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net/publication/285580393
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Enrique Echeburúa
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
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INTRODUCCIÓN
Este capítulo va a examinar el crecimiento postraumático en el caso de hechos
colectivos extremos de carácter socio-político, como guerras, genocidios (en el caso de
Guatemala o Ruanda) o actos de violencia política que afectan a comunidades (como el
11-M de 2004 o el 11-S de 2011 en Madrid y EEUU). Definiremos resiliencia y
crecimiento postraumático colectivo, sus manifestaciones y los procesos explicativos
que llevan a ellos, en particular examinando diferencias culturales entre individualismo
y colectivismo. Finalmente revisaremos los procesos de afrontamiento comunitario que
facilitan el CPT colectivo. Nos apoyaremos en estudios realizados en África, Asia,
América y España (descritos en Vázquez y Páez, 2010, Páez, Vázquez, Bosco, Gasparre,
Iraurgi y Sezibera, 2011 y Weiss y Berger, 2011). Aunque citaremos estudios sobre
víctimas directas, también nos referiremos a estudios sobre víctimas indirectas y
población general.
1.- RESILIENCIA Y CRECIMIENTO POSTRAUMÁTICO (CPT) COLECTIVO
Los estudios indican que la mayoría de las personas que han experimentado o
presenciado un acontecimiento traumático muestran resiliencia o no informan de
trastornos clínicos significativos relacionados con el trauma (Bonanno, 2004; Bonanno,
Brewin, Kaniatsy y La Greca, 2010). La resiliencia se define como la capacidad de
seguir funcionando y desarrollándose pese a circunstancias adversas, como los sucesos
traumáticos. El concepto de resiliencia se originó en estudios sobre niños que, pese a
vivir en condiciones muy adversas, se desarrollaron normalmente. La resiliencia física
es la capacidad de un material de recuperar su forma una vez que las presiones que lo
afectaban desaparecen. En psicología se refiere a la capacidad de robustez psicológica o
integración del yo, a la flexibilidad del sujeto ante la adversidad, a su capacidad de no
ser afectado fuertemente por hechos traumáticos y condiciones adversas, así como a la
capacidad de recuperarse después de ellos. Los sujetos resilientes redefinen
positivamente lo ocurrido, son optimistas, atenúan las emociones negativas y generan
emociones positivas como la esperanza, y participan activamente en la sociedad,
apoyándose en las relaciones de confianza que poseen (Ibáñez, 2012; Fredrickson y
Tugade, 2003; Hefferon y Boniwell, 2011). Este modelo de resistencia y recuperación
también se ha observado en la población general expuesta a los ataques terroristas en
Nueva York y otras ciudades de Estados Unidos, Madrid o Londres (Vázquez y Páez,
2011; Páez, Vázquez et al.., 2011; Rubin, Brewin, Greenberg, Simpson y Wessely,
2005).
Pero, más allá de la resiliencia, también hay evidencia de que, en estos casos, las
personas también pueden experimentar una variedad bastante amplia de emociones y
cogniciones positivas, pero también una reconfiguración positiva, un crecimiento
personal e interpersonal o un florecimiento postraumático como resultado de su lucha
contra la adversidad (Ibáñez, 2012). Los estudios muestran que, si el 100% de los
afectados por hechos traumáticos como la violencia colectiva reportan efectos negativos
de lo ocurrido, también un 30-70% de los afectados informan de efectos positivos (Páez,
Vázquez et al.., 2011). Si un cuarto o tercio de víctimas de violencias y torturas sufren
un trastorno de estrés postraumático (TEPT), un 50% o más muestran un crecimiento
postraumático (CPT) (Punamaki, 2011). Si bien los hechos traumáticos pueden producir
una visión negativa de sí mismo y del mundo, en ocasiones también pueden conllevar
efectos positivos en el ámbito personal. Entre ellos se pueden plantear los siguientes: a)
una sensación de crecimiento personal y de aprendizaje sobre las capacidades,
habilidades y resistencia personal; b) un aumento de la sabiduría y el conocimiento; c)
una mejora del conocimiento sobre sí mismo y los otros; d) un mayor aprecio de lo que
se tiene y un aprendizaje de las prioridades importantes en la vida; y e) un mayor
desarrollo espiritual. En el mismo sentido, si una catástrofe social puede empeorar la
visión del mundo y de los otros, también puede tener efectos positivos en las relaciones
con los otros, como los siguientes: a) reunir y acercar a la familia; b) unir a la
comunidad, haciéndolos sentirse más cerca; c) provocar una orientación más prosocial:
ser más tolerante y compasivo con los otros, así como valorar el apoyo que estos
ofrecen; y d) pensar que los otros pueden beneficiarse de su experiencia. Los estudios
transculturales en Asia, África, Medio Oriente y Latinoamérica han confirmado que en
general los cambios se organizan en dos dimensiones (v.g., cambios intra e
interpersonales), o bien en tres dimensiones (v.g., descubrimiento de fortalezas y nuevas
oportunidades personales; cambios interpersonales; y crecimiento espiritual y cambio
de filosofía de vida como, por ejemplo, valorar la vida y el presente o cambiar
prioridades). Solo en países desarrollados individualistas, como Australia o de Europa
Occidental, se encuentran las 5 dimensiones originales de Calhoun y Tedeschi,
probablemente porque en estas culturas, por su énfasis en la persona individual, los
sujetos diferencian más las facetas de crecimiento personal entre ellas y de lo
interpersonal (Weiss y Berger, 2011 – la escala PTGI de estos autores y cómo utilizarla
está accesible libremente en Páez, Vázquez et al.., 2011, y en www.ehu.es/pswparod,
apartado instrumentos).
