibo, el 24 de julio de 1823, en la cual se cubrió de gloria el
general Rafael Urdaneta. Abreu e Lima se destacó por su pericia en el manejo de la artillería contra
el último reducto de los realistas en el Castillo de Puerto Cabello, que cayó ante el ejército
comandado por José Antonio Páez.

Después de Carabobo, Abreu e Lima fue ascendido a Teniente Coronel y, luego de su valiosa
actuación en Puerto Cabello y de la construcción de fortificaciones para esta Batalla, fue ascendido
a Coronel. Sin embargo, lejos de recibir el reconocimiento público por participación en las luchas
por la libertad de supatria adoptiva, Abreu e Lima recibió ataques por parte del periodista y editor
Antonio Leocadio Guzmán, quien en su periódico "Argos", publicó notas que criticaban su actuación
en la independencia venezolana. Ante los injustos ataques, la respuesta del entonces Coronel
pernambucano fue categórica y violenta, tanto que Guzmán lo llevó a juicio y debió pagar seis meses
de prisión en Bajo Seco, estado Zulia.

Aunque las intrigas de Guzmán hacían más daño, en 1828 Bolívar le pidió al general Mariano
Montilla que enviara a Abreu e Lima a Europa, para que lo defendiera de las acusaciones de
Benjamin Constant, liberal clásico suizo, que se asustaba con la revolución en América; "Como es
necesario repeler la mentira con la verdad, suplico a usted que mande a De Lima", dijo El Libertador
a Montilla.

Fue entonces cuando Abreu escribió "El resumen histórico de la última dictadura del Libertador
Simón Bolívar", obra publicada de manera dispersa en periódicos y panfletos de la época, entre 1828
y 1830, y reunido en un sólo volumen, en el año 1922, como homenaje del gobierno venezolano al
Brasil por el primer centenario de su independencia. Se trató ésta de una minuciosa respuesta a los
ataques de los enemigos de la emancipación y de la Gran Colombia, creada con la más alta
responsabilidad, pues Abreu tenía acceso directo a los archivos de Bolívar. El autor comentaría más
tarde sobre esta publicación: "no imaginan como El Libertador quedó agradecido conmigo por ese
trabajo, y lo que hizo por mí antes de morirse. Es a él a quien debo mi rango de General".

Y efectivamente, Abreu e Lima recibió de manos de El Libertador el ascenso a General de Brigada,


no sólo por el "El resumen histórico de la última dictadura de El Libertador" sino también, y sobre
todo, por la impecable actuación de Abreu como estratega en la Batalla de Portete del Tarqui en
Ecuador, junto a Antonio José de Sucre, el 27 de febrero de 1829, queimpidió la marcha la marcha
de los separatistas sobre Quito.

Posteriormente, al joven José Inácio le fueron conferidas lãs condecoraciones "Libertadores de


Venezuela", "Libertadores de Cundinamarca", "Gran Cruz de Boyacá", "Medalla de Vencedor de
Puerto Cabello" y el "Escudo de Carabobo".

A finales de 1829, se rompía la Gran Colombia, la comunidad de Venezuela, Nueva Granada y


Ecuador, el sueño de unidad, la fuerza emancipadora articulada de América. Y con este panorama
devastador también se quebraba el ánimo de El Libertador, más no la lealtad de su Estado Mayor.
Pero en junio del año 1830, en una emboscada tendida en la montaña de Berruecos, en el suroeste
de la actual Colombia, Sucre fue asesinado, un duro golpe para Bolívar y sus hombres: "¡Derramaron
la sangre de Abel!", dijo El Libertador.

Mientras tanto, Abreu e Lima enfrentó a Pedro Carujo, quien atentara contra la vida de Simón
Bolívar. El compatriota brasileño derrotó a los rebeldes que Carujo encabezaba en Rio Hacha y así
se ganó la confianza de la hermana de Bolívar, María Antonia.
Pero para Bolívar, los golpes de la ruptura de la Gran Colombia y el crimen del Gran Mariscal de
Ayacucho, serían los últimos. Incapaz de soportar una traición más, se marchó con sus fieles a Santa
Marta, donde en la Hacienda San Pedro Alejandrino le esperaba la muerte. Daniel Florencio O’Leary,
Ignacio Luque, José María Carreño, Mariano Montilla y Abreu e Lima, fueron algunos de los
generales que acompañaron al Libertador en su último viaje. El 17 de diciembre de 1830, se
extinguía la vida del Gigante de América.

