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Dios los hizo varón y mujer.

Al crear al ser humano Dios lo hizo varón y mujer. Es su voluntad que seamos
diferentes. Esta diferencia se marca tanto en lo corporal como en lo psicológico. La
pareja funciona bien si se parte de esa realidad.

La sexualidad no es lo mismo que el sexo


Sexo: es la diferencia corporal entre dos seres sexuados hombre y mujer. Conjunto
de características que describen los órganos genitales y como funcionan, que nos
diferencian a individuos de una sola especie

La sexualidad es un elemento natural del ser humano que lo adorna y determina el modo
de ser diferente de cada género, el masculino y el femenino, abarca desde las diferencias
físicas hasta nuestro modo de ser, de actuar, de pensar, nuestros gustos e inclinaciones,
nuestra religión, etc. Es una dimensión de la persona; está presente en todo el ámbito de
la persona; somos seres sexuados. La sexualidad es una realidad inseparable de la
persona. No respetar la sexualidad es no respetar a la persona misma (chistes,
pornografía, comercialización del sexo). Como seres humanos, y más aún como
cristianos, estamos obligados a rescatar la dignidad de la sexualidad humana, no por
gazmoñería ni por tabú, sino porque la sexualidad humana, como creación de Dios, es
una realidad respetable.

Sexualidad (calidad de la persona), es mucho más que genitalidad (actividad, realizar


acciones de unión sexual corporal o acciones que conducen a exitar el apetito sexual).
La castidad consiste en desarrollar cada uno su propia sexualidad dentro del plan de
Dios. Es una virtud positiva que nos ayuda a mantener la genitalidad dentro de sus
debidos causes morales, sin perjuicio de la verdadera e integral sexualidad.

La sexualidad por sí misma no se identifica con pecado, con desorden moral, pero en la
inclinación del ser humano existe inclinación al mal. También en la sexualidad se da el
pecado (cuando no se respeta la naturaleza, cuando se le quiere reducir al solo placer).
La moral, bien entendida y practicada, no busca anular la sexualidad, sino mantenerla
dentro de los cauces del respeto a la dignidad de la persona y a la obra de Dios.

Hay que tener en cuenta que con esto confirmamos nuestra diferencia con los animales.
Nosotros actuamos por impulsos sexuales (fuerza gobernada por la razón y la voluntad
de atracción mutua entre hombre y mujer) y los animales por instinto sexual (fuerza
irrefrenable que los lleva a unirse cuando la hembra está en celo).

SIGNIFICADOS DE LA SEXUALIDAD

La genitalidad es una parte de la sexualidad, el acto sexo genital es sexual, no a la


inversa
1.- La sexualidad favorece la cercanía entre la persona del hombre y la persona de la
mujer para fortalecer la unión de la pareja en el amor. La persona es cuerpo, pero no
solo cuerpo. La sexualidad sin el amor se degrada. El afecto verdadero, la delicadeza, el
respeto, son indispensables para que la sexualidad pueda contribuir al
perfeccionamiento de las personas y a la solidez de la pareja. De lo contrario no une,
separa y aleja. La sola atracción sexual no garantiza la existencia del amor.
2.- La sexualidad está estrechamente vinculada al don de la vida. Por la sexualidad
varón y mujer están llamados a ser ministros del amor y de la vida. Procrear significa
participar en el poder creador de Dios.

3.- El placer es un elemento natural ligado a la vida sexual y o solo a la genitalidad.


Constituye un aliciente para que los esposos realicen su vida sexual y como su
recompensa. La alegría que brinda la sexualidad es mucho más que una satisfacción
corporal. Es la celebración de la mutua entrega y la mutua compañía, que no se reduce
al lecho nupcial, sino que debe cubrir la vida diaria. La búsqueda individualista del
placer (dar ejemplos concretos) daña la relación de pareja y perjudica el desarrollo de la
sexualidad.

AL SERVICIO DEL AMOR


La sexualidad debe estar al Servicio del amor. El amor debe ser el eje sobre el que gira
toda la sexualidad, ya que aporta: fidelidad, gratitud, respeto, entrega y reciprocidad;
hacia la otra persona, que nos hace desear su compañía, que nos hace desear su bien.

