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UNIVERSIDAD SAN PEDRO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICAS

CURSO : CRIMINALISTICA

DOCENTE: Mg. VEREAU TRIGOSO JHAN CARLOS

TEMA:

ENSAYO: EL INFORME FINAL


DOCUMENTAL SOBRE O. J. SIMPSON

ESTUDIANTE: AVALOS AURORA LUIS HUGO

FECHA : 27 DE SETIEMBRE DEL 2019

CHIMBOTE – PERÚ

2019
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ENSAYO DE:
EL INFORME FINAL. DOCUMENTAL SOBRE O J SIMPSON

Rico, Famoso y no culpable, estos términos se lo otorgamos a una clase especifica


de nuestra sociedad, una clase donde normalmente sería todo lujo, bienes y la
buena vida. Nunca vemos problemas de grandes magnitudes en ellos, pero una
peculiaridad cuando una persona muy famosa y de un estatus social alto se enfrenta
de manera directa o indirectamente a la justicia quebrantando las leyes que el
estado prohíbe u ordena. Observamos frecuentemente que muchas veces estas
personas salen absueltas de toda culpa, es por esta razón que la sociedad siente y
cree que el estatus social de cada persona acompañada de su imagen y popularidad
reflejan una preferencia hacia esa persona a diferencia de un ciudadano de a pie,
común y corriente en nuestra sociedad.

Esto es parte de lo que considero se refleja en un caso polémico y controvertido


como es el del millonario y famoso Orenthal James Simpson mejor conocido como
O.J. Simpson encontrado no culpable en el juicio por el asesinato de su ex esposa
Nicole Brown y Ronald Goldman, un íntimo amigo de está.

Por todo ello este caso significó para la opinión pública una gran controversia de
posiciones encontradas de gran impacto para el mundo en el ámbito del derecho y
de la investigación criminal, a tal extremo que incluso hasta el día de hoy se
menciona y se tiene como precedente en las cortes legales de Estados unidos,
generando en la criminalística nuevas teorías para lo investigativo y para la
protección y cuidado de una escena del crimen.

Para continuar con este ensayo bridare a continuación información detallada y


concreta de lo que fue el caso de O.J. Simpson tanto en lo criminal como en lo civil,
con evidencia física del porqué, como, cuando y donde sucedieron los hechos.

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A principios de los años 90′ Orenthal James Simpson, mejor conocido como O.J.
Simpson, era una de las figuras mediáticas más famosas de Estados Unidos. Luego
de destacar como un notable jugador de fútbol americano a fines de los años 60’ y
principios de los años 70’, lo que le valió ser nombrado el Jugador Más valioso de
la NFL en 1973, Simpson, gracias a su carisma natural y carácter afable, había
incursionado exitosamente en la pantalla chica y grande como actor, como rostro
publicitario de grandes marcas comerciales y también como presentador de
televisión.

Sin embargo, su vida se torcería definitivamente el 12 de junio de 1994. En la


madrugada de ese día, su ex mujer Nicole Brown, madre de sus hijos Sydney y
Justin, y Ronald Goldman, un amigo de ésta, fueron hallados muertos a puñaladas
en el exterior del dúplex propiedad de Nicole, ubicado en el acomodado barrio de
Brentwood, en Los Ángeles. Nicole Brown, una bella mujer de raza blanca, había
sido apuñalada numerosas veces en la cabeza y el cuello, y tenía heridas
defensivas en sus manos. Ambas víctimas llevaban muertas unas 2 horas cuando
fueron descubiertas por la policía, que encontró en la escena del crimen un guante
de cuero derecho con manchas de sangre.

O.J. Simpson, por cierto, se había divorciado de Nicole dos años antes, después de
un matrimonio que duró siete años, tiempo durante el cual el célebre ex jugador de
fútbol americano fue investigado varias veces por la policía, acusado de violencia
doméstica.

Los policías, tras encontrar los dos cadáveres, se dirigieron a la propiedad de O.J.
Simpson en Rockingham para informarle de que su ex esposa había sido asesinada.
En el fondo de su casa encontraron su camioneta Ford Bronco blanco con sangre
en su interior y en su exterior. Posteriormente, en un recorrido por la propiedad, el
agente policíaco Mark Fuhrman descubrió un segundo guante de cuero con sangre,
que luego se determinó era la pareja del guante encontrado en la escena del crimen.
A través de pruebas de ADN, posteriormente se pudo determinar que la sangre en
el guante provenía de ambas víctimas.

