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UN REPASO A LA AUTOCOMPASIÓN

Por Eric Davis


Lo recuerdo muy bien. Una nueva posición, un ministerio emocionante estaba en juego. En silencio en
mi mente, me felicité por ser el candidato más fiel. Desde que "lo puse en mi tiempo", era algo seguro,
así lo pensé. Sin embargo, mi opinión exagerada de sí mismo y la auto-adulación solamente me
preparaba para la mayor decepción cuando otra persona (que yo pensaba que era menos calificada) fue
elegida para el puesto. No lo podía creer. Estaba humillado, no porque era humillante tanto como yo
había creado mi propia humillación revolcándome en mi ego destrozado. Durante algunas semanas
después, seguí lamiendo mis heridas mientras sentía lástima por mí mismo. He creado mi propia
miseria. Y de un modo narcisista, me gustó; era una forma de fomentar la auto-terapia.
La autocompasión: una sensación de lastima por uno mismo alimentada por un alto concepto de sí
mismo, una visión baja de Dios, y una actitud orgullo.
Mientras he luchado con el pecado de la auto-compasión, Dios ha sido bueno para exponer algunos de
sus peligros.
El siguiente es un breve repaso de algunos de los peligros de la autocompasión:
La autocompasión es una verdadera tentación para todos nosotros.
Dos grandes ingredientes se mezclan, la cual presentan una autocompasión como una opción sabrosa:
la lucha externa y lucha interna. Las batallas fuera de nosotros realmente no dejan sus cicatrices en
nosotros. La vida es dura. La gente es herida. A veces, en formas insoportables.
Además, tenemos una naturaleza caída que provoca una batalla interna conduciendo a un dolor y una
lucha mal manejada. Ya sea una herida grande y legítima, o una pequeña e imaginaria, nuestro pecado
parece usarlo para la gloria de uno mismo. Esto hace de la autocompasión una tentación constante, y
una frustración profunda para el pueblo de Dios en su intento de vivir para su gloria.
La autocompasión viene de un orgullo interno, no de las circunstancias externas.
Esto no es pasar por alto las luchas reales, externas de ninguna manera. Pero la autocompasión mira a
esas luchas y luego responde: es una respuesta a la lucha (real o imaginaria) impulsado por el orgullo
de un alto concepto de sí mismo. Nuestras circunstancias no lo obligan; se limitan a presentar la
oportunidad. Y, si no tenemos cuidado, el orgullo tendrá la oportunidad cada vez.
Por esa razón, la autocompasión no es un acto moralmente neutral. Nunca olvidaré el primer día que lo
escuché. Yo estaba sentado en mi primera clase de consejería pastoral, cuando el Dr. Stuart Scott dijo
algo en la línea de "Hombres, la autocompasión es orgullo pecaminoso." Un cambio atrasado ocurrió
en mi alma ese día. Lo que yo siempre pensé que era un sentimiento inocente de lástima por uno
mismo había sido expuesto como lo que realmente es.
En la autocompasión, el orgullo predica: "Esto no debería estarte sucediendo a ti. Tu eres mucho más
grande que todo esto. Tienes derecho a estar en el trono. Dios es un Señor pobre.” Y así, sentimos
lástima por nosotros mismos y comienza la espiral.
Sobre la autocompasión, Stuart Scott escribe, “Algunas personas orgullosas puede no sentirse
orgullosas en absoluto, porque siempre están decepcionados en sí mismos. Esto sigue siendo evidencia
de orgullo porque uno se centra en uno mismo y desea ser exaltado. Tener una actitud de “¡ay de mí!”
es autocompasión, lo cual es orgullo.” Así pues, la jactancia bulliciosa y la tranquila autocompasión son
dos caras de la misma moneda. Ambos nacen de la misma madre del orgullo.
La autocompasión puede venir de un adoración de nuestros sentimientos.
Los sentimientos son el becerro de oro de nuestro día. Adoramos a nuestros sentimientos y les
mantenemos superior a cualquier cosa, especialmente de la verdad. Esto es evidente, por ejemplo, en
que nuestros sentimientos se convierten en el determinante de lo que es bueno y lo malo; el juez de lo
que es correcto e incorrecto. Si están heridos mis sentimientos, entonces algo debe estar mal. Si haces
daño a mis sentimientos, entonces usted es un villano. No importa que probablemente yo necesitara
ser herido ( Prov. 27: 5-6 ). Y no importa qué ídolos y deseos pecaminosos podría estar alimentando
mis sentimientos heridos (Santiago 4:1 ).
Por lo tanto, donde hay autocompasión, existe el ídolo de los sentimientos. Mis sentimientos han sido
heridos por algo. Debido a que mantengo los sentimientos como supremos, soy consumido por sentir
lástima por mí mismo. Así, el objetivo de la autocompasión, entonces, se convierte en volver de nuevo a
establecer mi ídolo derrocado de sentimientos. Y si frena a esta causa, y no ayuda, entonces usted será
etiquetado como "falto de amor".
La autocompasión es alimentada por una mentalidad de "me lo merezco".
A menudo, en la autocompasión, seguiré sintiendo lástima por mí mismo porque yo estoy queriendo
algo que no estoy recibiendo o estoy obteniendo algo que yo no estoy queriendo. Tal vez quiero, y
siento que me merezco, un cierto reconocimiento, atención, o promoción. Si no lo consigue en la forma
y cuantía que siento que lo merezco, recurro a la autocompasión. Tal vez, en una escala más difícil, yo
realmente no quiero (ni creo que me lo merezco) alguna lucha o circunstancia difícil en mi vida.
Si yo no huyo de la mentalidad de "me lo merezco", entonces, la autocompasión se arraiga. Lo que
sucede, entonces, es que el “me merezco” se muta en expectativas y demandas, lo cual lleva a
profundas quejas egocéntricas. Y de una manera extraña y dolorosa, se puede sentir muy bien.
Pero humildemente debemos recordar que sólo merecemos la ira de Dios por nuestros pecados. Si
hemos pecado, entonces todo lo que se nos debe es condenación e ira (Ezequiel 18:4, Romanos 6:23).
Si Dios nos dice lo que merecíamos, entonces estaríamos soportando su justa ira por toda la eternidad
en el infierno.
La autocompasión es una profunda ingratitud.
Debido a que está alimentada por un alto concepto de sí mismo, la auto-compasión estará acompañada
por una falta de agradecimiento. Se centra en querer algo más y voluntariamente se ciega a la bondad
de Dios en mi vida. En ese sentido, la autocompasión es codiciosa: es el descontento con las actuales
circunstancias, sentir que se merece más, y se niega a ser agradecido.
La autocompasión tiene una visión baja de Dios.
Cuando uno mismo es grande, Dios es pequeño. Y la autocompasión es uno de esos momentos en los
que nuestra visión de nosotros mismos se infla como un pez globo. Estamos absorbidos en el mundo de
nuestros deseos, nuestros derechos y nuestros sentimientos. Dios no está en ninguna parte de la
imagen. En realidad, Dios está en la imagen, pero sólo como el destinatario de nuestra queja.
He arrancado a Dios fuera de su trono y colocado mis deseos, mis sentimientos, y yo mismo en el
trono.
La autocompasión es, entonces, fundamentalmente una ruptura del gran mandamiento.
La autocompasión a menudo infla sus luchas y desinfla las de los demás.
Debido a que es egocéntrico y auto-complaciente, la autocompasión a menudo piensa que todo el
mundo la tiene más fácil que ellos. Medita sobre -1 Corintios 10:13: "Mis tentaciones son
completamente infrecuentes para el hombre y no hay manera de escapar."
Del mismo modo, el corazón se lamenta de cómo en realidad nadie le comprende. Y en cierto sentido,
eso puede ser cierto: puede que no haya personas en medio de mí que entiendan a fondo lo que estoy
soportando. Sin embargo, la autocompasión se aferra a ese pensamiento en una forma ególatra y
absorta de si mismo. Toma un gozo oscuro en la comprensión de nadie, sea o no sea cierto.
La autocompasión se unirá a un fan club de simpatizantes sin discernimiento.
La autocompasión puede ser una táctica estratégica para la búsqueda de simpatizantes. Amigos bien-
intencionados pero sin discernimiento, correrán a consolarme en mi actitud "ay-de-mí".
Superficialmente ven un cachorro herido proverbial. Como liberando al inocente de perro de la
perrera, vienen al rescate. Pero sin darse cuenta, la autocompasión ansía el club de fans por su propia
gloria, y, mientras tanto, utiliza la simpatía como enfermera para curar el orgullo herido y sanarlo.
La autocompasión, a su vez, manipula a los simpatizantes. Por ejemplo, se dirá: "Realmente eres un
verdadero amigo", o, "Nadie más ha demostrado el amor como tu lo has hecho,” o, "En realidad, nadie
entiende lo que estoy pasando, excepto tú. Usted realmente tiene un don.” La adulación, entonces,
puede ser una táctica común de autocompasión para acumular esa creciente simpatía de club de fans (y
como una nota al margen, es fácil ver cómo la autocompasión está a menudo en la raíz de las divisiones
de la iglesia). La autocompasión crea algunos de sus mejores amigos a través de la manipulación y la
adulación. No puede pensar que es manipulante o halagador, porque la autocompasión realmente se
siente amado por todo (y el simpatizante no puede sentirse manipulado, ya que es recompensado por
la alabanza de la autocompasión). Pero no nos engañemos: los elogios y el reconocimiento son
alimentados por el monstruo del orgullo; no es nada más que un amor propio siniestro. Y antes de que
ellos lo sepan, los simpatizantes sin discernimiento de autocompasión se han convertido en defensores
de su causa egoísta. Es pecaminosamente brillante.
Los líderes de la Iglesia, también, tienen que ser conscientes de ello. La autocompasión buscará una
iglesia donde no sea pastoreado sino mimado. Buscara menos verdad, y más sentimientos-mimos en el
nombre de Dios y su palabra. Un liderazgo sin discernimiento puede confundir los sentimientos
heridos de toda la historia, cuando es más que algo pequeño, y un problema superficial. Pensando que
están pastoreando al individuo, le causaran un daño al complacerlos a fin de darles una visión más
grande de sí mismos que de Dios y la obra de Cristo. Mientras tanto, las raíces de la autocompasión
siguen creciendo bajo la superficie, dañando aún más el individuo.
La autocompasión es un comportamiento peligroso para la toma de decisiones.
Nuestra motivación durante la autocompasión es la gloria y la exaltación del yo. Somos como Humpty
Dumpty: nuestra frágil ego ha caído de la pared, destrozado sobre el duro suelo de la realidad, y
estamos buscando un bálsamo idólatra de nuevo otra vez. El objetivo es restaurar la entronización de
uno mismo con casi todos los medios posibles. Por esa razón, la toma de decisiones, especialmente las
grandes, son peligrosas en estos tiempos. Vamos a cosechar lo que sembramos. Si sembramos para
calmar nuestros sentimientos idólatras, nos aseguraremos de obtener mayores temporadas de
autocompasión y amargura en el futuro. Puesto que continuamos alimentando nuestro narcisismo,
florecerá en un monstruo más miserable.
Vamos a huir de las situaciones difíciles que son en realidad un regalo de Dios para fortalecernos en un
mundo difícil. Podemos huir de las relaciones y las personas que están allí para ayudar y cuidar de
nosotros en la forma en que Dios quiere. Podríamos tomar decisiones financieras necias en nuestro
egocentrismo. Podemos hacer una miríada de otras decisiones estúpidas pensando que un cambio de
escenario, trabajo, lugar, y gente serían la solución a nuestros problemas.
Y si obtenemos lo que nos hace sentir mejor en momentos de autocompasión (ya sea a través de
nuestra toma de decisiones o no), no debemos interpretarlo como una bendición de Dios en nosotros.
Todo lo contrario, tal vez. Nuestra maniobras egocéntricas sólo han logrado manipular aún más la
idolatría.
La autocompasión es típicamente una puerta de entrada a otro pecado.
La autocompasión es generalmente el punto de entrada en la auto-justificación, y la afirmación
subjetiva de lo que uno quiere. Se utiliza como la hoja de permiso a otros pecados. El alto concepto de
uno mismo enciende una mentalidad de recompensa que busca todo tipo de trofeos carnales y
presentárselos para soportar las penurias. Al hacerlo, los momentos de autocompasión pueden
convertirse en puertas de entrada a más pecado.
Cristo es nuestra esperanza en la autocompasión.
Como un hombre de dolores, experimentado en quebranto, y tentado en todos los aspectos, como
nosotros, Cristo se enfrentó a la gran tentación de la autocompasión. Y si alguien, podríamos entender
si él sucumbió a la autocompasión. Nadie se ha enfrentado a una mayor injusticia que Jesucristo.
Nunca hubo nadie tan merecedor de la gloria, pero recibió tal impacto de pecado. A cambio de
crearnos, sostenernos y amarnos, la humanidad continúa dándole pecado.
Y, sin embargo, a pesar de nuestra enemistad, nunca recurrió a la autocompasión. En cambio, él
confiaba en su Padre ( 1 Pedro 2:23), miró hacia adelante al bien que sus sufrimientos lograrían
(Romanos 8:28, Hebreos 12:2), se centró en servir a los demás (Marcos 10:45), y buscó agradar a Dios
en todo (Mat. 26:42 , Juan 8:29).
Y porque nunca pecó, Cristo se ofreció a sí mismo en la cruz como el único sacrificio suficiente por el
cual la ira de Dios por nuestro pecado podía ser extinguido. La obra propiciatoria de Jesucristo en
nuestro lugar en la cruz es suficiente para eliminar nuestra condenación, incluida la de nuestra
autocompasión. Él es nuestra esperanza. Podemos pedir perdón por el orgullo de la autocompasión y
recibirlo gratuitamente.
Entonces, por su gracia transformadora, podemos volvernos de la autocompasión. En lugar de
revolcarnos en la auto-compasión, podemos descansar en la compasión de Cristo que fue tentado en
todas maneras como si nunca hubiésemos pecado (Hebreos 4: 15-16.). Podemos descansar en el hecho
de que el amor y la gracia que Dios que nos ha mostrado en Cristo es mucho mayor que el dolor y la
indiferencia que hemos recibido de otros. Podemos confiar en que las cosas que nos tientan a la
autocompasión se utilizan soberanamente para el bien de hacernos más como Cristo. Por su gracia,
podemos convertir el egocentrismo de la autocompasión en servir a los demás; el enfoque en
sentimientos heridos a un enfoque en la bondad de Dios para con nosotros; la manipulación de los
simpatizantes en buscar amar y animar a otros; el enfoque en el derecho a la gratitud por la Persona y
la obra de Cristo.
¿CÓMO SABER SI ESTOY LLAMADO AL MINISTERIO?
Por Alberto Solano
A través de la historia, hombres llamados por Dios se han levantado para proclamar el evangelio y
guiar a la iglesia. En cada generación el Señor llama siervos para el ministerio pastoral y la predicación
de su Palabra. Hoy en día vemos cómo hombres hispanohablantes alrededor del mundo están siendo
llamados y comisionados por Dios como nunca antes en la historia. En lo personal me emociona
mucho ver cómo Dios está levantando una ola de pastores e iglesias en Iberoamérica que toman con
seriedad el estudio de la Biblia.
Reconocer el llamado al ministerio incluye un ardiente deseo por estudiar y conocer la Palabra de Dios,
una pasión por la proclamación del evangelio alrededor del mundo y una incesante inquietud por
conocer más y más acerca de Dios. Tales aspectos demuestran características del llamado al ministerio.
Aquí hay cinco preguntas que se debería hacer para saber si Dios le está llamando al ministerio
pastoral:
1. ¿Tengo el deseo y la pasión por la labor del ministerio?
Cuando Pablo instruyó a Timoteo en qué es lo primordial en el llamado al ministerio, le habló acerca
de un deseo interno: “Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea” (1 Timoteo 3:1). Este
anhelo es un sentir interno el cual nace por el Espíritu Santo a medida que el hombre de Dios crece en
conocimiento de la Palabra.
No estoy hablando de una emoción que debe sentir, pues debemos reconocer que nuestro corazón es
engañoso y perverso (Jeremías 17:9) y por lo tanto no debemos guiarnos por nuestras emociones
momentáneas. Estoy hablando de un deseo que esté constantemente presente en su mente que lo lleve
a desear la labor pastoral. Si tiene tal deseo, entonces recurra a la oración. Ayune, vaya a su habitación
y doble sus rodillas delante de Dios. Lea la Biblia y examine la raíz de tal deseo. Hermano, no entre al
ministerio para buscar reconocimiento o un lugar donde pueda liderar a personas. Tal deseo es un
sentir marcado por la humildad, piedad, amor y compromiso con la proclamación del evangelio.
2. ¿Estoy calificado bíblicamente?
Así como un trabajo requiere de ciertas calificaciones, de la misma manera el ministerio pastoral
demanda una lista de calificaciones bíblicas. Pablo lista estas calificaciones en 1 Timoteo 3:2-7 y Tito
1:5-9. Debe ser un hombre:
“irreprensible, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar;
no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no
avaro; que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no
sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); no un neófito, no sea que
envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. También es necesario que tenga buen testimonio
de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del diablo” (1 Timoteo 3:2-7)
Si lee esta lista y ve que su vida no refleja un patrón de cumplimiento a estas calificaciones, entonces
debe considerar seriamente si es tiempo de entrar al ministerio en este momento. Muchas veces ciertos
hombres requieren de más tiempo para poder crecer en santificación y madurez, para entonces sí
poder decir con una limpia conciencia que poseen las calificaciones necesarias. Por otra parte si usted
ve que su vida no demuestra estas calificaciones, bíblicamente no está calificado para el ministerio.
Una nota de exhortación: hermanos, nosotros no somos perfectos. El ministro de la Palabra no es una
persona que nunca peque o que sea completamente piadoso en toda palabra y acción, pues la Biblia
misma nos enseña que todos continuamos pecando (1 Juan 1:8). Si lucha contra algún pecado,
arrepiéntase, busque la santidad y pida que le mantengan a cuentas. Recuerde que un hombre de Dios
es un hombre que reconoce sus debilidades y vive de rodillas buscando la divina ayuda de Dios para
llevar acabo el ministerio pastoral, a pesar de sus errores.
3. ¿Poseo los dones necesarios para cumplir con las funciones del ministerio?
Una de las características que distinguen a un anciano de un diácono es que un anciano, o pastor, debe
ser “apto para enseñar” (1 Timoteo 3:2). Dios dio a cada miembro de la iglesia diferentes dones, entre
estos dio el de la enseñanza:
Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen
la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos
de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de
profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la
enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con
solicitud; el que hace misericordia, con alegría (Romanos 12:4-8).
Un ministro debe ser un hombre que posee la capacidad mental para poder tomar un texto bíblico y
explicarlo en su contexto gramatical, histórico, literario y cultural (para mencionar algunos). Esto
requiere de habilidades que Dios otorga ha hombres para que puedan hablar y predicar la Biblia.
Así que pregunte: ¿Poseo las capacidades necesarias para predicar con fidelidad y eficacia? Esto no
quiere decir que debe hablar como Charles Spurgeon o elaborar sermones como John MacArthur. Pero
sí quiere decir que ve en su vida los dones necesarios para la predicación de la Palabra.
4. ¿Creen mi iglesia y mis ancianos que estoy dotado y moralmente calificado para este llamado?
Uno puede llegar a creer que es la persona más piadosa y moralmente calificada sobre la faz de la
tierra, hasta que habla con las personas a su alrededor. Proverbios 17:24 nos recuerda: “En el rostro del
entendido aparece la sabiduría; Mas los ojos del necio vagan hasta el extremo de la tierra.” Un hombre
que está siendo llamado por Dios para cumplir con el ministerio de la Palabra es alguien el cual su
iglesia y ancianos, al observarle, confirman su moralidad en cumplimiento a las calificaciones de un
hombre de Dios y le exhortan a buscar el ministerio pastoral.
Recuerde, las calificaciones de 1 Timoteo 3 y Tito 2 deben ser afirmadas por la iglesia local, no por uno
mismo. Pablo, cuando habló de su ministerio en Efeso, les recordó: “vosotros sabéis cómo me he
comportado entre vosotros todo el tiempo” (Hechos 20:18). Él no tuvo que defenderse o dar
información de su vida privada o calificaciones morales con el fin de que le tuviesen por ministro de la
Palabra, pues la iglesia local podía testificar de su piedad ya que le habían visto ministrar de cerca.
Hermano, ¿que tan bien le conoce su iglesia? ¿Permite que sus ancianos le ayuden a crecer
espiritualmente? ¿Cuanto tiempo pasa con otros miembros de su congregación? ¿Existen personas en
su iglesia las cuales puedan testificar que le conocen bien?
5. ¿Veo en mi la necesidad de crecer en el conocimiento de la sana doctrina?
Si usted está siendo llamado por Dios para el ministerio, entonces es sumamente importante que se
capacite para tal labor. Ore que Dios abra las puertas para poder ser entrenado en la predicación y el
ministerio pastoral en un lugar comprometido con la gloria de Dios en la proclamación de la Palabra.
Prepárese tanto mentalmente como espiritualmente. Lea libros, escuche sermones y hable con
hombres más maduros que usted. Busque un seminario o una escuela a donde ir para que le ayude a
crecer en su conocimiento de la Palabra.
MANOS VACÍAS O LLENAS | REFLEXIÓN
Deuteronomio 16 – 18 y 1 Corintios 3 – 4
“Tres veces al año se presentarán todos tus varones delante del SEÑOR tu Dios en el
lugar que El escoja: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y
en la fiesta de los tabernáculos; y no se presentarán con las manos vacías delante del
SEÑOR. Cada hombre dará lo que pueda, de acuerdo con la bendición que el SEÑOR tu
Dios te haya dado”, Deuteronomio 16:16-17.
Hace como unos años atrás tuve la oportunidad de visitar una lejana provincia de los Andes peruanos.
En una de las jornadas, una anciana me invitó a su casa a comer. Después de subir y subir por un cerro
impresionante, llegamos a la más humilde pero acogedora casita que he visitado. Todo era muy rústico
y humilde, pero se respiraba paz y alegría. La comida fue frugal y muy sencilla, y pude ver cómo la
anciana se desprendía sin dudar de productos que seguramente le había costado mucho adquirir. En
ese lugar perdido de los Andes pude aprender que nadie es tan pobre como para no tener qué
compartir, y que cuando hay fe y paz en el corazón nunca las manos estarán completamente vacías.
Tener las manos vacías es un gran dolor para el hombre. Por ejemplo, en Israel se daba el caso que
cuando un hebreo tenía grandes problemas económicos se podía entregar a otro como esclavo por un
período de tiempo. Estas servidumbres podían dar lugar a verdaderos actos de injusticia y opresión.
Sin embargo, al momento de cumplir el plazo de su servidumbre esta era la ordenanza precisa de Dios:
“Y cuando lo libertes, no lo enviarás con las manos vacías. Le abastecerás liberalmente
de tu rebaño, de tu era y de tu lagar; le darás conforme te haya bendecido el SEÑOR tu
Dios. Y te acordarás que fuiste esclavo en la tierra de Egipto, y que el SEÑOR tu Dios te
redimió; por eso te ordeno esto hoy”, Deuteronomio15:13-15. Si usáramos de este criterio,
podríamos dar oportunidades a tantos, aprendiendo que la alegría no está en tener las manos llenas,
sino en no permitir que las de otros permanezcan vacías.
Definitivamente, no somos diferentes. Leía por allí que estudios del ADN demostraban que solo un
0.2% de diferencia genética existe entre individuos de distintos grupos raciales. Somos iguales delante
de Dios, somos iguales y no podemos tratarnos de manera distintiva, y menos podemos permitir que
nos devaluemos voluntariamente unos a otros. Parte del significado de las fiestas judías era honrar a
Dios pero también reconocer a sus hermanos como pares que pueden disfrutar también de la
benevolencia del Señor: “Y te alegrarás en tu fiesta, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu
sierva, el levita y el forastero, el huérfano y la viuda que están en tus
ciudades”, Deuteronomio 16:14. Todos los grupos sociales están incluidos, nadie debe quedar fuera,
todos comparten de las bendiciones de Dios. ¿Cómo? Haciendo que los que más tienen pudieran abrir
sus manos y entregar a otros de lo que Dios les había dado.
Con estas dos ordenanzas, el Señor está atacando un gravísimos problema: las manos llenas siempre
terminan siendo un impedimento que anula la movilidad para compartir. El que más tiene… más
quiere; más son sus gastos, más finas y caras son sus ropas, menos cómodo se siente sin que todo sea
“full equipo” y se abren las puertas a un apetito insaciable por saciarse solo a uno mismo. Por eso
Moisés desde un primer momento pondría los puntos sobre las íes en lo referente a los futuros
gobernantes de Israel: “Pero él (el futuro rey – anotación añadida) no tendrá muchos caballos…
Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe; tampoco tendrá
grandes cantidades de plata u oro”, Deuteronomio 17:16a - 17. La riqueza del rey no estaba en el
oro sino en una profunda espiritualidad producida por un permanente contacto con la Palabra de Dios:
“Y sucederá que cuando él se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí una
copia de esta ley en un libro, en presencia de los sacerdotes levitas. La tendrá consigo y
la leerá todos los días de su vida, para que aprenda a temer al SEÑOR tu Dios,
observando cuidadosamente todas las palabras de esta ley y estos estatutos, para que
no se eleve su corazón sobre sus hermanos y no se desvíe del mandamiento ni a la
derecha ni a la izquierda, a fin de que prolongue sus días en su reino, él y sus hijos, en
medio de Israel”, Deuteronomio 17:18-20.
Propongo no tener manos vacías ni llenas, sino “manos puente”. ¿Qué son las manos puente? Son
aquellas que están siempre dispuestas a dar y a recibir, manos serviciales que saben que solo son
administradoras de lo que Dios les ha provisto para distribuirlo entre los demás. Son manos siempre
extendidas hacia el prójimo, que siempre se desprenden de lo que tengan para que nunca estén
ocupadas cuando alguien les pide atención. Así se percibía Pablo: ¿Qué es, pues, Apolos? Y ¿qué
es Pablo? Servidores mediante los cuales vosotros habéis creído, según el Señor dio
oportunidad a cada uno. Yo planté, Apolos regó, pero Dios ha dado el crecimiento. Así
que ni el que planta ni el que riega es algo, sino Dios que da el crecimiento. Ahora bien,
el que planta y el que riega son una misma cosa, pero cada uno recibirá su propia
recompensa conforme a su propia labor… POR TANTO OS EXHORTO: SED
IMITADORES MíOS (mayúsculas añadidas)”, 1Corintios 3:5-8;4:16.
Pablo, finalmente, solo imitaba las manos de Cristo. El mexicano Pedro Gringoire escribió en los
cincuentas, un artículo con el nombre “Las Manos de Cristo” del que paso a sacar algunas frases:
“Lo primero que advertimos, al contemplar las manos de Cristo, es que son las manos varoniles y
vigorosas de un trabajador. Las manos de un obrero: el carpintero de Nazaret. No son esas manos
blancas y fláccidas, como un lirio desmayado, manos casi femeninas, que le han pintado por lo general
en los retablos litúrgicos y las estampas devotas. No, sino manos endurecidas por la garlopa y el
martillo, manos callosas y fuertes, hechas al duro trabajo del taller… En Cristo se nos revela un Dios
trabajador. Viejas religiones y filosofías concibieron un Dios inmóvil e indiferente, o una especie de
sátrapa oriental divinizado, que se recostara muellemente en sus cielos altísimos, en dulce y eterna
holganza, sin más quehacer que recibir las alabanzas de su corte celestial, y deleitarse en la música de
las esferas. Y es como si Cristo descorriera en Su persona, la cortina de los cielos, y nos mostrara - ¡sea
dicho con toda reverencia! – a un Dios ‘en manga de camisa’, a un Dios ocupado en los arduos
quehaceres de guiar a su destino a un mundo en que la voluntad pecaminosa e insurrecta de los
hombres, le crea infinitos problemas y dificultades…
Estas manos fuertes y encallecidas del Cristo obrero, son un llamado, en primer lugar, a cooperar con
Él… El mundo es un vasto taller en que el Divino Carpintero trabaja día y noche, reparando lo que el
hombre destruye… Cuando el Maestro y Señor trabaja ¿cómo puede haber, junto a las suyas laboriosas,
manos inertes y flojas de discípulos?... Estas manos de Cristo, viriles y poderosas, son un llamado, en
segundo lugar, a la confianza, a asirnos de ellas… Las manos poderosas de Cristo son el secreto de la
fuerza del cristiano…
Pero esas manos que endureció el trabajo, saben ser tiernas y delicadas. Las suavizó el amor. Fuertes
para sostener, son suaves para acariciar y consolar. Con leve tocamiento, pueden ministrar al corazón
más lastimado, sin lastimarlo más… ¡Con cuánto afecto, y a la vez tranquila firmeza, dieron amistosa
palmada en el hombro del desalentado, para animarlo y reanudar la marcha! ¡Con qué ternura, y a la
vez seguridad, tomaron la mano de la pecadora para ayudarla a ponerse en pie!...
El pastor Martín Niemoller refiere que entre las ruinas de una iglesia luterana en Francfort,
bombardeada en la segunda guerra mundial, se encontró una estatua de Cristo que había adornado la
fachada. Estaba completa, excepto las manos. Al planear la reconstrucción del edificio, el Consistorio
acordó dejar la estatua tal como se había encontrado: sin manos. Era para recordar a los fieles –
dijeron – que los discípulos del Señor somos sus manos sobre la tierra; que Él quiere hacer su obra por
medio de nosotros, sirviéndose de nuestras manos”.
SOMOS LIBRES?
Nosotros, las personas, los seres humanos. ¿Somos libres? ¿Hasta qué punto somos libres?
A lo largo de la historia de la Iglesia cristiana se ha debatido este tema. Tres ejemplos bastante
conocidos me vienen a la mente: (1) Agustín de Hipona contra Pelagio (siglo 5); (2) Martín Lutero
contra Erasmo de Róterdam (siglo 16); y: (3) Los calvinistas contra los arminianos en el Sínodo de
Dordrecht (siglo 17).
En términos generales, el debate ha girado en torno a la cuestión de la relación entre la predestinación
divina y el libre albedrío humano, algo perfectamente comprensible. Pero en este artículo quiero darle
al tema un enfoque un poco diferente (aunque no nuevo, ni mucho menos), y que espero que
contribuya a un mayor consenso sobre este tema tan discutido.
En 1720 se publicó por primera vez una obra del puritano escocés Thomas Boston (1676-1732), Human
Nature in its Fourfold State (La Naturaleza Humana en su Cuádruple Estado). La tesis principal de
esta obra de Boston era que la Biblia enseñaba cuatro diferentes estados espirituales del ser humano:
(1) la naturaleza humana antes de la Caída; (2) la naturaleza humana después de la Caída y aparte de la
regeneración; (3) la naturaleza humana después de la obra regeneradora del Espíritu Santo; y: (4) La
naturaleza humana glorificada. Otra forma más concisa de decir lo mismo sería hablar de la naturaleza
humana: (1) inocente; (2) caída; (3) regenerada; y: (4) glorificada.
Creo que el esquema de Boston sería aceptable para la mayoría de los cristianos evangélicos,
independientemente de su postura con respecto a la libertad del ser humano. Antes de la Caída, Adán y
Eva eran totalmente libres; todavía no eran pecadores, pero eran libres para no pecar y para pecar,
para obedecer a Dios y para desobedecerle. Pero después de la Caída, siendo ya caídos y pecadores, y
como consecuencia de ello, eran menos libres que antes de caer. El pecado nos hace menos libres; nos
esclaviza. Y esa es la condición espiritual de todos los seres humanos por naturaleza, aparte de la obra
regeneradora del Espíritu Santo. Pero cuando alguien es regenerado por el Espíritu Santo, es más libre
que antes, ¿verdad? Los que somos creyentes seguimos siendo pecadores, pero ya no somos esclavos
del pecado como antes: hemos experimentado la libertad que trae la salvación en Cristo. Pero llegará el
día cuando seremos glorificados (sea cuando muramos o cuando venga el Señor), y ya no seremos
pecadores nunca más. ¡Gloria a Dios!
Si pensamos sobre estas cuatro etapas de la humanidad, el grado de libertad es diferente en cada
una. La etapa de más libertad es la de la glorificación: los creyentes glorificados ni pueden ni quieren
pecar. La segunda etapa de más libertad fue la de la inocencia de Adán y Eva antes de la Caída: no eran
pecadores, pero podían caer, y cayeron. La tercera etapa de más libertad es la etapa entre la
regeneración y la glorificación: seguimos siendo pecadores, pero ya no somos esclavos del pecado; y la
cuarta etapa de más libertad –o sea, la etapa de menos libertad– es la del ser humano pecador no
regenerado.
Habremos oído decir muchas veces que Dios nos hizo libres. ¿Es verdad o no es verdad? Si nos
referimos a Adán y Eva, al principio, pues, efectivamente, Dios les hizo libres, totalmente libres. Pero si
nos referimos a nosotros en general, a todos los seres humanos que hemos nacido después de la Caída
(con la única excepción de Jesús, por supuesto), pecadores todos desde el momento de la concepción,
no nacimos tan libres, ¿verdad? De hecho, ¡nacimos en la etapa en la que menos libertad tiene el ser
humano: después de la Caída, pero antes de la regeneración!
Y cuando los que somos creyentes evangelizamos, cuando anunciamos la buena noticia acerca de Jesús
a la gente, cuando hablamos con alguien acerca del mensaje del evangelio, ¿hasta qué punto son libres
las personas con quienes compartimos el evangelio? Bueno, no son robots; no son máquinas; son seres
humanos que tienen el uso de sus facultades humanas. Y son totalmente responsables de su respuesta
al mensaje del evangelio. Pero ¿y espiritualmente? Pues, espiritualmente, no son tan libres porque, si
aún no son creyentes de verdad, se encuentran entre la Caída y la regeneración, ¡esclavos del pecado!
El problema del ser humano no es la predestinación; ¡el problema del ser humano es la Caída! La
predestinación no es el problema: ¡es la solución!)
Si es así, ¿qué efecto debería tener todo esto sobre nosotros, los creyentes? Sugiero cuatro efectos muy
importantes:
(1) Debemos ser realistas; ¡las personas a quienes evangelizamos son esclavos espirituales que no lo
saben y que no quieren ser libres!
(2) Debemos orar mucho más; ¡solo el Espíritu Santo puede romper las cadenas que tienen atada a la
gente y darles libertad y vida nueva!
(3) Debemos anunciar el evangelio puro y duro; es el poder que usa el Espíritu Santo para vivificar a los
muertos espirituales!
(4) Debemos confiar solo en el Señor; salvar es algo imposible para el hombre –para el hombre que
evangeliza y para el hombre que oye– pero ¡no es ningún problema para Dios!
9 COSAS QUE HIJAS ADULTAS DESEAN QUE SUS MADRES SEPAN DE
ELLAS
“Y mamá, para cuando cumpla mis 18 años ... “.
Y ni pude entender lo otro que ella dijo… Anna habló con suficiente claridad, pero me quedé petrificada
por la inminente realidad de esas últimas cinco palabras.
“¿Mamá? ¡Mamá!”.
Levanté la mirada hacia mi hija. “Lo siento. . . . “¿Qué? ¿Qué me decías?”
Ella sacudió su cabeza con ojos encogidos. “No me estabas escuchando, ¿verdad?”.
Anna, como muchas otras, es una autoproclamada “hija de papi”. Durante toda su vida, iba donde él
para todo. “Yo soy igual que mi papá”, siempre responde. “Además, de todas formas Nathan es tu
favorito”.
¡Eso sí que duele! Yo nunca hubiese querido que se me acusara de favoritismo. Con la reciente muerte
de mi esposo, he tratado de estar más cerca de mis hijos que nunca. ¿Cómo podría mejorar la relación
con mi hija, quien es ya toda una adulta, y conducirla a Cristo?
Recientemente, le pedí a Anna, ahora con 22 años y estudiante de último año en una universidad
cristiana, que me dijera nueve cosas que una madre necesitaría saber acerca de su hija adulta. Sin
hacerse esperar, ella y sus amigas se agruparon alrededor de la mesa del comedor. Mucho de lo que me
dijeron me lucía como una aplicación de Efesios 6.
1. Las hijas absorbemos más de lo que se imaginan.
Ustedes fueron nuestras primeras maestras. Observamos cómo tratan a sus amigas y a los extraños,
pero más importante aún, a nuestros papás. Aprendemos de ustedes cómo luce una esposa piadosa y
cómo los hombres deben tratar a las mujeres. Sí, nosotras aprendemos de ustedes, no solo de nuestros
papás, cómo los hombres deben tratar a las mujeres. Las madres que toleran relaciones destructivas a
menudo acarrean que sus hijas entren en relaciones abusivas.
2. Escúchennos.
Guarden sus celulares, sus listas de quehaceres, y sus llaves. Siéntense y mírennos a los ojos cuando
estemos hablando. Por supuesto, con frecuencia nos vamos a quejar, pero eso no significa
necesariamente que lo tengan que arreglar todo. Por lo regular, nosotras necesitamos amor, no
consejos. Escuchar es amar. ¿Acaso no le han explicado lo mismo a su esposo? Bueno, pues es igual con
nosotras.
Ah, y sí, a veces nosotras tampoco sabemos escuchar, así que ¿qué tal si ambas tratamos de ser mejores
oyentes y acordamos ayudarnos mutuamente en eso? ¿Está bien?
3. Nosotras también tenemos cosas que compartir.
Mientras ustedes estén ocupadas compartiendo su sabiduría, recuerden que nosotras también tenemos
mucho que enseñarles. ¿Ves ese vestido por el cual pagaste muchísimo dinero? Luce idéntico a uno que
tienes en tu armario, y que por cierto, está fuera de moda. Es probable que sepas mucho acerca de
vestir modestamente, pero nosotras sabemos acerca de la moda de hoy. Si unimos nuestros
conocimientos, es posible que ambas terminemos luciendo mejor. Hablando en serio, al pedirnos
nuestra opinión acerca de algo, aun cuando aparente ser de poca importancia, ustedes nos demuestran
que valoran lo que pensamos y que nos creen inteligentes. A medida que nos sirven los zapatos de
adultos, el pedir nuestra opinión ayuda a que les podamos llamar amigas, así como madres.
4. Confíen en nosotras.
Nos frustra en gran manera cuando nos rondan, nos critican, y se preocupan por la más mínima cosa.
Si cada vez que esto sucede se hiciera un ladrillo, pudiéramos construir la Gran Muralla China. Para
nosotras, eso no es amor. Lo vemos como una mamá que no confía en que podemos hacer las cosas
bien, ni confían en que Dios nos puede guiar a hacerlo. Ya se trate de algo simple, como la limpieza de
la cocina; o importante, como elegir una carrera, recuerden que ya nos han criado. Vamos a hacer lo
correcto, por lo menos algunas veces; no se vuelvan unas maniáticas controladoras. Confíen en el Dios
que siempre está en control. Él nos tiene en sus manos. Ustedes lo dicen, así que debe ser verdad.
5. Modelen el perdón.
Nosotras necesitamos aprender a perdonar al verlas pedir perdón. Ustedes nos han enseñado que
todos somos pecadores, y que Jesús siempre está presto a perdonar. Si toman la delantera, nosotras las
seguiremos. No tengan miedo de mostrarnos a la madre por la que Jesús murió para salvar. Sean
valientes, y nunca teman en admitir que se han equivocado. Dicen que esa habilidad nos puede venir
bien cuando nos casemos —si es que nos casamos— pero ya nos desviamos del tema. Eso lo cubriremos
en el punto 7.
6. Necesitamos de su afirmación.
No importa la edad que tengamos, vivimos hambrientas de palabras de aliento. Ustedes no nos
expresan con frecuencia que les hemos salido bastante buenas. Les parecerá que no le damos
importancia a sus halagos cuando lo hacen, pero la verdad es que recordaremos sus palabras cuando
los temores invadan nuestras almas. Y nos invaden, constantemente.
7. Dejen a los chicos tranquilos.
Si estamos solteras, no se preocupen, nosotras no lo hemos olvidado. Sabemos que ustedes desean
vernos casadas, y la mayoría de nosotras también queremos casarnos. Pero presionar a que salgamos
con chicos no nos garantiza un matrimonio piadoso, ¿ok? De hecho, su insistencia, aún bien
intencionada, mas bien podría ser dañina para una relación con un buen prospecto. Ah, y los
comentarios y chistes de mal gusto duelen, mucho. Ya tenemos suficiente presión del mundo. Por
favor, no le añadan más a ello.
8. Pregunten acerca de nuestro caminar espiritual.
Por favor, pregunten cómo va nuestra lectura de la Biblia, y coméntennos acerca de lo que ustedes
están leyendo. Nos interesan sus experiencias y opiniones. El rendir cuentas funciona mejor cuando
nos sentimos seguras. Ustedes fueron las primeras personas que nos ampararon y nos protegieron. Si
hablan con nosotras sobre nuestro caminar espiritual ahora, serán las primeras a quienes acudiremos
con nuestras preguntas y dudas. Y las tendremos, igual que las tuvieron ustedes. Sobre todo los
domingos.
9. Con frecuencia olvidamos agradecerles.
Nosotras sabemos que las madres son seres humanos maravillosos, y fallamos en no darles las gracias
como se merecen. Así que… gracias por las largas noches de espera, por ser la taxista, la cocinera, la
sirvienta, y nuestros paños de lágrimas. Un día, cuando nos convirtamos en madres, vamos a darles las
gracias una y otra vez, al igual que se las darán sus nietos.
Un comentario final
En su comentario de la carta de Efesios, John Stott señala que el énfasis de la instrucción de Pablo no
recae en que los padres ejercen la autoridad sobre los hijos, sino mas bien en la restricción de esa
autoridad. Él escribe, “Los hijos deben obedecer a sus padres… pero tengan en cuenta que ellos tienen
una vida y una personalidad propia”. Me pregunto si estas jóvenes y Stott no estarán de acuerdo.
Madres, ahí lo tienen, de la generación más joven a la nuestra, más experimentada. Ójala las podamos
escuchar y tomar sus palabras en serio.
INTRODUCCIÓN AL AMILENIALISMO
Nota del editor: La verdad más fundamental que los cristianos debemos proclamar acerca de los
últimos tiempos es que Jesucristo volverá. Pero a través de la historia, la Iglesia ha comprendido de
diversas formas diferentes aspectos de esta doctrina. En este escrito puede encontrar una breve
Introducción al Amilenialismo. Para una postura escatológica diferente, puede leer la introducción
al Premilenialismo.
El amilenialismo es una postura escatológica que, de manera general, enseña que el Milenio del que
hablaApocalipsis 20:1-10 se refiere al tiempo presente de la iglesia, donde Cristo está reinando en un
trono celestial, y que culminará con Su Segunda Venida. El orden y la naturaleza de los eventos, según
el amilenialismo, es como sigue:
1. Gobierno actual del Mesías en un reinado espiritual.
2-La Segunda Venida de Cristo.
3-Conjuntamente con Su venida habrá una resurrección general, y todos los cristianos recibiremos al
Señor en el aire.
4-Los enemigos de Cristo serán vencidos, y será celebrado el juicio final.
5-Finalmente, el mundo actual será destruido por fuego, y los justos pasaremos a habitar en el cielo
nuevo y la tierra nueva por toda la eternidad.
En otros temas relativos a la naturaleza de la tribulación, el anticristo, y una salvación de judíos en el
contexto del Nuevo Pacto, hay una diversidad de opiniones dentro de la misma escuela amilenial.
Argumentos a favor del Amilenialismo
1- Cristo es el verdadero Israel de Dios, de lo cual el Israel étnico del Antiguo Pacto era un tipo o
sombra. Como la Iglesia está unida a Cristo, la Iglesia también es considerada como el Israel de Dios.
Esta iglesia es el único pueblo de Dios en el Nuevo Pacto, y está compuesto tan solo de creyentes en
Cristo, tanto de entre los judíos, como de entre los gentiles (Ro. 2:26-29; Ro. 4:9-12; Ro. 11:17-24; Ga.
3:14-16, 22, 23-29; Ef 2:11-22).
2- La Segunda Venida de Cristo será un único evento, conjuntamente con el arrebatamiento de la
iglesia. Es lo que se conoce en escatología como “postribulacionismo” (Mt. 24:3-44; 2 Tes. 2:1-3).
3- La Manifestación del Reino de Dios, prometido en el Antiguo Pacto, halla su cumplimiento
definitivo en la persona de Cristo. Este tendría dos etapas fundamentales: Siembra, en su Primera
Venida, y Cosecha, en su Segunda Venida (Mt. 13:24-30, 36-43; Mt. 13:47-50).
4- Los autores del Nuevo Testamento interpretaron muchas profecías del Antiguo Testamento acerca
de los postreros días como cumplidas plenamente en Cristo y/o la Iglesia; ya sea en la Primera Venida,
en la Segunda, o en ambas venidas presentadas como un solo evento (cp. Am. 9:11-12 con Hch. 15:14-
18; Is. 65:17;66:22 con Ap. 21:1).
5- La división de la historia de la humanidad en dos etapas, esta era presente y la era venidera, como es
enseñada por Cristo y Pablo, es más consistente con el esquema amilenial (Mt. 12:32, Mr. 10:29-30, Lc.
20:34-36). ¿Cuándo termina esta era presente y cuando comienza la era venidera? En la Segunda
Venida de Cristo (Mt. 13:24-30, 37-43; Tit. 2:11-13).
6- La división de la historia de la humanidad en tres etapas, enseñadas en 2 Pedro 3:3-13, es también
más consistente con este esquema amilenial. Pedro dice que el mundo de ahora será destruido por
fuego el día en que ocurra el Juicio de Dios (2 P. 3:7). ¿Cuándo ocurrirá el juicio de Dios? Cuando
Jesucristo vuelva (2 P. 3:8-10). En ese momento no habrá oportunidad de salvación (v.9). Con la
Segunda Venida será establecida la Tierra Nueva.
7- La enseñanza de Cristo respecto al juicio final en Mateo 25:31-46 excluye cualquier reino terrenal
intermedio entre la segunda venida y el estado eterno.
El debate en torno a Apocalipsis 20:1-10
El libro de Apocalipsis puede ser explicado como un conjunto de visiones que, aunque suceden una
detrás de la otra, representan un paralelismo progresivo que atraviesa toda la nueva dispensación
desde la primera venida de Cristo hasta su retorno en gloria. (Ver por ejemplo Ap. 11:15-19 con Ap.
12:1-5). Hay algunos detalles del mismo pasaje de Apocalipsis 20:1-10 que nos pueden ayudar a
defender el postulado de que el mismo se refiere a esta era evangélica:
Los mil años. Este mismo pasaje, al igual que en el resto del libro de Apocalipsis, está lleno de
símbolos. (Ej.: la llave del abismo, la gran cadena, el dragón, la serpiente). Y en la Biblia el termino
“mil”, muchas veces es usado de forma simbólica. (Ver. Dt 1:11; 7:9; Jos. 9:3; 1 Cr. 16:15; Job 9:3; Sal.
50:10; Cnt. 4:4; Is. 60:22). De modo que los mil años de Apocalipsis 20 pueden estar indicando un
período largo pero definido de tiempo.
La atadura de Satanás. Como parte de la simbología del pasaje, la pregunta que debemos de
hacernos es, ¿en qué sentido Satanás ha sido atado en esta era evangélica? Antonio Hoekema responde
al respecto: “…la atadura de Satanás durante la era presente del evangelio significa que, en primer
lugar, él no puede evitar la propagación del evangelio y, segundo, que Satanás tampoco puede juntar a
los enemigos de Cristo para atacar a la iglesia”*. Este no es el único pasaje del Nuevo Testamento
donde se menciona esta restricción del poder de Satanás (cp. Mt 12:28-29 y Heb. 2:14-15).
Los tronos y las almas: La palabra “tronos” en Apocalipsis siempre se usa para referirse a tronos en
los cielos o en la nueva Jerusalén que baja del cielo, salvo cuando habla del trono de la bestia. Y
tenemos también la palabra “almas”, que es usada en Apocalipsis 6:9-11 para referirse a los creyentes
que han muerto (sobre todo los mártires) y que esperan el día de la resurrección. No debe resultar
extraño, entonces, si en este pasaje le damos el mismo uso a estos términos. De modo que aquí parece
ser que se nos habla de un reino milenial simbólico de los que han muerto en Cristo, principalmente
los mártires, durante la actual Era Evangélica.
Estas almas volvieron a la vida, en el sentido de que al partir de un mundo que les fue antagónico que
hasta les dio muerte, pasaron a una vida mejor, ya que en ese momento comenzaron a reinar con
Cristo, a diferencia de los que mueren sin Cristo. La primera resurrección de la que habla Apocalipsis
20:5 es entonces el estado de vida superior que pasan a gozar todos los creyentes en alma, al momento
de morir. Estos no sufrirán la muerte segunda. A diferencia de la primera muerte, en la que todos
participan, sean creyentes o incrédulos, la muerte segunda es la condenación que han de recibir los
incrédulos por la eternidad.
La confrontación final. En Apocalipsis 20:7-10 vemos que esta era presente concluirá con el
desatamiento de Satanás, es decir, con un esfuerzo final de su parte de destruir al pueblo de Dios. Pero
sus propósitos serán frustrados con la intervención divina, destruyendo a sus enemigos con llama de
fuego. ¿Cuándo ocurrirá esta intervención divina con fuego para destruir a los enemigos del pueblo de
Dios? Cuando Cristo vuelva, según 2 Tesalonicenses 1:7-8 y 2 Tesalonicenses 2:8.
Palabras finales
El esquema escatológico amilenialista nos ayudará a enfocarnos mejor en el tema fundamental de las
profecías. Este tema no es la nación de Israel, ni el reino milenial: es la persona de Jesucristo (Ap.
19:9-10). Jesús es el esposo de la Iglesia, pero en el momento de su retorno se consumará esa unión.
No habrá nada que opaque ese gloriosa boda que celebraremos cuando Él venga a estar para siempre
con su pueblo. Definitivamente hay hombres de Dios, a quienes respeto y amo en el Señor, y de quienes
tengo mucho que aprender, que explicarían estas cosas de una forma diferente a como yo lo he hecho.
Pero estoy seguro de que ellos podrán unirse conmigo y expresar la siguiente verdad: “Que no
importa cuánto avance la maldad en este mundo, ni la hostilidad en contra de la iglesia,
al final el Cordero vencerá, y nosotros venceremos con Él”.
Apocalipsis 17:14: “Estos pelearan contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque
El es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con El son llamados, escogidos y
fieles.”
LA BATALLA POR LA SANTIDAD
Por Jerry Bridges
Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí. -Rom 7:21
A través de nuestra unión con Cristo en Su muerte somos liberados del dominio del pecado. Pero
todavía nos encontramos con la batalla contra el por obtener el dominio sobre nosotros, como Pablo
describe tan vívidamente: "Cuando quiero hacer el bien, el mal está ahí conmigo" (Romanos 7:21).
Puede que no nos guste el hecho de que tenemos esta lucha de por vida con el pecado, pero cuanto más
nos damos cuenta y lo aceptamos, mejor equipados estaremos para tratar con él. Cuanto más
descubrimos acerca de la fuerza del pecado que mora en nosotros, menos sentimos sus efectos. En la
medida en que descubrimos esta ley del pecado dentro de nosotros mismos, vamos a aborrecer y luchar
contra el.
Pero aunque los creyentes todavía tienen esta propensión al pecado que mora en nosotros, el Espíritu
Santo mantiene dentro de nosotros un deseo que prevalece por la santidad (1 Juan 3: 9). El creyente
lucha con el pecado que Dios le permite ver en sí mismo. Esta es la imagen que vemos en Romanos
7:21, y distingue a los creyentes de los incrédulos que permanecen serenamente contentos en su
oscuridad.
Las interpretaciones de Romanos 7:14-25 se dividen en tres grupos básicos. No es el propósito de este
libro de hablar de esas interpretaciones o decidir a favor de una de ellas. Sea cual sea nuestra
interpretación de Romanos 7, todos los cristianos reconocen la aplicación universal de la declaración
de Pablo, "Cuando quiero hacer el bien, el mal está ahí conmigo."
Como se indica en el capítulo anterior, el pecado que mora permanece en nosotros a pesar de que ha
sido destronado. Y a pesar de que ha sido derrocado y debilitado, su naturaleza no ha cambiado. El
pecado es todavía hostil a Dios y no puede someterse a Su ley (Romanos 8:7). Así pues, tenemos un
enemigo implacable de la justicia justo en nuestro propio corazón. ¡Qué diligencia y vigilancia se
requiere de nosotros cuando este enemigo en nuestras almas está listo para oponerse todo lo posible
para hacer el bien!
Si vamos a librar una guerra exitosa contra este enemigo interno, es importante que sepamos algo de
su naturaleza y táctica. En primer lugar, la Escritura indica que el asiento del pecado que mora en
nosotros es el corazón. "Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos,
la inmoralidad sexual, robos, homicidios, adulterios, la avaricia, el engaño, la lascivia, la envidia, la
calumnia, la arrogancia y la necedad. Todos estos males vienen de adentro y contaminan al hombre
"(Marcos 7: 21-23; véase también Génesis 6: 5 y Lucas 6:45).
La palabra corazón en la Escritura se utiliza de diversas maneras. A veces significa nuestra razón o
entendimiento, a veces nuestros afectos y emociones, y a veces nuestra voluntad. Generalmente denota
la totalidad del alma del hombre y de todas sus facultades, no individualmente, sino como funcionando
todas juntas en hacer el bien o el mal. La mente que razona, discierne, y juzga; las emociones, al gustar
o degustar; la conciencia, al determinar y advertir; y la voluntad, ya que elige o rechaza-están todos
juntos llamado el corazón.[1]
La Biblia nos dice que el corazón es engañoso e inescrutable a cualquiera, menos a Dios (Jeremías 17:9-
10). A pesar de que los creyentes no conocemos nuestros propios corazones (1 Corintios 4:3-5).
Ninguno de nosotros puede discernir plenamente los motivos ocultos, las intrigas secretas, los giros y
vueltas de su corazón. Y en este corazón inescrutable habita la ley del pecado. Gran parte de la fuerza
del pecado radica en esto, que luchamos contra un enemigo que no podemos buscar plenamente.
El corazón también es engañoso. Excusa, racionaliza y justifica nuestras acciones. Nos ciega a zonas
enteras de pecado en nuestras vidas. Hace que tratemos con el pecado mediante medidas sólo a
medias, o pensar que el asentimiento mental a la Palabra de Dios es lo mismo que la obediencia
(Santiago 1:22).
Sabiendo que el pecado que mora en nosotros ocupa un corazón que es engañoso e inescrutable debe
hacernos muy cautos. Tenemos que pedirle a Dios todos los días para buscar en nuestros corazones el
pecado que podemos o no queremos ver. Esta fue la oración de David: " Escudríñame, oh Dios, y
conoce mi corazón; pruébame y conoce mis inquietudes. Y ve si hay en mí camino malo, y guíame en el
camino eterno.” (Salmo 139:23-24). El principal medio de Dios para buscar en nuestros corazones de
esta manera es a través de su Palabra, como lo leemos bajo el poder del Espíritu Santo. “La palabra de
Dios es viva y eficaz. Y más cortante que toda espada de dos filos, y penetra hasta partir el alma y el
espíritu, las coyunturas y los tuétanos; y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón
"(Hebreos 4:12). Cuando oramos a Dios para buscar en nuestros corazones, debemos exponernos
continuamente a la búsqueda de Su Palabra.
Debemos tener cuidado de dejar que el Espíritu Santo haga esta búsqueda. Si tratamos de buscar
nuestros propios corazones, somos propensos a caer en una o dos trampas. La primera es la trampa de
la introspección mórbida. La introspección puede convertirse fácilmente en la herramienta de Satanás,
que se llama el "acusador" (Apocalipsis 12:10). Una de sus principales armas es el desánimo. Él sabe
que si él puede hacernos desanimar y desalentar, no vamos a pelear la batalla por la santidad.
La segunda trampa es la de perder los verdaderos problemas en nuestras vidas. El engaño de Satanás y
de nuestros propios corazones nos llevará a centrarnos en cuestiones secundarias. Recuerdo a un joven
que vino a hablar conmigo acerca de un problema del pecado en su vida sobre las que no tenía control.
Pero aunque este problema se cernía abrumadoramente en su mente, había otras áreas de necesidad
en su vida a las que era ciego. El pecado que veía solo le hacía a sí mismo, pero los problemas que no
veía le hacían daño a otros todos los días. Sólo el Espíritu Santo nos puede permitir ver tales áreas a las
que son ciegos.
El asiento del pecado que mora en nosotros, es nuestro corazón engañoso. Una segunda cosa que
debemos entender es que el pecado que mora funciona en gran medida a través de nuestros deseos.
Desde su caída en el Jardín del Edén, el hombre ha escuchado sus deseos más que su razón. El deseo se
ha convertido en la facultad más fuerte del corazón del hombre.[2] La próxima vez que se enfrente a
uno de tus tentaciones típicas, vigile la lucha entre sus deseos y su razón. Si cede a la tentación, será
porque el deseo ha superado la razón en la lucha por influir en su voluntad. El mundo lo reconoce y
hace llamamientos a nuestros deseos a través de lo que el escritor de Hebreos llama "los placeres
temporales del pecado" (Hebreos 11:25).
No todo deseo es malo, por supuesto. Pablo habla de su deseo de conocer a Cristo (Filipenses 3:10), de
su deseo por la salvación de sus compañeros Judíos (Romanos 10:1), y el deseo de que sus hijos
espirituales crezcan a la madurez (Gálatas 4:19).
Estamos hablando aquí, sin embargo, acerca de las pasiones que nos llevan al pecado. Santiago dijo
que somos tentados cuando somos atraídos y seducidos por nuestros propios malos deseos (Santiago
1:14). Si vamos a ganar esta batalla por la santidad, debemos reconocer que el problema de fondo
radica en nosotros. Son nuestros propios malos deseos los que nos llevan a la tentación. Podemos
pensar que simplemente respondemos a las tentaciones externas que se nos presentan. Pero la verdad
es que nuestros malos deseos están en constante búsqueda por las tentaciones para satisfacer sus
deseos insaciables. Considere las tentaciones particulares a las que usted sea especialmente vulnerable,
y tenga en cuenta la frecuencia con la que usted se encuentra buscando ocasiones para satisfacer esos
deseos malignos.
Incluso cuando estamos inmersos en una u otra forma con la batalla contra un pecado en particular,
nuestro deseo malvado, o el pecado que mora en nosotros, nos llevará a jugar con ese mismo pecado. A
veces, mientras que confesamos un pecado nos encontramos comenzando una vez más hacer hincapié
en los malos pensamientos asociados con ese pecado, y podemos ser tentados de nuevo.
También hay, por supuesto, muchas ocasiones en que nos encontramos con la tentación
inesperadamente. Cuando esto sucede nuestros deseos malvados están listos y prontos para recibirlos y
abrazarlos. Así como el fuego quema cualquier material combustible que se le presente, así nuestra
propia maldad desea responder de inmediato a la tentación. John Owen dijo que el pecado continúa su
guerra enredando nuestros afectos (lo que he llamado aquí deseos) y llevándolos lejos. Por lo tanto,
dijo Owen, negar el pecado debe dirigirse principalmente en los afectos. El dice, que debemos
asegurarnos de que nuestros deseos se dirijan a glorificar a Dios, y que no respondan a los deseos de
nuestros cuerpos.[3]
La tercera cosa que debemos entender sobre el pecado que mora en nosotros es que tiende a engañar a
nuestra comprensión o el razonamiento. Nuestra razón, iluminada por el Espíritu Santo a través de la
Palabra de Dios, se encuentra en el camino del pecado ganando dominio sobre nosotros a través de
nuestros deseos. Por lo tanto la gran estrategia de Satanás es engañar a nuestra mente. Pablo habló de
los "deseos engañosos" del viejo hombre (Efesios 4:22). El dijo que estábamos en un momento
"engañados y esclavizados por todo tipo de pasiones y placeres" (Tito 3:3). Estos pasajes hablan de
nuestra antigua vida, pero hay que darse cuenta de que este engaño todavía hace guerra contra
nosotros, a pesar de que ya no tiene dominio sobre nosotros.
El engaño de la mente se lleva a cabo por grados, poco a poco. Somos apartados primero de la
vigilancia, luego de la obediencia. Llegamos a ser como Efraín, de quien Dios dijo: "Devoran
extranjeros su fuerza, y él no lo sabe; también tiene cabellos canos, y él no lo sabe.” (Oseas 7:9). Somos
apartados de la vigilancia por un exceso de confianza. Llegamos a creer que estamos más allá de la
tentación en particular. Nos fijamos en la caída de otra persona y decimos: “Yo nunca haría eso.” Pero
Pablo nos advierte: " Por tanto, el que cree que está firme, tenga cuidado, no sea que caiga." (1
Corintios 10:12). Incluso cuando ayuda a un hermano caído, hemos de mirarnos a nosotros mismos no
sea que también seamos tentados (Gálatas 6:1).
Somos apartados a menudo de la obediencia por el abuso de la gracia. Judas habla de ciertos hombres
"convierten la gracia de nuestro Dios en libertinaje" (Judas 4). Abusamos de la gracia cuando
pensamos que podemos pecar y luego recibir el perdón afirmando 1 Juan 1:9. Abusamos de la gracia
cuando, después de pecar, nos detenemos en la compasión y la misericordia de Dios hasta excluir Su
santidad y odio del pecado.
Somos apartados de la obediencia cuando empezamos a cuestionar lo que Dios dice en Su Palabra. Esta
fue la primera táctica de Satanás con Eva (Génesis 3: 1-5). Así como le dijo a Eva: "Ciertamente no
moriréis" de la misma manera nos dice: "Es sólo una pequeña cosa!" O "Dios no juzgará ese pecado."
Por tanto vemos que aunque el pecado ya no ejerza dominio sobre nosotros, paga su guerra de
guerrillas en contra de nosotros. Si no se controla, nos derrotara. Nuestro recurso contra esta guerra es
para hacer frente rápida y firmemente con los primeros movimientos del pecado que mora en nosotros.
Si la tentación encuentra cualquier lugar de alojamiento en el alma, utilizará esto para no dejaros caer
en pecado. “Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los
hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal.” (Eclesiastés 8:11).
Además, nunca debemos considerar que nuestra lucha contra el pecado llega a su fin. El corazón es
inescrutable, nuestros malos deseos son insaciables, y nuestra razón está en constante peligro de ser
engañados. (Matthew 26:41). Bien dijo Jesús, "Velad y orad para que no entréis en tentación" (Mateo
26:41). Y Salomón nos advirtió: "Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la
vida" (Proverbios 4:23).
LA RAZÓN POR LA QUE DYLANN ROOF ASESINÓ
Por Rick Thomas
El cuerpo de Cristo está sufriendo de nuevo. Nueve de nuestros hermanos y hermanas fueron
asesinados sin sentido el miércoles (17 de junio de 2015), en una reunión de la iglesia en Charleston,
Carolina del Sur. Cada vez que esto sucede colectivamente nos afligimos por las víctimas, sus familias,
la comunidad, e incluso el agresor.
No hay palabras que puedan llenar el enorme hoyo que se rasgó en esta comunidad de amigos. Para mí
es más personal porque he experimentado el asesinato de dos de mis hermanos, de diez años de
diferencia.
El dolor y la finalidad de lo que acaba de sucederles nunca desaparecerán. Sólo nuestro buen Señor,
rescatándonos de nuestro mundo caído, hará las cosas bien, y eso es un misterio también.
Un amigo mío compartió sus pensamientos conmigo esta semana, mientras estaba pensando en la
muerte de su padre. Fue su intento de captar el consuelo en medio del sufrimiento. Él dijo:
La gente ha intentado de proveerme consuelo. No culpo a nadie por tratar de consolarme con
palabras; yo entiendo su motivación. Me ven en llorar a mi padre, y quieren consolarme.
Para ser honesto, no me da consuelo especular sobre las cosas que Dios en su soberanía no ha
revelado ( Deuteronomio 29:29).
Para mí, este camino parece ser una falsificación vacía para un mejor consuelo del que Dios ofrece.
Yo creo que Dios, me dirigió a consolarme con una realidad bíblica que yo sé que es absolutamente
cierta, la cual pensé en compartir con ustedes:
El enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni habrá más duelo, ni clamor, ni dolor,
porque las primeras cosas han pasado. – Apocalipsis 21:4
No sé cómo Dios lo lleva a cabo, pero para nosotros que conocemos a Cristo y hemos recibido el don
de la vida eterna ( Juan 3:16 ) esto viene a través de Cristo ( Efesios 2: 8-9 ), se nos promete una
eternidad que está libre de lágrimas, duelo, llanto o dolor.
No hay manera de sentirse mejor acerca de un crimen atroz que le quita su familia y amigos. Usted
tiene que sufrir. Usted debe llorar. El duelo tiene que venir. No tenemos otra opción. La buena noticia,
como dicen mis amigos, es que el Dios de toda consolación nos consolará incluso mientras caminamos
por este lugar caído.
Así que asesinaste
Mientras tanto, el mundo está en llamas con el ruido de todos los sectores de la sociedad acerca de por
qué ocurrió este crimen. En un extremo tenemos aquellos que están aprovechando esta oportunidad
para propagar su causa para el control de armas. En el otro extremo hay otros tipos de declaraciones
embarazosas sobre cómo la gente de la iglesia deben estar armados al asistir a sus reuniones.
Hoy he leído una parte de alguien que hizo el argumento de que la medicación es la verdadera razón
por la que tenemos asesinatos de masas en nuestro país. El blogger publicó un artículo de Ammo
Land.com que dijo:
Revela la verdad acerca de fusilamientos masivos que los burócratas y legisladores están eligiendo
barrer bajo la alfombra: medicamentos psiquiátricos. Si quieres saber la verdadera razón de porque
los fusilamientos masivos están ocurriendo, esta es la "verdad incómoda" que los medios no cubren.
Cada grupo con una agenda está luchando para hacer oír su voz de manera que su causa puede ser el
informe de la mayoría en nuestro país.
Los activistas anti-armas dicen que son las armas.
Los activistas de armas dicen que son los medicamentos.
Una pistola puede usarse para matar. No hay duda sobre eso. Una persona puede estar bajo la
influencia de las drogas legales o ilegales.
Estas son sólo dos de las cosas que cuando en las manos de la gente equivocada pueden dar lugar a
todo tipo de comportamiento impío. Aun así, sin embargo, el problema real y el verdadero culpable no
son las armas o las drogas. El verdadero problema es más profundo y más personal.
El medio hermano de Jesús lo dijo de esta manera:
¿De dónde vienen las guerras y los conflictos[a] entre vosotros? ¿No vienen de vuestras pasiones que
combaten en vuestros miembros? – Santiago 4:1
El verdadero consuelo viene de Cristo, a través de nosotros, hacia los demás. – 2 Corintios 1:3
Apoye su causa
Mi apelación a mis hermanos y hermanas es a tener cuidado con caer en argumentos secundarios de
control de armas, drogas psicotrópicas, o cualquier otro argumento equivocado que nuestra cultura
trata de impulsar en un esfuerzo por apoyar sus causas.
Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. ( Juan 12:32 )
Tenemos una causa mayor; Su nombre es Jesús, la única respuesta correcta al problema en Charleston,
Carolina del Sur y de los problemas de nuestro mundo. Perderemos una gran oportunidad para
levantar a Cristo si estamos atrapados en el lado equivocado de este problema.
Permítanme ser claro: Dylann Roof mató a esas personas porque él es un hombre
enojado.Punto. Odiaba a los negros. Quería, deseaba y codiciaba otro tipo mundo, un mundo que era
como los deseos de su corazón malvado.
Santiago dice que cuando nuestras pasiones pecaminosas están en guerra dentro de nosotros, y cuando
no podemos conseguir lo que queremos, elegimos el asesinato como la alternativa retorcida a los
problemas que percibimos. Dylann no conseguía lo que quería, así que optó por hacer lo que Santiago
dijo que iba a hacer: entró en un edificio de la iglesia en Charleston, Carolina del Sur y mató a nueve
personas.
Echar la culpa en o hacer el argumento acerca de las armas o medicamentos no llega a la verdad acerca
de nuestro mundo caído y la pecaminosidad que está en nuestros corazones. Debemos saber esto;
deberíamos estar diciendo esto.
La gente tiene que conocer de un argumento claro para la causa y la solución: la ira pecaminosa es la
causa y Jesús es la solución. Desviarse por los argumentos secundarios minimiza el mensaje de la cruz.
El verdadero consuelo viene de Cristo, a través de nosotros, a los demás.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda
consolación,. – 2 Corinthians 1:3
Que el buen Señor le de muchas oportunidades para llevar la verdad clara y precisa para aquellos que
están luchando con lo que pasó con nuestros familiares en Charleston, Carolina del Sur.
LAS MALAS NOTICIAS DEL MUNDO Y LAS BUENAS NOTICIAS DE JESÚS
La semana pasada la Iglesia alrededor del mundo lloró por las vidas de nueve cristianos que
fueron asesinados en la iglesia Emanuel A.M.E en Charleston, South Carolina. El asesino, Dylann Roof,
fue capturado poco después, y aparentemente forma parte de un grupo racista. Él ahora espera juicio y
ha sido visitado por los familiares de las víctimas, quienes le han ofrecido perdón y la oportunidad para
arrepentirse. Realmente es un testimonio impactante de la gracia de Dios.
El sábado por la noche, mientras me preparaba para ir a la cama, vi las malas noticias de que
nuevamente la Iglesia había sido atacada. Esta vez, mucho más cerca a mi puerta.
Durante un servicio religioso, hombres armados entraron a una iglesia evangélica en la zona 10 de
Mixco, Guatemala, y empezaron a disparar a la gente. Los Bomberos Voluntarios reportaron que entre
las víctimas se encontraron siete adultos y cuatro menores. Dos de las víctimas fallecieron y los demás
se encuentran en estado delicado.
Una vez más, la Iglesia llora por sus miembros.
Un mundo de malas noticias
Vivimos en un mundo de malas noticias. En Guatemala, ya nos hemos acostumbrado a vivir
esperándolas. Nos hemos acostumbrado a ver cadáveres en las portadas de los periódicos. Nos hemos
acostumbrado a siempre sentirnos inseguros por los ladrones que vienen a la ventana de tu
automóvil mientras estés parado en tráfico para robarte el celular. Nos hemos acostumbrado a
sentirnos aún menos seguros cuando llegan los policías a la escena del crimen, si es que llegan. Nos
hemos acostumbrado a vivir las malas noticias cada día de nuestras vidas.
Y en esta vida, esas noticias solo empeorarán.
¿Cuál es el problema?
Aún no se sabe la razón por la que estos hombres entraron a matar a los miembros de esta iglesia (se
especula que el ataque se debe a extorsión). Pero no creo que nadie estaría en desacuerdo al decir que
Guatemala tiene un problema con la violencia, al igual que con el racismo, la corrupción, y la injusticia
social. Y todas estas cosas, de una manera u otra, encuentran su raíz en el pecado.
Sí, Guatemala (y muchos otros países en Latinoamérica) necesita mejores gobernantes, leyes, y
trabajadores civiles para proteger a sus ciudadanos. También de una iglesia que cumpla su labor en el
servicio de los huérfanos, viudas y necesitados; con una voz profética que influya en las esferas
sociales. Pero a fin de cuentas, estas cosas solas no pueden cambiar a una nación ni tienen el poder
para erradicar el pecado del corazón del hombre.
Después de todo, cuando hablamos de la violencia, el racismo, la corrupción, y la injusticia social,
estamos hablando del pecado.
Corramos a Cristo
En momentos como estos, realmente tenemos una sola esperanza: Cristo. Jesús mismo es las buenas
noticias del evangelio, y mientras que vivamos en un mundo donde veamos malas noticias en las
portadas de los periódicos cada día, necesitamos volver al evangelio también cada día.
En situaciones como esta, el evangelio nos dice que tenemos una futura esperanza en Cristo. Él nos
salvó en el pasado para transformarnos en el presente para poder vivir en perfecta harmonía con Dios
en el futuro. El día vendrá en que ya no habrá más violencia. Y eso se cumplirá por lo que Jesús ya
cumplió en la cruz.
El evangelio es nuestra única esperanza.
Los gobiernos pueden otorgar derechos a personas de todas razas, pero solo el evangelio puede
eliminar el racismo en tu corazón.
Los gobiernos pueden establecer leyes contra la violencia, pero solo el evangelio puede convertir un
corazón violento en un corazón compasivo.
Los gobiernos pueden llevar criminales a juicio, pero solo el evangelio nos puede llevar a perdonarles.
Oremos por nuestros países y por las familias de aquellos afectados directamente por este acto de
violencia. Hoy estoy orando por las víctimas en esta iglesia de mi país. Y oro que el escuchas tantas
malas noticias tenga un mismo efecto en la Igleisa y en los incrédulos: que corramos a Cristo. Cada día.
5 LECCIONES SOBRE PATERNIDAD DE LA VIDA DE DAVID
Por Chad Coley
Nos acercamos rápidamente al Día del Padre en losEE.UU. en junio 21. Durante gran parte de mi vida,
yo no pensé realmente mucho sobre el Día del Padre. Mi padre murió en un accidente de coche cuando
tenía 12 años de edad; y desde ese momento en adelante me detuve celebrando el Día del Padre. No fue
hasta el año pasado que el día tenía de nuevo algún significado para mí. Me convertí yo mismo en
padre cuando mi hijo nació en julio de 2013.
En ese momento comencé a buscar una vez más en lo que dice la Biblia acerca de ser un padre.
Específicamente, empecé mirando ejemplos bíblicos de padres. En especial quería ver al rey David;
después de todo, se dice que es un hombre conforme al corazón de Dios (Hechos 13:23). Lo que
aprendí es que la Biblia es honesta cuando se trata de héroes bíblicos. Se da un relato exacto,
incluyendo lo bueno y lo malo. Veamos ahora algunas lecciones sobre la paternidad de la vida de
David.
1. Los Padres Deben Estar Dispuestos a Disciplinar a Sus Hijos Cuando Pecan
(David se negó a administrar justicia a su hijo mas grande) -2 Samuel 13:1-21
El relato bíblico en 2 Samuel 13:1-2 nos dice que Amnón ardía en su deseo por su hermanastra, Tamar.
Amnón llevó a Tamar a su habitación a través de la astucia y luego la obligó. Luego, en la culpa y la ira,
la desterró de su presencia añadiendo a su desgracia. Tamar informó estas cosas al primogénito de
David, Absalón, su hermano. Absalón le dijo que guardara silencio (tal vez evitar el escándalo), y se
quedó con él en su casa.
Aquí lo importante para nosotros es ver cómo David responde a la violación de una de sus hijas por
uno de sus hijos. Como rey, era su deber de administrar justicia para el pueblo de la nación de Israel (2
Samuel 8:15). Deuteronomio 22:25-27 dice que la violación es un delito grave. Es “porque como
cuando un hombre se levanta contra su vecino y lo mata, así es este caso.” Deuteronomio dice que el
hombre culpable de violación será castigado con la muerte, al igual que un asesino se le dará muerte.
Esta fue la norma que David debía defender. Él no estaba por encima de la Ley de Dios. De hecho, él
iba a ser el único para facilitar la adoración de Dios y la obediencia a Su ley.
¿Qué hacer cuando David se entera de esta mala acción? 2 Samuel 13:21 dice que estaba “muy
enojado”. David no hizo nada para castigar a su hijo o administrar justicia para su hija Tamar.¿Por
qué? Uno puede preguntarse si David seguía pensando en su grave pecado con Betsabé (2 Sam. 11-12).
Este problema para todos aquellos que son padres es que no hagamos caso omiso de los pecados en la
vida de nuestros hijos. Cada padre piadoso cria a sus hijos con la esperanza de que de que lleguen a
comprender su pecaminosidad y su necesidad de un Salvador. Lo que no podemos controlar es cuando
nuestros hijos desobedecen y pecan contra nosotros y los demás. No debemos sorprendernos de su
pecado; después de todo, “nacieron así” (con corazones pecaminosos). Es nuestra responsabilidad de
disciplinar a nuestros hijos para que lleguen a entender y apreciar la autoridad y saber que tienen que
someterse a la ley de Dios.
David, por su parte, no cumplió con su papel como padre y como rey. Como padre, él debería haber
reprendido a Amnón por su maldad. Como rey, era la rama ejecutiva del gobierno, y era su deber
administrar justicia. Dado que sólo el gobierno puede administrar la pena capital, David eludió su
deber. Piénselo de esta manera. Si se hubiera tratado adecuadamente Amnón, entonces muchos de los
problemas en los siguientes años de la vida de David se habrían evitado.
2. Los Padres Deben Perdonar Y Buscar Restauración con sus Hijos
(David se negó a perdonar y ser restaurado a Absalón) -2 Sam 13: 38-14: 01/28
Absalón, hijo de David, aborrecía a Amnón, por lo que Amnón había hecho a su hermana (2 Samuel
13:22). Absalón urdió un complot para matar a Amnón mientras él estaba borracho en una fiesta que
Absalón tenía. Esta había sido la intención del corazón de Absalón desde la violación de Tamar (2
Samuel 13:32). Si David hubiera ejecutado la justicia como debería haberlo hecho, Absalón hubiera
estado satisfecho y no hubiera tomado el asunto en sus propias manos.
2 Samuel 13:37-39 dice que Absalón huyó con su abuelo el rey de Gesur y allí se quedó con él tres años.
David, por su parte, lloraba por su hijo Absalón todos los días. 2 Samuel 13:39 dice que él se había
consolado acerca de la muerte de Amnón. Él sabía que Absalón hizo lo que debería haber hecho, y el
corazón de David estaba en Absalón.
En 2 Samuel 14 hay un interesante relato de la mujer sabia de Tecoa que viene a David, a instancias de
Joab, el comandante del ejército. Ella hace una acusación importante contra David en 14:13. Ella dice:
¿Por qué, pues, has pensado tal cosa contra el pueblo de Dios?” Ella se refería a David dejando a su hijo
Absalón sin arreglar la situación.
Absalón, el heredero de David, caía cada vez mas en amargura contra su padre día a día. Dejar a su
heredero y potencial rival en este estado es más que un asunto de familia. Dejaba a la nación de Israel
vulnerable a ataques externos y a la guerra civil. David responde a Joab y trae Absalón a Jerusalén. Sin
embargo, todavía no se ha reconciliado con su hijo. David se negó a ver a Absalón por otros dos años
mientras vivía en Jerusalén. Tomó Joab intervenir una vez más por David para enviar finalmente a su
hijo y perdonarle.
Como padres, no debemos exasperar a nuestros hijos al negarnos a perdonarlos y buscar la
restauración (Efesios 6: 4). Podemos aprender del ejemplo de David que cuando nuestros hijos
cometen mal, y lo hacen, debemos estar listos para tratar con ellos y su pecado y luego igual de rápido
perdonarles. Sin perdón y restauración, nuestros hijos nos ven como disciplinarios duros y padres no
tan amorosas. Nuestro trabajo es ser el representante de Dios en esta tierra para nuestros hijos. La
forma en que tratamos a nuestros hijos es la forma en que van a entender a Dios el Padre. Si se nos ha
perdonado mucho (y asi ha sido), entonces ¿por qué habríamos de negar ese perdón a nuestros hijos
cuando pecan y nos decepcionan?
3. Los Padres Deben Reconocer que Sus Hijos Cometen Mal
(David se negó a reconocer el pecado en Su Hijo) -2 Sam 18:33-19: 7
Absalón se amargó contra su padre, David, y trató de socavar su padre en cada oportunidad. El fue a
las puertas de la ciudad y diciendo a los que habían venido a David buscando justicia que no la
encontrarían de su padre (2 Samuel 15:3-4). Lo hizo durante años planeando suplantar a David y ser
rey. Con el tiempo, esto culminó con David viéndose obligado a abandonar Jerusalén.
David y sus aliados van a la guerra con Absalón y sus aliados y David es victorioso. En la batalla,
Absalón es asesinado por Joab cuando queda atascado en un árbol (2 Samuel 18). David responde a la
muerte de Absalón entrandoen profundo duelo. Él estaba afligido hasta el punto que las personas que
habían luchado por él fueron avergonzados por su victoria. Estuvo bien que David ser afligido; el
problema fue que Absalón era un hombre malvado que buscaba derrocar al líder ordenado de Dios.
Lideró a los hombres de las tribus de Israel por mal camino y causó la muerte de 20.000 en una guerra
civil innecesaria. Absalón era indigno del gran dolor de David y Dios usó a Joab para reprender a
David.
David se negó a ver a Absalón por lo que era: un hombre que estaba tratando de derrocar la autoridad
ordenada por Dios sobre la nación de Israel. No era su lugar tratar de tomar el trono por la fuerza. Era
una posición que sólo Dios puede dar, y David fue la elección de Dios. David, hasta el final de la vida de
Absalón, se negó a reconocer la maldad y la locura en su propio hijo. Como padres, debemos ser
honestos con nosotros mismos y los demás acerca de la pecaminosidad que se encuentra en el corazón
de nuestros hijos. Ellos cometen, y son capaces de actos malvados. Lo que necesitan, ante todo, es un
salvador, el Señor Jesucristo.
4. Los Padres Debe Refrenar el Corazón Pecaminoso en Sus Hijos
(David no contuvo o cuestiono a sus hijos) -1 Reyes 1:6
Ahora, cuando David envejeció, su hijo, Adonías, se exaltó a sí mismo mediante la creación de su
propio guardaespaldas privado. 1 Reyes 1:6 dice que David sabía lo que estaba haciendo, pero no lo
refreno en modo alguno. Las acciones de Adonías recuerdan una de las acciones de Absalón de muchos
años antes en 2 Samuel 15:1. David debería haber refrenado a su hijo, sobre todo después de lo que
había pasado muchos años antes con Absalón.
En cambio, lo dejó actuar y no hizo nada. Adonías reunió al comandante del ejército (Joab), uno de los
sacerdotes (Abiatar), y los siervos del rey, y los otros hijos de David y le declararon rey. Es decir que él
no invitó a Salomón, el sumo sacerdote Sadoc, y los valientes de David. Todos estos eran ferozmente
leales a David y sabían que a Salomón se le había prometido el reino después de David.
Una vez más vemos a uno de los hijos de David rebelandose contra su padre y tratando de usurpar el
trono. 1 Reyes 1:6 lo dic emejor cuando habla de David no refrenando a su hijo. David se negó a
refrenar el corazón malo en sus hijos y él cosechó el torbellino que su vida desenfrenada produjo.
Como padres, debemos estar dispuestos a hacer frente a los corazones pecaminosos de nuestros hijos.
Recuerde que ellos nacen con corazones pecaminosos como resultado del pecado de Adán. Es el deber
del padre de enseñar a sus hijos que ellos son pecadores y necesitan un salvador. Es el deber del padre
ayudar a refrenar el pecado de sus hijos, enseñándoles la obediencia a la Ley de Dios y protegerlos de sí
mismos. Un hijo indisciplinado y sin restricciones se convierte en un adulto sin disciplina y sin
restricciones.
5. Los Padres Deben Enseñar a Sus Hijos lo que es Importante en la Vida
(David dio una última encargo de su Hijo) -1 Reyes 2: 2
En sus últimos momentos antes de su muerte, David trae Salomón delante de él. 1 Reyes 2: 2 registra
este evento en el que David encarga a su hijo que viva como un hombre piadoso. David amonestó a
Salomón temer a Dios y obedecer Su Ley. Llego a estas últimas palabras. David no le dijo a Salomón
que se asegurara de que su ejército fuese grande, o que cultivara buenos generales. No le dijo que
construyese grandes alianzas, o gran riqueza para que su reino fuese seguro.
Lo que sí dijo fue para Salomón temiera a Dios y obedeciera Su palabra. Como padres, debemos ser el
ejemplo a nuestros hijos que tanto deseamos que sean. Al decirle a Salomón “se hombre”, David podría
destacar una vida vivida de acuerdo a la Palabra de Dios. Él tuvo sus altibajos, pero David se describe
en las Escrituras como un hombre conforme al corazón de Dios. Conocer y obedecer a Dios es lo que es
importante en la vida – no la riqueza, ni la popularidad, o el poder.
Salomón aprendió esa lección de la manera difícil después de convertirse en rey. Se casó con mujeres
extranjeras y apartó su corazón del Señor. El libro de Eclesiastés dice que fue en pos de mujeres, vino,
riqueza, sabiduría y estima en gran parte de su vida. Su conclusión, cuando todo estaba dicho y hecho
era toda la vida fue “vanidad de vanidades” sin Dios. Al final de su vida, Salomón recordó las palabras
de su padre, David, y terminó el libro de Eclesiastés con este encargo a sus lectores: “Teme a Dios y
guarda sus mandamientos.”
Pensamientos Finales
A medida que nos acercamos al Día del Padre es importante para aquellos que son padres que hagan
un examen de conciencia. ¿Está viviendo una vida que honra a Dios? ¿Es el líder espiritual de su
hogar? ¿Es usted el ejemplo que quiere que sus hijos emulen? Podemos aprender del ejemplo de David
y no cometer los mismos errores cuando se trata de la crianza de los hijos. Podemos discipular a
nuestros hijos cuando pecan, por su propio bien. Podemos perdonarles cuando tropiezan y caen.
Podemos reconocer que ellos son pecadores y necesitan un salvador. Podemos restringir sus corazones
pecaminosos y compasivamente llevarlos a conocer a nuestro Salvador y Señor. Y podemos mostrar en
nuestras vidas y habla lo que es realmente lo más importante en la vida: temer a Dios y guardar Sus
mandamientos.
CUANDO LA PALABRA DE DIOS ES MÁS RELEVANTE QUE EL PERIÓDICO
DEL DÍA
¿Cómo puede ser que un libro escrito hace miles de años todavía tenga alguna relevancia para mi vida
hoy? Esta duda se está volviendo más y más común en nuestra cultura hoy. Miles corren a nuevos
métodos y filosofías, pensando que tal vez lo que necesitan para realmente satisfacer sus almas es
algo nuevo.
Pero, ¿qué pasa si la solución a nuestra satisfacción y transformación personal no se encuentra en algo
nuevo sino en una Persona que trasciende los mismos límites del tiempo? ¿Qué pasa si esa Persona nos
compartiera Su infinita sabiduría en un libro que nunca cambia porque ya es perfecta? Justamente eso
creemos los cristianos acerca de Dios y Su Palabra. Al recoger la Biblia, no estás sosteniendo un libro
de cuentos, sino las páginas que contienen la infinita sabiduría de un Dios infinito.
Es necesario que más iglesias estén despiertas a esta realidad, por lo cual me alegra mucho tener la
oportunidad de corresponder con Juan Moncayo, uno de los pastores de la iglesia La Fuente, en Quito
Ecuador, acerca de su primera y próxima conferencia titulada En pos de Cristo: Su Palabra no
pasará.
Háblanos un poco acerca de La Fuente. ¿Quiénes son? ¿Cuál es su visión?
La Fuente es la iglesia en la que tengo el privilegio de servir y estoy en el proceso de ser el pastor
principal. Es una historia larga, pero en resumen, de una manera que solo puede ser atribuida a Dios,
mi esposa (en ese entonces novia) y yo conocimos a unos misioneros que estaban ayudando con
capacitaciones de líderes, pero experimentando grandes dificultades. Al evangelio a veces se lo ve como
la entrada al reino, y no como algo que motiva y define toda nuestra vida. Después de buscar dirección
de Dios mediante oración y consejo, Dios abrió la puerta para fundar la iglesia. La iglesia tuvo su
lanzamiento oficial en el 2012 y todavía estamos en pañales.
Los valores de la iglesia son Verdad, Comunidad y Misión, y nuestra visión es fundar una iglesia en la
que el evangelio no sea solamente un mensaje que se predica y algo que se comparte con incrédulos,
sino algo algo que también motiva e impulsa cada área de nuestras vidas. De ahí, el deseo es que, Dios
mediante, el Señor use nuestra iglesia para ser de bendición a la comunidad evangélica en nuestro país
y ojalá, con la bendición de Dios, fuera de nuestro país en algún momento.
La Fuente está organizando la conferencia En Pos de Cristo. ¿Cuál es el propósito de esta
conferencia y qué están buscando que ocurra?
Como indiqué anteriormente, nuestro deseo siempre ha sido, Dios mediante, ser de bendición a
nuestra ciudad y país. Hemos traducido videos de consejería bíblica y otros recursos, pero el objetivo
de ser de bendición empezó a tomar forma el año pasado cuando tuvimos un taller acerca del rol de la
iglesia en ministerios de misericordia, con ayuda de nuestros amigos de CHF. El taller que era para
nuestra iglesia recibió visitas de algunos hermanos de otras congregaciones y del pastor que preside el
cuerpo pastoral de la region. Él nos comentó sobre el deseo de tener talleres similares en otros temas,
ya que se trató todo de manera tan bíblica. Nos enteramos que Sugel tenía ya planeado estar en el país
en una conferencia en Guayaquil, y con la ayuda de CHF empezamos a coordinar la conferencia.
Con respecto al propósito, primordialmente queremos poder bendecir y ayudar a amados hermanos
pastores, siervos y líderes, con sana y clara doctrina, presentada pastoralmente, que ellos puedan llevar
a sus iglesias. Gracias a Dios, vamos a tener la posibilidad de proveer recursos. Queremos que los
hermanos salgan sintiéndose amados y alimentados, que recarguen sus baterías antes de volver al
ministerio. En las noches tendremos una conferencia abierta al público. Secundariamente, escucho que
Dios se está moviendo en la region. Estuve en la conferencia de Coalición por el Evangelio en abril y
mis ojos se llenaron de lágrimas al ver un movimiento de hermanos hispanohablantes con tanto deseo
de buena doctrina y buscando apasionadamente que cada área del ministerio (púlpito, consejería,
música, etcétera) esté saturada por la Palabra. Esperamos que esta conferencia, así como la de nuestros
amigos en Guayaquil, sea usada por Dios para encender ese mismo tipo de deseo en Ecuador, o mejor
aún, animar a la iglesia evangélica ecuatoriana que ya tiene esa hambre por sana doctrina.
La conferencia se titula “Su Palabra no pasará”. ¿Qué quiere significar este título?
Cuando empezamos a buscar apoyo para el evento a nivel local, fue tan interesante ver las reacciones
de algunas personas. Somos una iglesia joven y me pareció que la gente esperaba que nuestro evento
tuviera como parte de su título y énfasis ideas pragmáticas de ministerio, tales como “la súper
conferencia de poder, la manera más innovadora de ganar almas, o prácticas novedosas y efectivas
para predicar, cómo duplicar la membresía en 40 días, o cómo tener una iglesia ‘cool’”. Me parece que
estamos en un tiempo en la iglesia en el que hay tantas teorías e ideas, que fácilmente nos pueden
distraer y alejar de ser fieles a la Palabra de Dios, por el deseo de ser relevantes. El problema es que no
hay nada más relevante para el corazón humano que la Palabra de Dios. Como dijo un predicador, la
Palabra de Dios es más relevante que el periódico del día. Iglesias y ministerios pueden construirse
alrededor de eventos, personalidades, programas, luces, estilos de música, y confiar en todas estas
cosas más que en la Palabra de Dios, como la herramienta principal para avanzar el Reino. Nuestro
anhelo para esta conferencia es recordar a la iglesia ecuatoriana que “Su Palabra NO pasará”.
Queremos enfatizar que, como cristianos, podemos confiar en la Palabra de Dios para cada área de
nuestros ministerios. Jesús dijo que nos santificará en la verdad y que SU Palabra es verdad. De cierta
manera, esperamos que Dios nos hable y nos lleve de regreso a un amor por escudriñar las
profundidades de la sabiduría de Dios en su Palabra. Queremos ser cristianos que, si nos cortan,
sangremos Biblia.
Los expositores incluyen a Sugel Michelén, David Sills y Gabriel Martínez. ¿Cuáles temas
estarán viendo y qué podemos esperar de ellos?
Estamos muy emocionados por los conferencistas que Dios ha provisto. Cada uno de ellos tiene un
largo historial de ministerio bíblico fiel y gran sabiduría en cada uno de los temas que van a exponer.
Personalmente, me emociona la oportunidad de escuchar al pastor Michelén hablar de cómo tener un
ministerio fiel desde el púlpito, así como temas relacionados con “La centralidad de la Palabra en las
emociones”, el cual es un tema tan crucial para nuestro contexto. El pastor Martinez viene desde el
seminario TMAI Palabra de Gracia en Mexico y David Sills, quien ha estado involucrado en misiones y
capacitación de líderes alrededor del mundo por muchos años, compartirán sobre la centralidad de la
Palabra en la vida del pastor, la santidad, liderazgo y evangelismo. También tendremos un panel, en el
que deseamos dialogar de un equilibrio bíblico entre la iglesia y las organizaciones paraeclesiásticas.
Muchos de esos hermanos son parte de ambas, lo cual es una equilibrio muy importante para la iglesia.
CUANDO PAPÁ NO DISCIPULA A SUS HIJOS
Existen tres tipos de “madres solteras” en la iglesia: la madre soltera literal que cria a los hijos por su
cuenta, la madre cuyo marido no es creyente, y la madre cuyo marido profesa creer, pero no participa
en la crianza espiritual de la familia. Para la verdadera madre soltera y para la madre casada con un no
creyente, la tarea es clara: formar a sus hijos en el Señor, porque nadie más lo hará. Para la esposa del
padre creyente —pero culpable de ausentismo espiritual— el asunto no está muy claro. Ella vive la
tensión entre el deseo de honrar a su esposo y el querer equipar espiritualmente a sus hijos.
Los tres tipos de “madres solteras” necesitan desesperadamente el apoyo de la iglesia, sin embargo en
este artículo me gustaría destacar específicamente el tercer tipo de madre, el tipo de mujer atrapada en
un dilema.
¿Esperar o actuar?
Esta mamá camina en ansiedad, particularmente en ambientes conservadores que enfatizan el rol de
los padres como el de conductores espirituales del hogar. Ella ve a sus hijos irse a la cama cada noche,
sin tiempo para que la familia comparta las Escrituras o la oración, sin conversaciones que aborden
aquellos temas críticos que ayudan a los niños en la transición a la edad adulta con la sabiduría que se
requiere. Ella ha sugerido sutilmente que papá inicie estos momentos de enseñanza, para encontrarse
finalmente con apatía o con intentos testimoniales de corta duración por parte de él. Y debido a que a
ella le han enseñado que Dios quiere que los hombres dirijan este tipo de conversaciones en casa, ella
comienza a creer que tan solo puede sentarse en silencio, sin querer usurpar la autoridad, confundida
acerca de su papel de madre y esposa, orando para que el Señor cambie el corazón de su marido.
Ella no se debe dar por vencida en cuanto a la oración. El uso de las palabras de mamá es mucho más
efectivo que reprender o mendigar a papá a que esté más involucrado. La oración por el corazón de
papá y por los corazones de los niños debe ser siempre la primera acción que la mamá persiga, tanto en
los hogares donde papá está espiritualmente presente como también en los hogares donde no lo está.
Pero en los hogares donde el papá está espiritualmente ausente, creo que mamá está llamada tanto a
orar como a actuar.
No dejes a tus hijos en la calle
Cuando mis hijos estaban a comienzos de la escuela primaria, usualmente yo los llevaba hasta la
esquina donde una policía de tránsito les ayudaba a cruzar una complicada intersección. Ella vestía un
chaleco anaranjado y tenía una señal de pare. Tenía un silbato. Conocía los patrones de tráfico. Su
trabajo era asegurarse que los autos se detuvieran y los niños cruzaran con seguridad. Como padre, yo
no tenía autoridad para decirle a mis hijos que cruzaran la calle cuando la intersección me parecía que
estaba libre de tráfico. Ese era el trabajo de la policía de tránsito.
Ahora supongamos que la policía de tránsito no quiere hacer su trabajo una mañana. Digamos que ella
me ve llegar con mis pequeños pero decide quedarse sentada viendo fotos en Instagram. Digamos que
le pido que les ayude a cruzar la intersección, pero ella ignora mi válida solicitud. ¿Qué debería hacer?
Yo no tengo un chaleco naranja o una señal de pare. No conozco los patrones de tráfico como ella los
conoce. ¿Debería decirle a mis hijos: “Bueno, ¡buena suerte! Voy a orar que lleguen con seguridad al
otro lado”?
Por supuesto que no. Yo debería hacer lo que ella ha optado por no hacer. Debería ver una apertura en
el tráfico y llevar a mis hijos de forma segura a través de la calle. Debería someterme a una autoridad
superior a la del policía de tráfico con el objetivo de hacer lo que es seguro y correcto.
Las mamás que se ocupan con los papás espiritualmente ausentes, con razón sienten ansiedad por sus
hijos. En la concurrida intersección de la vida, no es ni seguro ni correcto dejar a los niños sin
formación en los asuntos espirituales. De hecho, sería reprensible el hacerlo. Pero no te preocupes, es
posible honrar la sagrada responsabilidad hacia tus hijos y hacia su Padre celestial, a la vez que
muestras honor a su padre terrenal.
Haz discípulos en tu hogar
La Gran Comisión llama a los seguidores de Cristo a hacer discípulos, enseñándoles a obedecer todo lo
que Él ha mandado (Mt. 28:18-20). A los padres se les encarga con este llamado en el hogar. Una
madre que no puede contar con su marido para asociarse en este cumplimiento necesitará valentía y
humildad para seguir adelante en obediencia a Cristo. Como su discípulo, ella puede y debe disponer
sus esfuerzos para hacer discípulos de sus hijos, enseñándoles a obedecer sus órdenes. Mamás, no solo
tienen permiso para asumir esta responsabilidad, sino que tienen un mandato.
Ante la falta de ayuda de papá, sigue adelante para llenar el vacío. Sin menospreciar a papá,
simplemente comienza a tener las conversaciones necesarias para guiar a tus hijos a salvo hasta la edad
adulta. Continúa orando por él. Continúa invitándolo periódicamente a que se una a la conversación.
Continúa honrándole, comprometiéndote a hablar bien de él a tus hijos. En la medida en que le pides
al Señor que te ayude en tus esfuerzos para ablandar el corazón de tu marido, manténte confesando
cualquier resentimiento o auto justicia que puedas albergar. Apóyate en tu comunidad cristiana para
que te sostenga. Pero no dejes que el miedo a usurpar la autoridad que papá no ejerce, te mantenga
lejos de equipar a tus hijos en el temor del Señor. El Señor se deleita en aquellos que hacen su
voluntad. Entrena a los niños. Recuérdate a ti misma que Dios es su Padre celestial perfecto, y confía
en que Él los cuidará y los formará a la imagen de su Hijo.
ESCLAVOS DE LA JUSTICIA
Por Jeremiah Johnson
Pocos temas pueden hacer que una persona se intimide tanto como la esclavitud. No es un tema casual
de conversación despreocupada. Ya sea que uno se refiere a las injusticias del pasado o los males
modernos, el tema de la esclavitud generalmente normalmente trae angustia y desprecio. Con esto en
mente, la esclavitud no es la metáfora que tendemos a alcanzar para comunicar una verdad espiritual
alentadora.
No es así con la Palabra de Dios. La Escritura usa repetidamente la imagen de la esclavitud para
describir la conmovedora relación del hombre arrepentido con el pecado (Juan 8:34; 2 Pedro 2:19). Es
una metáfora apta – el pecado nos marca como suyo, gobierna sin piedad, nos ata con cadenas, y no
nos deja ir. Pero en Romanos 6:17-18, Pablo escribe acerca de un tipo diferente de esclavitud para los
creyentes. Contrastando nuestra nueva posición en Cristo en contra de nuestra antigua esclavitud del
pecado, escribe, Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de
corazón a aquella forma de enseñanza a la que fuisteis entregados; y habiendo sido libertados del
pecado, os habéis hecho siervos de la justicia. (énfasis nuestro).
Muertos al Pecado
La clave para la comprensión de lo que significa ser siervos de la justicia es que primero hemos sido
liberados de la esclavitud del pecado. Anteriormente en el capítulo, Pablo hace a sus lectores una
pregunta retórica punzante: “Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?”
(Romanos 6: 2).
En su libro El Evangelio según los Apóstoles, John MacArthur explica que la palabra griega traducida
como "muerto al pecado"
habla de un hecho histórico en referencia a la muerte en la muerte de Cristo. Debido a que estamos
"en Cristo" (Romanos 6:11; 8: 1), y murió en nuestro lugar (Romanos 5:6-8), somos contados
muertos con El. Por tanto, estamos muertos a la penalización y el dominio del pecado. La muerte es
permanente. La muerte y la vida son incompatibles. Así que la persona que ha muerto al pecado no
puede seguir viviendo en pecado. Ciertamente podemos cometer pecados, pero no vivir más en la
dimensión del pecado y bajo el dominio del pecado. El pecado es contrario a nuestra nueva
disposición. “Todo aquel que es nacido de Dios practica el pecado", según Juan, “porque la simiente
de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios” (1 Juan 3:9). No es
simplemente que no debemos seguir viviendo en pecado ininterrumpida sino que no
podemos. [1] John MacArthur, The Gospel According to the Apostles , 113-114.
John añade que “morir al pecado implica una ruptura irreversible, total y abrupta, con el poder del
pecado.” [2] 114
Justificado y Santificado
En el momento de la salvación, Dios rompe el poder del pecado en nuestras vidas como parte de su
obra de regeneración (Ezequiel 36:26-27; Romanos 6:6-7). Pero también somos justificados
instantáneamente ante los ojos de Dios, libres de la culpa y el castigo de nuestro pecado. En efecto, la
pizarra se limpia. John MacArthur lo explica de esta manera: En su sentido teológico, la justificación
es un término forense, o puramente legal. Describe lo que Dios declara sobre el creyente, no lo que
El hace para cambiar al creyente. De hecho, la justificación no efectúa ningún cambio real en
absoluto en la naturaleza o carácter del pecador. La justificación es un edicto judicial divino. Cambia
nuestro estatus único, pero tiene ramificaciones que garantizan que otros cambios seguirán. [3] 89
Esos cambios se llaman santificación. Ya hemos definido obra santificadora de Dios , pero es
importante tener en cuenta en qué se diferencia de la justificación. Como explica John:
La justificación es distinta de la santificación porque en la justificación Dios no hacejusto al pecador;
Él declara justo a esa persona (Romanos 3:28; Gálatas 2:16). La Justificación imputa la justicia de
Cristo a la cuenta del pecador (Romanos 4:11); la santificación imparte justicia al pecador
personalmente y prácticamente (Romanos 6:1-7; 8:11-14). La justificación tiene lugar fuera de los
pecadores y cambia su posición (Romanos 5:1-2); la santificación es interna y cambia de estado del
creyente (Romanos 6:19) La justificación es un evento, la santificación es un proceso. Los dos deben
distinguirse, pero nunca se pueden separar. Dios no justifica a quien no santifica, y Él no santifica a
quien Él no justifica. Ambos son elementos esenciales de la salvación. [4] 90
En pocas palabras, "La justificación nos libera de la culpa del pecado, la santificación de
lacontaminación del pecado." [5] 109
Morir a nuestro pecado es entonces el primer paso en el proceso de la santificación. Es el proceso a
través del cual el Espíritu nos refina, matando los restos de nuestros ex-yos – nuestros hábitos, gustos
y deseos pecaminosos, y sustituyéndolos por afectos e inclinaciones piadosas. Es la transformación
activa y permanente de su corazón, mente y toda su persona, que comienza en el momento de la
salvación y continuando durante el resto de su vida.
Cuando nacemos de nuevo [la regeneración], Dios no sólo nos declara justos [justificación], sino que
también comienza a cultivar la justicia en nuestras vidas [santificación]. Por lo tanto la salvación no es
sólo una declaración forense; es un milagro de conversión y de transformación. No hay tal cosa como
un verdadero convertido a Cristo, que se justifica, pero que no está siendo santificado. . . . . . . Como la
persona no regenerada pecaminosa no puede dejar de manifestar su verdadero carácter, tampoco
puede la persona regenerada. Como siervos de la justicia, es imposible permanecer esclavos del
pecado. Nuestra nueva naturaleza en Cristo garantiza una vida transformada. Pablo enfatiza el cambio
que debe ser manifestado en cada creyente en Romanos 6:3-5. ¿O no sabéis que todos los que hemos
sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Por tanto, hemos sido
sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los
muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si hemos
sido unidos a El en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su
resurrección.
Como explica John:
En Cristo no somos las mismas personas que éramos antes de la salvación. “nuestro viejo hombre fue
crucificado con El, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos
esclavos del pecado” (Romanos 6:6). . . . . . . Nuestra nueva vida como cristianos no es una vieja vida
modificada, sino una nueva vida divinamente concedida que es de la misma naturaleza que la de
Cristo. . . . . . .
Eso no significa que nuestras tendencias pecaminosas son aniquiladas. La palabra griega traducida
como "destruido" significa literalmente " dejar inoperante, invalidar." El pecado ha perdido su
control dominante sobre nosotros. Obviamente que todos luchamos con propensiones pecaminosas.
La muerte a la naturaleza pecaminosa no significa la muerte de la carne y sus inclinaciones
corrompidas. Debido a los placeres del pecado y la debilidad de nuestra carne restante, a menudo
cedemos al pecado.
La tiranía y la pena del pecado se han anulado, pero el potencial de pecar de expresión aún no se ha
eliminado totalmente. Nuestras debilidades e instintos humanos nos hacen capaces de sucumbir a la
tentación. . . . . . . Somos, en pocas palabras, nuevas creaciones –santos y redimidos, pero envueltos
en vendas de carne no redimida. Somos como Lázaro, que ha salido de la tumba todavía envuelto de
pies a cabeza en sus prendas funerarias. [7] 116-117
Como siervos de la justicia, todo nuestro ser ha sido rescatado y reorientado bajo la autoridad de
Cristo. A través de la obra del Espíritu, estamos siendo conformados en el carácter de Cristo y
refinados para la obra de Su reino.
Sin embargo, todavía portamos algunas de las vendas de nuestra antigua naturaleza. La próxima vez
vamos a ver en otro pasaje clave de la carta de Pablo a los Romanos que describe la constante batalla
del creyente contra el pecado, y la forma en que el pecado ataca nuestra seguridad de la salvación.
ES MÁS IMPORTANTE PREDICAR LA VERDAD QUE ATACAR LO FALSO
Una de las bendiciones más grandes que estamos viendo en Latinoamérica es el resurgir del interés por
las doctrinas bíblicas. Una y otra vez escuchamos y vemos a personas hambrientas de la Palabra de
Dios, cansadas del evangelio motivacional centrado en el hombre, y que han llegado por la gracia y
bondad de Dios al conocimiento de la verdad. Esto es algo por lo que alabamos a Dios.
El otro lado de este resurgimiento es que han llegado algunas actitudes que muestran orgullo y
arrogancia más que la gracia, misericordia y la humildad del evangelio. Parece que muchos de
nosotros, cuando descubrimos estas verdades y nos maravillamos al notar que un velo ha sido quitado
de nuestros ojos, logramos discernir el error con mucha más claridad que antes, pero de manera
desesperada y casi olvidando cómo Dios actuó con nosotros, queremos forzar a los demás a que
reconozcan que están en falsas iglesias siguiendo a falsos maestros. Sin darnos cuenta, nos vamos
convirtiendo en cazadores de herejes, descuidamos la piedad mientras buscamos la última declaración
de algún “apóstol” reconocido. Actuamos con burla delante de personas que aún no comprenden de
qué les estamos hablando.
Un problema de raíz
Es necesario que entendamos que muchas de las falsas enseñanzas que las personas defienden son el
fruto o el resultado de años de mala enseñanza, de desconocimiento del evangelio bíblico, de no
conocer al Dios único y verdadero de las Escrituras, y por supuesto de no abrazar el evangelio
verdadero. Es por esto que es dañino y de poco provecho cuando nos acercamos y le decimos a la gente
“¿sabías que tu cantante favorito es un falso maestro?”, o “¿sabías que la esposa de tu pastor no debería
ocupar el cargo que tiene?”. Declaraciones como estas sencillamente crearán conflictos innecesarios,
precisamente porque muchas de estas cosas son la evidencia externa de un problema mayor.
Gracia y verdad
Es triste que aquellos que nos gloriamos en las doctrinas de la gracia seamos los que menos gracia
mostremos. La fama que se ha adquirido de “críticos” y “fríos” realmente tiene base en nuestra
impaciencia y en no dar razón de nuestra fe con “mansedumbre y reverencia”. Sin duda la respuesta no
es quedarnos callados por siempre. Hay formas de acercarnos a aquellos que creen un evangelio falso.
Debemos mostrar la gracia y la paciencia que nuestro Señor mostró con nosotros. Recordar que no se
trata de un esfuerzo en razonamientos, sino que se necesita mucho amor y dependencia en el poder del
Espíritu Santo de Dios para ayudar a nuestros familiares y amigos que están abrazando algún error.
Dicho esto, debemos empezar por las Escrituras. Cuando estemos hablando con hermanos que están
desorientados o con aquellos que se creen creyentes pero no lo son, debemos recordar lo que la Palabra
de Dios es capaz de hacer:
“La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma; El testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al
sencillo. Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón; El mandamiento del Señor es
puro, que alumbra los ojos. El temor del Señor es limpio, que permanece para siempre; Los juicios del
Señor son verdaderos, todos ellos justos”, Salmos 19:7-9. Hacer sabio al sencillo, alumbrar los ojos,
llevar a la verdad, almas restauradas… todo eso es obra de la Palabra de Dios.
De hecho, de manera particular la Palabra es ideal para estas situaciones. Observamos al salmista
diciendo unos versículos más adelante: “¿Quién puede discernir sus propios errores? Absuélveme
de los que me son ocultos” (Sal. 19:11). Los errores ocultos, aquellas cosas que todavía no han
entendido los que no conocen las doctrinas de la gracia, necesitan el mismo evangelio que tú y que yo, y
necesitan del mismo Señor para ser discernidos, a través de su Espíritu y su Palabra. Debemos atacar
la raíz, proclamar y compartir primeramente el evangelio, mostrar al Dios verdadero y Soberano, y
llevarlos con amor a la Palabra de Dios. Pero en esto, nos unimos al salmista: “Guarda también a Tu
siervo de pecados de soberbia; Que no se enseñoreen de mí. Entonces seré íntegro, Y seré
absuelto de gran transgresión” (Sal 19:12).
Estoy seguro, mis hermanos, que necesitamos avanzar, dejar atrás la etapa de enfocarnos en los
“errores” todo el tiempo, y demostrar que servimos al Dios de gracia. Haremos más por la causa del
evangelio verdadero atacando la raíz con amor y paciencia, predicando la verdad, que señalando,
atacando y burlándonos de los frutos con orgullo y arrogancia.
EL ATRACTIVO DE LAS PROMESAS IMPOSIBLES DEL EVANGELIO DE LA
PROSPERIDAD
“Ser pobre es un pecado” (Robert Tilton). “Si agradamos a Dios seremos ricos” (Jerry Savelle). “Dios
quiere que sus hijos usen las mejores ropas… conduzcan los mejores automóviles y tengan lo mejor de
todo; basta con pedir lo que necesitamos” (Kenneth Hagin). Estas son algunas de las sorprendentes
declaraciones de los predicadores del “Evangelio de la Prosperidad”. Su “dios” es una especie de
empresario cósmico que puede ser usado, al diezmar y ofrendar, para alcanzar lo que verdaderamente
importa: una vida próspera en términos meramente terrenales.
“APÁRTATE DE LOS TALES”
El apóstol Pablo nos exhorta apartarnos de los “hombres corruptos de entendimiento y privados de la
verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia” (1Tim. 6:5). Y en su segunda carta a Timoteo
nos advierte que “en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores
de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios… amadores de los deleites más que de Dios, que
tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita” (2Tim. 3:1-5).
De igual manera Pedro nos dice que así como hubo falsos profetas en el pueblo de Dios del antiguo
pacto, “habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías
destructoras… Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será
blasfemado, y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas” (2P. 2:1-3; comp.
Judas 11-16).
Lamentablemente, a pesar de las claras advertencias de las Escrituras, el evangelio de la prosperidad
tiene un numeroso y creciente grupo de seguidores. Y aunque la razón parece obvia (su mensaje apela a
la codicia del ser humano), aún así no deja de ser curioso que alguien permanezca por mucho tiempo
dentro de este movimiento, tomando en cuenta que sus predicadores no pueden cumplir lo que
prometen.
LA “PSICOLOGÍA” DEL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD
Conversando recientemente con un hermano que estuvo involucrado en este movimiento alrededor de
10 años pude comprender mejor donde radica el atractivo de este mensaje para ganar y mantener
adeptos.
Un dios manipulable. A pesar de los ataques militantes del ateísmo en las últimas décadas, el hombre
no puede erradicar de su corazón la idea de Dios, porque Dios mismo se ha encargado de dejar
evidencias contundentes de Su presencia en toda la creación y ha dado al hombre la capacidad de
entender la evidencia (compare Rom. 1:18-21). Lo que hace atractivo al evangelio de la prosperidad
para el hombre caído es que parece poner a Dios de su parte, eliminado al mismo tiempo el “tropiezo”
de Su santidad y Su soberanía. El dios de estos evangelistas no es el que se revela en las Escrituras, y a
quien debemos acercarnos en Sus términos, sino una mezcla de genio de la lámpara de Aladino con
Psiquiatra todopoderoso, el cual puede ser manipulado por medio de ofrendas y “palabras de fe”.
Culpa y codicia. Cuando la oferta de riqueza o salud tardan en materializarse, los seguidores de esta
peculiar teología son movidos a culparse a sí mismos por su falta de fe o por no ser lo suficientemente
generosos. Ese sentido de culpa personal, mezclado con la codicia de sus corazones, los mantiene
aferrados a las falsas promesas de estos evangelistas, como el jugador que vuelve al casino una y otra
vez esperando que algún día la suerte le sonría.
Temor religioso. Estos “evangelistas” tienden a infundir temor religioso sobre sus oyentes para que no
se atrevan a cuestionar “al ungido del Señor”, estorbando así su capacidad de analizar objetivamente el
contenido de su mensaje y la dicotomía evidente entre su estilo de vida y el cuadro que encontramos en
las Escrituras de lo que debe ser un ministro del evangelio (compare 1Cor. 4:9-13; 2Cor. 4:7-11; 11:23-
28).
Prosperidad a pesar de todo. Otro factor que incide en la permanencia de este falso evangelio es el
hecho de que algunos experimentan cierta prosperidad económica, fruto de aplicar algunos de los
principios generales de buena administración que aprenden en estas iglesias; esto parece confirmar la
veracidad del mensaje, lo que a su vez suele aumentar la codicia de sus corazones porque “el que ama el
dinero no se saciará de dinero” (Ecl. 5:10).
¿CÓMO INOCULAR A NUESTROS OYENTES DE ESE PELIGRO?
Enseñándoles a leer la Biblia en su contexto. Los evangelistas de la prosperidad se distinguen por citar
las Escrituras, sobre todo del AT, pero pasando por alto el contexto inmediato y general de los textos
que citan.
Presentando con claridad las demandas del evangelio (Mr. 1:14-15; Hch. 2:38; 3:19, 26) y del verdadero
discipulado (Mr. 8:34-37; Lc. 14:25-33; Fil. 1:29).
Infundiendo en ellos el espíritu de los bereanos (Hch. 17:11). Una cosa es respetar la autoridad pastoral
(He. 13:17) y otra muy distinta seguir ciegamente a un líder, aún cuando se aparta de las claras
enseñanzas de las Escrituras (Rom. 16:17-18; Fil. 3:17-19).
Mostrándoles las advertencias bíblicas contra la codicia (Pr. 23:4-5; Lc. 12:15; 1Tim. 6:6-10, 117-19; He.
13:5-6).
Enseñándoles que Dios es bueno, sabio y soberano en la dispensación de Sus dones. No todos Sus hijos
serán prósperos y saludables de este lado de la eternidad, pero todos experimentarán el mismo amor y
cuidado paternal, manifestado de diversas maneras para Su gloria y el bien de nuestras almas (Jn. 11:3;
Fil. 2:25-30; 1Tim. 5:23).
Enseñándoles cómo manejar la tensión de ser hijos de Dios viviendo en un mundo caído (Jn. 15:18-21;
17:14-16; He. 11:13).
Por encima de todo, presentando a Cristo como la perla de gran precio, que sobrepasa infinitamente en
valor cualquier oferta de este mundo temporal (Mt. 13:44-46; Fil. 3:7-8).
TRABAJAR Y ORAR: UN RETO PARA LAS JÓVENES CRISTIANAS
Publicado por Julie Estévez
Hace unas cuantas noches, entonando cánticos en mi habitación recordé el himno “Anhelo trabajar por
el Señor”, un tema compuesto por Isaiah Baltzell, que lo podemos encontrar en distintos himnarios.
¿Trabajar y orar? Sí, no una de las dos, sino ambas. No tengo estadísticas para afirmar cuál de los dos
verbos son más conjugados en nuestra práctica cristiana, lo cierto es que regularmente nos inclinamos
a uno de los dos lados.
Nosotras somos detallistas, eso suele decirse de las mujeres, así que nos fijamos de cosas que faltan y
somos buenas criticando y opinando acerca de lo que debería hacerse. Cómo ella debe ponerse tal
vestido, qué color de corbata es el conveniente, las luces del templo, la decoración… Por supuesto,
puede que este no sea un problema solo de las féminas, pero en este artículo quiero referirme
directamente a las mujeres. ¿Cuántas cosas hay por hacer? ¿Cuántas veces ofrezco mis manos para
obrar? ¿Decimos que anhelamos trabajar por el Señor? Tal vez únicamente hagamos eso, decirlo.
El Apóstol Pablo escribió: “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu,
sirviendo al Señor”. [i] Y si buscamos en el libro de los proverbios, hallaremos constantes
exhortaciones a trabajar.
¿Cómo invertimos nuestro tiempo? ¿Cuántas horas pasamos frente al espejo o contemplando rostros
saturados de maquillaje en Instagram? Si colocásemos en balanza las horas invertidas en la obra del
Señor y aquellas ocupadas en nuestro Yo, ¿Cuál lado logra más peso? Dios está interesado en que
te ocupes y dispone necesidades frente a tus ojos con el objetivo de que extiendas tus
manos esforzadamente a trabajar.
Hazlo intencionalmente, no esperes a que te llamen. Asume compartir el Evangelio con quienes te
rodean. Realiza obras concretas con tus hermanas creyentes que pueden encontrarse en necesidad. “El
que quiera trabajar hallará también lugar en la viña del Señor”[ii]
La acción que nuestro Padre nos pide es diaria y además intensa. No se supone que las hijas
piadosas de Dios sean holgazanas o que realicen trabajos mediocres. Ser hija de Dios implica que todos
los días sean para ti una nueva jornada de trabajo dedicado a la obra que glorifica el Nombre del
Señor. Al fin y al cabo, ¿Qué puede ser más deleitoso que entregarte en cuerpo y alma al servicio de
quien te lo ha dado todo?
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre,
sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”. [iii]