El Amor núcleo de la sexualidad.- La sexualidad en cuanto a dimensión personal es


semejante al sol. Su núcleo es el amor.

El amor representa el aspecto más esencial de la persona humana que puede


manifestarse en ternura a través de una caricia. En este ejemplo la ternura la podríamos
representar con las llamas del sol. Ya no se trata del núcleo en sí más bien de una
realidad afectiva que nace de él en forma muy inmediata.

Por último la genitalidad representa lo más periférico, lo más concreto y tangible de la


sexualidad humana. Pero puede ser tan superficial que se reduzca a un simple juego.

Cuando dos seres humanos se encuentran en este plano, se reducen a simples objetos
que se utilizan para obtener el placer.

Cuando en un matrimonio cristiano la pareja integra genitalidad, ternura y amor


verdadero es probable que alcance la más alta satisfacción en las relaciones íntimas
como pareja.

Hacer el amor o fecundar el amor, es ante todo poner en juego los sentimientos, cariño,
ternura, expansión emocional. Hacer el amor es hacer vida, historia, arte, cultura,
porque siempre deberá ser creativo y humanizante.

En la pareja humana hacer el amor es coitar, juntar dos cuerpos pero si solo se unen dos
cuerpos seria reducirlos a una expresión irracional. Cuando solo se juntan dos cuerpos,
queda vacío el corazón en cambio cuando se junta dos personas atraídas por un amor
autentico y total, salen de si mismos, se olvidan de su yo y se vuelcan recíprocamente
con todo lo que tienen con todo lo que son ,, es entonces cuando la unión alcanza las
realidades mas profundas y espirituales; una unión realizada así, une a los esposos con
Dios, de cuyo amor infinito son expresiones el uno para el otro.

Sexualidad y amor deben andar siempre juntos, intentar separarlos sería desgarrar,
disociar, la total personalidad del hombre. Podemos comparar el amor con el alma en el
ser humano. El amor da sentido y vida a la sexualidad, la penetra en su totalidad; si el
individuo ha crecido como persona la hace creativa en perspectiva humana.

El amor da sentido a la sexualidad porque la orienta decididamente al encuentro con el


tú. Por consecuencia el amor evita que se utilice al otro como un medio para la propia
realización personal o gozo sexo-genital.

Exigencias en la sexualidad de la pareja


Corresponde a cada uno, hombre y mujer, reconocer y aceptar su identidad sexual La
diferencia y la complementariedad físicas, morales y espirituales están orientadas a los
bienes del matrimonio (unidad, indisolubilidad, fidelidad, fecundidad) y al desarrollo de
la vida familiar La armonía de la pareja humana y de la sociedad depende en parte de la
manera en que son vividas entre los sexos la complementariedad la necesidad y el apoyo
mutuo (CIC 2333 ver CIC 1643 1654)

La formación moral para el crecimiento y evolución en la sexualidad exige una


progresiva conversión de ciertos valores que están contenidos en una sexualidad
madura, que se convierten en exigencias morales, al igual que alertar sobre ciertos
factores que pueden originar una deficiente vivencia de la misma sexualidad.

a) La exigencia de la integridad.
La sexualidad es una realidad unificadora del ser humano e integra el cuerpo, la mente y
el espíritu.

b) La exigencia de la unicidad.
La sexualidad tiene una orientación natural hacia el encuentro de la pareja. Y este
encuentro sólo puede ser posible cuando el cariño mutuo los haga optar por compartir la
vida misma entregándose uno a otro en su totalidad y sin restricciones.

El matrimonio está fundado en el amor unificado que se manifiesta en la fidelidad total


de ambos y la entrega para siempre de toda la vida.

c) La exigencia de la fecundidad.
El amor siempre que es verdadero amor, tiende a ser fecundo. La fecundidad radica
principalmente en dar y compartir vida. La fecundidad tiene un sentido mucho más
amplio de lo que se entiende comúnmente.

En el matrimonio la fecundidad será dar la vida responsablemente a unos hijos que sean
signo y fruto de su amor unitivo de pareja. También significará el seguir cada día
compartiendo la propia vida con ellos para que crezcan, maduren y caminen en esa
plenitud de vida que les es exigida por su ser de personas y de cristianos.

d) La exigencia de realizar el amor.


