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PRESENTADO POR:
PERALTA SOFÍA. C.I.: 27.315.431
PIÑA ORLANDO. C.I.: 25.083.393
SARCOS LIZDANESKA. C.I.: 24.484.544
SOSCUN AGNELLI. C.I.: 27.030.416
1. INTRODUCCIÓN I
2. LINGÜÍSTICA 2
3. PSICOLINGUISTICA Y SOCIOLINGUISTICA 2
4. SEMIOLOGIA Y CONSUMO 3
6. GENEROS DISCURSIVOS 5
10. CONCLUSION IX
11. BIBLIOGRAFIAS 10
Introducción
Es de resaltar que por su gran importancia, y por sus múltiples ramificación es de gran
importancia, comprender todos los ámbitos, o por lo menos los más relevantes, donde la
semiología es fundamental, como un factor que conforma esos temas.
Por estas razones hoy, este grupo, trae un trabajo donde se habla y profundiza sobre
las distintas disciplinas y visiones donde influye la semiología. Dando su respectiva y
merecida explicación y respetando a los autores correspondientes, de los cuales se
sustrae la información.
1. La lingüística.
Las lingüísticas en una la ciencia que se encarga del estudio de las lenguas. Al igual
que muchas otras ciencias, esta tiene dentro de si múltiples disciplinas que se enfocan
en un aspecto concreto de la lingüística.
Visto de forma simplista se puede decir que la lengua es fácil y cotidiana de usar pero
al adentrarnos en su funcionamiento y origen esta su vuelve un mundo lleno de
complejidad, a pesar de estar presente en la totalidad de los pueblos que habitan la tierra.
Una de las razones por la cual es que el lenguaje se hace indispensable, es que
ineludiblemente el hombre siempre lo tiene como la principal herramienta para
comunicarse, entenderse, resolver problemas y expresarse con sus semejantes.
La lingüística no solo es necesaria por esta razón. También cabe denotar que los
lenguajes y las lenguas pueden ser estudiados desde distintos enfoque y que a su vez
estas, están conformadas por partes que tienen diversas funciones e interacciones a
distintos niveles.
2. Psicolingüística y Sociolingüística
Así como lo explica Peltzer (1991:68) el periodismo tiene las mismas cualidades de la
comunicación:
4. Semiología y Consumo
Cuando se produjo el inicio del intercambio de bienes por un valor monetario, los
individuos de aquellas sociedades adquirían en ese intercambio, aquellas cosas que eran
llamadas como necesidades básicas de los individuos. Con el paso del tiempo de este
sistema de intercambio, se fueron adquiriendo otros productos que ya no eran tan
básicos, pero su consumo nos daba placer y felicidad al tenerlos.
Dentro de este sistema de intercambio, con el paso del tiempo de tal, autores como
Saussure o Lévi-Strauss empezaron a investigar los aspectos del los signos que estaban
situados en nuestra vida cotidiana. Seguidamente, con la llegada de los estructuralistas
y su teoría se matizó más profundamente este aspecto incluyendo los signos y los
símbolos. De esta forma se llega a que este intercambio de objetos por monedas pase a
un sistema de intercambio de signos, donde el signo es la realidad que designa.
Este nuevo sistema formado nada tiene que ver con los propios sujetos ni con sus
hechos en sí de consumir, si no la importancia se sitúa en los códigos de este sistema.
Como diría Baudrillard “el código está por encima de los objetos y los sujetos, ya que es
en su estructura significante donde el significado cobra su autentico
valor.”(BAUDRILLARD, 2007. pág 22). El código se estructura como todo el conjunto de
diferentes signos o símbolos que forman parte de ese objeto de consumo que dan ese
sentido a cada hecho de consumir, por parte de un individuo. De esta forma es el propio
sistema de objetos el que utiliza a los sujetos y no al revés.
Así los objetos, las mercancías, los bienes, los cuerpos, los servicios, los actos de
compra son convertidos en el propio lenguaje de los individuos consumistas. El objeto
que se consume se enmarca dentro de un sistema de signos, el cual confiere a cada
objeto un estatus por ese valor que le otorga ese signo. Como veremos más adelante
estos signos son manipulados por la publicidad para encauzar a los consumidores a
seguir ese proceso haciéndoles creer que nunca tiene cubiertas esas “necesidades”.