Los bolivarianos que quedaron firmaron una conmovedora acta, que pretendía defender las
voluntades y proteger los restos mortales de Bolívar, además de apelar a la unidad, integracionismo,
que ya a nadie parecía interesar.Posteriormente, el general Ignacio Luque daría la espalda a los
bolivarianos y poco le importó la dimisión del héroe brasileño, que había arriesgado su vida por la
Gran Colombia. Más de treinta años después, escribiría Abreu al general Páez: "Muerto Bolívar y
separado de usted, ¿qué más hacía yo en Colombia?".

Al regresar a su natal Pernambuco, Abreu e Lima fue blanco de insultos y burlas. "La disputa de Playa
Grande o el quijotismo Del General de las Masas", fue una comedia en tres actos del canónigo
Januário da Cunha Barbosa, que hacia mofa del Bolivariano Del Brasil, quien regresaba a su tierra
después de trece años de ausencia y lejanos rumores de participación en la forja emancipadora.

Para defenderse de los constantes ataques, Abreu señaló: "En efecto, mi causa es dirigida al pueblo,
es a las masas a quien llamo, porque soy parte de ellas, soy uno de los muchos, soy un miembro de
ese todo que despreciáis a cada instante, y a quien habéis llamado vil canalla más de una vez,
después de haberlo engañado para llenar vuestros bolsillos, para enriqueceros a costa de su buena
fe".

Y fue atacado una vez más por los panfletarios, comenzando por Evaristo de Veiga, que llamaba a
Simón Bolívar "ese ambicioso" y a Abreu e Lima "aventurero escondido tras el pomposo título de
general" y "hablador forajido".

Quizá entonces debió publicarse en Brasil la patente militar que el general Mariano Montilla
entregara a Abreu a su salida de Nueva Granada, en la cual se leía: "El Sr. General José Lima sirvió a
la República de 1818 hasta 1831, ascendió de capitán a general en el transcurso de las campañas
con honor y distinción. Fue herido en una de ellas, alcanzó la confianza de los primeros Generales
de la República, y em especial de Su Excelencia El Libertador Simón Bolívar; Lima es benemérito de
la Patria en grado heroico y eminente".

Sin embargo, para Abreu el reconocimiento no era primordial. Sabía que no serían alabados en vida
quienes habían cambiado el curso de la historia americana: "Yo desapareceré, y mi nombre quedará
envuelto en los honrosos títulos de Libertador de Venezuela y de la Nueva Granada, de Vencedor
en Boyacá, en Puerto Cabello, em Carabobo", escribió. En 1843, Abreu escribió "El Compendio de
historia de Brasil, desde su descubrimiento hasta el majestuoso acto de coronación del Sr. Don
Pedro II", publicación que apareció en dos volúmenes y sería la primera tentativa de agrupamiento
de hechos por períodos en Brasil. Luego, en 1855, fue publicado "O Socialismo", texto en el que
Abreu comentaba: "Somos, en verdad, socialistas, pero entiéndase bien, discordamos en gran parte
de los maestros de esas doctrinas y sólo aceptamos de ellas lo que sea aplicable a nuestra presente
situación".
Posteriormente, Abreu se dedicó al tema religioso, escribiendo en 1867 "Las Biblias falsificadas" y
"El Dios de los judíos y el Dios de los cristianos". Empobrecido y soltero, murió solo en el
Pernambuco que lo vio nacer. A los 75 años, falleció y ni siquiera lê fue dado descansar en un sitio
honroso, quizá junto a El Libertador, a quien acompañó como defensor de la libertad de cultos, por
atacar a la Inquisición, por rechazar el Concilio de Trento. El obispo Fernando Cardoso Ayres negó la
sepultura canónica de Abreu en los cementerios brasileños, lo que provocó protestas populares, de
liberales y masónicas por la decisión.

El cuerpo de Abreu e Lima bajó a la tierra en zona extraterritorial de Brasil, en el "British Cemetery"
o "Cementerio de los Ingleses", ubicado en un lugar aislado de Recife, cerca del mar, garantizado
diplomáticamente por el Tratado de Navegación de 1810. Sin embargo, en la actualidad una estatua
de Simón Bolívar se alza en el Cementerio de los Ingleses, en homenaje al Pernambucano.

En la tumba de Abreu e Lima se leería por siempre: "Propugnador esforzado de la libertad de


conciencia".