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Todo lo anterior, junto con otra evidencia recolectada en ambas escenas del crimen,
fue considerado como causa probable para emitir una orden de arresto contra O.J.
Simpson, quien había tomado un vuelo a Chicago a últimas horas de la noche
anterior. Curiosamente, cuando los policías se comunicaron telefónicamente con
O.J. Simpson para decirle que su esposa estaba muerta, Simpson pareció
mostrarse consternado, aunque en ningún momento preguntó cómo Nicole Brown
había muerto.

Después de una mediática huida de la policía, que fue transmitida en directo por las
cadenas de noticias más importantes de Estados Unidos, O.J. Simpson fue detenido
y acusado del crimen de su ex esposa Nicole Brown y de Ronald Goldman,
protagonizando en los meses siguientes el juicio penal más publicitado de la historia
(comenzaría en noviembre de 1994 y terminaría en octubre de 1995). O.J. Simpson
no escatimó gastos para costear su defensa legal, por lo que fue representado por
un equipo de abogados defensores de alto perfil, conocido en inglés como el “Dream
Team” o “El equipo soñado”, que incluía al mediático abogado de celebridades
Robert Shapiro, el abogado de color Johnnie Cochran y F. Lee Bailey y Robert
Kardashian, entre otros profesionales.

Marcia Clark y Christopher Darden, los dos fiscales de distrito adjuntos, decidieron
no pedir la pena de muerte contra O.J. Simpson y en su lugar solicitaron una
sentencia de cadena perpetua. Ambos creían tener un caso fuerte contra el célebre
ex deportista, que incluía ADN de sangre descubierta en un par de calcetines de
Simpson encontrado en su habitación y que pertenecía a Nicole Brown, además de
análisis de ADN de sangre encontrada dentro, fuera y cerca de la camioneta Bronco
de O.J. Simpson, que reveló rastros de sangre de Simpson, Brown y Goldman.

Además, se encontraron mechones de pelo consistentes con el de Simpson en la


camiseta de Goldman, mientras que el análisis de ADN de sangre en un guante
izquierdo, encontrado afuera de la casa de Brown, demostró que la misma era una
mezcla de sangre de Simpson, Brown y Goldman, sin mencionar que también se
hallaron unas huellas de calzado sangrientas en la escena del crimen, que fueron
identificadas como producidas por unos finos zapatos Bruno Magli,

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extremadamente raros y caros. El tamaño de las huellas de estos zapatos, talle 12
grande (305 mm), coincidía por cierto con el talle de calzado de Simpson.

La Corte Superior de Los Ángeles dispuso que el juicio, a cargo del juez Lance Ito,
se realizara en el centro de Los Ángeles y no en Santa Mónica, lugar donde había
ocurrido el crimen. Esto significó que entre los potenciales miembros del jurado que
deberían decidir sobre el mediático e impactante caso, se encontraran más latinos,
afroamericanos, asiáticos-americanos y obreros que el que se hubiese obtenido en
Santa Mónica. En definitiva, el jurado final quedó compuesto por nueve personas
de raza negra, dos personas blancas y un hispano, lo que a la larga beneficiaría a
O.J. Simpson.

En su alegato inicial, el fiscal Christopher Darden partió afirmando que Simpson


había asesinado a su ex esposa en un ataque de celos, pues la fiscal Marcia Clark
pensaba que las mujeres del jurado, que eran la gran mayoría, simpatizarían con la
fallecida y asesinada Nicole Brown. Sin embargo, el hábil abogado defensor Jimmy
Cochran sembró la duda entre los miembros del jurado al sostener que había una
duda razonable respecto a la evidencia basada en el ADN, evidencia relativamente
nueva en los juicios de esa época, ya que supuestamente la sangre recolectada
como evidencia había sido manejada de forma errónea por científicos y técnicos
laboratoristas.

Para suerte de O.J. Simpson, gran parte de la evidencia incriminatoria (el guante y
los calcetines ensangrentados, la sangre dentro y fuera de la camioneta Bronco)
que lo inculpaba había sido descubierta por el detective Mark Fuhrman, quien luego
sería acusado de racista y perjurio por la defensa al afirmar falsamente durante el
juicio que no había utilizado la palabra “nigger” (un insulto racista) en los últimos 10
años, lo que se demostró revelando unos audios grabados entre 1985 y 1994 por
una joven guionista llamada Laura McKinny, quien había interrogado a Fuhrman
para un guión que estaba escribiendo sobre oficiales de policía. En esos audios
Fuhrman hablaba despectiva y ofensivamente contra la gente de color.

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Más tarde en el juicio, cuando la defensa de Simpson le preguntó a Mark Fuhrman
“¿usted plantó o creó alguna evidencia en este caso?”, el policía decidió no
responder, acogiéndose a la Quinta Enmienda de la Constitución de los Estados
Unidos contra la autoincriminación. Estas cintas de Fuhrman se volverían así una
de las piedras angulares del argumento de la defensa de que el testimonio del
policía carecía totalmente de credibilidad.

