0 evaluări0% au considerat acest document util (0 voturi)
92 vizualizări12 pagini
Este documento narra las historias de varios personajes y sus experiencias relacionadas con la seguridad vial. En la primera historia, tres hermanos cuentan sobre su ida al colegio y su padre les explica la importancia de comportarse de forma segura como peatones o pasajeros. En la segunda, una ardilla aprende la lección de usar el puente peatonal después de un susto cruzando la calle. En la tercera, un gato cambia su automóvil por una bicicleta para viajar de forma más saludable y sostenible.
Este documento narra las historias de varios personajes y sus experiencias relacionadas con la seguridad vial. En la primera historia, tres hermanos cuentan sobre su ida al colegio y su padre les explica la importancia de comportarse de forma segura como peatones o pasajeros. En la segunda, una ardilla aprende la lección de usar el puente peatonal después de un susto cruzando la calle. En la tercera, un gato cambia su automóvil por una bicicleta para viajar de forma más saludable y sostenible.
Este documento narra las historias de varios personajes y sus experiencias relacionadas con la seguridad vial. En la primera historia, tres hermanos cuentan sobre su ida al colegio y su padre les explica la importancia de comportarse de forma segura como peatones o pasajeros. En la segunda, una ardilla aprende la lección de usar el puente peatonal después de un susto cruzando la calle. En la tercera, un gato cambia su automóvil por una bicicleta para viajar de forma más saludable y sostenible.
Los hermanos Javier, Gabriel y Daniel iban a empezar sus clases el mismo día. Daniel era el mayor de los tres, por lo que sus padres ya le dejaban ir caminando al colegio junto a sus amigos. Gabriel era el segundo, y a él le gustaba mucho viajar en bus, por lo que sus papás le habían dado permiso para ir al colegio en bus con sus amigos ese año. Y Daniel, el menor de todos, era muy pequeño todavía, por eso sus papás lo llevaban en su auto al colegio. Al termina el primer día de clases, la mamá de los tres hermanos sirvió el almuerzo. Juntos en la mesa, cada uno de los tres contó cómo les había ido en su ida y regreso al colegio ese día. Javier contó que la pasó increíble, que junto a sus amigos fueron caminando por la calle, corriendo y saltando de un lado a otro, pasándose la pelota de fútbol entre ellos y haciéndoles bromas a otras personas. Gabriel contó que se divirtió también con sus amigos en el bus, pasándose de un asiento a otro, sacando sus brazos y cabezas por la ventana para hacerles muecas a otros conductores. Y Javier contó que también la había pasado bien en su ida al colegio ese día, cantando canciones de la radio con sus papás, jugando adivinanzas y contando carros mirando por la ventana. Cuando terminó de habla Javier, sus dos hermanos se rieron. Ellos le dijeron “pero lo que tú hiciste no es divertido”. “Nosotros nos pasamos la pelota, le hicimos bromas a otras personas y disfrutamos el camino como más nos gusta”, dijo Gabriel. En ese momento, el papá de los tres hermanos que había estado escuchándolos durante el almuerzo, se puso de pie y les dijo que estaban equivocados. Él les explico que no deben comportarse así cuando caminan o van en bus al colegio, porque ese tipo de acciones pueden causar accidentes en otras personas y en ellos mismos si no prestan atención al camino. Javier y Gabriel se dieron cuenta de lo que habían hecho y prometieron no volver a comportarse así al día siguiente. Desde ese día, Javier y Gabriel aprendieron a comportarse como buenos transeúntes y pasajeros. Y Gabriel, el menor de todos, escuchaba con mucha atención las historias que sus hermanos le contaban cuando iban al colegio, preparándose así para el día en que él finalmente caminaría junto a ellos. “MES DE LA EDUCACION VIAL” Carminia, la ardilla apurada Carminia es una ardilla que va siempre muy apurada. Con sus pequeñas patitas, corre de un lado a otro presurosa por juntar nueces para el invierno. Ella vive en las alturas de un árbol en el parque principal de la ciudad; esto es difícil para ella, ya que debe cuidarse de carros, camiones o personas que puedan tropezar con ella en el camino. Al terminar el otoño, Carminia sabía que debía cruzar al otro lado de su calle pues muchas nueces podían encontrarse en el parque vecino. Por ello tomó su bolso y empezó a subir el puente que las personas toman para cruzar la pista, el puente peatonal. Mientras subía, se cansaba mucho ya que había ¡más de 30 escalones por subir! Pero felizmente pudo llegar a su destino sana y salva. Carminia tomó muchas nueces, pero se distrajo en el camino y vio que el puente ahora le quedaba unos pasos más lejos para cruzar la calle de vuelta a casa. Y con ello recordó: “Qué flojera subir esas escaleras, mejor voy por debajo del puente. Total, soy tan ágil y apurada que puedo esquivar los autos”. Y así lo hizo Carminia, tomó vuelo y empezó a cruzar sin utilizar el puente peatonal. En medio de la pista, se dio cuenta de que los autos, camiones y motos eran mucho más rápidos de lo que pensó y que casi no podía escaparse de ser atropellada; se sentía tan asustada que tuvo que soltar todas sus nueces para llegar a salvo a su casa. Ya desde las alturas de su árbol, miraba sus nueces rotas y aplastadas por los autos en medio de la pista, arrepintiéndose de no haber cruzado por el puente peatonal. “Al terminar el siguiente otoño, me aseguraré de ir y venir por el puente peatonal. No importa cuánto me canse o qué tan lejos esté” dijo.
