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Nicolás Avellaneda

Nicolás Remingio Aurelio Avellaneda (San Miguel de Tucumán, 3 de octubre de 1837 - alta
mar, 25 de noviembre de 1885) fue un abogado, periodista, político y estadista argentino;
Nicolás Avellaneda
ministro de Justicia e Instrucción Pública de Argentina entre 1868 y 1873, senador nacional
por la Provincia de Tucumán. En 1874 resultó elegido presidente de la Nación por el Partido
Autonomista Nacional, del que fue fundador ese año, fuerza política que se mantendría 42 años
en el poder sin ninguna alternancia. En 1882 fue nuevamente senador nacional por su provincia
natal, hasta su fallecimiento.

Índice
Inicio
Ministro del presidente Domingo Faustino Sarmiento (1868)
Presidencia de Avellaneda
La economía y la crisis
La conciliación de los partidos
La Conquista del Desierto
La revolución de 1880
La solución de la cuestión capital
Gabinete de ministros
Carrera posterior Retrato del Presidente Nicolás Avellaneda
Muerte
Véase también
Referencias
Presidente de la Nación Argentina
Enlaces externos
12 de octubre de 1874-12 de octubre de 1880
Vicepresidente Mariano Acosta
Inicio Predecesor Domingo Faustino Sarmiento

Nicolás Avellaneda nació en San Miguel de Tucumán, el 3 de octubre de 1837. Fue hijo de Sucesor Julio Argentino Roca
Marco Manuel Avellaneda y Dolores de Silva y Zavaleta.

Su hermano, Marco Aurelio Avellaneda, fue un destacado legislador y funcionario argentino.


Fue diputado y senador de la Nación y ejerció el ministerio en tres oportunidades (en dos Senador de la Nación Argentina
ocasiones la cartera de Hacienda y en una encabezó el Ministerio del Interior). por Tucumán

Nicolás comenzó en el periodismo como colaborador del diario El Comercio Del Plata, que
3 de mayo de 1882-25 de noviembre de 1885
fundara Florencio Varela durante la época de Rosas.
3 de mayo-10 de octubre de 1874
En Buenos Aires se desempeñó, a partir de 1860, como profesor de economía de la
Universidad de Buenos Aires, siendo recordado como un excelente docente y mejor expositor.