El 15 de junio de 1995, el abogado defensor Johnnie Cochran se anotó una jugada


maestra cuando, a instancias de sus colegas Robert Shapiro y F. Lee Bailey, incitó
al fiscal auxiliar Christopher Darden a pedirle a O.J. Simpson que se colocara los
dos guantes de cuero encontrados en la escena del crimen. Cuando O.J. intentó
ponerse los guantes de cuero, que habían estado empapados en sangre de
Simpson, Brown y Goldman, y habían sido congelado y descongelado varias veces,
éstos parecieron ser demasiado estrechos como para que Simpson se los colocara
con facilidad, especialmente sobre los guantes blancos de látex que tenía en sus
dos manos. La defensa de Simpson repitió entonces una frase dirigida al jurado que
se haría famosa: “Si no le caben, deben absolver”.

La fiscalía argumentaría posteriormente que O.J. Simpson, quien sufría de artritis,


no había tomado sus remedios antiinflamatorios, por lo que sufrió durante esa parte
del juicio una hinchazón en las articulaciones e inflamación en sus manos. Además,
adujo que los guantes se habían encogido por haber estado empapados en sangre
y por las numerosas pruebas científicas a las que fueron sometidos durante todo el
juicio. De todos modos, durante el juicio, la fiscalía presentó una foto de Simpson
llevando el mismo tipo de guantes que fue encontrado en la escena del crimen.

Al acercarse la fecha del veredicto del juicio, crecieron en todo Estados Unidos los
temores de que se generaran disturbios raciales en Los Ángeles y el resto del país
en caso de que O. J. Simpson fuera condenado por los asesinatos.

Después de una de las detenciones y juicios más ampliamente publicitados por la


prensa y la televisión en la historia de Estados Unidos, el 3 de octubre de 1995,
mientras aproximadamente 100 millones de personas a nivel mundial miraban por
televisión o escuchaban por radio el anuncio del veredicto, el ex jugador de fútbol

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americano, actor y presentador de televisión O.J. Simpson fue declarado no
culpable de ambos asesinatos, desatando una celebración en las calles entre la
gente de color.

Lo anterior no llamó demasiado la atención, pues hacia el final del juicio penal
diversas encuestas nacionales mostraron enormes diferencias en la apreciación de
la culpabilidad o inocencia de Simpson, dependiendo de si los estadounidenses
eran negros o blancos. De todos modos, en entrevistas posteriores al juicio, unos
pocos jurados dijeron que creían que probablemente O.J. Simpson sí había
cometido los asesinatos, pero que la fiscalía había sido incapaz de probar el caso
más allá de una duda razonable.

A pesar de ser absuelto, la imagen pública de Simpson quedó muy dañada y su


carrera como actor, presentador de televisión y rostro de marcas comerciales,
arruinada. En 1997, Simpson sería juzgado por los mismos hechos en un juicio civil,
el cual lo declaró culpable y lo condenó a pagar 33,5 millones de dólares por
concepto de indemnización a las familias de Nicole Brown y Ronald Goldman. Esto
hecho fue considerado insólito e incomprensible, porque a ojos de la justicia O.J.
Simpson aparecía como inocente y culpable a la vez. De esta millonaria deuda, por
cierto, el exjugador de fútbol pagaría sólo una pequeña parte.

A opinión personal, del presente caso puedo concluir la existencia de negligencia


en los procedimientos de investigación, en el recojo de pruebas o evidencias en la
escena del crimen y en la forma como se enfrentó o proceso. Este tipo de
negligencia de parte de los investigadores y la fiscalía hizo que muchas de las
evidencias perdieran credibilidad ante el juicio como, por ejemplo: los investigadores
no utilizaron guantes mientras bregaban con la evidencia, no protegieron la escena
del crimen debidamente, hubo alteración en la escena del crimen, caminaron por
las manchas de sangre dañando otras huellas que se encontraban en la escena del
crimen, comentarios racistas de parte de uno de los investigadores, etc.

Así mismo concluyo, que la fama, la condición social de millonario, el origen afro
americano de O.J. Simpson y la forma o manera en que se investigó la escena del

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crimen conllevo al jurado a tomar la decisión de declararlo no culpable penalmente,
lo que no significa que realmente así haya sido pues la existencia gran cantidad de
evidencia incriminatoria que inculpaba a Simpson como principal sospechoso, me
permite aseverar desde mi análisis que O.J. Simpson fue quien asesino a su ex
esposa Nicole Brown y a Ronald Goldman.

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