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PHILLIPSON
Material: El Test se compone de tres series de cuatro láminas cada una, más una lámina
en blanco. Cada una de las series muestra situaciones unipersonales, bipersonales,
tripersonales y grupales. Las series han sido definidas y agrupadas de acuerdo a sus
características en serie A – B – C.
Serie A: En las láminas de esta serie se presentan situaciones en que la figura humana
es vaga, hay un sombreado claro, ningún o poco elemento ambiental identificable.
Serie B: Las láminas de esta serie presentan más figuras y un marco ambiental dibujado
con trazos definidos oscuros, enfatizando el contraste blanco y negro. El ambiente tiene
objetos del mundo físico.
Serie C: Las láminas representan situaciones igual que en las demás: uni, bi, tripersonal
y grupales las que son representadas en forma más realista que en las series anteriores.
El ambiente es más rico en detalles. La forma de presentación de esta serie incluye el
uso de color. En algunos casos con una clara y a veces incongruente intrusión de un
elemento de color y en otros con la inclusión, de color más suave. El color se considera
un desafío emocional. Ya sea que sugiriera calidez, frialdad, temor, enojo, enfermedad,
daño o vitalidad.
Supuestos:
Los intentos del individuo de conciliar estos sistemas en sus interacciones actuales
con su mundo son los que determinan un comportamiento típico.
Cuando las relaciones objetales inconscientes son negativas, tienden a encontrar
expresión directa en una relación actual, el resultado será un deterioro en la claridad el
vínculo en una y cierta restricción en la interacción. Así la interacción se reducirá, perderá
flexibilidad, disminuirá el dar y el recibir. El individuo y los otros interactuarán de manera
parcial más que como totalidades. La percepción puede ser errónea, incompleta y a
menudo fuera de foco.
Los factores que determinan el grado de intromisión de las fuerzas inconscientes
dependen del individuo y el ambiente.
1. La presión y fuerza dominante con las cuales el individuo busca gratificación en sus
relaciones objetales.
Serie A: El clima emocional de esta serie deriva principalmente del uso del sombreado
suave y claro similar al utilizado en el Test de Rorschach. Con esto se intenta evocar
necesidades primitivas de relaciones objetales y ansiedades referidas a la satisfacción de
estas necesidades. Estas se vinculan a relaciones objetales de dependencia y enfatizan
el contacto físico y la sensorialidad.
Los diversos usos, por parte del sujeto, de los elementos sombreados y la sombra que se
integra a la interacción humana, pueden ser interpretados en forma similar a las hipótesis
de interpretación utilizadas en el Test de Rorschach.
Serie B: El valor dominante del estímulo en esta serie deriva por una parte de la textura
de las láminas y por otra de lo definido o desnudo del escenario. Este es frío, poco
diversificado, un ambiente poco acogedor.
Serie C: El uso del color, en esta serie, presenta un desafío al sujeto. Lo invita y a veces
casi lo obliga, como en la C – 3 y en la C – G, a responder frente a estímulos afectivos
expresados por el color y a tratar de integrar estos sentimientos y a los suyos en su
respuesta total. En algunas láminas como C – 3 y C – 1, hay una definida intrusión del
color, que representa un elemento casi incongruente. En C-3 por ejemplo, el globo rojo
introduce un golpe del color en forma agresiva lo que intensifica las posibles fantasías
agresivas inherentes a una situación triangular. Los amarillos, rojos, azules y blancos, a
veces, introducen tonos emocionales mezclados. El sombreado azul evoca sentimientos
relacionados con enfermedad o vejez una tristeza general del ambiente, mientras que el
rojo, que rodea la lámina, puede evocar fantasías destructivas. En C – G el blanco
intenso en los escalones aumenta la tensión y posibles sentimientos agresivos entre la
figura en lo alto de la escalera y el grupo que está abajo.
Instrucciones
Le mostraré algunas láminas. Desearía que viera cada una cuando la reciba y trate de
imaginar qué puede representar. A medida que las mire vaya dando vida, en su
imaginación a una historia que represente lo que ve. Primero se imagine cómo surgió
esta situación. Luego imagine qué es lo que está sucediendo en la situación y finalmente,
imagine qué sucede luego o cómo termina. Podríamos hacer una como Ej., y usted me
podrá preguntar sobre ella y yo le diré si está bien.
DESCRIPCIÓN DE LAS LÁMINAS Y SUS VALORES ESTÍMULOS
A. 1. Lámina 1.
Representa claramente una persona con la posibilidad de establecer una relación con
otro objeto visto como una masa oscura en la parte inferior izquierda de la figura o con un
objeto simbolizado en la forma de arco en el fondo. El sombreado claro evoca
sentimientos de dependencia y la difusión sensaciones de incertidumbre.
Se espera que el sujeto represente algunos de estos sentimientos en la búsqueda de
relación de dependencia con el psicólogo y que muestre al mismo tiempo con cuanta
confianza puede hacer esto y como fantasea con la idea de que el psicólogo podrá
satisfacer sus necesidades en la situación.
El arco es por lo general visto como la puerta o ventana de una iglesia o con menor
frecuencia como una fuente o cascada.
En esta lámina se plantea una situación nueva. Las respuestas muestran como el
paciente reacciona al enfrentarla. Las perturbaciones que se infieren de la producción,
ante esta primera lámina, deben relacionarse justamente con todo lo que moviliza la
situación de test y el temor ante lo desconocido, desestructurado y/o ambiguo.
Esta lámina y la blanca, dan elementos para explorar cómo vive el paciente, la situación
de examen psicológico y cuál es el tipo de relación transferencial predominante que ha
establecido con el psicólogo.
