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CAUSA N° 23-J-1118-17

CIUDADANA:
JUEZ VIGÉSIMA TERCERA DE PRIMERA INSTANCIA EN LO PENAL, EN
FUNCIONES DE JUICIO DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL AREA
METROPOLITANA DE CARACAS.
SU DESPACHO:

Yo, ROSA CADIZ RONDON, abogada en libre ejercicio, inscrita en el


inpreabogado bajo el N° 77.071, con Domicilio Procesal en AVENIDA
OESTE. ESQUINA DE CAMEJO A COLON. EDIFICIO TORRE LA OFICINA.
PISO 1. OFICINA1-4, AL LADO DEL PASAJE ZINGG. FRENTE A LA PLAZA
DIEGO IBARRA. TELEFONOS: 0414-279-72-18, y Oficina (0212-564-27-01,
en mi carácter de DEFENSORA PRIVADA de la ciudadana ARELIS
JOSEFINA MILLAN, titular de la cédula de identidad N° V-5.882.398, acudo
ante su competente autoridad en atención al contenido del artículo 230 del
Código Orgánico Procesal Penal, a los fines de solicitar el DECAIMIENTO
DE LA MEDIDA JUDICIAL PRIVATIVA DE LIBERTAD, que pesa sobre mi
representada y para sustentar tal pedimento paso a exponer:
Ciudadana Juez, en fecha 27 de los corrientes, este Tribunal recibió
proveniente de la Sala Décima de la Corte de Apelaciones de este Circuito
Judicial Penal, según oficio N° 188- 19 del 23/05/2019, el expediente signado
bajo el N° 4954 (nomenclatura de la Alzada), contentivo del proceso penal
seguido a la ciudadana ARELIS JOSEFINA MILLAN, titular de la cédula de
identidad N° V-5.882.398, ello por cuanto el día 08 de Mayo del año en curso,
se emitió pronunciamiento DECLARANDO CON LUGAR la apelación
interpuesta por esta Defensa Privada, y como consecuencia de ello se
ANULÓ el fallo definitivo, mediante el cual injustamente se condenó a nuestra
representada a cumplir la pena de CINCO (05) AÑOS Y CUATRO (04)
MESES DE PRISIÓN, por la comisión del delito de ABUSO SEXUAL A NIÑA,
previsto y sancionado en el encabezamiento del artículo 459 de la Ley
Orgánica Para la Protección de los Niños, Niñas y Adolescentes.
Ahora bien, ciudadana Juez, conforme al contenido del fallo emitido por
la Sala Décima de la Corte de Apelaciones de este Circuito Judicial, queda
expresamente establecido que en el presente proceso, hasta este momento
procesal no existe sentencia definitiva, y siendo que la ciudadana ARELIS
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JOSEFINA MILLAN, titular de la cédula de identidad N° V-5.882.398, se
encuentra detenida desde el 16-08-2016, es decir por el lapso de DOS (02)
AÑOS, NUEVE (09) MESES Y QUINCE (15) DÍAS, sin que el Ministerio
Público haya solicitado la prórroga que indica el artículo 230 del Código
Orgánico Procesal Penal; considera esta defensa que resulta procedente
DECRETAR EL DECAIMIENTO DE LA MEDIDA DE COERCIÓN
PERSONAL que pesa sobre la misma, y en su lugar sustituirla por una
medida menos gravosa de las establecidas en el artículo 242 del Código
Orgánico Procesal Penal, ello por cuanto la medida cautelar impuesta a la
precitada ciudadana, ha superado en creces lo establecido en el artículo 230
del texto adjetivo penal, todo lo cual permite referirnos a lo sustentado en la
Sentencia N° 1937 de fecha 02-11-2009, en ponencia de la Magistrada Luisa
Estela Morales, emanada de la Sala Constitucional, donde entre otras cosas
dejo sentado que;
“…Ahora bien, en reiteradas ocasiones esta Sala ha ratificado la
imperiosa necesidad de que los órganos de administración de
justicia den cabal cumplimiento a los lapsos procesales
previamente establecidos por el legislador, para el cumplimiento de
los actos procesales, pues los retardos procesales
injustificados implican la vulneración de los derechos de los
justiciables, más aún cuando se trate de procesos penales
donde exista algún tipo de medida privativa de libertad. A la
par de ello, reconoce la Sala la existencia de situaciones que
podrían afectar el normal desenvolvimiento de los procesos
judiciales que escapan del ámbito de acción del juez, quien es el
encargado de velar por el normal desarrollo del proceso.
Conforme al criterio anterior, este Tribunal puede constatar que la
ciudadana ARELIS JOSEFINA MILLAN, titular de la cédula de identidad N°
V-5.882.398, se encuentra sometida a una Medida Judicial Privativa de
Libertad que excede del lapso de DOS (02) AÑOS, sin que se haya dictado
sentencia definitiva; y sin que existan dilaciones indebidas imputables a la
defensa; por otra parte vale señalar que durante el desarrollo del Juicio Oral
y Privado, la juez de juicio que presenció la evacuación de las pruebas, arribó
a la convicción que los hechos ventilados en este caso, encuadran en el tipo
penal contenido en el encabezamiento del artículo 259 de la Ley Orgánica
para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, cuya pena corporal en su
límite mínimo corresponde a DOS (02) AÑOS DE PRISIÓN, asimismo
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tenemos que el Ministerio Público, no solicito la prórroga de dicha
detención, razones que en criterio de esta defensa resultan suficientes para
dar por acreditado el cumplimiento de los supuestos del artículo 230 del
Código Orgánico Procesal Penal, el cual señala que:
“…No se podrá ordenar una medida de coerción personal cuando ésta
aparezca desproporcionada en relación con la gravedad del delito, las
circunstancias de su comisión y la sanción probable.
En ningún caso podrá sobrepasar la pena mínima prevista para
cada delito, ni exceder del plazo de dos años; si se tratare de varios delitos
se tomará en cuenta la pena mínima del delito más grave…”

