Sunteți pe pagina 1din 4

Aspectos del SSF según Newell y Simon

La teoría de los sistema de símbolos físicos (SSF) fue presentada por primera vez por Newell
y Simon en su conferencia titulada “Computer Science as Empirical Inquiry: Symbols and
Search”. Esta teoría se basa en la siguiente hipótesis: “[u]n sistema de símbolos físicos posee
los medios suficientes y necesarios para la acción inteligente general” (1987. 41). No obstante
¿qué quiere decir esta hipótesis y cuáles son sus implicaciones para la ciencia computacional?
Para explicar esto, procederé a continuación a dar cuenta de en qué consiste un símbolo y,
por ende, un SSF para Newell y Simon. Asimismo, procederé a dar cuenta de cómo a partir
del carácter suficiente y necesario de dicha hipótesis, esta, de ser cierta, constituye una ley
de estructura cualitativa para la ciencia computacional. Comenzaré, por tanto, con las
nociones de ‘símbolo´ y ‘SSF’.
I. Antes de explicar tales nociones, Newell y Simon señalan dos aspectos relevantes a
considerar en torno a las nociones de ‘símbolo’ y ‘SSF’: por una parte, el uso que emplean
los autores del término ‘símbolo’ no se restringe a los símbolos humanos (tales como lo son
aquellos que componen el sistema de señales de tránsito de un país en específico, por
ejemplo), sino más bien es una entidad común para todos los objetos de la clase ‘inteligente’,
de acuerdo con las condiciones suficientes y necesarias de esta propuesta; mientras que, por
otra parte, el adjetivo ‘físico’ no es casual, es decir, está introducido debido a que el sistema
que proponen obedece las leyes de la física, lo cual es fundamental para postular a la hipótesis
SSF (y, en caso de que esta resulte ser cierta, a la teoría SSF) como una ley de estructura
cualitativa que se enmarca dentro de un programa de investigación computacional empírico.
Habiendo dicho esto, podemos evidenciar la definición de Newell y Simon de los términos
‘símbolo’ y ‘SSF’ a partir del siguiente pasaje:

[u]n sistema de símbolos físicos consiste en una serie de entidades, llamémoslas símbolos,
las cuales son patrones físicos que pueden ocurrir como componente de otro tipo de entidad
denominada expresión (o estructura simbólica). Así, una estructura simbólica es compuesta
por un número de instancias (o tokens) de símbolos relacionados de algún modo físico (tales
como un token siendo contiguo a otro) (40)
De acuerdo con esto, por una parte, los símbolos son patrones físicos que dan cuenta de
objetos. Por ejemplo, el conjunto ordenado de grafemas ‘libro’ representa objetos en el
mundo como, en este caso en particular, representan al libro que tengo en mis manos al
escribir este apunte, a saber, un ejemplar de Mind Desing, de modo tal que el símbolo posee
significado y denotación; por otra parte, los símbolos, una vez agrupados, constituyen otra
unidad en el sistema llamada estructura simbólica, la cual consiste en un plexo de tokens de
símbolos relacionados físicamente entre sí.
Ahora bien, ¿acaso este plexo de tokens de símbolos denominado expresión, o estructura
simbólica, constituye por completo un SSF? ¿Acaso el sistema sólo se compone de
expresiones o requiere de algo más? De acuerdo con Newell y Simon, el sistema no sólo
contiene tal colección, sino que, a su vez, al contenerla, posee una serie de procesos que
afectan a las expresiones: en efecto, como señalan los autores, “[e]l sistema también contiene
una colección de procesos que operan sobre las expresiones para producir otras expresiones:
procesos de creación, modificación, reproducción y destrucción”. (40) De este modo, como
mencionan los autores, “[u]n sistema de símbolos físicos es una máquina que produce con el
paso del tiempo una colección evolutiva de estructuras simbólicas”. (40). En otras palabras,
un SSF almacena estructuras simbólicas a la vez las examina, delimitando con ello cuáles
son las expresiones que se requieren, mantienen, reproducen o eliminan, generando con ello
la evolución del SSF a través del tiempo por medio de los procesos mencionados
anteriormente, procesos que operan continuamente en el sistema.
Habiendo señalado esto, cabe mencionar cuales son las propiedades de los símbolos dentro
del SSF. Para esto, me referiré las nociones de designación e interpretación. De acuerdo con
Newell y Simon, la primera consisten en lo siguiente: “¨[u]na expresión designa un objeto si,
dada la expresión, el sistema puede o afectar al objeto mismo o comportarse de maneras que
dependen del objeto” (40). Esto implica que, en ambos casos, la expresión asegura el acceso
al objeto, es decir, al objeto que es denotado por un token de un símbolo que se encuentra
compilado en la expresión; en segundo lugar, definen la interpretación a partir de lo siguiente:
“[e]l sistema puede interpretar una expresión si la expresión designa un proceso si, dada la
expresión, el sistema puede llevar a cabo el proceso” (40). De acuerdo con los autores, la
interpretación además suscita “una forma especial de acción dependiente: dada la expresión,
el sistema puede realizar el proceso adecuado, lo que es equivale a decir que puede evocar y
ejecutar sus propios procesos a partir de expresiones que los designan”. (41). Esta precisión
en torno a la interpretación es sumamente relevante para un SSF, pues suscita que los
procesos que representan estructuras simbólicas complejas pueden ser representados
simbólicamente por el mismo sistema, de modo que posibilita lo dicho anteriormente en torno
a la capacidad evolutiva de un SSF, a saber, que un SSF evoluciona constantemente al
someter a diversos procesos las estructuras simbólicas que poseen, siendo estos procesos
representados y gatillados por las estructuras simbólicas complejas del sistema.
Además de lo dicho, cabe destacar que Newell y Simon identifican que, al margen de la
designación y de la interpretación, son requeridos una serie de precisiones en torno a los
símbolos para que un SSF sea tal. Parafraseando a los autores, en primer lugar es requerido
que un símbolo pueda designar cualquier expresión dentro del sistema; en segundo lugar, han
de existir expresiones para designar todos los procesos de la máquina; en tercer lugar, existen
procesos en el SFF para para crear o modificar, arbitrariamente, cualquier expresión; en
cuarto lugar, las expresiones poseen estabilidad hasta que son modificadas o eliminadas
explícitamente por el SSF; finalmente, las expresiones en el sistema son, esencialmente,
ilimitadas. (41) De este modo, complementando lo anteriormente dicho, las expresiones que
puede tener un SSF son ilimitadas. No obstante, algunas han de denotar los procesos por
medio de los cuales el SSF evoluciona, sin impedimento alguno. Asimismo, las expresiones
han de poseer estabilidad dentro de SSF (a menos que se modifiquen de forma explícita) para
poder designar como, a su vez, la relación entre un símbolo y la expresión designada por este
es arbitraria, es decir, un símbolo no tiene consignado de antemano que expresión designa,
sino que la designación se articula a partir la relación entre los tokens de un símbolo.
II. Habiendo señalado qué es un símbolo, qué es un SSF y las propiedades de los símbolos
en un SSF, procederé a continuación a señalar porqué la hipótesis SSF se presenta como una
ley de estructura cualitativa y porqué a estas se le asigna un carácter suficiente y necesario.
Comenzaré señalando qué es una ley de estructura cualitativa.
Una ley de estructura cualitativa consiste lo siguiente: es una ley que expresa regularidad en
torno a los atributos de una clase natural, la cual se expresa en forma de relación o regla. En
este caso, la hipótesis se presenta como una regla que delimita las condiciones suficientes y
necesarias para que se dé un determinado fenómeno, a saber, la inteligencia. De este modo,
la hipótesis SSF pretende, por medio de las condiciones suficientes y necesarias estipuladas,
especificar los atributos que debe presentar una máquina (el fenómeno a subsumir bajo la
regla) para que podamos atribuirle acción inteligente (siendo la inteligencia la clase natural
que expresa la regla).
Ahora bien, de ser esto así, ¿cuáles son las condiciones y en qué consiste la acción
inteligente? De acuerdo con Newell y Simon, “[p]or ‘necesario’ comprendemos que
cualquier sistema que exhiba inteligencia general probará, luego de un análisis, ser un sistema
de símbolos físicos”; mientras que “[p]or ‘suficiente’ comprendemos que cualquier sistema
de símbolos físicos de un tamaño suficiente puede ser organizado para exhibir inteligencia
general. En el primer caso, esto suscita que, para todo sistema, este exhibirá inteligencia si y
sólo sí, este es un sistema de símbolos físicos; mientras en el segundo suscita que, para todo
sistema, este exhibirá inteligencia si este es un sistema de símbolos físicos y posee un tamaño
suficiente para ser organizado de modo tal que pueda exhibir inteligencia. Si eso es así y la
‘acción inteligente’, tal y como la definen Newell y Simon, consiste en “[…] que [una
máquina] en una situación real se comporte apropiadamente respecto de los fines del sistema
y que se adapte a las demandas del ambiente que puedan ocurrir, con cierto límite de
velocidad y complejidad” (42), entonces, tanto una máquina como un ser humanos puedan
satisfacer tales condiciones y exhibir acción inteligente, siendo capaces de constituir, por
esto, un SSF. Como mencioné anteriormente, que la hipótesis SSF se presente como una ley
estructural cualitativa suscita que en cada caso en que un fenómeno cumplan con las
condiciones suficientes y necesarias estipuladas, nos encontremos un ejemplar de la clase
natural ‘inteligente’. Tal y como mencionan los autores: “[l]a hipótesis de sistemas de
símbolos físicos […] especifica una clase general de sistemas dentro de los cuales uno
encontrará aquellos capaces de acción inteligente” (42). De este modo, si un sistema
constituye un sistema de símbolos físicos, en efecto, será, a su vez, un sistema capaz de
acción inteligente.

S-ar putea să vă placă și