Sería mejor decir que la sexualidad exige "crear el amor". Es decir hacer que exista el
amor en la vida, en la historia, en la sociedad, en la cultura, en toda la realidad del
hombre a nivel tanto individual como social.

e) La exigencia de santificación del amor.


La sexualidad para el cristiano además exige una vivencia del amor que sea santificada
y santificadora. Dios mismo nos ha dejado un sacramento que transforma, santifica y
diviniza el amor humano y lo constituye en sacramento de amor.

1. toda la interrelación o comunicación humana con personas del propio sexo o del
opuesto.

2. todo lo que significa amistad y cariño, incluyendo con aquellos del mismo sexo que
llamamos amigos; con los cuales se tienen relaciones afectivas y que incluyen auténticas
relaciones sexuadas, que no debemos confundir con las relaciones sexuales.

3. Toda la significación amorosa de la pareja y su tendencia a formar una familia.

4. Todo el humano deseo de dar la vida. La tendencia a la fecundidad, a la paternidad y


a la difícil y maravillosa misión de ayudara crecer a los hijos por la formación
educadora.

5. Toda la interrelación afectiva de la vida familiar y el proceso de creación de identidad


sexuada entre sus miembros.

6. Toda la capacidad de amor que lleva al ser humano a trabajar y servir a todo hermano
luchando por el bien común, participando en la actividad social y política y, por
vocación eclesial, comprometiéndose en la evangelización.

PRINCIPIOS BASICOS DE LA MORAL SEXUAL


Estos Principios se refieren a como se debe comportar la pareja que quiera guiarse por
una moral verdaderamente cristiana. No coincide necesariamente con el modo como la
gente de hecho se comporta. Los principios morales cristianos no dependen de las
costumbres ni de las leyes. La moral no está de moda.

Principios morales y cristianos

1.- La sexualidad es un don de Dios y, como tal, es un bien. Debe ser tratado con
responsabilidad y con respeto.
2.- La relación sexual es responsabilidad de los dos esposos, no de uno solo. La
fidelidad los obliga a los dos por igual.
3.- Ambos esposos tienen igual derecho a la iniciativa en lo sexual. Aunque cada uno
puede ser muy diferente del otro en l que se refiere a la disponibilidad, deseos, manera
de insinuarse, etc.
4.- El amor verdadero lleva a que cada uno se interese por su cónyuge y los dos hagan
un conjunto de adaptación mutua. Esto juega no solo para su realización sexual, sino
también para todos los sectores de su relación de pareja.
5.- En la relación sexual no es lícito separar el significado unitivo (unión corporal) del
significado procreador (posibilidad de engendrar hijos). No es lícito esterilizar
voluntariamente el acto o las personas (mediante el uso del coito interrumpido o el
empleo de métodos anticonceptivos).
6.- Debe respetarse toda vida naciente. El aborto es un crimen que nunca puede
justificarse (el embrión no es un agresor injusto).
7.- Hay que respetar la naturaleza de la sexualidad. La homosexualidad no puede
aceptarse como lícita moralmente. Ni tampoco la sodomía (orgías).
8.- Las relaciones sexuales no se deben anticipar al matrimonio, El sexo no es la entrada
correcta al matrimonio. La mejor manera de preparar la entrega completa de los dos en
el matrimonio es la continencia, que prepara para la futura fidelidad. No es fácil
observar la continencia antes del matrimonio, pero con la gracia de Dios es posible y
tiene innegables recompensas para la pareja.
9.- No todo es lícito en el matrimonio. Los esposos también están obligados a observar
la decencia. La verdadera decencia no riñe con la intimidad propia de los esposos. La
búsqueda legítima del placer conyugal no autoriza prácticas que pueden ser nocivas para
la salud. La pornografía no es buena escuela para los esposos que quieren desarrollar
una sana sexualidad.
10.- Tener una recta conciencia.- Para tenerla, la pareja debe de estar informada y luego
formada, y al apreciar la misericordia de Dios y la sabiduría de la Iglesia que es Madre y
Maestra, seguir la propia conciencia que debe de ajustarse a la voluntad de su creador.
Esta es la última norma de moralidad, pues Dios mismo habla a la conciencia del
hombre para decirnos lo que está bien o mal. Antes de tomar cualquier decisión en
nuestro actuar, debiéramos preguntarnos: ¿Qué pensará Dios de esto?