Dios no quiere que trabajes para Él sino con Él


Una vez conversaba con un buen hermano en Cristo, quien hizo mención de una frase que jamás
olvidaré. Eso espero. “Dios no quiere que trabajemos para Él, sino con Él”.
¿Me estoy contradiciendo? Acabo de exhortarte a que te esfuerces diligentemente en la obra del Señor,
sin embargo, ahora parezco estar diciendo todo lo contrario. Paso a explicarte usando el conocido
pasaje de Lucas 10:30-42.
Es probable Jesús estuviera haciendo un recorrido que le permitiera continuar su labor de enseñanza,
lo cierto es que hubo una mujer que hizo algo extraordinario, le recibió en su casa. De
acuerdo a las costumbres de esos tiempos, no era bien visto que una mujer recibiera un hombre en su
hogar, aun así, Marta abrió las puertas del suyo. Se le ve afanada en quehaceres, probablemente
tratando de acomodar al Señor y tratarlo bien. ¿Acaso está eso mal? ¿Acaso no quiere Dios que nos
esforcemos en ser excelentes para Él y que le sirvamos con todo el empeño posible? Pero Marta se
olvidó de lo más importante.
Cuando Marta intenta que Jesús exhorte a su hermana con respecto a las labores, Jesús le dio un
mensaje que siempre nos vendrá bien escuchar: “Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas
cosas. Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será
quitada”. [iv]
Muchas veces nosotras vamos por ahí, decimos sí a Cristo, nos envolvemos en ministerios, tareas y
compromisos. Pero es probable que no estemos disfrutando la mejor parte, y como si fuésemos
autosuficientes no vamos de la mano con Él, no estamos rendidas a Sus pies, ni escuchando Su palabra.
Sí, sé que has estado allí, yo también lo estoy constantemente. Debes cantar en el coro de la iglesia,
probablemente colaboras en el ministerio de jóvenes, enseñas a los niños en la escuela dominical…
¡Verdaderamente estás trabajando para el Señor! Verte en acción es espectacular, todos te admiran y
probablemente te sientas cómoda en esa posición. Si la congregación a la que asistes fuera la Academia
de las Artes y las Ciencias Cinematográficas, probablemente ya te habría otorgado el Oscar. Pero
créeme, Cristo no te mira de la misma forma. Él sabe que no has escogido la mejor parte,
no le has preferido a Él.
Es mucho más fácil estar entre la multitud que estar a solas con Cristo, en oración. Los
escenarios y las luces nos motivan increíblemente, en cambio, cuando contemplamos Su santidad, lo
que recibimos es luz sobre nuestro pecado. Somos redargüidas y reprendidas. Dios no tiene allí ningún
Oscar para entregarnos. Solo nos queda escucharle y ser transformadas.
“María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”. No hay miedo, nuestro Señor no tiene
prisa, podemos pasar ahí todo el tiempo sin interrupción alguna y de seguro no nos echará fuera. Si Él
no lo hace, nadie más puede hacerlo.
“Sí, mi anhelo es orar,
Y ocupado siempre estar” [v]
Que nos esforcemos diligentemente en glorificar a nuestro precioso Señor. Sí, pero que lo hagamos
caminando tomados de Su mano. Al fin y al cabo, Dios no nos necesita.
¡Su Gracia nos asista en este reto!
[i] Romanos 12:11 (RVR 1960)
[ii] Tomado del Himno “Anhelo trabajar por el Señor”
[iii] 1ra. Corintios 5:58 (RVR 1960)
[iv] Lucas 10: 41-42 (RVR 1960)
[v] Idem ii
TULLIAN TCHIVIDJIAN Y EL DESVÍO DE LA DOCTRINA DE LA
S A NT IF IC A C IÓ N
La razón básica por la que alguien puede adulterar es que el “adulterio” es una “obra de la carne”
(Gálatas 5:19).
La razón básica por la que un creyente puede adulterar es porque la “carne” aún permanece en él
(Gálatas 5:16,17).
Por esto el creyente que busca permanecer firme debe “mirar que no caiga” (1 Corintios 10:12). Es
necesario que constantemente “limpiemos toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando
la santidad en el temor de Dios” (2 Corintios 7:1).
Pero ¿qué sucede si desatendemos la necesaria tarea continua de santificación del creyente?
¿Qué pasa si menospreciamos las incontables amonestaciones bíblicas a la santificación?
Tristemente, en nuestra tendencia a irnos a los extremos, siempre corremos el grave peligro de
convertir la gracia en libertinaje, y pagar indefectiblemente las consecuencias.
Gracia incluye advertencia
En los últimos años se ha hecho muy notorio en muchos ámbitos cristianos un precioso énfasis en la
enseñanza acerca de la gracia de Dios. Esto ha sido enormemente provechoso y saludable para la
Iglesia. ¡Alabamos a Dios por su gracia sublime!
Pero trajo consigo, como toda verdad lo hace, un peligro: perder el equilibrio sano y deslizarnos a un
extremo.
Este extremo prontamente recorrió el mundo: a través de un sobre-énfasis en la doctrina de la
justificación se comenzó a negar la doctrina de la santificación.
Esto en términos muy sencillos y prácticos desembocó en que si haces un llamado a la santidad, en
ciertos casos, se te acusa de legalista que no entiende el evangelio de la gracia. Junto con algunos
ejemplos de cristianismo superficial y despreocupado cuyos gustos y metas casi no difieren a cualquier
persona de este mundo.
Aquí algunos buenos artículos que rebatían este peligroso extremo:
What we all agree on
Is Jesus Plus Nothing a Formula for Santification?
Tullian’s Trench
Depravity and Santification
Incompleto
Los argumentos de los predicadores de este extremo son siempre versículos bíblicos, sí. El problema no
es que su postura no incluya porciones de las Escrituras. El error está en el ignorar otros pasajes que le
proporcionan el equilibrio sano a la enseñanza.
Dicho de otro modo:
Es maravillosamente cierto que el creyente forma parte de aquel grupo de personas “que no obran, sino
creen en aquel que justifica al impío” (Romanos 4:5). ¡Esto es parte de la doctrina bíblica de la
justificación!
Pero también es maravillosamente cierto que hemos sido salvados “para buenas obras” (Efesios 2:10).
¡Esto es parte de la doctrina bíblica de la santificación!
Una relación inapropiada
Este extremo puede llevarnos por caminos muy peligrosos.
Un muy triste ejemplo lo encontramos en la vida del pastor Tullian Tchividjian.
El, en los últimos años, se convirtió en uno de los principales promotores de este extremo antes citado,
y su libro “Jesús + Nada = Todo” recorrió el mundo.
Por el conflicto que estaba causando en su negación de la doctrina de la santificación, fue expulsado el
año pasado de “The Gospel Coalition” (leer aquí).
Con dolor, hoy es de público conocimiento que Tullian Tchividjian acaba de renunciar a su cargo como
pastor en la “Coral Ridge Presbyterian Church” de Florida, al reconocer que “su esposa tuvo un
romance, y en respuesta, él buscó consuelo en una relación inapropiada con otra persona” (leer aquí).
Si naturalmente nuestra carne lucha a diario para satisfacer sus deseos pecaminosos (Efesios 4:22),
¿qué no hará en nosotros y nuestros matrimonios si descuidamos el llamado a la santificación?
Sin piedras en la mano
Este artículo que escribo lejos de buscar atacar o mirar por encima a un hombre que pecó, busca
solamente intentar advertir sobre el GRAVE Y ALTAMENTE PELIGROSO error de minimizar el
llamado bíblico a la santificación.
No leamos sólo ciertas porciones de las Escrituras. Deleitemonos en Dios por su justificación, mientras
también “aprendemos cómo nos conviene conducirnos y agradar a Dios, y así abundemos más y más”
(1 Tesalonicenses 4:1).
Ora por favor por la gracia de Dios en Tullian Tchividjian y su esposa.
“Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos
deslicemos” (Hebreos 2:1).
TEOLOGÍA SISTEMÁTICA
Convicciones Para Estudiar
Una Base Clara y Bíblica para las Doctrinas; Una Explicación Clara de las Doctrinas; Aplicación a la
Vida; Un Enfoque al Mundo Evangélico; Esperanza Para un Progreso en Unidad Doctrinal;
Entendimiento Urgente de Doctrinas en la Iglesia.
Razón De Estudiar
Se Relaciona con Otras Doctrinas; Aplicación a la Vida; Debemos Enseñar a otros Creyentes (Mat
28:20; 2 Tim 2:2). Tenemos una relación con Dios. La verdad y la experiencia se relacionan.
Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de
confianza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros.2 Timoteo 2:2
Beneficios Del Estudio
Nos Ayuda Vencer Ideas Equivocadas; Nos Ayuda Hacer Decisiones Correcta; Nos Ayuda Crecer Como
Creyentes (1 Tim 1:10; 6:3; Tit 1:1).
Si alguien enseña falsas doctrinas, apartándose de la sana enseñanza de nuestro Señor Jesucristo y
de la doctrina que se ciñe a la verdadera religión. 1 Timoteo 6:3
Forma Del Estudio
Con Oración (Sal 119:18); Con el Poder del Espíritu Santo (1 Cor 2:14); Con Humildad (1 P 5:5); Con
una Razón; Con la Ayuda de Otros (1 Cor 12:28; Ef 4:11-16); Para Obtener y Entender Los Pasajes
Bíblicos; Con Regocijo y Alabanza (Sal 19:8; 119:14, 103, 111, 162). Con reverencia a la verdad (Jn
8:32, 36). Debemos querer aprender (Sal 119:11, 105). Debemos renovar nuestra mente (Rom 12:2).
Debemos glorificar a Dios (Soli Deo Gloria– Rom 3:23; 8:18; 2 Cor 3:18; Fil 2:9-11; Rev 21:11).
Valor
Definiendo Palabras; Leer y Memorizar Escritura (Sal 19:7-14; 119:11, 105); Cantar Himno; Estudiar
Biografías (Escritos de Otras Personas).
Necesitamos hacer preguntas. Debemos saber lo que creemos y porque.
DEBEMOS SABER LO QUE CREEMOS Y PORQUE.
Debemos saber lo que no creemos y porque no (con el uso de Confesiones de Fe, Catecismos, y Credos).
Un Fundamento
Hay 5 Doctrinas Esenciales para todo el que va a ser cristiano: La Biblia Como Palabra de Dios; Dios
Trino (Revelado en Padre, Hijo, Espíritu Santo); Cristo (nació de la virgen María, murió, resucito,
ascendió al cielo, regresará- Es 100% hombre y 100% Dios), Somos Salvos por Gracia, y Somos
Justificados por Fe.
La Vida Cristiana
Tiene un comienzo (Jn 3:3, 7). Tiene una creencia (1 P 3:15-16; Jud 3). Todo creyente debe tener un
buen comportamiento (Mat 22:37-40= debe amar a Dios sobre todas las cosas y debemos amar al
prójimo). Debemos crecer en Cristo (2 Cor 3:18). 1 Jn 5:13 debemos saber que somos creyentes (vs. Jn
20:31).
Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente.Mateo 22:37
La Ciencia De La Teología
Tiene una revelación (natural y sobrenatural- Sal 19:1-14= Dios se ha revelado). Tiene un propósito
(que conozcan a Dios- Jn 17:3). Tiene una idea (amar a Dios y amar al prójimo- Mat 22:37-40). Tiene
un fundador (Cristo- Mat 16:18).
Somos Peregrinos
“Nuestra Teología” (Antiguos Reformadores): Lo que se dice es distintivo a lo que Dios dice (es una
copia- Lo que Dios escribe y dice es lo original. Nosotros podemos cometer errores en lo que creemos).
La teología es una conversación con otros. Otros ya escribieron lo que ellos creían.
Estudiamos La Teología Con Cuatro Coordinaciones
Drama (la historia de Dios/ verbos o acciones), Doctrina (Dios revela cosas que ha hecho: Dios creó Su
Iglesia, en Su Hijo, por Su Espíritu), Doxología (el drama y la doctrina provocan que nosotros
adoremos a Dios), Discipulado (sabemos cómo vivir en este mundo).
Debemos Discernir
(1 Tim 1:13; 6:4; 2 Tim 2:15)
Debemos saber distinguir. Debemos aprender a separar lo verdadero de lo falso. No podemos estar
confundidos.
Esfuérzate por presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse y que
interpreta rectamente la palabra de verdad. 2 Timoteo 2:15
Límites
Cuando no entendemos el contexto de la teología no nos podemos humillar. Cuando lo hacemos
humanamente tenemos algo provisional y parcial. Cuando no entendemos la no tenemos una creencia
teológica.
Lenguaje
Debemos usar el lenguaje. El lenguaje tiene sentido. El lenguaje teológico es personal (a Dios lo
podemos conocer). El lenguaje teológico se puede verificar (debemos saber como usar el lenguaje. El
lenguaje teológico puede llevarnos a discernir. El lenguaje teológico nos lleva a una compromiso.
Definición
El estudio de lo que la Biblia nos enseña hoy de cualquier tópico. Es una rama de la Teología (del
gr. Teos– Dios/ Logos– ciencia es decir el estudio de Dios o lo que una iglesia enseña). Es un discurso
acerca de Dios. Es una disciplina de estudio que nos ayuda entender al Dios revelado en la Biblia. Es
un estudio que provee un entendimiento.
“Teología es la doctrina o enseñanza de vivir para Dios.“ (William Ames)
Es la reina de las ciencias. La Teología es “conocer a Dios.” También, es
“la ciencia de vivir bendecido para siempre.” (Williams Perkins)
Para los Puritanos, era vivir de acuerdo a la voluntad de Dios, para la gloria de Dios, y con Dios
trabajando con ellos (Jn 14:15; 15:14; 21:15-19; 1 Cor 4:10; 6:12-23; 10:23–11:1; Gal 2:19-20; Fil 1:20; 1
P 4:2).
EL DIOS DE JUSTICIA ODIA FALSOS RUMORES
Este artículo no se trata de una sola cosa en particular. Y al mismo tiempo, se trata de una gran
cantidad de cosas que ocurren en el Internet. Aquí está el pasaje bíblico sobre el cual quiero que
reflexionemos por unos minutos:
No propagarás falso rumor. No te concertarás con el impío para ser testigo falso. No seguirás a la
multitud para hacer el mal, ni testificarás en un pleito inclinándote a la multitud para pervertir la
justicia. Tampoco serás parcial al pobre en su pleito. (Éxodo 23:1-3)
Yo veo al menos cuatro prohibiciones en estos versículos.
1. No difundan rumores falsos. Obviamente, esto significa que no debemos mentir sobre otras
personas o inventar cuentos, cuando sabemos que no son ciertos. Pero también significa que debemos
tener cuidado de no difundir rumores falsos, aunque honestamente hayamos pensado que eran
verdaderos. Es algo terrible arruinar la reputación de alguien. El haber cometido un error, sin haber
tenido malas intenciones, pudiera hacernos sentir mejor acerca de nosotros mismos, pero para la
persona a quien ahora el mundo desprecia, de nada le vale. Pecado, aún cuando no sean mal
intencionado, es pecado. Por supuesto, todos cometemos errores. Podemos darnos cuenta luego que el
informe que hemos difundido no era la verdad que pensábamos. Pero en esos casos desafortunados,
¿anunciaremos a los cuatro vientos la versión correcta, tal como difundimos el error inicial?
2. No sean testigos maliciosos. Aún cuando pienses que la persona a quien estás atacando es un
patán horrible y repugnante, los fines no justifican los medios. Hay un gran número de anunciantes
indignados, al igual que muchos profetas que lloran por los débiles y heridos, que harían bien en
considerar si su verdadera pasión es hacer daño, difamar, y buscar venganza para devorar y destruir,
más que el de buscar las cosas que fomentan la unidad, la pureza y la paz. ¿Cuántos “campeones de la
verdad” y “campeones de los marginados” no han ganado sus elevados títulos aplastando más que
levantando?
3. No asuman que la mayoría siempre está en lo correcto. Dios nos advierte en contra de
ponernos del lado de los muchos, solo porque son muchos. ¿Qué hacer, cuando todo el mundo sabe
que el atleta está tomando drogas para mejorar su rendimiento, que el político es un ladrón, que el
pastor es un bravucón, que el famoso es un adicto, que el amigo es una farsante, y que el dueño del
negocio no tiene escrúpulos? Bueno, si en realidad no conoces los detalles, entonces probablemente lo
mejor que puedas hacer es mantener la boca cerrada.
La gente no es siempre lo que con frecuencia aparenta ser; muchas veces son peores, pero algunas
veces son mejores. Estamos seguros de que la información negativa que acabamos de leer en Twitter
acerca del policía debe ser verdad, porque por supuesto, sabemos que no debemos confiar en policías.
No dudamos en pasar la voz acerca de los últimos chismes sobre el pasado de la víctima de los
disparos, porque ya sabemos la clase de personas que son esas. Muchos de nosotros ya hemos trazado
nuestras líneas bien marcadas, que indican de que lado estamos. Nos hemos hecho una lista mental de
los buenos y los malos. Leemos los acontecimientos del día con una poderosa narrativa ya
predispuesta. Pero la mayoría no siempre tiene la razón, y mucho menos cuando nos basamos en “lo
que todo el mundo sabe”, y de acuerdo al laberinto de nuestras mentes.
4. No asuman que el menospreciado siempre está en lo cierto. Dios también nos advierte
acerca de ponernos del lado de los pobres solo porque son pobres. La versión de tu justicia cósmica no
es excusa para perpetuar una injusticia territorial. Aquí es donde la era de la indignación del Internet
hace las cosas increíblemente difíciles. Esta es la escena que se repite una y otra vez: Se alega que la
persona / organización / institución A, de gran poder, ha hecho algo terrible para oprimir a la persona
/ organización / institución B. Las acusaciones suenan muy mal. De ser verdad, esto demanda gritos
de ira e indignación. Pero ¿qué tal si aún no está claro que los presuntos crímenes o delitos en verdad
se llevaron a cabo? ¿Qué pasaría si hubiera otra versión de la historia que no se ha escuchado? ¿Qué tal
si la verdadera historia no es real en lo absoluto? ¿Acaso no llama la sabiduría a la cautela y a la
paciencia? Pero, por supuesto, la cautela y la paciencia, en estos casos, a menudo se ven como que
estamos tomando lado con el poderoso, o que le estamos añadiendo dolor a la víctima. Entonces, nos
vemos obligados a condenar presuntos delincuentes para no ser vistos como culpables de apoyar los
crímenes en sí. Sin duda, el trato preferencial hacia los poderosos es despreciable. Pero eso no hace que
el trato preferencial a los pobres sea menos deshonroso.
Por favor hermanos y hermanas, les suplico que seamos más cuidadosos con nuestras palabras.
Dejemos que nuestros blogs sean basados en el conocimiento y nuestros tweets en hechos bien
fundados. Seamos entre los últimos en decir lo que pensamos, si no somos uno de los primeros en
conocer la verdad. No confundamos una información de los medios sociales con una investigación real.
El oír un informe no es lo mismo que el derecho a hablar.
Cada escritor de blog, cada tuitero, cada cristiano en esta era digital haría bien en orar usando la
explicación que da el noveno mandamiento del Catecismo de Heidelberg:
La voluntad de Dios es que nunca de falso testimonio en contra de nadie, que no tergiverse las palabras
de nadie, que no paraticipe en chismes ni calumnias, y que no me una a nadie para condenar, sin una
audiencia o causa justa. Mas bien, en los tribunales y en todas partes, debo evitar la mentira y el
engaño de cualquier tipo; estos son estratagemas que el mismo diablo utiliza, y que evocan la intensa
ira de Dios. Debo amar la verdad, hablarla con franqueza y reconocerla abiertamente. Y debo hacer lo
posible para proteger y promover el buen nombre de mi prójimo. (P / R 112)
Me suena bien. Suena como la Ley de Moisés en Éxodo 23. Suena también como Jesús. Señor,
ayúdanos a mostrarle al mundo un camino mejor.
CUERPO Y ALMA (Y ¿ESPÍRITU?)
¿Qué es el hombre?
La constitución del hombre se presenta en dos puntos de vista principales:
la dicotomía y tricotomía [1].Los Dicotomistas sostienen que el hombre consiste de cuerpo y alma-
espíritu, mientras que el tricotomistas sostienen que el hombre consiste de cuerpo, alma y espíritu. La
distinción radica en la definición de la parte inmaterial de la persona y si existe alguna diferencia entre
el alma y el espíritu. [2]Sobre la base de (1) la enseñanza del Antiguo Testamento del hombre como un
ser unificado, (2) la presentación de ambas partes del hombre en el NT, y (3) la exégesis de 1
Tesalonicenses 5:23 y Hebreos 4:12, es preferible para el entendimiento dicotomista.
La composición del hombre en el AT
La primera vez que el hombre aparece es en la Biblia en Génesis 1:26 donde Dios contempla la creación
del hombre. Esto es seguido por Génesis 2:7 donde Dios forma al hombre del polvo de la tierra y
respira “aliento de vida” en él y luego se convierte en un ser vivo. Sólo dos aspectos se describen en este
pasaje: el físico y la respiración, no hay ninguna referencia a un tercer aspecto. [3] El principal término
del AT para el hombre es nephesh, se refiere a la “naturaleza total del hombre, por lo que es y no sólo
por lo que tiene’” [4] Este término “significa toda la persona.” [5] Salomón afirma la visión dicotomista
del hombre, cuando dice “Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a
Dios, que es quien lo dio” (Eclesiastés 12:7, NVI). El Antiguo Testamento parece distinguir sólo entre lo
espiritual y los aspectos físicos del hombre sin necesidad de añadir un tercer componente.
La composición del hombre en el NT
El NT igualmente retrata al hombre como poseedor de un cuerpo (soma) y alma /
espíritu(pneuma/psyché). El primero se refiere al aspecto físico del hombre, los dos últimos términos
se refieren a lo inmaterial. En 2 Corintios 7:1, Pablo aborda el tema de la santificación, instando a sus
lectores a buscar la santidad completa. Escribe: “Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas,
limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios.” Como él mismo explica las áreas de la persona donde la santificación tiene afecto, sólo menciona
a dos: el espíritu y el cuerpo. Su objetivo no es que sólo las dos partes deben ser santas, mientras que la
mente y el corazón pueden ser perversas, más bien, ramifica a la persona en lo material y lo
inmaterial.[6] Pablo busca la santidad y él delimita sólo a dos partes donde el individuo tiene que
concentrarse en ser completamente santo, la implicación es no hay ninguna tercera parte, la santidad
completa de otra manera no se logrará.
En Mateo 10:28, Jesús confirma la división dual del hombre cuando alienta a sus discípulos que “Y no
temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede
destruir el alma y el cuerpo en el infierno.” Jesús está hablando de la eternidad y uno pensaría que si
hubiera otra parte de una persona que podría estar eternamente destruida por Dios, Jesús la habría
mencionado. Jesús resume el conjunto la existencia material e inmaterial del hombre en los términos
“cuerpo” y “alma”.
Cuando el NT habla de “espíritu” y “alma”, iguala los dos términos. Esto se ve en el Magníficat de
María en Lucas 1:46-47, donde dice: “engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se regocija en Dios mi
Salvador”. Una opción es la de interpretar el alma y el espíritu haciendo referencia a diferentes partes
del ser de una persona, [7] Sin embargo, el paralelismo falla cuando se aplica la misma lógica a “Señor”
y “Dios”, con lo que estos términos se hace referencia a dos deidades. Una mejor manera de interpretar
esta afirmación es aplicar las normas del paralelismo hebreo, “en el que la segunda línea repite el
pensamiento de la primera, pero con diferentes palabras. Así como el espíritu y el alma se refieren a la
naturaleza espiritual ó racional del hombre, así Señor y Dios, se refieren a una Deidad”.[8] María no
está acentuando una fina distinción refiriéndose al alma y al espíritu, ella está simplemente
refiriéndose a la parte inmaterial misma del ser humano.
¿Qué hay de 1 Tesalonicenses 5:23?
Algunos defienden la tricotomía a partir de 1 Tesalonicenses 5:23 [9], donde Pablo escribe: “Y el mismo
Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado
irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.” ¿Se está refiriendo a otra parte o está
igualando el “alma” con “el espíritu”? Pablo está haciendo hincapié en la santificación total del hombre
(cf. 1 Cor 7:34, 2 Corintios 7:1) mediante sinónimos compuestos. [10 ] En Mateo 22:37, Jesús hace lo
mismo cuando le dice al intérprete de la ley a amar a Dios con todo su corazón, alma y mente. En
Marcos 12:29-30, está escrito que el individuo debe amar a Dios con su corazón, alma, mente y fuerza.
Estos versículos no están tratando de dividir la composición del hombre en varias partes, más bien,
hacen hincapié en la integridad. Si la división en la persona fuera el tema central, entonces se podría
obtener cinco o incluso seis partes en el hombre: cuerpo, alma, espíritu, mente, fuerza y corazón. Sin
embargo, Jesús no está analizando al hombre, más bien está enseñando que el amor para Dios debe
fluir de cada parte de la persona, todo el ser debe amar a Dios.
Pablo utiliza un dispositivo similar en 1 Tesalonicenses 5:23 y ruega para que la santificación de los
tesalonicenses sea plena, la cual incluye la parte material (cuerpo) y la parte inmaterial (si es llamada
espíritu o alma). La santificación completa es el tema central , no una lección sobre la anatomía de un
hombre. Hay un claro paralelismo con 1 Tesalonicenses 3:13, donde Pablo ora por la pureza de sus
corazones. El corazón controla la vida de una persona, la mente, el intelecto y las emociones de una
persona, todas estas deben ser santas. FF Bruce afirma que el espíritu, alma y cuerpo en 1
Tesalonicenses 5:23 “juntos dan más énfasis a la integridad de la santificación por la que el escritor
ora, pero los tres juntos añaden poco al sentido de [“sus corazones”] en 3:13.” [11] Pablo junta
sinónimos para referirse a la totalidad del ser de una persona; orando la misma oración en 5:23 y 3:13,
es decir, que los tesalonicenses fueran completamente libres de culpa en la aparición de Cristo [12].
¿Qué hay de Hebreos 4:12?
A primera vista, parece que el autor de Hebreos 4:12 está llamando una división entre el espíritu y el
alma. Si ese fuera el caso, entonces el autor de Hebreos está listando seis partes distintas de un
hombre, y no sólo tres. [13 ] Es mejor entender este versículo haciendo hincapié en la Palabra viva de
Dios. La Palabra de Dios es tan poderosa que es capaz de llegar hasta el fondo en las partes internas de
un hombre, lo llama alma o espíritu o mente, es capaz de brillar la luz en la parte más profunda. Nada
se esconde de la penetrante Palabra de Dios, “puede examinar los pensamientos más íntimos del
corazón humano.” [14] Grudem comenta que “la Palabra de Dios es tan poderosa que va a buscar y
exponer toda desobediencia y falta de sumisión a Dios.” [15] El autor de Hebreos no está examinando
detenidamente al hombre, [16] en lugar de esto el versículo contiene una “acumulación retórica de
términos para expresar la naturaleza mental de todo el hombre en todas sus partes”. [17]
Conclusión
No sólo los textos del Antiguo Testamento, sino los pasajes en que Jesús, Pablo y María hablan, igualan
el espíritu con el alma. Aunque a primera vista 1 Tesalonicenses 5:23 y Hebreos 4:12 parecen apoyar la
tricotomía, basado en el contexto y siendo coherentes con el resto de la Escritura, es mejor interpretar
estos versículos desde una perspectiva dicotomista. Pablo animó a los creyentes a seguir la imagen de
Cristo en su ser total, no sólo algunas partes.
******
NOTAS FINALES:
[1] Hay un tercer punto de vista, el monismo, el cual sostiene que el hombre es un elemento único y su
cuerpo es la persona. Cf. Christian Theology de Millard J. Erickson, 2 vols. (Grand Rapids, Michigan:
Baker Book House, 1984), 2:524-27.
[2] El tricotomita define el alma como el intelecto del hombre, sus emociones y su voluntad. Es la parte
que puede ser cedida ya sea al servicio de Dios o al pecado. El espíritu sin embargo, es una facultad
superior en un hombre, que es la parte que “la mayoría se relaciona directamente con Dios.” En
cambio, Grudem sostiene que no existe una clara diferencia en las funciones de cada uno desde una
perspectiva bíblica. “Todo lo que el alma se dice que hace, el espíritu también se dice que lo hace y todo
lo que el espíritu se dice que hace, el alma también se dice que lo hace.” Se dice que tanto el espíritu
como el alma son capaces de pensar, mostrar emociones, alaban a Dios, y se ven afectados por el
pecado (cf. Marcos 2:8, Marcos 7:20-23, Hechos 17:6, Mateo 26:38, Juan 4:23, Sal. 146:1, 2 Corintios
7:1 , Sant .1:21). Wayne Grudem, Bible Doctrine: Essential Teachings of the Christian Faith, ed. por
Jeff Purswell (Grand Rapids, Michigan: Zondervan, 1999), 193-95.
[3] David P. Scaer, “Theological Observer: Body, Soul, and Spirit,” Concordia Theological Quarterly
66/2 (Apr 2002): 168
[4] Citado en George J. Zemek, A Biblical Theology of the Doctrines of Sovereign Grace (Little Rock,
Arkansas: BTDSG, 2002), 14.
[5] Waltke, "nephesh", TWOT, 2:590.
[6] cfr. 1 Corintios 7:34, donde Pablo también describe la santidad y en consonancia con 2 Corintios
7:1, él escribe: “ser santa en cuerpo como en espíritu.”
[7] David Scaer nota que los tricotomitas interpretan esta afirmación como una referencia a las dos
partes en un ser humano. David P. Scaer, “Theological Observer,” 168.
[8] Ibid.
[9] Para una exégesis minuciosa a 1 Tesalonicenses 5:23, y el debate sobre tricotomía/dicotomía, por
favor refiérase a la nota 13 en William Hendriksen y Simon J. Kistemaker, Exposition of
Thessalonians, the Pastorals, and Hebrews, NTC (Grand Rapids, Michigan : Baker Books, 2004), 146-
50.
[10] Grudem, Doctrinas Bíblicas, 196.
[11] FF Bruce, 1 y 2 Thessalonians, WBC (Waco, Texas: Word Books, 1982), 130. Cf.
Erickson, Christian Theology, 2:539.
[12] AT Robertson señala que tanto el verbo "”reservado” y el adjetivo “completo” están en persona
singular, por lo tanto “Pablo concibe al hombre como ‘un todo indivisible,’ [Es un] oración para la
consagración de cuerpo y el alma.” Pablo no está haciendo hincapié en cada aspecto individual del
hombre, más bien a la totalidad del ser del hombre. AT Robertson, Word Pictures in the New
Testament,6 vols. (Nashville, Tennessee: Broadman Press, 1931), 4:39.
[13] Grudem provechosamente nota que “no dividimos las articulaciones de la médula, porque las
articulaciones son los lugares donde los huesos se encuentran, no los lugares donde cumplen las
articulaciones se unen a la médula.” Cf. Grudem, Teología Sistemática, 479. Robert Reymond explica
que “’alma’ y ‘espíritu’ son genitivos regidos por el participio de ‘dividiendo’”, por lo tanto, el autor dice
que “la Palabra de Dios divide el alma, incluso el espíritu” (énfasis del autor). Robert L. Reymond, A
New Systematic Theology of the Christian Faith (Nashville, Tennessee: Thomas Nelson Publishers,
1998), 422.
[14] Harold W. Attridge, The Epístle of Hebrews, Hermeneia (Philadelphia: Fortress Press, 1989), 135.
[15] Grudem, Teología Sistemática, 479.
[16] “El autor no se refiere a hacer aquí un análisis psicológico o anatómico de la constitución humana,
sino más bien a describir en términos gráficos, la penetración de la palabra de Dios a lo más profundo
de la personalidad del hombre”. Edgcumbe Philip Hughes, A Commentary on the Epistle to the
Hebrews(Grand Rapids, Michigan: William. B. Eerdmans Publishing Company, 1977), 165.
[17] Citado en James Moffatt, crítico A Critical and Exegetical Commentary on the Epistle to the
Hebrew, ICC (Edinburgh: T & T Clark, 1952), 56. Cf. FF Bruce, The Epistle to the Hebrews, rev. ed.,
NICNT (Grand Rapids, Michigan: William. B. Eerdmans Publishing Company, 1990), 113.
NO HAY VERDAD SIN AMOR, NO HAY AMOR SIN VERDAD: EL GRAN
DESAFÍO DE LA IGLESIA
Por Albert Mohler
.El compromiso de la Iglesia con la cultura implica una serie de cuestiones, controversias, y decisiones,
pero ningún problema define nuestra crisis cultural actual con tanta claridad como la homosexualidad.
Algunas iglesias y denominaciones han capitulado ante las demandas del movimiento por los derechos
homosexuales, y ahora aceptan la homosexualidad como un estilo de vida totalmente válida.
Otras denominaciones se tambalean al borde, y sin una resistencia conservadora masiva, es casi seguro
que abandonan la verdad bíblica y bendicen lo que condena la Biblia. Dentro de unos pocos años, una
línea divisoria importante se ha hecho evidente-con aquellas iglesias apoyando la homosexualidad, por
un lado, y los que resisten tercamente la marea cultural, por el otro.
El movimiento por los derechos homosexuales entiende que la iglesia evangélica es uno de los últimos
movimientos de resistencia comprometidos a una moral bíblica. Debido a esto, el movimiento ha
adoptado una estrategia de aislamiento de la oposición cristiana, y forzar el cambio a través de la
acción política y la presión cultural.
¿Podemos contar con los evangélicos de permanecer firmemente bíblica sobre este tema? No apenas.
Estudios científicos y de observación informal revela que hemos experimentado una pérdida
significativa de la convicción entre los jóvenes y los adultos jóvenes. Ninguna revolución moral puede
tener éxito sin la formación y el cambio de la mente de los jóvenes y los niños.
Inevitablemente, las escuelas se han convertido en campos de batalla cruciales para la guerra cultural.
La cosmovisión cristiana se ha visto socavada por los programas generalizados que enseñan el
relativismo moral, reducen mandamientos morales a valores personales, y promueven la
homosexualidad como una opción legítima y un atractivo estilo de vida.
Nuestras iglesias deben enseñar los fundamentos de la moral bíblica de los cristianos que de otro modo
nunca se conocería que la Biblia prescribe un modelo para las relaciones sexuales. Los jóvenes se les
debe decir la verdad sobre la homosexualidad-y enseñar a estimar al matrimonio como la intención de
Dios para la relación sexual humana.
Los tiempos exigen valor cristiano. En estos días, el valor significa que predicadores y líderes cristianos
deben establecer una agenda de confrontación bíblica, y no intimidarse en hacer frente a toda la gama
de cuestiones relacionadas con la homosexualidad. Tenemos que hablar de lo que la Biblia enseña
sobre el género-lo que significa ser un hombre o una mujer. Tenemos que hablar de el don de Dios de
las relaciones sexuales y el pacto del matrimonio. Y tenemos que hablar honestamente acerca de lo que
la homosexualidad es, y por qué Dios ha condenado el pecado como una abominación ante Sus ojos.
El valor es demasiado raro en muchos círculos cristianos. Esto explica la rendición de tantas
denominaciones, seminarios e iglesias a la agenda homosexual. Pero no renunciar al respecto hubiera
sido posible, si la autoridad de la Escritura no habría sido socavada. Y, sin embargo, como se requiere
valor, los tiempos requieren también otra virtud cristiana: la compasión.
El hecho trágico es que cada congregación esta casi seguro incluir a personas que luchan con el deseo
homosexual o incluso participar en actos homosexuales. Fuera de los muros de la iglesia, los
homosexuales están esperando a ver si la iglesia cristiana tiene algo más que decir, después de declarar
que la homosexualidad es un pecado. Iglesias liberales han redefinido la compasión en el sentido de
que la iglesia cambie su mensaje para satisfacer las exigencias modernas.
Argumentan que decirle a un homosexual que es un pecador es no tener compasión o ser intolerante.
Esto es como el argumento de que un médico es intolerante, porque le dice a un paciente que tiene
cáncer. Sin embargo, en la cultura de lo políticamente correcto, este argumento tiene un poderoso
atractivo..Los cristianos Bíblicos saben que la compasión requiere decir la verdad, y negarse a llamar al
pecado algo sin pecado. Ocultar o negar la pecaminosidad del pecado es mentir, y no hay compasión en
un engaño tan mortal.
La verdadera compasión exige hablar la verdad en amor, y allí está el problema. Con demasiada
frecuencia, nuestro valor es más evidente que nuestra compasión. En demasiados casos, las opciones
parecen reducirse a estas iglesias liberales que predican el amor sin verdad, y las iglesias conservadoras
que predican la verdad sin amor.
Los cristianos evangélicos deben hacernos algunas preguntas muy difíciles, pero la más difícil puede
ser la siguiente: ¿Por qué es que hemos sido tan ineficaces en alcanzar a las personas atrapadas en este
patrón particular de pecado? El Evangelio es para los pecadores y para los pecadores homosexuales,
tanto como por los pecadores heterosexuales. Como Pablo explicó a la iglesia de Corinto: “Y esto erais
algunos de vosotros, pero ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados
en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios" [1 Corintios 5: 11].
Creo que estamos fallando la prueba de la compasión. Si el primer requisito de la compasión es
digamos la verdad, el segundo requisito seguramente debe ser que nos acerquemos a los homosexuales
con el Evangelio. Esto significa que tenemos que desarrollar ministerios que cuiden para hacer que esa
preocupación se concrete, y aprender cómo ayudar a los homosexuales a escapar de los poderosos lazos
de ese pecado, incluso a medida que ayudamos a otros a escapar de sus propia ataduras por gracia.
Si realmente somos un pueblo del Evangelio, si realmente amamos a los homosexuales como a otros
pecadores, entonces tenemos que llegar a ellos con una sinceridad que haha tangible ese amor. Ni
siquiera nos hemos acercado a este requisito hasta que estemos listos para decir a los homosexuales:
“Queremos que sepan la plenitud del plan de Dios para ustedes, conocer el perdón de los pecados y la
misericordia de Dios, recibir la salvación que viene por la fe en el Señor Jesucristo, conocer la sanidad
que Dios obra en pecadores salvados por la gracia, y unirse a nosotros como compañeros discípulos de
Jesucristo, viviendo nuestra obediencia y crecer en la gracia juntos.”
Y esto erais algunos de vosotros.. .. . La iglesia no es un lugar donde los pecadores son bienvenidos a
permanecer en su pecado. Por el contrario, es el Cuerpo de Cristo, compuesto por pecadores
transformados por la gracia. Ninguno de nosotros merece ser aceptado en el amado. Es todo por
gracia, y cada uno de nosotros ha salido del pecado.
Pecamos si llamamos homosexualidad algo que no sea pecado. También pecamos si actuamos como si
el pecado no puede ser perdonado. No podemos conformarnos con la verdad sin amor, ni amor sin
verdad. El Evangelio establece el tema de una vez por todas..Esta gran crisis moral, es una crisis del
Evangelio.
El verdadero Cuerpo de Cristo se revelará por la compasión valerosa y un valor compasivo. Veremos
esto realizado sólo cuando los hombres y mujeres liberados por la gracia de Dios de la esclavitud a la
homosexualidad no duden en ponerse de pie en nuestras iglesias y declarar su testimonio, y cuando
estemos listos para darles la bienvenida como condiscípulos. Millones de personas heridas están
esperando para ver si representamos lo que predicamos.
EL TEMOR Y LA MUJER BÍBLICA
por Abigail Larsen
“Engañosa es la gracia y vana la belleza, pero la mujer que teme al Señor, ésa será
alabada.” (Proverbios 31:30).
Si usted es una mujer y tiene pulsaciones, las probabilidades son usted luche con el miedo del hombre.
Dondequiera que miremos, hay gente a la que queremos complacer (generalmente mujeres), y nos
preocupamos demasiado sobre lo que piensan de nuestras decisiones, comportamiento, filosofías,
estilo de vida, la familia y las prioridades.
Sin embargo, la Biblia es muy clara en este tema: lo que importa es si agradamos a Dios en todos estos
aspectos de nuestra vida, no si otras personas lo aprueban o no. Es agotador y francamente imposible
mantener felices a todos con quien nos encontremos. Así que en realidad es una gran bendición que
somos responsables ante Dios, y no al hombre, de nuestras decisiones. Dios es el único que debemos
temer, porque su "opinión" es la única que importa.
Como mujeres, a menudo damos mucho crédito en cómo nuestras personalidades son percibidas por
otros así como en nuestra apariencia física externa. En otras palabras, estamos obsesionados con el
encanto y la belleza de la que se habla en Proverbios 31:30, porque queremos que otros piensen bien de
nosotros. Pero estas "cualidades" son vanas y no tienen ningún significado eterno. Estas pueden
importar a la gente, pero no importan para Dios.
1 Samuel 16:7, “Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura,
porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia
exterior, pero el Señor mira el corazón.. "
Lo importante no es nuestra capacidad de deslumbrar a otros con nuestra personalidad o belleza; lo
importante es que nuestras acciones y actitudes broten de un corazón hermoso que teme al Señor y
desea agradar a Dios por encima de todas los demás.
Observe que la Biblia nunca dice que la hermosa y encantadora ganarán la sabiduría y alabanza. La
sabiduría comienza con el "temor del Señor" (Proverbios 9:10), y la alabanza viene a "una mujer que
teme al Señor" (Proverbios 31:30).
Si queremos ser la mujer de Proverbios 31, llena de sabiduría y gracia, debemos desechar la tendencia
pecaminosa de temer a la gente y en lugar de centrarse en servir y glorificar a Dios.
“La conclusión, cuando todo se ha oído, es ésta: teme a Dios y guarda sus mandamientos, porque esto
concierne a toda persona.” (Eclesiastés 12:13).
A TODOS ME HECHO TODO
La idea de que la iglesia debe ser como el mundo para ganar el mundo ha tomado por asalto el
evangelismo. Prácticamente todas las atracciones mundanas modernas tienen una contraparte
“cristiana”. Tenemos bandas cristianas de motocicletas, equipos de físico culturismo cristiano, clubes
de danza cristiana, parques de diversiones cristianos, e incluso he leído acerca de una colonia nudista
cristiana. ¿De dónde los cristianos alguna vez obtienen la idea de que podíamos ganar el mundo
imitándolo? ¿Hay un ápice de justificación bíblica para ese tipo de pensamiento?
Muchos especialistas en comercialización de la iglesia afirman que si lo hay, y han convencido a un
gran número de pastores. Irónicamente, por lo general citan al apóstol Pablo como alguien que abogó
por adaptar el Evangelio a los gustos de la audiencia. Uno ha escrito, “Pablo proveyó lo que yo siento es
tal vez el único punto de vista más profundo en las comunicaciones de marketing, el principio que
llamamoscontextualización (1 Corintios 9:19-23). Pablo… estaba dispuesto a dar forma a sus
comunicaciones de acuerdo a sus necesidades con el fin de recibir la respuesta que buscaba.” Oro hace
eco diciendo: “El primer comercializador fue Pablo”.
Después de todo, el apóstol escribió: “A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles; a todos me
he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos. Y todo lo hago por amor del evangelio,
para ser partícipe de él.” (1 Cor. 9:22, 23). ¿Es ese un mandato para el pragmatismo en el ministerio?
¿Sugería el apóstol Pablo que el mensaje de evangelio puede ser hecho para apelar a personas
acomodándolo su gusto para ciertas diversiones o mimando sus vicios de animal favorito? ¿Hasta qué
punto cree usted que habría estado dispuesto a ir con el principio de “contextualización”?
El Gran No-Negociable
Todo esto es muy claro: el apóstol Pablo no complacedor de la gente. Él escribió: “¿busco ahora el favor
de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera
tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.” (Gal. 1:10). Pablo no modificó ni limitó
su mensaje para hacer a la gente feliz. Estaba completamente indispuesto a tratar de quitar la ofensa
del evangelio (Gálatas 5:11). No utilizó la metodología que atiende a los deseos de sus oyentes. Desde
luego, no siguió la filosofía pragmática de los ministros modernos impulsados por el mercado.
Lo que hizo eficaz a Pablo no fue un mercadeo inteligente, sino una devoción obstinada a la verdad.
Fue embajador de Cristo, no Su secretario de prensa. La verdad era algo para ser declarada, no
negociada. Pablo no se avergonzaba del evangelio (Rom. 1:16). Sufrió voluntariamente por el bien de la
verdad (2 Cor. 11:23-28). Él no dio marcha atrás en la cara de la oposición o del rechazo. Él no se
comprometió con los no creyentes o hizo amigos con los enemigos de Dios.
El mensaje de Pablo fue siempre no negociable. En el mismo capítulo en el que habló de haberse hecho
a todo para todos los hombres, Pablo escribió: “estoy bajo el deber de hacerlo; pues ¡ay de mí si no
predico el evangelio!” (1 Co 9,16). Su ministerio fue en respuesta a un mandato divino. Dios lo había
llamado y le había comisionado. Pablo predicó el evangelio tal como él lo había recibido directamente
del Señor, y él siempre llevó ese mensaje, “como en primer lugar” (1 Cor. 15:3). Él no era un vendedor o
comerciante, sino un emisario divino. Desde luego, no estaba "dispuesto a dar forma a su
comunicación" para dar cabida a sus oyentes o producir una respuesta deseable. ¡El hecho de que fue
apedreado y dejado por muerto (Hechos 14:19), golpeado, encarcelado y finalmente asesinados por
causa de la verdad debe demostrar que no adaptó el mensaje para que fuese agradable a sus oyentes! Y
el sufrimiento personal que llevaba a causa de su ministerio no indicó que algo andaba mal con su
enfoque, sino que todo estaba en lo cierto! Entonces, ¿qué quiso decir Pablo cuando escribió: “…a todos
me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos. Y todo lo hago por amor del
evangelio, para ser partícipe de él.”? Como siempre, el contexto hace que su significado claro. Vamos a
echar un vistazo a lo que Pablo quería decir en el transcurso de los próximos días. Espero que se
quede.
por John Macarthur
EL MISTICISMO – 1ª PARTE
Escrito por Gary Gilley
El Misticismo: Una Forma del Pasado, Una Ola del Futuro
A menudo me preguntan sobre que es lo que veo como el próximo reto importante para el cristianismo
evangélico. Esas preguntas son formuladas a raíz de los grandes movimientos que han cambiado la faz
del evangelicalismo en las dos últimas décadas, incluyendo la iglesia dirigida por el mercado y las
campañas estrechamente relacionadas de “Vida Con Propósito” (VCP) que han afectado tanto al pueblo
de Dios. El legado de estos dos movimientos no será que la iglesia descubriera nuevas formas de
adoración, o nuevas metodologías para sustituir lo anticuado. En lugar de ello, me temo que será
recordado por las generaciones futuras por su menosprecio a la autoridad de la Escritura. Seguramente
estos movimientos no fueron el génesis de la falta de confianza en la Palabra de Dios – ha habido
muchos precursores. En realidad se han capitalizado sobre esta tendencia y lo han adoptado a un
nuevo nivel. No es que todo lo que expongan los expertos de igle-crecimiento y VCP esté mal, es que la
autoridad de lo que la iglesia cree ahora ha cambiado. Se ha pasado de las Escrituras infalibles a los
expertos psicólogos y sociólogos, las opiniones de las masas, las tendencias del momento y la filosofía
del pragmatismo. Este cambio ha sido sutil y lo ha hecho aún más peligroso.
A pocos les ha causado molestia negar la Biblia misma, ellos la citan erróneamente, abusan de su
sentido, introducen forzadamente sus opiniones, y si es necesario la traducen mal para dar la
apariencia de que las Escrituras son el soporte de sus afirmaciones. El efecto de todas las Escrituras de
esta manipulación es tanto para erosionar la autoridad de la Palabra de Dios y dar la apariencia de que
lo que la Escritura tiene que decir no es realmente importante. Es sólo un corto paso desde aquí para
que una comunidad cristiana ya no tenga más uso de la Biblia. De hecho, si la creciente popularidad de
la gente viene a la iglesia sin la Biblia, los sermones se reducen a presentaciones en PowerPoint y
divagan en tomar notas del sermón para llenar espacios en blanco, son cierta indicación y ya podemos
estar allí ahora.
Tal cristianismo carece de la majestuosidad de Dios y de la maravilla de Su Palabra. Es sólo cuestión de
tiempo para que los verdaderos creyentes se cansen de esta marca insípida del evangelicalismo con sus
coros 7-11 (siete palabras cantadas once veces), sus dramatizaciones; su enseñanza bíblica con un bajo
nivel intelectual; su reciente moda que promete cambiar vidas pero no lo hace, y su orientación
“centrada en el yo”. Cuando (y como) lo hacen, se convertirá en una serie de instrucciones.
Afortunadamente, algunos vuelven a la Palabra y a las iglesias que proclaman su fidelidad. Algunos
irán a la religión católica y ortodoxa por más expresiones litúrgicas, tradicionales y auténticas. Por
último, otros rechazarán la fe y declararán que “no funciona para mí.” Como se podría esperar, estamos
viendo estas cosas ahora, y se incrementarán en el futuro. Sin embargo, muchos creyentes sedientos,
que quieren algo más, algo más profundo que lo que ha sido su experiencia, también se encaprichan
con otras dos modas. Una de ellas es antigua y escuchada en los tiempos premodernos (el misticismo).
La otra es nueva y se considera posmoderna (la iglesia emergente). Ellas tienen en común el desprecio
por la modernidad, una distorsión de la Escritura y un rechazo de mucho de lo conservador que los
cristianos apreciamos. A pesar de estos defectos, ambos están ganando rápidamente popularidad,
especialmente entre los jóvenes, que parece ser el objetivo demográfico.
Permítanme ser muy claro acerca de lo que estoy tratando de comunicar en estos próximos artículos:
Sólo hay una relación superficial entre el movimiento de la iglesia dirigida por el mercado (incluyendo
la VCP) y el misticismo y el movimiento de la iglesia emergente. Y mientras que la iglesia dirigida por el
mercado no es un conducto directo con el misticismo y el posmodernismo, sin duda ha abierto la
puerta. Vaciando la sustancia básica de la Biblia y reemplazándola por pelusa superficial teológica, el
movimiento ha creado una verdadera hambre de espiritualidad. Uno no puede vivir tanto tiempo con
algodón de azúcar antes que de un bistec, o al menos una hamburguesa, sería antojo. A medida que
más y más los cristianos se cansan de su dieta espiritual muchos recurren a alternativas más insanas.
So en estas alternativas las que estamos describiendo.
La tendencia que se abordará primero es la que abarca un misticismo que tiene sus raíces en los
monjes y ermitaños católicos de la Edad Media (Los Padres del desierto). Este misticismo promete
llevarnos en contacto con Dios de una manera no experimentada por la mayoría de los creyentes, y es
especialmente atractivo para los que están cansados del cristianismo lleno de pelusa. El otro se inclina
hacia la posmodernidad. Muchos, incluido yo mismo, se han referido a la Iglesia impulsada por el
mercado como posmoderna, y aunque tienen algunas características de este mundo, no se consideran a
sí mismos posmodernos por la comprensión normal del término. De hecho niegan enérgicamente que
sean posmodernas y darían evidencias de sus creencias doctrinales similares al evangelicalismo
histórico. Pero un verdadero movimiento “evangélico” posmoderno ha surgido y que afirma con
valentía su comprensión posmoderna de la vida en general y del cristianismo en particular. Este
movimiento, que por ahora se llama a sí mismo la “iglesia emergente”, es extremadamente popular en
los campus universitarios y entre los veinte y algo, aunque sus dirigentes son de mediana edad. Pero
antes de abordar la nueva iglesia que necesitamos para pasar un tiempo considerable sobre el
misticismo. Nuestro punto de partida será a entender el significado del misticismo en un contexto
cristiano y, a continuación, examinar la forma en que se practicaba en la antigüedad. Esto nos ayudará
a lidiar con esto sobre la razón por la que se está convirtiendo en toda la rabia de hoy.
El Misticismo Definido
El primer obstáculo encontrado al tratar el misticismo es al tratar de definirlo. Cuando declaré una vez
de forma escrita que Henry Blackaby es un cristiano místico, un joven escribió su tesis de maestría
desafiando mi afirmación y demostrando que Blackaby estaba más en consonancia con el pietismo que
el misticismo clásico. Su punto fue acertado cuando utilizó, como él era, una definición formal de un
místico. Yo estaba utilizando el término en forma general, como es representada por esta cita de John
MacArthur: “El místico desdeña la comprensión racional y busca la verdad en lugar ello a través de los
sentimientos, la imaginación, las visiones personales, las voces internas, la iluminación privada, u
otros medios puramente subjetivos.” [1] Con esta definición poco precisa Blackaby es efectivamente un
místico. Este tipo de misticismo, que creo que es una negación funcional de la sola Scriptura, se está
ejecutando descontroladamente en todo la comunidad cristiana con consecuencias devastadoras. Pero
en el sentido más técnico y oficial la definición de MacArthur es insuficiente. El misticismo clásico, el
cual ahora está haciendo un fuerte retorno al cristianismo, es mucho más profundo. Alguien ha dicho
que el misticismo “comienza con una mist y siempre termina con un cismo”, y que no está lejos de la
verdad. El misticismo es la búsqueda de la unio mystica, unión personal con Dios.[2] Pero, ¿qué es lo
que abarca esta unión abarcar y cómo se logra? Aquí las cosas se ponen pegajosas para Georgia
Harkness como nos dice en su libro, El Misticismo, hay por lo menos veintiséis definiciones del
misticismo de aquellos que lo han estudiado cuidadosamente. [3] Winfried Corduan, en su Misticismo:
¿una opción evangélica? Lo reduce a lo esencial, cuando escribe: “El místico cree que existe un
absoluto y que él o ella puedan disfrutar de unaconexión inmediata a este absoluto en una experiencia
super-racional” (el énfasis es mío). [4] Sin embargo, incluso aquí hay por lo menos tres categorías
distintas del misticismo: el panentenico, en el que, como pensaba Carl Jung, un segmento del
inconsciente colectivo invade en la mente consciente; el monístico tal como es encontrado en el
hinduismo y el budismo en el cual el individuo se fusiona en el Todo impersonal, independientemente
de como se llame y los teístas en el cual el absoluto es Dios, aunque no necesariamente el verdadero
Dios. [5] La experiencia de estos diversos tipos de místicos es muy similar. Pero con quien cree el
místico que se entra en unión está determinado por el sistema de creencia mística, como demostró la
investigación de William James hace décadas.[6]
El Camino Hacia el Misticismo
El viaje a la experiencia mística, casi universalmente, implica tres etapas: purgación, iluminación y
unión.
La Purgación
La Purgación es la etapa de limpieza que comienza con el auto-examen y la penitencia y conduce a una
vida santa. El monje del siglo XVI, San Juan de la Cruz, es más conocido por su descripción de esta
etapa que llamó la “noche oscura del alma.” Durante la noche oscura del alma un individuo se siente
abandonado por Dios, espiritualmente seco hasta el punto de la desesperación. Juan vio esto como una
forma en la que Dios purifica el alma por el sufrimiento, sólo cuando el alma se ha purificado está en
condiciones de experimentar una unión con Dios extasiado. Esta purgación involucra apartarse de las
cosas del mundo material y físico, incluidos los deseos y la mortificación, la construcción de nuevos
caminos para sustituir a los antiguos que ahora son rechazados.
La Iluminación
En algún punto la etapa de purgación explota más en el escenario de la iluminación en el cual el
místico comienza a experimentar voces internas y visiones. El objetivo de la iluminación es conocer la
verdad espiritual auténtica, pero esa verdad no se puede encontrar en medios convencionales o incluso
racionales. Esto difiere, al menos en teoría del cristiano “místico”, tal como es definido anteriormente
por MacArthur. Estos todavía creen que la verdad se encuentra principalmente a través de medios
racionales, pero sienten que sus pensamientos e impresiones mentales pueden ser explicados como la
voz interna de Dios. El verdadero místico ha llegado a la conclusión de que las cosas secretas y
“profundas” de Dios no se pueden entender racionalmente. Que sólo pueden ser entendidos a través de
la experiencia de la iluminación. Uno de los primeros místicos cristianos, que hoy se conoce como
Pseudo-Dionisio, enseñó que para lograr el máximo premio de la unión con Dios: “El alma debe perder
las inhibiciones de los sentidos y de la razón. Dios está más allá del intelecto, más allá de la propia
bondad, y es a través del desconocimiento, y la eliminación de los conceptos, que el alma vuelve a Dios
y se une con el ‘rayo de la divina oscuridad’.” [7] El medio por el cual los místicos logran la iluminación
es a través del ayuno y largas períodos de oraciones especializadas conocidas como oración
contemplativa, y después de varias disciplinas espirituales de las cuales la más conocida hoy en día
fueron diseñadas por el monje católico y fundador de los jesuitas, Ignacio de Loyola. Como veremos
más adelante, es sobre los “ejercicios espirituales” de Ignacio que Richard Foster modela su famoso
libro, La Celebración de la Disciplina.
La Unión
El objetivo final del místico es la unión no mediada con Dios. Este punto, en la cual el alma alcanza la
unidad con Dios “fue el éxtasis místico en el que, por un breve momento indescriptible, todas las
barreras parecen ser eliminadas y es impartido sobrenaturalmente un mejor conocimiento cuando uno
se da completamente al Unico Infinito”. [8] Los antiguos místicos enmarcarían esta experiencia en
términos románticos, e incluso sensuales. Juan de la Cruz “describe la unión espiritual en relación al
compromiso espiritual, donde el alma, concebida como femenina, está casada con Cristo como el
novio. En otros lugares se puede decir…’El centro del alma es Dios.’” [9] Bernardo de Claraval (siglo
12), quien logró convertir el Cantar de los Cantares de Salomón en una erótica historia de amor entre
Dios y el hombre, que describen este momento de la unión como el momento en que el creyente es
“besado con los besos de Su boca.” [10] Representaciones similares son comunes en la literatura
mística.
Seudo-Dionisio (llamado así porque no sabemos su verdadero nombre, pero utilizó Dionisio tomado de
un convertido de Pablo en Hechos 17:34) para poner en la mesa la necesidad de este tipo de misticismo
con su convicción de que Dios nunca puede ser verdaderamente conocido a través del intelecto.
Harkness lo describe así:
La posición del autor es que Dios es totalmente trascendente, más allá de todo el pensamiento
humano, la razón, la inteligencia, o de cualquier enfoque de la mente. Un término, que se repite en este
escrito (Teología Mística), es la “Divina Oscuridad”. La mente humana sólo puede decir lo que Dios no
es, nunca lo que Dios es. No hay nada en el ser humano que nos dé una pista. Pero ¿existe forma de
penetrar en la divina oscuridad? Sí, hay una. Esta es la vía negativa por la que el alma quita su
identidad personal y en una unión extática con una deidad trascendente, siente y conoce su unidad con
el Infinito. Esto se ha convertido en el patrón clásico del misticismo cristiano…. Para ello se suele
vincular una denigración de la capacidad humana de conocer que Dios salva mediante la visión
mística, y para ello una necesidad de una rigurosa disciplina de oración, ayuno, meditación
prolongada, y una vida ascética. [11]
En otras palabras, el místico no tiene ninguna confianza en el conocimiento humano accesible a través
de los medios normales, como la revelación de Dios proposicional (La Escritura). Si queremos conocer
a Dios, debe venir de una unión mística con El que trascienda el pensamiento racional, o incluso el
proceso normal de la experiencia sensorial. Esto tiene lugar a través de las siguientes tres etapas de la
purgación, la iluminación y la unión; la aplicación de las disciplinas espirituales y lo que es más
importante, la práctica de la oración contemplativa. El monje místico Católico Romani, William
Johnston describe el proceso de esta manera: “En esta vida mística se pasa de una capa a la siguiente
en un viaje interior o la baja hacia el núcleo de la personalidad, donde habita el gran misterio llamado
Dios” [12].
Otros místicos bien conocidos que continúan con estos puntos de vista similares o, a lo largo de la
historia de la Iglesia son: Maestro Eckhart, Juliana de Norwich, Thomas à Kempis, Tereas de Ávila,
Evelyn Underhill, San Francisco de Asís, la Señora Guyon, George Fox, Thomas Merton y Agnes
Sanford. Místicos modernos de importancia incluyen a Dallas Willard, Brennan Manning, y el más
importante, Richard Foster. De Foster, Eugene Peterson escribe con entusiasmo en la portada de la
edición de 25 Aniversario de La Celebración de la Disciplina: “Richard Foster ha ‘encontrado’ la
disciplinas espirituales que el mundo moderno han almacenado y olvidado, y nos llama con
entusiasmo a celebrarlas. Ya que son, como nos muestra, los instrumentos de gozo, el camino hacia la
espiritualidad cristiana madura y la vida abundante.” Lo que Foster “encontró” lo están descubriendo
muchos otros también. Como resultado el misticismo clásico y medieval católico romano ha sido
desempolvado y se ofrece como lo mejor y más nuevo sobre la espiritualidad. Pero hay un pequeño
problema. Si así es como Dios quiso que sus seguidores se conectaran con El, ¿por qué Él no se molestó
en decirlo así en Su Palabra? Si la oración contemplativa (Vamos a describirla con más detalle en un
futuro) es la clave para esta mayor dimensión de la espiritualidad, como veremos más adelante que se
esta afirmando, ¿por qué Dios no nos dejo instrucciones sobre como orar de esta manera? ¿Por qué
dejar a los monjes y monjas cientos de años después para revelar esta clave de la verdadera piedad?
Por supuesto, la respuesta es que Él no lo hizo. La Palabra de Dios es suficiente, todo lo que
necesitamos para la vida y la piedad se encuentra allí (I Pedro 1:4; II Timoteo 3:16,17). Esto nos lleva a
una serie de preguntas: ¿Cuál es la apariencia del rostro del misticismo moderno, hacia donde nos
dirige y por qué es tan popular? Lo veremos en la próxima ocasión.
________________________________________
[1] John MacArthur, Reckless Faith (Wheaton, IL: Crossway Books, 1994), p. 27.
[2] Brian Moynahan, The Faith, (New York: Doubleday, 2002), p. 269.
[3] Georgia Harkness, Mysticism, (Nashville, Tennessee: Abingdon Press, 1973), p. 19.
[4] Winfried Corduan, Mysticism: an Evangelical Option?, (Grand Rapids: Zondervan, 1991), p. 32.
[5] Véase Corduan, págs. 45-46.
[6] William James, The Variety of Religious Experiences, (New York: Longmans, Green and Co. 1922),
pp. 377-429.
[7] Moynahan, p. 270.
[8] Harkness, p. 32.
[9] Corduan, p. 35.
[10] Moynahan, p. P. 270 y Harkness 39 (Bernard también considerado los “besos de los pies” en
Cantares como representación de la etapa purgante y los “besos de la mano” como la iluminativa p. 91).
[11] Harkness, págs. 26-27.
[12] William Johnston The Inner Eye of Love: Mysticism and Religion, (Collins/Fount, 1981), p. 127.
JOSEFO, SOBRE LA MUERTE DE HERODES
(Por Nathan Busenitz)
En Hechos 12:20-24, Lucas registra el detallado relato de la muerte de Herodes Agripa I (quien reinó
desde el año 37-44). A continuación se muestra el mismo evento descrito por el historiador Josefo. Es
fascinante.
“Ahora, cuando Agripa reinó tres años sobre toda Judea, llegó a la ciudad de Cesarea… Allí se exhibían
espectáculos en honor del emperador… En el segundo día del festival, Herodes se puso un vestido con
ropaje de plata que resplandecía en los rayos del sol, y entró en el teatro temprano en la mañana.
Brillaba luego en una manera sorprendente, y era tan resplandeciente como para difundir el horror
frente a los que miraban fijamente en él. En ese momento, sus aduladores gritaron… que era un dios, y
agregaron: ‘ten misericordia de nosotros, porque a pesar de que hasta ahora te hemos reverenciado
sólo como un hombre, pero vamos a partir de ahora te consideraremos superior a la naturaleza
mortal.”
Ante esto, el rey no los reprendió, ni rechazó sus halagos impíos. Pero cuando levantó la vista, vio un
búho posado en una cuerda por encima de él, y comprendió de inmediato que esta ave era un
mensajero de malas noticias, ya que una vez había sido el mensajero de buenas nuevas para él, y cayó
en la más profunda tristeza. Un dolor intenso apareció en su vientre, y comenzó de una manera muy
violenta. Por lo tanto, miró a sus amigos, y dijo: “Yo, a quien ustedes llaman dios, se me ha ordenado
en la actualidad partir de esta vida, mientras que la Providencia reprenda las palabras de mentira que
acaban de decirme, y yo, que era por ustedes llamado inmortal, me dirijo de inmediato a toda prisa
hacia la muerte. Pero estoy obligado a aceptar lo que asigne la Providencia, ya que agrada a Dios,
porque de ninguna manera hemos vivido enfermos, sinoen una manera espléndida y feliz.”
Dicho esto, el dolor se incrementó. Por consiguiente, él fue llevado al palacio, y el rumor se extendió al
extranjero de que sin duda iba a morir en poco tiempo. Pero la multitud se pusieron en cilicio, con sus
esposas e hijos, después de la ley de su país, pidieron a Dios por la recuperación del rey. Todos los
lugares también se llenaron de luto y llanto. Ahora el rey descansaba en una cámara alta, y cuando él
los vio tendidos y postrados en el suelo, no podía contenerse del llanto. Y después de haber estado muy
agotado por el dolor del vientre durante cinco días, partió de esta vida, siendo el quincuagésimo cuarto
año de su edad, y el séptimo año de su reinado.” (Flavio Josefo, Antigüedades de Los Judíos 19.343-
350).
EL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD Y LA IGLESIA EN AMÉRICA
LATINA
El siguiente es un artículo escrito originalmente para el público anglo de The Gospel Coalition, como
parte de una serie sobre el evangelio de la prosperidad. Hay muchas cosas aquí que para los que
servimos en el mundo hispano son muy conocidas, pero creo que vale la pena también publicarlo para
nuestra audiencia.
Como joven cristiano en un país mayormente católico, siempre me ponía muy contento cuando conocía
otros jóvenes que se profesaban evangélicos. Durante mi adolescencia, estuve un par de meses con un
grupo de amigos evangélicos con los que siempre discutía temas de religión y fe. Como hablaba en otro
artículo hablando de mi enfermedad, cuando uno de ellos se enteró de mi diabetes, él se preguntaba
que qué había hecho yo para estar enfermo; que cuál pecado había cometido. Así me invitó a su iglesia
para que su pastor orara por mí y así pudiera yo ser sanado.
De ese grupo de amigos, la mayoría —sino todos— se han apartado de la fe. Pero la teología que
alimentó esa conversación no solo sigue viva: está en su apogeo. En un artículo hablando del estado de
la iglesia en América Latina, yo escribía que el Evangelio de la prosperidad es rey. Allí decía:
Aunque los profetas de la prosperidad son bastante influyentes en los Estados Unidos, son
particularmente populares en América Latina. De hecho, el movimiento carismático de “decláralo y
recíbelo” es el único tipo de evangélicos que muchos conocen. En nuestra región, alguien que vaya a
una iglesia no católica probablemente asiste a una congregación que esté en algún lugar del espectro de
este movimiento.
En América Latina, la teología de la prosperidad no es solo un sistema de creencias sino una cultura en
la que vivimos. Los artistas más conocidos tienen un trasfondo de prosperidad. Los programas de
televisión y las películas promueven una cultura de consumismo, y sus homólogos “cristianos” hacen
algo similar (ni hablar de los principales canales de televisión “cristianos”). Los libros más vendidos
enseñan esta teología. Y, por supuesto, muchas de las enseñanzas de los falsos maestros de los Estados
Unidos han sido traducidas al español.
Anteriormente, mucho del evangelismo que teníamos que hacer era entre católicos, mostrándole cómo
el evangelio verdadero es mucho mejor que la salvación por obras. Pero cada vez más hay que
evangelizar a aquellos que se suscriben a algún tipo de evangelio de prosperidad, mostrándoles cómo
Jesús es mucho mejor que las riquezas de este mundo.
Todo eso sigue siendo cierto hoy. Es por eso que creo que sería util abundar un poco más en cómo
lucen las cosas.
El movimiento pentecostal y el evangelio de la prosperidad
En mi país, República Dominicana, los pentecostales de la vieja guardia son fáciles de reconocer.
Mujeres con faldas largas, sin maquillaje y sin aretes. Hombres con trajes coloridos y corbatas que le
combinan; aunque esté a 35 Celsius afuera. Una fuerte tendencia al evangelismo en las calles (lo cual
ha sido grandemente usado por el Señor para hacer crecer el número de evangélicos). Aunque en otros
países en el continente no usen la misma ropa, los pentecostales si mantendrían el mismo espíritu, el
mismo ethos.Sin embargo, en las últimas décadas hemos visto una nueva ola dentro de esta
denominación. Usualmente llamados Neopentecostales, han modernizado muchas de las prácticas y
ritos de aquella denominación, pero han mantenido el énfasis en lo que ellos entienden es la persona y
obra del Espíritu Santo.
Es a través de este neopentecostalismo que el evangelio de la prosperidad se ha propagado en América
Latina. Hace algunos años, el nombre más conocido entre evangélicos hubiera sido alguien como Yiye
Ávila, este pastor pentecostal reconocido por su celo evangelístico y dispensacionalismo. Hoy,
probablemente sería alguien como el “Apóstol” Guillermo Maldonado, un maestro asociado al
movimiento neopentecostal, quien viste en sus mangas los colores del evangelio de la prosperidad. Y ya
que los pentecostales tienen los números en el mundo protestante hispanohablante, esta influencia es
sentida a lo largo de la iglesia.
Algunos países –como Guatemala, Puerto Rico, y Colombia– también están experimentando un
fenómeno interesante. La fuerte presencia de megaiglesias y ciertos movimientos denominacionales ha
causado que iglesias más pequeñas se conviertan en franquicias. Muchos pastores, con poco
entrenamiento teológico y con dificultades económicas, tal vez no estén de acuerdo con todo lo que
enseñan estas grandes “corporaciones”, pero están dispuestos a capitular con tal de recibir el apoyo
económico y ser parte del éxito que están observando. Con toda probabilidad, los “apóstoles” detrás de
estos movimientos no van a predicar a estas pequeñas iglesias. Pero sí tienden a trazar pautas de qué se
debe predicar, entrenarlos en sus instituciones académicas, y cambiar la “marca” de la iglesia para que
se asemeje a la iglesia “madre”. Esto también ha contribuido a la propagación de la falsa enseñanza.
Guerra espiritual
Por lo general, en América Latina la enseñanza de la prosperidad está atada al movimiento de guerra
espiritual. Como ya otros han dicho, el mensaje es algo como esto: “Dios quieres que seas feliz, pero no
lo eres: tienes una vida terrible. ¿Por qué? Por el diablo. El diablo te quita la felicidad, te quita lo que es
tuyo. Entonces, ¿qué puedes hacer? ¡Clama al Señor! ¡Traed los diezmos al alfolí! (O, ¿cómo vas a
mostrarle cuánto le amas?). Declara quién Él es y quién eres tú y cuán pequeño es el diablo delante de
Dios! Un buen ejemplo de esto es la canción tan popular de “Arrebato”. Así rezan sus letras:
Aunque se levanten mil gigantes contra mí, no temeré
El enemigo no podrá tocar mi fe.
Porque Dios me ha cambiado el nombre y me hizo su hija
Y hoy soy cabeza y no cola
Y ahora vivo de gloria en gloria

Hoy me apodero de lo que a mí me pertenece


Lo que me has quitado me lo devolverás con creces
Porque Dios me hizo su hija
Y con los hijos de Dios nadie se mete.

El me hizo coheredera juntamente con Él


Y me ha dado el poder para atar y desatar
Y declarar una palabra que cambie tu generación
Y hoy declaro que él te devuelve lo que te robó

Yo te arrebato mi familia, Yo te arrebato mi salud


Yo te arrebato los tesoros de los cielos, que pertenecen a mi casa
Arrebato, Arrebato
Arrebato todo lo que es mío
Si te preguntas cuál es el problema con esta canción, te invito a leer este análisis. En todo caso, no
todas nuestras canciones son tan transparentes como estas, pero es fácil notar los toques de
prosperidad y sanidad en muchas de las composiciones contemporáneas.
Los reformados a la defensiva
Debido a diversos factores (como la prevalencia del evangelio de la prosperidad, el arduo trabajo
evangelístico de los pentecostales, y las relativamente pocas iglesias reformadas en América Latina)
una gran parte de los que ahora se profesan reformados antes creían en algún tipo de evangelio de la
prosperidad. Y esto ha resultado en que haya una constante defensiva de todo suene aunque sea un
poco parecido a estas falsas enseñanzas, principalmente en los que tienen menos tiempo creyendo las
doctrinas de la gracia.
Un vistazo a las redes sociales de muchos reformados te muestra la gran cantidad de tuits y posts y
blogs hablando de los falsos maestros de la prosperidad y sus más recientes escándalos. Algo similar
sucede en muchos púlpitos. Me alivio cada vez que conozco de más pastores que se dedican a exponer
todo el consejo de Dios sin tener que mencionar nombres en cada sermón. Pero es algo comprensible:
ellos han sido heridos por años de falsas enseñanzas.
Por la gracia de Dios, esta no es la última palabra. El avivamiento que parece venir ha visto a muchos
de los seguidores de falsos maestros dando una vuelta y conociendo a Cristo, y muchos de los creyentes
verdaderos que estaban en iglesias enfermas están escuchando la voz del Señor y, o procuran reformar
esas congregaciones, o se mueven a otras iglesias sanas. La centralidad del evangelio se ha vuelto un
término cada vez más común. Vemos compañerismo y koinonía entre iglesias de corte reformada, lo
cual ha contribuído a movimientos de plantación de iglesias sanas. Así que oramos que esta generación
joven se asiente, más líderes sean preparados, mejores voces sean levantadas, y que el real evangelio de
nuestro Señor sea proclamado más fuerte que nunca.
PREDICACIÓN: EL CORAZÓN DE UNA FILOSOFIA BÍBLICA DE
IGLECRECIMIENTO
Por Phil Johnson
Los estadounidenses adoran las historias de éxito, y las iglesias enormes personifican el éxito en forma
masiva. Las mega-iglesias tienen congregaciones que se componen la juventud, lo popular, y los ricos
materialmente. Representan todo lo que usted y yo queríamos ser cuando fuéramos grandes. Y donde
quiera que encuentre la mega-iglesia en estos días, por lo general encontrará pragmatismo.
El pragmatismo es la teoría de que la importancia de cualquier método debe ser medida en términos
prácticos por su éxito o fracaso. El pragmatista esta algo menos preocupado por la verdad o falsedad de
cualquier proposición dada o enfoque de lo que es con su eficacia. La pregunta principal es:
"¿Funciona?" En otras palabras, el pragmático es impulsado por la metodología, no la teología.
Los enfoques pragmáticos de crecimiento de la iglesia han especialmente florecido en Estados Unidos,
en parte porque el pragmatismo esta tan profundamente arraigado en la conciencia nacional de
nuestra cultura, pero también porque este tipo de pragmatismo ha sido responsable de la aparición de
una nueva generación de mega-iglesias admiradas y envidiadas por muchos evangélicos
estadounidenses.
A menudo llamadas iglesias “fáciles de usar,” después de que el título de un conocido libro de George
Barna, prefieren llamarse en su lugar “iglesias sensibles al buscador.” Caracterizado por servicios
informales que hacen hincapié en el teatro, la música, la comedia, y otras formas de entretenimiento
que atraen a una multitud, estas iglesias suelen restar importancia a la predicación.
Si la predicación aparece, debe ser breve, amable y práctica y de actualidad y muy ligera en doctrina y
corrección. Por encima de todo, todo en el servicio de adoración ‘sensible al buscador’ debe ser
"relevante", una palabra clave que significa que el servicio de la iglesia tiene que ser lo más moderno y
de moda como sea posible, y no demasiado serio o formal. Este enfoque, se nos dice por muchos de los
expertos, es la única manera de que las iglesias pueden esperar un crecimiento espectacular en el siglo
XXI.
Seamos realistas: el pragmatismo es un cambio significativo en la dirección para el cristianismo
evangélico. Hasta la última parte del siglo XX, prácticamente todas las grandes iglesias desde la
Reforma protestante consideradas grandes y dignas de emulación fueron principalmente porque
tenían grandes púlpitos. Se les conocia sobre todo por su gran predicación. Algunos eran grandes
iglesias como la Metropolitan Tabernacle de Spurgeon en Londres, o la Tenth Presbiterian de
Barnhouse de Filadelfia.
Muchos tenían una larga tradición de un gran predicador tras otro, como la capilla de Westminster con
G. Campbell Morgan seguido por D. Martyn Lloyd-Jones. Sus grandes cifras de asistencia fueron el
resultado directo de un púlpito fuerte. En la mayoría de los casos, su predicación destacaba la
exposición bíblica, y no simplemente homilías interesantes.
El Pragmatismo sin embargo, ahora es el orden del día. Esto no es sólo un fenómeno estadounidense
tampoco. Estas tendencias han hecho sentir su influencia en todo el mundo. Incluso en los más pobres
de los países del tercer mundo, las iglesias están haciendo teatro en lugar de una fuerte predicación. Y
esas iglesias se consideraban ejemplos que tienden a ser aquellos cuyos ministerios han sido
moldeados y formados por filosofías pragmáticas de crecimiento de iglesia … en donde está la verdad
versus la técnica y la verdad está perdiendo. No me malinterpreten. . . . a la mayoría de los evangélicos
que compran la llamada filosofía "sensible al buscador " no se le ocurriría atacar las doctrinas de la
justificación por la fe solamente, o la deidad de Cristo, o la absoluta autoridad de las Escrituras. Pero
funcionalmente ignoran tales doctrinas en lugar de arriesgarse a aburrir a la gente con enseñanza
teológica. A mi juicio, el efecto a largo plazo de esto es lo mismo que atacar realmente las doctrinas en
sí mismas, y tal vez algo peor. Incluso la rana salta fuera del agua hirviendo cuando se gira
rápidamente, pero haga que el agua hierva lentamente y se quemara hasta morir.
Aunque los defensores de los estilos de ministerio sensible al buscador pueden afirmar que su
pragmatismo no compromete la doctrina, si lo hace. Desde el inicio se determina lo que van a predicar
y cómo predicar. Y debido a que el pragmatismo establece el sistema de valores por el cual todo se
evalúa, el contenido básico de lo que se cree es invariablemente afectado.
Esta es la razón principal de por que la sensibilidad del buscador y la sana doctrina finalmente e
inevitablemente chocaran: Debido a que el Evangelio mismo es un obstáculo, una ofensa a los no
creyentes y los ‘sin iglesia.’ No podemos hacer nuestro mensaje aceptable para todo el mundo y
mantener su pureza al mismo tiempo. Es posible que no se den cuenta, pero aquellos de nosotros que
restan importancia a la sana doctrina, por el bien de apelar a los gustos de las personas que no tienen
iglesia están en proceso de hacer tanto (o más) daño a la causa de la verdad como si se hubieran puesto
en marcha ataque frontal a gran escala.
Esto me lleva a mi principal objeción contra el pragmatismo como una estrategia para el crecimiento
de la iglesia. Es la siguiente: Si permitimos que nuestra primera preocupación sea si nuestra
metodología es eficaz o no en la satisfacción de “necesidades sentidas,” la metodología más importante
de todo, la predicación bíblica, inevitablemente, se minimiza o se descarta y en el proceso, no se
satisfacen las necesidades reales .
Esto no se debe a que la predicación bíblica es intrínsecamente ineficaz y condenada a fracasar la
prueba del pragmático. De hecho, yo argumento que con la predicación bíblica en el corazón de la
estrategia de la iglesia, es la única estrategia de crecimiento de la iglesia que a la larga puede tener éxito
de acuerdo con las normas de Dios. Eso se debe a que la predicación está en el centro del plan de Dios
para el crecimiento verdadero de la iglesia. Y a pesar de que una iglesia que minimiza o descarta la
predicación puede ver el crecimiento numérico inmediato, nunca será el tipo de crecimiento que es
saludable para la iglesia o que le agrada a Dios.
La disminución de la predicación bíblica está allanando el camino para una iglesia débil con cristianos
débiles y no de salvaguardia contra las falsas doctrinas. El sentido que este movimiento está tomando
es como un puñal en el corazón de la vitalidad evangélica, y si el Señor se demora para otra generación,
el movimiento evangélico lamentará el día que ella nunca restó importancia a la sana doctrina o
minimizo la importancia de la predicación.
Sermones largos o mensajes que son de naturaleza expositiva en lugar de tópicos son los blancos
favoritos de las personas en el movimiento de crecimiento de la iglesia. La predicación expositiva es
caricaturizada como irrelevante aburrida e ineficaz. I En cambio, los pastores que realmente quieren
ver crecimiento de la iglesia se les dice que acorten los sermones, traten sólo con los temas que
abordan las necesidades sentidas de la gente y hacer que la gente se sienta cómoda. Algunos incluso
han aconsejado a los pastores que eviten demasiadas referencias a la Biblia en la predicación, porque
intimida a la gente sin iglesia. Acorten el mensaje. Que sea lo más ligero posible. En lugar de ofrecer
una palabra profética del Señor, el ideal de la predicación actual es una charla motivacional aderezada
con mucho humor y anécdotas.
En La Iglesia Con Propósito, el libro más exitoso de la historia escrita de un defensor de crecimiento
de la iglesia, Rick Warren advierte a los predicadores a no comenzar con la Biblia si quieren llegar a los
incrédulos, sino empezar con algunas “necesidades sentidas.” Él escribe:
No se puede comunicar con la gente hasta que encuentre algo que tenga en común con ellos. Con los no
creyentes, no establecerá un terreno común al decir: "Vamos a abrir nuestras Biblias en Isaías, capítulo
14, a medida que continuamos en nuestro estudio de este libro maravilloso. El terreno que tenemos en
común con los no creyentes no es la Biblia, sino nuestras necesidades comunes, heridas, e intereses
como seres humanos. Usted no puede comenzar con un texto, esperando que los no creyentes estén
fascinados por ello. Primero debe captar su atención, y luego moverlos a la verdad de la Palabra de
Dios. Al comenzar con un tema que interese a los no creyentes y luego mostrando lo que la Biblia dice
acerca de ello, se puede captar su atención, desarmar los prejuicios y crear un interés en la Biblia que
no estaba allí antes.( Rick Warren, The Purpose Driven Church (Grand Rapids: Zondervan, 1995), pp.
294-295. )
Entre otros varios defectos graves dentro de la filosofía de ministerio de Warren, Él no entiende la
clara enseñanza de la Escritura sobre la verdadera naturaleza de los "buscadores" (véase, por ejemplo,
Romanos 3:10; 8:7; Isaías 9:13). Ningún pecador se embarca en una búsqueda de Dios por su propia
iniciativa. Dondequiera que haya un verdadero buscador, Dios está detrás de esa persona,
soberanamente atrayendo su corazón a Cristo. Y si una persona está siendo atraída por Cristo, el
Espíritu de Dios está usando la Palabra de Dios en el corazón de esa persona como el único medio
eficaz de llegar a él. Lo que esto significa "a cada pastor, anciano, diácono u otra persona que está
enseñando" si los auténticos buscadores son nuestro objetivo, la Palabra de Dios debe estar al frente y
en el centro, y no sólo una nota al pie en nuestra filosofía de ministerio. La idea de que existen todos
estos "buscadores" que buscan a Dios y buscan una forma de salir de su pecado se basa por tanto en
una premisa falsa.
Algunos podrían responder: "Pero recuerdo una época en que yo estaba buscando a Dios." Es cierto
que la Escritura dice que debemos buscar al Señor (Isaías 55:6-7). Lo que se nos recuerde sin embargo,
es que cada vez que alguien verdaderamente busca a Dios, es más bien la búsqueda de Dios hacia esa
persona. Pero, ¿cómo puede alguien encontrar a Dios sin buscarlo? ¿Y cómo puede alguien buscar a
Dios que se niega a tomar la iniciativa de preguntar por El? La Escritura afirma que nuestra
"búsqueda" es en respuesta a la iniciativa misma del Señor. Se nos dice que no le amaríamos si no nos
hubiera amado primero nosotros (1 Juan 4:19). El profeta le dice a Dios: "Me dejé buscar por los que
no preguntaban por mí; me dejé hallar por los que no me buscaban." (Isaías 65:1) Jesús les dijo a los
Judíos que es Dios el Padre, que atrae a los hombres a Cristo (Juan 6:44) Jesús dijo esencialmente lo
mismo en Juan 6:65.
Y aunque algunos en el movimiento de crecimiento de la iglesia quieren hacer creer lo contrario, debe
quedar claro que la predicación de la Palabra nunca es inútil. Lograra lo que Dios quiere con los que Él
atrae a Él mismo. Dios mismo declara en Isaías 55:11: “así será mi palabra que sale de mi boca; no
volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.” Por
supuesto, los seres humanos no siempre ven claramente lo que son los propósitos de Dios por Su
Palabra. También se nos recuerda de este hecho antes en Isaías 55:8, donde Dios nos dice que Sus
pensamientos no son nuestros pensamientos, ni sus caminos nuestros caminos.
También debemos recordar que nadie debe criticar el objetivo del movimiento de crecimiento de la
iglesia. Por que en esto todos podemos estar de acuerdo de todo corazón. Seguramente todos los que
amamos a Cristo anhelamos ver Su iglesia crecer y florecer y multiplicarse. Y no hay nada malo en
buscar los mejores medios para lograr ese fin. Dios aún desea que seamos creativos, como Su propia
naturaleza para crear. Sin embargo, la esencia del ser bíblicamente "creativo", de acuerdo a la Palabra
de Dios, es "renovar" o "hacer algo nuevo." Y sin embargo, es sólo la Palabra de Dios por el Espíritu de
Dios que puede renovar o crear algo nuevo en los corazones de los hombres.
En su libro Insight and Creativity in Christian Counseling, Jay Adams escribe: “la creatividad bíblica
requiere el uso de la imaginación en el marco y de acuerdo con, el principio bíblico.” (Jay Adams,
Insight and Creativity in Christian Counseling (Grand Rapids: Zondervan 1982), p.55.) Puesto que es
solo el Señor, que añade a la iglesia, nuestro enfoque en el crecimiento de la iglesia deben ser los
medios que Él ha ordenado. Y la Escritura es clara acerca de cual es el medio que Dios para añadir a la
iglesia: la predicación del evangelio bíblico es el poder de Dios para salvación (Romanos 1:16).
Incluso el apóstol Pablo reconoció que desde el punto de vista mundano, la predicación bíblica parece
una estrategia absurda para llegar a un mundo que es hostil a la verdad de Dios.¡Habla acerca
insensibilidad del buscador! Lea atentamente las palabras de 1 Corintios 1:22-23: “Porque los judíos
piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los
judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura” Pero en el versículo 21, leemos que agradó a
Dios “por medio de la locura de la predicación, salvar a los que creen.”
No olvide nunca que el mensaje que estamos llamados a proclamar es una ofensa y una piedra de
tropiezo para aquellos a quienes le proclamamos (cf. también Gálatas 5:11). Cristo mismo es una piedra
de tropiezo y roca de escándalo (Romanos 9:33, 1 Pedro 2:8).¡A veces, agitando unas cuantas plumas
de la verdad en realidad puede ser indicativo de que lo que está haciendo es lo correcto! Sí, usted está
llamado a “hablar la verdad en amor.” Pero también tienen valor cuando a veces puede ser ridiculizado,
rechazado o ignorado, incluso.
Nadie debe dudar de que el registro del Nuevo Testamento de la iglesia primitiva afirma que la
predicación está en el corazón de toda la actividad de la iglesia y que era la principal estrategia para el
crecimiento de la iglesia primitiva. ¡El crecimiento de la iglesia se midió incluso por el progreso y la
expansión de la Palabra del Señor! Así es como el historiador Lucas registró el crecimiento de la iglesia
primitiva: " Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en
Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.” (Hechos 6:7). “Pero la palabra del
Señor crecía y se multiplicaba.” (Hechos 12:24). “Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del
Señor.” (Hechos 19:20).
¿Por qué, entonces, hay tanta falta de énfasis en la predicación, en la mayoría de los libros que hablan
de crecimiento de la iglesia hoy en día? Parece que la iglesia es presa de un temor a una fuerte
predicación bíblica.
Gracias a Dios, el apóstol Pablo trató este mismo miedo con su discípulo cercan Timoteo. En un
pastorado propio, separado de su mentor, el joven Timoteo luchó con el temor. Sintió la tentación de
bajar el tono de su mensaje. Él se vio obstaculizado evidentemente por su propio miedo a la
predicación. Así que el apóstol Pablo escribió para instarle a defender con valentía la fe, incluso si eso
significaba que iba a sufrir lo que el mismo Pablo estaba sufriendo: "No te avergüences del testimonio
de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder
de Dios "(2 Timoteo 1:8).
Pablo previó un momento en que se haría aún más difícil de predicar con valentía, cuando las
congregaciones no iban a tolerar la sana doctrina y predicación audaz, cuando la gente
deliberadamente le da la espalda a la verdad (2 Timoteo 4:3-4). Si Timoteo estaba luchando bajo la
oposición moderada, ¿qué iba a hacer cuando se enfrentó a la persecución más dura? ¿Qué iba a hacer
cuando fuese llamado a ministrar a personas que no tienen apetito por la Palabra y ninguna tolerancia
por la predicación audaz? ¿Se adaptaría a las preferencias de sus oyentes, o seria fiel a su vocación? No
podía hacer las dos cosas. En esos momentos en los que podría haber sido tentado, el joven sabía que el
consejo de Pablo no dejó lugar para el compromiso: “Predica la palabra; que instes a tiempo y fuera de
tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Timoteo 4:2).
Claramente, lo “fácil de usar", fue lo más alejado de la mente de Pablo. El insta a Timoteo a predicar la
Palabra con valentía, incluso si eso no es lo que las multitudes están pidiendo a gritos. Los oídos de la
gente pueden tener comezón de oir por cualquier cosa menos la sana doctrina, pero el pastor fiel
desafiara el espíritu de la época, confrontando su propio miedo, y con valentía predicar la verdad de
todos modos. Pablo anhelaba ver ese tipo de confianza en su joven discípulo y sin embargo, le advirtió
que iba a sufrir privaciones.
Ningún temor es legítimo si disuade al predicador de esa tarea. Ninguna filosofía de ministerio
pastoral es sólida si tiene cualquier otra cosa como su atención principal. La predicación de la Palabra
n es de ninguna manera fácil. El predicador fiel no siempre va a ganar premios. De hecho, se le
garantiza persecución (2 Timoteo 3:12); inevitablemente se encontrará con hostilidad y rechazo. Como
resultado, es fácil llegar a ser temeroso. Tenga en cuenta, el púlpito no es lugar para un hombre tímido
o débil de corazón. Los pastores no deben permitir que el miedo, la opinión pública, o una metodología
pragmática los disuada predicar valientemente la Palabra. Ningún aspecto del ministerio de la iglesia
es más importante que esto. La iglesia que sustituye entretenimiento, conferencias morales, charlas de
motivación, o cualquier otra cosa en lugar de la predicación ha permitido que la Palabra sea removida
de su posición exaltada.
Así que "Predica la Palabra". El predicador de la Palabra en esta era tan pragmática, debe ser audaz,
minucioso, paciente, amoroso, implacable y perseverante ante las dificultades y la oposición y, sobre
todo, sin miedo.
CÓMO LA TRAGEDIA CHARLESTON CLAMA POR DIOS
Por Dan Phillips
Los hechos, según se ha informado y como se relata en prosa estéril, son bastante simples.
El pasado miércoles 17 de junio de un joven entró en la congregación de la iglesia de la Iglesia Emanuel
AME en Charleston, Carolina del Sur, y se sentó a través de una reunión de oración. A eso de las 21:00,
se levantó y abrió fuego contra sus víctimas indefensas y desarmados. Nueve personas, de edades
comprendidas entre 26 a 87, fueron muertos a tiros. Ocho murieron en la escena, una murió más tarde
en un hospital. Entre los muertos estaba el pastor, Clementa Pinckney. El asesino, ahora identificado
por la policía como de 21 años Dylann Roof, fue capaz de recargar cinco veces durante la masacre, y sus
palabras reportadas revelan tener motivaciones raciales. Desde entonces, ha sido arrestado.
¿Qué hacer con él? ¿Cómo sacar algo de eso?
El incidente se puede abordar desde muchos ángulos importantes; Voy a seleccionar el que yo creo que
tenga menos probabilidades de recibir mucha consideración. Es esto: que ni siquiera podemos
empezar a dar sentido a esto, en cualquier nivel de forma remota satisfactoria, sin el Dios de la
Biblia, y la teología que Su Palabra nos enseña.
Voy a hacer mi mejor esfuerzo para no insultarte con matices y esmero; Sólo voy a ser directo. Como
era de esperar.
¿Cómo podemos siquiera describir esta situación, ¿cómo podemos siquiera empezar a medir su forma
e inmensidad, sin Dios? ¿Qué decimos de ello? ¿Eso es una "tragedia"? Por supuesto, para los
cristianos, es una parte de eso. Pero ¿para un evolucionista? ¿Para un materialista? ¿Para un
extremista del medio ambiente? ¿Para un modelo de sofá posmoderno? ¿Cómo puede cualquiera de
ellos, con alguna credibilidad, llamarlo una "tragedia"?
¿Cómo podría un evolucionista? ¿Cuál es el motor que va por delante en el desarrollo de especies, ¿no
es el aplastamiento de los miembros más débiles por los más fuertes? ¿Es una tragedia cuando un
coyote "entresaca" un conejo lento? Aparte de por las suplicas emociones especiales, ¿cómo podría tal
cosmovisión aun categorizar este evento como algo más que un paso más en la gran marcha del
progreso?
¿Cómo podría un materialista? Una bolsa de átomos interactuado con nueve bolsas de átomos. Los
átomos no son siquiera destruidos, solo alterados.¿Dónde está la tragedia? ¿Dónde está el malque hace
que sea una tragedia? ¿Qué determina el mal? ¿Cuál es el número atómico de la tragedia?¿Qué
instrumento mide la indignación moral? ¿Se mide en pies o en libras?
¿Cómo podría un extremista del medio ambiente? ¿No estamos constantemente diciendo que los seres
humanos están destruyendo nuestro planeta? Las personas son el enemigo, ¿no? ¿Qué son nueve
menos, si no un paso en la dirección correcta? Tal vez el asesino es un héroe enviro, para reducir la
"huella de carbono" en Charleston por muchos miles de toneladas por año, de cara al futuro?
¿Y cómo podría un posmodernista? Oh, por supuesto, para usted y para mí, esto es una tragedia. Pero
eso es sólo nuestra perspectiva. El PosMod coherente – aunque tal criatura es un críptico – se
encuentra en un dilema. Puede que se sienta mal por la masacre. Pero para él describir el acto como
delito o como un ultraje moral – significa que tiene que juzgar el tirador por una norma que el tirador
claramente no comparte. ¿Debe el PosMod tomar un café con el tirador? O ¿proponer una moratoria
de 5 años en discutirlo, hasta que haya tenido tiempo de pensar en ello?
¿Cómo podría un pro-abortista? Se ha informado de la creencia de Margaret Sanger que los negros
son malas hierbas que deben ser eliminadas, y el aborto es una gran manera de podar el
jardín , por así decirlo. El aborto mata a más gente negra al año que cualquier otro tipo de
evento único . Well (I speak as a fool) nine "weeds" were just plucked, to this mindset. Bueno (Hablo
como un tonto) nueve "malas hierbas" acaban de ser arrancadas, a esta forma de pensar. ¿Dónde está
el menos?
¿Lo ve? El mundano tiene un problema insoluble cuando se enfrentan a tal tragedia como esta
masacre horrenda. Tomándolo en serio, las cosmovisiones reinantes de nuestros días nos dejan
indefensos para describir al asesino, las víctimas, o el incidente, en los términos ya sea o bien "… y
luegoesto pasó", o incluso en términos positivos (Dios nos ayude). Luego, después de describirlos, no
tienen manera de categorizarlos, ni tendrán ningún alivio a la respuesta emocional que con toda
propiedad tienen. Se ven obligados a robar categorías del cristianismo – categorías que en realidad no
pretenden, y tan ciertamente no piensan detenidamente – para hacer algo mejor que “este evento me
hace sentir mal!”
Por supuesto todos mis observaciones serían tan horribles e insultantes para los seguidores y
defensores, ya que son ineludibles. Ellos los negarían, con indignación y condenación. Como puede ver,
nosotros no queremos pensar detenidamente nuestras proclamaciones ondulantes. Queremos la
suficiente "libertad" para evitar Jesús, la Biblia, y la iglesia; dormir con quien queramos, hacer (o no
hacer) lo que queramos, y escapar de toda culpa, reproche o consecuencias.
Pero nosotros no queremos que nadie continúe las líneas de desarrollo lógico una pulgada más de lo
que les trazamos.
Sólo un cristiano bíblicamente-fiel, estudiando su Biblia y aplicando la teología resultante fielmente y
no emocionalmente, puede tener sentido pleno y totalmente satisfactorio de este acontecimiento
horrible.
Sólo el cristiano bíblicamente fiel puede decir que la vida de cada persona en esa reunión
erainfinitamente valiosa e infinitamente preciosa, porque eran vidas de seres eternos creados aimagen
del Dios infinitamente valioso (Génesis 1:26; 9: 6 ).
Sólo el cristiano bíblicamente fiel puede decir que el asesino no tenía derecho a tomar esas vidas como
lo hizo, y sólo el cristiano puede dar una solución fundamental en cuanto a lo que la leydebe hacer para
hacer justicia al asesino, y por qué (Génesis 9:6; Romanos 13:1 ss)..
Sólo el cristiano bíblicamente fiel puede decir que lo que el asesino hizo fue –
no lamentable, notriste, no censurable, no lamentable, no mal aconsejado, sino – malvado, perverso,
pecaminoso.
Sólo un cristiano bíblicamente fiel puede señalar del dolor al consuelo, el consuelo eterno,señalando a
Cristo y su Evangelio.
Sólo un cristiano bíblicamente fiel puede instar a los afectados a que vean y confíen que Dios
hará justicia por completo cada gota de sangre derramada en esa iglesia, ya sea escatológicamente en la
persona del asesino impenitente (Sal 94:1; Apocalipsis 21: 8; 22:15), o con carácter retroactivo en la
persona de su amado Hijo por ofensores arrepentidos (Isa. 53:6; Romanos 3:25)..
Sólo un cristiano bíblicamente fiel puede exponer el mal, de hecho lo absurdo, del racismo, y puede
apuntar a la primera y única solución para ello: una antropología bíblica (Génesis 1: 26-28; Hechos
17:26) casado con la Bíblica Evangelio (Col. 3:11; cf. Ef 2: 13-22.).
Sólo un cristiano bíblicamente fiel puede hablar la verdad al asesino, confrontándole con el mal lleno
de su crimen, todo el peso de la ira eterna y el juicio que merece por parte de Dios, y la oferta completa
de reconciliación y el perdón que él puede conocer a través de ( y sólo a través de) una fe arrepentida
en Cristo (ver Hechos 9: 1, 13; 26:10; 1 Tim 1: 12-16).
Sólo un cristiano bíblicamente fiel puede mirar con seguridad a un día en el que vamos a vivir en
un"cielo nuevo y una tierra nueva en los cuales mora la justicia" (2 Pedro 3:13) – que vendrá, no en una
marea de evolución social o biológica, o avance científico o escardo abortivo, o legislación
interminable, sino con el regreso, gobierno, y el reinado de Jesucristo.
Este trágico suceso e inmoral, en definitiva, es demasiado grande y demasiado inmenso para no hablar
y pensar en la Biblia, es decir, teológicamente. No debe abaratarse por un mero sentimentalismo o una
tendencia popular.
Porque el cristiano bíblicamente fiel sabe que no hay otra manera de hacer de esta atrocidad la justicia
por la cual clama, y que no hay demostración más pura y de la verdad teológica que la encontrada en la
Palabra de Dios, la Biblia.
[Este post vino a mi mente del fino articulo de Todd Pruitt, Charleston y el Siglo Venidero , y su
observación de que "las acciones del asesino no pueden describirse adecuadamente en nada menos
que un lenguaje teológico."]
EXPONIENDO LAS HEREJÍAS DE LA IGLESIA CATÓLICA: GRACE VS
OBRAS
Por John MacArthur
El Nuevo Testamento es claro acerca de la naturaleza de la fe salvadora. “Concluimos, pues, que el
hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” (Romanos 3:28). “Un hombre no es justificado por
las obras de la ley sino por la fe en Cristo Jesús. . . . . ya que por las obras de la ley ningún ser humano
será justificado”(Gálatas 2:16). “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su
amor hacia la humanidad, El nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino
conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el
Espíritu Santo” (Tito 3:4-5).
Según las Escrituras, la salvación es por la fe en Cristo por la gracia de Dios solamente. Cuando usted
pone su confianza en Jesucristo El lo declara justo, no porque usted lo es, sino porque Él imputa Su
justicia a ti, y porque Él pagó el castigo por su pecado. Cristo lleva nuestros pecados y recibimos Su
justicia. Esa es la gloria indescriptible de la doctrina de la justificación (2 Corintios 5:21).
La enseñanza de la Iglesia Católica Romana se opone fuertemente con esa comprensión bíblica. En
lugar de la salvación por la gracia mediante la fe, ellos predican un falso evangelio de obras.
Las palabras del Concilio de Trento, —convocado para afirmar y codificar la doctrina de la Iglesia
Católica en respuesta a la Reforma—indican claramente la versión católica de la justificación que sigue
en pie hoy en día. “Por lo tanto, a aquellos que trabajan bien hasta el fin y confían en Dios, la vida
eterna se ofrecerá, tanto como una gracia misericordiosamente prometida a los hijos de Dios a través
de Cristo Jesús, y como recompensa prometida por Dios mismo, para ser fielmente dada a sus buenas
obras y méritos.” La salvación en el sistema católico es algo que se gana “por las mismas obras que se
han realizado en Dios, plenamente satisfacen de la ley divina, según el estado de esta vida y que
realmente han merecido la vida eterna.”
Esa es una contradicción absoluta y total de la Palabra de Dios. Es un evangelio completamente
exterior, fabricado por la Iglesia Católica y capaz no sólo de condenar, ni salvar. Ninguna cantidad de
oraciones repetitivas, veneración de los santos y otras reliquias eclesiásticas, o misas acudidas pueden
redimir el alma de un pecador. Ningún sacerdote tiene el poder de perdonar los pecados, y no hay
indulgencia comprada y pagada que pueda frenar el debido castigo de esos pecados.
En el corazón del sistema basado en el mérito Católico es el concepto bíblico del purgatorio. De hecho,
es la invención del purgatorio que hace que el dogma católico atractivo en todo, sin él, el catolicismo
sería algo difícil de vender. Los católicos nunca están realmente en la tierra espiritual sólida. No
podemos saber a ciencia cierta si es salvo o si es que alguna vez entrara al cielo. E incluso los católicos
piadosos y confiados, viven en perpetuo temor de cometer un pecado mortal que les aleje del favor de
Dios y la iglesia.
Es la falsa doctrina del purgatorio que proporciona a los católicos su base de seguridad espiritual,
trayendo falsas esperanzas a las personas atrapadas en un sistema sin esperanza. Es un alivio en la
totalidad de su sistema de plagado de culpa y miedo de obras de justicia. Y es completa ficción, una
farsa trágica que ha llevado a muchas almas al infierno.
El apóstol Pablo no podría haber sido más claro sobre la verdadera naturaleza de la justificación:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por
obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8-9). Ese evangelio lleno de gracia, glorioso ha sido
rechazado por la Iglesia católica, y lo han sustituido por un sistema corrupto, no bíblico de justicia de
obras y la salvación basada en el mérito.
Presidiendo a ese sistema torcido de mentira satánica esta el Papa. Y ahí es donde vamos a retomarlo
mañana.
EXPONIENDO LAS HEREJÍAS DE LA IGLESIA CATÓLICA: LA ADORACIÓN
A MARÍA
Por John MacArthur
Después de su visión profética de las glorias eternas del cielo al final del libro de Apocalipsis, el apóstol
Juan describió cómo se sintió abrumado por lo que había visto.
Y cuando oí y vi, me postré para adorar a los pies del ángel que me mostró estas cosas. Y me dijo: No
hagas eso; yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de
este libro. Adora a Dios.” (Apocalipsis 22 :8-9)
La Iglesia Católica Romana ha cometido el mismo error que Juan, la promoción de un simple
ciudadano de los cielos a un lugar impropio de autoridad y honor. A pesar del abrumador testimonio
de la Escritura, la Iglesia católica ha elevado a María, —que se describe a sí misma sierva del Señor
(Lucas 1:38)—, al mismo nivel que Dios, si no es que superior.
En su Ineffabilis Deus, en 1854, el Papa Pío IX estableció como dogma la inmaculada concepción de
María, que la preservó del pecado original heredado. Sus declaraciones finales proporcionan un buen
resumen de la visión católica de María.
Que todos los hijos de la Iglesia católica, que son muy amados para nosotros, escuchad estas
palabras de nosotros. Con un celo aún más ardiente por la piedad, la religión y el amor, vamos a
continuar venerando, invocando y rezando a la Santísima Virgen María, Madre de Dios, concebida
sin pecado original. Dejemos volar con absoluta confianza a esta dulcísima Madre de misericordia y
gracia en todos los peligros, dificultades, necesidades, dudas y temores. Bajo su guía, bajo su
patronato, bajo su bondad y protección, no hay nada que temer, nada es imposible. Porque, sin dejar
de tener con nosotros un afecto verdaderamente maternal y teniendo ella a su cargo la obra de
nuestra salvación, ella es solícita sobre todo el género humano. Y ya que ha sido designada por Dios
para ser la Reina del cielo y de la tierra, y es exaltada sobre todos los coros de los ángeles y de los
santos, e incluso está a la diestra de su Hijo unigénito, Jesucristo nuestro Señor, ella presenta
nuestras peticiones de una manera más eficaz. Lo que ella pide, ella lo obtiene. Sus súplicas nunca
pueden ser no escuchadas.
Esas palabras son repetidas y ampliadas en toda la historia del catolicismo romano. La tradición dicta
que María es parte de la monarquía de los cielos, pidiendo gracia y misericordia del Señor en nombre
de los pecadores, y que cubre el pecado mediante la distribución de su Tesoro de Mérito. Ella se
convirtió en una co-redentora con Cristo en Su sufrimiento en la cruz, y ahora es una co-mediadora
junto a Él en el cielo —esencialmente una vía alternativa de acceso a Dios. Ella reemplaza el Espíritu
Santo en otorgar ayuda y consuelo a los creyentes. En efecto, ella se convierte en un miembro más de la
Trinidad.
Esa blasfemia está en marcado contraste con lo que la Biblia realmente dice sobre María, e incluso lo
que ella dice de sí misma. Lucas 1:46-55 registra su reacción humilde ante la noticia de que ella dará a
luz al Hijo de Dios.
“Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor, y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva; pues he aquí, desde ahora en adelante
todas las generaciones me tendrán por bienaventurada. Porque grandes cosas me ha hecho el
Poderoso; y santo es su nombre. Y DE GENERACION EN GENERACION ES SU MISERICORDIA
PARA LOS QUE LE TEMEN. Ha hecho proezas con su brazo; ha esparcido a los soberbios en el
pensamiento de sus corazones. Ha quitado a los poderosos de sus tronos; y ha exaltado a los
humildes; A LOS HAMBRIENTOS HA COLMADO DE BIENES y ha despedido a los ricos con las
manos vacías. Ha ayudado a Israel, su siervo, para recuerdo de su misericordia tal como dijo a
nuestros padres, a Abraham y a su descendencia para siempre.”
El Dios que ella alabo, —el Dios de la Biblia— no necesita que lo convenzan o corteje para distribuir Sus
bendiciones. Él no es duro, distante o indiferente –El es bondadoso, justo y misericordioso. En vez de
glorificarse a sí misma, ella humildemente adoro al Señor.
La Escritura en realidad tiene muy poco que decir acerca de María. No hay una descripción de su
aspecto físico, nada sobre su vida, sus últimos años después de la muerte de Cristo, o su propia muerte
y sepultura. Y cuando ella aparece brevemente con los discípulos y los otros creyentes en el día de
Pentecostés, ella no es un objeto de culto o incluso una líder en la iglesia primitiva, ella es sólo una
entre muchas. Simplemente no hay ejemplos bíblicos de alguien que alguna vez este orando a ella,
honrándola, o venerándola.
Tampoco ella juega un papel en cualquier explicación bíblica del evangelio. Pablo escribió un tratado
magnífico sobre la doctrina de la salvación que nosotros conocemos como el libro de Romanos, y todo
lo que dijo acerca de la madre de Jesús es que ella era “un descendiente de David” (Romanos 1:3). Es
todavía menos específico en Gálatas, otra larga exposición del evangelio puro, verdadero en el cual se
limitó a decir que Cristo fue “nacido de mujer” (Gálatas 4:4).
Esto contrasta con los volúmenes interminables católicos sobre la vida de María, los milagros de María,
la muerte de María, las apariciones de María, y más y así sucesivamente. Es por eso que a menudo es
un choque para los católicos leer la Biblia y ver lo poco que realmente se dice acerca de María.
Pero eso es lo que sucede cuando se eleva la tradición al nivel de la Escritura y atribuyen a los hombres
las características infalibles que sólo pertenecen a Dios. Esto deforma la verdad de la Escritura y
distorsiona la persona y obra de Jesucristo.
Sólo Dios es nuestro Redentor, nuestro Libertador, nuestro Benefactor y nuestro Consolador. Sólo El
debe ser adorado, venerado, adorado, y solicitado. El testimonio de la Escritura es claro.
Reuníos y venid; juntos acercaos, fugitivos de las naciones. No tienen conocimiento los que llevan su
ídolo de madera y suplican a un dios que no puede salvar. Declarad y presentad vuestro caso; sí, que
deliberen juntos: ¿Quién ha anunciado esto desde la antiguedad y lo ha declarado desde entonces?
¿No soy yo, el SEÑOR? No hay más Dios que yo, un Dios justo y salvador; no hay ninguno fuera de
mí. Volveos a mí y sed salvos, todos los términos de la tierra; porque yo soy Dios, y no hay ningún
otro. (Isaías 45:20-22)
EXPONIENDO LAS HEREJÍAS DE LA IGLESIA CATÓLICA: LA MISA
Por John MacArthur
El escritor de Hebreos es ineludiblemente claro acerca del carácter singular del sacrificio de Cristo.
“Porque Cristo no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en
el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros,y no para ofrecerse a sí
mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De
otra manera le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora,
una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio
de sí mismo. Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el
juicio, así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos,
aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que ansiosamente le
esperan. (Hebreos 9:24-28, énfasis añadido)
La Escritura no vacila sobre la finalidad del sacrificio de Cristo en nuestro favor. Él vino a hacer una
oferta por una sola vez por los pecados, nunca para ser repetida. Fue un contraste con el pacto
mosaico, el cual necesitaba un sistema de constantes sacrificios. Pero ninguno de los sacrificios del
Antiguo Testamento en realidad podría expiar el pecado. Sólo podían servir como recordatorio de la
liberación de Dios y el presagiaba el sacrificio definitivo de Cristo el cual vencería al pecado.
En la práctica de la misa, la Iglesia Católica Romana ha restablecido un sistema bíblico de sacrificios
repetidos, blasfemando a Cristo y pervirtiendo Su obra en la cruz.
¿Qué tan importante es la misa al catolicismo? El Catecismo de la Iglesia Católica se refiere a ella como
“la fuente y cumbre de la vida cristiana.” Es decir, es el origen y el punto culminante de la fe católica.
No es periférico —es el corazón y el alma de todo el sistema.
En su libro The Faith of Millions, John O’Brien, un sacerdote católico, explica el procedimiento de la
misa.
Cuando el sacerdote pronuncia las tremendas palabras de la consagración, el llega a los cielos, trae
abajo a Cristo de Su trono, y lo pone a nuestro altar para ser ofrecido de nuevo como Víctima por los
pecados del hombre. Es un poder mayor que el de los monarcas y emperadores: es mayor que el de
los santos y de los ángeles, mayor que el de los Serafines y Querubines. De hecho, es incluso mayor
que el poder de la Virgen María. Mientras que la Santísima Virgen fue el agente humano por el que
Cristo se encarnó una sola vez, el sacerdote trae a Cristo desde el cielo, y lo hace presente en nuestro
altar como la eterna víctima por los pecados del hombre, no una vez sino mil veces! El sacerdote
habla y ¡he aquí! Cristo, el Dios eterno y omnipotente, inclina la cabeza en humilde obediencia a la
orden del sacerdote.
En pocas palabras, la Iglesia católica no permitirá quitar a Cristo de la cruz. En la misa, la sustancia del
pan y el vino supuestamente son transformados en el cuerpo y la sangre de Jesús, dejándolo como un
sacrificio repetido, incompleto por los pecados. Él no es Señor y Salvador, Él es la Víctima eterna,
eternamente ligado al altar por el poder del sacerdote, de manera visible y omnipresente simbolizado
en el crucifijo católico.
Eso es una negación directa de la enseñanza de Pablo en Romanos 6:8-10.
Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El, sabiendo que Cristo, habiendo
resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre El. Porque
por cuanto El murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para
Dios.(énfasis nuestro)
Al negar el sacrificio singular de Cristo, el catolicismo impregna su sacerdocio con poder ilegítimo
artificial y autoridad, esclavizando a sus seguidores a un sistema repetitivo de ofrendas ineficaces e
impías por el pecado. Es esencialmente paganismo espolvoreado con suficiente terminología cristiana
para engañar a las almas, convenciéndolas de que la muerte de Cristo en la cruz no fue suficiente para
lograr su salvación. En efecto, la misa anula el verdadero significado de la cruz.
En Light from Old Times [Luz de los Viejos Tiempos], JC Ryle explica las implicaciones teológicos y
espirituales – e imperfecciones –de la misa Católica.
Cualquiera que sea lo que el hombre piense o diga, la doctrina romana de lapresencia real, si se
busca a sus legítimas consecuencias, oscurece toda doctrina principal del evangelio, y daña e
interfiere con el sistema de la verdad de Cristo. Conceda por un momento que la Cena del Señor es un
sacrificio, y no un sacramento –admita que cada vez que las palabras de la consagración se utilizan
el cuerpo natural y la sangre de Cristo están presentes en la mesa de la comunión bajo las formas del
pan y del vino –admita que todo el que come el pan consagrado y bebe ese vino consagrado
realmente come y bebe el cuerpo natural y la sangre de Cristo –admita por un momento estas cosas,
y luego vea qué resultado de consecuencias trascendentales resultan de estas premisas. Usted
estropear la bendita doctrina de laobra terminada de Cristo cuando murió en la cruz. Un sacrificio
que necesita ser repetido no es una cosa perfecta y completa. Usted estropea la función sacerdotal de
Cristo. Si hay sacerdotes que puedan ofrecer un sacrificio aceptable a Dios sino Él, el gran Sumo
Sacerdote es despojado de Su gloria.Usted estropea la doctrina bíblica delministerio cristiano. Usted
exalta a hombres pecadores en la posición de mediadores entre Dios y el hombre. Usted da a los
elementos sacramentales del pan y el vino un honor y una veneración que nunca pretendieron recibir
y produce una idolatría para ser aborrecido de los fieles cristianos. Por último, pero no menos
importante, derribar la doctrina verdadera de la naturaleza humana de Cristo. Si el cuerpo nacido
de la Virgen María puede estar en más lugares que uno, al mismo tiempo, no es un cuerpo como el
nuestro, y Jesús no era “el último Adán” en la verdad de nuestra naturaleza.
En términos simples, la misa no tiene nada que ver con el evangelio cristiano, nada que ver con la vida
cristiana, y nada que ver con la iglesia cristiana. Rechaza la verdadera naturaleza bíblica de Dios,
Cristo, el pecado, la salvación, la expiación y el perdón. Le roba a la cruz de su significado y lo sustituye
por una idolatría superficial y centrada en el hombre. Es una mentira, un fraude, una fabricación
condenable que esclaviza los corazones y lleva a la gente al infierno.
EXPONIENDO LAS HEREJÍAS DE LA IGLESIA CATÓLICA: EL PAPA
Por John MacArthur
Uno de los catalizadores más importantes, a principios de la Reforma Protestante fue un libro de
JanHus, un cristiano bohemio que precedió a Martin Lutero por un siglo entero. El libro fue De
Ecclesia (La Iglesia), y uno de los puntos más profundos de Hus fue proclamado en el título de su
capítulo cuarto: “Cristo es la única cabeza de la Iglesia.”
Hus escribió: “Ni es el papa la cabeza ni los cardenales de todo el cuerpo de la santa, universal, católica
[es decir, verdadera] iglesia. Porque Cristo es la única cabeza de la iglesia.” Tras señalar que la mayoría
de los líderes de la iglesia en su época en realidad despreciaban el señorío de Cristo, Hus dijo: “A tal
punto bajo ha llegado el clero que odian a los que a menudo predican y llaman a Jesucristo el Señor.”
La franqueza de Hus le costó la vida. Fue declarado hereje y quemado en la hoguera en 1415.
Más de cien años después, y ya en desacuerdo con el establecimiento papal, Martín Lutero leyó De
Ecclesia. Después de terminar el libro, le escribió a un amigo: “Había enseñado hasta ahora y sostenía
todas las opiniones de Jan Hussin darme cuenta, y lo mismo hizo JohnStaupitz. En definitiva, todos
somos husitas sin saberlo.”
Como cabeza de la Iglesia Católica Romana, el Papa es a menudo llamado el “Santo Padre Santo” y el
“Vicario de Cristo” —nombresy funciones que sólo se aplican a Dios.Afirma que la capacidad de
hablar ex cathedra, ejerciendo la infalibilidad divina para completar y añadir a la Escritura
(Apocalipsis 22:18). Él ejerce autoridad bíblica e impía sobre sus seguidores, usurpando la autoridad
de Cristo y pervirtiendo la obra del Espíritu Santo.
Los Reformadores entendieron eso y declararon con valentía desvergonzada. Como Martín Lutero
escribió a un amigo: “Estamos aquí por la convicción de que el papado es la sede del Anticristo
verdadero y real. . . . . . . Personalmente yo declaro que no le debo ninguna obediencia al Papa que a la
del Anticristo.”
En su Institución de la Religión Cristiana, Juan Calvino dijo:
Algunas personas piensan de nosotros con demasiada severidad y crítica, cuando llamamos
Anticristo al Pontífice Romano . Pero los que son de esta opinión no consideran que traen la misma
carga de presunción en contra de Pablo mismo, de quien hablamos, y cuya lengua adoptamos. Y
para que nadie se oponga, que indebidamente pervertimos esas palabras de Pablo al pontífice
romano, que pertenecen a otro tema, me referiré brevemente a demostrar que no son capaces de
cualquier otra interpretación que la que ellos implican al papado (traducción de John Allen, libro
cuatro, capítulo siete).
Las palabras de Pablo que Calvino se refiere eran de 2 Tesalonicenses, donde el apóstol describe al
Anticristo que viene “el cual se opone y se exalta sobre todo lo que se llama dios o es objeto de culto, de
manera que se sienta en el templo de Dios, presentándose como si fuera Dios.” (2 Tesalonicenses 2:4).
Esa misma idea se reflejó posteriormente en la Confesión de Fe de Westminster, que dice: “Tampoco
No hay otra cabeza de la Iglesia sino el Señor Jesucristo; ni puede en ningún sentido el Papa de Roma
ser cabeza de ella, sino es ese Anticristo, el hombre de pecado e hijo de perdición, que se exalta en la
Iglesia contra Cristo y todo lo que se llama Dios” (25,6).
Eso no quiere decir que el Papa es el Anticristo final. Han existido y seguirán existiendo, como 1 Juan
2:18 dice, muchos falsos maestros que encarnan el espíritu del Anticristo. A medida que el americano
puritano Cotton Mather escribió en La Caída de Babilonia: “Los oráculos de Dios predijeron el
resurgimiento de un Anticristo [es decir, uno o varios anticristos que encarnan el espíritu del Anticristo
final] en la iglesia cristiana. Y en el Papa de Roma, todas las características de ese Anticristo está tan
maravillosamente respondidas que si cualquiera que lea las Escrituras no las ven, hay una ceguera
asombrosa en ellos.”
En un sermón titulado “Oren por Jesús,” Charles Haddon Spurgeon exhortó a su congregación que “es
deber de todo cristiano orar contra el Anticristo, y en cuanto a lo que es el Anticristo. Ningún hombre
cuerdo debe plantear una pregunta. Si no es el papado en la Iglesia de Roma y la Iglesia de Inglaterra,
no hay nada en el mundo que pueda ser llamado por ese nombre.”
Él continuo diciendo:
¡El Papado en cualquier lugar, ya sea anglicano o romano, es contrario al evangelio de Cristo! ¡Y es
el Anticristo, y debemos orar en contra de ello! Debe ser la oración diaria de cada creyente que el
Anticristo sea lanzado como una piedra de molino en el diluvio y sumergido para no levantarse más.
Si somos capaces de orar en contra del error por Cristo, porque hiere a Cristo, porque priva a Cristo
de su gloria, porque pone eficacia sacramental en el lugar de Su expiación y levanta un pedazo de
pan en el lugar del Salvador, y unas gotas de agua en el lugar del Espíritu Santo, y pone un simple
hombre falible como nosotros como el Vicario de Cristo en la tierra, si oramos en su contra porque es
contra de Él, debemos amar a las personas a pesar de que odiamos a sus errores! Debemos amar a
sus almas a pesar de que detestamos y odiamos sus dogmas, por lo que el aliento de nuestras
oraciones serán dulces porque volvemos nuestros rostros hacia Cristo cuando oramos.
En otro sermón, titulado “Cristo glorificado,” dijo Spurgeon:
Cristo no redimió a su iglesia con Su sangre para que el Papa pudiese entrar y robarle la gloria. ¡Él
nunca vino del cielo a la tierra y derramó su corazón para que Él pueda comprar a Su pueblo para
que un pobre pecador, un simple hombre, se establezca en alto para ser admirado por todas las
naciones y llamarse a sí mismo el representante de Dios en la tierra! Cristo siempre ha sido la cabeza
de Su iglesia.
En 1 Timoteo 2:5, Pablo dice: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre.” El Papa ha asumido para sí una posición de autoridad que no necesita ser llenada.
¿DE DÓNDE SURGIÓ LA PRÁCTICA DEL BAUTISMO CRISTIANO?
Por Jesse Johnson
Existen distintos puntos de vista entre comentaristas acerca del origen del bautismo cristiano, en
particular al buscar responder a la pregunta: ¿Fue Juan el Bautista el primero en practicar el bautismo
cristiano? ¿Acaso Juan el Bautista adoptó las práctica de ciertos judíos los cuales practicaban el
bautismo durante el período intertestamentario?
La respuesta corta es que el bautismo, en el sentido cristiano, comenzó con Juan el Bautista. Antes de
los tiempo de Juan, los judíos creían en un concepto de purificación por medio de agua. Diferentes
grupos de judíos practicaban lavados ceremoniales de diversas formas, pero ninguno de la misma
arena que lo hizo Juan el Bautista.
Antes de que Juan el Bautista existían tres tipos de grupos los cuales practicaban el lavado por medio
de agua:
Sectas judías
Ciertas sectas, comunes en las colinas alrededor del desierto de Jordania, comunidades como Qumrán,
practicaban rituales de lavado de distintas maneras. Normalmente estos lavados se llevaban acabo en
piscinas privadas, las cuales, además de ser limpias, tenían dos escaleras: una de entrada y otra de
salida, pues consideraban que uno no debería caminar por el mismo lugar que donde lo hizo aun
estando impuro. En cierta manera ellos practicaban sus lavados de manera similar a la forma en que se
llevan acabo los bautismos en muchas iglesias cristianas hoy en día.
Sin embargo, mientras que tales rituales pueden ser vistos como similares al bautismo cristiano,
especialmente en que ambos son bautismos por medio de inmersión en agua, no tienen nada que ver
uno con el otro. Por un lado estas sectas eran exclusivas y reservadas para aquellos que hubiesen
alcanzado cierto grado de “prestigio religioso”, siendo sus lavados eran privados y sumamente limpios.
Por otro lado, el bautismo de Juan era totalmente distinto. No eran limpios sino más bien eran las
aguas del rio Jordán, un río sucio, salado y lleno de lodo. Mientras que tales sectas reservaban sus
limpiezas para el “puro” e “iluminado”, Juan el Bautista extendía su bautizo a pecadores mientras que
rechazaba a aquellos que se creían justos por sus propias obras.
Judíos prosélitos
Este grupo de personas se refiere a aquellos gentiles que deseaban convertirse al judaísmo. Para que un
gentil se convirtiese al judaísmo, debían lavarse públicamente en un rito de iniciación, para así
demostrar que ahora decidían unirse a una nueva religión y nación. Al hacer esto mostraban que de
ahora en adelante le darían su espalda a sus ídolos y vida anterior. En este sentido tales bautismos eran
similares al bautismo de Juan, ya que ambos eran la demostración pública de afiliación a una nueva
religión.
Aún así, esa es la única similitud entre estos dos tipos de bautismos. El bautismo de un judío prosélito
se parecía más a un baño completo en el cual el agua era vertida sobre la persona. Para ellos esto no
tenía nada que ver con una inmersión en agua, por lo que nunca se hubiese llevado acabo en un río. No
sólo eso, sino que la diferencia más importante es que tales bautismos eran exclusivamente para
personas no judías, pues no tendría sentido que una persona judía se bautizase.
Lavados ceremoniales
Si una persona fuese hecha inmunda por causa de haber tocado cosa inmunda, como la lepra o un
cuerpo muerto, debían lavarse con agua. Este lavado ceremonial simbolizaba que tal persona estaba
limpia y por lo tanto podía ser bienvenida nuevamente a la comunidad y a la vida religiosa. En este
sentido el bautismo de Juan era similar, pues ambos demostraban un deseo de ser declarado limpio y
puro.
Pero el bautismo de Juan era meramente simbólico, mientras que los lavados ceremoniales eran por
razones prácticas. En Levíticos 15:10, 17 y 17:16 leemos que tales lavados eran el realidad para limpiar
el cuerpo de contaminación. En esencia, estos lavados no eran inmersiones en agua, sino más bien eran
limpiezas corporales en las cuales la persona se tallaban para limpiarse de contaminación. Si bien estos
lavados pudiesen llevarse acabo en el Jordán, por lo general utilizaban estaciones de lavado dedicadas
a este uso.
Bautismo de Juan
El bautismo de Juan el Bautista fue algo novedoso para los israelitas. Aquellos que se bautizaban eran
aquellos que respondían al llamado de huir de la ira de Dios e identificarse con la venida del Mesías.
¿Qué diferencias había entre estas prácticas de lavados y el bautismo de Juan? Primeramente,
mientras que los leprosos debían lavarse para mostrar al sacerdote que habían sido sanados, el
bautismo de Juan era para aquellos que reconociesen que su enfermedad era del corazón por causa de
su rebeldía hacia Dios.
En segundo lugar, el bautismo de los prosélitos eran la declaración de que a partir de ese momento
abandonaban su vida anterior, mientras que el bautismo de Juan era para los judíos mismos que
tuviesen la humildad de bautizarse como si fuesen gentiles, con el fin de demostrar su necesidad de
arrepentimiento y reconciliación con Dios. El hecho de bautizarse ya siendo judío era declarar en
público que el sistema religioso en Jerusalén estaba en bancarrota espiritual, y que por lo tanto
decidían poner su fe en el futuro Mesías y no en el sistema farisaico.
Y en tercer lugar, mientras que ciertas sectas judías practicaban el bautismo para demostrar que
estaban ceremonialmente puros antes de hacer alguna actividad religiosa, el bautismo de Juan servía
como recordatorio aun aquellas personas que se considerasen religiosos eran impuros de corazón y por
lo tanto necesitaban un corazón nuevo, y no simplemente un baño.
Por lo tanto, podemos concluir que la practica del bautismo cristiano proviene del bautismo de Juan.
15 CITAS DE ELISABETH ELLIOT QUE TRANSFORMAN MI PUNTO DE
VISTA EN TIEMPOS DE DIFICULTAD
La semana pasada la pionera misionera y autora Elisabeth Elliot murió. Y yo lloré. Aunque nunca la
conocí en persona, la conocía bien. Ella fue una de las mayores influencias en mi vida por sus escritos y
enseñanzas. Siempre estaré en deuda con la obra de Elliot, el fruto de la obediencia a un Dios fiel. Esta
mujer me inspiró a estudiar un nuevo idioma y a salir al campo misionero con una gran fe en un gran
Dios. Ella me enseñó principios de pureza en las relaciones románticas y cómo confiar en Dios cuando
la vida parece demasiado difícil de soportar.
En medio del dolor, de lamentar el final de su vida, yo volví, una vez más, a las sabias palabras de esta
sierva de Dios. Quiero compartir contigo 15 de sus citas que continúan ayudándome durante tiempos
de pérdida e incertidumbre. Espero que sean de aliento para ti también.
De “These Strange Ashes”, la historia de su primer año en el campo misionero:
“El currículo que Dios tiene para todos los que sinceramente quieren conocerlo y hacer Su voluntad
siempre incluye lecciones que desearíamos poder obviar… Con un profundo entendimiento de
nuestras necesidades más profundas y capacidades individuales, Él escoge nuestro currículo”.
“La fe, la oración y la obediencia son nuestros requerimientos. No se nos ofrece a cambio la
inmunidad y la libertad de los males de este mundo. Lo que se nos ofrece tiene que ver con un mundo
completamente distinto”.
“Las pruebas más severas no vienen cuando no vemos nada, pero cuando vemos una impresionante
variedad de pruebas que parecen probar nuestra vana fe”.
“Yo sé que esperar en Dios requiere la voluntad de soportar la incertidumbre, de llevar dentro de sí
mismo la pregunta sin respuesta, levantando el corazón a Dios sobre esto cada vez que se entrometen
en nuestros pensamientos. Es fácil convencerse a uno mismo en una decisión que no tiene
permanencia, más fácil a veces que esperar pacientemente”.
“Está en nuestra aceptación de lo que nos es dado que Dios se ha dado a sí mismo”.
“Cristo es suficiente. No necesitamos ‘grupos de apoyo’ para cada tribulación. Las penas más
ampliamente divergentes pueden ser llevadas al pie de la misma vieja cruz rugosa y encontrar allí la
limpieza, la paz y el gozo”.
“Ser un seguidor del Crucificado significa, tarde o temprano, un encuentro personal con la cruz. Y la
cruz siempre implica pérdida. El gran símbolo del cristianismo significa sacrificio y no hay nadie que
se llame a sí mismo un cristiano que puede evadir esta dura realidad”.
“Este lugar difícil en el que te encuentras, tal vez es el mismo lugar en el que Dios te da la
oportunidad de mirarlo solo a Él, para pasar tiempo en oración, y para aprender la sufrida
mansedumbre, en definitiva, aprender las profundidades del amor que Cristo mismo ha derramado
sobre todos nosotros”.
“Nunca olvidemos que algunas de las grandes misericordias de Dios son sus rechazos a nuestras
peticiones”.
De “Secure in the Everlasting Arms”, una colección de reflexiones sobre la vida cristiana:
“Jesús nos pide que tomemos la cruz, para llevarla diariamente. ¿Qué significa esto? Sin duda, es la
tranquila aceptación de desilusiones, la realización de alguna tarea difícil que preferiríamos evitar o
algún pequeño deber que es desagradable para nosotros”.
“Supongamos que hemos orado en nuestros corazones a lo largo de un asunto, que hemos hecho todo
lo que estaba a nuestro alcance para hacer, y luego descubrimos que todo fue hecho en vano. ¿Decayó
nuestra fe? ¿Podemos decir que la oración no funciona? ¿Nuestra obediencia ha sido en vano? ¿Qué
hay de la gran oración que Jesús nos enseñó a orar? Es por su reino y su voluntad, sin embargo, no
debemos pedir a menos que nosotros mismos estamos dispuestos a cooperar”.
“Dios sabe no solo lo que necesitamos, pero cuándo lo necesitamos. Cuando Él retiene de nosotros la
única cosa que estamos seguros nos haría feliz, es bueno recordar su promesa de que Él suplirá todas
nuestras necesidades 'de acuerdo a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús’ (Filipenses 4:19)”.
“Es una fuerte tentación el correr hacia el teléfono cuando necesitamos consejos o ayuda de cualquier
tipo, olvidándonos de buscar primero la Palabra viva de Dios, cuyo oído está siempre abierto a
nuestro clamor. Prueba el simple recordatorio de 2 Pedro 2:9: 'El Señor, pues, sabe rescatar de
tentación (de prueba) a los piadosos…'”.
“La perfección no consiste en la comprensión de los designios de Dios, pero en la sumisión a los
mismos”.
“Pon tu confianza en Él. No en personas o circunstancias o sueños o programas o planes, no en
ninguna noción humana de lo que va a pasar o no, sino en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob,
de Daniel y todos los demás. El Dios cuyo Hijo fue a través de los valles más oscuros para que tú y yo
pudiéramos ser salvos. Si alguien está dispuesto a dar su vida por ti, ¿confiarías en él? Por supuesto
que sí. Jesús te amó en ese momento. Él te ama ahora. Él te va a estar amando cada minuto de cada
hora de cada día del resto de tu vida, y no importa lo que pase, nada puede separarte de ese amor. Yo
sé que es verdad. He encontrado un Refugio seguro y firme en mi Señor y Salvador, la única
seguridad real, ¡los brazos eternos! He caminado con Dios por mucho tiempo. Yo sé que Él cumple
sus promesas”.
¡MISERABLE HOMBRE DE MÍ!
Por Jeremiah Johnson
Cada creyente entiende la frustración, la confusión y la duda causada por nuestro pecado después de
que somos salvos.. Sabemos que hemos sido transformados por el poder de la obra redentora de Dios.
Ha cambiado nuestra naturaleza y nos hizo libres del dominio del pecado y de Satanás. Pero no
siempre vivimos en la realidad de esa libertad. De hecho, a veces tenemos la sensación de que seguimos
siendo pecadores impíos, y que nada ha cambiado en absoluto.
La Exasperación Apostólica
Esa angustia sobre el pecado restante es probablemente mejor descrito por el apóstol Pablo en
Romanos 7:14-25.
14 Porque sabemos que la ley es espiritual, pero yo soy carnal[a], vendido a la esclavitud del pecado.
15 Porque lo que hago, no lo entiendo; porque no practico lo que quiero hacer, sino que lo que
aborrezco, eso hago. 16 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, estoy de acuerdo con la ley,
reconociendo que es buena. 17 Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí. 18
Porque yo sé que en mí, es decir, en mi carne, no habita nada bueno; porque el querer está presente
en mí, pero el hacer el bien, no. 19 Pues no hago el bien que deseo, sino que el mal que no quiero, eso
practico. 20 Y si lo que no quiero hacer, eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que
habita en mí. 21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo la ley de que el mal está presente en mí. 22
Porque en el hombre interior me deleito con la ley de Dios, 23 pero veo otra ley en los miembros de mi
cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está
en mis miembros. 24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me libertará de este cuerpo de muerte? 25 Gracias a
Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios,
pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
Este pasaje ha dejado perplejos a eruditos y teólogos a lo largo de la historia de la iglesia. Está Pablo
describiéndose a sí mismo ante Cristo, o está hablando de otra persona, tal vez alguien con muy poca
madurez espiritual, o un creyente estando atrapado en las garras del pecado? ¿O es este pasaje una
indicación de que Pablo era mentalmente inestable, pareciendo estar a la deriva entre dos modos de
pensar contradictorios? La mente que no ha sido iluminada por el Espíritu Santo de igual manera no
puede tomar ningún sentido de la confesión de Pablo describiéndose a sí mismo.
Dos Pasos Adelante, un Paso Atrás
En su libro El Evangelio Según los Apóstoles, John MacArthur nos ayuda a responder algunas de estas
preguntas y entender el conflicto interno que Pablo describe.
Este no es un cristiano carnal o alguien con un bajo grado de santificación. El uso repetido de Pablo
del pronombre personal en este contexto, hace hincapié en que se trataba de su propia experiencia
personal. Los tiempos verbales muestran que no se consideraba a sí mismo más allá de esta etapa. El
conflicto que se describe aquí fue uno que conocía bien, incluso como un cristiano avanzado. La obra
santificadora de Dios en su corazón es claramente evidente. El dice que odia su pecado (v. 15). Él ama
la justicia (vv. 19, 21). Él se deleita en la ley de Dios de su corazón (v. 22). Agradece a Dios por la
liberación que es suya en Cristo (v. 25). Esas son todas las respuestas de un cristiano maduro, en este
caso como apóstol maduro; no alguien forcejeando en medio de un estado desesperado de carnalidad
continua. De hecho, es la descripción de un hombre piadoso cuyo pecado ocasional se siente como
algo constante cuando se compara con el telón de fondo de sus santos anhelos.
Romanos 7: 14-25 describe así el lado humano del proceso santificador. No hay que ponerlo en
contra de Romanos 8, como hacen algunos, imaginando que estos capítulos describen dos etapas
distintas de crecimiento cristiano. Simplemente dan dos perspectivas diferentes sobre la
santificación. Romanos 7 es la perspectiva humana; Romanos 8 es la perspectiva divina. Romanos 7
es el propio testimonio de Pablo de cómo vivir como creyente controlado por el Espíritu y
espiritualmente fundamentado. El amaba la santa ley de Dios con todo su corazón, sin embargo, se
encontró envuelto en la carne y no pudiendo cumplir de la manera que su corazón quería. ¿Hay
cristianos en cualquier lugar que sean tan espirituales que puedan dar testimonio de una vida vivida
por encima de este nivel? [1] The Gospel According to the Apostles, 113-114 [1]
Para los creyentes, el estire y afloja que el apóstol describe es una acontecimiento común, incluso
frecuente. Entendemos que odiamos el pecado, incluso mientras estamos pecando. Reconocemos la
compulsión de volver a los mismos pecados de los que el Señor nos ha salvado. Y podemos apreciar
cómo las manchas que quedan de nuestro pasado pecaminoso nos llevan a la pregunta de si realmente
hemos sido transformados en absoluto.
Una Fuente Inesperada de Seguridad
Pero en medio de esa frustración, John MacArthur dice que debemos encontrar estímulo y seguridad.
Todos los verdaderos creyentes deben estar viviendo precisamente en este nivel, luchando con la
tensión que Pablo describe entre un hambre cada vez mayor por justicia, por un lado, y una creciente
sensibilidad al pecado por el otro. Aunque el grado de pecado variará dependiendo del nivel de la
madurez espiritual de uno, el pecado en el creyente genuino siempre debe hacer que él o ella sienta el
conflicto que Pablo describe en estos versículos. [2] 114
En un giro ligeramente irónico, la frustración del creyente sobre el pecado y la falta de crecimiento
espiritual es un fuerte indicio de que él está creciendo espiritualmente. De hecho, es el creyente
que notiene esta lucha interior que debería estar preocupado.
Aunque algunos han tratado de afirmar vivir por encima de Romanos 7, sólo revelan su propia
insensibilidad a los efectos generalizados del pecado en la carne. Si ellos honestamente se miden con
las normas de justicia de Dios, se darían cuenta de lo lejos que se quedan cortos. Cuanto más nos
acercamos a Dios, más vemos nuestro propio pecado. Sólo las personas inmaduras, carnales, y
legalistas pueden vivir bajo la ilusión de medirse a la altura por las normas de Dios. El nivel de
penetración espiritual, quebrantamiento, contrición y humildad que caracteriza a la persona
representada en Romanos 7 son marcas de un creyente espiritual y maduro que ante Dios no tiene
ninguna confianza en su propia bondad y logros.
Así que Romanos 7 no es el grito de un cristiano carnal que no se preocupa de la justicia, sino el
lamento de un cristiano piadoso que, en el apogeo de la madurez espiritual, sin embargo, se
encuentra incapaz de cumplir con la estándar santo. Es también la experiencia de cada creyente
genuino en cada etapa del desarrollo espiritual. [3] 114
Tenemos que tomar un gran consuelo en el hecho de que la lucha contra nuestra carne es una
indicación de la victoria sobre la carne. Pablo no era creyente ordinario – él se encontró a Cristo cara a
cara; el fue llevado lejos para ver las glorias del cielo; fue testigo y realizó milagros a través del poder
del Espíritu Santo. A pesar de todo eso, él todavía luchaba con el pecado, y anhelaba estar libre de las
ataduras de la carne de su antiguo carácter, gritando, “¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?”
(Romanos 7:24).
Eso no fue una señal de exclamación indefensa – él ya sabía la respuesta, ya que de inmediato
identifica a su Salvador: "Gracias a Dios por medio de Jesucristo, Señor nuestro" (Romanos 7:25). La
confianza de Pablo no estaba sobre sí mismo o su justicia, sino en el triunfo de Dios sobre el pecado, la
producción de una esperanza reiterada de la gloria del cielo. Él deja en claro esto en solo unos pocos
párrafos más adelante en Romanos 8:18-19.
Pues considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son dignos de ser comparados con la
gloria que nos ha de ser revelada. Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar
ansiosamente la revelación de los hijos de Dios.
Su seguridad se basaba en el carácter y las promesas de Dios, y él sabía que el Señor no abandonará Su
obra transformadora en su pueblo antes de que esté terminada. “a ésos también justificó; y a los que
justificó, a ésos también glorificó.” (Romanos 8:30).
Hizo el mismo punto tranquilizador en sus epístolas a la iglesia de Corinto. Él escribió: "Porque esto
corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. . . . . . . Pero gracias a Dios,
que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo "(1 Corintios 15:53, 57). “Porque
asimismo, los que estamos en esta tienda, gemimos agobiados, pues no queremos ser desvestidos, sino
vestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.” (2 Corintios 5:4).
La lucha contra el pecado es algo bueno, siempre y cuando continúe luchando. Es una batalla de toda la
vida, pero como John MacArthur señala, es algo que da fruto significativo.
Sin embargo, por ahora la batalla continúa. La liberación completa aguarda glorificación. La
victoria aquí y ahora sólo es posible poco a poco a medida que muramos a las obras de la carne a
través del poder del Espíritu Santo: “Por tanto, considerad los miembros de vuestro cuerpo terrenal
como muertos a la fornicación, la impureza, las pasiones, los malos deseos y la avaricia, que es
idolatría.” (Colosenses 3:5). “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu
hacéis morir las obras de la carne, viviréis” (Romanos 8:13).
Estamos obligados a ser frustrados por nuestra incapacidad para experimentar la santidad en la
medida en que deseamos. Esa es la experiencia inevitable de todo verdadero santo de Dios. A causa
de nuestra carne nunca podemos en esta vida alcanzar el nivel de la santidad al que aspiramos. “Y no
sólo ella, sino que también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros
mismos gemimos en nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la
redención de nuestro cuerpo.” (Romanos 8:23). ero esa esperanza inflama aún más nuestras
aspiraciones a la santidad. [4] 120
En El Evangelio Según los Apóstoles, John cierra su capítulo sobre Romanos 7 citando 1 Juan 3: 2-3.
Es un buen recordatorio de que mientras que la santidad que anhelamos a veces se siente muy lejos,
nunca está en duda.
Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero
sabemos que cuando El se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos como El es. Y todo
el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro.
La próxima vez vamos a llevar nuestra discusión sobre el pecado, la gracia y la justicia al punto de
partida, al considerar la adopción del creyente en la familia de Dios.
8 PREGUNTAS SOBRE LA ORACIÓN QUE PROBABLEMENTE HAS
ESTADO DEMASIADO AVERGONZADO PARA HACER
¿Alguna vez has tenido una pregunta acerca de la oración que parecía tan evidente (al menos para
todos los demás) de la cual no te atreverías a buscar una respuesta? Si es así, no estás solo. En algún
momento de su viaje espiritual, todo cristiano ha tenido preguntas acerca de la oración. Nunca
debemos sentir vergüenza por las preguntas sinceras que tenemos acerca de la oración, éstas nos
proporcionan una razón para buscar en la Escritura, para obtener conocimiento sobre Dios y para
hacerle a creyentes conocedores estas preguntas que tenemos sobre la comunicación con Dios.

Aquí están algunos ejemplos de preguntas que quizás (como yo) han tenido acerca de la oración, y que
(también como yo) se han sentido demasiado avergonzados para preguntar:
¿Qué es exactamente la oración?
La oración es un encuentro con Dios iniciado por Dios, en el que humildemente nos comunicamos con
el Señor y le adoramos, confesamos nuestros pecados y transgresiones, y le pedimos que llene nuestras
necesidades y los deseos de nuestro corazón.
¿Tengo que ponerme de rodillas o cerrar los ojos para orar?
Cuando miramos la Biblia, nos encontramos con el pueblo de Dios involucrado en una variedad de
posiciones cuando oran. No hay una posición Bíblica requerida para la oración. Sin embargo, ciertas
posturas pueden ser herramientas útiles para la oración, ya que nos ayudan a expresar reverencia y
humildad cuando nos encontramos con Dios.
¿Estamos obligados a orar?
Sí, la Escritura nos manda a orar (1 Samuel 12:23; 1 Tesalonicenses 5:17; Lucas 18:1). Como dice Tim
Keller , “Fracasar en la oración. . . no es solo romper una regla: es un fracaso en tratar a Dios como
Dios”.
¿Debemos orar al Padre, al Hijo, o al Espíritu Santo?
Toda oración debe ser dirigida a nuestro Dios Trino: Padre, Hijo y Espíritu Santo. La Biblia enseña que
podemos orar a uno o a los tres, porque los tres son uno. Oración a uno de los miembros de la Trinidad
es oración a todos. En las Escrituras encontramos ejemplos de creyentes que oran al Padre (Salmo 5:2)
y al Hijo (Hechos 7:59). Sin embargo, nunca vemos una instancia en la Biblia donde cualquier persona
ore al Espíritu Santo. ¿Por qué es eso? Debido a que el Espíritu Santo no da testimonio a sí mismo, sino
al Hijo (Juan 15:26). Sin embargo, debido a que el Espíritu Santo es Dios, podemos orar directamente
al Espíritu.
¿Hay oraciones que Dios se niega a escuchar?
Sí, hay al menos una docena de tipos de oración que Dios se niega a escuchar, como oraciones de los
adoradores de ídolos (Ezequiel 8:18) peticiones de oración hechas por aquellos que dudan de Dios
(Santiago 1: 6-7) y peticiones de oración hechas por los que niegan prestar atención a la ley de Dios
(Proverbios 28: 9, Zacarías 7: 11-13).
¿Es aceptable orar repetidamente por la misma cosa?
Sí. De hecho, siempre y cuando por lo que estés orando esté dentro de la voluntad de Dios, eres
animado por la Escritura a llevar repetidamente en oración tu petición (Lucas 18: 1-7 ; Lucas 11: 5-12).
¿Qué significa orar en el nombre de Jesús?
En Juan 14:13-14, Jesús nos enseña a orar en su Nombre: “Y todo lo que pidan en Mi nombre, lo haré,
para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si Me piden algo en Mi nombre, Yo lo haré”. El
simplemente añadir las palabras “en el nombre de Jesús” a nuestra oración no tiene ningún efecto
especial. Jesús no nos está dando una fórmula mágica que va a obligar a Dios a responder a nuestras
oraciones. Lo que orar en el nombre de Jesús significa es que estás orando con la autoridad del Hijo y
pidiéndole a Dios el Padre que actúe sobre nuestras oraciones porque venimos en el nombre de Jesús.
Orar en el nombre de Jesús significa lo mismo que orar conforme a la voluntad de Dios .
¿Qué es la oración de intercesión?
La intercesión es el acto de intervenir en nombre de alguien que está en dificultades o problemas,
suplicando o pidiendo por su caso. La oración de intercesión es simplemente el acto de orar,
intercediendo a Dios, en nombre de alguien que no seas tú mismo. Así como Jesús oró por sus
discípulos y otros creyentes (Juan 17: 6-25) la Escritura deja claro que todos los cristianos deben orar
por los demás.
PREPARADOS EN CRISTO PARA LAS TENTACIONES
Dios nos ha dejado muchas herramientas en Su palabra para que podamos vivir de forma victoriosa en
esta lucha diaria contra la tentación.
En tentación debemos refugiarnos en Cristo, solo él promete ser nuestra fuerza y salvación.
Una doxología a Recordar
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria
con gran alegría, 25al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y
potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
Reina Valera Revisada (1960). (Judas 24–25). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.
¿Cuál fue el mal que hicieron Adán y Eva?
En el contexto de Génesis 3, dónde la caída del hombre hace que toda la raza humana quede bajo la
condenación de Dios. Sólo por desobedecer un mandamiento…
Las maquinaciones de Satanás son muy claras para todos los que hemos sido tentados.
El corazón comienza a latir con mayor intensidad, fijamos nuestra vista, y el miedo nos comienza a
embargar, y en ese momento cuando debíamos pedir ayuda a Dios preferimos luchar con nuestras
propias fuerzas.
En el deseo de ser santos debemos luchar y huir cuando sea necesario, sin duda la Sangre de Cristo nos
limpiará de todo pecado pero recuerda que no tendrá por inocentes al culpable.
Es posible encontrar la similitud que tiene cada tentación y los pasos que vemos en elGénesis 3:1-5,
antes de cometer una rebelión en contra de Dios.
En este acto de desobediencia del mandato de Dios podemos ver alguno pasos:
Eva está sola sin la protección de Adán.
Eva habla con un extraño animal.
Eva se queda a escuchar los argumentos del diablo
Eva no pide ayuda a su esposo.
Eva no clama a Dios quien ciertamente iría a salvarla.
Eva se queda meditando en las palabras del diablo.
Eva comienza a mirar el objeto prohibido por Dios y se queda mirando por cuanto le agradó a la vista.
Eva se da cuenta que era bueno y le daría beneficios.
Tomó del fruto que se le dijo que no tocara.
Comió del Fruto que se le dijo que no comiera y lo compartió con su marido.
Los métodos usados por el Diablo para hacer caer a Adán y Eva en el huerto del Edén, son los mismos
que usa el Diablo hoy para tentarnos, pero está en la sóla gracia de Dios el concedernos la victoria en
las tentaciones, y esta es una lucha que un día acabará cuando estemos con nuestro Padre celestial,
pero hoy debemos estar preparados para distinguir las artimañas y engaños que usará el Diablo para
hacernos caer.
Estos pasos son conocidos para nosotros ya que toda la vida antes de caer en la tentación nos pasa lo
mismo, dejamos la comunión con Dios, estamos con nuestra mente ociosa, y no estamos alerta. El
Diablo sabe esto y es por eso que Cristo nuestro Salvador, nos recuerda:
Que clamemos a Él
Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del maligno. (Mateo 6:13)
Estar alertas y en comunicación con Dios.
Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es
débil. (Mateo 26.41)
¿De qué modo somos culpables del mismo pecado?
Al ser los primeros padres de la raza humana los cuales transgredieron el mandamiento de Dios, la
condenación y el castigo de Dios pasó a toda la raza humana de modo que todos hoy sabemos que
hemos de morir, es por causa del pecado, como afirmaRomanos 5:12, de este modo todos los hombres
nacemos con el germen del pecado incrustado en el centro de nuestro corazón, y necesitamos un
salvador para poder ser libres de la condenación eterna del pecado, el cual Dios se encargará de juzgar
como Dios Justo.
Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte
pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. (Romanos 5:12)
¿Qué podemos hacer?
Solo el Evangelio de Cristo puede salvarnos, por los méritos de Cristo seremos justificado y salvados.
1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 2
por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos
en la esperanza de la gloria de Dios. 3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las
tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 4 y la paciencia, prueba; y la prueba,
esperanza; 5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros
corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.
6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 7 Ciertamente, apenas
morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 8 Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 9Pues
mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 10 Porque si siendo
enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados,
seremos salvos por su vida. 11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor
nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
Reina Valera Revisada (1960). (Romanos 5.1–11). Miami: Sociedades Bíblica Unidas.
¿PUEDE UN CRISTIANO DEPRIMIRSE? | #COALICIÓNRESPONDE
#coaliciónresponde es una entrada semanal donde los contribuyentes de Coalición por el Evangelio
dan respuesta a diversas inquietudes. Puedes usar #coalicionresponde en las redes sociales o
escribirnos a coalicion@thegospelcoalition.org con tus preguntas.
La depresión, definida por la Organización Mundial de la Salud como un trastorno caracterizado por la
presencia de tristeza, pérdida de interés o satisfacción y sensación profunda de cansancio, afecta a más
de 350 millones de personas en el mundo. De igual manera, son muchos los miembros de nuestras
iglesias que experimentan sentimientos de futilidad, infelicidad y desesperanza. Entonces, ¿puede un
cristiano sufrir depresión?
En la Palabra encontramos sentimientos que nos dejan ver a creyentes deprimidos. El ey David, por
ejemplo, confesó esta clase de emociones:
“Mi alma también está muy turbada; y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;
sálvame por tu misericordia”, Salmos 6:3-4.
“¿Hasta cuándo pondré consejos en mi alma, con tristezas en mi corazón cada día? (…) Mira,
respóndeme, oh Jehová Dios mío; alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte”, Salmos 13:2-3.
Otros creyentes han experimentado sentimientos similares. Vemos a Elías atormentado por la
persecusión de Acab y Jezabel, aun deseando la muerte (1 R. 19:4-14). También Jeremías, quien
expresó “A causa de mi fuerte dolor, mi corazón desfallece en mí” (Jer. 8:18). La historia de la iglesia
también nos habla de otros siervos que han experimenta depresión, como el “príncipe de los
predicadores”, Charles Spurgeon, quien en más de una ocasión estuvo tan deprimido que sus diáconos
tuvieron que traerlo al púlpito a predicar.
Las calamidades repentinas, la muerte de las personas amadas, las enfermedades que causan dolor e
incapacidad, la pérdida de los medios para el sostenimiento familiar, la separación conyugal, la férrea
rebeldía de los hijos, así como adversidades como la persecución o el horror de la guerra, hacen crecer
el índice de depresión entre nosotros. Estas circunstancias de la vida en este mundo, en el cual Jesús
dijo que tendríamos aflicción, pueden desencadenar un ánimo depresivo. Especialmente cuando
nuestra atención y nuestras fuerzas están concentradas casi enteramente en las situaciones que
afrontamos, y no en el Dios en quien creemos y de quien dependen todas las cosas.
Entonces sí, por supuesto que un cristiano puede deprimirse. La gran interrogante, por tanto, no es si
los cristianos genuinos pueden o no deprimirse, sino más bien, ¿cómo puede un creyente hacerle
frente a sus sentimientos de desánimo? Como sabiamente escribió el Dr. Martyn Lloyd-Jones en
su obra “Depresión espiritual”, las Escrituras nos muestran cómo diversos hombres de fe padecen esta
clase de emociones, “lo cual no significa que no sean cristianos, sino que se están perdiendo de
mucho”. Mientras nos muestra el dolor, la Palabra nos da principios para afrontar la tristeza y la
futilidad.
Conforme ponemos nuestra mente y nuestro corazón en Dios, apartamos nuestra vista y nuestra
atención de nosotros mismos y de las aflicciones que sufrimos, de modo que aunque abrimos nuestro
corazón al Señor como David en el Salmo 13 diciendo “¿Hasta cuándo me librarás?”, terminamos
recordando sus bondades y, como el rey, anticipando su ayuda:
“Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se alegrará en tu salvación. Cantaré a Jehová,
porque me ha hecho bien”, Salmos 13:5-6.
Además de demostrar cuán triste y desalentado puede llegar a sentirse un creyente, estos salmos nos
presentan la gloriosa realidad de que Dios sostiene a los que se apoyan en su misericordia y confían en
su salvación. Conforme expresaban sus infortunios, vemos a David expresándose a sí mismo quién
podría socorrerle y librarle de todas sus angustias. De allí aprendemos que, para afrontar su condición
atribulada, todo creyente debe asegurarse de permanecer siempre firme en su devoción al Señor.
Nuestros corazones, engañosos y perversos aún nos juegan sucio y pueden conducirnos a la confusión y
al abatimiento, pero la Palabra de Dios es siempre útil para poner nuestros pensamientos y
sentimientos en orden. Estamos llamados, entonces, a persistir en buscar al Señor:
“¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas”,Santiago
5:13.