El historiador Vamireh Chacón, en su biografía del general José Inácio Abreu e Lima, señala que
"pertenecer a esta generación quiere decir algo en sí mismo, significa pertenecer a la gran
congregación creada por Simón Bolívar, cuando intentó reunirlos en la Orden de los Libertadores.
Las divergencias mutuas sólo serán juzgadas por los siglos, pues todavía hoy son discutidas por sus
partidarios, en prosa y en verso".

"Eran raros, muy raros los hombres del tiempo de Abreu e Lima que podían hablar -como él- de sus
relaciones con tantos próceres y reyes", continúa el autor Chacón: "del sacerdote revolucionário
transformado él también en leyenda, el Padre Roma, a Simon Bolívar, José Antonio Páez, Francisco
de Paula Santander, Antonio José de Sucre, Carlos Soublette, hasta el Rey Luis Felipe de Francia y
los Emperadores Pedro I y II".
DOM JOSE IGNACIO DE ABREU Y LIMA - O GERAL DA MASSA

Em Pernambuco, Brasil, durante o ano de 1794, nasceu o homem que não conheceria, nem na vida
nem em sua terra, o reconhecimento de sua glória: José Inácio Abreu e Lima, fez méritos fora de
seu país, juntamente com os Libertadores, em o glorioso ato de independência da Gran Colômbia.

O pai de Abreu e Lima era o padre José Inácio Ribeiro Abreu e Lima, conhecido como padre Roma,
devido à sua ordenação naquela cidade pelo cardeal Chiaramonti, futuro papa Pio VII. O padre Roma
foi um líder político durante a revolução emancipatória pernambucana de 1817, mas foi capturado
e baleado na frente de seu filho pelas forças da coroa portuguesa.

O jovem Abreu se matriculou na Academia Militar Real do Rio de Janeiro, onde obteve a patente do
capitão de artilharia, mas uma vez fracassada a tentativa contra a monarquia (), foi preso, como seu
pai, por insubordinação e responsabilidade em a rebelião

Depois que conseguiu sua liberdade, Abreu e Lima partiu com o apoio da Maçonaria para os Estados
Unidos e depois veio para a Venezuela. Em 1819, ele chegou a Santo Tomás de Angostura, hoje
Ciudad Bolívar, onde ficava a sede de Simón Bolívar, um homem de renome e idéias emancipatórias
que, sem dúvida, emocionaram os jovens pernambucanos. Bolívar incorporou o Capitão de
Artilharia da Academia Fluminense, com o mesmo grau e no Estado Maior.

A partir desse momento, Abreu participou de importantes batalhas e missões: "Sempre servi à causa
da Liberdade e Independência da América", escreveu ele no final de seus dias.

No mesmo ano de sua incorporação ao Exército Patriótico, em 1819, seguiu-se uma série de
campanhas que levaram à emancipação de vários povos da América Latina, começando com Nova
Granada e Venezuela. Nessas campanhas, Abreu e Lima acompanhou o Exército Patriota,
destacando suas ações militares.

Durante a Campanha das Planícies, ele participou da Batalha de Las Queseras del Medio, em 2 de
abril de 1819, onde o general José Antonio Páez ordenou a famosa manobra "Turn Faces", que
semeou caos e confusão nas forças realistas. Da mesma forma, na Campanha Los Andes, Abreu e
Lima esteve presente na Batalha de Las Peñas de Gameza e Tópaga, em Nueva Granada. Depois,
Abreu participou do concurso no Pântano de Vargas e, finalmente, na Batalha de Boyacá, em 7 de
agosto do mesmo ano, que foi o culminar com sucesso da dura campanha dos Andes. Em Boyacá, a
liberdade de Nova Granada foi alcançada, uma vez que o realista general José María Barreiro sofreu
uma derrota completa, sendo prisioneiro junto com mais de mil espanhóis, enquanto o vice-rei Don
Juan Sámano fugiu de Bogotá.

Em 24 de junho de 1821, os pernambucanos participaram da gloriosa batalha de Carabobo,


