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ISSN: 1135-755
REFLEXIONES
RESUMEN
1
Doctor en Psicología. Unidad de Atención a las Dificultades del Lenguaje, el Habla y la Voz.
Universidad de Santiago de Compostela. A Coruña
2
Maestra Psicóloga. Orientadora de Centros. Xunta de Galicia.
PALABRAS CLAVE
ABSTRACT
KEY WORDS
igual que la utilización del código gestual al contexto social. Aunque, algunos auto-
utilizado en las interacciones son muy res (Durand y Carr, 1987) reconocen que
débiles, en contraste con las ecolalias o la autoestimulación puede tener la función
imitaciones verbales, y aunque estas últi- social de “escape” frente a las exigencias
mas muestran también algunos rasgos de ciertas tareas o situaciones. Dentro de
alterados, las realizan con suma asiduidad. las estereotipias se incluyen movimientos
motores extravagantes, como aleteo de
Por último, una cuestión relacio- manos o brazos, agitación de objetos,
nada con la anormal respuesta a su balanceo rítmico y rotación de la cabeza,
ambiente físico se produce ante la adquisi- andar de puntillas, dar saltos, adquisición
ción de los nuevos aprendizajes, mostrán- de posturas peculiares, hacer carreras,
dose muy lentos y con “hiperselectividad medición de pasos, rocking, y muchas
estimular” (Schreibam y Charlop, 1993), otras. Ornitz y Ritvo (1976) estudiaron los
en el sentido que seleccionan partes de los movimientos estereotipados de los niños
estímulos como relevantes y otras ante las autistas y encuentran que los más frecuen-
que no responden. Esta limitación interfie- tes son los aleteos de brazos y manos a la
re enormemente en la adquisición de los altura de los hombros, con un 35%, y los
nuevos aprendizajes, en la generalización movimientos rítmicos de la cabeza, con un
de las conductas aprendidas, las adquisi- 27%. En sus formas más sutiles se
ciones lingüísticas y otros procesos cogni- encuentran miradas de reojo a luces, tocar
tivos, de desarrollo y de aprendizaje. superficies, chasquear con la saliva y olfa-
tear el ambiente. Parte de las conductas
autoestimulativas son verbales, repitiendo
Conducta autoestimuladora y repetitiva palabras o incluso sonidos de forma rápida
y sucesiva. Pero, como sugieren Ross, Yu
Las autoestimulaciones o “este- y Kropla (1998), la ritmicidad, en cuanto a
reotipias” parecen ser unas de las activida- su emisión a intervalos fijos, parece no ser
des preferidas de los niños autistas. No una característica de las mismas, al contra-
son un rasgo exclusivo del autismo, ya rio de lo que se venía creyendo.
que se pueden observar en muchas otras
patologías infantiles (King y Krishnamo- Los niños con trastorno autista,
orthy, 1998) y adultas, como retraso men- por lo tanto, manifiestan una preferencia
tal, síndrome de Tourette, etc. Hace refe- hacia este tipo de conductas, que realizan
rencia a un comportamiento, sobre todo de modo habitual, por encima de la inter-
motórico, y muy especialmente a nivel de acción social o el juego con juguetes.
la motricidad gruesa, que se repite una y Resistiéndose, persistentemente, al aban-
otra vez, sin otra función aparente que el dono de las mismas. Incluso, y en compa-
propio placer al realizarla. Quemada ración con otros sujetos con retraso men-
(2001) las describe como conductas repe- tal, los autistas muestran un mayor núme-
titivas que parecen ocurrir automática- ro de estereotipias (Bodfish, 2000). Son
mente y que carecen de función adaptativa muchas las ocasiones en las que al hablar-
comunes son las de golpearse la cabeza y deben tener en cuenta el área comporta-
morderse las manos, muñecas o puños mental, sobre todo cuando existen altera-
(Gillberg y Billstedt, 2000). La intensidad ciones graves, desafiantes o autoagresivas.
de las lesiones va a variar mucho de unos Con tal efecto, es preciso crear en el niño
niños a otros, lo mismo que su frecuencia, las habilidades de autocontrol y las con-
pero, en general, se pueden observar hema- ductas adaptativas necesarias, bajo el cri-
tomas, callosidades, fracturas de huesos y terio de que puedan existir riesgos físicos
cráneo, desprendimiento de retina y arran- o psíquicos, daños propios o a los demás,
camiento de tozos de piel. Parece evidente o que su presencia imposibilite el acceso a
que algunos niños autistas muestran con- los diversos aprendizajes. Debe conside-
ductas de irritabilidad muy exageradas por rarse, al mismo tiempo, que las conductas
mínimos cambios en algunas costumbres, agresivas o autoagresivas, así como las
de modo que se expresan coléricos y se conductas desafiantes, son las más incapa-
infligen heridas graves o golpean la cabeza citantes de las exhibidas por los sujetos
contra una pared o algún objeto si un estí- autistas.
mulo lo altera, o si no encuentra su objeto
preferido. Una importante aportación del
modelo educativo al tratamiento de las
Debido a esto, se hace necesario, personas con autismo es el enfoque alter-
en diversas ocasiones, la protección del nativo al generado por el conductismo clá-
niño y de los demás. Para ello, se debe sico frente a los problemas del comporta-
partir, inicialmente, de un análisis funcio- miento. Las técnicas de modificación de
nal de su conducta, que va a ser, dada la conducta, aplicadas hasta hace unos años,
divergencia sintomática que describe el han sido fuertemente cuestionadas. No se
trastorno, diferente en cada niño, con el aceptan ya fácilmente el empleo exclusivo
fin de determinar los cambios en el entor- de esas técnicas, que se limitaban a elimi-
no que se deberán efectuar. Incluso, si se nar las conductas inadecuadas presentadas
considera oportuno, y en función de las por los sujetos en determinadas situacio-
características individuales, comportamen- nes, pero, sin generar algún cambio alter-
tales y de comorbilidad asociada, se nativo o actuación educativa.
podría utilizar farmacoterapia para su con-
trol y protección (Kerbeshian, Burd y Son muchas las investigaciones
Avery, 2001). que apuntan que las personas con autismo
responden bien a los programas educati-
vos, siempre que sean especializados y
LA INTERVENCIÓN estructurados, y su diseño esté a medida
PSICOEDUCATIVA EN EL ÁMBITO de sus necesidades y encaminadas al des-
COMPORTAMENTAL. arrollo de las potencialidades individuales
(AIAE, 2000). El objetivo general de la
Sin duda alguna, los modelos intervención educativa de estos niños,
efectivos de intervención en el autismo como apunta Rivière (1993), será desarro-
Ross, L., Yu, D. y Kropla, W.C. ters for the assessment and treatment of
(1998). Stereityped behavior in develop- children, adolescents, and adults with
mentally delayed or autistic populations: autism and other pervasive developmental
Rhythmic or nonrhythmic?. Behav. Mod., disorders. J. Am. Acad. Child Adolesc.
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