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1.- INTRODUCCIÓN
La igualdad es uno de los derechos fundamentales de todos los seres humanos y por
lo tanto un derecho que compartimos mujeres y hombres. Este es un principio en el
que se asienta la Declaración Universal de los Derechos Humanos y que rige el
marco legislativo y ejecutivo de las democracias, siendo la Administración
Pública uno de los principales actores de su implementación y gestión.
Otro paso importante para la defensa internacional de los derechos de las mujeres fue
la aprobación en la ONU de la CEDAW, la Convención sobre la eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) en 1979.
Los movimientos de mujeres son fundamentales en la lucha para eliminar todas las
formas de discriminación y han contribuido al reconocimiento de la igualdad como un
derecho internacional y un principio estrechamente vinculado al ejercicio de la
ciudadanía.
- Importante como poder participar con las mismas oportunidades en todos los
ámbitos de la sociedad.
Imprescindible como no temer por nuestra vida ni por nuestra seguridad o la de las
personas que queremos.
- Interesante como descubrir que podemos reinventarnos y ser todo lo que soñemos
sin sentir ningún obstáculo por el hecho de ser hombre o mujer.
- Especial como que todo ser humano pueda desarrollar todo su potencial afectivo,
intelectual, artístico o físico.
Hablar de igualdad implica hablar de todo ello... vivir plenamente reconociendo toda
nuestra experiencia, capacidades y valores como mujeres y hombres.
LA DISCRIMINACIÓN EN LA ACTUALIDAD
Recordemos que hace no tantos años al preguntar a una mujer cual era su
ocupación solía responder: "ama de casa" o "mis labores". Un trabajo
imprescindible para el bienestar pero por el que no obtenía un salario y que le hacia
dependiente del "hombre responsable" como "cabeza de familia".
Pero esto ¿Ha supuesto transformaciones en la esfera privada y pública? ¿El mundo
del trabajo ha adaptado su cultura a una nueva realidad donde mujeres y hombres
comparten no sólo el mismo espacio, sino las mismas obligaciones y derechos?
¿Se ha preparado a la sociedad para asumir que las obligaciones domésticas -ámbito
reproductivo- no dependen solo de las mujeres, sino que debe haber una
corresponsabilidad de las personas que integran la unidad familiar?
Teniendo en cuenta que las mujeres se han incorporado al espacio laboral ¿Los
horarios de trabajo han cambiado para facilitar la conciliación de la vida personal,
familiar y laboral? ¿Se ha analizado por que no hay una correlación entre el número
de mujeres con preparación y experiencia y los puestos de dirección y
responsabilidad? ¿Se han tenido en cuenta las necesidades de las mujeres y los
obstáculos que pueden encontrar cuando se incorporan a determinados ámbitos
laborales?
Como consecuencia del rol social las mujeres optan por profesiones que
responden al papel que encaja mejor con la idea tradicional que la sociedad
espera que haga una mujer. Estos trabajos coinciden con sectores que, aunque
son imprescindibles para el conjunto de la sociedad, son curiosamente menos
valorados y por lo tanto, menos remunerados y de menor prestigio social...
En conjunto existe una clara diferencia entre los salarios que reciben los
hombres y las mujeres así como en la calidad, condiciones y estabilidad del
tiempo de contratación.
Este sencillo análisis nos ofrece una fotografía bastante exacta de la realidad.
Éstas y otras muchas razones nos hacen afirmar que en los tiempos actuales, a
pesar de las leyes, a pesar de que unos y otras reciben la misma educación, a
pesar de los avances conseguidos, debemos seguir hablando de
discriminación hacia las mujeres y de la necesidad de un pacto de
corresponsabilidad por la igualdad.