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” Lorenzo, un gato sobre ruedas Lorenzo era un gato feliz, vivía en un pueblo de campos verdes donde podía detenerse a mirar el cielo azul y respirar aire limpio. Todos los días salía a pasear en su pequeño automóvil para comprar una revista y comerse una paleta camino de regreso, pero cada día observaba que demoraba más en llegar a casa. Había más personas, más edificios y más carreteras a su alrededor. Pronto estas carreteras se llenaron de más autos, luego fueron más buses, camiones y motos.“¡Cof, Cof!” - tosía Lorenzo- quien acababa de pasar caminando por detrás de un auto que emitía mucho humo gris. “¡Piiing, Piiing! – sonaban las bocinas de los camiones – ante lo que Lorenzo tapaba fuertemente sus orejas. Frente a tanta incomodidad, Lorenzo se preguntó en voz alta “¿Qué medio de transporte puedo utilizar para no molestar a nadie y cuidar el aire limpio de mi campo?” “¡Una bicicleta!” – contestó una vocecita diminuta- era Kikita la polilla, quien ya había estado pensando en lo mismo. “¡Gran idea!” – dijo Lorenzo- con lo que ambos empezaron a construir una linda bicicleta. Tras una semana y un día de buscar las piezas y juntarlas, Lorenzo tenía su bicicleta nueva, tan reluciente que todos en el pueblo querían una. Lorenzo avanzaba al lado de los autos atascados en el tráfico, y sentía el correr del viento en su cara, feliz, a bordo de su vehículo de dos ruedas. Pronto Lorenzo, con ayuda de Kikita, logró abrir una tienda de bicicletas donde miles de pobladores compraron una, y así garantizaron un viaje más rápido, saludable y libre de contaminación para todos.
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” La ruta segura de Anita Anita es una niña muy precavida. Utiliza lentes para ver mejor y una silla de ruedas porque no puede caminar muy bien. Sin embargo, va todos los días a la escuela y sale a pasear con su familia o amigos, quienes suelen ayudarla a ir por las veredas y cruzar las calles. Anita ya conoce el camino de regreso de la escuela que su papá le ha enseñado, es uno muy transitado e iluminado durante la tarde, definitivamente la opción más segura. Un día su amigo Nacho, quien siempre iba con ella al salir de clases, se sentía muy cansado e insistía en tomar un camino más corto. Anita, que es una niña muy precavida, advirtió a Nacho sobre los peligros de ese otro camino, que aunque más corto estaba vacío y muy oscuro. Nacho no hizo caso a Anita, y se apartó hacia este otro camino. Iba escuchando música, cuando de pronto sintió que alguien tomó su mochila bruscamente y se fue corriendo ¡era un ladrón! Nacho se encontraba bien, pero muy asustado volvió corriendo a buscar a Anita, quien ya había llegado a salvo a su casa. Ella lo abrazó fuerte, y él le prometió ir con ella siempre por el camino seguro.
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” Misión cumplida Miguelito no lo podía creer ¡se encontraba dentro de una nave espacial! Tenía puesto un casco y un traje de astronauta, y estaba a punto de despegar hacia la luna. “5, 4, 3, 2…” escuchaba emocionado la cuenta regresiva desde la torre de control, dentro de pocos segundos por fin se iba convertir en el héroe que siempre había querido ser. Se agarraba fuertemente de su asiento, cuando de pronto sonó una alarma muy fuerte “Alerta, alerta, un astronauta no ha abrochado su cinturón de seguridad… alerta, alerta, imposible despegar” Miguelito miraba a todos lados buscando quién podría ser quien detuvo su emocionante misión espacial, cuando miró su propio asiento y se dio cuenta de que ¡era él quien había olvidado esta importante medida de seguridad! Ante tan fuerte impresión, Miguelito despertó rápidamente con el sonido de su despertador, dándose cuenta de que todo había sido un sueño. ¡Uf – dijo- estuve a punto de viajar al espacio sin cinturón de seguridad!” Seguidamente lo llamaba su mamá para el desayuno, era hora de alistarse para la escuela. Al subir al auto para salir, se sentó correctamente y lo primero que hizo fue abrochar su cinturón de seguridad, este olvido no le iba a suceder dos veces. Su mamá encendió el auto y cuando estaban saliendo de la cochera, Miguelito exclamó: “Alerta, alerta, un pasajero no ha abrochado su cinturón de seguridad” Inmediatamente, su mamá detuvo el auto y volteó a agradecer a su hijo diciéndole “Miguelito, has salvado mi vida, eres mi héroe”, con lo que el pequeño pudo decir “¡Misión cumplida!”.