En 1865 publicó su libro "Estudio sobre las leyes de Tierras", ensayo que versa sobre los
derechos de propiedad de los predios rurales.
Ministro de Justicia e Instrucción Pública de
Argentina
12 de octubre de 1868-10 de agosto de 1873
Ministro del presidente Domingo Faustino Presidente Domingo Faustino Sarmiento
Sarmiento (1868) Predecesor Eduardo Costa
Al asumir Domingo Faustino Sarmiento como Presidente de la Nación Argentina nombró a Sucesor Juan Crisóstomo Albarracín
Nicolás Avellaneda como Ministro de Justicia e Instrucción Pública, cargo que desempeñó con
gran destreza, entre el 12 de octubre de 1868 hasta el 23 de noviembre de 1874. Información personal
Nombre de Nicolás Remigio Aurelio
Avellaneda participó de las ideas sarmientinas respecto de la educación popular, al que
nacimiento Avellaneda y de Silva
consideró el verdadero basamento para el afianzamiento de la democracia de los pueblos.
Nombre en Nicolás Remigio Aurelio
español Avellaneda
Durante su ministerio se fundaron las primeras escuelas normales para la formación de Nacimiento 3 de octubre de 1837
maestros de Argentina y se reorganizó también el sistema de enseñanza primaria y obligatoria. San Miguel de Tucumán,
Tucumán, Confederación
Sarmiento debió encargarse de graves problemas socioeconómicos que le atendían gran parte Argentina
de su tiempo, por lo que decidió delegar su proyecto de renovación educacional a su flamante Fallecimiento 25 de noviembre de 1885 (48
Ministro, Nicolás Avellaneda. Su coincidencia en los pilares de la nueva educación que se años)
buscaba permitió a Sarmiento delegar todas las decisiones a Avellaneda. Tanto es así, que fue A bordo del buque El Congo, en
alta mar
el Ministro quien impulsó la creación de escuelas normales en todas las provincias de la
República1 , la renovación de los programas primarios, secundarios y universitarios. Impulsó Lugar de Cementerio de la Recoleta
la escuela secundaria, que por aquel entonces solo se podía obtener en Buenos Aires, Córdoba sepultura (Argentina)
y Concepción del Uruguay, con el fin de extenderla a todos los pagos de la República. Nacionalidad Argentina
Partido Partido Nacional
Durante su gestión como Ministro, se agregaron 800 escuelas a las 1000 ya existentes antes de político Partido Autonomista Nacional
1868. La cantidad de alumnos pasó de 30.000 a 100.000 chicos en todo el país.
Familia
En 1873 comienza a planear su candidatura presidencial. Con el apoyo de Sarmiento, Alsina y Cónyuge Carmen Miguens de Avellaneda
Roca, lanza oficialmente su candidatura en Córdoba, donde recibe un amplio apoyo. El único Educación
que podría darle pelea en las urnas al tucumano era el expresidente, Bartolomé Mitre. Pero a Educado en Universidad de Buenos Aires
diferencia del tucumano, Mitre no contaba con el apoyo del interior del país.
Información profesional
Sabiendo que el día a día de la campaña iba a interferir y casi imposibilitar su labor como Ocupación Abogado
Ministro, presentó su renuncia al presidente Sarmiento, quien únicamente la aceptó
Empleador Universidad de Buenos Aires
reconociendo que era por el bien general del país. Sarmiento veía a Avellaneda como su
sucesor natural y apoyó su candidatura durante toda la campaña. Estudiantes
Manuel D. Pizarro
doctorales
Firma
Presidencia de Avellaneda
El 14 de abril de 1874, en medio de una gran tensión política, se realizaron elecciones
presidenciales. Nicolás Avellaneda se impuso sobre Bartolomé Mitre, quien sólo triunfó en
Buenos Aires, Santiago del Estero y San Juan.

Avellaneda fue el tercer y último mandatario del período de las presidencias históricas argentinas. Como presidente compartió con sus antecesores un mismo
proyecto de país que resultó fundacional para el estado argentino y que se basó en tres metas: “nación, constitución y libertad”. La nación entendida como la
entidad superior que unificó a todas y cada una de las provincias en un estado común. La constitución como un catálogo de derechos que regulan las relaciones
de las personas y limita a los tres poderes de estado. La libertad como principio básico del liberalismo.

Fue el primer presidente civil, no pertenecía a ninguna de las fuerzas armadas. Como le dice Sarmiento al entregarle la banda presidencial: "Es usted el primer
presidente que no sabe usar una pistola".2

Políticamente opuesto a las aspiraciones autonomistas de la provincia de Buenos Aires, asumió la presidencia el 12 de octubre de 1874, a la edad de 37 años.

El 14 de febrero de 1879 fuerzas chilenas ocuparon la provincia de Antofagasta —hasta ese momento perteneciente al territorio de la República de Bolivia— y
daban inicio a la denominada Guerra del Pacífico, del Guano o del Salitre. Aun cuando la Argentina mantenía fuertes disputas territoriales con Chile, la
Argentina no intervino en ese conflicto, lo que permitió el aplastante triunfo chileno en la misma. De hecho, durante la presidencia de Julio Argentino Roca,
sucesor de Avellaneda, y en pleno conflicto bélico, la Argentina y Chile suscribirían el tratado de Límites de 1881.

La economía y la crisis
El permanente déficit presupuestario y la urgencia de afrontar el pago de las deudas públicas fue la causa de la sanción durante la presidencia de Avellaneda, a
principios de 1875, de una Ley de Aduanas que aumentaba un 40 % los derechos de importación de productos industriales. A fines de 1875 se hizo evidente la
crisis financiera del gobierno, causada por los desmanejos financieros del gobierno y por la baja de los precios de las materias primas en el mercado mundial. El
Banco Nacional fue utilizado para solventar parte de las necesidades de fondos del gobierno nacional, pero para ello debió acudir, a su vez, a un crédito tomado
al Banco de la Provincia de Buenos Aires.3