El paciente se enfrenta a su soledad en una situación regresiva de dependencia. La
situación de dependencia creada por el estímulo nos permite explorar la relación
transferencial a través de las soluciones que puedan aparecer en la inclusión de un
segundo personaje. También aparecen fantasías de enfermedad y curación. En esta
lámina se explicitan los recursos de curación, de eventual adaptación o sometimiento a la
situación con salidas más o menos extremas. Hay historias en las que se ve claramente
que la única salida en ese momento es el suicidio o el acting psicopático.
Es importante hacer el análisis de la lámina 1 y la blanca para ver cómo enfrenta el
paciente el viaje al interior, el mirar hacia adentro y al mismo tiempo su continua relación
con el afuera. Si vislumbra la posibilidad de seguir adelante, de regresar o quedar
detenido, si se enriquece o fortalece durante el proceso o por el contrario sus defensas
van disminuyendo y aparecen mucho más débiles que cuando empezó.
Estos criterios permiten evaluar la posibilidad de terapia y el pronóstico.
A. 2. Lámina 2.
Introduce más directamente una situación bi-personal. En este sentido también enfrenta
al sujeto de modo más directo con el psicólogo. Invita a fantasías que involucran estrecho
contacto corporal y da posibilidades a la idealización. Las figuras han sido dispuestas
para representar a un hombre y una mujer. Otros las ven como dos mujeres, casi siempre
como una forma de evitar implicaciones heterosexuales y de revelar tales deseos al
psicólogo.
Esta lámina estimula la proyección de la imagen interna de una pareja (amorosa, fraternal,
filial, amistosa), siendo más frecuente la primera. También se proyecta un determinado
vínculo (enamorados, charlando, discutiendo, amándose, peleando, caminando)
El leve sombreado que aparece en el centro arriba, estimula la proyección de un ambiente
en el que está colocada la pareja y puede servir también para la elaboración de
situaciones futuras (la pareja aparece haciendo proyectos).
El paciente puede tomar mayor o menor distancia frente a la problemática. Otras veces
se incluye diciendo que el personaje es él lo que supone pérdida de distancia emocional,
también puede excluirse y relatar la historia de una pareja distinta frente a la cual actúa
como espectador.
Si el paciente se incluye en la historia puede usar las siguientes verbalizaciones: éste soy
yo con mi novia, o bien, una pareja de enamorados que está paseando, o bien, acá veo
una pareja, los veo caminando y me parece que la mujer quiere acercarse cariñosamente
al hombre. En este último ej., el paciente se incluye como un espectador que relata lo que
la pareja hace. Otra manera de incluirse a nivel perceptual es que el paciente ve a una
pareja y agregue un tercer personaje el que generalmente es un niño ubicado entre las
dos figuras de abajo. Esta es una forma en que el paciente proyecta aspectos infantiles
que le impiden ver la pareja unida.
Es importante analizar el contenido de realidad que el paciente describe en esta lámina, el
contienen que busca para esa pareja. Está dentro, fuera, de qué; en un ambiente con
características realistas o fantásticas lo cual nos permite inferir como se estructura y se
incluye el paciente en el espacio.
La historia que entrega el paciente puede analizarse como relación con un objeto interno,
es decir, su propia relación interna bisexual, la proyección de una fantasía de pareja más
primitiva en relación con el vínculo actual por ej., una pareja materno – filial con fantasías
orales.
En segundo lugar la historia puede estar dando cuenta de su relación con un objeto
externo.
Es importante comparar la pareja que aparece en A.2., con la que aparece en B.2., y ver
qué tipo de vinculo se ofrece en cada una.
La explicitación que se hace frente a esta lámina da cuenta del índice de adaptación o del
índice de patología en relación a los vínculos. La adición de un tercer personaje, un niño
en el medio, un embarazo, un proyecto de embarazo, pueden ser fantasías de reparación
maníaca de la pareja que encubre un vínculo deteriorado, arruinado, estéril, frustrante e
intolerancia ante la situación.
En esta lámina puede aparece vínculo de tipo fóbico especialmente evitativo de pareja.
En él la pareja sirve para negar enmascarar o evitar lo que apareció en la primera lámina.
C.3. Lámina 3.
Esta lámina constituye una brusca transición a una situación en la cual son introducidos
rasgos emocionales. Estos sirven de marco para la conducta interpersonal. Es una
representación mucho más realista que contrasta con la vaguedad e inestructuración de la
situación, en A.1 y A.2. en base a la secuencia puede relacionarse con A.2 al evocar la
lámina C.3 conflictos triangulares edípicos los que aparecen a continuación de las
implicaciones heterosexuales de la lámina anterior.
También puede aportar información sobre aspectos edípicos de las relaciones
fantaseadas.
La lámina es casi siempre considerada como una situación tripersonal, por lo general dos
hombres y una mujer, pero con bastante frecuencia es descrita como interacción de tres
hombres. Este último tipo de percepción debe interpretarse como una forma de evitar la
implicación edípica directa.
El estímulo del globo rojo y brillante es introducido un tanto incongruentemente, esto
intensifica los aspectos agresivos de la situación tripersonal y la tarea del sujeto es
reconciliar estos sentimientos inevitables.
Los individuos emocionalmente perturbados no incluirán el color, pero quizás su forma de
visualizar y el contenido de la historia unidos a sus reacciones verbales nos informarán
acerca de la manera como ha tratado este aspecto del estímulo. Puede registrarse un
tiempo de reacción alargado o producirse una pausa prolongada. Puede ser que el
sujeto comience a verbalizar su sorpresa: no me imaginaba esto, qué puede ser; o su
franco desagrado si no fuera por este rojo yo diría que..., lo que no entiendo es para qué
está este rojo aquí.