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” Nuna, ciudadana ejemplar Nuna es una perrita alegre que llegó hace poco a vivir a la ciudad de Arequipa. Veía a tantas personas serias y preocupadas caminando por las calles cada día, que ella solo pensaba en hacer buenas acciones para hacerlos felices. Un día, por ejemplo, el Policía de Tránsito perdió su silbato, ante lo que Nuna utilizó su olfato canino para encontrarlo. Otro día, mientras viajaba en bus, vio que subía una señora embarazada, por lo que inmediatamente se paró y le cedió su asiento. Pasaban los días y Nuna se hacía conocida entre los habitantes de la ciudad, pues poco a poco más personas sonreían por sus buenas acciones. Una tarde de primavera, Nuna observó a lo lejos que un anciano trataba de cruzar la calle; entonces acudió a su lado tomándolo amablemente del brazo ofreciéndole su ayuda. Esperando la luz verde del semáforo peatonal para ayudarlo a cruzar, el anciano reconoció a Nuna y ella lo reconoció a él ¡Era el alcalde de la ciudad! quien muy agradecido la invitó a su casa a comer galletas y té. Tras la linda velada, el alcalde decidió dar un premio a Nuna a nombre de la ciudad, que constaba de un trofeo lleno de caramelos y una medalla de honor. La perrita no paraba de mover la cola de la felicidad y todos los ciudadanos que habían sido ayudados por ella la aplaudían con fervor y aclamaban: “¡Que viva Nuna, ciudadana ejemplar!”.
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” El casco de Luis Juanito y su hermano Luis, que ya tiene 12 años, jugaban en el patio de su casa. De repente, su mamá en la cocina se dio cuenta de que faltaba sal y otros ingredientes para la sopa, por lo que pidió a Luis que por favor vaya a la bodega a comprarlos. Muy emocionado, Luis decidió tomar su bicicleta para ir y regresar rápido y así seguir jugando con su hermanito. A una cuadra de su casa, se dio cuenta de que ¡había olvidado su casco! pero ante esto dijo: “No importa, es solo para ir a la esquina” y continuó su marcha. Llegó a la bodega y encargó todo lo que necesitaba, al retornar en su bici a casa, una persona caminaba distraída para cruzar la calle. Luis trató de hacer una maniobra para no tropezar con ella, pero perdió el control y ¡Plum! Cayó sobre la vereda, golpeando fuertemente su cabeza. El dueño de la tienda salió corriendo a ayudarlo ¡todas las compras habían salido volando de la bolsa! y Luis, lloraba sin cesar. Preguntas: 1. ¿Por qué Luis se golpeó muy fuerte la cabeza?
2. ¿Qué debe hacer Luis cuando sale en bicicleta?
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” De la mano del abuelito Era una tarde calurosa de verano cuando Sarita le pidió un helado a su abuelito. Ella había sacado muy buenas notas en la escuela, así que el abuelito le dijo que se alistara para salir a buscar al heladero. Al abrir la puerta, Sarita estaba tan emocionada que salió corriendo hacia la calle de manera intempestiva, sin darse cuenta de que un ciclista estaba por cruzar la puerta de su casa. El ciclista venía a velocidad moderada, pero felizmente había colocado nuevos frenos a su bicicleta, con lo que logró detenerse justo antes de chocarse con Sarita. ¡Qué susto se llevó la niña al ver que solo por milímetros se salvó de ser atropellada por una bicicleta! Su abuelito, también asustado, agradeció al ciclista por haber reaccionado rápidamente, y tomó fuerte la mano de Sarita. Le dijo al oído: “De hoy en adelante, siempre saldremos de la mano y sin correr” cosa que Sarita no olvidó jamás, siempre de la mano de un adulto, mirando a los lados, antes de salir o buscar helados. Preguntas : ¿Por qué se asustó tanto Sarita?
¿Cómo debemos salir a la calle los niños pequeños?