Como dijo el Dr. Martyn Lloyd-Jones:[1]


“En cierto sentido, un cristiano deprimido es una contradicción de términos, y habla en contra del
Evangelio. Por tanto, nada es más importante que librarnos de una condición que da, a quien nos
mira, la impresión de que ser cristiano significa ser infeliz y andar triste y moribundo. Nos
corresponde, por tanto, representar a Cristo y a su causa, y a su mensaje y poder, de tal modo que
hombres y mujeres… queden impresionados al observarnos y se sientan atraídos, cualesquiera que
sea nuestra circunstancia o condición. Y esto, no sólo por nuestro propio bien sino también por el
bien del reino de Dios y por la gloria de Cristo, en quien creemos”.
Al final, aunque es un hecho que un cristiano puede deprimirse, también es un hecho que el Señor “no
nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Ti. 1:7). No
solo tenemos la capacidad, sino también la responsabilidad –incluso la obligación– de luchar por fe
contra el abatimiento de nuestros corazones, a lo cual debemos aplicarnos a fondo, tal como lo hicieron
los salmistas al reconocer su necesidad y dependencia absoluta de la gracia capacitadora de Dios,
recordando siempre que “las aflicciones del tiempo presente no se comparan con la gloria venidera
que en nosotros ha de manifestarse” (Ro. 8:18)
“Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan
y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”, Isaías
40:29-31.
UN PASTOR Y SU PASADO: ¿QUIÉN ES DIGNO?
El ministerio del Señor Jesucristo es una tarea sagrada.
Para evitar que los pastores y los ancianos piensen que están tratando de competir por la bendición de
Dios, recuerde, Él es el que salva almas, no nosotros. Somos sin duda trabajadores, pero no
producimos el fruto. Plantamos, regamos, y esperamos. Sin embargo, como escribió Pablo: "Dios
[causa] el crecimiento" (1 Corintios 3:6). Por lo tanto, nuestro objetivo no es hacer las cosas para que
Dios, como un padre contento, mire hacia abajo, nos de palmaditas en la cabeza, y nos bendiga.
Sumisamente servimos junto al Padre mientras Él trabaja en los corazones y vidas mediante Su
Palabra cumpliendo Sus propósitos. Sin embargo, a pesar de que es Dios quien está trabajando, a pesar
de que es Dios quien está moviendo corazones, a pesar de que es Dios el Espíritu recreando almas,
debemos estar en forma para el trabajo. Puesto que Dios no habita en la oscuridad, no tiene algún tipo
de pecado, ni hace nada sino lo que es bueno, justo y perfecto, así también el hombre que ministra a
Dios mismo debe ser justo. Considere Levítico 10:3: “Entonces Moisés dijo a Aarón: Esto es lo que el
Señor habló, diciendo: “Como santo seré tratado por los que se acercan a mí, y en presencia de todo
el pueblo seré honrado.” Y Aarón guardó silencio.”
Nadab y Abiú no eran santos. Ellos estaban operando fuera de los parámetros que Dios había
establecido en su palabra en relación con las ofrendas de fuego. Su desobediencia, que fue motivada
por robo y gloria por sí mismo, causó su consumación por el fuego. El recordatorio resultante para
Aaron de su hermano Moisés, era que quien sirviera a Dios debe demostrar a los demás que están
mirando que el Dios a quien están sirviendo es santo y debe ser honrado con temor. Dios es santo y
como tal no debe ser tratado como común. Si Él es tratado como cualquier otra cosa en este mundo,
entonces se produce el juicio. Él es santo, sin pecado, sin oscuridad, y Él es fuego consumidor. Su odio
a cualquier cosa ofensiva es evidente en Su ira, justicia y castigo de la misma. Si algo aprendemos de las
normas del Antiguo Testamento sobre el sacrificio, aprendemos que hay ofrendas aceptables e
inaceptables. Por ejemplo, Levítico 22:17-21: 17 Y el Señor habló a Moisés, diciendo: 18 Habla a Aarón
y a sus hijos y a todos los hijos de Israel, y diles: “Cualquier hombre de la casa de Israel o de los
forasteros en Israel, que presente su ofrenda, ya sea de sus ofrendas votivas o de sus ofrendas
voluntarias, las cuales presenta al Señor como holocausto, 19 para que os sea aceptada, ésta debe ser
macho sin defecto del ganado, de los corderos o de las cabras. 20 “Lo que tenga defecto, no ofreceréis,
porque no os será aceptado. 21 “Cuando alguno ofrezca sacrificio de ofrenda de paz al Señor para
cumplir un voto especial o como ofrenda voluntaria, del ganado o del rebaño, tiene que ser sin
defecto para ser aceptado; no habrá imperfección en él. ‘"
Al demandar animales sin defectos en particular, los utilizados para el sacrificio, Dios estaba
demostrando a la gente lo que Nadab y Abiú aprendieron de la manera más difícil – Dios es santo, y
sólo las cosas santas deben ser llevados cerca de Él. Esto es algo terrible. Esto significa que nuestra
adoración en la iglesia sólo es aceptable bajo las instrucciones apropiadas del Señor. Santiago escribió,
Santiago 4:8-10: 8 Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros. Limpiad vuestras manos, pecadores;
y vosotros de doble ánimo, purificad vuestros corazones. 9 Afligíos, lamentad y llorad; que vuestra
risa se torne en llanto y vuestro gozo en tristeza. 10 Humillaos en la presencia del Señor y El os
exaltará.
Las frases "Acercaos a Dios … limpiad … purificad … en la presencia del Señor" son todos términos de
adoración tomados directamente de las prácticas de adoración del tabernáculo del Antiguo
Testamento. Santiago está diciendo: "Ni siquiera piensen que serán aceptables a Dios en la adoración y
el ministerio si están albergando manos sucias y corazones sucios.” Como Ananías y Safira aprendieron
(Hechos 5:1-16), Dios tiene el derecho, incluso en la iglesia, de castigar con la muerte inmediata a
cualquiera que ofenda Su santidad.
¿Quién es Digno?
Ahora, habiendo dicho todo eso, ahora nos preguntamos: "¿Cómo es que algún hombre puede servir a
Dios en el ministerio? ¿No somos todos inmundos?” La respuesta es Sí. Sí, lo estamos.” Ese es el punto.
Ninguno de nosotros es aceptable para servir al Señor en el ministerio. No sólo somos incapaces de
realizar la obra de la Palabra en el corazón, sino que no somos capaces de deshacernos de los pecados
que todavía residen en nosotros antes de decir, “Por favor, vayan a sus Biblias para …”
¿Cómo conciliar esto? ¿Por qué no somos todos consumidos antes de que entremos en el púlpito? Aquí
está la respuesta: gracia.
En este artículo, vamos a introducir esta dinámica de servicio aceptable a Dios por medio de la gracia y
con el siguiente artículo responder a preguntas difíciles como: “¿Puede una persona que era (antes de
la regeneración) un pedófilo / asesino / ladrón / etc … servir en la iglesia ?” Aunque hay requisitos que
serán discutidos, la respuesta a estas preguntas es" sí ".
Empecemos por mirar nuestro texto base, 1 Corintios 15:8-10. Usaremos Pablo como nuestro ejemplo
(1 Timoteo 1:16) a lo largo de esta serie.
“…y al último de todos, como a uno nacido fuera de tiempo, se me apareció también a mí. Porque yo
soy el más insignificante de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la
iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana;
antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.”
El apóstol Pablo fue usado enormemente por el Señor. Recibió visiones, vio al Señor personalmente,
exhibió los dones milagrosos de un apóstol, sufrió persecución, y, lo más milagrosamente de todo,
Saulo era hijo de Dios desde antes de la fundación del mundo! Sin embargo, aquí está lo que Pablo hizo
antes de su regeneración: “Yo ciertamente había creído que debía hacer muchos males en contra del
nombre de Jesús de Nazaret. Y esto es precisamente lo que hice en Jerusalén; no sólo encerré en
cárceles a muchos de los santos con la autoridad recibida de los principales sacerdotes, sino que
también, cuando eran condenados a muerte, yo daba mi voto contra ellos. Y castigándolos con
frecuencia en todas las sinagogas, procuraba obligarlos a blasfemar; y enfurecido en gran manera
contra ellos, seguía persiguiéndolos aun hasta en las ciudades extranjeras” (Hechos 26:9-11)
Saulo era un agresor; odiaba la iglesia, a Cristo y Su Nombre. Él consintió la muerte de Esteban y de
otros, por su propia admisión. Lo hizo todo en el nombre hipócrita de la religión. En resumen, a causa
de este comportamiento, Saulo fue el primero de los pecadores (1 Timoteo 1:15).
Y, sin embargo, se convirtió en un apóstol. Él era anciano calificado. ¿Cómo es esto posible? Una vez
más, la respuesta es la gracia. Él sabía que él era el más pequeño de todos los apóstoles y no merecía
ser apóstol. Sin embargo, la transferencia de lo que era a lo que él se convertiría fue la obra de
redención a través de la gracia. Usted ve, la gracia no es tan simple como ser tratado como si nunca
hubiese pecado. La gracia es la disposición de la justicia absoluta libremente a los pecadores – aquellos
que deliberadamente transgreden. La santa, hermosa y perfecta justicia del Hijo de Dios es dada, no
ganada, al pecador endurecido, entenebrecido y diabólica que Dios ha llamado. Esto es gracia
(Romanos 5:20-21). Pablo entendió que ésta era la única razón por la que él era un apóstol, ya que la
gracia no está inactiva (Tito 2: 11-12). La gracia es efectiva – todo tiempo! Por lo tanto, no importa lo
que una persona fue antes de la gracia, sino sólo después de la gracia. La provisión de justicia es
demostrada más en los pecadores, no en los santos. Es decir, el transgresor, el pedófilo, asesino,
racista, adúltero (ver 1 Timoteo 1: 8-11), son el teatro de la gracia, no el que ya tiene suficiente justicia
(véase Lucas 18: 9-14 ). Si vemos esto en un hombre como Saulo / Pablo, también tenemos que estar
dispuestos a ver esto en un pastor o un anciano de hoy. El asunto no se trata de rectitud personal. El
asunto es acerca de la evidencia de la gracia de Dios en el corazón del hombre que se manifiesta con el
tiempo. No se trata de lo que era, sino de lo que es. ¿Muestra el ahora evidencia de regeneración? ¿Ha
sido probado y llevado fruto? ¿Ha dejado con gozo aquellos pecados con el fin de seguir a Cristo? Si es
así, permítale servir!
Dado el tiempo suficiente, la verdadera naturaleza de su regeneración será evidente (1 Timoteo 5:24-
25). Pero de ninguna manera deberíamos condenar el siervo que Dios ha justificado. No castigue a un
hombre cuya deuda imposible fue perdonada por Dios como si él le debiese un poco.
La próxima vez, vamos a ser un poco más específico y vamos a explicar porque esto es así.
SECRETO DE GORDURA: EL PECADO INVISIBLE DE LA GULA
Oliver Twist no podía ser acusado de gula cuando expresó su petición educadamente audaz, “Por favor,
señor, quiero un poco más.” Pero una petición idéntica de la boca del joven mullido Augustus Gloop, el
obeso adicto a los dulces en Charlie y la Fábrica de Chocolate,extraería un llamado para la moderación
de cualquier dietista digno de su sal.
La gula no es esa sensación de hambre de querer otra vez cuando no ha tenido suficiente comida para
satisfacer su hambre; es el pecado de exceso de consumo desenfrenado. La gula es así el primo
hermano de la embriaguez.
Proverbios 23: 20-21 No estés con los bebedores de vino, ni con los comilones de carne, porque el
borracho y el glotón se empobrecerán, y la somnolencia se vestirá de harapos..
Un clima templado disfrutando de la comida y bebida fermentada es digna de elogio en la Escritura
(ver Deut 14:26 ; Eccl 9:7 ; 1 Tim 4:3 ). Sin embargo, la Escritura condena los excesos disolutos de
cualquier tipo como una deficiencia sub-cristiana irresponsable en el autocontrol (Efesios 5:18; 1 Tim
3:8 ; Tito 1:12).
Lo que hace a la gula un tema tan difícil de encajar en nuestra teología, es que la identificación del
pecado no es tan obvio como uno podría esperar. Parece evidente que la corpulencia de la cintura de
una persona es inversamente proporcional a su auto-control —entre menos puede frenar el apetito más
agujeros en el cinturón tendrá que pasar por alto. Y de la misma manera parece tan claro como el agua
que una persona delgada debe poseer una disciplina gastronómica inquebrantable. Pero este
rudimentario evaluación "echando un vistazo a su" puede en realidad resultar muy engañosa.
Un individuo metabólicamente afortunado puede absorber calorías como una aspiradora, mientras que
una persona dotada con el metabolismo de un oso hibernando convierte espárragos en celulitis sin
derramar sudor. Un mal funcionamiento de la tiroides es otra causa común de aumento de peso
inevitable, mientras que innumerables enfermedades incitan a la pérdida de peso no deseado.
Simplemente no hay indicador visible universal del pecado de exceso. O se podría decir, no hay
ninguna prueba que sea talla única para todos.
Un glotón podría ser delgada, y uno d evoca pequeña podría ser corpulento. La gente de la época de
Jesús entendieron esto. Los fariseos lo acusaron de ser un glotón y un borracho (Mateo 11:19),
presumiblemente a pesar de su apariencia física, no a causa de ella. Es muy dudoso que Jesús fuera un
hombre de circunferencia, esto habría tomado mucho tiempo para simplemente reponerse de su
demacración de cuarenta días, especialmente a la luz de su itinerario sumamente ambulante.
Dicho esto, también hay una probabilidad considerable de que muchos cristianos de nuestras iglesias
están sucumbiendo a la tentación de la intemperancia en sus hábitos alimenticios. El pastor Rick
Warren admitió recientemente que la idea para su programa de dieta enormemente popular, La Dieta
de Daniel,vino a él mientras bautizaba una línea exhaustivamente larga de congregantes
excesivamente corpulentos. (Vamos a pasar por alto que la dieta de Daniel le hizo más gordo, no más
delgado. Ver Dan 1:15 ).
El pecado de la gula es invisible en nuestras iglesias que intencionalmente ignoramos.
Aquí hay cinco razones posibles de por qué:
La mayoría de nosotros no estamos en la lucha con nuestro peso, por lo que nos sentimos como
hipócritas llamando la atención a alguien por su consumo excesivo, porque sabemos que no tenemos
control de sí mismo tampoco.
Los que están en un peso saludable, y que entienden la lucha para llegar allí, tienen una sincera
simpatía por aquellos que no lo están, y lo cual tal vez son reacios a añadir a su carga emocional
confrontándolos en pecado.
El pastor de la iglesia tiene sobrepeso y quien quiere la difícil tarea de confrontarle? Yo no. Él es,
después de todo, más piadosa que yo en muchas otras áreas de su vida.
Nosotros no pensamos del comer en exceso como un pecado grave, porque hay tantos pecados más
perniciosos que perjudican a otras personas.
No sabemos si la persona tiene una razón médica genuina por su aspecto, y ¿Quién quiere preguntar?
Es más fácil que asumir lo mejor de ellos.
Como alguien que ha sido más grande que ser saludable, puedo testificar que una conversación
amorosas y preocupada de un amigo cristiano cercano fue suficiente para que me diera cuenta de que
mi alimentación era una cuestión espiritual.
Mi reacción inmediata e inmadura era señalar a mi amigo que había muchos otros dentro de nuestro
círculo de conocidos que eran más, más "más culpable" de lo que yo era. Su respuesta fue alentadora y
convincente: “Sí, pero tú me invitaste a ayudarle a crecer espiritualmente, y una victoria para ti, te
preparará para ayudar a otros."
Tomé mi salud más en serio, me comprometí más con una dieta moderada equilibrada, y lo hice una
cuestión de oración y adoración al Señor. ¿Que pasó? Mi lucha con la gula ha pasado a caído bajo
tierra.
Ahora que estoy en mejor figura y en salud física, nadie pestañea un ojo cuando devoro más de lo que
debería. Por lo tanto, quiero hacer hincapié una vez más: la gula no es sobre el aumento de peso /
pérdida y el ejercicio, se trata de crecimiento espiritual y su caminar con el Señor (1 Timoteo 4: 8).
La salud física es una batalla interna más que externa. Pero es una cuestión que los cristianos deben
ayudarse mutuamente a abordar. No necesitamos más libros de dietas, necesitamos la gracia de Dios.
Necesitamos el apoyo de amigos. Y necesitamos el fruto del Espíritu.
Y cuando tengas hambre por la gracia de Dios solo ora: “Por favor, Señor, quiero un poco más.”
¿POR QUÉ TANTOS SERMONES SUENAN COMO DISCURSOS DE
CAMPAÑA?
Una Fe Mundana
En el mundo de la política, el mes pasado ha estado lleno de gran intensidad. Sin escasez de
candidatos, hay montones de personas que desean ser el próximo presidente de los Estados Unidos. En
medio de la pompa y la circunstancia cada candidato, pronuncia un discurso lleno de promesas que se
acumulan a ese clímax de su declaración de candidatura. Sin embargo, si usted reflexiona sobre la
retórica brevemente, ¿a que le suena similar? Por desgracia, parece que suena gran parte de la
predicación que viene desde los púlpitos de hoy.
Los pastores y los políticos están predicando el mismo mensaje: el evangelio de la prosperidad. Con
promesas de una vida mejor, su significado es claro: una vida mejor viene de más riqueza. Todos ellos
han adoptado el lema Walmart (Ahorra dinero. Vive mejor.). Para los pastores y los políticos por igual
esto solo es la premisa para todas las promesas de Dios. ¿Qué nos dice esto? Que no hay distinción
entre la cultura y la iglesia.
Con una amplia influencia, el mensaje tiene un amplio impacto. Las personas farisaicas declaran un
evangelio de la realización personal. El Dios de la Biblia ha sido destronado y el Dios de sí mismo ahora
reina porque la fe no se basa en la cruz y Cristo, sino en la celebridad y la carnalidad.
Este tipo de mensaje hace poco para la gloria de Dios y todo para la gloria de uno mismo. Hace de la
verdadera proclamación del evangelio difícil para aquellos de nosotros que tenemos una preocupación
genuina por las almas eternas de las personas con las que tenemos contacto. El daño hecho por esta
falsa ideología tiene consecuencias eternas y nuestra gente está siendo atacada con ello por los que
afirman no tener fe en Dios y aquellos que afirman toda la fe en Dios. ¿Qué significa esto, entonces,
para los auténticos y fieles seguidores de Cristo?
Una Fe Celestial
Esto significa que debemos tener una fe que se base correctamente, de modo que es posible que no nos
dejemos llevar por el mundo y podemos ser un ejemplo para el mundo. Es una fe que se encuentra
tanto en sus premisas y promesas en el único y verdadero Dios. Correctamente obsesionado con el Dios
del cielo, el Salmo 123 nos ofrece una demostración de lo que es la fe legítima.
El salmista escribe:
1A ti levanto mis ojos,
¡oh tú que reinas en los cielos!
2 He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de su señor,

como los ojos de la sierva a la mano de su señora,


así nuestros ojos miran al Señor nuestro Dios
hasta que se apiade de nosotros.
3 Ten piedad de nosotros, oh Señor, ten piedad de nosotros,
porque muy hartos estamos de desprecio.
4 Harta en extremo está nuestra alma

del escarnio de los que están en holgura,


y del desprecio de los soberbios.
De estos versículos vemos tres principios sobre la fe legítima:
La fe es Sensible (Salmo 123: 1): Entronizado en los cielos se sienta el Dios que escucha nuestras
alabanzas y súplicas. Este creador y sustentador impresionante es el objeto de la fe. Porque Él es un
Dios que se ha demostrado una y otra vez a través de la verificación de su Palabra y Su historia
(historia), la fe sólo en Él es racional. Colocar su fe en Dios, simplemente tiene sentido. Es sensible.
La fe es sostenible (Salmo 123:2): La vida de un esclavo o criado estaba envuelta en su maestro. Tenían
expectativa y confianza en que su amo se haría cargo de sus necesidades. No tenían ninguna necesidad
de buscar en otra parte debido a que su amo les sustentaba. Y así es también con nuestro Señor. No
tenemos ninguna necesidad de poner nuestra fe en ningún otro lugar, porque sólo Él es todo lo que
necesitamos para sostener. Teniendo confianza en quién es Él y Sus promesas dadas, podemos
descansar confiadamente en saber que Él es un Dios que satisface nuestras necesidades.
La fe es Estable (Salmo 123: 3-4): Al igual que aquellos clamando a Dios, vivimos en medio de un
mundo que a menudo nos odia. Esto no fue inesperado (ver Mateo 10:22; Juan 15:18). El mundo va a
atacar de manera vil y, a veces violenta contra los siervos de Dios. Sin embargo, debido a nuestra fe en
Él, no hay miedo, no hay dolor, y no hay ansiedad. En su lugar hay consuelo y gozo. Debido al objeto de
nuestra fe, Dios no cambia, tampoco lo hace nuestra fe. Nuestra fe perdura en las circunstancias
buenas y malas; nuestra fe se mantiene en las circunstancias fáciles y en las difíciles.
Una Fe Piadosa
La fe en Dios es razonable, sostenible y estable. La fe siempre mira hacia Dios. La fe mira más allá del
mundo que es y al mundo que está por venir. A medida que los candidatos prometen prosperidad,
podemos estar agradecidos de que nuestra fe no está en los hombres, sino en Dios. Mientras el mundo
mira a los hombres y mujeres compitiendo por la presidencia, luchando en el tormento debido a la
incertidumbre del futuro, podemos ser un ejemplo para ellos, descansando en paz debido a la certeza
de ello.
LA HEREJÍA DE LA SUPERIORIDAD RACIAL – SUPERANDO EL PASADO
Y ENFRENTANDO LA VERDAD
Por Albert Mohler
Entre los cristianos, la palabra herejíadebe ser utilizado con cuidado y precisión. No todo error
doctrinal es una herejía, aunque todo error doctrinal ha de ser evitado. Una herejía es la negación o la
corrupción de una doctrina cristiana que es central en la fe y esencial al evangelio. El finado teólogo
Harold OJ Brown define la herejía como un error doctrinal "tan importante que los que lo creen, quien
la Iglesia llama a herejes, deben considerarse que han abandonado la fe."
Eso establece claramente el tema. Los premilenialistas consideran que los postmilenialistas estar en un
error, pero no consideran a los posmilenialistas como herejes. Los que niegan la Trinidad, por el
contrario, son herejes, y la iglesia creyente deben considerar a los no trinitarios haberse apartado de la
fe. Lo mismo hay que decir de los que niegan la plena deidad y la humanidad de Jesucristo. Mucho más
se puede decir de la herejía, pero la palabra debe ser utilizada con cuidado y precisión.
Los protestantes, correctamente junto con los reformadores, han insistido en que la justificación por la
fe solamente es también fundamental para el evangelio de Cristo y esencial para cualquier
proclamación de ese evangelio. Martín Lutero, por ejemplo, considera la justificación ser articulus
stantis et ecclesiae cadentis – el artículo del que la iglesia se mantiene o cae, y así es.
Hoy en día, justo reconocemos y condenamos otra herejía que ha levantado su fea cabeza en los
últimos días, y tan terriblemente. El asesinato de nueve fieles reunidos en African Methodist Episcopal
Church Emanuel en Charleston, Carolina del Sur es una demostración espantosa del poder mortal de
esta herejía. El hombre blanco joven acusado de los asesinatos, hasta ahora, no ha afirmado una
justificación teológica por sus actos. Sin embargo, ha sido expuesto como un hombre joven cuya
cosmovisión es salvajemente deformada por la ideología de la superioridad racial – la superioridad
blanca – y la ideología grotesca y horrible que le impulsó es ahora inseparable de los asesinatos que se
le acusa haber cometido.
Si el alcance de esa ideología podría limitarse a unas pocas figuras marginales, podríamos dejarnos
menos preocupados. Pero la ideología que fue representado en las palabras reportados de Dylann Roof
mientras asesinó y en las fotografías y las pruebas que se encuentran en sus publicaciones en Internet
no se limita a una pequeña franja. Usted no tiene que colgar una bandera que represente a los
gobiernos del apartheid de Sudáfrica o Rhodesia para ser un racista.
La ideología de la superioridad racial es una de las evidencias más tristes y sórdidas de la caída y sus
efectos horribles. A lo largo de la historia, las ideologías raciales han sido fuerzas motrices de guerra,
de la cohesión social, de la demagogia y de las dictaduras. La teoría de la raza fue fundamental para el
régimen nazi y fue utilizada por ambos lados en el teatro del Pacífico de la Segunda Guerra Mundial.
En ese teatro de la guerra, tanto los japoneses y los estadounidenses afirmaron que el otro era una raza
inferior que debía ser derrotada por la fuerza. Los japoneses afirmaban la superioridad racial como
elemento central de su subyugación de otros pueblos asiáticos.
Al mismo tiempo, muchos estadounidenses blancos afirmaron y asumieron la superioridad del
caucásico de piel a piel negro y marrón – o cualquier otro color de piel. La principal "línea de color",
como Frederick Douglass lo llamó en 1881, ha sido siempre en blanco y negro en América. Si bien este
es un problema nacional, y las teorías de superioridad racial han sido populares tanto en el Norte como
en el Sur, fueron los estados de la antigua Confederación los que dieron esas ideologías su suelo más
fértil. La superioridad blanca se afirmó como una creencia tanto por Abraham Lincoln y Jefferson
Davis, pero fue la Confederación la que hizo de la superioridad racial un propósito central.
Más humillante aún es el hecho de que muchas iglesias, clérigos y teólogos dieron sanción a esa
ideología de la superioridad racial. Si bien esto es cierto en todas las iglesias del sur, los bautistas del
sur tienen una responsabilidad particular y peso de historia. La Convención Bautista del Sur no sólo
fue fundada por los dueños de esclavos; fue fundada por hombres que tenían a una ideología de
superioridad racial y que impregnaron esa ideología en la argumentación teológica escandalosa. A
veces, la superioridad blanca fue defendida por una exégesis pútrida de la Biblia que afirmó una
"maldición de Cam", como la explicación de la piel oscura – un argumento que refleja tal ignorancia de
las Escrituras y tal exégesis vergonzosa que sólo podía ser creída por aquellos que estaban buscando un
argumento para satisfacer sus prejuicios.
Llevamos la carga de esa historia hasta nuestros días. La superioridad racial es un pecado tan antiguo
como el Génesis y tan contemporáneo como los asesinatos en la Iglesia Emanuel AME en Charleston.
La ideología de la superioridad racial no sólo es pecado, es mortal.
Con mucho gusto estoy con los fundadores de la Convención Bautista del Sur y El Seminario Teológico
Bautista del Sur en su afirmación valiente de la ortodoxia bíblica, creencias bautistas, y el celo
misionero. No habría Convención Bautista del Sur y no habría Seminario Sur sin ellos. James P. Boyce
y Basil Manly, Jr. y John A. Broadus eran titanes de la fe una vez dada a los santos.
Pero hay más en la historia. Boyce y Broadus eran capellanes en el ejército confederado. Los
fundadores de la SBC y de Southern Seminary eran racistas defensores de la esclavitud. Hace apenas
unos meses que estaba leyendo una historia de Greenville, Carolina del Sur, cuando me encontré con
una declaración racista hecha por James P. Boyce, mi predecesor último como presidente del
Seminario Teológico Bautista del Sur. Fue tan sorprendente que tuve que encontrar una silla. Esto,
también, es nuestra historia.
Por cada estimación, Boyce y Broadus eran caballeros cristianos consumados, dada la cultura de su día.
Habrían sido horrorizados, estoy seguro, por cualquier acto de violencia contra cualquier persona. Pero
cualquier cepa de superioridad racial, y especialmente cualquier cepa bañada en el lenguaje de la
teología cristiana, es mortalmente peligrosa de todos modos.
En 1995, en el 150 aniversario de la fundación de la Convención Bautista del Sur, la denominación se
arrepintió públicamente de sus raíces en la defensa de la esclavitud. En 2015, mucho más se requiere
de nosotros. No es suficiente arrepentirse de la esclavitud. Debemos arrepentirnos y buscar confrontar
y eliminar todas las cepas de superioridad racial que permanecen y buscar con todas nuestras fuerzas
ser el tipo de iglesias de las que Jesús estaría orgulloso – el tipo de iglesias que se verán como la cena
de las bodas del Cordero.
Estoy seguro de que no sé todo lo que ello requerirá de nosotros. Tengo la intención de mantener los
nombres en nuestros edificios y estar de pie sin disculpa con los fundadores y su afirmación de la
ortodoxia Bautista. Pero esos nombres en nuestros edificios y sillas de universidad y profesores y sillas
de catedráticos no representan el orgullo puro. También representan el peso de la historia y de la
urgencia del arrepentimiento. Nosotros los vivos no podemos arrepentirnos, en nombre de los que
están muertos, pero podemos arrepentirnos por el legado que perpetuaríamos por otra parte y
ampliaríamos por el silencio..
No voy a quitar esos nombres de los edificios, pero llevo la carga de contar toda la historia y el
reconocimiento de la totalidad de la herencia. Llevo la responsabilidad de arreglar las cosas en la
medida en que tengo la oportunidad de ponerlas bien. Estoy muy agradecido de que las ideologías
racistas del pasado justamente horrorizarían a la facultad y los estudiantes del presente. ¿Estamos aún
horrorizados lo suficiente?
No voy a quitar los nombres de los edificios, pero nunca podría enarbolar el pabellón que representó su
causa en la batalla. Sé muy bien que los defensores de hoy de esa bandera -, con mucho, la mayoría de
ellos – no tienen la intención de enviar un mensaje racial ni de desafiar los derechos civiles. Pero
algunos lo hacen, y no hay manera de escapar del simbolismo que tanto hiere a nuestros vecinos – y
nuestros hermanos y hermanas en Cristo. Hoy en día, la mayoría de quienes defienden esa bandera lo
hacen para reclamar un patrimonio y de expresar el amor por una región. Pero esa no es toda la
historia, y lo sabemos.
Y ahora la parte más difícil. ¿Fueron herejes los fundadores de la Convención Bautista del Sur y Los
herejes Seminario Teológico Bautista del Sur?
Defendieron todas las doctrinas que ellos creían eran centrales y esenciales para la fe cristiana como se
revela en la Biblia y como se afirma en toda la historia de la iglesia. Ellos trataron de defender la
ortodoxia Bautista en una época ya cansada de la ortodoxia. Ellos nunca se habrían imaginado a sí
mismos como herejes, y en un sentido, desde luego no lo eran. Tampoco, debemos añadir, fue Martín
Lutero un hereje, aun cuando él expresó su horrible antisemitismo.
Pero yo diría que la superioridad racial en cualquier forma, y la superioridad blanca como el tema
central de nuestra preocupación, es una herejía. La separación de los seres humanos en las filas de
superioridad e inferioridad diferenciados por color de la piel es un ataque directo contra la doctrina de
la creación y un insulto a la imago Dei – la imagen de Dios en la que todo ser humano ha sido creado.
La superioridad racial es también directamente subversiva del Evangelio de Cristo, reduciendo
efectivamente el poder de su expiación sustitutiva y socavando la fiel predicación del evangelio a todas
las personas y, a todas las naciones.
Para poner el asunto claramente, no se puede apegarse de forma simultánea a una ideología de
superioridad racial y presentar correctamente el evangelio de Jesucristo. No se puede afirmar su
superioridad racial y al mismo tiempo defender la fe una vez dada a los santos. Por lo que yo puedo
decir, nadie confronto a los fundadores de la Convención Bautista del Sur y El Seminario Teológico
Bautista del Sur con la realidad brutal de lo que estaban haciendo, creyendo y enseñando en este
sentido. Lo mismo parece ser cierto en el caso de Martín Lutero y su antisemitismo. Por lo demás,
¿cuán recientemente fueron estos pecados reconocidos como pecados y de los que arrepentirse? El
problema no se limita a los nombres de los fundadores en nuestros edificios.
Yo creo que la superioridad racial es una herejía. Esto significa que aquellos que la afirman sin
arrepentimiento y se niegan a la corrección por la Escritura y el evangelio de Cristo deben, como dijo
acertadamente Harold OJ Brown, "considerarse haber abandonado la fe."
No podemos cambiar el pasado, pero debemos aprender de él. No hay manera de confrontar a los
muertos con sus herejías, pero no hay manera de evitar el ajuste de cuentas que hay que hacer, y el
arrepentimiento que debe ser nuestro.
Por la gracia de Dios, esto es lo mejor que sé que decir. Por la gracia de Dios, no podría morir con
herejías desconocidas para mí, pero muy conocidas a mis hijos, y a los hijos de mis hijos.
¿QUÉ ES EXACTAMENTE UN DIÁCONO?
Hay tres oficios que se describen en el Nuevo Testamento para la iglesia local: ancianos, diáconos y
miembros. Aunque la mayoría de las iglesias evangélicas están de acuerdo en la identificación de los
ancianos y de los miembros, sigue habiendo mucha confusión acerca de los diáconos.
En algunas iglesias más pequeñas, el pastor se considera el anciano, y la pluralidad de los líderes
varones piadosos que trabajan con el pastor se llaman diáconos. En este sentido, la palabra diácono se
usa casi como sinónimo de anciano. En otras iglesias, los diáconos son considerados ancianos en
formación. Los ancianos futuros se han extraído de los diáconos y los diáconos ejercen el liderazgo,
pero no bastante a un nivel de anciano. En este contexto, los diáconos son como ancianos-lite. Ambos
enfoques realmente pierden el modelo bíblico para los diáconos.
El modelo bíblico de un diácono es simplemente alguien que se reconoce como un siervo en la iglesia.
Mientras que todos los cristianos están llamados a servir a la iglesia, algunos son particularmente
buenos en eso, y su servicio se eleva al nivel que el reconocimiento de ellos se convierte formalmente
apropiado. Al asegurarse de que estas personas están calificados (1 Timoteo 3: 8-13) la reputación de la
iglesia es protegida. Mediante la identificación de ellos, su servicio se hace prácticamente mucho más
fácil (Hechos 6: 1-6).
¿Por qué hay tanta confusión en este tema? Bueno, parte de ella es lingüístico. Cuando los traductores
de la King James lucharon con algunas palabras que tuvieron especial importancia teológica que estaba
tan lejos de su etimología real, en lugar de encontrar una buena palabra en Inglés a utilizar
simplemente hicieron la transliteración griega. Así baptizo se convierte en bautizar (en vez
de sumergir), cristo se convierte a Cristo (en lugar de Mesías), y la diaconía se convierte
en diácono (en lugar de siervo).
El resultado es que la conexión de la palabra al servicio se ha perdido. Lo que es obvio en griego (que
los diáconos son siervos) no se encuentra en Inglés (o español).
Pero esa no es la única razón por la confusión. Debido a que todos los cristianos se supone que son
diáconos en algún sentido (todos ellos son supone que sirven en la iglesia), sin embargo el NT también
reconoce algunas personas específicamente como diáconos, existe una cuestión de interpretación cada
vez que se utiliza la palabra diaconía. ¿Es un uso específico de la palabra reconocer a alguien que tiene
el oficio de diácono?¿O es el sentido más genérico de "servir" a la iglesia?
La mayoría de las veces esas preguntas son fácilmente contestadas. Por ejemplo, en Lucas 4:39, 10:4, y
Juan 2:25 se usa la palabra, pero en esos lugares se conecta al servicio de comida a la gente. Por esa
razón, obviamente, es el término genérico para servir. En Juan 12:26, Jesús dice que seguirle es un pre-
requisito para servirle, que también parece lo suficientemente amplio como para implicar la idea
genérica de que cada cristiano debe ser un siervo de Cristo.
Luego están los pasajes donde se usa el término en un sentido más técnico y específico para identificar
a aquellos que están sirviendo como diáconos a título oficial. En Efesios 6:21, Colosenses 1:7, 4:7,
Romanos 16:1, y 1 Corintios 3:22 individuos se nombran específicamente como diáconos. En Filipenses
1: 1 Pablo se dirigió a los diáconos junto con ancianos (y en contraste con los santos). En todos esos
casos, ciertamente debe estar refiriéndose a aquellas personas que han sido reconocidas
específicamente como diáconos de la iglesia. Y a pesar de que el término diaconía no se usa en Hechos
6, haciendo una lista de hombres, e imponiendo las manos sobre ellos, ellos sin duda se reservaron
para el acto de servir en la iglesia en una capacidad oficial.
Todo lo cual nos lleva a 1 Timoteo 3. Si todos los cristianos deben ser siervos de Cristo (Juan 12:26), y
deben server todos en la iglesia (1 Corintios 12:12-14; Gálatas 5:13) , entonces ¿en qué sentido puede
haber algún requisito para los diáconos además de la salvación?
Bueno, en 1 Timoteo 3, Pablo toma el trabajo de servir en la iglesia (que incluso un nuevo creyente
debe hacer) y lo eleva. Él codifica una práctica que ya se puso en marcha en Jerusalén (Hechos 6),
Filipos (Fil 1: 1), y Cencrea (Ro 16:1 ). En una iglesia saludable va a ser necesario identificar a los que
están sirviendo en una forma elevada o excepcional, y dejar que la congregación sepa que estas
personas han sido examinados y aprobadas por los ancianos. Sus vidas coinciden con sus palabras, y
los ancianos les han pedido hacer lo que están haciendo. Ellos están sirviendo como siervos.
Por eso Pablo dice que antes de que alguien puede servir como diácono deben primero ser probado,
presumiblemente al servir (1 Tim 3:10 ). Este cuidado protege la reputación de la iglesia, prácticamente
ayuda al ministerio, y es una parte vital de la obra eclesiástica de "capacitar a los santos para la obra
del ministerio" (Efesios 4:12). Ah, y por cierto, en Efesios 4:12 la palabra dictada en Inglés como
"ministerio" es en realidad diaconía –entrenar a los santos para la obra del ministerio.
Cada iglesia es diferente, y no hay una forma que los diáconos sean identificados y reconocidos (de lo
contrario el NT sería más claro sobre el tema). En su lugar, se trata de un problema dejado al liderazgo
de ancianos. Pero una iglesia saludable debe estar formando personas, poniendo a prueba las personas,
y reconociendo a los que sirven excepcionalmente bien como diáconos. Al hacerlo, cumplen el modelo
dado por Pablo en 1 Timoteo 3.
¿Qué hay de su iglesia? ¿Cómo ven a los diáconos?
DIEZ LECCIONES DE LA CONFESIÓN DE TULLIAN TCHIVIDJIAN
Por Jordan Standridge
Cada vez que un pastor cae me cae se hunde. Es desgarrador. Especialmente cuando se trata de alguien
que es amado por muchas personas que admiro. No puedo decirle cuántas horas he pasado escuchando
a personas escribiendo , opredicando sobre el debate del nuevo antinomianismo. Aunque apuesto
a que la tentación es fuerte para algunas personas que dicen que te lo dije, (y creo que podría ser útil
para nosotros volver y escuchar sus advertencias) siempre que cosas como estas suceden, siempre es
un gran recordatorio acerca de mi propio pecado y mi necesidad de volver a examinar mis propias
calificaciones para el ministerio. En la Escritura, se nos enseña que cuando los ancianos caen deben ser
reprendidos públicamente para que todos puedan aprender de ello y mientras que yo no quiero
reprender a Tullian públicamente (ni debería), yo tome este tipo de situaciones para examinar mi
propio corazón y para recordarme a mí mismo que soy capaz de una maldad increíble. Este es un
recordatorio de que cuando fui al seminario, decidí hacer algo que es peligroso. Ser predicadores de la
palabra de Dios es el más grande de los llamados en la tierra, pero también es peligroso. Así que aquí
están diez lecciones / recordatorios personales de esta situación increíblemente triste.
1) Su teología es importante. Cuando MacArthur hizo la conferencia Fuego Extraño, uno de los
principales puntos a considerar para mí fue que la teología carismática es peligrosa. El evangelio de
prosperidad y los servicios milagrosos son causados por la teología carismática. La mala teología causa
herejía y pecado. Cuando alguien con buena teología cae, lo que ocurre con frecuencia en este mundo
caído, no es a causa de su teología, sino que se debe a sus corazones malvados. Cuando usted tiene un
sistema funcionando que le enseña que no se puede decirle a un chico que está viendo pornografía que
deje de hacerlo, o que no puedes decirle a alguien que golpea a su esposa que deje de golpearla usted
está construyendo un entorno que es impotente contra el pecado. Tengo que recordar que mi teología
es crítica. Cuando Pablo le dice a Timoteo en 1 Timoteo 4:16 que vea su vida y doctrina de cerca, que
persevere en ellas, porque si lo haces, te salvarás a ti mismo y a tus oyentes. Debo tomar Pablo al pie de
la letra.
2) Esté preparado cuando ocurra una tragedia. Es tan fácil ser cegado. Soy tan fácilmente
controlado por mis emociones y mis circunstancias, pero tengo que estar listo. + Todos lo hacemos. Ya
sea que tu mujer te engañe, que pierda un trabajo, o que un ser querido muera, este por suceder,
determine ahora qué va a hacer en esa situación. ¿Tiene un plan? No sé con qué frecuencia nuestra
Iglesia / escuela tiene un simulacro de incendio, pero es molesto y es frecuente. Pero yo le puedo decir
que si alguna vez hay un incendio, sé exactamente qué hacer. Situaciones como éstas me recuerdan lo
importante que es que tomemos con nosotros una mentalidad de Santiago 1 hacia el mundo. Las
pruebas están cerca; son inevitables, asi que ¿estamos preparados? ¿Esta nuestra mente lista? ¿Cómo
vamos a responder?
3) Nunca confiese el pecado revelando el pecado de los demás. Lo peor que hago cuando le
pido a mi esposa perdón es cuando digo cosas como: "Por favor, perdóname por reaccionar de una
manera enojada con lo que hiciste." Eso no es el arrepentimiento, eso es yo tratando de minimizar lo
que hice diciéndole que lo que ella hizo, me hizo hacerlo. Cuando pedimos perdón desechemos todas
las excusas. No vamos a confesar pecado incluyendo el pecado de otros con el fin de hacernos sentir
mejor a nosotros y los demás para lo que hemos hecho. Adán y Eva hicieron eso en el jardín y dudo que
sus excusas suavizaron las maldiciones que Dios iba a darles. En cambio, cuando nos arrepentimos y
buscamos perdón, llamémosle pecado al mal pecado el mal y asumamos la responsabilidad.
4) La cultura de la celebridad en la Iglesia es peligroso. Es muy peligroso para la Iglesia tener
pastores populares, que viven lejos de la Iglesia, no son conocidos por su congregación, y que son
contratados debido a su buena apariencia o sus antepasados. Tenemos que luchar contra esta
mentalidad de mirar lo externo; más bien, debemos mirar el corazón de un hombre, y mirar las
cualidades bíblicas. No podemos cometer el mismo error que la humanidad ha cometido una y otra
vez, sino que debemos recordar lo que Dios le dice a Samuel, que mire al corazón del hombre.
5) Conozca a su pastor. A veces no se puede elegir donde usted vive. Estás un poco estancado donde
está, y con ello la soberanía de Dios entra en juego. Las iglesias en su área son los que le pegan con, ya
veces se estancan con un pastor que, aunque él es fiel a la Escritura, pudiera hacer que Richard
Simmons se duerma a la mitad del entrenamiento. Escucha los podcasts. Lo entiendo, pero el tipo en el
podcast no es su pastor. El chico en el podcast no va a pastorearlo, discipularlo o confrontarlo cuando
pecas. Usted necesita a alguien en la carne. Además el cambio duradero no viene de una predicación
dinámica emocional viene de alguien que con fidelidad abre la Palabra de Dios cada domingo y que se
sienta bajo la explicación y exposición de la Biblia. Conozca a su pastor, pídale pasar tiempo con él.
Vaya y pase el rato en el parque con él y con sus hijos, vaya a una cita doble con él y su esposa. Detenga
al pastor de pantalla tv.
6) No deje la coalición evangelio. Se trata de una broma, pero parece ser que la segunda vez que le
echan de coalición evangelio terminas quedando atrapado en una especie de escándalo. Por lo tanto,
piense dos veces antes de unirse a ese grupo y luego salir.
7) Cualquier persona puede caer. Este es un recordatorio de que todos somos pecadores. Yo sé
que en mi corazón me inclino a pensar que soy invencible y que nunca volvería a hacer esto o aquello.
Estoy seguro de que Tullian pensó que también, y estoy seguro que cientos de otros ex ancianos
actualmente descalificados pensaban lo mismo. Ya sea que usted es el portero de la iglesia o el
presidente de un seminario no importa, todos tenemos que estar alerta en todo momento.
8) Jesús salva a los pecadores. Cada vez que alguien peca, es una oportunidad para el evangelio.
Sin embargo, se nos recuerda acerca de cuan hipócritas somos todos, lo perdido e incapaces que
somos. Aunque muchos pensarán que este tipo de situación perjudica el evangelio, yo no lo creo. De
hecho, creo que Dios va a usar esta situación para glorificarse a Sí mismo. Y sí, si usted lee los
comentarios en los blogs, cientos de ateos están blasfemando a Dios a causa de las acciones de Tullian,
y la forma en que en sus mentes lanzó a su mujer en el autobús en sus confesiones, pero el hecho de la
cuestión es que esto es un recordatorio de la condición caída del corazón del hombre y cuan
absolutamente milagrosa es la salvación.
9) Ore por su pastor. Yo amo a mis pastores, Dios me ha dado muchos a través de los años por los
cuales realmente me preocupo. Este es un recordatorio de que hay pocas personas ahí fuera más
vulnerable a la tentación que el pastor. Tenemos que recordar orar por nuestros pastores. Tener un
horario regular apartado para orar por el pastor que Dios le ha dado a usted, hará que usted mire
adelante para escuchar lo que tiene que decir el domingo, y en el tiempo de discipulado de uno-a-uno
con él. La Biblia dice que Dios escuchará sus oraciones y concederá su petición si ellas están de acuerdo
con Su voluntad. Yo paso mucho tiempo con los pastores de mi Iglesia, pero ¿cuánto tiempo he pasado
orando por ellos?
10) Ore por la esposa de su pastor. Mientras que usted está orando por el pastor, ore por su
esposa, también. Esto es tan importante, si no más. A pesar de que la mayoría de los pastores son
cariñosos y piadosos, estoy seguro que la esposa de un pastor se verá tentada a sentirse no amada y no
atendida a veces. El está fuera "cuidando de las personas" durante todo el día y luego llega a casa
cansado, mientras que ella quiere ser cuidada, sobre todo después de hablar con personitas todo el día
sigue trabajando en la pronunciación correcta de sus ‘r.’ No importa qué tan fuerte o santificada sea la
mujer, ella se verá tentada de muchas maneras que nunca hemos considerado. Asegúrese de orar por
ella, y piense en maneras de ayudar a hacer su vida más fácil.
LA MATERNIDAD Y EL SERVICIO A LA IGLESIA LOCAL
Soy madre y al mismo tiempo soy miembro del cuerpo de Cristo en una iglesia local. Por alguna razón
estas verdades compiten y crean una tensión en nuestros corazones. ¿Cómo puedo abrazar la
maternidad y al mismo tiempo ser parte activa y servir en mi iglesia local?
Antes de responder a esta pregunta, necesitamos tener algunos conceptos claros:
La maternidad es el llamado principal de una madre. Es su campo de acción y el más importante
ministerio. Es tan seria la misión, que el descuido de la misma resulta en blasfemia a la Palabra de Dios
(Tito 2:3-5). De manera que una madre debe considerar su rol con responsabilidad.
El punto de tensión
Tomando en cuenta que tienes eso muy claro, volvamos a la pregunta inicial, probablemente la tensión
se origine porque tenemos un pobre entendimiento de la razón por la cual existe la iglesia local. Quizás
pensamos que el motivo primordial de la misma es mantener un programa de actividades o una
estructura dónde la gente tiene que “ir” a servir. Y de ahí parte nuestra confusión, entendemos que el
ministerio y el servicio al cuerpo de Cristo debe hacerse solamente dentro de las facilidades de la iglesia
o a través de un ministerio establecido.
Mira esta descripción de una de las primeras iglesias formadas por los apóstoles:
“Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común;
vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la
necesidad de cada uno. Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el
pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios
y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los
que iban siendo salvos”, Hechos 2:42, 44-47.
La razón por la que divorciamos el servicio a la iglesia local de la maternidad es porque reducimos todo
a reuniones, charlas, ensayos, cursos…(sigue la lista). Se nos hace muy difícil conectar la realidad de
nuestros hogares con las necesidades del cuerpo de Cristo. Se nos hace difícil ver que es un cuerpo
orgánico, cuyas partes están involucradas unas con otras en el contexto de una vida en comunidad.
Más allá de los ministerios populares, hay oportunidades de servicio que están en la sombra, que no
son muy visibles, pero que tienen el mismo valor e impacto eterno.
Criar a tus hijos en el temor del Señor es un gran servicio a tu iglesia, apoyar el liderazgo de tu esposo y
nutrir tu hogar, ayuda a mantener la salud de tu congregación. Tu trabajo como madre es un ministerio
formal al cuerpo de Cristo, aunque no tenga título, ni reciba reconocimiento público.
Y en la medida en que tus hijos crecen, ese ministerio puede extenderse a otros. Es parte del
discipulado hacia ellos, fomentar en tu hogar una cultura de servicio, desde dentro hacia fuera. Si
no modelamos el servicio frente a nuestros hijos es muy probable que ellos crezcan con una actitud
consumista hacia la iglesia, entendiendo que ellos solo van a recibir y nunca a dar.
Aquí te comparto algunas ideas de cómo servir junto a tus hijos:
Identifiquen familias con niños pequeños y compartan la ropa que esté en buen uso y que ya no
utilizan. Vayan todos una tarde y sorpréndanlos con ese regalo (si incluyes palomitas de maíz sería un
excelente bono).
Una vez por semana preparen comidas para madres que han dado a luz recientemente.
Cuiden los niños de una madre agotada y denles el regalo de descansar o hacer su devocional sin
interrupción.
Si tu esposo sirve en el ministerio de jóvenes, lleva a los niños contigo y dales responsabilidades
sencillas, de manera que ellos se sientan parte del equipo.
Si tus hijos son más grandes inclúyelos en la preparación de la clase para la escuela dominical, ponlos a
repartir los materiales.
Hagan dulces o comidas y dónenlos a actividades de la iglesia.
Hagan un mural con los misioneros de su iglesia local o de cualquier otra y oren por ellos.
Recoge peticiones de oración de la iglesia y ora con tus hijos diariamente.
Invita a mujeres jóvenes a tu casa y enséñales a cocinar o cualquier quehacer del hogar.
Recibe a mujeres jóvenes para consejería en tu casa.
Toma en cuenta
Considera la etapa de vida de tus hijos y las necesidades de tu familia.
Considera el ministerio o trabajo de tu esposo y enfoquen sus esfuerzos en ayudarlo a cumplir su
llamado.
Establece correctamente tus prioridades, pídele a una mujer mayor que te observe de manera que
pueda cuidarte de sobrecargarte de actividades. Una madre cansada frecuentemente es una madre
estresada y enojada.
Ten mucho cuidado de perder la perspectiva, apúntalos una y otra vez a Cristo, el supremos ejemplo de
servicio.
“Haya, pues, en ustedes esta actitud (esta manera de pensar) que hubo también en Cristo Jesús, el
cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse,
sino que Se despojó a sí mismo tomando forma de siervo…”, Filipenses 2:5-7.
UNA DEFENSA DE LA ADORACIÓN CONTEMPORÁNEA
Por la mayor parte de la primera década de mi vida como cristiano, yo consideraba a la adoración
contemporánea —esa que lleva batería y guitarras, con canciones escritas en los últimos 20 o 30 años–
como un sacrilegio; como una deshonra a la santidad de Dios y a la solemnidad debida a Su nombre.
“¿Cómo puede compararse una canción de hoy con la belleza de un himno antiguo?”, pensaba yo. Y no
era el único. De hecho, las “luchas” entre la adoración contemporánea y la adoración tradicional –
refiriéndome con esto a cantar solo himnos, usualmente con pocos o ningún instrumento– están
causando grandes divisiones en muchas iglesias de habla hispana.
Con el tiempo, el Señor me fue guiando a meditar más profundamente este tema de la adoración, a
identificar ideas preconcebidas y prejuicios, y observarlas a la luz de las Escrituras. Así fui llegando a la
conclusión de que la adoración contemporánea tiene muchas fortalezas que yo ignoraba, y que mi
defensa de la adoración tradicional tenía grandes lagunas. Mi oración es que este artículo te sirva para
pensar en estas cosas, y que puedas llegar por ti mismo a una conclusión conforme a las Escrituras.
Triage teológico
Hace unos años, Albert Mohler escribió uno de esos artículos que se convierten en clásicos. Así
traducido como “Un llamado a triage teológico”, el Dr. Mohler toma el ejemplo médico del “triage”, que
es la forma en la que se decide qué pacientes se van a tratar primero a la hora de una emergencia. Él
hace un llamado a que ejerzamos un discernimiento similar al tratar con verdades teológicas: Los
asuntos de primera importancia son aquellos centrales y esenciales a la fe cristiana. Esto incluye
doctrinas como la trinidad, la deidad y humanidad de Jesús, la justificación por la fe, y la autoridad de
las Escrituras. Estas son las verdades que debemos cantar.También hay doctrinas secundarias: son
importantes, pero entre cristianos hay muchas diferencias en el entendimiento de las mismas. Esto
incluiría el entendimiento del bautismo y el modo de aplicarlo, por ejemplo.
Así llegamos a las doctrinas terciarias: y es en esta categoría que yo incluiría el tipo de música en el
servicio de adoración. No es algo intrascendente, pero a veces hemos levantado paredes demasiado
altas por algo que no es de primera ni segunda importancia. Porque es importante es que escribo este
artículo. Porque no es de primera importancia es el tono que espero esté detrás: podemos estar en
desacuerdo y seguir unidos en torno a la verdad.
4 argumentos
Muchas otras cosas se pudieran decir, pero aquí hay cuatro argumentos que me llevan a concluir la
importancia y fortaleza de la adoración contemporánea.
1) La adoración contemporánea contribuye al ejercicio de los dones y talentos de la
membresía.
1 de Corintios 12 es un recordatorio de que no todos somos iguales, pero sí pertenecemos al mismo
cuerpo. Es así como nos dice que “Hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay
diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero es el
mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu
para el bien común” (1 Co. 12:4-5). En el Nuevo Testamento no hay una lista exhaustiva de los dones
del Espíritu, pero es evidente que, ya sea un don espiritual o un talento dado por Él, Dios provee a
hombres y mujeres dentro de la iglesia con ciertas capacidades musicales y talentos para dirigir la
adoración, junto con un llamado a servir en esta área.
¿Qué espacio proveemos como iglesia para los jóvenes que aprenden un instrumento y poseen un
carácter piadoso? ¿Dónde van a ejercitar su talento? ¿Cómo glorificarán a Dios con lo que se la ha
dado? ¿Qué tal con las hermanas a quienes Dios ha dotado con una hermosa voz? No estamos
hablando de que la iglesia tiene la obligación de proveer espacio para la plenitud personal. Pero era
muy evidente en el Antiguo Testamento que el Señor capacitaba siervos para que le sirvan a través de
la música (cp. 1 Cr. 26:6-7; 2 Cr. 7:6). Y es evidente en la historia de la iglesia que Él levanta personas
con dones particulares para la música. Los mismos escritores de himnos de antes son un ejemplo de
esto: hombres como Martín Lutero y Charles Wesley que proveyeron a la iglesia de teología cantada.
Si Dios pone hermanos con talentos y dones en nuestra iglesia, es para edificación del pueblo. Sin
proponérselo, la adoración tradicional perjudica el ejercicio de los dones individuales para beneficio
del cuerpo.
2) La adoración contemporánea contribuye a reflejar la grandeza y hermosura de Dios.
En la mayoría de las congregaciones que conozco que solo hacen himnos, usualmente se usa algo como
los “Himnos de gloria y triunfo”, con una pista en el fondo y un hermano que dirige. En muchos,
muchos casos, este hermano no tiene un entrenamiento musical, y en ocasiones tampoco tiene una voz
particularmente buena. Muchas veces no se hace un ejercicio de equalización con las bocinas, y la
congregación tampoco es guiada en las entradas y salidas. Esto culmina en que el sonido del domingo
en la mañana no sea muy bueno.
Hay muchas, muchas excepciones a esto. Y usar música contemporánea tampoco es la cura. Pero he
visto a lo largo de los años y a lo largo de Latinoamérica que es más común que en las iglesias que solo
usan himnos no se hace un gran esfuerzo porque haya belleza en la música. No me malinterpretes: el
instrumento más hermoso del domingo es la voz de la congregación. A lo que debemos apuntar es a un
tiempo de adoración, no a un concierto. Pero cuando buscamos la excelencia en nuestros ensayos y en
nuestros músicos y en nuestros vocalistas y en nuestro encargado de sonido, algo de la gloria y belleza
y majestad de Dios se refleja de una mejor manera que cuando una sola persona toma 15 minutos para
elegir cuatro himnos y alguien le da a play en el computador. Algo se comunica de la solemnidad y
majestad del Dios que adoramos. Por algo Él mismo nos mando a cantar con júbilo, darle gracias con
instrumentos, cantarle un cántico nuevo, y a hacerlo bien, con arte (Salmos 33:1-3).
Aunque no sea intrínseco en la adoración tradicional, es común que aquellos que solo usan himnos
hagan un mucho menor esfuerzo por preparar el tiempo de predicación. Y eso, a mis ojos, luce como
talentos enterrados (Mt. 25:25).
3) La adoración contemporánea contribuye a una cultura de iglesia de creadores más
que consumidores.
Es evidente lo difícil que es encontrar buen contenido escrito originalmente en español para la iglesia.
La gran mayoría de los himnos que cantamos son traducciones (que muchas veces pierden mucho de la
fuerza y la belleza). Los libros por igual. Y aun los artículos por internet.
Por años, las iglesias de Sana Doctrina no produjeron canciones ni himnos puesto que solo
descansaron en lo que ya hizo la iglesia otrora. Aunque siempre es bueno leer de lo viejo, y en el
cristianismo nunca queremos inventar algo nuevo, miles y miles de buenos libros se han escrito en los
últimos 200 años de la iglesia. Pero no es hasta los últimos años que estamos viendo más y más
canciones centradas en el evangelio, que presentan a un Dios grande y soberano que salva a pecadores
para Su gloria y nuestro bien. Eso contribuye a formar más pensadores y escritores y autores y
predicadores, que sean primeramente conocedores de Las Escrituras y entonces puedan plasmar lo que
ellas dicen en canción.
Hay más de una docena de referencias a “nuevos cánticos” en la Escritura, concluyendo en la hermosa
nueva canción al Cordero de Apocalipsis 5:9. Pero, sin saberlo, la adoración tradicional perjudica el
crecimiento y desarrollo de líderes y escritores en la iglesia, puesto que enfatiza el consumir lo de antes
en vez de el crear para la gloria de Dios.
4) La adoración contemporánea contribuye a mostrar el principios del lenguaje
vernáculo en la Escritura y la Reforma.
Recuerdo a una joven cuando leyó por primera vez las letras de “Castillo fuerte es nuestro Dios”, cómo
no entendía por qué Lutero estaba tentando a Satanás al decir “Con furia y con afán, acósanos Satán”.
Para el que no creció con este lenguaje, esta idea no se entiende bien. (La idea es que Satán nos acosa
de esa manera, no una incitación a que nos acose). Interesantemente, esos himnos, que hoy nos suenan
tan antiguos, en su momento usaban el lenguaje contemporáneo.
Compara eso con el énfasis en traducir la Biblia al lenguaje de la gente de Lutero y Valera y tantos
otros. Una de las cosas que más enfatizaron los reformadores fue el hecho de que la Biblia y los cultos
debían estar en el lenguaje de la gente. Lo que es más, compara eso con la forma en que la Biblia está
escrita. Tenemos las palabras de Cristo y los Apóstoles en el lenguaje de las masas. La mayor parte del
Antiguo Testamento también está escrito en un idioma fácil de entender en su momento.
Lamentablemente, nuestras Biblias están llenas de “vosotros” y otras formas que en el original son
simples “tú” y “ustedes”.
La Biblia está escrita en un lenguaje accesible al lector original. Los reformadores procuraban hablar
en el lenguaje de sus tiempos. Sin embargo, aquellos que están en contra de la adoración
contemporánea violan este principio al solo procurar cantar canciones escritas hace cientos de años sin
siquiera actualizar frases oscuras. Esto me recuerda la advertencia del predicador: “No digas: “¿Por qué
fueron los días pasados mejores que éstos?” Pues no es sabio que preguntes sobre esto”, Eclesiastés
7:10.
Este escrito no es un rechazo de los buenos himnos, los cuales amo y disfruto cantar. Hay mucho más
que se puede y debe decir. Sería bueno escribir sobre los peligros de la música de adoración
contemporánea y las ventajas de la adoración tradicional. Tal vez hablar de qué caracteriza las buenas
canciones de adoración. O de la idolatría funcional con la que personas –en ambos campamentos, el
tradicional y el contemporáneo– defienden sus preferencias. Pero creo que hasta aquí es suficiente
como una introducción al tema. Si piensas en alguna otra razón por la que preferir la adoración
contemporánea, deja tu comentario aquí debajo y contribuye en la conversación. Al final, de una u otra
forma, que la gloria sea a nuestro Dios, en el nombre de Jesús, por el poder del Espíritu, a través del
evangelio que nos salvó y del cual cantamos.
CÓMO PREVENIR QUE EL CENTRALISMO EN EL EVANGELIO SE APAGUE
Por Erik Raymond
Estamos bien en esta nueva y generalizada recuperación de la centralidad del antiguo evangelio.
Continuo viendo y escuchando de las luces que se enciendan para la gente. Esas preciosas verdades
teológicas, robustas de ayer están cautivando corazones hoy. Mientras me regocijo en esto también hay
un piedra en mi zapato de retroceso teológico: estas verdades se están recuperando debido a que una
vez fueron subestimados.
La Recuperación Significa que Alguna Vez se Perdieron
La razón por la que todo esto es noticia hoy es porque estas doctrinas fueron relegados a la última
página en décadas anteriores. En otras palabras, somos susceptibles de ver suceder lo mismo ante
nuestros ojos. Imagine por un segundo a los jóvenes de nuevo a mediados de los 90 que escuchan a
Piper o Sproul por primera vez. Su sinapsis teológica empieza a dispararse a una velocidad rápida
alegre. Repentinamente obtienen un gran Dios complejo y no pueden dejar de hablar de la grandeza
del evangelio. Veinte años después, miran a su alrededor en una conferencia y hay cerca de 10,000
personas que igualmente han llegado al mismo alarde de sesión del evangelio. Increíble. Mire hacia
adelante 40 años después. Alguien en sus 20 de escribe un libro acerca de lo que ocurrió hace medio
siglo. Se maravillan de lo rápido que se encendió y se extendió este reguero de pólvora del evangelio,
pero también observan la rapidez con que se apagó.. Después de un par de generaciones es historia.
Esto, en mi opinión, sería trágico.
También sería evitable.
Necesitamos Desesperadamente Hermenéutica
Mi principal preocupación hoy no es principalmente una cuestión de teología, sino de hermenéutica (el
arte y la ciencia de la interpretación). Lo que el movimiento centrado en el evangelio necesita para
perseverar es un compromiso de enseñar a la gente a leer, interpretar y aplicar correctamente la Biblia.
Déjenme darles un ejemplo. Cuando mi esposa y yo vamos a comer tenemos ciertas diferentes
experiencias. Yo (felizmente) coma la comida, pero, además de comer la comida, ella estudia la comida.
Ella es capaz de probar lo que está en el plato. Entonces, si se trata de una comida especialmente
agradable, ella llega a casa y lo hace ella misma. Ella es capaz de cocinar ella misma y servirla a la
familia. Yo nunca podría hacer eso. Soy un feliz consumidor de ello, pero nunca pude hacerlo yo
mismo. Mi preocupación con el movimiento centrada en el Evangelio es que parece que somos muy
buenos en el consumo, pero no particularmente buenos en la cocina.
Somos muy buenos en la compra de libros, leyendo blogs, escuchando sermones y twitteando citas.
Nos destacamos en la captura de la pasión de John Piper por un gozo efusivo saturado por Dios, una
exultación expositiva (por no hablar de su afición por los descriptores con guiones). Nos devoramos los
nuevos libros de Keller tan pronto como salen. Leemos los viejos también; Calvino, Lutero, Edwards,
Spurgeon, Owen y el resto. Tenemos la comprensión teológica.
Pero, ¿cómo hemos llegado hasta allí? ¿Simplemente leemos los libros correctos, escuchamos los
sermones correctos o vamos a las conferencias correctas? ¿Sabemos cómo llegar a estas conclusiones
por nuestra cuenta? ¿Podemos ver el Solas surgir de la Biblia antes de que sobresalgan de los Institutos
de Calvino?
Es una cosa ser capaz de decir que has estado en el restaurante y comer una comida, pero, si usted no
sabe cómo llegar por si mismo, entonces nunca será capaz de comer esa comida de nuevo, y mucho
menos llevar a alguien más para disfrutar de las mismas experiencias. Mi preocupación es que muchos
han estado acumulando en la minivan teológica de Sproul para ir a comer un banquete pero nunca
aprendieron cómo encontrar realmente el camino a la comida.
El peligro aquí debería ser obvio. Sin una base hermenéutica para apuntalar nuestras conclusiones
teológicas somos susceptibles a la pérdida de esto tan rápido como las hemos recuperado. Si somos
sólo fanáticos entonces podemos seguir una nueva banda teológica algún día. Si somos sólo fanáticos
entonces no podemos formar una nueva generación para descubrir y deleitarnos con estas mismas
verdades.
Qué trágico sería perder algo que es tan gloriosamente precioso? Debemos transmitir tanto la teología
y la hermenéutica que nos enseña cómo descubrir la verdad teológica. El lema The White Horse Inn es
útil aquí: sabes lo que crees y por qué lo crees. Porque como la historia nos dice, si no tenemos un
firme control sobre el "por qué", entonces vamos a ser menos apasionados por el "qué".
RESPONDIENDO A LAS NOTICIAS
Por Fernando Jaimes
Durante las últimas semanas, las redes sociales y los periódicos se han visto inundados de noticias
desalentadoras. Quienes disfrutamos del fútbol, también recibimos malas noticias recientemente. La
FIFA, con su corrupción, nos metió goles de todo tipo: de chilena, de media distancia, de taquito, de
escorpión, de cabeza y de mano. Sin embargo, este último fue anulado. El Suizo Joseph “Sepp” Blatter
no va más como director técnico de la FIFA. Aunque trató de hacer otro gol, se lo anularon y lo
expulsaron de la cancha.
La noticia del personaje de televisión y campeón olímpico, Bruce Janner, también se difundió
masivamente por las redes. Este hombre, de 65 años, afirmó que Jesús en su nacimiento, le dio alma
de mujer. En la entrevista con la reportera Diane Sawyer, de la cadena de televisión ABC News, Janner
afirmó que Jesús mirándolo, se preguntó: “¿Qué vamos a hacer con este? Hagámoslo un niño
inteligente, muy determinado”. Luego de esto, según él, Jesús sonríe y dice: “¡Vamos a darle un alma
de mujer!”. Por esto, durante los últimos 5 años, Bruce se ha hecho toda clase de operaciones para
cambiar su fisionomía. Con el interés de parecer una mujer, ha mutilado su cuerpo y se ha practicado
cirugías faciales. Su nombre actual es Caitlyn Janner.
Por otro lado, la semana pasada en Charleston, Carolina del Sur (EEUU), un hombre disparó y mató a
un grupo de personas que asistían a un estudio bíblico. Al parecer, el asesino se sentó con ellos, oro y
luego abrió fuego contra nueve afroamericanos por motivos de racismo.
El problema
Sabemos que el hombre es pecador por naturaleza y está contaminado (Mateo 15:19 – 20). Jeremías
escribe acerca de lo corrupto del corazón “Es más engañoso que todo lo demás y está
desesperadamente enfermo (Jer. 17:9)”. Ciertamente, la humanidad ha rechazado el evangelio de
Cristo. El apóstol Pablo, lo advirtió hace 2000 años en el libro de Romanos, Dios entrega la humanidad
a la impureza. Pablo nos dice que Dios le permite al pecado seguir su curso desastroso en la vida, como
un justo castigo por la desobediencia y rechazo a su evangelio. Hombres y mujeres, en vez de adorar al
creador, veneran sus ídolos. Por esto, Dios los ha entregado a las lujurias de sus corazones. La
humanidad ha sido entregada a su propia prisión. Dios los ha abandonado a sus malos pensamientos,
homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias (Romanos 1:18-32)
Es en el corazón en donde empieza la degeneración. Ésta es vasta y no tiene remedio (Romanos 1: 24-
25). Los hombres se han entregado a las degeneradas pasiones de la homosexualidad. Tanto hombres
como mujeres rechazan los mandamientos divinos. Por ende, no entrarán en el Reino de Dios. Viven
engañados en su propia justicia, pero ni los fornicarios, ni los idólatras, ni adúlteros, ni afeminados, ni
homosexuales entrarán al reino.
Como nunca antes, la inmoralidad sexual que impregna la humanidad, está generando un odio del
hombre por el hombre. Esto se manifiesta en: toda maldad, bajeza, malicia, avaricia, codicia,
depravación, iniquidad, envidia, asesinatos, homicidios discordia, contienda, engaño, traición
malignidad, calumnia, odio a Dios, insolencia, violencia, arrogancia, altivez, fanfarronería, moralidad
reprochable, desobediencia a los padres, tontería incredulidad y corazones endurecidos sin ningún tipo
de sensibilidad por los demás.
Hoy, como hace 2000 años cuando mataron a Jesús y los apóstoles, los idólatras siguen persiguiendo y
matando cristianos. Leer las noticias nos recuerda de lo que son capaces. Nada resulta demasiado bajo
o escandaloso para ellos. Por lo tanto, Dios ha decretado que el destino de la humanidad es la muerte.
Todos son culpables. Cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho
culpable de todos estos pecados y la paga del pecado es muerte.
La respuesta
Pero ¡Hay salvación! Dios el creador y dueño de la creación ha enviado a su hijo sin pecado a este
mundo. Cristo, el ungido de Dios, el cordero sin mancha, ha satisfecho la paga del pecado para todos
aquellos que se arrepienten. Jesucristo es la única esperanza para escapar del justo juicio de Dios. Para
escapar de su ira. El perdona los pecados y ofrece vida eterna.
El mensaje es: arrepiéntase y crea en el evangelio. Arrepentirse no es simplemente cambiar su manera
de pensar. Tampoco se trata solamente de reconocer que antes no veía algo como malo. El
arrepentimiento descrito en el libro sagrado, conlleva reconocer la absoluta pecaminosidad y tomar el
camino de Dios, en vez del camino del pecado.
La salvación es un regalo. Sin embargo, cuesta todo “Si alguno quiere venir en pos de Jesús niéguese a
sí mismo, tome su cruz cada día y sígale. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que
pierda su vida por causa de Jesús ése la salvará (Lucas 9:24).
Dios gratuitamente provee esta salvación. Solo basta con arrepentirse y confesar con la boca a
Jesús porSeñor, y creer en el corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, porque con el corazón
se cree para justicia, y con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: “Todo el que cree
en Él no será avergonzado” (Romanos 10:9-11). ¿Cree usted esto?
POR QUÉ LAS IGLESIAS DEBERÍAN RECONOCER A LAS MUJERES COMO
DIÁCONOS
Por Jesse Johnson
Ayer miré cómo el Nuevo Testamento describe el oficio de diácono . Hoy quiero discutir este
punto: la Biblia describe a las mujeres sosteniendo este oficio, y la iglesia debe seguir el ejemplo del
Nuevo Testamento en forma similar reconociendo a las mujeres que son siervas excepcionales
identificándolas como diáconos.
Los requisitos para los diáconos se enumeran en 1 Timoteo 3: 8-13. El versículo clave para esta
discusión está justo en el medio: el versículo 11 dice: ” De igual manera, las mujeres deben ser dignas,
no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo..”
Hay cuatro puntos de vista diferentes sobre este versículo, y quiero explicar por qué no encuentro las
tres primeras interpretaciones convincentes antes de defender el que creo que es el punto de vista
bíblico.
Perspectiva 1: Las esposas de los diáconos
Entre las iglesias estadounidenses que no reconocen diáconos femeninos, esta es probablemente la
perspectiva más ampliamente sostenida. De acuerdo con este entendimiento, Pablo describe los
requisitos para un oficio de diácono sólo para hombres, y uno de esos requisitos es la posición de la
esposa del diácono. Si ella no cumple con los requisitos del versículo 11, entonces el marido no debe ser
reconocido como un diácono.
Este punto de vista tiene el respaldo de las muchas traducciones al inglés (KJV, NIV, ESV, Holman)
que traducen la palabra griega para mujer como esposa, y también inserta la palabra “su”, que está
ausente del griego (“Sus esposas …” ). Lo que este punto de vista tiene a su favor es que elimina
cualquier controversia acerca de las mujeres en posiciones de liderazgo mediante la simple eliminación
de las mujeres siendo reconocidas como diáconos totalmente.
No encuentro este punto de vista en absoluto convincente. En primer lugar, sería muy extraño que
Pablo diese requisites para mujeres diáconos sin requisitos similares para las esposas de ancianos (1
Tim 3:1-7 ). Además, si bien es cierto que la palabra griega gune puede significar ya
sea esposa o mujer según el contexto, en este caso el contexto no hace un argumento convincente para
limitar su significado a las mujeres casadas. Pablo no dice “sus esposas / mujeres”, sino simplemente
“mujeres”. La ESV parece consciente de este dilema, pero lo silencia añadiendo “su” al pasaje. No estoy
convencido de que la adición es gramaticalmente defendible.
Además, queriendo Pablo decir algo en la línea de “sus esposas”, la gramática griega exigiría el uso de
un artículo antes de esposas para identificar que está hablando a personas que por la identidad son
esposas diáconos. La ausencia del artículo aquí es enorme, e indica que se está refiriendo a las personas
que son por calidad femenina, en lugar de los que son por identidad las esposas.
Finalmente, Pablo sigue el uso de mujeres con la palabra “de igual manera”. Esto se relaciona el grupo
de personas que Pablo está hablando con el grupo que ha mencionado antes, es decir, los diáconos, no
a una nueva clase de personas, tales como esposas.
Perspectiva 2: Todas las mujeres en la iglesia
Para aquellos que pueden leer griego, este punto de vista es mucho más defendible gramaticalmente
que la perspectiva 1. Correctamente ve a Pablo describiendo a los que son por naturaleza mujeres en la
iglesia, y por lo tanto afirma que todas las mujeres deben aspirar a ser dignificadas, con su discurso
bajo control. ¡Lo cual es verdad!
Pero el problema es que no encaja muy bien en el contexto. Durante seis versículos Pablo está
describiendo los requisitos para el cargo de diácono, de manera que interrumpir en medio de aquello
para describir un requisito basado en el género parece extraño. Por otra parte, el trato con una
descripción de las mujeres piadosas en el Capítulo 2, por tanto este punto de vista también deja a este
pasaje no sólo fuera de lugar, sino también redundante.
Perspectiva 3: diaconisas
Fuera de las Américas, esto puede muy bien ser la interpretación mayoritaria de este pasaje. Este punto
de vista ve a Pablo describiendo de tres oficios separados en 1 Timoteo 3: ancianos (todos varones),
diáconos (todos varones), y diaconisas (todas mujeres).
Este punto de vista también es muy defendible gramaticalmente. Pero simplemente no encaja con lo
que se ve en el resto del Nuevo Testamento. Mientras que hay por lo menos una docena de referencias
a los diáconos del Nuevo Testamento, no hay referencias (fuera de este versículo) de este tercer oficio.
No hay descripciones de lo que deben hacer. No hay otras referencias a su existencia en absoluto. Yo
generalmente no compro el argumento de que algo tiene que estar en la Biblia más de una vez para que
sea cierto, pero parece insostenible que Pablo introdujera un oficio de la iglesia que esperaba ver en la
iglesia en un solo versículo, y que no habría otras referencias canónicas a este grupo.
Este tipo quiere que reconozcas diáconos femeninos
Perspectiva 4: diáconos (algunos de los cuales son hombres, y algunos de los cuales son
mujeres)
Esto es lo que creo que es la intención de Pablo en este pasaje. Él describe el oficio de diácono en los
versículos 8-13. Los versículos 8-10 describen a todos los diáconos, el versículo 11 describe en diáconos
en particular que son mujeres, y el versículo 12 describe diáconos en particular que son hombres.. El
versículo 13 concluye la sección volviendo a la discusión de todos los diáconos.
Este punto de vista se adapta mejor a la gramática del pasaje, y explica mejor la manera en que Pablo
expone estos requisitos. El primer conjunto de requisitos (8-10) dice que los diáconos deben ser
piadosos, y de alguna manera creyentes maduros. Tienen experiencia y su doctrina está en orden. El
versículo 11 contiene entonces un grupo de títulos que son más específicos de género. Cada cultura
tiene sus propios modismos que se obtiene a través este punto; en Inglés se podría decir “no seas un
viejo gruñón.” Eso no quiere decir que no está bien ser un viejo gruñón mujer simplemente indica que
en Inglés, “viejo gruñón” es idiomático, más comúnmente tiene que ver con hombres, y no ser uno.
Esto es lo que Pablo está haciendo en este pasaje. Él no está diciendo que está bien para los diáconos
varones hacer chismes, sino que él está diciendo simplemente que en griego, “anciana chismosa” es un
dicho, y que no debería ser descriptivo de cualquiera de los diáconos de la iglesia. Después de ese
requisito algo específico de género, se dirige a los diáconos varones: deben administrar bien sus
hogares. Eso no significa que está bien para los diáconos femeninos ser padres pobres o tener
matrimonios terribles. Simplemente significa que dichos requisitos más en particular se aplican para
los hombres (como los jefes de hogar), y por lo que se dirige a ellos en particular. Entonces en el verso
13, envuelve todo esto dirigiéndose a todos los diáconos.
Antes de que me ocuparme de algunas objeciones a esto, permítanme decir que esta es un área de
sabiduría. Entiendo que las diferentes iglesias interpretan este pasaje de manera diferente, y yo no veo
esto como una doctrina fundamental de la fe. Ciertamente, no es digno de dividir más. Pero dicho esto,
creo que este entendimiento refleja exactamente lo que Pablo está poniendo en práctica en 1 Timoteo
3.
Objeción 1: ¿No es esto una pendiente resbaladiza que conduce a ancianos femeninos?
Los ancianos tienen que ver con el liderazgo, la enseñanza y el pastoreo. Pablo deja claro en 1 Timoteo
2:9-15 que los ancianos han de ser hombres y que las mujeres no pueden sostener ese oficio. Aunque
parece lógico que los ancianos futuros se han extraído de los diáconos, eso no quiere decir que cada
diácono debe estar calificado para ser un futuro anciano. Es el colmo de la burocracia al estilo
americano decir que “elegimos ancianos de los diáconos, así que todos los diáconos deben ser ancianos
calificados.” Eso simplemente no es cómo Pablo instruye a la iglesia.
Objeción 2: ¿Esto no hace a las mujeres líderes en la iglesia?
No. Si los diáconos se entienden correctamente , ellos no ejercen el liderazgo en la iglesia, sino que
simplemente son conocidos por su servicio excepcional. Esto es cierto tanto para hombres como para
mujeres. De hecho, Pablo dice que “hay diversidad de ministerios,” (1 Cor 12:5; cf Rom 12:6 ). Los
ejemplos dados que utilizan la palabra griega diakania (diácono) incluyen dar a los pobres (1 Corintios
8:3-4, 9: 1, 11-12), así como el evangelismo y el discipulado (1 Cor 3:5 , 2 Cor 6:4, Efesios 3:7, Col 1:23 ).
No hay ninguna razón para decir que esos ministerios son inherentemente un liderazgo en la iglesia
que debe reservarse para los hombres.
Objeción 3: ¡No hemos hecho eso antes!
Su iglesia puede no puede haberlo hecho antes, pero este es el modelo del NT. De hecho, dada la
historia de la iglesia de Filipos (Filipenses 1:1) es probable que hubiese diáconos femeninos allí. Pero
conjetura aparte, el NT si describe al menos una mujer diácono por nombre:
“Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la iglesia en Cencrea; que la recibáis en el Señor
de una manera digna de los santos, y que la ayudéis en cualquier asunto en que ella necesite de
vosotros, porque ella también ha ayudado a muchos y aun a mí mismo.” (Romanos 16:1-2) .
Una apelación final:
Yo apelo a los pastores a seguir el ejemplo de Pablo y reconocer los siervos fieles de su iglesia, y en
particular las mujeres que sirven a la iglesia excepcionalmente bien. Nuestro mundo es tan confuso en
los géneros que no pueden entender cómo la iglesia puede ver las diferencias entre hombres y mujeres.
No hace ningún bien a nuestro testimonio negarse a reconocer siervos fieles que nos permitan servir,
pero se niegan a reconocer, porque son mujeres. Más bien, debemos abrazar las diferencias de género,
guardar el liderazgo para los hombres, y estimar el servicio fiel de todos los que cumplan con los
requisitos de 1 Timoteo 3:8-13.
REGLAS DE SUPERVIVENCIA | REFLEXIÓN
Deuteronomio 19 – 22 y 1 Corintios 5 – 6
“No moverás los linderos de tu prójimo, fijados por los antepasados, en la herencia que
recibirás en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da en posesión”, Deuteronomio 19:14.
Juan Manuel Corzo es un parlamentario colombiano que estuvo 17 meses secuestrado. ¿Cómo pudo
sobrevivir la tensión y las dificultades de tan larga cautividad? Él responde: “La verdad es que fue una
experiencia sumamente dura. Un año y cinco meses de estar entre las montañas, una montaña
agreste, muy difícil, con mucha lluvia, con bosques, con muchos animales del trópico, es muy
difícil…La verdad es que la vida en la selva es muy sana, pero tuvimos que padecer las picadas de
algunos animalitos. El alimento llegaba, pero cuando hubo combates con el ejército lo de la comida se
volvió muy difícil. Los alimentos también los trasladaban en mulas por caminos rurales. Ahí nos tocó
optar por comer culebras, ranas, ratones finos y otros tipos de animales”.
Sobrevivir bajo condiciones diferentes a las que estamos acostumbrados es una tarea que demanda el
doble de nuestro esfuerzo físico y mental, pero en todo lugar en donde estemos, sea el centro de
nuestra propia ciudad o en medio de la jungla, existen reglas universales que facilitarán nuestra
convivencia y también nuestra supervivencia. No debemos olvidar que no hay lugar más peligroso y en
donde más gente muera, que en las junglas urbanas, que son atacadas por manadas de fieras humanas
de distinta naturaleza y en un grado infinito de crueldad aun con los de su misma especie (como no se
ve en ninguna otra criatura terrenal).
Por eso, paso a citar el Código de Supervivencia Cristiano (CSC) que debe ser observado en toda
situación humana:
Ten pruebas antes de un veredicto. Toda situación humana debe ser tratada con justicia,
dignidad, amor y compasión. Aprendamos a reaccionar rápidamente ante la injusticia, pero seamos
cautos y analicemos siempre todas las evidencias desde más de una perspectiva, antes de sacar una
conclusión. “No se levantará un solo testigo contra un hombre por cualquier iniquidad o
por cualquier pecado que haya cometido; el caso será confirmado por el testimonio de
dos o tres testigos”, Deuteronomio 19:15.
La paz es anterior y superior a la guerra. Aprende el delicado arte de la negociación y la
comunicación antes de tomar un buen curso de artes marciales. “Cuando te acerques a una
ciudad para pelear contra ella, le ofrecerás primero la paz”, Deuteronomio 20:10.
El temor es demasiado contagioso para tenerlo cerca. Procura relacionarte con gente que te
tire ‘para arriba’ y no con aquellos que fortalecen y justifican tus debilidades. “Entonces los
oficiales hablarán otra vez al pueblo, y dirán:”¿Quién es hombre medroso y de corazón
apocado? Que salga y regrese a su casa para que no haga desfallecer el corazón de sus
hermanos como desfallece el corazón suyo”, Deuteronomio 20:8.
Antes de emprender cualquier nueva empresa, sé consciente de haber terminado la
anterior. La mediocridad tiene que ver con siempre dejar las cosas a medias, inconclusas, esperando
la última pincelada, la corrección, el detalle final. Una persona ‘a medias’ será siempre una candidata
propicia para abandonar la batalla cuando la lucha arrecia. Aprende a terminar lo que inicias y
descubrirás el secreto de la prosperidad. “Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo:
“¿Quién es el hombre que ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado… “¿Quién
es el hombre que ha plantado una viña y no ha tomado aún de su fruto… “¿Y quién es el
hombre que está comprometido con una mujer y no se ha casado? Que salga y regrese
a su casa, no sea que muera en la batalla y otro se case con ella”, Deuteronomio
20:5a,6a,7a.
Cuida la naturaleza, no es tu enemiga. “Cuando sities una ciudad por muchos días,
peleando contra ella para tomarla, no destruirás sus árboles metiendo el hacha contra
ellos; no los talarás, pues de ellos puedes comer. Porque, ¿es acaso el árbol del campo
un hombre para que le pongas sitio”, Deuteronomio 20:19.
No niegues nunca tu ayuda al necesitado. El cuidado mutuo y la disposición a la solidaridad es
una fuerza mayor que todas las fuerzas policiales juntas. “No verás extraviado el buey de tu
hermano, o su oveja, sin que te ocupes de ellos; sin falta los llevarás a tu hermano. Y si
tu hermano no vive cerca de ti, o si no lo conoces, entonces lo traerás a tu casa, y
estará contigo hasta que tu hermano lo busque; entonces se lo devolverás. Así harás
con su asno, y asimismo harás con su vestido; lo mismo harás con cualquier cosa
perdida que tu hermano haya perdido y que tú halles. No te es permitido ignorarlos”,
Deuteronomio 22:1-3
Nunca pongas en peligro la vida de nadie por una imprudencia tuya. La temeridad siempre
alcanza a un inocente y siempre la pistola de la insensatez dispara con precisión más de una bala.
“Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu azotea, para que no traigas culpa de
sangre sobre tu casa si alguno se cayera de ella”, Deuteronomio 22:8.
Mantente siempre en una sola línea de principios. En un campo nunca se siembran frutos u
hortalizas diversos porque se debilita la tierra y se pervierte a la planta. Cuando creemos que la
sabiduría es la suma de un poquito de aquí y otro tanto de allá (sin ningún concierto y muchas veces
contradictorio) lo único que conseguimos es esterilizar nuestra mente. “No sembrarás tu viña con
dos clases de semilla, no sea que todo el fruto de la semilla que hayas sembrado y el
producto de la viña queden inservibles”, Deuteronomio 22:9.
No seas inconsistente en el uso de tu fuerza. Tenemos que ponerle el mismo empeño a lo que
nos gusta y lo que nos disgusta. Una persona íntegra siempre da el 100% en todo lo que emprende. “No
ararás con buey y con asno juntamente”, Deuteronomio 22:11. Cuando se pone un buey y un
asno en la misma yunta se empieza a arar en círculos.
No te permitas ser insensible con la corrupción y la injusticia. Hacer oídos sordos a la
injusticia es el inicio de la gangrena del alma. Finalmente, terminaremos muriendo nosotros mismos.
“En efecto, se oye que entre vosotros hay inmoralidad, y una inmoralidad tal como no
existe ni siquiera entre los gentiles, al extremo de que alguno tiene la mujer de su
padre. Y os habéis vuelto arrogantes en lugar de haberos entristecido, para que el que
de entre vosotros ha cometido esta acción fuera expulsado de en medio de vosotros? ”,
1Corintios 5:1-2.
Desecha la hipocresía y evita por todos los medios que tu religión sea un irreflexivo
‘golpe de pecho’. Nuestra fe es transformadora y poderosa para trabajar en nosotros y hacernos a la
medida de Cristo. Cualquier otra cosa no es ni siquiera una falsificación, es solo un vil engaño. “Sino
que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose
hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o
estafador; con ése, ni siquiera comáis”, 1Corintios 5:11.
Libertad no es igual a Libertinaje. No hay mayor libertad que la de aquel que conoce y aplica las
leyes. “Todas las cosas me son lícitas, pero no todas son de provecho. Todas las cosas me
son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna”, 1Corintios 6:12.
LO QUE DEBES SABER SOBRE EL FALLO DE LA SUPREMA CORTE DE
JUSTICIA DE ESTADOS UNIDOS SOBRE EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL
¿Cuál fue el caso que la Suprema Corte decidió en cuanto al matrimonio del mismo
sexo?
El Tribunal Supremo emitió su fallo sobre el caso de Obergefell v Hodges, que se consolida con otros
tres casos: Tanco v. Haslam (Tennessee); DeBoer v. Snyder (Michigan); Bourke v. Beshear
(Kentucky). Estos casos desafiaron dos asuntos relativos a si la Decimocuarta Enmienda debe
garantizar el derecho que tienen las parejas del mismo sexo de contraer matrimonio.

¿Acerca de qué asuntos se le pidió a la Corte decidir?


Los dos asuntos que fueron contestados en este caso son:
1. ¿Requiere la Decimocuarta Enmienda que un Estado otorgue una licencia de matrimonio a dos
personas de un mismo sexo?
2. ¿Requiere la Decimocuarta Enmienda que un Estado reconozca un matrimonio entre dos personas
del mismo sexo cuando su matrimonio fue legalmente autorizado y realizado fuera del Estado?
Estos asuntos son conocidos como preguntas de “matrimonio” y “reconocimiento”, respectivamente. El
Tribunal de Justicia afirmó ambas pregutnas.
¿Cuál fue el fallo de la Corte?
Que la Décimo Cuarta Enmienda requiere que un Estado emita una licencia para un matrimonio de
dos personas del mismo sexo; esto es, que los Estados están obligados a reconocer los matrimonios
entre personas de un mismo sexo que se han llevado a cabo legalmente fuera del Estado. Como escribió
el Juez Kennedy, “El derecho a contraer matrimonio es un derecho fundamental inherente a la libertad
de la persona, y bajo el debido proceso y las Cláusulas de Igualdad de la Decimocuarta Enmienda, las
parejas del mismo sexo no pueden ser privadas de ese derecho y de esa libertad. Las parejas del mismo
sexo pueden ejercer su derecho fundamental a contraer matrimonio “.
¿Por qué se basa el argumento en la Decimocuarta Enmienda?
El Tribunal Supremo raramente reconoce nuevos “derechos fundamentales” en la Constitución que
han existido anteriormente, que es lo que muchos opositores del matrimonio del mismo sexo alegan
que estaban siendo demandados. Debido a este obstáculo, los defensores del matrimonio LGBT
alegaron que el derecho a contraer matrimonio ya está bien establecido y que simplemente desean
tener acceso a este con el propósito de casarse con una persona de su elección.
¿De qué se trata el argumento de que el Tribunal está creando un nuevo “derecho
fundamental” al permitir que las parejas del mismo sexo contraigan matrimonio?
Como señala el fallo judicial, actualmente el matrimonio se considera un “derecho fundamental” por la
Corte Suprema y se aplica claramente a parejas del sexo opuesto. Al considerar si un derecho afirmado
es “fundamental”, dice Chris Gacek, hemos de confiar en la prueba que el tribunal estableció en
Washington v. Glucksberg (1997). En primer lugar, el tribunal requiere la presentación de una
“'descripción cuidadosa' del derecho afirmado o de la libertad en cuestión.” El derecho reclamado debe
estar descrito con precisión. En segundo lugar, estos derechos deben estar “profundamente arraigados
en la historia y la tradición de esta nación.”
Por otra parte, el derecho debe ser “tan arraigado en las tradiciones y en la conciencia de nuestro
pueblo como para ser clasificado como fundamental.” El derecho que se persigue debe estar “implícito
en el concepto de libertad ordenada” de forma tal que “ni la libertad ni la justicia pudieran existir si
[este] es sacrificado.” En los casos actuales, una definición amplia, como “ser capaz de casarse con la
persona de su elección” no describe lo que buscan los demandantes. Se les permite en el presente, pero
deben casarse con una persona del sexo opuesto.
Así es como siempre se ha entendido el derecho a contraer matrimonio, pero ese no es el tipo de
matrimonio los contendientes quieren. Más bien, ellos buscan la legitimación de un nuevo derecho—un
derecho a un arreglo conyugal de personas del mismo sexo, reconocido gubernamentalmente.
¿Por qué no dejó la Corte Suprema que el pueblo estadounidense decidiera el tema?
El Juez Kennedy explicó el razonamiento de la Corte diciendo: “Si bien la Constitución contempla que
la democracia es el proceso adecuado para el cambio, las personas que se ven perjudicadas no tienen
por qué esperar acción legislativa antes de afirmar un derecho fundamental”.
¿Quién escribió la opinión para la Corte?
El Juez Kennedy emitido el dictamen de la Corte, que fue corroborado por Ginsburg, Bretyer,
Sotomayor y Kagan. El Juez Roberts presentó una opinión disidente, a la que Scalia y Thomas se
unieron. Scalia escribió también un dictamen que fue corroborado por Thomas. Thomas también
presentó una opinión disidente que fue corroborado por Scalia. Y Alito presentó una disidencia que fue
corroborada por Scalia y Thomas.
Antes de esta decisión, ¿en cuántos estados era legal ya era el matrimonio homosexual?
37. De esos 37, 6 fueron decididos por fallo judicial, 8 por legislaturas estatales, y 3 por el voto
popular. El desglose es como sigue:

Por Fallo Judicial


Alabama (9 de febrero del 2015), Alaska (17 de octubre del 2014), Arizona (17 de octubre del 2014),
California (28 de junio del 2013), Colorado (7 de octubre del 2014), Connecticut (12 de noviembre del
2008), Florida (6 de enero del 2015), Idaho (13 de octubre del 2014), Indiana (6 de octubre del 2014),
Iowa (24 de abril del 2009), Kansas (12 de noviembre del 2014), Massachusetts (17 de mayo del 2004),
Montana (19 de noviembre del 2014), Nevada (9 de octubre del 2014), Nueva Jersey (21 de octubre del
2013), Nuevo México (19 de diciembre del 2013), Carolina del Norte (10 de octubre del 2014),
Oklahoma (6 de octubre del 2014), Oregon (19 de mayo del 2014), Pensilvania (20 de mayo del 2014),
Carolina del Sur (20 de noviembre del 2014), Utah (6 de octubre del 2014), Virginia (6 de octubre del
2014), West Virginia (9 de octubre del 2014), Wisconsin (6 de octubre del 2014), y Wyoming (21 de
octubre del 2014).

Por Legislación del Estado


Delaware (1 de julio del 2013), Hawaii (2 de diciembre del 2013), Illinois (1 de junio del 2014),
Minnesota (1 de agosto del 2013), New Hampshire (1 de enero del 2010), Nueva York (24 de julio del
2011), Rhode Island (1 de agosto del 2013), y Vermont (1 de septiembre del 2009).

Por Voto Popular


Maine (29 de diciembre del 2012), Maryland (1 de enero del 2013) y Washington (9 de diciembre del
2012).
¿Cuántos estados habían prohibido el matrimonio entre personas del mismo sexo?
13. De ellos, 12 fueron por la enmienda constitucional y por ley estatal, y 1 por única enmienda
constitucional; 8 de ellos han tenido sus prohibiciones anuladas por los tribunales, pero las apelaciones
estaban todavía en curso en el momento de esta decisión. El desglose es como sigue:

Por enmienda constitucional y la ley estatal


Arkansas (2004, 1997), Georgia (2004, 1996), Kentucky (2004, 1998), Louisiana (2004, 1999),
Michigan (2004, 1996), Mississippi (2004, 1997), Missouri (2004, 1996), Dakota del Norte (2004,
1997), Ohio (2004, 2004), Dakota del Sur (2006, 1996), Tennessee (2006, 1996), y Texas (2005, 1997).
¿Cuántas parejas del mismo sexo tienen actualmente licencia para contraer
matrimonio?
Un nuevo trabajo de investigación sugiere que el número de parejas del mismo sexo, casadas, en los
Estados Unidos en 2013 fue de alrededor de 170.000.
¿Qué pasa ahora?
El reconocimiento del matrimonio entre personas del mismo sexo por todos los 50 estados es ahora la
ley de la nación.
EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL Y EL FUTURO
La Biblia nos cuenta que una vez el rey de Israel quiso saber de los profetas si tendría victoria sobre sus
enemigos. Todos los profetas de la corte le dijeron exactamente lo que él quería oír. Sin embargo, el rey
de Judá preguntó sabiamente si había otra voz que se pudiese consultar, y el rey de Israel dijo que sí
que la había, pero que odiaba a ese profeta porque “no profetiza lo bueno en cuanto a mí” (1 Reyes
22:8).

Una vez encontrado, este profeta se negó a hablar las palabras de consenso que el rey quería
escuchar. “Vive el SEÑOR que lo que el SEÑOR me diga, eso hablaré” (1 Reyes 22:14). Y, como se vio
después, era una palabra dura.

Cuando se trata de lo que la gente quiere oír, la iglesia se enfrenta a una situación similar al mirar hacia
el futuro del matrimonio en Estados Unidos. Muchos quieren el tipo de testimonio profético que hará
girar la situación para que se vea favorable, independientemente de si ese favor es del Señor o si tiene
contacto con la realidad.

Algunos quieren una corte de profetas que acerque el escalpelo del cirujano a la Palabra de
Dios. Quieren a aquellos que digan: “¿Conque Dios ha dicho?”, a la luz de aquello que la Biblia
claramente llama inmoralidad. Siguiendo la trayectoria de cada antiguo liberalismo pasado, quieren
hacer de la ética sexual cristiana lo que los antiguos liberales quisieron hacer con el nacimiento
virginal: afirmar que la gente de estos tiempos simplemente no podrán aceptarlo, y que, si queremos
rescatar el cristianismo, tendremos que tirar estas cosas por la borda. Mientras tanto, nos dirán que lo
están haciendo por los niños (o por los Mileniales).
Predicando un evangelio que no salva
Esto es infidelidad al evangelio que hemos recibido. En primer lugar, nadie que se niega a arrepentirse
del pecado, ya sea la homosexualidad o la fornicación o cualquier otra cosa, heredará el reino de Dios (1
Cor. 13:45-46). Esta estrategia deja condenada a la gente ante el tribunal de Cristo, sin reconciliación y
sin esperanza.

En segundo lugar, ni siquiera funciona. Miremos las catedrales vacías de la Iglesia Episcopal, los
bancos vacantes de la Iglesia Presbiteriana (U.S.A.), y lo que sucederá pronto. Déjenme ser
claro. Incluso si aceptar el matrimonio entre personas del mismo sexo (o aprobar cualquier otra cosa
que la Biblia llame inmoralidad sexual) “funcionase” a la hora de hacer crecer una iglesia, aún así no lo
haríamos. Si tenemos que elegir entre Jesús y los Mileniales, elegimos a Jesús. Pero la historia nos
demuestra que aquellos que quieren un Jesús diferente (el Jesús que dice: “Haz lo que quieras con tu
cuerpo, por mí está bien”), no quieren ningún cristianismo.

Pero habrá los que quieren profetas que digan que el evangelio no llama al arrepentimiento, o, al
menos, no al arrepentimiento de este pecado. Estos profetas aplicarán un universalismo selectivo que
niegue que el juicio viene, o que es necesaria la sangre de Jesús. Pero estos profetas no hablan de parte
de Dios. Y no tenemos a nadie a quien culpar sino a nosotros mismos, ya que durante demasiado
tiempo muchos hemos tolerado entre nosotros a aquellos que han sustituido el evangelio de Jesucristo
por un evangelio falso, fácil y barato. Se ha llamado predicadores del evangelio a muchos que predican
una decisión sin fe, una regeneración sin arrepentimiento, una justificación sin señorío, libertad por
levantar la mano, pero sin cargar una cruz. Ese evangelio es diferente del que Jesús y sus apóstoles nos
entregaron. Ese evangelio no salva.

Así que cuando estos profetas emergen para decirle a la gente que pueden permanecer en sus pecados y
aun así ser salvos, debemos tronar en respuesta con el viejo evangelio que nos llama a todos al
arrepentimiento y a llevar la cruz, el evangelio que llama pecado al pecado, para llamar gracia a lo que
lo es. J. Gresham Machen nos advirtió que el mismo Señor Jesús nunca trató de predicar el evangelio a
los justos sino solo a los pecadores. Los que le siguen deben comenzar por reconocerse a sí mismos
como necesitados de misericordia, como necesitados de la gracia que puede perdonar y limpiar su
interior.
La revolución matrimonial es real
Hay otra forma de profeta en la corte de estos tiempos. Este no tiene ningún problema con identificar
la homosexualidad como pecado. Él puede hacerlo con toda clase de bravatas e indignación, pero él
sigue haciendo lo que los profetas de la corte siempre hacen, él habla una palabra que la gente quiere
escuchar. Algunas personas quieren oír que la inmoralidad sexual es moral, después de todo, y otras
personas quieren oír que el matrimonio entre personas del mismo sexo es simplemente una cuestión
de algunas élites en las costas del país. Este profeta implica que si solo firmamos cheques a los
anfitriones correctos de los programas del debate en la radio, y tenemos un buen ciclo electoral o dos,
vamos a estar de vuelta donde estábamos, en la época cuando las alfombras eran afelpadas y los
matrimonios eran fuertes. Yo no conozco a nadie de ninguna organización en Washington, D.C. –y hay
muchas peleando la buena batalla– que esté diciendo eso. Por cierto, las organizaciones más cercanas
al suelo saben cuán oscura es la hora.

De una u otra forma, su iglesia tendrá que abordar la revolución matrimonial. Esto incluye pensar a
través de medidas que las iglesias deben tomar para protegerse a sí mismos y a sus confesiones de fe de
la acción legal. Pero también incluye ser honestos ante nuestras congregaciones. La atracción al mismo
sexo, la homosexualidad, la transexualidad y demás no son problemas en las iglesias “grandes” o
iglesias “de ciudad”. En las iglesias más rurales de los Apalaches o en el mitológico “Bible-belt” del Sur
de los E.E.U.U., las congregaciones tienen que saber cómo ministrar fielmente y compasivamente a los
refugiados de la revolución sexual. Las iglesias que no están abordando estos temas en sus reuniones
dominicales están ignorando la Gran Comisión.

Por eso no es simplemente un asunto de uno o dos ciclos electorales. Hay una necesidad urgente de
protecciones de conciencia para aquellos que disienten de la Iglesia de la Revolución Sexual. Mira la
forma en que el Director Ejecutivo de Mozilla fue sacado de la oficina simplemente por apoyar una
medida electoral que define el matrimonio como entre un hombre y una mujer. Mira la forma como
Baronnelle Stutzman fue abordado por su propio gobierno, no por negarse a servir a clientes
homosexuales (ella ha servido a muchos clientes homosexuales a través de los años) sino por negarse a
un acuerdo con dos clientes, y el Estado, de una boda entre dos personas del mismo sexo.

Si la iglesia no lee los signos de los tiempos, estaremos justo donde nosotros, los evangélicos,
estábamos después de Roe v. Wade: atrapados, desprevenidos y sin preparación. Afortunadamente,
muchos líderes cristianos, y muchos fuera de la tradición evangélica, se convirtieron en los líderes
audaces en la causa de la protección de los no-nacidos. Debemos mucho hoy a su coraje.
Lecciones del Movimiento Pro-Vida
Entonces, ¿qué debemos hacer? Precisamente lo que deberíamos haber hecho antes y después de
Roe. Debemos reconocer dónde están los tribunales y la cultura, y debemos trabajar por la justicia. Eso
significa no solo asumir que la mayoría de las personas están de acuerdo con nosotros en el
matrimonio. Debemos articular, tanto dentro como fuera de la iglesia, por qué es importante el
matrimonio, y por qué su definición no es infinitamente elástica.

Debemos –como el movimiento pro-vida ha hecho– buscar no solo participar de nuestra base, los que
ya están de acuerdo con nosotros, sino para convencer a los que no están de acuerdo. Eso no quiere
decir hablar menos sobre el matrimonio y la sexualidad, sino más. Y no solo en extractos de mensajes y
consignas, sino con una teología sólida que explique por qué la complementariedad sexual y la unión
de una sola carne tienen su origen en el misterio del evangelio (Ef. 5:22-33). Junto con el movimiento
Pro-vida, debemos entender el peligro de una Suprema Corte que crea derechos constitucionales de la
nada.
Por encima de todo, debemos preparar a la gente para lo que depara el futuro, cuando las creencias
cristianas sobre el matrimonio y la sexualidad no sean parte del consenso cultural, sino que se
consideren como algo extraño y extravagante, e incluso subversivo. Si nuestra gente asume que todo
volverá a la normalidad con un Presidente correcto y una enmienda constitucional rápida, no están
siendo equipados para un mundo que ve a los protestantes evangélicos y católicos tradicionales y los
judíos ortodoxos y otros como intolerantes y fanáticos.
Jesús nos dijo que tendríamos tiempos difíciles. Él nunca nos prometió un evangelio de la
prosperidad. Dijo que nos enfrentaríamos a la oposición, pero Él dijo que iba a estar con nosotros. Si
vamos a ser fieles a su evangelio, debemos predicar el arrepentimiento, incluso cuando el
arrepentimiento no sea recibido culturalmente. Y debemos predicar que cualquier pecador puede ser
perdonado por la sangre de Jesucristo. Eso significa coraje, y eso significa bondad. Los revolucionarios
sexuales odiarán el arrepentimiento. Herejes bufonescos, que solo quieren dar rienda suelta a la
paranoia y llamar a sus tropas, aborrecerán la bondad. Que así sea.
Esté listo
Nuestras iglesias deben estar dispuestos a enfrentar a los revisionistas que desean acabar con una ética
sexual cristiana. Y debemos estar dispuestos a enfrentar a aquellos que nos dicen que reconocer los
signos de los tiempos está prohibido, y que deberíamos seguir haciendo lo que hemos estado
haciendo. Un asunto tan poderoso culturalmente no puede abordarse por un medio-evangelio o por
consignas de radio.

La revolución matrimonial que nos rodea significa que tenemos que hacer un mejor trabajo en
articular una teología del matrimonio para nuestro pueblo, así como una teología del sufrimiento y de
marginalización. Significa que tenemos que hacer un mejor trabajo articulando a los de afuera por qué
los niños necesitan a una mamá y a un papá, no solo ” padres”, y por qué el matrimonio no es
simplemente una cuestión de decreto judicial. Significa que debemos empezar a enseñar a nuestros
hijos sobre el matrimonio “desde el principio” como hombre y mujer cuando están en la escuela
dominical. Esto significa que puede que tengamos que decidir qué haremos el día que llegue a nosotros
las licencias matrimoniales del estado, si las firmaremos o no.
A largo plazo, el matrimonio luce bien. El matrimonio es resistente, y la revolución sexual siempre
decepciona. Es cierto: estos son días oscuros para la cultura del matrimonio. Pero para días oscuros es
nuestro evangelio. Ningún día fue más oscuro que el día en que el Hijo de Dios murió en Palestina en la
cruz de un criminal. Estamos aquí porque ese día oscuro no era el final de la historia. Y debido a que no
era el final, no será el final ahora.
EL ARGUMENTO CONTRA EL MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL
MISMO SEXO
Por Jesse Johnson
El mes pasado hice esta pregunta: ¿Se debe permitir casarse a parejas del mismo sexo? O, más
concretamente, en los estados que han seguido el proceso democrático por definir el matrimonio como
exclusivamente entre un hombre y una mujer, ¿deben intervenir jueces y anular esas leyes? En los
lugares donde se llevan a cabo nuevas elecciones, ¿deben votar los cristianos para permitir que las
parejas LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales) se casen legalmente?
Respondí esta pregunta diciendo que en tanto dependa de los votantes, las legislaturas, o los jueces,
queno, que el matrimonio no debe ser redefinido. Hay tres partes en esta respuesta: El gobierno regula
correctamente el matrimonio, y entonces sí: el gobierno necesita decidir qué constituye un matrimonio
legal ( se puede leer ese post aquí ).
Dios inventó el matrimonio, y la esencia del matrimonio es vista en un compromiso entre dos personas
de sexos opuestos. Así, el matrimonio entre personas del mismo sexo es un oxímoron, y representa un
ataque pecaminosa sobre la identidad del matrimonio ( se puede leer ese post aquí ).
Porque lo que Dios ordena es también bueno para la sociedad, en efecto, es en la mejor forma de servir
a la sociedad mantener la definición tradicional del matrimonio. Hoy quiero escribir sobre esto en esta
tercera parte. Si bien existen argumentos bíblicos contra el ver la unión del mismo sexo como
matrimonio – y encuentro esos argumentos convincentes-vivimos en una sociedad pluralista y
argumentos bíblicos así solos no lograremos llevar el día.
Afortunadamente, si alguna perspectiva es bíblica, también será beneficiosa para la sociedad. Por lo
tanto, los cristianos deben ser capaces de hacer ambas categorías de argumentos. Debemos ser capaces
de explicar nuestra oposición al matrimonio del mismo sexo utilizando tanto el lenguaje secular, así
como el razonamiento bíblico. Después de todo, la verdad debe ser victoriosa, no importa en qué arena
se combata.
Así que, ¿por qué el gobierno debe negarse a redefinir el matrimonio?
El matrimonio está relacionada de manera intrínseca a las familias
Tanto en la teología y la antropología, el concepto de matrimonio es el fundamento de la familia. Una
lleva a la otra. De hecho, la única razón de porque el gobierno se preocupa por el matrimonio es porque
el gobierno se preocupa por las familias.
El gobierno utiliza la estructura de impuestos para promover el matrimonio, ya que está promoviendo
familias. Estudio tras estudio demuestra que la estructura familiar de una persona es la variable más
grande por la riqueza, la salud, la seguridad laboral y la felicidad de las personas (en este caso es una
de la Universidad de Nueva York , una más complicada del Diario de Desarrollo Infantil , y
aquí está una del Centro de Presupuesto y Prioridades Políticas ).
Así que la historia del mundo, la historia de EE.UU., y el proceso democrático están en gran parte en lo
correcto cuando dicen que el gobierno debe ver el matrimonio como la creación de una unidad
familiar.
Pero el interés del gobierno en el matrimonio no termina con la simple existencia de una familia:
Las familias son la piedra angular de la estructura de nuestra sociedad
Toda nuestra sociedad está construida sobre la piedra angular de la familia.
La herencia se transmite de padres a hijos. Los préstamos de coche, seguros, hipotecas, e incluso
alquiler varían en función de la existencia de una familia. Los cónyuges tienen restricciones sobre cómo
pueden testificar contra otros en la corte. Las universidades utilizan el ingreso familiar y la historia de
la familia en la determinación de la ayuda financiera. La propiedad de la tierra, las tasas de impuestos,
cuentas bancarias, las decisiones de salud, etc. éstos se basan en el matrimonio. Yo sé que las parejas
del mismo sexo se ven a sí mismas como una familia también. Pero esto sólo es posible a la luz de esta
verdad incómoda: las familias generalmente producen hijos.
La razón por la que gran parte de la sociedad está construida sobre el fundamento de las familias no se
debe a que los legisladores vieron demasiadas especiales Hallmark y ven todo cursi y romántico. Más
bien es porque las familias (en general) producen hijos, y las tasas de impuestos están diseñadas para
beneficiar a los hijos, la herencia es para los hijos, las universidades saben que los padres pagan la
matrícula, y así sucesivamente. La versión más corta de este punto: el gobierno debe regular el
matrimonio porque ninguna otra área de la vida humana que cae bajo su vista previa afecta tanto el
bienestar de la sociedad.
Lo que nos lleva a:
Los hijos están mejor con una mamá y un papá
Este punto también podría ser llamado Psico Básica, Sociología Básica, Ed Básica, Antropología Básica,
o Econ Básica. Los hijos les va mejor en las familias rodeados con una mamá y un papá. Casi todo el
mundo concede este punto (American Psychological Association, Journal for Social Science
Research, CitizenLink Public Policy, Brookings Institute, la historia humana, etc. Grudem
también tiene una útil lista de estudios que muestran esto en las páginas 223 a 224 en Política).
Hay razones psicológicas, sociales, económicas y educativas de que a los hijos les va mejor cuando
tienen una mamá y un papá. Este es un hecho biológico, y una realidad social. Pero es más que eso:
El gobierno tiene un interés en las familias, pero no un interés en la validación del amor
Esto es exactamente por qué el gobierno tiene un interés en la regulación del matrimonio. Estoy de
acuerdo en que las parejas del mismo sexo quieren un socio con el que vivir sus vidas, compartir sus
esperanzas y sueños, y estar comprometidos el uno al otro en la vejez, pero eso no viene del gobierno.
No es asunto del gobierno la validación del amor superficial, y cualquier amor que requiere la
validación del gobierno es, en efecto superficial.
El gobierno tiene un interés personal en la regulación de una sociedad que se crea de familias, ya que
quiere proteger a los más vulnerables-es decir, los hijos. Tiene como objetivo el establecimiento de
familias donde los niños son los más adecuados para prosperar. El gobierno no puede manejar las
familias individuales, pero puede hacer cosas para maximizar el papel de la familia, tales como
reconocer que el matrimonio crea familias, las cuales hacen hijos, que están mejor cuando hay una
mamá y un papá.
Cuando el gobierno redefine el matrimonio, la libertad religiosa sufre
Debido al incómodo hecho de que el matrimonio viene de Dios, es en muchos aspectos intrínsecamente
religioso. Pero parte de la gracia común es que usted no tiene que ser religioso para casarse.
Ahora, puede ser en el interés del gobierno permitir que parejas del mismo sexo alguna forma de
reconocimiento. Es fácil ver cómo esto ayudaría a las decisiones médicas, las hipotecas, y similares.
Pero esto no es lo que está sucediendo hoy en día. En su lugar, el gobierno está invalidando el concepto
histórico del matrimonio y luego infringir la libertad religiosa. Cuando se redefine el matrimonio, las
iglesias son entonces obligadas a seguirlo. Por esa razón una iglesia metodista en Nueva
Jersey fue reprendida recientemente por un juez por negarse a permitir una misma boda del sexo en
la propiedad de su iglesia –la iglesia entonces perdido su estatus de exención de impuestos por
negarse a celebrar bodas similares (y ese vínculo tiene una lista de otras decisiones judiciales
similares). Los cristianos han sido multados en varios estados (Nueva York, Nuevo México, Colorado,
Washington y Oregon) por negarse a celebrar bodas del mismo sexo.
Hay momentos en que el gobierno, obviamente, tiene que obligar a la conducta individual de un interés
nacional. Pero en este caso, el interés nacional no existe. La libertad religiosa es violada de modo que el
amor se valide, y esto es algo que los tribunales y el gobierno no deben hacer.
CONSEJOS PARA PREDICADORES JÓVENES
Por Eric Davis & Alberto Solano
A través de la historia Dios llama a sus siervos para que lleven a cabo sus propósitos en el mundo. A
menudo tales hombres son jóvenes. Con frecuencia, son llamados por Dios para tomar el relevo de
manos de la generación anterior y para continuar con el llamado de liderar la iglesia. Uno de los
llamados que Dios les otorga es la tarea privilegiada y sagrada de alimentar al rebaño de Cristo a través
de la predicación de la Palabra.
Sin embargo, a medida que uno lee la Escritura y pasa tiempo ministrando al pueblo de Dios, una cosa
queda clara: no siempre es fácil para la gente recibir el ministerio pastoral de parte de un hombre
joven.
Así que, ¿cómo puede un pastor joven ayudar a su congregación a tener confianza en él y escuchar lo
que tiene que decir desde el púlpito?
Aquí hay seis cosas que recordar:
La mayor necesidad de mi congregación es mi propia santidad
1. Crece en santidad personal
Cuando el apóstol Pablo escribió sus cartas a Timoteo, enfatizó en la importancia de vivir una vida
piadosa para aquellos que buscan liderar la iglesia (1 Timoteo 1:18-19; 3:1-10; 4:6-16; 5:22; 6:11-16, 20-
21). La devoción y piedad personal de Timoteo garantizarían el impacto de la Biblia en la congregación
(1 Timoteo 4:16). De hecho, Pablo escribió más sobre la piedad que sobre la forma en la que debería
predicar.Esto no quiere decir que aprender a predicar no sea importante, pero sí quiere decir que la
santidad personal es fundamental para poder predicar fielmente la Palabra de Dios.
Timoteo, a pesar de su juventud, pudo ser un pastor fiel al ser ejemplo de piedad y santidad personal.
El siguió el consejo de Pablo:
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor,
espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4: 12).
Los predicadores jóvenes no pueden exigir a una audiencia que los escuche, y sobre todo no pueden
exigir que los respeten o los sigan. Un predicador joven se gana el cariño, la atención y el respeto de su
congregación a través de una paciente demostración de fidelidad hacia Dios y su congregación a lo
largo del tiempo. Un joven que busca la santidad, tendrá mayores posibilidades de influenciar en las
vidas de los miembros de su congregación para la honra de Dios. Tal como lo dijo Robert Murray
Mc’Cheyne, a sus 20 años de edad: “La mayor necesidad de mi congregación es mi propia santidad”.
2. Dedica el tiempo necesario para preparar sermones
Pablo exhortó al joven Timoteo a dedicar gran parte de su ministerio a la enseñanza (1 Timoteo 4:1, 13-
16). Al respecto escribió: “Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento
sea manifiesto a todos” (1 Timoteo 4:15).
Cuando Pablo exhorta a Timoteo a: “ocuparse”, significa que debe “continuar realizando una actividad
con cuidado y preocupación,” y al decirle “permanece”, Pablo estaba indicándole que tendría que
dedicar todo su ser a predicar y preparar sermones para el beneficio de la congregación y la gloria de
Dios. Pablo sabía que Timoteo, así como todo predicador joven después de él, no tenía la experiencia
que otros predicadores mayores tenían, pues simplemente no había estado al frente de la batalla el
tiempo suficiente para poder tener gran experiencia en el ministerio.
Para predicar un sermón que sea útil para la congregación y a la vez honre a Cristo, un ministro debe
dedicar hora tras hora, gota tras gota de sangre, minuto tras minuto, para poder presentar un sermón
que alimente eficazmente a las personas. En pocas palabras, los predicadores jóvenes deben luchar
duro para servir un banquete digno a sus oyentes. Este tipo de comida les dará un mayor conocimiento
de las profundidades de Dios y la hermosura del Evangelio.
Como ejemplo: si usted ha trabajado en un restaurante de alta cocina sabrá que el plato que fue puesto
delante de usted pasó por más de dos manos. Varias personas dedicaron tiempo y esfuerzo en crear el
plato perfecto. Desde el chef hasta en el mesero, pasando por los diferentes cocineros en la cocina, se
requirió de tiempo para poder elaborar un buen plato digno de un restaurante de alta calidad. De la
misma manera, los predicadores jóvenes deben entrar al ministerio sabiendo que deberán pasar
muchas horas elaborando sermones que alimenten dignamente a las ovejas de Cristo.
3. Reconoce tu dependencia de Dios
Al igual que un árbol joven, a los predicadores jóvenes todavía no les han crecido todas sus ramas y aún
no son un árbol que infunda gran confianza. Me refiero al tipo de confianza que viene sólo después de
años de servicio en la misma congregación. A diferencia de hombres con gran experiencia, los
predicadores jóvenes normalmente no han pasado por la escuela refinadora y purificadora del
sufrimiento. Simplemente por su juventud, no han tenido tanto tiempo para crecer en santificación,
resistencia contra la tentación y pasión por la proclamación del Evangelio.
Necesitan ser lo suficientemente humildes para reconocer nuestra dependencia en Dios
Las doctrinas, convicciones y filosofías del ministerio deben ser probadas día tras día, tarea que no se
lleva acabo de la noche a la mañana. Cuando somos jóvenes y verdes, se nos hace demasiado fácil
pararnos en el púlpito y proclamar con gran ímpetu nuestras convicciones. Pero es otra cosa muy
distinta, hacerlo a través de sangre, sudor y lágrimas al velar por las almas de nuestros oyentes. Por eso
es que los pastores jóvenes necesitan desesperadamente ser lo suficientemente humildes para
reconocer su dependencia de Dios para llevar a cabo el ministerio pastoral.
4. Ora por tu congregación
Escuchar sermones no toma menos esfuerzo espiritual que elaborar sermones. Los predicadores
jóvenes deben entender que la labor de proclamar el Evangelio y las doctrinas bíblicas requiere del
poder sobrenatural en la vida de los oyentes. Las palabras deben impactar el alma y el espíritu, no
meramente los oídos o las emociones.
Debemos recordar que nuestros oyentes son personas que luego de una semana de trabajo están
fatigadas, tal vez cansadas por algún problema familiar o sufren por alguna tragedia. Otros viven en la
hipocresía, la idolatría y la ignorancia. En las sillas delante del púlpito existen matrimonios
insatisfechos, papás desgastados por sus hijos, madres ansiosas y solteros luchando contra las
tentaciones de la juventud.
Como ministros, no nos enfrentamos solamente a los problemas de la carne de cada persona. También
debemos reconocer que Satanás constantemente busca la manera de robar la semilla de la Palabra de
Dios en la vida de las personas. Por lo tanto, nuestra respuesta debe ser orar y velar por ellos
constantemente.
¿Cuánto tiempo pasa orando por las almas de las personas que le escuchan domingo tras domingo?
5. Dedica tiempo para conocer a las personas
Como todos los cristianos, aún los predicadores son miembros del cuerpo de Cristo. Por esto, tienen la
responsabilidad de permanecer conectados de manera significativa a una iglesia local. Los pastores
necesitan el refinamiento, el cuidado y la responsabilidad que Cristo dispensa a través de la iglesia
local. Nosotros no somos los héroes de la iglesia local, es Cristo.
Parte de la labor pastoral consiste en pasar tiempo con las personas con el fin de conocer su condición
espiritual. Debemos tener tiempo con la congregación y escuchar a sus miembros. Parte de nuestra
labor es conocer sus sufrimientos, luchas, alegrías e ídolos. Por lo tanto, debemos reconocer que
nuestra predicación mejorará conforme nos encontremos lo suficientemente cerca de la congregación
para poder ver cuáles son sus mayores necesidades. Pues al conocer sus cicatrices y dolencias,
podremos amarlos mejor y elaborar ilustraciones y aplicaciones que les sean más apropiadas.
Si alimentamos el orgullo en nuestro corazón, tarde o temprano afectará nuestras vidas, familias,
ministerio y congregación
Conforme su congregación lo conozca más, mayor será el afecto, respeto y atención hacia sus palabras.
Entre más lo conozca su congregación, si usted es un hombre de Dios, entonces ellos querrán escuchar
más las palabra que tiene que decir, pues sabrán que les está alimentando con la pura Palabra de Dios.
Tal como me lo dijo uno de mis héroes, el Dr. Alex Montoya: “Si tu gente sabe que los amas, muy rara
vez predicarás un mal sermón”.
6. No pienses en ti mismo como un gran predicador
Pocas personas buscan tanto halago y aplausos como un hombre joven. Esto es un gran peligro, en
particular, para aquellos de nosotros que estamos de pie en el púlpito. Si alimentamos el orgullo en
nuestro corazón, tarde o temprano afectará nuestras vidas, familias, ministerio y congregación. Si
pensamos en nosotros mismos como grandes predicadores y no entendemos por qué las personas no se
dan cuenta de lo magníficos que somos, entonces no hemos entendido el llamado a predicar la Palabra
con humildad y fidelidad. El pastor joven debe alejarse de pensar en sí mismo como un gran
predicador (especialmente si es capaz de atraer a una multitud) (Romanos 12:3).
Pero sobre todo, el predicador joven debe verse a sí mismo como estudiante y no amo y maestro en la
escuela sagrada de la predicación. Pudiésemos llegar a dominar ciertos aspectos del ministerio (nunca
de manera perfecta, por supuesto), pero difícilmente podremos dominar algo tan importante como la
proclamación de la Palabra del Dios viviente.
MOHLER RESPONDE A LA DECISIÓN DE LA CORTE SUPREMA DEL
MATRIMONIO ENTRE PERSONAS DEL MISMO SEXO
La siguiente es una declaración de R. Albert Mohler Jr., presidente del Seminario Teológico Bautista
del Sur, sobre la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en relación con el matrimonio
entre personas del mismo sexo:
Todo ha cambiado y nada ha cambiado. La decisión de hoy de la Corte Suprema es un ataque central al
matrimonio como la unión conyugal de un hombre y una mujer y en una decisión 5-4 el máximo
tribunal de la nación ahora ha impuesto su mandato de redefinir el matrimonio en los 50 estados.
Como dijo el Presidente del Tribunal Supremo Roberts en su voto particular, "La decisión de la
mayoría, es un acto de voluntad, no un juicio legal."
El argumento de la mayoría, expresada por el juez Kennedy, es que el derecho de las parejas del mismo
sexo a contraer matrimonio se basa en la autonomía individual en lo relacionado con la sexualidad, en
el matrimonio como un derecho fundamental, en el matrimonio como contexto privilegiado para la
crianza de los hijos, y en la defensa del matrimonio como elemento central de la civilización. Pero en
cada uno de estos puntos, la mayoría tuvo que reinventar el matrimonio con el fin de presentar su
argumento. El Tribunal simplemente no ha ordenado que las parejas del mismo sexo se les permita
casarse – ha redefinido fundamentalmente el matrimonio mismo.
El argumento jurídico ingenioso establecido por la mayoría es claramente detectable en las decisiones
anteriores de Justicia de Kennedy incluyendo Lawrence (2003) y Windsor (2013), y el cita sus propias
decisiones como un precedente legal. A medida que el Presidente del Tribunal Supremo deja en claro,
el juez Kennedy y sus compañeros jueces de su mayoría querían legalizar el matrimonio entre personas
del mismo sexo y se inventó una teoría constitucional para lograr su propósito. Fue de hecho un acto
de voluntad disfrazado de un juicio legal.
La Corte Suprema de los Estados Unidos es el más alto tribunal de la región, y sus decisiones no
pueden ser apeladas ante un tribunal superior de justicia. Pero la Corte Suprema, como toda
institución humana e individual, eventualmente enfrenta dos tribunales superiores. El primero es el
tribunal de la historia, lo que se traducirá a una sentencia que creo que va a avergonzar a esta corte y
revelara su trayectoria peligrosa. Los precedentes y argumentos expuestos en esta decisión no se
pueden limitar al derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. Si la autonomía
individual y la igualdad de protección significa que las parejas del mismo sexo no puede negar lo que
ahora se define como un derecho fundamental del matrimonio, los demás llegarán a hacer el mismo
argumento. Esta Corte se encontrará en una trampa de su propia creación, y que traerá un gran daño a
esta nación y sus familias. La segunda corte que todos debemos enfrentar es el tribunal del juicio
divino. Durante siglos, las ceremonias de matrimonio en el mundo de habla Inglés han incluido la
advertencia de que lo que Dios ha creado, ningún ser humano – o corte humana – deben destruirlo.
Eso es exactamente lo que ha hecho la Corte Suprema de los Estados Unidos.
La amenaza a la libertad religiosa representada por esta decisión es clara, presente e inevitable.
Garantías en sentido contrario, la mayoría en esta decisión ha puesto toda institución religiosa en
peligro legal si esa institución tiene la intención de defender sus convicciones teológicas que limitan el
matrimonio a la unión de un hombre y una mujer. Esta amenaza se extiende a todos los ciudadanos o
congregación religiosa que respeta las convicciones de los creyentes durante milenios.
En ese sentido, todo ha cambiado. El más alto tribunal de la tierra ha redefinido el matrimonio. Los
que no pueden aceptar esta redefinición del matrimonio como una cuestión de moralidad y de verdad,
deben reconocer que las leyes de este país en relación con el matrimonio de hecho se definirán en
contra de nuestra voluntad. Debemos reconocer la autoridad de la Corte Suprema en materia de ley.
Los cristianos deben estar comprometidos a ser buenos ciudadanos y buenos vecinos, aunque no
podemos aceptar esta redefinición del matrimonio en nuestras iglesias y en nuestras vidas.
Debemos luchar por el matrimonio como un regalo de Dios a la humanidad – un regalo central y
esencial para el florecimiento humano y un regalo que se limita a la unión conyugal de un hombre y
una mujer. Debemos luchar por la libertad religiosa para todos, y enfocar nuestras energías en la
protección de los derechos de los ciudadanos cristianos e instituciones cristianas para enseñar y operar
sobre la base de la convicción cristiana.
No podemos estar en silencio, y no podemos ser parte de la revolución moral que está en oposición
directa a lo que creemos que el Creador ha diseñado, dado, y destinado para nosotros. No podemos
estar en silencio, y no podemos dejar de luchar por el matrimonio como la unión de un hombre y una
mujer.
En un sentido, todo ha cambiado. Y sin embargo, nada ha cambiado. El paisaje cultural y jurídico ha
cambiado, ya que creemos que esto dará lugar a daños muy reales para nuestros vecinos. Pero nuestra
responsabilidad cristiana no ha cambiado. Estamos encargados de defender el matrimonio como la
unión de un hombre y una mujer y hablar la verdad en amor. También se nos manda defender la
verdad sobre el matrimonio en nuestras propias vidas, en nuestros propios matrimonios, en nuestras
propias familias, y en nuestras propias iglesias.
Estamos llamados a ser el pueblo de la verdad, incluso cuando la verdad no es muy popular e incluso
cuando la verdad es negada por la cultura que nos rodea. Los cristianos se han encontrado en esta
posición antes, y nos pondremos de nuevo. La verdad de Dios no ha cambiado. Las Sagradas Escrituras
no han cambiado. El evangelio de Jesucristo no ha cambiado. La misión de la Iglesia no ha cambiado.
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y para siempre.
UNA RESPUESTA BÍBLICA A LA HOMOSEXUALIDAD
A la luz de la decisión del Tribunal Supremo de hoy , aquí hay seis artículos de The Master’s
Seminaryque abordan el tema de la homosexualidad desde una perspectiva bíblica.
1. La Palabra de Dios sobre la homosexualidad: La verdad sobre el pecado y la Realidad
del Perdón
Resumen: Sl seguir un sentido distorsionado de "amor", algunos en el día de hoy han condonado la
práctica homosexual, sin darse cuenta de que el amor bíblico excluye la homosexualidad debido a su
pecminosidad. Cristianos pueden mejor compartir el evangelio con los homosexuales llamando a su
estilo de vida comola Biblia lo llama: pecado. Génesis 1-2, Mateo 19, y Efesios 5 describen claramente
la manera en que Dios ha instituido el matrimonio como una relación monógama, heterosexual.
Génesis 19, Judas 7, y 2 Pedro 2 ilustran cómo la caída casi inmediatamente erosionó la pureza de la
sexualidad humana, incluyendo una devastación de la institución divina del matrimonio. Levítico 18 y
20 y Romanos 1 trazan muy claramente las instrucciones de Dios acerca de cómo la homosexualidad es
repugnante a los ojos de Dios. Sin embargo, Isaías 56 y 1 Corintios 6 marcan el plan de Dios para los
homosexuales de encontrar la libertad y el perdón a través de una fe que transforma la vida en
Jesucristo. La puerta está abierta para los homosexuales y lesbianas a aceptar la invitación de Dios.
2. La Respuesta de la Iglesia a la Homosexualidad
Resumen: Una ola de inmoralidad ha inundado los Estados Unidos y el resto del mundo, exigiendo
que la iglesia responda a la homosexualidad de cuatro maneras. En primer lugar, debe exponer el
pecado de la homosexualidad como se muestra en el NT. En segundo lugar, se debe aclarar que la
gracia de Dios y el perdón se extiende a los homosexuales también. El Nuevo Testamento también deja
esto claro. En tercer lugar, la iglesia tiene que expulsar a los homosexuales practicantes de su
comunión. Porque seguir siendo una parte de las actividades de la iglesia es una mancha que no puede
ser tolerada porque indicaría un compromiso moral, una falta de valor por confrontar el pecado, y un
fracaso en ejercer la prerrogativa bíblica de excomunión. En cuarto lugar, la iglesia debe resistir el
ataque de la homosexualidad en la sociedad en su conjunto. El esfuerzo intencional por vender el estilo
de vida homosexual es organizado y peligroso y necesita una resistencia concertada para poner fin a
ese movimiento.
3. La Paternidad Cristiana y la Homosexualidad
Resumen: Las dificultades encontradas en la crianza de los hijos, incluidas las causados por la
depravación de los hijos, se resuelven mejor a través de la aplicación de los principios bíblicos. En una
sociedad que es permisiva e incluso positiva hacia el estilo de vida homosexual, los padres cristianos
deben adoptar once metas bíblicas en la crianza de sus hijos. (1) Se debe hacer todo para reflejar a Dios
y Su gloria. (2) Deben ayudar a sus hijos a entender el evangelio para que puedan recibir la salvación.
(3) Deben proteger a sus hijos de cualquier daño físico y espiritual. (4) Deben instruir a sus hijos en las
verdades de la Escritura. (5) Deben interpretar la Escritura con el fin de dar a sus hijos una
cosmovisión cristiana. (6) Deben preparar a sus hijos para las responsabilidades de la edad adulta. (7)
Deben evitar que sus hijos caigan en la tentación, enseñándoles las consecuencias del pecado. (8)
Deben corregir cualquier tendencia que sus hijos muestren hacia las actividades pecaminosas. (9)
Deben proveer para las necesidades físicas y espirituales de sus hijos. (10) Deben proporcionar
ejemplos de comportamiento a seguir positivos para sus hijos. (11) Se deben establecer líneas claras de
comunicación con sus hijos. Estas metas ayudarán a lidiar con el mismo mundo moralmente
degenerada que existía en tiempos del NT.
4. Los Mitos Culturales y Médicos Acerca de la Homosexualidad
Resumen: Tres preguntas deben ser respondidas en relación con los mitos culturales y médicos sobre
la homosexualidad: (1) ¿Hay un "gen gay"? Al dar una respuesta positiva, algunas fuentes citan dos
categorías, la naturaleza y la crianza. La genética del comportamiento ha buscado y supuestamente
encontrado una fuente de la homosexualidad, pero muchos científicos tienen fuertes preguntas sobre la
genética del comportamiento.. Varios estudios no han podido demostrar de manera concluyente que
existe un "gen gay". (2) ¿Es posible que una persona cambie la orientación sexual de ser homosexual a
heterosexual? El consenso actual en la profesión de la salud mental es que los intentos de convertir a
un homosexual a heterosexual son demasiado propensos a ser perjudiciales. Una posibilidad de
cambio se ha demostrado, pero el consenso en todo el mundo continúa viendo tal cambio como
imposible debido a factores biológicos y psiquiátricos. Los estudios realizados por Spitzer y Jones /
Yarhouse han identificado ejemplos de cambio sin daño a las personas involucradas. (3) ¿Cómo han
afectado los activistas homosexuales a las culturas modernas en todo el mundo? Varias partes de la
legislación, tanto nacionales como internacionales, han puesto en riesgo a cualquiera que se atreva a
oponerse a la homosexualidad. Incluso algunos líderes eclesiásticos han suavizado su tono al hablar en
contra de esta desviación sexual.
5. La Fuente y el Significado del NT de Arsenokoitai con Implicaciones para la Ética
Cristiana y Ministerio
Resumen: la interpretación tradicional de arsenokotai (arsenokoitai, "homosexuales") en 1 Corintios
6: 9 y 1 Tim 1:10 se refiere al vicio sexual entre personas del mismo sexo, específicamente la
homosexualidad. Algunos restringen el significado del término a "prostituto activo", pero la evidencia
más fuerte es compatible con una traducción más general, a saber, "los homosexuales". Más
recientemente, la definición de "homosexual" se ha opuesto por razones culturales y lingüísticas,
siendo la afirmación de que el término "homosexuales" es anacrónico. Además, la crítica de la
traducción tradicional dice que el término hoy incluye Haemophilus célibes, excluye a los
heterosexuales que se involucran en actos homosexuales, e incluye a los homosexuales femeninos. La
preocupación por los actos en lugar de la atención moderna a los deseos fue el único factor en el
mundo antiguo. La oposición a la anterior traducción de arsenokoitai por "homosexuales" tiene una
serie de debilidades. Por último, este estudio argumenta que Pablo acuñó el
término arsenokoitai, derivándolo de la LXX de Lev 20:13 (cf. 18:22) y su uso para la orientación
homosexual y el comportamiento, el último de los cuales debe ser una ocasión para la disciplina de la
iglesia ( 1 Corintios 05.06) y la legislación en la sociedad (1 Timoteo 1: 8-11).
6. Dios les Entregó: Un Estudio sobre la Retribución Divina
Resumen: Isaías habla del juicio infligido por la ira de Dios como Su acto extraño y Su extraña obra.
La imagen paulina de la historia humana en Romanos 1: 18-3: dice más sobre el juicio de Dios y por
qué es “extraño.” Su uso triple paredôken habla de Dios entregando a la humanidad a un juicio
merecido, que es más que una acción permisiva divina y más una acción privativa y una retención de la
gracia común. Debe ser un acto judicial de Dios al imponer Su ira sobre la humanidad. El retroceso de
la historia humana se refleja en la tendencia más reciente de la sociedad a aceptar el pecado de la
homosexualidad y otras desviaciones sexuales como una mera enfermedad y no como pecado.
Civilizaciones en todo el mundo, particularmente en los Estados Unidos, se apresuran a su destrucción
al dejar de lado la justicia de Dios en Cristo, por tanto, trayendo sobre sí mismos el juicio de Dios tal
como se describe en Romanos 1:18-3: 20. Este es el juicio temporal de Dios, que es preliminar a su
juicio eterno sobre una raza humana rebelde. La justicia retributiva es un atributo de Dios y una
característica necesaria de Sus acciones hacia la humanidad incrédula.
8 MENTIRAS QUE LOS CRISTIANOS CREEN SOBRE EL ÉXITO
He pasado toda mi vida tratando de tener éxito. Pensaba que eso era lo que se supone que hiciéramos.
Lo que es más, yo pensaba que el éxito era la marca de un cristiano bendecido.

Si Dios te ama, te bendice, dice la oración de Jabes y el versículo preferido de tantos, Jeremías 29:11.
Su deseo es prosperarnos, no hacernos daño: darnos un futuro y una esperanza.

Basta con mirar a todas esas mega-iglesias, con sus santuarios de millones de dólares. Mira todos esos
autores y conferencistas exitosos.

Pero entonces están los 21 egipcios, o los 30 etíopes, martirizados recientemente por su fe cristiana.
Ahí están esos pastores fieles que no tienen las mega iglesias, que sufren angustia y problemas. Y ahí
está mi propio viaje como un autora cristiana a través de la anorexia, el aborto involuntario y la
ansiedad. Así hay un sinnúmero de otros creyentes, que hacen lo correcto, que dicen las oraciones
correctas, que creen, y sin embargo conocen la angustia de Job.

En algún momento de mi vida, el cristianismo se había convertido en una varita mágica en lugar de
una postura humilde.

Estas son algunas de las mentiras que a menudo creemos en la iglesia con respecto al éxito.

1. Mientras más grande, mejor.

No, de hecho, lo pequeño es bueno. Pequeño es la única manera de entrar en el reino de los cielos.
Debemos ser como niños. Un niño está indefenso, es dependiente. Un niño no tiene “status” en el
mundo actual. Él o ella no triunfan, sino que descansan. ““En verdad les digo que si no se convierten y
se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos” (Mat. 18:3).

2. La bendición de Dios es tangible.

Bienaventurados los pobres, bienaventurados los mansos, bienaventurados los que lloran,
bienaventurados los que tienen hambre y sed, bienaventurados los de limpio corazón. Estas
bienaventuranzas no tienen nada que ver con las bendiciones físicas o materiales, y tienen todo que ver
con la participación en la vida eterna ahora, mediante un conocimiento total de Cristo.

3. Ayúdate que Yo te ayudaré.

Cuando Dios nos dice que debemos ser como niños, no significa “sea como un niño emocionalmente
pero asegúrese de que tiene un seguro de vida, una pensión y una despensa surtida”. No. Él quiere
decir que busquemos primero el reino de los cielos y todas estas cosas, la comida, la ropa, el futuro les
será añadido. Él quiere cuidar de nosotros mientras nos dedicamos a Él. Y esto probablemente
significa lucir como tontos para el resto del mundo.

4. Eres lo que haces de ti mismo.

Hay mucha presión para levantar la voz, ser asertivos, para que te des a conocer, y que así tu nombre
no se pierda en un mar de píxeles. Pero Jesús dice que los últimos serán los primeros. A pesar de ser
Dios, se hizo nada, tomando la forma de siervo, y se hizo obediente hasta la muerte, incluso una
muerte maldita de cruz (Fil. 2: 5-11). Él confió en Dios para glorificarlo, aun cuando debiera
despojarse de su gloria. Estamos llamados a hacer lo mismo.
5. El sufrimiento es una señal de fracaso.

¿Cuándo nuestra cultura encontró el dolor como una aversión? Si empezamos a sentirnos incómodos,
buscamos una píldora. Si luchamos con la depresión o desánimo, o si nos encontramos con un
diagnóstico terrible, nos apresuramos a ir a terapia o al médico, en vez de ir primero al Padre y
preguntarle qué quiere que aprendamos a través de este sufrimiento. Dios usa el sufrimiento para
nuestro bien, aunque termine en la muerte. Llevamos dentro de nosotros la muerte de Cristo, y nunca
vamos a conocer el poder de la resurrección de Cristo si no entramos primero en el sufrimiento.

6. Si se siente bien, hazlo.

Somos buenos orando por respuestas, pero no esperando por ellas. Creemos que si hemos orado por
algo, ya ha sido escuchado y bendecido. Pero a menudo Dios nos pide que esperemos por Su tiempo, y
esta espera duele. Es tan difícil ser paciente cuando queremos las cosas para ahora mismo. El mundo, y
el evangelio de la prosperidad, nos enseñan a aprovechar las oportunidades y perseguir nuestros
sueños. Pero la Biblia dice: “Pon tu delicia en el SEÑOR, Y El te dará las peticiones de tu corazón”
(Sal. 37:4). Hazte moldeable por el Señor, sométete a Él, y Él te dará las peticiones de tu corazón. ¿Por
qué? Porque Sus deseos se han convertido en tus deseos, no a la inversa.

7. Cree en ti mismo y todo es posible.

Por el contrario, somos como polvo. Apartados de Jesús, no somos nada (Juan 15:5). En efecto, Dios
“Sino que Dios ha escogido lo necio del mundo para avergonzar a los sabios; y Dios ha escogido lo débil
del mundo para avergonzar a lo que es fuerte. También Dios ha escogido lo vil y despreciado del
mundo: lo que no es, para anular lo que es, para que nadie se jacte a delante de Dios ” (1 Cor. 1:27-29).

8. Solo confía en lo que se puede ver.

Nuestra fe depende de lo invisible. El verdadero valor y el verdadero éxito no se pueden medir, no se


pueden atestiguar o comprender hasta que lleguemos a los cielos. Fíjate en Hebreos 11. Considere a
esos cristianos del pasado que “habiendo obtenido aprobación (testimonio) por su fe, no recibieron la
promesa, porque Dios había provisto algo mejor para nosotros, a fin de que ellos no fueran hechos
perfectos sin nosotros” (Heb. 11:39-40).

Ellos nunca recibieron lo que se les prometió, y sin embargo creyeron hasta el final, porque ellos sabían
que la vida no se trataba finalmente de ellos. Ellos sabían que no eran más que un hilo en un hermoso
tapiz de fe que Dios estaba tejiendo a través de su pueblo. Muchos de nosotros hemos perdido este
sentido colectivo de la historia, tratando de dejar una marca independiente. Pero, ¿qué pasaría si
entregáramos nuestras vidas unos por otros, por la historia más grande, por el evangelio?