Esta última conducta es similar a lo que en el Test de Rorschach se denomina crítica al
objeto. Algunos pacientes reparan mas en el contenido de realidad que en el contexto de
realidad y exclaman: ésta es más fácil; porque pueden apelar a defensas tales como la
descripción con lo cual evitan encarar el contexto de realidad y lo hacen sólo después de
haber tomado un tiempo más largo para incorporarlo e incluirlo en la historia. Un individuo
que incluye sin trabas el color y lo hace exitosamente, que visualiza en forma correcta los
tres personajes, que incluye bien el contenido de realidad y puede cumplir con los demás
requisitos explicitados en la consigna, es una persona que posee una buena adaptación
de sus afectos e impulsos al mundo interno o externo y tiene un adecuado control racional
sobre los mismos y que posee una buena capacidad para elaborar la situación triangular.
Puede aparecer la oralidad como vínculo entre los personajes si ve café, té, comer, etc.
El matiz afectivo del vínculo se puede apreciar a través de otras declaraciones que el
paciente hace. Discute con amigos, son amigos, uno está enfermo, el Dr., revisa, charlan
de negocios, los padres están retando al hijo, es un juzgado...
Es importante que uno de los tres personajes vistos como adultos sea percibido como
mujer de manera clara. A partir de este personaje, distorsionado o no, se establece el
triángulo contando con una figura de pie visualizada como masculina. La inclusión o
exclusión del tercero está determinada por una figura sentada de espaldas a la que se le
puede atribuir distintas características: adulto, chico, hombre, mujer, pasivo, activo,
incluso ausente. Esta lámina permite la proyección de partes ocultas de la personalidad
importantes en una evaluación diagnóstica y pronóstica. Por la configuración espacial del
estímulo, la exclusión tiene que darse a nivel aperceptivo más que perceptual, es decir,
más en relación al tema.
Aceptar la situación planteada que a lo visto por el estímulo, implica expresar y, al mismo
tiempo, controlar la fantasía y emociones que acompañan la proyección de la situación
triangular.
Si estas fantasías y emociones se expresan a un nivel genital, el Yo muestra su
posibilidad de integrar y discriminar, ocupando los celos un lugar importante en el drama.
Los mecanismos defensivos que suelen utilizarse cuando se enfrenta la situación
triangular y ésta resulta conflictiva son: negación que implica percibir los tres personajes
como del mismo sexo y edades semejantes – amigos charlando o tomando el café -
convertir en niño a uno de los personajes para negar la situación edípica de la infancia. Si
el niño es visto como el personaje que habitualmente es percibido como mujer, la figura
de la izquierda sentada, nos hallamos, frente a una distorsión grave. Otra distorsión grave
es percibir el sillón o la mesa como cama. Esto se observa en protocolos de sicóticos.
B.4. Lámina 4.
Esta lámina presenta otra situación tripersonal. La situación edípica es más definida. Se
aprecia intrusión, celos como tema implícito. En esta presentación hay menos
posibilidades de evitar sus implicaciones. La falta de detalles en la lámina dificulta las
maniobras defensivas, excepto de negación y/o distorsión perceptual, como puede ser la
percepción de 4 personas, algo poco común.
Aún cuando se mantiene la situación triangular hay una variante, aparece una pareja
unida y una tercera persona alejada. Este personaje puede funcionar dentro de la historia
como tercero excluido, incluido o excluyente de alguno de los miembros de la pareja.
Cuando la ansiedad es muy elevada, algunos pacientes tienden a negar al tercer
personaje homologando esta lámina con otra ya conocida (A.2.) y elaborar la historia de
una pareja. Entonces lo que debería ser un tercer personaje, se transforma en una
cortina, una sombra, una estatua, se cosifica al tercero.
Esta distorsión perceptual obedece a la necesidad de controlar la intensa ansiedad
persecutoria que moviliza la inclusión del tercer personaje con características humanas.
En otros casos la intolerancia de la situación de tercero excluido hace que el paciente vea
tres personajes en la figura central donde habitualmente se ven dos, puede ver un bebé,
disociado e incluyendo una parte regresiva dentro de la pareja. Bebé en brazos o
embarazo y otros aspectos más adultos quedan en el tercero en primer plano. Esta
inclusión se hace sobre la base del mantenimiento de una imagen de pareja unida.
El paciente ha proyectado ciertos aspectos infantiles en el personaje incluido entre la
pareja recurriendo a una adición perceptual.
Otra forma de solucionar la intolerancia es visualizar en el primer plano al hijo mayor que
observa la escena. La inclusión antes mencionada permite pensar que este paciente aún
utiliza algunas conductas para sentirse entre papá y mamá, reclamando atención como
cuando era bebé; el incluir una guagua aminora la culpa que podría surgir en el paciente
si adjudicara a un hijo mayor la posibilidad de interceptar las relaciones entre los padres.
En general, las respuestas del paciente indican la capacidad para enfrentar aspectos
sombríos, angustiantes o decepcionantes de la vida. El tipo de vínculo, que con
frecuencia se proyecta en esta lámina, es el mirar y ser mirado. También incluye la
contraparte agresiva de espiar y ser espiado, invadido o controlado a través de la mirada.