Sabemos acerca de los distintos tipos de relaciones sexuales que existen en el mundo.
La meta es que el “nosotros” en nuestra vida crezca cada día más.
Este es el COMPROMISO que hacemos o hicimos el día de nuestra boda que es cuando
comenzamos el CAMINO DEL MATRIMONIO.
La Sexualidad Sacramental implica que el NOSOTROS es más importante, y más
grande que el YO, o el TU.
Esta relación es una de ENTREGA, FIDELIDAD, COMPROMISO INCONDICIONAL
Y PERMANENTE.
Es para toda la vida y es un verdadero Regalo de Dios.

ALGUNAS ORIENTACIONES PRACTICAS


a.- La luna de miel debe ser planeada en tal forma que constituya un verdadero descanso
para la pareja. Evitar viajes extenuantes, así como sitios y actividades que no favorezcan
la intimidad de los dos.

b.- La primera relación sexual exige de parte del varón mucha delicadeza. No siempre
será tan placentera como se espera. Se necesita paciencia y serenidad.

c.- si se presentan dificultades para la consumación, consultar con un buen ginecólogo.


De ordinario es fácil remediar. Si la dificultad persiste debe acudirse a la ayuda
profesional especializada. El amor mutuo hará más llevadera la situación.

d.- Es posible que el varón experimente algunas veces eyaculación precoz o impotencia.
Esto no es signo de falta de virilidad, ni debe llevarlo a avergonzarse ni a desesperarse.
Ambos deben asumir con serenidad las cosas y consultar en pareja a un profesional
adecuado.

e.- Ambos deben cultivar el atractivo mutuo. La higiene personal, la buena presentación,
trato amable y amoroso entre los cónyuges durante todo el día y todos los días,
llenándolos de pequeños detalles, delicadeza, buen trato, diálogo, la ternura y la
comprensión, juegan un papel importante. Sean románticos. Así llegado el momento de
las relaciones sexo genitales, serán plenas y satisfactorias de dos seres que se aman. No
hay porque pretender que la noche será feliz si durante el día se han ignorado o, lo que
es peor, se han maltratado el uno al otro.

f.- Las relaciones sexuales, durante el embarazo no están contraindicadas de ordinario.


Seguir las recomendaciones del ginecólogo.

g.- En días anteriores y posteriores al parto, seguir las indicaciones del ginecólogo.

h.- Regla de oro: no obstaculizar ni minimizar la importancia de las relaciones


sexuales en la vida matrimonial. Si se comprende bien el significado de la
abstinencia, ésta enriquece la relación sexual, así como el silencia enriquece el
diálogo.

 La relación sexual son la expresión máxima en el plano físico del amor de los
esposos, pues es un acto que envuelve a toda la persona y no solo a sus órganos
genitales, sino todo su cuerpo y todo su espíritu. Es la comunicación recíproca
del amor entre un hombre y una mujer que se aman, a través de su cuerpo.

La concepción cristiana del matrimonio lleva a una entrega mutua, igualdad,


complementariedad, fidelidad, confianza, indisolubilidad

Tenemos que darle a nuestra entrega la PRIORIDAD que tiene. La entrega sexual del
matrimonio es un requisito para el SACRAMENTO. En otras palabras el sacramento
del matrimonio se consuma en la cama. Si no hay sexo, no hay Sacramento. Leer
Tobías 8:5-9.

Nosotros debemos crear una intimidad cada vez mayor. Nuestra entrega debe ser
TOTAL, de toda nuestra persona - no solo genital - y debe revitalizar nuestra relación
completa.

Nuestra sexualidad es REGALO DE DIOS porque entra en ella la plenitud del amor,
que va mas allá del instinto.

¿Cuáles son los obstáculos que dificultan esa buena relación sexual?
Los expertos nos dicen que estas cosas pueden influenciar en nuestra vida
matrimonial y por eso debemos estar al tanto e informarnos bien.