Finalmente, tras buscar infructuosamente otras salidas, el presidente se decidió a una reducción masiva del gasto público, despidiendo 6000 empleados públicos
y bajando los sueldos en un 15 %. En un discurso muy conocido, afirmó que4

Hay dos millones de argentinos que economizarán hasta sobre su hambre y su sed, para responder en una situación suprema
a los compromisos de nuestra fe pública en los mercados extranjeros.
No todos estaban de acuerdo con esa solución; existía una fracción del autonomismo –en que sobresalían Dardo Rocha, Miguel Cané, Carlos Pellegrini y Vicente
Fidel López– que durante sucesivas discusiones parlamentarias a lo largo del año 1875 propusieron alguna forma de proteccionismo para promover la
industrialización, para que el país dejara de depender de las exportaciones de productos primarios y las importaciones de productos industriales. Tras un período
durante el cual tuvieron alguna acogida en la prensa, sus propuestas terminarían por ser dejadas de lado ante la progresiva solución de la crisis. Solución que sólo
en parte se debió a la austeridad gubernamental: fue el aumento del precio de la lana el que revirtió el déficit comercial.5 6

Apenas tuvo en claro que se estaba saliendo de la crisis, el presidente propuso una Ley de Inmigración y Colonización –la Ley Avellaneda– que promovía
activamente un ingreso de personas que hasta entonces era un proceso caótico. Por la misma, se garantizaba a los inmigrantes el alojamiento en el puerto de
llegada y en el punto del interior en que decidieran radicarse, y se les facilitaba conseguir su primer trabajo.7 Se produjo un nuevo aumento del número de
inmigrantes, que se instalaron en las colonias agrícolas de Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba –e incluso unas pocas en Buenos Aires– en mayor proporción que
hasta entonces.8

En 1875 se inauguró la primera Exposición Rural de Buenos Aires, organizada por la Sociedad Rural Argentina, que ha sido continuada anualmente hasta la
actualidad.9

Avellaneda fue el más claro realizador de las ideas del fomento de la inmigración, en especial la europea, que la Constitución de 1853, definió en su famosa
"cláusula del progreso". Compartía ese mismo ideario con el politólogo Juan Bautista Alberdi, sostenedor de la frase En América gobernar es poblar y también
con su antecesor en el cargo del Poder Ejecutivo Nacional, el expresidente Sarmiento.

En diciembre 1876 llegó al país el primer barco frigorífico, Le Frigorifique, equipado con dos cámaras que mantenían una temperatura de 0 grados
centígrados.10 Esto modificaba notablemente el panorama de las exportaciones argentinas e incrementaba el valor del ganado y permitió llevar a cabo el primer
embarque de carne congelada hacia Europa, y al año siguiente las primeras exportaciones de cereales.11 Estas actividades irían creciendo gradualmente hasta
convertirse en los dos renglones más importantes de las exportaciones argentinas a partir de la década de 1890.12

Como consecuencia –y también como condición necesaria– de esa expansión agrícola, la extensión de la red ferroviaria tuvo un gran impulso durante al
gobierno de Avellaneda, llegándose a los 2516 kilómetros al final de su mandato, lo que equivale a un aumento del 89 % en seis años. El propio presidente
inauguró el ramal hasta San Miguel de Tucumán –iniciado durante la presidencia de Sarmiento– y se extendieron los dos ferrocarriles de la provincia de Buenos
Aires: el Oeste y el Sur. También se extendió el ramal que debía ir hacia Chile, llegando hasta Villa Mercedes, en San Luis.13

La conciliación de los partidos


Al asumir la presidencia de la Argentina, Avellaneda había nombrado un gabinete ministerial formado por
cuatro provincianos y un porteño, Adolfo Alsina, que ejercía como Ministro de Guerra.14

En 1875, una turba de anticlericales y masones saqueó e incendió la Iglesia del Salvador, de los padres
jesuitas. Era una manifestación violenta del crecimiento del anticlericalismo en las clases sociales más
altas, en parte provocada por el conocido catolicismo del presidente.15