El consumo de un objeto como un significado, se basa en que cada uno de los objetos
que consumimos en esta sociedad, que vienen marcados anteriormente por un signo y
un significado, hace que el individuo o el sujeto que adquiera ese objeto o producto se le
atribuya ese significado dentro de su sociedad. Ese significado es lo que hace situarse al
individuo en un grupo determinado dentro de la sociedad. Cada uno de estos signos,
significados o símbolos de los productos son reconocidos por todos y cada uno de los
sujetos de esa sociedad en concreto. Así cuando un individuo ve a otro sujeto con un
objeto que posee un significado, ese individuo no hace falta que haya tenido una relación
previa con el otro sujeto para saber colocarle en un determinado lugar de su sociedad.
6. Géneros Discursivos
El ser humano ha creado diversas formas para expresarse, las que, con el pasar del
tiempo y según su objetivo, se han multiplicado, ofreciendo así vehículos cada vez más
específicos con la finalidad de manifestarse. Dichas formas están íntimamente vinculadas
con el contexto ‘en el que’ y ‘para el que’ se desarrollan; es decir, su formación depende
del quehacer humano que la establece, el cual, a su vez, emplea la lengua (oral o escrita).
Ahora bien, la transmisión de la lengua se realiza a través de enunciados, con los que
se afirma, niega, cuestiona, propone, etc. determinada situación. Por sí solos, los
enunciados no tendrían sentido; sería casi como balbucear o escuchar frases en un
idioma desconocido. Sin embargo, al insertarlos en el ámbito humano adecuado se
convierten en géneros discursivos, siempre y cuando sean estables y guarden ciertas
semejanzas de orden temático, estilo (empleo de recursos léxicos, fraseológicos y
gramaticales) y composición o estructura.
“Es dado al hombre, señor, atacar los derechos ajenos, apoderarse de sus bienes,
atentar contra la vida de los que defienden su nacionalidad, hacer de sus virtudes un
crimen y de los vicios una virtud; pero hay una cosa que está fuera del alcance de la
perversidad, y es el fallo tremendo de la historia. Ella nos juzgará”
(méxicodiplomatico.org, 2006).
La semiótica tiene una estrecha relación con los medios de comunicación porque
éstos son fuentes primarias de acceso a la información que nos llega al público en
general. Dependiendo de la forma en que se exprese el contenido y los sintagmas
publicados, el público lo interpretará y lo asociara para así poder descifrar el contenido
del mensaje, reproducirlo e interpretarlo. La lingüística tiene que ver con el empleo del
lenguaje y gracias a ella podemos descifrar caracteres, signos o símbolos visuales hacia
mensajes elaborados.
Los medios visuales emplean signos plásticos y signos figurativos. Los primeros
pueden ser analizados según coloremas, texturemas y figuremas y los demás pueden
ser figuras icónicas reconocibles en el mundo físico e imaginario social. Esto tiene una
gran relevancia en la forma en que interpretamos los mensajes de las formas visuales
porque nos comunicamos y convivimos a través de ellos en nuestra cultura.
La publicidad, como cultura de masas, puede tener una gran influencia sobre la cultura
y determinar las representaciones sociales de los diferentes públicos a través de las
predicciones simbólicas difundidas a través de los productos o servicios de consumo.
Otro ejemplo de esto sería que si se le muestra a una persona un auto muy lujoso,
entonces esa persona probablemente pensará que el nivel de ingresos es alto, ya que el
poder adquisitivo permite la compra de ese auto. El auto en sí es un signo, que connota
en la otra persona algo, en este caso, que yo soy una persona que tiene un poder
adquisitivo alto.
Desde los aspectos más triviales, hasta los más complejos requieren y tienen un
fundamento en los signos y sus significas, es obvio que la capacidad de asociar signos
es lo que diferencia a los humanos, de los animales. Siendo el signo increíblemente
versátil, útil e indispensable.
BIBLIOGRAFIA