Pasé toda mi infancia pensando que el todo de la vida era convertirse en un adulto. Ahora estoy
invirtiendo mi vida adulta tratando de ser como un niño. Porque ahí es donde está la perla ( Mat. 13:45-
46).
ADOPCIÓN CELESTIAL
Por Jeremiah Johnson
¿Has pensado por qué la Escritura nos anima a llamar a Dios nuestro Padre? ¿A qué verdades eternas
señalan ese simple título, y qué nos enseña sobre el cambio radical que Dios ha obrado en la vida de los
que le aman?
Comenzamos esta serie, considerando el estado del hombre –irremediablemente perdido impenitente
en su pecado y condenado a sufrir la retribución debida a su pecado. Pero como hemos visto, Dios en
su gracia intervino, transformando Su pueblo por la gracia mediante la fe, y equipándolos para la
justicia y un hogar eterno con Él. Es apropiado, entonces, concluir esta serie, considerando la realidad
gloriosa de la nueva posición del hombre redimido en Cristo.
En concreto, vamos a ver un ejemplo en particular, que la Escritura utiliza regularmente para describir
nuestra nueva relación con Dios. En su libro Esclavos, John MacArthur describe esta hermosa y
edificante analogía:
Es una verdad maravillosa comprender que Dios, en su gracia, nos liberaría del pecado y nos haría
sus esclavos. ¡Qué privilegio es para nosotros conocer y obedecer al Amo celestial!. . . . . . No obstante,
el Señor concedió una distinción mucho mayor para aquellos que le pertenecen.
Al liberarnos de la destitución del pecado, Dios no solo nos recibe como sus esclavos, también nos
acogió en su casa y nos hizo miembros de su propia familia. No solo nos rescató, nos compró, nos
ofreció amistad y nos aceptó; también nos adoptó, transformando, por consiguiente, a aquellos que
anteriormente eran hijos de ira (Efesios 2.3) en hijos e hijas de justicia. Todo eso es posible mediante
el trabajo redentor de Cristo, que es el «Hijo unigénito» (Juan 3.16) y el «primogénito entre muchos
hermanos» (Romanos 8.29; cp. Apocalipsis 1.5)..
El término adopción está lleno de ideas acerca de la compasión, la bondad, la gracia y el
amor. [1] Slave, 154-155
Una Ilustración del Primer Siglo
La mayoría de nosotros estamos familiarizados con la adopción en el siglo XXI, después de todo es una
práctica relativamente común. Pero no era tan común en el mundo del Nuevo Testamento. Para
ayudarnos a entender el peso y la vívida imagen de la metáfora bíblica, John explica lo que era una
adopción en la sociedad romana.
Aunque la adopción formal de esclavos era de alguna manera inusual, se permitía bajo la ley
romana y ocurrió en ciertos casos. La extraordinaria naturaleza de la práctica hace del amor
adoptivo de Dios por nosotros lo más notable de todo, en esto Él ha hecho lo más inesperado al
adoptar a todos sus esclavos como hijos propios y nombrarlos sus herederos (Romanos 8.17). En la
Roma antigua, el acto de la adopción inmediatamente otorgaba al antiguo esclavo su libertad,
ubicándolo de manera permanente en la familia de su amo. Por eso, también como hijos adoptivos de
Dios, se nos ha liberado de la esclavitud del pecado. Más que ello, podemos descansar seguros al
saber que se nos ha dado un lugar permanente en la familia de Dios.
La adopción en los tiempos romanos significaba un comienzo nuevo: la entrada en una familia nueva
al punto que los lazos y obligaciones con la anterior se rompían. El proceso de adopción consistía en
varios procedimientos legales específicos. El primer paso ponía fin por completo a las relaciones
sociales y a la conexión legal del hijo adoptado con su familia natural. El segundo paso lo convertía
en un miembro permanente de su familia nueva.. . . . . .
Una vez completada la adopción, el nuevo hijo o hija, estaba entonces totalmente bajo el cuidado y
control del nuevo padre. El padre anterior no tenía ya ninguna autoridad sobre su antiguo hijo. En
las familias romanas, la autoridad delpaterfamilias («padre de familia») era definitiva y absoluta.
Esa autoridad se extendía a los adoptados en la familia, comenzando en el momento de su
adopción [2]155-157
Así lo es con nosotros, el Señor al ver a los perdidos y malvados "hijos de ira" (Efesios 2:3), rompe las
cadenas de nuestro antiguo amo (el pecado — Romanos 6:17), y nos aleja de la autoridad de nuestro ex
padre (el diablo —Juan 8:44). Todos los vínculos con nuestra vida anterior se rompen y somos
injertados en Su familia eterna y tratados como si hubiéramos estado allí todo el tiempo. Desde la
perspectiva de nuestro Padre celestial, ningún indicio de nuestra vida pasada perdura, y nada de la
antigua animosidad entre nosotros permanece. Nosotros somos Sus hijos, sometiéndonos a Su
autoridad y descansando bajo Su cuidado.
Como se pueden imaginar, los beneficios de dicha adopción celestial son muy amplias, como lo ilustra
John MacArthur,
Además por nuestra posición en Cristo, Dios ahora nos mira y nos trata como lo hace con su propio
Hijo, con amor infinito.24 El Padre no puede dar otra cosa sino lo mejor de sí a su Hijo. Igualmente,
no dará otra cosa sino lo mejor de Él a aquellos que estamos en Cristo, es por eso que «sabemos que a
los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados» (Romanos 8.28).). [3] 157-158
Al reflexionar sobre las bendiciones eternas y privilegios de adopción celestial, D. Martyn Lloyd-Jones
escribió:
Si Dios le ha adoptado en su familia, si usted es un hijo de Dios, su destino es seguro, es cierto. . . . . . .
Es una garantía. Si Dios me ha intrducido en la familia no sólo soy un hijo, soy un heredero, y nada,
y nadie puede robarme la herencia. [4] D. Martyn Lloyd-Jones, Great Doctrines of the Bible
(Wheaton: Crossway, 2003), 189
Y no es sólo el Padre que nos da la bienvenida al hogar celestial. El escritor de Hebreos describe cómo
nuestra adopción espiritual también da forma a nuestra relación eterna con Cristo. “Porque tanto el
que santifica como los que son santificados, son todos de un Padre; por lo cual El no se avergüenza de
llamarlos hermanos” (Hebreos 2:11).
Pablo y la Adopción
El apóstol Pablo habría estado familiarizado con el método y el significado de la adopción en la
sociedad romana, y coloca el lenguaje de la adopción a un vívido uso en sus epístolas. Consideraremos
dos ejemplos conmovedores.
En su carta a los Gálatas, describió cómo la adopción espiritual de Dios había liberado a creyentes del
legalismo rígido del judaísmo.
Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, a
fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción de hijos. Y
porque sois hijos, Dios ha enviado el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, clamando: ¡Abba!
¡Padre! Por tanto, ya no eres siervo, sino hijo; y si hijo, también heredero por medio de Dios (Gálatas
4:4-7)
Para los romanos, enfatizó como en la adopción celestial nos libera de la esclavitud del pecado y de sus
consecuencias eternas.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios. Pues no habéis
recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que habéis recibido un
espíritu[b] de adopción como hijos, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da
testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, y si hijos, también herederos; herederos de
Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con El a fin de que también seamos
glorificados con El. (Romanos 8:14-17)
En Esclavo, John MacArthur explica cómo esos pasajes enfatizan la importancia y el valor de nuestra
adopción en la familia de Dios.
Aunque anteriormente estábamos esclavizados al pecado y a la condenación de la ley, se nos ha
liberado permanentemente mediante la adopción en la familia de Dios. Como sus hijos adoptivos,
gozamos del privilegio profundo de una relación íntima con nuestro Padre celestial, a quien
clamamos con cariño infantil: «¡Abba!»
Abba es un término arameo informal para «Padre», un vocablo afectuoso e íntimo. Expresa ternura,
dependencia y una seguridad infantil que carece de cualquier ansiedad o miedo. El mismo Jesús lo
utilizó en el jardín de Getsemaní cuando derramó su corazón ante su Padre (Marcos 14.36). El hecho
de que se nos permita dirigirnos al Padre de la misma manera en que lo hizo Jesús, destaca la
magnificente realidad de nuestra adopción. Que se nos considere «herederos de Dios y coherederos
con Cristo» es una verdad notable que nunca deberíamos dar por segura.
Tal es el gozo y la maravilla de la salvación; pensar que nosotros, que una vez fuimos esclavos del
pecado, súbditos de Satanás e hijos de desobediencia, somos ahora y para siempre esclavos de Cristo,
ciudadanos del cielo e hijos de Dios. Como enemigos que éramos, ni siquiera merecíamos ser sus
esclavos. Sin embargo, nos hizo ambas cosas: sus esclavos y sus hijos. La realidad incomparable de
la adopción es esta: Si Dios es nuestro Amo, también es nuestro Padre. – Esclavo, 159-160
TU FAMILIA ES PRIORIDAD
Los pastores de larga trayectoria acostumbran a recomendar a pastores jóvenes a que aprendan a dar
prioridad a sus familias. En muchas ocasiones estos consejos vienen acompañados de un lamento de
que ellos debieron haber aplicado estos principios en sus propias vidas. Todos hemos escuchado las
historias de hijos de pastores resentidos con sus padres porque sentían que sus papás amaban más el
ministerio que su familia.
Los pastores debemos ser ejemplo de esforzarnos y trabajar fuerte. El darle prioridad a la familia no
significa que no cumplimos con nuestras responsabilidades ministeriales. En mi tiempo en el
ministerio, he visto algunas realidades que afirman cada vez más la necesidad de darle prioridad a la
familia.
Realidad 1: Dureza del pastorado
No es mi deseo pintar el pastorado como la labor más difícil del mundo, pero la realidad es que el
pastorado tiene ciertas realidades que traen presión al pastor y a la familia pastoral. En el día de hoy
visité a una madre en el hospital que perdió un bebe a las 21 semanas de embarazo. El cadáver de la
criatura todavía estaba en el cuarto cuando los visité. Aunque el pastorado te da el privilegio de ver a
Dios transformar vidas desde primera fila, también te presenta vívidamente el sufrimiento. Esto afecta
al pastor y por subsiguiente, su familia.
Algunos miembros de la iglesia tienen expectativas inconcebibles con referencia al pastor, y al no ser
cumplidas, se convierten en críticas y muchas veces en relaciones rotas. La dureza del pastorado nace
de la realidad que nuestro trabajo es uno espiritual que necesita que involucremos nuestras emociones.
Esta realidad es una que definitivamente puede afectar la dinámica familiar.
Realidad 2: Necesidad de intencionalidad
Si no somos intencionales en darle prioridad a nuestras familias, no le vamos a dar la prioridad que se
merecen. Esto quiere decir que debemos tomar el tiempo, no solo para pasar tiempo con ellos, si no
también a dedicar tiempo para planificar que estos tiempos sean significativos y productivos. Si no eres
intencional no vas a pasar tiempo significativo con tu familia y tu tiempo será consumido
completamente por el ministerio.
La realidad es que tu familia va a darse cuenta si ellos son la prioridad o no. Desde los más pequeños
hasta tu esposa, ellos van a saber si sientes que son un obstáculo para tu ministerio o el apoyo
fundamental y tu prioridad, lo que requiere de tu intencionalidad y esfuerzo.
¿Cómo hacer de nuestra familia una prioridad?
Sé el mismo
Procura no crear una imagen fuera del hogar que sea diferente a tu imagen en tu casa. Pregúntale
frecuentemente a tu esposa si eres diferente en tu casa a como eres con la iglesia. Si eres paciente,
amoroso y misericordioso con las ovejas, debes serlo con tu familia también.
Incluye a tu familia en el ministerio
Esto es vital. Comenta con ellos las cosas que estás haciendo —dentro de lo que la confidencialidad
permita— y agradéceles por ayudar a que puedas servir a la iglesia. Cada vez que salgo de viaje, le
explico a mis hijos las razones del viaje y le agradezco por servir a la iglesia al gozosamente liberarme
para servir.
Calidad y cantidad
Muchas personas piensan que no importa la cantidad de tiempo sino la calidad. En mi opinión, ambas
cosas son necesarias. Mis mejores recuerdos de la niñez eran cuando mis padres me dedicaron tiempo
de calidad. Y qué mejor que darle muchos tiempos de calidad a nuestra familia, donde le ayudemos a
crear memorias de lo importantes que son para nosotros.
Para poder dedicar tiempo de calidad a nuestros hijos y esposa, debemos de ser sabios e intencionales
al manejar nuestro calendario. En nuestra casa nos sentamos semanalmente a planificar las
actividades de la semana. Además nos juntamos mensualmente para planificar nuestro tiempo. El
calendario también se convierte en una herramienta para evaluar si estamos siendo buenos
mayordomos de nuestro tiempo, tanto de la familia como de nuestras responsabilidades ministeriales.
Definir emergencias
Es de suma importancia definir lo que son emergencias ministeriales. Son circunstancias donde
dejamos todo lo que estamos haciendo y salimos con premura a atender situaciones en la
congregación. Es bueno contar con líderes laicos de la iglesia para que ellos ayuden en esta tarea con
un entendimiento bíblico de Efesios 4, donde presenta que todos en la iglesia estamos para hacer
ministerio. Esto quiere decir que no es solo el pastor el que visita a enfermos o da consejería.
Podemos catalogar emergencias como muertes, casos de enfermedad crónica o pecado inusual en un
miembro de la congregación. Por el contrario, desde mi perspectiva, hay personas en la iglesia que
desean que sea el pastor siempre quien les tome de la mano. Cada vez que esas personas tienen una
situación particular eso no constituye una emergencia, pueden esperar para reunirse en un momento
adecuado y no cuando la familia está cenando.
En muchas ocasiones alguien se me acerca y me dice “Me urge reunirme contigo, es una emergencia”.
Mi respuesta usualmente es, “juntémonos mañana a las 5 am”. Para mí es beneficioso reunirme a esa
hora porque no afecta la dinámica de nuestra familia tanto como una reunión en la noche, donde se
desarrolla la mayoría de la dinámica familiar. Lo que encuentro en muchas ocasiones es que la
urgencia de reunirse no era tanta, ya que una reunión a las 5 am no les es posible.
Días libres
El descanso es un principio bíblico. Vemos en Génesis que Dios define un ritmo de 6 días de trabajo y
uno de descanso. Cuando tomamos días libres le mostramos a Dios nuestra confianza de una forma
práctica. Para mí, el lunes, que es mi día de descanso, todo lo relacionado al pastorado queda en un
segundo plano. No leo mis correos electrónicos, no tomo llamadas, no hago reuniones. Ese día lo
dedico a apoyar a mi esposa Kathy en las cosas de la casa y a pasar tiempo significativo con la familia.
Solo emergencias definidas me mueven de ésta prioridad.
Vacaciones
¿No has conocido a pastores que están orgulloso de que no toman vacaciones? Es un tipo de marca de
honor. Desde mi perspectiva es algo necio el no tomar tiempo libre prolongado. Todos los años tomo
todos los días que la iglesia me da de vacaciones. Es una forma práctica de decirle a mi familia que los
amo tanto que deseo aprovechar hasta el último minuto que puedo para estar con ellos. Algo de suma
importancia es que antes de salir de vacaciones preparo mi corazón para ir a servir a mi familia.
Por supuesto, hay pastores que por razones financieras no pueden salir del área para vacacionar. De
todas formas es importante poder tomar tiempo donde puedan servir a la familia y descansar.
Ministerio fuera de la iglesia
Este es un tema un poco delicado. Con esto me refiero a toda actividad ministerial aparte de tus
responsabilidades en la iglesia local. Anualmente viajo a varios lugares para servir a la iglesia universal
de Cristo. Creo que es importante que exista esta colaboración entre iglesias. Pero muchas veces
tenemos que cuidar que la ambición personal no domine nuestro deseo de salir a servir a otras iglesias.
Varias cosas a considerar:
Considera la capacidad de tu esposa para manejar tu ausencia. Hay esposas que la ausencia del esposo
les afecta más que a otras. Si la capacidad de tu esposa es limitada en esta área, quizás Dios no te está
llamando a servir mucho fuera de tu congregación.
Considera la edad de tus hijos. Pienso que mientras los hijos van creciendo se puede hacer mas fácil
para la familia manejar la ausencia del padre.
Considera tu edad. Todos queremos ser John Piper sin pasar los años de experiencia de ministerio.
Considera tu corazón. Busca la ayuda de otros al ver si tu motivación es expandir el reino o tu reino. Si
se te hace más difícil no ir a una conferencia que perderte una actividad especial familiar, quizás tus
prioridades están erróneas
Mi ánimo a todo ministro joven es que estudies la Palabra, a ver la data bíblica que presenta tu
responsabilidad principal como pastor de tu casa. Solo siendo primero pastor de tu casa podrás ser un
pastor efectivo de aquellos que Dios ha puesto bajo tu cuidado.
CARTA ABIERTA A PASTORES DE TMS
Por John MacArthur
Estimados hombres de Masters,
El más alto tribunal de la tierra ha aprobado su juicio. Los titulares proclaman que una ligera mayoría
de los jueces del Tribunal Supremo considera a la libertad de orientación sexual un derecho para todos
los estadounidenses. Este intercambio de un conjunto de valores a favor de otro no viene como una
sorpresa para nosotros que ya sabemos que el dios de este siglo cegó el entendimiento de los que no
creen (2 Cor. 4:4). El 26 de junio 2015 se erige como un hito importante en la demostración americana
de esta antigua realidad.
En los próximos días, se espera de usted como pastor proporcionar comentarios y consuelo a su
rebaño. Este es un momento crítico para los pastores, y se erige como otro recordatorio de por qué una
formación adecuada es crucial.
Estoy escribiendo este breve mensaje como un pastor a otro. Los medios de comunicación están llenos
de actualizaciones, y yo no necesito sumar mi voz a la lucha general. En cambio, yo quiero ayudarle a
pastorear su iglesia a través de este tiempo confuso. Además de los artículos útiles en el blog , también
quiero comunicar los pensamientos siguientes que confío le ayudarán a encuadrar el tema de una
manera bíblica.
Ningún tribunal humano tiene la autoridad de redefinir el matrimonio, y el veredicto de ayer no
cambia la realidad de que Dios ordenó el matrimonio. Dios no fue derrotado en esta sentencia, y cada
matrimonio será juzgado de acuerdo a motivos bíblicos en el último día. Nada va a prevalecer contra Él
(Proverbios 21:30), y nada va a impedir el avance de Su reino (Daniel 4:35).
La Palabra de Dios ha pronunciado juicio sobre cualquier nación que reclasifique lo malo como bueno,
la oscuridad como luz, y lo amargo como dulce (Isaías 5:20). Como nación, Estados Unidos continúa
colocándose en la mira del juicio. Como predicador de la verdad, usted es responsable de no claudicar
en estos temas. En todos los sentidos usted debe mantenerse firme.
Ningún tribunal humano tiene la autoridad de redefinir el matrimonio, y el veredicto de ayer no
cambia la realidad de que Dios ordenó el matrimonio.
Esta sentencia demuestra que estamos claramente en la minoría, y un pueblo apartado (1 Pedro 2: 9-
11; Tito 2:14). Como escribí en el libro Por qué el Gobierno no Puede Salvarle , las normas que
dieron forma a la cultura occidental y la sociedad estadounidense han dado paso al ateísmo práctico y
el relativismo moral. Esta decisión sólo ha acelerado el ritmo del declive. Un país no se elevará por
encima de la moralidad de sus ciudadanos, y la mayoría de los estadounidenses no tienen una
cosmovisión bíblica.
La libertad religiosa no se promete en la Biblia. En Estados Unidos, la Iglesia de Jesucristo ha
disfrutado de una libertad sin precedentes. Esto está cambiando, y la nueva normalidad puede incluir
una persecución que es nueva para nosotros. Nunca ha habido un momento más importante para los
hombres dotados de ayudar a dirigir la iglesia manejando hábilmente la espada del Espíritu (Efesios
6:17).
El matrimonio no es el campo de batalla final, y nuestros enemigos no son los hombres y mujeres que
tratan de destruirlo (2 Corintios 10:4). El campo de batalla es el Evangelio. Tenga cuidado de no
sustituir la paciencia, el amor y la oración con amargura, odio y política. Mientras usted guía
cuidadosamente su rebaño en torno a las trampas peligrosas por delante, recuérdeles el poder
indomable del perdón a través de la cruz de Cristo.
Romanos 1 identifica claramente la evidencia de la ira de Dios sobre una nación: la inmoralidad sexual
seguida de la inmoralidad homosexual que culminó con una mente reprobada. Este paso más reciente
nos recuerda que la ira de Dios ha llegado en su totalidad. Ahora vemos mentes réprobas a todos los
niveles de liderazgo – en la Corte Suprema, la presidencia, el gabinete, la legislatura, la prensa y la
cultura. Si nuestro diagnóstico está en línea con Romanos 1 entonces también debemos seguir la
instrucción que se encuentra en Romanos 1 – no nos avergonzamos del evangelio, porque es poder de
Dios para salvación! En este día es nuestro deber divino y llamado el fortalecer a la iglesia, las familias,
y el testimonio del Evangelio desechando las tonterías pragmáticas que distraen a la iglesia de su
misión dada por Dios. Los homosexuales –como todos los demás pecadores –necesitan ser advertidos
del inminente juicio eterno y amorosamente ofrecerles el perdón, la gracia y la vida nueva a través del
arrepentimiento y la fe en el Señor Jesucristo
En el análisis final, su mayor contribución a su pueblo será mostrar paciencia y una confianza
constante en la soberanía de Dios, el señorío de Jesucristo, y la autoridad de la Escritura. Vuelva sus
ojos hacia el Salvador, y recuérdeles que cuando El regrese, todo mal se acabará.
Estamos orando para su proclamación firme de la verdad, y su firmeza sin concesiones por Cristo.
OTRA PERSPECTIVA EN CUANTO A LA ADORACIÓN CONTEMPORÁNEA
La semana pasada tuve la oportunidad de leer el artículo de Jairo Namnún, Una defensa de la
adoración contemporánea. Aprovecho la ocasión para agradecerle a Jairo por compartir estas
reflexiones sobre la adoración. Independientemente de las matizaciones que se puedan hacer —y de las
que yo hago aquí— tanto el contenido como el tono de ese artículo aportan una perspectiva
enriquecedora y un buen espíritu al debate.
Diré en seguida que en cuanto al tema del artículo (y todo lo que hay detrás de él), me resisto a dejarme
encasillar; no soy defensor de “la adoración tradicional” en contra de “la adoración
contemporánea”. De hecho, comparto buena parte de lo que dice Jairo en su artículo. Pero sí me parece
necesario hacer algunas matizaciones y plantear algunas preguntas sobre el tema. Así que empezaré
con los muchos puntos sobre los cuales estoy de acuerdo con Jairo, y luego pasaré a resumir algunas
áreas en las cuales creo que todos tenemos que seguir trabajando.
¡Sí!
Sí, es un tema de importancia terciaria. Tiene su importancia, por supuesto, pero no hay que darle más
importancia de la que tiene ni permitir que sea una causa de divisiones en el pueblo de Dios.
Sí, todos tenemos que luchar por vencer cualquier prejuicio que podamos tener. A mí también me ha
costado superar una serie de prejuicios más o menos irracionales en contra de “la adoración
contemporánea”.
Sí, “la adoración contemporánea” ha enriquecido la adoración de miles de iglesias y de millones de
personas.
Sí, es importante (y bíblico) que la letra de lo que se canta sea contemporánea e inteligible para la
gente, y es verdad que hay himnos y canciones que contienen letras difíciles de entender.
Sí, hay que buscar la excelencia en todo lo que se hace en las iglesias; el Señor se merece lo mejor,
incluso en la música.
Sí, es bueno que todos los creyentes puedan desarrollar y usar sus dones, incluyendo sus dones
musicales.
Sí, se trata de la adoración de una congregación y no de una actuación de unos pocos músicos.
Pero…
¿Qué es la adoración?
En su artículo Jairo usa la frase “la adoración contemporánea” principalmente para referirse a algo
muy concreto: a un estilo musical determinado, el que se conoce como el estilo “contemporáneo”. Ese
uso se ha convertido en el uso más común en las últimas décadas, pero conlleva un error
potencialmente dañino: el error de reducir en las mentes de la gente el significado de la adoración; sí,
cantar al Señor es adoración, pero solo una parte de ella. A mi entender, todo lo que se hace cuando el
pueblo de Dios se reúne es, o debería ser, adoración: la predicación y la escucha de la Palabra de Dios;
las oraciones; las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor; ofrendar; etc. Y la vida entera de todo
creyente debería ser un ofrecimiento de adoración al Señor. Pero, aunque todos estemos de acuerdo
con eso en teoría, en la práctica, ¿no es verdad que hay muchos creyentes que asocian la palabra
“adoración” solo con la parte de la adoración que se canta?
El problema es que el uso erróneo de una palabra puede llevar a una forma de pensar errónea y a una
práctica errónea. Necesitamos recuperar el pleno significado bíblico de lo que es la adoración. ¡No
dejamos de adorar cuando dejamos de cantar o cuando salimos de la iglesia!
¿Qué es un himno?
Jairo usa bastante la palabra “himnos” para resumir “la adoración tradicional”, pero no define la
palabra. Pero ¿qué es un himno? En general, Jairo usa la palabra “himno” para referirse a un tipo de
cántico cristiano en particular, normalmente muy antiguo, a veces con letras difíciles de entender para
la gente de hoy, acompañado más bien por pocos instrumentos, por uno solo o por ninguno, y que
tiende a desmotivar la creación de nuevas composiciones. Si es así, ¡yo voto que abandonemos los
himnos ya! Pero ¿es así?
Aquí algunas reflexiones al respecto: (1) No olvidemos que la Biblia habla de “himnos” (Ef. 5:19; Col.
3:16), como uno de los tipos de “cánticos” que debemos usar en la iglesia; (2) Siguiendo en esa misma
línea, tanto bíblica como históricamente hablando, las diferencias entre “salmos”, “himnos” y “cánticos
espirituales” no son diferencias de tiempo (o sea, de fecha de composición), sino más bien de
contenido, de estructuras y de formas; (3) A lo largo del siglo 20 y entrado el siglo 21 ha seguido
habiendo grandes compositores de “himnos”, pero de himnos contemporáneos del siglo 20 y del siglo
21 —para dar cuatro ejemplos del mundo de habla inglesa, Timothy Dudley-Smith, Vernon Higham,
Christopher Idle y Stuart Townend— sí, yo no dudaría en calificar de “himnos” muchas de las
composiciones de Townend: “Sólo en Jesús”, etc.; y: (4) Debe ser evidente que cualquier tipo de
canción cristiana – llámese “himno”, “canción” o lo que sea – puede ir acompañado de cualquier tipo o
número de instrumentos; yo mismo toco la guitarra y llevo más de treinta años acompañando todo tipo
de canciones cristianas, a veces solo (por necesidad), a veces como uno de varios o de muchos músicos
– eso ya depende de las circunstancias de cada iglesia, etc.
¿Qué enseña la Biblia?
Tengo la convicción de que necesitamos una robusta teología bíblica de la música en la iglesia —tal vez
ya exista, pero seguramente queda más trabajo por hacer—. Tengo más preguntas que respuestas, pero
creo que son preguntas para las cuales hay que buscar respuestas: (1) En la línea de la teología bíblica y
de la idea de una revelación progresiva, ¿hay alguna diferencia entre el canto congregacional antes de
Cristo y después de Cristo, entre el culto judío y el culto cristiano?; (2) ¿Acaso no indicó el Señor
Jesucristo algo al respecto en su conversación con la mujer samaritana?; (3) ¿Por qué hay tan pocas
referencias al canto congregacional en el libro de Hechos?; (4) ¿Por qué en las cuatro listas de dones
espirituales en el Nuevo Testamento (Ro. 12; 1 Co. 12; Ef. 4; y: 1 P. 4) no hay ninguna mención de
dones musicales, algo que sería casi impensable hoy? Con estas (y otras) preguntas, no pretendo
cuestionar, y menos criticar, “la adoración contemporánea”, pero creo que necesitamos ser lo más
objetivos posible, y no buscar un apoyo bíblico para justificar lo que ya estamos haciendo, o para
justificar los cambios que quisiéramos ver o simplemente para justificar lo que más nos guste, en
cuanto a estilos musicales en la iglesia.
Conclusión
Uno de los lemas del movimiento protestante y reformado desde el siglo 16 es: “Ecclesia reformata
semper reformanda”: “Iglesia reformada siempre necesitada de reforma” (traducción libre mía). Me
parece un gran lema; reconoce la imperfección de la Iglesia militante —o sea, de la Iglesia aquí y
ahora— y aconseja la humildad, en contraste con el orgullo, la autosuficiencia y el conformismo. Tanto
“la adoración tradicional” como “la adoración contemporánea”, me parece a mí, forman parte de ese
continuo proceso de reforma —en este caso, de la reforma de la adoración del pueblo de Dios—.
Debemos darle gracias al Señor por las aportaciones tanto en el pasado como en el presente a esa
reforma tan necesaria; darle gracias por el progreso que ha habido. Pero ¡todavía no estamos en la
gloria! En ese proceso, a veces tan emocionante, otras veces frustrante, de reforma, de purificación, de
santificación colectiva, todavía nos queda mucho camino por recorrer. ¡Que el Señor nos dé mucha
humildad, mucho discernimiento y mucho de su gracia!
¿SE PUEDE SER PASTOR SIN SER ORDENADO? | #COALICIÓNRESPONDE
#coaliciónresponde es una entrada semanal donde los contribuyentes de Coalición por el Evangelio
dan respuesta a diversas inquietudes. Puedes usar #coalicionresponde en las redes sociales o
escribirnos acoalicion@thegospelcoalition.org con tus preguntas.
Pregunta: ¿Puede alguien ser reconocido como un anciano de la iglesia, sin ser ordenado bíblicamente,
por sus labores de enseñanza y predicación dentro de ella?
Es común en algunas denominaciones que se nombran ancianos a aquellos que sirven a la iglesia como
parte de un consejo de apoyo o de supervisión al pastor de la iglesia. En este caso, regularmente se
nombran como ancianos a los miembros más antiguos y fieles de la iglesia, o a aquellos que han
logrado alguna posición sobresaliente en el mundo secular. Este cuerpo de ancianos usualmente
también lleva a cabo funciones complementarias de enseñanza y liderazgo en la iglesia.
También, pudiera ser que en algunas iglesias se quiera reconocer la larga labor y fidelidad
sobresaliente de algún miembro maduro, nombrándolos como ancianos de la iglesia. Esto sería como
un nombramiento “honorario” de anciano, aunque no necesariamente sea responsable de alguna
función de gobierno en la iglesia.
Pero la Biblia establece muy claro que un anciano es un hombre ordenado para conducir, enseñar,
cuidar y proteger a la iglesia local. Este término (gr. Presbítero, 1 Ti. 5:1) es uno de varios que el Nuevo
Testamento usa de manera indistinta para describir este papel. Implica que el hombre así designado es
maduro y sabio, y no necesariamente de avanzada edad. Pero también encontramos el término
de Obispo (gr. Episkopos, 1 Ti. 3:1) para captar mejor la autoridad y liderazgo confiado a un anciano. Y
luego, vemos que también se usa el término Pastor (gr. Poimen, Ef. 4:11) que nos recuerda el cuidado
individual y específico que los Ancianos llevan a cabo como subordinados de Jesús, nuestro Pastor (Jn.
10:11).
Es evidente que en la Biblia estos tres términos son equivalentes. Un anciano es un pastor, y un pastor
es un obispo. Esto lo podemos observar en pasajes como Tito 1:5-9, donde el apóstol Pablo le
encomienda a Tito que designe ancianos que como “obispos” deben cumplir ciertas características. O
como en Hechos 20:28, en donde Pablo, dirigiéndose a los Ancianos de Éfeso les dice que “pastoreen”
el rebaño de Dios en su calidad de “Obispos”.
Los Apóstoles establecieron ancianos, en pluralidad, en las iglesias para que estos sirvieran, cuidaran y
dirigieran las iglesias locales. Y debido a esto, ellos establecieron requisitos esenciales para poder
confirmar dicho llamado (1 Ti. 3:1-7; Tit 1:5-9). Estos requisitos hablan de un carácter irreprensible,
una vida familiar ordenada y de dones adecuados para poder retener y enseñar la sana doctrina. Dicho
carácter cristiano es ordenado para todos los hombres cristianos, pero la diferencia es que estas
características son obligatorias para los ancianos.
Debido a esto, los pastores y obispos deben ser ancianos que hayan sido ordenados, y en ellos recae la
responsabilidad del cuidado y gobierno de la iglesia. El proceso de ordenación tiene la intención de que
la iglesia pueda reconocer y confirmar la realidad de que un hombre llamado cumple con los requisitos
establecidos para dicha función. Es por ello que no es posible que alguien se auto-designe como un
pastor o anciano, ya que es imposible que uno mismo auto-confirme su carácter y capacidad.
Por lo tanto, aunque un hombre haya servido fielmente por muchos años, si no cumple con los
características requeridas de un anciano, no debe ser nombrado como tal. Esto puede confundir y hasta
rebajar la formalidad que debe envolver un nombramiento con esta gran responsabilidad (He. 13:17). A
la misma vez, si un hombre cumple con los requisitos de un carácter irreprensible, pero no cuenta con
la capacidad para recibir y enseñar la Palabra de Dios, no debe ser ordenado como Anciano, pero sí
como un diácono de la iglesia (1 Ti. 3:8-10).
RESPUESTA OFICIAL DE CBMW A LA SENTENCIA SCOTUS
Por el Personal y la Junta de CBMW (Concilio Sobre la Masculinidad y Feminidad Bíblica)
La decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos en Obergefell v. Hodges continúa trágicamente el
alejamiento de la cultura de la sabiduría bíblica. Como Consejo y liderazgo del Concilio Sobre Bíblica
Masculinidad y Feminidad, no nos estamos moviendo una pulgada de nuestros compromisos
fundamentales al matrimonio bíblico, a la masculinidad y la feminidad, y a la familia natural creada
por Dios.
Reconocemos las siguientes verdades como basadas en la Palabra de Dios y dadas para la gloria de
Dios y nuestro gozo.
El Matrimonio bíblico se define como una relación de pacto entre un hombre y una
mujer (Gen 1: 26-27; 2:24; Mateo 19: 4-6; Efesios 5: 21-33; Colosenses 3: 18-19). Matrimonio bíblico
entre un hombre y una mujer es el diseño de Dios Todopoderoso. Es un medio fundamental para el
florecimiento y el iniciador de la primera institución, la familia natural. Es una parte vital de nuestras
iglesias y nuestras comunidades. Cuando se ve comprometida la definición bíblica del matrimonio, la
base misma de la sociedad se ve comprometida radicalmente, y los hijos van a sufrir.
La complementariedad sexual subyace en el matrimonio bíblico (Génesis 1:28, 2:18, 21-24; 1
Corintios 11: 7-9; 1 Tim 2: 12-14). Dios diseñó la sexualidad humana con un propósito. Las realidades
distintas pero complementarias de la masculinidad y la feminidad son ordenadas por Dios y
fundamental para el orden creado. La complementariedad sexual de la igual de los portadores imagen
– marido y mujer – traen placer a la pareja, permite el traer y criar a los hijos, y ayuda a cumplir con el
mandato de señorío. Dios creó al marido a ser la "cabeza" de su familia y la mujer para ser su "ayuda".
El Matrimonio bíblico es la imagen del evangelio de Jesucristo (Efesios 5: 21-33). El amor
sacrificial del marido por su esposa y la sumisión amorosa de la mujer con el marido ilumina el amor y
la muerte sacrificial de Cristo por su Iglesia. Si la iglesia compromete la enseñanza de la Biblia sobre el
matrimonio bíblico, la iglesia interpreta erróneamente el mismo Evangelio. Esta estructura solo
muestra la singularidad y la belleza del matrimonio bíblico.
a homosexualidad es declarado por Dios un pecado (Lev 18:22; Deuteronomio 23:17-18; Rom.
1:26-27; 1 Corintios 6:9; 1 Tim 1:10). La homosexualidad no sólo es una violación del orden natural,
sino que es una violación de la voluntad moral y la ley de Dios. Sin arrepentimiento y fe en Cristo,
todos aquellos que persisten en cualquier pecado, incluyendo el pecado de la homosexualidad, serán
juzgados en el último día por Jesucristo.
La verdadera iglesia de Jesucristo no cederá sobre el matrimonio bíblico (2 Corintios 4:2;
Efesios 5: 21-33; 2 Juan 9; Judas 3). Dado que la verdadera iglesia de Jesucristo se mantiene o cae en
el evangelio de Jesucristo y debido a que el matrimonio bíblico está tan claramente definido en la
Escritura, la fidelidad a la Palabra de Dios en la verdad del matrimonio bíblico es una marca de la
verdadera Iglesia de Jesucristo. Apartarse de la fe una vez dada a los santos en este tema es apartarse
del mismo Cristo.
Continuaremos amando y extendiendo la gracia a cada pecador (Mateo 5:14; Lucas 14:23;
Romanos 3:23; 1 Corintios 5:12; Efesios 2: 8-9). Como iglesia de Jesucristo, a los pecadores pervertidos
por la caída de Adán, amaremos y extendemos la gracia de Dios a todas las personas sin excepción.
Debido a que cualquier pecado de cualquier tipo nos separa de un Dios santo y justo, nos esforzamos
por ser "la luz del mundo" y una "ciudad sobre una colina", afirmando el único remedio para la
reconciliación con Dios a un mundo que está perdido, roto, y en una urgente necesidad de gracia.
Es el compromiso solemne y sagrado de CBMW por promover estas verdades y defenderlas de la
concesión. No estamos desconcertados por los desafíos de la cultura y si rebosantes de confianza en el
poder de la Palabra para salvar y restaurar la humanidad caída. El evangelio no fue hecho para lugares
altos, sino para tierras sombrías.
En 2015, a la luz de la sentencia Obergefell, gustosamente reafirmamos la Declaración de Danvers .
Llamamos a las iglesias de todo el espectro geográfico y confesional de estar junto a nosotros en la
promoción de una visión bíblica del matrimonio a través tanto de la proclamación y la acción. Esto es
lo que haremos por la predicación de la verdad acerca de la masculinidad, la feminidad y la familia,
mediante la creación de culturas de matrimonios y familias fuertes en nuestras iglesias, y en amor
llamar a cada pecador a la gracia del arrepentimiento y camino grato de la santidad.
—————- ——
Owen Strachan (Presidente)
Grant Castleberry (Director Ejecutivo)
K. Erik Thoennes (Presidente del Consejo)
J. Ligon Duncan (Miembro de la Junta)
Daniel L. Akin (Miembro de la Junta)
Jason Duesing (Miembro de la Junta)
Wayne Grudem (Miembro de la Junta)
Jeff Purswell (Miembro de la Junta)
Thomas White (Miembro de la Junta)
ANCLÁNDONOS EN LA PALABRA DE DIOS: REFLEXIONES SOBRE EL
FALLO DEL MATRIMONIO HOMOSEXUAL DE LA CORTE SUPREMA
Por Eric Davis
En una histórico movimiento tipo Romanos 1 hoy, el Tribunal Supremo de Estados Unidos dictaminó
5-4 que la 14ª. enmienda requiere que todos los 50 estados emitan licencias de matrimonio para
parejas del mismo sexo y reconocer los matrimonios realizados en otros estados.
Entre la cristiandad profesante, ha habido de todo, desde una descarga, indignación, miedo e
indiferencia. Sea cual sea nuestra respuesta, la sorpresa no debe la de ellos y el anclaje en la Palabra de
Dios debe ser la de todos ellos. Además de lo que en Cripplegate se ha dicho anteriormente sobre tema
, aquí hay un par de cosas para nosotros a tener en cuenta a la luz de la sentencia del Tribunal
Supremo:
El Dios de la Biblia reina en la soberanía sin igual y la supremacía.
“Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; yo soy Dios, y no
hay ninguno como yo, que declaro el fin desde el principio y desde la antigüedad lo que no ha sido
hecho. Yo digo: “Mi propósito será establecido, y todo lo que quiero realizaré.” ( Isa. 46:9-10 ).
Dios no fue más sorprendido por la decisión del Tribunal Supremo de lo que estaba cuando los
gobernantes crucificaron a su Hijo hace 2000 años. Se sirve a sus propios propósitos para la historia.
Él tiene el control total de este fallo al igual como lo está sobre una molécula de agua en la Fosa de las
Marianas, al igual como lo está de una estrella a más de millones de años luz de distancia, al igual como
lo está sobre el regreso de Jesucristo para corregir las cosas. El Dios de la Biblia vio venir esto; el lo
ordenó por sus propias razones. Esa es la canción de cuna del cristiano.
El hombre es totalmente perverso.
“Y como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios[a], Dios los entregó a una mente depravada, para
que hicieran las cosas que no convienen” (Romanos 1:28).
Una cosa es que la humanidad peque contra nuestro Dios glorioso y amoroso. Es otra muy distinta es
hacer de nuestro pecado una cuestión de ley y alabanza ( Rom. 1:32 ).
Y a pesar de que la decisión del Tribunal Supremo es un pecado de proporciones épicas, no es más que
otra espina reventada surgiendo de una raza humana rebelde y depravada.
Sin embargo, se nos recuerda que en el corazón de cada ser humano está la capacidad de todo pecado
conocido. Ya sea que estemos afligidos o celebrando hoy, una cosa es segura: todos somos del mismo
tronco de absoluto pecado.
El Dios del universo ve con desprecio soberano sobre la rebelión de las naciones, reyes y
gobernantes.
“¿Por qué se sublevan las naciones, y los pueblos traman cosas vanas? Se levantan los reyes de la
tierra, y los gobernantes traman unidos contra el Señor y contra su Ungido, diciendo:¡Rompamos
sus cadenas y echemos de nosotros sus cuerdas! El que se sienta como Rey en los cielos se ríe, el Señor
se burla de ellos.” (Sal. 2:1-4).
Dios es tan soberano y tan santo, que el trastorno de los más altos tribunales humanos solicita un
desprecio despreocupado sea lazando desde el cielo. Y esta verdad no es munición para que los
cristianos critiquen airadamente a la cultura. Más bien, nos debe golpear con dolor por nuestros
gobernantes no regenerados. Es una motivación para nosotros de orar por nuestros gobernantes y
jueces (1 Tim. 2:1-2 ). Es combustible para nuestro propio temor ( Prov. 1:7 ). Es motivación para
predicar el evangelio con compasión.
Todos los gobernantes humanos y jueces darán cuenta al Gobernante y Juez.
“Adorad al Señor con reverencia, y alegraos con temblor. Honrad al Hijo para que no se enoje y
perezcáis en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira. ¡Cuán bienaventurados son todos los
que en El se refugian!” (Sal. 2: 11-12).
“Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el
cielo, y no se halló lugar para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y
los libros fueron abiertos; y otro libro fue abierto, que es el libro de la vida, y los muertos fueron
juzgados por lo que estaba escrito en los libros, según sus obras.” (Apocalipsis 20:11-12).
Ya sea el distrito, circuito, o suprema, la responsabilidad de los jueces humanos es obedecer la más alta
autoridad del universo porque la responsabilidad de toda la humanidad es obedecerle. Y al final, Dios
juzgará a los pequeños y grandes por igual para las obras hechas en el cuerpo. Él será justo. Él será
exigente. El Juez de toda la tierra hará lo justo (Génesis 18:25).
Cualquier victoria por el pecado y su propagación hoy serán una derrota inefable en el
futuro.
“Espantaos, oh cielos, por esto, y temblad, quedad en extremo desolados —declara el Señor. Porque
dos males ha hecho mi pueblo: me han abandonado a mí, fuente de aguas vivas, y han cavado para sí
cisternas, cisternas agrietadas que no retienen el agua.” (Jer 2:12-13 ).
El ADN del pecado es un engaño. Se anuncia como el placer, pero sólo trae dolor. Es el peor
inversionista: la autodestrucción es el determinado dividendo. Hoy en día, muchos están celebrando el
intento de derrocamiento del buen plan que Dios ha diseñado para la propagación, el gozo, y el bien de
la humanidad. Pero, como con toda la perversión del plan de Dios, resultará inútil y doloroso. La
celebración presente traerá una frustración futura. Sin cansa como el ir a buscar agua con baldes rotos.
Peor aún, termina en el castigo eterno inalterable.
Jesucristo ha prometido edificar y bendecir a una institución.
“edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.” (Mateo 16:18).
Aunque trágico, esta sentencia es relativamente pequeña en el esquema de las cosas que la verdadera
iglesia de Cristo ha enfrentado a lo largo de los milenios. Una breve mirada a la historia de la iglesia
demuestra esto como una pequeña resistencia. Ha habido momentos (y siguen siendo) cuando era
ilegal ser cristiano. El pueblo de Dios han sido arrojado a animales salvajes como castigo. Nerón
envolvió a cristianos y los utilizó como velas humanos durante sus fiestas. Los cristianos fueron
quemados vivos por la Iglesia Católica Romana durante la Reforma. Y en muchos países hoy en día, a
los cristianos se les niega los derechos humanos básicos, son torturados, escarnecidos, injustamente
encarcelados y ejecutados por su fe.
Y, sin embargo, muchas de estas sociedades perseguidoras no son nada más que polvo cepillado por un
arqueólogo curioso. Mientras tanto, la Iglesia sobrevive y la Biblia prospera.
Independientemente de las circunstancias terrenales, la iglesia de Dios debe
permanecer fervientemente comprometida con el mismo antiguo plan.
“ Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra
vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. Vosotros sois la luz
del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar; ni se enciende una lámpara y se
pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa. Así
brille vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas acciones y glorifiquen a
vuestro Padre que está en los cielos.” (Mat. 5:13-16 ).
“Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra.
Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y
del Espíritu Santo,” (Mat. 28: 18-19 ).
El fallo de la Corte Suprema no cambia nada el “¿Qué deberíamos-hacer-como-la-iglesia Porque la
Biblia no cambia.
En esta hora oscura, el pueblo de Dios tiene una maravillosa oportunidad de hacer lo que siempre se
supone que debemos hacer: brillar y hablar. Hemos de evitar humillarnos, con amor, e
intencionalmente la mentalidad defensiva, y estar en el mundo con esperanza y oración de que Dios
rescatará a algunos.
El titular de hoy no es más que un recordatorio que da un codazo a la iglesia de que el mundo todavía
necesita a Cristo, debemos todavía amar a nuestro prójimo, debemos seguir hablando de Cristo
crucificado en el lugar de los pecadores sin avergonzarnos, y la tierra aún no es el cielo.
A través de la fe en Jesucristo, los enemigos de Dios pueden llegar a ser sus hijos.
“ Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por
nosotros.” (Romanos 5:8.).
La esperanza de la humanidad es, y siempre ha estado, en un rey, corte o juez terrenal. Incluso si las
leyes de nuestra nación representan las normas morales más respetables, aún sería insuficiente para
satisfacer la mayor necesidad humana.
Todo ser humano entra en el mundo como un enemigo natural de Dios que sacude su puño. Y, sin
embargo, increíblemente, el Dios del universo salió del cielo y entró en el lodo de la humanidad. Como
un simple humano, vivió rectamente en obediencia completa a Dios. En la cruz, se mantuvo
responsable de nuestro pecado, soportando la ira justa de Dios que merecimos como pecadores. Cristo
fue tratado como enemigo supremo de Dios para que nosotros pudiéramos ser tratados como sus hijos
amados por toda la eternidad. Dejando de la confianza en uno mismo para confiar en el Salvador,
podemos entrar en el favor de Dios y comenzar a vivir en el gozo de la obediencia a El.
PRINCIPIOS BÍBLICOS PARA ROMPER LAS CADENAS DE LA
PORNOGRAFÍA
La pornografía es uno de los mayores problemas que enfrenta la iglesia de hoy. El Internet y la
tecnología moderna han hecho que sea más accesible, asequible, y anónimo que nunca, y está causando
estragos en la iglesia, asfixiando la vida espiritual de los creyentes, destruyendo los matrimonios y las
familias, y disminuyendo la eficacia de los pastores. Un reporte dijo que 85% de hombres jóvenes y
50% de las mujeres jóvenes ven pornografía mensualmente.
Aunque los hombres y mujeres cristianos están llamados a vivir vidas santas, libres de la inmoralidad
sexual (1 Ts. 4: 3-8), algunos se sienten impotentes para romper las cadenas de la lujuria y vergüenza
que el uso de pornografía ha puesto a sus vidas. Hay preguntas en sus mentes como: “¿Por qué sigo
cayendo en el mismo pecado?”; “Por qué no puedo detener este pecado destructivo?”; “¿Dónde está la
libertad que se nos promete en Cristo?”.
Si estas preguntas te describen a ti o a alguien que conoces, no te desanimes: en Cristo siempre hay
esperanza. ¡No se puede comparar el poder del pecado contra el poder del Salvador, el Vencedor del
pecado y Libertador de la ley del pecado y de la muerte! El liberarte de pecado habitual como la
pornografía requiere un cambio en tu relación con Dios, en tu actitud hacia el pecado, y en tus
relaciones con los demás.
Este artículo te dará una perspectiva general de la Escritura que aplicable a esta peligrosa lucha. Si esta
es tu lucha, pido a Dios que encuentres a Cristo y Su Palabra suficiente para animar, equipar y
capacitarte para ser liberado de las garras del pecado y vivir una vida santa para la gloria de Dios.
1. Clama a Dios por la gracia de cambiar.
(Tito 2:11-14; Salmo 107; Romanos 5:17; Salmo 34; Jeremías 3:21-25)
Fuera de la gracia de Dios, no tenemos poder para dejar los hábitos pecaminosos. Pero no estamos
fuera de la gracia de Dios. Hay esperanza. Dios responde a su pueblo y quiere ayudarnos en las batallas
que nos enfrentamos. Salmo 34:17 nos dice: “Claman los justos, y el Señor los oye y los libra de todas
sus angustias”. Si te encuentres agobiado por el pecado de la lujuria y la pornografía, clama a Dios por
la liberación y la gracia para cambiar y vivir en pureza. Cristo puede darte un nuevo corazón, restaurar
tu gozo, darte una conciencia limpia y proveer la fuerza que necesitas para seguir adelante en la batalla.
2. Persigue un amor profundo por Dios y el evangelio.
(Efesios 2:1-10; Tito 2:11-14, 3:3-8; Romanos 5:1-11, 1 Corintios 6:9-10; Mateo 22:37-38)
La raíz del problema del porno es idolatría: es amar la lujuria más que amar a Dios. Busca un amor
más profundo para Dios y una apreciación más grande por el evangelio. Alábale por su santidad y su
gracia en tu vida. Dios no solo nos ofrece la gracia salvadora en el evangelio, Él ofrece una gracia
santificadora que nos prepara para servir (Tito 2:11-14). Busca maneras de meditar en la gracia de Dios
mostrada en el evangelio. Dale a Él el primer lugar en tu vida y aprecia el evangelio como el tesoro que
es.
3. Odia tu pecado.
(Proverbios 8:13; 1 Tesalonicenses 4:8; Mateo 5:4; Santiago 4:4-10; Salmo 51)
El uso de la pornografía es una forma idolatría en los ojos de Dios y es venenoso para nuestra relación
con Él (1 Tesalonicenses 4:8; Jeremías 2:13; Jonás 2:9). Date cuenta de que este pecado puede
destruirte a ti, a tu familia, a tu matrimonio y tu testimonio. Pídele a Dios que Él te de tristeza
conforme a la voluntad de Dios sobre tu pecado y la habilidad de arrepentirte (2 Corintios 7:8-13).
Llora sobre tus acciones pecaminosas. Odiar tu pecado y no solo las consecuencias del pecado significa
hacer todo lo que puedes para cambiar: aun las cosas incómodas.
4. Atesora la Palabra de Dios.
(Salmos 119:9-11, 1 Juan 2:14, Romanos 15:4, Romanos 12:1-2; Colosenses 3:16; Salmo 1; Josué 1:8)
Aquellos que consumen pornografía crean una serie de mentiras, diciéndose a sí mismos que su pecado
no es tan malo, que no es su culpa, que un poco de lujuria es permisible, o que tienen control de la
situación. Necesitamos la Palabra para contrarrestar las mentiras y enseñarnos sobre la hermosa
creación de Dios en la sexualidad humana. Esto nos dará una angustia mayor cuando vemos la belleza
creada contaminada por el pecado. Tenemos que memorizar la Palabra, meditar en la Palabra, y
atesorar la Palabra de Dios.
5. Confiesa tus pecados.
(Santiago 5:16, 1 Juan 1:5-10; Salmo 32; Proverbios 28:13; Levítico 5:5; Gálatas 6:1)
Una confesión sincera es bendecida por Dios y conduce a la sanación y limpieza. Humíllate delante de
Dios, confesando tus pecados y clámale por su ayuda en la lucha contra el pecado. Probablemente
debes confesar a un amigo de confianza, pastor, consejero, o tu cónyuge. La confesión puede ser un
hecho bien aterrador, pero es algo vital en el arrepentimiento. Al confesar tu pecado, practica sabiduría
en la confesión, sabiendo que el uso de la pornografía es profundamente hiriente para los que han sido
impactado de tu pecado. No dejes de buscar ayuda de alguien más piadoso (de tu mismo sexo) en esta
lucha.
6. Elimina las fuentes de tentación.
(Mateo 5:29-30; Romanos 13:14; Hebreos 12:1-2; Hebreos 12:13; Isaías 57:14; Efesios 5:3)
En la lucha contra hábitos pecaminosos, es importante hacer sendas derechas para nuestros pies y no
dejar provisión para la carne, quitando cada fuente de tentación (Romanos 13:14). Esto podría
significar el poner filtros en tu computadora, teléfono, o la televisión, y tirar cualquier cosa que suscite
tu carne. No toleres el pecado más de lo que tolerarías un asesino armado que vive en tu casa. Eres
débil y necesitas forjar sendas derechas para tus pies, para que en un momento de debilidad puedas
mantenerte firme en poder de Su fuerza (Efesios 6:10).
7. Rinde cuentas a otros creyentes.
(Eclesiastés 4:9-12; Proverbios 27:17; 2 Timoteo 2:2; Gálatas 6:1; 1 Tesalonicenses 5:11; Colosenses
2:20-3:8)
Una de las mentiras que el pecado dice es que estamos solitos, sin nadie que nos ayude. Dios nos ha
dado en la iglesia la oportunidad de tener amigos espirituales que nos pueden ayudar en nuestra lucha
contra el pecado. Ora por tener un grupo de rendición de cuentas agradable a Dios que te ayude resistir
el pecado y amar el Salvador. Busca tecnología que puede asistirte ser honesto y responsable, como
Covenant Eyes o X3Watch. Estos programas pueden ayudarte mucho, pero no toman el lugar de un
amigo preguntándote “¿Cómo estás?”.
8. Haz un plan contra tentaciones posibles.
(Efesios 6:10-20; 1 Pedro 1:13; 1 Pedro 5:8-9; 1 Corintios 10:7-14; Jueces 16:4-18; Génesis 4:7; 1
Pedro 2:11-12;Proverbios 22:5)
Tenemos que tomar en serio nuestra lucha contra el mundo, la carne y el diablo. Un buen atleta estudia
a sus oponentes y aprende de sus propias derrotas, tratando de encontrar momentos de debilidad
donde él pueda fortalecerse. Debemos ser astutos, formulando estrategias en la lucha para ser puro.
Analiza cuáles mentiras has creído y contrarréstalas con la verdad. Analiza tu vida y observa en cuáles
momentos comúnmente eres susceptible a la tentación, y estructura tu vida en una manera que te
permita ganar contra la tentación. En Cristo, no eres un esclavo del pecado, sino que tienes todo lo
necesario para vivir una vida santa y superar la tentación (2 Pedro 1:3, 1 Corintios 10:13).
9. Vive por el Espíritu.
(Romanos 8:1-11; Gálatas 5:16-25; 2 Corintios 3:16-18)
Dios no nos deja en esta vida solos, sino que nos da el mayor recurso posible para luchar contra el
pecado: su Espíritu Santo. Romanos 8:13 nos dice que “si por el Espíritu hacen morir las obras de la
carne (del cuerpo), vivirán”. Caminar con el Espíritu fijará tu atención en las cosas espirituales y no en
confiar en tu propia fuerza y sabiduría en la lucha contra el pecado.
10. No te rindas.
(Isaías 40:28-31; Salmo 121; Salmo 40; 1 Corintios 15:58; Lamentaciones 3:22-26)
En Cristo hay restauración, redención y sanidad. A pesar de que es posible desanimarte, pon tu
esperanza en Cristo y predícate el evangelio una y otra vez. Toma en cuenta que tus esfuerzos y
energías para perseguir a Cristo y luchar contra el pecado son agradables a Él, y corre tras Él con todo
tu fuerza. Si estás en Cristo, tienes un Salvador viviente que vive en ti e intercede por ti.
¿CÓMO LLEGAMOS AQUÍ? ¡DESENSIBILIZAR, NORMALIZAR,
SATANIZAR, LEGALIZAR, (VICTIMIZAR)!
Durante muchas décadas el movimiento LGBT ha trabajado incansablemente en el esfuerzo por
transformar fundamentalmente la conciencia de Estados Unidos con respecto a la sexualidad y el
género. Esto se ha logrado, en gran parte, con la ayuda directa de Hollywood. En un
artículo Hollywood Reporter del 25/09/14 Natalie Jarvey escribió, "Parejas gay? ¿Besos
gay? Bostezo. Los nuevos límites sexuales se están rompiendo como la serie
‘Transparent’ en Amazon es lo último en hacer frente a un tema que una vez fue
tabú.” Mucho antes de que Bruce Jenner decidió hacer pública su decisión transgénero el camino
ya había sido allanado por él. A mi juicio, un "esfuerzo de estrategia de equipo durante una amplia
"revolución moral" es lo que ayudó a avanzar la causa LGTB lo más rápido posible.
Nuestros amigos LGBT deben recordar que no hace mucho tiempo muchos de la mayoría de los
políticos / "Liberal / Progresiva" en realidad hicieron campaña a favor del matrimonio
tradicional ( tome a Bill y Hillary Clinton, por ejemplo ). La noche antes de su victoria en las
elecciones presidenciales de 2008, el entonces candidato Obama dijo: "El matrimonio es entre un
hombre y una mujer."Yo no apoyo las bodas del mismo sexo aunque me opongo a la Proposición
8 de California . Mucho ha cambiado en siete cortos años ( y mucho no ).
Si tuviera que resumir la estrategia de LGBT Me gustaría destacar cinco simples
palabras:Desensibilizar, Normalizar, Satanizar, Legalizar, ( y
para algunos, Victimizar ) Es notable en algunos aspectos que menos del 4% de la población ha
influido de manera efectiva a la Suprema Corte en el cambio de la "definición legal" del matrimonio
(definitivamente ningún tribunal humano tiene la autoridad para redefinir lo que Dios diseñó ).
Ahora antes de descartar a este artículo de plano como viniendo de uno de esos "predicadores bautistas
enojados" Les animo a por lo menos considerar los ejemplos de la vida real que se enumeran a
continuación.
El objetivo de este artículo no es hacer un llamamiento a los cristianos de todo el mundo
a boicotear Hollywood y Starbucks. Cada creyente lleno del Espíritu tiene que tomar sus
propias decisiones bíblicamente informadas en cuanto a lo que van a ver, escuchar y leer. A
diferencia de algunos pastores, no creo que la libertad cristiana no debe ser eliminada de los creyentes
sólo porque es abusada regularmente (para más información sobre lo que la Biblia enseña acerca de las
decisiones de zona gris considere este , este yeste ). Por mi parte, llevo a mi esposa a un restaurante
propiedad de un jefe gay, tienen amigos gays, sigue disfrutando de Starbucks, espero llevar a mis hijos
a Disneylandia un día, y de vez en cuando voy al cine – pero ahora estoy divagando.
¿Cómo llegamos aquí? Contrariamente a la opinión popular, programas de televisión y
las películas casi nunca son un entretenimiento “sin agenda”. La gente escribe libros y
guiones de cine con una cierta cosmovisión y con metas específicas en mente. Mi blog es diferente.
Tengo una cosmovisión cristiana. Como tal creo que la Biblia es la autoridad final en todos los asuntos
de fe y práctica. Trato de convencer a mi pequeña "audiencia" a seguir las claras enseñanzas de la
Escritura como una expresión de amor a Cristo (Juan 14:15).
Volver a la influencia generalizada de Hollywood. Neal Postman observó correctamente hace
mucho tiempo que muchos estadounidenses están simplemente " divirtiéndose hasta la muerte .
"Esto significa que la mayoría de los niños de la iglesia saben mucho más sobre el mundo
del espectáculo, entonces que del mundo de la Biblia. Ellos saben la letra de las canciones
seculares mucho mejor que saben la letra de la mayoría de las canciones sagradas. Ellos pasan más
tiempo viendo la televisión / películas que casi cualquier otra cosa. En vista de esto, como a menudo
dice mi profesor de griego, "Tenemos que estar conscientes para que podamos tener cuidado."
Baste decir, la cantidad de programas de televisión que promueven la agenda LGBT
sondemasiado numerosos para contar . Aquí hay una MUY pequeña muestra:
Disney Channel – Muchos padres asumen que todo en Disney es apto para niños. Entonces
llegó Good Luck Charlie – " Taylor tiene dos mamás ". Es sólo cuestión de tiempo antes de una
película importante de animación intente introducir un público joven a un personaje abiertamente gay.
ABC Family – Tiene muchos programas populares para preadolescentes y adolescentes. Series
como Pretty Little Liars, the Fosters, y la nueva serie de la realidad de Ryan Seacreast, Becoming
Us. Becoming us es "un reality show acerca de un niño que aprende no sólo que sus padres se
divorcian, sino también su padre se está convirtiendo en una “mujer.”
Programas de TV para ‘adultos’ (pasado y presente): Programas como Roseanne ; Star Trek:
Deep Space Nine ; Once Upon a Time ; Bones ; Glee ; How I met your Mother; todos tienen / tenían
personajes GLBT en él y la lista aquí sigue y sigue.
Incluso los programas de televisión clásicos como PBS Masterpiece incluyen personajes
homosexuales e historias pro-gay más sutiles. Tomemos, por ejemplo Downtown Abbey, Call the
Midwife, y Sherlock.
Hay películas LGBT obvias como Secreto en la Montaña Mountain y películas pro-gay más
encubiertas como El Código Enigma. Como muchos de ustedes saben, la cantidad de películas de
Hollywood con personajes LGBT aumenta cada mes. Uno podría concluir en base a lo que ven en la
pantalla grande que un gran porcentaje de la población estadounidense es LGBT. Sin embargo,
Gallup dijo recientemente que los estadounidenses sobreestiman
considerablemente que porcentaje de la población es homosexual .
Por supuesto, si usted se suscribe a los canales premium como Starz, HBO, Showtime (que no
recomiendo) usted sabe que la mayor parte de las series populares en estos canales contiene grandes
cantidades de desnudos, escenas de sexo, y personajes LGBT.
Si lo que buscas es un buen recurso para ayudar a informar a sus opciones de entretenimiento
visitawww.pluggedinonline.com .
Hollywood no es el único que presiona la agenda LGBT. También he notado que ESPN y
otros medios deportivos más importantes han hecho un empuje agresivo para
promover el movimiento de los derechos gay.
Aquí hay una pequeña lista de muestra de ilustraciones: Jason Collins Sport’s Illustrated portada-
The Gay Athlete (abril de 2013)
La cobertura continua de ESPN de Michael Sam 2014 proyecto (Sam fue retomada en la última
ronda y cortada por los Rams poco después. Las "historias deportivas" de Michael Sam eran en su
mayoría sobre sus preferencias sexuales y su valor mostrarse, no tanto por sus habilidades futbolísticas
Después de la Decisión de la Corte Suprema del Viernes ESPN armó una lista de "estrellas del
deporte" que hablaron positivamente de la victoria del matrimonio gay Aquí están algunos
ejemplos de ESPN / Twitter:. jugador de la NBA Kennth Faried dijo: "El amor conquista
todo! #samesexmarriage finalmente legal en los 50 estados. Estoy tan feliz por la comunidad
LGBT. Gracias SCOTUS! #loveisintheair.” La estrella de fútbol de mujeres de Estados Unidos Alex
Morgan escribe: Por fin, un gran paso en la dirección correcta para nuestro país! El jugador de la
NFL de Scott Fujita dijo: Resista la tentación de participar en un debate con los de la oposición a la
igualdad. Ya no hay debate . Sólo alegrarse y celebre este momento.
Durante el segmento del viernes de "estrella de la noche" en ESPN SportsCenter uno de los anfitriones
otorgó su premio a la Corte Suprema por la decisión de SCOTUS en la promoción de la libertad y la
justicia para todos. Esto se ha convertido en parte del curso con ESPN y SI. ¿Cómo está todo esta
cuestión de deportes relacionada usted podría preguntar? No lo está, ese es el punto. (¿Cómo hemos
llegado hasta aquí? Desensibilizar, Normalizar, Demonizar, Legalizar, Victimizar)!
Si el tiempo lo permite yo también podría mencionar un montón de citas de cantantes profesionales
/ bandas (el hash tag #lovewins era la que utilizaron las celebridades para celebrar la decisión de
SCOTUS). Desde Sam Smith hasta Willie Nelson , Josh Groban, Madonna hasta Lady Gaga. En otras
palabras, muchos de los modelos de sus hijos y nietos utilizan su plataforma de
celebridad para celebrar este hito de victoria de LGBT.
Asimismo, no tengo tiempo para compartir citas y estadísticas acerca de cómo se está promoviendo la
agenda homosexual en muchas escuelas públicas. Esperemos pueda entender que la mayoría de los
distritos escolares están enseñando a sus hijos que gay es el nuevo negro . En la mente de muchos
educadores hoy si usted se opone que el SCOTUS le gobierne debe ser un intolerante, un belicista de
odio, y / o un ignorante, tonto de mente estrecha!
Así que me pregunto de nuevo, ¿cómo hemos llegado aquí? Desenbilizar, Normalizar, Idolatrar,
Satanizar, Legalizar, Victimizar ).
“Ya en 1989 los activistas homosexuales se acercaron con una agenda básica de 6 puntos:
Hablar de los homosexuales y la homosexualidad tan fuerte y tan a menudo como sea posible (…)
Retratar a homosexuales como víctimas, no como rivales agresivos (…)
Darle a los protectores de homosexuales una causa justa (…)
Hacer gays se ven bien (…)
Hacer que los victimarios se vean mal (…)
Recibir fondos de la América empresarial "
Hace mucho tiempo, James Dobson describe la agenda homosexual de la siguiente manera: Sus
objetivos incluyen la aceptación universal de la forma de vida gay, desacreditar las Escrituras que
condenan la homosexualidad, amordazar al clero y los medios de comunicación cristianos, concesión
de privilegios y derechos en la ley especial, volcar las leyes que prohíben la pedofilia , adoctrinar a
los niños y las generaciones futuras a través de la educación pública, y obtención de todos los
beneficios legales del matrimonio para dos o más personas que dicen tener tendencias homosexuales.
¿Cómo debemos responder? Os dirijo a algunos de los artículos más bíblicos, elocuentes,
educados, y útiles. A saber, el artículo del Dr. Al Mohler aquí , el artículo del Dr. Voddie
Baucham aquí, y el artículo del Dr. John Piper aquí . También puede considerar la firma de esta
Declaración y su publicación en su periódico. “Somos parte de7000 que no han doblado la rodilla ante
Baal en el altar de la idolatría sexual. No nos avergonzamos del evangelio (Dios, Pecado, Jesús, Nuestra
Respuesta).”
Dr. Mohler concluyó su fino artículo con esta palabra oportuna de ánimo. “No podemos estar en
silencio, y no podemos ser parte de la revolución moral que está en oposición directa a lo que
creemos que el Creador ha diseñado, dado, y destinado para nosotros. No podemos estar en silencio,
y no podemos dejar de luchar por el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.
En un sentido, todo ha cambiado. Y sin embargo, nada ha cambiado. El paisaje cultural y jurídico ha
cambiado, ya que creemos que esto dará lugar a daños muy reales para nuestros vecinos. Pero
nuestra responsabilidad cristiana no ha cambiado. Estamos encargados de defender el matrimonio
como la unión de un hombre y una mujer y hablar la verdad en amor. También se nos manda
defender la verdad sobre el matrimonio en nuestras propias vidas, en nuestros propios matrimonios,
en nuestras propias familias, y en nuestras propias iglesias.
Estamos llamados a ser el pueblo de la verdad, incluso cuando la verdad no es muy popular e incluso
cuando la verdad es negada por la cultura que nos rodea. Los cristianos se han encontrado en esta
posición antes, y nos pondremos de nuevo. La verdad de Dios no ha cambiado. Las Sagradas
Escrituras no han cambiado. El evangelio de Jesucristo no ha cambiado. La misión de la Iglesia no
ha cambiado. Jesucristo es el mismo ayer, hoy y para siempre.” Dios nos ayude a todos.
¿CREES QUE SUCEDIÓ O NO?
La resurrección es la bisagra en la que gira todo el cristianismo. Es la base sobre la que descansa
todo: la piedra angular que une el cristianismo. De manera crucial, esto significa que cuando los
cristianos afirman que Jesús resucitó de entre los muertos, están haciendo una afirmación histórica, no
religiosa. Por supuesto, hay implicaciones “religiosas” unidas a esa afirmación, pero ninguna es válida
si Jesús verdaderamente e históricamente no volvió a la vida después de estar muerto. Los primeros
cristianos entendieron este punto. No estaban interesados en inventar una bonita historia religiosa que
animara a la gente, que les ayudara a vivir una vida mejor, y quizás les proporcionara una metáfora de
la esperanza que florece de la desesperación que les ayudara a soportar las tormentas de la vida.
No: los primeros cristianos querían que el mundo supiera que Jesús se había levantado de la tumba, y
ellos mismos sabían que si eso no hubiese pasado, entonces todo lo que ellos defendían era algo vacío y
falso y completamente fútil. Es como dijo Pablo en una de sus cartas:
...y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y vana también la fe de
ustedes. Aún más, somos hallados testigos falsos de Dios, porque hemos testificado contra Dios que El
resucitó a Cristo, a quien no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no
resucitan, entonces ni siquiera Cristo ha resucitado; y si Cristo no ha resucitado, la fe de ustedes es
falsa; todavía están en sus pecados.Entonces también los que han dormido en Cristo están perdidos. Si
hemos esperado en Cristo para esta vida solamente, somos, de todos los hombres, los más dignos de
lástima (1 Co. 15:14-19).
En otras palabras, si Jesús no resucitó de entre los muertos, los cristianos son patéticos.
Pero aquí está la otra cara de la moneda: si Jesús sí resucitó de entre los muertos, entonces todo ser
humano se enfrenta con la readidad de creer lo que Él dijo, de reconocerlo como Rey, y de someterse a
Él como Salvador y Señor. Y, por supuesto, mi amigo, esto te incluye a ti.
Es por eso que es tan importante para ti —sí, tú mismo, ahí, leyendo esto— llegar a una decisión acerca
de la resurrección de Jesús. No es suficiente retener mi juicio sobre algo tan importante. Tienes que
pensarlo un poco y decidir: “Sí, creo que esto sucedió. Creo que Jesús resucitó de entre los muertos, y
creo que Él es quien decía ser,” o “No, no creo que sucedió, y rechazo Sus afirmaciones”. A veces se oye
a algunas personas decir que es válido no tener ninguna opinión acerca de la resurrección porque nadie
puede llegar a la verdad o mentira de afirmaciones religiosas. Pero como hemos dicho antes, los
cristianos no están haciendo una afirmación religiosa cuando dicen que Jesús resucitó de la tumba.
Están haciendo una afirmación histórica; están diciendo que la resurrección fue tan real como el
imperio de Julio César. Es el tipo de afirmación que se puede pensar e investigar; puede ser juzgada, y
se puede llegar a una conclusión al respecto.
¿Crees que sucedió, o no?
Esta es la verdad fundamental acerca de los cristianos: creemos firmemente que sí sucedió.
No creemos que los discípulos estaban experimentando ningún tipo de alucinación colectiva. Eso ni
siquiera tiene sentido dada la cantidad de veces que distintas personas vieron a Jesús, el tiempo que
transcurrió, y los distintos grupos de personas que lo vieron.
Tampoco creemos que fue un gran error. Lo último que los gobernantes judíos querían era un rumor
de un Mesías resucitado flotando por ahí, así que lo primero que habrían hecho ante esto hubiese sido
producir el cuerpo para poner fin al rumor. Ellos nunca lo hicieron. Y por otro lado, si de alguna
manera Jesús se las arregló para sobrevivir la crucifixión, ¿qué probabilidades hay de que este hombre
débil, herido, crucificado y apuñalado habría sido capaz de convencer a sus obstinados y escépticos
seguidores que Él era el Señor de la Vida y el Conquistador de la Muerte? No es muy probable, diría yo.
Los cristianos tampoco creemos que los discípulos estaban perpetrando un engaño o un complot. Si así
fuera, ¿qué exactamente estaban esperando ganar? Y ¿por qué no detener la mentira cuando quedó
claro que no iban a conseguir lo que buscaban, tal vez, por ejemplo, justo antes de que los romanos
cortaran sus cabezas o clavaran clavos a través de sus propias muñecas?
No, no fue una alucinación ni un error, ni un complot. Algo más sucedió, y fue algo que tuvo el poder
de convertir a estos escépticos y cobardes hombres en mártires por Jesús, testigos oculares dispuestos
a arriesgar todo por Él, y a padecer todo —incluso muertes tortuosa— con tal de decirle al mundo:
“Este hombre Jesús fue crucificado, ¡pero ahora Él está vivo!”.
Pero el significado de la ascensión de Jesús al Cielo es tan importante como el hecho. No era solo una
manera conveniente para Jesús desaparecer de la escena. Fue el acto de Dios de entronizarlo e
investirlo de total y plena autoridad para gobernar y juzgar y, maravillosamente, ¡para salvar! Si te
identificas a ti mismo como un pecador que merece la ira de Dios por su rebelión contra Él, entonces el
hecho de que Jesús ahora se sienta en el trono del universo es una asombrosa y buena noticia. Esto
significa que el gran Rey que en última instancia te juzgará y sentenciará, es también uno que te ama y
que te invita a tomar la salvación, la misericordia y la gracia de Su mano.
Eso es lo que quiere decir la Biblia cuando dice: “...que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y
crees en tu corazón que Dios Lo resucitó de entre los muertos, serás salvo” (Rom. 10:9). Esto significa
que Jesús, el resucitado y reinante Rey, Aquel a quien Dios ha concedido todo poder en el cielo y en la
tierra, tiene el derecho y la autoridad para salvar a las personas de sus pecados.
¿POR QUÉ CAYÓ SATANÁS?
Dios no creó a Satanás como Satanás.
De acuerdo a las Escrituras, Satanás es el tentador, el adversario y acusador del pueblo de Dios. Él es
aquél que será expulsado para siempre y arrojado al lago de fuego. Sin embargo él no fue creado
originalmente en esa condición de maldad.
Al decir que Dios no creó a Satanás como Satanás, me refiero a que las Sagradas Escrituras son
enfáticas en afirmar que Dios no es fuente del mal ni del pecado. Dios es santo: por tanto Él no es
creador de cualquier personificación de la maldad; sería contrario a su naturaleza. Por tanto, Satanás
es lo que ahora es porque llegó a serlo, y no porque fue creado así. (Esto concuerda con la narrativa de
Génesis que nos afirma que después de Dios crear todas las cosas en cielos y tierra vio que todo era
“bueno en gran manera”).
Entonces, ¿qué pasó con Satanás para que viniese a ser lo que es? Él cayó en pecado tiempo después de
haber sido creado. Hay dos pasajes que nos ayudarán a entender la caída de Satanás. El primero se
encuentra en Ezequiel28, un capítulo que, aunque comienza hablando acerca del juicio divino sobre el
rey Tiro por creerse igual a Dios, gira a partir del versículo 11, y el profeta profetiza acerca de un ser
que influenciaba al rey Tiro:
Hijo de hombre, eleva una elegía sobre el rey de Tiro y dile: “Así dice el Señor DIOS: 'Tú eras el sello
de la perfección, lleno de sabiduría y perfecto en hermosura. En el Edén estabas, en el huerto de
Dios… Tú, querubín protector de alas desplegadas, yo te puse allí. Estabas en el santo monte de Dios,
andabas en medio de las piedras de fuego. Perfecto eras en tus caminos desde el día que fuiste creado
hasta que la iniquidad se halló en ti. A causa de la abundancia de tu comercio te llenaste de violencia,
y pecaste; yo, pues, te he expulsado por profano del monte de Dios…”, Ezequiel 28:12-16.
Claramente notamos que este ser que tuvo acceso al “Edén” y anduvo en el “santo monte de Dios” no
puede referirse al Rey Tiro sino a Satanás, describiendo su identidad original y su caída.
El segundo pasaje se encuentra en Isaías 14, donde Dios, a través del profeta, está anunciándole al Rey
de Babilonia el juicio que habría de venir sobre él a causa de su pecado. Pero cuando llega al versículo
12, se refiere a Lucifer:
¡Cómo has caído del cielo, oh lucero de la mañana, hijo de la aurora! Has sido derribado por tierra,
tú que debilitabas a las naciones. Pero tú dijiste en tu corazón: “Subiré al cielo, por encima de las
estrellas de Dios levantaré mi trono, y me sentaré en el monte de la asamblea, en el extremo norte.
“Subiré sobre las alturas de las nubes, me haré semejante al Altísimo”, Isaías 14:12-14.
De estos dos pasajes podemos concluir acerca de la identidad original de Satanás que:
Él fue uno de los ángeles que Dios creó cuando los cielos fueron creados, y su nombre pudo haber sido
Lucifer.
Fue creado “perfecto”, que en el original hace referencia a “libre de pecado” o de “culpa”.
Fue creado como un querubin lleno de sabiduría y autoridad, pudiendo ser para administrar las
multiples actividades de los ángeles.
Tenía acceso al Edén y también al santo monte de Dios.
Entonces, ¿cómo cayó en pecado?
Él se mantuvo perfecto (libre de culpa) hasta que se halló iniquidad (maldad) en él (Eze. 28:15). Como
dice Juan 8:44b “y no se ha mantenido en la verdad porque no hay verdad en él”.
Se llenó de violencia y pecó de “profano del monte de Dios” (Eze. 28:16) liderando una rebelión
angelicál contra Dios (Apo. 12:4)
Quiso usurpar y ser el señor de la creación cósmica de Dios (Isa.14:13)
Intentó subir a las alturas y ser por sí mismo semejante (igual) al Dios Altísimo, poseer su “grandeza y
autoridad”; él quiso ser como Uno de la Triunidad (Isa14:14).
Por eso Dios lo expulsó del Santo monte de Él (Eze 28:16, Isa.14:16), cayendo del cielo como un rayo
(Lc. 10:18).
Satanás cayó en pecado porque tiempo después de ser creado se halló maldad en él. En el original, la
frase “se halló” hace referencia a que la maldad se halló en este querubin no porque alguién (Dios) la
puso previamente, sino porque esta vino a ser en él. Esto sugiere que él no fue una víctima, sino que él
se convirtió en lo que ahora es por su propia voluntad. Al no haber verdad en él, no pudo mantenerse
en la verdad (Juan 8:44) esto significa que nada impidió que él realizara con libertad lo que quiso
autónomamente dentro de sí: rebelarse contra Dios.
Pero ¿para qué Dios creó éste querubin con la “potencialidad y libertad” de rebelarse en los cielos?
Aunque los misterios le pertenecen al Señor (Dt. 29:29) a nosotros se nos ha dado a entender que Dios
todo lo hace para su propia gloria. Por esto en el plan de salvación que Dios planificó inclusive antes de
la creación de Satanás (Efe.1:4; 2Tim. 1:9; 1Ped. 1:20), Él determinó soberanamente glorificarse a sí
mismo mediante su propia respuesta previamente establecida ante la caída del diablo y sus
consecuencias en la tierra. Dios se glorifica derramando su ira justa sobre sobre pecadores y demonios,
pero también lo hace aplicando su gracia salvadora sobre sus escogidos, perdonándolos de sus pecados
y limpiándolos de toda “maldad” por medio de Cristo Jesús, Dios Salvador.
Vemos entonces que Dios siempre ha controlado todo soberanamente, aún el surgimiento del pecado
“para que así como reinó el pecado para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida
eterna, mediante Jesús el Mesías, Señor nuestro” (Rom. 5:21). ¡Por esto afirmamos que todo ha sido,
es y será siempre para la gloria de Dios!
HOMOSEXUALIDAD Y FACTORES AMBIENTALES
Como mencioné en el articulo anterior, evaluando los eventos objetivamente, creo que es evidente que
la incidencia de homosexualidad ha aumentado en los últimos años. Muchos homosexuales afirman
que nacieron así, puesto que no recuerdan un tiempo en su vida cuando no sentían atracción al mismo
genero. En aquel artículo abordamos esta temática tema desde una perspectiva principalmente
fisiológica y los cambios que ocurren cerebralmente con acciones vividas. La perspectiva que quiero
tomar hoy es del punto de vista ambiental, que podría combinarse con los cambios fisiológicos,
posiblemente produciendo ese aumento.
Si la homosexualidad fuera producida genéticamente, deberíamos ver una tasa de concordancia en las
familias. Pero esta concordancia no se ha encontrado. Aun en gemelos, con el mismo conjunto de
genes, solamente se encuentra una taza de concordancia de 52%, indicando que factores ambientales
están influenciando los eventos. Ya que muchos homosexuales sienten que nacieron así, se debe
explorar la posibilidad de que algo esté pasando durante el embarazo o quizás temprano en la niñez
que esté afectando a estos individuos ¿Hay diferencias que ocurren en el estado fetal, las hormonas, la
genética, los circuitos cerebrales? ¿Se han encontrado diferencias en áreas cerebrales especificas? ¿O
son estos cambios consecuencias de experiencias que han tenido?
Cambios en el sistema neuroendocrinológico podrían tener un impacto amplificado sobre el feto o el
bebé en los primeros 3 años de vida, ya que el sistema neurológico no ha terminado su desarrollo. Lo
que más complica el asunto es que los resultados en el sistema reproductor tardan años para
manifestarse, puesto que el sistema está quiescente hasta la edad de desarrollo.
Como expliqué en el artículo anterior, Dios ha diseñado el cerebro de una forma tal que es capaz de
adaptarse al ambiente para que se pueda vivir en harmonía con él, y múltiples estudios han
demostrado esta capacidad. Por ejemplo, aquellos que juegan malabarismos rutinariamente tienen
cambios cerebrales que desaparecen cuando dejan de jugar. El cerebro, entonces, tiene la capacidad de
cambiar al nivel celular con cualquier cosa que se hace repetitivamente, y estos cambios son dinámicos
y continuos. Puesto que son fisiológicos, es necesario preguntarnos si estos cambios podrían ocurrir en
una forma patológica, o si uno puede extrapolar esta conclusión de hallazgos encontrados en la
naturaleza.
Hay sustancias ambientales que están causando daño a los sistemas reproductivos de los animales a
través de químicos que han llegado ser llamados interruptores endocrinológicos en varias faunas como
en los aves, las ranas, las focas, los osos polares, los moluscos marinos y docenas de otras especies. Un
ejemplo es en el lago Apopka, en Florida, que ha sido contaminado debido a actividades de
agricultura alrededor de él, y la presencia de una facilidad de tratamiento de aguas residuales que tuvo
un accidente mayor de pesticidas, incluyendo DDT y DDE, en 1980. Desde entonces, los cocodrilos han
sido feminizados: los machos tienen penes más cortos y niveles más bajos de testosterona; las hembras
con niveles excesivos de estrógeno. En algunos casos, la inversión del animal fue a tal extremo que un
género maduró con los órganos reproductores y capacidades reproductores del genero opuesto. Lo
mismo se han encontrado en los peces expuestos a aguas residuales en áreas donde hay mujeres
tomando anticonceptivos. Muchos de los resultados vistos en las poblaciones de fauna han sido
replicados en experimentos de laboratorio, confirmando el rol de los interruptores.
Hay muchos posibles interruptores comúnmente encontrados en los seres humanos, como los ftalatos,
que son frecuentemente usados en los solventes, plásticos blandos y cosméticos. Estos han sido
asociados con defectos desde el nacimiento en el sistema reproductor de los varones, y con
disminución de la motilidad de la espermatozoo en los adultos, entre otros problemas. Esto se produce
porque se comportan como anti andrógenos, bloqueando su producción. El bisfenol-A (BPA, por sus
siglas en inglés), usado en la fabricación de plásticos, es un imitador de estrógeno. La exposición
mínima de BPA es suficiente para interrumpir el efecto de estrógeno en el desarrollo cerebral del bebé.
La soya es un xeno-estrógenos (estrógeno de origen diferente), y posiblemente está feminizando
nuestros bebes. Cuando se está tomando esta leche, combinado con los anti andrógenos como los
ftalatos encontrados en los juguetes, uno necesita preguntarse si hay una asociación con la confusión
sexual que estamos viviendo.
Los trastornos producidos en los tractos reproductores de los hijos de mujeres que
recibieron dietilestilbestrol (DES, por sus siglas en inglés) durante el embarazo son muy conocidos.
Estos trastornos comenzaron a presentarse muchos años después del contacto con la sustancia. Scott
Kerlin Ph.D ha dado seguimiento a hombres nacidos de mujeres que recibieron la sustancia durante su
embarazo, y encontró que 33% que respondieron a la encuesta se auto identificaron con una variedad
de trastornos relacionados con el genero. Este es un número mucho mayor que en la población general.
Los efectos de los interruptores endocrinológicos ambientales son difíciles de medir, puesto que se
encuentran en dosis mínimas y se presentan años después. Es posible que los efectos que esos agentes
tienen sobre una persona sean amplificados por la contaminación, por el hecho que los sistemas
endocrinológicos y/o neurológicos no están totalmente desarrollados, y por esto la misma cantidad en
una persona adulta posiblemente no tendrán el mismo efecto. Combina esto con la cosmovisión actual
de que la homosexualidad es un estilo de vida alternativo y no una patología, lo que lleva a no buscar
una causa.
Tenemos que recordar siempre lo engañoso de nuestros corazones (Jer. 17:9). Por eso es importante no
presumir que estamos en lo correcto en nuestra forma de pensar (Pr. 21:2) sino preguntarse si es
posible que estamos equivocados, antes de llegar a una conclusión. Sin la ayuda de Dios, no podemos
comprender verdaderamente lo que ocurre alrededor nuestro. La información aquí presentada
tampoco es totalmente conclusiva: pero sí nos da qué pensar. Pero la Escritura es completamente
clara: “¿No sabéis que cuando os presentáis a alguno como esclavos para obedecerle, sois esclavos de
aquel a quien obedecéis, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?”, Romanos
6:16. La única cosa a que quisiéramos ser esclavos es a la justicia (Rom. 6:18). Dios es el único que
tiene la sabiduría total y Él nos ha dicho que el temor del Señor es sabiduría, y apartarse del mal,
inteligencia” (Job 28:28). Así que, sean cuáles sean los componentes ambientales y genéticos, la única
libertad verdadera se encuentra en Jesús (Juan 8:32). Y esto es verdad no solo para los homosexuales,
sino para todos los seres humanos.
CÓMO SOBREVIVIR A UNA CRISIS CULTURAL
La opinión pública acerca del matrimonio entre personas del mismo sexo parece estar cambiando
junto con las leyes de la nación. Este cambio es tan solo uno en una larga estela. La visión de Estados
Unidos sobre la familia, el amor, la sexualidad en general, la tolerancia, Dios y muchos otros temas
parece estar presionando en direcciones que ponen a la defensiva a los cristianos que creen en la
Biblia. Es fácil sentir como si nos hubiéramos convertido en los nuevos “forajidos morales”, citando la
frase utilizada por Al Mohler. La defensa de los principios cristianos históricos nos traerá cada vez más
problemas socialmente y quizás económicamente. Probablemente, un día también nos traerá
problemas criminales. Es irónico ver que a los cristianos se les pide que no impongan su visión sobre
otros, mientras son amenazados por ser despedidos u otras penalidades por no seguir la nueva
tendencia grupal. En todo esto, los cristianos somos tentados a sentir temor o a hablar como
alarmistas. Pero en la medida que lo hacemos, en esa misma medida mostramos que hemos abrazado
un Cristianismo no-bíblico y nominal. Es por esta razón que a continuación se muestran siete
principios para sobrevivir los cambios culturales que actualmente estamos afrontando.
1. Recuerde que las iglesias existen para trabajar por cambios sobrenaturales.
Toda la fe cristiana está basada en la idea de que Dios toma a personas que están espiritualmente
muertas y les da nueva vida. Cada vez que evangelizamos, estamos evangelizando un cementerio.
Nunca ha existido una época o cultura donde arrepentirse de sus pecados fuera algo natural. Esa
cultura no existe, no ha existido, no existirá. Los cristianos, las iglesias y especialmente los pastores
deben entender en lo más profundo de su ser que siempre hemos estado en una obra que es
sobrenatural. Desde ese punto de vista, los recientes cambios culturales han hecho nuestro trabajo cero
porciento más tedioso.
2. Entienda que la persecución es normal.
En los últimos meses hemos estado predicando del evangelio de Juan en mi congregación, y muchas
personas me han agradecido por traer a colación el tema de la persecución. Sin embargo, no estoy
convencido de que mi predicación haya cambiado, sino que creo que han cambiado los oídos de
quienes escuchan. Los sucesos recientes ocurridos en la palestra pública han causado que la gente se
sienta más preocupada de lo que les ampara a los cristianos. Pero si uno retrocediera y escuchara mis
pasados sermones, como una serie predicada en los 90's sobre 1 Pedro, usted podrá darse cuenta que la
exposición bíblica común trata el tema de la persecución una y otra vez. Persecución es lo que sufren
los cristianos en un mundo caído. Esto fue lo que Jesús nos prometió (p. ej. Juan 16). Ahora bien,
pudiera ser que dentro de la providencia de Dios algunos cristianos se encuentren en situaciones en
donde, aun si ellos dedican sus vidas a obedecer a Jesus, no sufran insultos o persecución. Pero no se
deje engañar por los bonitos edificios en los que tantas iglesias se reúnen. Este Jesús al que seguimos
fue ejecutado como un criminal de estado. Uno de mis pastores colegas recientemente observó que en
la historia de la persecución cristiana, a menudo son asuntos secundarios, no el evangelio, los que
desatan la persecución. Los perseguidores no dicen: “Tú crees en el evangelio de Jesucristo; por eso te
voy a perseguir”. No, por el contrario, alguna que otra creencia o práctica que sostenemos como
cristianos contradice lo que las personas quieren, o amenaza su forma de ver el mundo. Y de aquí surge
la oposición. Una vez más, en la medida en que respondemos a los cambios en nuestra cultura, ya sea
con pánico o alarmismo, en esa misma medida contradecimos las enseñanzas de la Biblia acerca del
discipulado cristiano común. Esto muestra que hemos desviado hacia un cristianismo nominal. Los
pastores en especial deben poner el ejemplo, enseñando a sus congregaciones a no jugar a la víctima.
Debemos salar nuestra predicación y oración con la normalidad de la persecución. Es responsabilidad
del líder el preparar a las iglesias en la manera cómo debemos seguir a Jesús, aun si esto implica una
crítica social, o pérdida de privilegios, penalidades financieras, o persecución criminal.
3. Evite el Utopismo
Los cristianos deben ser personas de amor y justicia, y esto implica que siempre debemos esforzarnos
en hacer de nuestra pequeña esquina del globo un poco más agradable de lo que la encontramos, ya sea
un aula de kindergarten o un reino. Pero aun si trabajamos en aras del amor y la justicia, debemos
recordar que nosotros no vamos a transformar a este mundo en el reino de nuestro Señor. Dios no nos
ha mandado a hacer de este mundo un mundo perfecto; Él nos ha mandado principalmente a apuntar
hacia Aquel que un día lo hará perfecto, mientras pasamos nuestras vidas amando y haciendo bien. Si
usted se siente tentado al utopismo, favor note que las Escrituras no lo permiten, y que el utopismo
tienen un historial de distraer y engañar aun a los seguidores más celosos de Cristo. Es bueno sentir
tristeza por la creciente aprobación al pecado en nuestros días. Sin embargo, una de las razones por la
que muchos cristianos en los Estados Unidos se sienten desilusionados por los actuales cambios
culturales es porque hemos sido algo utópicos en nuestras esperanzas. De nuevo, en la manera que
pensemos y hablemos como alarmistas, de esa misma manera demostramos que suposiciones utópicas
pudieran haber estado motivándonos todo el tiempo.
4. Haga uso de su mayordomía democrática
Me entristecería si alguien concluyera de mis comentarios que no importa lo que los cristianos hagan
públicamente o con las autoridades. Pablo nos dice que nos sometamos a nuestras autoridades. Pero en
un contexto democrático, parte de someterse a las autoridades envuelve el compartir en su autoridad.
Y si tenemos que compartir en su autoridad, entonces también tendríamos, hasta cierto punto, una
cuota de su tiranía. Desestimar el proceso democrático, siempre y cuando esté en nuestras manos, es
desestimar nuestra mayordomía. No podemos crear una Utopía, pero eso no significa que no podemos
ser buenos mayordomos de lo que tenemos, o que no podemos usar los procesos democráticos para
bendecir a otros. Por el bien del amor y la justicia, debemos hacer uso de la mayordomía democrática.
5. Confíe en Dios, no en las circunstancias.
Nunca ha habido un número de circunstancias en las que los cristianos no puedan creer a Dios por
completo. Jesús hermosamente creyó al Padre a lo largo de su camino a la cruz “por el gozo puesto
delante de él” (Heb. 12:2). Nada de lo que usted y yo enfrentaremos igualará lo que nuestro Rey tuvo
que sufrir. Podemos confiar en Él. Él se mostrará confiable a lo largo de todo lo que pudiéramos
atravesar. Y según confiemos en Él, llevaremos un precioso testimonio de la bondad de Dios y Su
poder, y le traeremos gloria.
6. Recuerde que todo lo que tenemos es gracia de Dios.
Debemos recordar que cualquier cosa que recibamos menor que el infierno es tiempo de regocijo para
los cristianos. ¿Cierto? Todo lo que tiene un cristiano es completamente de gracia. Necesitamos
mantener esa perspectiva para que no seamos tentados a tornarnos muy agrios hacia nuestros
empleados, nuestros amigos, los miembros de nuestra familia, y hacia nuestro gobierno cuando éstos
se opongan a nosotros. ¿Cómo pudo Pablo cantar en la prisión? Él sabía de lo que había sido
perdonado. Él conocía la gloria que le esperaba. Él percibió y atesoró estas grandes realidades.
7. Descanse en la certidumbre de la victoria de Cristo.
Las puertas del Hades no prevalecerán contra la iglesia de Jesucristo. No necesitamos tener temor ni
temblar al pensar que Satanás finalmente, después de todos estos milenios, ha ganado la delantera en
su oposición a Dios en la antesala del matrimonio homosexual. “¡Oh no!, ¡parece que ahora vamos a
perder!” No, eso no va a pasar. La gente en todo el mundo ahora y a través de la historia ha sufrido
mucho más de lo que los cristianos en los Estados Unidos sufren. Y no asumimos que Satanás ha
tomado la delantera allí, ¿o sí? Cada nación y época tiene una forma única de expresar su depravación,
de atacar a Dios. Pero nada de esto tendrá más éxito que el que la crucifixión tuvo en derrotar a Jesús.
Sí, Él murió. Pero tres días después Él se levantó de los muertos. El reino de Cristo no está en peligro
de fracasar. Una vez más, los cristianos, las iglesias, y especialmente los pastores deben conocer esto
en lo más profundo de su ser. El día D (el día en que las Fuerzas Aliadas sellaron el destino de la
ocupación de Adolf Hitler en la Segunda Guerra Mundial) ya pasó. Ahora es el tiempo de limpieza.
Ninguna persona de las que Dios haya elegido fracasará en ser salvo porque la agenda secular esté
ganando en nuestro tiempo y lugar. No deben existir indicios de ansiedad o desesperación en
nosotros. Puede ser que no podamos contrarrestar los argumentos de los otros. Ellos pudieran no ser
persuadidos por nuestros libros y artículos. Sin embargo, podemos amarlos con el amor sobrenatural
que Dios nos ha mostrado en Cristo. Y podemos hacer conocer Su Palabra hoy: con humildad, con
confianza y con gozo.
¿AMA DIOS A TODO EL MUNDO? | #COALICIÓNRESPONDE
Pregunta: ¿Ama Dios a todo el mundo o solo a los escogidos?
Embarcarse en el estudio de la doctrina del amor de Dios es un inmenso reto, aunque a primera vista
parezca un tema muy fácil de comprender. Algunos intentan explicar el amor de Dios ignorando o
malinterepretando diversos pasajes de la Escritura, lo que los lleva al Universalismo (que todos los
seres humanos serán salvos) o al Aniquilacionismo (que todos los que no se conviertan a Cristo no
serán enviados al infierno porque dejarán de existir). Pero ignorar o malinterpretar la Biblia hace
inválidos sus argumentos y explicaciones. “No puedo pensar en muchas tareas más difíciles que tratar
de desarrollar una exposición del amor de Dios”, comenta R.C. Sproul[1]. Estudiar esta doctrina es
difícil por varias razones. En primer lugar, muchos proclaman creer en un Dios amoroso, pero su
doctrina es informada más por sus propios sentimientos y su propia idea de lo que es el amor que por
la Biblia misma. En segundo lugar, un enorme grupo de personas aseguran creer en un Dios de amor,
pero ignoran –o al menos evitan– el hecho de que Dios tiene otros atributos que informan todas sus
expresiones de amor; Dios es amor, pero no solamente amor. En tercer lugar, el concepto de amor es
poco entendido en nuestra cultura sentimentalista y hedonista; el amor se menciona mucho, pero se
entiende poco.
Una definición del amor de Dios
El amor de Dios significa que es parte de Su naturaleza darse a sí mismo con el propósito de traer
bendición, beneficio o bien a otros[2]. El amor de Dios no es una expresión sentimental pasajera y
subjetiva como la que se expresa cuando alguien dice: “Estoy enamorado”. Tampoco es un atributo que
le hace ignorar Su justicia o santidad. Dios decide darse a sí mismo, procurando el bienestar de otros
de maneras concretas u objetivas, y respetando la totalidad de su carácter.
Dios ama a todo el mundo
En Mateo 5:44-45 Jesús ordena: “Amad a vuestros enemigos… para que seáis hijos de vuestro Padre
que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e
injustos”. Nuestro Señor Jesucristo relaciona el amor que nosotros debemos mostrar hacia nuestros
enemigos con los actos de bondad que Dios Padre tiene hacia sus enemigos. En otras palabras, la
acción de Dios de proveer la luz y el calor del sol a todos los seres humanos es una muestra específica o
concreta de su amor por la humanidad. En Salmo 145:9 leemos: “Bueno es Jehová para con todos, Y
sus misericordias sobre todas sus obras”. Las obras de Jehová a favor de los seres humanos son
evidencia de su amor. La muestra más magnífica del amor de Dios por el mundo, por la humanidad, se
mostró en la venida de Cristo (Jn. 3:16). ¿Por qué, entonces, leemos frases como “Dios es juez justo, Y
Dios está airado contra el impío todos los días” (Sal. 7:11), o “al malo y al que ama la violencia, su alma
aborrece” (Sal. 11:5), o Dios pagará con “ira y enojo a los que… no obedecen a la verdad” (Ro. 2:6-8)?
¿Es el Dios de la Biblia un Dios de amor? La respuesta obligatoria es un categórico ¡sí! El amor de Dios
no es un atributo aislado que actúa en separación del resto de sus atributos. No podemos separar el
amor de Dios de su santidad, su justicia o su ira. El teólogo británico J. I. Packer llama a quienes
insisten en afirmar que el pecado no tiene consecuencias teólogos de “Santa Claus”[3]. “Cualquiera sea
el tipo de amor que Dios tiene por los impenitentes, no excluye Su justa ira y aborrecimiento de
ellos”[4].
Dios ama a sus escogidos
Por otro lado, el amor de Dios para con sus escogidos es diferente. Los teólogos se refieren a este amor
de diferentes maneras, entre ellas: “amor familiar”, “amor específico”, “amor de pacto”, “amor
particular” o “amor redentor”. De este amor leemos en Romanos 5:8, “Mas Dios muestra su amor para
con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Con este tipo de amor, Pablo
se refiere única y exclusivamente a “nosotros”, los creyentes.
Conclusión
¿Ama Dios a todo el mundo? Sí; sus actos de bondad dirigidos a todos los seres humanos lo afirman.
¿Ama Dios a todos los seres humanos de igual manera? No; la evidencia bíblica exige que hagamos una
diferencia entre el amor que Dios tiene por toda la humanidad y el amor que Él tiene para con aquellos
que están o estarán en Cristo.
[1] R. C. Sproul, God’s Love: How the Infinite God Cares for His Children [El Amor de Dios: Cómo el
Dios infinito Cuida de Sus Hijos] (Colorado Springs, CO: David Cook, 2012), 9.
[2] Wayne Grudem, Systematic Theology [Teología Sistemática] (Grand Rapids, Michigan: Zondervan,
1994), 199.
[3] J. I. Packer, Knowing God [Hacia el Conociendo de Dios] (Downers Grove, IL: InterVarsity Press,
1973), 159-160.
PANORAMA DE LA HISTORIA DE LA IGLESIA: LA IGLESIA ANTIGUA
En este artículo continuamos nuestra serie de introducción a la historia de la iglesia cristiana, y
comenzamos ahora un estudio panorámico que puede servir como punto de partida al lector que desea
explorar a mayor profundidad la riqueza de la herencia histórica de la fe cristiana. Con este fin,
dividiremos la iglesia en seis períodos:
1. La Iglesia Antigua (33 – 500 d.C.)
2. La Iglesia Medieval (500 – 1500)
3. El comienzo de la Iglesia Moderna (1500 – 1650)
4. La Iglesia Moderna (1650 – 1800)
5. La decadencia de la Iglesia Moderna (1800 – 1900)
6. La Iglesia Postmoderna (1900 – Presente)

Al analizar cada época, buscaremos describir brevemente los siguientes aspectos: (1) Un resumen
general del período; (2) Algunos de los personajes más sobresalientes; (3) Algunas áreas importantes
de desarrollo teológico; y (4) Algunos ejemplos y advertencias para el lector observables en la época.
Finalmente ofreceremos una cita de algún texto representativo del período.
La Iglesia Antigua en resumen
Este período abarca desde el día de Pentecostés (33 d.C.) hasta el final del quinto siglo de nuestra era.
En esta primera etapa, la iglesia experimentó un crecimiento fenomenal al punto que llegó a abarcar
todo el mundo conocido. Durante los primeros tres siglos, los creyentes sufrieron persecución y
martirio, mostrándonos de manera elocuente lo que significa seguir a Cristo hasta la muerte. El
emperador Constantino legalizó el cristianismo (313 d.C.), y con ello dio inicio a una etapa de paz y
desarrollo teológico. En este tiempo los primeros padres, apologistas y teólogos definieron,
defendieron y desarrollaron las doctrinas cristianas esenciales. Entre ellas, la Trinidad, la Cristología,
el Pecado Original y la Gracia Soberana en la aplicación de la salvación. Al mismo tiempo, y como
resultado de la unión entre iglesia y estado, comenzó un proceso de decadencia espiritual que llegaría a
su clímax en el oscurantismo de la Edad Media.
Personajes sobresalientes
Los Doce. Por supuesto, los primeros “héroes de la fe” en esta época incluyen a los apóstoles. De
acuerdo a la tradición, todos ellos participaron fielmente en la gran comisión, llevando el evangelio a
lugares tan lejanos como Etiopía (Mateo), India (Tomás y Bartolomé) y España (Pablo). Con excepción
de Juan, todos sufrieron una muerte violenta.
Policarpo e Ireneo. Policarpo (c. 69 – c. 155 d.C.) fue discípulo de Juan y obispo de Esmirna hasta
mediados del siglo segundo. Siendo anciano fue arrestado y repetidamente incitado por el procónsul a
maldecir públicamente a Cristo. Su respuesta al magistrado le llevó a morir en la hoguera,
convirtiéndole en un ejemplo de fe inquebrantable a los creyentes a través de los siglos: “Durante
ochenta y seis años le he servido, y nunca me ha hecho mal alguno: ¿Cómo he de blasfemar a mi Rey,
quien me salvó?”. Ireneo (¿? – c. 202 d.C.) fue discípulo de Policarpo y se constituyó en uno de los
primeros defensores de la fe. Su libro Contra las Herejías es relevante hasta la actualidad.
Tertuliano (c. 155 – c. 220 d.C.). Otro gran defensor de la fe. Luchó vehementemente contra el
intelectualismo y la filosofía, enfatizando la prioridad de la verdad revelada. La Biblia es nuestra
fuente de verdad infalible y primaria. La razón es secundaria. Fue el primero en usar la
palabra trinidad para describir la esencia del ser de Dios.
Cipriano (c. 210 – c. 258 d.C.). Conocido por defender a la iglesia como el punto central del avance del
reino de Dios en el tiempo presente. Esto dio lugar a su famosa frase: “No puede tener a Dios por Padre
aquél que no tiene a la iglesia por su madre”, la cual ha sido malinterpretada y abusada por siglos.
Constantino (272 – 337 d.C.). Figura importantísima en el rumbo de la historia cristiana. Legalizó el
cristianismo en el año 313 d.C., dando con ello fin a tres siglos de persecución. Fue instrumental en la
convocación (pero no en las decisiones) del Concilio de Nicea (325 d.C.). Con el tiempo, su influencia
sobre el cristianismo degeneró en la unión de la iglesia y el estado. Tal unión fue la causa principal de
la paganización y decadencia de la fe y práctica cristianas.
Atanasio (295 – 373 d.C.). Importantísimo por su lucha contra el hereje racionalista Arrio a principios
del siglo cuarto. Fundamental en la defensa de la completa deidad de Jesús, la composición del Credo
de Nicea, y la definición final del canon del Nuevo Testamento.
Agustín (354 – 430 d.C.). Obispo de Hipona en el siglo quinto. Posiblemente el teólogo extra-bíblico
más importante del primer milenio en la historia del cristianismo. Sus escritos apologéticos
clarificaron varias de las doctrinas más importantes de la fe; incluyendo la trinidad, el pecado original,
la predestinación, y el significado de la gracia y su carácter objetivo y soberano. Su libro La Ciudad de
Dios se constituyó en el fundamento del amilenialismo escatológico que dominó la iglesia por cerca de
1500 años. Finalmente, sus Confesiones son un libro autobiográfico devocional escrito en forma de
oración que todo cristiano haría bien en leer para comprender mejor la magnitud del amor y la gracia
de Dios hacia pecadores comunes, corrientes y depravados como nosotros.
Desarrollo teológico
En el área doctrinal y teológica, los primeros siglos fueron fundamentales para definir lo que se conoce
como la ortodoxia cristiana, la sana doctrina. En este tiempo, la doctrina de los apóstoles avanzó en su
definición y clarificación de lo que constituye la esencia del cristianismo: El cristianismo es una fe
revelada. Con el surgimiento de herejes, la iglesia luchó por compilar, preservar y trasmitir por escrito
la esencia de su fe. Esto llevó a la definición del canon del Nuevo Testamento. Con ello, el cristianismo
pasó de ser una fe transmitida por tradición oral y sucesión apostólica a ser una fe preservada y
proclamada en la Palabra inspirada de Dios. El proceso de definición terminó “oficialmente” en 367
d.C. con la Carta de Pascua XXXIX de Atanasio. El cristianismo es una fe trinitaria. Durante los
primeros tres siglos, la iglesia luchó por describir la persona de Dios siendo fiel a toda la verdad
revelada en las Escrituras. Ante el surgimiento de herejes y apóstatas, los creyentes afirmaron la
completa deidad de Jesús el Hijo de Dios y del Espíritu Santo. Con ello, el cristianismo se define no
solo como una fe monoteísta sino también como una fe trinitaria.El Credo de Nicea-
Constantinopla resume teológicamente la realidad de Dios revelada en las Escrituras.
El cristianismo es una fe Cristocéntrica. La persona de Jesús fue motivo de múltiples controversias
ocasionadas por el misterio de la perfecta unión de la deidad y la humanidad en la persona de
Jesucristo (unión hipostática). Los padres de la iglesia nos enseñaron que nuestro destino eterno
depende de nuestra fe en un Salvador 100% humano y 100% divino. La culminación de este esfuerzo
es la definición de Calcedonia compuesta en el año 451 d.C.
Ejemplos y advertencias
Muchas son las enseñanzas que podemos derivar de nuestro estudio de la iglesia en los primeros siglos.
Entre ellas las siguientes:
El profundo valor que tiene luchar por preservar la unidad de la iglesia en fe y práctica.
El supremo valor de la sana doctrina. El contenido de nuestra fe es de tal importancia, que vale la pena
morir por defenderlo.
La perseverancia en medio de la persecución. Le invito a que lea al menos una porción de El Libro de
Fox de los Mártires.
La relación entre herejía e intelectualismo. Aún en la época antigua observamos que cuando damos
más valor a nuestra razón que a la revelación de Dios caemos en herejías, ¡aun usando la Biblia!
La paganización resultante de la unión de la iglesia y el estado.
Cita Citable
¿Quién me dará descansar en ti? ¿Quién me dará que vengas a mi corazón y le embriagues, para que
olvide mis maldades y me abrace contigo, único bien mío? ¿Qué es lo que eres para mí? Apiádate de mí
para que te lo pueda decir ¿Y qué soy yo para ti para que me mandes que te ame y si no lo hago te aíres
contra mi y me amenaces con ingentes miserias? ¿Acaso es ya pequeña la misma de no amarte? ¡Ay de
mí! Dime por tus misericordias, Señor y Dios mío, qué eres para mí. Di a mi alma: ‘Yo soy tu
salud.’ Dilo de forma que yo lo oiga. Los oídos de mi corazón están ante ti, Señor; ábrelos y di a mi
alma: ‘Yo soy tu salud.’ Que yo corra tras esta voz y te de alcance. No quieras esconderme tu rostro …”
LOS MÁS PERSEGUIDOS DE LA HISTORIA
Acompáñame dos mil años atrás, a los tiempos cuando se iniciaron las persecuciones contra los
cristianos. Se reconocen diez grandes persecuciones del Imperio contra los creyentes, la primera en el
año 64 d.C. con Nerón y la última en el año 308 d.C. con Diocleciano. Estas persecuciones fueron
crueles, espontáneas y antojadizas, pero después hubo ciertas regulaciones debido a cambios políticos.
Luego a los cristianos no se les buscaba activamente; pero si alguien les delataba por negarse a adorar a
los dioses romanos, entonces se les enjuiciaba.
Uno de los creyentes delatados fue Policarpo, obispo de Esmirna, condenado y muerto bajo la
acusación de ateísmo. Justo L. González en Historia del Cristianismo dice que en “Roma el emperador
hizo ejecutar a su pariente Flavio Clemente y a su esposa Flavia Domitila”, acusándoles de “ateísmo”.
Desde que los cristianos de los primeros siglos fueron por el mundo proclamando el evangelio, se les
acusó de ateos e ignorantes. Eran llevados a los tribunales condenados escuchando a las turbas gritar:
“¡Qué mueran los ateos!”.
Dioses indiferentes
La religiosidad romana durante las persecuciones era politeísta y sincretista. Había todo un coctel de
creencias y mitos. De Egipto sacaron el mito de Isis y Osiris. También tenían su propia versión de los
dioses griegos. La Diana que veneraban era la Artemisa de los griegos, el Neptuno es el mismo
Poseidón griego, Mercurio es el dios griego Hermes y la diosa Venus es la Afrodita griega. Todas estas
divinidades combinadas con otras creencias populares dieron como resultados dioses que no eran
celosos entre sí, en marcada diferencia al Dios de los judíos y de los cristianos.
Las tendencias sincretistas, en las que se entrelazaban los viejos dioses con las religiones de misterio y
con el culto al emperador, presentaron un fuerte reto al cristianismo. Puesto que los cristianos se
negaban a participar de su idolatría, frecuentemente se les acusó de incrédulos. Y aunque parezca
paradójico, los cristianos fueron llamados ateos. Sin embargo, no era la primera vez que a los creyentes
se les hacía acusaciones como esta, ni tampoco sería la última.
Bienaventurados seréis
Cristo presagió que estas calumnias y difamaciones serían parte de la vida misma del creyente. Desde
la montaña donde pronunció el más memorable sermón de todos los tiempos nos dio estas palabras:
“Bienaventurados seréis cuando os insulten y persigan, y digan todo género de mal
contra vosotros falsamente, por causa de mí”, Mateo 5:11.
La historia confirma que el privilegio y la bendición de sufrir por Cristo han estado presentes en los
momentos más luminosos de la iglesia. Las acusaciones, persecuciones, cárceles, torturas y muertes
son los rasgos distintivos de los creyentes que no han querido ceder:
Pedro y Juan. Promotores de doctrinas extrañas. Hechos 4:17
Esteban. Blasfemo. Hechos 6:11
Pablo. Profanador, plaga, loco e insensato. (Hechos 21:28; 24:5; 26:24;
2 Corintios 11:16).
A los cristianos le llamaban herejes por atentar con las tradiciones, ateos por no creer en
dioses, caníbalespor practicar la comunión en la cena del Señor y hasta incestuosos por practicar el
amor y la fraternidad cristiana.
Perseguidos, mas no desamparados
Aunque las persecuciones por el Imperio desaparecieron con el Edicto de Milán en el 313 d. C.,
volvieron a aparecer cuando la iglesia se corrompió y comenzó a perseguir a los fieles que le hicieron
resistencia, reciclando las mismas acusaciones de siempre: John Wicliffe fue encontrado hereje, John
Huss y Girolamo Savonarola murieron en la hoguera acusados de herejía. Bajo las mismas acusaciones
fueron perseguidos Lutero, Calvino, Casiodoro de Reina, Cipriano de Valera, Antonio del Corro y otros
tantos más héroes de la fe. Las acusaciones y persecuciones bajan y suben de intensidad. Se cambian
de región, pero nunca cesan.
El surgimiento del humanismo en el siglo XVI trajo nuevas formas de persecución. La presión
intelectual del movimiento de la Razón y La Ilustración permearon en diversos sectores de la fe, dando
a luz a la Teología Liberal en el siglo XVIII. Esta nueva forma de hacer teología trajo sus consecuencias,
y la Biblia fue limitada a un libro que contiene sabiduría, en vez de ser la autoritativa norma de fe y
conducta, infalible e inerrante, como lo creían los Reformadores y como millones alrededor del mundo
lo seguimos creyendo. Estos liberales de ayer y hoy nos acusan de cerrados, ignorantes, recalcitrantes,
fundamentalistas e intolerantes.
Durante el siglo XX y en lo que va de este siglo XXI, la furia hedonista, materialista, naturalista e
intelectual han venido materializándose contra los verdaderos creyentes. Bertand Russell, el famoso
intelectual inglés del siglo XX, escribió un libro titulado Why I’m not a Christian (Porqué yo no soy un
cristiano), donde contradice la adoración a Dios, la ética sexual cristiana, la vida y la muerte desde la
perspectiva bíblica, entre otros temas. Madalyn Murray O’Hair y sus colaboradores lograron
influenciar los estamentos del poder judicial en la Corte Suprema de los Estados Unidos en el famoso
juicio Murray vs Curlett, que condujo al histórico fallo de prohibir la oración diaria al Dios de la Biblia
en todas las escuelas públicas en 1963, prohibición que todavía permanece. El inglés Richard Dawkins
dice que el mundo ha tenido muchos males como la guerra, el hambre, la mala distribución de las
riquezas y los fenómenos naturales, pero que el peor mal del mundo es la religión (cristiana).
En la actualidad, las acusaciones en contra de los creyentes persisten con claros desafectos a Dios y a
todo lo que se relaciona con Él. Antes, los cristianos eran ateos por no creer en los dioses de los
hombres, y hoy en día es igual. No adoramos ni adoraremos a los dioses de este mundo. Nos dicen
radicales, intolerantes, fundamentalistas, porque no rendimos nuestra devoción al naturalismo de
Dawkins, alfashionismo de París, al fanatismo ideológico de algunos políticos, al materialismo de
Occidente, al derrotero moral de los open minds, ni a los cultos a la personalidad de
ciertos celebrity artísticos o religiosos.
Las palabras de aquel que presagió todo esto en aquel memorable sermón frente al mar de Galilea se
cumplen milimétricamente. Las persecuciones y las acusaciones seguirán, pero nuestro buen Dios
estará con sus hijos siempre para que no doblen sus rodillas ni por seducción ni por intimidación antes
los dioses de este siglo, porque junto con las presiones también viene de lo alto la gracia para
enfrentarlas. Seremos sin dioses, pero estamos con Dios.
SCOTUS Y EL PREMILENIALISMO
Lo que la Corte Suprema de los Estados Unidos hizo la semana pasada fue simplemente ponerse al día
con los muchos otros países que estaban por delante de él en la búsqueda del avance de la impiedad
institucionalizada. La constitución de Sudáfrica, por un triste ejemplo, protege no sólo el matrimonio
entre personas del mismo sexo, sino también la poligamia y el aborto tardío.
Muchas otras naciones "iluminados" han cerrado el círculo. Tras haber abrazado la moral cristiana, y
disfrutado de siglos de progreso civil, educativo y jurídico consiguiente, ahora han comenzado a añorar
los puerros y las cebollas de sus amos egipcios que al menos no les dicen con quién podían casarse.
Dinamarca, los Países Bajos, y otras sociedades post-reforma han restado importancia a los
conservadurismos- de sus antepasados puritanos y han rodado hasta el libertarismo repetido
mecánicamente sabor artificial como una progresividad de vanguardia.
Los EE.UU. es como un guardaespaldas de la Iglesia. El problema es que cuando Estados Unidos se
presenta en la fiesta, eso significa que no queda nadie afuera para vigilar la puerta.
No puedo mejorar la perspicacia de las lamentaciones de John Piper cuando dice:
Mi sensación es que no nos damos cuenta la calamidad que está sucediendo a nuestro alrededor. Lo
nuevo – nuevo para los Estados Unidos, y nuevo para la historia – no es la homosexualidad. … lo que
hay de nuevo ni siquiera es la celebración y aprobación del pecado homosexual. El comportamiento
homosexual ha sido explotado, y deleitado, y celebrado en el arte, desde hace milenios. Lo que es
nuevo es la normalización e institucionalización. Esta es la nueva calamidad ".
No es fácil que Cristianos identificar un resquicio de esperanza al fallo del viernes que es digno de la
celebración; a menos que seas un premilenialista.
Mientras el posmilenialismo cree que Cristo regresará a la tierra cuando el evangelio haya triunfado
sobre la incredulidad y conquistado el mundo, los premilenaristas no están conteniendo la respiración.
Los Premilenialistas enseñan que el mundo se desliza de mal en peor hasta que sea un mal
irremediable que sólo Jesús puede arreglarlo. Esa será su señal para regresar y establecer un imperio
de paz, justicia, y rectitud en los tribunales.
Por lo tanto, es en días como este que he leído con deleite los pasajes que otros pueden descartar como
pesimistas. Yo prefiero ver una regresión en la sociedad como una señal positiva de que la Biblia es
exacta, y que Jesús viene pronto. Aquí están algunos de mis pasajes favoritos que son optimistamente
pesimistas …
2 Timoteo 3: 1 Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles. 2 Porque los
hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a
los padres, ingratos, irreverentes, 3 sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes,
aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de
amadores de Dios; 5 teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita.
6 Porque entre ellos están los que se meten en las casas y llevan cautivas a mujercillas cargadas de
pecados, llevadas por diversas pasiones, 7 siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al
pleno conocimiento de la verdad. 8 Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma
manera éstos también se oponen a la verdad; hombres de mente depravada, reprobados en lo que
respecta a la fe. 9 Pero no progresarán más, pues su insensatez será manifiesta a todos, como
también sucedió con la de aquellos dos. 10 Pero tú has seguido mi enseñanza, conducta, propósito, fe,
paciencia, amor, perseverancia, 11 persecuciones, sufrimientos, como los que me acaecieron en
Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor. 12 Y en
verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos. 13 Pero los
hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Tú, sin
embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes
las has aprendido;.
2 Pedro 3: 2 para que recordéis las palabras dichas de antemano por los santos profetas, y el
mandamiento del Señor y Salvador declarado por vuestros apóstoles. 3 Ante todo, sabed esto: que en
los últimos días vendrán burladores, con su sarcasmo, siguiendo sus propias pasiones,.
Mateo 24:10 Muchos tropezarán entonces y caerán, y se traicionarán unos a otros, y unos a otros
se odiarán. 11 Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. 12 Y debido al
aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará..
Puedo ver por qué la gente me acusa de cinismo. Pero, al igual que Michael Burry, el hombre que ganó
$ 100 millones al rebajar la hipoteca de bajo riesgo momentos antes de que estallara, sólo estoy
apostando a lo inevitable. El fallo del viernes es otro presagio de lo que la Biblia predice que ocurrirá.
El mundo va a caer en un pozo negro de cieno que ningún ser humano puede restaurar. Y entonces
Jesús volverá a hacer nuevas todas las cosas. Cada paso en falso SCOTUS es un paso más cerca de ese
gran día.
EL MATRIMONIO ES ENTRE UN HOMBRE Y UNA MUJER
Por Jesse Johnson 5
“Varón y hembra los creó Dios”
Cuando Dios diseño el mundo, él creó dos géneros distintos: varón y hembra (Génesis 1:27; 5: 2). Si
bien ambos fueron hechos a la imagen de Dios, ambos tienen diferentes funciones y roles. Tanto el uno
como el otro fueron diseñados para ser diferentes, de tal forma que en el matrimonio ambos se
complementan (Génesis 2:22-25).
De hecho, la razón misma por la que existe el matrimonio es porque Dios, al ver al hombre sólo, dijo
que no era bueno que estuviese sólo y por lo tanto creó una ayuda idónea para él (Génesis 2:18), una
persona diferente a él. Dios diseño los géneros con el propósito de procreación en el matrimonio, y los
hizo diferentes entre sí con el propósito de complementarse mutuamente en el matrimonio. Es por esto
que las dos tareas encomendadas a los humanos: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y
sojuzgadla” (Génesis 1:28), se logran mejor en una relación matrimonial.
Es interesante notar que la manera misma en la que Dios pronunció la maldición por el pecado, denota
que las dos tareas dadas a la humanidad (“fructificad y multiplicad”) causarían dolor dentro del
matrimonio para ambos géneros. Por un lado los esposos tendrían dolor en el trabajar, mientras que
las esposas tendrían dolor en el dar a luz (Génesis 3:16-19). A partir de ese momento juntos en el
matrimonio compartirían tanto el dolor y como las bendiciones en medio de un mundo de pecado.
Es importante ver que no solamente en la narrativa de Génesis 1 al 11 encontramos evidencia clara que
Dios creó el matrimonio para un hombre y una mujer, sino que todo el Antiguo Testamento afirma lo
mismo, demostrando que el matrimonio debe ser exclusivamente heterosexual. En Génesis 12 Dios
llama a Abraham para iniciar una nueva familia. Sería por medio del matrimonio y la alianza que Dios
cumpliría su promesa de iniciar una nueva nación. Años más tarde cuando tal nación recibió sus leyes,
el matrimonio sería legislado y defendido como el medio por el cual las generaciones venideras se
multiplicarían y conquistarían la tierra prometida. De hecho Dios instituyó que las familias fuesen la
manera de tomar el censo de la nación, pues las familias eran responsables delante del gobierno. A
pesar que las leyes dadas en el Antiguo Testamento fueron específicamente para el pueblo de Israel, su
fundamente va más allá que Sinaí y Moisés. En particular las reglas del matrimonio, vistas en Levítico
y Deuteronomio, fueron basadas en la manera en la que Dios diseñó el matrimonio con Adán y Eva.
Nuevo Testamento
No existe un componente fundamental más importante en una sociedad que la relación entre un
marido y una mujer. Es por esto que no solamente el Antiguo Testamento habla al respecto, sino que el
Nuevo Testamento tiene mucho que decir al respecto. Tanto Jesús como Pablo y Pedro enseñaron
acerca del matrimonio. En algunos casos, la enseñanza sobre el matrimonio aplica a ambos sexos. Por
ejemplo, la enseñanza de Jesús sobre el adulterio en Lucas 16:18 es tanto para esposos como para
esposas, sin distinción de género; o cuando Pablo habla que el pacto matrimonial perdura hasta la
muerte de uno de los esposos, independientemente del sexo (Romanos 7:2-3).
Aparte de estos ejemplos, la mayoría de las enseñanzas acerca del matrimonio en el Nuevo Testamento
especifican para quienes son, si son para la esposa o para el esposo. Cabe mencionar que no sólo las
instrucciones mismas presuponen el matrimonio heterosexual, sino que el contenido en si sólo tiene
sentido desde la perspectiva de las diferencias de género en el matrimonio. Por ejemplo, las diferencias
entre un esposo y una esposa son la base para ver la relación entre Jesús y la iglesia, (Efesios 5:23-32).
Pablo termina esa sección en Efesios exhortando individualmente a la mujer y al hombre dentro de sus
distintos roles en el matrimonio (Efesios 5:23).
Aparte de Efesios 5 vemos que Pablo constantemente utiliza la analogía del matrimonio, como por
ejemplo al utilizar la capacidad reproductiva de la mujer (en contraste con la adopción), para hablar
acerca de la salvación en Cristo (Gálatas 4:27). En 2 Corintios 11:2 Pablo contrasta los celos de un
futuro esposo por la castidad de su futura esposa. En 1 Timoteo 2-3, Pablo habla de la capacidad de
tener hijos como un papel dado a la esposa (2:15), y utiliza tal analogía para hablar que un anciano
debe ser “marido de una sola mujer” (3:2). Pablo también enseña que las diferencias de género en el
matrimonio tienen que ser considerados en la adoración congregacional, y que estas distinciones se
deben “reconocer” en cada iglesia (1 Corintios 14:35-38). No solamente Pablo utiliza la analogía de l
matrimonio, también Pedro habla acerca de las diferencias de género en el matrimonio (1 Pedro 3:5-7).
Conclusión
Debemos mantener en cuenta que todos los pasajes aquí expuestos sólo pueden ser interpretados a luz
de las diferencias de género en el matrimonio. No sólo esto, sino que todos ellos demuestran que el
matrimonio fue diseñado por Dios para ser entre un hombre y una mujer. Dios creó ambos sexos para
que entre los dos pudiesen cumplir con el mandato de multiplicarse y sojuzgar la tierra, sirviendo así
como la piedra angular en la sociedad. En particular, la imagen del matrimonio y las diferencias de
género sirven para demostrar cómo Jesús ama a la iglesia.
Ciertas personas pueden tratar de promover que parejas del mismo sexo deberían poder participar en
un matrimonio. Pero tal noción va en contra de la manera en la que Dios diseñó el matrimonio. La
enseñanza de la Biblia sobre el matrimonio sólo puede entenderse cuando las dos personas son del
sexo opuesto, un matrimonio entre un hombre y una mujer.
Publicado originalmente aquí
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Jesse Johnson es pastor de Immanuel Bible Church en Springfield, Virginia. Durante sus estudios en
The Master’s Seminary, Jesse sirvió como pastor de evangelismo en Grace Community Church y
coordinó la edición del libro de estudio Fundamentos de la Fe.
NO TODO AMOR ES AMOR, PERO ESTO ES AMOR
Por Ben Edwards
”El amor es amor." Ese lema ha aparecido en innumerables ocasiones en el diálogo de nuestro país en
los últimos días. Es parte de un esfuerzo para dar forma a los corazones y las mentes de los
estadounidenses en las cuestiones sociales. Es simple, sucinto, y pegajoso. Tiene cierto atractivo, sobre
todo para la gente que valora el "amor" como un bien supremo, un sentimiento que prevalece sobre
cualquier otra consideración. El problema es que no es cierto.
Nuestra sociedad está confundida sobre el amor, y este lema no hace nada para minimizar esta
confusión. ¿Qué es exactamente lo que se quiere decir con "amor es amor"? A primera vista se trata de
una declaración de identidad, lo que equivale dos cosas, por ejemplo, un coche es un automóvil. Por lo
tanto, podría significar que todos los amores son los mismos. Amo a mi esposa. También amo la pizza.
Si "amor es amor", entonces estaría diciendo que mi relación con mi mujer es idéntica a mi relación
con la pizza. Puede que no sea la persona más romántica del mundo, pero hasta yo podía adivinar que
mi esposa no estaría contenta si yo le dijera: "Tú sabes que Te amo porque actúo, pienso, y siento por ti
de la misma manera que lo hago hacia pizza."( Tampoco he visto ese sentimiento ilustrado en una
tarjeta de Hallmark,!) Mi amor por mi esposa puede tener algunas similitudes con mi amor por la
pizza, pero de ninguna manera es cercano a lo idéntico. Un amor no es como el otro.
La mayoría de nosotros reconocemos que el slogan no está tratando de comunicar que todos los
amores son idénticos, incluso si eso es lo que trata de decir. Es, al menos, limitado a las personas. El
amor por diferentes personas es en última instancia lo mismo. Pero incluso aquí hay distinciones en
amores. Amo a mis amigos, pero no los amo exactamente igual como yo amo a mis hijos. Y mi amor
por mis hijos es diferente de mi amor por mi esposa.
La mayoría de la gente parece estar usando la frase para referirse a un tipo de amor que es de
naturaleza sexual. La frase está declarando que ningún tipo de amor sexual es diferente de otro. La
gente está equivocada en ver un poco de amor sexual como inapropiado, porque ¿Quiénes somos para
decir que un tipo es mejor que otro? “El amor es amor.”
Pero casi todo el pueblo pregonando este lema en realidad no lo creen. Algunas personas aman a sus
hermanos sexualmente. ¿Es ese amor idéntico a otros amores? Supongamos que un hombre ama
sexualmente a su esposa y el ama sexualmente a su amante. ¿Debería su esposa decir “¿quién soy yo
para condenarlo, porque ‘el amor es amor’”? Algunos hombres de 40 años de edad aman sexualmente a
niños de 12 años de edad. ¿Es ese amor lo mismo que todos los demás? ¿Amor es amor?
Usted puede estar molesto por haber mencionado algunos de los ejemplos anteriores. “Estos no son la
misma cosa, y es malo compararlos.” Pero si no son la misma cosa, y no es legítimo compararlos,
entonces no todo amor es amor. “Pero esos ejemplos no son ejemplos de amor.” Al hacer esa objeción,
usted ha hecho exactamente lo que nuestro lema "amor es amor" nos está diciendo que no podemos
hacer. Usted ha hecho un juicio acerca de un amor sexual que dice que no pertenece a la misma
categoría que otros. Usted ha dicho "este amor no es amor." En el momento en que comienza a limitar
el amor de alguna manera –al decir que tiene que ser no-incestuoso, o entre sólo dos personas, o sólo
entre adultos que lo consienten – usted ha establecido una definición por la que ahora estamos
obligados a determinar que algunos amores son amor y otros no lo son.
Así que ¿quién va a decidir qué amores están en los límites y que amores no lo están? Sin duda, no
pretendo ser un juez competente para estos asuntos.¿Quién podría tener la sabiduría, la compasión, el
conocimiento y perspicacia para distinguir amores legítimos de los ilegítimos? Sólo Dios puede hacer
eso.
¿Que es amor? La Biblia consistentemente apunta al amor de Dios por los seres humanos como el
ejemplo supremo de amor (por ejemplo, 1 Jn 4:10 ). Un pasaje particularmente relevante está en
Efesios 5:25-27.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela
a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
fuera santa e inmaculada.
Aquí, Pablo afirma el amor de Cristo por la iglesia como el mayor ejemplo de la clase de amor que los
esposos han de tener para sus esposas. Me gustaría destacar un aspecto de ese amor: el amor
verdadero es un amor santo. Cristo murió por la iglesia para hacerla santa.
Cualquier amor que pretenda hacer una afirmación válida de ser amor, debe ser santo. Si el amor no
mueve a la otra persona hacia la santidad no es amor. Así que un joven que presiona a una joven para
acostarse con él antes de casarse en realidad no la ama. El puede decir que si la ama, y ambos pueden
pensar que si, pero finalmente está más preocupado por su propia gratificación de lo que está para su
bienestar. El hombre que ama a su esposa y amante puede pensar que él realmente ama a los dos, pero
que en realidad no ama a ninguna. El verdadero amor nunca va a violar las normas de Dios. No
importa cuánto alguien piensa que ama a una persona, si la está llevando por un camino contrario a lo
que es santo en realidad no la aman.
¿Por qué todo este asunto? ¿Qué problema es que alguien se preocupe por el amor de alguien más? En
primer lugar, como ya señalé, casi todo el mundo se preocupa hasta cierto punto, o estaríamos
trabajando para abolir las leyes contra la pedofilia. Pero también es importante porque el verdadero
amor es mucho mejor que cualquier amor falso.
Supongamos que tenemos un amigo que le dijo que encontró un gran bistec que quiere disfrutar. Él le
lleva detrás de algún restaurante y saca algunos pedazo de carne rancios y pudriéndose del contenedor
de basura. Usted le dice: "¡No te comas eso! Vamos dentro del restaurante y comamos un poco de
carne de verdad.” Él responde bruscamente: “¿Quién eres tú para decirme que carne debo comer.
¡Carne es carne!” diría usted: “Bueno, no duele que el coma esa carne, así que no debería decir nada”?
¿No le gustaría ver a su amigo renunciar a la supuesta carne que muy bien podrían envenenarle y en
cambio experimentar la satisfacción y la nutrición de un buen bistec, bien cocido?
En realidad, todos hemos ido a por la pieza podrida de carne. Hemos actuado como si las cosas malas
fuesen las cosas buenas y las cosas buenas fuesen las últimas cosas. Nuestros amores están torcidos, y
nos hemos dirigido por un camino que conduce a nuestra propia destrucción. Dios en su gracia nos ha
advertido, pero todos hemos rechazado Sus amonestaciones. Debido a que hemos buscado nuestros
propios malos deseos, somos enfermos incurables, espiritualmente muertos y perdidos
irremediablemente.
Pero Dios realmente nos ama. Él vino a nosotros cuando no éramos completamente dignos de ser
amados y se dio a Sí mismo para salvarnos. El aspiró el veneno en Sí mismo y nos ofreció el alimento
real en su lugar. Él murió por lo que hicimos para que pudiéramos vivir para Él. Él nos llama a dar
vuelta a nuestro camino de destrucción y confiar en El de por vida.
Dios nos ama tanto que Él quiere lo que es realmente mejor para nosotros. Él sabe que amores son
verdaderos y cuáles son falsos. Él no quiere que nos conformemos con algo que parece amor, cuando
en realidad no lo es. Su amor nos mueve a la santidad, donde encontramos placer eterno en Él. No hay
mayor alegría y satisfacción de conocer y experimentar su amor, y amar a los otros como Él nos ha
llamado a amar. ¿Cómo sabemos que amor es amor? El amor de Dios es amor!
5 COSAS QUE NUNCA DEBES DECIR O HACER EN UN FUNERAL
Nada me hace retroceder más de la ambición santa y la buena batalla del ministerio como el predicar
en un funeral. Lucho por días y noches, no solo por qué decir, sino también por cómo decirlo. Si estoy
disfrutando de una temporada alentadora en mi vida, me cuesta entrar en el sufrimiento del duelo.
¿Quién soy yo para representar los sentimientos de la familia herida, mientras me ven tratando de
honrar a su ser amado? Pero mucho cambió para mí cuando prediqué en el funeral de mi papá. Dios
me dio la perspectiva no solo del predicador, sino también del miembro de la familia.
Este momento nunca es casual o fácil. Se necesita de mucho coraje y de la ayuda del Espíritu Santo. Así
como le pedimos ayuda a Dios en oración, no debemos ser descuidados en nuestras palabras. Lo que
decimos tiene efectos profundos en una situación tan vulnerable, y debemos andar con cuidado. Así
que aquí están cinco cosas que debemos evitar al predicar en un funeral.
1. No te refieras al santo que partió solo en tiempo pasado.
Parte de nuestro deber como predicadores es honrar al Señor hablando de cómo este hijo de Dios
amaba a Jesús y dio su vida para su gloria. Sin embargo, muchas veces podemos estar hablando
descuidadamente de la persona en tiempo pasado. Si creemos que el fallecido está vivo en Cristo y en
su presencia, debemos referirnos a él o ella también en el presente y en tiempo futuro. De esta manera,
recordamos a la familia y otros oyentes de la esperanza del evangelio.