La envidia puede aparecer en la mirada del que resulte tercero excluido. Algunos
pacientes se identifican predominantemente con uno de los miembros de la pareja y
proyectan en la tercera figura aspectos super-yoicos. Por ejemplo, la pareja de novios se
despiden y la madre de la muchacha espía, ejerciendo funciones sensoras. La exclusión
del tercero en la lámina C. 3., puede hacer incluyendo la variable tiempo. Es alguien que
está por irse, es alguien a quien se está por echar, o es alguien que está peleando con
otro y se va. La intolerancia de la exclusión espacial hace que el tercero quede en primer
plano incluyéndose dentro de la pareja. Otro caso sería aquel en el que se tolera estar
afuera pero al mismo tiempo se incluye en la pareja como un bebé. Otra variante suele
ser no incluirse en el medio sino ser pareja con uno de los padres y excluir al otro que
queda en primer plano.
La alternativa considerada menos adaptativa consiste en la inclusión de un hijo mayor
frente a los padres lo cual implica una disociación con fuertes componentes narcisistas
como una solución de compromiso frente a la exclusión.
Desde el punto de vista pronóstico lo más adecuado sería la elaboración de la situación
de exclusión, la presencia del tercero frente a una pareja unida. A mayor exclusión o
negación aperceptiva, mayor temor a las identificaciones proyectivas y mayor dificultad
para reintroyección posterior.
A.G. Lámina 5.
Desde la situación muy definida de B.3., con sus implicaciones de rivalidad, intrusión y
culpa, A.G., representa la vuelta a una situación inestructurada que es considerada
deprimente.
Los métodos que adopta el sujeto para evitar el tema depresivo evidencia sus defensas
contra la culpa y la pérdida de objeto.
Esta lámina explora la capacidad del paciente para tolerar el daño infringido a los objetos
queridos, aceptar la ansiedad depresiva y elaborar pérdidas. Indica además como siente
éstas pérdidas y permite expresar la posibilidad de rearmarse frente a los duelos reales o
fantaseados incluyendo los micro-duelos de la vida cotidiana.
Si el paciente no puede sentir depresivamente la situación que la lámina plantea suele
surgir como defensa de ansiedad confusional o la idealización extrema, la cual si no
funciona da paso a la persecución extrema. Entonces las historias no se refieren a
situaciones de pérdida o de entierro, sino por ejemplo a espíritus reunidos en el cielo o
figuras demoníacas y amenazantes. Conviene analizar estas defensas dentro de una
constelación en la que intervienen culpa depresiva y persecutoria. Pueden aparecer
bloques cuando hay imposibilidad de elaborar esta situación de pérdida. En tal caso se
compara esta producción con la que se obtenga en la lámina A.3., entre las que se espera
hallar una relación de complementariedad.
La contraposición de los dos grupos, que generalmente se perciben en la lámina, permite
ver los aspectos destruidos y los reparadores en el yo del paciente. Hay una parte del yo
que pena por el objeto perdido, elaboración típica del cementerio.
Otra manera de enfrentarse con la lámina sería un picnic, gente tomando sol, una fiesta,
típica elaboración maníaca. Suelen movilizarse también defensas maníacas vinculadas a
una estructura más esquizoide tal como ver un parque con estatuas lo que implica
deshumanización y cosificación con congelamiento de los afectos.
Otro tipo de elaboración maníaca es aquella en la que predomina la idealización
omnipotente a través de personajes inmortales, dioses, ángeles o que ya han superado la
muerte física y renacen a otra vida, ahora eternos espíritus, ánimas, santos.
Otra constelación es aquella en la que predomina el sadismo y la ansiedad y culpa
persecutoria, escenas de juicios, inquisición, kukus-clan, condenas a muerte, suplicios,
etc. En estas elaboraciones el yo sucumbe frente a un súper yo muy cruel y cabría
caracterizarlas como paranoides y melancólicas. Lo más adaptativo sería la posibilidad
de percibir el conflicto frente al duelo y utilizar defensas depresivas con disminución del
sadismo.
Aún cuando en la historia se da una elaboración parcial, es importante que por lo menos
una parte del yo esté comprometida a través de la inclusión de un personaje que se haga
cargo del llanto, de la pérdida, a pesar que otros permanecen indiferentes.
A veces se capta el clima depresivo sin poder elaborarlo a nivel del drama humano, se lo
desplaza a un paisaje helado, en donde no hay dolor porque sus habitantes: focas,
pingüinos, viven en ese ambiente y lo helado no les hace sufrir puesto que es su hábito,
negación maniaca de la capacidad de sufrir por las pérdidas aunque adaptada a la
realidad.
Las historias en torno a pic-nic o fiestas implican el predominio de la elaboración maníaca
con menor adaptación a la realidad. Es importante comparar la elaboración esta lámina
con aquella de la lámina C.2., en donde aparece la situación depresiva nivel adulto, la
pérdida de la pareja. Otra comparación necesaria sería la lámina en blanco.
Comparar distintos niveles de elaboración de duelo es un punto clave en el
psicodiagnóstico, nos permite prever posibles resultados terapéuticos, abandonos de
tratamiento o buenas adaptaciones a los mismos, así como también cambios adaptativos
sin recursos terapéuticos.
Hay que analizar la depresión que moviliza la lámina G., la posibilidad de elaborar esta
situación de duelo que se expresa a través de la historia misma, el contenido de los
vínculos, las defensas utilizadas y la capacidad yoica de reparación. Ver si la pérdida o la
culpa por la muerte del objeto que aparece en la historia no deshace ni castiga al yo hasta
el punto de paralizarlo e impedirle su funcionamiento. Debe detectarse además el tipo de
ansiedad predominante porque necesariamente tiene que aparece ansiedad depresiva en
bloque, puede coexistir con ansiedades confusionales que representen un pasaje hacia la
reparación o el fortalecimiento de la constelación esquizoparanoide.