También a principio de ese año se produjeron las elecciones de gobernador en Buenos Aires, en las que el
mitrismo se negó a participar; en cambio se enfrentaron dos sectores del autonomismo: uno, sostenido por
el presidente, llevó como candidato a Carlos Casares, un estanciero propenso a acercar posiciones con el
mitrismo que derrotó al sector más radicalizado, en que figuraban Dardo Rocha, Aristóbulo del Valle y
Leandro N. Alem.5

Ante la perspectiva de un enfrentamiento permanente con el mitrismo, Avellaneda prefirió pactar con él.
Amnistió a los jefes militares de la revolución del 74, incluyó nombres de ese partido en las listas
autonomistas para las elecciones de diputados, y en los sucesivos recambios de ministros prefirió nombrar
a los amigos de Mitre. Uno de éstos, Saturnino Laspiur, fue nombrado ministro del Interior. En las
elecciones porteñas de 1878, la lista de la Conciliación llevó a la gobernación a un autonomista muy
cercano al mitrismo, Carlos Tejedor.16

Sin embargo, la muerte del ministro Alsina en enero de 1878 inició el distanciamiento de ambos partidos.
La intervención del presidente a favor del gobernador riojano —a mediados de ese año— causó la
renuncia de Laspiur, junto al cual se retiraron los demás mitristas. Buscando ampliar sus apoyos, el
presidente acudió a Sarmiento, quien fue sucesivamente ministro del Interior y de Relaciones Exteriores, Nicolás Avellaneda.
pero finalmente se decidió a apoyarse exclusivamente en su partido y en la Liga de Gobernadores; ésta
pasó a llamarse oficialmente Partido Autonomista Nacional. Por su parte, Mitre anunció la creación oficial
del Partido Nacionalista. El general Gainza y el gobernador Tejedor se incorporaron al Partido Nacionalista.17
La Conquista del Desierto
En 1867 se había promulgado la Ley 215, que ordenaba al gobierno nacional llevar las fronteras al Río Negro; no pudo tener aplicación debido a la Guerra del
Paraguay.18

La ofensiva contra los indígenas debió esperar hasta el año 1872; ante las señales de que se planeaban ataques contra sus tolderías, el cacique mayor Calfucurá
ordenó el malón más grande de la historia, que –en marzo de ese año– atacó y saqueó gran parte del centro de la provincia de Buenos Aires. Una rápida reacción
del general Rivas con apoyo de indios ranqueles le permitió una completa victoria en la batalla de San Carlos.19

A partir de entonces, favorecido el gobierno nacional por la muerte de Calfucurá, se inició una serie de avances en la frontera, especialmente en el oeste de
Buenos Aires. A principio de 1876, los caciques Juan José Catriel y Manuel Namuncurá –hijo y sucesor de Calfucurá— lanzaron otro gran malón sobre el sur de
la Provincia de Buenos Aires.20

El ministro Alsina lanzó entonces una agresiva campaña para ocupar el oeste de la provincia: a lo largo de 1876 avanzó con cinco columnas paralelas sobre los
principales asentamientos de avanzada de los indígenas, ocupándolos. Para evitar nuevas incursiones, ordenó la construcción de la llamada Zanja de Alsina: una
línea de fortines unidos por una zanja de 3,50 metros de ancho por 2,60 metros de profundidad, que sirvió como límite para los territorios sin conquistar de 374
km entre Italó –en el sur de Córdoba– y Nueva Roma, a corta distancia de Bahía Blanca.21 22

Sin darse cuenta, al tomar las lagunas del oeste, Alsina destruyó las bases de la prosperidad de los indígenas, ya que las lagunas ocupadas eran utilizadas para
mantener alimentados a sus caballos y para engordar los animales arreados por los malones; por otro lado, en esos años la población indígena fue atacada por una
epidemia de viruela que costó la vida a miles de ellos.23

Tras la muerte de Alsina, Avellaneda nombró en su reemplazo al general Julio Argentino Roca10 , que había criticado la supuesta actitud defensiva de Alsina. En
contraste con su antecesor, que había intentado incorporar a los indígenas a la civilización occidental, Roca creía que la única solución contra la amenaza de los
indígenas era su sometimiento, su expulsión o su eliminación. Sobre la base de esa premisa propuso un proyecto de ley para ocupar todo el territorio indígena
hasta los ríos Negro y Neuquén en dos años. La ley fue sancionada el 4 de octubre de 1878, acordando 1 700 000 pesos al proyecto, cuando el plan ya estaba en
marcha.24