2. No te olvides de la perspectiva de Dios.


El Salmo 116:15 nos enseña que “Estimada a los ojos del SEÑOR es la muerte de Sus santos”. Dios es
glorificado cuando sus hijos llegan a casa. Estar en la presencia de Dios es el máximo gozo que el
creyente jamás puede recibir. Es el final de la larga lucha de la santificación y los hermosos inicios de la
glorificación.
3. No ignore a los perdidos.
Los perdidos están siempre a nuestro alrededor. Es posible que no se encuentren en el ataúd, pero
están muertos en sus pecados. El perdido necesita ser recordado de que la muerte es una realidad de la
vida, una transición que todos haremos algún día. Si hay algún lugar para predicar la gravedad del
pecado y de la gracia de Cristo, es cuando estás predicando frente al cuerpo de un santo a los ojos de
los perdidos. Ruega por ellos por arrepentimiento y gozo en la vida eterna con el Salvador. El santo
honrado está más vivo de lo que nadie puede imaginar.
4. No digas o impliques que el fallecido era perfecto.
La gente real es estimulada al oír hablar de la vida real. Y la vida real está llena de tantas alegrías como
tristezas. El santo honrado ha terminado la carrera y peleado la buena batalla de la fe. Podemos
aprender de la vida de cualquier persona unida a Cristo.
5. No dejes afuera la realidad del cielo: exponla.
La iglesia necesita seguir escuchando y estudiando la Palabra de Dios acerca de nuestro hogar futuro.
La falta de hablar acerca del cielo revela nuestra falta de fe, la esperanza, y la alegría en ella. Este hijo
de Dios que partió ahora disfruta de Dios y las riquezas de su reino. Por lo menos por unos momentos
tenemos la oportunidad de sacar a la gente de su perspectiva de “aquí y ahora”, la cual se vuelve
insignificante delante del gozo puesto delante de ellos en Cristo. Recuérdeles que los cristianos siempre
están rodeados por la gracia y no tienen nada sino el cielo delante.
CUANDO UN INCRÉDULO MUERE: OFRECIENDO CONSUELO SIN
DISTORSIONAR LA VERDAD
Por George Lawson
Mi teología me dice que no es correcto mentir, aunque mi propósito es buscar lograr un buen
resultado. No hemos de hacer lo que dice Romanos 3:8 "Hagamos el mal para que venga el bien". La
mentira es una violación de carácter y la voluntad de Dios. Dios es el Dios de la verdad. Él no puede
mentir y Él no tolera la mentira en las Escrituras (Tito 1:2).
Mentir nunca es correcto, nunca amorosa, y nunca es necesario. Los seguidores de Cristo han de decir
la verdad. Esto no significa que tengamos el permiso de ser groseros, crueles o indiferentes en nuestras
palabras. Se nos manda a decir la verdad en amor, pero siempre se nos manda decir la verdad. Esto no
cambia si estamos hablando de una buena o una mala noticia, alegrías o dificultades, la vida o la
muerte.
Uno de los mayores y más desafiantes invitaciones para hablar que un pastor recibirá jamás es hablar
en un funeral. Una familia en duelo a menudo solicitar la presencia de un pastor para hablar palabras
de consuelo, esperanza y paz. A veces incluso llamar a este discurso el elogio, que literalmente
significabuenas palabras. Trae un gran alivio a la familia escuchar a un ministro decir:
“Nos reconforta que su sufrimiento ha terminado" o …
“Ella está en un lugar mejor ahora” o …
“Sé que lo veremos de Nuevo”
Pero ¿qué pasa si esas palabras no son ciertas porque la persona no conocen a Cristo?¿Siguen siendo
"buenas palabras"?
Y si estas palabras no son ciertas, ¿hay palabras de consuelo que podemos compartir que sean verdad?
Esto no es sólo una cuestión que los ministros enfrentan, sino una que es común a todos los cristianos
que buscan ofrecer palabras de consuelo para aquellos en luto.
Afortunadamente, hay palabras de consuelo y de verdad que podemos compartir con aquellos que
sufren, incluso cuando no estamos seguros sobre el destino eterno de su ser querido que murió. No
tenemos que abandonar la verdad de las Escrituras con el fin de ofrecer consuelo. A continuación se
presentan algunas "buenas palabras" podemos compartir honestamente acerca de los que han
fallecido, con la conciencia tranquila.
1) Dios es un Dios de Esperanza y Misericordia
Si la Escritura no registrara su conversión, nadie habría esperado que el ladrón en la cruz fuese al cielo.
Pasó toda su vida en rebelión manifiesta hacia Dios. Incluso mientras estaba colgado en una cruz, lanzó
acusaciones contra el Hijo perfecto y santo de Dios (Mateo 27:39-44). Sin embargo, descubrimos que
su corazón fue cambiado en los últimos momentos de su vida; sus pecados fueron perdonados y se le
prometió el paraíso (Lucas 23:40-42).
Como ese ejemplo ilustra, no podemos saber a ciencia cierta cuál es la condición del corazón de la
persona que podría haber estado en los momentos justo antes de la muerte. La misericordia de Dios es
rica, vasta e incomprensible ", porque Él dice a Moisés: Tendré misericordia del que yo tenga
misericordia, y tendré compasión del que yo tenga compasión.". Así que no depende del que quiere, ni
del que corre, sino de Dios que tiene misericordia "(Romanos 9:15-16). Si bien hay que tener cuidado
de no abusar de la gracia de Dios, ni de ofrecer falsas esperanzas a los afligidos seres queridos,
podemos decir sin temor a equivocarnos que "Dios es un Dios misericordioso y Su misericordia está
disponible incluso hasta el punto de la muerte."
2) Dios es un Dios de Amor y Gracia
En segundo lugar, podemos expresar gratitud a Dios por las gracias comunes que permitió a la persona
experimentar en esta vida. Las Escrituras hablan de un amor común y una gracia no-salvadora que se
ha proporcionado a toda la humanidad. En Mateo 5:44, Jesús emite un mandamiento de amar a
nuestros enemigos, porque nuestro Padre que está en los cielos "hace salir su sol sobre malos y buenos,
y llover sobre justos e injustos." Dios derrama su amor de manera general, incluso en aquellos que son
Sus enemigos (ver Hechos 14:17). Por lo tanto, podemos apuntar a la gracia común y la bondad de
Dios, mientras recordamos las bendiciones inmerecidas que Él bondadosamente permitió a la persona
disfrutar durante sus años en esta tierra.
3) Dios es un Dios de Justicia y Rectitud
También podemos ofrecer consuelo al recordarles a nuestros oyentes que Dios siempre hará lo que es
correcto y justo. En Génesis 18, Abraham puso en duda la justicia de Dios cuando se enteró de la
muerte inminente de Sodoma y Gomorra. Al seguir el relato, descubrimos que Dios le dio a Sodoma y
Gomorra toda oportunidad para arrepentirse. Estaba incluso dispuesto a retener Su furia en una
ciudad entera, si encontraba a sólo diez personas justas que viviesen allí! La asombrosa gracia y
paciencia del Señor se pone de relieve en este relato. Él es un Dios en quien no hay injusticia, y Él sabe
cómo separar a los justos de los impíos. El consuelo viene recordando al que padece duelo que pueden
confiar en el Señor para hacer lo correcto con respecto a su ser querido que murió. No hay injusticia en
Dios, ¿no es así? “¡De ninguna manera!” (Romanos 9:14).
Si mantenemos nuestros comentarios anclados en el carácter inmutable de Dios, nunca tenemos que
temer que ofrecer "buenas palabras" que no son también palabras verdaderas. No importa que haya
muerto, confiadamente podemos decir que Dios es un Dios de compasión y de fidelidad, de sabiduría y
poder, de soberanía y de providencia y de rectitud y justicia. Incluso si la persona que murió nunca
respondió en fe salvadora, su incredulidad no altera el carácter perfecto de Dios en lo más mínimo.
Por último, quiero alentarle a una "buena palabra" adicional que debe ser compartida en cualquier
funeral o conversación acerca de un ser querido que ha fallecido.
4) Dios es un Dios de Salvación
No tenemos que saber el destino eterno de la persona muerta, para saber con certeza cuál es el mensaje
que quieren que demos a su familia y amigos. En Lucas 16, Jesús comparte el único mensaje que un
incrédulo jamás trató de transmitir a la tierra: "para que les testifique, a fin de que no vengan ellos
también a este lugar de tormento." (Lucas 16:28).
La "buena palabra" que necesita en última instancia, ser escuchada es la "buena nueva" de la salvación.
El Dios santo que creó todas las cosas y contra quien todos hemos pecado, le perdone y provea vida
eterna a todos los que se vuelven del pecado y confíen en su Hijo sin pecado, el Señor Jesucristo
(Hechos 4:12). Jesús murió como un sacrificio por el pecado, pero resucitó en victoria sobre la muerte
y ofrece su justicia perfecta como un regalo para todos los que creen (2 Cor. 5:20-21).
Nuestras palabras de consuelo necesitan llevar a la gente al Dios de toda consolación, donde las almas
que lloran pueden encontrar consuelo en Su verdad. Él es el Dios de consolación y el Dios de la verdad.
Dios no distorsiona la verdad para aliviar el dolor y tampoco debemos hacerlo nosotros. No tenemos
que abandonar la verdad de las Escrituras con el fin de ofrecer consuelo sincero a los que están de luto.
Afortunadamente, hay palabras de consuelo que podemos compartir honestamente con aquellos que
sufren, incluso si no estamos seguros sobre el destino eterno de los recién fallecidos. No estamos
obligados a decir nada acerca de la persona que murió, pero estamos obligados a decir a los que siguen
vivos que sólo a través del evangelio pueden realmente descansar en paz.
40 PREGUNTAS PARA LOS CRISTIANOS QUE AHORA AGITAN LAS
BANDERAS DEL ARCO IRIS
Por Kevin DeYoung
Para los evangélicos que lamentan la decisión del Tribunal Supremo del pasado viernes, ha sido unos
días difíciles. Nosotros no estamos pidiendo piedad emocional, ni tampoco sospecho que muchas
personas están dispuestas a dárnosla. Nuestro dolor no es sagrado. Tomar decisiones jurídicas y
teológicas basándose en lo que hace sentí mejor a las personas es parte de lo que nos metió en este
problema en primer lugar. Sin embargo, todavía duele.
Hay muchas razones de nuestra lamentación, desde temer que las libertades religiosas sean eliminadas
hasta las preocupaciones sobre el ostracismo social y la marginación cultural. Pero de todas las cosas
que nos afligen, tal vez lo que ha sido más difícil es ver a algunos de nuestros amigos, algunos de los
miembros de nuestra familia, y algunas de las personas con las que nos hemos sentado a lado en la
iglesia dando su abundante "Amén" a una práctica que todavía creo que es un pecado y una decisión
que pensamos es mala para nuestro país. Una cosa es que la nación entera se lance en una fiesta a la
que no podemos asistir en buena conciencia. Otra costa muy distinta es mirar alrededor a caras
amigables que nos recuerdan que no estamos solos y luego encontrar que están por ahí bloqueados en
la pista de baile. Pensamos que el arco iris era la señal de Dios (Génesis 9:8-17).
Si usted se considera un cristiano creyente en la Biblia, un seguidor de Jesús, cuyo objetivo principal es
glorificar a Dios y gozar de él para siempre, hay preguntas importantes que espero que usted considere
antes de tomar su bandera y animar a la revolución sexual. Estas preguntas no pretenden ser
sarcásticas o meramente retóricas. Son peguntas sinceras, si directas, que espero hagan que mis
hermanos y hermanas con la nueva temática avatar de arco iris se detengan y piensen en la bandera
que usted está ondeando.
1. ¿Cuánto tiempo ha creído que el matrimonio gay es algo que hay que celebrar?
2. ¿Qué versículos de la Biblia le llevaron a cambiar de opinión?
3. ¿Cómo afirma un argumento positivo de la Escritura que la actividad sexual entre dos personas del
mismo sexo es una bendición que hay que celebrar?
4. ¿Qué versículo usaría para demostrar que un matrimonio entre dos personas del mismo sexo puede
representar adecuadamente a Cristo y la iglesia?
5. ¿Cree que Jesús habría aceptado el comportamiento homosexual entre adultos que consienten en
una relación comprometida?
6. Si es así, ¿por qué reafirmó la definición del matrimonio en Génesis siendo entre un hombre y una
mujer?
7. Cuando Jesús habló en contra de lo que porneia ¿Qué pecados cree que él estaba prohibiendo?
8. Si algún comportamiento homosexual es aceptable, ¿cómo se entiende el "intercambio" pecaminosa
que Pablo subraya en Romanos 1?
9. ¿Cree que pasajes como 1 Corintios 6: 9 y Apocalipsis 21: 8 enseñan que la inmoralidad sexual no le
daría acceso al cielo?
10. ¿A qué pecados sexuales cree usted que se está refiriendo?
11. Al pensar en la larga historia de la iglesia y la reprobación casi universal de la actividad sexual entre
personas del mismo sexo, ¿qué piensa usted que entiende acerca de la Biblia que Agustín, Tomás de
Aquino, Calvino y Lutero no se dieron cuenta?
12. ¿Qué argumentos utilizaría para explicar a los cristianos en África, Asia y América del Sur que su
comprensión de la homosexualidad es bíblicamente incorrecta y su nueva comprensión de la
homosexualidad no está culturalmente condicionada?
13. ¿Cree usted que Hillary Clinton y Barack Obama fueron motivados por una animadversión personal
e intolerancia cuando, durante casi toda su vida, definen el matrimonio como una relación de pacto
entre un hombre y una mujer?
14. ¿Cree usted que los niños les va mejor con una madre y un padre?
15. Si no es así, ¿Qué investigación señalaría para apoyar esta conclusión?
16. En caso afirmativo, ¿Tienen la Iglesia o el Estado algún papel que desempeñar en la promoción o
privilegiar el acuerdo que pone a los niños con una mamá y un papá?
17. ¿El fin y propósito del matrimonio señalan a algo más que la satisfacción emocional y sexual de un
adulto?
18. ¿Cómo definiría el matrimonio?
19. ¿Cree usted que a los miembros cercanos de la familia se les debe permitir casarse?
20. ¿Debe el matrimonio limitarse sólo a dos personas?
21. ¿Sobre qué base, en su caso, prevendría consentir a adultos de cualquier relación y de cualesquier
número de veces de casarse?
22. ¿Debería haber un requisito de edad en este país para la obtención de una licencia de matrimonio?
23. ¿Implica la igualdad que cualquiera que desea casarse debería ser capaz de tener relación
significativa definida como matrimonio?
24. Si no, ¿por qué no?
25. ¿Deben sus hermanos y hermanas en Cristo quienes están en desacuerdo con la práctica
homosexual ejercer sus creencias religiosas sin temor al castigo, retribución o coacción?
26. ¿Hablaría a favor de sus hermanos cristianos cuando sus empleos, su acreditación, su reputación y
su libertad estén amenazadas debido a este problema?
27. ¿Hablaría en contra de la humillación y la intimidación de todo tipo, ya sea contra los gays y las
lesbianas o en contra de los evangélicos y católicos?
28. Puesto que la iglesia evangélica ha fracasado a menudo en tomar los divorcios no bíblicos y otros
pecados sexuales con seriedad, ¿qué medidas tomaría para garantizar que los matrimonios
homosexuales son saludables y de acuerdo con los principios bíblicos?
29. ¿Deben las parejas homosexuales en relaciones abiertas estar sujetos a la disciplina de la iglesia?
30. ¿Es un pecado para las personas LGBT participar en la actividad sexual fuera del matrimonio?
31. ¿Qué harían las iglesias abiertas para hablar proféticamente contra el divorcio, la fornicación, la
pornografía, el adulterio y donde quiera que se encuentran?
32. Si el "amor triunfa," ¿cómo definirías el amor?
33. ¿Qué versículos usaría para establecer esa definición?
34. ¿Cómo se debe la obediencia a los mandamientos de Dios dar forma a nuestra comprensión del
amor?
35. ¿Cree usted que es posible amar a alguien y estar en desacuerdo con las decisiones importantes que
hagan?
36. Si apoyar el matrimonio gay es un cambio para usted, ¿Ha cambiado algo en su comprensión de la
fe?
37. Como evangélico, ¿cómo ayudó su apoyo al matrimonio gay a ser más apasionado sobre los
distintivos evangélicos tradicionales como un enfoque sobre el nuevo nacimiento, el sacrificio
expiatorio de Cristo en la cruz, la confiabilidad total de la Biblia, y la urgente necesidad de evangelizar
a los perdidos?
38. ¿Qué iglesias abiertas y afirmantes señalaría usted donde las personas se están convirtiendo al
cristianismo ortodoxo, los pecadores están siendo advertidos del juicio y llamados al arrepentimiento,
y los misioneros están siendo enviados a plantar iglesias entre los pueblos no alcanzados?
39. ¿Espera usted estar más comprometido con la iglesia, más comprometido con Cristo, y más
comprometido con las Escrituras en los próximos años?
40. Cuando Pablo al final de Romanos 1 reprende "los que practican tales cosas" y los que "dan su
aprobación a los que las practican", qué pecados piensa que tiene en mente?
Alimento para pensar, espero. Por lo menos, algo que masticar antes de tragarse todo lo que el mundo
y Facebook ponen en nuestro plato.
UN RECORDATORIO DEL EVANGELIO SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD Y
LAS COSMOVISIONES DEMONÍACAS
Por Jordan Standridge
He estado revisando mi Facebook de noticias más en los últimos días que en los últimos dos meses
juntos, y estoy lleno de tristeza por la respuesta de algunas personas que pensaba que eran cristianos,
pero, obviamente, he apartado del Evangelio. Estoy súper agradecido por mi antiguo pastor y
sus pensamientos , así como mi actual pastor y su vídeo . Pero también he estado preocupado por la
respuesta de los demás cristianos.
Mientras estaba viendo las respuestas de las personas y examinando mis propios pensamientos de
molestia por la decisión SCOTUS, no pude dejar de pensar en ¿Cuál es el propósito de lo que estamos
publicando y diciendo? ¿Cuál es nuestro objetivo? ¿Estamos tratando de evitar la persecución?
¿Estamos tratando de convencer a la gente de que estamos siendo maltratados? ¿Estamos tratando de
evangelizar? ¿Alguien puede venir a la fe cuando damos argumentos astutos contra el matrimonio
entre personas del mismo sexo?
Hace unos años, yo estaba fuera haciendo evangelismo en las calles de una de las primeras veces en mi
vida en Italia, y me acerqué a un mercado donde un hombre llamado Mario (sí ese es un nombre
común en Italia) estaba vendiendo zapatos. Cuando me acerqué se notaba que estaba un poco
preocupado, pero ya que parecía que no estaba teniendo un gran éxito vendiendo zapatos me acerque a
él para tener una conversación. Yo ni siquiera tuve tiempo para presentarme antes que me preguntara
de que religión era. Antes de que pudiera contestar, dijo, "Usted no es testigo de Jehová ¿verdad?!” Le
dije: “¡No!” Luego preguntó: "Usted no es un mormón ¿verdad!?!”, Le dije “¡No! Soy un cristiano
creyente de la Biblia! ", Y sin dudarlo me dijo:" Ah, ya sé lo que eres! Usted es la gente que no creen que
María fue llevada al cielo! ", Le dije," Bueno, no está realmente en la Biblia. "Él dijo:" Por supuesto que
lo está, está en Hechos!" Así que le dije que estaba leyendo a través de toda la Biblia en una escuela
bíblica de diez semanas y que yo acababa de terminar la lectura de los Hechos, y aunque yo estaba
leyendo rápidamente, le aseguré que no estaba allí en ninguna parte. Me agarró la Biblia y lo hojeó
rápidamente. Le dije que volvería al día siguiente, así que él dijo: "Ok vuelvo mañana y yo le mostraré
dónde está."
Como me acerqué a él al día siguiente, muy contento de haber ganado una discusión, él comenzó a
gritar: "No tengo ningún interés en hablar con usted! ¡El sacerdote me mintió!¡No quiero hablar! "
Después de un par de minutos de tratar de razonar con él, rápidamente me di cuenta de que no iba a
ser capaz de compartir el Evangelio con él. En algún lugar de Italia en estos
momentos hay un hombre llamado Mario que ya no cree que María fue llevada al
cielo. Sin embargo, nunca ha escuchado el Evangelio y sin alguien con quien le
comparta la verdad del Evangelio, él va a morir e ir al infierno.
La gente me pide todo el tiempo que ore por sus familiares por salvación. Mi
respuesta es siempre: "Me encantaría, pero ¿ha compartido el Evangelio con
ellos? “Bueno …", dicen, "… una vez que tuvimos una conversación sobre el
aborto" o "Yo hablé con ellos acerca de cómo la homosexualidad es pecado!" O
"nosotros hablamos de lo estúpido que es ir confesar sus pecados a un sacerdote".
Aunque todas estas cosas son ciertas, ninguna de estas cosas puede llevar a alguien a la salvación.
Debemos explicar la verdad del Evangelio.
Es hora de dejar de tratar de cambiar la mentalidad de la gente sobre cuestiones secundarias, y
compartir con ellos lo único que les puede dar la paz eterna.
Hace poco tuve que dirigir a un grupo pequeño a través II Timoteo capítulo 2, y es fascinante ver cómo
Pablo termina el capítulo. Él dice, “24 Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con
todos, apto para enseñar, sufrido, 25 corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les
da el arrepentimiento que conduce al pleno conocimiento de la verdad, 26 y volviendo en sí, escapen del
lazo del diablo, habiendo estado cautivos de él para hacer su voluntad.”
No sólo es un gran recordatorio para ver que son ciegos y tienen que entrar en razón. No sólo es un
gran recordatorio de que tenemos que ser amable, paciente, capaces de enseñar y ser amable. Pero,
creo que un recordatorio de lo que necesitamos hoy es que el conocimiento de la verdad que viene
después de que Dios otorga a alguien arrepentimiento. Siempre tratamos de invertir los dos. Dios
necesita conceder arrepentimiento y entonces alguien se salvará y comenzará a creer correctamente
acerca de asuntos la vida – no al revés.
Hubo un ministro del campus que tenía un estudiante que le pidió que compartiera el Evangelio con su
compañero de habitación, que era un ateo abierto. Al entrar en la habitación y presentarse, el
estudiante respondió con: "Nunca voy a creer en un libro que dice que un hombre sobrevivió tres días
en el vientre de un pez!" Él sabiamente pasó por alto ese comentario y compartió el Evangelio con el
estudiante . El estudiante creyó el Evangelio y después de hablar por un tiempo el ministro preguntó:
"¿No tienes una pregunta acerca de Jonás?" El estudiante pensó por un minuto y dijo: "Bueno, si está
en la Biblia lo creo. "
Dios ha ordenado salvar a la gente al escuchar el Evangelio, así que vamos a acercarnos confiadamente
a las personas en conversación cara a cara y darles la única información que puede salvarlos no sólo de
cosmovisiones demoníacas, sino lo más importante de una eternidad en el infierno.
BAUTISMO VS. LLENURA DEL ESPÍRITU SANTO
Ha habido mucha confusión en el mundo cristiano con relación a lo que es el bautismo del Espíritu
Santo. Una cantidad considerable de personas entiende que el bautismo del Espíritu Santo es
equivalente al don de hablar en lenguas. Piensan de esta manera en base a algunos pasajes del libro de
Los Hechos, donde se dice que los que creyeron fueron llenos del Espíritu Santo y hablaron en lenguas
(Hch. 2:4).
El bautismo del Espíritu
Ciertamente en ese primer momento el bautismo del Espíritu Santo coincidió con la habilidad de ellos
hablar en lenguas, pero no necesariamente siempre sería así. El apóstol Pablo en 1 de Corintios 12:13
dice que “por un mismo Espíritu todos fuimos bautizados”, refiriéndose al Espíritu de Dios. En el
contexto de este pasaje Pablo está hablando de que hay diversos dones (12:4), ministerios (1 Co. 12:5) y
operaciones (1 Co. 12:6), y que “a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho” (1
Co. 12:7). Luego menciona en esta lista la locución e interpretación de lenguas (1 Co. 12:10), que le fue
dado a algunos. Esto es importante: si todos hemos sido bautizados por el Espíritu Santo, pero no
todos hablamos en lenguas, pues el bautismo del Espíritu Santo no puede ser el equivalente al don de
lenguas.
El bautismo del Espíritu ciertamente ocurrió por primera vez en el día de Pentecostés, pero es una
experiencia de la cual participan todos los creyentes, como bien afirma Pablo en el pasaje que
acabamos de mencionar. El bautismo del Espíritu Santo es una experiencia que no se pierde; es única,
ocurre una sola vez en el momento en que el individuo comienza a creer en la persona de Jesús como
Señor y Salvador. Es ese bautismo lo que coloca a esa persona, que había sido no creyente hasta ese
momento, dentro de la familia de Dios. Una vez más, ocurre una sola vez, el día que usted creyó en
Cristo genuinamente y de corazón, como Señor y Salvador, arrepintiéndose de sus pecados.
La llenura del Espíritu
La llenura del Espíritu Santo, que es lo que a veces se confunde con el bautismo del Espíritu, es una
experiencia repetitiva; a diferencia de la experiencia del bautismo que es una experiencia única.
Veamos estas citas en el libro de Los Hechos:
Hechos 2:4: “Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según
el Espíritu les daba habilidad para expresarse”.
Hechos 4:8: “Entonces Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes y ancianos del pueblo”.
Hechos 9:17: “Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano
Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que
recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo”.
Hechos 13:9: “Entonces Saulo, llamado también Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando la mirada en
él”.
Hechos 13:52: “Y los discípulos estaban continuamente llenos de gozo y del Espíritu Santo”.
Vemos en la cita de Hechos 2:4 que el Bautismo del Espíritu Santo ocurrió simultáneamente con el don
de hablar en lenguas. Sin embargo, vemos en otras ocasiones cómo la llenura resultó en la habilidad
que los apóstoles tuvieron de hablar la Palabra de Dios con denuedo. Esta llenura del Espíritu Santo,
algo que muchos no saben, no solamente se dio en el Nuevo Testamento; ocurrió también en el Antiguo
Testamento.
Éxodo 28:3: “Y hablarás a todos los hábiles artífices, a quienes yo he llenado de espíritu de
sabiduría, y ellos harán las vestiduras de Aarón para consagrarlo, a fin de que me sirva como
sacerdote.
Éxodo 31:3: “Y lo he llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, en inteligencia, en conocimiento y
en toda clase de arte”.
Deuteronomio 34:9 “Y Josué, hijo de Nun, estaba lleno del espíritu de sabiduría, porque
Moisés había puesto sus manos sobre él; y los hijos de Israel le escucharon e hicieron tal como el
SEÑOR había mandado a Moisés.
Isaías 61:1: “El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR para
traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón…”.
Siendo llenos del Espíritu
No todos los creyentes experimentan la llenura del Espíritu Santo. El apóstol Pablo nos manda de
forma imperativa a no embriagarnos con vino, “sino sed llenos del Espíritu” (Ef. 5:18 ). De manera
que el apóstol no nos está dando una opción sino un mandato, inspirado por el Espíritu de Dios: el
mandato es ser lleno del Espíritu. Lamentablemente, aunque esto es un mandato, no todos los
cristianos experimentan la llenura, porque esta llenura depende de cuánto nosotros estemos en
condiciones de cederle el control de nuestras vidas a Dios. En la medida en que nosotros nos rendimos
a Dios, en esa misma medida el Espíritu de Dios hace su trabajo en nosotros.
Por otro lado, necesitamos también tener pendiente que esa llenura del Espíritu Santo, que puede
ocurrir de forma recurrente, se da a lo largo de la vida del creyente y es una experiencia que todo
creyente debiera experimentar. Es esta llenura lo que le va a permitir vivir una mejor vida de
obediencia y le va a permitir también hacer el mejor uso de los dones del Espíritu.
10 COSAS QUE TODA ESPOSA DE UN MINISTRO NECESITA CONOCER
Hace unos meses tuve la oportunidad de asistir a un seminario donde una de las temáticas era el rol de
la esposa de un ministro. En esta plenaria se nos enseñaba de aquellas cosas que las esposas de
pastores o líderes necesitan tomar en cuenta, y ahí conocí un excelente libro: 10 Things Every
Minister's Wife Needs to Know (10 cosas que toda esposa de un ministro necesita conocer). Tuve la
oportunidad de leerlo y aprender de él, y quiero compartir contigo un resumen de esas 10 cosas que la
autora, Jeana Floyd, me enseñó allí:
1. El secreto para sobrevivir
El libro comienza enseñándonos primero aquello que es de más valor y lo que la autora llama “el
secreto para sobrevivir”. Ese secreto es el tiempo que pasamos con el Señor. Es ese tiempo que
pasamos a solas con Él, en su Palabra, en oración, en meditación donde aprendemos a vivir conscientes
de su presencia cada momento de nuestro día. “Para mí, sobrevivir en el ministerio es saber que tengo
una relación personal con Cristo, quien conoce cada detalle de mi vida y quien me da el maravilloso
privilegio de ir delante de Él” (p.16). “El primer llamado de mi vida no es el llamado al ministerio: es el
llamado a la intimidad” (p.23).
2. Recuerda quién eres
Este punto comienza con la siguiente pregunta “¿Tu vida fuera diferente si ya no fueras la esposa del
pastor?”. Estamos en necesidad de recordar continuamente que no es nuestro ministerio aquello que
nos define; no es lo que hacemos y ni siquiera aquello que pensamos que somos. Es lo que Dios dice
que somos. Somos creación de Dios (Salmo 33:15); somos creación elegida por Dios (Juan 15:16); y
somos creación a quien Dios le ha dado dones (Romanos 12:6). “Conocer quién soy en Cristo le da
sentido a todo en el ministerio. Desde lo que soy, a lo que hago y cómo lo hago” (p.39).
3. No es tan difícil
Algunas cosas básicas en el ministerio:
Camina con Cristo. “Tu caminar con Cristo no te guardará de problemas, pero sí determinará tu
actitud hacia ellos y definitivamente tu manera de actuar. Esto aplica para cada área de tu vida… Cristo
es tu salvación, no solo eterna sino diaria” (p.46).
Presencia. “Las familias de la iglesia necesitan ver nuestra presencia en ella. Nuestra presencia
consistente le dice a otros 'esto es importante para mí porque necesito estar con el pueblo de Dios,
estar bajo su Palabra, adorándole, y creciendo en comunidad'” (p.46).
Ama a los demás. “Los demás necesitan ver que amamos a las personas y que amamos a la iglesia de
Cristo… Nuestra congregación nos está observando en búsqueda de cómo vivir” (p.48).
Ama a tu esposo. “Sé intencional en no descuidar a tu esposo. Procura estar consciente de sus
necesidades por encima de tus hijos” (p.50).
4. Ama el hombre con el que te casaste
Haz que tu esposo sepa que estás enamorada de él. Ve a tu esposo como tu tesoro. “No podemos ser lo
que necesitamos ser hasta que veamos a nuestros esposos como nuestros tesoros… Una de las formas
más obvias en las que podemos mostrarle a nuestros esposos que él es nuestro tesoro es con nuestra
boca. Lo que sale de nuestra boca puede construir o destruir nuestro matrimonio… Nunca deshonres a
tu esposo en público…Ten la seguridad de que sus necesidades estén siendo llenadas solo por ti… Ama
al hombre con el que te casaste” (pp. 58-66).
5. Balance es la clave
Necesitamos quitar de nuestras mentes la idea de que tenemos que hacerlo todo. “Creo que muchos de
los problemas en el ministerio son creados por la falta de balance en muchas áreas de la vida. Balance
del tiempo, familia y la iglesia siempre será de tensión en la vida en el ministerio” (p.69). Debemos
llegar al entendimiento de que nuestras vidas deben estar organizadas de acuerdo a nuestras
prioridades. No podemos hacerlo todo, pero hay cosas que no podemos dejar de hacer.
6. Deja que el hombre sea el hombre
“Estimulo a cada esposa de un ministro, ya sea que tu esposo es el pastor principal o un miembro del
liderazgo, a examinar su corazón, sus pensamientos y sus acciones. ¿Tus acciones dan la impresión de
que lo que verdaderamente quieres es ser tú el pastor? ¿De que siempre crees que tienes un mejor
plan? ¿Piensas que tu esposo no está tomando las decisiones correctas y necesita tu consejo? ¿Criticas
su liderazgo a sus espaldas? ¿Causas que tu esposo dude de sus propias decisiones? ¿Disfrutas el
conocer todo sobre todo ya sea que tenga que ver contigo o no? Estas son preguntas importantes con la
que debes examinar tu propio corazón… Deja que el hombre sea el hombre” (pp. 86-87).
7. Está bien ser hijo de pastor
Algunos aspectos a tomar en cuenta en la crianza:
- “Una de las cosas más importantes en la crianza de los hijos estando en el ministerio es igual para
todos los padres. Tú eres su madre, tú no eres su mejor amiga, tú eres su madre. No tengas miedo de
decir 'no' a tus hijos o de disciplinarlos, mucho de las Escrituras te respalda en esto” (p.92).
- “Tu hijo sabrá si tú realmente amas a la iglesia por las cosas que dices en la casa cuando los miembros
de la iglesia no están alrededor” (p.93).
- “Siempre apunta a tus hijos a los aspectos positivos, las bendiciones y las ventajas que tienen de que
su papá sea un ministro” (p.94).
- Recuerda: “Los hijos se vuelven como sus padres. Padres críticos levantan hijos críticos, padres
egoístas levantan hijos egoístas, padres cínicos levantan hijos cínicos, padres rebeldes levantan hijos
rebeldes, padres con integridad levantan hijos con integridad, padres que aman la iglesia levantan hijos
que aman la iglesia” (p.97).
8. Lidiando con la crítica, los conflictos y la falta de perdón
En algún momento u otro todos tendremos que lidiar con la crítica y aún más cuando estamos en el
ministerio. Frente a la crítica:
“- Examina tu corazón en humildad delante de Dios (Romanos 12: 17-18).
- No tomes venganza.
- Ora y pídele a Dios que ponga gracia en tus labios (Proverbios 21:23).
- Entrégaselo a Dios y déjalo ir” (p. 107).
Con relación al perdón:
“1. Siempre deja la puerta abierta a aquel que te ha herido.
2. La falta de perdón daña mi relación personal con Cristo más que con la persona que me hirió.
3. El perdón ablanda tu corazón hacia aquellos que te han herido” (pp. 118-119).
9. Las relaciones importan
“La clave en las relaciones es esto: nos necesitamos el uno al otro, necesitamos amigos que sean parte
del equipo y amigos que sean parte de la iglesia” (p.137).
Necesitamos aprender a cultivar relaciones sanas con otros, relaciones caracterizadas por la
confidencialidad, la lealtad, el servicio, y los límites sanos.
10. Aprende del pasado, vive en el presente y confía en Dios para el futuro
No hay nada que podamos hacer para cambiar nuestro pasado, pero sí podemos aprender de él.
Debemos procurar no perder el presente teniendo nuestros ojos puestos en el pasado o en el futuro, y
necesitamos aprender a descansar en que nuestro futuro está en las manos de Aquel que es soberano,
bueno y justo en todo tiempo, Cristo Jesús.
Pienso que cada uno de estos puntos debe ser tomado en cuenta cuando nuestros esposos están en el
ministerio. El libro abunda mucho más en ellos, por lo que si puedes leer en inglés y quieres abundar
más en estos aspectos puedes conseguir el libro aquí: 10 cosas que toda esposa de un ministro necesita
conocer.
LA IGLESIA LATINOAMERICANA ANTE EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL
El viernes 26 de Junio pasará a la historia como el día en que la nación más poderosa del mundo
decidió ignorar la sabiduría de los siglos y aprobar el matrimonio homosexual. Los jueces de la
Suprema Corte de Justicia de Estados Unidos decidieron ignorar al Juez Supremo y declarar como
justo, legal, y moral que dos hombres o dos mujeres puedan constituir una familia ante los
organismos gubernamentales. Comootros han dicho mejor de lo que yo pudiera, esto no es solo una
afrenta contra la verdad revelada del Creador: es ignorar el orden de la creación.
Las consecuencias más profundas no se verán hoy ni mañana. Sí, el internet se llenó de fotos
multicolores; las grandes compañías y personalidades estallaron en gozo; y muchos que no han
pensado profundamente en estas cosas simplemente se unieron a la algarabía. La iglesia en Estados
Unidosreaccionó en oposición, con un profundo dolor por ver a su nación tomando decisiones tan
nefastas. Los tibios y los tímidos, que se cuentan entre las filas de cristianos pero no visten la túnica de
Cristo, se quedaron, en su gran mayoría, en silencio.
Por su parte, la iglesia hispana se ha unido al dolor de sus hermanos norteamericanos. Así nos enseñó
el apóstol: cuando un miembro del cuerpo se duele, todo el cuerpo siente el dolor. Pero no podemos
pensar que Argentina y Uruguay serán la excepción para siempre. Estos dos se unen a España y ciertas
regiones de México como los únicos países hispanos que hoy reconocen legalmente el matrimonio
homosexual. Pero no será así para siempre. Me atrevería a decir que no será así en poco tiempo.
Nuestros países sienten una presión cada vez mayor de las grandes potencias. En mi República
Dominicana, donde la agenda “progresista” ha sido una y otra vez derrotada, el gobierno de Estados
Unidos envió a un embajador homosexual, de la mano de su esposo, para avanzar la agenda LBGT. De
diversas formas, todos nuestros países están sintiendo la presión de abrazar como normal el estilo de
vida homosexual.
¿Estamos listos? ¿Estamos listos para negarnos a una pareja de homosexuales que pida membresía en
nuestras congregaciones? ¿Para negar la admisión en nuestros seminarios? ¿Estamos listos para decir
que no a prestar nuestros servicios como fotógrafos o músicos o cocineros en las bodas homosexuales?
¿Listos para el estigma social cada vez mayor? En el tercer mundo, donde las leyes son más maleables y
las condenas de menos peso, puede que la eventual aprobación del matrimonio homosexual no traiga
el mismo peso que las grandes potencias. Es más difícil de pensar que en cinco años en Colombia
iglesias se vean obligadas a cerrar debido a las demandas de miembros que quieren ser casados por
esos pastores; o que en Guatemala algunos restaurantes se vean obligados a pagar grandes fianzas
gubernamentales por no proveer el servicio de comidas en una boda de una pareja de lesbianas. Es más
difícil, pero no es imposible. Tal vez no en cinco años, pero ¿qué tal en diez?
Y aquí una pregunta mayor, ¿estamos listos, teológica y espiritualmente, para presentar defensa de
nuestra fe? ¿Para amar a nuestros prójimos homosexuales como a nosotros mismos? ¿Para ir a las
universidades y los programas de televisión y los periódicos, y amar a los que promueven el estilo de
vida homosexual al presentarle la verdad de Dios? ¿Estamos listos para bendecir a los que nos
maldigan y amar a los que nos aborrezcan?
Gran parte de mí quiere decir que no, que la iglesia latinoamericana no está lista para el desafío. Que
muchos nos acobardamos ante el desafío, prefiriendo quedarnos silentes en vez de defender el
evangelio que nos salvó. Que muchos no han pensando en la profundidad de los efectos nocivos para la
familia y la sociedad que da su bendición a tal aberración. Que todavía ponemos lo terciario en el
primer lugar, y no nos atrevemos a trabajar junto a otros que son, genuinamente, hijos de Dios y
predicadores del evangelio si no nos vemos ojo a ojo en cada doctrina. Que todavía hay demasiado
catolicismo y religiosidad que engaña y hace ver la iglesia más grande de lo que verdaderamente es.
Parte de mí siente que no estamos listos.
No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea común a los hombres. Fiel es Dios, que no
permitirá que ustedes sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que con la tentación
proveerá también la vía de escape, a fin de que puedan resistir. (1 Corintios 10:13).
Y no: en nuestras fuerzas, no lo estamos. Si los mejores de nosotros no pudieron velar una hora con el
Maestro. Pero mayor es Cristo en nosotros. En medio de precipitosos cambios y una cultura cada vez
más enemiga de nuestra fe, hay una Roca que no será conmovida, y una iglesia edificada sobre ella
permanecerá. Está cayendo la lluvia. Vienen los torrentes. Los vientos azotarán nuestras casas. Como
en los Estados Unidos, muchos que estaban pero no eran de la iglesia se van a apartar. Pero la iglesia
verdadera permanecerá firme. Todo va a cambiar, y seremos afectados. Pero nuestra misión sigue
siendo la misma. El llamado es el mismo. Vamos. Hagamos discípulos. Prediquemos el evangelio del
perdón de pecados. Enseñemos el guardar todo lo que Él nos mandó, incluyendo la abstinencia sexual
fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer. Cristo está con nosotros hasta el fin del mundo. Y
si Cristo está en nuestra barca, aunque afuera esté la peor tormenta, estamos en el lugar más seguro del
universo.
Te escribo estas cosas, esperando ir a verte pronto, pero en caso que me tarde, te escribo para que
sepas cómo debe conducirse uno en la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y sostén de
la verdad. E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
El fue manifestado en la carne,
Vindicado en el Espíritu,
Contemplado por ángeles,
Proclamado entre las naciones,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria. (1 Timoteo 3:14-16).
2 RAZONES POR LAS QUE LOS LÍDERES DE LA IGLESIA NO DELEGAN
Lo admito. Yo no delego las responsabilidades en mi ministerio tanto como debería hacerlo. Sin
embargo, a la medida que he intentado mejorar en este area, he tratado de aprender también de otros
que comparten esta misma lucha. Basado en mis propias experiencias y estas entrevistas informales,
he aquí 12 razones por las que los líderes de la iglesia no delegan.
1. Basamos nuestro valor en los resultados. Si nuestra organización hace bien, nosotros lucimos
bien; si hace mal, el fracaso nos golpea en el núcleo de nuestro ser. Cuando basamos nuestro valor en el
éxito de la organización que lideramos, pocas veces delegamos las responsabilidades a otros. Es
simplemente demasiado arriesgado hacerlo.
2. En realidad no creemos que el cuerpo de Cristo sea como lo dice 1 Corintios 12. Si Dios
une al cuerpo según Su voluntad, Él sabe el rol que cada persona debe desempeñar. Sin embargo,
negamos esa verdad cuando decidimos llevar a cabo el rol de cada parte del cuerpo, ya sea haciéndolo
todo nosotros mismos o procediendo a “reparar” lo que otros han hecho.
3. Nunca hemos visto un modelo de buena delegación. Muchos luchamos con la delegación
porque nadie nos delegó responsabilidades mientras estábamos aprendiendo cómo servir en el
ministerio. Ningún líder nos entrenó, confió en nosotros, y nos hizo rendir cuentas. En cambio,
nuestros modelos hicieron el trabajo ellos mismos, y hemos seguido fielmente en sus pasos.
4. Sufrimos de “auto-idolatría”. ¿Qué más podemos llamarlo si creemos que (1) nadie puede
hacerlo mejor que nosotros, y por lo tanto que (2) nadie más debería hacerlo? Podríamos excusarlo
simplemente como nuestro deseo de “sacrificar todo para la gloria de Dios”, pero en realidad no es más
que auto-idolatría.
5. No tenemos tiempo ni energía para entrenar a otros. La formación ministerial toma mucho
tiempo. Es complicada. Es arriesgada. En lugar de correr ese riesgo, es más fácil hacerlo todo nosotros
mismos y ocultar nuestros esfuerzos en “la urgencia del evangelio”.
6. Nos gusta el control. Admitámoslo: con cada persona que entrenamos y enviamos, tomamos un
paso para atrás en cuanto a poder tener todo bajo nuestro control. Cualquier cosa fuera de nuestro
control crea estrés y ansiedad, así que es mejor para nosotros no delegar.
7. Hemos tenido malas experiencias con la delegación. Hemos tratado de delegar, pero
nuestras historias pasadas no ayudan. Pasamos tanto tiempo limpiando los desórdenes que nos es más
fácil evitar el lío y simplemente no hacerlo.
8. No tenemos ningún sistema para ayudar a los creyentes a determinar cuales son sus
dones. Debido a que pocas iglesias tienen una estrategia clara para ayudar a los creyentes a reconocer
cómo Dios podría usarlos, no tenemos un repositorio de información para ayudarnos a confiar en
otros. ¿Cómo podemos delegar en personas cuyas vidas no conocemos?
9. Nuestras iglesias no siempre ven la necesidad. “Después de todo”, dicen, “es por eso que
contratamos a un pastor”. La congregación que piensa de esa manera puede ver el delegar como un
eludir de responsabilidad o un indicio de pereza. Es probable que el líder de la iglesia con poca
paciencia para cambiar esta forma de pensar sucumbirá a los deseos de la congregación de que no
delegue, o se saldrá de allí.
10. Tememos que otros lo hagan mejor (y que reciban la gloria). Nadie quiere admitir esta
posibilidad, pero algunos de nosotros luchamos con este tipo de pensamiento. Si otros lo hacen mejor
que nosotros, pareciera disminuir nuestro propio rol y responsabilidad. Pocas personas realmente
quieren delegar hasta el punto de perder su trabajo.
11. No vemos las enormes necesidades del mundo. Es fácil aferrarse a cada aspecto de nuestro
ministerio cuando el alcance de ese ministerio es solo nuestra iglesia y tal vez nuestra comunidad. Sin
embargo, esas necesidades se multiplican cuando consideramos las 2 mil millones de personas en el
mundo que tienen poco contacto con el evangelio, y la necesidad de delegar se hace evidente. Si no nos
multiplicamos mediante la formación y la delegación, no vamos a hacer mella en esa oscuridad.
12. No oramos lo suficiente por los trabajadores. Jesús —nuestro Señor, quien delegó el trabajo
del reino a un montón de don nadies— nos enseñó a orar por más obreros aun cuando nosotros
mismos trabajáramos en los campos (Lc. 10:1-2). Si realmente oráramos como Jesús nos enseñó,
estaríamos preparados y dispuestos a compartir la carga de trabajo con otros.
¿Has visto alguna otras causa para no delegar en el ministerio?
PRECISIÓN MATEMÁTICA | REFLEXIÓN
Deuteronomio 23 – 25 y 1 Corintios 7 – 8
“Cuando hagas un voto al SEÑOR tu Dios, no tardarás en pagarlo, porque el SEÑOR tu
Dios ciertamente te lo reclamará, y sería pecado en ti”, Deuteronomio 23:21.
Hace algunos años atrás recuerdo haber leído que la Primavera del año 2000 llegaría a Chile con un
día de atraso. Se pronosticaba que no sería el acostumbrado 21 de septiembre sino el 22 justo cuando el
sol cruzara el hemisferio norte al hemisferio sur. Para ser más exacto a las 13:37 horas de ese día. ¡Vaya
precisión! Esto no debe sorprendernos porque esta exactitud no es nueva, ya que era conocida desde
los albores de la civilización humana.
Sorprendentes relojes solares, calendarios y otros mecanismos le permitían al hombre observar su
pequeño planeta azul en relación con el resto del mundo celeste desde tiempos inmemoriales. Es
justamente el precioso orden de la creación y sus leyes perfectas lo que le permite a la humanidad
observar y analizar la naturaleza para obtener de ella datos precisos acerca de su constitución y
desarrollo a fin de utilizar sus recursos y develar sus secretos. Las nobles matemáticas y las ciencias
exactas le han dado precisión al desarrollo humano proveyéndole de un idioma y una reglamentación
universal que han generado la incontable veta de descubrimientos de la que todos somos testigos.
Lamentablemente este afán de precisión no está en todos los ámbitos del quehacer humano. Hay
terrenos en donde el hombre prefiere la imperfección, la inexactitud y la confusión. El ambiente moral
es uno de ellos. Hace un tiempo atrás salió a cartelera una película que trataba de un hombre invisible.
El director de la misma dijo que su premisa era demostrar que la moral solo nos afecta mientras
podamos ser vistos, y que en cuanto dejamos de ser observados nos convertimos en seres opuestos a lo
que nuestra moral pública proclama.
Ambigüedades como estas hacen que nuestra parte anímica se haya convertido en un área
incongruente, difícil de entender, capaz de sorprendernos tanto como se sorprendieron los
especialistas teólogos infalibles de la antigüedad con las teorías de Galileo. Desde Freud hasta los
nuevos paradigmas del estudio del alma como Brian Weiss, por ejemplo, todos ellos están tratando de
poder armar el rompecabezas del corazón humano desembocando más en una búsqueda filosófica que
científica. Hay tantas teorías, tantos planteamientos, tantos tipos de cura como especialistas en los
temas del alma.
Bueno, para añadir más leña al fuego quisiera señalar que el Señor diseñó un sistema de precisión para
la calibración del alma a su estado óptimo. Lo llamó “Obediencia a los Mandamientos” (OAM). Varios
millones de hombres y mujeres han probado su eficacia durante milenios, y aunque ahora los nuevos
especialistas infalibles (como somos pendulares hemos pasado de los teólogos a los científicos) lanzan
sus garras contra ellos, con todo son incontables los que dan testimonio probado de buena salud
anímica, moral y espiritual al poner el OAM en práctica.
Su fórmula es sencilla pero eficaz: Dios, el creador del universo, diseñó leyes físicas y matemáticas que
hacen que el universo pueda ser observado y entendido. Ese mismo Dios diseñó al hombre
anímicamente y por lo tanto, puso leyes y principios que Él estableció para el correcto funcionamiento
del alma.
El Señor espera que podamos llegar a ser personas confiables y dignas de confianza que podemos
comprometernos con madurez. Pero para eso, debemos ejercitarnos en el cumplimiento de los pactos.
Un primer paso, tiene que ver con nuestros compromisos asumidos voluntariamente. “Sin embargo,
si te abstienes de hacer un voto, no sería pecado en ti. Lo que salga de tus labios,
cuidarás de cumplirlo, tal como voluntariamente has hecho voto al SEÑOR tu Dios, lo
cual has prometido con tu boca”,Deuteronomio 23:22-23.
Las cosas serían muy distintas si nuestra palabra fuera firme como el concreto y no débil como la
gelatina. En el mismo sentido, nada produce más dolor en el alma humana que la arbitrariedad. Hay
mucha gente enferma del alma porque fue atropellada como persona por sus propios pares. “No
oprimirás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus conciudadanos o uno de
los extranjeros que habita en tu tierra y en tus ciudades. En su día le darás su jornal
antes de la puesta del sol, porque es pobre y ha puesto su corazón en él; para que él no
clame contra ti al SEÑOR, y llegue a ser pecado en ti”, Deuteronomio 24:14-15. La
desigualdad, la falta de oportunidades, el pisoteo social y la corrupción serán siempre elementos
disociadores para la paz humana.
Es una máxima bíblica el dicho que señala que la felicidad es superior cuando uno da que cuando
recibe. No todo es nuestro, es también del prójimo. “Cuando sacudas tus olivos, no recorrerás
las ramas que hayas dejado tras de ti, serán para el forastero, para el huérfano y para
la viuda”, Deuteronomio 24:20. ¿Entenderemos algún día que la felicidad no está en cuánto tengo
sino en cuánto estoy dispuesto a compartir?
¿Qué impide nuestra felicidad? ¿Qué provoca nuestra úlcera o nuestra depresión? Más allá de los
desbalances químicos y genéticos de nuestro organismo, somos responsables de nuestra propia paz.
Nada es más importante que la tranquilidad de una conciencia que no tiene que reprocharse. Muchos
de los daños anímicos son producto de una conciencia alterada por un estilo de vida quebrantador de
reglas. “No tendrás en tu bolsa pesas diferentes, una grande y una pequeña. No tendrás
en tu casa medidas diferentes, una grande y una pequeña. Tendrás peso completo y
justo; tendrás medida completa y justa, para que se prolonguen tus días en la tierra
que el SEÑOR tu Dios te da”, Deuteronomio 25:13-15. La hipocresía, el doble discurso y la
mentirita piadosa son como la gota de poderoso ácido que perfora el duro acero.
Hoy por hoy, los consultorios de siquiatras y sicólogos están llenos de parejas que buscan respuestas a
sus problemas matrimoniales y su profunda insatisfacción. El Señor estableció principios sumamente
sencillos para disfrutar de la intimidad en la vida conyugal. Por ejemplo: “Que el marido cumpla su
deber para con su mujer, e igualmente la mujer lo cumpla con el marido. La mujer no
tiene autoridad sobre su propio cuerpo, sino el marido. Y asimismo el marido no tiene
autoridad sobre su propio cuerpo, sino la mujer”,1Corintios 7:3-4.
El Dios de los cristianos se ha preocupado por revelarle a sus hijos todos los criterios necesarios para
vivir y se felices durante su peregrinaje en la tierra. Por eso, una persona que se compromete con los
mandamientos de Dios tiene una probabilidad del 100% de encontrar sentido y significado a su vida a
través de la sencilla obediencia. Podrá haber muchas tendencias, infinidad de escuelas, millones de
propuestas, pero nosotros nos quedamos con la propuesta de Pablo:
“Porque aunque haya algunos llamados dioses, ya sea en el cielo o en la tierra, como
por cierto hay muchos dioses y muchos señores, sin embargo, para nosotros hay un
solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas y nosotros somos para El; y un
Señor, Jesucristo, por quien son todas las cosas y por medio del cual existimos
nosotros”, 1Corintios 8:5-6.
LOS RESPONSABLES DEL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD
Es indudable que la teología de la prosperidad ha penetrado en gran parte de la iglesia evangélica. Su
mensaje de riquezas, bienestar y salud encuentra mucha acogida entre creyentes, pero sobre todo atrae
a miles de personas no regeneradas. Son muchos los inconversos que se acercan a las iglesias solo por
los beneficios que esta teología promete. Miles y miles de personas abrazan las falsas promesas de
prosperidad sin procurar arrepentimiento de sus pecados.
Aunque los males son muchos y diversos, el gran pecado de esta teología es que no tiene un sustento
bíblico. Aún peor peor, usa las Escrituras de una manera irresponsable para justificar el mensaje. Esto
es precisamente lo que hace del evangelio de la prosperidad algo digno de resistir y denunciar.
El problema: resumido
En líneas generales, el error de la teología de la prosperidad es asegurar riquezas a los creyentes,
pasando por alto que la Biblia está llena de advertencias contra el amor al dinero (1 Timoteo 6:10) y la
búsqueda de enriquecimiento (Proverbios 23:4). Predicadores animan a los creyentes a ofrendar y a
hacer votos, enseñando que la bendición es proporcional al dinero que ofrendan. De esta manera
ignoran que en toda esfera de la vida, solo Dios determina los resultados, la proporción de nuestra
bendición, y la cantidad que cosechamos (Job 1:21; 1 Corintios 3:6). Además, esta teología promete
bienestar y salud al pueblo. Es decir, ofrece una vida libre de problemas y de enfermedades.
La Biblia nunca promete tal cosa. Al contrario, nos advierte de diversas dificultades y tribulaciones.
Jesús dijo “en el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33). Pedro advirtió que “...es mejor padecer por
hacer el bien, si así es la voluntad de Dios…” (1 Pedro 3:17). Pablo enseñó que “todos los que quieren
vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos” (2 Timoteo 3:12) y también el mismo apóstol
animó a su discípulo diciendo “Sufre penalidades conmigo, como buen soldado de Cristo Jesús” (2
Timoteo 2:3).
De todas formas, debemos recordar que a pesar que la vida cristiana es una vida de adversidad, y
aunque no siempre las cosas saldrán como esperamos, el Señor nos dará la gracia para sostenernos (2
Corintios 12:9 y 1 Corintios 10:13), y Él mismo usará las dificultades para sus buenos propósitos
(Romanos 8:28), y ha prometido estar con nosotros en medio de ellos (Mateo 28:20).
Rindiendo cuentas
Los pastores darán cuenta a Dios de su ministerio, y en gran medida esto tiene que ver con usar bien la
“palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). De diversas formas, son los líderes quienes marcan las pautas de
un pueblo. Y en la iglesia de Cristo los pastores están puestos por Dios para cuidar al pueblo de Dios,
alimentarlos con la palabra de Dios, y para la gloria de Dios. El mensaje de la prosperidad no
representa los pastos de la sana enseñanza de las Escrituras.
La seriedad de la tarea pastoral en cuanto a la enseñanza la enfatizó Santiago cuando dijo: “Hermanos
míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que recibiremos un juicio más severo”
(Santiago 3:1). La enseñanza de las Escrituras es una de las tareas más solemnes y dignas de la mayor
reverencia, puesto que involucra la mismísima Palabra de Dios. Por eso, con gran celo, Pablo le dijo a
un pastor: “Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los
vivos y a los muertos, por su manifestación y por su reino: Predica la palabra…” (2 Timoteo 4:1-2).
Ahora bien, aunque los primeros responsables de este monumental error son los pastores de las
iglesias, conviene apuntar algo que, creo, hemos ignorado. Es esto: las Escrituras no asumen que los
creyentes son solo víctimas del error y del engaño. Mejor dicho, aunque las falsas enseñanzas son
atribuidas a los pastores, el pueblo cristiano es también responsable ante Dios por lo que escucha y lo
que cree.
Tanto los predicadores de la prosperidad como los oidores son parte del engaño. Ambos son
responsables. Los líderes por enseñar el error, y el pueblo por no confirmar con las Escrituras lo que
oye. Es por eso que ante el error que enseñaron los judaizantes en Galacia, el apóstol Pablo escribió
una carta para reprender a los creyentes por haber sido engañados: “¡Oh, gálatas insensatos! ¿Quién os
ha fascinado a vosotros…” (Gálatas 3:1). El apóstol no estimó a los creyentes de Galacia como víctimas
del engaño, sino responsables del mismo.
Cuando los creyentes de la ciudad de Berea escuchaban a Pablo, estos recibían la palabra pero
“escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:10-11). Esta es
precisamente la actitud que deberíamos demostrar los cristianos en todo tiempo. Una diligente
disposición de verificar con las Escrituras lo que se escucha desde el púlpito. Y lejos de hacerlo con un
espíritu crítico y controversial, es más bien un ejercicio que debe ayudar al creyente a confirmar y a
fortalecer sus convicciones.
Es doloroso ver a creyentes aceptando todo lo que oyen desde un púlpito, aun si no es bíblico. De
manera similar, es lamentable que los cristianos escriban “Amén” a todo lo que un predicador sube en
las redes sociales, aun si esto es un error o una falsa enseñanza.
El creyente debe buscar decir las “Escrituras dicen” en lugar de “escuché a mi pastor decir”. Todo
cristiano debe ser un estudioso de la Biblia, familiarizado con las verdades del evangelio. Eso no solo
producirá una correcta adoración, sino también le garantizará libertad del error y el engaño.
Volvamos al estudio serio de la Biblia. El mensaje de las Escrituras no tiene nada que ver con bienestar,
salud y riquezas. Mas bien es un mensaje que centra su atención en la persona y la obra de nuestro
Señor Jesucristo. Es un libro de redención. Un libro acerca de Dios. Las Escrituras nos cuentan lo que
Dios ha hecho para salvar al hombre de sus pecados. Nos hablan de los ricos beneficios de la cruz: vida
eterna, justificación, el perdón de los pecados, la adopción, reconciliación, paz con Dios y la morada
eterna con nuestro Salvador.
Mi exhortación a todo creyente y pastor es la misma del apóstol Pedro: “desead como niños recién
nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación” (1 Pedro 2:2). Que en esa
medida nuestros ojos sean abiertos a las riquezas eternas del glorioso evangelio de nuestro Señor
Jesucristo. Seamos diligentes.
40 PREGUNTAS PARA LOS CRISTIANOS QUE AHORA LEVANTAN
BANDERAS DE ARCOIRIS
Para los evangélicos que lamentan la decisión que la Corte Suprema tomó el pasado viernes, estos
últimos días han sido difíciles. No estamos pidiendo que los demás sientan lástima por nosotros, ni
tampoco creo que muchas personas tengan ansias de mostrarnos ninguna. Nuestro dolor no es
sagrado. Tomar decisiones jurídicas y teológicas con base a lo que hace que las personas se sientan
mejor representa, en primer lugar, una parte de lo que nos metió en este desorden. Aún así, duele.
Existen muchas razones para nuestra lamentación, desde el temor a que la libertad de religión sea
eliminada, hasta la preocupación por el ostracismo social y la marginalización cultural. Pero de todas
las cosas que nos afligen, quizá lo que ha sido más difícil es ver a algunos de nuestros amigos, algunos
miembros de nuestra familia, y algunos de los hermanos junto a quienes nos hemos sentado en la
iglesia dar un rotundo “Amén” a una práctica que aún consideramos como un pecado y a una decisión
que consideramos que es negativa para nuestra nación. Una cosa es que la nación entera tenga una
fiesta a la que no podamos asistir por motivos de conciencia. Otra cosa muy distinta es buscar a
nuestro alrededor rostros amigables que nos recuerden que no estamos solos y hallarlos disfrutando en
la pista de baile. Pensamos que el arco iris era la señal de Dios (Ge. 9:8-17).
Si te consideras un cristiano creyente de la Biblia, un seguidor de Jesús cuyo mayor propósito es
glorificar a Dios y disfrutar de Él por siempre, hay preguntas importantes que espero que consideres
antes de levantar tu bandera y apoyar la revolución sexual. Estas preguntas no pretenden ser
sarcásticas o simplemente retóricas. Son preguntas sinceras, que si bien son directas, espero que hagan
que mis hermanos y hermanas que publican imágenes de arcoíris se detengan y reflexionen sobre la
bandera que están levantando.
1. ¿Por cuánto tiempo has creído que el matrimonio gay es algo que debe celebrarse?
2. ¿Qué versículos de la Biblia te llevaron a cambiar de opinión?
3. ¿Cómo demostrarías, a partir de las Escrituras, que existe algún caso positivo en el que la actividad
sexual entre personas del mismo sexo sea una bendición que se debe celebrar?
4. ¿Qué versículos usarías para demostrar que un matrimonio entre dos personas del mismo sexo
puede representar adecuadamente a Cristo y la iglesia?
5. ¿Crees que Jesús habría consentido el comportamiento homosexual entre adultos mayores de edad
que mantienen una relación de compromiso?
6. De ser así, ¿por qué Él reafirmó la definición de Génesis de matrimonio entre un hombre y una
mujer?
7. Cuando Jesús habló en contra de porneia, ¿cuáles pecados crees que Él estaba prohibiendo?
8. Si algún comportamiento homosexual es aceptable, ¿cómo entiendes el “intercambio” pecaminoso
que Pablo subraya en Romanos 1?
9. ¿Crees que pasajes como 1 Corintios 6:9 y Apocalipsis 21:8 enseñan que la inmoralidad sexual te
puede mantener fuera del Cielo?
10. ¿A cuáles pecados sexuales crees que se estaban refiriendo los versos anteriores?
11. Al pensar en la larga historia de la Iglesia y la reprobación casi universal de la actividad sexual entre
personas del mismo sexo, ¿qué piensas que entiendes acerca de la Biblia, que Agustín, Tomás de
Aquino, Calvino y Lutero no notaron?
12. ¿Qué argumentos usarías para explicarle a los cristianos en África, Asia y Sur América que el
entendimiento de ellos sobre la homosexualidad es bíblicamente incorrecto y que tu nuevo
entendimiento del homosexualismo no está condicionado por la cultura?
13. ¿Crees que Hillary Clinton y Barack Obama fueron motivados por antipatía e intolerancia cuando,
durante casi toda su vida, definieron el matrimonio como una relación de pacto entre un hombre y una
mujer?
14. ¿Crees que a los niños les va mejor con una madre y un padre?
15. Si no es así, ¿qué investigación puedes citar para sustentar esa conclusión?
16. Si tu respuesta es sí, ¿tiene la iglesia o el estado algún rol que jugar en la promoción o el
otorgamiento de privilegios al convenio que coloca a niños con un papa y una mamá?
17. ¿Es el fin y propósito del matrimonio apuntar a algo más que la satisfacción emocional y sexual de
un adulto?
18. ¿Cómo definirías el matrimonio?
19. ¿Crees que a los miembros cercanos de la familia se les debe permitir casarse?
20. ¿Debería el matrimonio limitarse a solo dos personas?
21. ¿Sobre qué base, si existe alguna, le impedirías a adultos de cualquier tipo de relación y número de
personas, contraer matrimonio?
22. ¿Debería haber un requisito de edad en los Estados Unidos para la obtención de una licencia de
matrimonio?
23. ¿Consiste la igualdad en que cualquiera que desee casarse debe poder tener una relación
significativa que se defina como matrimonio?
24. Si no, ¿por qué no?
25. ¿Debería permitírsele a sus hermanos y hermanas en Cristo quienes están en desacuerdo con la
práctica homosexual ejercitar sus creencias religiosas sin temor al castigo, pena o coacción?
26. ¿Hablarías a favor de tus consiervos cristianos cuando sus trabajos, sus acreditaciones, sus
reputaciones, y sus libertades son amenazadas debido a este asunto?
27. ¿Hablarías en contra de los que avergüenzan y oprimen de distintas maneras, a los gays y lesbianas
o a los evangélicos y católicos?
28. Ya que la iglesia evangélica no ha tomado con seriedad los divorcios no bíblicos y otros pecados
sexuales, ¿qué medidas tomarás para garantizar que los matrimonios homosexuales sean saludables y
de acuerdo con los principios bíblicos?
29. ¿Deben las parejas homosexuales en relaciones abiertas estar sujetas a la disciplina de la iglesia?
30. ¿Es un pecado para las personas LGBT participar en la actividad sexual fuera del matrimonio?
31. ¿Qué harán iglesias abiertas y reafirmantes para hablar proféticamente en contra del divorcio, la
fornicación, la pornografía, y el adulterio donde sea que se encuentre?
32. Si el “amor gana” ¿cómo definirías el amor?
33. ¿Qué versículos usarías para establecer esa definición?
34. ¿Cómo debe la obediencia a los mandamientos de Dios dar forma a nuestra comprensión del amor?
35. ¿Crees que es posible amar a alguien y estar en desacuerdo con las decisiones importantes que esa
persona tome?
36. Si apoyar el matrimonio gay es un cambio para ti, ¿has cambiado alguna otra cosa en tu
comprensión de la fe?
37. Como evangélico, ¿En qué manera tu apoyo al matrimonio gay te ha ayudado a incrementar tu
pasión sobre aspectos evangélicos distintivos como el enfoque en el nacer de nuevo, el sacrificio
expiatorio de Cristo en la cruz, la confiabilidad total de la Biblia, y la necesidad urgente de evangelizar
al perdido?
38. ¿Cuáles iglesias abiertas y reafirmantes puedes nombrar, en las cuales las personas se están
convirtiendo al cristianismo ortodoxo, en donde los pecadores están siendo advertidos sobre el juicio y
llamados al arrepentimiento, y los misioneros están siendo enviados a plantar iglesias en medio de
pueblos no alcanzados?
39. ¿Esperas estar más comprometido con la iglesia, más comprometido con Cristo, y más
comprometido con las Escrituras en los años por venir?
40. Cuando Pablo, al final de Romanos 1 reprende a “los que practican tales cosas” y los que “dan su
aprobación a los que las practican”, ¿qué pecados crees que tiene él en mente?
Alimento para el pensamiento, espero. Por lo menos, algo que masticar antes de tragar todo lo que el
mundo y Facebook ponen en nuestro plato.
EL AUTO-EXAMEN Y LAS CARACTERÍSTICAS DE UNA NUEVA
NATURALEZA
En esta serie sobre la necesidad de auto-examen , en mi último post hemos considerado
la segunda razón de que esto es una disciplina necesaria , es decir, para asegurarnos de no
estar caminando en alguna forma de pecado. Una tercera razón de la necesidad de auto-examen es
para ver si de verdad estamos manifestando las características de una nueva naturaleza y creciendo
en santidad. Si la decisión del Tribunal Supremo de la semana pasada no nos despierta a la necesidad
de examinarnos a nosotros mismos, nada lo hará. Como nación hemos hecho lo que ninguna otra
civilización en la historia del mundo ha hecho. No llegamos aquí por accidente.
Una cultura corrupta es el resultado de un cristianismo corrupto. Cuando la sal pierde su sabor ya no
tiene ningún efecto conservante en la sociedad y se hace buena para nada (Mt 5:13; Rom 2:24; 2 Rey
2:19-21). La función principal de la sal es preservar y evitar putrefacción, y cada cristiano hace esto por
su vida y carácter individual, por ser cristiano en todos los ámbitos en el que él / ella funciona. Su mera
presencia debería modificar la forma de hablar y actuar (1 P 2:12; 4: 4, 5). La gente pone mucho más
atención a lo que hacemos que a lo que decimos (Tito 2:16), y son más propensos a seguir nuestro
ejemplo de nuestra profesión. Cristianos, sólo por ser cristiano, influencian la sociedad de forma casi
automática. Y aquí radica el problema. Aquí está cómo llegamos a donde estamos.
Un falso evangelismo ha producido un falso cristianismo en el que la santidad y la semejanza a Cristo
no es necesaria, o a lo mucho opcional. Es un tipo de evangelismo que dondequiera que prevalece
produce inevitablemente una religión peligrosa y superficial, y por desgracia, no sólo ha prevalecido,
sino a dominado en nuestra nación durante décadas produciendo generaciones de falsos cristianos, y
como consecuencia de la sociedad en la que nos encontramos ahora .
Es un cristianismo que separa a la justificación de la santificación, y ofrece el perdón de los pecados sin
la necesidad de un cambio de vida. Es un evangelismo ejemplificado por los mensajes que aparecen en
el anuncio de una iglesia cerca de nuestra casa, que decían: “toma la decisión y Dios hará el cambio; el
cielo está al alcance de todos; Dios te está esperando.” Todos transmiten el mensaje de que está
dentro del propio poder y capacidad de uno para afectar su propia salvación. El factor decisivo recae en
ellos. Ellos deben hacer lo que puedan y Dios hará el resto. El mensaje es claramente dado de que la
elección no es de Dios, sino suya y que son capaces en ese momento de decidir el cuando de su
renacimiento.
Tal mensaje no pasa por la verdad ofensiva de que toda verdadera conversión debe primero comenzar
con un nuevo nacimiento y establece un plan de salvación que es exra biblico. Sobre la base de este
falso evangelismo una persona puede hacer una profesión sin haber destruido su orgullo y confianza en
sí mismo; nunca se les habla de su necesidad de un cambio de naturaleza que no está dentro de su
propio poder realizar, así que cuando ellos nunca experimentan este cambio radical, no se afligen. No
se les ha dicho que es esencial de manera que no ven ninguna razón para dudar de que son cristianos.
A ellos nunca se les dice que hay una "fe" que puede ser ejercida por personas no regeneradas que
puede conducir a una alegría y paz (Mt 13:20, 21), sin embargo, deja sin cambios la naturaleza de una
persona (2 Pe. 2:20-22).
Hoy se nos dice que la gente está "destrozada" y el evangelio es para la gente "destrozada".. Este es un
completo disparate. Las únicas personas destrozadas verdaderamente son las que han sido aplastadas
por el poder de búsqueda, convicción, y limpieza de la palabra de Dios (Jer 23:29; Lc 20:18), que han
sido llevados al punto de la desesperación por su incapacidad total de salvarse a sí mismos, y que se
han entregado sin reservas a la gracia y la misericordia del único que puede salvarlos (Lc 18:13, 14).
Todos los demás son culpables, pecadores rebeldes por elección, no por las circunstancias. Llamar a un
pecador no regenerado "destrozado" es hacerle una víctima indefensa en lugar de un rebelde culpable
bajo la ira de un Dios santo. No necesitan reparación, sino renacer, que es algo que ellos mismos no
son capaces de hacer.
Evitar pecados manifiestos no es la santidad y la convicción no es conversión. El problema no son los
pecados, sino el pecado. Es fácil predicar en contra e indignarse con pecados que ni nosotros ni
nuestras congregaciones estamos tentados a participar de esta manera dejando el corazón intacto e
infundiendo una falsa sensación de seguridad. Un corazón de piedra podría ser destrozado por
convicción, pero sigue siendo un corazón de piedra. Las palabras del predicador del siglo 18 Thomas
Scott son una buena descripción del falso cristianismo producido por un falso evangelio, y es este
"cristianismo" que caracteriza a la mayoría de los que profesan ser cristianos hoy en día:
Deje de lado el carácter santo de Dios, la santa excelencia de su ley, la condenación santa por la que
los transgresores están condenados, la santa hermosura del carácter del Salvador, la naturaleza
sagrada de la redención, la inclinación santa de la doctrina de Cristo y los ánimos y la conducta
piadosa de todos los verdaderos creyentes: luego envista una representación de religión profana:
represente la humanidad en una condición lamentable, y no a través de la desgracia de la
delincuencia: hablando mucho de amor ensangrentado de Cristo hacia ellos, de sus agonías en el
jardín y en la cruz ; sin mostrar la necesidad o la naturaleza de la satisfacción por el pecado: hable
de su presente gloria y de su compasión por los pobres pecadores; de la gratuidad con la que
dispensa el perdón; de los privilegios que los creyentes disfrutan aquí, y de la felicidad y la gloria
reservada para ellos en futuro: obstruya esto con nada acerca de la regeneración y la santificación, o
represente la santidad como algo diferente de la conformidad con el carácter santo y la ley de Dios;.
y usted inventará un evangelio convincente, calculado para complacer el orgullo, calmar la
conciencia, cautivar los corazones, y elevar los afectos de los hombres naturales, que aman a nadie
más que a sí mismos. (John Scott, Letters and Papers of the Late Reverend Thomas Scott , John P.
Haven, 1825, 289)
Con un estándar reducido de conversión viene un estándar reducido de cristianismo. Es una forma de
cristianismo sin el poder del cristianismo (2 Tm 3: 5). Dios nunca perdona los pecados de una persona
sin que al mismo tiempo también cambie la naturaleza del pecador. Al hacer hincapié en la "fe" sin
explicar la naturaleza de la verdadera fe, o que siempre que exista una fe verdadera también existirá
una vida nueva, creada a imagen y carácter de Dios, y que se manifiesta en un odio de todo pecado, este
falso evangelismo envilece el significado bíblico de la conversión y no da a la palabra toda su
importancia.
Este falso evangelismo ha rechazado la verdad de que la regeneración es la causa de la conversión, no
el resultado de la misma. La verdadera conversión no es simplemente un cambio de posición delante
de Dios, sino también un cambio en la naturaleza del pecador. Nadie puede ser un verdadero creyente
que no posea también una nueva vida. Un verdadero cristiano no puede vivir y pensar en la manera
que lo hacia porque ya no es la misma persona que era.
En toda verdadera conversión algo realmente sucede, hay una transformación y un cambio real, la fe
salvadora nunca se encuentra al margen de una vida cambiada. Es por esto que se necesita más que
unas horas o unos días o unas semanas o incluso unos pocos años para establecer si la fe profesada de
una persona es genuina. El fin último del evangelio es la gloria de Dios, no la conversión de los
pecadores, y cuando se olvida esta verdad entonces los resultados vendrán antes que la verdad, y las
conversiones se considerarán más importantes que la gloria de Dios.
Es muy probable que muchos de ustedes que leen esto son productos de esta falsa evangelización. Si es
así, le ruego, le suplico, les ruego que se examinar a sí mismo. ¿Tiene un odio hacia el pecado,
especialmente el suyo? ¿Es el deseo de su corazón y el objetivo de su vida ser más como Cristo?
¿Ora por, anhela, y desea la santidad? ¿Usted se disciplina para la piedad (1 Tm 4:7)? ¿Sea flige por su
pecado; que ha pecado contra la persona que ama?
¿Está crucificando la carne o simplemente lo priva de alimento? ¿Le gusta pensar en el pecado, pero es
cuidadoso en evitar el acto real? ¿Tiene usted hambre y sed de justicia? ¿Anhela por la leche pura de la
palabra de Dios, totalmente, en especial la que le traspasa rápidamente y aplasta su orgullo y
autosuficiencia, o es la enseñanza fiel y la predicación de la Palabra de Dios secundaria a los programas
que complacen la carne y entretienen a sus hijos, o las preferencias personales?
¿Tiembla usted ante la palabra de Dios (Isa. 66:2), ¿tiene usted un sano temor de pecar contra un Dios
tan santo y justo? ¿Abraza usted la disciplina de Dios, porque por ella podemos compartir Su santidad
(Hb 12:10)? ¿Estudia para conocer su propio corazón y el engaño del pecado? ¿Tiene una nueva
naturaleza, es usted una persona diferente, tiene nuevos deseos, nuevos afectos, nuevas formas de
pensar?
¿La santidad caracteriza su vida, su lenguaje y su conversación (Efesios 5:3, 4)? ¿Está exponiendo las
obras infructuosas de las tinieblas, o está participando en ellas, aunque sólo sea indirectamente a
través del entretenimiento (Efesios 5:11, 12)?
¿Está buscando la santidad, sin la cual nadie verá al Señor (Hb 12:14), o quedara corto de alcanzar la
gracia de Dios? ¿Ha nacido de nuevo?
Como pastor he visto tanta gente empezar bien y terminar mal. Comienzan como Abraham y Daniel,
pero terminan como Demas y la mujer de Lot. Deben tener el mundo. O, examínense ustedes mismos.
CÓMO DISTINGUIR EL ESPÍRITU SANTO DE LA SERPIENTE
Por Sinclair Ferguson
¿Cómo distinguimos los susurros del Espíritu de gracia en su guía y dirección de nuestras vidas a partir
de los engaños del espíritu del mundo y de nuestro propio corazón pecaminoso? Esta es una pregunta
muy importante si hemos de estar tranquilos y confiados en que el espíritu con el que estamos
comulgando realmente es el EspírituSanto.
John Owen sugiere cuatro maneras en que el Espíritu y la serpiente se van a distinguir:
1. La dirección del Espíritu, dice, es regular, es decir, de acuerdo con el regulum: el imperio de la
Escritura. El Espíritu no actúa en nosotros para darnos una nueva regla de vida, sino para ayudar a
entender y aplicar la norma contenida en la Escritura. Por lo tanto, la pregunta fundamental que se
debe hacer acerca de cualquier orientación será: ¿Es este curso de acción consistente con la Palabra de
Dios?
2.Los mandamientos del Espíritu no son gravosos. Ellos están en armonía con la Palabra, y la Palabra
está en armonía con el creyente como nueva creación. El creyente cristiano que se somete
conscientemente a la Palabra encontrará placer en la obediencia a la Palabra, aunque el camino del
Señor para nosotros está marcado por la lucha, el dolor y la tristeza. El yugo de Cristo encaja bien; Su
carga nunca aplasta el espíritu. (Mateo 11:28-30)
3.Los "movimientos" del Espíritu son ordenados. Así como el pacto de Dios es ordenado en todas las
cosas y seguro, (2 Samuel 23: 5) así el donde donde de la promesa de ese pacto, el Espíritu que mora en
nosotros, es ordenado en la forma en que Él se ocupa de nosotros. Inquietud no es una marca de la
comunión con el Espíritu, sino de la actividad del maligno. Quizás Owen tenía miembros en particular
de sus congregaciones en mente cuando escribió:
Vemos algunas pobres almas estando en tal esclavitud apresuradas yendo de arriba a abajo, en el
asunto de los deberes para placer de Satanás. Corren de uno al otro, y por lo general descuidan lo
que ellos deben hacer. Cuando están en oración, entonces deberían estar en la obra de su llamado; y
cuando están en su llamado, están tentados a no dejar todo a un lado y correr a la oración. Los
creyentes saben que esto no es del Espíritu de Dios, que hace "todo bello a su tiempo."
4. Los "movimientos", o inspiración del Espíritu, dice Owen, siempre tienden a glorificar a Dios de
acuerdo a Su Palabra. Él trae la enseñanza de Jesús en nuestros recuerdos; Él glorifica al Salvador; Él
derrama en nuestros corazones un profundo sentido del amor de Dios por nosotros.
¿Cómo, entonces, ¿el Espíritu actúa en el creyente? El Espíritu viene a nosotros como un anticipo, una
promesa, el pago inicial de la redención final. Él está aquí y ahora el anticipo de la gloria futura. Pero
su presencia es también una indicación de lo incompleto de nuestra presente experiencia espiritual.
Owen aquí escribe en un agudo contraste a aquellos que hablan de la liberación de la influencia del
pecado que mora y la lucha por la libertad del Espíritu. Precisamente porque Él es las primicias y aún
no es la cosecha final, hay un sentido en el que la vida en el Espíritu es la causa de los gemidos del
creyente: “nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, aun nosotros mismos gemimos en
nuestro interior, aguardando ansiosamente la adopción como hijos, la redención de nuestro
cuerpo.”"(Romanos 8:23) La presencia del Espíritu nos lleva ya a un anticipo de la gloria futura, sino
también, al mismo tiempo, crea en nosotros un sentido de lo incompleto de nuestra presente
experiencia espiritual. Esto, para Owen, es la forma en como la comunión con el Espíritu, entendida
bíblicamente trae gozo en la vida del creyente y sin embargo, un sentido profundo de que la plenitud
del gozo aun no es.
4 RAZONES DE POR QUE EL “ORGULLO GAY” TIENE SENTIDO
Por Bryan Rhoden
Cuando la Corte Suprema hizo su decisión de redefinir el matrimonio , el movimiento LGBT organizó
rápidamente marchas de "Orgullo Gay" en varias ciudades de los EE.UU. Sabemos que la
homosexualidad es un pecado (Romanos 1:26-32; 1 Corintios 6:9-10), pero es el único pecado tan
ampliamente celebrado en la cultura actual. No vemos "Orgullo de Ladrón” o "orgullo de los
desobedientes a los padres” o “Orgullo de codicia y estafador.” La homosexualidad es el único pecado
que las personas salen a las calles a apoyar.
Es cierto, los que practican la fornicación heterosexual también dan gloria en su libertinaje – desde
Hollywood hasta la escuela secundaria. Lo que hace diferente a los partidarios de la agenda
homosexual de todos los demás movimientos sociales, sin embargo, es la forma en que se presentan a
sí mismos públicamente y la moda militante en la que atacan a los que ven las cosas de manera
diferente. La comunidad homosexual quiere mostrar su orgullo … y cuando se piensa en ello, el
"Orgullo Gay" es el título perfecto para este movimiento.
El orgullo es un problema del corazón; es el resultado de la caída de la humanidad. Mientras que los
atributos de Dios son infinitos y apartado a causa de Su santidad, el pecado del orgullo tiene sus raíces
en cada pecado. El robo, el adulterio, el asesinato, la codicia – todos ellos tienen sus raíces en la idea de
que las necesidades de un individuo son más importantes que el bienestar de los demás. Este es el
orgullo. Si bien las consecuencias destructivas irradian desde el acto, al orgulloso simplemente no les
importa.¿Por qué es "Orgullo Gay", el término perfecto para la agenda homosexual? Aquí
hay cuatro razones de por qué.
1. Orgullo Hace Que Uno Desee ser Dios
“Pero tú dijiste en tu corazón: “Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios levantaré mi trono, y
me sentaré en el monte de la asamblea, en el extremo norte. “Subiré sobre las alturas de las nubes, me
haré semejante al Altísimo.” (Isaías 14:13-14).
El pecado de orgullo se traduce en un intento de usurpar a Dios de su lugar legítimo de autoridad con
el fin de colocarse uno mismo en Su lugar. El orgullo nos hace pensar que sabemos mejor que Dios, que
nuestro camino es el camino correcto. El orgulloso agita sus puños a Dios y le pide que sea algo y
alguien que Él no es y nunca va a ser – un siervo que recibe órdenes de alguien más. Los que apoyan el
"Orgullo Gay" demuestran esta actitud cuando niegan Su existencia o falsamente afirman Su
aprobación de su estilo de vida.
2. El Orgullo nos Hace Negar la Palabra de Dios
Tanto el Antiguo como el Nuevo Testamento presenta enseñanzas claras sobre el pecado de la
homosexualidad. Aquellos que promueven el "Orgullo Gay" niegan estas enseñanzas al afirmar que las
palabras de la Escritura no significan lo que dicen. He escuchado el argumento de que Sodoma y
Gomorra fueron destruidas, no por la maldad (incluyendo la homosexualidad que se presenta en forma
prominente por el pueblo), sino debido a la falta de hospitalidad de la gente a los extraños. He
escuchado el argumento de que Jesús no predicó sobre la homosexualidad, por lo tanto, Él no estaba
en contra de ello. Jesús predicó sobre la inmoralidad sexual, que incluye la homosexualidad. Él se
refirió al tema del corazón y las obras que se derivan de ella, no sólo los actos
propios. En otras palabras, Él trató con tanto la orientación al pecado y los resultados de esas
orientaciones si se conciben en acciones – incluyendo los pecados sexuales.
3. El Orgullo nos Hace Distorsionar la Voluntad de Dios
La intención de Dios era (y sigue siendo) que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. Mediante
su unión serían un solo cuerpo – tanto espiritual como físicamente. Los que están en el movimiento
"Orgullo Gay" se describen en Romanos 1:26, 27 como mujeres que "cambiaron las relaciones
naturales por las que son contrarias a la naturaleza" y los hombres que "dejando el uso natural de la
mujer, se abrasaron en deseos los unos a los otros . "La homosexualidad usurpa el orden
natural de Dios, su voluntad, y de ninguna manera puede ser aprobado por El, ni por los
que dicen seguirle. Uno no puede pedir la bendición de Dios sobre el pecado, ni abogar por un acto
que está diametralmente opuesto a Su voluntad , pero esto es exactamente lo que está sucediendo en
las calles de todo el país.
4. El Orgullo nos Hace Negar el Juicio de Dios
¿Se ha preguntado por qué el símbolo de la comunidad homosexual es un arco iris? A todos nos gusta
los arco iris, ¿no es así? Siempre son vistas espectaculares. Pero ahora que el símbolo ha sido
secuestrado por la comunidad LGBT. Ya no es un símbolo de inocencia visto en las habitaciones, los
dibujos animados de los niños, o en una caja de cereal. El arco iris significa algo más.
Originalmente, el arco iris fue dado por Dios para indicar a Noé que Él no juzgará al
mundo otra vez por las inundaciones. Él no dijo que no iba a juzgar al mundo de nuevo, sólo que
él no lo haría con agua. El movimiento homosexual ha tomado este símbolo de "no juicio" y lo hizo
suyo. Haga una búsqueda en Internet sobre el "orgullo" y lo verá. Sin embargo, la Palabra de Dios es
clara que los homosexuales, y todos los que están fuera de Cristo, no heredarán el reino de Dios (1
Corintios 6: 9-10) y que ya están condenados (Juan 3:17). Negar el juicio de Dios no va a cambiar su
mente o su voluntad. Negar la verdad sólo hace a la realidad más difícil de enfrentar.
Cuando la decisión del Tribunal Supremo se dio, la comunidad homosexual y sus defensores
tenían un dicho: “El Amor Triunfa,” Dios es amor, y el amor triunfa al final (leer el final
de Apocalipsis). Pero lo que la comunidad LGBT está celebrando no es amor. En su lugar,
están celebrando el pecado y su propia destrucción, y esto es lo que hace de su júbilo tan lamentable.
“Orgullo Gay" es un término terriblemente perfecto porque "El orgullo va antes de la destrucción, y la
altivez de espíritu antes de la caída" (Proverbios 16:18).
3 RAZONES PARA ESPERAR EN EL SEÑOR
¿Cuándo fue la ultima vez que sufrimos por causa de nuestro pecado? No me refiero a las
consecuencias que el pecado trae, sino al dolor que el pecado debe causar en nosotros. El pecado es una
ofensa contra nuestro Dios Santo, y todo pecado esta arraigado a querer cambiar la gloria de Dios por
algo mas. En el libro de Lamentaciones encontramos 5 lamentos. Estos lamentos expresan el dolor de
aquellos que experimentaron el exilio de Judá por causa de su pecado contra Dios. En el capítulo 3
vemos a Jeremías en su lamento personal, ya que los otros lamentos son por Jerusalén/Sion (Caps. 1–
2) y por el pueblo de Dios (Caps. 4–5).
Me gustaría que viéramos específicamente como Jeremías espero en el SEÑOR en medio del dolor por
el pecado en Lamentaciones 3:24–26:
“El Señor es mi porción,” dice mi alma,
“por tanto en Él espero.”
Bueno es el Señor para los que en Él esperan,
Para el alma que Lo busca.
Bueno es esperar en silencio
La salvación del Señor.
Lo primero que podemos ver es la confianza de Jeremías en que aquellos que esperan en el Señor
obtendrán salvación. Esta confianza de Jeremías estaba arraigada al Nombre del SEÑOR. Lo que
quiero decir es que, las peticiones de Jeremías estaban ancladas en el carácter del SEÑOR. El SEÑOR
es el nombre propio de Dios, es el nombre por el cual Él se revelo a Moisés (Véase Éxodo 33:18–
19; 34:5–7). Así que nosotros tenemos la misma confianza en que nuestras peticiones en medio del
sufrimiento, ya sea por causa de nuestro pecado o en cualquier situación, están siendo dirigidas al
SEÑOR. Mejor aun, ahora en Cristo todas las promesas son sí (2 Co. 1:20), por lo tanto, nuestra
confianza está arraigada a la persona y obra de Cristo. En Cristo estamos seguros y tenemos confianza
en que Él está para con nosotros y no en contra de nosotros (Ro. 8:31).
Entonces, aquí hay tres razones para esperar en el SEÑOR.
1. Él es tu porción.
Es interesante y maravilloso que Jeremías en medio de su angustia, pueda decir: “‘El SEÑOR es mi
porción,’ dice mi alma, ‘por tanto en Él espero’” (Lm 3:24).
Puedes creer que El Señor es tu porción, lo que quiere decir es que Él es tuyo, porque tú eres de Él.
Tú le perteneces, por lo tanto tú puedes decir Él es mi porción. Él es contigo, para contigo y por lo tanto
Él es tu porción. ¿Si Él es tu porción que más necesitas? En Él se encuentra absolutamente todo lo que
tú y yo necesitamos.
Esta idea de que El Señor sea nuestra porción se encuentra por ejemplo en: Salmo 16:5; 73:26; Zacarías
2:12; Lucas 10:40–42: La idea entonces es que Dios en Su gracia ha decido tomarte como Su porción, y
por lo tanto así como vemos a María escogiendo servir a Jesús, ahora en Cristo y por Cristo podemos
tomar la porción que es mejor, o sea Cristo.
Cuando vengan aquellas preocupaciones que te lleven a pecar en la ansiedad o al temor, recuerda quien
es tu porción: Cristo es lo mejor que puedes tener en esta tierra y con tu mirada puesta en Él, la
ansiedad es minimizada y entregada en oración a Dios: 1 Ped.5:6–7.
2. Él es Bueno.
Muchas veces pasamos por alto esta hermosa realidad: El SEÑOR es Bueno (Lm 3:25). La bondad de
Dios se ve en que Él siendo el Creador del universo y de la tierra, envío a Su Hijo a morir en la cruz,
quien fue sepultado y resucitado con poder, y ascendió para interceder por Sus hijos. Dios no
simplemente te creo para dejarte solo; Dios te creo para que vieras Su gloria y Su justicia, y te deleites
en Su Hijo. Él planeo tu redención y por lo tanto Él te ha comprado. Nunca te dejará, ni aún en tu
pecado. Él ha garantizado tu santificación para así confirmar tu glorificación (Ro.8:28–29). Las
consecuencias del pecado puede hacer que dudes de tu salvación, pero si en verdad estás en Cristo y
Cristo en ti, tu salvación es segura.
3. Su salvación es segura.
Jeremías podía levantar su mirada por encima de su pecado. No ignorando la seriedad del pecado, pero
si mirando a la salvación segura de Dios (Lm 3:26). Muchas veces razonamos con el pecado y nos
quedamos ahí, pero en Cristo podemos arrepentirnos y confiar en la salvación del SEÑOR. Nosotros no
hacemos nada para salvarnos, ni tampoco nuestra salvación está siendo guardada por
nosotros (vea Ro. 3:24–26; 2 Co. 5:21; 1 P. 2:24). La seguridad de la salvación está arraigada a quien
Dios es en Cristo y por medio del Espíritu Santo, como Judas dice, “Y a Aquél que es poderoso para
guardarlos a ustedes sin caída y para presentarlos sin mancha en presencia de Su gloria con gran
alegría, al único Dios nuestro Salvador, por medio de Jesucristo nuestro Señor, sea gloria, majestad,
dominio y autoridad, antes de todo tiempo, y ahora y por todos los siglos. Amén” (Jud. 1:24-25).
10 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE LA BIBLIA
La Biblia es el libro más importante porque es la revelación escrita del Dios mismo.
Aquí algunas cosas básicas que debieras conocer de ella:
1. La Biblia es inspirada por Dios: “Toda Escritura es inspirada a por Dios y útil para
enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia”, 2 Timoteo 3:16. Los
cristianos entendemos que decir que la Escritura fue inspirada por Dios significa que cada palabra en
ella contenida proviene de Dios (1 Pedro 1:21).
2. Fue escrita principalmente en 2 idiomas: Hebreo y Griego. Algunas porciones fueron escritas en
Arameo (algunos capítulos de Esdras, Daniel, un verso de Jeremías y algunas frases del Nuevo
Testamento).
3. Fue escrita en un período de aproximadamente 1500 años (1450 AC - 100 DC).
4. Dios utilizó para su escritura a más de 40 autores entre ellos: pastores, granjeros, fabricantes de
tiendas de acampar, médicos, pescadores, sacerdotes, filósofos y reyes. Aunque éstos eran de distintas
profesiones la mayor parte de las Escrituras fueron escritas por profetas y apóstoles.

5. La Biblia está dividida en Antiguo y Nuevo Testamento. La palabra “testamento” significa “pacto”.

6. El Antiguo Testamento contiene 39 libros, 929 capítulos y 23.214 versículos. Posiblemente Job fue el
primer libro en escribirse y Malaquías el último.
7. El Nuevo Testamento contiene 27 libros, 260 capítulos y 7.959 versículos. Probablemente el primer
libro en escribirse fue Santiago y el último Apocalipsis.
8. La Biblia se considera a sí misma como la revelación de Dios (Lucas 24:44). En el Antiguo
Testamento los profetas declararon que sus escritos eran las palabras de Dios dadas a ellos (Oseas,
Joel, Jonás, Miqueas , Sofonías, Hageo y Malaquías comienzan diciendo: “Palabra del Señor”). En el
Nuevo Testamento Cristo aceptó el A.T en su totalidad, “Para que se cumplieran las Escrituras” (Lucas
4: 16-21; Mateo 15: 3-6).
9. La Biblia es el libro más vendido, se estima que se han vendido entre 5 y 6 billones de copias. Cada
minuto aproximadamente 50 Biblias son vendidas alrededor del mundo. Sin embargo, también es uno
de los objetos más hurtados.
10. A través de la Biblia podemos obtener salvación (Romanos 10:17) y esta misma es necesaria para
que podamos crecer en el conocimiento de Dios (Jeremías 9:24) y en santidad delante de Él (Salmo
119:26).
EL SUFRIMIENTO POR CRISTO: UN REGALO DE LA GRACIA DIVINA
“Porque a vosotros se os ha concedido por amor de Cristo, no sólo creer en El, sino también sufrir
por El,”.
–Filipenses 1:29–
Este texto, junto con el resto del Nuevo Testamento (cf. Juan 16:33; 2 Tim 3:12; Santiago 1: 2-4; 1
Pedro 4:12-16) establece, sin sombra de duda que el sufrimiento inevitable viene al verdadero creyente
en Cristo. El fallo de la Corte Suprema de la semana pasada, que mandan a redefinir a los 50 estados el
matrimonio, es una declaración fuerte y clara que todos los que no se ajusten a la nueva ortodoxia
inmoral no será tolerado en la sociedad contemporánea. Para aquellos que se someten a la autoridad
de la Palabra de Dios, el sufrimiento, de una forma u otra, con seguridad vendrá.
Pero una pregunta que debemos hacernos es: ¿De dónde viene? ¿Se origina el sufrimiento meramente
en la hostilidad de los propios adversarios? ¿Viene de un universo al azar, caótico, sin control, de modo
que simplemente hemos extraído la paja más corta y necesitamos hacer lo mejor de las cosas? ¿Viene
de una fuerza de gobierno impersonal como el destino, de manera que sólo tenemos que sonreír y
aguantar? ¿El sufrimiento, en última instancia proviene de Satanás o de los demonios?
En última instancia, tenemos que responder: “No,” a todas esas preguntas. En última instancia, el
sufrimiento viene de Dios. Usted dice: “¿Cómo sabes eso?” Bueno, por un par de razones. Una de ellas
es que la Escritura llama a Dios “el que hace todas las cosas según el designio de su voluntad” (Ef 1:11).
“Y sabemos, ” Romanos 8:28, “que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto
es, para los que son llamados conforme a su propósito.” Todas las cosas. No sólo las cosas buenas. Y
no: “Dios hace todas las cosas malas en cosas buenas para los que le aman.” Dios no se limita a sacar lo
mejor de una mala mano que Él esta tratando. Él ordenatodas las cosas para su propósito de
glorificarse a Sí mismo. José dijo esto en Génesis 50:20: “Vosotros pensasteis hacerme mal, pero
Dios lo tornó en bien para que sucediera como vemos hoy” Job dice lo mismo: “El Señor dio y el Señor
quitó” (Job 1:21 ). “¿Aceptaremos el bien de Dios y no aceptaremos el mal?” de Él, así (Job 2:10 )? Y
mientras Jeremías se encuentra en los escombros de la ciudad devastada de Jerusalén en el momento
de la invasión babilónica, se pregunta, Lamentaciones 3:37-38: “¿Quién es aquel que habla y así
sucede, a menos que el Señor lo haya ordenado? ¿No salen de la boca del Altísimo tanto el mal como el
bien?”
Un Don de la Gracia
Pero incluso si no tuviera todos esos versículos a quien recurrir, Filipenses 1:29 dice que se nos
haconcedido, no sólo creer, sino sufrir. ¿Quién nos ha concedido que creamos? Ciertamente no
nuestros oponentes del Evangelio. Y ciertamente no es Satanás! Es Dios quien nos ha concedido la fe
(Efesios 2: 8-9). Y de la misma manera, es Dios quien nos concede a sufrir.
Y Él nos concede sufrir. Esta palabra “otorgada” es el verbo griego charizomai, de charis, que es la
palabra para gracia. Significa “dar como regalo” o “dar libremente.” Es la misma palabra en Romanos
8:32, donde Pablo dice: “El que no eximió ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros,
¿cómo no nos concederá también con El todas las cosas?” Lo que Pablo nos está enseñando aquí es que
el sufrimiento que viene sobre el pueblo de Dios como resultado de nuestra obediencia fiel a Cristo en
un mundo hostil es nada menos que un regalo gratuito de la gracia soberana.
Ahora, ¿Dios da dones pobres? ¿Da dones sin un proposito y sin sabiduría?¿Acaso alguna vez da
regalos que no son beneficiosos y para el mayor bien de aquellos a quienes les da a? ¡Por supuesto que
no!. Usted sabe que todos los dones de Dios a Sus hijos son buenos para nosotros. Bueno, este texto
nos dice que Él nos da el sufrimiento, por causa de Cristo, como un don de Su amoroso favor
inmerecido.
Siga Regocijandose
Ahora bien, si algunos de ustedes están pensando, “¿Qué tipo de favor es eso? Sufrimiento ?! ” Si está
pensando eso, quiero que sepa que los apóstoles hubieran tenido la menor idea de donde vendría
usted. En Hechos 5, el Sanedrín ya había llevado a los apóstoles en prisión por violar su orden de no
predicar por más tiempo en el nombre de Jesús. Pero el ángel del Señor vino en medio de la noche y los
liberó. Y a la mañana siguiente estaban de vuelta en la predicación del templo, por lo que los Judios los
llamaron ante el Concilio de nuevo. Y después de un breve debate acerca de lo que debía hacerse para
ellos, dice “que los azotaron y les ordenaron no hablar en el nombre de Jesús, y luego los liberaron. Así
que ellos Salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer
afrenta por causa de Su Nombre “(Hechos 5: 40-41).
Esta generación de cristianos profesantes busca huir de la vergüenza tan lejos y tan rápido como sea
posible, como si se tratara de una mal puro, sin mezclar! La generación de los apóstoles se alegró de
que habían sido considerados dignos de recibir el favor divino de padecer afrenta por el nombre
incomparable del Señor Jesucristo. Quiera Dios que veamos la gloria que ellos vieron, que estemos tan
satisfechos por Cristo que lo consideremos un privilegio encontrarnos con la vergüenza del mundo si
eso significa que podemos poner su gloria de manifiesto.
Años después de ser azotado ese día, Pedro escribiría: “antes bien, en la medida en que compartís los
padecimientos de Cristo, regocijaos, para que también en la revelación de su gloria os regocijéis con
gran alegría. ..Pero si alguno sufre como cristiano, que no se avergüence, sino que como tal glorifique a
Dios”(1 Pedro 4:13, 16).
Glorificar a Dios en Este Nombre
Como puede ver, sufrir por causa de Cristo nos ofrece una magnífica oportunidad para poner el valor y
la suficiencia de Cristo de manifiesto. Nos da la oportunidad de magnificarlo por estar más satisfechos
en Él que por todo lo que este mundo puede ofrecer y por todos los que la muerte puede tomar.
Para ilustrar, la tercera estrofa de ese gran himno, En Cristo la Roca Sólida Me Coloco, dice, “Su
juramento, Su pacto, Su sangre / me apoyan en la inundación abrumadora. / Cuando todo alrededor
de mi alma da paso, / Él es, entonces, toda mi esperanza y estancia.”Al comentar sobre esa línea, John
Piper escribe: “Si nos aferramos a El cuando todo alrededor de nuestra alma da paso ‘, entonces
demostramos que Él es debe ser deseado más que todo lo que hemos perdido” (Deseando a Dios, 266).
Y magnificar a Cristo mostrando que Él es debe ser deseado más que todo lo que podríamos perder –es
lo mismo para lo que hemos sido creados por hacer (Isaías 43:7; Filipenses 1:20-21). Si entendemos
esto, es claro ver que es un don divino sufrir en nombre de Cristo. Es un don gratuito del favor
inmerecido recibir el privilegio de ser prismas para reflejar la gloria y la suficiencia de Jesús al mundo.
Jesús Hace Todas las Cosas Bien
Y así, cuando el sufrimiento y la persecución provienen de aquellos que se oponen a Cristo y su
Evangelio, cuando se vuelve difícil, y empieza a doler, y esas cosas amenazan y esas personas a las que
usted más atesora – no trate de salvar a Dios de Su soberanía suponiendo que esas pruebas se originan
de alguien que no es su Padre. No corte las piernas de la teología de la gracia soberana sobres la que
usted esta de pie. Usted podría destruir el mismo consuelo que usted busca si usted hace eso.
Otra gran himno dice: “Paz celestial, el consuelo más divino / Habito Aquí, por la fe en Él / Porque yo
sé que cualquier cosa que me sobrevendrá / Jesús hace todas las cosas bien.” ¿De dónde viene la paz
celestial y el consuelo divino? Viene del conocimiento de que pase lo que pase, Jesús el Señor soberano
lo está haciendo, y Él hace todas las cosas bien.Así que cuando el sufrimiento viene –y viene, si no es
que ya este aquí –no trate de salvar a Dios de Su soberanía, y en el mismo aliento robe de su paz
celestial y consuelo más divino. En su lugar, considere el sufrimiento como un don gratuito,
directamente de la mano amorosa de su Padre, de la oportunidad de magnificar el valor de Cristo en su
respuesta a la misma. Entonces, usted sufriría de una manera digna del Evangelio.
SON MÍOS
Tengo una pequeña de dos años y medio en mi hogar. Es mi hija mayor, Luz, y últimamente ha tomado
una costumbre que nos causa gracia a mi esposa y a mí. Ella agarra sus juguetes, se para delante
nuestro, nos mira firmemente y exclama con autoridad, fuerza y convicción: “¡Es mío!”. Nos causa
bastante gracia, porque lo único que ella puede hacer para guardar o proteger sus juguetes de nosotros
es decirnos que le pertenecen. Pero eso no es suficiente. A la hora de dormir, le quito fácilmente sus
juguetes, llore o patalee. Ella no tiene fuerza para evitar que su papá se los quite. Tampoco tiene
autoridad sobre mí para que yo le obedezca a ella. Yo soy su padre, y ella es mi hija. Sus juguetes son
míos.
Estaba leyendo un pasaje en Isaías que me hizo recordar esta situación, y mas que eso, me puso a
pensar sobre cuán amado soy por Dios, y cuán seguro estoy en sus manos.
“Mas ahora, así dice el Señor tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te
he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú”, Isaías 43:1
Un poco de contexto
El contexto de este pasaje es la rebeldía del pueblo de Israel contra Dios. Ellos lo han abrumado con
sus pecados. No lo han honrado, si no todo lo contrario. Dios dice: “No me has comprado con dinero
caña aromática, ni con la grosura de tus sacrificios me has saciado; por el contrario me has abrumado
con tus pecados, y me has cansado con tus iniquidades” (Is. 43:24). La consecuencia es un juicio
inminente.
Pero en este contexto de pecado, al inicio del capítulo, Dios declara algo que trasciende esa disciplina a
su pueblo: Él los ha redimido, los ha llamado por su nombre. Él dice “¡Son míos!”
La verdad para ti y para mí
Nosotros también hemos sido redimidos por Dios y somos posesión suya. Dios nos lo recuerda a través
del apóstol Pedro: “Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz
admirable”, (1 Pedro 2:9).
No tenemos nada que envidiarles al Israel que escuchó Isaías 43. Nosotros también somos Su
posesión. Y adquiridos “De las tinieblas”, así como Isaías es movido por Dios a escribir: “Yo te he
redimido, te he llamado por tu nombre, mío eres tú”. ¿Puedes ver el evangelio allí?
La muerte espiritual era nuestra condición: “muertos en nuestros delitos y pecados” (Ef. 2:5).
Estábamos en tinieblas, esclavos del pecado. Pero Dios nos liberó de tal condición, adquiriéndonos
para su propia posesión, y nos compró a un alto precio, al precio de la sangre de su Unigénito Hijo,
Jesús (Hch. 9:12; Hch. 20:28; 1 Co. 6:20; Apo. 5:9). Dios nos redimió de nuestra anterior condición de
pecado por medio del sacrificio sustitutorio de Cristo en la cruz. ¡Somos suyos! ¡Le pertenecemos a Él!
¿No te sientes amado? Somos amados “con amor eterno” (Jer. 31:3). Cristo fue entregado antes de la
fundación del mundo por nosotros, y nuestros nombres escritos en el libro de la vida (Apo. 13:8).
Alguien mayor que mi hija. Y que tú y que yo.
Dios pone sus credenciales antes de dar a conocer su mensaje para nosotros. Él dice que Él es “el Señor
tu Creador… el que te formó...” (Is. 43:1). El Creador de todo el universo es quién está hablando. Aquel
que nos hizo del polvo de la tierra (Gn. 2:7), y quién nos formó en el vientre de nuestras madres (Salmo
139:13). Y por lo tanto, aquel que tiene autoridad suprema sobre nosotros. Y sobre todo lo que existe.
Dios puede pararse delante de todo el universo, delante del infierno, de la muerte y del pecado, de los
reyes de la tierra, de nuestras fallas y sufrimientos, tomarnos en sus brazos amorosos y exclamar a los
más remotos rincones del universo con toda su potencia, soberana autoridad y poder ilimitado: “¡Oiga
todo lo que ha sido creado! ¡Míos! ¡Son míos!”.
¿Quién puede oponerse ante Dios? Ahora que somos suyos, vivamos para Su gloria en esta corta vida
terrenal. Recordemos cada mañana y cada tarde que somos eternamente amados, que somos Suyos, y
que nadie nos podrá arrebatar de sus soberanos brazos.
“Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo
por venir, ni los poderes, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del
amor de Dios que es en Cristo Jesús Señor nuestro”, Romanos 8:38-39
¡Somos suyos!
ADORACIÓN DE PESO
Hay personas que aman su trabajo.
Se nota inmediatamente cuando les conoces.
Aún recuerdo al mejor guía de turistas que he conocido en mi vida. Mi familia y yo visitábamos Pearl
Harbor, la famosa base naval de la marina norteamericana, y nos disponíamos a subir al buque de
guerra USS Missouri. Al abordar, se nos presentó la oportunidad de recorrer el enorme barco por
nuestra cuenta o ser guiados por un guía de turistas que nos pudiese explicar las diferentes
particularidades de la nave. Un grupo de gente prefirió seguir sola, pero nosotros optamos por seguir al
guía. No recuerdo bien su nombre. Sí recuerdo que era un hombre de edad avanzada, agradable,
apasionado al hablar, y muy conocedor del tema. Había sido veterano de la segunda guerra mundial.
Nuestro guía hizo un trabajo excelente al llevarnos por las diferentes áreas del barco y explicarnos las
funciones de cada sección.
Pero aún nos esperaba lo mejor.
Cuando llegamos a la cubierta del barco, había una enorme y llamativa placa conmemorativa. Nuestro
guía comenzó a explicarnos que ese sitio marcaba el lugar exacto donde se había firmado la declaración
de rendición del ejercito japonés ante las Fuerzas Aliadas el 2 de Septiembre de 1945, dando fin así a la
más horrible y catastrófica guerra que el mundo había sido testigo. Cuando este hombre comenzó a
describir tan apasionadamente y con lujo de detalles lo significativo del lugar sobre el cual estábamos
parados, el ambiente cambió de inmediato, volviéndose sobrio y contemplativo. Con voz entrecortada y
ojos llorosos, este veterano de la guerra nos explicó que estábamos parados sobre la sangre de muchos
que dieron sus vidas para que las Fuerzas Aliadas pudieran obtener victoria. Eso incluía muchos de sus
amigos y compañeros queridos por él y con los cuales combatió.
En medio de tan conmovedor discurso, noté algo que de pronto llamó mi atención. Un buen grupo de
aquellos que habían optado por no seguir el guía habían llegado a la misma área donde estábamos.
Ellos caminaban de manera casual, hablaban entre ellos y se tomaban fotografías sonriendo al lado de
la placa conmemorativa. Estaban indiferentes al momento tan solemne que experimentaba nuestro
grupo y, sin percatarse, de lo que sucedía se marcharon con la misma rapidez con la cual llegaron. El
contraste de ambos grupos era tan marcado y la experiencia fue tan significativa que salí de allí
meditando en lo sucedido. No tardé mucho en darme cuenta que lo que marcó la diferencia en el
comportamiento de ambos grupos fue la enorme importancia de ser guiados a entender propiamente el
contexto de la historia.
Guiando a La Historia
En cierta manera, todos los que servimos planeando, preparando o dirigiendo servicios de adoración
tenemos el mismo trabajo que ese guía de turistas. Nuestro trabajo es contar la historia,
enmarcándola enel contexto correcto, para que la respuesta sea la apropiada. Ya que la historia que
estamos llamados a proclamar es la historia del evangelio, el contexto correcto siempre será Dios, Su
gloria y Sus propósitos, y la respuesta apropiada siempre será nuestra adoración.
He estado en servicios de adoración donde, analizando las letras de cada canción que se entonó, para
mi tristeza no encontré ni siquiera una línea que hablara explícitamente del sacrificio de Jesús en la
cruz por nuestros pecados, o de su resurrección y victoria sobre la muerte. En esta ocasiones,
usualmente las canciones muestran una mezcla de alabanzas a Dios por su grandeza, poder y amor, y
canciones de esperanza y fe en Dios, confiando de que todo va a estar bien. Alguien pudiera decir que
cantar del amor de Dios ya incluye su obra de redención al enviar a Su Hijo a la cruz. Y es cierto. Pero
en tal caso estamosasumiendo el evangelio y no proclamándolo, como es nuestro llamado (cp. 2 Co.
5:14, 18-21). Y el evangelio no se asume: se proclama.
Lo que sucede cuando no somos cuidadosos e intencionales en contar La Historia en nuestras
canciones, himnos, escrituras y sermones es que terminamos enmarcando nuestras reuniones y
servicios en el contexto incorrecto: El ser humano, sus necesidades y deseos. La tendencia de nuestro
corazón es a enfocarse en sí mismo: en nuestros problemas, en nuestras inquietudes, en nuestras
necesidades. Cuando nos acercamos a adorar a Dios en comunidad, traemos esta realidad con
nosotros.
No hay nada de malo en traer al Señor nuestras necesidades. Pero el enfoque en la adoración no somos
nosotros. No es para que nosotros le revelemos a Dios lo que sentimos, sino para ser cautivados por la
revelación de la gloria de Dios. Lo peligroso de invertir el orden del contexto de la adoración es que
nuestra adoración se convierte de una adoración centrada en Dios a una adoración centrada en el
hombre.
Cuando vamos a las escrituras podemos ver pasajes donde se nos muestra que el contexto correcto de
la adoración siempre comienza en Dios y no en el hombre. Salmos 8 comienza hablando de Dios y Su
gloria:
“¡Oh Señor, Señor nuestro,
Cuán glorioso es Tu nombre en toda la tierra,
Que has desplegado Tu gloria sobre los cielos!”, Salmos 8:1
Para luego describir cómo es que el hombre responde en admiración y reverencia:
“Cuando veo Tus cielos, obra de Tus dedos,
La luna y las estrellas que Tú has establecido,
Digo: ¿Qué es el hombre para que Te acuerdes de él,
Y el hijo del hombre para que lo cuides?”, Salmos 8:3-5
La sublime visión de Isaías ante el trono de Dios de igual forma comienza con Dios y Su gloria:
“Vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y la orla de Su manto llenaba el templo.
Por encima de El había serafines. Y el uno al otro daba voces, diciendo:
‘Santo, Santo, Santo, es el Señor de los ejércitos,
Llena está toda la tierra de Su gloria’”, Isaías 6:1-3
Y una vez más después de que Dios revela Su gloria, el hombre responde en este caso en convicción y
arrepentimiento:
“¡Ay de mí! Porque perdido estoy,
Pues soy hombre de labios inmundos
Y en medio de un pueblo de labios inmundos habito,
Porque mis ojos han visto al Rey, el Señor de los ejércitos”, Isaías 6:5
Para finalmente terminar con una respuesta de consagración:
“Aquí estoy; envíame a mí”, Isaías 6:8
Aun el mismo Jesús, al enseñar a sus discípulos a orar, comienza enmarcando esta oración en el
contexto correcto: Dios, Su Nombre y Su gloria:
“Padre nuestro que estás en los cielos,
Santificado sea Tu nombre.
Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad,
Así en la tierra como en el cielo”, Mateo 6:9-10
Para luego ir entonces a nuestra dependencia de Dios:
“Danos hoy el pan nuestro de cada día.
Perdónanos nuestras deudas…
Y no nos dejes caer en tentación, sino líbranos del mal”, Mateo 6:11-13
La historia del evangelio cobra su real sentido al entender el contexto de la gloria de Dios y sus
soberanos propósitos, propiciando así la respuesta de admiración, reverencia, dependencia y entrega al
Señor.
Necesitamos veteranos
En nuestra visita al barco, el segundo grupo de personas se acercó casualmente y a la ligera por no
entender propiamente la magnitud del lugar en donde estaban parados, y lo único que querían era
posar en ese importante lugar y tomarse una foto para llevársela como recuerdo. De igual manera,
cuando no tomamos el tiempo, la dedicación y la entrega para contar y proclamar la mayor historia de
amor, misericordia, juicio y salvación que jamás haya existido, corremos el riesgo de que la gente solo
venga a nuestras reuniones y servicios de adoración casualmente, sin buscar contexto, enfocados en sí
mismos, queriendo acercarse a los pies de la cruz a la ligera, para tomarse una fotografía al lado de
Jesús y llevarse un bonito recuerdo en el alma, sin haber sido impactados y transformados por la
magnitud de la historia del evangelio de Cristo.
Es por eso que necesitamos ser como ese hombre veterano de guerra. Que si hoy contamos la historia,
no es solo porque la tenemos que recitar, sino porque la vivimos. Porque pisamos ese lugar sagrado,
manchado de sangre bendita, derramada por amor a nosotros, y allí morimos y allí volvimos a nacer.
Hoy nuestro llamado es llevar a otros, vez tras vez, al mismo lugar, y volver a contar la misma historia.
Y volver a ser conmovidos por la historia, porque esa hermosa y cruenta historia del evangelio es
nuestra única vida, nuestro sublime llamado y nuestra mayor pasión.
JUAN: EL APÓSTOL DIVISIVO DEL AMOR
Por John MacArthur
Es notable que Juan es apodado "el apóstol del amor". De hecho, escribió más que cualquier otro autor
del Nuevo Testamento acerca de la importancia del amor – centrando su atención en particular al
amor del cristiano por Cristo, el amor de Cristo por Su Iglesia, y el amor uno por el otro que es el sello
distintivo de los verdaderos creyentes. El tema del amor fluye a través de sus escritos.
Pero el amor era una cualidad que aprendió de Cristo, no es algo que viene naturalmente a él. En sus
años de juventud, era tanto un Hijo del Trueno como Santiago. Si usted se imagina a Juan como es
retratado en el arte medieval –una persona mansa, suave, de piel pálida afeminado, descansando sobre
el hombro de Jesús mirándolo con mirada de paloma –olvídese de esa caricatura. Era robusto y de
bordes definidos, al igual que el resto de los pescadores convertidos en discípulos. Y otra vez, él era tan
intolerante, ambicioso, celoso, y explosivo como su hermano mayor.
De hecho, la única vez que los escritores de los evangelios sinópticos registran a Juan hablando por sí
mismo, el hizo gala de su sello característico agresivo, arrogante e impertinente impertinente. Eso fue
cuando confesó al Señor que había reprendido a un hombre por la expulsión de demonios en nombre
de Jesús, porque el hombre no era parte del grupo de discípulos (Marcos 9:38).
Así se desprende de los relatos del evangelio que Juan era capaz de comportarse de la manera más
sectario, intolerante, poco afable, imprudente, e impetuoso de los hombres. Él era volátil. Él era tosco.
Fue agresivo. Él era un temerario, celoso, y personalmente ambicioso, igual que su hermano Santiago.
Ellos fueron cortados de la misma pieza de tela. Pero Juan envejeció bien. Bajo el control del Espíritu
Santo, todos sus impedimentos se cambiaron en ventajas. Compare al joven discípulo con el anciano
patriarca y verá que al madurar, sus esferas de grandes debilidades se transformaron en sus puntos
más fuertes. Él es un ejemplo formidable de lo que nos puede ocurrir a nosotros cuando crecemos en
Cristo, dejando que la fuerza del Señor se perfeccione en nuestra debilidad.
Cuando hoy día pensamos en el apóstol Juan, por lo general nos hacemos la imagen de un apóstol
anciano y de corazón tierno. Como el anciano e importante dirigente de la iglesia cerca del final del
siglo primero, fue amado y respetado universalmente por su devoción a Cristo y su gran amor por los
santos en todo lugar. Esa es, precisamente, la razón para haberse ganado el epíteto de «apóstol del
amor».
Pero el amor no anuló la pasión del apóstol Juan por la verdad. Más bien, le dio el equilibrio que
necesitaba. Él conservó hasta el final de su vida un amor profundo y permanente por la verdad de Dios,
y él permaneció firme en proclamándola hasta el final.
El celo de Juan de la verdad en forma de la manera que él escribió. De todos los escritores del Nuevo
Testamento, él es el más definido en su pensamiento. Piensa y escribe en absolutos. Trata con hechos
patentes. Para él todo está determinado. En su enseñanza no hay muchas áreas grises porque él tiende
a poner las cosas en un lenguaje absoluto, antitético..
Por ejemplo, en su Evangelio, pone luz contra la oscuridad, la vida contra la muerte, el reino de Dios
contra el reino del mal, los hijos de Dios contra los hijos de Satanás, el juicio de los justo s contra el
juicio de los malos, la resurrección de vida contra la resurrección de condenación, recibir a Cristo
contra rechazar a Cristo , el fruto contra la esterilidad, la obediencia contra desobediencia y el amor
contra el odio. Le gusta exponer la verdad en absolutos y opuestos. Entiende la necesidad de trazar una
línea clara.
El mismo enfoque se ve en sus epístolas. Nos dice que andamos en la luz o habitamos en oscuridad. Si
somos nacidos de Dios, no pecamos. En realidad, no podemos pecar (1 Juan 3 .9 ). O somos «de Dios»
o somos «del mundo» (1 Juan 4.4-5). Si amamos, hemos nacido de Dios; si no amamos, no hemos
nacido de Dios (vv. 7-8). Juan escribe: «Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca,
no le ha visto, ni le ha conocido » (1 Juan 3.6). Dice todas estas cosas sin modificarlas y sin suavizar las
líneas duras.
En su segunda epístola, plantea una separación completa, total de todo lo que es falso:
«Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que
persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae
esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido!
participa en sus malas obras» ( 2 Juan 9-11).
Su tercera epístola la termina con estas palabras del versículo 11: « El que hace lo bueno es de Dios;
pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios». ".
Juan simplemente escribe en blanco y negro.
Pero la forma en que Juan escribía es una reflexión de su personalidad. Su pasión era la verdad, y se
esforzaba para no hacerla parecer ambigua. Hablaba en blanco y negro, en absolutos, en términos
inequívocos y no gastaba tinta en colorear las áreas grises. Fijaba las reglas sin mencionar todas las
excepciones. Jesús mismo a menudo habló también en absolutos, lo que hace pensar que Juan
aprendió del Señor su estilo de enseñanza.
Aunque Juan siempre escribió en un tono cálido, personal y pastoral, lo que escribió no siempre
tranquilizó a sus lectores. Sin embargo, siempre refleja sus profundas convicciones y su devoción
absoluta a la verdad.
Probablemente sea justo decir que una de las tendencias peligrosas para un hombre con la
personalidad de Juan es que puede tener la inclinación natural a llevar las cosas a un extremo. E,
indudablemente, parece que en sus días de juventud, era un poco extremista. Parecía carecer de un
sentido de equilibrio espiritual. Su celo, su sectarismo, su intolerancia y su ambición egoísta eran todos
pecados de falta de equilibrio. Todas eran virtudes potenciales que habían sido llevadas a extremos.
Por eso fue que a veces los puntos más fuertes de su carácter irónicamente le causaron sus más
prominentes fracasos.
De cuando en cuando todos caemos víctimas de este principio. Es uno de los efectos de la depravación
humana. Aun nuestras mejores características, corrompidas por el pecado, llegan a ser ocasión de
tropiezo. Es hermoso tener un alto respeto por la verdad, pero el celo por la verdad debe estar
equilibrado por un amor por la gente, o puede derivar en una tendencia a juzgar, a ser duros y a no
tener compasión. Es bueno ser trabajador y ambicioso, pero si la ambición no está equilibrada con
humildad, llega a ser orgullo pecaminoso, promoverse a sí mismo a expensas de los demás. La
confianza es también una hermosa virtud, pero cuando la confianza llega a ser confianza en sí mismo
pecaminosa, nos transformamos en personas presumidas y descuidadas espiritualmente.
Claramente, no hay nada inherentemente malo en ser celoso por la verdad, en desear el éxito o en tener
un sentimiento de confianza. Todas son virtudes legítimas. Pero incluso una virtud fuera de equilibrio
puede llegar a ser un impedimento para la salud espiritual, de la misma forma que la verdad fuera de
equilibrio puede conducir a un serio error. Una persona fuera de equilibrio es inestable. La falta de
equilibrio en el carácter de una persona es una forma de intemperancia, es falta de autocontrol, y eso es
un pecado en y de sí mismo. Por eso es muy peligroso presionaron cualquier punto de verdad y
cualquier cualidad del carácter a un extremo excesivo.
Eso es lo que vemos en la vida de Juan, el discípulo más joven. En sus primeros años fue el más
improbable candidato para que se le recordara como el apóstol del amor.
Pero tres años con Jesús empezaron a transformar a un fanático centrado en sí mismo en un hombre
maduro y equilibrado. Tres años con Jesús cambiaron a este hijo del trueno hasta que llegó a ser un
apóstol de amor. En aquellos puntos donde más carecía de equilibrio, Jesús le dio equilibrio y, en el
proceso, Juan se transformó de un fanático impetuoso en un piadoso y tierno anciano dirigente de la
iglesia primitiva.
En los próximos días vamos a echar un vistazo más de cerca cómo Cristo trajo ese equilibrio tan
necesario a la vida de Juan. En efecto, es necesario que todos nosotros encontremos ese equilibrio.
¿HE COMETIDO EL PECADO IMPERDONABLE?
No es cosa extraña el que una persona se llegue a preguntar si ha cometido el “pecado imperdonable.”
Aun verdaderos creyentes podrían llegar a pensar que han cometido un pecado del cual es imposible
encontrar perdón. El asesinato, la violación, el suicidio o el adulterio, todos estos han sido propuestos
como candidatos para ser considerados como el “pecado imperdonable.” Aquellos que han cometido
estos pecados podrían vivir una vida en desesperación, pensando que jamás podrán encontrar perdón
por lo que hicieron.
Para poder formular una respuesta completa debemos primeramente responder a la siguiente
pregunta:
¿Cuál es el pecado imperdonable?
Contexto de Mateo 12:31-32:
El contexto del pecado imperdonable se encuentra en Mateo 12. En este pasaje Jesús es confrontado
por los Fariseos por haber sanado a un hombre endemoniado (12:22-32), justo después de haber
estado enseñando acerca del Día de Reposo (12:1-21). Este acontecimiento fue controversial no sólo
porque Jesús lo hizo en el Día de Reposo, sino que tal hecho hizo que la gente se preguntase: “¿Será
éste aquel Hijo de David?” (versículo 23; mismo que había sido profetizado en 2 Samuel 7:12-14). En
esencia, este milagro causó que los Fariseos reaccionaran fuertemente, pues Jesús acababa de
demostrar que tenía autoridad no sólo sobre el Día de Reposo, sino que tenía poder sobre el poder de
Satanás.
Los Fariseos rápidamente buscaron una respuesta para poder explicar el poder de Jesús
Al ver que la gente se comenzaba a preguntar si Jesús sería el Mesías prometido, los Fariseos
rápidamente buscaron una respuesta para poder explicar el poder de Jesús. Por un lado, si ellos
aceptaban que tal poder venía de Dios, entonces ellos mismos se debían preguntar si Jesús realmente
era el Mesías prometido, el Hijo de David (versículos 28). Por otro lado, si le atribuían su poder a
Satanás, entonces podían excusar su incredulidad, por lo que “los fariseos, al oírlo, decían: Este no
echa fuera los demonios sino por Beelzebú, príncipe de los demonios” (versículo 24).
Jesús respondió primeramente con una explicación lógica: si un reino pelea contra el mismo, tal reino
no prevalecería (12:25-26). Segundo, después de haber hablado en contra de su lógica, les retó a que
pensasen por medio de que poder es que ciertos judíos lograban hacer sus milagros (12:27). Y
finalmente les afirmó que él echaba fuera demonios por medio del poder del Espíritu Santo
(12:28), demostrando así que tenía poder para destruir a Satanás y para establecer su reino. Es en este
contexto que Jesús menciona el habla acerca del pecado imperdonable:
“Por tanto os digo: Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra
el Espíritu no les será perdonada. A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre,
le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni
en el venidero” (Mateo 12:31-32).
Definición
Así que, ¿cuál es el pecado imperdonable? El contexto anteriormente presentado no nos indica un
pecado como el suicidio, la violación sexual o el asesinato. Más bien el contexto de Mateo 12 parece
indicar que el pecado imperdonable es el rechazo de la persona de Jesús y su mensaje a pesar de los
claros milagros, sus obras y el mensaje del evangelio, mientras que él estaba presente en la tierra. O
como lo dice Jonathan Pennington: “es una decisión específica, activa y final al declarar que la persona
y las obras de Jesús fueron originadas por actividad demoniaca.”[1] Esto quiere decir que es el rechazo
de Jesús aun cuando el Espíritu Santo mismo testificaba acerca de él; es el rechazo de Jesús a pesar de
que sus milagros y señales fueron hechos por medio de y testificados por el Espíritu Santo (versículo
32).
Fue la dureza del corazón de las personas lo que les llevó a rechazar el indudable testimonio del
Espíritu Santo
Eso es precisamente lo que quiere decir con el “hablar contra el Espíritu Santo” (en otras versiones
“blasfemar”). Estas personas atribuyeron la obra del Espíritu Santo a actividad demoniaca. En esencia,
ellos hablaron contra el Espíritu y le blasfemaron al negarle y rechazar su testimonio de Jesucristo.
Fue el rechazo del mensaje y las obras de Jesucristo mientras que estaba presente de manera física en
esta tierra lo que se menciona como el “pecado imperdonable.” Tal como los Fariseos, fue la dureza del
corazón de las personas lo que les llevó a rechazar el indudable testimonio del Espíritu Santo. Estas
fueron personas que, estando frente a evidencias claras de la veracidad de Jesús como el Hijo de David,
como el Mesías prometido, decidieron rechazarle. Es por eso que ellos nunca podrían encontrar
perdón. No porque Dios les odiaba, sino por la dureza de sus propios corazones. Ellos se condenaron a
si mismos al rechazar al Espíritu Santo.
¿Puedo llegar a cometer el pecado imperdonable?
Aquí hay cinco cosas que podemos concluir basados en el contexto de Mateo 12 y el resto de la Biblia:
La Biblia promete perdón a cualquier pecador que se arrepiente
La Biblia promete perdón a cualquier pecador que se arrepiente.La Biblia claramente
demuestra que aquellos que, al ver los milagros y las señales de Jesús, se arrepintieron y creyeron en él
como el Cristo, encontraron salvación y vida eterna (Lucas 23:42; Juan 15:3) . Otro grupo de personas
fueron aquellos que pecaron por ignorancia, en su mayoría personas las cuales nunca observaron de
cerca el ministerio de Jesús en la tierra, tal como el caso de Pablo el cual a pesar de que pecó “en
ignorancia”, encontró salvación (1 Timoteo 1:13). Ambos grupos de pecadores demuestran que aquel
que se arrepiente y confiesa su pecado, es perdonado (Juan 3:16; Romanos 3:23; 6:23)
No hay pecado tan grande que no pueda ser perdonado. Dentro de estas palabras aterradoras
existe una hermosa promesa: “Todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres” (versículo 31).
No importa que pecado haya cometido una persona, si se arrepienten pueden ser perdonados. Los dos
ejemplos más hermosos de esto son: Pablo, un asesino que fue perdonado (Romanos 8:1), y los
miembros de la iglesia de Corinto los cuales antes de Cristo solían ser fornicarios, idólatras, adúlteros,
afeminados, homosexuales, ladrones, avaros, borrachos, maldicientes y estafadores (1 Corintios 6:9-
11).
Aquellos que rechazan a Jesús no tienen salvación. Aun cuando el pecado imperdonable que se
describe en Mateo 12 está ligado con el ministerio de Jesús en la tierra, las implicaciones de tal son
también para el día de hoy. Esto es, si una persona rechaza el evangelio y muere en la dureza de su
corazón, tanto este individuo como aquellos que rechazaron a Jesús durante su ministerio hace 2000
años, mueren sin perdón divino. Aquellos que han escuchado el evangelio, han estado en contacto con
cristianos, han visto la obra y el testimonio del Espíritu santo, han escuchado la predicación de la
Palabra de Dios, y aún así rechazan a Jesús, se condenan a si mismos (Hebreos 6:4-6).
Dios nunca rechazará a un corazón contrito y quebrantado. Salmo 51:17 promete: “Al corazón
contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.” Louis Berkhof propuso una manera simple de saber
si una persona ha endurecido su corazón al punto que se condena a si mismo por su propio pecado: Si
usted teme que haya cometido el pecado que se menciona en Hebreos 6:4-6, y si usted está arrepentido
del pecado que cometió, entonces tenga la seguridad de que, por su propio quebrantamiento y
humillación, demuestra que su corazón no se ha endurecido al punto de que se condena a si mismo.
Habiendo dicho esto, usted debe confesar su pecado y arrepentirse.
A Satanás le interesa que usted nunca se arrepienta. La pregunta: “¿he cometido el pecado
imperdonable?” por lo general es hecha inmediatamente después de haber cometido una atrocidad o
un pecado horrendo. Muchos, al ver lo que acaban de hacer, piensan que Dios jamás los perdonaría y
que lo mejor para ellos sería huir de Dios y jamás regresar a la iglesia. Esto es exactamente lo que
Satanás busca de aquellos que pecan. Pero la Biblia dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad” (1 Juan 1:9). Si Dios perdonó a
Pedro después de haberle negado (Juan 21:15-17), usted también puede encontrar perdón de todos sus
pecados, no importa que tan grandes hayan sido.
5 ORACIONES PARA CUANDO OCURRE UN CONFLICTO
A nadie le gusta el conflicto. Especialmente en ajustes de la iglesia o en el ministerio. (¡Si te gustan te
sugiero que tomes un tiempo para orar!). Pero el conflicto es una parte inevitable de la vida, y cuando
llega, puede proporcionar una oportunidad de experimentar la obra santificadora de Dios en nuestros
corazones, dependiendo de cómo caminamos a través de él.
¿Cómo podemos aprovechar las situaciones de conflicto para sacar lo mejor de ellas? Estas oraciones
no responden completamente a esa pregunta, y por supuesto, algunos tipos de conflictos son tan
graves, o provocados por algún pecado evidente, que realmente requieren una respuesta más decisiva.
Pero incluso en situaciones extremas, oraciones como éstas pueden resultar un buen punto de partida.
Y aun en medio del conflicto más suave que experimentamos regularmente en el cuerpo de Cristo,
meditar en oraciones como éstas podrían calmar mucho el conflicto aun antes de que comience.
1. Señor, dame un corazón de misericordia.
En Efesios 4:32, Pablo une su llamado al perdón con un llamado a un corazón amable y bondadoso
(“Sean más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándose unos a otros”). Dios no solo
nos llama a practicar el perdón, sino que nos llama a practicar una cualidad particular del perdón
marcada por la calidez, la alegría y el aroma del evangelio (“como en Cristo, Dios los perdonó”).
Orar por un corazón de misericordia no significa que dejaremos a un lado la reparación legal o la
rendición de cuentas de una acción incorrecta en el futuro. Pero sí significa que deseamos la
reconciliación y la comunión más que ganar; que buscamos redirigir el mal y buscamos vías a través de
las cuales se torne en bien; que absorbemos el dolor con el fin de apuntar a la restauración y la paz. “Y
la semilla cuyo fruto es la justicia a se siembra en paz por aquéllos que hacen la paz”, Santiago 3:18.
Orar por un corazón de misericordia en medio del conflicto puede ser extremadamente difícil,
especialmente si han estado pecando profundamente contra ti. Se siente un poco como morir. Puede
que requiera de nosotros el perseverar en la oración por aquellos que nos han hecho mal, y “orar hasta
que hayamos orado”, como los puritanos solían decir. Por encima de todo, se requerirá de un corazón
lleno de bondad, y el perdón de Cristo por nosotros, de donde obtenemos la fortaleza para hacer lo
mismo.
2. Señor, ayúdame a mantener una actitud positiva en medio de la negatividad.
Es fácil dejarse atrapar por la negatividad. Nietzsche dijo: “Los que luchan con monstruos deben tener
cuidado de que no se conviertan en monstruos”. Es fácil reaccionar contra un problema real, pero en el
proceso se convierte en algo contaminado cuando reaccionamos en contra. Por ejemplo, le respondes
al airado y agresivo, y te encuentras a ti mismo estando un poco airado. Al observar el fariseo,
encuentras en tu propio corazón juicios en contra de ellos. En la detección del orgullo de tu prójimo,
encuentras a tu propio ego siendo provocado (recuerda que el orgullo es esencialmente competitivo).
Tal vez es por eso que Pablo, después de llamar a la restauración del pecador, añade inmediatamente:
“Mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”, Gálatas 6:1.
A fin de mantenernos sin mancha por la negatividad y la calumnia que el conflicto a menudo engendra,
tenemos que mantener nuestros ojos en Jesús. Esteban, el primer mártir de la Iglesia, nos proporciona
un ejemplo maravilloso. Cuando otros rechinaban sus dientes contra él y lo mataban a pedradas, él
dirigió sus ojos hacia el cielo, donde ve a Cristo resucitado en gloria (Hechos 7: 54-58). Con los ojos
fijos en Jesús, él se libera de orar por el perdón de sus enemigos (Hechos 7:60).
Con el fin de “vencer el mal con el bien” (Romanos 12:21) en el medio del conflicto, tenemos que seguir
el ejemplo de Esteban de mantener nuestros ojos por encima del sonido de los dientes rechinantes y las
piedras que se arrojan en contra nuestra, y definir nuestra situación por la realidad ulterior y el reino
de Cristo. Como Robert Murray McCheyne lo dijo , “¡Por cada mirar a ti mismo toma diez miradas a
Cristo! Vive cerca de Jesús, y todas las cosas parecerán pequeñas en comparación con la realidad
eterna”.
3. Señor, ayúdame a no tomar esta crítica de manera personal.
Es la cosa más natural del mundo el tomar las críticas de manera personal. Es tan instintivo como
pestañear cuando llega un golpe. Pero un espíritu autorreferencial y defensivo no solo obstaculiza el
ministerio, es en muchos aspectos lo contrario de un verdadero ministerio. No podemos ministrar a
otros, lo cual es un acto esencialmente de vaciarnos a nosotros mismos, cuando estamos ocupados en
la defensa de nuestra propia reputación o ego.
De hecho, he encontrado que la forma en la que recibimos la crítica es a menudo uno de las más
maduras oportunidades para ministrar a otra persona. Cuando viene la crítica, a menudo hay algo que
hacer en el centro de la crítica, algo que muchas veces no tiene nada que ver con nosotros. Cuando
nuestros corazones están seguros en el amor de Cristo por nosotros, podemos ver mejor estas
necesidades y responder a ellas.

4. Señor, dame esperanza por la renovación de esta persona.

Cuando estamos en conflicto con otros, sus defectos tienden a telar en grande en nuestros corazones y
mentes. Puede llegar a ser fácil asumir el mal en sus motivos (”Él está deliberadamente tratando de
quebrantarme”) o reducirlas a una caricatura de sus pecados (“Ella es solo un chisme”) o exagerar sus
tendencias dañinas (“Ellos siempre hacen eso “). Parte de la práctica de la regla de oro durante los
conflictos significa que no exageramos otros vicios e ignoramos sus virtudes. He encontrado de ayuda
el orar por la visión de Dios para el progreso de una persona en Cristo, y luego pedir por gracia para
genuinamente esperar en esta visión.
Dostoievski famosamente afirmó que amar a otra persona es verla como Dios la ve. Cuando estamos en
conflicto con hermanos o hermanas en Cristo, puede ser útil el no verlos como lo que son actualmente,
sino como aquellos que estarán adorando entre los ángeles por 100.000 años. Ver a las personas desde
esta perspectiva no solo informa nuestras oraciones por ellos, sino que también motiva y empodera las
oraciones.
5. Señor, ¿cómo puedo ver mi pecado?
La tendencia de nuestros corazones hacia la auto-justificación a menudo nos puede llevar a descuidar
nuestra propia contribución al conflicto o al menos minimizarlo en proporción a la contribución de la
otra persona. En algunos conflictos una de las partes puede ser el cordero inocente y el otro el lobo
malvado. Pero mucho más a menudo la culpa puede ser cortada en pedazos 90/10, 80/20, 50/50, o
alguna otra fracción en la que ambos números son mayores que cero. E incluso en esas situaciones
escasas de ser la víctima completamente, es saludable recordar que Jesús miró a los ojos de Judas, no
con la ira y la defensa propia, pero con tristeza y resignación a la voluntad de Dios.
Necesitamos corazones llenos del evangelio con el fin de no sentirnos amenazados por ser dueño de
nuestro propio parte del conflicto. Saber que nuestros pecados ya han sido clavado en la cruz, que
nuestra identidad y firmeza no están en juego con el hecho de “ganar” el conflicto, nos libera para
examinar nuestro corazón y ver cómo podríamos haber contribuido al problema. Cuando mi propio
pecado no es pesado para mí, a menudo me parece útil reflexionar sobre la segunda estrofa del himno
“Cuán profundo el amor del Padre por nosotros”:

He aquí el hombre en la cruz, Mi pecado sobre sus hombros


Avergonzado escucho mi voz burlona, Gritando entre los burladores
Fue mi pecado que lo mantuvo allí, Hasta que se llevó a cabo
Su último aliento me ha traído a mi vida, Sé que está terminado
Después de reflexionar sobre estas palabras, quizás aún tenga que “reprender a mi prójimo” ( Levíticos
19:17). Pero espero que ahora lo esté haciendo con un estado de ánimo escarmentado, con una mayor
apertura a la confianza y una mayor expresión de la vulnerabilidad, a fin de cumplir mi llamamiento
“por la mansedumbre y ternura de Cristo” (2 Corintios 10:1).
7 RAZONES POR LAS QUE ALGUNOS MIEMBROS NO QUIEREN QUE SU
IGLESIA CREZCA.
Difícilmente oirás a miembros de la iglesia decir que no desean que sus iglesias sean obedientes a la
Gran Comisión. De hecho, es que los líderes digan todo lo contrario, que quieren un pastor que ayude a
su iglesia a crecer.
Y la mayoría de los miembros desean que sus iglesias crezcan… hasta que el crecimiento les afecta. Es
ahí donde se tornan desilusionados y se vuelven críticos.

Entonces, ¿qué es lo que tiene el crecimiento que afecta a algunos miembros de manera negativa?
Permítanme sugerir siete razones.

La pérdida de familiaridad. Cuando una iglesia crece, con el tiempo se convertirá en una iglesia
diferente. Esta diferencia no será necesariamente buena ni mala, pero no será igual que hace algunos
años. Ciertos miembros de la iglesia se afligen cuando ven a sus congregaciones cambiar. Extrañan los
“buenos viejos tiempos”.
Pérdida de recuerdos. Recientemente escuché una historia conmovedora de una señora cuya iglesia
estaba quitando su anterior espacio de adoración para construir uno nuevo, para así estar mas
cómodos con el crecimiento reciente. Ella y su marido se habían casado en ese antiguo lugar, y ella
comprensiblemente estaba afligida por la pérdida del recordatorio físico de su boda.
Pérdida de comodidad. El crecimiento puede significar que los lugares de estacionamiento
cercanos estarán siempre ocupados. El crecimiento puede significar que el flujo de tráfico en el
estacionamiento será más complicado. Miembros de la iglesia pueden sentir que sus comodidades se
ven comprometidas por el crecimiento.
Pérdida de poder. Gente nueva en la iglesia puede significar que las bases del poder se dil uyen. El
crecimiento puede resultar en nuevas personas de influencia en la iglesia. Puede que a algunos de los
que antes influenciaban no les guste esto.

Pérdida de intimidad percibida. Es una respuesta común: “Yo solía conocer a todo el mundo en
esta iglesia. Ya no me siento tan cerca de los miembros como antes”. De hecho, el crecimiento puede
significar que todos los miembros no se conocerán entre sí como lo hacían cuando la iglesia era más
pequeña.
Pérdida del estilo de adoración. Los nuevos miembros y asistentes pueden tener diferentes
preferencias en cuanto al estilo de adoración. A menudo estos influyen en los líderes de la iglesia para
hacer cambios, y los miembros actuales pueden resentir estos cambios. Incluso podrían llegar a
comenzar las “guerras de adoración”.
Pérdida de tiempo de adoración. El crecimiento de la iglesia puede causar que sea necesario
agregar más servicios de adoración o cambiar los tiempos de los servicios de adoración actuales.
Algunos miembros pueden sentirse frustrados porque han perdido “su” tiempo de adoración.

La obediencia a la Gran Comisión a menudo resulta en el crecimiento de la iglesia, pero el crecimiento


de la iglesia no siempre es bien recibido por algunos de sus miembros. Algunos de estos miembros
tendrán una actitud de que la iglesia está allí para servirlos a ellos y para atender a sus propias
necesidades. Miembros saludables de la iglesia entienden que deben ser miembros caritativos y
sacrificados del cuerpo de Cristo (1 Corintios 12). Ellos se regocijarán cuando más miembros se unan a
la comunidad, y cuando más personas crean el evangelio y se vuelvan a Cristo.