EXPECTATIVAS IRREALES:
Cuando somos novios y nos amamos, ponemos en nuestra relación sexual matrimonial
nuestras mejores ilusiones, pero a veces nuestras expectativas son irreales. Pensamos
que nuestros encuentros sexuales van a ser como lo muestran las películas, novelas,
revistas, etc. y esa no es la realidad. Otra expectativa irreal es que vamos a hacer el
amor a todas horas y de todas las maneras. Esto quizás puede pasar al principio pero
después, todo coge su nivel y la pasión se apacigua y pasamos a otro nivel de entrega.

Otra cosa que creemos es que el sexo tiene que ser bueno el 100% de las veces y no es
así. De acuerdo a Barry McCarthy que es un sexólogo del American University, esto es
lo normal (PRÓXIMO SLIDE):
IGNORANCIA DE LAS DIFERENCIAS SEXUALES
Otra área de conflicto puede ser la ignorancia de nuestras diferencias.
(Se puede dar ejemplo.)
No todo el mundo tiene el mismo nivel de apetito sexual (sex drive). Casi siempre el
hombre tiene más apetito que la mujer pero no necesariamente. Lo que nos da el apetito
sexual a los dos sexos es la testosterona y ese nivel varía tanto en uno como en el otro.
Puede juntarse una pareja donde el hombre tiene mucho apetito y su mujer no, o
viceversa. Entonces hay que saber acoplarse y tocar los botones necesarios para
estimular al de poco apetito. Pero debe quedar claro que si la persona no siente deseos
no quiere decir que no ama a su pareja. Por eso, hay que saber que cuando primero nos
enamoramos, toma lugar un cambio físico/hormonal que algunos expertos llaman “love
potion” o borrachera hormonal que nos levanta el líbido (drive) de una manera anormal
y aún la persona que es normalmente pasiva siente esa pasión.

Esto va desde el noviazgo hasta los dos primero años del matrimonio, mas o menos. ¿Y
qué pasa?, que nos preocupamos pensando que al no sentirnos de la misma manera ya
no nos amamos y es aquí donde algunos piensan en el divorcio. Por eso deben
comprometerse mutuamente a solucionar cualquier dificultad y créanme que son etapas
que pasan y hacen crecer aún mas el amor entre nosotros.
Para estimular a tu pareja, hay que saber como el/ella se siente apreciado/a, amado/a.
Por ejemplo, hay muchas técnicas o maneras no relacionadas con el sexo que mueven a
la persona hacia esa dirección – ejemplo lavar platos, acostar a los niños.
Por lo general, el hombre necesita del sexo para relajarse y la mujer necesita estar
relajada para ponerse en el “mood.” Por lo tanto, una cosa esta relacionada con la otra.
Lava platos – relaja a la esposa al sentirse valorada – lleva al sexo
Acuesta a los niños – relajada -- sexo

FALTA DE TIEMPO
Una de las quejas más comunes que tienen las parejas es la falta de tiempo, y como
consecuencia, hay poca frecuencia en las relaciones sexuales. Esto es negativo porque el
sexo revitaliza el matrimonio. Con tantas cosas por hacer, tenemos que compartir el
trabajo de la casa y la responsabilidad de los hijos, para que ninguno de los dos se sienta
sobrecargado de trabajo y de “stress”, lo que lleva a su vez a la frustración y al despego
amoroso.

Los hijos son la consecuencia de nuestro amor pero no deben estar por encima de
nuestra prioridad, que es nuestro matrimonio. Por lo tanto, los dos debemos darle
nuestro amor y atención pero también tener un orden con ellos y acostarlos temprano de
manera que nosotros tengamos un rato de relajación para estar el uno con el otro.

De vez en cuando, se debe organizar una noche sin ellos, conseguir un “babysitter” y
regalarnos esa noche.

COMUNICACIÓN
Estudios sobre sexualidad matrimonial exitosa muestran que el mejor indicador es la
capacidad de comunicación .