En atención a lo arriba expuesto, estimo pertinente traer a colación los


criterios que, con respecto a esta situación jurídica mantiene la Sala
Constitucional de nuestro máximo Tribunal, donde dejo sentado entre otras
cosas que:

“… En estos casos, una vez cumplidos los dos (2) años sin que
la misma haya cesado ni haya terminado el proceso penal, el
juez debe, de inmediato, decretar la libertad del procesado, sea
de oficio o a instancia de parte, para evitar la lesión del derecho
a la libertad personal consagrado en el artículo 44 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela…el
mismo imputado o acusado tiene el derecho de solicitar tal decreto,
una vez que se verifique el transcurso de un lapso superior al
establecido como máximo, de forma que al constatar tal
supuesto, el juez está obligado a declarar el decaimiento de la
medida privativa de la libertad, debido al mandato expreso
contenido en el citado artículo 244 de la ley procesal penal, a
fin de evitar que una medida que fue dictada conforme a
derecho se convierta en ilegítima al vulnerar un derecho de
rango constitucional…” Decisión N° 1145 de fecha 10-08-2009.

“…De acuerdo con el contenido del artículo 244 del Código


Orgánico Procesal Penal, la medida de coerción personal que es
decretada contra un imputado o acusado decae, previo análisis
de las causas de la dilación procesal, cuando ha transcurrido
más de dos (2) años de su vigencia contados a partir del
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momento en que fue dictada, claro está, siempre y cuando no
se haya proveído la prórroga establecida en el aludido
precepto, dado que, en ese caso, deberá esperarse que culmine
la misma para que pueda existir el decaimiento…” Sentencia. Nº
626 de fecha 13-04-07.

Por lo tanto, esta defensa haciendo valer los criterios sustentado


por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, y en uso de las
facultades que me otorgan la Constitución y las Leyes, conforme a los
argumentos arriba esgrimidos, por medio de este escrito SOLICITO que en
atención a lo dispuesto en el artículo 230 del Código Orgánico Procesal
Penal, que este Tribunal de Juicio DECRETE EL DECAIMIENTO DE LA
MEDIDA JUDICIAL PRIVATIVA DE LIBERTAD, que pesa en contra de mi
representada ARELIS JOSEFINA MILLAN, titular de la cédula de identidad
N° V-5.882.398, desde el 16-08-2016, es decir por el lapso de DOS (02)
AÑOS, NUEVE (09) MESES Y QUINCE (15) DÍAS y en su lugar se le
imponga una medida menos gravosas de las contenidas en el artículo 242
del Código Orgánico Procesal Penal.
Es Justicia que espero en la Ciudad de Caracas a la fecha de su
presentación.

La Defensa Privada,

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