¿Has experimentado el fenómeno de los miembros anti-crecimiento en tu iglesia? ¿Cómo se ha


manifestado? Espero poder escuchar escuchar tu opinión.
La Biblia nos muestra claramente que durante el ministerio terrenal de nuestro Señor, había padres
que querían que Jesús bendijera a sus hijos:
Entonces le trajeron algunos niños para que pusiera las manos sobre ellos y orara; y los discípulos los
reprendieron. Pero Jesús dijo: Dejad a los niños, y no les impidáis que vengan a mí, porque de los que
son como éstos es el reino de los cielos. Y después de poner las manos sobre ellos, se fue de allí. ( Mateo
19:13-15)
Nada ha cambiado para los padres creyentes. Todavía queremos, y tan desesperadamente necesitamos,
que el Señor bendiga a nuestros hijos. Esto demuestra tanto nuestra continua búsqueda de él y la
conciencia de que nuestras capacidades como padres son limitadas.
Por la gracia de Dios he sido el padre de un hijo pródigo que ha vuelto al Señor.
Al igual que la mayoría de los aspectos relacionados con el discipulado y la crianza (Ef 6:1-4), la oración
juega un papel vital.
Cuando nuestros hijos eran más jóvenes con frecuencia me acompañaban a muchos lugares a los que
iba, incluyendo al seminario donde enseñaba. Las personas solían preguntarme: “¿Cómo se puede
tener a niños de esa edad tan bien educados y que sean una bendición?” Mi respuesta siempre fue:
“Mi esposa y yo no somos padres perfectos, y nuestros hijos no son hijos perfectos.” Sin lugar a duda
vimos la bendición de Dios sobre nuestros hijos, pero también sabíamos que eran todavía muy jóvenes
y todavía no habíamos enfrentado los años de la adolescencia y de adultos, y que todas las tentaciones,
trampas y peligros estaban todavía por delante de ellos (Prov 1-9).
Aunque veía la mano de bendición de Dios, me di cuenta que la batalla comenzaba por nosotros, pues
el mundo y el maligno trabajaban activamente para traer a mis hijos a los deseos de la carne, la
concupiscencia de los ojos y la vanagloria de la vida (1 juan 2:16). Tales batallas a veces solían ser
sumamente reales e intensas.
Parte de mi respuesta cuando me preguntaban acerca de la crianza de nuestros hijos, era que orábamos
por ellos continuamente. Mi esposa y yo sabíamos que no estábamos en control, pues no podemos
salvar a nuestros propios hijos o vivir sus vidas por ellos. Por lo tanto nuestra labor era orar y criarlos
como Dios quería que lo hiciéramos basados en la Escritura.
También sabíamos que eran todavía muy jóvenes y todavía no habíamos enfrentado los años de la
adolescencia
A traves de los años vimos como nuestros hijos caminaron con Dios, con la excepción de uno de ellos
que no caminó con el Señor por un período de tiempo prolongado. En mi vida he sido el hijo pródigo y
a su vez el padre de un hijo pródigo, y por la pura gracia de Dios he sido el padre gozoso de un hijo
pródigo que ha vuelto al Señor.
Al hablar con otros padres sobre la crianza de sus niños, me preguntan la misma coas, especialmente
cuando son padres jóvenes:
“¿Qué es lo que oras por tus hijos cuando oras por ellos?”
Este artículo está basado en mi respuesta a esa pregunta. No es una respuesta exhaustiva y no pretendo
decir que cada elemento que menciono a continuación debe incluirse cada vez que ore. Las etapas de la
vida a menudo requieren elementos de énfasis de cambio cuando los niños crecen. Pero confío que esta
lista será de aliento para los padres cristianos al interceder a favor de aquellos bajo su cuidado.
Esto es lo que oré (y todavía oro) por mis hijos:
Yo oro. . . . .
—reconociendo que primeramente soy un hijo de mi Padre celestial antes de orar como el padre de mis
propios hijos ( 1 Pedro 1:17).
—por mi propio caminar con Dios (Ef 4-6) antes de orar por su caminar; comienzo conmigo mismo, no
con ellos.
—por el caminar de mi esposa Betsy y el nuestro colectivamente como marido y mujer.
Cualquier ministerio (y paternidad sin duda es un ministerio) no es más que una extensión de nuestro
caminar con el Señor (o falta de ello). Y aunque a veces fallamos miserablemente, mi esposa y yo
oramos que nuestros hijos vean nuestra propia relación con Dios (Ef 5:22-33) y que les sea de ejemplo
( Ef. 6: 1-4).
Yo oro. . . . .
— por nuestro matrimonio.
— por nuestra crianza.
— por sabiduría y discernimiento en cada una de estas áreas (Santiago 1: 5-6; 1 Pedro 5: 5-9).
— por qué decir, por qué no decir.
— por una disciplina que no exaspere (Efesios 6:4).
— para que Dios bendiga a nuestros hijos más allá de nuestras capacidades y limitaciones como padres.
Oro por mis hijos. . . . .
— para que vengan a la gracia salvadora de Dios a una corta edad (1 Sam 3:7).
— que sus corazones sean siempre tiernos delante de Dios (2 Crónicas 34:27).
— que sus corazones siempre esten dispuestos a Dios (Jos 24:23).
—que teman a Dios y se aparten del mal (Job 1:8 ).
Oro por mis hijos. . . . .
— que Dios levante influencias piadosas alrededor de ellos.
— que ellos mismos se conviertan en influencias piadosas.
— que tengan amigos piadosos y que sean amigos piadosos de los demás.
— que busquen la sabiduría (Prov 1-9; 1 Cor 1: 22-24; 1 Cor 1:30 ).
Oro por mis hijos. . . . .
—que Dios los haga ser/se vuelvan de bendición a otros (Filemón 7).
— que sean agradecidos a Dios y a los demás (Lucas 17: 11-18 ; Colosenses 3:15).
Oro por mis hijos. . . . .
— que Dios les conceda un hambre insaciable y sed de él y su Palabra (1 Pedro 2:1-2).
— que adoren a Dios en espíritu y en verdad con frecuencia (Juan 4: 23-24).
— que tengan en mente la Segunda Venida de Jesucristo (1 Juan 3:1 -3).
— que vivan sus vidas con la eternidad en mente (Filipenses 3:20-21).
Oro por mis hijos. . . . .
— que sean sometidos a una fuerte convicción cuando pecan ( Sal 51), y
— que confiesen sus pecados a Dios ( 1 Juan 1:9) y otros (Santiago 5:16).
Oro por mis hijos. . . . .
— que Dios los protegerá de sí mismos, de la gente violenta y del maligno.
Oro por los cónyuges de mis hijos, si han de tenerlos (1 Cor 7:7),. . . . .
— que Dios cultive la piedad y las mismas características ya mencionadas dentro de ellos.
— que Dios los reúna en el momento adecuado.
— que le honren en el noviazgo y los mantenga puros delante de él.
— que Dios sea el centro de su hogar.
— que Dios les lleve a una iglesia piadosa centrada en la Biblia, donde puedan crecer en su caminar con
el Señor, tanto individualmente como colectivamente.
— que mi hija se convierta en una mujer de Proverbios 31 y mi hijo un hombre de Efesios 5.
Oro por mis hijos. . . . .
— que Dios obre dentro de ellos tanto el querer como el hacer según su buena voluntad ( Filipenses
2:13. ).
— que Dios les conceda un sentido de excelencia en hacer cosas para la gloria de Dios en las actividades
cotidianas de su vida ( 1 Tes. 4: 1 y 4:10; 1 Cor 10:31; 2 Cor 1:20 ).
— que ellos sepan por experiencia que el Señor es el único digno de recibir toda la gloria, el honor y la
alabanza (Apocalipsis 4:11; 5:1-11).
Oro por mis hijos. . . . .
— que no se conformen a este siglo, sino que sean transformados por medio de la renovación de sus
mentes ( Romanos 12:1-2) y el lavamiento del agua por la Palabra (Efesios 5:26).
— que crezcan en la gracia y el conocimiento de su Señor y Salvador Jesucristo ( 2 Pedro 3:18), y
— que crezcan en gracia para con Dios y los hombres ( Lucas 2:52).
En pocas palabras, oro por mis hijos. . . . .
— que caminen con Dios todos los días de sus vidas ( Jueces 2: 7; 1 Samuel 1:11; Salmo 23:6), y
— que demuestren los frutos de una vida que camina con el Señor Jesucristo (Apocalipsis 4:9-11).
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Dr. Harris es profesor de exposición bíblica en The Master’s Seminary, y autor del libro “La Copa y la
Gloria”. En la actualidad sirve como pastor en la iglesia Lake Hills Community Church en Castaic,
California. Él y su esposa Betsy tienen dos hijos: Lauren y Ben.
¿SE TERMINÓ LA REFORMA?
Pregúntale hoy a un protestante cuál es la mayor amenaza para el cristianismo ortodoxo, y él te
mencionará los cristianos nominales, la revolución sexual, o aun el liberalismo. Pero si le hubieras
hecho la misma pregunta hace cien años, es casi seguro que te hubiera mencionado a la Iglesia Católica
Romana. Hasta hace poco, solo un par de generaciones, los protestantes y católicos eran, si no
enemigos, por lo menos jugadores en equipos contrarios.
Hoy en día, mucho de la animosidad ha derretido. Y en gran medida, el deshielo entre protestantes y
católicos ha sido bueno. Protestantes y católicos se han encontrado luchando juntos en la guerra
cultural, en la defensa de los no-nacidos, defendiendo el matrimonio tradicional, y combatiendo el
relativismo moral y el humanismo secular. Y en una época que ignora la doctrina, los protestantes
evangélicos a menudo tienen más en común teológicamente con una devota católica romana cargada
de la ortodoxia histórica que con con los miembros liberales de sus propias denominaciones. Yo
personalmente me he beneficiado de autores católicos como GK Chesterton, Richard John Neuhaus, y
Robert George. He respetado la Iglesia Católica por tomar posiciones impopulares, basadas en
principios, en diversos asuntos morales.
Sin embargo, el abismo teológico entre protestantes y católicos sigue siendo amplio y, en lugares, muy
profundo. Si nos preocupamos por las doctrinas tan preciadas para los reformadores, no nos
atreveremos a afirmar que “la Reforma ha terminado”, como si todas las colinas teológicas se han
allanado y todos los valles dogmáticos son una llanura.
A continuación se presentan una serie de puntos que todavía separan a los católicos y los
protestantes. Sin duda, muchos católicos romanos en realidad no creen (o siquiera conocen) lo que
enseña la teología Católica. No estoy afirmando saber definitivamente lo que los católicos piensan y
práctican en todas estas áreas. Pero al tratar de entender los documentos oficiales de la iglesia,
podemos obtener una buena idea de lo que se supone que los católicos creen. Y lo que deben creer
incluye una serie de puntos que los protestantes de Sola Scriptura no podemos afirmar.
La Iglesia
Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia Católica ha suavizado su postura hacia los protestantes,
llamándolos “hermanos separados”. Sin embargo, para ser parte de la iglesia en su plenitud hay que
estar inmerso en el sistema Católico Romano de los sacramentos y ordenanzas, y bajo la autoridad del
Papa. “Totalmente incorporados a la sociedad de la Iglesia son aquellos ... que están unidos en la
estructura visible de la Iglesia de Cristo, que gobierna aquí por medio del Sumo Pontífice y de los
obispos”. Además, el Papa es considerado infalible cuando habla ex-cathedra (desde la silla); es decir,
cuando hace pronunciamientos doctrinales oficiales. La Iglesia Católica también tiene siete
sacramentos en vez de dos: Eucaristía (o la Cena del Señor) y el Bautismo, igual que los protestantes, y
entonces la Penitencia, el Orden Sagrado, Matrimonio, Confirmación, y Últimos Ritos.
Sagradas Escrituras
Los católicos tienen un canon bíblico mayor. Además de los 66 libros de la Biblia protestante, las
Biblias católicas incluyen los libros apócrifos, con libros como Tobías, Judit, 1 y 2 Macabeos,
Eclesiástico, y Baruc. La enseñanza católica también eleva la tradición más que los protestantes. Por
supuesto, muchos evangélicos sufren de ignorar la tradición y la sabiduría del pasado. Pero la teología
católica va más allá de respetar el pasado; lo sacraliza. “Tanto la Escritura como la Tradición deben ser
recibidas y respetadas con el mismo espíritu de devoción y reverencia”, afirma el Catecismo. Del
mismo modo, el Magisterio tiene la autoridad para hacer interpretaciones definitivas. “La tarea de dar
una interpretación auténtica de la Palabra de Dios, ya sea en su forma escrita o en forma de tradición,
ha sido confiada a la vida, la enseñanza y oficio de la Iglesia solamente ... a los obispos en comunión
con el sucesor de Pedro, el Obispo de Roma”.
La Cena del Señor
En el centro de la Fe Católica está la Misa (su servicio de adoración). En el centro de la Misa está la
celebración de la Eucaristía. Los católicos creen que el pan y el vino son transubstanciados en el cuerpo
(real, físico) y sangre de Jesucristo. Los elementos se ofrecen como sacrificio de la iglesia y un sacrificio
de la obra de Jesucristo en la cruz. Esto no es simplemente un recuerdo del sacrificio de Cristo, sino la
misma obra expiatoria: “El sacrificio de Cristo y el sacrificio de la Eucaristía son un único sacrificio ...
el sacrificio [de la Eucaristía] es verdaderamente propiciatorio”.
Bautismo
Los católicos enseñan que “la justificación es conferida en el Bautismo”. Las aguas del bautismo lavan
el pecado original y nos unen con Cristo. El bautismo no es solo un signo y sello de la gracia, sino que
en realidad confiere la gracia salvadora.
María
María no es solo la madre de Cristo, sino la madre de la Iglesia. Ella fue concebida sin pecado original
(la Inmaculada Concepción) y al final de su vida terrenal “fue llevada en cuerpo y alma a la gloria
celestial y enaltecida por Dios como Reina de todas las cosas” (Asunción). Ella intercede por la iglesia,
“continúa dándonos los dones de la salvación eterna”, y es “una madre para nosotros en el orden de la
gracia”. María era algo más que la madre llena de fe de Jesús: “La Santísima Virgen es invocada en la
Iglesia con los títulos de Abogada, Auxiliadora, Socorro, y Mediadora”.
Purgatorio
Los que mueren en la gracia de Dios, aunque imperfectamente purificados, tienen certeza de vida
eterna, pero primero deben someterse a la purificación en el purgatorio. Debido a la presencia de este
estado intermedio, la Iglesia Católica ha desarrollado la práctica de la oración por los muertos. “La
Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los
muertos”. En cuanto a la salvación de aquellos que no escuchan el evangelio, el Catecismo Católico dice
“Los que, sin culpa propia, no conocen el evangelio de Cristo y su Iglesia, pero que buscan a Dios con
un corazón sincero, y, movidos por la gracia, buscan en sus acciones hacer su voluntad, como la
conocen según los dictados de su conciencia, ellos pueden alcanzar la salvación eterna”.
Mérito
En realidad no es justo decir que “los católicos enseñan que se puede ganar su salvación”. Eso puede
ser lo que muchos católicos creen, pero la enseñanza oficial de Roma es más matizada, aunque todavía
preocupante. El Catecismo resume: “Dado que la iniciativa pertenece a Dios en el orden de la gracia,
nadie puede merecer la gracia primera del perdón y la justificación, al inicio de la conversión. Movidos
por el Espíritu Santo y por la caridad, podemos después merecer para nosotros mismos y para los
demás las gracias necesarias para nuestra santificación, para el aumento de la gracia y de la caridad, y
para el alcance de la vida eterna”.
Justificación
La enseñanza católica rechaza la comprensión protestante de la justicia imputada. La pregunta es la
siguiente: ¿es la justicia por la cual somos perdonados y justificados con Dios una justicia obrando en
nosotros o una justicia otorgada a nuestra cuenta? Los católicos dicen los primero; los protestantes lo
segundo. La diferencia es entre la justicia infundida y la justicia imputada. La justicia infundida es
como poseer US$100 en efectivo; la justicia imputada es como tener $100 transferidos a tu
cuenta. Según la doctrina católica, la justificación es más que la declaración de nuestra justicia en base
a la obra de Cristo: es también una renovación del hombre interior y reconciliación con Dios. Por
supuesto, estas también son cosas buenas, pero los católicos las hacen presente en y a través de la
justificación, y no por la fe solamente. El Concilio de Trento, de la Contrarreforma Católica del siglo 16,
declara: “Si alguno dijere que los hombres son justificados, ya sea por la sola imputación de la justicia
de Cristo, o por la sola remisión de los pecados, a exclusión de la gracia y de la caridad que se ha
derramado en sus corazones por el Espíritu Santo, y que es inherente a ellos; o incluso que la gracia
por la cual somos justificados es solo el favor de Dios: sea anatema”.
¿Debemos los católicos y protestantes tratarnos unos a otros con decencia y con respeto? ¡Por
supuesto! ¿Podremos trabajar lado a lado en importantes asuntos morales y sociales? Muy a
menudo. ¿Podemos encontrar cristianos nacidos de nuevo en iglesias católicas? Sin duda. ¿Existen
todavía cuestiones doctrinales fundamentales que separan a los protestantes y los
católicos? Absolutamente. No nos hacemos ningún favor al pretender lo contrario.
Santifícanos en tu verdad, oh Señor: tu palabra es verdad.
EL GRAN PANORAMA DE LA BIBLIA
En una conversación con uno de los líderes misioneros de la región de Asia del Este, yo le preguntaba
cuál pensaba que era la mayor necesidad de la iglesia en el Sur Global. Su respuesta era un eco de lo
que muchos líderes piden reiteradamente: “Necesitamos enseñanza bíblica. Nuestras iglesias son
buenas y efectivas en evangelismo, pero necesitamos discipulado y enseñanza”.
A medida que conversaba con él, mi mente no dejaba de pensar qué tan similar era esa situación con
América Latina, donde muchas congregaciones tienen celo por evangelizar, pero las interpretaciones
bíblicas fuera de contexto están a la orden del día.
Esto va mucho más allá de dilemas doctrinales entre denominaciones. La realidad es que muchas de
las desviaciones y errores en el entendimiento de la Escritura provienen de un desconocimiento de la
narrativa de la Biblia como una sola historia, la cual está cargada de enseñanzas e instrucciones
teológicas.
Entender el Gran Panorama Divino es vital para ubicarnos en nuestra lectura y entendimiento de la
Palabra. Enfocarnos en el todo nos permite entender mejor las partes de la Escritura, y nos revela más
profundamente el carácter, el plan, y las formas de Dios a través de los siglos. Este conocimiento nos
lleva a la humildad, a tener un sentido del evangelio menos centrado en el hombre y más centrado en
Dios. Es al ver el gran panorama que podemos ver que el Dios de Juicio es el mismo Dios de amor, y
que ambas facetas de su carácter son reveladas a lo largo de la Escritura en diferentes momentos.
Podemos ver los peligros de no conocer toda la historia en el abordaje común a los Libros Proféticos.
Muchos hemos caído en el error de reclamar promesas fuera de contexto, en desconocimiento de en
qué momento y para qué ocasión específica son dadas esas profecías. Puede que la aplicación de alguna
promesa sea efectiva a través del tiempo. Pero es necesario conocer la historia, el profeta, el pueblo o
pueblos a los cuales fueron dirigidos, y el mensaje central –generalmente pecado, juicio y
restauración– para el entendimiento correcto de una profecía. Una vez hecho eso, entonces podemos
proseguir a la aplicación de la misma. Obviamente otras reglas hermenéuticas aplican, pero muchas
veces el problema está en el mal entendimiento de la plena y llana narrativa en el contexto mayor de la
historia redentora.
Un resumen de la historia
La mayoría de los maestros bíblicos resumen la meta narrativa de la Biblia en cuatro partes: Creación,
Caída, Redención y Restauración. Trevin Wax en su libro Counterfeit Gospels (Evangelios
Falsificados) y citado en un artículo de la revista Christianity Today, resume en cuatro párrafos las
principales puntos:
Creación: Una palabra Hebrea traduce el cuadro de Génesis 1 y 2: Shalom. Paz. La tierra estaba
llena de la paz de Dios, el tipo de paz en la cual todo funciona conforme a la intención original de
Dios. El mundo fue hecho para el florecimiento humano, para que allí pudiésemos vivir en gozo en la
presencia de nuestro Hacedor, adorando a Dios a medida que le amamos a Él y unos a otros,
eternamente.
La Caída: Adán y Eva rechazaron el reinado de Dios sobre ellos. Nos referimos a su elección rebelde
como “la Caída”, y debido a que representaban en ellos a toda la humanidad, sus acciones nos
afectaron a nosotros también. Nos hemos declarado –a través de nuestras actitudes y acciones–
enemigos de Dios. Esta rebelión resulta en muerte física y espiritual.
Redención: El Creador amoroso se revela a sí mismo como lleno de ira ante el pecado y a su vez
está determinado en usar el mal y sufrimiento que hemos causado, tornándolo para su Suprema
Gloria. Así que el siguiente movimiento muestra a Dios implementando un plan maestro para
redención del mundo y rescate de pecadores caídos. En la Persona de Jesucristo, Dios mismo viene a
renovar al mundo y a restaurar a su pueblo. La gran narrativa de la Escritura viene a su clímax en
la muerte y resurrección de Jesús.
Restauración: La historia no termina en redención. Dios ha prometido renovar el mundo entero, y
la Biblia nos da un vistazo a este glorioso futuro. La restauración de todas las cosas tomará lugar en
dos maneras. Cristo regresará a juzgar el pecado y el mal, y traerá consigo justicia y paz. Dios
purgará este mundo del pecado de una vez y para siempre.
¡Qué cuadro tan glorioso! No son solo historias contadas sino un plan maestro y un cuadro hermoso e
inigualable.
Si pudiésemos detallar un poco más en términos de la narrativa y aspectos a explicar, sugerimos partir
de un marco general base y agregar los detalles relevantes, dependiendo del tiempo disponible y el
grupo a quien se enseñe.
Una parte importante de esto es conectar la historia de la Biblia que estamos viendo con la historia en
general. Debemos enseñarles acerca de la conexión histórica, los hechos reales, reyes e imperios
involucrados, hechos históricos famosos, universales y conocidos que les sirvan como referencia al
marco histórico relevante. Claro, siempre y cuando sirva para ilustrar y resaltar o explicar mejor ciertos
puntos. Nunca debe hacerse para abrumar a las personas con conocimiento o traer más confusión a
personas que no poseen dicho trasfondo histórico.
Bosquejo general
A continuación un bosquejo general de los contenidos a cubrir. Según hemos enseñado el Panorama
General de la Biblia a través de “El Proyecto Tito”, este es un bosquejo de los contenidos a cubrir:
Toda enseñanza del Panorama General de la Biblia debe iniciar con una enseñanza del carácter
del Creador , Narrador Supremo y personaje principal y central de la historia: Dios
-El Carácter y la Naturaleza de Dios: El Creador
-Creación
La Creación
-La Caída del Hombre
La Promesa de Redención (Génesis 3:15)
La maldad universal: El diluvio y la torre de Babel
El llamamiento de Abraham
El éxodo
La Ley
El sistema sacrificial, el tabernáculo y el sacerdocio
La tierra prometida
El período de los Jueces
El Reino Unido
La Promesa del Reino Eterno
El Reino Dividido
Los Profetas
El Exilio
El período Inter-Testamental
-JESÚS: El es el clímax y punto central del plan de redención
Nacimiento
Vida
Muerte
Resurrección
Ascensión
-El Espíritu Santo
La venida del Espíritu Santo
La Iglesia Primitiva
La Epístolas
Historia de la Iglesia
La Reforma
La llegada del evangelio a Latinoamérica (o un país específico, por ejemplo)
La Venida de Cristo
En mi experiencia misionera a través de los años de enseñanza en Asia y Latinoamérica, el Panorama
General de la Biblia, acompañado con ilustraciones y ejemplos contextualizados a la realidad del
oyente y con aplicación práctica en sus vidas, ha sido una de las herramientas más útiles, tanto para
evangelismo como para el discipulado y enseñanza.
La revelación del carácter de Dios a través de cada página de la Biblia estudiada y leída en su contexto
no deja de asombrarme y llenarme de adoración ante un Dios tan grande y perfecto, con un plan y
hermoso en su soberana sabiduría ,ciencia, misericordia y bondad. Nosotros somos solo una pequeña
parte en este plan, y un mundo que aún espera con gemidos indecibles la restauración final prometida
por el Dios Eterno.
LA BELLEZA DE LOS TESTIMONIOS “ABURRIDOS”
Muchos cristianos luchan con compartir sus propios testimonios. Nuestras historias son aburridas,
poco interesantes y simples, o al menos eso es lo que creemos. ¿Quién nos escucharía incluso si lo
compartiéramos?
Lo que a menudo se califica como “interesante” es el tipo de cosa sobre lo que alguien escribiría (y
leería) un libro: ex-convictos, ex-adictos, ex-algo y cosas así. Todos somos pecadores salvados por
gracia, y sin embargo, tan sucios y quebrantados como podamos estar, muchos de nosotros no hemos
pasado un día en nuestras vidas sin saber acerca de Dios. A menudo describimos nuestros testimonios
en términos de la remodelación o renovación de nuestra fe actual: se nos recuerda el pecado que
tenemos, o somos condenados por el pecado que no vimos, y ahora podemos volver al evangelio que
hemos conocido toda la vida. No es tanto un cambio de 180°, sino como un par de grados a la vez.
Siempre increíble
Somos consumidores de historias grandes y emocionantes —mira la industria del cine, por ejemplo—.
Tendemos a descalificar cualquier cosa que no se ajuste a ese patrón. No nos ofrecemos
voluntariamente a decirle a la gente que tenemos toda la vida en la iglesia y aceptamos a Jesús desde
pequeños. ¿Quién no encontraría esa historia aburrida?
La solución no es buscar un testimonio más poderoso: no vamos a pecar para que la gracia abunde.
Debemos ampliar nuestro entedimiento de lo que constituye un testimonio hermoso. Podemos
describir a los que crecieron en la iglesia como salvados de los horrores de la vida criminal, pero esta
historia se siente vacía. La negación no es tan poderosa como la expresión positiva: somos salvos de la
condenación que nos merecemos, por la gran gracia del Hijo de Dios, Jesucristo, por medio del poder
del Espíritu Santo.
Por supuesto que deseamos ser recordados, para ser vistos como ejemplos vivos de la gracia que Dios
puede proporcionar. Los ejemplos pregonados sobresalen en el amplio curso de la historia,
especialmente aquellos salvados a través de circunstancias terribles: la persecución de Pablo a los
cristianos, los muchos pecados sexuales de Agustín, y el adolescente ateo que a los 30 y tantos años se
convirtió conocido como C. S. Lewis. Vemos que grandes cristianos del pasado a menudo tienen
trasfondos desastrosos.
No hay cristianos ordinarios
Este énfasis en los testimonios dramáticos puede ser perjudicial, a pesar de la intención de
inspirarnos. Mientras estos testimonios nos pueden animar a mirar y ver la grandeza de Dios,
tendemos a creer que la gracia de Dios solo se manifiesta en aquellos que han sido salvados de
“mucho”. Si decidiéramos seguir a cristianos “ordinarios” —pastores y ancianos, nuestros padres y
profesores, nuestros compañeros— tal vez seríamos más capaces de ver la gracia impresionante y
explícita de Dios en nuestras vidas “ordinarias”.
No recomiendo la eliminación de los “grandes personajes” históricos de nuestros estudios, ni debemos
descartar los testimonios explosivos que tan a menudo oímos. Más bien, debemos ampliar nuestra
comprensión de lo que constituye una historia convincente de la gracia.
Todo cristiano tiene una historia de redención. Ya sea que hayamos sido salvados de la adicción a la
cocaína o de un corazón orgulloso, o desde lo más profundo de una celda de la cárcel o de la comodidad
de nuestras casas en los suburbios, tu historia está llena de gracia. Si no podemos ver la belleza de una
historia de redención, el problema no es la historia: el problema está en nosotros.
Después de todo, toda historia de redención es una tan poderosa que Cristo murió para cumplirla.
LA RESPUESTA DEL CRISTIANO AL MUNDO HACIENDO LO QUE EL
MUNDO HACE
Ahora que los cristianos hemos tenido unos días para tranquilizarnos un poco, podemos cambiar la
posición y volver a calibraros. Eventos como aquellos que transcurrieron el pasado
viernes proporcionan momentos oportunos para recordar al pueblo de Dios de nuestra misión.
Cuando algunos de los más poderosos tribunales humanos en el mundo expresan su condición caída, y
las tribunas de la cultura estallan en alabanza, los cristianos dan una ocasión para recordar lo que
estamos haciendo aquí en la tierra.
La humanidad todavía está caída. Jesús todavía ha resucitado. Cristianos todavía están comisionados.
Ser galardonado con toda bendición espiritual del cielo significa que tenemos la responsabilidad de ser
una bendición en la tierra. Un lugar útil de dirigirnos a la instrucción bíblica al respecto es la
exhortación del apóstol Pablo a la iglesia de Colosas. Estos creyentes vivieron en una cultura que
desentonaba con la cosmovisión bíblica. Cosas como la homosexualidad y las posturas políticas
hostiles eran la norma. Entonces, ¿Por qué Dios, a través de la pluma del apóstol, pastorea a su pueblo
para responder?
“Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que vuestra conversación
sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada
persona.”(Colosenses 4:5-6).
En general, la idea es que cuando las personas perdidas hacen lo las personas perdidas hacen, Dios
mantiene su iglesia en medio de ellos, como compañeros de los pecadores (que han sido salvados por
Cristo), con el fin de interactuar con sabiduría y humildad para Su gloria y su salvación.
Aquí están algunos recordatorios para ayudar a responder con prudencia, mientras vivimos entre los
perdidos:
El evangelio nos transforma para una nueva vida.
Aunque nos hemos opuesto y hemos rechazado a Dios, hizo un plan para hacer de sus enemigos sus
hijos. Eso es lo que hizo al venir del cielo a la tierra; vivir sin pecado, muriendo sacrificialmente, y
resucitando victoriosamente. Él se acercó a nosotros, no con un látigo para castigar y apartarnos por
ser pecadores, pero con una corona de espinas, la cruz y los clavos para retenerlo en la cruz por
nosotros; traernos cerca.
Dios finalmente juzgará a todas las personas que no reciben su perdón amoroso, pero es retenido por
un poco. Él perdona la ejecución de los pecadores mediante la ejecución de su Hijo en su lugar. Eso es
lo que Dios hizo al enviar a su Hijo a morir en la cruz.
El Dios que aborrece el pecado es el Dios que ofrece perdón de nuestros pecados al asumir la
responsabilidad de nuestros pecados con su muerte expiatoria sustitutiva.
Y cuando recibimos a Cristo por la fe, entramos en la familia de Dios; somos cambiados. Debemos
poner nuestras mentes en las cosas de arriba, no en las cosas que están en la tierra (Colosenses 3:2).
La obra terminada de Cristo aplicada a nosotros por la gracia de Dios lo cambia todo, especialmente
nuestra postura hacia los pecadores haciendo lo que hacen los pecadores.
El evangelismo se convierte en el privilegio y el deber de todo cristiano, no cristianos de
élite.
Aunque muchos de los creyentes colosenses eran probablemente nuevos cristianos y sin mucha
educación de Biblia, Pablo les llamó a ser evangelística en una cultura en oposición. La forma en que
sabemos que estamos llamados y calificados para hablar la buena noticia de Cristo crucificado por los
pecadores es si hemos creído el mensaje nosotros mismos.
Charles Spurgeon escribió: "Usted no fue salvo para qe pueda ir al cielo solamente; usted fue salvo para
que usted pueda llevar a otros con usted.”
Los embajadores nacionales se consideran a sí mismos privilegiados de representar a sus naciones en
territorios extranjeros. ¿Hemos captado el privilegio colosal que tenemos de ser embajadores de Dios y
portavoces en un mundo perdido?
Se supone que los cristianos están con los perdidos, no se esconden de ellos.
Los mandamientos que existen en el NT perteneciente a la conducta entre los perdidos nos dice que el
pueblo de Dios no han de ser cristianos escondidos en bunker. La salvación del pecado no es un
llamado a la evacuación de los pecadores. Jesús dijo: "Vosotros sois la sal de la tierra." (Mateo 5:13). La
sal no tiene la intención de permanecer en el contenedor / agitador de sal sino que sea dispersa en la
materia que es diferente de si, con el propósito de ayudar. Estamos para dispersar cada semana en
nuestros puestos de trabajo, aficiones, familia, amigos, barrios para llevar el valor, el condimento del
carácter piadoso y la palabra de Dios.
Dios asume que estamos preocupados por la conversión de los perdidos, no
indiferentes.
Al dar el mandamiento con respecto a los perdidos, el apóstol supone correctamente que los
verdaderos creyentes en la iglesia de Colosas se preocupaban en gran medida por los griegos perdidos,
Judíos, y los romanos a su alrededor.Ser salvo crea una reacción automática en el pueblo de Dios:
desean desesperadamente que otros se salven. Charles Spurgeon, “¿No desea que otros se salven?
Entonces usted mismo no es salvo. Téngalo por seguro.”.
Dios es el que salva, aunque somos sus instrumentos.
Que existe un mandamiento a los creyentes con respecto a sus vidas en torno a los incrédulos nos dice
algo sorprendente: el Dios perfecto del universo realmente utiliza personas imperfectas para llevar a
cabo su plan perfecto de salvar a los perdidos. Pero no somos más que instrumentos. Sabiendo esto nos
aleja de la conducta poco útil en el evangelismo (ira, frustración, desesperación) y los métodos inútiles
en la evangelización (pragmatismo, técnicas centradas en el hombre y de manipulación).
Y podemos confiar en que el Príncipe de los pastores, que se preocupa mucho por sus ovejas, no tendrá
nada menos que un 100% de éxito en la búsqueda y en guardar a sus elegidos.
La Estrategia de Dios para alcanzar a los perdidos son los cristianos piadosos en el
mundo y no las técnicas externas siempre cambiantes.
Ahora, su estrategia final, por supuesto, es su propio plan soberano para llegar abajo y otorgar nueva
vida a pecadores indignos que no lo merecen. Pero, su plan soberano incluye un medio. El apóstol
presenta a la la iglesia de Colosas y nosotros: la conducta piadosa entre los perdidos (Colosenses 4:5) y
las palabras piadosas con los perdidos (Colosenses 4:6). Eso es todo.
Por lo tanto, no tenemos por qué entrar en pánico y asumir que la Escritura es deficiente cuando se
trata de alcanzar a los perdidos; aunque su perdición adquiere nuevas y retorcidos grados.
La estrategia de Dios para la vida efectiva entre los perdidos no es una cierta técnica externa. Cosas
como eventos de evangelismo periódico son buenos y necesarios, pero deberían ser una excepción en
medio de la norma de todos los días-sal y luz viviente. Pablo no insta a la iglesia a tener tres servicios
de la iglesia para una edad específica y demografifca diferente para un alcance efectivo. Él no manda
los Colosenses a alcanzar a los perdidos retumbando con megáfonos con reuniones locales en al
ciudad. Tampoco consideró boicotear establecimientos no cristianos como evangelismo bíblico. El
Apóstol no les ordenó, diciendo: “Está bien, la manera de llevarlos a Cristo es evitar y rechazar el
expendio de yogur griego, porque el cajero practica la homosexualidad.”
Si todavía no estamos en el cielo, la responsabilidad de todo cristiano es la santidad personal en
nuestra conducta ante los perdidos y la piedad personal en nuestras palabras con los perdidos. Y, no es
suficiente ocultarme en mi casa y ser piadoso. De hecho, eso es impío.
Más específicamente, mi conducta en torno a los perdidos es ser sabio y redimir. Yo debo de andar en
"sabiduría para con los extraños," pensar en el rasgo de piedad que se necesita en el momento, en el
temor de Dios, no el hombre. Estoy para hacer “el mejor uso del tiempo.” Esa frase griega en Col. 4:5
“aprovechando bien el tiempo” tiene la idea de comprar a cada momento. Debo ver mis minutos, horas
y días entre los perdidos como una oportunidad de inversión para la gloria de Cristo y su salvación.
Además, mi discurso con los perdidos es ser "siempre" lleno de gracia, sazonada y tener discernimiento
(Colosenses 4: 6). En ningún momento necesitamos desviarmos de estos mandamientos como si
fueran insuficientes para la misión. La verdad debe ser dicha, incluso y especialmente verdades sobre
la depravación, el arrepentimiento, la ira de Dios, el infierno, y sin embargo siempre sazonadas. Los
condimentos bíblicos incluyen cosas como una respuesta suave (Prov. 15:1 ) y un buen momento (Prov.
15: 2 ), combinada con la atención sincera por el oyente (1 Cor. 13:4, Ef 4:15). Y la buena noticia de
Cristo crucificado en lugar de los pecadores deben abundar más de lo que estemos hablando.
Y el Apóstol asume que debemos ser intencionales al dialogar con los perdidos: "… para que sepáis
cómo debéis responder a cada uno" (Colosenses 4: 6). Se supone que hablemos, escuchemos y
pensemos a través de una respuesta. Aunque aún firmemente opuesto a la cosmovisión bíblica, muchos
tienen preguntas y están dispuestos al diálogo. Tienen malentendidos que necesitan aclaración e ira
que se debe soportar. La conversión es a menudo algo que lleva su tiempo mientras las verdades se
discuten y se procesan. La disposición de un cristiano al diálogo de manera sazonada a menudo es ese
lento cincel en la mano de Dios que con el tiempo hará de un pecador condenado a un santo
justificado.
Nuestra conducta piadosa y el discurso entre los perdidos serán alimentados mientras tenemos en
mente las verdades teológicas como la soberanía de Dios (que sabemos que él está en control), la
depravación del hombre (los perdidos hacen lo que hacen los perdidos), la cruz de Cristo (el poder de
Dios para salvar a los peores, como nosotros), la confianza en la cruz ("No me avergüenzo del
evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al Judio primeramente y
también al griego". Rom 1:16), y la eternidad del cielo y el infierno (mucho está en juego aquí).
Nuestra conducta piadosa y palabras también se alimenta recordando cosas prácticas, como la
humildad de una mentalidad de siervo (¿cómo puedo servir a los perdidos a mi alrededor?), El pecado
en realidad trae dolor (las caras felices son solamente novocaína espiritual), comprensión (son
correctas mis suposiciones sobre esta persona?), aprendizaje (los cristianos ignorantes suelen ser un
testigo pobre), discusión en amor (desacuerdo sin desprecio innecesario), evitar ser innecesariamente
raros (usted no está llamado a ser un imitador de Ezequiel), recibir corrección ( si nos equivocamos
acerca de un tema, admitirlo), conciencia (los cristianos debe ser tácticos), seguimiento (mantener la
relación y dar material de lectura), silencio (saber cuándo estamos dando perlas a los cerdos), y oración
(vamos a necesitar la sabiduría y la fuerza más allá de nuestros propios recursos).
Trabajar por la piedad personal no es sólo por nosotros mismos. Es para el beneficio de las muchas,
muchas personas perdidas que nos rodean. Así, cuando vemos la cultura se precipita en la forma en
que la cultura ya se precipitó; cuando nos preguntamos, "¿Cómo puedo ser eficaz para Dios?",
podemos ver el simple plan de Dios y tomar valor. Ya que tenemos poco tiempo para llevar la verdad
sazonada a los perdidos, debemos hacer un buen uso de ello.
PASOS PARA LA ORACIÓN EXITOSA, PARTE 1
Parte 1: Comience con alabanza
"Vosotros, pues, oraréis así: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre. Venga
Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal.”"(Mateo 6:9-13)
Si estudia las oraciones ejemplares de las Escrituras, notará que todas ellas son breves y sencillas. La
oración que es sincera y urgente debe ser de ese estilo. La divagación y la palabrería son signos de falta
de sinceridad, sobre todo en la oración. La oración del publicano en Lucas 18:13 es lo más corta y
directa posible: "Dios, ¡sé propicio a mí, pecador!" Luego está la oración del ladrón en la cruz: "Jesús,
acuérdate de mí cuando vengas en Tu reino "(Lucas 23:42). Esas plegarias son como el grito de ayuda
de Pedro cuando estaba caminando sobre el agua, a veces citado como la más breve oración en la
Biblia: "¡Señor, sálvame!" (Mateo 14:30).
La Escritura registra muy pocas oraciones largas. Gran parte del Salmo 119 se dirige a Dios en el
lenguaje de oración; y es, por supuesto, el capítulo más largo de la Biblia. Aparte de eso, Nehemías 9:5-
38 contiene la oración más larga en toda la Escritura; y puede ser leída en voz alta en menos de siete
minutos. Juan 17 es la oración más larga en el Nuevo Testamento. También es la plegaria más larga
registrada de Jesús; de tan sólo veinte y seis versículos.
Sabemos, por supuesto, que Jesús oró oraciones mucho más extensas que eso porque las Escrituras
registran varios casos donde Él rezó en soledad durante largos períodos de tiempo (Mateo 14:23,
Marcos 6:46). Cuando Le era apropiado, Él incluso pasaba la noche entera en oración (Lucas 6:12). Era
su costumbre por lo tanto orar, tanto en privado como con Sus discípulos (Juan 18:2). Y el patrón era
claro: Sus oraciones extensas eran las que Él oraba en privado. Sus oraciones públicas eran ejemplos
perfectos de habla escueta, directa, clara.
Escuchar a Jesús orar y observar Su dependencia constante de la oración privada dio a los discípulos
un apetito por la oración. Entonces le preguntaron: "Señor, enséñanos a orar" (Lucas 11:1). Él
respondió repitiendo la misma oración modelo que Él mismo dio en el Sermón de la Montaña.
Nosotros la llamamos el Padre Nuestro. Más bien habría que pensar en ella como la oración de los
discípulos, porque su elemento central es una petición de perdón divino, algo que Jesús nunca tendría
que pedir en oración. Al igual que todas las grandes oraciones, es a la vez sucinta y sin pretensiones. No
hay una palabra demás, ni una pizca de vanas repeticiones, ni una sola nota de ostentación o
ceremonia en toda la oración:
Y Él les dijo: "Cuando oréis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea Tu nombre.
Venga Tu reino. Hágase Tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada
día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todos los
que nos deben. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal."(Lucas 11:2-4).
Esa oración fue un modelo a seguir para los discípulos, no un mantra para ser recitado sin
comprometer la mente o las pasiones. Los diversos elementos de la oración de Jesús son recordatorios
de todo lo que nuestro orar debería incluir: alabanza, petición, penitencia y una súplica de gracia en
nuestra santificación. Esos son no sólo los elementos clave de la oración, sino también algunas de las
características principales de la auténtica adoración.
Y ahí es donde comenzaremos en nuestro próximo mensaje.
EL 100% DE LOS QUE FUERON SANADOS POR JESÚS MURIERON
Lo vi mientras estacionaba el carro en frente de un restaurante. Un rótulo de una iglesia
promocionando sus servicios de sanidad. De hecho, cada fin de semana tenían una hora específica
para que la gente pudiera llegar y ser sanada. El rótulo no tenía mucha más información que los
tiempos de servicio y unas palabras de estímulo (“¡Dios quiere lo mejor para tu vida!”).
En otra ocasión, estaba hablando con un amigo y él me contó que quería ser parte de una iglesia que
experimentaba físicamente la sanidad. “¿No sería increíble experimentar el Espíritu Santo de esta
manera? ¿No sería maravilloso volver a como eran las cosas en la iglesia primitiva, con tantos
testimonios de sanaciones?”. Pensemos en esto por un momento.
El punto de la sanidad
Si bien entiendo lo atractivo de la sanidad física, no puedo evitar hacer la pregunta, ¿es este realmente
el punto de la iglesia? ¿Deberíamos estar invitando a la gente a venir y “experimentar el poder sanador
de la presencia de Dios”? ¿Es esta una correcta comprensión de los efectos de la resurrección de
Cristo? ¿Puede nuestra motivación para formar parte de la iglesia ser conducida por un deseo de ser
sanado físicamente? ¿Es esto correcto?
A lo largo de los tres años de su ministerio, Jesús hizo muchos milagros (ej. Juan 2:1–11, 4:43–
54; Lucas 4:31–41, 5:1-14, 5:17–26, 6:6–11, 7:1-10, 8:22–39, y muchos más). Estos milagros fueron
hechos para testimonio de lo que enseñaba Jesús, y mostraban su compasión (Mateo
9:36, 14:14, 15:32, 20:34), así como nos daba una representación de cómo Dios obra nuestra salvación
(Mateo 8:16–17, Isaías 35:4–6). A lo largo de la vida de la iglesia primitiva, como leemos en Hechos,
los apóstoles también realizaban muchos milagros (Hechos 2:43, 3:7-11, 5:12,-16, 6: 8, 8:6-7, y más). El
poder de estos milagros fue dado por Cristo y fue facultado por el Espíritu Santo (Hechos 2:4, Hebreos
2:4, Marcos 16:20). Y estos milagros de sanidad física revelaban la autoridad de los apóstoles
y mostraban el poder de Dios obrando en ellos (Hechos 15).
El problema con los milagros
El problema con los milagros no es que no ocurren o que no deben ocurrir en la iglesia de hoy, sino que
muchas veces malinterpretamos su propósito y lugar en la iglesia. Los milagros no son el objetivo. Son
solo un medio hacia un fin. No debemos unirnos a una iglesia únicamente para experimentar un
milagro. No debemos desear ser parte de una iglesia solamente para “recibir”. Los milagros no son el
punto final: son simplemente un medio para mostrar la gloria de Dios, la veracidad de Su evangelio, y
la compasión de Su carácter.
En las Escrituras vemos varios casos en los cuales los milagros no son necesariamente útiles en cuanto
a la proclamación del evangelio. Por ejemplo, Hechos 14. Pablo y Bernabé llegaron a Listra donde
sanaron a un hombre que había sido cojo desde su nacimiento. Inmediatamente al Pablo dar la
palabra, el hombre cojo brotó y comenzó a caminar. ¿Cuál fue la reacción de la gente? No adoraron a
Jesús. Por el contrario, adoraron a Pablo y Bernabé, creyendo que eran los dioses griegos Hermes y
Zeus. El sacerdote del templo pagano incluso les ofreció sacrificios. Pablo y Bernabé se rasgaron las
túnicas y les suplicaron a los griegos que vieran que no eran nada más que hombres como ellos. Pero
no funcionó. Los habitantes de Listra todavía quisieron ofrecerles sacrificios, y sin embargo, era solo
cuestión de tiempo antes de que los judíos manipularon a la misma multitud a ponerse en contra de
Pablo y Bernabé y apedrearlos.
Entonces, ¿qué es lo que verdaderamente propaga el evangelio? Hechos 14:20-21 nos muestra que es la
predicación del evangelio. De hecho, si regresas a Hechos 13 verás que lo que trae muchos gentiles a
conocer a Jesús es la predicación de las buenas nuevas de que Jesucristo ha venido a salvarlos.
Considera el sermón de Pedro en Hechos 2. ¿Por qué se añaden miles a la iglesia? ¿Por el milagro de la
sanidad? ¿Por la expulsión de los demonios? ¿Por todas las enfermedades que fueron sanadas? ¡No!
Miles vienen a Jesús porque ellos escucharon y respondieron al evangelio.
El problema con un ministerio impulsado por los milagros es que 100% de las personas que son
sanadas eventualmente mueren. Ocurrió con Jesús y ocurre hoy. La iglesia simplemente no se puede
tratar de la sanidad. Es demasiado temporal. Necesitamos una visión más grande de los milagros y una
visión más grande de Dios. Aquí es donde el evangelio nos puede ayudar.
El evangelio nos ayuda a no cometer el mismo error que Simón cometió: buscar milagros en lugar de
buscar a Jesús (Hechos 8:20-23). El evangelio enfoca nuestra visión para ver que Dios está más
interesado en cambiar nuestros corazones que en cambiar nuestras circunstancias. Nos ayuda a desear
más el milagro eterno de salvación que los milagros temporales de la sanidad.
Orando por sanidad
Entonces, ¿qué pasa con aquellos que están verdaderamente enfermos? ¿Es incorrecto desear ser
sanados? Por supuesto que no. Debemos ser cautelosos a no caer al otro extremo y acallar a aquellos
que desean ser sanados. Jesús no se enojó con las multitudes que lo buscaron. Él vio sus aflicciones y
tuvo compasión de ellos (Mateo 14:14). Así que si vienes a mí hoy y compartes conmigo la historia de
tu enfermedad, no voy a tratar de ser Jesús y darte una palabra de sanidad. Mis palabras no cargan el
mismo poder que las Suyas. Sin embargo, voy a orar para que seas sanado y creer que Dios lo puede
hacer por la gloria de Su nombre. Y si no lo hace, eso está bien, porque el evangelio me dice que Jesús
murió, no para quitar mi sufrimiento inmediato, sino para darme la fuerza, esperanza y gozo para
poder aguantar el sufrimiento inmediato y para salvarme de cualquier sufrimiento eterno.
Oremos por sanidad, pero no olvidemos que somos pecadores y que el evangelio siempre será la mejor
sanidad a nuestra peor enfermedad.
Nota: Si eres un creyente que se quedó sin sanidad, por favor lee esto.
MUJER GOTERA
Estoy segura de que alguna vez en tu casa has tenido una gotera, ya sea por causa de la lluvia o por un
grifo dañado que no deja de gotear. De hecho, en mi cocina tengo un pequeño grifo que en la última
semana no ha parado de gotear. Cuando hay silencio en la casa (para ser honesta, pocas veces) es un
sonido que es constante, irritador y desesperante. Parece que te taladra en la cabeza. A veces te dan
ganas de arrancarlo y acabar por completo con ese ruido torturador. Es algo continuo, con ritmo, no se
detiene, tic, tic, tic, gota a gota, y sigue cayendo sin cesar, ¡es terrible! A mí me desespera, sabes a lo
que me refiero ¿verdad?
La mujer gotera
Mira lo que dice la Biblia en Proverbios 27:15-16:
“Gotera constante en día de lluvia Y mujer rencillosa, son semejantes; El que trata de
contenerla, es como refrenar al viento Y recoger aceite con su mano derecha”.
La Biblia compara este ruido enloquecedor de gotera continua con la mujer rencillosa. ¿Qué quiere
decir la palabra “rencillosa”? Se refiere a una persona que siempre está riñendo y dando lugar a un
estado de hostilidad entre dos o más personas. Esta es la característica de la mujer descrita en estos
versículos del libro de Proverbios.
¿Qué caracteriza a una mujer rencillosa?
Hay algunas características que podemos encontrar en este tipo de mujer:
- Es una mujer que discute por cualquier cosa con su esposo, hijos, compañeros de trabajo, o con
cualquier persona que se relacione con ella.
- Es orgullosa y solo ve lo malo que hacen los demás, y lo bueno que hace ella. Se cree casi perfecta, y si
no fuera por ella todo se hundiría.
- Es una mujer que desespera a su esposo e hijos, hasta el punto que prefieren estar fuera de la casa
que convivir con ella. Proverbios lo dice de esta manera: “Mejor es vivir en un rincón del
terrado Que en una casa con mujer rencillosa” (21:9); “Mejor es habitar en tierra
desierta Que con mujer rencillosa y molesta”(21:19).
- Es una mujer insistente, cuando quiere algo procura conseguirlo a toda costa, como las mujeres de
Sansón que le llevaron a la ruina.
- Por cualquier motivo crea un campo de batalla. No se le puede llevar la contraria, le cuesta reconocer
que se ha equivocado.
-No tiene dominio propio, ni paciencia, se desespera e irrita enseguida. “El que trata de
contenerla, es como refrenar al viento Y recoger aceite con su mano derecha” (27:16).
Es terrible ser una mujer rencillosa, una mujer gotera. Que los demás te consideren así es muy triste y
preocupante. Al final, este tipo de mujeres se quedan totalmente solas: nadie quiere estar con ellas, ni
siquiera su propia familia. Parece imposible aguantarla. Lo más importante, es una actitud que
deshonra al Señor.
Ahora bien, cada una de nosotras debe analizar su vida y ver si estamos teniendo características de esta
mujer rencillosa. Si realmente somos creyentes, nuestras vidas no deben estar caracterizadas de esta
manera, puesto que es contrario al espíritu de un verdadero cristiano.
Cómo evitamos ser gotera continua
Antes de conocer a Jesucristo como nuestro Salvador y Señor, andábamos siguiendo la corriente de
este mundo y del príncipe de este siglo, Satanás. Pero cuando Dios vino a nuestras vidas, nos cambió y
transformó por completo. Somos nuevas criaturas creadas en Cristo Jesús para buenas obras, y por la
obra de Cristo ya no tenemos que vivir en esclavitud al pecado. Por Cristo podemos vivir conforme a Su
Palabra. Por Cristo podemos evitar ser esa clase de mujer.
Aquí algunos consejos para tratar de no ser mujer rencillosa:
- En primer lugar, si ves que tu actitud es de continuo ser una mujer rencillosa, pídele perdón a Dios, y
cambia de dirección. Eso es lo que significa el arrepentimiento, el cambiar de mente y dirección en tu
vida. Siempre podemos hallar perdón en los brazos de nuestro Dios y Padre.
- Tenemos que revestirnos del nuevo hombre. “Por tanto, consideren los miembros de su
cuerpo terrenal como muertos… Pero ahora desechen también todo esto: ira, enojo,
malicia, insultos, lenguaje ofensivo de su boca”, Colosenses 3:5,8.
- Pidámosle al Espíritu Santo que nos vaya transformando y que nos dé un espíritu afable y apacible,
que es de grande estima delante de Dios (1 Pedro 3:4). Solas no podemos.
- Para cambiar nuestro carácter rencilloso, tenemos que pedir a Dios sabiduría divina, y eso comienza
con el temor al Señor: “El principio de la sabiduría es el temor al Señor”, Salmo 111:10. “La
mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba”, Proverbios 14:1.
- No grites ni alces la voz. Pensamos que por gritar más tenemos más razón, pero lo que provoca es más
ira y discordia: “La blanda respuesta quita la ira, mas la palabra áspera hace subir el
furor”, Proverbios 15:1.
- Pregúntate si vale la pena discutir por algún asunto. A veces las discusiones y las rencillas vienen por
cosas sin importancia, pero la mujer rencillosa hace una montaña de algo muy pequeño e
insignificante.
Lo contrario a una mujer rencillosa y que aparta a su marido de sí misma es una mujer virtuosa, y
Proverbios 31 nos da las características de esa mujer virtuosa: “El corazón de su marido está en
ella confiado… ella le da bien y no mal todos los días de su vida. Abre su boca con
sabiduría. Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; y su marido también la
alaba. La mujer que teme al SEÑOR, ésa será alabada”.
Una última palabra a aquellos que viven en casa con la mujer gotera: Recuerden el evangelio. Así como
Cristo nos perdonó, perdonémonos unos a otros.
Busquemos más al Señor para que nos vaya puliendo y transformando de gloria en gloria. Que con su
ayuda y misericordia, podamos reflejar su amor y carácter en nuestras vidas. Que nuestro objetivo
como mujeres creyentes sea tener un espíritu afable y apacible, porque no es que a Dios le agrada, sino
que es de gran estima delante de Él. Que vivamos para su gloria.
¿QUÉ LE DIGO A UNA PAREJA DE NOVIOS QUE HAN QUEDADO
EMBARAZADOS?

Esta es una pregunta difícil de responder sin conocer detalles específicos. Desde el principio debo
afirmar que no siempre es lo más sabio que la pareja se case. No todos los casos ameritan un
matrimonio. Puede que el consejo de casarse lleve a un matrimonio sin una base firme en las
Escrituras, sin arrepentimiento y sin una comprensión del propósito del matrimonio. 


El sexo fuera del matrimonio es pecado. La Biblia lo llama fornicación (sexo ilícito). Que la cultura lo
acepte no cambia lo que Dios ha dicho. 1 Corintios 6:18 dice, “Huyan de la fornicación. Todos los
demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio
cuerpo”.
Dios diseñó la relación sexual para ser disfrutado solo en una relación de pacto. El matrimonio es un
pacto primeramente con Dios y después con el futuro cónyuge. Es en este contexto que el sexo es
maravilloso.
Si la pareja profesa ser cristiana
Para una pareja como esta, entiendo que es necesario presentarles esto que acabamos de ver en la
Biblia y llamarles, en amor, al arrepentimiento, a un cambio de la forma de pensar que resulte en un
cambio en la forma de actuar. Hay perdón y lavamiento total de mi pecado por la sangre de Jesús
cuando me arrepiento y lo confieso (1 Jn. 1:9).
Si la pareja venía teniendo relaciones sexuales, les diría que se abstengan hasta una fecha de casarse, y
me aseguraría de que haya alguien cerca de cada uno para estar orando y ayudándolos en este tiempo
con su pureza.
A veces las parejas postergan la fecha de casamiento por razones económicas, pero lo importante en
este caso es casarse en un tiempo prudente, idealmente antes del nacimiento del bebé. En este caso
sería prudente una boda simple y económica. Igual es necesario un tiempo suficiente para repasar un
material (en lo posible) de consejería prematrimomial, o estudiar directamente lo que la Biblia dice del
matrimonio para estar preparados con bases firmes arraigadas en las Escrituras.
Si la pareja estaba cohabitando
En el caso de que la pareja estuviera cohabitando, hay un concepto errado de casar rápidamente esta
pareja. El pensamiento es que hay que rectificar la situación, por lo tanto hay que casarlos y así no
están más en pecado. Hay poca sabiduría bíblica en esta manera de pensar.
Para poder edificar sobre un fundamento firme es esencial que haya un tiempo para manifestar un
arrepentimiento genuino, una restauración genuina y una oportunidad para edificar sobre un
fundamento sólido. Si el fundamento de la casa está mal, la solución no es seguir construyendo, sino
corregir o empezar un fundamento nuevo para edificar una casa que va a durar.


Si solo hay un cristiano en la pareja


Como regla general, si una sola persona en la pareja es cristiana, entonces no alentaría el casamiento
de los novios, por lo menos hasta que no haya una conversión.
Si son realmente novios y uno es creyente, es evidente que la persona no está caminando en plena
comunión con Dios al caer en fornicación y en yugo desigual. También es posible que la persona
simplemente profesa ser un cristiano, pero quizás no lo sea en verdad.
Esta es una oportunidad para hablar del evangelio y llamar en amor al que profesa ser cristiano al
arrepentimiento. Por supuesto que también lo animaría a separarse de su novio o novia y alentar a la
pureza sexual.
Esto no quita la responsabilidad y la necesidad del padre de visitar y criar a su hijo/a en un futuro. Si
hablara con los dos a la vez, hablaría del evangelio, el pecado, de nuestra necesidad de un salvador, la
importancia de edificar una familia sobre los fundamentos de la Biblia.
Si el no creyente está dispuesto a escuchar, le diría que el cristianismo presenta un cuadro muy
pesimista de nuestro condición pero muy optimista en cuanto a la esperanza que tenemos si
reconocemos nuestro pecado y nuestra necesidad. Nos da esperanza también para un matrimonio y
una familia sólida si la edificamos sobre la Biblia, pero para ello primero tenemos que responder a la
invitación que la Biblia nos hace de creer en Jesús como el Dios hombre que murió en nuestro lugar
para darnos vida abundante y vida eterna.

Por supuesto que habría que saber más del caso en particular, y de ninguna forma podemos tratarlo
solo como un ejercicio teológico, sino que tenemos que estar ahí en el proceso de consejería,
encarnando la gracia del evangelio en que creemos.
No podemos negociar el entendimiento de lo que Dios ha dicho del sexo, el matrimonio, el evangelio y
nuestra necesidad de experimentar el arrepentimiento y la restauración que solo ocurre cuando
reconocemos la seriedad y profundidad de nuestro pecado y el perdón absoluto que Cristo nos ofrece
cuando venimos a Él. Dios es un Dios de resurrección, y puede restaurar y proveer en medio del lío que
causó mi pecado.

5 MANERAS EN QUE ABUSAMOS DE NUESTRA LENGUA
Eclesiastés 5: 3: Porque los sueños vienen de la mucha tarea, y la voz del necio de las muchas palabras..
El rey Salomón de Israel escribió estas palabras en el siglo X aC La Biblia nos dice que él era el hombre
más sabio que jamás haya existido (1 Reyes 4:30ff) y escribió muchos dichos sabios en los libros de
Proverbios y Eclesiastés. En Eclesiastés, Salomón escribió acerca de una vida vivida al margen de Dios
y argumentó que esa vida era inútil. En el quinto capítulo de Eclesiastés, Salomón escribió acerca de la
futilidad de la vida egoísta. Él animó a sus lectores a prestar más atención a sus acciones que sus
palabras.
En Eclesiastés 5: 3, Salomón afirmó que los sueños vienen a menudo a causa de las actividades y las
ansiedades de la vida. El sueño tranquilo se puede interrumpir con los sueños que vienen como
resultado de la tensión de la vida. Salomón añade que, así como el exceso de actividad dificulta el
sueño, el necio se conoce porque él utiliza demasiadas palabras o habla demasiado. El tonto abusa de
su lengua a través de una sobre actividad!
La lengua es una parte muy necesaria de nuestra anatomía que se puede utilizar para la enseñanza de
la Palabra de Dios, sin embargo, puede ser un perjuicio también (Santiago 3: 1 ss). ¿Cuáles son algunas
formas en que la Biblia dice que podemos abusar de nuestra lengua?
1. El chisme
Pablo advirtió a Timoteo acerca de las viudas, específicamente en su iglesia, que eran chismosas. 1
Timoteo 5:13: "Y además aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa, y no solamente ociosas,
sino también chismosas y entrometidas, hablando lo que no conviene." La palabra que aquí se
describen a alguien que está diciendo tonterías. El chisme es transmitir información sobre la vida
personal de alguien que puede no ser cierto. Estamos mal usando nuestras lenguas cuando nos
involucramos en pasar información acerca de alguien que puede no ser cierto. Estamos diciendo cosas
que no deberíamos.
2. Discordia
Salomón dio una lista enumerada en Proverbios 6 de siete cosas que Dios aborrece. El séptimo
elemento de la lista es "el que siembra discordia entre hermanos" (Proverbios 6:19). La palabra hebrea
para "discordia" también puede ser traducida como "controversias, conflictos, luchas". La BTX traduce
"rencillas". Nuestras lenguas pueden ser mal utilizadas para provocar controversia, peleas, conflictos y
discordia en el hogar, el trabajo, la iglesia o un grupo de estudio bíblico. Una gran carga que tengo
como pastor es la gente dentro de la congregación local que nunca está a gusto y constantemente debe
"revolver la olla". Es un pecado para usted y para mí usar la lengua para generar controversia o
mantener el conflicto en alto en todo momento.
3. La ira Conduce a la Atrocidad
Pablo dijo que una manera en que sabemos que estamos viviendo bajo el poder de la carne en lugar de
caminar en el Espíritu es "enojos" (Gálatas 5:20). La ESV traduce esta frase "ataques de ira", mientras
que la NVI traduce "ataques de furia". ¿Su ira es acompañada de gritos, y palabras hirientes? La lengua
puede ser utilizado como una tubería para nuestra ira. La lengua puede vomitar un torrente de
palabras poco amables, pronunciamientos, amenazas y un habla impía. Este uso de la lengua no es
impulsado por el Espíritu de Dios.
4. Conversación Necia
En Efesios 5, Pablo describió lo que significaba vivir en amor hacia los demás. Parte de esto implica
abstenerse de ciertas actividades tales como conversaciones necias. Una palabra griega describe estas
necedades y su palabra raíz viene de una palabra griega que significa "aburrido, estúpido". Es la
palabra de la cual obtenemos "imbécil" en español. Algunas traducciones lo llaman "tonterías". Esto es
una conversación estúpida e idiota que se refiere a la baja obscenidad que viene como resultado de la
embriaguez. Nuestra lengua se utiliza para necedades cuando las palabras de mundanidad sucia
provienen de nuestros labios.
5. Groserías
En el mismo pasaje en Efesios 5 Pablo se refiere a groserías. La ESV traduce esta palabra griega
"bromas crudas". Esto se refiere a la platica que toma algo inocente y lo convierte en algo obsceno. Son
insinuaciones sexuales. La cultura de la televisión estadounidense contiene una gran cantidad de este
tipo de charla. Este tipo de conversación sugestiva no se debe encontrar en el vocabulario de cualquier
persona que es un discípulo de Cristo.
Pensamientos Finales
¿Hay alguna esperanza para alguien que está tratando de superar estos y otros malos usos de la
lengua? ¡Por supuesto! Debemos orar con el salmista: “Señor, pon guarda a mi boca; vigila la puerta de
mis labios.” (Salmo 141: 3). Debemos tratar de vivir lleno del Espíritu de Dios, porque Él nos da el
autocontrol (Gálatas 5:23). Esto asegurará que nuestras lenguas se utilicen instrumentos para difundir
la gracia de Dios en un mundo que necesita desesperadamente el sabor de la conversación piadosa
(Colosenses 4:6).
TEÓLOGO DE LA ÉPOCA: JUAN CALVINO
Por Steven Lawson
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Juan Calvino (1509-1564) es sin duda el teólogo protestante más importante de todos los tiempos y
sigue siendo uno de los hombres verdaderamente grandes que han vivido. Un teólogo de primera clase,
un maestro de renombre, un hombre de estado eclesiástico, y un reformador valiente, Calvino es visto
por muchos como la mayor influencia en la iglesia desde el siglo primero. Además de los autores
bíblicos, Calvino se erige como el ministro más influyente de la Palabra en el mundo que haya visto
jamás. Felipe Melanchton le veneraba como el intérprete más capaz de la Escritura en la Iglesia, y por
lo tanto, él simplemente lo etiquetó “el teólogo” (JH Merle d’Aubigné, Historia de la Reforma en
Europa en los tiempos de Calvino, Vol. 7 [1880. Repr ., Harrisonburg, Virginia: Esparza, 2000], 82). Y
Charles Spurgeon dijo que Calvino “propuso la verdad más claramente que cualquier otro que haya
respirado, sabía más de la Escritura, y lo explicó con más claridad” (CH Spurgeon, "Laus Deo," El
Púlpito del Tabernáculo Metropolitano: sermones predicados por CH Spurgeon, Vol 10 [Pasadena,
Texas: Pilgrim, 1976]., 310).
Calvino nació el 10 de julio de 1509, a Gerard y Jeanne Cauvin en la ciudad de la catedral francesa de
Noyon, a unos cien kilómetros al norte de París. Gerard era un notario, o el administrador financiero,
por el obispo católico de la diócesis de Noyon y, por tanto, un miembro de la clase profesional. A los
catorce años, John entró en la institución educativa líder de Europa, la Universidad de París, a estudiar
teología en la preparación para el sacerdocio. Allí, él estaba inmerso en los principios del
Renacimiento, el humanismo, y la erudición. Un joven serio y notablemente aprendiz, se graduó con
una maestría (1528).
Poco después de graduarse Calvino, Gerard cayó en un conflicto con el obispo de Noyon, y esta pelea
con la iglesia le hizo reorientar su brillante hijo para el estudio de derecho en las universidades de
Orléans (1528) y Bourges más tarde (1529). Calvino aprendió griego y afiló sus habilidades en el
pensamiento analítico y el argumento persuasivo, habilidades que utilizaría con gran efecto en el
púlpito, en Ginebra. Pero cuando Gerard murió inesperadamente (1531), Calvino, de veintiún años, se
trasladó a París para seguir su gran amor: el estudio de la literatura clásica. Más tarde volvería a
Bourges, donde completó sus estudios de derecho y recibió su título de abogado en 1532.
Convertido Repentinamente
Mientras era estudiante en la Universidad de Orléans, Calvino encontró algunas de las ideas de
reforma tempranas a través de escritos de Martín Lutero, que fueron discutidas ampliamente en los
círculos académicos. Posteriormente, Calvino se convirtió a Cristo. Calvino registró un testimonio de
su conversión en el prefacio a su Comentario Sobre el Libro de los Salmos (1557):
Para esta búsqueda [del estudio de la ley] me esforcé fielmente a dedicarme, en obediencia a la
voluntad de mi padre, pero Dios, por la guía secreta de Su providencia, a la larga le dio una dirección
diferente a mi curso. Al principio, ya que también fui demasiado obstinadamente dedicado a las
supersticiones del papado para ser fácilmente desprendido de este profundo abismo de lodo, Dios
mediante una repentina conversión tenue trajo a mi mente a un marco educable, que era más
endurecido en tales asuntos de lo que podría esperar de uno en mi primera etapa de la vida. Habiendo
recibido el gusto y el conocimiento de la verdadera piedad, me encontré con tan intenso deseo de hacer
progresos en este sentido, que aunque no del todo dejar de otros estudios, que aún busqué con menos
ardor. (John Calvin, Commentary on the Book of Psalms , trans. James Anderson [Grand Rapids:
Baker, 2003], 1:xl–xli)
En noviembre de 1533, Nicolás Cop, rector de la Universidad de París y un amigo de Calvino, predicó el
discurso de apertura del período de invierno en la universidad. El mensaje era un alegato en favor de la
reforma sobre la base del Nuevo Testamento y un audaz ataque sobre los teólogos escolásticos de la
época. Cop encontró una fuerte resistencia a su puntos de vista de “Luteranismo”. Calvino se cree que
había colaborado con Cop en la dirección, mientras una copia del manuscrito existe en los escritos de
Calvino. Como resultado de ello, Calvino se vio obligado a huir de París antes de que pudiera ser
detenido. Se retiró a la finca de Louis du Tillet, un hombre adinerado que simpatizaba con la causa de
la Reforma. Allí, en la amplia biblioteca teológica du Tillet, Calvino leyó la Biblia, junto con los escritos
de los Padres de la Iglesia, sobre todo Agustín. Mediante un trabajo duro, el genio y la gracia, Calvino
se estaba convirtiendo en un teólogo autodidacta de no pequeña estatura.
En 1534, Calvino se trasladó a Basilea, Suiza, que se había convertido en un bastión protestante, con el
fin de estudiar en soledad. En Basilea, él escribió la primera edición de lo que sería su obra maestra
teológica y el libro más importante escrito durante la Reforma, los Instituciones de la Religión
Cristiana.En él, describe los fundamentos de la fe protestante y presenta un argumento convincente
para la interpretación Reformada de la Escritura. Sorprendentemente, Calvino comenzó su trabajo a la
edad de veinticinco años, tan sólo un año después de su conversión. Fue publicado cuando tenía
veintiséis años.
En 1536, Calvino decide trasladarse a Estrasburgo, en el suroeste de Alemania, para continuar sus
estudios como un erudito en silencio. Pero una guerra entre Francisco I y Carlos V, el emperador del
Sacro Imperio, le impidió tomar la ruta más directa. Calvino se vio obligado a desviarse hacia Ginebra,
donde tenía la intención de pasar sólo una noche. Pero cuando entró en la ciudad, fue inmediatamente
reconocido como el joven autor de los Institutos. Los simpatizantes de la Reforma, lo llevaron a
encontrarse con Guillermo Farel, que había liderado el movimiento protestante en Ginebra durante
diez años. Ginebra habían votado recientemente por abandonar la Iglesia Católica Romana y
convertirse en una ciudad de la Reforma, pero estaba en extrema necesidad de un maestro que pudiera
articular verdades reformadas. El ardiente Farel desafió a Calvino para que asumiera la tarea, cuando
Calvino vaciló, Farel recurrió a la amenaza de una imprecación. Calvino lo informa de esta manera:
Farel, que ardía con un celo extraordinario para el progreso del evangelio, inmediatamente tensó
todo nervio para detenerme. Y después de haber aprendido que mi corazón estaba puesto en
dedicarme a estudios privados, por los que yo quería mantenerme libre de otras actividades, y
encontrar que él no ganó nada por las súplicas, procedió a pronunciar una imprecación de que Dios
maldeciría mi jubilación, y la tranquilidad de los estudios que he buscado, si me retiraba y me
negaba a prestar asistencia, cuando la necesidad era tan urgente. Por esta imprecación fuí golpeado
por el terror por lo que desistí del viaje que había emprendido. (Calvin, Commentary on the Book of
Psalms, 1:xliii)
Calvino empezó su ministerio en Ginebra como profesor y luego como pastor. Junto con Farel,
comenzó la tarea de traer la vida y la práctica de la Iglesia en acuerdo con las enseñanzas de las
Escrituras. Entre las reformas que implementó fue el ejercicio de la disciplina de la iglesia en la mesa
de la comunión. Esto no les cayó bien a prominentes ciudadanos de Ginebra, muchos de ellos vivían en
una vida pecaminosa. Esta crisis alcanzó el punto de ebullición en la Pascua del Domingo, 23 de abril
1538, cuando Calvino se negó a administrar la Comunión a ciertas personas líderes que estaban
viviendo en pecado. Las tensiones crecieron tan grandes que Calvino y Farel fueron obligados a
abandonar Ginebra.
Exilio y Retorno
Calvino se retiró a Estrasburgo, donde tuvo la intención de ir dos años antes. Su propósito era escapar
de la mirada pública. Pero el jefe reformador de Estrasburgo, Martín Bucer, insistió que Calvino debía
continuar en el ministerio del púlpito público y lo amenazaron así como Farel lo había hecho antes.
Cediendo a Bucero, Calvino se convirtió en el pastor de cerca de 500 refugiados protestantes de
Francia.
Sin embargo, este teólogo en el exilio también se le fue dado el tiempo y libertad para escribir en
Estrasburgo. Calvino escribió sus Comentarios Sobre la Epístola del Apóstol San Pablo a los
Romanos y amplió sus Instituciones, traduciéndola al francés. En este mismo tiempo, escribió lo que
ha sido aclamado como la más grande apología de la Reforma, La Respuesta a Sadoleto. Después de la
partida de Calvino desde Ginebra, el cardenal Jacopo Sadoleto había escrito una carta abierta al pueblo
de la ciudad, invitándolos a regresar a la Iglesia Católica Romana. Los padres de la ciudad hicieron un
llamamiento a Calvino para responder, lo que hizo con su Respuesta, una defensa convincente de la
gloria de Dios en el evangelio de la gracia. También durante su estancia en Estrasburgo, se casó con
Idelette de Bure, viuda con dos hijos, que le trajo mucha felicidad.
Después de que Calvino había pasado tres años felices en Estrasburgo, los padres de la ciudad de
Ginebra, escribieron para pedirle que regresara como su pastor. En su ausencia, la situación religiosa y
política se había deteriorado. En un principio, Calvino no tenía intención de regresar. En una carta a
Farel el 29 de marzo de 1540, dijo: “Más bien voy a someterme a la muerte a un centenar de veces que
a aquella cruz, en la que uno tenía que perecer todos los días mil veces más” (John Calvin, Tracts and
Letters, Vol. 4: Letters, Part I, 1528–1545 , ed. Jules Bonnet, trans. David Constable [Edinburgh:
Banner of Truth, 2009], 175) Pero Calvino finalmente cambió de opinión, a pesar de los muchos
peligros que sabía le esperaban en Ginebra. Calvino vio su vida en Cristo por completo y
voluntariamente entregada a Dios, una actitud representada en su sello personal –una mano
sosteniendo un corazón, con el lema debajo: “Mi corazón te doy, Señor, con entusiasmo y fervor.” El
hizo una reverencia a lo que creía que era la voluntad de Dios y volvió a su pastorado en Suiza.
Calvino llegó a Ginebra el 13 de septiembre de 1541, tras una ausencia de tres años y medio. En su
primer sermón, volvió a su exposición de la Escritura en el versículo siguiente, después del último que
había cubierto antes de ser exiliado. Esta continuación se concibió como una declaración audaz de que
la predicación versículo por versículo de la Palabra celebraría el primer lugar en su ministerio.
El segundo pastorado de Ginebra de Calvino tuvo dos períodos. El primero fue el año de la oposición
(1541-1555), cuando tuvo que soportar una gran resistencia y dificultad. La oposición comenzó a
manifestarse en la forma de los Patriotas, las familias más antiguas e influyentes de Ginebra. A ellos no
les gustaba Calvino, en gran medida porque era un extranjero. También enfrentó la resistencia de los
Libertinos, la gente en Ginebra que eran antinomianos, que vivían en pecado e inmoralidad Sin
embargo, más exigente por mucho, fue la prueba causada por Miguel Servet en 1553. Este conocido
hereje fue quemado en la hoguera por los padres de la ciudad después de que Calvino había sido
llamado como testigo experto. En otros ensayos durante este tiempo, el hijo de Calvino, Jacques, murió
dos semanas después de su nacimiento en 1542, y la esposa de Calvino, Idelette, murió en 1549
después de sólo nueve años de matrimonio.
Esta oposición agotadora, finalmente cedió, y los últimos nueve años de la vida de Calvino (1555-1564)
podrían ser descritos como los años de apoyo. Por fin, Calvino obtuvo el apoyo de los padres de la
ciudad. Con este respaldo, fundó la Academia de Ginebra en 1559, basado en el ejemplo que había visto
en Estrasburgo. La academia contaba con una escuela privada de enseñanza primaria y una escuela
pública que ofrecía estudios más avanzados en idiomas bíblicos y teología para entrenar ministros,
abogados y médicos. También en 1559, la quinta edición y final de los Institutos fue liberada. En 1560,
la Biblia de Ginebra fue liberada, una traducción al Inglés que fue la primera Biblia con notas
teológicas en los márgenes. Esta obra monumental, producida por hombres bajo las enseñanzas de
Calvino, presentó una visión del mundo de la soberanía de Dios sobre toda la creación.
Calvino envió pastores de habla francesa, a quienes había entrenado para el ministerio del evangelio,
desde Ginebra a otras provincias de habla francesa en Europa. La mayoría fueron a Francia, donde el
movimiento reformado creció hasta abarcar cerca de un décimo de la población. Con el tiempo, 1300
misioneros capacitados en Ginebra fueron a Francia. En 1560, más de un centenar de iglesias
clandestinas se habían plantado en Francia por los hombres enviados desde Ginebra. Para 1562, el
número de iglesias se habían multiplicado a un máximo de 2.150, con más de 3 millones de miembros.
Los miembros de algunas de las iglesias se contaban por miles. Este crecimiento produjo una iglesia de
Huguenot que casi superó la Contrarreforma católica en Francia. Además, en Ginebra, misioneros
entrenados plantaron iglesias en Italia, Hungría, Polonia, Alemania, Holanda, Inglaterra, Escocia,y en
Renania –incluso en Brasil.
Un Discurso de Despedida
A principios de 1564, Calvino se enfermó de gravedad. Él predicó por última vez desde el púlpito de la
catedral de San Pedro el domingo, 6 de febrero. En abril, era obvio que él no tenía mucho tiempo de
vida. Calvino, de cincuenta y cuatro años, enfrentó la muerte como lo había hecho ante el púlpito, con
gran resolución. La fuerza de su fe, basada en la soberanía de Dios, aparece en su última voluntad y
testamento. El 25 de abril de 1564, Calvino dictaba las palabras siguientes:
Doy gracias a Dios, no sólo porque ha tenido misericordia de mí, su pobre criatura, que me sacó del
abismo de la idolatría en la que estaba sumido, para que me traiga a la luz de su Evangelio y hacer
de mí un participante de la doctrina de la salvación, de la que yo estaba del todo indigno, y
continuando su misericordia me ha apoyado en medio de tantos pecados y deficiencias, que fueron
tales que bien merezco ser rechazado por El cien mil veces, pero lo que es más, hasta ahora ha
extendido Su misericordia hacia mí como para hacer uso de mí y de mi trabajo, para comunicar y
anunciar la verdad de Su evangelio. (John Calvin, Tracts and Letters, Vol. 7: Letters, Part 4, 1559–
1564 , ed. Jules Bonnet, trans. Marcus Robert Gilchrist [Edinburgh: Banner of Truth, 2009], 365–
366)
Tres días después, el 28 de abril de 1654, Calvino llamó a sus colegas ministros a su dormitorio y emitió
su discurso de despedida a los mismos. Él les advirtió que las batallas de la Reforma no habían
terminado, sino sólo comenzaban: “Ustedes tendrán problemas cuando Dios me haya llamado
lejos….Pero tened valor y fortalecerse ustedes mismos, porque Dios hará uso de esta iglesia y la
sustentará, y les aseguro que El va a protegerla” (Calvino, Tratados y Cartas, vol. 7, 375). Con eso,
pasó la antorcha de sus manos débiles a ellos.
Calvino murió el 27 de mayo de 1564, en los brazos de Theodore Beza, su sucesor. Las últimas palabras
de Calvino, “¿Hasta cuándo, Señor”, fueron las palabras de la Escritura (Salmos 79:5; 89:46). Murió
citando la Biblia que tanto había predicado. Apropiadamente, este humilde servidor fue enterrado en
un cementerio común en una tumba sin marcar, a petición propia.
ESTÁ BIEN QUE LOS NIÑOS SE ABURRAN EN LA IGLESIA
Todos los domingos mi primera fila regular a la iglesia está llena de niñas (y Sawyer). No estoy muy
segura de por qué estas pequeñas chicas dulces gustan sentarse en la primera fila durante el culto, pero
me alegro de que lo hagan. Todos ellos traen sus pequeños cuadernos y bolígrafos, y dibujan durante el
sermón. Nadie está jugando en iPads o teléfonos celulares. Nadie está durmiendo. Nadie está
comiendo o bebiendo. No hay una sola cosa entretenida sucediendo (a excepción de los sermones
brillantes y vivos de mi marido), pero aún así vienen a mí la semana tras semana y se sientan allí.
Sé que muchos de nosotros nos preocupamos de que nuestros hijos se aburren durante la iglesia.
Tememos que si están aburridos, no quieren ir, y si ellos no quieren ir, entonces no augura nada bueno
para su futuro como buenos pequeños cristianos. Por esta razón hemos creado todo tipo de programas
de la iglesia impresionantes para niños diseñados para mantenerlos ocupados e interesados. Creo que
esas cosas están bien si están disponibles para usted.
Pero, yo digo que está bien que los niños se aburran en la iglesia.
Sí, usted acaba de leer eso.
Si usted encuestara a la mayoría de los niños van a la iglesia, dudo que muchos dirían que el sermón es
su parte favorita del servicio de adoración. No espero que mis hijos salten de emoción cuando es el
momento de quedarse quietos y escuchen hablar durante 40 minutos. Pero, yo esperaría que se queden
quietos y estén tranquilos. Y, lo hacen. Mi pequeño grupito de pequeñines feligreses lo hacen. Dibujan
para pasar el tiempo, y luego, cuando el servicio ha terminado, todo el mundo se va a casa.
Pero, me he dado cuenta de algo acerca de mi equipo de primera fila. Cuando Chad cuenta una broma,
se ríen. Cuando levanta la voz, sus plumas dejan de moverse. Miran hacia arriba. Y, cuando llevo a mis
hijos a casa y les pregunto de que se trató el sermón, ellos saben exactamente lo que se dijo, hasta
detalles específicos. Pueden aparecer para aburrirse. Pueden parecer a concentrarse en sus dibujos en
lugar de escuchar un sermón. Pero, la verdad es que ellos están escuchando cada palabra que se está
hablando.
Me gusta y a menudo he enseñado a los niños de la iglesia. En nuestra iglesia no hacemos iglesia de
niños durante el verano, y eso me gusta, también. Debido a que los niños también necesitan la
oportunidad de aprender a ser una parte del servicio de adoración regular. Tienen que estar sentados
con sus padres, mirándonos mientras adoramos. Tienen que comenzar a construir una comprensión de
cómo ser parte del servicio, cómo funcionar en un ambiente de la iglesia que no sólo para niños. Ellos
se beneficiarán de tener posibilidades para adorar como una familia, y no exclusivamente en ambientes
clasificados por edad, incluso si no es su tipo favorito de la iglesia. Incluso si ellos prefieren tener una
banda de rock y vídeos interesantes y juegos y saltar.
Si le damos a los niños la oportunidad, van a aprender a apreciar la belleza de la adoración colectiva
que no se crea exclusivamente con ellos en mente. Van a empezar a ver lo que es ser una familia de
iglesia.
La palabra de Dios es viva y eficaz. Su Espíritu siempre esta obrando, incluso en la vida de algunas
dulces pequeñitas (y un niño) en la primer banca semana tras semana. Está bien que los niños se
aburran en la iglesia aquí y allá. Déjelos colorear. Déjelos dibujar. Y, si se despiertan una mañana y le
dicen que no quieren ir a la iglesia porque es aburrido, no se asuste. Sólo siga siendo fiel. Nunca hay
ningún daño en exponer a los niños a la enseñanza bíblica, incluso si no es en su formato favorito.
Nunca sabemos qué clase de verdad se está plantando en sus corazones mientras se sientan en silencio
y dibujan.
No todo en la iglesia tiene que ser un gran espectáculo o una mayor producción. Vamos a dejar de vivir
con el temor de que los niños tengan un momento de aburrimiento. Llévelos a la iglesia. Que se
sienten. Vea cómo las verdades que escuchan se abren camino en sus pequeños corazones. Y vea la
obra de Dios a través de la predicación de Su palabra.
LOS REEMPLAZOS
Fue la cosa más difícil que había enfrentado en mi joven vida.
Cuando yo era un joven en la escuela secundaria, reventé mi rodilla durante una práctica de fútbol de
verano y nunca jugué de nuevo. Yo seguramente no era una superestrella, pero aun encontré mi
identidad en poner en mis zapatos, casco y correr al campo.
Crecí en una familia donde los deportes eran importantes. Mi papá era un atleta consumado y siempre
nos empujó a ser el mejor. También sabía que el fútbol significaba popularidad en la escuela
secundaria, por lo que ahí estaba yo, un estudiante de ultimo año, listo para llevar al equipo a la
victoria frente a mis amigos oriundos y familiares. ¡Iba a ser un año glorioso! Pero en un instante, todo
se vino abajo. Se sentía como si hubiera muerto, pero el problema era que yo estaba todavía con vida.
No sólo tenía que vivir a través de mi propia muerte, sino que tenía que encontrar una nueva vida en el
otro lado de la misma. Todo parecía injusto, abrumador e imposible. Me habían robado mi identidad, y
yo no sabía cómo conseguirla de nuevo.
Tal vez se podría decir que fue un sueño adolescente tonto, pero yo no lo creo. De hecho, cuando he
aconsejado a los jóvenes, los ancianos, y todos los demás, me he dado cuenta de cuántos de nosotros
tenemos nuestra identidad envuelto en algo que no sea el Creador. Y debido a que la creación nunca
fue diseñada para llevar el peso de nuestra definición, en algún momento, nuestros sueños de
identidad fuera de lugar se derrumbarán. ¿Por qué estamos desanimados?¿Por qué estamos
deprimidos?¿Por qué estamos decepcionados? En el más básico de los niveles, es porque hemos
tratado de encontrar una identidad de reemplazo en el mundo caído. Y lo peor es: esta identidad de
reemplazo es a menudo un cambio invisible y no sentido del corazón.
Durante los siguientes siete miércoles, voy a desempacar este concepto de amnesia de identidad. Nos
ocuparemos de cuatro áreas comunes de reemplazo identidad y las encerraremos con tres poderosas
razones para encontrar la identidad en Dios como Creador, Soberano y Salvador.
Para concluir esta semana, yo simplemente quiero definir la amnesia de identidad bíblicamente. Mi
pasaje de salida es 2 Pedro 1:8-9. “Pues estas virtudes, al estar en vosotros y al abundar, no os dejarán
ociosos ni estériles en el verdadero conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. Porque el que carece de
estas virtudes es ciego o corto de vista, habiendo olvidado la purificación de sus pecados pasados.”
(LBLA)
Pedro expone una relación causa-efecto clara en el corazón de cada creyente: nos volvemos ineficaces y
sin fruto en la vida cuando nos olvidamos de lo que somos y lo que se nos ha dado en Cristo. Les
pregunto hoy: ¿cómo has olvidado quién eres y lo que se te ha dado en Cristo? Y entonces, la pregunta
obvia de seguimiento: ¿dónde está tu corazón tratando de encontrar la identidad en la creación?
Es por esto que la comunión con otros creyentes es absolutamente necesaria. Sus ojos espirituales
están ciegos, y la amnesia de identidad rara vez ve o siente, por lo que necesita la exhortación amorosa
de los demás para evitar el engaño del pecado y del endurecimiento del corazón (Hebreos 3:13)
No hay identidad más segura y feliz de estar “en Cristo” – sólo necesitamos ayuda para recordar. Así
que hoy, humildemente admita que usted es un amnésico. Dios está cerca y activo; no dejará de actuar
hasta que se haga la obra.
Dios los bendiga
Paul David Tripp
Preguntas para la reflexión
¿Dónde ha perdido su identidad en el pasado?
¿Por qué esa "identidad de la creación" es tan atractiva para usted?
¿Cómo llegó a darse cuenta de que la identidad en el mundo creado no pudo contener la carga de darle
sentido y propósito?
¿Cómo puedes compartir tu experiencia de amnesia de identidad con los demás?
¿Por qué es Cristo una identidad mejor? En otras palabras, ¿cómo la identidad "en Cristo" transforma
tu vida a nivel de todos los días?
506 AÑOS DEL NACIMIENTO DE JUAN CALVINO
❝El pastor debe tener dos voces: una, para reunir a las ovejas, y otra, para alejar y ahuyentar los lobos y
ladrones. La Escritura le proporciona los medios para hacer las dos cosas. ❞ — Juan Calvino
Hoy se cumplen 506 años del nacimiento de Juan Calvino, hermano amado por muchos, y odiado por
otros, sin duda conocer más de la vida de este hombre nos llevará a amarlo como un hermano, ya que
el odio es del diablo.
Calvino, fue un hombre débil de Salud y de mente vigorosa, se esmeró en el estudio de Las Escrituras
sin todas las prestaciones tecnológicas que hoy tenemos, y vivió una vida de piedad; cometió errores
como cualquiera de nosotros (que tanto énfasis le hacen sus detractores, mejor recordemos Mateo 7:2)
y que creyó en Cristo y la salvación por la sola gracia soberana, lo cual fue el mayor gozo de toda su
vida.
Siempre las personas(Jeremías 17:9) buscarán los errores y amarán lo que otros dicen, y se guiarán por
conceptos impuestos por los prejucios de otras personas y no se guiarán por el amor de Dios. El amor
de Dios nos llevaría a mirar las escrituras, y ser guiados por el Espíritu Santo en amor.

Se ve mucho en la actualidad el odio hacia posiciones contrarias pero no es muy seguido ver a
cristianos usando el filtro que enseña el apóstol Pablo guiado por el Espíritu Santo, a su hijo amado
Timoteo, además solo se apela a una mala interpretación de la palabra “contender” en la epístola Judas
verso 3 que estudiaremos más adelante. Pablo exhorta en su segunda carta a Timoteo:
No tengas nada que ver con discusiones necias y sin sentido, pues ya sabes que terminan en pleitos. Y
un siervo del Señor no debe andar peleando; más bien, debe ser amable con todos, capaz de enseñar
y no propenso a irritarse. Así, humildemente, debe corregir a los adversarios, con la esperanza de
que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad, de modo que se despierten y escapen
de la trampa en que el diablo los tiene cautivos, sumisos a su voluntad.
International Bible Society. (1979). Nueva Versión Internacional (2 Ti 2.23–26). East Brunswick, NJ:
Sociedad Bı́blica Internacional.
Las personas que se afanan en mostrar solo el odio en desmedro de las enseñanzas de la Palabra de
Dios, están cayendo en un juego peligroso. Pasar por alto la palabra de Dios hará que demostremos que
no somos siervos del Señor, ¿Por qué? “Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino
amable para con todos, apto para enseñar, sufrido”. (2 Ti 2.24 RV1960)
Muchas personas leen por todos lados “discusiones necias y sin sentido (verso 23)”, en las redes
sociales proliferan. Más de alguna vez me he entrampado en ellas. Tan débiles somos que muchas
veces conociendo estos textos los hemos dejado de lado y por mi parte he mirado solo mis propios
criterios y no el amor bíblico, y la guía del Espíritu de Dios. Pero siempre es bueno recordar que todo lo
debemos hacer para la Gloria de Dios, no para nuestra propia gloria, vana y perecedera. Siempre
seremos tentados a quitarle la gloria a Dios o dejar de mirar el blanco que es Cristo, incluso en nuestras
“defensas de la doctrina”, muchas veces solo se convierten en discusiones necias. Es mejor recordar el
propósito de la enseñanza del Apóstol y el por qué no ser contencioso o andar en peleas:
“con la esperanza de que Dios les conceda el arrepentimiento para conocer la verdad, de modo que se
despierten y escapen de la trampa en que el diablo los tiene cautivos, sumisos a su voluntad. (versos
25-26)”
Les comparto la biografía de este hombre, esperando que pueda ayudarle a conocer en parte su legado
y algo de la historia de la iglesia, tan olvidada y tan necesaria de recordar en este último tiempo.
Biografía Juan Calvino.
Juan Calvino(1509–64), el padre de la teología reformada, nació en Noyon . Su padre era notario del
obispo y, por ello, Calvino, siendo todavía un niño, recibió una canonjía en la catedral, con lo que pudo
pagar por su propia educación. Comenzó a estudiar en la Universidad de París con el fin de ordenarse
de sacerdote, lo que le dio la oportunidad de familiarizarse con la teología escolástica, con la filosofía
griega y con el humanismo cristiano. Pero su padre, a consecuencia de una discusión que sostuvo con
el obispo y los clérigos de la catedral de Noyon, decidió que su hijo estudiara para abogado y lo envió a
Orleáns y, más tarde, a Bourges. Fue probablemente allí donde se convirtió al protestantismo. A partir
de esta conversión repentina, decidió apartar su mente de lo que había estudiado en París y dedicarse
de lleno al estudio de la Escritura y de las enseñanzas de la Reforma.
Al morir su padre, Calvino regresó a París y se unió al grupo de protestantes allí existentes. Tuvo que
salir de París y pasó algún tiempo en Italia y en Basilea (Suiza), donde publicó la 1a parte de su
Institutio (1536). Por fin, se decidió a trasladarse a Estrasburgo, ciudad protestante casi por entero,
pero al pasar por Ginebra, se le acercó Guillermo Farel, el introductor del protestantismo en aquella
ciudad, y le persuadió a quedarse con él allí. Bien pronto, debido a la gran oposición que hallaron, se
vieron obligados a salir de la ciudad. Calvino se fue a Estrasburgo, donde permaneció tres años (1538–
1541), ejerciendo su ministerio entre franceses. Vuelto a Ginebra, permaneció allí el resto de su vida
como líder de la Iglesia Reformada.
Aunque era pastor de la iglesia de San Pedro en Ginebra y le ocupaba mucho tiempo la predicación,
todavía le quedó tiempo para redactar sus numerosos escritos, pero la obra que le ha hecho famoso fue
su Institutio Religionis Christianae, que fue ampliándose desde un pequeño tratado de cinco capítulos
hasta llegar a los setenta y nueve que contiene la edición de 1559. Calvino mismo tradujo al francés la
obra que había escrito en latín. Tanto en una lengua como en la otra, la obra resplandece por su
claridad y lucidez. Ha sido traducida a muchos idiomas, incluyendo el japonés. El impacto de Calvino,
con su obra y con su vida, en las iglesias protestantes ha sido, y sigue siendo, colosal.
En su contacto con otros líderes de la Reforma, Calvino se dio cuenta de que la eliminación de las
antiguas restricciones impuestas por la Iglesia de Roma había dado paso a especulaciones sin freno,
que amenazaban con disolver las normas morales y trastornar la misma paz social. Por eso, para
acabar con esa confusión, Calvino se apresuró a establecer las nuevas formas de pensar y obrar como
cristianos, basándose sólo en las enseñanzas recién descubiertas de la Biblia y en el poder del Espíritu
que se ajustaba a las condiciones de tiempo y lugar reinantes entonces en Europa. FL
Apreciación teológica. Calvino aborda de nuevo el fondo común de la Reforma: La Escritura como
única fuente de autoridad divina, el rechazo de la tradición, el cristocentrismo, la omnipotencia de la
gracia, la justificación por gracia mediante la fe, la refutación de los sacramentos no instituidos
directamente por Cristo, del celibato eclesiástico, de los votos monásticos, del culto a la Virgen y de los
santos, y de las imágenes. Pero la gran preocupación de su amor a Dios consiste en que nada pueda
empequeñecer a Cristo ni a Dios. Dios debe ser el centro de todo. Calvino profesa un teocentrismo
radical. Contra Lutero*, afirma, pues, más claramente la distinción entre la naturaleza humana y la
naturaleza divina de Cristo: de otro modo, si una propiedad de la naturaleza humana hubiese podido
ser atribuida a la naturaleza divina, la encarnación habría cambiado y empequeñecido a la divinidad.
La naturaleza divina posee la ubicuidad y está, por tanto, en todas partes. La naturaleza humana, en
cambio, no la posee y el cuerpo de Cristo tampoco. En consecuencia no hay ni la transubstanciación*
católica ni la presencial real luterana. El pan y el vino son los signos visibles de la promesa de alianza
que Cristo nos ha hecho. Pero es allí donde el amor, que hace desear la fusión con Dios, separa a
Calvino de Zuinglio*. En el momento en que el fiel toma el pan y el vino, consagrados por la Palabra y
con fe en la Promesa, Cristo le hace participar efectivamente de su carne y de su sangre. Cristo se hace
realmente nuestro y nos ofrece su muerte y su resurrección, la redención, la santificación y la vida
eterna.
Este impulso amoroso que subyace en la teología de Calvino hace que elaborara de una forma absoluta
la teoría de la predestinación, que no cuestiona racionalmente las razones del Amado. Lutero y Bucer
habían debilitado la creencia en la predestinación fundándola en la presciencia divina: Dios conoce el
porvenir y sabe lo que ocurrirá a cada individuo; en consecuencia presciencia y predestinación
coinciden. Pero así parece que se establece un vínculo de causa a efecto entre presciencia y
predestinación. Parece que Dios esté obligado a hacer lo que ha previsto; en consecuencia, no es
exactamente Todopoderoso. Ello es intolerable para un amor ardiente y delicado. «Para Calvino, Dios
es libre y lo que él prevé no se confunde con lo que desea de toda eternidad» (Roland Mousnier). La
gracia es irresistible y el hombre no la puede repeler; se manifiesta en la vida del elegido por el gusto
hacia la doctrina y las obras de fe.
La Iglesia fue instituida para ayudar a nuestra santificación. Existe una verdadera iglesia allí donde la
Palabra divina es puramente predicada, donde los sacramentos son administrados según la institución
de Cristo. La iglesia no debe tolerar el error, el desorden, ni el escándalo, lo que equivaldría a injuriar a
Cristo. La iglesia debe colaborar con el magistrado, que tiene el deber de hacer respetar los
mandamientos divinos, pero ambos poderes deben estar separados: no es precisa la teocracia. En este
punto, Calvino se aleja de Lutero, que, de hecho, había sometido la Iglesia al Estado; y de Zuinglio que
había confundido Iglesia y Estado. La obediencia al Estado está supeditada al Dios del Estado. «En
más de un país la única fuerza que se ha podido resistir a la idolatría moderna del Estado; y entre las
iglesias cristianas que se han mostrado más poderosas para oponerse a estos atropellos a la conciencia
religiosa, se encuentran las de origen calvinista» (B. Foster Stockwell).
Calvino es sólo comprensible a la luz de su vehemente corazón cristiano y la profunda piedad de su
alma. «Teniendo en cuenta todas sus faltas, Calvino puede considerarse uno de los hombres mejores y
más grandes que Dios haya levantado en la historia del cristianismo» (Philip Schaff, historiador
americano). «Como teólogo, reformador, político y organizador pertenece al número exiguo de los
genios y de los profetas» (J. Ma G. Gómez-Heras, teólogo católico español). Otros le consideran con
sobrada razón el san Pablo de la Reforma.
En el campo de la exégesis bíblica es, indudablemente, uno de los mejores exponentes de la Escritura
de todos los tiempos. A su conocimiento de la teología, une el de la patrística, el dominio de las lenguas
originales y la facilidad de expresarse con precisión y claridad. AR
Bib. Juan Calvino, Epístola a los Romanos (SLC); Epístola a los Hebreos (SLC); Comentario a las
epístolas pastorales de San Pablo (TELL); Sermones sobre Job (TELL); Sermones sobre la obra
salvadora de Cristo (TELL); Institución de la religión cristiana, 2 vols. (FeLIRE); Breve instrucción
(FeLIRE); Respuesta al cardenal Sadoleto (FeLIRE); Sumario de la Institución de la religión cristiana
(realizado por el Dr. B. Wielenga, CLIE); Libro de oro de la verdadera vida cristiana (CLIE, Terrassa
1991).
Joan Gomis, Calvino, una vida para la Reforma (Planeta, Barcelona 1993); J. T. Hoogstra, J. T. Juan
Calvino, profeta contemporáneo (CLIE, Terrassa 1974); C. H. Irwin, Juan Calvino. Su vida y su obra
(CUPSA / CLIE, edición original 1909); Jesús Larriba, Eclesiología y antropología en Calvino
(Cristiandad, Madrid 1975); Thea Van Halsema, Así fue Calvino (TELL, Grand Rapids, 1965).
TRISTEZA | REFLEXIÓN
Deuteronomio 26 – 28 y 1 Corintios 9 – 10
“Y entre esas naciones no hallarás descanso, y no habrá reposo para la planta de tu
pie, sino que allí el SEÑOR te dará un corazón temeroso, desfallecimiento de ojos y
desesperación de alma. Y tendrás la vida pendiente de un hilo; y estarás aterrado de
noche y de día, y no tendrás seguridad de tu vida. Por la mañana dirás:”¡Oh, si fuera la
tarde!” Y por la tarde dirás:”¡Oh, si fuera la mañana!” por causa del espanto de tu
corazón con que temerás y por lo que verán tus ojos”, Deuteronomio 28:65-67.
Me prestaron un libro de Víctor Frankl llamado “El Hombre en busca de Sentido”. Allí el autor narra
su paso por los campos de concentración en donde estuvo prisionero. Con crudeza y un agudo sentido
de observación narra su dolorosa experiencia. Una de las cosas que más me impresionaron fue cómo
en medio de tanto quebranto se manifiesta la tremenda capacidad del hombre para sobreponerse a
cualquier circunstancia por más adversa que esta sea. No voy a comentar las cosas que sucedieron en
esos días horrorosos y que son de amplio conocimiento, pero sí, algo que me llamó poderosamente la
atención.
Dice el doctor Frankl: “Me gustaría mencionar algunas sorpresas más acerca de lo que éramos
capaces de soportar: no podíamos limpiarnos los dientes y, sin embargo y a pesar de la fuerte
carencia vitamínica, nuestras encías estaban más saludables que antes. Teníamos que llevar la
misma camisa durante medio año, hasta que perdía la apariencia de tal. Pasaban muchos días
seguidos sin lavarnos ni siquiera parcialmente, porque se helaban las cañerías de agua y, sin
embargo, las llagas y las heridas de las manos sucias por el trabajo de la tierra no supuraban (es
decir, a menos que se congelaran). O, por ejemplo, aquel que tenía el sueño ligero y al que molestaba
el más mínimo ruido en la habitación contigua, se acostaba ahora apretujado junto a un camarada
que roncaba ruidosamente a pocas pulgadas de su oído y, sin embargo, dormía profundamente a
pesar del ruido. Si alguien nos preguntara sobre la verdad de la afirmación de Dostoyevski que
asegura terminantemente que el hombre es un ser que puede ser utilizado para cualquier cosa,
contestaríamos: ‘cierto, para cualquier cosa, pero no nos preguntéis cómo’”.
Ha sido demostrado hasta la saciedad la enorme capacidad del hombre para levantarse de las
condiciones más terribles a las que puede ser expuesta su vida. Miles y miles de testimonios dan cuenta
que el ser humano puede encontrar la suficiente fuerza interior para salir de la adversidad y enmendar
el rumbo. Pero, también existe otra mayoría numerosísima de personas derrotadas que son incapaces
de levantar la cabeza ante el menor asomo de dificultad. En el pasaje del encabezado se habla también
con crudeza del hombre que vive una vida alejado Dios. Allí el Señor menciona que la angustia, la
depresión, la soledad y el temor son las grandes sombras que han oscurecido y oscurecen las vidas de
muchas personas de nuestro tiempo y de todos los tiempos por dejar de lado al Creador. Más de uno
de nosotros se puede sentir identificado con el pasaje principal como si fueran sus propias palabras en
un día cualquiera, quizás hasta en este mismo instante.
Sin embargo, y para no perder la perspectiva, es necesario recalcar que el ambiente tétrico del pasaje
de Deuteronomio es consecuencia del abandono del Dios por parte del hombre. Son las maldiciones a
la desobediencia: “Pero sucederá que si no obedeces al SEÑOR tu Dios, guardando todos
sus mandamientos y estatutos que te ordeno hoy, vendrán sobre ti todas estas
maldiciones y te alcanzarán”,Deuteronomio 28:15.
Nosotros que vivimos en una sociedad post cristiana debemos tomar nota de los resultados de nuestro
abandono de Dios y sus consecuencias. Por ejemplo, ya Nietzsche profetizó con la voz de Zaratrusta
que todos los dioses han muerto y que el súper hombre hacía su aparición. Este hombre que
supuestamente había roto las cadenas que lo hacían esclavo de la divinidad era capaz de dejar atrás
todas sus alienaciones y crear sus propios valores sobre la base de una profunda e inalterable confianza
en sí mismo. El hombre deja de ser débil para ser libre. Ahora que es fuerte nada lo podrá detener.
¿Esa es la realidad de la humanidad en nuestro recién estrenado siglo?
Francamente, no lo creo. Hoy más que nunca la debilidad del carácter humano y una gama de
patologías paralizantes del alma, son las características de una sociedad enferma de Dios. Por ejemplo,
tiempo atrás vimos con perplejidad como en el Perú, la corrupción había llegado a las más altas esferas
del poder. Ya hace algunos años atrás un estudioso de la realidad peruana había señalado lo siguiente:
“El Perú está como está, en gran parte, porque hemos vivido amodorrados por los privilegios.
Cuando éstos se acaban, no sabemos qué hacer, por dónde comenzar, cómo sobrevivir. El otro ángulo
de la moneda es la impunidad. La ley para ser tal tiene que ser imperativa, poder ser aplicada e
impuesta coercitivamente. Para lograrlo la ley está dotada de sanción: quien no la acata o la viola es
castigado. Una norma jurídica sin sanción es una recomendación moral, una simple regla de
conducta de voluntario cumplimiento. Hoy en día en cambio, vivimos en el reino de la más absoluta
impunidad.
Nadie sanciona a nadie. Crímenes atroces, los peculados más escandalosos, estafas multitudinarias,
contrabandos y otros tráficos prohibidos; todo delito, en fin, queda sin punición. El efecto
desmoralizador de la impunidad es tremendo… la secuela que ello produce se transforma en una
pérdida de la calidad de vida, en un sentimiento de frustración y de indefensión”.
La tristeza del alma humana está fundada en el profundo desaliento que nace de la injusticia en que
todos nos vemos sumidos en un mundo relativo y confuso, producto de la ausencia de Dios. Leer las
consecuencias del abandono de Dios en Deuteronomio es como leer el diario de cualquier día en
cualquier país del mundo: “y andarás a tientas a mediodía como el ciego anda a tientas en
la oscuridad, y no serás prosperado en tus caminos; más bien serás oprimido y robado
continuamente, sin que nadie te salve. Te desposarás con una mujer, pero otro hombre
se acostará con ella; edificarás una casa, pero no habitarás en ella; plantarás una
viña, pero no aprovecharás su fruto. Tu buey será degollado delante de tus ojos, pero
no comerás de él; tu asno será arrebatado, y no te será devuelto; tu oveja será dada a
tus enemigos, y no tendrás quien te salve. Tus hijos y tus hijas serán dados a otro
pueblo, mientras tus ojos miran y desfallecen por ellos continuamente, pero no habrá
nada que puedas hacer”, Deuteronomio 28:29-32.
Ernesto Tugendhat, conocido filósofo ético alemán, decía acerca del problema moral del hombre: “Yo
diría que el problema fundamental de la humanidad, en estos años finales del siglo XX, es el
problema moral. Porque, debido a una serie de fenómenos históricos, tanto teóricos como prácticos,
la juventud actual está completamente desorientada desde el punto de vista ético… El origen de estos
brotes de violencia (brotes de nazismo que están surgiendo en Europa y en otros países de Europa)
es, según creo, que desde hace ya muchos años los viejos valores que tenían plena vigencia en el
mundo occidental se han derrumbado y, hasta ahora, no han sido reemplazados por nuevas
vigencias morales que la juventud pueda incorporar en su visión del mundo. Una experiencia común
en los jóvenes de hoy es que ven a sus padres predicar una moral que no practican. Entonces los
sienten hipócritas. Y, cuando un adolescente pierde la estima por sus padres, puede quedar
totalmente desorientado. Muchas veces, por ir en contra de las ideas de sus padre o de su madre, es
capaz de los peores radicalismos”.
Nuestro pequeño planeta azul se desintegra como consecuencia de la desilusión y el dolor de la
sociedad, y pronto todo eso se convierte en tristeza y desintegración. Vivimos en lo que parece un
nuevo gran campo de concentración en donde no vemos posibilidades de redención. Cubrimos nuestro
desencanto con apatía y cubriendo con sinrazón todo aquello en lo que tememos reconocer nuestra
culpabilidad.
Pero en el Evangelio encontramos las Buenas Noticias para nuestros desalentados corazones. Las
palabras de Jesucristo no tenían como misión firmar el acta de defunción de nuestro insalvable
planeta, sino todo lo contrario, mostrar las riquezas de compasión de Dios quien vuelve en busca de los
que le rechazaron. El Señor nos invita a caminar de su mano, viviendo el desafío del verdadero cambio
y victoria que solo se encuentra en Jesucristo. Frankl decía que “la última de las libertades humanas
es la capacidad de elegir la actitud personal ante un conjunto de circunstancias” (Opcit.p.9). No hay
duda de que el hombre es capaz de levantar la cabeza en las situaciones más patéticas pero sin Dios es
solo una mera ilusión. El Señor espera que nuestra actitud esté recubierta de fe y expectativa en lo que
Él pueda hacer, sin importar cuán grandes sean nuestros dilemas: “Por tanto, el que cree que está
firme, tenga cuidado, no sea que caiga. No os ha sobrevenido ninguna tentación que no
sea común a los hombres; y fiel es Dios, que no permitirá que vosotros seáis tentados
más allá de lo que podéis soportar, sino que con la tentación proveerá también la vía
de escape, a fin de que podáis resistirla”, 1Corintios 10:12-13.
Solo cuando el hombre recupera la comunión perdida con su Creador puede alejar de su corazón la
tristeza. Esto se debe a que solo con el Señor se puede ver la luz al final del túnel, y solo al verle
sabemos que no todo está perdido y que tarde o temprano el Creador de todas las cosas pondrá en
orden su casa, que en realidad es más suya que nuestra.
¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE BUENA Y MALA AUTOPROMOCIÓN?
Deshagámonos de la palabra “autopromoción” y dejemos de pensar de esa manera. Yo ni siquiera
quiero ser un autopromotor. No me gusta esa palabra. Si lo que estoy promoviendo aquí soy yo,
entonces no quiero hacerlo. Por supuesto, una persona siempre puede decir, “Bueno, eso es lo que
realmente estás haciendo”, pero sigo pensando que vale la pena hacer la diferencia.
Lo que quiero promover es una verdad que, por gracia, creo que he visto: Dios es más glorificado en
nosotros cuando estamos más satisfechos en él. Es una verdad que merece ser promovida
Eso es lo que la Biblia dice que hay que hacer: “¡Cuenten Su gloria entre las naciones!”. ¡Muy bien!
Tienes que abrir la boca y decir lo que has visto con tus ojos sobre Su Gloria. ¡Hay que decirlo! La
Biblia nunca llamaría a esto autopromoción. Se supone que uno tiene que morir a sí mismo en el
proceso. Eso no es autopromoción.
El proceso mismo de la verdadera difusión del evangelio es un proceso de autonegación. “El que quiera
venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”, es decir, “Sígame en la proclamación,
en la difusión del evangelio, en el servicio a otros”. Por supuesto que estás ahí, y estás usando las
manos, la boca, el cerebro; pero, si lo estás haciendo bien, todo es muerte a ti mismo.
Así que el lenguaje que uso y que posiblemente pueda cerrar la brecha es “influencia”. ¿Es correcto que
un cristiano quiera ser influyente?
Y la respuesta es que si a lo que estás influyendo la gente es a la verdad, la belleza de Cristo, y la gloria
de Dios, entonces ¡sí, es correcto y bueno! Pablo no habría querido llegar a Filipos y no tener influencia
sobre nadie. Eso es una locura. Es condenable, ¿verdad? Es desamor.
Conozco el camino al Cielo. Me han enviado para sufrir mucho para decir a la gente cómo escapar de
sus pecados y tener acceso a Dios. ¿Acaso voy a decir: “Yo no quiero tener ninguna influencia aquí,
porque eso es humildad”? No. ¡Eso no es humildad! ¡Eso es maldad! Es egoísmo.
Así que creo que deberíamos deshacernos del término “autopromoción” y en su lugar, hacernos la
pregunta, “¿Cómo podemos buscar ser influyentes de un modo bueno y malo?”.
Y la respuesta sería, como Jesús lo dijo en Mateo 6: “Si haces buenas obras para ser visto por los
hombres, tendrás tu recompensa, y obtendrás absolutamente nada en el Cielo”. Si yo oro para ser visto
por los hombres o si contesto preguntas en vídeos con el fin de promover mi ego y mis puntos fuertes,
entonces he perdido toda mi recompensa en el Cielo y voy a ser de poca utilidad para la gente.
Pero la influencia es buena si es impulsada por un corazón que dice: “Yo he visto algunas cosas en la
Biblia. Son preciosas mas allá de toda medida. Jesucristo se ha convertido en un amigo más allá de
todos mis amigos y mi esposa y mis hijos para mí. Me encantaría llevarlo y todo lo que he visto de Él a
tantas personas como pueda”.
Él es digno de eso. Él es digno de nuestras plataformas. Por Él vale la pena morir. Y vale la pena no
tener una plataforma si eso resulta ser demasiado alimento para mi ego. Tengo que vigilar
constantemente el pecado y la maldad de mi corazón para que yo perciba, de la mejor manera posible,
ya que estoy haciendo esto por la gloria de Cristo.
Quiero influir a la gente. Quiero cambiar las ideas de la gente para que vayan lejos de estar centrados
en el hombre y estén más cerca a estar centrados en Dios. Quiero moverlos lejos de la exaltación de la
voluntad humana y más hacia la exaltación de la voluntad de Dios. Quiero desarrollarles de cualquier
forma usando la verdad que está en la Biblia. Y creo que es correcto, y que mantener el control sobre tu
propio ego es la manera de buscarlo. Probablemente hay formas de lenguaje para perseguir esto
también.
Una última reflexión. CJ Mahaney, un buen amigo y ayudante y animador para mí, ha dicho: “Nuestra
percepción de nosotros mismos es tan fiable como un espejo de carnaval”. Esto significa que otras
personas son necesarias para ayudarte a mejorar tu auto-percepción. Así que en respuesta a esta
pregunta: “¿Qué podemos hacer para evitar la autopromoción o mala influencia?” una opción sería
preguntarle a la gente: “¿Cómo estamos? ¿Estamos haciendo las cosas que exaltan a John Piper de
manera pecaminosa? ¿Lo estamos haciendo de una manera tal que realmente se hable del gran Piper y
no del gran Dios?”.
Luego escuchas. Yo solamente escucho, porque mi esfuerzo para negarme a mí mismo y no ser
egocéntrico es tan fiable —sin ayuda— como un espejo de carnaval. Así que debo hacerlo, debo estar
frente al espejo de la Palabra, y debo pedir a otras personas que ven esa palabra y a mí, tal vez mejor
que yo.
Cuando he terminado de predicar un mensaje en algún lugar fuera de la ciudad, y alguien
está conmigo, a menudo me dirijo a ellos cuando volvemos a la habitación de un hotel y les pregunto:
“Bueno, ¿hay algo que hay que cambiar? ¿He hecho o dicho algo inútil?”. Quiero ser vulnerable. Tengo
más de 6 y ellos más de 20, y se sienten incómodos diciéndole al predicador de tantos años que pudo
haber dicho o hecho las cosas de otra manera. ¡Pero lo hacen!
Que Tom Rogstad —graciasTom— una vez me escribió una carta y señaló que algo que había dicho en
una capilla del Southern Seminary. Él lo había ententido como autopromoción y que no exaltaba a
Cristo. Y yo lo acepté. Le dije: “¡Soy culpable! Voy a aprender de eso”.
Así que eso es parte de lo que debemos hacer para evitar ser una mala influencia. Invitamos a otros a
confrontarnos a la cara.
¿CÓMO EXPLICO TEMAS DIFÍCILES A MIS HIJOS?
Mi corazón se entristeció el día que tuve que explicarle a mis hijos que su tía y su tío se estaban
divorciando. Luché por encontrar palabras que tuvieran sentido para ellos. Estaban muy pequeños y
todavía no conocían los quebrantos en el matrimonio. Desde entonces, he tenido que ir arrancando las
ideas ingenuas de mis hijos acerca del mundo, mientras situaciones cada vez más difíciles requieren de
una explicación.
Cuando nuestros hijos son pequeños, a menudo están protegidos de las verdades dolorosas de la
vida. Sus necesidades están cubiertas y sus mayores luchas son compartir sus juguetes. Pero a medida
que crecen, se vuelven más conscientes del mundo que les rodea. Empiezan a escuchar sobre la
violencia, las guerras, la muerte, la enfermedad y el quebrantamiento.
Un día, mi hijo de 7 años, escuchó en las noticias sobre el matrimonio entre personas del mismo
sexo. En otra ocasión, tuve que explicarle sobre el aborto y la eutanasia. Luego hubo otro momento en
que tuve que contarle acerca de un querido amigo que estaba librando una batalla contra el cáncer.
No estaba preparada para estas conversaciones. Llegaron antes del tiempo que yo pensaba que ellos
debían escucharlas. Desearía que viviéramos en un mundo donde yo no tuviera que explicar la muerte,
el divorcio o el aborto. Pero después de la caída, esta es la realidad de la vida. Y quiero que mis niños
oigan la verdad acerca de la vida, incluyendo sus angustias y tristezas, en el contexto de una
cosmovisión bíblica.
Explicando el dolor del mundo a través de la historia de Dios
Mientras manejamos estos temas como familia, hay una historia a la que siempre volvemos: la
creación, la caída y la redención.
Esta es la historia de la Biblia. Es la historia que explica el principio, cómo llegamos a donde estamos, y
cómo serán las cosas un día. Es la historia que trae esperanza a la oscuridad de este mundo caído. Y es
la gran historia en la que todas nuestras historias individuales encajan.
Creación: En una conversación reciente con nuestros hijos, comenzamos volviendo a la historia de la
creación. Les explicamos el diseño perfecto de Dios para el mundo, para las personas, para las
relaciones, los matrimonios y las familias.
Caída: Luego, repasamos los hechos de la caída, cómo por el pecado de un solo hombre, todos somos
pecadores. Cada persona es un pecador; nadie hace lo bueno. El pecado también afectó al mundo
natural, dando lugar a la enfermedad y la muerte. Después del pecado de Adán, Dios prometió un
salvador (Génesis 3:15). Él prometió algún día redimir y restaurar lo que estaba roto debido a la caída.
Redención: Jesús es el cumplimiento de esa promesa. Él vino como ese salvador, viviendo la vida que
no podríamos vivir y muriendo la muerte que merecemos. A través de la fe en la obra hecha a nuestro
favor, hemos sido liberados de la esclavitud del pecado. Ahora somos libres para vivir para Él. Él está
haciendo nuevas todas las cosas, empezando por nosotros. Al compartir el evangelio de la gracia con
los demás, participamos en la misión de su reino. Un día, Jesús volverá por última vez y restaurará
todas las cosas. Ya no habrá muerte ni pecado. Los redimidos vivirán para siempre en su presencia.
Enseñando a nuestros hijos a amar como Jesús ama
Recientemente, mientras hablábamos de una situación difícil con nuestros hijos, discutimos de cómo la
redención que Jesús compró para nosotros afecta la forma en que tratamos el pecado en la vida de
otros y cómo respondemos al quebrantamiento en este mundo. Hablamos sobre el evangelio de la
gracia y cómo hemos de amar a los demás a la luz del amor y la gracia que Jesús nos dio. Compartimos
el evangelio con ellos y oramos por ellos, para que también ellos conozcan la gracia de Dios por medio
de Jesucristo.
Como creyentes, la historia de la creación, la caída y la redención es el lente a través del cual vemos
toda la vida. Es también el lente que tenemos que enseñar a nuestros niños a usar. Al ayudar a nuestros
hijos a procesar las experiencias de la vida a través de este lente, modelamos para ellos la forma en que
deben enfrentar las muchas pruebas que enfrentarán en la vida. En última instancia, este lente les
dirigirá a encontrar su esperanza solo en Cristo.
Sé que vendrán otras situaciones y discusiones difíciles en mi vida como madre. Por mucho que me
gustaría evitarlo, no puedo. Y no puede tapar las realidades de la vida con un dedo. Pero puedo dar a
mis hijos esperanza. Al contar la historia de la creación, la caída y la redención, puedo ayudarles a
entender lo que pasó con el mundo perfecto de Dios, como Jesús vino a salvarnos, y cómo un día, todas
las historias duras y dolorosas de la vida van a terminar. Y luego vamos a empezar un nuevo capítulo,
uno que no tendrá fin.
“Toda su vida en este mundo y todas sus aventuras en Narnia habían sido nada más que la tapa y el
título: ahora, por fin, estaban comenzando el Capítulo Primero de la Gran Historia; que nadie en la
tierra ha leído; que nunca se acaba; en la cual cada capítulo es mejor que el anterior” - C.S. Lewis en La
Última Batalla
¿ES EL CRISTIANISMO REALMENTE LA RESPUESTA A LAS PREGUNTAS
MÁS DIFÍCILES DE LA VIDA?
Por Dr. James Benecke
Entonces Jesús dijo a los doce: ¿Acaso queréis vosotros iros también? Simón Pedro le respondió:
Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú
eres el Santo de Dios.” – Juan 6:67-69 (LBLA)
La cuestión se plantea no pocas veces, "Si Dios es amor, y si Dios es soberano, entonces ¿por qué tanto
sufrimiento y mal en el mundo?" Esta es una de las preguntas más penetrantes de la humanidad. Me
encontré con esto en uno de los momentos más oscuros de nuestras vidas, mientras tratamos de aliviar
el sufrimiento de nuestro hijo mientras se encontraba en un hospicio, su vida menguaba poco a poco
después de una valiente batalla contra el cáncer. Por un breve momento, me pregunté si confiar en
Dios era realmente la respuesta. Fue entonces que la respuesta de Pedro al Señor me golpeó con
plena fuerza—¿Adónde más podría ir?
Respuestas Alternas al Problema
Hay, por supuesto, otras soluciones sugeridas para los problemas de dolor, el sufrimiento y al mal en el
mundo. La Ciencia Cristiana ha trabajado mucho y duro para convencernos de ver el dolor como una
ilusión. En una especie de enfoque de mente sobre la materia podemos aislarnos de estos problemas de
dolor y sufrimiento. Ignórelo y va a desaparecer; niéguelo y no está realmente allí. Como médico puedo
afirmar que esto no se sostiene en la presencia de huesos rotos o bazos rotos.
Hay otros intentos de lidiar con el sufrimiento que no eliminan el dolor de nuestro modo de pensar,
sino al rechazar a Dios. El pensamiento va: "Si es así como serán las cosas, voy a rechazar a Dios." La
esperanza es que de alguna manera al rechazar a Dios voy a ser capaz de dar sentido a la misma. Por
desgracia, la realidad es que nadie resuelve el problema del dolor y el mal y el sufrimiento, rechazando
a Dios. Todo lo que hacen es eliminar la posibilidad de ofrecer una respuesta significativa a la
situación. Si no hay Dios que es sabio y está en control, entonces, todos los acontecimientos de la vida
son el resultado de un azar ciego, dejándonos sin ninguna comprensión. Añadimos a la cuestión del
dolor haciéndolo carente de sentido. El dilema moral del dolor, el sufrimiento, y el mal no es
rectificada rechazando a Dios, sólo se exacerba. Con Dios al menos tenemos un punto de referencia al
origen del dolor, el sufrimiento y el mal.
Y otros lo enfrentan redefiniendo a Dios, como en el libro "Cuando Pasan Cosas Malas a Gente
Buena.” El autor, el rabino Kushner, resuelve el problema al negar la omnipotencia de Dios. Él nos
aconseja a amar a Dios, y perdonarle, a pesar de Sus limitaciones.
La Unica Respuesta Convincente al Problema
La pregunta es la siguiente: ¿Por qué Dios, quien en Su soberanía lo sabe todo y planea
todo, crea un mundo en el que Él sabía que las cosas iban a salir mal y resultaría en
tanto sufrimiento? No estoy preguntando esto de una manera irrespetuosa, sino en una manera
reflexiva. ¿Por qué Él optaría por hacer esto? Él quería que los hombres y las mujeres le sirvan
libremente y con amor, y no sólo porque no les dio ninguna opción. Dios sabía que los hombres y las
mujeres aprenderían más sobre su Creador y le traería más honor a Él si Él les permitiera primero la
libertad de seguir su propio camino.
El ateo abierto Richard Dawkins ha declarado que observamos en nuestro mundo exactamente lo que
se puede esperar si no hay razón y no hay Dios. Es interesante que su enfoque (que es el enfoque de
muchos) presupone que no puede haber ninguna base lógica en la que podría existir el mal y el
sufrimiento con un Dios que es a la vez todo poderoso y amoroso. Al hacer esta suposición minamos la
soberanía gloriosa de Dios, que absorbe el mal y el sufrimiento y da a cada ser humano la dignidad de
elección.
Me he sido ayudado inmensamente aquí por las enseñanzas del Dr. John Lennox, profesor de
Matemáticas en la Universidad de Oxford, y un defensor dotado de la fe. Me recordó que una cosa es
mirar el problema desapasionadamente, y otra muy distinta es estar en el extremo receptor del dolor y
el sufrimiento. Si descartamos la soberanía de Dios aquí, mirando a eventos como ejemplos de
indiferencia ciega y despiadada, todavía no nos deshacemos del dolor. Pero sí nos deshacemos de toda
esperanza. Incluso como cristianos, tenemos el problema intelectual del dolor. Pero como yo soy
cristiano creo que Jesús resucitó de entre los muertos y por lo tanto la muerte no es el final. Porque la
muerte no es el final, Dios va a ser perfectamente justo. Las personas que han tenido el lado
equivocado de la injusticia serán compensadas en última instancia, a causa de eso. El ateísmo no ofrece
tanta esperanza. Al parecer, da una solución al problema intelectual, pero elimina toda esperanza,
incluyendo la esperanza de justicia. Esto contradice la forma en que los humanos sienten.
El corazón del cristianismo no reside sólo en la resurrección, sino en lo que le precedió. Sabemos que
Jesús fue crucificado y murió, al igual que los muchos que fueron crucificados alrededor de ese tiempo.
La resurrección de Jesús se basa en la naturaleza de la persona que fue crucificado y murió: Dios
mismo.
Escuche al Dr. Lennox: "Aquí está la lógica: Si este es Dios encarnado entonces la pregunta es “¿Qué
está haciendo Dios en la cruz?, Por lo menos esto me muestra que Dios no está lejos del problema del
sufrimiento humano, sino que en realidad se ha convertido en parte de el. Esta es una ventana a la
posibilidad que trae esperanza, y ha proporcionado esperanza para muchos que han experimentado la
noche oscura del alma.”
¿Qué dice esto a la madre que ha perdido a un hijo? Si el cristianismo ha de ser en absoluto creíble
tiene que hablar no sólo a aquellos a quienes Dios ha rescatado de la enfermedad, sino que debe ser
capaz de decir algo a los que experimentan un resultado diferente. Para mi esposa y yo, el amor de Dios
es evidente a través de la esperanza que tenemos un día de ver a nuestro hijo de nuevo. Nuestra
despedida, aunque muy dolorosa, es sólo temporal. Sin Dios, no hay esperanza.
¿Puedo confiar en la esperanza que el cristianismo ofrece? Bueno, si la resurrección no ocurrió,
entonces no hay esperanza. Pero si sucedió, entonces podemos comprenderla con todo nuestro corazón
y mente.
Oro para que esto sea útil para muchos.
Suyo en Cristo,
¿ACASO LA HOMOSEXUALIDAD ES UN PECADO PEOR?
Por Josías Grauman
1. Cualquier pecado es capaz de condenar al infierno
Adán y Eva desobedecieron al mandamiento de Dios al comer del árbol que Dios había prohibido.
Como resultado, billones de personas terminarán en el infierno, lo cual nos da una idea de la santidad
de Dios y cómo es que él ve el pecado.
Uno de los pasajes más claros que demuestra la realidad que cualquier pecado nos condena es Santiago
2:10-11, en donde podemos observar cómo el pecado coloca a todos en una misma categoría: por
naturaleza y por decisión, todos merecemos el infierno.
Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos.
Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes
adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley (Santiago 2:10-11).
Sin embargo, observe como el texto no afirma que todos los pecados son iguales, ni que uno ha
cometido un pecado que también ha cometido todos los demás pecados. El libro de Santiago no está
afirma que “si usted no comete adulterio, pero mata, entonces también ha adulterado.” Lo que sí está
enseñando es que todo pecado, no importa que cual sea, automáticamente nos pone en la corte de Dios
como criminales, criminales siendo enjuiciados y condenados por quebrantar la ley.
2. No todo pecado es igual de abominable delante de Dios
Muchas personas citan el Sermón del Monte para decir que delante de Dios la ira es igual al asesinato,
y la codicia igual que el adulterio. Quisiera animarlo a leer Mateo 5:21-30 más detalladamente. Las
palabras: “Cualquiera que se enoje contra su hermano será culpable de juicio” y “cualquiera que mira a
una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”, no afirman que el uno sea igual de
abominable en la mente de Dios. Jesús no está afirmando que el cometer adulterio en su corazón es tan
detestable y atroz a los ojos de Dios como cometerlo con su cuerpo, el cual, si eres un cristiano, es “el
templo del Espíritu Santo” (1 Corintios 6:18-20).
Estos pasajes carecen de sentido si el infierno fuese igual de terrible para toda persona que termine allí
Dios es un juez justo, el cual juzgará a toda persona sin parcialidad—y esto significa—de acuerdo con su
propio pecado. Romanos 2:6 nos dice que Dios “pagará a cada uno conforme a sus obras”. Juan nos
dice en Apocalipsis que los libros serán abiertos y los muertos juzgados “cada uno según sus obras”
(Apocalipsis 20:13). Estos pasajes carecen de sentido si el infierno fuese igual de terrible para toda
persona que termine allí.
Pasajes como estos demuestran claramente que existen ciertos pecados los cuales son más horrendos
delante de Dios. Otro ejemplo aún más claro se encuentra en Ezequiel capítulo 8. Yo le recomendaría
que lea todo el capítulo si tiene dudas al respecto. Pero en sí, Dios está describiendo qué tan profundo
Israel ha caído en pecado, así que va de un pecado a otro más feo, cada vez repitiendo a Ezequiel:
“verás abominaciones mayores que hacen éstos”. Todo pecado es una abominación y capaz de
condenar al fuego eterno, pero algunos pecados ofenden más a Dios que otros.
3. La homosexualidad es un pecado especialmente perverso
Romanos 1 demuestra que la homosexualidad es un pecado que se llega a cometer después de que uno
ha tocado el fondo de su depravación. Los que lo cometan continúan tanto en su rebeldía en contra de
Dios que él “los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que
deshonraron entre sí sus propios cuerpos” (Romanos 1:24-27). Ya que va en contra del plan perfecto de
Dios para el matrimonio, los cristianos hacen bien al ver la homosexualidad como un pecado
especialmente vil y perverso. No sólo eso, sino que la homosexualidad jamás podrá reflejar el propósito
por el cual existe el matrimonio: representar la relación de Cristo a la iglesia (Efesios 5:31).
4. Tu pecado es peor que la homosexualidad
Desafortunadamente, muchos cristianos caen en la trampa de creer que las personas que practican la
homosexualidad están más allá de la gracia de Dios, sucios, y que no merecen amor ni compasión. Pero
observe las palabras de Pablo en Romanos 2:1. Justo después de haber descrito la homosexualidad
como un pecado completamente vil, declara: “Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quienquiera que
seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo
mismo.” Usted también ha quebrantado la ley; usted no es el juez, así que cuidado.
Pero todavía más impactantes son las palabras de Cristo. Después de haber predicado las buenas
nuevas y haber hecho milagros en Galilea, le dijo a los religiosos: “Por tanto os digo que en el día del
juicio, será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma, que para ti” (Mateo 11:24).
El punto que Jesús está haciendo es que algunos pecados son peores que otros, y por lo tanto, Dios los
castigará de manera más severa, pero Dios no necesariamente los cataloga como nosotros lo haríamos.
Cuando una persona escucha el evangelio y lo rechaza, en la mente de Dios su pecado es mucho mayor
que el de la persona indocta que practica la homosexualidad.
Usted, mi querido lector, está en mayor peligro de un juicio mucho más severo que la persona que está
viviendo en la homosexualidad, pues usted también peca, pero lo hace bajo más luz, es decir, ha
recibido un mayor conocimiento de Dios.
Aquel siervo que conociendo la voluntad de su señor, no se preparó, ni hizo conforme a su voluntad,
recibirá muchos azotes. Mas el que sin conocerla hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco;
porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya
confiado, más se le pedirá (Lucas 12:47-48).
5. ¿Cuál debería de ser nuestra respuesta?
No importa el pecado, sea chico o sea grande, la solución es siempre la misma: el evangelio, pues es el
poder de Dios para salvación (Romanos 1:16-17). Asegúrese que lo entiende, que lo vive y que lo
proclama.
Finalmente, recuerde que la persona que desobedece a Dios al practicar la homosexualidad necesita el
evangelio tanto como usted y yo lo necesitábamos antes de conocer a Cristo. Y al convertirse más
popular en nuestra generación (y aún más en la generación de nuestros hijos), debemos asegurarnos
que vemos a los que practican la homosexualidad, no como personas raras que debemos temer y odiar,
sino como un campo misionero.
Lo que ellos necesitan no es una retórica de cómo es que nuestra nación ha decaído tanto al abrazar la
maldad, pues sabemos que ningún movimiento político puede salvar. Al contrario, lo que debemos
hacer es confrontar su pecado y compartir el evangelio. Esto es amor. Porque sólo así Dios los ofrece
que aunque sus pecados fuesen rojos como el carmesí, podrán ser limpios y hechos blancos como la
nieve a través de la sangre del Cordero.
“No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan
con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores,
heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido
santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro
Dios” (1 Corintios 6:9-11).
LA HISTORIA MÁS GRANDE JAMÁS CONTADA
Por Mike Riccardi
Recientemente tuve la oportunidad de enseñar una clase condensada sobre una introducción a la
hermenéutica, o principios básicos de la interpretación de la Biblia. Una de las cosas que hemos
mencionado fue la importancia de la interpretación de las partes a la luz de la totalidad-de mantener el
panorama en mente a medida que tratamos de entender las escenas cuadro a cuadro. Hoy me gustaría
compartir con ustedes lo que he celebrado con ellos.
La meta de Dios en toda su obra creadora y redentora es traer gloria a Sí mismo (Isaías 43:7;. Cf, Ef
1:06, 12, 14).
Esto se expresa en Su mandato de la creación a Adán y Eva, en el que Él comisiona al hombre, como
creado exclusivamente a Su imagen, para gobernar sobre la tierra en justicia (Gen 1:28). El hombre
debe glorificar a Dios por manifestar Su presencia como Su vice-regente en toda la creación.
Pero de inmediato Adán y Eva fracasan en su comisión. La serpiente engaña a Eva, Adán come del
árbol prohibido, y en ese momento la raza humana se catapultó a la muerte espiritual y la condenación
(Génesis 3:1-7).
La Simiente de la Mujer
Y del mismo modo inmediato, Dios en su gracia promete que enviará la simiente de la mujer para
aplastar la cabeza de la serpiente y deshacer el daño de la maldición del hombre en el pecado (Génesis
3:15). Y la historia del Génesis, y realmente la historia del Antiguo Testamento, se convierte en la
historia de responder a la pregunta: “¿Quién es esta semilla por la que el hombre será redimido y
restaurado a Dios?”
Eva pensó que podría haber sido Abel como uno de los que el Señor había considerado (Gen 4:4), y
Caín lo mató de inmediato (Gen 4:8).
Eva, entonces, engendró a Set, y creía que podría ser la semilla. En su nacimiento, Eva dijo: “Dios me
ha dado otro hijo en lugar de Abel, pues Caín lo mató.” (Gn 4:25). Pero Set no era la simiente
prometida.
El padre de Noé, Lamec, pensó que Noé podría ser la semilla, diciendo: “Este nos dará descanso de
nuestra labor y del trabajo de nuestras manos, por causa de la tierra que el Señor ha maldecido.” (Gen
5:29; cf. 3:17). Pero, por supuesto, salvar al mundo era la única cosa que Noé no pudo hacer, ya que
todo designio de los pensamientos del corazón del hombre era de continuo solamente el mal (Génesis
6:5). Lejos de salvar al mundo, Noé vio a Dios destruir el mundo por medio del diluvio (Gen 6:17).
Aparte de esto, incluso después del diluvio, y después que Dios estableció Su pacto con Noé, Noé se
emborracha y tiene esa vergonzosa escena con sus hijos (Gen 9:20-29). Noé no será la semilla.
La siguiente escena es la Torre de Babel, donde el hombre es representado rebelándose contra el
mandato divino para llenar la tierra (cf. Gn 9,1) y orgullosamente tratando de hacer un nombre por sí
mismo (Gen 11:4). Este no es el camino en que el hombre como vie-regente de Dios debe conducirse.
Como resultado, Dios confunde sus lenguas y hace virtualmente imposible reconocer la semilla aun
cuando venga. Dios prepara el escenario para la necesidad de Su propia gracia.
La Simiente de Abraham
Inmediatamente después de la Torre de Babel, Dios elige a Abraham de entre todas las naciones. Él
entra en un pacto con él y se compromete a hacer una gran nación de sus descendientes [es decir, de su
descendencia] (Gen 12:2), que les daría la tierra (Gen 12:7), y para bendecir al mundo entero por medio
de esa simiente (12:3). La simiente de la mujer se redujo ahora a la descendencia de Abraham. La
semilla vendrá de esta nación en particular.
El Pacto Abrahámico es ratificado con Isaac y Jacob mientras el libro del Génesis se desarrolla, y esa
sección de la Escritura narra la realización de esa gran nación de Israel. Por último, a través de la
historia de José, la nación se encuentra en la esclavitud en Egipto, y el Señor levanta a Moisés para
mediar en la redención de Dios de Israel de la esclavitud.
El Israelita Fiel
Dios toma a su pueblo, a quienes Él ya ha unido a sí mismo en el pacto con Abraham, y entra en un
pacto con ellos como nación en el Sinaí. El Pacto del Sinaí (o mosaico), entonces, no simplemente una
lista de mandamientos mediante los que uno se convierte en el pueblo de Dios. Más bien, es un pacto
que revela bondadosamente cómo los que ya son el pueblo de Dios deben relacionarse adecuadamente
con él.
Y aunque Israel no duda en afirmar su obediencia prevista (Éxodo 24:3), Moisés apenas pudo regresar
de la montaña cuando ya habían caído en la idolatría (Gen 32:1-6). Este incidente con el becerro de
oro, prepara el escenario para el lucimiento de la infidelidad de Israel al pacto de Dios en todo el resto
del Antiguo Testamento.
Tan pronto como entran en la tierra de Canaán, no logran expulsar plenamente a los paganos allí. En
lugar de mantener la adoración pura de Jehová, caen al sincretismo y la idolatría de las naciones
(Jueces 1).
El Libertador Justo
La historia que se repite en el libro de Jueces es de Israel cayendo en el pecado, experimentar la
opresión de las naciones, como resultado, su clamor al Señor por su liberación, y su provisión de un
libertador que les daría descanso de sus enemigos. Pero esto sucede una y otra vez. Y la gente empieza
a preguntarse: “¿Cuándo Yahweh enviará un juez que finalmente nos libre de nuestros enemigos?” Es
por eso que una frase en el libro de Jueces es: “En aquellos días no había rey en Israel; cada uno hacía
lo que bien le parecía” (Jue 17:16, 19:1, 21:25). Cuando vendría un rey justo y establecería la pureza
moral de la nación?
En el tiempo de Samuel, el último juez, el pueblo se levanta, anuncian que ya no quieren a Samuel para
guiarlos, y exigen un rey soberano de ellos, como todas las naciones (1 Samuel 8:5). Dios interpreta
esto que Israel rechaza Dios mismo como su rey (1 Sam 8:7;. Cf 10:19). Él sin embargo, levanta a Saúl
como rey.¿Sería el rey justo y el fuerte libertador que Israel esperaba?
No. Saúl era de Benjamín (1 Sam 9:1), y el rey prometido de Israel vendría de la línea de Judá (Génesis
49:10). También usurpa la autoridad de los sacerdotes, al ofrecer sacrificios ilegales de Yahweh (1
Samuel 13:8-14) y no logra destruir completamente a los amalecitas (1 Sam 15:9, 17-33).
El Hijo de David
Entonces Dios levanta a David y entra en un pacto con él, con la promesa de que uno de sus
descendientes (es decir, su descendencia) reinará en el trono de Israel para siempre y establecer un
reino eterno (2 Sam 7, 1 Crónicas 17). Ahora, nos enteramos de que la simiente prometida será (a) la
semilla de la mujer, (b) la semilla de Abraham, (c) de la nación de Israel, y (d) el Hijo de David.
Uno podría suponer que David era ese rey justo, pero era un hombre sanguinario (2 Samuel 16:7-8) y
un asesino y adúltero (2 Samuel 11).
También se podría haber supuesto que Salomón, el hombre de la paz, habría sido ese rey. Pero
Salomón tuvo 700 esposas y 300 concubinas, y Deuteronomio 17:17 dice que el rey de Israel no tiene
“Tampoco tendrá muchas mujeres, no sea que su corazón se desvíe” Esto es precisamente lo que
ocurrió. Salomón no era el rey prometido.
Entonces, Israel puede haber mirado a Roboam. Pero en este punto la monarquía se divide en las diez
tribus del norte de Israel y las dos tribus del sur de Judá. La unidad de Israel es herida.
Y eso nos lleva a los libros de los Reyes, donde aprendemos de la historia de los reyes malvados de
Israel y de Judá. Si bien hubo un puñado de reyes justos en la historia de Judá, el estribillo constante
es que el hijo de un rey justo haría lo que es malo a los ojos del Señor.
El Mediador de un Nuevo Pacto
El ciclo de la maldad continúa hasta que se levanta al precipicio del exilio babilónico. Israel ya ha caído
ante Asiria en el 721, y a finales de los años 600 aC Judá seria llevado cautivo por Babilonia. Durante
este tiempo, los profetas Jeremías y la profecía de Ezequiel de una venida del Nuevo Pacto.
Dios restaurará a Israel a su tierra (Ezequiel 36:24, 28), y pondrá su ley en los corazones de su pueblo
(Jer 31:33) para que puedan andar en sus caminos (Ezequiel 36:27). En ese momento, la ley se
convertiría en un poder desde dentro en lugar de una presión desde el exterior. Él perdonará su
pecado (Jer 31:34; Ezequiel 36:25) y hará que Su Espíritu more permanentemente y asegure su
obediencia (Ezequiel 36:27). Él traerá la salvación a ellos a través del Nuevo Pacto.
Pero incluso después de Israel regresa del exilio, que no experimentan dicha restauración. El templo de
Zorobabel no era nada como la gloria del templo de Salomón (Esdras 3:12; Hag 2:3). E pueblo se
casaba con las naciones (Esdras 9) y los sacerdotes trataban los sacrificios del templo de Yahvé con
desdén (Mal 1:6-14). Pero Dios continúa prometiendo que el Mensajero del Pacto vendrá (Mal 3:1), que
el sol de justicia se levantará con sanidad en sus alas (Mal. 4:2).
Y desde hace 400 años, esa fue la última palabra de Dios.
Buenas Nuevas de Gran Gozo
Pero después de esos 400 años de silencio, tanto el precursor y el Mesías mismo nacen
milagrosamente. El padre de Juan, Zacarías se regocija en el amanecer de aquel Sol de justicia
prometido: Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo; porque irás delante del Señor para preparar
sus caminos; para dar a su pueblo el conocimiento de la salvación por el perdón de sus pecados, por la
entrañable misericordia de nuestro Dios, con que la Aurora nos visitará desde lo alto, para dar luz a los
que habitan en tinieblas y en sombra de muerte, para guiar nuestros pies en el camino de paz. – Lucas
1:76-79
Tanto Zacarías y María declaran que Dios está cumpliendo las promesas del Pacto Abrahamico y
Davídico en la persona de Jesús de Nazaret:
Ha ayudado a Israel, Su siervo, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a
nuestros padres-en favor de Abrahán y su descendencia para siempre. –Lucas 1:54-55
y nos ha levantado un cuerno de salvación en la casa de David su siervo, tal como lo anunció[a] por
boca de sus santos profetas desde los tiempos antiguos, salvación[b] de nuestros enemigos y de la
mano de todos los que nos aborrecen; para mostrar misericordia a nuestros padres,y para recordar su
santo pacto, el juramento que hizo[c] a nuestro padre Abraham: … – Lucas 1:69-73
Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; y
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. –Lucas 1:32-33
Este Jesús es la simiente de la mujer, un ser humano (Mateo 1:17; Lucas 1:35; 3:38). Él es la simiente
de Abraham (Gálatas 3:16). Él es de la nación de Israel, la encarnación perfecta de lo que un israelita es
(Isaías 49:3), el cumplimiento de la ley a la perfección (Gal 4:4-5). Él es el Hijo de David (Mateo 1:1), el
Rey prometido (Lc 1:32-33; 23:03).. Y, por su muerte y resurrección, por el sacrificio de sí mismo, Él es
el mediador de las bendiciones del nuevo pacto del perdón de los pecados y la presencia permanente
del Espíritu Santo (Lucas 22:20; Heb 9:15).
Y, por supuesto, la historia no termina allí. Jesús va a regresar pronto para establecer Su reino en la
tierra, para gobernar sobre el trono de David en justicia, para restaurar a Su pueblo Israel a su tierra y
cumplir las promesas de Dios a la nación, y, finalmente, para desterrar todos los males de la tierra-
para destruir por completo las obras del diablo, tal como Dios lo ha prometido.
¿DE QUIÉN ES EL TRABAJO DEL MINISTERIO?
Muchos pastores se encuentran en un gran dilema en cuanto a su trabajo. En términos generales, su
trabajo es llevar acabo la obra del ministerio. Se dedican a discipular, aconsejar, y evangelizar aquellos
que forman parte de la iglesia. Los pastores también se dedican a trabajar con aquellos que no están
adentro de la iglesia, evangelizando y ayudando a los pobres y desamparados. Esto es “llevar a cabo la
obra del ministerio”, y por consiguiente, muchos pastores se han encontrado con horarios
insostenibles, perdiendo su salud y su familia en nombre del ministerio.
Aunque todos esos aspectos sí le tocan al pastor, Pablo nos presenta una perspectiva más amplia
enEfesios 4:11-13:
Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,
a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo;
hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del pleno conocimiento del Hijo de Dios, a la
condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Se ha escrito mucho en otros lugares sobre lo que significa el apostolado y el ser profeta. No quiero
entrar a esos temas hoy con este pasaje. Lo que me interesa más es el versículo 12 en adelante. Por tal
motivo, simplemente resumamos los oficios en el versículo 11 como “líderes de la iglesia”.
Pablo aquí está explicando que los líderes de la iglesia han sido puestos o dados por Dios con un gran
propósito: capacitar —equipar— a la iglesia para que puedan llevar a cabo la obra del ministerio. Osea
que la obra del ministerio no es solamente la responsabilidad del pastor. Aunque el pastor debe
aconsejar, discipular, y evangelizar, su tarea más grande es capacitar a la iglesia para que las personas
en su congregación hagan esas mismas cosas. El pastor que se dedica a entrenar y capacitar a su gente
está moviendo a su iglesia en una dirección hacia la unidad y madurez. De hecho, una iglesia
totalmente dependiente de sus líderes es una iglesia muy inmadura.
Muchos miembros hoy en día piensan “Voy a traer a mi amigo a la iglesia para que pueda escuchar el
evangelio”. Esperan que el pastor haga toda la obra del ministerio, porque ellos mismos no se sienten
capacitados para hacerla.
Los unos a los otros
En la Biblia encontramos varios pasajes que hablan acerca de “los unos a los otros”. Hay mucho énfasis
en el hecho de que la Iglesia se debería cuidarse a sí misma. No es solamente el trabajo del pastor
animar a sus miembros, asegurar que estén luchando contra el pecado, y estar volviendo su vista una y
otra vez al evangelio. No, ¡ese trabajo le pertenece a todos!
Hablando particularmente sobre la reunión de cristianos, el autor de Hebreos dice que no dejemos de
congregarnos, pero mas allá de solo congregarnos, que “consideremos cómo estimularnos unos a otros
al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino
exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca” (Hebreos 10:24-25)
La labor de exhortar y estimular a los cristianos hacia Jesús es la responsabilidad de cada seguidor de
Jesús. Sin embargo, aquí se debe involucrar el pastor también. El pastor es el que debe capacitar a su
gente en la exhortación y la estipulación hacia el amor y las buenas obras.
A veces, el trabajo del pastor no es siempre tener la mismas reuniones semana tras semana con las
mismas personas, sino capacitar a otras personas para poder tener esas reuniones en donde pueden
aconsejar, discipular, estimular, exhortar, y más. Y si nosotros como pastores no podemos capacitar,
tenemos que encontrar otras ayudas para hacerlo. Puede ser que necesitemos usar programas en linea,
como la que ofrece Integridad y Sabiduría, o buscar otros libros o líderes cerca que nos puedan ayudar.
El discípulo hace discípulos
En Guatemala, donde sirvo como pastor, muchos hablan sobre el hacer discípulos. Y en muchos casos,
se refieren a los discípulos como “sus discípulos”. Es en esta terminología que nosotros hemos perdido
el propósito de la Gran Comisión. Yo no tengo discípulos. Jesús tiene muchos discípulos de los cuales
yo soy uno. La tarea de hacer discípulos no le pertenece al “discipulador”, le pertenece a cada discípulo
de Jesus.
Lo que nosotros debemos hacer es hacer discípulos que hacen discípulos. En teoría, alguien que no
hace discípulos no es un discípulo. Parte de seguir a Jesus es invitar a otras personas a seguir a Jesus. Y
al pastor le toca capacitar a su gente en cómo hacerlo. De nuevo, si él no sabe cómo hacerlo, debe
aprender o encontrar a otros que le puedan ayudar.
Si eres el miembro de una iglesia local, no dependas de tu pastor por el trabajo que tú deberías estar
haciendo. A ti te toca la obra del ministerio; a ti te toca hacer discípulos.
Si eres el pastor de una iglesia local, no hagas el trabajo de los demás. Al hacer los trabajos que los
miembros deberían estar haciendo, estás estorbando el crecimiento espiritual de tu iglesia y dejando
que tus miembros permanezcan inmaduros. Parte de su madurez es el hacer la obra del ministerio
mientras tú les capacitas para hacerlo. No dejemos que nuestro ego nos haga creer que podemos hacer
más de lo que somos capaces. Capacitemos a los miembros para que puedan servir, exhortar, y guiar
hacia la santidad, los unos a los otros.
3 ERRORES DEL ESTILO MUSICAL QUE AHOGAN A LA COMUNIDAD
Es irónico que la música, un elemento destinado a unir a los cristianos en amor y servicio mutuo (ver
Colosenses 3:16) se ha convertido en una fuerza significativa para la división dentro de la iglesia.
Simplemente demuestra, supongo, de que podemos hacer un lío de casi cualquier cosa. En su libro The
Compelling Community , Mark Dever y Jamie Dunlop señalan 3 errores comunes que el estilo
musical puede sofocar la comunidad de la iglesia local:
Música que es difícil de cantar corporativamente. Si sus recursos musicales apelan fuertemente al
gusto de los estadounidenses veinteañeros, obtendrá una gran cantidad de elogios de los
estadounidenses veinteañeros. Pero el cristiano africano de unos cincuenta años puede sentirse
decididamente fuera de lugar. Si quieres música que abrace la diversidad natural que el evangelio trae
a una congregación, tendrá que pensar mucho acerca de sus metas para el estilo musical. Tenga en
cuenta los antecedentes culturales de su congregación. Tenga en cuenta los antecedentes culturales de
los vecinos no cristianos que usted espera ver en su iglesia. ¿Cuán difícil es para esta diversidad de
personas cantar las canciones que usted elija? Uno de los factores en juego es la complejidad rítmica.
Muchas canciones cristianas que oyes en la radio son bastante complejas desde el punto de vista
rítmico. Eso es parte de lo que las hace interesantes. Pero esa síncopa y el cambio de tiempo y ritmo
pueden hacer que sea difícil de aprender para algunos en su congregación y sobre todo los que vienen
de culturas donde la simplicidad rítmica es la norma. A menos que su congregación esté en un entorno
donde la complejidad musical es común, generalmente usted encontrara que la simplicidad rítmica
hará de su música accesible a la más amplia variedad de personas. Cuando usted moldea su estilo
musical con toda la congregación en mente, usted lucha contra una mentalidad consumista que quiere
música que “apele a mí.” Y usted acentúa la amplitud de la comunidad que deberíamos esperar
encontrar en una iglesia local.
Música con amplitud emocional limitada. Gran parte de la música de la iglesia es música feliz. Pero si
eso es todo lo que siempre tenemos, diluimos sustancialmente la experiencia cristiana. Y el tono que
ponemos en nuestros servicios transmitirá inevitablemente en las relaciones. Si enseñamos a la gente a
través de nuestra música que los sentimientos de duda, la desesperación y el desconcierto no son
puntos de partida aceptables para la adoración, les enseñamos que estos temas no son aceptables en la
conversación privada tampoco – en perjuicio de la profundidad en las relaciones. Les digo a los nuevos
miembros que yo quiero música que les ayude a adorar a Dios si se comprometieron la noche anterior,
y quiero música que les ayude a adorar a Dios si ellos rompieron la noche anterior. Cuando seleccione
música con una gran variedad de puntos de partida emocional, le enseña a su congregación, que las
promesas de Dios son reales no importa nuestro estado emocional.
Música que se siente como una actuación. Apocalipsis 5:13 retrata la adoración del cielo como una
canción de toda una congregación. Nuestras iglesias deben proporcionar un anticipo de eso. El
acompañamiento musical puede ayudar a guiarnos en la canción y nos ayuda a través de secciones de
canciones que son más difíciles de cantar. O puede dominar a la adoración congregacional y nos
convierte de adoradores activos en oyentes pasivos. Considere el volumen y la complejidad de su
acompañamiento musical: ¿Cómo ayuda a la adoración congregacional? ¿O es que las personas
murmuran en voz baja mientras se escucha la banda de adoración o el órgano? Para cantar bien,
algunas melodías requieren una congregación de talento excepcional y acompañamiento. Sin embargo,
las buenas melodías congregacionales pueden trabajar sin acompañamiento. Si no lo hace ya, trate de
ir a capella (sin acompañamiento) en el último verso o coro de algunas de sus canciones. Poco puede
construir un sentimiento de unidad congregacional más que escuchar a toda la iglesia cantar con el
corazón en alabanza apasionada a Dios. Debemos diseñar nuestro estilo musical con esto en mente.
Por encima de todo, debemos enseñar a nuestras congregaciones que la adoración congregacional
requiere sacrificio. Es por eso que la acción correctiva al comienzo de esta sección no es “aspire a un
estilo musical simple que ame a una amplia gama de personas”, sino que una amplia gama de personas
puedan usar. Si somos serios acerca de cómo mostrar la diversidad que el evangelio trae a una
congregación local, entonces cada uno de nosotros va a hacer sacrificios en el tipo de música que
cantamos. Algunos pueden necesitar esforzarse para disfrutar de un estilo particularmente simple de
música. Algunos pueden necesitar esforzarse más para adorar a Dios en la mañana del domingo. Pero a
través de ese pequeño sacrificio, hacemos posible que la unidad de la congregación que canta una nota
mucho más profunda de alabanza que cualquier persona jamás podría producir por su cuenta. Y
habiendo experimentado ese sabor del cielo, su congregación con mucho gusto hará el sacrificio.
CÓMO TENER UNA IGLESIA LLENA DE FALSOS CRISTIANOS
Muchos de los pasajes más duros en la Biblia son advertencias en cuanto a la falsa seguridad de
salvación (cp. Gálatas 4:11, 2 Juan 1:8-9; Hebreos 6:6). Si tales advertencias están en la Escritura es
porque la iglesia las necesita (2 Timoteo 3:16-17).
A pesar de eso, en la actualidad hay congregaciones que, aunque dicen ser cristianas, en realidad la
mayoría de sus miembros no lo son. Puesto que no creen ni conocen el verdadero evangelio, sus vidas
muestran más las obras de la carne que el fruto del Espíritu (Gálatas 5:16-24). Eso es peligroso y
alarmante.
A continuación, comparto tres condiciones que considero están presentes en toda congregación llena
de falsos cristianos. Es mi oración que tengamos más discernimiento para detectar tales problemas.
1. Ausencia de sana doctrina
Una iglesia saludable está sujeta a la Palabra de vida (Juan 15:1-3).
La sana doctrina es crucial porque la gente nunca creerá el verdadero evangelio si no sabe lo que es, y
una iglesia no podrá andar conforme al corazón de Dios si no conoce Su Palabra.
El púlpito es vital en este aspecto. Si un púlpito no está firme en la verdad, la congregación tampoco lo
estará, y el ambiente será propicio a las conversiones ilegítimas. Es por eso que John Stott recomienda:
“No se preocupe por quien entra y sale de la iglesia (local), preocúpese por lo que entra y sale del
púlpito”. Recordemos lo que dice la Biblia:
“Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su
manifestación y en su reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina” (1 Timoteo 4:1-2, énfasis añadidos).
Cuando se predica la verdad, los falsos cristianos se irán eventualmente, igual que aquellas personas
que abandonaron a Jesús cuando Él les habló la verdad (Juan 6:66). Como J.I. Packer señala: “La
predicación doctrinal aburre a los hipócritas, pero es la única que podrá salvar a las ovejas de Cristo”.
Alguien que odia la luz no permanece cerca de ella por mucho tiempo (Juan 3:20).
Tengamos presente que la predicación sin verdad no es amorosa, no importa cuán bonita o genuina se
sienta o parezca (cp. 1 Corintios 13:6).
2. Creencia de que todos los miembros son cristianos.
En la Biblia hay serias palabras sobre la falsa seguridad de salvación que no podemos ignorar. Estas
son algunas de ellas:
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de
mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu
nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y
entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad” (Mateo 7:21-23).
“Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿O no os conocéis a
vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que estéis reprobados?” (2 Corintios 13:5)
Esas son duras palabras, pero están en la Biblia porque Dios nos ama. Y si amamos como él, también
las compartiremos. Es importante que afirmemos a otros en la fe, pero también es bueno que nos
examinemos a nosotros mismos a la luz de la Palabra y que entonces demos voz de alerta de que es
posible creerse cristiano y no serlo en realidad.
Un líder nunca debe asumir que todos en su congregación son salvos. Nunca debería callar estas
advertencias que Dios ha hablado, a fin de que los no-cristianos se vean confrontados a arrepentirse de
verdad y ser genuinos.
3. Tolerancia de lo que no se debe tolerar.
“El silencio ante el mal es el mal mismo”, Dietrich Bonhoeffer.
En la iglesia de Corinto había un hombre en una relación con su madrasta y todos los sabían. El apóstol
Pablo escribe a esa iglesia que deben sacar a ese hombre de la congregación, y que no deben
relacionarse con quienes dicen ser creyentes pero viven como si no lo fueran (1 Corintios 5).
¿Por qué Pablo les dice eso? Porque no sacar a ese hombre sería peligroso, ya que fomentaría pecado
en la congregación. Eso no es amor: es desobediencia. “¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda
la masa?” (1 Corintios 5:6).
Los hipócritas se sienten bien en congregaciones que toleran lo que no deberían tolerar. Se creen así
salvos, cuando en realidad viven apartados de Cristo; y se auto-justifican pensando “Bueno: nadie me
ha llamado la atención. Y como sea las personas alrededor de mí también viven en pecado y dicen ser
cristianas, así que mi forma de vivir no está mal”.
La tolerancia a lo que está mal no es amor, es consentir con el pecado. Recordemos eso y apliquemos lo
que la Biblia enseña sobre la disciplina en la iglesia, confrontar a nuestros hermanos en amor cuando
es necesario y expulsar de la congregación a quien persista en andar sin arrepentimiento verdadero.
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También tengamos presente que los falsos cristianos tal vez son el mayor obstáculo para el
evangelismo. Ellos hacen más daño a la proclamación del evangelio que los críticos y ateos. Es por eso
que, si amamos a los inconversos y queremos impactar al mundo, no aceptaremos entre nosotros
actitudes persistentes que no honran a Dios, a fin de que como iglesia podamos testificar a Cristo con
integridad ante el mundo.
Es evidente que estas tres condiciones en un sentido dependen del entendimiento y proclamación del
evangelio. Una iglesia que proclame vez tras vez el evangelio de arrepentimiento y salvación no podrá
estar llena de falsos cristianos porque “la palabra de la cruz es necedad para los que se pierden, pero
para nosotros los salvos es poder de Dios” (1 Corintios 1:18).
EL CREADOR AMA A SU CREACIÓN
Hace un par de semanas, un fenómeno celeste apareció en el cielo haciendo noticias nacionales y
creando un gran revuelo en la comunidad cristiana. Júpiter y Venus se fusionaron creando lo que los
astrónomos conocen como una super-estrella. Sin embargo, la mayoría de los cristianos e incluso
muchos expertos le dirán que lo que fue un resplandor en el cielo esa noche fue la Estrella de Belén.
Los mismos seres celestes que los sabios siguieron hace más de 2000 años para el lugar de nacimiento
de Jesús ya era visible a la humanidad de todos estos años más tarde en el año 2015. De hecho, la
estrella de Belén no había sido tan visible desde el nacimiento de Cristo. Júpiter y Venus se estuvieron
uniendo a lo largo del mes de junio culminando en la proximidad con una separación de sólo un tercio
de un grado. En esa noche los dos planetas se movían más cerca entre sí de lo que abarca la luna.
El cosmos o universo un estudio muy fascinante. El sistema solar en el que la tierra y todos los otros
planetas funcionan y existen habla de un Creador. Seguramente lo que sabemos y cómo funcionan las
cosas no son por casualidad o por accidente. Si una persona mira a un edificio, se conjetura que debe
existir un constructor. Del mismo modo, cuando una persona mira a la creación, sin duda debe haber
un Creador.
La Luna y el Sol
En el Salmo 8, David dice de Dios: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas
que tú has establecido, digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para
que lo cuides?La creación de Dios en tan sólo nuestro sistema solar por sí solo es alucinante. La luna es
de aproximadamente 2.100 millas de diámetro y orbita la Tierra mensualmente de principio a fin.
El sol es una bola brillante caliente de gas hidrógeno y pese a lo que vemos es cuatrocientas veces más
distante que la Luna. También es cuatrocientas veces el tamaño. El sol también está a noventa y tres
millones millas de distancia de la superficie de la tierra. ¿Hasta dónde es eso? Le tomaría a una
persona ciento sesenta y tres años conduciendo a 65 mph para recorrer esa distancia.
Los Planetas y Galaxias
El planeta Neptuno se cree que está a aproximadamente tres billones de millas de la Tierra. Sin
embargo, el sistema solar no puede ser contenido a esa distancia. Los científicos han declarado que hay
sistemas estelares a más de veinticinco billón millas de la tierra.
Luego está esto: la galaxia que conocemos como la Vía Láctea está a unos 100.000 años luz de
diámetro y contiene más de cien mil millones de estrellas. Si esta hubiese sido la única galaxia que creó
Dios habría sido lo suficientemente impresionante. Sin embargo, algunos expertos le dirán que existen
más de trescientos cincuenta mil millones de galaxias en total. Y lo que el salmista nos revela en el
Salmo 147: 4 realmente debería despejar nuestras mentes al considerar al Dios Creador. El salmista
escribe: "Él cuenta el número de las estrellas y Él los llama por su nombre."
Creación
El libro del Génesis nos dice que Dios creó los cielos y la tierra. Él creó la luz. Él creó a los animales. Él
creó la tierra, los océanos y las montañas. Él creó el sol, la luna y las estrellas. Incluso sopló en un
puñado de tierra y creó un hombre.
Por lo tanto, mirar a la creación y rechazar que hay y haya un Creador es inimaginable. Cuando
consideramos David el joven pastor, debemos entender que pasó muchas horas sentado en una colina,
cuidando las ovejas y la mirada fija en la inmensidad del cielo nocturno y de la creación de Dios. David
da a conocer sus sentimientos en el Salmo 14: 1 en lo que respecta al Dios Creador, escribe, "Dice el
necio en su corazón: No hay Dios." Sin embargo, tan vasto y tan grande como es la creación, Dios es
más grande!
El profeta Jeremías revela esta verdad bíblica en el libro que lleva su nombre. Jeremías escribe: “¡Ah,
Señor Dios! He aquí, tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; nada
es imposible para ti” (32:17) Sin embargo, en toda Su gloria, en todo Su poder y en toda Su creación,
David nos dice algo muy importante sobre el Creador, Él está consciente de nosotros!
El Creador Ama a Su Creación
A la luz de todo lo que Dios ha creado y la inmensidad de esa creación, el hombre no es más que una
mota en comparación, sin embargo, Dios valora a cada uno de nosotros. James Draper dijo una vez; “El
Dios del telescopio es el Dios del microscopio. El Dios de la inmensidad del espacio es también el Dios
de los alcances específicos de mi espíritu. "Es increíble pensar que Dios está más interesado en las
personas de lo que que Él está en los planetas. Él está más interesado en las almas de lo que Él está en
las estrellas. Mientras que el universo tiene un gran valor, a los ojos de Dios la humanidad es aún más
valiosa.
De hecho, Dios dio dominio a la humanidad sobre la obra de Sus manos (Salmo 8:6). Sin embargo, el
hombre no fue fiel a Dios cuando el pecado entró y con el pecado vino la separación de Dios. Sin
embargo, Dios desea tener una relación con Su creación. Anhelaba que la humanidad recurriese a Él
con un corazón arrepentido y rendición a Su gracia y amor. La Biblia nos dice: “Porque de tal manera
amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda,
mas tenga vida eterna.” (Juan 3:16) Esta era la única manera de redimir a la humanidad del pecado
que lo separaba de Dios.
Al final, Dios ve un gran valor en la misma gente que ha creado y Él anhela salvarlos. El problema es
que la humanidad no siempre corresponder viendo un gran valor en el Creador.
Aplicación:
Vivimos en un mundo en el cual la gente valora un montón de cosas. Parece que la gente siempre están
buscando la próxima "GRAN COSA". Cuanto más artilugios y aparatos una persona posea, mejor. Y
cuando un nuevo dispositivo sale más rápido y más funcional del que tiene, entonces la gente valora la
oportunidad de echar mano de uno.
Muchas personas hoy en día creen que su sistema de juego nuevo, el teléfono celular, la computadora o
las aplicaciones son las cosas más grandes en el mundo, hasta que la próxima cosa nueva viene. Parece
como si la sociedad siempre nos deja con ganas de más, descontentos porque algo mejor está por venir.
Qué triste es que la mayoría de la gente ve un gran valor en sus posesiones, en las cosas que son
temporales y no ponen ningún valor en una relación con Dios.
El mismo que hizo un camino para que los magos viajaran a Belén para ver al bebé Jesús anhelaba
hacer un camino a la humanidad para viajar al trono de la gracia y recibir a su Hijo como Salvador y
Señor. Él es un "GRAN DIOS!" Él es un Dios Creador que ve un gran valor en la humanidad y desea
una relación personal con todos nosotros. Cuan excelente es Su nombre en toda la tierra, que Él se
haya acordado de nosotros!
EL GOZO DEL PERDÓN
Cuando uno lee el Nuevo Testamento, su oferta es evidente: el perdón de los pecados. Es necesario,
pues, que se sepa lo que es el pecado y sus consecuencias, con fines de entender y desear la remisión de
los pecados. Enfoquemos estos dos casos. El primero: “Contra ti, contra ti sólo he pecado, Y he hecho
lo malo delante de tus ojos” (Sal. 51:4). David pecó y lo hizo en lo oculto; sin embargo, confiesa que lo
hizo en la presencia del Creador. El pecado es una ofensa contra Dios y frente a Él. De manera que si
los pecados de una persona son remitidos, ya no es considerada rebelde, sino que es trasladada a un
estado de obediencia. El segundo: “El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su
camino, Le mostraré la salvación de Dios” (Sal. 50:23). Si un hombre por fe corrige su conducta es una
alabanza al Señor; pero si anda en incredulidad, le deshonra. En cambio si sus pecados son remitidos,
sería considerada como si nunca hubiese pecado, ya que sería vuelto a su posición original.
¿Cómo saber si mis pecados han sido perdonados?
La Biblia tiene la repuesta: “Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. “Dije: Confesaré mis
transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Sal. 32:5). Alguien comenta: “Eso
fue con David, un caso extraordinario”. Sigamos leyendo: “Por esto orará a ti todo santo… “(v.6). David
lo supo: el perdón está disponible. Otro caso: “Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores,
de los cuales yo soy el primero” (1 Ti. 1:15). Y ahí mismo universaliza su experiencia: “Por esto fui
recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo
de los que habrían de creer en él para vida eterna” (v.16). Pablo supo que fue recibido a misericordia y
puesto como ejemplo de consuelo para muchos otros. ¡Qué bien!: Podemos saberlo. La remisión de
pecados es beneficiosa, necesaria y obtenible.
¿Cómo se llega a sentir el perdón?
David confesó sus transgresiones antes de saber el perdón, o que la convicción de pecado antecede
sentirlo. El orden es así: convicción de pecado, ruego y perdón. Otro caso: “Y oré a Jehová mi Dios e
hice confesión diciendo: Ahora, Señor, Dios grande, digno de ser temido, que guardas el pacto y la
misericordia con los que te aman y guardan tus mandamientos” (Dan.9:4). Si un hombre ruega a Dios
por buenas cosas, primero tiene que quitar lo que impida la entrada de esa buena cosa. La ilustración:
“Le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten
ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados… Dice entonces al paralítico: Levántate, toma tu cama, y
vete a tu casa” (Mt. 9:2,6). El enfermo rogó, fue perdonado, lo sintió o se alegró, y finalmente le
sanaron el cuerpo. Resuelto el problema espiritual fue fácil obtener el bien terrenal.
¿Cómo puedo sentirlo YO?
La Biblia responde: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las
que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu” (1 Co.
2:9-10). Esas cosas son los grandes privilegios que tenemos en el evangelio y que Dios ha preparado
para los que le aman. Podemos saberlo y sentirlo por medio de las revelaciones del Espíritu Santo en
nuestra vida. Así como el sol calienta la piel y uno lo siente. El Espíritu de Dios es quien causa que la
luz de Cristo brille o se sienta en el alma. Un caso: “Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro
corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?” (Lc.
24:32). Una cosa es oír el evangelio y otra muy distinta es que esas verdades sean dulce al alma. De ahí
el ruego de Pablo: “Por esta causa también yo, hago memoria de vosotros en mis oraciones, para que el
Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación”
(Efe.1:15). La revelación del perdón de pecados es un ministerio exclusivo del Espíritu Santo. Dicho de
otra manera: Que la convicción es una obra en el alma, no solo en el entendimiento, es un calor que
afecta los sentimientos y voluntad del individuo. Nadie podrá sentir el testimonio del Espíritu De
Gracia en su corazón, a memos que antes tenga convicción de pecado, y luego sentir el perdón.
Si una persona tuviese convicción de una verdad, él sentirá el peso de esa verdad en su alma. Es un
peso que llena su mente y altera su conducta normal. Si un comerciante está convencido que vender
naranjas es buen negocio, cuando se presenta la oportunidad de negocio, su mente se llena con la
expectativa de gozo si aumentan sus ganancias. Es algo que tiene peso en su corazón: no se trata de
algo superficial, sino profundo. La convicción de pecado trae un amargo al corazón. Entiéndase que si
alguno ve placer en el pecado, es certísimo que no tiene convicción, y tampoco sentiría la dulzura del
perdón. Ilustremos esta declaración: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os
haré descansar” (Mt. 11:28). Note el orden, un amargo en el alma y después un consuelo. Convicción de
pecado, luego confesarlo y el Espíritu de Cristo revelándole el perdón. Otro caso: “El que confiesa sus
pecados y se aparta, alcanzará misericordia” (Pr. 28:13). En la gracia, el creyente es capacitado para
alcanzar misericordia por su santo esfuerzo. Esta confesión y apartamiento son signos de haber sido
perdonado. Sentiría en su alma el dulce consuelo del perdón.
Abonando la idea
La convicción de pecado es ver una verdad bajo la luz del evangelio, no simplemente entenderlo en la
mente como si fuera mero conocimiento, tal como uno sabe que el agua es líquida. No así, sino algo
mucho más profundo. Un caso: “Bien que os dará el Señor pan de congoja y agua de angustia, con todo,
tus maestros nunca más te serán quitados, sino que tus ojos verán a tus maestros. Entonces tus oídos
oirán a tus espaldas palabra que diga: Este es el camino, andad por él; y no echéis a la mano derecha, ni
tampoco torzáis a la mano izquierda. Entonces profanarás la cubierta de tus esculturas de plata, y la
vestidura de tus imágenes fundidas de oro; las apartarás como trapo asqueroso; ¡Sal fuera! les dirás.
Entonces dará el Señor lluvia a tu sementera, cuando siembres la tierra, y dará pan del fruto de la
tierra, y será abundante y pingüe; tus ganados en aquel tiempo serán apacentados en espaciosas
dehesas” (Isa. 30:20-23). Note de nuevo el orden, amargura en el alma, convicción de pecado o que lo
verían amargo y detestable, sin provecho como vería una mujer un trapo menstruoso, y luego la
bendición del Señor o alegría de corazón. El amargo surgiría al oír la palabra. O que la convicción es en
la luz del evangelio. En otras palabras, que sí es posible sentir el perdón de pecados. Es como la alegría
de cuando el pie cojo es sanado.
PLANIFICACIÓN DE LA FAMILIA Y DE LA ATROCIDAD DE
C A D Á V ER -V EN T A
Debo admitir que me quedé sin habla durante cerca de una hora. Vi un vídeo publicado en línea , de
una operación encubierta en la que la parte superior médico de Planificación de la Familia es la venta
de las partes del cuerpo de los niños abortados. De haber visto tantos engaños revueltos en Internet,
que inicialmente asumí este fue uno de ellos. Después de un par de llamadas a figuras respetadas en la
comunidad pro-vida, sin embargo, que confirmaron la veracidad del video, me quedé sin palabras de
nuevo.
El vídeo encubierto muestra Deborah Nucatola, Director Senior de Servicios Médicos de la Federación
de Planificación Familiar de América, explicando cómo Planned Parenthood vende las partes de los
niños no nacidos abortados. El vídeo muestra a su descripción de cómo los jefes de estos bebés
vienen al precio más alto.
Si esto no sacuden la conciencia, ¿qué hará? No es sólo que los niños, en el vientre de su madre, se ven
privados de sus vidas, sino también que sus cadáveres son profanadas con fines de lucro. Esto no sólo
es homicidio; es asesinato de la manera más horrible imaginable.
Durante años, muchos de nosotros hemos pedido a los líderes del gobierno para velar por que no hay
fondos de los contribuyentes, de cualquier tipo, van a Planned Parenthood. ¿No está claro que estos no
son profesionales de la salud, pero los piratas y ladrones de tumbas de aquellos que no tienen
tumbas? El Departamento de Justicia y el Congreso de los Estados Unidos deben realizar una
investigación a fondo de esto.
No es de extrañar que el lobby del derecho al aborto levantó la legislación del Congreso trata de
personas porque no financiar el aborto? Resulta que, el aborto es en sí mismo un conductor de la trata
de personas. Los que se consideran demasiado “inútil” para ser considerada personas son muy “útil”
para ser vendidos por partes. Los que se consideran “no deseada”, son bastante “deseados” cuando sus
órganos cercenados traen dinero.
La iglesia de Jesucristo debe comprometerse a hablar de la dignidad humana. Lo que vemos en este
caso es lo que siempre ha sido cierto de Planificación de la Familia: el culto a Mamón en colisión con la
imagen de Dios, y la imagen es sacrificado en el altar de la especulación. Esto no pasó desapercibido a
Dios. Él ha dicho: “¡Ay de los que decretan estatutos inicuos, y de los que constantemente escriben
decisiones injustas, para privar de justicia a los necesitados, para robar de sus derechos a los pobres de
mi pueblo, para hacer de las viudas su botín, y despojar a los huérfanos!” (Isaías 10: 1-2).
Los niños destrozados en centros de aborto no tienen nombre, pero Dios conoce sus nombres. No
tienen lugares de descanso pero Jesús concede descanso. Si somos llamados al reino de un solo Mesías,
aquel que da la bienvenida a los niños, que deben ponerse de pie y hablar por los vulnerables Él
ama. Estos niños pueden ser más que otro elemento de línea en el libro mayor de beneficios de la
industria del aborto, pero comparten la humanidad de nuestro Señor Jesús, y hay que abogar por la
justicia para ellos.
Es hora del renacer por defender a los no nacidos.
LOS DONES DEL ESPÍRITU
La doctrina de los dones del Espíritu Santo es casi exclusivamente Paulina. El único otro autor que
habla acerca estos dones es Pedro, que lo menciona de paso en 1 Pedro 4:10. Cuando leemos 1 Corintios
12 y Efesios 4, nos damos cuenta que los dones son dados a través del Espíritu Santo, pero los
recibimos en nombre y por autoridad de la persona de Jesús.
Dones espirituales es una palabra que viene del griego JARISMATA, a la vez derivada de otra palabra
que es JARIZESTHAI, y significa mostrar favor o dar libremente. JARIS significa gracia. A la luz de lo
que la Palabra de Dios dice y de este significado en el original, podemos decir que un don espiritual es
la habilidad sobrenatural dada por Cristo al creyente por medio del Espíritu Santo, en el momento de
su salvación o después, para el servicio del cuerpo de Cristo. El momento cuando un don es recibido ha
sido debatido, pero no es el interés de este artículo entrar en esa controversia.
El ejercicio de todo don espiritual debe tener como meta que todo el cuerpo de Cristo sea edificado. Así
nos enseña 1 de Corintios 12:7, “Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien
común”. Ningún don es dado o debe ser ejercido de manera egoísta, para la edificación de esa sola
persona que tiene el don.
Dones y talentos
Es importante distinguir entre lo que son dones espirituales y lo que son talentos naturales. Los
talentos naturales son también dados por Dios, pero llegan a nosotros a través de nuestros padres: son
parte de la herencia biológica que recibimos de ellos. Por su parte, los dones espirituales son dados por
Dios independientemente de los padres. No se recibe por herencia, sino por gracia.
Estos talentos naturales que están presentes en nuestro nacimiento pueden desarrollarse y quedar al
servicio de todo hombre, creyente o no creyente. Sin embargo, el don del Espíritu es dado
primordialmente para beneficio de la iglesia, del cuerpo de Cristo, como vemos en 1 de Corintios 12, 14
y Efesios 4.
En la Palabra de Dios hay 4 listas de dones. Estas listas no son exhaustivas, y por tanto ninguna de
estas listas está completa por sí misma. Estas listas aparecen en 1 Corintios 12:8-10; 1 Corintios 12:28-
30;Romanos 12:6-8 y Efesios 4:11
Diversos dones
“Según cada uno ha recibido un don especial, úselo sirviéndose los unos a los otros como buenos
administradores de la multiforme gracia de Dios”, 1 Pedro 4:10
Cada creyente recibe por lo menos un don. Algunos han recibido más de uno, pero por lo menos un
don es recibido por cada creyente, de acuerdo a lo que dice 1 Pedro 4:10, “según cada uno ha recibido
un don especial”.
El apóstol Pablo en 1 Corintios 7:7 dice: “Sin embargo, yo desearía que todos los hombres fueran como
yo. No obstante, cada cual ha recibido de Dios su propio don, uno de esta manera y otro de aquélla”.
Aquí él está haciendo referencia al don de continencia. Pero él, dentro de ese contexto, dice que cada
cual ha recibido de Dios su propio don, lo que una vez más nos afirma que por lo menos un don es
dado a cada creyente. Por otro lado, es bueno recordar que ningún creyente tiene todos los dones. 1
Corintios 12:29-30dice lo siguiente: “¿Acaso son todos apóstoles? ¿Acaso son todos profetas? ¿Acaso
son todos maestros? ¿Acaso son todos obradores de milagros? ¿Acaso tienen todos dones de sanidad?
¿Acaso hablan todos en lenguas? ¿Acaso interpretan todos?”. La respuesta es obvia: nadie tiene todos
los dones.
Un mismo dador
“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, distribuyendo individualmente a cada uno
según la voluntad de El”, 1 Corintios 12:11
Con relación a quién decide qué don yo recibo, necesitamos recordar que los dones son dados por el
Espíritu de Dios de una forma soberana, conforme al llamado que Él nos haya hecho. Los dones no nos
son dados por el grado de santificación que tengamos, sino que Dios nos equipa con sus dones
conforme al llamado que Él nos haya hecho, para que podamos realizar el propósito para el cual Él nos
creó y nos llamó. De manera que no debiéramos pedirle a Dios que nos dé el don que deseamos, sino
pedirle a Dios que nos dé el don necesario para llevar a cabo el propósito para el cual Él nos salvó.
El propósito de los dones
“Y El dio a algunos el ser apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y
maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios, a la
condición de un hombre maduro, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”, Efesios 4:11-13
El propósito del don es edificar el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la condición de un
hombre maduro. Lo podemos ver de otra manera cuando Pablo hace referencia al don de hablar en
lenguas en 1 de Corintios 14:19, donde él dice que “en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi
entendimiento, para instruir también a otros, antes que diez mil palabras en lenguas”. El énfasis de
Pablo está en que la preferencia debe estar en que otros entiendan y sean edificados. Por eso él habla
de que prefiere hablar cinco palabras con entendimiento antes que diez mil palabras en lenguas. Pablo
está sumamente preocupado por el hecho de que el ejercicio de un don pudiera resultar en el no
entendimiento de los demás.
El creyente que ha recibido un don pudiera ser negligente con su don, como muestra 1 de Timoteo 4:14
“No descuides el don espiritual que está en ti, que te fue conferido por medio de la profecía con la
imposición de manos del presbiterio”. Algo similar vemos en 2 Timoteo 1:6 “Por lo cual te recuerdo que
avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos”. Parece ser que el apóstol
Pablo estaba tratando de estimular a Timoteo en un momento en que Timoteo quizás no estaba siendo
fiel al ejercicio de su don.
Algunas palabras con relación a los dones más controversiales
Entre los dones del Espíritu, quizás los más controversiales sean el don de profecía y el don de lenguas.
Creemos que se hace necesario hacer la salvedad, nuevamente, de que los dones no son dados por la
santidad de una persona o la santidad de una iglesia. El mejor ejemplo de esto es la iglesia de Corinto,
que era una iglesia altamente pecaminosa. Sin embargo, esta es la iglesia en donde abundaban los
dones espirituales. Esto nos muestra que los dones no nos son dados por nuestro grado de santidad.
Lo que sí estaba ocurriendo es que Corinto era una comunidad altamente pagana, y los nuevos
convertidos venían precisamente de ese trasfondo pagano y pecaminoso. Era una ciudad que tenía un
templo con mil prostitutas, inmersa en el poder del mundo de las tinieblas, con una población
acostumbrada a ver grandes manifestaciones sobrenaturales de parte del poder de la oscuridad. En ese
contexto, Dios entendió como necesario que Él se manifestara sobrenaturalmente, precisamente para
demostrar que Él como Dios era mucho más grande y mucho más poderoso que los dioses a quienes
ellos servían.
Entendemos que el Dios que hizo eso ayer lo podría hacer hoy o hará mañana en circunstancias
extraordinarias cada vez que Él entienda que sea necesario la autentificación de su mensaje o su
mensajero. Es bueno recordar que el contexto de la iglesia de Corinto se da en ocasiones en la iglesia de
hoy en día en lugares donde el poder de las tinieblas tiene mucho lugar, debido al número de personas
que practican lo oculto en ciertas comunidades. En estos casos, la lucha que se da alrededor de la
iglesia es una lucha de poder, donde hay individuos que han vivido grandes experiencias bajo el poder
de las tinieblas y que están acostumbrados a ver esas grandes manifestaciones. Esas personas con
frecuencia desafían el mensaje de Dios o al mensajero de Dios, haciendo demostración de su poder y
casi retando al mensajero de Dios a que demuestre que verdaderamente que el Dios de la Biblia es más
poderoso que el dios a quien ellos sirven. Este desafío a veces es abierto y otras veces es más callado.
Algo similar quizás pueda verse en la confrontación que tuvo Elías con los 450 profetas de Baal, donde
Elías, para demostrar la supremacía de Dios, los retó a ir al monte Carmelo y a tener un “duelo” con
esos “dioses”. Allí quedó demostrado con manifestaciones sobrenaturales quién era Dios
verdaderamente. De esa misma manera, creemos que Dios sigue hoy manifestándose
sobrenaturalmente cuando Él entiende que así debe hacerlo.
Estas experiencias pudieran ocurrir hoy sobre todo cuando el mensajero de Dios se encuentra en
comunidades que no saben lo que es un libro como la Biblia porque no tienen ni siquiera un alfabeto.
En ausencia de un alfabeto, lo único que ellos conocen con frecuencia es el poder de las tinieblas bajo el
cual han vivido. En otras circunstancias, Dios básicamente usa Su Palabra para autentificar su
mensajero o su mensaje.
Como una nota interesante, queremos recordar que en el mundo occidental que corresponde a lo que
es América y Europa, y en parte del resto del mundo donde la educación ha ido avanzando, la gran
lucha no es tanto una lucha de poder, como se vio en Corinto y como se ve en algunos lugares.
Usualmente, la lucha es por la verdad que se da en los centros académicos, en las universidades, donde
la verdad de Dios es retada, donde la gente enseña que no hay absolutos, y donde con frecuencia se
pone en entredicho lo que la Palabra dice. En medio de esa lucha por la verdad, Dios levanta grandes
expositores y defensores y maestros de su Palabra, que son los que están llevando a cabo su defensa. Y
ellos llevan a cabo esa defensa a través del mismo Espíritu que en otras localidades y en otros
momentos pudiera hacer manifestaciones sobrenaturales para la confirmación del mismo mensaje o
mensajero.
Sobre el don de profecía
El don de profecía ha sido muy mal entendido. La palabra profetizar en su significado primario no es
predecir el futuro. De hecho, 1 de Corintios 14:3 dice: “Pero el que profe- tiza habla a los hombres para
edificación, exhortación y consolación”. En esas tres cosas no encontramos ninguna predicción del
futuro. De manera secundaria, el profetizar sí significa la predicción del futuro, pero en su forma
primaria la palabra profetizar significa “exponer la voluntad de Dios”, y de esa manera, cuando el
pastor predica un mensaje y está exponiendo la voluntad de Dios, esa es una actividad profética.
Cuando el Nuevo Testamento usa el término de profeta, no lo usa de la misma manera que se usó en el
Antiguo Testamento, y lo sabemos por varias razones:
1) Lucas 16:16 establece que la Ley y los profetas fueron hasta Juan (el Bautista). Juan el Bautista fue la
última figura similar al profeta del Antiguo Testamento y fue más bien una figura transitoria.
2) En Hechos 21:8-14 encontramos una situación interesante. Aquí aparece el profeta Agabo,
profetizando que Pablo iría a Jerusalén y que sería atado en cadenas; y en respuesta a eso él, junto con
la comunidad, le pide a Pablo que no vaya a Jerusalén. Por su parte Pablo, en su calidad de Apóstol, le
pide que paren de hacer esa petición porque lo único que estaban haciendo era entristeciendo su
espíritu, y que él tenía que ir a Jerusalén por designio de Dios. En este caso parece ser que el profeta
tenía una opinión contraria a la del apóstol, algo que nunca hubiese pasado en el Antiguo Testamento,
donde el creyente tenía que obedecer la voz infalible del profeta. Note cómo al final terminaron
diciendo: “que se haga la voluntad de Dios”. Si Agabo hubiese sido un profeta al estilo del Antiguo
Testamento, esa frase no tendría cabida porque lo que Agabo reveló hubiese sido la voluntad de Dios y
ya no habría que preguntarse acerca de cuál sería dicha voluntad. El verdadero profeta del Antiguo
Testamento siempre era infalible, según revela Deuteronomio 18.
3) 1 de Corintios 14:29-30 dice: “Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen. Pero si a otro
que está sentado le es revelado algo, el primero calle”. La idea aquí es que lo que un profeta diga sea
comprobado por otros que estén en la congregación, o por la misma congregación. De ahí que dice que
si dos o tres profetas hablan, que los demás juzguen; en otras palabras, disciernan lo revelado. La
revelación del profeta del Antiguo Testamento no estaba sujeta al escrutinio de dos o tres profetas o de
la congregación o comunidad donde él estaba profetizando. Lo que él decía era incuestionable, porque
era Palabra de Dios. Podemos inferir que, puesto que esta infalibilidad profética no existía en el Nuevo
Testamento, cuando se traía alguna revelación tenía que ser juzgada por los demás.
Todo lo anterior es para hacer la aclaración de cuál es el significado primario de la palabra profetizar y
para aclarar que entendemos que el don de profetizar del que habla el Nuevo Testamento no es
equivalente al oficio de profeta del Antiguo Testamento. En esos casos, quizás sea mejor hablar de
alguna revelación que Dios haya traído a través de un Agabo o alguien similar que necesitaba el
escrutinio o el juicio de los demás.
Sobre el don de lenguas
Este es otro don que ha causado una gran controversia. Hay un grupo que entiende que este don, al
igual que otros dones sobrenaturales, ya pasaron y que estuvieron presentes hasta que murió el último
de los apóstoles. En el otro extremo, otros creen que estos dones están presentes, pero lo usan de una
manera completamente antibíblica, violando parámetros que Pablo establece en 1 de Corintios 14.
Otros estamos en una posición intermedia, donde creemos que este don pudiera tener su lugar hoy en
circunstancias especiales, pero que su ejercicio necesita ser regulado por la Palabra de Dios.
La primera manifestación del don de lenguas aparece en el libro de Los Hechos:
Hechos 2:4-8 “Todos fueron llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el
Espíritu les daba habilidad para expresarse. Y había judíos que moraban en Jerusalén, hombres
piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. Y al ocurrir este estruendo, la multitud se
juntó; y estaban desconcertados porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. Y estaban
asombrados y se maravillaban, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que están hablando?
¿Cómo es que cada uno de nosotros les oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido?”.
Esta experiencia en el libro de los Hechos obviamente fue usada por Dios donde Él permitió que
individuos que hablaban diferentes lenguas humanas pudieran oír el mensaje que Pedro estaba
predicando en sus propios idiomas. Este don así expresado no requirió de ningún intérprete porque
cada cual oyó el mensaje en su propia lengua, y fue usado de una manera evangelística, para la
predicación del mensaje.
Este don de lenguas es diferente, a nuestro entendimiento, del que aparece descrito en 1 de Corintios
14, y que es precedido por un verso introductorio en 1 Corintios 13.
1 Corintios 13:1 dice: “Si yo hablara lenguas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser
como metal que resuena o címbalo que retiñe”. Notemos cómo el apóstol Pablo dice “Si yo hablara
lenguas humanas y angélicas”, como tratando de hacer una diferenciación entre lo que son las lenguas
humanas y las lenguas angelicales. Creemos que este don de lenguas que está más claramente descrito
en el próximo capítulo 1 Corintios 14 se refiere a lenguas angelicales y no a lenguas humanas, por
varias razones. En primer lugar, este don descrito en la carta a los corintios requiere de un intérprete, y
que ese intérprete tenga el don de la interpretación. Eso no fue requerido en el don de lenguas
manifestado Hechos 2. Además, en el libro de Los Hechos se nos describe el ejercicio del don de
lenguas, y este sirvió para evangelizar; pero el propósito del don de lenguas descrito en 1 Corintios
14 no tiene nunca el propósito de la evangelización, sino que su propósito es el alabar y glorificar a Dios
como vamos a ver más adelante.
Habiendo dicho eso, veamos algunas de las cosas que Pablo nos dice en 1 Corintios 14 en los primeros
versículos de este capítulo:
1 Corintios 14:2 “Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo
entiende…”. Si no le habla a los hombres entendemos entonces que esta no es una lengua humana. Si
solamente le habla a Dios, creemos que esta es una lengua angelical que solamente puede ser
entendida por Dios.
1 Corintios 14:4 dice que “El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a
la iglesia”. Pablo está estableciendo la diferencia entre lo que es el don de lenguas y lo que es el don de
profecía. Cuando se profetiza, se profetiza para edificar la iglesia; cuando se habla en lenguas muchas
veces la edificación primera la recibe aquel que ejerce el don, pero los dones se nos dan
primordialmente para la edificación del cuerpo de Cristo.
1 Corintios 14:5 dice que “el que profetiza es superior al que habla en lenguas”. Y eso es importante
recordarlo, simplemente porque muchos son los que han elevado el don de lenguas a una categoría que
no tiene, haciendo esta experiencia muy superior a cualquier otra experiencia, sólo por lo llamativa y
atractiva que es la experiencia.
Notemos cómo el apóstol Pablo dice que si hablo en lenguas y no se lo que dije hablo al aire (1 Co.
14:9). De manera que la experiencia del don de lenguas sin el entendimiento del mismo no tiene
ningún sentido, sería el equivalente al hablar al aire, y ya sabemos lo poco productivo que es hablarle al
aire.
Pablo amplía esto más en 1 Corintios 14:14-17 “Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi
entendimiento queda sin fruto. Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu, pero también oraré con el
entendimiento; cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento. De otra manera, si
bendices sólo en el espíritu, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del que no
tiene ese don, puesto que no sabe lo que dices? Porque tú das gracias bien, pero el otro no es
edificado”. Aquí el apóstol nos está diciendo que él no quiere simplemente orar con el espíritu, que
sería el orar en lenguas, sino que el quiere orar también con su entendimiento, porque sino, su
entendimiento quedaría sin edificar.
Conclusión
Como podemos ver, muchos de los que defienden los dones sobrenaturales lo hacen en franca violación
de los lineamientos establecidos por la Palabra, y eso se hace entonces inaceptable. El Espíritu de Dios
que inspiró la Palabra no puede contradecirse a sí mismo. De igual modo, donde el ejercicio de un don
no esté contribuyendo a la edificación de la iglesia, es un don que no debiera existir… el que sea.
Porque esto contradice lo que la palabra describe como propósito para todos los dones.
Por otra parte este es un tema donde hermanos de mucho peso académico han diferido y tenemos que
ser como nuestro Señor Jesucristo, mansos y humildes, para saber dónde están nuestros puntos en
común, y habiendo distinguidos dichos puntos, ver si realmente nuestras diferencias son tan
monumentales que nos requieran separarnos unos de otros.
Como nota final quisiera decir que nunca he experimentado ninguna de los dones sobrenaturales
mencionados arriba, ni nunca lo he visto expresados en nuestra iglesia en dieciocho años que tenemos
funcionando. Menciono esto solo para decir que la explicación que ofrezco más arriba es en base a
exégesis de pasajes bíblicos y no a experiencias personales.
Al final procuremos que Dios sea glorificado, su Palabra exaltada y su Pueblo edificado por encima de
todas nuestras opiniones y experiencias personales.
DIOS NO QUIERE TU FELICIDAD
“Dios quiere que seamos felices, ¿no te das cuenta?” me dijo una ilustre desconocida en Facebook. Ya
ni recuerdo bien por qué.
Me resulta cada vez más curiosa y abyecta la idea de que Dios quiere que seamos felices. Sí, está claro
que la Biblia está llena de todo tipo de bienaventuranzas desde el Antiguo Testamento hasta el
mismísimo Apocalipsis, pero si nos fijamos bien, no se trata de la felicidad que nosotros imaginamos.
La mayoría de las personas hoy en día cuando dicen “Dios quiere hacerme feliz” dan por supuesto
primero todo aquello que, según ellos mismos, los haría felices: una carrera exitosa, una familia bonita,
una casa en la colina, un ministerio reconocido, fama y reconocimiento, una relación duradera con
alguien hacia quien se sienten atraídos, etc. Y desde ese presupuesto intocable imaginan que Dios “les
concederá las peticiones de su corazón”. Pero Dios afirma claramente que sólo le son concedidas las
peticiones del corazón a quienes, primero, se deleitan en Jehová (Salmo 37.4), no en las cosas,
circunstancias o relaciones que Jehová da o podría dar. Y deleitarse en Jehová significa valorarlo como
el tesoro mayor, el tesoro suficiente, el deleite último, el más sublime de todos, al lado del cual vale la
pena dejar atrás cualquier otro placer, pues todos los demás son menores e insuficientes.
La noticia es esta: Dios no quiere darte TU concepto de felicidad. Dios definitivamente no quiere TU
felicidad. Él te creó y Él sabe qué es lo mejor para ti, mejor que tú mismo, pues la raza humana hace
tiempo que perdimos el rumbo y que vagamos en las granjas de cerdos deseando las algarrobas que les
dan, mientras nuestro Padre tiene un banquete en casa. Hace rato que tomamos agua de la letrina y la
llamamos deliciosa cuando a sólo un paso está el agua fresca y cristalina de la vertiente que Dios nos
ofrece. Hace rato que empezamos a llamar a lo malo bueno y a lo bueno malo.
Dios quiere destruir TU felicidad. Y, si es necesario, para librarte de la triste esclavitud en la que te
encuentras, preso de tus propios conceptos mediocres de felicidad, Dios va a romper tu corazón, Dios
va a hacer que se venga abajo tu carrera, Dios te va a quitar tu mejor trabajo, Dios va a hacer que te
decepciones de tu iglesia y tu iglesia se decepcionará de ti, Dios va a arruinar tu reputación, Dios te va a
llevar a la bancarrota financiera, Dios va a deshacer el buen nombre tuyo y de tu familia, Dios te va a
quitar tu hijo(a), Dios no te va a prosperar (no importa cuánto lo intentes), Dios va a alejar de ti a la
persona que más amas, Dios te dará el desprecio de las personas que quieres agradar, Dios va a
destruir la relación de tus sueños. Y todo esto simplemente porque Dios no quiere TU felicidad.
¿Por qué Dios hace eso? ¡Para que seamos verdaderamente libres! Y es que hemos construido muros
alrededor de nosotros mismos que nos aíslan de Dios y de la verdadera felicidad. Nos hemos
construido burbujas de concreto. Burbujas de sueños vanos. Burbujas donde cada ladrillo es un deseo
que nuestro corazón pecaminoso anhela. Sin puertas. Sin ventanas. Nos construimos habitaciones
perfectamente aisladas, muy bien higienizadas por dentro como cámaras hiper-báricas, de murallas
blancas como nieve y todo iluminado por una pequeña luz tenue, muy tenue, que dan dos ampolletas
titilantes. Una ampolleta de superioridad moral y otra de esperanza superficial: “algún día mis sueños
se harán realidad”. No importa si tus sueños son sueños ambiciosos de fama, fortuna y grandes logros
o si son sueños más “hippies” de vida en familia, casa sencilla y disfrute de la naturaleza. Todos tus
sueños son vanos. Y Dios lo sabe… pero tú no. No importa si te sientes moralmente superior porque
eres más exitoso o porque, justamente, no has logrado éxito (“es que yo no me vendo a este sistema”),
pero la moralina supura por tus poros igual y enrarece el aire en tu habitación aparentemente perfecta,
construida de certezas, sueños e ideologías.
Entonces Dios, porque nos ama, comienza a deshacer nuestros sueños, nuestros logros, nuestras
expectativas. Pequeñas grietas comienzan a aparecer en las paredes de nuestro cuarto de aire
enrarecido. Dios nos muestra Su soberanía quitándonos lo que un día nos dio. Los necios ignorantes
culpan al diablo y a las maldiciones hereditarias. Los ilusionados (un poco menos necios que los
anteriores), piensan que hicieron algo mal y que Dios los está castigando. La verdad es que ninguna de
esas cosas está ocurriendo. ¡Dios nos está libertando por amor! Dios nos está salvando de nuestro peor
enemigo: nosotros mismos. Y su misericordia nos está conduciendo para que sintamos desagrado,
decepción e insatisfacción con la vida que estamos llevando.
Dios comienza a producir grietas en nuestros sueños y entonces la verdadera luz, la luz del Sol
resplandeciente de Justicia, comienza a entrar y se cumple la profecía del gran poeta canadiense
Leonard Cohen “hay una trizadura, un quiebre en todas las cosas… y es por ahí que la luz entra”. El aire
enrarecido se empieza a ir y comienza a entrar aire fresco. Con ese aire entran partículas de polvo que
nos hacen estornudar y descubrimos ese placer infantil que existe en el segundo previo y posterior a los
estornudos. Nuestro concepto de higiene moral se viene abajo. Las grietas del suelo permiten que toda
clase de insectos y lombrices entren con la tierra, las flores y pastos se abren paso a través de las
trizaduras. Las grietas del techo hacen que la lluvia nos moje. Al inicio nos irritamos, pero luego
descubrimos el placer de pisar los charcos y de ver cómo los rayos de sol hacen que se vean brillantes y
hermosas las telas de arañas cargadas con gotas de rocío.
Así nuestro corazón se empieza a libertar de sus ídolos esclavizantes, llenos de demandas sanguinarias.
Así comenzamos el lento reencuentro con nuestro Creador y Redentor: cuando dejamos atrás nuestra
felicidad y corremos a abrazar, como niños colgados del cuello de papá, la felicidad que Él tiene para
nosotros.
Y esta es la buena noticia: Dios no quiere TU felicidad. Dios quiere hacerte verdaderamente feliz.
APRENDA EL ARTE DEL CONTENTAMIENTO … Y EL DESCONTENTO
Por Colin Smith
Por más que usted tiene, hay otros que tienen más. Sin embargo teniendo poco, hay otros que tienen
menos. Todos nosotros tenemos más que algunas otras personas. Todos nosotros tenemos menos que
algunas otras personas.
Sin embargo lo mucho o lo poco que Dios le ha confiado a usted, habrá temporadas de la vida cuando
tendrás menos y temporadas de la vida cuando se tendrá más. Pongámonos firmes en ambas
posiciones hoy y escucharemos lo que Dios nos dice cuando tenemos más y cuando tenemos menos.
Cuando usted tiene menos: Aprenda el arte del Contentamiento
La piedad acompañada de contentamiento es gran ganancia. (1 Timoteo 6: 6)
El contentamiento es encontrar gozo en lo que Dios te ha dado. Lo contrario del contentamiento es la
codicia. El contentamiento es una gracia cristiana que crece con el tiempo. No viene rápido, fácil o
naturalmente. Pablo dice: "He aprendido a contentarme" (Filipenses 4:12).
¿Cómo aprendió eso? Él nos dice: “Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he
aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir
necesidad.” (Filipenses 4:12).
Dios usó la experiencia de la pérdida para producir el buen fruto del contentamiento en la vida de
Pablo. ¿Has descubierto el secreto de estar contento?
Jeremías Burroughs describe el contentamiento como “una joya rara.” [1] ¿Cómo puede encontrar gozo
en lo que Dios le da, sobre todo cuando es menos de lo que tenía antes? Burroughs tiene gran sabiduría
sobre cómo obtener esta joya:
Un cristiano viene al contentamiento, no tanto por medio de la adición como por medio de la resta …
El contentamiento no viene añadiendo a lo que tienes, sino restando de lo que deseas. El mundo dice
que encuentras contentamiento cuando tus posesiones se elevan para alcanzar el nivel de tus deseos …
El cristiano tiene otra forma de satisfacción, es decir, que puede llevar sus deseos a sus posesiones. [2]
Así que ¿por qué la piedad acompañada de contentamiento es "gran ganancia"? Pablo da cuatro
razones en 1 Timoteo 6:
No puedes quedarte con lo que obtienes en este mundo (v7).
Si dirige su corazón sobre el dinero, usted se expone a tentaciones poderosas que arruinan muchas
personas (v9).
Usted puede vagar de la fe (v10).
Usted va a experimentar un gran dolor a causa de todo lo anterior (v10).
Cuando usted tiene menos, aprenda el arte del contentamiento. Aprenda a disfrutar de lo que Dios le
ha dado más de lo que se aflige por lo que ha quitado. Practique el arte del contentamiento piadoso y
usted encontrará que es gran ganancia.
Cuando Tenga Más: Aprenda el Arte del Descontento
A los ricos en este mundo, enséñales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en la incertidumbre
de las riquezas, sino en Dios, el cual nos da abundantemente todas las cosas para que las disfrutemos.
(1 Timoteo 6:17)
Cuando Dios te da más, es necesario desarrollar un descontento santo con las cosas de este mundo.
Cuanto Dios te da más, más importante se vuelve esto. El mundo está descontento con menos y le dice:
"Usted encontrará contentamiento con más." Dios dice: "Aprenda a contentarse con menos, y aprenda
a estar descontento con más.”
Cuando tenga más, aprenda a preocuparse por el hecho de que va a dejar este mundo y usted no puede
tomar lo que usted tiene con usted (Lucas 12: 13-21). Aprende el arte del descontento. Mientras Dios le
da más, pregúntele cómo lo puede utilizar.
Juan Calvino tiene una imagen maravillosa de esto que mi esposa, Karen, y yo repetimos porque lo
sabemos por experiencia. Si realmente creemos que el cielo es nuestro hogar, seremos como los que
emigran a otro país. Envían sus bienes por delante , para que puedan disfrutar de ellos durante más
tiempo.
Los creyentes deben procurar esto después de que han aprendido que esta vida pronto se desvanecerá
como un sueño, transfieren las cosas que desean realmente disfrutar a un lugar donde tendrán una
vida abundante.
Debemos, pues, imitar lo que hacen las personas que determinan emigrar a otro lugar, donde han
elegido una morada duradera. Envían antes que ellos todos sus recursos, y no se afligen por carecer de
ellos por un tiempo, porque se consideran a sí mismos los más felices cuanto más bienes tienen en
donde estarán durante mucho tiempo.
… Si creemos el cielo es nuestro país, es mejor transmitir nuestras posesiones [allí] que mantenerlas
aquí, donde en nuestra migración repentina, las perderemos. [3]
¿Cómo cultivamos descontento y cambiamos lo que amamos?
Thomas Chalmers dice:
Usted tiene que poner ante las personas otro objeto de afecto más digno de los apegos del corazón, de
modo que el corazón prevalezca … para intercambiar un antiguo afecto por uno nuevo.
Eso es exactamente lo que Dios hace por nosotros en el evangelio.
En el evangelio, Dios ofrece amor infinito y vida eterna. Este nuevo afecto es nacido en la cruz.
Muriendo, llevó sobre sí toda la culpa y la vergüenza que nos alejaba de Dios. Resucitando, asciende al
cielo para preparar un lugar para nosotros allí.
Ame a Cristo más y amará menos el dinero. Cuando usted tiene menos usted se encontrará diciendo:
“Estoy aprendiendo a ser contento. Cristo es más para mí que todo el mundo. “Cuando se tiene más se
va a decir: “¿Cómo puedo usar lo que tengo para servir a Cristo? Porque Cristo es más para mí que todo
el mundo.”