contribuindo assim para o processo de independência da Venezuela. Durante a batalha, realizada
nos campos centrais da terra de Bolívar, Abreu e Lima foi baleado no peito, o que não o impediu de
seguir a vitória decisiva e motivadora dos venezuelanos, acompanhando o avanço que Ele foi em
direção a Maracaibo para selar a independência do país, na Batalha Naval do Lago Maracaibo, em
24 de julho de 1823, na qual o general Rafael Urdaneta estava coberto de glória. Abreu e Lima
destacou-se por sua experiência no manuseio de artilharia contra a última fortaleza monarquista do
Castelo de Puerto Cabello, que caiu diante do exército comandado por José Antonio Páez.
Depois de Carabobo, Abreu e Lima foi promovido a tenente-coronel e, após seu valioso desempenho
em Puerto Cabello e a construção de fortificações para esta batalha, foi promovido a coronel. No
entanto, longe de receber reconhecimento público pela participação nas lutas pela liberdade de
apoio à adoção, Abreu e Lima recebeu ataques do jornalista e editor Antonio Leocadio Guzmán, que
em seu jornal "Argos" publicou notas que criticavam sua atuação. na independência venezuelana.
Diante dos ataques injustos, a resposta do então coronel Pernambucan foi categórica e violenta,
tanto que Guzman o levou a julgamento e teve que pagar seis meses de prisão em Bajo Seco, estado
de Zulia.

Embora as intrigas de Guzman causassem mais danos, em 1828 Bolívar pediu ao general Mariano
Montilla que enviasse Abreu e Lima para a Europa, para defendê-lo das acusações de Benjamin
Constant, um liberal clássico suíço, assustado com a revolução na América. ; "Como é necessário
repelir a mentira com a verdade, peço que envie De Lima", disse El Libertador a Montilla.

Foi então que Abreu escreveu "O resumo histórico da última ditadura do Libertador Simón Bolívar",
obra publicada de forma dispersa em jornais e panfletos da época, entre 1828 e 1830, e reunida em
um único volume, no ano de 1922, como homenagem do governo venezuelano ao Brasil pelo
primeiro centenário de sua independência. Foi uma resposta completa aos ataques dos inimigos da
emancipação e da Gran Colômbia, criados com a mais alta responsabilidade, já que Abreu tinha
acesso direto aos arquivos de Bolívar. O autor comentaria mais tarde nesta publicação: "Não
imagine como o Libertador me agradeceu por esse trabalho e o que ele fez por mim antes de morrer.
É a ele que devo minha patente de general".

E, de fato, Abreu e Lima recebeu de El Libertador a promoção ao Brigadeiro-General, não apenas


por "O resumo histórico da última ditadura de El Libertador", mas também, e acima de tudo, pela
impecável atuação de Abreu como estrategista na Batalha de Portete del Tarqui, no Equador,
juntamente com Antonio José de Sucre, em 27 de fevereiro de 1829, impediu a marcha dos
separatistas em Quito.

Posteriormente, o jovem José Inácio recebeu os prêmios "Libertadores de Venezuela",


"Libertadores de Cundinamarca", "Gran Cruz de Boyacá", "Vencedor de Puerto Cabello" e os
prêmios "Escudo de Carabobo".

No final de 1829, a Grande Colômbia, a comunidade da Venezuela, Nueva Granada e Equador, o


sonho de unidade, a força emancipatória articulada da América foram quebrados. E com esse
panorama devastador, o espírito do Libertador também foi quebrado, mas não a lealdade de seu
Estado Maior. Mas em junho do ano de 1830, em uma emboscada na montanha de Ber Marrocos,
no sudoeste da atual Colômbia, Sucre foi morto, um golpe para Bolívar e seus homens: "Eles
derramaram o sangue de Abel!", Disse El Liberator

Enquanto isso, Abreu e Lima enfrentou Pedro Carujo, que ameaçava a vida de Simón Bolívar. O
compatriota brasileiro derrotou os rebeldes liderados por Carujo no Rio Hacha e conquistou a
confiança da irmã de Bolívar, María Antonia.

Mas para Bolívar, os golpes da ruptura da Gran Colômbia e o crime do Grande Marechal de Ayacucho
seriam os últimos. Incapaz de suportar outra traição, ele partiu com seus fiéis para Santa Marta,
onde a morte de San Pedro Alejandrino estava esperando por ele. Daniel Florencio O'Leary, Ignacio
Luque, José María Carreño, Mariano Montilla e Abreu e Lima foram alguns dos generais que
acompanharam o Libertador em sua última viagem. Em 17 de dezembro de 1830, a vida do Gigante
da América foi extinta.

Os demais bolivarianos assinaram um ato comovente, que pretendia defender as vontades e


proteger os restos mortais de Bolívar, além de apelar à unidade, ao integracionismo, no qual
ninguém parecia interessado. Mais tarde, o general Ignacio Luque viraria as costas para os
bolivarianos. e ele não se importava com a demissão do herói brasileiro, que havia arriscado sua
vida pela Gran Colômbia. Mais de trinta anos depois, Abreu escreveria ao general Páez: "Bolívar
morto e separado de você, o que mais eu fiz na Colômbia?"