A lo largo del año 1878 se lanzaron sucesivas ofensivas sobre las posiciones indígenas, causando centenares de bajas a las fuerzas de Namuncurá y la captura de
los temidos caciques ranqueles Pincén, Catriel y Epumer. Unos 4000 indígenas –en su mayoría mujeres y niños– fueron capturados en estas campañas.25

El 11 de octubre de 1878, mediante la Ley 954, se creó la Gobernación de la Patagonia, con sede en Mercedes de Patagones, actual Viedma, cuyo primer
gobernador fue el coronel Álvaro Barros; su jurisdicción alcanzaba hasta el cabo de Hornos.26

En abril de 1879 se lanzó el ataque final: cinco divisiones que sumaban 6000 hombres –incluyendo 820 indígenas aliados – avanzaron en abanico hacia el río
Negro; el ministro Roca festejó el 25 de mayo en la isla Choele Choel.27 De acuerdo a la Memoria presentada por el ministro de Guerra, 1313 indios de lanza
resultaron muertos y 1271 tomados prisioneros; cinco caciques principales fueron tomados prisioneros y uno fue muerto; 10 513 indios de chusma –mujeres y
niños– fueron tomados prisioneros, y otros 1049 fueron reducidos.28

Así la presidencia de Avellaneda iniciaba la integración geopolítica de aproximadamente un tercio de la actual superficie continental de Argentina.

Luego de la culminación de las exitosas expediciones, la Argentina logró incorporar definitivamente a su soberanía territorial toda la pampa y la Patagonia.
Asimismo millones de hectáreas pudieron comenzar a ser utilizadas por la población de raza blanca, formándose pueblos, puertos, estancias, al fomentarse el
progreso a través del establecimiento del avance de las comunicaciones, los caminos, las postas y los telégrafos.

La revolución de 1880
Tras el fracaso de la Conciliación, los nacionalistas promovieron la candidatura presidencial de Tejedor, que contaba con el respaldo de Buenos Aires y algunos
apoyos provinciales. Tras la muerte de Alsina –candidato natural de los autonomistas– el único personaje suficientemente prestigioso en ese partido era el
general Roca, que fue propuesto como candidato por su cuñado, el gobernador cordobés Miguel Juárez Celman, y en Buenos Aires por el médico Eduardo
Wilde; pronto tuvo el apoyo de la mayor parte de los gobernadores.29

Poco antes, Avellaneda había propuesto la federalización de la ciudad de Buenos Aires como solución definitiva a la "cuestión capital".30

Gran cantidad de porteños compraron armas y formaron una fuerza militar de voluntarios en el Tiro Federal, mientras Tejedor ordenó la formación de milicias
provinciales.31 Avellaneda respondió prohibiendo por decreto la creación de cuerpos armados voluntarios provinciales.32

Tras una agresiva manifestación porteña que estuvo a punto de atacar la Casa Rosada, el 17 de febrero Tejedor se reunió con Avellaneda, que se comprometió a
no ocupar la capital con el Ejército.33

El 11 de abril se realizaron las elecciones para presidente, de las que surgió una amplia victoria para los electores de Roca, excepto en Buenos Aires y
Corrientes.34 Tejedor ofreció a Roca que ambos renunciaran a sus respectivas candidaturas, lo que fue declinado por Roca.35 El desembarco de 3500 fusiles y
miles de municiones en el Riachuelo causó un tiroteo entre fuerzas porteñas y nacionales.36
El 13 de junio, Avellaneda decretó el traslado del gobierno federal al pueblo de Belgrano como capital provisional, y el Senado y parte de la Cámara de
Diputados se trasladaron allí.37 Ese mismo día se reunió el Colegio Electoral, que eligió presidente al general Roca.38

Cuatro días más tarde comenzaron los combates; tras dos batallas sobre el Riachuelo, las fuerzas porteñas lograron detener por tercera vez a las nacionales en los
Corrales, pero terminaron por retirarse ante la amenaza de un nuevo ataque.39

