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¿Cómo la acción colectiva contribuye a un proyecto alternativo para dar soluciones

a necesidades e inquietudes al interior de las comunidades?

La acción colectiva es definida por García (2005, pág 12) como “la movilización de un
grupo de personas en torno a una identidad común, un interés y una situación de desigualdad
social, subordinación o carencia de condiciones materiales o simbólicas determinadas por el
momento histórico y social en el cual tiene lugar.”

El Estado colombiano, su contexto histórico y sus repertorios son la manifestación


simbólica de la comunidad nacional, estos aspectos definen a la nación como comunidad y
sociedad política. Las acciones colectivas se derivan de las características mismas del Estado, de
un contexto histórico marcado por el conflicto y de un indeterminación de lo político y social.
Las comunidades emergen para enfrentar al Estado construyendo y planteando demandas
sociales orientadas al sistema político para reconstruir el territorio a partir de la
institucionalización política; formando o incorporándose en partidos políticos y/o organizaciones
y redes no gubernamentales o por medio de la incorporación a algún nivel de gestión estatal.

Los movimientos sociales y sus acciones colectivas tienen como condición un proceso
previo de reconfiguración de las comunidades tradicionales, es decir democratización interna,
creación de vínculos horizontales entre sus miembros, emergencia de una nueva generación de
dirigentes jóvenes y femeninos, toma de decisiones en base al consenso (Zibechi, s.f).

La acción colectiva contribuye a un proyecto alternativo para dar soluciones a


necesidades e inquietudes al interior de las comunidades porque habilita la construcción de una
comunidad, de una nueva identidad política disruptiva y recursiva que se da en los momentos de
irrupción en el espacio público (Wahren, 2011).

La acción colectiva marca y reconstruye un territorio determinado; intentando articular


así una nueva manera de practicar y habitar el territorio y conformando unas nuevas formas de
vivir en comunidad. Las acciones colectivas habilitan la reconstitución del tejido comunitario a
través de movilizaciones, como también de un accionar desplegado en el territorio por los
proyectos comunitarios, productivos y los procesos de regeneración cultural y productiva que
realizan (Wahren, 2011).
Las acciones colectivas que se desarrollan son posibles porque se construye capital social
desde la construcción del tejido social, de la cohesión social, de una comunidad participativa,
desde la consideración de la cultura y tradición desde donde se construye vida comunitaria,
identidad colectiva; desde la interacción y comunicación, cooperación, solidaridad, cooperación;
y desde la promoción de valores comunitaristas.

El contexto histórico colombiano y las características del Estado colombiano han


generado muchas frustraciones por lo que los campesinos, indígenas etc., inician movimientos
sociales para llevar a cabo acciones colectivas que les permita reconstruir su identidad y cultura
generándose un proceso de territorialización, símbolo de pertenencia social.

Estas acciones colectivas abogan por reivindicaciones culturales y de calidad de vida. La


población rural colombiana es la protagonista de la historia social colombiana y del conflicto
armado por lo que tienen identidades y objetivos compartidos, reclaman lo mismo bienes y
valores y buscan cambios sociales. Buscan resignificar las lógicas de gobierno y representación
política, es decir, la gestión de la propia comunidad.

Por tanto, la acción colectiva debe conocer y analizar el contexto histórico, la identidad
colectiva y las características del Estado colombiano porque corresponde a demandas hechas al
Estado y en contra de la desigualdad, inequidad, carencias agudas por pobreza y discriminación,
tecnologías y potencial productivo inequitativo generadas por las formas de regulación y
dominación estales (García, 2005)

De forma tal, las acciones colectivas conducen a la formación de movimientos sociales


que se caracterizan porque tienen un origen histórico, surgieron con el Estado-nación porque el
tipo de orden y regulación impuesta a la población desde la construcción del Estado creo
inconformismo social dando paso a las acciones colectivas.

En conclusión, las acciones colectivas que se desarrollan en Colombia son el resultado


de: una respuesta de insatisfacción por el contexto político de Colombia de conflicto armado
siendo entonces la expresión de frustraciones sociales en busca de la reivindicación de sus
aspiraciones; el no tener participación en la toma de decisiones políticas que afectan
directamente sus intereses y necesidades, por ejemplo no tener voz ni voto en el desarrollo de
políticas públicas.
Las zonas rurales del país han ido recuperando su identidad y cultura política, son
incluyentes, con capacidad para convocar y movilizar para reclamar el derecho a la vida,
derechos humanos, retorno a sus tierras que dejaron a causa de la incapacidad del Estados para
protegerlos de la violencia.

Bibliografía

García, M. (2005). Sociedad de emergencia: Acción colectiva y violencia en Colombia. Oficina


para la Coordinación de la Atención al Desplazamiento Forzado de la Defensoría del
Pueblo

Giarracca, Norma y Mariotti, Daniela 2012 “‘Porque juntos somos muchos más’. Los
movimientos socioterritoriales de Argentina y sus aliados” en OSAL (Buenos Aires:
CLACSO) Año XIII, Nº 32, noviembre.

Wahren (2011). “Territorios Insurgentes”: La dimensión territorial en los movimientos sociales


de América Latina. IX Jornadas de Sociología. Facultad de Ciencias Sociales,
Universidad de Buenos Aires, Buenos Aires.

Zibechi, R. Espacios, territorios y regiones. La creatividad social de los nuevos movimientos


sociales en América Latina.

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