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SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO
07 MAYO 2019
IRMA GONZALEZ
SISTEMA MUSCULOESQUELÉTICO
Los músculos esqueléticos son un tipo de músculos estriados unidos al esqueleto, formados
por células o fibras alargadas y polinucleadas que sitúan sus núcleos en la periferia. Obedecen
a la organización de proteínas de actina y miosina y que le confieren esa estriación que se ve
perfectamente por el microscopio. Son usados para facilitar el movimiento y mantener la
unión hueso-articulación a través de su contracción. Son, generalmente, de contracción
voluntaria (a través de inervación nerviosa), aunque pueden contraerse involuntariamente.
El cuerpo humano está formado aproximadamente de un 90% de este tipo de músculo y un
10% de músculo cardíaco y visceral.
Constituyen lo coloquialmente llamado "carne del cuerpo". Sus células conforman largas
fibras cilíndricas (entre 1 y 400 mm de extensión), ubicadas en forma paralela. Se insertan en
los huesos para llevar a cabo los movimientos voluntarios Los músculos tienen una gran
capacidad de adaptación, modificado más que ningún otro órgano, tanto su contenido como
su forma. De una atrofia severa puede volver a reforzarse en poco tiempo gracias al
entrenamiento, al igual que con el desuso donde se atrofia, conduciendo al músculo a una
disminución de tamaño, fuerza e incluso a una reducción de la cantidad de orgánulos
celulares. Si se inmoviliza en posición de acortamiento, al cabo de poco tiempo se adapta a su
nueva longitud requiriendo entrenamiento a base de estiramientos para volver a su longitud
original, incluso si se deja estirado un tiempo, puede dar inestabilidad articular por la
hiperlaxitud adoptada.
● El esqueleto: Es un armazón que constituye el soporte rígido del cuerpo. Los huesos
sirven de palanca para la tracción de los músculos y hay tres formas principales de
éstos:
➔ Huesos largos
➔ Huesos cortos
➔ Huesos planos
Un hueso demasiado rígido sería quebradizo, y demasiado flexible sería deformable, por lo
que ⅔ de sus componentes son minerales, haciéndolos rígidos y duros y ⅓ son orgánicos,
dándoles cierta elasticidad.
Los huesos están sometidos a continuas solicitaciones: por tracción, por flexión, por torsión,
por presión, por extensión, entre otros.
Ejemplo:
● Las articulaciones: Son la zona de unión entre los huesos formada por una serie de
estructuras mediante las cuales se unen los huesos entre sí. Según el grado de unión de
los huesos y la amplitud de los movimientos de que gozan, permiten distinguir tres
tipos de articulaciones: las que no tienen apenas movimiento o “sin artrosis”, las
semimóvibles o “anfi-artrosis” y las móvibles o “di-artrosis”
Las superficies articulares son las dos partes óseas que entran en contacto y que tienen una
forma que les permite ajustarse mutuamente, así como moverse la una sobre la otra. Las
superficies están recubiertas de un revestimiento blanco, anacarado y brillante, protege el
hueso y facilita el deslizamiento de las carillas articulares (cartílago), su composición es
parecida a la del hueso, aunque más hidratada y elástica. Al realizar un movimiento el
cartílago se ve sometido a dos tipos de solicitaciones:
Fricción Presión
● El ligamento: Es una banda de tejido fibroso que une dos huesos vecinos. Los
ligamentos sostienen la articulación y no puede contraerse como los músculos, son
inextensibles (salvo algunas excepciones como el ligamento amarillo).
NOTA: Un estiramiento que entrañe distensión o desgarro del ligamento se le conoce como
“esguince”. Los esguinces son lesiones que afectan a los ligamentos de las articulaciones. Las
más frecuentemente afectadas son las de los tobillos, rodillas o muñecas, pero pueden
producirse en cualquier otra articulación del organismo. Los esguinces se producen cuando
un movimiento, más allá del normal de una articulación, vence la resistencia de los
ligamentos que la refuerzan.