1.1.- Crecimiento pPostraumático colectivo
El crecimiento postraumático fue concebido originalmente como beneficios
personales e interpersonales, pero, en condiciones de trauma colectivo, y en culturas que
muestran más los valores colectivistas, como las de Asia, Guatemala y en cierta medida
España, el crecimiento también puede ser percibido en el ámbito social. Además de los
beneficios sociales percibidos a menudo después de las adversidades, en el caso de los
acontecimientos sociales traumáticos las personas también pueden experimentar un
aumento agudo de la cohesión de su comunidad (Páez, Vázquez et al.., 2011).
Mostrando cuán frecuente es este fenómeno en una muestra de 40 clérigos anglosajones,
16 meses después de graves inundaciones que habían afectado sus comunidades, un
90% informaron que sus congregaciones se habían desarrollado y eran más capaces en
la actualidad de afrontar nuevas catástrofes colectivas naturales (Echterling et al.., 1992,
citado en Spilka, Hood, Hursnberger y Gorsuch, 2004, p.239). Definiremos el
crecimiento colectivo como los beneficios percibidos en la sociedad y cultura asociados
a la reacción ante un trauma. Es un aprendizaje comunitario con manifestaciones en
emociones colectivas y clima emocional, creencias, valores y conductas sociales. Para
una visión más concreta presentamos abajo una propuesta de evaluación del crecimiento
postraumático comunitario elaborada por Páez, Reyes y Villagran para ser aplicada en
contextos de catástrofes naturales y sociales:
Te rogamos que dediques algunos minutos para pensar en alguna situación estresante
que has vivido y también haya sido vivida por otras personas que tú conozcas. Por
“estresante” nos referimos a una situación que haya sido difícil o problemática para ti,
porque te desborda o implica muchos esfuerzos para afrontarlo. Podría haber sido una
discusión con algunas personas cercanas a ti, un problema en casa, de estudio, de
trabajo, un problema médico, una separación de alguien querido, un problema con tu
coche, etc. Por favor ten en mente que nos gustaría que tú pensases en una situación en
la cual estaban implicadas también otras personas. Es decir, una situación donde has
reconocido que no estabas solo en tu experiencia. Recuerda que otro miembro de tu
familia, grupo de amigos, casa, vecindario, centro de trabajo etc. contestara también.
Asegúrate que responden al mismo problema. Con esta situación en la mente, por favor
conteste a las siguientes preguntas.
Explica brevemente la situación a la que te estás refiriendo. Cuando lo hagas indica la
situación y la/las personas que la experimentaron contigo.
1. Ahora te rogamos pensar en la/las personas implicadas en esta situación, y con
esta en mente, contestar a las siguientes preguntas.
a) ¿Respecto a la situación que has descrito antes, en qué medida opinas que esta/s
persona/s hayan vivido la experiencia de forma parecida a como tú la has vivido?
0 1 2 3
Nada Poco Bastante Mucho
b) ¿Siempre con respecto a esta situación, en qué medida las preocupaciones de la/s
personas a las cuales te estás refiriendo han sido similares a tus preocupaciones?
0 1 2 3
Nada Poco Bastante Mucho
c) ¿En qué medida utilizarías el término “nuestro” para referirte a la situación descrita
anteriormente?