B.1. Lámina 6.
El tema de privación inherente a la habitación desnuda y al blanco-negro de la lámina
puede tener relación con A.G. La forma en que el sujeto se las arregla con la soledad, la
falta de comodidad brindada por los objetos materiales, es el principal tema implícito. Un
método alternativo para enfocar esta lámina consiste en describir al padre que visita al
niño solitario que guarda cama, más raramente se desarrolla una situación heterosexual
bipersonal.
En este caso ya no se trata de la primera lámina por tanto la ansiedad y defensas que
surjan son atribuibles a componentes más estables de la personalidad.
La recurrencia en la inclusión de un segundo personaje indica la imposibilidad de estar a
solas consigo mismo por las connotaciones persecutorias de su mundo interno y busca un
acompañante de quién depender a quién manejar, alimentar, someter.
Algunos pacientes elaboran una historia en torno a personajes que encuentran la
habitación desarreglada y la ordenan antes de salir. Esto podría ser índice de una
situación de desorden interior ante las cuales el paciente recurre a defensas obsesivas
referidas al orden. También puede darse a la inversa. Es decir, historias en la que todo
está ordenado al comienzo pero acaba desordenado. Esto es importante como dato
pronóstico y como indicador acerca de la relación transferencial.
Esta lámina evidencia los conflictos existentes con la propia identidad. La habitación es
interpretada por ejemplo, como perteneciente a una casa de familia, de parientes,
pensión, hotel, hospital, el personaje ha tenido acceso a ella porque es suya, la ha
alquilado, se le ha prestado, o va a visitar a otro que es el dueño de la casa. Es decir, el
vínculo que el personaje establezca entre el personaje y la habitación es un índice que
permite explorar como se siente su propia identidad.
El personaje puede ser visualizado como subiendo o bajando la escalera, esto, unido a
las características que le adjudique al interior de la habitación, nos permite ver como
fantasea acerca de su interior, en qué medida se acerca – sube para conocerse mejor y
permitir al psicólogo el acceso o se aparta y baja del mismo e impide que el psicólogo
pueda penetrar. Esta actitud de acercarse o apartarse del interior del cuarto,
representante del mundo interno puede cotejarse con la manera como el paciente
distribuye lo peligroso: el peligro está adentro y el personaje entra; está afuera y sale,
está adentro y el personaje sale o está afuera y entra. Esto nos permite elaborar un
diagnóstico y pronóstico acerca de las posibilidades con que cuenta el paciente para
tomar insight de sus conflictos, qué peligrosidad atribuye a éstos y qué defensas pone en
marcha ante la posibilidad de tomar insight, en qué medida permitirá al terapeuta un libre
acceso a su mundo interior.
Una vez terminado el tratamiento se puede ver si el paciente es capaz de enfrentar el
mundo adecuadamente, si se puede manejar, se supone que está en condiciones de
afrontar la separación de la institución o del psicólogo que hasta entonces estaba
cumpliendo las funciones de un continente protector, planificador.
Esta lámina posibilita la manifestación de aspectos exhibicionistas y voyeristas. Una
mujer distraída que se durmió con la puerta abierta y un hombre que pasa como para
entrar a decirle que cierre o quizás atacarla.
En general, plantea una situación cercana al yo del paciente a causa de lo cotidiano del
contenido de realidad y porque plantea una situación en un adentro. Por eso resulta útil,
especialmente en caso en que hay que diagnosticar las posibilidades de un paciente para
adaptarse a condiciones de vida normales.
La cama de la lámina puede visualizarse como revuelta, extendida o con algo en ella.
Según como sea su inclusión puede servir para proyectar fantasías eróticas, enfermedad,
sentimientos de abatimiento y depresión.
También sirve para proyectar defensas frente a fantasías y ansiedades concomitantes.
Defensas obsesivas a través de describir la cama minuciosamente enfatizando el hecho
de qué está hecha y evitando toda alusión al desorden.
Cuando la represión, de la fantasía y deseos sexuales, es muy severa, el paciente puede
evitar cuidadosamente toda referencia a la cama. El cuadrado ubicado sobre la cómoda a
veces se interpreta como un espejo y otras como un cuadro dando lugar a la proyección
en el primer caso de aspectos narcisísticos del paciente.
Ambiente hostil, frío, desprovisto de calidez, pobre: expresa pocas posibilidades para
defenderse de la sensación de estar solo consigo. Estos objetos impiden la permanencia
en la propia interioridad.
Descripción es una defensa no exitosa.
Hacerse cargo de lo que ocurre al volverse hacia adentro tiene implicancia para el futuro
terapéutico.
Ver una pieza de hotel, cuarto de pensión o un lugar de corta permanencia muestra
incapacidad para asumir identidad en forma permanente y la sensación de entrar en algo
prestado o alquilado.
Mencionar un hospital o sanatorio, tiene especialmente que ver con la enfermedad y la
búsqueda de un continente apropiado para curarse.
Otro ítem importante se refiere a las fantasías de cómo entra y sale. Si sale con miedo,
con ganas de volver después de haber realizado algo o si entra y sale para dormir
evitando tomar contacto consigo.
Es importante analizar las fantasías de encuentro con lo que tiene adentro, desorden,
revoltijo, robo, descuido u orden rígido. Esta última posibilidad podría ser considerada
como una dificultad en el futuro tratamiento en cuanto implica romper el status-quo, cosas
que para el paciente puede significar el caos.
Dormir puede significar una negación a través del sueño.
C.G. Lámina 7.