Ao retornar a Pernambuco, seu país natal, Abreu e Lima foi alvo de insultos e zombarias. "A disputa
de Playa Grande ou o quixotismo do general de las Masas" foi uma comédia em três atos do cânone
Januário da Cunha Barbosa, que zombou do bolivariano Del Brasil, que retornou à sua terra natal
após treze anos de ausência e longe. rumores de participação na forja emancipatória.

Para se defender dos constantes ataques, Abreu disse: "De fato, minha causa é direcionada ao povo,
é às massas que chamo, porque faço parte delas, sou uma de muitas, sou membro desse todo que
você despreza. a todo momento, e a quem você chamou vilão desonesto mais de uma vez, depois
de induzi-lo a encher seus bolsos, para enriquecê-lo à custa de sua boa fé. "

E foi atacado mais uma vez pelos panfletários, começando por Evaristo de Veiga, que chamou Simón
Bolívar de "aventureiro ambicioso" e de Abreu e Lima "escondido atrás do pomposo título de
general" e "orador foragido".

Talvez então a patente militar que o general Mariano Montilla deu a Abreu ao partir de Nova
Granada, na qual se lia: "O general José Lima Lima serviu a República de 1818 a 1831, deveria ser
publicado como capitão da General no decurso das campanhas com honra e distinção Ele foi ferido
em uma delas, alcançou a confiança dos primeiros generais da República e, em especial, sua
Excelência O Libertador Simón Bolívar; Lima é um mérito heróico da Pátria. e eminente ".

No entanto, para Abreu, o reconhecimento não era primordial. Eu sabia que aqueles que haviam
mudado o curso da história americana não seriam elogiados na vida: "Desapareço e meu nome
estará envolvido nos títulos honoráveis de Libertador da Venezuela e Nueva Granada, de Victor em
Boyacá, em Puerto Cabello, em Carabobo ", escreveu ele. Em 1843, Abreu escreveu "O compêndio
da história do Brasil, desde a sua descoberta até o majestoso ato de coroação do senhor D. Pedro
II", uma publicação que apareceu em dois volumes e seria a primeira tentativa de agrupar eventos
por períodos no Brasil. Então, em 1855, foi publicado "O Socialismo", um texto no qual Abreu
comentava: "Somos, na verdade, socialistas, mas nos entendemos bem, discordamos amplamente
dos professores dessas doutrinas e só aceitamos deles o que for aplicável. à nossa situação atual ".

Mais tarde, Abreu dedicou-se ao tema religioso, escrevendo em 1867 "As Bíblias falsificadas" e "O
Deus dos judeus e o Deus dos cristãos". Autorizado e solteiro, ele morreu sozinho em Pernambuco
que o viu nascer. Aos 75 anos, ele morreu e nem sequer teve permissão para descansar em um lugar
honroso, talvez com El Libertador, a quem acompanhou como defensor da liberdade de culto, por
atacar a Inquisição, por rejeitar o Conselho de Trento. O bispo Fernando Cardoso Ayres negou o
enterro canônico de Abreu nos cemitérios brasileiros, o que levou a protestos populares, liberais e
maçônicos pela decisão.
O corpo de Abreu e Lima caiu no chão na zona extraterritorial do Brasil, no "Cemitério Britânico" ou
"Cemitério dos Ingleses", localizado em um local isolado de Recife, próximo ao mar, garantido
diplomaticamente pelo Tratado de Navegação da 1810. No entanto, atualmente uma estátua de
Simón Bolívar fica no cemitério dos ingleses, em homenagem ao Pernambucano.

A tumba de Abreu e Lima dizia para sempre: "Provoque a luta pela liberdade de consciência".

O historiador Vamireh Chacón, em sua biografia do general José Inácio Abreu e Lima, destaca que
"pertencer a esta geração significa algo em si, significa pertencer à grande congregação criada por
Simón Bolívar, quando ele tentou reuni-los na Ordem dos Libertadores. As divergências mútuas só
serão julgadas pelos séculos, porque ainda hoje são discutidas por seus apoiadores, em prosa e em
verso ".

"Eles eram raros, homens muito raros da época de Abreu e Lima, que podiam conversar - como ele
- sobre suas relações com tantos heróis e reis", continua o autor Chacón: "do padre revolucionário
que ele também transformou em lenda, padre Roma, a Simon Bolívar, José Antonio Páez, Francisco
de Paula Santander, Antonio José de Sucre, Carlos Soublette, ao rei Luis Felipe da França e aos
imperadores Pedro I e II ".

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