[1] Jeremiah Burroughs, The Rare Jewel of Christian Contentment.


[2] Ibid., p. 45.
[3] John Calvin, Institutes of the Christian Religion , book 3, chapter 18, section 6.
LOS MILAGROS INCOMPARABLES DE CRISTO
Por Nathan Busenitz
En el curso de su ministerio terrenal, Jesús
sanó enfermedades
echó fuera demonios
calmó tormentas
resucitó a los muertos
alimentó a miles a la vez
caminó sobre el agua
convirtió el agua en vino
e incluso controló la posición de un pez (por ejemplo, Matt. 17: 23-27; Lucas 5: 1-11).
Debido a que sus milagros eran tan bien conocidos, Jesús mismo se refirió a ellos como la
comprobación de que Él vino de parte de Dios. Mientras les dijo a sus críticos, “porque las obras que el
Padre me ha dado para llevar a cabo, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, de que el
Padre me ha enviado.” (Juan 5:36; cf. Mateo 11:5; Juan 10:38).
De manera significativa, los opositores de Jesús nunca negaron sus milagros. Aunque
cuestionaron el origen divino de su poder (Mateo 12:24), nunca fueron capaces de negar que las obras
que Él y sus apóstoles eran efectuadas sobrenaturalmente (Juan 11: 47-48; Hechos 4:16). Incluso hoy
en día, "el hecho de que la obra milagrosa pertenece al Jesús histórico ya no está en disputa.”[1]
En las palabras del erudito alemán, Wolfgang Trilling: “Estamos convencidos y afirmamos por
históricamente cierto que Jesús hizo, de hecho, realizó milagros. . . . . . . Los informes de milagros
ocupan tanto espacio en los Evangelios que es imposible que todos pudiesen haber sido inventados
posteriormente o transferidos a Jesús".[2]
Literatura judía desde los primeros siglos dC confirma que los Judíos, como los cristianos, aceptaron el
hecho de que Jesús realizó actos sobrenaturales. A diferencia de muchos de los pseudo-milagros
realizados hoy en el nombre de Jesús, los milagros reales de Jesús eran irrefutables. Pero mientras
ellos no podían negar su poder, los líderes religiosos judíos rechazaron la idea de que Dios era la fuente
detrás de ello.
Los fariseos del tiempo de Jesús atribuyeron su poder directamente a Satanás (Mateo 12:24).. En siglos
posteriores, los rabinos intentaron hacerlo pasar como brujería y magia.[3] Por lo tanto, en el Talmud
Babilónico leemos esta acusación: “Jesús Nazareno practicaba la magia y engañó y llevó a Israel por
mal camino”[4] A pesar de la intención peyorativa , esa declaración proporciona dudosa confirmación
del hecho de que Jesús realizó milagros sorprendentes (que Sus enemigos malinterpretaron como
"mágico"). La declaración también indica que sus milagros eran tan convincentes que muchos en Israel
creyeron en Él.
Fuentes judías reconocen, además, que los seguidores inmediatos de Jesús también tenían el poder de
sanar en su nombre.[5] El Académico de Princeton Peter Schäfer comenta sobre un relato en especial
en el Talmud, en el que el nieto de un hombre judío no creyente llamado Yehoshua b. Levi fue
milagrosamente sanado por un cristiano. Aunque la sanidad fue un éxito, Yehoshua b. Levi estaba
mortificado que su nieto había sido objeto de tales poderes "mágicos". Sobre la base de ese relato,
Schäfer explica la perspectiva judía de los milagros de Jesús:
La historia sobre Yehoshua b. Levi y su nieto. . . . presenta una crítica irónica del poder de Jesús [y sus
apóstoles] para realizar milagros. Es cierto, argumenta, su poder mágico es innegable: funciona, y no
se puede hacer nada en contra de su efectividad. Pero es [en la mente de los Judíos] un poder no
autorizado y mal usado.[6]
Una vez más, los adversarios de Cristo (y los apóstoles) no podían negar Su capacidad de obrar
milagros. Lo mejor que podían hacer era tratar de negar el origen divino de ese poder.
Frente a la realidad de que Jesús y sus seguidores inmediatos podrían realizar actos milagrosos, los
líderes judíos (tanto en los días de Jesús y en las generaciones que le siguieron) tenían una opción
clara. Pero en lugar de atribuir”la naturaleza casta, ética y redentora de los milagros de Cristo”[7] a
Dios, eligieron en su lugar atribuirlos (ya sea directa o indirectamente) a Satanás. Sus acusaciones
salvajes expusieron la naturaleza irracional de su incredulidad cegadora.
Jesús mismo señaló la naturaleza contradictoria de su solicitud (ver Mt. 12 :. 25-32): ¿Por qué Él utiliza
su poder milagroso para luchar contra Satanás, si Él era, de hecho, empoderado por Satanás? El hecho
de que Jesús usó sus milagros para promover el reino de Dios revela con claridad la verdadera fuente
de Su poder. [8]
Aunque ninguno de los fariseos ni los rabinos posteriores respondieron de fe, sus escritos (desde los
primeros siglos de la historia de la iglesia) proporcionan confirmación histórica de Jesús como un
hacedor de milagros.[9] Su capacidad de realizar prodigios era innegable.
Por lo tanto los cristianos de hoy pueden mirar a los milagros de Cristo como la comprobación de que
Él es verdaderamente el Hijo de Dios (Juan 3:2; Hechos 2:22). Como el líder cristiano Justino Mártir
primitivo (d. 165) explicó a los antagonistas judíos de su época:
“[Jesús] se manifestó a su raza y sanó a los que estaban mutilados físicamente, sordos y cojos de
nacimiento, causando a uno saltar y otro escuchar y una tercera ver a su palabra. Y resucitó a los
muertos y les dio la vida y por sus acciones desafió a los hombres de su tiempo para reconocerlo.”[10]
Incluso hoy, dos mil años más tarde, los relatos de los milagros de Jesús nos dejan maravillados
sorprendidos al reflexionar sobre la majestad de lo que Él es en realidad.
SANTIFICACIÓN SUDOROSA: LA CUERDA FLOJA DE LA SALVACIÓN
Por Clint Archer
El sargento Charles Daniels, un oficial de policía de NYPD, recibió una llamada inusual en la
madrugada del 7 de agosto de 1974. Alguien había visto a un hombre de pie sobre un cable suspendido
entre los dos edificios más altos del mundo, las Torres Gemelas del World Trade Center . Subió a la
azotea de la torre por el ascensor, que tomó varios minutos. En sus palabras, esto es lo que vio:
Observé al ‘danzante’ de la cuerda floja –porque no se le puede llamar un "caminante’ –
aproximadamente a medio camino entre las dos torres. Y al vernos comenzó a sonreír y reír y empezó a
entrar en una rutina de baile en la cuerda floja … Y cuando llegó al edificio le pedimos que bajara la
cuerda floja, pero en lugar de eso se dio la vuelta y volvió corriendo hacia el medio … .Elestaba saltando
arriba y abajo. Sus pies en realidad se despegaban del alambre y luego se asentaban de nuevo al cable
… .Realmente increíble.Todo el mundo estaba hechizado observándolo.”
Philippe Petit, un francés petite, había planeado este ilegal truco 45 minutos durante seis años,
incluyendo la toma de fotografías aéreas de las torres en construcción, estudiando el vaivén de las
torres, y el diseño de un cable de 200 kg y un polo de equilibrio 25kg que necesitaría para atravesar la
brecha de 61m. Cuando se le preguntó por qué él arriesgó su vida, respondió, "Cuando veo tres
naranjas, malabareo. Cuando veo dos torres, yo camino.” Justo lo suficiente.
Sorprendentemente todos los cargos fueron retirados e incluso pidieron que firmara la viga del techo
en la que había entrado sobre el cable.
El acto de equilibrio que se me ocurre que merece más atención es la cuerda floja que los cristianos
necesitan para navegar en su caminar diarioa en la semejanza de Cristo: el equilibrio de nuestra
responsabilidad y la soberanía de Dios en la santificación.
Por un lado, todos los evangélicos reconocen que Dios es el que nos predestina, nos llama, nos atrae,
nos justifica, nos santifica y nos glorifica (Rom 8:30 ). Y lo hace con notable independencia. Lo
llamamos monergismo. Por la otra parte, más sudoroso, reconocemos que nuestras Biblias no se leen a
sí mismas, nuestros tiempos de oración no vienen pre-programados en nuestros calendarios, y nuestro
ayuno, memorización, o la meditación no se produce espontáneamente sin nuestro concertado
esfuerzo. Las disciplinas espirituales no parecen pasivas cuando la alarma suena a las 5:30 am para un
tiempo de oración antes del trabajo, ¿verdad?
La Biblia no habla de las disciplinas espirituales en cualquier tipo de catálogo global o lista. Pero al leer
el relato bíblico y las biografías de los líderes influyentes cristianos, misioneros, mártires, y otros
ejemplos en los anales de la historia de la Iglesia, las prácticas particulares comienzan a emerger y se
repiten en los relatos como un motivo agradable en una sinfonía.
Las vidas de los cristianos que dejaron un impacto en el reino de Dios en la tierra de cualquier
consecuencia registrable todos parecían comprometerse con los mismos tipos de prácticas regulares,
concertados y devocionales. La lista incluye (aunque de ninguna manera se limita a) la oración privada,
oración corporativa, la lectura memorización de la Escritura, la meditación, la
soledad, en diario, sentado bajo la predicación de la palabra de Dios, y el ayuno.
No es mi intención de descomprimir el "cómo" de cada uno de ellos, sino más
bien nos exhorta a reconocer y apreciar su valor. Hay algunos hoy en día, que
hacen hincapié en que la propia santificación es simplemente una consecuencia
natural de la apreciación de uno de la justificación. es decir, que usted se
convierte en santo en su comportamiento y en la práctica, deseos y actitudes, al
ser recordar diariamente lo que Jesús ha hecho por usted en la cruz. Y, por
supuesto, esto no es en absoluto un punto indigno de hacer y en el que tomar el
sol e ir de juerga – después de todo, esta terminado.
Pero cuando esa verdad se destacaó tanto que se oculta una verdad paralela puede llegar a ser
perjudicial para la santificación. La verdad paralela es que tenemos que trabajar en nuestra
santificación. Debemos disciplinarnos para la piedad (1 Timoteo 4:7), dedicarnos a la lectura de las
Escrituras y la predicación (1 Tim 2:13), golpear nuestro cuerpo (1 Cor 9:27 ).
El verso que termina el debate en mi mente es Filipenses 2:12-13 Por tanto, amados míos, … ocupaos
en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer
como el hacer, por su buena voluntad.
Pablo parece no tener ningún reparo estableciendo ambas vías de verdad de lado a lado para dejarlas
suspendidos en tensión paradójica. Usted, el cristiano, tiene que aplicar el esfuerzo serio a la parte
progresiva de su salvación (santificación), mientras que al mismo tiempo que reconoce que Dios es
quien aplica el esfuerzo de su parte para lograr el resultado.
Es una cuerda floja para estar seguro, pero conduce a la ortodoxia. Si usted deja de ir una parte de la
barra de equilibrio caera del lado antinómico; si se le cae la otra se sumergirá en el legalismo. No se
equivoque, la santificación es un asunto sudoroso. Pero gracias a Dios por la red de seguridad de su
gracia que conserva nuestra salvación.
LA NOBLE LABOR DEL PASTOR
Recuerdo una vez decirle a un amigo que cada día estaba sintiendo más y más el deseo de ser un
pastor. Él respondió de manera incrédula: “¡¿En serio?! Pero, ¿por qué? ¿Qué puedes ganar de eso?”.
Para mi amigo, el llamado pastoral era un llamado sin sentido. No había gloria ni ganancia en ese
trabajo. Claro, su entendimiento se basaba sobre los valores de este mundo. Sin embargo, creo que
muchos —dentro y fuera de la iglesia— tienen un entendimiento confuso sobre el llamado pastoral.
¿Qué viene a tu mente cuando piensas en el llamado pastoral? ¿Piensas en un hombre que influye a las
multitudes con su sabiduría y elocuencia? ¿Piensas en un consejero que ayuda a las parejas a resolver
sus problemas matrimoniales? ¿O en esa persona que publica citas bíblicas varias veces al día en
Facebook y Twitter?
En realidad, el llamado y ministerio pastoral es mucho más que esas cosas, y todos los que forman
parte de una iglesia deben buscar entenderlo mejor. Por esta razón me alegra mucho tener la
oportunidad de corresponder con Carlos Contreras, pastor de Gracia Soberana en Ciudad Juárez,
México, sobre la próxima conferencia de Fieles a Su Llamado: La Noble Labor.
Cuéntanos un poco acerca de Fieles a Su Llamado. ¿Cómo empezó? ¿Para quién es?
¿Quién está detrás esta conferencia?
Fieles a su Llamado es una iniciativa de las Iglesias Gracia Soberanaorientada a apoyar, alentar y
equipar a pastores y líderes de la Iglesia en Latinoamérica. Empezamos hace 2 años aquí en nuestras
instalaciones en Ciudad Juárez, México, y esté próximo mes de agosto llevaremos a cabo su tercera
edición.
Empezó por la inquietud que sentíamos como familia de iglesias de poder compartir con otras iglesias
de la gracia que hemos recibido a través de los años en cuanto a equipamiento para liderazgo. Debido a
que estamos en la frontera con EUA, hemos tenido acceso a muchos recursos y oportunidades de
entrenamiento de ministerios evangélicos reconocidos mundialmente. Y es nuestro deseo ser un
conducto de esa gracia para nuestros hermanos latinoamericanos. Además, creemos que estamos
viviendo un momento histórico en nuestros países, en donde hay un nuevo despertar hacia la sana
doctrina y la centralidad del evangelio, lo cual nuestra conferencia enfatiza y creemos que contribuye a
alimentar.
La conferencia está orientada a pastores y líderes y sus esposas, y la razón de ello es sumamente
estratégica. Sabemos que la dirección y salud de las congregaciones dependerá de la salud e integridad
de sus pastores. Por lo que creemos que la mejor inversión en misión que podemos hacer es
precisamente tratar de alcanzar y servir a aquellos que están pastoreando las ovejas del Señor. En estos
días en que parece que el Señor está haciendo algo fresco entre nosotros, que ha sido llamado “la nueva
reforma”, queremos orientar Fieles a Su Llamado a que contribuya a ese mover uniendo su voz desde
México.
Esta conferencia se titula La Noble Labor. ¿Cuál es esa noble labor y de donde viene ese
nombre?
Escogimos este título basado en 1 Corintios 3:5-9, en donde el apóstol Pablo se refiere a Apolos y a sí
mismo como meros servidores de Dios en la “Labor” de colaborar con Dios en su “Labranza”. Pablo ve
el ministerio pastoral como la colaboración con Dios en el cultivo de sus campos. Nuestra labor es una
expresión de una encomienda divina de plantar, regar y cultivar los campos del Señor. El fruto es de él
pues el crecimiento lo produce él. A nosotros los pastores nos basta tratar de ser fieles en esa
encomienda laboral. Batallamos para encontrar un adjetivo que resumiera todos los posibles
calificativos que pudiéramos utilizar para definir la naturaleza de esa labor. Puesto que proviene de un
llamado divino e involucra el cuidado de las ovejas del Señor, esa labor es algo sublime y a la vez
tremendo, ya que hemos de dar cuentas de ella. Por eso le llamamos “La Noble Labor”. Es tal vez el
llamado más noble que un hombre pueda recibir, el tener el privilegio de “colaborar” con Dios en el
cuidado de su labranza.
Los temas de las sesiones plenarias y de los talleres se orientarán a definir e ilustrar lo que comprende
esa noble labor. Pero no se estará enfatizando esto desde un punto de vista pragmático, sino que los
mensajes estarán dirigidos a mover el corazón del pastor, enfatizando un punto de vista teológico.
Además, el título de La Noble Labor nos permite enfatizar la dignidad del llamado pastoral y
comunicarle a los pastores, líderes y sus esposas nuestra aprecio por la labor que llevan a cabo. Es
nuestro deseo que los asistentes regresen a sus casas y ministerios alentados, animados, y llenos de
recursos útiles y nuevas ideas y posibilidades para que sean más útiles en su servicio.
Este año están entre los expositores Bob Kauflin y Jonathan Jerez, ambos pastores de
alabanza que han trabajado juntos para producir álbumes con música original para la
iglesia. ¿Habrá un enfoque sobre la alabanza en esta conferencia?
Una de las cosas que queremos aprovechar en nuestra conferencia es experimentar tiempos de
adoración que estén sustentados con canciones que contengan verdades profundas del evangelio y
acompañadas con excelente música. El tema de la conferencia no es la alabanza musical, pero puesto
que la alabanza y la adoración musical es una parte muy significativa de nuestro culto regular a nuestro
Dios, sí queremos reflejar esa proporción en todo lo que hagamos.
Bob Kauflin compartirá una de las plenarias hablando del pastor y la adoración de la iglesia, y
tendremos el gran beneficio de que tanto él como Jonathan nos dirigirán en nuestros tiempos de
adoración a nuestro Dios, modelando también la excelente forma en que nuestra adoración contribuye
a la edificación y equipamiento de la congregación. Jonathan Jerez también impartirá uno de los
talleres opcionales y junto con Bob dedicarán un día post-conferencia en un taller orientado
específicamente a líderes y equipos de adoración.
¿Cómo podemos orar por esta conferencia, sus líderes, y asistentes?
Les pediría que por favor se unieran a nosotros en pedirle al Señor que provea los medios para que
todo pastor que deba venir de México, Centro América y sur de EUA pueda hacerlo. Sabemos que es
una inversión significativa viajar, pero a la vez estamos seguros que la gracia de Dios se manifestará
trayendo visión y refrigerio a los que venga.
Segundo les pediría que oraran para que Dios nos dé la capacidad de servir a todos los asistentes de
manera efectiva, no solo a los expositores, sino a todo el equipo de apoyo y los servidores voluntarios.
Por último, les pediría que oraran para que las conferencias tuvieran un impacto transformador en los
oyentes, tanto presentes como los que escuchen via livestream o por nuestra página web.
¿QUÉ PENSAR DE LA VISITA DEL PAPA FRANCISCO A AMÉRICA?
Univisión, la cadena más grande y vista por el pueblo Hispano en Estados Unidos, constantemente
interrumpe su programación para informar sobre la visita del Papa a América. Millones de personas no
solo están participando en persona sino también en vivo por medio de la televisión. De seguro has
escuchado noticias, o a tus vecinos, amigos, o familiares hablando del tema. ¿Qué podemos decir de la
visita del Papa Francisco a América? Evaluemos esto un poco. Después de todo, vale la pena estar
informados para construir una relación en la que podamos compartir con quienes nos rodean de la
gracia de Dios en Cristo y por el Espíritu Santo.
Revitalización en la Iglesia Católica Romana en América
La visita del Papa Francisco no es una sorpresa para Latinoamérica, y mucho menos para la Iglesia
Católica Romana. Nuestro continente cuenta con casi la mayor población de Católicos, y es una visita
estratégica para avivar a la Iglesia Católica Romana en América Latina. Entonces, ¿es posible que el
Papa Francisco traiga algo nuevo a Latinoamérica? La verdad es que no. Si bien es cierto que es
el primer Papa Hispano, sigue siendo un Papa. Su visita ha traído la misma enseñanza que por años
la Iglesia Católica Romana ha enseñado, con su enfoque en lo que debemos hacer para ser “buenos
cristianos”. El Papa Francisco quiere lograr darle mayor fuerza a la iglesia local y a sus obispos. De
modo que no hay duda que este viaje viene con una agenda para avivar la Iglesia Católica Romana, y
como algunos dicen, su viaje a América es para pastorear al rebaño que está disperso. ¿Qué es lo que se
ha estado enseñando en sus mensajes?
La enseñanza del Papa: moralismo y humanismo
Gran parte de sus enseñanzas se basa en las obras. Esto no es nuevo en la Iglesia Católica Romana, ya
que parte de su teología se basa en hacer buenas obras para buscar la unidad tanto con Dios como con
los demás. El Papa Francisco ha querido recordarle al pueblo la importancia de la familia, la igualdad,
la humildad, el diálogo, y decir no al consumismo. Esta enseñanza no solo abarca lo moral sino
que también se centra en el hombre. Su enfoque es lo que el hombre hace para salir adelante en cuanto
a su relación con Dios y los demás. ¿Donde está la necesidad de un Salvador? ¿Cómo puede una
persona tener una relación con Dios? ¿Cómo puede una persona ser perdonada por Dios? ¿Puede un
humano hacer algo para vindicar la justicia de Dios? Estas y muchas preguntas más no han sido
mencionadas en los mensajes del Papa Francisco.
Una reforma en la Iglesia Protestante en América
El pastor Miguel Núñez ha sido uno de los pastores que nos ha recordado que la Iglesia
latinoamericana necesita ser reevangelizada.
Latinoamérica necesita ser reevangelizada porque el evangelio es la única fuerza capaz de cambiar el
corazón del hombre, y capaz por tanto de influenciar la sociedad donde ese hombre vive. El evangelio
proclamado en la mayor parte de nuestra región no es el evangelio bíblico.
Nosotros tenemos el mismo llamado que Jesús nos dejó: predicar el evangelio y enseñar Su Palabra
con gracia y amor, (Mt. 28:19–20). Gran parte de Latinoamérica ha visto un numero creciente de
personas convertidas al Cristianismo Protestante. Las razones son varias, pero entre ellas se encuentra
un deseo de tener una comunión con Dios y una iglesia que ayuda a sus miembros.
Independientemente de si estos números reflejan conversiones genuinas, tenemos que seguir
predicando la Palabra de Dios.
De hecho, hoy más que nunca, dentro y fuera de la iglesia, el evangelio debe ser predicado y sus
enseñanzas deben ser biblio-céntricas y Cristo-céntricas. Tenemos que aprovechar esta oportunidad no
para encerrarnos en casa o mirar mal al vecino que comparte la alegría de la visita Papal sino para
darles gracia y apuntarles a Cristo, mostrándoles qué es lo que la Biblia dice y juntos crecer en el
conocimiento de la Verdad.
¿Qué enseña la Biblia?
Las enseñanzas del Papa están arraigadas a una motivación moralista y enfocada en las fuerzas
humanas. Pero la Biblia nos muestra que no hay nada bueno que podamos hacer aparte de la gracia de
Dios (Jn. 15:5). No podemos amar correctamente hasta no conocer el amor en Cristo (1 Jn. 4:19). El
verdadero amor es un fruto del amor dado por Dios en Cristo y derramado por el Espíritu Santo (1 Jn.
4:13–21). La salvación por fe y gracia en Jesús es lo que necesitamos escuchar primero, para así
entender que los frutos para amar a Dios y a las personas no son fundamentos para salvación sino son
resultados de la salvación. Una fe verdadera da fruto que se ve tanto vertical como horizontalmente.
Este fruto es parte de la obra del Espíritu en quienes han sido regenerados.
Lo que el Papa llama hacer no será posible porque lo primero no ha sido explicado, la salvación viene
por fe y gracia en Cristo y sus obras son resultados de esta salvación (Stg. 2:26). Como se ha dicho,
“Justificación es solo por fe, pero no una fe que es sola”. Algunos Católicos Romanos afirman que si
bien es cierto que nuestra salvación es por fe, las obras son nuestra respuesta como consecuencia de la
salvación. Nuevamente, tal enseñanza afirma que nosotros debemos hacer algo como resultado de la
obra de Cristo y seguridad de salvación. Pero la realidad es que todo lo que hacemos es responder en
obediencia a las obras que Dios preparó de antemano para que anduviéramos en ellas, y esto es posible
por el poder del Espíritu Santo en nosotros, (Ef. 2:8–10). El fundamento de las buenas obras se debe a
que Dios las preparó, las hizo en Cristo, y las realiza en nosotros por medio de su Espíritu. El evangelio
es el anuncio de las buenas noticias de la vida, muerte, resurrección y ascensión de Jesús Hijo de Dios
para salvar a pecadores y adoptarlos por medio del Espíritu Santo. Por lo tanto, el evangelio no es
hacer, sino es recibir lo que Cristo ya hizo por nosotros. Nuestra esperanza no está en un líder religioso,
en una denominación, ni siquiera en el Apóstol Pedro, sino que nuestra confianza está en quien murió
para con Su sangre redimir a Su Iglesia y con su Espíritu construirla para que sea más y más como su
Señor y Salvador Jesucristo. Una enseñanza diferente es otro evangelio, y otro evangelio no salva.
¿DERECHOS CIVILES? PLANNED PARENTHOOD VENDE CUERPOS DE
BEBÉ POR DINERO EN EFECTIVO
Por Jesse Johnson
Hace unos meses llegué a sentarme junto al congresista John Lewis en un vuelo desde Atlanta
regresando a Washington DC. Si usted no está familiarizado con él, el congresista Lewis es líder de los
derechos civiles, y merece mucho del crédito para obtener a los afroamericanos el derecho de votar. En
1963 encabezó la marcha a través del puente en Selma, le fue lanzado gases lacrimógenos por la policía
estatal, y cuando se puso de rodillas para orar tenía el cráneo fracturado por la macana de un oficial de
policía.
Él es el que, en lugar de ser llevado al hospital, a tientas logro llegar a las cámaras de televisión y apeló
directamente al presidente Johnson. Con el rostro cubierto de sangre abogar por el Presidente para
llamar a la policía, y conceder a los estadounidenses negros el derecho al voto.
Lewis había sido golpeado por un policía en un caballo, librado de un autobús bombardeado de fuego,
y atacado por una turba al viajar en un autobús con los blancos. De hecho, lo reconocí cuando se sentó
a mi lado todo porque la cicatriz de su fractura de cráneo es aún visible, incluso después de 50 años.
En el vuelo congresista Lewis y yo hablamos de teología. Él es un ministro bautista ordenado y tiene un
grado de seminario del American Baptist Theological Seminary. Hablamos de por qué dejó el
ministerio pastoral por el Congreso, y si se arrepiente del cambio. Le di las gracias por como ha hecho
este país mejor, y por su valor de arriesgar su propia vida para poder hacer eso. Y entonces yo le
pregunté si tenía algún consejo para mí, como joven (er) pastor.
Me dijo que que me asegurara que nunca me cansara de hablar en contra de la injusticia. Me dio
consejos sobre la predicación (“que sea sencillo y claro; no ser demasiado inteligente para su propio
bien”). y él me dijo que yo debería rechazar el consejo de su abuela de “Meterse en problemas.” En
cambio, dijo, debo estar dispuesto a entrar en la “buenos problemas” por la justicia.
Ayer un video fue liberado del director médico de Planned Parenthood explicando cuántas
instalaciones de Planned Parenthood han refinado su capacidad para realizar abortos para maximizar
el beneficio de los órganos del bebé (“Ayer tuve mi primer pedido de pulmones … a veces la gente
quiere las piernas, y les digo que las piernas son fáciles, puedo conseguirlas… “). Mediante el uso de
una ecografía durante el aborto, el abortista es capaz de “aplastar por debajo y por encima” de los
órganos del bebé de más venta.
Mientras tanto, la legislación estadounidense prohíbe la venta de “tejido y órganos de feto” si esa venta
fue aprobada antes del aborto. Por otra parte, Planned Parenthood fue iniciado por Margret Sanger
como una forma de limitar la reproducción de los afroamericanos. Por último, tenga en cuenta que
Planned Parenthood se opone a hacer píldoras anticonceptivas disponibles sin receta médica.
1. Asesoría para que una mujer tenga aborto $$$
2. Recibir fondos federales $$$
3. Cosechas de partes de bebé $$$ El genocidio es lucrativo.
—Jay Bauman (baumanjay) 14 de julio 2015
Básicamente, la totalidad de su modelo de negocio se estructura en torno a hacer caro el control de la
natalidad, y luego, hacer abortos baratos, y luego (la pieza que faltaba recién revelada de su
rompecabezas de lucro) la venta de partes de bebé.
Cuando yo era abogado @ 40daysforlife , normalmente encontrábamos bebés muertos en el
contenedor. Supongo venderlos por partes es una mejora.
— Emily Zanotti (@emzanotti) 14 de julio 2015
Para mí, la conexión entre el movimiento de los derechos civiles y el movimiento pro-vida es obvia.
Ambos se oponen a la injusticia social radical que se había institucionalizado. Tanto la segregación y el
aborto estaban destinados abiertamente para controlar la población afroamericana. Ambos
deshumanizan a las personas en la medida en que son tratados como propiedad. Y ahora la conexión
histórica de la esclavitud es aún más evidente: tanto la esclavitud y el aborto son defendidos desde la
perspectiva de “Esta persona es mi propiedad, y lo puedo vender con un beneficio si quiero!”
Todavía tengo la esperanza de que los líderes congresistas como Lewis y otros, que han sido tan vocales
en los movimientos de derechos civiles de su generación, verán la masacre al por mayor de estos
portadores de la imagen como una batalla real de los derechos civiles de nuestra generación.
EL PROBLEMA CON LAS PELÍCULAS CRISTIANAS
Nota del editor: No estamos buscando ser negativos por ser negativos, o criticar por criticar, y es
nuestra oración que cada vez más cristianos se levanten en todas las áreas de la vida, cumpliendo con
su lugar de ser sal y luz. Sin embargo, ciertamente hay mucho que hacer en cuanto al “cine cristiano”,
particularmente en cuanto a la honestidad y la integridad de lo que actualmente se está produciendo.
Este último año ha sido el año de las películas cristianas. Hemos visto una explosión de películas con
temáticas cristianas o producidas por cristianos, cada una al parecer más exitosa financieramente que
la anterior. En las palabras de Scott Mendelson, analista en éxitos de taquilla para Forbes.com, “Creo
que podemos decir con certeza que 2014 es el año en el que las películas religiosas con temáticas
cristianas oficialmente sobrepasaron la audiencia de películas de súper héroe. No sé si es algo bueno o
algo malo, pero definitivamente es algo”. Y de esta manera parece que este es tan buen momento como
cualquier otro para evaluar: en su actual estado, ¿es este diluvio de películas cristianas una buena
tendencia?
Mi respuesta es simple: no. Sé que puede parecer algo mezquino acosar las películas cristianas, pero
ellas se han convertido en una representación importante del cristianismo. Cada conversación que
tengo con una persona no creyente requiere tratar con su percepción de mí como cristiano. Dejando a
un lado la cuestión de la representación, los problemas en las películas cristianas deben ser discutidos
porque no estamos hablando solo de cuestiones de técnica o preferencias estilísticas. Son problemas de
integridad. Actualmente hay dos problemas principales con las películas cristianas: (1) son
intrínsecamente deshonestas y/o (2) se ocupan principalmente de lo que C.S. Lewis llamaba
“edificación egoísta de castillos”. Una nota: discutir ambos asuntos me requerirá generalizar acerca de
las películas cristianas en su gran mayoría, aunque habrán (espero) algunas excepciones. Pero creo que
las tendencias discutidas aquí son evidentemente ciertas para una gran mayoría dentro del género de
las películas cristianas.
1. Las películas cristianas a menudo son intrínsecamente deshonestas
A lo largo de los últimos años, muchas películas financiadas por iglesias han presentado
confrontaciones evangelísticas explícitas. Por lo general, cerca del clímax de la película presentan a un
personaje explicándole a otro cómo él/ella es un pecador que necesita a Jesús. El resultado de esto es
usualmente una conversión. Todo el mundo sabe que esta escena se dirige a los no cristianos de la
audiencia; es la secuencia de la “llamada al altar” en medio de la película, y frecuentemente se muestra
una predicación en la pantalla.
El problema es la sensación de tender una trampa. Por una parte estamos diciendo: “Hey, sabemos que
te gusta el arte, ¡acá está nuestro arte!”. y luego “Posdata: ahora que te tenemos en el cine, queremos
convertirte”. Aunque las escenas puedan lucir muy poderosas, se asemejan más a una intervención y
confrontación personal. Si queremos llevar este problema un paso más allá, vale la pena señalar que las
películas simplemente no son buenas portadoras para proponer ideas complejas. Piense en la última
película con una “gran idea” que haya visto. ¿Qué tan explícitamente hablaba ella de esas ideas? Ver
The Matrix no me hizo un experto en la filosofía de Jean Baudrillard, y, si lo hubiera hecho, habría sido
una película horrible. Los hermanos Wachowski entendieron que la función principal de una película
es entretener y, a lo sumo, provocar un pensamiento incipiente. Para funcionar como película, The
Matrix no tenía más remedio que reducir sus grandilocuentes ideas a algunas frases simples. Si
nosotros, por el otro lado, tratamos de empaquetar las proposiciones de nuestras verdades más
importantes (usualmente explicadas en sermones de 40 minutos), en una película, vamos a hacer una
de dos cosas: o una mala película o un mensaje diluido. Probablemente ambas cosas.
Las películas con temas cristianos que han funcionado (El Árbol de la Vida, El Señor de los Anillos,
Carrozas de Fuego) han comprendido que no pueden sustituir ni a la iglesia ni al apologista. Sus
realizadores simplemente trataron de hacer buenas películas que reflejaran la verdad del mundo que
les rodea (aunque Carrozas de Fuego y El Árbol de la Vida contienen algo de predicación, la
predicación se emplea con mucho tacto y no contiene suficiente información para convertirnos). Uno
no puede dejar de preguntarse si muchas de las escenas de conversión son incluidas solo como
justificación de la participación de la iglesia en el cine, lo que solo comunica con mayor énfasis que no
estamos haciendo películas por el amor al arte.
Pero, ¿qué pasa si alguien se convierte por estas películas?
En primer lugar, si usted se está haciendo esta pregunta, usted ha demostrado mi punto, que las
escenas de evangelismo se dirigen principalmente a la audiencia y no son parte integral de la historia.
En segundo lugar, el fin no justifica los medios. En las palabras de uno de mis amigos pastores, “si
alguien viene a Cristo a través de mi terrible sermón, alabo a Dios por su gracia y lloro por mi terrible
sermón”. La idea de que una conversión valida incluso los peores medios puede ser utilizada para
justificar todo tipo de males. Si usamos estas películas cristianas como medios de entrega para las
proposiciones de nuestras verdades más importantes, solo estamos cediendo ante esa tendencia
desafortunada de nuestra cultura de entregar sus más importantes discursos a través de los medios de
entretenimiento.
2. Las películas cristianas a menudo se preocupan con la edificación de castillos
C. S. Lewis presentó su concepto de “edificación egoísta de castillos” en su libro “Un experimento en la
crítica”. El concepto es simple: la edificación egoísta de castillos se produce cuando una persona se
proyecta a sí misma “sobre el personaje más envidiable o más admirable del libro… [por lo tanto] la
lectura lo saca de sí mismo, le permite hacer uso de una auto complacencia que ya utiliza demasiado, y
le lleva a darle la espalda a aquellas cosas que son más valiosas tanto en los libros como en la vida”.
Lewis estaba hablando de los lectores, pero funciona para los espectadores también. Están tan
impulsados y tan deseosos de que la realidad de este mundo sea cierta que “[ellos] no se oponen a la
psicología monstruosa y a las coincidencias absurdas”. Un ejemplo fácil y extremo sería la próxima
adaptación de la película de 50 Sombras de Grey, una historia que invita a las mujeres a fantasear
mediante las hazañas de la protagonista Anastasia Steele.
La mayoría de las películas cristianas caen en la misma categoría fantasiosa. Toman lugar en un
mundo similar al nuestro, y sin embargo, este es un “mundo real” en el que estudiantes de primer año
de universidad pueden derrotar a profesores universitarios en un debate (Dios no está muerto) y
donde los tele-evangelistas son lo suficientemente importantes para el proceso político que son
incriminados y acorralados (Perseguido). Estas películas tienen el propósito de asegurarnos que
nuestra visión del mundo es la correcta. Son fantasías evangélicas. RottenTomatoes.com, un sitio web
que promedia todos los puntajes de los críticos de los EEUU, acaba de calificar “Perseguido” como la
película peor calificada del verano. Si estamos tratando de evangelizar, el hecho de que la mayorpia de
películas con temática cristiana sean despedazadas por los críticos no cristianos se convierte en un
problema. Por el contrario, si lo que realmente queremos es ver nuestras fantasías validadas en la
pantalla, entonces calificaremos a estas malas críticas como “persecución”.
Algunos pueden argumentar que es bueno que Hollywood nos oiga. Deben reconocer la audiencia
cristiana. Pero el único mensaje que hemos enviado hasta ahora es que estamos satisfechos con
películas baratas y mal recibidas por la crítica. Cuanto más colmemos los cines para estas películas,
más de ellas vamos a conseguir.
Es momento de reconsiderar
Ciertamente, hay formas de hacer películas honestas, cristianas y profundas. ¿Qué tal si “Perseguido”
fuera sobre un pastor que antes era un miembro poderoso de un partido, pero que acepta finalmente
que su influencia va disminuyendo? ¿Y si “Dios no está muerto” fuera sobre la lucha interna de un
cristiano con el hecho de que él conociera ateos más inteligentes y más éticos que él mismo?
De pronto tendríamos la oportunidad de decir algo vulnerable, honesto y profundo. Pero mientras las
películas cristianas estén motivadas por un deseo de atrapar a las personas con el fin de escuchar una
presentación del evangelio, o como un consuelo por haber perdido la guerra cultural, estas no llegaran
a la última escena.
EL ARREPENTIMIENTO
“Dios salva a pecadores” es una serie de artículos que muestran los temas
principales de la salvación, desde la eternidad pasada a la eternidad futura.
Las demás entradas: La salvación antes del principio; Unidos a Cristo en la
cruz; La caída y la misericordia; El Rey: el León de la tribú de Juda; El
Profeta mayor que Moisés; El Sacerdote de eterna salvación; El Siervo
Sufriente exaltado; La esencia de la cruz; La redención; La reconciliación; El
llamado; El nuevo nacimiento; La fe.
El arrepentimiento es como cuando un soldado da media vuelta. El soldado antes marchaba hacia un
destino, pero cuando el teniente da la orden, “¡media vuelta!”, el soldado abandona su rumbo anterior
y toma uno nuevo. Cuando alguno se arrepiente hay un cambio de mente[1], y algo más. Como
definición más completa, el arrepentimiento a la vida eterna es una gracia de salvación divina donde el
pecador –por una verdadera convicción de su pecado, y abrazando la misericordia de Dios, y con
desprecio por su pecado– se aparta y se dirige a Dios. Esta definición puede ser entendida mejor si es
ilustrada con un árbol.
El árbol del arrepentimiento[2]
La ilustración incluye el terreno, las raíces y el tronco, y las ramas. El terreno es la gracia de Dios que
transforma el corazón. La gracia es el terreno apropiado donde nace el arrepentimiento, porque el
arrepentimiento es un don que Dios otorga en el corazón que ha sido regenerado. A eso se refería el
Apóstol Pedro: “El Dios de nuestros padres levantó a Jesús…para dar a Israel arrepentimiento[3]”
(Hch. 5:30-31). Y luego cuando dio testimonio de lo que Dios hizo con Cornelio, los creyentes
respondieron: “también a los gentiles ha dado Dios arrepentimiento para vida” (Hch. 11:18). Dios es
que concede el arrepentimiento[4] (2 Tim. 2:24-25). Las raíces son dos: 1) Una verdadera convicción
de pecado, y (2) confiar en la misericordia de Dios. Ambas raíces la podemos ver claramente en el
Salmo 130 y en Lucas 15. La verdadera convicción la podemos identificar en frases tales como: “De lo
profundo a ti clamo, oh Señor…Señor oye mi voz…si tú tuvieras en cuenta las iniquidades, ¿Quién, oh
Señor, podría permanecer?” (Sal. 130:1-3); “Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno
de ser llamado hijo tuyo” (Lc. 15:18-19). Y la confianza en la misericordia de Dios en frases como:
“volviendo en sí, dijo: ‘¡Cuantos de los trabajadores de mi padre tienen pan de sobra![5]’” (Lc. 15:17);
“en ti hay perdón…espero en el Señor…en su palabra tengo esperanza…en el Señor hay misericordia y
abundante redención” (Sal. 130:4-7).
Ambas raíces son necesarias, porque si hay convicción de pecado, pero no hay confianza en el perdón
de Dios, nos quedaremos agobiados, tristes y deprimidos (2 Cor. 7:9). Y si hay confianza en la bondad
de Dios, pero no estamos convencidos de pecado, no encontraremos razón para cambiar de mente,
apartarnos del mal camino y seguir a Jesús (Mr. 10:17-22[6]). Roberts describe dos tipos de
arrepentimiento: legal y evangélico. El arrepentimiento legal puede incluir muchos aspectos del
arrepentimiento, tales como el remordimiento y hasta cambios en la conducta, pero solo el
arrepentimiento evangélico es un cambio de todo el ser para vida eterna[7]. El tronco y las ramas son
las características o frutos visibles del arrepentimiento. Aquel que antes andaba en la carne obraba
según los deseos de la carne, pero cuando se arrepiente, su arrepentimiento se evidencia en que ya no
anda según la corriente de este mundo, sino que por el Espíritu hace morir las obras de la carne (Ro.
8:13). El verdadero arrepentimiento da frutos y anda conforme a la vida en Cristo (2 Cor. 7:11). Al final
de la prédica de Pedro, cuando convenció a los oyentes que ellos mismos crucificaron a Jesús, ¿qué
frutos visibles se evidenciaron? Compungidos de corazón confesaron[8] su pecado y necesidad de
perdón, y luego se añadieron a los demás creyentes[9] (Hch. 2:37-42). Aquel que está arrepentido lo
evidencia con una renuncia a todo apegamiento al pecado, abandona la justicia propia, se fortalece en
el Espíritu para luchar, y se entrega el regazo de la misericordia de Dios (Mt. 16:24; Jn. 15:5; Lc. 18:10-
14; 1 Tes. 1:9).
La importancia
El arrepentimiento es inseparable al mensaje del evangelio. “El reino de Dios se ha acercado;
arrepentíos”, dijo Jesús, porque fue un ingrediente esencial al mensaje del Reino (Mr. 1:14-15). Fue la
única respuesta aceptable al llamado evangélico de Cristo, porque él vino a llamar “pecadores al
arrepentimiento” (Mt. 9:13;Lc. 5:31-32). Cuando Jesús ordenó la gran comisión dijo que se “predicase
en su nombre el arrepentimiento” (Lc. 24:45-48[10]), y mas adelante los apóstoles decían,
“¡arrepentíos!”, porque fue esencial al mensaje que ellos predicaron y autorizaron (Hc. 2:37-38[11]).
El llamado que el evangelio hace a los pecadores presenta el arrepentimiento como el único camino a la
remisión de pecados (Lc. 24:46-47; Hc. 5:31). Es la única alternativa a la condenación (1 P. 3:9), y la
única preparación valida para el juicio de Dios. Por eso dijo Jesús, “si no se arrepienten, perecerán
igualmente” (Lc. 13:3 - NBLH).
Fe y arrepentimiento
¿Qué debe hacer el hombre para ser salvo? ¿Creer o arrepentirse? Es interesante que dentro del mismo
libro de los Hechos haya casos donde el mensaje llamaba al arrepentimiento[12], y otros a
creer[13] para el perdón de pecados. La intención no es definir ambos como la misma cosa, pues la fe y
el arrepentimiento no son sinónimos. La fe y el arrepentimiento son distintos ejercicios del alma en
cuanto a sus actos y propiedades. El arrepentimiento es cambio de mente y la fe es confianza en las
promesas de Dios en Cristo. La fe se relaciona más con Jesucristo el Salvador, y el arrepentimiento se
relaciona más con Dios el Juez. Sin embargo, aun siendo distintos, son inseparables en experiencia.
Ambos se complementan y se envuelven uno al otro[14]. ¿Cuál es primero? ¿Cuál es más importante?
La mejor manera de responder es que no es posible tener verdadero arrepentimiento sin creer, y no
hay verdadera fe sin arrepentimiento. En la fe el arrepentimiento es evidente porque se confía en algo
que antes no se confiaba. En el arrepentimiento la fe es imprescindible porque el pecador necesita
creer que hallará descanso en la misericordia de Dios, o sino jamás iría a los brazos de Dios.
Ambos son iguales en importancia. Si le damos mas valor al arrepentimiento, el mensaje motivará a
ganarse la misericordia por obras o dejará al pecador frustrado, porque no tiene un objeto bondadoso
en quien confiar. Si le damos mas valor a la fe, el mensaje motivará un cristianismo fácil basado en una
simple decisión, y no en una profunda relación con Dios que involucre adorarle con la mente, las
emociones, las fuerzas, y el corazón; es decir, con todo lo que somos.
[1] La palabra arrepentimiento en el Nuevo Testamento es la traducción de la palabra griega μετάνοια
(metánoia, Strong’s G3341). Significa un cambio de mente, pero rara vez es una función única del
intelecto, sino que afecta las emociones, la voluntad y la mente. También en sentido secundario incluye
el remordimiento por faltas que deben ser corregidas. Sin embargo, el arrepentimiento por sí solo no es
en ningún sentido ético. Puede ser para lo malo o lo bueno, así como lo indica 2 Corintios
7:10 (Artículo de Johannes Behm en el Theological Dictionary of the New Testament, TDNT, p 980,
vol. 4, editado por Kittel & Friedrich, trad. Geoffrey Bromiley, Eerdmans Publishing Co., Grand
Rapids, 1964).
[3] Kistemaker comenta, “Pedro enfatiza que tanto el arrepentimiento como la remisión de los pecados
son dones de Dios a Israel” (Simón J. Kistemaker, Exposición de los Hechos de los Apóstoles, p 219,
Comentario al Nuevo Testamento, Libros Desafio, Grand Rapids, 2001).
[5] Se recordó de un hombre prospero, amable y bondadoso que no permitía que ni siquiera sus
jornaleros sufrieran necesidad. (Juan C. Cevallos & Ruben O. Zorzoli, Comentario Biblico Mundo
Hispano, p 251, Editorial Mundo Hispano, El Paso, 2007). La idea es que la bondad de su padre se
conocía aun entre sus trabajadores.
[6] El Joven Rico vio en Jesús un “Maestro bueno”, y hasta alguien digno de seguir, pero cuando fue
confrontado con su pecado, no aceptó el llamado al arrepentimiento.
[8] La confesión siempre es parte del arrepentimiento, pero no siempre es manifestada públicamente.
Es bíblico que aquellos que están arrepentidos confiesen sus pecados (Sal. 32:5; 51:1; Pro. 28:13; Mt.
6:12).
YA QUE JESÚS ESTUVO CON PECADORES, ¿PODEMOS ASOCIARNOS
CON INCONVERSOS?
En estos días se ha desatado una gran controversia debido a que el conocido pastor y cantante Marcos
Yaroide ha organizado un concierto con artistas seculares, desde merengueros hasta reguetoneros. Él
dice que quiere “salir de las cuatro paredes” e “ir como me mandó Jesús a todo el mundo sin excepción
de personas”, por lo que ha nombrado el evento “Luz en las tinieblas”. Las respuestas han sido tan
variadas como se podría esperar. Aquellos que condenan las acciones del cantante lo consideran una
muestra de mundanalidad en la iglesia y de mezclar lo sagrado con lo profano (teniendo en cuenta que
al menos uno de los artistas invitados es reconocido por lo prosaico de sus canciones, al nivel que no
me atrevo ni siquiera a hacer link a sus canciones). Los que apoyan este espectáculo lo hacen
usualmente refiriéndose a las afirmaciones de Jesús de que sus discípulos son la sal de la tierra y la luz
del mundo (Mt. 5:13-16), y diciendo que esto es seguir el ejemplo de Jesús, quien era acusado por
recibir a los pecadores y comer con ellos (Lc. 15:2).
Hay algo de verdad en el argumento de que ya que Jesús estuvo con pecadores, debemos interactuar
con ellos. La Palabra dice que la luz de la iglesia debe brillar “delante de los hombres” (Mt. 5:16), lo que
implica estar afuera de las paredes de la iglesia. No cabe duda que Jesús aceptó diversas invitaciones
de personas de baja reputación (Mt. 9:11). Y Pedro también fue acusado de cosas similares (Hch. 11:13).
Pero creo que debemos reflexionar un poco más en la Escritura y ver, por un lado, que si bien hay un
ejemplo y llamado a estar con pecadores, esto no es lo mismo a asociarnos con ellos. Además, debemos
meditar en el propósito y las circunstancias donde Jesús y los apóstoles compartieron con los
inconversos. Al hacer esto nos cuidaremos de que nuestra sal no se vuelva insípida, ni terminemos
siendo influenciados más que siendo influyentes.
El asunto del yugo
Desde el principio de la Biblia vemos que Dios ha hecho diferenciación entre dos pueblos: Su posesión
especial, y los demás. Israel y las naciones. La iglesia y el mundo. Los justos y los incrédulos. A lo largo
de la Escritura vemos que si bien Dios ama a todo el mundo, Él tiene un amor especial por sus
redimidos, aquellos que Él adoptó a su familia, aquellos que creen en el Hijo y tienen vida eterna (1 Jn.
3:1). Esta distinción es importante al observar lo que Pablo nos dice en 2 Corintios 6: 14-18:
“No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la
iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? ¿O qué armonía tiene Cristo con Belial? ¿O qué
tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos?
Porque nosotros somos el templo del Dios vivo”.
Un yugo es una especie de collar que une a dos animales para que puedan jalar juntos.
Lamentablemente, la iglesia en general ha entendido el concepto del yugo desigual solo en cuanto a las
relaciones amorosas, pero ese no es la única forma de cometer tal pecado. Los principios detrás del
yugo desigual se aplican a toda asociación de igualdad entre creyentes y no creyentes. La pregunta
sigue siendo la misma que hace Pablo, “¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué
comunión la luz con las tinieblas?”.
Esto no significa que no podemos tener relaciones con inconversos. Pablo enseña que para no tener
ninguna relación con incrédulos, ¡tendríamos que salir de este mundo! (1 Corintios 5:9-11). Tendremos
inconversos como compañeros de trabajo y de estudios; como jefes; como empleados; aun como
amigos y familiares. Y es en estas asociaciones que nuestra luz, la luz de Jesús, debe brillar. Pero eso no
significa que entraremos en una sociedad de igualdad con ellos: no somos la misma “especie: como
para entrar en un yugo de iguales. Es participar en las obras de las tinieblas, como nos enseña Efesios
5:6-12:
“Que nadie los engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los
hijos de desobediencia. Por tanto, no sean partícipes con ellos; porque antes ustedes eran
tinieblas, pero ahora son luz en el Señor; anden como hijos de luz... Examinen qué es lo que agrada
al Señor, y no participen en las obras estériles de las tinieblas, sino más
bien, desenmascárenlas. Porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto.
Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la luz”.
El que cristianos organicen eventos y conciertos con inconversos, o que entren en asociaciones de
negocios en igualdad es, según veo en las Escrituras, entrar en yugo desigual. De una forma u otra, es
participar con ellos en las obras estériles de las tinieblas en vez de desenmascararlas. ¿Qué va a hacer
un socio de negocio cuando su compañero inconverso quiera esquivar impuestos ilegítimamente? De
manera puntual, ¿qué hará este pastor cuando uno de sus invitados esté alabando al pecado como
diversión? A menos que esté desenmascarando las obras estériles de las tinieblas, está participando en
ellas con su invitación.
Trayendo luz
Como ya hemos visto, Jesús anduvo con inconversos y personas de mala reputación. Esta era una de
las razones por las que regularmente le criticaban (Lc. 7:34). El argumento que muchos hacen,
entonces, es que ya que Jesús estuvo con pecadores en sus casas y donde ellos se congregaban,
nosotros debemos ir a estar con ellos y congregarnos donde ellos estén.
Hay algo de verdad en esto. Pero al observar qué pasaba donde Jesús estaba, veremos que no podemos
usar tal argumento para justificar el participar en discotecas o el hacer eventos evangelísticos usando
personas y formas mundanas. Por ejemplo, cuando Jesús es acusado en Lucas 15 de que Él recibe a
pecadores y come con ellos, Él inmediatamente profiere las parábolas de la oveja perdida, la moneda
perdida, y el hijo pródigo. Su punto: “Yo estoy con pecadores con el objetivo único de traerlos al
arrepentimiento”. Cuando es criticado en Mateo 9 por comer con publicanos, ¿sabes con quién
andaba? ¡Con Mateo! (Mateo 9:9-13). Algo similar vemos cuando Él estuvo con la mujer samaritana
(Juan 4) y con Zaqueo (Lucas 19). Por lo que podemos ver, Jesús estaba con pecadores, pero cuando Él
salía de allí, ¡ellos eran discípulos! Esto no es similar a compartir un escenario con ellos, ni tampoco el
cantar para su entretenimiento.
Algo más debe decirse sobre esto: en los lugares donde Jesús iba, la Biblia no registra que se estuviera
activamente cometiendo pecado. La Biblia sí registra un momento donde Cristo fue a un lugar con
pecadores que estaban activamente cometiendo pecado, y lo hace en los cuatro evangelios. Y allí
también quedó más limpio cuando Él salió de alli, pero esa vez él lo hizo con un látigo más que con
palabras. Como lo resume Joe Carter en un artículo (en inglés) sobre el tema:
Ya que Jesús (cenó/festejó/estuvo) con pecadores en los lugares donde ellos se congregaban, nosotros
también debemos hacerlo siempre y cuando: (1) ellos no estén buscando pecar activamente, (2)
tenemos el propósito de llamarlos al arrepentimiento, (3) nuestra presencia no promueve el pecado y la
ofensa a Dios y (4) esos pecadores no sean creyentes profesos (cumpliendo con 1 Corintios 5:11).
Se trata del evangelio
¿Por qué es esto importante? ¿Por qué no simplemente “amar a todo el mundo y no juzgar y estar con
ellos y disfrutar la vida? Porque si colaboramos con los inconversos, si disminuimos las barreras entre
ellos y nosotros, estamos dando la idea de que, al final, todos somos iguales. Y sí, todos somos
igualmente pecadores. Pero algunos somos pecadores arrepentidos. Y ahora, por el sacrificio de Jesús,
los que se arrepienten son llamados santos. Al ignorar esto, no solo estamos ofendiendo la santidad del
Señor, sino que estamos inadvertidamente contribuyendo a que los perdidos sigan perdiéndose, puesto
que estamos apoyando su estilo de vida, sus cantantes, su entretenimiento y sus altares. El llamado del
evangelio es muy diferente: “Arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin
de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor”.
7 PRINCIPIOS CENTRADOS EN EL EVANGELIO PARA PROTEGER SU
MATRIMONIO
¿Qué se debe Hacer para Proteger un Matrimonio?
Casi todo matrimonio comienza con la alegría como recién casados anticipando compartir la vida
juntos. Lamentablemente, no todas las parejas viven felices para siempre. Un gran porcentaje de los
matrimonios terminan en divorcio. Otras parejas permanecen casados, pero se distancian
emocionalmente debido a la amargura o la indiferencia mutua. Comparten un nombre y una casa, pero
no una vida. ¿Qué puede hacer una pareja para preservar la intimidad amorosa gozosa de su
matrimonio? Considere estos siete principios centrados en el Evangelio…
1. No Descuidarse Uno al Otro
Las parejas que están cortejando o comprometidas pasan todo su tiempo libre juntos y no pueden
soportar estar lejos por mucho tiempo. Pero a menudo después de casarse cada uno queda tan
atrapado en la carrera, los niños, los pasatiempos, los deportes y otras actividades que se descuida la
relación matrimonial. Muy poco a poco la pareja se empieza a dividir. Aunque puede que no haya
mucho conflicto abierto, la chispa no se encuentra. La mujer puede notar que algo está mal solo para
que su marido le diga que no se preocupe de nada. Un nuevo matrimonio, al igual que un coche nuevo,
necesita un mantenimiento regular. Puede parecer y funcionar bien hoy, pero si usted no lo mantiene,
tarde o temprano se descompondrá. El esposo y la esposa tienen que pasar tiempo cada vez más cerca
el uno al otro y disfrutar uno del otro. Trabaje más duro que antes en el romance después de su
matrimonio. Buscar crecer en intimidad año por año protegerá su matrimonio de caer en mal estado.
2. Haga su caminar personal con el Señor una Prioridad
El matrimonio conlleva gracia. Por si solos somos pecadores egoístas. Sólo cuando somos fortalecidos
por la Palabra de Dios por medio de su Espíritu podemos soportar en amor. No tenemos el poder para
mantenernos en amor en nuestras propias fuerzas. Jesús dijo que si permanecemos en él llevaremos
mucho fruto, pero sin Él no podemos hacer nada (Juan 15:5). Cuando las parejas con matrimonios en
conflicto vienen a nosotros por lo general les pregunto a cada uno de ellos acerca de la oración y la vida
devocional. En casi todos los casos que he encontrado una correlación entre la falta de un caminar
personal vibrante con el Señor y un fracaso en el matrimonio. Necesitamos recordatorios constantes de
la Escritura de la gracia de Dios a nosotros, lo cual, a su vez, nos motiva a mostrar gracia a los demás.
Mientras caminamos en el Espíritu no llevamos a cabo las acciones destructivas de la carne, sino que
llevamos el fruto del Espíritu Santo. (. Gálatas 5:16-23). Si algo no está bien con su relación con su
cónyuge, empiece tratándolo primero al asegurarse de que las cosas estén bien entre usted y el Señor.
3. Permanezca Participando en una Iglesia Fuerte
Dios bendice y fortalece a Su pueblo a través del ministerio de la iglesia, tanto a través de la
predicación pública de la Palabra y mientras los miembros del cuerpo se edifican unos a otros (Efesios
4:11-16). El descuido de reunirse con el pueblo de Dios perjudica su alma y su familia (Hebreos 10:25).
También es importante para una pareja estar en una iglesia fuerte para que puedan beneficiarse del
consejo y de la rendición de cuentas si su relación tiene problemas. He escuchado de familias que se
han beneficiado de este tipo cuidado pastoral fieles diciendo: “No sabemos lo que hubiéramos hecho si
esta iglesia no hubiese estado allí con nosotros.” También he visto a muchas familias que están en el
medio de una crisis sufriendo porque no tienen líderes de la iglesia piadosos que cuidan de sus almas
(Hebreos 13:17).
4. Rápida y Completamente Resuelva los Conflictos
Muchas parejas participarán periódicamente en argumentos en los que cada uno habla con ira y dice
cosas hirientes. Con el tiempo se enfríen y la vida sigue sin resolver adecuadamente las disputas. A
medida que los años pasan su matrimonio se ve afectado por las heridas y cicatrices que nunca son
sanadas. Pablo advierte claramente a los Efesios sobre el peligro que acecha tras un conflicto no
resuelto. “Airaos, pero no pequeis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis oportunidad al
diablo.”(Efesios 4: 26-27). Dejar un problema no resuelto y permanecer enojado es como dejar al
diablo en su casa para causar estragos. Los matrimonios cargadas de conflictos no resueltos son más
vulnerables no sólo a conflictos cada vez más destructivos, sino también a relaciones extramaritales.
Las parejas creyentes deben ser determinados para hacer todo lo necesario para estar plenamente
reconciliados entre sí.
5. Sea Honesto con los Demás
No hay nada más destructivo para los matrimonios que la falsedad. Más de una vez he escuchado a la
víctima de infidelidad conyugal decir: “Yo puedo perdonar el sexo, pero no sé si pueda perdonar las
mentiras o si puedo volver a confiar en ella de nuevo.” Pablo dice a los Efesios: “Por tanto, dejando a
un lado la falsedad, hablad verdad cada cual con su prójimo, porque somos miembros los unos de los
otros"(Efesios 4:25). De una manera similar a un matrimonio se convierte en un solo cuerpo (Génesis
2:24). Si el resto del cuerpo no puede confiar en los ojos para ver el peligro o las piernas para correr
hacia la seguridad, entonces, todo el cuerpo está en riesgo. Tenemos que ser capaces de confiar unos en
otros. Un aspecto de tener un matrimonio veraz es que cada cónyuge debe esforzarse para asegurarse
al otro de confesar honestamente pecados y fracasos. Una esposa puede no querer decirle a su marido
que tiene una multa de tráfico porque ella teme a su airada reacción. Un marido que ha visitado un
club de striptease puede temer un estallido emocional dramático de su esposa. Aunque sea difícil de oír
la verdad, podemos dar gracias a Dios por ayudar a la otra persona a ser honesto. Como pecadores que
han recibido mucha gracia de Dios podemos tener compasión de nuestros compañeros pecadores,
ayudando a restaurarlos en lugar de condenarlos.
6. Sea Prudente en Sus Relaciones con el Otro Sexo
Pocos cristianos planean tener una aventura. Sin embargo, muchos terminan en una relación física o
emocional inapropiada que amenaza su matrimonio e incluso sus almas. Al aconsejar en tales casos, he
observado que suelen seguir un patrón determinado. Un hombre y una mujer se conocen a través del
trabajo, el gimnasio, actividades infantiles, o incluso la iglesia. Ellos empiezan a hablar y encontrar que
disfrutan de su mutua compañía. Con el tiempo uno o dos de ellos comienzan a desarrollar
sentimientos por el otro. Ellos encuentran que miran con interés la próxima vez que se ven el uno al
otro y empiezan a comunicarse a través de correo electrónico, las redes sociales, o el teléfono. En algún
momento se cruzó una barrera. Hay un toque, luego una admisión de atracción, luego un beso. El
desliz en una aventura continúa, por lo general hasta que son atrapados, o, a veces, cuando la
conciencia de uno no puede soportar la culpa.
Muchos serán heridos. Los matrimonios pueden terminar. No piense que no le puede pasar a usted. Si
un hombre tan bueno como el rey David pudo caer en adulterio, usted también eres vulnerable. Usted
debe tener mucho cuidado en las relaciones con el sexo opuesto, no porque usted piensa que usted
haría algo malo, sino porque usted está decidido a no hacerlo.
7. Tengan Misericordia Uno al Otro
Así como el Señor trata con nosotros, no de acuerdo con lo que nos merecemos (Salmo 103: 10),
debemos tratar a nuestros cónyuges mejor de lo que merecen. Sus pecados y fracasos proporcionan
oportunidades para nosotros para mostrar la gracia que se asemeja a la gracia que hemos recibido de
Dios. En un matrimonio ideal cada parte intenta superar al otro en mostrar el amor.
Como Pablo dice a los creyentes en Colosas: “Entonces, como escogidos de Dios, santos y amados,
revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a
otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así
también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad.”
(Colosenses 3:12-14).
Un matrimonio que se caracteriza por tal gracia estará bien protegido.
¿Qué principios adicionales centrados en el Evangelio compartiría usted para proteger su matrimonio?
¿QUÉ LE PUEDE DECIR LA IGLESIA A BRUCE JENNER?
En la década de 1970 parecía que Bruce Jenner lo tenía todo: fama, riqueza, admiración. Él era una
estrella olímpica, tan popular en la cultura estadounidense que se dice era considerado tanto para los
papeles de Superman como de James Bond. Las cosas han cambiado. Ahora, Jenner es mejor conocido
como el padrastro en el show “Keeping up with the Kardashians”. Y ahora Jenner está listo para un
cambio más. Dice que sabe qué era lo que le faltaba: su identidad como mujer.

Según los informes, Jenner se ha sometido a una cirugía para lucir más como mujer, y ha sido
fotografiado con vestidos. Ahora, en una entrevista muy publicitada con Diane Sawyer, él dice que su
“vida entera ha estado dirigida a esto”.

Bruce Jenner, por supuesto, es un símbolo, un portavoz célebre para toda una mentalidad que ve el
género como algo separado de la identidad biológica. Entonces, ¿hay una palabra de parte de Dios para
la comunidad transgénero? ¿Cómo debe tratar la iglesia al Bruce Jenner en su vecindario, que no tiene
el poder de las estrellas o las mansiones de Malibú, pero que tiene la misma alienación de sí mismo?

En primer lugar, debemos evitar la tentación de reírnos de estas almas en sufrimiento. No vemos a
nuestros prójimos transexuales como monstruos a despreciar. Ellos se sienten alienados de sus
identidades como hombres o mujeres, y están buscando una solución a eso en lucir diferentes o en la
cirugía o en bombear sus cuerpos con hormonas del otro sexo. En un mundo caído, todos nosotros
estamos alienados, de una manera u otra, de lo que fuimos diseñados a ser. Esa alienación se
manifiesta de diferentes maneras en diferentes personas.

Pero tampoco hay que seguir la narrativa cultural detrás de los cambios transgénero. Esta narrativa
tiene sus raíces en la antigua herejía del gnosticismo, con la idea de que el ser “real” es independiente
de quién es uno como un ser encarnado, como un ser material. Las partes del cuerpo y los cromosomas
son prescindibles, ya que el ser se desconecta radicalmente del cuerpo, lo psíquico de lo material.

La antigua herejía gnóstica se une con el individualismo contemporáneo: la idea de que debo ser fiel a
lo que yo perciba como mi “yo real” en el interior, con el fin de ser “auténtico”. Esto es lo que lleva, en
otras noticias de la semana, a algunos padres a la “transición” de la identidad de género de sus hijos a
edades tan jóvenes como a los cuatro años de edad.

No deja de ser irónico que la entrevista de Jenner vino en la misma semana que el Día de la Tierra. El
Día de la Tierra, por supuesto, nos recuerda que los deseos humanos y tecnologías humanas deben
tener límites. El hecho de que una sociedad tiene el poder tecnológico para arrasar un bosque o nivelar
una montaña o para volcar toxinas en un sistema de agua no es una señal de que hay que hacerlo. El
bien común significa que los seres humanos aprendan a vivir en equilibrio y armonía con la naturaleza,
no con un dominio rapaz de la misma.

Lo que es cierto de la ecología natural es también cierto en la ecología humana. El cientificismo utópico
de la tecnología nos dice que podemos trascender nuestros límites, para llegar a ser como dioses. Para
algunos, eso se manifiesta en la creencia de que la humanidad puede contaminar su propio ecosistema
con impunidad. Para otros, se manifiesta en la creencia de que pueden trascender los límites de la
división masculino/femenino. Una visión bíblica de nuestro lugar en el universo es muy diferente. No
somos máquinas, para ser reprogramadas a voluntad; somos criaturas.

Esa visión incluye el respeto al orden natural de Dios, orden creativo que refleja Su sabiduría y Señorío
sobre el mundo. Nuestra masculinidad y feminidad es una parte muy importante de esa sabiduría y
señorío. Nacemos no por nuestro propio esfuerzo, sino en la providencia pura de nuestro
creador. Nuestro género dado nos apunta a una realidad aún más profunda: la unidad y
complementariedad de Cristo y la iglesia. Un rechazo de la bondad de esas realidades de la creación es,
entonces, una revuelta contra el Señorío de Dios, y en contra de la imagen del evangelio que Dios ha
incrustado en la creación.

La esperanza de Bruce Jenner, y de otros como él, no es alterar el cuerpo con cirugía o inundar sus
sistemas con hormonas. La respuesta es darse cuenta de que todos nosotros nacemos alienados de lo
que fuimos creados para ser. No necesitamos arreglar lo que pasó en nuestro primer nacimiento;
necesitamos un nuevo nacimiento.

Para la iglesia, esto va a conllevar tanto convicción como sabiduría. Nuestros prójimos transexuales
experimentan un sufrimiento real, y debemos sufrir con ellos. Las respuestas de la cultura y de la
Revolución Industrial Sexual no alivian ese sufrimiento. Debemos defender el buen diseño de Dios,
incluyendo también lo que Jesús dice que ha sido verdad “desde el principio”: somos creados varón y
hembra, no por ganas propias sino por el acto creador de Dios (Mr. 10:6)

De este modo, lo que cada civilización anterior hubiera visto como obvio, que la masculinidad y la
feminidad son parte de nuestro diseño biológico, serán vistos como fuera de lugar con la cultura. Que
así sea. Defenderemos con convicción, mientras ofrecemos misericordia. Hemos sido llamados a
seguirle el ritmo al Espíritu, aunque no siempre podamos seguirle el ritmo a los Kardashians.
“UN MONTÓN DE PERSONAS QUIEREN CORAZONES INTACTOS ESTOS
DÍAS” – PLANIFICACIÓN DE LA FAMILIA, EL ABORTO, Y LA CONCIENCIA
DE UNA NACIÓN
Por Albert Mohler
La liberación de ayer de unvídeo que muestra el director médico senior de Planned Parenthood
[Planificación de la Familia] discutiendo informalmente la venta de órganos de bebés abortados es un
desafío moral arrojado a la cara de todos los estadounidenses.
El vídeo revela a la doctora Deborah Nucatola, directora de los servicios médicos de Planned
Parenthood, discutiendo la recolección intencional de órganos y otros tejidos de bebés abortados en las
clínicas de Planned Parenthood. Mientras extiende la mano con su tenedor a la ensalada, la Dr.
Nucatola dice a un grupo que cree ser investigadores médicos que hay una gran demanda de hígados
fetales abiertamente, pero “Muchas personas quieren corazones intactos estos días.”
La Dra. Nucatola pasó a explicar con detalle escalofriante que los abortistas a menudo planifican con
antelación cómo cosechar órganos deseados, incluso contando al grupo que un "montón" a veces se
hizo con personal de la clínica a principios del día, de modo que los órganos apuntados se puedan
cosechar de bebés aún no nacidos.
Su lenguaje es más allá de lo escalofriante mientras describía cómo se llevan a cabo abortos
específicamente para cosechar órganos intactos: "Hemos sido muy buenos en conseguir el corazón, el
pulmón, y e hígado, porque intentamos no aplastar esa parte, sino aplastar y presionar encima y
debajo, y de este modo sacar esas partes íntegras.” También describió el uso de una técnica de aborto
que parece ser el aborto por nacimiento parcial.
El vídeo encubierto fue lanzado por el Centro para el Progreso Médico, un grupo con vínculos con los
esfuerzos anteriores para exponer Planned Parenthood [Planificación de la Familia] y la realidad de su
labor asesina. Como era de esperar, Planned Parenthood contraatacó, afirmando que el video
tergiversó a la Dra. Nucatola, Planned Parenthood, y la obtención de órganos fetales.
En el video, el Dr. Nucatola sugiere que un costo de $ 30 a $ 100 sería un rango probable de los cargos
por los órganos y tejidos recolectados de los bebés abortados. Ella también le dice al grupo que
Planned Parenthood no quiere ser visto como sacando provecho de la venta de estos órganos, pero deja
claro que esta preocupación no está obstaculizando la recolección y traslado de los órganos.
La venta de tejidos humanos es ilegal en los Estados Unidos, al igual que el horario o la organización de
un aborto si la causa del aborto es la obtención de órganos o tejidos. Pocas horas después del
lanzamiento del video, los candidatos republicanos a la presidencia y al menos dos gobernadores
estaban pidiendo investigaciones sobre la participación de Planned Parenthood en el negocio de la
venta de órganos fetales.
Del mismo modo, los defensores de Planned Parenthood atacaron el vídeo y la organización detrás de
él. Pero Planned Parenthood está claramente preocupado por el efecto del video, y debería estarlo.. La
visión del director médico senior de Planned Parenthood tomando la ensalada mientras discute
explícitamente el destrozar de bebés en el útero es imposible reducir a palabras.
Planned Parenthood llamó el video "fuertemente editado, grabado en secreto", y dijo que "retrata la
participación de Planned Parenthood en programas de donación de tejidos que apoyan la investigación
científica para salvar vidas."
El Centro para el Progreso Médico o también soltó más de dos horas de lo que dijo era el vídeo inédito
de la conversación.. Al igual que en el caso de las revelaciones anteriores de mala conducta por Planned
Parenthood, el grupo va tras el acusador más que las acusaciones.
Pero Planned Parenthood está teniendo dificultades para mantener su historia firme. Eric Ferrero,
vicepresidente de comunicaciones de la organización nacional, reconoció el traslado de órganos y
tejidos fetales, pero dijo que todo era legal e insistió en que "no hay ningún beneficio financiero para la
donación de tejidos, ya sea para el paciente o para Planned Parenthood." Y, sin embargo, una firma de
relaciones públicas de apoyo a Planned Parenthood, también emitió un comunicado afirmando que "la
transcripción indica que Deborah Nucatola especulaba sobre la gama de reembolso que los pacientes
puedan recibir tras precisar que desean donar cualquier tejido después de un procedimiento." Bueno,
¿cuál de los dos es?
Planned Parenthood se sitúa en el epicentro de la cultura de la muerte y recibe casi quinientos millones
de dólares al año en apoyo del gobierno. Ellos no van a ser capaces de explicar este video.
No tengo ninguna razón para creer que el vídeo es nada menos que totalmente creíble. Pero, incluso si
Planned Parenthood de alguna manera encuentra una manera de evadir la justicia en términos de
actividad criminal, la parte del vídeo que Planned Parenthood no -y no puede – niega revela a su
director médico principal disfrutando de una conversación en una comida en la que describe
destruyendo cuerpos de seres humanos no nacidos con el fin de obtener el órgano deseado: "
intentamos no aplastar esa parte, sino aplastar y presionar encima y debajo, y de este modo sacar esas
partes íntegras."
Cuando las fuerzas aliadas liberaron los campos de concentración del régimen nazi, el general Dwight
D. Eisenhower ordenó a los ciudadanos alemanes ordinarios de ciudades y pueblos cercanos a caminar
pie a través de los campamentos y ver lo que habían permitido y facilitado. El punto de Eisenhower fue
muy claro – ustedes permitieron que esto sucediera, y ustedes comparten la culpa.
Lo mismo sucede con todos los estadounidenses. Planned Parenthood y el complejo industrial de
aborto son financiados con dinero de nuestros impuestos. Margaret Sanger, Fundadora de Planned
Parenthood era un racista abiertamente comprometido con la eugenesia. Millones de bebés no nacidos
han muerto en sus instalaciones. El grupo prospera porque los estadounidenses permiten que
prospere.
Cuando el vídeo se hizo viral ayer, esperé para ver cómo los medios de comunicación y los partidarios
del aborto responderían. Esa respuesta ha, en su mayor parte, ha sido exactamente lo que esperaba –
defender a Planned Parenthood a cualquier precio.
Pero el video está ahí fuera, y se quedará ahí. No hay manera de no-ver una vez que se ve.
Escribiendo en la revista Cosmopolitan, el partidario de aborto Robin Marty dijo que había visto el
video. Luego dijo: “Ahora, francamente, yo sólo voy a bostezar.”
Tal vez lo haga, pero si es así eso requerirá un acto masivo de rechazo. Más adelante en su propio
ensayo, afirmó: “Me estremecí al escuchar la discusión de cómo el feto se puede quitar, y la idea de un
‘menú’ de tejido fetal y órganos que podrían ser adquiridos en función de la edad gestacional de los
embarazos siendo terminado y el número de pacientes que consienten la donación es una de la que
espero no tener que encontrar de nuevo.”
Una vez más, ¿Qué es esto?
Debemos orar para que este video marque un punto de inflexión importante en la conciencia de
nuestra nación. Imágenes y palabras pueden llegar a ser chamuscadas en nuestras mentes. El
conocimiento horrible de cosechar corazones de bebé debe hacer que nuestros propios corazones se
quebranten.
Una nación que permita esto, permitirá cualquier cosa.
DESDE UN PAÍS LEJANO: EL VIAJE HACIA DIOS DE UN HIJO GAY
Tenía un secreto que mantuve oculto durante la secundaria, la universidad, e incluso cuando servía en
la reserva del Cuerpo de Marina. Luego, cuando empecé a estudiar una maestría, dejé de mantenerlo
en secreto.

Salí del closet.

Le di la noticia a mis padres y les dije: “Soy gay”. La noticia devastó a mi madre, que en aquel
momento no era cristiana. Estaba enfadada y confundida, pero Dios lo utilizó para traerla hacia Él. A
través de un pequeño folleto sobre la homosexualidad que compartía el plan de salvación, ella se
percató de que, si Dios podía amarla a pesar de su pecado, entonces ella podría amarme a mí, su hijo.
En pocos meses mi padre se convirtió en cristiano también.

Mientras tanto, yo pasaba la mayor parte de mi tiempo en clubs gay y comencé a experimentar con las
drogas. Finalmente, llegó un momento en el que sostenía mi hábito vendiéndolas. Pensé que podía ser
estudiante de día y traficante de drogas por la noche, pero tres meses antes de recibir mi doctorado, la
administración me expulsó. Así que me mudé a Atlanta, Georgia, y me convertí en proveedor para
otros traficantes en más de una docena de estados. Además, para mí significaba poco tener varios
encuentros sexuales anónimos al día. Mis padres no sabían los detalles de mi vida, pero sabían que mi
mayor necesidad era hacer de Jesucristo mi Señor. Junto con más de un centenar de guerreros de
oración, mi madre comenzó a orar: “Dios, haz lo que sea necesario para traer este hijo pródigo hasta
ti”. En su desesperación, mi madre ayunó todos los lunes durante siete años, y en una ocasión ayunó 39
días por mí.

Una oración contestada

Dios respondió su oración el día que abrí la puerta de mi casa a doce agentes federales antidrogas, a la
policía de Atlanta, y a dos grandes perros pastores alemanes. Acababa de recibir un cargamento grande
de drogas y estaba cargado con el equivalente a 9,1 toneladas de mariguana a precio de la calle. Con esa
cantidad, me enfrentaba a una condena de entre diez años y toda la vida en una prisión federal.

Había empezado con un futuro brillante entre los mejores de la sociedad en el mundo académico, y
ahora me encontraba en un pozo, entre los despreciados por la sociedad, en el centro de detención de
la ciudad de Atlanta. Llamé a casa desde la cárcel y las primeras palabras de mi madre fueron: “Hijo,
¿estás bien?”. Sin condena, solo gracia y amor incondicional. Romanos 2:4 dice que: “la bondad de
Dios nos guía al arrepentimiento”. Incluso en ese desgraciado día, Dios estaba derramando sobre mí su
gracia irresistible, y atrayéndome hacia sí mismo a través de las palabras de mi madre. De hecho, mi
madre estaba emocionada de recibir esa llamada porque no había llamado a casa en años, y ella sabía
que, sin duda, esta era la respuesta de Dios a sus oraciones.
Tres días más tarde, encontré un Nuevo Testamento de los Gedeones sobre un montón de basura, que
era tal como yo me sentía, y leí todo el evangelio de Marcos. Comencé a leer la Biblia porque tenía
mucho tiempo libre para hacerlo. Pero la Biblia no es solamente tinta sobre papel. Es el mismísimo
aliento de Dios, más afilado que toda espada de doble filo, y dejó expuesto mi pecado.
Un par de semanas más tarde me llamaron a la enfermería. Me esposaron, encadenaron mis manos
alrededor de mi cintura y juntaron mis pies con grilletes. Me arrastré hasta dentro, y sabía que algo no
estaba bien. La enfermera estaba incómoda, luchaba por encontrar las palabras, y finalmente lo
escribió en un trozo de papel: VIH+. Los días tras este diagnóstico fueron oscuros y solitarios. Me
condenaron a seis años, ciertamente mucho mejor que de diez años a toda la vida, pero las noticias de
mi VIH se sentían como una sentencia de muerte.
Una noche, acostado en mi cama, pude distinguir una frase entre las profanidades escritas en la litera
de metal encima mío:

“Si estás aburrido, lee Jeremías 29:11”:

“Porque Yo sé los planes que tengo para ustedes, 'declara el SEÑOR', planes de bienestar y no de
calamidad, para darles un futuro y una esperanza”.

En el punto de menos esperanza de mi vida, Dios me dijo que, sin importar quién fuese y lo que
hubiese hecho en el pasado, todavía tenía un plan para mí.

Una transformación gradual

Mi transformación fue gradual. Dios me estaba convenciendo de pecado, pero no quería dejar mi
identidad sexual. Busqué la bendición para una relación gay monógama en cada versículo y capítulo de
la Biblia. No pude encontrar nada. También me di cuenta de que el amor incondicional no es lo mismo
que la aprobación incondicional de mi comportamiento.

Mi identidad no es no ser gay o ser un antiguo gay, ni siquiera ser heterosexual en lo que a eso
respecta, sino que mi única identidad como hijo del Dios viviente debe estar solamente en Jesucristo.
Había que tomar una decisión: abandonar a Dios y buscar una relación gay, o abandonar la búsqueda
de una relación gay (liberándome de mis deseos por el mismo sexo) y vivir como un seguidor de
Jesucristo. Mi decisión era obvia. Elegí a Dios.
Solía pensar que para complacer a este Dios cristiano, me tenía que convertir en alguien “normal”, que
tenía que convertirme en heterosexual. Pero incluso los que tienen sentimientos heterosexuales luchan
contra el pecado; ese no debía ser el objetivo. Nuestro objetivo como cristianos, sin importar los
sentimientos que tengamos, debe ser la santidad. Al comenzar a vivir esta vida de rendición y
obediencia, Dios me llamó al ministerio a tiempo completo, mientras estaba en prisión. Dios hizo
también otro milagro: acortó mi sentencia de seis años a tres, algo prácticamente inaudito en el
sistema federal.

Fui liberado de prisión en julio del 2001, y al mes siguiente empecé a tomar clases en el Moody Bible
Institute. Me gradué de Moody en el 2005 y continué estudiando para conseguir mi maestría de arte en
exégesis bíblica en la Wheaton College Graduate School, y recientemente recibí mi doctorado de
ministerio del Bethel Seminary. También tuve el inmenso honor de ser co-autor de un libro junto con
mi madre llamado “Desde un país lejano: “Ya no vivo yo: La travesía de un hijo homosexual a Dios. La
búsqueda de esperanza de una madre quebrantada”, y ahora estoy de vuelta en Moody, enseñando en
el departamento de Biblia. Pasé de prisionero a profesor, ¿qué tal queda eso como currículum?
Los padres cristianos de la LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) o de hijos con atracción
por el mismo sexo, a menudo se sienten solos y a veces desbordados con la culpa. Pero, no es culpa de
ellos. La paternidad perfecta no garantiza hijos perfectos. El trabajo de los padres cristianos no es
producir hijos piadosos, sino ser padres piadosos, amar a sus hijos, y apuntarlos hacia una vida de
discipulado costoso. Si mis padres no hubiesen vivido el evangelio en su relación conmigo, yo no
estaría aquí. Iglesia, caminemos junto con nuestros padres y nuestros hijos, sin importar con qué
pecado estén luchando, y apuntémosles al evangelio dador de vida de Jesucristo.
11 COSAS QUE LOS PASTORES NECESITAN SABER QUE SUS ESPOSAS
ESTÁN PENSANDO
Una de las sorpresas más agradables en los últimos años en esta época del internet es la oportunidad
de interactuar con las esposas de pastores. Utilizo el término “pastores” para referirme al pastor
principal de una iglesia, pero mis comentarios no se limitan a esta sola posición. También podría
referirse a otros cargos ministeriales en una iglesia.
Muchos de los comentarios que he recibido han sido compartidos en el anonimato, y desde luego
entiendo la necesidad de mantener los nombres de manera confidencial. Pero los comentarios son
reales y literales. Y muchas veces puedo sentir las esperanzas y las heridas que vienen con estos
comentarios. Aquí están los once pensamientos más frecuentes de las esposas de pastores:

1. “Estoy sola”. Esta declaración fue la más frecuente por un margen abrumador. Está asociada con
algunos de estos otros comentarios, pero tiene que verse por sí misma también.

2. “Tus críticas también me lastiman”. Los pastores son criticados regularmente. Mientras los
pastores están siendo heridos, necesitan entender que sus esposas lo están siendo también.

3. “Me gustaría que me dieras más tiempo”. Muchas esposas de pastores sienten que sus
matrimonios no han sido saludables porque el pastor pone a los miembros de la iglesia primero.
4. “Por favor, no me uses como un ejemplo negativo para tu sermón”. Incluso cuando es
dicho con humor, las esposas de pastores pueden ser lastimadas por dichas ilustraciones.
5. “Déjame ser yo misma”. Muchas esposas no creen que pueden ser ellas mismas debido a que su
cónyuge/pastor espera que ellas hablen y actúen en formas que no reflejan su verdadero yo.
6. “Me encanta cuando pasas tiempo con nuestros hijos”. Muchos esposas se ven lastimadas
porque sienten que ni ellas ni los niños son una prioridad.

7. “Me preocupan nuestras finanzas”. Esta frase fue una que escuché con frecuencia.
Demasiados pastores están siendo mal pagados. Esto no solo perjudica al pastor: lastima a toda la
familia.
8. “Por favor, respáldame cuando me critican”. Me duele saber de esposas de pastores que han
sido criticadas, especialmente cuando su cónyuge no viene a su defensa. Si a mí me causa dolor, solo
puedo imaginar cuánto le duele a la esposa.
9. “Me gustaría que te dedicaras a tu familia cuando estás en casa”. Las esposas
generalmente entienden cuando ocurren distracciones que son emergencias. Sin embargo, algunos
pastores nunca se “desconectan” para dedicarse a sus familias.

10. “Me preocupa nuestra familia cuando nos mudamos mucho”. La movilidad vocacional
es la norma para muchos pastores. Pero comprende que tal movilidad con frecuencia incluye un precio
para la familia del pastor.

11. “Es difícil hacer amigos verdaderos en la iglesia”. Esta declaración fue una de las razones
por las que las esposas de pastores se sienten solas.