El intenso color blanco de los escalones movilizan componentes emocionales de la
situación. Una forma de evitar el conflicto con la autoridad es ver como arbustos al grupo
de gente al pie de la escalera. Es probable que el choque al color sea el responsable de
la frecuente percepción inusual de esta lámina como un campo arado, una pileta de
natación, el techo de un invernadero, la sombra de un avión. Sin embargo, gran parte de
los sujetos se recuperan espontáneamente. Esta lámina iguala que la 5 plantea una
situación grupal pero con temática distinta, es útil para explorar la relación del paciente
con la autoridad externa – interna.
La calidad del vínculo se puede analizar a través de la posibilidad de discriminar aspectos
estructurales internos: ello, yo, súper-yo (en pugna, negada explícita o implícitamente con
posibilidad de conciliación o no). El paciente en el momento de elaborar la historia está
ejerciendo las funciones yoicas de balance entre los aspectos estructurales en pugna de
ello y súper-yo. De acuerdo a como resuelve el conflicto planteado en la historia muestra
qué es lo que finalmente triunfa en esa lucha interna. En pacientes psicóticos, la dosis de
agresión que moviliza esta lámina puede ser muy intensa y difícil de controlar con
mecanismos defensivos adecuados. A nivel perceptual, esto se manifiesta mediante
severas distorsiones e historias en la que aparecen personajes tremendamente crueles;
están por ejecutar a alguien, lo han condenado a la horca, el pueblo vocifera. En otros
casos, recurren a la deshumanización para controlar la agresión: es una pared, abajo hay
plantas.
Desde un punto de vista adaptativo, esta lámina estimula la proyección de sentimientos
agresivo-competitivos que en cierta medida, y dentro de un contexto sano determina la
capacidad de empuje, el nivel de aspiración y el deseo de progresar del paciente. Por
este motivo la historia que el paciente elabore es muy útil para diagnosticar sus
posibilidades de manifestar sus capacidades potenciales, laborales, educacionales y
familiares.
Lo más común es la visualización de un grupo que pide algo a un señor que está arriba.
Si el personaje accede a estas demandas podemos interpretarlo como un índice a favor
de la posibilidad de observar cambios. La dirección del cambio estará determinada por la
índole del reclamo que los de abajo hacen al de arriba y lo que implica que éste acceda.
La respuesta del personaje de arriba puede indicar un debilitamiento del súper – yo, un
aumento de su severidad desplazada por el yo para ser sentida como una demanda del
ello o una auténtica manifestación de permeabilidad y entendimiento por ambas partes.
Cuando las historias terminan con una negativa rotunda a las demandas expresadas por
los de abajo, podemos pensar que existe una resistencia muy marcada al cambio y un
deseo de mantener el status-quo.
El tema es autoridad versus grupo o viceversa. Por su distribución espacial esta lámina
permite como ninguna otra incluir variables arriba-abajo, subir-bajar. Este arriba-abajo
nos permite plantear, entender, toda una serie de disociaciones por Ej.: mente-cuerpo,
,súper-yo y ello, mundo interno – mundo externo, fantasía-realidad y también el grado de
contacto entre los aspectos más o menos disociados. Por ello es posible apreciar como
funciona la disociación y la represión.
En un paciente que pueda reprimir exitosamente se da la posibilidad de que contacte los
aspectos súper-yoicos o de control yoico puestos en la figura de arriba con los más
impulsivos o corporales proyectados en la figura de abajo. En cambio, alguien que está
funcionando con fuertes mecanismos de disociación no logrará que ambos aspectos
proyectados entren en contacto. Por eso muchas historias se refieren a los de abajo
diciendo: esta es la sombra de algo pero realmente no tengo idea qué es lo que es.
Es de buen pronóstico que el contenido humano sea visto en los dos elementos que
proporciona el estímulo, que haya contacto entre estos dos elementos, que no aparezca
la idealización extrema en lo de arriba y el gran poder destructivo perseguidor en lo de
abajo o viceversa sin posibilidad de unión. Esto se da en historias en las que el grupo
asume todas las características reivindicatorias del yo, por ej.: es un grupo mal tratado,
sometido a trabajos forzados, estudiantes que protestan. El personaje de arriba es el que
ha producido el daño de alguna manera, es decir, que está caracterizado como objeto
perseguidor que ataca y daña al yo. Es importante apreciar como une el examinado
ambos elementos y qué solución le da al conflicto.
Si el de arriba escucha las demandas de los de abajo, si el grupo va a tener en cuenta al
de arriba, si la destrucción es total, si hay aspectos rescatables, si se puede trascender o
no. La lámina permite que frente a la aniquilación total se movilicen fantasías de
reparación maníaca con contenido mesiánico.
Una distorsión que nos parece importante es negar al de arriba como alguien que se
desplaza hacia abajo transformándolo en alguien que se desplaza lateralmente por ej.: un
nadador o corredor; rompiendo así el vínculo estimulado por la lámina que resulta muy
conflictivo.
A.B. Lámina 8.
Representa una situación tri-personal y es siempre vista como tal. Frecuentemente es una
clara secuencia de la lámina anterior, dando más datos sobre la forma en que el sujeto se
maneja como rival frente a la autoridad.
Sin embargo se interpreta que la situación representa un duelo, excepto cuando el test es
administrado como parte de un procedimiento altamente competitivo como ser en
selección de personal.
Por lo común, el tema se relaciona con el hecho de ser separado de los padres o dejado
de lado en la tríada familiar. Se plantea la situación triangular a la luz de sus ansiedades
más tempranas.