La comunicación en el matrimonio es crucial pero en el área sexual, es indispensable


porque nadie es adivino y no hay manera de saber lo que le gusta o no a tu pareja si no
se lo decimos de una forma simple y clara. Los “hints” o insinuaciones no funcionan.
Las mujeres somos muy amigas de insinuar y la mayoría de los hombres no se dan por
enterados.
Sin embargo, el 50% de los matrimonios nunca hablan de su vida sexual. Quizás
piensan que es un tema delicado y temen abrir una caja de Pandora, pero las encuestas
dicen que el 85% de las parejas felices se comunican y evalúan su vida sexual
periódicamente.

La vida sexual de un matrimonio es dinámica, va cambiando, va mejorando y se van


acoplando mejor a través de los años, y la comunicación es vital.

CINCO FASES EN EL DESARROLLO DEL ACTO CONYUGAL

Deseo o Libido: Es el impulso que te mueve a buscar o se recibe a la persona amada:


generalmente es el hombre el que conquista y la mujer es la que seduce. Su duración es
variable (la vista, el olfato, el gusto, y el tacto juegan un papel importante, al igual que
las fantasías y la imaginación).

Excitación: Se llenan de sangre los órganos procreadores. En la mujer, la vagina se


pone húmeda y se lubrica al producir una secreción en su interior. Además, la vagina se
alarga y se ensancha preparándose para la relación sexual. En el hombre se produce la
erección, es decir, el crecimiento y endurecimiento del pene. La rapidez de ésta depende
de la intensidad y naturaleza del estímulo. Durante la excitación ocurre el juego previo o
estímulos, los besos, las caricias, las palabras.

Meseta: Durante la meseta, el corazón late con más frecuencia, la respiración se


acelera. En los hombres se completa la erección del pene y se siente más “duro”. En la
punta del pene aparecen algunas gotas de líquido que pueden contener espermatozoides.
En las mujeres, lo más notable es la hinchazón o engrosamiento de los tejidos que
rodean la parte externa de la vagina. Otro cambio importante se da en el clítoris. Éste se
retrae o eleva hacia el cuerpo, como si desapareciera. El conducto vaginal está
totalmente húmedo, lubricado, listo para la relación sexual. Su duración es relativa y
depende de la pareja.

Orgasmo: Es la etapa de “liberación” o “descarga” de la tensión sexual acumulada en


las etapas previas. En el hombre consiste en una serie de contracciones rítmicas de los
órganos situados en la zona pélvica, que provocan la eyaculación del semen.
En la mujer es una sensación difusa que empieza alrededor del clítoris y luego se
expande por toda la zona pélvica. La mujer puede sentir la contracción de los músculos
alrededor de la entrada vaginal y relajamiento muscular. Igualmente se contraen
rítmicamente el útero, trompas y vagina con sensaciones de placer. La sensación es muy
intensa y dura sólo unos segundos.

Resolución: Se inicia al terminar el orgasmo y sigue siendo un momento de placer,


donde las caricias son importantes aún. El organismo vuelve a su estado de reposo. El
pene regresa gradualmente a su flacidez normal. En la mujer, el pulso retorna poco a
poco a la normalidad, así como la presión sanguínea y el ritmo respiratorio. Si hubo
rubor sexual o erección de los pezones, también desaparecerán. La vagina recobra su
tamaño normal. Sin embargo, si la mujer lo desea puede tener más orgasmos, aunque se
halle en la fase de resolución. En el caso del hombre tiene que pasar por un período de
descanso.

Como podrán ver hay una Diferencia entre le proceso de excitación entre el
hombre y la mujer. La mujer, normalmente es un poco más complicada emocional
y psicológicamente. El hombre puede excitarse con tan solo ver. La mujer tiene
muchos parámetros diferentes.

Cada pareja debe desarrollar su propio estilo y enfocarse en la satisfacción del


otro/a. Muchas quejas de las mujeres es que el marido no toma suficiente tiempo
para excitar a su mujer y permitir que ella llegue al clímax. Deben de saber que
nuestros “switches” funcionan distintos (hombre y mujer).

La meta es que el “nosotros” en nuestra vida crezca cada día más y ese es el
COMPROMISO que nosotros hicimos el día de nuestra boda que es cuando
comenzamos el CAMINO DEL MATRIMONIO, y es el que ustedes harán el día de
su boda.

QUE DIOS LOS BENDIGA SIEMPRE.

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