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” Don José el policía Don José trabaja todos los días en la esquina de la Avenida Javier Prado con la Avenida Aviación. Dirige el tránsito en la ciudad de Lima, que no es tarea fácil ni para un policía. Cada tarde se coloca su chaleco reflector para que más personas lo vean cuando oscurece, y toca su silbato para brindar indicaciones a conductores y peatones. Lo que muchos no saben, y cuesta trabajo a Don José, es que todos deben respetarlo aún sobre las demás señales de tránsito. Es decir, el Policía Nacional de Tránsito tiene más autoridad que un semáforo o una señal de ‘PARE’, por ejemplo. Así, desde su caceta o desde el medio de la vía, Don José utiliza las posturas de su cuerpo para indicar a los vehículos y personas a pie que deben detenerse o avanzar. Cuando se coloca de frente, las personas sabrán que deben poner un alto en su marcha y esperar a su indicación; si se coloca de lado moviendo sus brazos, pues está indicando que ya se puede avanzar. Si pasas por donde Don José trabaja, o si observas a otros policías de tránsito, ya sabes qué significan sus indicaciones. Presta atención y sigue aprendiendo sobre su labor. Preguntas : ¿En qué trabaja Don José?
¿A qué se dedica un Policía Nacional de Tránsito?
¿Qué señales usa Don José en la vía?
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” Monitos alertas Papá mono debía llevar a la escuela a sus tres hijitos: Toño, Tina y Tutú. Muy temprano en la mañana, los tres monitos se alistaban para subir al auto de papá, que era muy amplio y tenía los asientos precisos para cada uno. Toño, por ser el mayor iba adelante en el asiento del copiloto, Tina en el asiento de atrás, y Tutú, por ser el más pequeño, se sentaba en un asiento especial de seguridad. Papá mono iba al volante, y ordenaba a todos que se colocaran el cinturón de seguridad correctamente. Ya en la avenida, papá mono empezó a ponerse de mal humor por la gran congestión vehicular. Pasaban los minutos y la fila de autos no avanzaba, las luces verdes del semáforo parecían cambiar muy rápido, sin dar espacio para que el auto de esta familia de monos pase. En uno de esos cambios de luz, papá mono decidió pasarse la luz roja para llegar más rápido, ante lo cual sus tres monitos le llamaron la atención “¡Papá, está muy mal que no respetes las señales de tránsito!”. Al mismo tiempo, sonaba el silbato del policía, quien le colocaba una multa a papá mono por no haberse detenido ante la luz roja. Muy avergonzado, papá mono pidió disculpas a sus monitos, pues recién allí se dio cuenta de que había puesto sus vidas en peligro. Toño, Tina y Tutú lo perdonaron, pero siempre van atentos en la vía ante cualquier infracción. Preguntas : ¿Cómo deben sentarse los monitos en el auto?
¿Por qué los monitos llamaron la atención a papá mono?
¿Qué más le pasó a papá mono por haber pasado la luz roja?
COMITÉ DE SEGURIDAD VIAL
“MES DE LA EDUCACION VIAL” En la movilidad Doña Emma es la señora de la movilidad que recoge a los niños del nido ‘Caminito’ y los lleva a casa luego del día de clases. En su camioneta de puerta grande, son muchos los niños que pueden viajar cómodamente hasta sus casas; los pequeños Piero, Markito y Jonás se hicieron amigos allí. Un día, sonó el timbre de la salida y Piero salió corriendo hacia la puerta del salón tropezándose con una profesora, felizmente ella logró ver al pequeño desde lejos y lo sostuvo en sus brazos antes de que pudiera salir lastimado. Y es que Piero tenía muchas ganas de volver a su casa a comer los tallarines rojos preparados por su mamá, por lo que apuró a Markito y Jonás para buscar la movilidad de Doña Emma. Una vez en la camioneta, Doña Emma pidió a todos que abrocharan sus cinturones de seguridad para iniciar el viaje. La mayoría de niños hablaba efusivamente del último capítulo de sus dibujos animados favoritos; cuando de pronto, Piero, Markito y Jonás observaron que dos niños mayores iniciaron una riña, gritando y empujándose de un lado a otro. Doña Emma, quien iba conduciendo, volteó a ver qué sucedía en la parte de atrás de su camioneta, tratando de calmar a quienes peleaban, cuando de pronto ¡chocó contra otro auto! Piero, Markito y Jonás estaban muy asustados, y si bien nadie salió herido por tener los cinturones abrochados, prometieron siempre ir con calma y sin pelear en cualquier viaje en auto. Preguntas : ¿Por qué Piero pudo salir lastimado al salir de su salón?
¿Por qué Doña Emma se distrajo y chocó el auto?
¿Cómo debemos comportarnos en la movilidad o en cualquier viaje en
Jovenes, recuerden recuerden realizar la actividad de la pagina 3 del libro, decia el maestro mientras todos guarban sus cosas en el morral, entre charla y charla fueron saliendo unos en grupo y otros solos, unos de prisa y otros pacie (2)