En esta lámina no hay suficiente realidad que provea un buen soporte para la escena. En
las muestras analizadas, el tema que aparece con más frecuencia es el de separación
con respecto a los padres. El personaje que aparece separado de los otros es visto como
reprendido, postergado, ignorado, criticado, abandonado por los otros; sentidos como
pareja parental y como autoridad. Esta lámina sirve también para que el paciente logre
resolver de una u otra manera el conflicto con la autoridad que no quedó resuelto en la
lámina anterior.
Permite explorar el manejo de la culpa en el paciente, culpa por separarse de los padres,
por ataques fantaseados. Cuando la alusión a la pérdida de los padres directa o
desplazada a otras personas no aparece en la lámina 5, suele aparecer aquí.
Como esta lámina promueve vínculos que enfatizan la separación, la despedida o la
llegada, moviliza fantasías sádicas cargadas de muerte que no se expresan tan
claramente en otras láminas triangulares. El componente amoroso está menos
acentuado. La resolución del conflicto edípico tiene una mayor carga sádica por las
fantasías de muerte que moviliza, especialmente esta Serie A., y no por la presencia
explícita de escenas de contenidos sádicos.
Evoca situaciones irreversibles e irreparables de separación. El hijo se aleja arrepentido
pero que no vuelve más, que enferma a los padres, que los deja llorando. En B.3., por
ejemplo, la situación está centrada en alguien que espía a una pareja de actitud amorosa
y las fantasías están puestas más en el tercero excluido frente a una pareja. En A.3., en
cambio puede aparecer el daño hecho a la pareja cubriendo un espectro que va desde la
constelación de tipo esquizo-paranoidea a otra predominantemente depresiva. Si el
paciente muestra mayor carga de sadismo en esta lámina que en las situaciones
triangulares de las otras dos series, es considerado como un buen indicio.
B.2. Lámina 9.
Esta lámina es vista como bi-personal. En ella aparece una casa de fondo y un árbol; el
árbol ofrece resguardo de la casa y del frío y desapacible ambiente. El frío del clima
emocional que caracteriza la totalidad de la Serie B.
La variación más común, aunque no por ello frecuente del tema de los amantes, es la que
sugiere robos o confabulación contra la casa.
Puede movilizar historias de desprotección de la pareja frente a circunstancias externas
de peligro y privación o de exclusión respecto de todo confort, protección, resguardo,
amparo.
A veces, esto se compensa con fantasías gratificantes, historias de parejas que aún no se
han casado y sueñan con tener la casa propia y hacen planes del futuro.
En este sentido la casa funciona como un tercero que rechaza, protege, amenaza, incluye
o excluye. Si es vivida como un interior peligroso, siniestro o en ruinas la pareja puede
parecer huyendo o buscando protección en el afuera.
En caso de pacientes borderline aparecen referencias a una casa que puede derrumbarse
en cualquier momento.
Es interesante ver si el paciente ubica la escena durante la noche y la casa aparece
iluminada, a oscuras, o si por el contrario es de día. En algunos casos el claroscuro
intenso determina el uso de mecanismos defensivos maníacos que operan a nivel
perceptual o de la fantasía. Un ejemplo de lo primero (perceptual) es ver árboles muy
verdes; flores en la plaza; una tarde hermosa ver en el cielo los colores del atardecer. Un
ejemplo de lo segundo (fantasía), es ver en la casa una fiesta o bien, en la plaza mucha
gente y mucho bullicio. La inclusión de colores supone un alto grado de patología.
Esta es una lámina de pareja en tanto son dos seres humanos bien discriminados, no
obstante siempre aparece un tercero que incluye y contiene, o por el contrario excluye y
mantiene afuera. Por ejemplo, la casa suele convertirse en un mal continente para la
pareja que no puede entrar en ella. La casa puede así movilizar fantasías e ataque a la
pareja lo que tiene importancia en la relación transferencial o en el vinculo terapeuta-
paciente. El estímulo posibilita la producción de fantasías de futuro y unión, lo que se
puede construir juntos y por otro lado fantasías de separación. Es importante ver en una
situación de afuera cual es el contenido que se le da al adentro y cual es el grado de
disociación respecto del afuera o viceversa.
El afuera puede tener características idealizadas de gran protección y apoyo de gran
ensoñación sirviendo la casa como depositaria de todos los elementos negados
proyectados y no tolerados de la pareja.
Afuera hay una pareja idílica confiada y adentro una madre o un padre que no permiten,
que tiranizan.
También aparece fantasías relacionadas con la actividad sexual que en este sentido
puede estar disociado un afuera permisivo, incluso cómplice frecuente en las parejas
adolescentes y un adentro atacante o represor que obliga a la pareja a refugiarse en un
afuera permisivo.
Es importante cotejar la disociación establecida en esta lámina con la B.1. La pareja de
afuera está mostrando también la fuerza del mundo externo en tanto signifique apoyo,
privación o ataque.
La pareja que se fantasea normalmente es un pareja adulta, hecho importante desde el
punto de vista pronóstico, que permitirá apreciar los vínculos adultos de una posible
pareja terapeuta-paciente, requisito importante en el planteamiento tanto de una terapia
larga como de una breve.
B2 Lámina 11.
Lámina que representa una situación bipersonal. Los temas subyacentes, de relaciones
objetales, están en relación con daño, responsabilidad y esfuerzos de reparación.
Por lo general, la figura que está en primer plano es vista en actitud de entrar a la
habitación o mirar hacia ella. Se puede visualizar como hombre o mujer.