Se habían producido unos 3000 muertos, y la situación de Buenos Aires era desesperada: apenas contaba con 4000 hombres y las fuerzas nacionales seguían
avanzando,40 de modo que Tejedor encargó a Mitre negociar con el presidente. El día 25 de junio se firmó un acuerdo que incluía una amplia amnistía, la
renuncia de Tejedor, el reconocimiento de la elección presidencial de Roca y la federalización de Buenos Aires si el Congreso así lo decidía. Las milicias fueron
desarmadas, y Tejedor renunció el día 30.41

La solución de la cuestión capital


El 24 de agosto el presidente Avellaneda envió el proyecto de ley para federalizar la ciudad de Buenos
Aires, que fue sancionada el 21 de septiembre.42

El 12 de octubre de 1880, el general Julio Argentino Roca asumió la presidencia de la Nación, iniciando el
período de la República Conservadora.43

Todavía faltaba –de acuerdo con lo establecido por la reforma constitucional de 1860– la aprobación de la
federalización por parte de la legislatura porteña. Ésta inició el debate el 12 de noviembre, destacándose
en su defensa el diputado, periodista y poeta José Hernández, mientras que el principal opositor fue
Leandro N. Alem, ambos autonomistas. El 25 de noviembre la ley fue aprobada por mayoría.44

La desvinculación política de la capital con la provincia en la que se asentaba había sido una aspiración
constante de las provincias argentinas —con excepción de la de Buenos Aires, que reaccionó
enérgicamente ante la medida— durante todo el proceso de formación del estado argentino.

Gabinete de ministros
Monumento a Nicolás Avellaneda en el
Parque 3 de Febrero.

Ministerios del Gobierno de


Nicolás Avellaneda
Cartera Titular Período
Simón de Iriondo
12 de octubre de 1874 – 25 de agosto de 1877
Bernardo de Irigoyen
2 de octubre de 1877 – 6 de mayo de 1878
Saturnino Laspiur
Ministerio del Interior 8 de mayo de 1878 – 25 de agosto de 1878
Domingo Faustino
29 de agosto de 1878 – 9 de octubre de 1879
Sarmiento
9 de octubre de 1879 - 12 de octubre de 1880
Benjamín Zorrilla
12 de octubre de 1874 – 2 de agosto de 1875
Pedro A. Pardo
2 de agosto de 1875 – 2 de octubre de 1877
Bernardo de Irigoyen
2 de octubre de 1877 – 8 de mayo de 1878
Rufino de Elizalde
Ministerio de Relaciones Exteriores y 8 de mayo de 1878 - 6 de septiembre de 1879
Manuel Montes de Oca
Culto 6 de septiembre de 1879 - 9 de octubre de
Domingo F. Sarmiento
1879
Lucas González
9 de octubre de 1879 - 7 de junio de 1880
Benjamín Zorrilla
7 de junio de 1880 - 12 de octubre de 1880
Adolfo Alsina 12 de octubre de 1874 – 4 de enero de 1878
Ministerio de Guerra y Marina Julio Argentino Roca 4 de enero de 1878 – 9 de octubre de 1879
Carlos Pellegrini 9 de octubre de 1879 - 12 de octubre de 1880
Santiago Cortínez 12 de octubre de 1874 – 2 de agosto de 1875
Lucas González 2 de agosto de 1875 – 20 de mayo de 1876
Norberto de la Riestra 20 de mayo de 1876 - 26 de agosto de 1876
Ministerio de Hacienda
Victorino de la Plaza 26 de agosto de 1876 – abril de 1878
Bonifacio Lastra abril de 1878 – 9 de octubre de 1879
Victorino de la Plaza 9 de octubre de 1879 - 12 de octubre de 1880
Ministerio de Justicia e Instrucción Onésimo Leguizamón 12 de octubre de 1874 – 3 de octubre de 1877
Pública José María Gutiérrez 4 de octubre de 1877 – 8 de mayo de 1878
Bonifacio Lastra 8 de mayo de 1878 – 9 de octubre de 1879
Miguel Goyena 9 de octubre de 1879 - 12 de octubre de 1880

Carrera posterior
Nicolás Avellaneda, siempre ligado al ámbito educativo, en 1881 fue designado rector de la Universidad de Buenos Aires.

