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Los chinos y la limpieza pública una

historia de abusos
Durante la época del auge de la exportación del guano el Perú recibió una gran cantidad
de migrantes chinos. Vinieron a trabajar en las islas guaneras como peones.

Cuando el guano comenzó agotarse, algunos fueron contratados para trabajar en las
haciendas de la costa.
Otro grupo de chinos fueron a vivir a las ciudades. Se asentaron en los alrededores del
mercado central. En el callejón de Otayza y otras calles vivieron apiñados en
condiciones poco higiénicas.
Muchos chinos se dedicaron a la limpieza pública. Este fue uno de los oficios más
penosos. Barrer las calles, recoger basura y animales muertos. Trapear los pisos
enlozados y mantener el aseo.
Lima en el siglo XIX era una ciudad de varias clases de pisos: enlozados, de madera, de
tierra afirmada, de adoquín de piedra y ladrillo.
En este trabajo, los chinos fueron victimas de muchos abusos. Para empezar, ganaban
un sueldo miserable y recibieron el desprecio de la población.
En las comisarias se registraron constantemente denuncias de agresiones a trabajadores
de limpieza de raza china, por parte de jóvenes y personas en estado de ebriedad. El
oficio de la limpieza nocturna los exponía a estos ataques.
Asimismo, existía una costumbre muy difundida en Lima, luego de una verbena o
quema de fuegos artificiales, la estructura de carrizo que sostenía los juegos
pirotécnicos era desarmada. Las cañas eran utilizadas por los vagos y muchachos para
golpear a todos los chinos barrenderos que encontraran en las calles.
Esto se volvió tan común que algunos diarios como El Comercio, alertaban a la
población asiática cada vez que se realizaba una fiesta de este tipo.

Los vecinos de Lima vieron al chino barredor como una persona sucia y miserable, que
en vez de limpiar la ciudad levantaba con su escoba nubes de polvo que ensuciaban las
casas y los vestidos de las mujeres de Lima. En época de epidemias se les llegó a acusar
de propagar el miasma contenido en el polvo de sus escobas.

La asociación entre el chino y las enfermedades tuvo su origen desde la época en que
estos llegaron al Perú.
En la famosa tesis de Clemente Palma, sobre El Porvenir de la raza en el Perú (1898)
caracterizaba a la raza china, como una raza improductiva y enferma.
“El chino lleva en sus venas los gérmenes de repugnantes enfermedades que prueban lo
que digo: esas enfermedades son la tisis, la lepra y la elefantiasis, enfermedades que,
como es sabido, son hijas de los vicios de la sangre y de la debilidad y de la
degeneración de las razas.”

La idea del chino sucio fue reforzada por su asociación al juego de azar, el hacinamiento
en que vivía, el consumo del opio y sobretodo a la forma en que preparaba sus
alimentos.
Siempre se decía que los chinos cocinaban sus alimentos en condiciones antihigiénicas
y usando ingredientes de dudosa procedencia.

Pedro Paz-Soldán y Unánue, más conocido como “Juan de Arona” escribió:

No hay donde al chino no le halles,

Desde el ensaque del guano,

Hasta el cultivo en los valles;

Desde el servicio de mano,

Hasta el barrido de calles.

Juan de Arona alguna vez fue partidario de la inmigración china al Perú, pues consideró
que este era un trabajador más barato y menos vicioso que el negro, propenso a la
vagancia y el alcoholismo.

En su vejez, “Juan de Arona” cambió de opinión sobre la inmigración china y la


consideró perjudicial para el mestizaje en el Perú.

Esta tendencia en contra de la migración asiática germinó en un medio académico


influido por las ideas racistas de los pensadores europeos.

Asimismo, la precarización de la vida en la ciudad de Lima, el alto costo de vida y el


desempleo fue un detonante que originó entre la población limeña una oposición a la
migración china.

Volviendo a nuestras calles, a pesar del maltrato y los prejuicios que recibieron. No
imaginamos que habría sido de Lima sin los chinos barredores. En una ciudad que
sufrió varias epidemias, su participación fue muy importante. La historia ha cometido
muchos olvidos, hoy recordamos uno de ellos.

BIBLIOGRAFIA
ARONA, Juan de. La inmigración en el Perú. Lima: Academia Diplomática del Perú.
1971
PALMA, Clemente. El porvenir de las razas en el Perú. Lima: UNMSM. 1898
La odiosa costumbre de golpear a los chinos con caña de carrizo siguió vigente en
pleno siglo XX (Caricatura: Variedades 1911)

Chino sorprendido trapeando las lozas de


noche. Trabajo penoso, en el cual iban
descalzos y estaban expuestos a los abusos
(Foto: Variedades)
Chino barredor en la plaza Bolivar, su labor en el higiene y aseo de la ciudad fue
importante en el siglo XIX y XX. (Foto: Lima de siempre)

Publicado 17th February 2011 por Juan Jose Pacheco Ibarra


Etiquetas: chinos historia republicana

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