La otra figura es vista en la cama de dos maneras: los pliegues serían la cabeza y el
cabello o bien los pies. Cuando las ansiedades en torno a la pérdida de objetos son
excesivas aparecen fenómenos confusionales, el contenido de la historia indicará si el
duelo se refiere predominantemente al pasado del paciente, duelo por lo objetos primarios
o más bien a situaciones presentes y futuras, en el sentido de proyectos existenciales a
los que renuncia. Pueden apreciarse sentimientos de culpa, posibilidad de reparación,
deficiencia o incomplitud de la elaboración de estos procesos con aparición de defensas
maníacas.
Es una lámina interesante para investigar, en los jóvenes, la relación que establecen entre
el futuro y la existencia misma.
En los pacientes adultos, maduros y ancianos apreciar la relación de la pareja frente a la
separación, la enfermedad y la muerte.
El personaje que se acerca es portador de fantasías reparatorias, destructivas o
amenazantes o fantasías de fracaso de la reparación ligadas a sentimientos de
desesperanza. En relación a esta última posibilidad, la persona llega tarde o se enfrenta
con la muerte consumada. En el caso de fantasías destructivas viene a robar, a atacar o
a asustar. En el caso de fantasías reparatorias viene a ayudar, aliviar, a curar o a cuidar.
Cuanto más lejos se ubica el sujeto respecto del objeto muerto que provoca culpa, más
difícil se torna la posibilidad de vivenciar elaboración de la situación depresiva. La muerte
puede aparecer negada. No se ve a la persona adentro y desplazada al contenido de
realidad o al contexto de la casa triste, arruinada, sucia, que está por quemarse, etc.
Las elaboraciones de mejor pronóstico están dadas por el esposo que va ayudar, el hijo
que viene a cuidar, el médico que viene a sanar. En general, hay coherencia entre una
elaboración del duelo en A.G, y C.2 cuando esto no ocurre, tenemos que pensar que en la
C.2, está colocado un elemento más actual en relación con una pérdida de objeto real o
fantaseado o con una pérdida de aspectos narcisísticos vinculado a una situación crítica,
crisis de madurez, menopausia o una combinación de ambos, casamiento de hijos. En
estos casos pueden aparecer elaboraciones más maniacas en la C.2, que en la A.G.
En la menopausia pueden contraponer por ejemplo la necesidad de nuevos hijos,
aparecer historias referentes a promiscuidad sexual, identificaciones con personajes muy
jóvenes que comienzan a vivir de nuevo lo cual implica que no se acepta vivir o sentir lo
vivido o perdido.
El tratamiento del color rojo difuso en esta lámina permitiría la aparición de emociones de
calidez, de protección que contribuirían a morigerar las ansiedades paranoides derivadas
de una mala elaboración depresivas: velas de color amarillo.
a) La figura humana
b) El contenido de realidad
c) El contexto emocional
1) En qué medida es usual o no, este juicio se hace sobre la base de información
normativa;
2) En caso de que la respuesta sea poco usual qué dirección adopta. Por ejemplo,
representa una negación del significado comúnmente adscrito ver en la lámina A.G., la
escena de un alegre picnic. Representa alguna gratificación particular, compensación
oral para balancear sentimientos de pérdida, es parte del proceso de negación, etc.
3) Qué posibilidad de reorganización y flexibilidad puede lograr el sujeto al elaborar un
significado para su historia
4) Qué se agrega a lo que hay en la lámina
3. El contenido de relaciones objetales
4. Estructura de la Historia
Este método de análisis incluye gran parte del ordenamiento esencial para el estudio
de la técnica. De acuerdo con la lógica de la construcción del test, las idiosincrasias
preceptúales y organización aperceptiva mostrará un alto grado de congruencia con las
relaciones objetales descritas en la historia y a su vez, la organización y estructura de la
historia llevarán el sello de la clase y calidad de las relaciones logradas.
La construcción del test hace conveniente registrar en forma escrita el análisis de los
datos en una tabla de tres por cuatro, que representa la situación de una, dos, tres
personas y agrupadas en las tres series A, B, C.
Un análisis de las secuencias es un paso esencial para lograr una visión total de la
personalidad y especialmente útil para brindar información sobre las defensas del sujeto y
su eficacia.
INDICADORES DE BUENA ADAPTACIÓN EN CADA SERIE – en las tres series y en
cada lámina.
Serie B: Moviliza los controles yoicos más maduros y es posible que nos de índices en
sujetos muy perturbados de aspecto que todavía mantienen una cierta adaptación. La
consideración de esta serie es particularmente importante para el pronóstico. Si la
producción ante la Serie A y la Serie C, muestran indicadores de psicosis y en la Serie B
se mantiene, a pesar de lo restrictivo o de lo empobrecido, un buen contacto con la
realidad podemos suponer dentro del pronóstico que tiene todavía posibilidad de
adaptación.
Si por ejemplo en la lámina B1, cuando el paciente se enfrenta consigo mismo puede
hacer una descripción adaptada a la realidad, aún a costa de un empobrecimiento de la
producción y las características del estímulo no las vive como muy amenazantes,
podemos esperar un mínimo de adaptación que se mantendrá en tanto los estímulos
ambientales no lo sobre-exijan.
En cuanto a las defensas correspondientes a ansiedades persecutorias o depresivas, en
la serie B, adoptarían un carácter neurótico en tanto que en la A, evidenciarían el grado de
disociación y los aspectos psicóticos de la personalidad.
3. Cuando un sujeto construye todas o casi todas las historias carentes de conflicto o de
cualquier tipo de sentimiento enojoso o cuando por otra parte las historias no
muestran relaciones buenas o satisfactorias se le podría señalar; algunas veces el
sujeto hará observaciones espontáneas y útiles.
5. Se le puede pedir al sujeto que elija las láminas que más o menos le gustaron y
aquellas con las que se sintió más comprometido.