En 1882 fue designado senador nacional por la Provincia de Tucumán, donde había nacido, cargo que ejerció hasta su muerte.

Otra importante ley que llevó su nombre fue la Ley de Universidades, de 1885, que otorgó a los centros educativos de
enseñanza superior autonomía universitaria a nivel académico, respetando la libertad de enseñanza y de pensamiento y que
constituyó uno de los antecedentes de la Reforma Universitaria de 1918. Solamente dejó al estado la responsabilidad
financiera universitaria. Uno de los principales cambios de esta Ley era el nombramiento de los profesores, que dejaba de ser
por afinidad y pasaba a ser por concurso.

Todavía mantenía intacto su espíritu de educador, tanto es así que cuando algunos de los profesores de ausentaba, el mismo
tomaba la suplencia de la clase, no importaba la materia que fuera, el doctor Avellaneda estaba preparado para dar lección.

Su gestión fue muy buena y reconocida por alumnos y profesores. Es por eso mismo que en 1885 le renuevan su cargo como Libro publicado en 1883
rector por tres años más, pero que no llegará a cumplir.

Avellaneda también manifestó una natural inclinación hacia la literatura. Su producción literaria, en la que se encuentran reunidos —entre otros trabajos— sus
discursos presidenciales, está agrupada con el título Escritos literarios.

Desde los días de su presidencia se lo notaba avejentado, frágil y endeble físicamente. Pero en sus últimos años su salud empezó a empeorar, fue diagnosticado
con la enfermedad de Bright, mal que lo acarrearía hasta su muerte.

Muerte
Con la esperanza de poder tratar para la nefritis que lo afectaba10 , Avellaneda viajó a Francia a consultar
a un grupo de médicos especialistas.

Sin embargo, el diagnostico no era bueno, no había nada que pudieran hacer. Luego de tres meses,
Avellaneda decidió volver para morir en su patria. Pero su último deseo no pudo ser cumplido, murió en
alta mar, a los 48 años10 , el 25 de noviembre de 1885 en los brazos de su compañera de toda la vida.

Fue bajado de la embarcación en un ataúd cubierto con la bandera argentina. El presidente Julio Argentino
Roca decretó ocho días de duelo nacional, y sus restos fueron despedidos con todos los honores. Sus
restos descansan en el Cementerio de la Recoleta.

Véase también
Portal:Argentina. Contenido relacionado con Argentina.
Anexo:Presidentes de la Nación Argentina

Referencias
Tumba de Nicolás Avellaneda en el
7. Gasió y San Román (1984): 77-84. Cementerio de la Recoleta.
1. «Nicolás Avellaneda» (https://www.elhistori
ador.com.ar/nicolas-avellaneda/). 8. Gasió y San Román (1984): 80-84.
2. «Asunción de Avellaneda» (https://www.la 9. Gasió y San Román (1984): 80.
gaceta.com.ar/nota/540628/sociedad/asun 10. «Nicolás Avellaneda» (https://www.elhistori
cion-avellaneda.html). ador.com.ar/nicolas-avellaneda/).
3. Gasió, Guillermo H.; San Román, María C. 11. Gasió y San Román (1984): 88-89.
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4. Cabral, César Augusto (1967). Alem, 13. Cuccorese, Horacio Juan (1969). Historia
informe sobre la frustración argentina. de los ferrocarriles en la Argentina.
Peña Lillo. p. 177. Macchi. p. 69.
5. Barba, Fernando Enrique (1982). Los 14. Gasió y San Román (1984): 42-43.
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6. Caravaca, Jimena (2011). ¿Liberalismo o 16. Gasió y San Román (1984): 93-105.
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29. 17. Gasió y San Román (1984): 105-112 y
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p. 131. 44. Serrano (1995): 175-186.
29. Gasió y San Román (1984): 190-191.

Enlaces externos
Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Nicolás Avellaneda.
Wikimedia Commons alberga una galería multimedia sobre Nicolás Avellaneda.

Wikisource en español contiene obras originales de Nicolás Avellaneda.


La presidencia de Avellaneda 1874-1880 (http://www.todo-argentina.net/historia/org_nac/avellaneda/index.html)

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