0 1 2 3
Nada Poco Bastante Mucho
En relación con el problema descrito, indica en qué medida habéis empleado los
siguientes comportamiento. Nunca 0 A veces 1 A menudo 2 Siempre 3
1. Hemos participado activamente en el/los grupo que planificaban
0 1 2 3
acciones y participamos en las acciones
3. Esperábamos lo peor. 0 1 2 3
4. Cada uno ha tratado de hablar con personas que podrían hacer algo
0 1 2 3
concreto para resolver nuestro problema
10. Hemos hablado con alguien que tenía un problema, estado de ánimo
0 1 2 3
similar para saber que hizo él/ella
15. Nos hemos criticado por los errores y responsabilidades que hemos
0 1 2 3
cometido al afrontar el problema.
19. Nos comparamos con grupos que estaban peor que nosotros para
0 1 2 3
consolarnos
20. Nos comparamos con grupos que estaban mejor o que habían
enfrentado exitosamente problemas o situaciones como la nuestra 0 1 2 3
para inspirarnos
22. Hemos salido a pasear, hacer ejercicio, et. Para aumentar bienestar 0 1 2 3
Otro .................................................................................................... 0 1 2 3
Las preguntas 1-a, 1-b, 1-c evalúan en qué medida el problema, hecho de cambio, era
realmente colectivo. Suma las tres respuestas. Puntuaciones entre 0 y 3 indican que pese
a las instrucciones la persona piensa que no se trata de un problema colectivo. Entre 4
y 6 lo acepta de forma media y arriba de 7 cree realmente que se trata de un problema
comunal. Las familias o categorías de afrontamiento comunal son las siguientes:
I.- Dirigidas a cambiar la situación y los vínculos sociales: 1.- Afrontamiento comunal
directo: sumar itemes 1 y 2 ; 2.- Abandono psicológico item 3; 3.- Búsqueda de apoyo
social, sumar itemes 4.5.6 4.- Mediación, item 6; 5.- Altruismo comunal; item 8 6.-
Aislamiento social item 8, Rituales espirituales individuales y colectivos. Itemes 34 y 36,
Rituales seculares colectivos 35 y 37. II.- Dirigidas a cambiar la atención e interpretación
de la situación: 7.- Búsqueda de Información, item 10; 8.- Reevaluación comunal positiva,
item 11 Crecimiento post-estrés 12, 13, ; 9.- Distracción item 14; 10.- Rumiación
autocrítica, item 15; 11.- Evitación cognitiva , pensamiento desiderativo y negación item
16; item 17 y 18; 12.-Comparación Social, itemes 18 y 20 III.- Dirigidas a cambiar la
respuesta emocional: 13.-Regulación fisiológica activa o por consumo sustancias; itemes
21 y 22; 14.-Autocontrol, Auto modificarse y Aceptación; itemes 23,24,25; 15.-
Activación de emociones humor y afecto itemes 26 y 27; 16.-Expresión regulada itemes 29
y 30; 17.- Descarga, item 31; 18.-Confrontación; item 32 y 19.-Inhibición y Supresión.
Itemes 28 y 33;
Este cuestionario evalúa las respuestas grupales ante un problema común o
afrontamiento comunal, así como el afrontamiento por conductas colectivas simbólicas
o rituales religiosos o seculares. Se debe aplicar al menos a dos miembros del grupo y
trabajar con la media de respuestas – si no hay grandes diferencias entre las
puntuaciones Como regla de orientación si hay solo un punto de diferencia entre las dos
respuestas es válida la media como indicador. Si hay dos o mas indicaría que no hay una
respuesta comunal homogenea o consensual. Para evaluar debes sumar las respuestas
de los dos cuestionarios de los miembros del grupo. Los baremos siguientes se basan en
53 pares de hijos y padres o parejas que respondieron como contestaron al hecho
estresante común más importante del año pasado. Se aplicó una versión corta por lo que
hay información solo sobre parte de los 37 itemes. Los itemes están clasificados en
adaptativos o positivos (POS) y negativos o inadaptativos (NEG) – aunque esto depende
en parte del contexto- Directo cuando la situación no es modificable es negativo.
Busqueda de apoyo si se combina con directo o reevaluacion es positivo. Confrontación
puede ser negativo, pero potencia movilización social.
Suma un punto por cada coping positivo alto y por cada coping negativo medio o bajo.
Rango de 0 a 19. Puntuaciones superiores once indican coping grupal o comunal
adaptativo.
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