● Los músculos: Existen tres tipos: músculo cardíaco, músculo esquelético y músculo
liso
Los músculos están formados por haces cada vez más pequeños de fibras musculares
separadas y sostenidas por paredes fibrosas finas llamadas “aponeurosis”
Son lesiones que afectan a los tejidos blandos del aparato locomotor de los huesos,
ligamentos, músculos, tendones, nervios y articulaciones y vasos sanguíneos. Estas lesiones
pueden aparecer en cualquier región corporal aunque se localizan con más frecuencia en:
Espalda, cuello, hombros, codos, muñecas, rodillas, pies y piernas.
Artritis – Mientras que envejecemos, nuestros tejidos articulares se vuelven menos
resistentes al desgaste y comienzan a degenerar manifestándose como hinchazón, dolor, y
muchas veces, la pérdida de la movilidad de las articulaciones. Los cambios ocurren en
ambos tejidos de las articulaciones blandos y los huesos opuestos, una condición llamada
osteoartritis. Una forma más grave de la enfermedad se llama artritis reumatoidea. Esta
última es una enfermedad autoinmune en la que el cuerpo produce anticuerpos contra tejidos
de las articulaciones causando inflamación crónica resultando en severo daño articular, dolor
e inmovilidad.
Síndrome del túnel carpiano – Las personas cuyo trabajo consiste en flexión repetida de la
muñeca (mecanografiar, pintando casas) pueden desarrollar hormigueo y/o dolor en el pulgar,
el índice y los dedos del medio junto con la debilidad de los movimientos de los dedos
pulgar, en especial, agarrando un objeto. El nervio principal para movimientos finamente
controlados del pulgar pasa a través de un canal óseo/ligamentoso en la parte inferior de la
muñeca. Movimientos repetitivos de flexión pueden inflamar y engrosar el ligamento, es un
canal o corredor en la cara anterior o flexora de la muñeca, situado entre los huesos de la
muñeca y el ligamento anular del carpo, por el cual pasan los tendones flexores de los dedos
y el nervio mediano.
El síndrome del túnel carpiano es una enfermedad que produce daño del nervio mediano. Si
existe, por cualquier causa, un aumento de la presión dentro de ese túnel carpiano se puede
producir una lesión en dicho nervio.
Los casos leves pueden evolucionar favorablemente con tratamiento mediante inmovilización
de la muñeca o con la inyección de corticoides. En casos más avanzados, la solución siempre
es quirúrgica, liberando el nervio atrapado en el túnel del carpo.
Tendinitis- Tensión repetida en un tendón, la unión de un músculo al hueso, puede inflamar
el tendón resultando un dolor y dificultad con el movimiento involucrando el músculo. Los
tendones tienen un pobre suministro de sangre; por lo tanto, típicamente se tardan mucho
tiempo para curar con la orden de seis semanas o más.
Desgarro del manguito rotatorio – Los músculos rodeando la articulación del hombro están
involucrados en la rotación de los hombros con el brazo y la mano hacia adelante y hacia
atrás, entre otros movimientos. Los tendones de estos músculos también contribuyen a la
fuerza estructural de la articulación del hombro. Movimientos fuertes y rápidos, como en el
tenis y el béisbol pueden desgarrar uno de estos tendones que resulta en dolor y reducción de
la movilidad del hombro. Se puede necesitar cirugía para reparar un tendón desgarrado.
Fuentes:
https://prezi.com/ruqhqjwrprli/2-generalidades-del-sistema-musculoesqueletico/
https://www.dmu.edu/terminologia-medica/el-sistema-musculoesqueletico/enfermedades-del-
sistema-musculoesqueletico/
http://tusaludnoestaennomina.com/wp-content/uploads/2014/06/Lesiones-musculoesquel%C3
%A9ticas-de-origen-laboral.pdf
https://www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/sindrome-tunel-carpiano