A menudo pido a nuestros lectores que oren por sus pastores. Debo pedirles que oren por las familias
de los pastores también. La mayoría de estos miembros de la familia son obedientes al llamado de Dios
en sus vidas; y lo hacen sin quejas. Pero eso no quiere decir que a veces no sea doloroso.
PLANNED PARENTHOOD Y EL MAL
Por Jesse Johnson
He hablado con algunas personas que no entienden por qué muchos pastores están tan enojados con
Planned Parenthood. Hay muchas empresas y médicos que realizan el aborto, así que ¿por qué tanto
esfuerzo anti-aborto se dirige hacia Planned Parenthood? Después de todo, ellos también hacen
exámenes de cáncer, pruebas de enfermedades de transmisión sexual, referencias de adopción y
recetas anticonceptivas … así que ¿qué pasa?
El video difundido esta semana ofrece una explicación perfecta. Planned Parenthood es una
organización dedicada a la fabricación del dinero de la industria del aborto. Nuestra cultura es una
cultura de la muerte, y hemos institucionalizado la idea de que una mujer puede matar a un niño,
siempre y cuando ese niño este dentro de ella. Eso es enfermo, malvado, y una afrenta contra la
dignidad de la imagen de Dios.
Pero Planned Parenthood va más allá de simplemente participar en la industria del aborto. Ellos no
sólo encarnan el mal de la adoración a Moloch de nuestro país, sino que la refinan. Esta es la razón:
Eugenesia
Planned Parenthood fue fundada por Margret Sanger, que tuvo como su objetivo el control de la
población negra en los Estados Unidos. El hecho de que la gente a quien ella consideró como
"socialmente incapaz" podían reproducirse fue un problema para ella, y ella se puso a trabajar para
arreglarlo. Vio la eugenesia como el mejor enfoque para el manejo de las tensiones raciales en los
Estados Unidos, e incluso trabajó para aprobar la legislación federal que habría permitido la
esterilización estilo nazi de "indeseables". Bajo su propuesta, alcohólicos, epilépticos, y otros a quienes
los "expertos de reconocimiento de raza" determinaron que eran indeseables habrían sido objeto de
esterilización forzada.
Cuando su propuesta no ganó tracción en el Congreso, volvió su atención al aborto. Ella preparaba su
mensaje para las mujeres con varios hijos ("lo más misericordioso que la gran familia hace a uno de sus
miembros es matarlo"). Además de las familias numerosas, ella se dirige específicamente a familias
negras (las llama "degeneradas y defectuosas"). De hecho, ella vio a familias negras como una amenaza
para la nación americana porque Estados Unidos había "alcanzado el más alto grado de civilización",
pero estaba en riesgo de ser "cada vez más arrastrada" a través de las parejas negras que tienen
familias numerosas.
Es por esto que ella fundó Planned Parenthood.
Explotación Racial Hoy
Planned Parenthood no se ha movido de las opiniones de Sanger sobre la necesidad moral del aborto.
En su página web en este momento es un homenaje a Sanger. De hecho, su página de "Historia y
éxitos", dice "primeros esfuerzos de Sanger siguen siendo el sello distintivo de la misión de Planned
Parenthood."
Ahora, obviamente, hoy no es políticamente correcto decir que su objetivo es limitar la tasa de
natalidad de una determinada raza, y Planned Parenthood no es políticamente estúpido. Pero el hecho
es que el aborto se ha transmitido principalmente en la cultura americana por una organización que lo
vio como una herramienta eugenésica, y sigue siendo así para el día de hoy. Una mujer de raza negra
tiene cinco veces más probabilidades de tener un aborto que una mujer de raza caucásica. Incluso
los estudios que controlan la variación de ingresos encuentran el mismo resultado.
De hecho, de acuerdo con un sitio web llamado " Genocidio Negro , "el 78% de las clínicas de
Planned Parenthood se encuentran en las comunidades minoritarias. Los afroamericanos son
alrededor del 12% de la población estadounidense, pero alrededor del 35% de los abortos. Las raíces de
Planned Parenthood aún son evidentes hoy.
Y, por cierto, si Planned Parenthood quiere alejarse de la eugenesia de Sanger, quizás podrían dejar de
llamar a su premio anual de liderazgo en la industria del aborto su " Premio Margaret Sanger. "
Contribuyente Financiado
Planned Parenthood está a menudo en la parte delantera del debate sobre el aborto en nuestro país, ya
que son financiados por los contribuyentes. Ellos reciben unos $ 530 millones de dólares anuales de
impuestos. Llevan a cabo alrededor de 330.000 abortos cada año, y son el mayor proveedor de la
nación de abortos, porque son tan baratos. Ellos son tan baratos porque nuestros impuestos suscriben
los procedimientos.
Tienen la capacidad de referir a las personas a las agencias de adopción. Pero su último informe anual,
dijo que de cada 150 abortos que hacen, refieren a una persona a la adopción. Así que nuestros
impuestos no están apoyando a su impulso a la adopción, sino que nuestros impuestos se colectan para
financiar el costo del aborto en una clínica que se dirige a personas de bajos ingresos.
La Oposición al Control de la Natalidad
Irónicamente, Planned Parenthood en realidad se opone a hacer control de la natalidad como la
píldora disponibles sin receta. Cuando la legislación avanzó para permitir esto, han movilizado a su
maquinaria de relaciones públicas para oponerse a ella. Realmente no hay una explicación racional
para hacer del control de la natalidad más difícil de conseguir … a no ser que gran parte de sus
ganancias provengan de abortos.
Abortos Tardíos
Las encuestas muestran consistentemente que la mayoría de los estadounidenses están en
conflicto sobre el aborto. Mientras que la persona pro-vida típica se opone a todo aborto, y la persona
pro-aborto típica está a favor del aborto a petición, la mayoría de los estadounidenses no lo están
tampoco. La mayoría de los estadounidenses piensan que el aborto debería ser ilegal en algún
momento entre 20 a 24 semanas, pero legal antes de eso.
Pero Planned Parenthood está incómodo con ese tipo de compromiso. Gran parte de la naturaleza
arraigada del debate sobre el aborto se debe a que Planned Parenthood sobresale en convertir
compromisos incluso progresistas en legislación sobre el aborto (tales como el control de la natalidad
sin receta) en toda una “guerra contra las mujeres.”
El resultado de esta lógica es la perspectiva "aborto libre" de que el aborto debería ser legal (y
subvencionada!) en cualquier punto de un embarazo. Un bebé de 30 semanas es capaz de ser
entregados y sobrevivir fuera de la matriz, pero eso no les importa. En su mente la madre debe ser
capaz de tener médicos que aplasten el cráneo del bebé, aspiren los sesos, y entreguen el cuerpo.
Punto.
De hecho, sólo el año pasado, el presidente de Planned Parenthood, Cecile Richards, dijo que " la vida
comienza en la entrega ", y que debería ser la propia decisión de cada mujer cuando la vida
comienza para sus hijos.
Podría seguir. Yo podría escribir acerca de cómo los medios de comunicación les satisfacen al negarse
preguntar a cualquier candidato a la presidencia cuándo piensan que la vida comienza. Podría hablar
de cómo, después de que el video fue puesto en libertad, algunas organizaciones de noticias corrían
historias que eran literalmente ( no en sentido figurado, sino literalmente) puntos de
discusión por correo electrónico a ellos por Planned Parenthood. O cómo la AP hace dos años
decidió que como organización iban a #StandWithWendy Davis [En Apoyo a Wendy Davis], el senador
estatal de Texas que hizo un filibustero pro-aborto. Etc. Pero todo esto en realidad sólo conduce al
video:
Trafican las Partes del Cuerpo del bebé
La razón el video tocó un nervio, es porque puso todo el nivel de maldad en Planned Parenthood
claramente de manifiesto. Bebiendo vino en un almuerzo de 2 horas, el director médico de Planned
Parenthood habló sobre la forma en que (como organización) han conseguido realmente algo bueno en
“aplastar por debajo y por encima” de los órganos de los bebés durante un aborto. De esa manera
pueden vender los órganos después.
Esto es ilegal en muchos niveles. Es ilegal vender los órganos. Es ilegal que un médico cambie la forma
en que ella hace un aborto a fin de obtener los órganos. Algunos han señalado que hay fugas en las
leyes, pero … en serio?
Primero argumentan que el bebé no está vivo, entonces lo matan y cosechan sus órganos por dinero en
efectivo. La compañía a través de la cual los estaban vendiendo incluso ofrecen descuentos
por volumen para cualquier transacción de más de $ 1.000.
#PlannedParenthood fue fundada por una mujer que quería evitar que los negros se reproduzcan.
Ahora encontraron una manera de hacerlo por dinero en efectivo #BlackTwitter — Jamie Jackson
(@JamiePressDC) Julio 16, 2015
Así que, ¿por qué malvada Planned Parenthood? Ellos son malvados porque tienen raíces en la
eugenesia, que se dirigen de manera desproporcionada a las minorías, que utilizan nuestros impuestos
para hacerlo, hacen control de la natalidad difícil de conseguir, ejercen presión por bortos tardíos, y
hacen todo esto para obtener un beneficio.
“Yo diría que un montón de personas quieren el quiere hígado”, el director de la investigación
médica de Planned Parenthood, el Dr. Nucatola dice, entre bocado y bocado de ensalada. “Y por esa
razón, la mayoría de los proveedores van a hacerlo [el aborto] bajo guía ecográfica para que sepan
donde están poniendo sus pinzas. Hemos sido muy buenos en conseguir el corazón, el pulmón, y e
hígado, porque intentamos no aplastar esa parte, sino aplastar y presionar encima y debajo, y de este
modo sacar esas partes íntegras. "
UNA MIRADA BÍBLICA A LAS MARATÓNICAS DE ENLACE
La cadena Enlace, fundada en el año 1988, es probablemente el canal de televisión de habla hispana
más importante entre los medios de comunicación cristiana. El canal tiene una gran presencia en
varios continentes, con un alcance de más de 97 naciones en el mundo entero.
Aclaro desde el principio que estoy consciente de la gran inversión monetaria que representa sostener
un canal de televisión, así como cualquier otro medio de comunicación masiva. Desde gastos
operativos y equipos de televisión hasta las nóminas de empleados y alquiler de instalaciones. Es por
eso que creo que la cadena Enlace tiene la libertad de apelar a la generosidad de su audiencia para
ayudar con el sostenimiento del canal, similar a los ministerios para-eclesiásticos, que dependen del
aporte de los creyentes.
Así mismo, estoy consciente del impacto que un canal de televisión cristiano puede tener en la vida de
creyentes y no creyentes, principalmente aquellos que son fieles en proclamar el mensaje del evangelio
debidamente. Aquellos que se han sentido beneficiados de alguna manera a través de Enlace pueden
contribuir en la medida de sus posibilidades con una ofrenda. Hasta aquí estamos bien.
Sin embargo, creo que a través de estas jornadas de donaciones —las llamadas Maratónicas— el
nombre del evangelio se ha manchado y muchos excesos se han cometido. Las formas que los pastores
usan para motivar a la gente es tan ridícula que muchos de los creyentes sentimos vergüenza. Los
predicadores usan frases como “Llame y créale a Dios…siembre y coseche”, “No razones, cree
solamente…atrévete a pactar en este día”, “Bendice al Señor con tus primicias y todo tu año será
bendito” y otras frases semejantes. Lo más serio de todo es que les prometen indiscriminadamente a
las personas que van a recibir más plata, aumentos de sueldos, promociones, oportunidades de
negocios, o una llamada de alguien que les dará dinero, etc.
Otros les aseguran que sus deudas serán canceladas y que por sus ofrendas serán sanados. Aun van al
extremo de animar a aquellos que están pasando dificultades económicas a despojarse de todo y que
“le crean a Dios”. Usan una y otra vez textos fuera de contexto para lograr su fin. He conocido a varias
personas que en nombre de la fe, fueron manipulados y vendieron sus bienes, y otros hasta se
endeudaron para enviar dinero.
Nada nuevo debajo del sol
Esta forma de recaudar fondos parece la versión contemporánea de las indulgencias católicas del siglo
XVI. El éxito que tuvo la iglesia de Roma se debió a que prometía a los fieles que a través de sus
ofrendas podían obtener el favor divino. Igual hoy. Prosperidad financiera a cambio de dinero. Sanidad
física, promoción laboral, restauración matrimonial y muchas otras cosas a cambio de dinero.
Esa mentalidad y práctica fue condenada por los apóstoles cuando Simón el mago quiso comprar el
don del Espíritu Santo (Hechos 8:18-23). Por eso la advertencia que se hace a los pastores en las
epístolas es “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino
voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto” (1 Pedro 5:2). Los ministros
nunca deben usar la influencia que Dios les ha dado para manipular a los creyentes. El mismo apóstol
denunció a los falsos maestros, advirtiendo a sus lectores que “por avaricia harán mercadería de
vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda…” (2
Pedro 2:3).
A todos esto se añade otro factor de igual seriedad. Y es que muchos de los creyentes que hacen sus
promesas de fe y entregan de corazón sus ofrendas constantemente no reciben lo prometido, y desde
ahí se produce una decepción con ellos mismos. Se sienten indignos y débiles en la fe. Y en el peor de
los casos, hasta condenados. En este sentido cabe recordar las palabras que Jesús dijo: “Y cualquiera
que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello
una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar” (Mateo 18:6).
Además,Deuteronomio 18:22 nos dice que estas profecías no cumplidas son evidencias de arrogancia
de parte de un falso profeta.
Entiendo que algunas personas han visto la provisión divina después de hacer alguna contribución en
las Maratónicas. Al fin y al cabo, la generosidad es agradable a Dios. Pero nunca debemos pensar que la
causa de nuestra bendición o prosperidad se encuentra en nuestro sacrificio o en lo abultado de las
ofrendas. La única razón por la que Dios bendice y concede su favor es en base a la obra de Jesucristo
(Efesios 1:3). Insinuar algo distinto sería desmerecer la cruz de nuestro Señor. Los creyentes debemos
recordar que Dios es quien decide recompensar soberanamente la generosidad de los suyos. Al final es
el Señor quien determina cómo, cuándo y cuánto “cosechamos”.
Un llamado
Hermano: nunca ponga en riesgo la provisión de su familia. Dios nunca le pediría exponer a los suyos
en nombre de contribuir a estas causas “porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para
los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo” (1 Timoteo 5:8). Asimismo, si usted va hacer
donaciones, hágalo con gozo, prudencia y diligencia. Sin embargo, su motivación no debe ser esperar
una “gran cosecha” por el dinero ofrendado. Como ya dije, Dios es quien determina aun lo que
nosotros cosechamos.
Hermano pastor: quiero hacer eco de las palabras que Pablo le escribió a otro pastor diciendo:
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la palabra de verdad” (2 Timoteo 2:15). Debemos ser responsables en la administración de
la palabra de Dios al momento de enseñarla y proclamarla. Que nunca usemos de las Sagradas
Escrituras negligentemente, y peor aun manipulando las emociones de las personas para fines
lucrativos. No podemos olvidar que los maestros recibiremos un juicio más severo (Santiago 3:1). Esto
es algo sobrio.
Creo de todo corazón que tenemos que hacer nuestros mejores esfuerzos para el avance del evangelio.
Debemos cumplir con la gran comisión, cada uno desde su lugar, pero debemos hacerlo legítimamente.
Los resultados se los dejamos a Dios. Reconozco el esfuerzo que hacen los distintos ministerios para
ser parte de la programación de Enlace. Reconozco la labor que hacen los dueños, ejecutivos y
trabajadores del canal para su funcionamiento. Reconozco que Dios ha usado Enlace en alguna medida
para su gloria. Reconozco que hay hermanos dentro del cuerpo de Cristo que han sido bendecidos por
Dios a través de Enlace. Pero nada de esto justifica la manera irresponsable y manipuladora con que se
colecta ofrendas en las Maratónicas. Nada de esto justifica lucrar con el evangelio.
Que el Señor nos ayude.
ABRE MIS OJOS, OH CRISTO
La canción de Paul Baloche, “Abre mis ojos, oh Cristo” (“Abre los ojos de mi corazón”, en inglés), ha
sido cantada por millones de cristianos alrededor del mundo. Es una canción basada en Efesios 1, que
pide que Dios abra nuestros ojos espirituales para poder conocerlo mejor.
Pero me pregunto si los que dirigen la adoración congregacional no deben también pedirle a Dios que
abra nuestros ojos físicos.
¿Por qué los líderes de alabanza cierran los ojos con tanta frecuencia? No solo por unos momentos,
sino por 5, 10, incluso 15 minutos. He visto a líderes y vocalistas mantener los ojos cerrados desde la
primera nota que cantan hasta el último “amén” de la oración al final.
Definitivamente hay algunas buenas razones para cerrar nuestros ojos. Queremos dejar afuera las
distracciones. Queremos concentrarnos por completo en las palabras que estamos cantando. Nuestros
corazones están conmovidos profundamente por la misericordia de Dios y respondemos en adoración
humilde.
Pero, ¿son esas las razones que normalmente tenemos en mente cuando cerramos nuestros ojos?
¿Estamos pensando en lo que hacemos? ¿En por qué lo hacemos?
Tal vez eres como yo. Tal vez te encuentras cerrando los ojos cuando cantas por una o más de estas
razones no tan buenas:
Queremos parecer espirituales.
Creemos que al Espíritu Santo le gusta los ojos cerrados más que los ojos abiertos.
No queremos ver los rostros de las personas que parecen apáticos, preocupados, confundidos o
enojados por lo que estamos haciendo.
Estamos luchando contra el miedo a los hombres y es más fácil pretender que no hay nadie a nuestro
alrededor.
No queremos ver quién sale del auditorio durante del servicio.
Estamos desanimados por la disminución del número de personas que aparecen los domingos.
Estamos imaginando que este es nuestro propio encuentro personal con Dios.
No recordamos las palabras de la siguiente estrofa.
No podemos pensar en otra mejor cosa que hacer.
Sin mencionar que a veces los líderes de adoración con ojos cerrados parecen más estar en dolor que
en la presencia de Dios.
La adoración corporativa tiene un aspecto horizontal que glorifica a Dios. Debemos enseñar y
amonestar los unos a los otros mientras cantamos “salmos, himnos y cánticos espirituales” (Co. 3:16).
Debemos procurar “abundar en ellos para la edificación de la iglesia” (1 Cor. 14:12). Al mismo tiempo,
estamos cantando con gratitud en nuestros corazones a Dios y estamos muy conscientes de que Él está
presente con nosotros. Ambas direcciones —horizontal y vertical— son importantes para considerar si
queremos beneficiarnos plenamente de nuestro tiempo juntos.
Por eso, he llegado a pensar que la mayoría de las veces, es mejor para mí mantener mis ojos abiertos
cuando estoy guiando a la gente en la alabanza musical. No es que nunca cierre los ojos. Lo hago. Es
que en los últimos años he estado más consciente de las buenas razones para mantener abiertos mis
ojos:
Puedo ver cómo la gente está respondiendo (o no respondiendo) y ajustar lo que estoy haciendo en
consecuencia.
Es más fácil para mí comunicar con la gente cómo las verdades que estamos cantando me están
afectando cuando miro a la gente.
Mi corazón se anima cuando veo que la gente parece estar realmente adorando a Dios.
Puedo compartir la alegría en Cristo que estoy experimentando al mirar a los otros músicos.
Puedo comunicar instrucciones con más claridad al equipo de alabanza.
Estoy más consciente de lo que está sucediendo a mi alrededor.
Puedo ver lo que estoy tocando en el piano.
Puedo leer las letras a la canción.
No escuches lo que no estoy diciendo. Hay varias razones legítimas para cerrar nuestros ojos cuando
estamos cantando canciones de alabanza a Dios. Yo simplemente no creo que las Escrituras dicen que
cerrar nuestros ojos al cantar tiene que ser la norma.
Para poner las cosas en perspectiva, tener nuestros ojos espirituales abiertos es mucho más importante
que tener nuestros ojos físicos abiertos.
Pero tal vez nos ayudaría a nosotros y a aquellos que guiamos si hiciéramos un poco más de
lo segundo.
10 COSAS QUE JESÚS DIJO SOBRE SÍ MISMO QUE DEBERÍAS CONOCER
Toda la fe cristiana recae sobre la persona de Cristo. El Trilema de Lewis sabiamente establece que
Jesús era o un lunático, o un mentiroso, o el Señor. Un lunático porque pensaba que era Dios, pero no
lo era. Un mentiroso porque decía que era Dios, pero sabía que no lo era. El Señor porque decía que era
Dios porque sabía que lo es. Aquí 10 cosas que Jesús dijo sobre sí mismo que deberías conocer.
1. Declaró ser igual a Dios. En múltiples ocasiones Jesús expresó su divinidad (Juan 5:18; 12:45)
“¿Tanto tiempo he estado con ustedes, y todavía no Me conoces, Felipe? El que Me ha visto a Mí, ha
visto al Padre. ¿Cómo dices tú: ‘Muéstranos al Padre’? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y el Padre en
Mí? Y el que Me ve, ve a Aquél que Me ha enviado”, Juan 14:9-10.
2. Declaró ser el dador de vida. Todo aquel que está sin Cristo está muerto espiritualmente. Pero
Jesús puede levantar a los muertos y darle vida. “Porque así como el Padre levanta a los muertos y les
da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere”, Juan 5:21.
3. Declaró ser el juez de los hombres. El juicio a los hombres ha sido entregado al Hijo. Todos
estaremos frente el tribunal de Cristo (2 Corintios 5:10). “Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino
que todo juicio se lo ha confiado al Hijo”, Juan 5:22.
4. Declaró ser quien determina el destino del hombre. La vida eterna está en Él y depende
completamente de Él. “En verdad les digo: el que oye Mi palabra y cree al que Me envió, tiene vida
eterna y no viene a condenación (a juicio), sino que ha pasado de muerte a vida”, Juan 5:24.
5. Declaró tener vida en sí mismo. Nuestras vidas y todo lo que existe dependen enteramente de
Él y su existencia. “Porque como el Padre tiene vida en El mismo, así también Le dio al Hijo el tener
vida en El mismo; y Le dio autoridad para ejecutar juicio, porque El es el Hijo del Hombre”, Juan 5:26.
6. Declaró ser la puerta. Solo a través de Jesús podemos tener acceso al Padre. No hay otra forma
de entrada. “Yo soy la puerta; si alguno entra por Mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará
pasto”, Juan 10:9.
7. Declaró ser el camino, la verdad y la vida. Aunque el mundo piense que cada cual puede
creer lo que quiera, Jesús dice que no hay otro camino fuera de Él. “Jesús le dijo: “Yo soy el camino, la
verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por Mí”, Juan 14:6.
8. Declaró ser el pan de vida. Jesús es el sustento espiritual, quien nos sustenta en nuestro
caminar diario. “Jesús les dijo: “Yo soy el pan de la vida; el que viene a Mí no tendrá hambre, y el que
cree en Mí nunca tendrá sed”, Juan 6:35.
9. Declaró ser la vid verdadera. Él es el tronco y nosotros sus ramas. Separados de Él nada
podemos hacer. “Yo soy la vid, ustedes los sarmientos; el que permanece en Mí y Yo en él, ése da
mucho fruto, porque separados de Mí nada pueden hacer”, Juan 15:5.
10. Declaró ser la resurrección y la vida. La vida y resurrección de Jesús garantiza nuestra
resurrección y nuestra vida eterna. “Jesús le contestó: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en
Mí, aunque muera, vivirá”, Juan 11:25.
EL MITO DEL "CRISTIANO CARNAL”
En mi último post trate el auto-examen, le di una tercera razón por la que es tan necesaria esta
disciplina, es decir, ver si estamos manifestando verdaderamente las características de una nueva
naturaleza. En este post, quiero ampliar esta idea y proporcionar una cuarta razón para la auto-
examen.
Comenzando hace poco más de cien años una nueva generación de cristianos comenzó poblar las
bancas de la iglesia de América del Norte. Esta nueva clase de cristiano era, y sigue siendo, propagada
por los maestros que promueven la afirmación errónea de que hay tres clases de hombres, – el hombre
no convertido, el "cristiano carnal" y el "cristiano espiritual".
Antes de emprender la discusión de la teoría cristiano carnal, hay que entender lo que no se dice en
este artículo. No se niega que los cristianos pueden y actuar y pensar de una manera carnal. De hecho,
todo lo contrario es cierto.
Todo cristiano actúa y piensa de una manera carnal en un grado u otro en algún área (s) de su vida. No
todos están en el mismo nivel de madurez espiritual, y hay muchos grados de santificación (2 Pedro 1:
8). Sin embargo, ya sea que un cristiano se comporte o no de una manera carnal en varias ocasiones en
su vida no es la cuestión bajo consideracion. La cuestión es, ¿divide la Biblia a los hombres en tres
categorías? O, para ser más específico, ¿Enseña la Biblia que existen dos clases de cristianos?
El Origen del Mito
La omnipresencia de la enseñanza cristiana carnal se remonta a tres grandes influencias. Durante
muchos años la enseñanza de tres clases de hombre fue popularizada en las notas de la Biblia de
Referencia Scofield. Luego, en 1918, Lewis Sperry Chafer publicó El Que Es Espiritual en la que
promovió el concepto de que 1 Corintios 2: 15-3: 3 describe dos clases de cristianos, carnales y
espirituales. Por último, durante muchos años la Cruzada Estudiantil para Cristo utilizó un tratado que
representa tres círculos, cada uno representando una clase diferente de hombre, con los dos últimos
siendo el cristiano carnal y el cristiano espiritual respectivamente.
Como se desprende de las notas de la Biblia Scofield y el libro de Chafer, esta doctrina se basa en una
mala interpretación y aplicación errónea de 1 Corintios 3:1-3. Este pasaje se encuentra en el contexto
de una pequeña riña y superioridad dentro de la iglesia de Corinto. Los problemas de esta iglesia
fluyeron de una fuente, la carnalidad de sus miembros. Es importante recordar que Pablo primero
aborda a los Corintios. En el capítulo uno se refiere a ellos como "santificados en Cristo Jesús,
llamados a ser santos" (v.2), que eran los destinatarios de la gracia de Dios (v.4), que fueron
enriquecidos en todo (v.5), y que "nada os falta en ningún don," (v.6).
. La confusión se basa en la interpretación del adjetivo "carnal" en 1 Cor. 3: 3. El término
griego sarkikoiy su contraparte basar hebrea a menudo se refiere a la fragilidad, la falibilidad, y la
naturaleza del hombre caído (Rm.7: 14), y tal es su uso en este pasaje. Nunca se usa para distinguir una
clase de cristiano de otro. La vieja naturaleza carnal no se erradica cuando Dios nos lleva a la salvación
(Rm.7: 16-20), es por eso que ansiosamente esperamos la redención de nuestros cuerpos (Rm.8: 23).
Pablo está reprendiendo a los Corintios por su falta de madurez espiritual y conducta carnal en un área
de su vida, no por no estar a la altura de una forma más elevada de la cristiandad. Más tarde, en su
carta del apóstol alabó los Corintios por la celebración de las tradiciones con firmeza que él les había
enseñado (1 Corintios 11: 2). Es evidente que sus vidas no se caracterizaron por una forma de
carnalidad que los hizo indistinguibles de un incrédulo.
El apóstol Pablo conocía solamente dos clases de hombres que se describen en 1 Cor. 2:14-15. . El
hombre natural es una persona que carece del Espíritu de Dios e incapaz de comprender la obediencia
a la verdad bíblica (Rm 8: 6, 7), mientras que el hombre espiritual entiende "las cosas que son del
Espíritu de Dios" (v.14) . Las "cosas del Espíritu" son muy superiores a la razón del hombre natural. Es
posible que la mente de una persona pueda ser mejorada por el evangelio y tener una gran
comprensión del conocimiento literal de la Escritura. Tales eran los escribas y fariseos, sin embargo,
Jesús los llama ciegos guías de ciegos. Hasta que Cristo abre el corazón, no podemos conocer nada de
El ni de su voluntad, como se debe saber. Es por ello que las verdades espirituales son locura al hombre
natural.
Verdadero de lo Falso
Otro error importante de esta enseñanza es que no logra distinguir entre la verdadera fe salvadora y la
falsa, la fe espuria. La fe falsa es una creencia, un asentimiento mental a los hechos del Evangelio, sin
un corazón transformado. Este tipo de fe engañosa se ilustra en la Biblia; desde la nación de Israel, que
honró a Dios con los labios, pero su corazón está lejos de Él (Isaías 29:13), hasta los fariseos hipócritas
(Mt 23), y las personas que buscaron a Jesús sólo por los beneficios temporales (Juan 6:26; 8:31).
La teología del "cristiano carnal" asume que todos los que hacen profesión de fe son creyentes
genuinos, independientemente de cualquier evidencia de lo contrario. Los que no viven y actúan como
cristianos están relegados a la segunda posición en la clase de "cristiano carnal", cuando en realidad
puede que no sean verdaderos creyentes en absoluto. De hecho, el verdadero creyente tendrá que
luchar con el pecado y experimentar dolores de crecimiento en el proceso de la santificación. Si uno no
experimenta estos dolores de crecimiento, es poco probable que uno posea una fe genuina.
Y esta es la verdadera tragedia de esta enseñanza; proporciona muchas personas que no son
verdaderamente cristianos con una falsa sensación de seguridad de que en realidad son verdaderos
creyentes. Engañar a la gente haciéndoles creer que son cristianos cuando no lo están debe encontrarse
entre las acciones más crueles, malvadas y carentes de amor perpetradas por el hombre. Mientras
aquellos que han sido engañados por esta enseñanza siguen creyendo esto, nunca buscaran una
verdadera salvación.
La corta epístola de 1 Juan fue compuesta por el apóstol para dar a sus lectores la seguridad de que
eran auténticos cristianos (1 Juan 5:13). Contrario a la enseñanza del cristianismo carnal, el apóstol
Juan subraya que un verdadero creyente no vive una vida de pecado habitual (1 Juan 3: 7-10). El
escritor del libro de Hebreos equipara la fe salvadora con la obediencia a Jesús (Hebreos 5: 9), y afirma
que para el verdadero creyente en Jesús, la santidad no es una opción (Hebreos 12:14). Cualquier
persona que no tiene un auténtico deseo sincero de ser obediente y agradable a Dios pierde cualquier
derecho a una seguridad de su salvación y seriamente pone en duda la validez de su fe (2 Cor. 5:9).
Un tercer fallo en la enseñanza del "cristiano carnal" es que excluye prácticamente la necesidad de
arrepentimiento en la experiencia de la conversión. Esto está implícito en la inferencia de que el
cambio demostrable en la vida del convertido no es un requisito de la conversión y que uno puede
seguir viviendo en el mismo estado de pecado como antes de su conversión.
En otras palabras, ningún nuevo nacimiento es necesario para la conversión. Esto va en contra de toda
la enseñanza apostólica sana. El apóstol Pablo señaló al cambio radical en la vida de los corintios como
prueba de su nueva naturaleza (1 Cor. 6: 9-11). El llamado al arrepentimiento genuino era una parte
integral de los ministerios de Juan el Bautista (mt.3: 2), Jesucristo (Mateo 4: 17; Lk.24: 47), y la iglesia
primitiva (Hechos 2:38, 20: 20-21). Cuando el arrepentimiento es presentado como opcional, o la
marca de una clase superior y más espiritual de creyente, la consecuencia del pecado (es decir, la
separación de Dios) ya no se ve como un obstáculo para una relación salvadora con Dios.
Esta baja perspectiva del pecado no es nuevo en la historia del cristianismo. Pablo se ocupó de este mal
uso de la gracia cuando él hizo la pregunta retórica, "¿Continuaremos en pecado para que la gracia
abunde" (Rm.6: 1)? Para los maestros del cristianismo carnal, enfático “En ninguna manera” de Pablo
(Rm 6: 2) ha sido reemplazado por: “Sí, se puede. Tu eres solo un cristiano carnal.” Una visión pobre
del pecado es el resultado de un desprecio de Dios. Las falsas enseñanzas siempre apelan a la carne de
una manera u otra (2 Pedro 2: 18,19).
El error más grave de la enseñanza del "cristiano carnal" es que minimiza la eficacia del sacrificio de
Jesús en la cruz, junto con las demandas del discipulado. El Cristianismo Carnal también separa la
santificación de la justificación, algo que la Biblia contradice enfáticamente (Filip.1: 6; Judas 24;), y
niega implícitamente las advertencias de la Biblia de vivir para la carne (Rm 8:12-14; Gálatas 6: 7-8).
A través de la cruz de Cristo, el creyente ha sido liberado del poder del pecado y la muerte (Rm 6: 20-
22., 8: 2). La antigua levadura es purgada (1 Corintios 5: 7). El poder y el amor del pecado es quitado.
El falso evangelio del cristianismo carnal pierde por completo la importancia de la cruz; es un
evangelio diferente que lo sitúa y a los que lo propagan bajo el anatema pronunciado por Pablo (Gal 1:
8, 9).
El evangelio que Jesús predicó llama a la necesidad de un nuevo nacimiento (Jn 3: 3), una completa
negación de sí mismo, logrado por un patrón habitual de seguir a Cristo (Lc 14,27), algo que está
completamente fuera de la capacidad del hombre natural (Rm 8: 6, 7). Esta doctrina enseña que uno
puede aceptar a Jesús como Salvador, y aun tratar la sumisión a Su señorío como opcional. A menudo,
la apelación se hace al "cristiano carnal" a "hacer de Jesús el Señor de su vida." Lo que estos maestros
no se dan cuenta es que Jesús es el Señor.
La única pregunta es si se va a someter a su señorío o no. Jesús no se puede dividir. Uno no puede
tener a Jesús como Salvador y negarse a someterse a Él como Señor. La Biblia tiene fuertes
advertencias para aquellos que intentan socavar el señorío de Jesús y convertir la gracia de Dios en una
licencia para pecar (2 Pedro 2: 1-3; Judas 4).
Las Consecuencias Trágicas
El evangelio del "cristiano carnal" es la consecuencia de un evangelismo defectuoso, superficial,
impulsado por los números y centrado en el hombre que trata de ganar conversos a cualquier precio,
incluso a expensas de las almas eternas de los hombres. Este modelo moderno de evangelización ha
reemplazado el genuino arrepentimiento y la fe salvadora, que se manifiesta en un cambio de vida y
seguido por un discipulado consistente, con una "decisión por Cristo" (un término que en sí mismo es
completamente anti-bíblico).
Como resultado, las "decisiones" son tratadas como si fueran conversiones reales, a expensas de
cualquier evidencia de una obra del Espíritu Santo en la vida de la persona, lo que resulta en un
número incontable de personas que se quedan con la falsa seguridad de que son auténticos cristianos.
La única cura para el falso evangelio del cristianismo carnal es un retorno al modelo bíblico del
evangelismo que hace hincapié en la culpabilidad de una persona ante la Ley, el arrepentimiento
genuino, y la necesidad del nuevo nacimiento.
Sólo entonces la gente aprende que no es suficiente el simple hecho de profesar la creencia en Jesús
(Mateo 7:21; Sant.2: 19-20), pero se darán cuenta de que cualquier profesión de fe debe ser respaldada
con la evidencia bíblica de que uno ha recibido un corazón cambiado. ¿Se le ha dado una nueva
naturaleza? El falso evangelio del cristianismo carnal ha barrido la cristiandad moderna, creando uno
de los campos misioneros más grandes hoy en día: la iglesia local.
¿PUEDE DIOS PERDONAR EL ABORTO?
Nota del editor: Con el fin de ahorrar espacio, los pie de página no se incluyen en este artículo, pero
están marcados con un asterisco y se pueden encontrar en el libro ¿Por qué ser pro-vida? (Why
ProLife?) de Randy Alcorn, Capítulo 18, páginas 102-107.

Millones de mujeres y hombres, tanto en la sociedad como en la iglesia, están sufriendo bajo la culpa
del aborto. Cerca de una de cada cinco mujeres que se somete a un aborto en los Estados Unidos se
identifica a sí misma como cristiana-evangélica*. Esto significa que cristianos realizan un cuarto de
millón de abortos cada año. Muchos de los padres de estos niños son también parte de nuestras
iglesias.
Si eres una mujer que ha tenido un aborto, o has aconsejado a otra para que tenga uno, este artículo es
para ti. Si eres un hombre que ha estado involucrado en tomar la decisión de un aborto —ya sea de tu
novia, esposa, hija, o cualquier persona— también es para tí.
Es contraproducente tratar de eliminar los sentimientos de culpa sin atender a la causa de la culpa.
Otros pueden decir: “No tienes nada de qué sentirte culpable”, pero tú sabes que sí. Solamente
negando la realidad podrás evitar los sentimientos de culpa. Pero la negación te prepara para un
colapso emocional cada vez que algo te recuerde al niño que una vez llevaste. Necesitas una solución
permanente a tu problema de la culpa, una solución realista, no fingida.
Debido a que la Biblia ofrece esa solución, voy a citar de ella. Pídele a tu pastor, líder de grupo de
mujeres, o una amiga o familiar cristiana que te ayude a entender.
La obra de Cristo
La buena noticia es que Dios te ama y desea perdonarte por tu aborto, hayas sabido o no lo que estabas
haciendo. Pero antes de poder apreciar la buena noticia, hay que conocer la mala noticia. La mala
noticia es que hay una culpa moral real y todos somos culpables de muchos delitos morales en contra
de Dios, de los que el aborto es solo uno. “...por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios”
(Romanos 3:23).
Pecar es no estar a la altura de los estándares santos de Dios. Nos separa de una relación con Dios
(Isaías 59:2). El pecado nos engaña, haciéndonos creer que lo malo es bueno y lo bueno es malo
(Proverbios 14:12). “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).
Jesucristo, el Hijo de Dios, nos amó tanto que se convirtió en un miembro de la raza humana para
liberarnos de nuestro problema del pecado (Juan 3:16). Se identificó con nosotros en nuestra
debilidad, sin ser contaminado por nuestro pecado (Hebreos 2:17-18; 4:15-16). Jesús murió en la cruz
como el único digno de pagar el castigo por nuestros pecados que demanda la santidad de Dios (2
Corintios 5:21). Y se levantó de la tumba, venciendo el pecado y conquistando de la muerte (1 Corintios
15:3-4, 54-57).
Cuando Cristo murió en la cruz por nosotros, dijo: “Consumado es” (Juan 19:30). La palabra griega
traducida como “consumado es” es la misma escrita en certificados de deuda cuando eran canceladas.
Significaba “pagado en su totalidad”. Cristo murió para pagar en totalidad nuestra deuda.
Perdón total
Debido a la obra de Cristo hecha por nosotros, Dios nos ofrece gratuitamente el perdón. Estas son solo
algunas de esas ofertas:
Él no nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga conforme a nuestras iniquidades ....
Como dista el oriente del occidente,
así alejó de nosotros nuestras transgresiones.
Como un padre se compadece de sus hijos,
así el Señor tiene compasión de los que le temen (Salmos 103:10-14).
Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarlos y limpiarnos de toda maldad (1
Juan 1: 9).
Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están en Cristo Jesús (Romanos 8:1).
Un regalo que no se puede ganar
La salvación es un regalo: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; y esto no de
vosotros, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2: 8-9). No se puede
trabajar para ganar ni alcanzar este regalo. No depende de nuestros méritos o esfuerzo; depende
únicamente del sacrificio de Cristo por nosotros.
Dios nos ofrece el don del perdón y vida eterna, pero no es automáticamente nuestro. Para obtener el
regalo, debemos elegir a aceptarlo.
Puedes estar pensando, “Pero yo no merezco el perdón después de todo lo que he hecho”. Eso es
exactamente correcto. Ninguno de nosotros merece el perdón. Si lo mereciéramos, no lo
necesitaríamos. Ese es el punto de la gracia. Cristo obtuvo lo que nosotros merecíamos en la cruz para
que nosotros pudiéramos obtener lo que no merecemos: borrón y cuenta nueva, un nuevo comienzo.
Una vez perdonados, podemos mirar adelante hacia una eternidad con Cristo y nuestra familia
espiritual (Juan 14:1-3, Apocalipsis 20:11-22:6). Puedes mirar adelante a reunirte en el cielo con tus
seres queridos cubiertos por la sangre de Cristo, incluyendo al hijo que perdiste en el aborto (1
Tesalonicenses 4: 13-18).
No hay necesidad de obsesionarse con los pecados pasados
Una mujer promiscua lloró a los pies de Cristo, los besó y los secó con su cabello. Jesús le dijo a un
observador crítico, “Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque
amó mucho” (Lucas 7:47). Jesús nos ofrece a todos el mismo perdón.
Dios no quiere que vayas por la vida castigándote por tu aborto o por cualquier otro mal que hayas
hecho. Tu responsabilidad es aceptar la expiación de Cristo, no repetirla . Jesús le dijo a una mujer
inmoral, “Tus pecados han sido perdonados. Tu fe te ha salvado, vete en paz “(Lucas 7: 47-50). Las
mujeres rechazadas por la sociedad se acercaron a Jesús y Él les permitió la entrada con compasión y
perdón.
No importa lo que hayas hecho, ningún pecado va más allá del alcance de la gracia de Dios. Él ha visto
lo peor de nosotros y aún así nos ama. No hay límites para la gracia del perdón. Y no hay libertad como
la libertad del perdón.
Puedes sentirte limpio inmediatamente cuando confiesas tus pecados, o tal vez necesites ayuda para
lidiar con ellos. De cualquier manera, estás perdonado. Debes tratar de olvidar lo que queda atrás y
caminar hacia adelante a un futuro positivo hecho posible gracias a Cristo (Filipenses 3:13-14). Cada
vez que empecemos a sentirnos culpables, es hora de volver a la Biblia y recordarnos a nosotros
mismos, y unos a otros, del perdón de Dios.
Unirse a un grupo de ayuda post-aborto puede ayudar inmensamente. Hay estudios bíblicos post-
aborto diseñados para las mujeres, y otros para los hombres. Muchos recursos en línea pueden
ayudarte a encontrar el grupo de apoyo que necesitas*.
El perdón seguido por decisiones correctas
Muchas mujeres que han tenido abortos llevan una amargura comprensible hacia los hombres que
usaron y abusaron de ellas, hacia padres que las presionaron, y hacia aquellos que las engañaron a
tomar una decisión que resultó en la muerte de su hijo. Dios espera que tomes el perdón que Él nos ha
dado y lo extiendas a otros (Mateo 6:14-15).
Tienes que buscar integrarte en una comunidad terapéutica, una familia de cristianos llamada la
iglesia. (Si ya te encuentras en una iglesia, comparte tu experiencia sobre el aborto con alguien para
que puedas obtener la ayuda específica que necesitas). Puede ser que te sientas cohibida con otros
cristianos a causa de tu pasado. No deberías. Una verdadera iglesia centrada en Cristo no es un
escaparate para los santos, sino un hospital para pecadores. No vas a ser juzgada ni condenada por los
pecados que Cristo ya ha perdonado. La gente a las que te estás uniendo son tan humanos y tan
imperfectos como tú. La mayoría de la gente de la iglesia no son santurrones. Los que son deben ser
compadecidos, porque no entienden la gracia de Dios.
Una buena iglesia enseñará las verdades de la Biblia y te mostrará amor, aceptación y apoyo. Si no
encuentras una iglesia así en tu área, contacta a nuestra organización y con gusto te ayudaremos.
Un paso saludable que puedes tomar es acercarte a mujeres experimentando embarazos no deseados.
Dios puede eventualmente utilizar tu experiencia para equiparte para ayudar a los demás y compartir
con ellos el amor de Dios. Mi esposa y yo tenemos varios buenos amigos que han tenido abortos. A
través de sus esfuerzos pro-vida han dado a otras mujeres la ayuda que ellos desean haber tenido.
Contar sus historias no solo ha salvado la vida de muchos niños y ha evitado mucho dolor a las madres,
también los ha ayudado a ellos a recuperar. Puede suceder lo mismo contigo.
Para obtener más información sobre este tema, véase el libro de Randy Alcorn: ¿Por qué pro-
vida? (Why ProLife?).
13 REGLAS PARA ESCRIBIR UN SERMÓN
Alexander Somerville (1811-1855) fue uno de los amigos más cercanos de Robert Murray McCheyne. Él
servía al Señor en Glasgow y, teniendo un ministerio poderoso, vemos algo de la preparación rigurosa
de Somerville en sus “Reglas para escribir un sermón”. Estas reglas son sensatas y más que nada están
enfocadas en lo espiritual. ¿Por qué no imprimirlos, como lo he hecho yo, y tenerlos cerca de donde
preparas tus sermones?
1. Ora sin cesar por una visión clara del tema, para obtener ayuda en la composición, la memorización,
y en la entrega de la prédica.
2. Ora sin cesar por las personas a las que estarás predicando.
3. Recuerda que las almas a las que hablarás serán impresionadas o endurecidas por el sermón que les
darás.
4. Escribe por Cristo y de Cristo.
5. Recuerda que el Espíritu Santo no solo muestra al corazón las cosas que son de Cristo, sino que lo
hace a través de nosotros. Mantén el peculiar oficio y obrar del Espíritu siempre en vista.
6. Recuerda que lo que escribes tendrá consecuencias eternas.
7. Escribe como alguien que debe rendir cuentas a Cristo por sus escritos.
8. Escribe por un pueblo que debe rendir cuentas a Cristo por la manera en que escuchan.
9. Nunca escribas en aras de magnificarte a ti mismo.
10. Recuerda que el rebaño de Cristo no debe ser alimentado con ingenio, sino con el pan de vida.
11. Escribe desde el corazón, con sencillez, claridad (de tal manera que hasta un niño pueda
comprender), y con sinceridad piadosa.
12. Ora por otras congregaciones y por tus compañeros en la obra de la predicación.
13. Nunca escribas sin antes considerar estos puntos, y leelos al menos tres veces mientras
escribes cada prédica.
ENTREVISTA CON UN PASTOR QUE LUCHA CON LA ATRACCIÓN AL
MISMO SEXO
Hace unas semanas la Corte Suprema de los Estados Unidos aprobó el matrimonio homosexual para el
país entero. Sin duda, este hecho afectará a la Iglesia no solo en los Estados Unidos, sino en el mundo
entero. En Latinoamérica ya hay 2 paises que han aprobado el matrimonio homosexual y con
tiempo ese número aumentará. Tal vez no este año, ni el próximo, pero el día llegará en que este asunto
no será solamente un problema del norte, sino algo que cada cristiano tendrá que enfrentar y la Iglesia
enLatinoamérica debe prepararse para enfrentarla.
Pero, ¿exactamente cómo se debe preparar la iglesia? ¿Es esta una batalla por tener el derecho de
expresar nuestras opiniones en la esfera pública? ¿Es esta una lucha contra la persecución? ¿O es
simplemente una pelea por definir el matrimonio de acuerdo a la Biblia y no al mundo? Y en medio de
todas estas cosas, ¿qué hacemos con las personas en nuestras iglesias y a nuestro alrededor que luchan
con la homosexualidad? El tema tiene varias dimensiones y debemos ser cautelosos de no simplificarlo
demasiado.
La semana pasada tuve la oportunidad de corresponder con Sam Allberry, pastor en Maidenhead,
R.U. y alguien que ha experimentado personalmente la lucha con la atracción al mismo sexo. Sam ha
sido de mucha bendición y ayuda para mi en mi caminar hacia entender el tema de la homosexualidad
y la iglesia. Su fidelidad a las Escrituras, apertura y honestidad en cuanto a su lucha personal, y
dedicación a ser más como Cristo cada día me anima grandemente. En los últimos años, Sam se ha
dedicado a ayudar a aquellos que luchan con la atracción al mismo sexo. Ha escrito libros en inglés
y para el editorial de Coalición por el Evangelio, y recientemente lanzó una nueva página web con
testimonios personales y recursos sobre la homosexualidad y la iglesia.
Sam tiene una historia bastante interestante y te animo a ver el video de su testimonio (arriba) antes de
leer la entrevista. Puedes hacerle clíc a CC para ver subtítulos en español.

Su historia, aunque no es algo muy común en Latinoamérica, es muy alentadora. Con


esto no quiero decir que no hayan personas que luchen contra la atracción hacia el
mismo sexo, pero generalmente se asume que no las hay, y como resultado, la iglesia no
está preparada para tratar con gente que lo hace. ¿Qué cree usted que necesita la iglesia
para entender esta lucha particular antes de tratar con ella?
Quizás lo principal es que este problema existe dentro de la misma iglesia. No es tan solo un problema
en la más amplia sociedad moderna occidental, sino también un asunto pastoral para algunos de
nuestros hermanos y hermanas. Puede ser tentador pensar en la homosexualidad como en algo que
solo está “ahí fuera”, en el mundo, cuando en realidad, para cierto número de nosotros, está “aquí
dentro” dentro de las familias de la iglesia. Así que hemos de reconocer que habrá algunos cristianos
luchando contra esto en cualquier época, etapa o trasfondo, aunque nunca hayan querido tener que
hacerlo, y estos necesitan ayuda y apoyo. Cuando empezamos con el sitio webLivingOut.org, en
principio teníamos en mente a los cristianos occidentales. Quedamos asombrados por la respuesta que
recibimos a nivel global, y como también en distintas partes de Latinoamérica. Por tanto, se trata de un
asunto pastoral, y no solo de algo político o social.
Cuando se trata de hablar de la homosexualidad, a menudo de una parte escuchamos
una condenación directa (”¡Los gays irán al infierno!”) mientras que el otro lado grita
que no deberíamos juzgar tan rápidamente (“Ustedes no saben lo que es ser así”). Y eso
por no mencionar que existe otra parte, totalmente distinta, que acepta completamente
el comportamiento homosexual como normal, afirmando que Jesús nunca habló del
tema. ¿Dónde encaja el evangelio en todo esto y cómo debería este moldear nuestra
respuesta?
No debemos tomar nuestro ejemplo de la sociedad o de la cultura cristiana (tal y como la hemos
recibido). Es muy importante que permitamos que el evangelio moldee nuestra forma de responder en
este asunto. El evangelio de Jesús nos recuerda que todos necesitamos arrepentirnos. Eso significa
que, espiritualmente hablando, todos tenemos un problema de orientación. Nuestros deseos sexuales,
cualesquiera que sean, lo reflejan. Nuestro estado caído se muestra en cada área de la vida. Así que
todos nosotros experimentamos deseos sexuales pecaminosos y desordenados. Nadie está “bien” en ese
sentido: todos tenemos sesgos y necesitamos gracia, y la atracción hacia el mismo sexo es simplemente
una de las manifestaciones de eso. Así que no hay cabida para estar mirando por encima del hombro
los deseos sexuales de otros, mientras excusamos los nuestros. Todos estamos destituidos de la gloria
de Dios. Pero el evangelio también nos recuerda que necesitamos acudir a Jesús y encontrar la
plenitud, el perdón y la restauración en Él. Para cualquiera de nosotros, eso significa que venir a Cristo
involucrará un costoso discipulado, mientras rendimos nuestras vidas delante de Él (incluyendo
nuestros anhelos y deseos) y buscamos vivir solamente para Él. La nueva vida que Él nos da por su
Espíritu nos ayuda a hacer justamente eso. Por eso, no se trata de que el evangelio tenga un mensaje
para los gays y otro para la gente “normal”; es el mismo para todos nosotros: el arrepentimiento y una
vida completa de discipulado. Generalmente, tenemos la tendencia a comprender mal el asunto de la
homosexualidad cuando lo abstraemos de este marco del evangelio. El evangelio nos da claridad y
compasión, verdad y amabilidad.
Usted tiene un libro en inglés titulado “¿Es Dios anti-gay?” (Is God anti-gay?). ¿Cómo
respondería hoy a esta pregunta?
Trataría de explicar algo de lo que he dicho antes: Dios es anti-pecado, y este es un tipo de pecado.
Diría que Jesús vino a por aquellos que están perdidos en el pecado, y que hay gracia en abundancia
para cualquiera que venga a Él. Por tanto, ser gay no hace que quedes fuera del alcance de lo que se
ofrece en Cristo. Es precisamente porque de tal manera amó Dios al mundo que envió a Jesús para
salvarnos de nuestros pecados.
Usted también ha lanzado un ministerio en línea llamado Living Out, que ha sido
traducido completamente al español. ¿En qué consiste Living Out y cómo puede recibir
la iglesia ayuda a través de él?
Living Out es un sitio web construido en torno a los testimonios de personas que hemos experimentado
tentaciones homosexuales y hemos visto que la Palabra de Dios es clara y buena con nosotros. Cada
uno tenemos historias ligeramente diferentes que contar, pero todos estamos buscando vivir fieles a la
enseñanza de Cristo, y creemos que esto nos lleva a una forma de vida más plena, y no más
vacía. Esperamos poder añadir pronto más historias al sitio, desde otros trasfondos (por el momento
todos somos hombres británicos). Hemos acumulado también artículos, reseñas de libros y otros
recursos que esperamos nos equipen. Los objetivos del sitio son muy simples: animar y dar coraje a los
cristianos que luchan contra la atracción al mismo sexo, equipar a la iglesia para responder a este
problema con verdad y amor, y reflejar al mundo que está observando lo que creemos que debe ser un
enfoque de la homosexualidad auténticamente guiado por el evangelio. También tenemos medios por
los que la gente puede contactarnos y escribirnos, y nos ha conmovido profundamente escuchar
historias de fieles cristianos por todo el mundo. Ninguno de nosotros tiene por qué estar solo en esto.
10 MENTIRAS QUE LOS CRISTIANOS CREEN SOBRE SU PASTOR AUNQUE
NO LO DIGAN
1. No me va a fallar. Los pastores son también pecadores salvados por gracia, por lo tanto te van a
fallar. No hablamos de falsos maestros, sino de pastores genuinos que aman a Dios y anhelan servir a
la iglesia. Tu pastor no es Jesús, tarde o temprano te fallará y con la gracia de Dios lo reconocerá, te
pedirá perdón y te modelará como un pecador se arrepiente de su pecado y confía en Cristo para
salvación. Tu pastor también necesita un Salvador.
2. No se cansa. Un pastor trabaja 12 horas en promedio, de 6 a 7 días a la semana, por la mayor parte
del año. Atiende a las ovejas lastimadas pero también a las problemáticas, las que lo hieren, las que
muerden y a las que se meten en peligros. Lucha en contra de lobos, leones y osos que quieren destruir
a las ovejas que se les han encargado. Busca a las ovejas perdidas en valles oscuros, lugares peligrosos,
caminos desiertos. Entrena a otros pastores porque el trabajo es basto. Y, además de esto, es padre,
esposo, hijo, amigo, chofer, fontanero, electricista y mecánico. Tu pastor no es todopoderoso, se cansa
físicamente, se frustra emocionalmente y se seca espiritualmente. Tu pastor necesita descansar.
3. No tiene problemas personales. El matrimonio de tu pastor atraviesa, como todas las parejas
en Cristo, momentos difíciles: egoísmo que necesita morir, mentiras que requieren de la verdad,
tentaciones a las que le urgen confesión, oración y un amigo. Los hijos del pastor también llevan
consigo el pecado original: tienen sus luchas con el pecado y necesitan de un salvador lleno de gracia y
verdad. La cartera del pastor se vacía. Su economía también se ver afectada por los ídolos de su
corazón. Tu pastor no tiene una vida sin problemas. Tu pastor necesita consejos, oración y amigos.
4. No tiene preocupaciones. Aunque no lo creas tu pastor pierde el sueño. La intranquilidad
invade su corazón por que su fe tampoco es perfecta. Le preocupa su esposa que necesita más tiempo,
sus hijos que lidian con tentaciones, la familia de sus líderes, los matrimonios en la iglesia, las
influencias sobre los jóvenes, su economía y demás. Tu pastor sufre, tiene incertidumbre y no siempre
tiene una fe reluciente. Tu pastor necesita palabras de animo, consuelo y aliento.
5. No me necesita.¿En qué puedo ayudar yo a alguien que sabe más Biblia? En mucho. El ministerio
puede ser muy solitario, puedes servir a tu pastor con tu amistad, compañía, chistes, comida y
opiniones. Tu pastor te necesita no importa si eres un líder o un recién convertido.
6. Él tiene una relación perfecta con Dios. Aunque es cierto que debe tener una buena relación
con Dios antes que con cualquier otra persona, eso no significa que no luche consigo mismo para
apartar tiempo, estudiar la Biblia, orar y reflexionar, no para dar un estudio, sino simplemente para
pasar tiempo con Dios. Tu pastor no tiene una relación perfecta con Dios. Tu pastor necesita tiempo y
de tu oración para pasar cada día tiempo en intimidad con su Señor.
7. Él está siempre feliz. Ni si quiera Dios está siempre feliz. La Biblia habla bastante de la ira de
Dios, menciona a Jesús llorando, afligido hasta la muerte e inclusive de la tristeza que causa el pecado
al Espíritu Santo. Tu pastor también tiene toda la gama de sentimientos con la que Dios nos creó. Sus
sentimientos también están aún sujetos al pecado. Y hay ocaciones en las que “estar siempre feliz” sería
deshonrar a Dios mientras lo contrario sería hacerlo. Tu pastor no está siempre feliz. Tu pastor
necesita ser amado en la tristeza, enojo, depresión o cansancio.
8. Él es un esposo y padre perfecto. Sólo Jesús es perfecto. Gracias a eso tu pastor y su familia no
tienen que serlo para ser salvos. Su matrimonio y paternidad son reflejo de la verdad: pecadores
salvados por gracia en el proceso de santificación. Exactamente como tú. Tu pastor no es perfecto. No
coloques la carga de ser Dios sobre los hombros de un pecador.
9. Él puede solucionarlo. Dios ha dotado a sus siervos de muchas habilidades y dones espirituales
pero tu pastor no es todopoderoso. No sabe toda la Biblia de memoria. No conoce la explicación de
cada versículo oscuro. No tiene una respuesta para cada crisis existencial. No sabe todo de filosofía,
historia, psicología, sociología, arte, política y demás. Siempre habrán cosas que están más allá de sus
límites. Tu pastor no lo puede todo. Pero si puede orar por ti, estar contigo e seguir capacitándose para
servirte mejor.
10. Él es el responsable de ____________. Evangelizar, discipular, servir, entrenar, aconsejar,
dirigir, cantar, limpiar, visitar, orar, mentorear son cosas que todos, de acuerdo a nuestra vocación y
dones, estamos llamados a hacer juntos. Tu pastor no es el cuerpo de Cristo, lo somos todos. Tu pastor
no es el único responsable de cumplir la voluntad de Dios en la tierra, tu también eres parte y puedes
comenzar por llamar a tu pastor en este momento, orar con él por él, invitarlo a cenar a tu casa y
simplemente preguntarle cómo está
LA MENTALIDAD QUE MOTIVA LA INTEGRIDAD
POR JOHN MACARTHUR
Charles Spurgeon, predicador en la ciudad de Londres durante el siglo diecinueve, dijo a su
congregación en uno de sus últimos sermones:
“Si viviese mil vidas, viviría cada una de ellas para Cristo, y aún así sentiría que tales no serían
suficiente para regresan un poco del su gran amor por mi.” (Iain Murray, El Spurgeon olvidado, 20).
Spurgeon fue un pastor y líder cristiano el cual amó al Señor y defendió la causa de Cristo con
integridad. Tal misión e integridad puede ser vista claramente durante los años 1880, pocos años antes
de su muerte. Durante este tiempo Spurgeon, siendo uno de los predicadores más reconocidos de
Inglaterra, tuvo una lucha muy severa: la controversia “Downgrade.”
La controversia doctrinal entre las iglesias protestantes en Inglaterra (sobre todo dentro de la Unión
Bautista) comenzó cuando Spurgeon comenzó a criticar aquellos que estaban a favor de la separación
de la iglesia y la sana doctrina y practica. El problema era que muchas iglesias y pastores habían
comenzado a ser mucho más tolerantes a teorías que iban completamente en contra de la autoridad de
la Escritura; inclusive iglesias y pastores que algún tiempo habían inclusive hablado en contra de los
vientos de doctrina nuevos.
Spurgeon notó como las personas se estaban desviando de las doctrinas de la Reforma y del rol de la
soberanía de Dios en la salvación. Desde su púlpito y en las páginas de su revista: La espada y la
torre(The Sword and the Trowel), habló contundentemente y valientemente a favor de la verdad al
urgir a sus congregantes y creyentes en general a rechazar las falsas enseñanzas y apegarse a los
fundamentos del cristianismo.
Sin embargo la doctrina durante el tiempo de Charles Spurgeon continuaba decayendo y por lo tanto
su conciencia lo llevó a abandonar la Unión Bautista. Poco tiempo después de su muerte en los años
1890, algunos de los seguidores de Spurgeon decidieron formar una nueva sociedad, la cual llamaron
la Liga Bíblica (Bible League). Esta sociedad sigue activa hasta el día de hoy y dedica gran parte de sus
energías a pelear a favor de la pureza doctrinal y la teología práctica entre las iglesias evangélicas.
Durante los meses de mayor controversia, Spurgeon recibió criticas severas de parte de sus oponentes,
pero los tales jamás lograron callar su defensa por la verdad. Las siguientes son palabras que predicó
durante este tiempo de gran dificultad en un sermón titulado: Haciendo algo por Jesús. Ellas
demuestran la naturaleza y la motivación que llevó a Spurgeon a defender la verdad con valentía e
integridad:
“Amamos a nuestros hermanos por causa de Jesús, pues él es el soberano y maravillosamente
hermoso. No podríamos vivir sin él. Disfrutar de su compañía es felicidad: el que esconda de nosotros
su rostro sería nuestro mayor pesar… ¡O que tuviésemos el poder para vivir, morir, obrar y sufrir
como para él y sólo para él! … Si hicieses una obra para Cristo, y tal te llevase al desprecio y a la
amenaza de ser privado de utilidad, haz tal obra sin importar lo que piensen.
Yo considero mi propio carácter, popularidad y utilidad tan pequeño como polvo en la balanza
comparado con la fidelidad al Señor Jesús. Es la lógica del diablo la cual nos dice: “No puedes dejar tu
zona de utilidad por miedo, pues lo que temo podría ser falso.” Hermanos, ¿qué tenemos que ver
nosotros con las consecuencias? Deja que los cielos se caigan, pero tú se obediente a tu Amo y fiel a su
verdad.
O hermanos, ¡sed justos y no temáis! Las consecuencias son guiadas por Dios y no por nosotros. Si has
hecho una buena obra como para Cristo, aunque pareciese que una ola de maldad ha sobrevenido por
causa de esa decisión, recuerda que ya lo hiciste, Cristo lo ha aceptado y él no te dejará y en tu
conciencia él sonreirá su aprobación (El Spurgeon olvidado, 205-6).
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BRUCE JENNER, EL MATRIMONIO GAY, Y PLANNED PARENTHOOD: LA
AUTO-DIVINIZACIÓN DE UNA NACIÓN
Por Mike Riccardi
Los últimos meses han sido emocionalmente agotadores para los cristianos en América.
Aunque muchos debaten si Estados Unidos alguna vez fue una "nación cristiana", no se puede negar
que una cosmovisión cristiana y los principios bíblicos fueron fundamentales en la formación de este
país. De hecho, los padres fundadores entendieron esto cuando ellos creaban los documentos
fundadores de nuestro gobierno. Thomas Jefferson escribió que los "derechos inalienables" de "la vida,
la libertad y la búsqueda de la felicidad", que marcan los ideales de todos los estadounidenses, son
dotados por nuestro Creador. John Adams escribió: "No tenemos ningún gobierno, armados con el
poder, capaz de contender con las pasiones humanas, desenfrenados por la moral y la religión. La
avaricia, la ambición, la venganza y el libertinaje romperían las cuerdas más fuertes de nuestra
Constitución, como una ballena pasando por una red. Nuestra Constitución fue hecha sólo para
un pueblo moral y religioso. Es totalmente inadecuada al gobierno de cualquier otro.”
Y durante muchos años, América parecía estar compuesto por una gran parte "personas morales y
religiosas." Eso no quiere decir que todo el mundo era cristiano, o que la moralidad externa o la
religiosidad era equivalente a haber sido verdaderamente nacido de nuevo por el Espíritu Santo. Pero
durante tantos años, esta nación que fue construida sobre la libertad de palabra, expresión y religión
ha proporcionado un entorno propicio para la Iglesia de Jesucristo de cumplir su misión: anunciar
libremente el Evangelio del perdón de los pecados a través del arrepentimiento y la fe en Jesucristo, y
haced discípulos a los que el Señor salva. Esta relación simbiótica se ha traducido en una conciencia
moral general en la sociedad que ha hecho que sea adecuado ser gobernado por nuestra Constitución,
de acuerdo con la visión expresada por Adams arriba.
Pero como ya he dicho, los últimos meses han sido particularmente agotadores para los cristianos en
América, ya que nuestra sociedad sigue dando indicio tras indicio de creciente hostilidad contra los
mismos valores en los que nuestro país fue construido.
Hace apenas unos días, nuestra sociedad ha seguido celebrando la "transición" del atleta olímpico
Bruce Jenner, incluso yendo tan lejos como para honrarlo con el premio ESPY Arthur Ashe por su
valentía. Todo el episodio con Jenner desató una conversación nacional sobre la transexualidad. El
Género, nuestra cultura nos dice, es una construcción de fluidos, no vinculada a la biología, y ha de ser
decidida por cada individuo, no importa cuán joven o viejo sea. Y si un niño de 12 años de edad en la
escuela secundaria de su hijo decide que es una niña, estará compartiendo un cuarto de baño con
su hija de 12 años de edad, y no hay nada que puedas hacer al respecto.
El 26 de junio, la Corte Suprema ordenó que todos los 50 estados fundamentalmente redefinieran uno
de los más bloques de construcción fundamental de la sociedad civilizada. Los cuadrados pueden ser
redondos, una cola puede ser una pierna, y, de acuerdo con la infinita sabiduría de los cinco abogados
en alto, el "matrimonio" puede describir una unión entre dos hombres o dos mujeres. Y debido a esa
decisión, los capellanes creyentes de la Biblia deben expulsar las fuerzas armadas , las iglesias
deben perder sus exenciones de impuestos , y el clero deben ser obligado a
realizar "matrimonios" entre el mismo sexo en contra de su conciencia.
Y justo esta semana, un video fue liberado que nos recordó una vez más de la injusticia social
por excelencia de nuestros días: el derecho constitucionalmente protegido de asesinar sin piedad a
sus propios hijos. En un vídeo encubierto del Director Principal de Servicios Médicos para la
Planificación de la Familia [Planned Parenthood], la nación fue confrontada a la vista de Deborah
Nucatola discutiendo los negocios de Planned Parenthood de la venta de órganos y extremidades de
niños desmembrados, todo mientras debía vino y disfrutando de su ensalada. Era como sentarse a
almorzar con Heinrich Himmler.
Ahora bien, en un sentido, los cristianos no deben sorprenderse al ver el mundo actuando como el
mundo. No importa lo que las raíces de nuestro país son, estamos bajo ninguna ilusión. Aparte de la
obra soberana, y regeneradora del Espíritu Santo, la humanidad está totalmente depravada,
corrompida por el mal a la esencia misma de nuestro ser. Y sin embargo, estas muestras de impiedad e
inmoralidad de nuestra nación en los últimos meses han sido particularmente prepotente,
particularmente rebelde, particularmente horrible. Y aunque sabemos que no estamos derrotados por
estas cosas, —Dios se ríe y se burla, y el Rey Jesús todavía reina desde el trono de los cielos (Salmo 2:
4-6) — lamentamos y lloramos la desaparición moral de un país que una vez amamos. Como Jeremías
en el basurero de Jerusalén, sabemos algo de los sentimientos que expresó cuando él escribió, “Mis
ojos se consumen por las lágrimas, hierven mis entrañas; mi hiel se derrama por tierra, a causa de la
destrucción de la hija de mi pueblo, cuando niños y lactantes desfallecen en las calles de la ciudad.”
(Lam 2:11 ). Al igual que el salmista confronto a la impiedad de su propia nación, sentimos lo que
significaba para él decir, “Ríos de lágrimas vierten mis ojos, porque ellos no guardan tu ley.” (Salmo
119: 136).
La Auto-Divinización de la Sociedad
¿Cómo vamos a procesar todo esto?
Bueno, como yo lo veo, los tres de estos puntos de control de la degradación moral –transgénero,
homosexualismo y la destrucción del matrimonio y el aborto – todos provienen de la misma fuente de
contaminación de la que incluso el primer pecado fluye: auto-divinización. Satanás tentó a Adán y Eva
a rebelarse contra Dios en el Jardín manteniéndoles la promesa engañosa que iban a ser como Dios en
su rebelión. Y parece claro para mí que nuestra sociedad está absolutamente intoxicada con la misma
perspectiva. Ellos quieren ser Dios.
El Señor Jesús afirma en Mateo 19:4 la creación-realidad de Génesis 1:27, que en el principio Dios creó
a la humanidad a Su imagen como hombre y mujer. Nuestro Creador ha determinado que el
género esbinario e inmutable, y que dicha orden – incluso en medio de la unidad en la diversidad – es
un reflejo de Su propio carácter y la naturaleza. Y sin embargo, la transexualidad predica,
“¡No! Dios no es el determinante de tu sexo e identidad. ¡Usted lo es! Tienes que hacer lo que se siente
bien para ti, y no dejar que nadie – y menos tu Creador – diga lo contrario!”
En el mismo texto en Mateo 19, por esa misma referencia a la humanidad siendo creado varón y mujer,
el Señor Jesús subraya que Dios, el Creador del matrimonio y de la humanidad, ha definido el
matrimonio a ser entre un hombre y una mujer. La condenación de Dios de la homosexualidad no
puede ser más clara (Romanos 1: 26-32; 1 Corintios 6: 9-11; 1 Timoteo 1: 9-10). Y sin embargo, el
homosexualismo vehemente de nuestra sociedad declara rebelde, "¡No! Dios no va a dictarnos que es y
que no es el matrimonio! Vamos a definir el matrimonio de la manera que nos parezca! Y si no está de
acuerdo con nosotros, vamos a hacer campaña para que le despidan de su trabajo, para destruir su
negocio, y marginarlo de la sociedad en todo lo que pueda! "
En la misma línea, el Dios que ha creado la humanidad masculina y femenina con el diseño de que un
hombre y una mujer se unan en matrimonio, nos ha creado a Su imagen (Génesis 1:27). Y debido a que
toda vida humana es creada de forma única a imagen de Dios, por esta razón, la vida humana es
sagrada. Es por esta misma razón, como Dios reafirma Su mandato de la creación a Noé después del
diluvio (cf. Gn 9:1 ), que dice: "El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será
derramada, porque a imagen de Dios es hecho el hombre "(Gen 9:6 ). Cualquier persona que
injustamente toma la vida de un portador de la imagen de Dios del universo es un asesino. Y tal es así
la ofensa, tal distorsión de la imagen de Dios en su propia persona, que tal hombre está obligado a
pagar por ese delito con su propia vida. Dios mismo es el Creador de toda vida. Y sin embargo, la
cultura de la muerte, prostituyendo la causa de los derechos de las mujeres para satisfacer su propia
sed de sangre, pronuncia con el dogmatismo de la modernidad, "¡No! Ese niño en tu vientre es
simplemente un feto –simplemente un grupo de células. No se convierte en una persona humana que
vive hasta que usted sienta que esuna persona humana viviente! Y si usted quiere, usted puede
contratar a un asesino a sueldo calificado para aplastar su cráneo, romperlo en pedazos, y succionarlo
fuera de usted al vacío! Pero si usted declara que se trata de una persona viva, la ley va a procesar
a cualquier persona que le cause daño.”
Usted es el determinante de su identidad, no Dios su Creador. Usted define el matrimonio, no Dios el
Creador del matrimonio. Usted determina la vida y la persona, no Dios el Creador de toda vida. La
transexualidad, el homosexualismo y el aborto son intentos incipientes de nuestra sociedad de
divinización – la criatura rebelde alucinando ser Creador y Señor. E incluso si no son transgénero,
incluso si no son homosexuales, e incluso si no tienen ningún interés en matar a sus hijos, el resto de
nuestra sociedad debe apoyar estas expresiones de auto-divinización, para que no sea confrontada a la
inutilidad y la fantasía de sus propios diseños de huir al señorío de Cristo.
La Misión de la Iglesia
Dos grandes verdades: Hay un Dios y tu no eres El
Eso significa que nuestra misión, mis compañeros seguidores de Jesús, no es a retirarnos de esta
cultura depravada, sino entrar en esta cultura depravada y anunciar el mensaje del señorío de
Jesucristo. A decir un mundo ebrio de su propia arrogancia, que Dios es Dios, y ellos no lo son.
Que Él hace declaraciones autoritativas y pronunciamientos y juicios, y no ellos. Es decirle a este
mundo perdido que su Creador soberano ha hecho una declaración, y es esta: que todas las personas
en todas partes se arrepientan, porque El ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia,
por aquel varón a quien designó , después de haber aportado prueba a todos con haberle levantado de
los muertos. Y que en ese día, en el nombre de Su Hijo, el Señor de toda la tierra, Cristo
Jesús, toda rodilla se doblará, de los que están en los cielos y en la tierra y en los abismos,
y toda lengua confesará que Jesucristo -no ellos mismos – es el Señor, para gloria de Dios Padre.
Debemos declarar a ellos: "Querido amigo, si usted se ha conformado a la rebelión de nuestra cultura,
declarándose usted mismo ser señor de su vida y buscando su propia auto-divinización, esta confesión
del Señorío de Jesús que usted ha hacer en ese último día no será la alabanza de adoración de un
adorador convertido en el último momento. No, será la admisión desesperada de un enemigo vencido,
inclinándose en sumisión resentida al Rey Soberano cuyo poder ya no se puede negar. Y nada quedará,
sino que usted entrando en Su destrucción eterna. Amigo, sea razonable. Usted no se creó a sí mismo.
Y si es hoy, o en ese día terrible, usted tendrá que inclinar la rodilla en sumisión a Aquel que te creó: el
Señor Jesucristo. Les suplico que inclinarse ahora. A pesar de todo su pecado y obstinada negativa, la
puerta de la salvación aún permanece abierta. Abandone su pecado, y abandónese a sí mismo, y corra a
Cristo. "
Mis hermanos cristianos, es la predicación del Evangelio y solo ese Evangelio – que doblará el corazón
arrogante de la auto-divinización que se deleita en la transexualidad, el homosexualismo y el aborto.
Mantengámonos orando y continuemos predicando, por el bien de nuestra nación y por causa de la
gloria de Dios.
¿DEBO HACER QUE MIS FAMILIARES SALGAN DE UNA IGLESIA DE
MALA DOCTRINA? | #COALICIÓNRESPONDE
Pregunta: Salí de una iglesia de falsa doctrina, ¿tengo el deber de predicarles a mis familiares? ¿Debo
hacerlos salir de allí?
No simpatizo mucho con la práctica de algunos creyentes que por cualquier situación se cambian de
iglesia. Me desanima ver cristianos consumidores de estilo, que viven buscando una iglesia que se
adapte a sus caprichos. Sin embargo, y a pesar de esto, en ocasiones hay momentos que lo más correcto
es separarse de una congregación o denominación. En esos casos, la separación debe ser por razones
teológicas fundamentales y no por caprichos o preferencias particulares.
Pienso que un cristiano maduro no debería cambiar de congregación a menos que sean razones
fundamentales, donde se atenta contra las verdades eternas del evangelio o valores no negociables. (O,
por supuesto, en caso de un traslado geográfico o algo similar). Yo sé que al lector le viene la siguiente
pregunta, ¿cuáles son esos valores bíblicos no negociables? Lamentablemente no tenemos el espacio
para contestarla, pero sí quisiera dar algunas recomendaciones para aquellos creyentes que por esas
razones han renunciado a su condición de miembro en una congregación.
En primer lugar, evitar el resentimiento que produce lo que llamo “estafa espiritual”. La estafa
espiritual, lamentablemente, es común en algunas iglesias, donde en vez de enseñarles a sus miembros
la pura palabra de Dios y comisionarle, se les manipula y se les explota. Desde luego, esto puede traer
heridas y resentimientos en el cristiano que llega conocer la verdad bíblica cuando las vendas de su
ceguera caen. Sin embargo, el creyente debe perdonar e iniciar un proceso de sanidad (Ro. 12:17).
En segundo lugar, un creyente tiene el deber de predicarle el evangelio verdadero a sus familiares como
un acto de obediencia a Dios y por un acto de amor a ellos. El evangelio debe ser predicado, respaldado
por un buen testimonio (Mateo 7: 28-29); con una actitud correcta (1 Pedro 3:15), sin envidia y sin
rivalidad (Filipenses 1: 15). Debe ser en oración (Efesios 6:19-20), para que Dios produzca la salvación
y obre en los corazones de esos familiares (Hechos 13:48); y con diligencia, como lo vemos en el Nuevo
Testamento (Mateo 9: 35; 11:1; Hechos 8:40, 15:36).
Por último y en tercer lugar, como es nuestro Dios que produce la salvación, no debemos confundir la
diligencia con el asedio, la presión o el abuso. Claro que predicarles a familiares involucra a todos los
que están relacionados con nosotros o conviven con nosotros. Es bueno señalar también que donde hay
familiares que son adultos y tienen la capacidad de decidir, no debemos usar nuestra posición para
obligarlos, porque no es con nuestra fuerza sino con el poder y la gracia del Señor (Oseas 1:7). Sin
embargo, en el caso donde esos familiares son menores de edad, se debe usar su influencia, amor y
diligencia para que por lo menos le acompañen a su nueva iglesia y escuchen el evangelio verdadero
(Colosenses 3:20). Cuando un hijo menor se resiste a acompañar a sus padres o tutores a la iglesia, no
solo es evidencia de dureza espiritual, sino también de irrespeto. Esto es peligroso, porque no hay que
ser cristiano para respetar y obedecer. Los padres con hijos menores deben llevar a sus hijos a la
iglesia, ya sea como resultado del compromiso con el Señor o como respeto a sus progenitores.
En todo caso. se debe orar en todo tiempo para que el Señor ponga gracia en en los creyentes cristianos
y derrame la suya en aquellos familiares que no le conocen para que puedan decir con toda seguridad
“Yo y mi casa serviremos a Jehová” (Josué 24:15).
UNA MANERA DE AMAR A TUS HIJOS: LEERLES LA BIBLIA
Por Jen Cordeiro
Tito 2:3-4 dice: “Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta: no calumniadoras ni
esclavas de mucho vino, que enseñen lo bueno, que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a
que amen a sus hijos,…”
A lo largo de mis próximos tres artículos, me gustaría compartir algunas maneras prácticas para
nosotras, como madres cristianas, de amar a nuestros hijos. La primera forma es la siguiente: mediante
la lectura de la Biblia a nuestros hijos. (Si somos cristianos nuevos, o no conocemos bien la Biblia, esta
es una gran oportunidad para nosotros de aprender junto con ellos.)
Incluso cuando nuestros hijos son muy jóvenes, son capaces de escuchar la Biblia, y esta es la mejor
educación que podamos darles (y nosotros mismos), y la única que tiene la promesa tanto para esta
vida y también para la vida futura .
Promesa de la Vida por Venir
En 2 Timoteo 3:15, Pablo, bajo la inspiración del Espíritu Santo, escribe a Timoteo, diciendo:
“y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que
lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús.” (2 Timoteo 3:15).
Sólo Dios, a través de su Palabra, es capaz de dar a nuestros hijos “la sabiduría que lleva a la salvación
mediante la fe en Cristo Jesús” (2 Timoteo 3:15).
A través de la Biblia, Dios nos enseña la verdad acerca de quiénes somos, quién es Dios y cómo es
posible que tengamos paz con Él por gracia, mediante la fe en el Señor Jesucristo solamente.
Porque Dios es Verdad, Su Palabra es Verdad
El Señor Jesús dice la verdad. El Señor Jesús es la Verdad. Él dice,
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6).
En el libro de Apocalipsis, Dios le da a Juan una visión de la segunda venida del Señor. En esta visión,
nuestro Señor “el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y hace la guerra. Sus
ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito que
nadie conoce sino El. Y está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de
Dios.” (Apocalipsis 19:11-13). El Señor Jesús, el Hijo de Dios, "se llama Fiel y Verdadero" y "su nombre
es: La Palabra (Verbo) de Dios.”
Dios es bueno para darnos la Palabra de Dios: Jesús, el Hijo de Dios, como el "único mediador" entre
Dios y el hombre (1 Timoteo 2: 5), y Él es bueno para darnos su Palabra, la Biblia – la fuente de la
Verdad y la revelación de nuestro Señor.
La Biblia llama a Dios el "Dios de la verdad" (Salmo 31: 5; Isaías 65:16). También testifica que la
Palabra de Dios es la verdad (2 Samuel 7:28).
Nosotros necesitamos a Dios, y también nuestros hijos. Necesitamos la verdad, y también nuestros
hijos. Necesitamos la Palabra de Dios, y también nuestros hijos. Y todos necesitamos al Señor
Jesucristo, con el fin de ser salvo.
Promesa de Esta Vida
“Bueno y recto es el Señor; por tanto, El muestra a los pecadores el camino. Dirige a los humildes en la
justicia, y enseña a los humildes su camino. Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad para
aquellos que guardan su pacto y sus testimonios. Oh Señor, por amor de tu nombre, perdona mi
iniquidad, porque es grande.”(Salmo 25: 8-11).
Dios "muestra el camino a los pecadores." Él no nos ha dejado adivinar lo que es correcto y lo
incorrecto. Él no nos ha dejado pasar por esta vida apoyándonos en nuestras ideas falibles y pecadores,
ni depender del mundo para enseñarnos.
No estamos condenados a hacer lo correcto en nuestros propios ojos, como la gente en el libro de
Jueces lo hicieron. Necesitamos no construir nuestras casas sobre la arena.
Dios nos ha dado su Palabra, que el Salmo 119 dice: “Lámpara es a mis pies” (Salmo 119: 105). La
sabiduría clama de sus páginas, "Volveos a mi reprensión: he aquí, derramaré mi espíritu sobre
vosotros, os haré conocer mis palabras.” (Proverbios 01:23).
Con la ayuda de Dios, no tenemos que tropezar a través de esta vida en la oscuridad, ni dejamos a
nuestros hijos a hacerlo. Volvámonos a Él, volviendo a Su Palabra – leyéndola, y, por Su poder, hacer
caso a lo que dice.
Amemos a Nuestros Hijos
El mundo es nuestro enemigo. Nuestra carne es nuestro enemigo. Satanás y los demonios son nuestros
enemigos. Pero Jesucristo es Fiel y Verdadero. Él es Dios, y el único que es bueno y quiere lo que es
bueno para nosotros y para nuestros hijos. Él nos habla a través de Su Palabra: la Biblia.
Hagamos nuestra parte para llenar nuestras mentes y corazones – y las mentes y los corazones de
nuestros hijos – con la Palabra de Dios al leerles la Biblia. Esta es una excelente manera en que usted
puede amar a sus hijos.
PASOS PARA LA ORACIÓN EXITOSA, PARTE 2
John MacArthur
Parte 2: Reprima presunciones impías
El exceso mundano y la superficialidad espiritual de los predicadores de la prosperidad y los sanadores
religiosos carismáticos son fáciles de detectar. Es una teología hecha por el hombre, centrada en el
hombre, impulsada por la codicia extrema -una que anima a los seguidores a hacer demandas
indignantes de prosperidad y beneficio personal, reduciendo a Dios Todopoderoso a poco más que una
máquina expendedora.
Viéndolo por televisión, se ve espiritualmente extraño y malo; porque lo es.
Pero, ¿somos tan rápidos para detectar las mismas tendencias que surgen en nuestra propia vida de
oración? ¿Nos damos cuenta que nuestras oraciones son más y más como listas de compras que
muestran poco cuidado o preocupación por la gloria de Dios o Su voluntad? ¿O estamos olvidando el
modelo de la oración que Cristo dio a sus discípulos y en su lugar reflejamos esta era de religión
egocéntrica, subjetiva, orientada a las necesidades que sentimos?
Hoy en día, multitudes piensan en la oración nada más que como una manera de conseguir lo que
quieren de Dios. La oración se reduce a un medio supersticioso de ganancia -y algunos le dirán que
Dios está obligado a suplirlas. La televisión religiosa está llena de charlatanes que insisten en que
Dios debe conceder todo lo que usted pida si usted puede acumular suficiente "fe" y si se niega a
aceptar la "duda." La feen su léxico es una especie de creencia ciega, por lo general impulsada por
algún tipo de "confesión positiva". La duda, como ellos pueden describir, es cualquier reparo, incluso si
es racional y bíblico, acerca de si lo que usted desea está de acuerdo con la voluntad de Dios. Esas, por
supuesto, no son definiciones bíblicas de la fe y la duda. Tampoco puede la oración de alguien
legítimamente llamarse una "oración de fe" (Santiago 5:15) si es contraria a la voluntad de Dios.
Los carismáticos no son los únicos que ven a la oración como nada más que una especie de lista de
deseos utilitaria. Muchos evangélicos tradicionales y fundamentalistas de la vieja escuela también
parecen estar confundidos acerca del propósito de la oración. John R. Rice, un pastor fundamentalista
influyente, escribió un libro de éxito en 1942 titulado La oración: pedir y recibir. Él escribió: "La
oración no es alabanza, adoración, meditación, humillación ni confesión, sino pedir… La alabanza no
es oración y la oración no es alabanza. La oración es pedir…La adoración no es la oración y la oración
no es la adoración. La oración es siempre pedir. No es otra cosa que pedir.”
Hay varios problemas con esa perspectiva. En primer lugar, la oración modelo de Jesús es más que
meramente "pedir". Incluye eso, hay peticiones del pan de cada día (la necesidad más básica) y el
perdón (la más urgente de las necesidades espirituales). Pero la oración modelo que Jesús dio a Sus
discípulos también incluye al menos cuatro de los cinco elementos que el doctor Rice quiso eliminar de
su definición de la oración: alabanza, adoración, humillación y confesión.
Descarte la alabanza y la penitencia de la Oración del Señor y la habrá destrozado. Insista en que la
oración correcta "no es otra cosa que pedir" y degradará a una de las lecciones centrales que
aprendemos del ejemplo de Jesús: que la oración es ante todo un acto de adoración. Peor aún, este
tipo de enseñanza establece un tipo de cambio de roles entre quien ora y el Dios al que ora.
La Biblia enseña que Dios es soberano y nosotros somos sus esclavos. La teología de “nombrar y
reclamar” enseña que el hombre es soberano y Dios es su siervo. El orante cree que está en la posición
de solicitar y mandar, con Dios en el papel del siervo que tiene la obligación de dar lo que pedimos.
Como he señalado, eso tiene más en común con los cultos paganos que con el cristianismo bíblico.
La oración es mucho más que simplemente pedir y recibir. De hecho, es un gran privilegio acercarse
confiadamente al trono de la gracia y hacer conocidas nuestras peticiones a Dios (Hebreos 4:16;
Filipenses 4:6). La Escritura repetidamente promete que si pedimos algo con fe, Dios responderá -es
decir, si pedimos de acuerdo con la voluntad de Dios, instruidos por Su Espíritu, Él siempre
responderá con gracia y generosamente (Mateo 7:7-11; 17:20; 21:22, Marcos 11:24, Santiago 1:6, 1 Juan
3:22). Él concede a menudo nuestras peticiones "mucho más abundantemente de lo que pedimos o
entendemos" (Efesios 3:20).
Pero la naturaleza de una oración verdaderamente fiel se expresa claramente en 1 Juan 5:14: "Esta es la
confianza que tenemos en Él, que si pedimos alguna cosaconforme a Su voluntad, Él nos oye" (énfasis
añadido). En otras palabras, la promesa de respuesta a la oración no es un cheque en blanco sin
reservas. La promesa está hecha sólo para los cristianos fieles, obedientes, sobrios, bíblicamente
informados cuyas oraciones están en armonía con la voluntad de Dios. No es una garantía de la
mercadería para todos los entusiastas religiosos crédulos o supersticiosos que utilizan el nombre de
Jesús como si se tratara de una palabra mágica. Jesús dijo: "Si permanecéis en mí, y Mis palabras
permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho" (Juan 15:7, énfasis añadido).
Eso es porque lejos de ser meramente una lista de deseos, la oración piadosa es fundamentalmente un
acto de adoración. Es una expresión de nuestra alabanza, nuestra indignidad, nuestro deseo de ver
cumplida la voluntad de Dios; y nuestra total dependencia de Él para todas nuestras necesidades. Así,
cada aspecto de la oración es un acto de adoración. Eso incluye a las peticiones que hacemos, porque
cuando damos a conocer nuestras peticiones a Dios adecuadamente, sin ansiedad, a través de la
oración y la súplica y con acción de gracias (Filipenses 4:6), estamos reconociendo Su soberanía,
confesando nuestra propia dependencia total de Su gracia y poder, y viéndole a Él como Señor y
Proveedor y Rey del universo; no como una especie de Papá Noel celestial. La oración correcta es
adoración pura, incluso cuando estamos haciendo peticiones.
Es imposible no ver al enfoque hacia Dios en la oración modelo de Jesús. La oración comienza con la
alabanza del nombre de Dios. Expresa la voluntad por la venida de Su reino y que se haga Su voluntad.
La adoración pura es entonces lo que precede y establece el contexto para la súplica. Estas primeras
líneas establecen el punto de atención de la oración: la gloria de Dios y Su reino. En otras palabras, el
suplicante se refiere en primer lugar, no a su lista de deseos personales, sino al honor de Dios y la
extensión de Su reino. Todo lo demás se inscribe en ese contexto, de modo que toda la agenda de la
oración está determinada por el reino y la gloria de Dios. Ese es quizás el punto de vista más
importante a tener en cuenta en todas nuestras oraciones.
Jesús dijo: "todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el
Hijo" (Juan 14:13). El propósito de toda oración legítima no es cumplir con las necesidades o los deseos
materiales que tiene la persona que ora; sino reconocer la soberanía de Dios y magnificar Su gloria. La
oración no se trata de obtener lo que yo quiero, sino de cumplir la voluntad de Dios. El objetivo
correcto de la oración no es ampliar mis fronteras, construir mi imperio o ampliar mi cartera, sino
promover el reino de Dios. El fin no es elevar mi nombre, sino santificar el nombre de Dios. Todo en la
oración gira en torno a quién Dios es, lo que Dios quiere y cómo Dios debe ser glorificado. Eso es lo
más importante de la oración correcta.
Las oraciones que son egocéntricas, auto-indulgentes, para el auto-engrandecimiento, las oraciones
que buscan lo que yo quiero, sin importar lo que Dios quiere, las oraciones que sugieren que
Dios debe conceder porque yo le he pedido -esas son las oraciones que toman Su nombre en vano. Tal
oración es un pecado atroz en contra de la naturaleza de Dios, contra la voluntad de Dios y en contra de
la Palabra de Dios.
Las oraciones “nombre y reclame”, la idea de que Dios quiere que usted siempre sea saludable,
próspero, rico y exitoso y las listas de peticiones egoístas están en desacuerdo con el espíritu de la
oración modelo de Jesús. Dichas solicitudes están expresamente excluidas de las muchas promesas que
Dios oye y contesta de nuestras oraciones (Santiago 4:3). La creencia errónea que es la base de dicha
oración no es un error pequeño. Tiene sus raíces en una seria confusión de la naturaleza de Dios.
Dado que la oración es un acto de adoración, ofrecer una oración basada en tal perversión atroz del
carácter de Dios es equivalente a la adoración de un dios falso. Para decirlo sin rodeos, cuando alguien
se presenta ante Dios con una lista de deseos enraizada en la codicia, el materialismo u otras
expresiones de puro interés propio, luego exige que Dios conceda los bienes como si fuera un genio, eso
no es en absoluto oración. Es un acto de blasfemia. Es tan abominable como la forma más supina de
culto pagano.
En cambio, debemos acercarnos al Señor con humildad como fieles adoradores, en busca de Su
voluntad y no la nuestra. El éxito de la oración no se trata de conseguir lo que usted quiere de Dios; se
trata de cimentar Su gloria y honor en su lugar adecuado, principal y entregar sus deseos y afectos a Él.
Esto comienza con la alabanza, pero no termina ahí. En los próximos días, vamos a ver más de cerca el
modelo de la Oración del Señor, obteniendo algunos pasos básicos y prácticos que usted puede aplicar
para tener una vida de oración disciplinada, bíblica.
YA QUE JESÚS ESTUVO CON PECADORES, ¿PODEMOS ASOCIARNOS
CON INCONVERSOS?
En estos días se ha desatado una gran controversia debido a que el conocido pastor y cantante Marcos
Yaroide ha organizado un concierto con artistas seculares, desde merengueros hasta reguetoneros. Él
dice que quiere “salir de las cuatro paredes” e “ir como me mandó Jesús a todo el mundo sin excepción
de personas”, por lo que ha nombrado el evento “Luz en las tinieblas”. Las respuestas han sido tan
variadas como se podría esperar. Aquellos que condenan las acciones del cantante lo consideran una
muestra de mundanalidad en la iglesia y de mezclar lo sagrado con lo profano (teniendo en cuenta que
al menos uno de los artistas invitados es reconocido por lo prosaico de sus canciones, al nivel que no
me atrevo ni siquiera a hacer link a sus canciones). Los que apoyan este espectáculo lo hacen
usualmente refiriéndose a las afirmaciones de Jesús de que sus discípulos son la sal de la tierra y la luz
del mundo (Mt. 5:13-16), y diciendo que esto es seguir el ejemplo de Jesús, quien era acusado por
recibir a los pecadores y comer con ellos (Lc. 15:2).
Hay algo de verdad en el argumento de que ya que Jesús estuvo con pecadores, debemos interactuar
con ellos. La Palabra dice que la luz de la iglesia debe brillar “delante de los hombres” (Mt. 5:16), lo que
implica estar afuera de las paredes de la iglesia. No cabe duda que Jesús aceptó diversas invitaciones
de personas de baja reputación (Mt. 9:11). Y Pedro también fue acusado de cosas similares (Hch. 11:13).
Pero creo que debemos reflexionar un poco más en la Escritura y ver, por un lado, que si bien hay un
ejemplo y llamado a estar con pecadores, esto no es lo mismo a asociarnos con ellos. Además, debemos
meditar en el propósito y las circunstancias donde Jesús y los apóstoles compartieron con los
inconversos. Al hacer esto nos cuidaremos de que nuestra sal no se vuelva insípida, ni terminemos
siendo influenciados más que siendo influyentes.
El asunto del yugo
Desde el principio de la Biblia vemos que Dios ha hecho diferenciación entre dos pueblos: Su posesión
especial, y los demás. Israel y las naciones. La iglesia y el mundo. Los justos y los incrédulos. A lo largo
de la Escritura vemos que si bien Dios ama a todo el mundo, Él tiene un amor especial por sus
redimidos, aquellos que Él adoptó a su familia, aquellos que creen en el Hijo y tienen vida eterna (1 Jn.
3:1). Esta distinción es importante al observar lo que Pablo nos dice en 2 Corintios 6: 14-18:
“No estén unidos en yugo desigual con los incrédulos, pues ¿qué asociación tienen la justicia y la
iniquidad? ¿O qué comunión la luz con las tinieblas? ¿O qué armonía tiene Cristo con Belial? ¿O qué
tiene en común un creyente con un incrédulo? ¿O qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos?
Porque nosotros somos el templo del Dios vivo”.
Un yugo es una especie de collar que une a dos animales para que puedan jalar juntos.
Lamentablemente, la iglesia en general ha entendido el concepto del yugo desigual solo en cuanto a las
relaciones amorosas, pero ese no es la única forma de cometer tal pecado. Los principios detrás del
yugo desigual se aplican a toda asociación de igualdad entre creyentes y no creyentes. La pregunta
sigue siendo la misma que hace Pablo, “¿qué asociación tienen la justicia y la iniquidad? ¿O qué
comunión la luz con las tinieblas?”.
Esto no significa que no podemos tener relaciones con inconversos. Pablo enseña que para no tener
ninguna relación con incrédulos, ¡tendríamos que salir de este mundo! (1 Corintios 5:9-11). Tendremos
inconversos como compañeros de trabajo y de estudios; como jefes; como empleados; aun como
amigos y familiares. Y es en estas asociaciones que nuestra luz, la luz de Jesús, debe brillar. Pero eso no
significa que entraremos en una sociedad de igualdad con ellos: no somos la misma “especie: como
para entrar en un yugo de iguales. Es participar en las obras de las tinieblas, como nos enseña Efesios
5:6-12:
“Que nadie los engañe con palabras vanas, pues por causa de estas cosas la ira de Dios viene sobre los
hijos de desobediencia. Por tanto, no sean partícipes con ellos; porque antes ustedes eran
tinieblas, pero ahora son luz en el Señor; anden como hijos de luz... Examinen qué es lo que agrada
al Señor, y no participen en las obras estériles de las tinieblas, sino más
bien, desenmascárenlas. Porque es vergonzoso aun hablar de las cosas que ellos hacen en secreto.
Pero todas las cosas se hacen visibles cuando son expuestas por la luz”.
El que cristianos organicen eventos y conciertos con inconversos, o que entren en asociaciones de
negocios en igualdad es, según veo en las Escrituras, entrar en yugo desigual. De una forma u otra, es
participar con ellos en las obras estériles de las tinieblas en vez de desenmascararlas. ¿Qué va a hacer
un socio de negocio cuando su compañero inconverso quiera esquivar impuestos ilegítimamente? De
manera puntual, ¿qué hará este pastor cuando uno de sus invitados esté alabando al pecado como
diversión? A menos que esté desenmascarando las obras estériles de las tinieblas, está participando en
ellas con su invitación.
Trayendo luz
Como ya hemos visto, Jesús anduvo con inconversos y personas de mala reputación. Esta era una de
las razones por las que regularmente le criticaban (Lc. 7:34). El argumento que muchos hacen,
entonces, es que ya que Jesús estuvo con pecadores en sus casas y donde ellos se congregaban,
nosotros debemos ir a estar con ellos y congregarnos donde ellos estén.
Hay algo de verdad en esto. Pero al observar qué pasaba donde Jesús estaba, veremos que no podemos
usar tal argumento para justificar el participar en discotecas o el hacer eventos evangelísticos usando
personas y formas mundanas. Por ejemplo, cuando Jesús es acusado en Lucas 15 de que Él recibe a
pecadores y come con ellos, Él inmediatamente profiere las parábolas de la oveja perdida, la moneda
perdida, y el hijo pródigo. Su punto: “Yo estoy con pecadores con el objetivo único de traerlos al
arrepentimiento”. Cuando es criticado en Mateo 9 por comer con publicanos, ¿sabes con quién
andaba? ¡Con Mateo! (Mateo 9:9-13). Algo similar vemos cuando Él estuvo con la mujer samaritana
(Juan 4) y con Zaqueo (Lucas 19). Por lo que podemos ver, Jesús estaba con pecadores, pero cuando Él
salía de allí, ¡ellos eran discípulos! Esto no es similar a compartir un escenario con ellos, ni tampoco el
cantar para su entretenimiento.
Algo más debe decirse sobre esto: en los lugares donde Jesús iba, la Biblia no registra que se estuviera
activamente cometiendo pecado. La Biblia sí registra un momento donde Cristo fue a un lugar con
pecadores que estaban activamente cometiendo pecado, y lo hace en los cuatro evangelios. Y allí
también quedó más limpio cuando Él salió de alli, pero esa vez él lo hizo con un látigo más que con
palabras. Como lo resume Joe Carter en un artículo (en inglés) sobre el tema:
Ya que Jesús (cenó/festejó/estuvo) con pecadores en los lugares donde ellos se congregaban, nosotros
también debemos hacerlo siempre y cuando: (1) ellos no estén buscando pecar activamente, (2)
tenemos el propósito de llamarlos al arrepentimiento, (3) nuestra presencia no promueve el pecado y la
ofensa a Dios y (4) esos pecadores no sean creyentes profesos (cumpliendo con 1 Corintios 5:11).
Se trata del evangelio
¿Por qué es esto importante? ¿Por qué no simplemente “amar a todo el mundo y no juzgar y estar con
ellos y disfrutar la vida? Porque si colaboramos con los inconversos, si disminuimos las barreras entre
ellos y nosotros, estamos dando la idea de que, al final, todos somos iguales. Y sí, todos somos
igualmente pecadores. Pero algunos somos pecadores arrepentidos. Y ahora, por el sacrificio de Jesús,
los que se arrepienten son llamados santos. Al ignorar esto, no solo estamos ofendiendo la santidad del
Señor, sino que estamos inadvertidamente contribuyendo a que los perdidos sigan perdiéndose, puesto
que estamos apoyando su estilo de vida, sus cantantes, su entretenimiento y sus altares. El llamado del
evangelio es muy diferente: “Arrepiéntanse y conviértanse, para que sus pecados sean borrados, a fin
de que tiempos de alivio vengan de la presencia del Señor”.
HACIENDO DISCÍPULOS DÍA A DÍA
Cuando escuchas las palabras “vida misional” ¿que te viene a la mente? A la medida que he hablado y
capacitado a otros en este tema, me he dado cuenta de que muchas personas tienen un entendimiento
equivocado de la misión o creen erróneamente que no pueden hacerlo. Sin embargo, al darles una
definición, suelen cambiar de percepción.
Defino la vida misional como ser hacedores de discípulos continuamente que viven día a día con la
intencionalidad del evangelio, de tal manera que podamos tanto mostrar como contar a otros lo que es
adorar a Jesús en la vida diaria. No es un programa o evento nuevo. La vida es el programa, y lo
cotidiano es el evento. Cuando vemos el hacer discípulos como algo hecho principalmente en las aulas
o en eventos, terminamos llevando a otros a ver el seguir a Jesús como un estudio o un programa en
lugar de algo que encapsula todo en la vida.
Las Escrituras son claras. Somos llamados a ver a la gente crecer en todo en Cristo, que es nuestra
cabeza (Ef. 4:15). “En todo” significa en cada cosa. Es la voluntad de Dios dar a conocer Su gloria en
todas partes (Hab. 2:14). Y la esperanza es Cristo obrando en nosotros y a través de nosotros en todo lo
que hacemos (Col. 1:27). Tenemos que aprender a ver el comer y beber, el trabajar y el jugar como el
medio a través del cual podemos tanto glorificar a Dios como mostrar a otros cómo luce adorarle en
todas las cosas de la vida (1 Co. 10:31; Col 3:17).
Esta es la realidad: todos estamos siempre haciendo discípulos. La pregunta es: ¿de quién o de qué
estamos haciendo discípulos? ¿Y qué pensaría la gente acerca de seguir a Jesús si fueran a seguir
nuestro ejemplo en la vida cotidiana?
En lo cotidiano
Mientras considero estas preguntas y la misión en la vida cotidiana, me acuerdo de Kirby, una madre
de cuatro hijos que se mudó a nuestra área con su esposo, Charlie, para aprender acerca de la vida
misional con nuestra iglesia. Se unieron a nuestra comunidad misional, cuyo enfoque misional es la
escuela primaria Grant y el barrio que le rodea. Ellos educaban a sus hijos en el hogar, y Charlie
trabajaba desde su casa, por lo que estaban teniendo dificultades para participar en la misión con las
personas que aún no conocían ni seguían a Jesús. Ya que a Kirby le encanta jugar al fútbol y quería
ejercitarse también, se unió a un equipo de fútbol de sala con mi esposa, Jayne, y algunas otras mamás
de nuestra escuela. Kirby también inscribió a sus hijos en algunas de las clases de artes que la escuela
primaria Grant daba, y se desempeñó junto a sus hijos como ayudante de profesor.
Ella tomó actividades cotidianas normales, como el deporte y la educación, y participó en ellas
intencionalmente.
Fue solo a unos pocos partidos de la temporada cuando Kirby se lesionó la rodilla terriblemente. Fue
incapaz de moverse durante un tiempo, y necesitaba que otros cuidaran de ella. Cuando ella nos contó
lo que estaba haciendo, comentó que estaba muy desanimada porque ella estaba empezando a hacer
nuevas amigas y ahora estaba incapacitada. Sin embargo, una de las mamás y las demás jugadoras
decidieron organizar el equipo para proporcionar comidas para Kirby y Charlie.
Kirby se sintió aún más desalentada ya que creía que era ella la que iba a servir a ellas, no al
revés. Nosotros le recordamos que Jesús mismo fue servido por la mujer samaritana antes de que Él le
diera las buenas nuevas. A veces, permitir que otros nos sirvan nos proporciona una oportunidad para
demostrar humildad, para mostrar que también nosotros estamos en necesidad. Además, Kirby tenía
ahora la oportunidad de mostrar cómo es seguir a Jesús y depender de Jesús cuando las cosas no salen
como esperábamos o habíamos planeado. Con el tiempo, una madre y su hijo comenzaron a unirse a
Kirby y Charlie para las comidas en su casa. Ella se unió a ellos en lo que ya estaban haciendo —
comer— y la incluyeron y les amaron a ella y a su hijo como si fueran parte de la familia. La mujer y su
hijo aprendieron cómo era estar en comunión con Jesús en la mesa y a seguir a Jesús como a una
familia.
Dondequiera que vayamos
Con el tiempo, ella y su hijo comenzaron a participar también en la comida semanal de nuestra
comunidad misional. Anteriormente, la mayor parte de su educación espiritual les llegaba a través de
las lecturas del tarot, horóscopos y demás cosas así. A ella nunca le habían enseñado las Escrituras y
nunca había escuchado el evangelio. Así que le invitamos a unirse a nosotros mientras caminábamos a
través de la “Historia de Dios” (un estudio de 10 semanas sobre una visión general de la redención de
Dios desde el Génesis hasta el Apocalipsis). Ella se había abierto a esto, porque le encantaba estar con
nosotros mientras compartíamos una comida y había aprendido a amarnos y confiar en nosotros.
En algún momento de nuestro viaje a través de la historia ella llegó a la fe en Jesús, y ahora está
compartiendo con regularidad acerca del Señor. Recientemente nos dijo a todos nosotros: “Yo no
entiendo por qué la gente no habla más acerca de Jesús. Le he estado hablando a gente en todas
partes. La gente necesita oír hablar de Él y sí van a escuchar. Solo debemos hacerlo todos los días,
donde quiera que vayamos”. Luego procedió a decirnos de la reciente conversación que tuvo con
alguien en el supermercado. Hasta ese momento ella nunca había ido a una de las reuniones semanales
de nuestra iglesia el domingo, pero ya estaba participando en los primeros pasos de ser un discípulo
que hace discípulos.
He tenido el privilegio de ver muchas, muchas vidas como la suya cambiadas por el evangelio en la vida
cotidiana. Cada vez que veo a un seguidor de Jesús participar en la vida cotidiana con la
intencionalidad del evangelio con alguien que aún tiene que conocer y amar a Jesús, veo una
ocurrencia común: cuando alguien llega a la fe, él o ella ya sabe lo que es seguir a Jesús en las cosas
normales de la vida, ya que ha estado observando cómo un seguidor de Jesús lo hace todo el tiempo.
Cuando el discipulado ocurre en las cosas cotidianas de la vida, los discípulos aprenden a seguir a
Jesús en las cosas cotidianas de la vida también.
CUANDO DIOS NO REMUEVE EL AGUIJÓN
Uno de los relatos más conmovedores y honestos dentro de los escritos del apóstol Pablo se encuentra
en la segunda carta a los Corintios. En ella, Pablo ha venido describiendo una experiencia que había
tenido catorce años antes de escribir esta epístola, cuando dice él que “fue arrebatado hasta el tercer
cielo” (2 Co. 12:2). En ese lugar, continúa el apóstol, “oyó palabras inefables que no le es dado al
hombre expresar” (2 Corintios 12:4). Sin duda la experiencia de este gran hombre de Dios fue
extraordinaria, única y gloriosa.
No obstante, Pablo reconoce que en vista del riesgo de auto exaltarse y vanagloriarse por esa
experiencia, “me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee” (2 Co.
12:7). El sentimiento de angustia se profundiza cuando después de orar, se le da a entender que el
aguijón no será removido: “respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha
dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Co. 12:9). Con seguridad la
respuesta divina dejó perplejo al apóstol, al menos inicialmente.
A través de los años, los teólogos no se han puesto de acuerdo en cuanto a la naturaleza del aguijón de
Pablo. Algunos han especulado con una enfermedad, y otros con una debilidad personal, etc. Más allá
de esto sabemos que era una situación o condición que lo doblegaba y afligía al extremo.
No obstante, los creyentes nos podemos identificar con la experiencia de Pablo. En cierto sentido,
todos en algún momento hemos experimentado (o seguimos experimentando) nuestro “aguijón”. Eso
que nos doblega, nos aflige, y nos humilla. Eso que nos punza e incomoda. Persecución, debilidad,
enfermedad, escasez, temores, traumas o dolores. Sea lo que sea, nos aflige y estremece. Y lo que más
nos frustra es que le pedimos a Dios, y el “aguijón” no es removido. Como le pasó a Pablo.
“Bástate mi gracia” le respondió el Señor a Pablo, y nos responde a nosotros también. “Mi gracia es
suficiente. Mi gracia te basta”. Porque cuando Dios trae algo a nuestra vidas, sigue siendo un acto de su
bendita y soberana gracia. Por gracia lo permite. Por gracia lo envía. Por gracia nos sostiene en medio
de esas circunstancias difíciles. Por gracia obra y usa ese aguijón para nuestro bien. Por gracia está
formando la imagen de su Hijo (Romanos 8:29). Su gracia es suficiente.
De eso se trata el evangelio: el anuncio de las buenas nuevas de salvación por gracia. En realidad toda
la experiencia de la salvación es un don de la gracia de Dios, desde nuestra conversión inicial hasta la
glorificación final, incluyendo nuestra santificación.
Esa es la razón por la que Dios no remueve el aguijón: Porque en medio y por medio de este, Él esta
formando el carácter de su Hijo en nosotros.
Pablo le dijo a los Tesalonicenses que “la voluntad de Dios es vuestra santificación”( 1 Ts. 4:3). El Señor
desea y está comprometido en hacernos crecer en santidad. A los filipenses se les dijo que “el que
comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1:6). Hacernos y
transformarnos a Su imagen es la gran obra que el Señor empezó, hace y terminará hasta el final.
Cuando Dios no remueve el aguijón es porque Él está obrando. Cuando la adversidad, la aflicción y el
dolor perduran, debemos confiar que él no es ajeno a nuestra circunstancias. Dios es soberano y rey
sobre nuestras dificultades, establece sus límites y los usa para nuestro provecho. Podemos descansar
en que Su perfecta y bendita voluntad se está cumpliendo y que eso es lo mejor para nosotros.
La gracia es mayor que el aguijón. Su gracia es suficiente.
3 RAZONES POR LAS QUE NO DEBERÍAS TRATAR DE ATAR A SATANÁS
La guerra espiritual es real. Puede no salir en las noticias; pero debería. Pablo lo admite en Efesios
6:12, “Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades,
contra los poderes (gobernantes) de este mundo de tinieblas, contra las fuerzas espirituales de maldad
en las regiones celestes”.
Sin embargo, las armas de esta guerra son a menudo malentendidas de alguna forma. En algunos
círculos de iglesias, por ejemplo, es común escuchar a pastores y su gente hablar de “atar a Satanás” o
“renunciar a la presencia del diablo” o muestras similares de confianza.
Aquí hay tres razones por las que creo que esto es un error.
1. Satanás (muy probablemente) no está cerca.
Hay una paranoia perniciosa que se respira en las iglesias hoy en día: la gente piensa que Satanás
puede oírlos hablar. Algunas personas inconscientemente incluyen en el curriculum de Satanás los
atributos únicos de Dios: su omnisciencia y omnipresencia. Sí, Satanás ciertamente está deambulando
(1 P. 5:8), pero está limitado a un lugar a la vez. Él no puede leer tu mente, y tampoco “para las orejas”
cuando escucha su nombre mencionado en tus oraciones.
Escuché un pastor que estaba orando a Dios, y en un desliz ¡comenzó a dirigirse a Satanás! “Señor
oramos contra las fuerzas del mal en este lugar hoy, y Satanás te atamos en el nombre de Jesús,
denunciamos tus esfuerzos de distraernos jugando con el proyector de PowerPoint otra vez, y
reprendemos tu presencia aquí hoy. ¡No eres bienvenido aquí!”.
Primero, los cristianos debemos orar a Dios, no a Satanás (aun cuando lo que estemos diciendo sea
para irritarlo). Segundo, dudo que Satanás esté merodeando por tu iglesia de todos modos. Así que a
menos que tenga demonios grabando nuestras oraciones y luego enviándole el transcrito por correo,
Satanás tendría que estar en la habitación.
Como entiendo los conceptos básicos de la gestión del tiempo, estoy seguro de que jugar con el equipo
de sonido de mi iglesia tiene que ser una prioridad menor que, digamos, lo que sucede en las Naciones
Unidas o una prueba nuclear en las instalaciones de Corea del Norte.
2. Atar a Satanás está fuera de tu jurisdicción.
Satanás puede ser atado, sólo que no por ti. La tarea de atar a Satanás se le ha dado a un ángel (Ap.
20:1-3). Es una tarea bastante importante y una gran parte de la escatología depende en que se realice
correctamente.
Judas advierte con severidad a personas precoces que presumen aventurarse por encima de su
jurisdicción y encima de los seres angelicales malignos:
“No obstante, de la misma manera también estos hombres, soñando, contaminan su cuerpo, rechazan
la autoridad, y blasfeman de las majestades angélicas. Pero cuando el arcángel Miguel luchaba contra
el diablo y discutía acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él,
sino que dijo: “El Señor te reprenda.” Pero éstos blasfeman las cosas que no entienden, y las cosas que
como animales irracionales conocen por instinto, por estas cosas son ellos destruidos”, Judas 1:8-10.
El propio arcángel Miguel no trató de atar a Satanás de la forma en que muchos tele-evangelistas
fanfarrones lo hacen.
Incluso invocando el nombre de Jesús no garantiza que tu exorcismo funcionará. Los hijos de Esceva
prueban esta hipótesis…
Hechos 19:13-16 dice:
“Pero también algunos de los Judíos, exorcistas ambulantes, trataron de invocar el nombre del Señor
Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: “Les ordeno que salgan, en el Nombre de Jesús a
quien Pablo predica.” Siete hijos de un tal Esceva, uno de los principales sacerdotes Judíos, eran los
que hacían esto. Pero el espíritu malo les respondió: “A Jesús conozco, y sé quién es Pablo, pero
ustedes, ¿quiénes son?” Y el hombre en quien estaba el espíritu malo se lanzó sobre ellos, y los dominó
y pudo más que ellos, de manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos”.
La próxima vez que seas tentado a mandonear a un espíritu en el nombre de Jesús, asegúrate de tener
ropa extra en tu automóvil.
3. Dios tiene una mejor idea.
La Biblia no está escrita en código. Hay secciones escritas como descripción narrativa, que registran lo
que sucedió en la historia. Y hay otras secciones narrativas escritas como mandamientos prescriptivos
que se aplican a ti y a mí.
La única instrucción que se nos da como cristianos para confrontar las fuerzas espirituales de la
oscuridad es Efesios 6. Nota su clara ausencia en lo que has visto en la televisión.
Efesios 6: 11 dice, “Revístanse con toda la armadura de Dios para que puedan estar firmes contra las
insidias del diablo. …” y continua en el versículo 13, “Por tanto, tomen toda la armadura de Dios, para
que puedan resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes”.
Él luego enumera: el cinto de verdad, la coraza de justicia, el apresto para el evangelio de la paz, el
escudo de la fe, el casco de la salvación y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios, y la oración
en todo tiempo en el Espíritu.
No requiere agua bendita.
4 COSAS QUE DEBES SABER SOBRE TU CUERPO
Somos parte de una generación sobre-enfocada en el cuerpo. Los medios de comunicación han
explotado la imagen corporal al máximo, al punto de que no podemos ni comer un cereal en la mañana
sin ver la silueta escultural de una mujer impresa en la caja.
Las mujeres somos constantemente bombardeadas por mensajes torcidos. Hemos creído mentiras que
nos tienen cautivas, y sin darnos cuenta fácilmente nos encontramos sirviendo a nuestro propio
cuerpo.
Este engaño es muy sutil, y parte de un pobre entendimiento acerca de la razón por la que Dios nos ha
dado un cuerpo. ¿En algún momento te lo has preguntado? ¿Por qué creó Dios seres humanos con
cuerpos? ¿Por qué no creo solo espíritus? Veamos cómo lo dice Pablo mientras presenta el estándar
moral acerca del cuerpo a los corintios:
“Sin embargo, el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor”, 1 Corintios 6:13b.
La razón por la que Dios nos otorgó nuestro cuerpo es para glorificarle a Él. Es decir que además de las
funciones físicas y biológicas que el cuerpo desempeña, y la capacidad de movimiento que nos otorga,
hay un propósito más glorioso: apuntar a nuestro Creador. Mira cómo lo dice el pastor John Piper:
“Nuestros cuerpos son como instrumentos musicales destinados a tocar melodías de adoración a
Dios. Como herramientas destinadas a trabajar para los propósitos de Dios. Como armas para
luchar por la causa de Dios”.
¿No es esto maravilloso? Dios nos ha dado un instrumento a través del cual podemos dar gloria a Su
Nombre. Saber que el Señor ha creado mi cuerpo para Él es una verdad que cambia completamente mi
perspectiva. Esto nos lleva a reflexionar en 4 verdades acerca de nuestros cuerpos:
Mi cuerpo no me pertenece
¿O no saben a que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y
que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio”, 1 Corintios
6:19-20.
No es solo que mi cuerpo es para el Señor, si no también que lo ha elegido para hacer de Él Su morada
y también lo ha comprado. Él entregó Su cuerpo para ser molido por nuestros pecados, derramó Su
sangre para hacerme posesión suya. ¿Cuál es la respuesta lógica ante tan grande amor? La
encontramos enRomanos 12:1: “Por tanto, hermanos, les ruego a por las misericordias de Dios que
presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable (agradable) a Dios, que es el culto
racional de ustedes”.
La respuesta más razonable es que ahora yo presente mi cuerpo (que ya no me pertenece) como un
sacrificio viviente en adoración a Dios.
Lejos de considerar mi cuerpo como una masa de plastilina a la que le puedo dar forma a mi antojo,
necesito verlo como un templo sagrado cuyo propietario es Dios, y disponerlo a su servicio. Hacerlo útil
para el avance de Su reino.
Mi cuerpo no está hecho para llamar la atención… sobre mí misma
“Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios”, 1 Corintios 6:20b.
¿Y si te digo que sí fuiste creada para llamar la atención?
El problema es que no fuiste creada para llamar la atención sobre ti misma, sino que fuiste diseñada
exclusivamente para llamar la atención hacia Dios. Para apuntar toda gloria a Su Nombre.
Es un reto asentar esta verdad en nuestros corazones mientras somos saturadas de mensajes que
reducen a la mujer a un “cuerpo”, definiéndola por la cantidad de atención que recibe; y cuando las
tiendas están repletas de ropa que solo buscan seducir y atraer miradas.
La manera en la que uso mi cuerpo determina a quién estoy sirviendo. La forma en la que me visto y
me conduzco atraerá la atención hacia mí o hacia a Dios. Ese es el corazón de la modestia, que nuestro
cuerpo y vestimenta puedan decir “no me mires a mí, mira a Dios”.
Mi cuerpo debe ser vestido de buenas obras
“Asimismo, que las mujeres a se vistan con ropa decorosa, con pudor y modestia, no con peinado
ostentoso, no con oro, o perlas, o vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a las
mujeres que profesan la piedad”, 1 Timoteo 2:9-10.
La forma más hermosa en la que una mujer puede adornar su cuerpo es vistiéndolo de buenas obras.
Leerlo es muy fácil, pero vivirlo requiere una muerte constante a los deseos de nuestra carne, poner a
un lado las demandas del mundo de autocomplacencia y de autoservicio. Nos exige que quitemos los
ojos de nosotras mismas y venzamos la tentación de servir a nuestros propios apetitos para servir a los
demás.
Una mujer que viste su cuerpo de buenas obras está tomando su cruz cada día, fijando sus ojos en
Aquel no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos (Mateo
20:28).
Tengo victoria sobre mi cuerpo
“Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Cristo, para que nuestro cuerpo de
pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha
sido libertado del pecado”, Romanos 6:6-7.
Aún estando muertas en nuestros delitos y pecados, Cristo, con el gran amor con que nos amó, nos ha
librado del dominio del pecado a través de Su sacrificio en la cruz y nos ha dado libertad de las
pasiones que nos tenían atadas.
Ya no somos esclavas de los impulsos y deseos de nuestro cuerpo, porque no servimos más al
pecado. Nuestro viejo hombre ya fue crucificado cuando creímos y ahora estamos unidas a Cristo en su
muerte. Y si estamos unidas a Cristo en su muerte, ¡también lo estamos en su resurrección! ¡Qué
gloriosa esperanza!
“Porque si hemos sido unidos a Cristo en la semejanza de Su muerte, ciertamente lo seremos también
en la semejanza de Su resurrección”, Romanos 6:5.
¡Qué nuestros cuerpos glorifiquen a Cristo llevando a todas partes como antorchas encendidas las
marcas de Su muerte y sirvan como fieles recordatorios de esa esperanza de resurrección!
NUESTROS PECADOS PASADOS Y NUESTRO MINISTERIO ACTUAL
Por Charlie Frederico
Pablo escribió: " Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos[a]: Cristo Jesús vino al mundo para
salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero.” (1 Timoteo 1:15).
Es decir, el motivo de la aparición de Jesucristo a este mundo es rescatar a las personas que pecan. O
para decirlo de otra manera, las únicas personas que Jesús rescata son pecadores – los pecadores de
rebelión, inmoralidad, oscuridad, y asesinato. Cuando consideramos también el hecho de que el Padre
envió a su Hijo al mundo, y que el Espíritu Santo, junto con el Padre y el Hijo, facultó al Hijo para el
ministerio, entendemos que el motivo unificado para la entrada del Hijo a este mundo es para salvar a
los pecadores.
Tristemente, hemos rechazado esto en la iglesia evangélica moderna. Somos mucho como las iglesias
de Asia Menor a quien Santiago escribió cuando reprendió a los líderes porel reconocimiento del
hombre rico sobre el pobre (Santiago 2:1-7). Muchos en las iglesias evangélicas son mucho como el
fariseo que despreciaba el publicano porque el publicano era un pecador y el fariseo era tan bueno
(Lucas 18:9-14).
Esta misma actitud se extiende dentro del papel pastoral. Triste, ¿no? A todos los demás se les ha
permitido que han sido rescatados de los pecados, excepto el anciano. Él debe ser un hombre que ha
conocido ningún pecado, arrepentimiento y regeneración. O bien, equilibramos hacia otro lado y
permitir que un pastor que sigue practicando pecado entre al ministerio pastoral. Tampoco es
aceptable.
Vamos a considerar la analogía de Pablo en Romanos 7: 1 ss para nuestra conclusión sobre este asunto.
El escribió:
1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo a los que conocen la ley), que la ley tiene jurisdicción sobre
una persona mientras vive? 2 Pues la mujer casada está ligada por la ley a su marido mientras él
vive; pero si su marido muere, queda libre de la ley en cuanto al marido. 3 Así que, mientras vive su
marido, será llamada adúltera si ella se une a otro hombre; pero si su marido muere, está libre de la
ley, de modo que no es adúltera aunque se una a otro hombre. 4 Por tanto, hermanos míos, también a
vosotros se os hizo morir a la ley por medio del cuerpo de Cristo, para que seáis unidos a otro, a
aquel que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.
La analogía es simplemente una referencia a la Ley sobre el matrimonio del Antiguo Testamento
(Génesis 2: 2-25; Éxodo 20:14 Levítico 20:10 Números 5:13ss.; Deuteronomio 22: 22-24..). El
propósito de la analogía es enseñar que la muerte ocurrió realmente a la persona que ha sido
justificado en Cristo. Y ¿a que dice Pablo que un hombre ha muerto en Cristo? La Ley. ¿Qué ley? La
misma ley que condenaba al adúltero. Es la misma ley que rigio el matrimonio en Israel. Es la misma
ley que Moisés enseñó. Es esa Ley a la que Pablo se refiere.
Y ¿qué es lo que sabemos acerca de esa Ley? Bueno, en resumen, Pablo dijo en 1 Timoteo 1: 9-10:
9 reconociendo esto: que la ley no ha sido instituida para el justo, sino para los transgresores y
rebeldes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y
matricidas, para los homicidas, 10 para los inmorales[a], homosexuales, secuestradores, mentirosos,
los que juran en falso, y para cualquier otra cosa que es contraria a la sana doctrina,
¿Ve esto? La Ley fue hecha, no para el justo, sino para los pecadores.¿Qué tipos de pecadores? ¡de
todos los tipos! La Ley era tan extensa que identificó categóricamente pecados; pecados como el
asesinato, la inmoralidad, la homosexualidad, el secuestro, y similares. Además, la Ley para Israel
también permitió la condena, la pena de muerte, que seguiría la práctica de esos pecados (véase
Levítico 20). Si Jesús era simplemente un Moisés reconstituido, entonces la ley de Moisés todavía sería
obligatoria.¡Pero Él no lo es!
Usted ve, una vez que un hombre está en Cristo, el Hijo de Dios, recreado por la voluntad del Padre y el
poder del Espíritu Santo, ese hombre ha muerto y ya no está condenado por la ley! La Ley de Moisés,
que categoriza tantos pecados, ya no es capaz de condenarlo. Por lo tanto, al igual que la mujer
sorprendida en adulterio (aunque no es una parte del texto canónico, y sin embargo sabio no obstante),
tampoco debemos condenarlo.
Esto no permite la continuidad en el pecado (Romanos 6: 1 ss.). Pero, esa no es la discusión aquí. El
tema es que el hombre que ha cometido pecados antes de su salvación, después de dar pruebas de la
verdadera regeneración (Gálatas 5: 22-23), se puede considerar para el ministerio pastoral. La única
plaga que podrían ser causada sobre el ministerio al traer a un ex pecador en un papel de liderazgo es
que no coincide con la imagen del mundo perfecto que la iglesia contratante quiere proyectar. Si ese es
el caso, yo no aconsejaría que un pecador salvado por la gracia de Dios fuese allí de todos modos!
Si usted es parte de una iglesia considerando a un hombre para el ministerio, por favor, sea realista! Si
usted no puede elegir a un hombre a causa de su pasado pecaminoso antes de la salvación, usted
podría estar buscando por mucho tiempo. Más bien, elija a un hombre en base a su nivel actual de la
fidelidad, poniéndolo a una prueba razonable de obediencia desde el punto de su verdadera salvación
en adelante. La profundidad del ministerio de un hombre así será mucho mayor que el ministerio de
un hombre que, en su justicia propia, esta agradecido que no es como el publicano de allá.
El Gran Punto de Partida: la Palabra de Dios
23 JULIO 2015
tags: Apologética, Bibliología, Greg Bahnsen, Todos los Artículos
El Gran Punto de Partida: la Palabra de Dios
Por Greg Bahnsen
El desacuerdo entre el creyente y el no creyente que da lugar a la necesidad de la apologética, como
hemos visto en el último estudio, no es simplemente sobre puntos aislados en particular. En principio
dos sistemas o perspectivas filosóficas completas entran en conflicto cuando se discute la veracidad de
la fe cristiana. Es por ello que el apologista no puede estar satisfecho al discutir solamente sobre ciertos
hechos (incluso aquellos hechos muy especiales conocidos como “milagros,” como la resurrección de
Cristo). La argumentación de hechos puede llegar a ser necesaria, pero nunca es suficiente. Lo que uno
supone ser objetivo, así como la interpretación de los hechos aceptados, se regirá por su filosofía
subyacente de hechos, es decir, mediante presuposiciones más básicas, orientadas al valor, de
categorización, de determinación de posibilidad, de probabilidad de clasificación, supra-empíricas y
religiosamente motivadas. Por lo tanto, es en este nivel de presuposición que la obra fundamental en la
defensa de la fe se tiene que hacer.
Esto también se manifiesta de una manera un tanto diferente. Toda la argumentación sobre los temas
fundamentales, finalmente se detiene en el nivel de las presuposiciones del disputante. Si un hombre
ha llegado a la conclusión, y se ha comprometido a la verdad de un cierto punto de vista, P, cuando es
desafiado en cuanto a P, el ofrecerá apoyo a la argumentación para ello, Q y R. Pero, por supuesto,
como su oponente será pronto en señalar, esto simplemente cambia el argumento para Q y R. ¿Por qué
los acepta? El proponente de P está llamado a ofrecer S, T, U y V como argumentos para Q y R. Y así el
proceso continúa una y otra vez. El proceso se complica por el hecho de que tanto el creyente y el no
creyente estarán involucrados en este tipo de cadenas de argumentación. Pero todas las cadenas de
argumentos deben llegar a su fin en algún lugar. Las conclusiones de uno jamás se podrían demostrar
si son dependientes de una regresión infinita de justificaciones argumentales, porque bajo esas
circunstancias la demostración no se podría completar. Y una demostración incompleta no demuestra
nada en absoluto.
Eventualmente toda argumentación termina en algún punto de partida lógico primitivo, una
perspectiva o premisa celebrada como incuestionable. La Apologética se remonta a tales puntos de
partida finales o presuposiciones. En la naturaleza del caso, estos presupuestos son consideradas ser
evidencia por si sola: son la máxima autoridad en el punto de vista de uno, una autoridad de la que no
se puede dar una mayor autorización. Así pues, toda la argumentación apologética requerirá tal
fundamento final, una presuposición final y auto-validada o punto de partida para el pensamiento y el
compromiso. El apologista concienzudo debe considerar justo cuál es su punto de partida real.
Pero ahora surge un problema, obviamente. Si las cadenas de argumentos deben eventualmente
terminar, y si el creyente y el incrédulo tienen puntos de partida en conflicto, ¿cómo podría ser resuelto
el debate apologético? Puesto que hay diferentes autoridades primitivas en el ámbito del pensamiento,
¿se reduce la apologética a una "voluntad de creer" ciega y voluntaria? ¿Es la decisión a favor o en
contra de la fe una mera cuestión de gusto personal eventual? Bueno, la respuesta tendría que ser sí, si
el apologista se contentara simplemente con argumentos y evidencias de, hechos aislados selectos.
Pero la respuesta es no, si el cristiano lleva su argumento más allá "de los hechos y nada más que los
hechos" al nivel de presuposiciones evidentes –los supuestos finales que seleccionan e interpretan los
hechos.
En este nivel de conflicto con el incrédulo que el cristiano debe preguntar, ¿Cuál en realidad será la
presuposición incuestionable y auto-evidente? Entre el creyente y el incrédulo, ¿Quién en realidad
tiene el punto de partida más claro para el razonamiento y la experiencia? ¿Cuál es ese punto de
partida presuposicional?
Aquí el apologista cristiano, defendiendo sus presuposiciones finales, debe estar preparado para
argumentar la imposibilidad de lo contrario, es decir, argumentar que la perspectiva filosófica del
incrédulo destruye el sentido, la inteligencia, y la posibilidad misma del conocimiento, mientras que la
fe cristiana ofrece el único marco y condiciones para la experiencia inteligible y certeza racional.
El apologista debe contender que el verdadero punto de partida del pensamiento no puede ser otro que
Dios y Su palabra revelada, porque ningún razonamiento es posible, sin esa autoridad final. Aquí y sólo
aquí uno encuentra el punto de partida de verdad incuestionable.
Debe quedar claro que este es el punto de vista de la Escritura. Es la palabra de Dios la que debe ser
nuestra premisa fundamental e indiscutible en el pensamiento y la argumentación, en lugar de
apoyarse de forma independiente en “hechos brutos.” Cristo demostró que la palabra de Dios (y por lo
tanto Su propia enseñanza) tenían mayor autoridad en el mundo del pensamiento; era el punto de
partida firme, el fundamento evidente, y el estándar final de la verdad. Como tal, nada era más
definitivo de lo que es o que pueda llamarse a tela de juicio. Así Cristo nunca consentiría poner al Señor
Dios a prueba (Mat. 4:7). Así también, Cristo se designó a Sí mismo como "la verdad" (Juan 14: 6).
Cristo y Su palabra se mantienen firmes como el gran punto de verdad establecido y confiable; Sólo él
puede designarse a Sí mismo “el Amén,” (Apoc. 3:14 Isaías 65:16.) y anteponer Sus pronunciamientos
con “en verdad, en verdad os digo…” (Juan 3:3, 5, 11 , etc.). Cristo y su Palabra son verdad auto-
testificados por sí mismos.
Como el estándar de verdad contra la que deben medirse todas las demás afirmaciones, Cristo no se
basó en el respaldo o evidencia de otros para Su enseñanza: Él enseñaba con autoridad autosuficiente
(Mateo 7:29.). Si alguien se niega a recibir sus palabras, esas mismas palabras podrían interponerse en
el juicio sobre él (Juan 12: 48-50); tienen la autoridad máxima como proveniente del Señor, por lo
tanto no son objeto de impugnación (Mateo 20:1-15). Cristo declaró que sería más tolerable el castigo
para Sodoma que para aquella ciudad que no recibiera la proclamación apostólica porque (como se
explicó a los apóstoles) “El que a vosotros oye, a mí me oye” (Lucas 10:10-16). La palabra divina tiene
autoridad en sí mismo, llevando su propia evidencia inherentemente. En consecuencia, ningún hombre
tiene la prerrogativa de ponerla en tela de juicio (Romanos 9:20.); en cambio, los que contienden con
Dios están obligados a responder (cf. Job 38: 1-3; 40:1-5). La veracidad de Dios debe ser presupuesta
de forma automática (Romanos 3: 1.), Porque Él habla con inconfundible claridad (Romanos 1: 19-20;
Salmos 119:130).
Cristo desdeñaba los que buscaron señales más allá de la autoridad de Sus palabras (Mateo 12:39; 16:
4.); consciente de esto, Lucas prologó un incidente de este tipo con las palabras "bienaventurados los
que oyen la palabra de Dios y la guardan" (Lucas 11:28). Los apologistas deben tener en cuenta que
Cristo no necesita el testimonio y la gloria del hombre (Juan 05:31, 41); Su mayor testimonio viene del
Padre, hablando en la Escritura (Juan 5:37, 39). La negativa de los hombres a creer la palabra de Cristo
no se atribuye a la falta de pruebas objetivas, sino más bien a su no permanencia en esa palabra auto-
evidente de Dios (Juan 5: 36-38). La Escritura es autoritativa en sí para testificar de Cristo, porque la
palabra de Dios es más segura que cualquier experiencia de testigo ocular de los hechos (2 Pedro 1: 16-
19). Si los hombres no se someten al gran punto de partida auto-evidente de la palabra de Dios,
tampoco les convencerá el hecho de una resurrección histórica (Lucas 16:31). Por lo tanto, cuando
ciertos discípulos eran reacios a creer el hecho de la resurrección de Cristo, Él los reprendió, no por no
prestar atención a evidencia experimentada, sino por su renuencia a creer las Escrituras (Lucas 24: 24-
27).
Así vemos esto, en términos de un método Bíblicamente guiado, el quid de la apologética cristiana no
son los meros hechos experimentados (necesarios como puedan ser), sino la revelación de Dios en su
veracidad propiamente acreditable. Como defensores de la fe, estamos obligados a "probar los espíritus
si son de Dios" (1 Juan 4: 1); se requiere discernimiento y defensa a nivel de punto de partida y
presuposición, al igual que en todos los niveles más altos. La norma final por el cual todas las
afirmaciones religiosas (positivas o negativas) han de ser juzgadas es la enseñanza apostólica (1 Juan
4:2-3) -que significa que ella misma es juzgada por nada más definitiva; no hay una “autoridad
superior” que la propia palabra auto-evidenciada de Dios. Por lo tanto, cuando el debate apologético se
centra (eventualmente) en el tema de las presuposiciones en conflicto, el creyente ha de defender la
palabra de Dios como punto de partida definitiva, la autoridad incuestionable, el fundamento
propiamente acreditada de todo pensamiento y compromiso. En el nivel donde existen afirmaciones
conflictivas en cuanto al verdadero punto de partida evidente, nuestra argumentación apologética debe
requerir todo o nada: ya sea una rendición total al Señorío epistémica de Cristo (Colosenses 2: 3) o una
absoluta vanidad intelectual y aflicción de espíritu (Ecl. 1:13-17). Debemos argumentar a partir de la
imposibilidad de lo contrario. No se puede dar a la verdad fundamental de la fe cristiana una defensa
más grande o rigurosa que esto. Las evidencias simples de la naturaleza, la personalidad, la lógica, o la
historia no pueden ser suficientes cuando el debate alcanza el nivel de presuposición: no pueden
derribar todo elevado razonamiento que se levanta contra el conocimiento de Dios y demandar que
cada pensamiento se lleve cautivo a la obediencia a Cristo ( cf. 2 Cor. 10: 4-5).
El incrédulo no se debe abandonado con falsas pretensiones: por ejemplo, que su problema es
simplemente una falta de información, o que simplemente tiene que corregir algunos de sus
silogismos, o que su experiencia y pensamiento están bien en lo que cabe. En la actualidad, los
principios de pensamiento, razón, y realidad apegados al incrédulo conduciría a pronunciar una
necedad intelectual y destrucción (1 Corintios 1:20; Mateo 7:26-27). Esto es lo que hay que señalar,
testificando que lo contrario del cristianismo es imposible, mientras que por otro lado los dogmas de fe
proporcionan las condiciones previas necesarias de inteligibilidad y significado. Tal es la perspectiva y
el método bíblico.
La fuente del problema moral y epistemológico del incrédulo es que tiene el punto de partida
equivocado y autoritativo (supuestamente auto-evidente), en su pensamiento. Debería ser obvio,
entonces, que el apologista puede ayudar al creyente sólo si el apologista está plenamente consciente
de la autoridad, genuinamente auto-evidente y máxima en el ámbito del pensamiento, y es fiel al
argumentar de una manera tal que su defensa tiene sus raíces en esa presuposición (Mateo 15:14; cf. 2
Cor 4: 4; Efesios 4:18 con Juan 9:39; Hechos 26:18; Sal. 119: 18).
De hecho, hay el argumento, como muchos se apresuran a señalar, que este método de presuposición
de la apologética asume la verdad de las Escrituras con el fin de argumentar a favor de la verdad de las
Escrituras. Tal es inevitable cuando se debaten las grandes verdades. Sin embargo, tal no es
perjudicial, porque no es un círculo plano en el que uno razona (es decir, "la Biblia es verdad porque la
Biblia es verdad"). Más bien, el apologista cristiano simplemente reconoce que la verdad última, la que
es más penetrante, fundamental y necesaria, es tal que no se puede argumentar de manera
independiente de las condiciones inherentes a la misma. Uno debe presuponer la verdad de la
revelación de Dios a fin de razonar en absoluto, incluso al razonar sobre la revelación de Dios. El hecho
de que el apologista presupone la palabra de Dios con el fin de sostener una discusión o debate sobre la
veracidad de esa palabra no anula su argumento, sino que lo ilustra.
DIOS TOMA EL CHISME MUY EN SERIO Y USTED TAMBIÉN DEBERÍA
Un pastor amigo mío una vez me contó una historia acerca de una señora en su iglesia viniendo hacia
él después de haber terminado la predicación. Ella se deslizó hacia él y rápidamente dijo: “¿Sabía usted
que los Smith tienen una problema con________?” Mi amigo miró y pronunció una línea clásica –
que todos esperamos que no tenemos las agallas para decirlo. Él dijo: "¿Saben ellos que usted tiene un
problema con el chisme?” Ella rápidamente salió corriendo …
Demasiado a menudo somos culpables de uno de los más atroces de los pecados. Para empeorar las
cosas, ni siquiera pensamos en ello como si fuera pecado. Es el pecado del chisme. Nos reímos de
nosotros mismos y decimo que lo estamos haciendo bastante bien. Después de todo, no estamos
viviendo en la perversión sexual, no estamos robando, pasamos momentos de tranquilidad con el
Señor, vamos a la iglesia, servimos el cuerpo de Cristo … Sin embargo, nos estamos engañando a
nosotros mismos cuando se trata de los asuntos de la lengua.
1. Dios Toma el Chisme Muy en Serio
En Proverbios 6: 17-19, Dios nos da una lista de siete cosas que son una abominación para Él.
“17 ojos soberbios, lengua mentirosa,
manos que derraman sangre inocente,
18 un corazón que maquina planes perversos,

pies que corren rápidamente hacia el mal,


19 un testigo falso que dice mentiras,

y el que siembra discordia entre hermanos.”


Observe que alguien que "siembra discordia entre hermanos" se incluye en esta lista. Este es un asunto
serio a los ojos de Dios. Difundir discordia es "difundir controversias" en el hebreo. Tiene que ver con
causar problemas entre las personas (el motivo de uno o las intenciones no importan, sólo el
resultado).
Usted puede tener no pretender difundir intencionalmente contiendas, pero la realidad de la situación
es que usted extendió contienda con su chisme. Los chismes en sí mismo es el ataque a la credibilidad y
el carácter de otra persona por la repetición de la información negativa en relación con ese individuo.
Se inicia así: usted tiene cierta jugosa información que acaba de escuchar acerca de una persona y no
puede esperar para decirle a otros acerca de ello. Tal vez usted no está incluso pensando en cómo
quiere humillarle; sin embargo, eso es exactamente lo que está haciendo. Usted está asesinando a su
carácter y credibilidad a los ojos de otra persona.
Dios dice que es una abominación. Así que seamos claros, el chisme es definitivamente un pecado ante
Sus ojos. Para ponerlo en perspectiva, veamos otro pasaje en el que se utiliza la misma palabra.
“No te echarás con varón como con mujer; es abominación” (Levítico 18:22)
Así que muchos cristianos de finales son tan rápidos para condenar la homosexualidad como una
abominación ante el Señor, y sin embargo, cuántos son igual de rápidos para condenar los chismes
bélicos que escuchan todos los días. Usted puede ser rápido para condenar que homosexual en protesta
por la calle, pero ¿sería tan rápido para condenar a esa viejecita sentada a su lado en la iglesia haciendo
comentarios groseros sobre la esposa del pastor?
Pablo también se refiere a los chismes en el Nuevo Testamento, especialmente en las epístolas
pastorales. En Tito 2: 3, 1 Timoteo 3:11 y 2 Timoteo 3:31, Pablo advierte de los "chismes maliciosos" o
"diabolos" en el idioma griego. Aquellos que difunden rumores maliciosos son un peligro para la
comunidad cristiana en su conjunto.
Puede que no pensamos en ello en términos comparables con otros pecados como la fornicación o el
adulterio, pero el pecado del chisme es tan peligroso para el cuerpo de Cristo. Nada va a destruir a un
grupo de personas como los chismes corriendo salvaje a través de él como un reguero de pólvora sin
control destruyendo todo a su paso. La palabra que usa Pablo aquí en estos pasajes es "diabolos."
Obtenemos nuestra palabra "diablo" de esta palabra. Significa literalmente "calumniar, o para acusar
falsamente".
Cuando los de la iglesia calumnian a otros y participar en chismes, son como el diablo, quien ha sido un
calumniador desde el principio. Son en efecto diablillos, provocando divisiones en el cuerpo de Cristo.
Usted puede ver por qué el apóstol Pablo advierte a estos dos pastores jóvenes a desconfiar de chismes
maliciosos en la iglesia.
2. Formas Comunes En Que Una Persona Hace Chismes:
Dios odia la lengua mentirosa (Proverbios 06:17), otra abominación ante el Señor. La mayoría de los
creyentes no luchan con la mentira manifiesta, o crear algo falso sobre otra persona. El problema para
la mayoría de la gente viene cuando oyen algo que no han verificado como verdad y luego lo repiten
como si ellos supieran de lo que están hablando.
No sea el que la transmite mentiras sobre otra persona. Esto se demuestra de otra manera cuando
hablamos a otros acerca de una persona, pensando que sabemos lo que está pasando en sus vidas. Muy
a menudo, sólo llegamos a ver una pequeña parte de la vida de una persona. Hacer juicios sobre una
persona y después de hablar con otros acerca de ellos nos pone en el lugar de Dios. Nosotros
blasfemamos, quitando a Dios fuera de Su trono y colocandonos nosotros allá arriba. Esto es lo que
Santiago está hablando en Santiago 4: 11-12, "… hay un dador de la ley …" y no es USTED!
Otra forma de chisme es cuando usted repite algo a otra persona y lo justifica diciéndose a sí mismo:
"Bueno, es la verdad." No importa si es la verdad o no, no lo repita a otros. Si te das cuenta o no, usted
está fomentando la lucha entre los hermanos. He oído esto salir en la iglesia cuando los demás hablan
de cosas de las que no deberían.
A menudo surge de esta manera: "¿Puedes orar por esto y esto, ellos están luchando con _____ en este
momento?" Esto no es más que un intento de chisme santificado. La clave aquí es que todavía es el
chisme. Ore por la persona que está pasando por pecado; no traicione confidencias. Si alguien le ha
dicho un chisme, digales que lo que están haciendo es pecado y deben detenerse. Luego ore tanto por
ambas personas, la que tiene el problema y la entrometida que se lo dijo.
El reto para cada uno de nosotros cuando nos enfrentamos con el chisme es ser el enlace que termina
en la cadena de chismes.
3. Pasos Prácticos para Domar su Lengua
Al hablar acerca de otra persona, usted está umillandola y enalteciéndose a usted mismo. Sus chismes
vienen de una posición de arrogancia y orgullo y no de amor. Si realmente pensamos sobre nosotros
mismos Bíblicamente, la comprensión de las profundidades de nuestro propio pecado ante Dios, no
seríamos tan rápido hablar de los pecados y faltas de los demás.
Para darle la vuelta, cuando usted se gloría en los defectos de los demás y repetirlas, usted esta
básicamente diciendo que nunca haría una cosa así. ¿Cuan arrogante es eso ?! Santiago condena el
arrogante en Santiago 4:7, “Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias. Toda jactancia semejante es
mala.” La respuesta de Santiago a la arrogancia es, “Humillaos en la presencia del Señor y El os
exaltará” (Santiago 4:10). La humildad es la comprensión de que Dios es grande, y tu no lo eres.
Estos son algunos puntos rápidos para ayudarle con el pecado del chisme:
El amor bíblico cree lo mejor de la gente (1 Corintios 13:7) – El hecho de que usted oye algo
malo de una persona no significa que sea cierto. No lo repita; vaya a la persona usted mismo.
Si no puede decir algo bueno de alguien, entonces no digas nada en absoluto. (Efesios
4:29) – Mi mamá me enseñó esto cuando yo era un niño. Habla sólo lo bueno de una persona.
Domestique su lengua, el dominio propio es fruto del Espíritu (Gálatas 5: 22-25) – Un
creyente que crece en madurez tendrá estas cualidades cada vez más en su vida!. Si usted es un
verdadero creyente, entonces usted puede resistir los pecados de la lengua y practicar dominio propio.
Cuidado con quien andas. “Las malas compañías corrompen las buenas costumbres" (1 Corintios
15:33) – creyentes inmaduros necesitan corrección e instrucción, no un participante dispuesto a los
chismes. Niéguese a escuchar y participar en chismes de cualquier tipo.
Reflexiones finales
Con el fin de hacer frente a los chismes, debemos reconocer en primer lugar que es pecado ante el
Señor. Es un asunto serio, uno que no puede ser pasado por alto o ignorado. Dios lo ve como grave y
nosotros debemos también. Mi lista de ejemplos de chismes hoy no pretende ser exhaustiva, sólo para
hacerle pensar sobre su propio uso de la lengua.
Estoy seguro de que cada uno de ustedes puede llegar a muchos ejemplos de cómo usted fue víctima de
chismes, o el autor del mismo. Ruego que cada uno de nosotros este consciente de lo que Santiago dice
en Santiago 3:2: " Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que
dice[b], es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.”
CÓMO DEBEN LOS CRISTIANOS COMENTAR ONLINE
Leer los comentarios que escriben las personas es un estudio interesante, y a veces preocupante, de la
naturaleza humana. Y leer los comentarios de los que se profesan cristianos en páginas cristianas (así
como otras páginas) puede ser un estudio desalentador en la teología aplicada.
La naturaleza impulsiva e impetuosa de los comentarios en sitios web y redes sociales es lo que a
menudo los convierte en comentarios casi inútiles y hasta destructivos. Los comentarios pueden
fácilmente ser descuidados. Es por eso que debemos prestar atención a la advertencia de Jesús: “Y yo
os digo que de toda palabra vana que hablen los hombres, darán cuenta de ella en el día del juicio”
(Mateo 12:36). Esta precaución hace del comentar un asunto serio ante Dios.
¿Cómo debemos comentar?
Poco: “En las muchas palabras, la transgresión es inevitable, mas el que refrena sus labios es
prudente” (Proverbios 10:19).
La Biblia nos aconseja frenar nuestros labios (que en el siglo XXI incluye nuestros pulgares para
textear) porque el necio tiene muchas palabras (Eclesiastés 5:3). Somos sabios al apropiarnos de este
consejo. También es útil recordar que nuestra naturaleza pecaminosa nos da a todos un sentido
exagerado de nuestra propia importancia. Pero la humildad del evangelio nos lleva a estimar a los
demás como superiores a nosotros mismos (Filipenses 2:3). Tal vez nuestras opiniones no son
necesarias después de todo.
Lentamente: “que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira;” (Santiago 1:19).
Si un artículo o post nos hace enojar, casi nunca debemos escribir en la irritación del momento. En ese
estado de ánimo es muy difícil ser “amables, mostrando toda consideración para con todos los
hombres” (Tito 3:2). Lo mejor es esperar y orar. Una hora o un día probablemente producirán un
comentario con más gracia, si es que realmente se necesita un comentario.
Con gracia: “Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que
sepáis cómo debéis responder a cada persona” (Colosenses 4:6).
Todas las cosas que son dichas fuera de la Biblia por seres humanos caídos, especialmente las
actualizaciones de las redes sociales, son limitadas, deficientes y defectuosas. Y todos nosotros leemos
a través de los filtros de nuestra experiencia y perspectiva. Todos decimos e interpretamos las cosas de
manera incorrecta. Por tanto, debemos ser amables y pacientes, tratando de asumir lo mejor de la
gente.
¿Cuándo debemos comentar?
Para el cristiano, el propósito para decir lo que sea, a quien sea, cuando sea, sea con los labios o las
manos, es “para que imparta gracia a los que escuchan” (Efesios 4:29). Así que si discernimos que
debemos comentar en el post de alguien, nuestro motivo debe ser el extenderles gracia. Cuando
decidimos que sí sería bueno comentar, aquí comparto algunas sugerencias de cómo extender gracia:
Da gracias: Dar las gracias puede ser la mejor y más frecuente razón para comentar. Si un escritor
aumenta nuestra comprensión o alienta nuestras almas o amablemente nos exhorta o advierte,
expresar nuestra gratitud es apropiado para nosotros y da vida al escritor. El escrito no tiene que ser
perfecto. Si nos ayuda, podemos dar gracias; si no nos ayuda, no tenemos que decir nada.
Anima: Generalmente, a nosotros los humanos nos resulta más fácil criticarnos unos a otros que
animarnos unos a otros. A menudo, esta respuesta es orgullo pecaminoso infectando nuestras
habilidades de pensar críticamente. Hay fácilmente cien críticos para cada persona alentadora. Como
gente del evangelio, que tratan de extender gracia, los cristianos pueden usar los comentarios para
alentar y edificar al escritor y a otros lectores (1 Tesalonicenses 5:11). Busca e identifica la gracia en un
artículo o post.
Aclara: Si un artículo es confuso o nos suena erróneo, extender gracia es primero hacer preguntas
aclaratorias, en lugar de inmediatamente saltar a conclusiones. Una pregunta amable y perspicaz
podría revelar el error de un escritor o un malentendido de un lector.
Corrige (tiernamente): Corregir debe ser poco común. En general, creo que se desperdicia
demasiado tiempo en la elaboración de críticas en los comentarios y luego defendiendo esas críticas de
comentaristas contrarios. Pero de vez en cuando un error en doctrinas o hechos puede ser lo
suficientemente importante como para justificar una corrección. En estos casos hay que recordar la
instrucción de Pablo:
“Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido,
corrigiendo tiernamente a los que se oponen, por si acaso Dios les da el arrepentimiento que conduce
al pleno conocimiento de la verdad” (2 Timoteo 2:24-25).
La humildad auténtica de corazón y de tono es esencial. Espera y ora hasta que puedas opinar de una
manera que corresponda a la exhortación de Pablo. Y no seas atraido a emplear mucho tiempo en
“palabrerías vacías y profanas” con otros comentaristas (2 Timoteo 2:16). Deja el comentario en fe y no
te ofendas si no recibes una respuesta. Si conoces al autor personalmente, evita corregirlos con un
comentario público. Escríbele o llámado en privado.
No provoques incendios
Para terminar, recordemos estas sobrias palabras del apóstol Santiago:
“Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la
cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra
vida” (Santiago 3:1).
Santiago escribió esta advertencia a los cristianos. Los cristianos crean incendios en hilos de
comentarios. No causemos incendios a través de palabras descuidadas por las que tendremos que
rendir cuentas. Más bien, vamos a contener nuestros labios/dedos, y cuando hablemos, que solo sea
para extender gracia a los oyentes.
ANATOMÍA DE UNA IGLESIA ENFERMA: 10 SÍNTOMAS A OBSERVAR
Hay ciertos síntomas que los médicos buscan cuando reciben a un paciente. Quieren comprobar su
presión arterial y temperatura. Hacen exámenes de sangre para ver si hay algunas señales de
alarma. Ellos buscan síntomas que podrían indicar la existencia de problemas reales de salud.
Después de haber servido en diferentes iglesias por treinta años, yo también busco síntomas que
pudieran apuntar a mayores problemas de salud. Los síntomas no son necesariamente el problema;
simplemente proporcionan advertencias o alarmas de problemas potenciales.
Si bien hay muchos síntomas posibles de una iglesia enferma, he encontrado que hay diez comúnmente
encontradas en todas. No están listados en ningún orden en particular:
1. Disminución en la asistencia al culto de adoración. Sorprendentemente, la mayoría de los
líderes de iglesias no consideran la asistencia al servicio. Aconsejo a los líderes a comparar el promedio
de asistencia de cada mes con el mismo mes del año anterior.
2. Disminución en la asistencia de los miembros de la iglesia. Este síntoma es la principal
explicación de baja asistencia en la mayoría de las iglesias. Sus miembros no están tan comprometidos
como lo estaban antes. Su amor menguante por su iglesia se refleja en la disminución de su frecuencia
en la asistencia al culto de adoración.
3. Falta de alegría y vitalidad en el culto de adoración. Obviamente, este síntoma es
subjetivo. Sin embargo, es muy importante. La mayoría de las personas pueden sentir cuando un
servicio de adoración está vibrante, tibio, o muerto.
4. Poco fruto de la evangelización. Como regla general, una iglesia saludable alcanzará al menos a
un no cristiano por cada veinte de los asistentes al culto. Una iglesia con una asistencia al culto de 200,
por ejemplo, debería ver al menos diez nuevos cristianos al año.
5. Bajo impacto en la comunidad. En mis consultas, trato de encontrar indicadores claros de que
una iglesia está haciendo una diferencia en su respectiva comunidad. Les pregunto a los líderes de la
iglesia y a miembros de la comunidad que me den ejemplos e indicadores claros de esto.
6. Más reuniones que tiempo ministrando. Una iglesia enferma se reunirá para
solamente hablar sobre lo que deben hacer en lugar de hacerlo. Algunas iglesias tienen más
conversaciones que conversiones.
7. Reuniones mordaces. Los cristianos pueden y van a tener desacuerdos. Iglesias enfermas tienen
reuniones en las que los desacuerdos reflejan una evidente amargura e ira.
8. Pocas personas nuevas en los servicios de adoración. Una iglesia vibrante
atraerá visitantes; una iglesia enferma no.
9. Guerras de adoración. Sí, todavía existen en muchas iglesias las guerras sobre el estilo de
adoración apropiado en la iglesia. Esas guerras son indicadores de un enfoque “hacia uno mismo” por
parte de sus miembros.
10. Expectativas poco realistas de la labor pastoral. Iglesias enfermas ven a sus pastores y a
otros miembros del equipo ministerial como jornaleros que deben hacer toda la obra del
ministerio. Las iglesias saludables ven a sus pastores como capacitadores para que sus miembros
hagan gran parte del ministerio.
Ninguno de estos síntomas son buenos, pero las iglesias pasan por períodos en los que muestran
algunos de ellos. La clave está en reconocer los síntomas y responder rápidamente.
Aquí está mi propio análisis subjetivo de la salud de la iglesia de acuerdo a su número de síntomas:
1 a 2 síntomas: Normal para la mayoría de las iglesias durante un corto período de tiempo. No es un
indicador de mala salud, pero los síntomas deben abordarse de inmediato.
3 a 4 síntomas: La iglesia está enferma y necesita atención inmediata.
5 a 6 síntomas: La iglesia está muy enferma, Si no se hacen cambios significativos, la congregación
estará en peligro de pasar a la fase de enfermedad terminal.
7 a 10 síntomas: La iglesia está en peligro de morir en los próximos cinco a diez años. Aunque es
posible que una iglesia se recupere a este nivel de enfermedad, es raro. La intervención debe ser rápida,
intensa y dramática. La cantidad de cambios necesarios es a menudo más de lo que la mayoría de los
líderes y miembros estarán dispuestos a soportar.
Evalúa honestamente a tu propia iglesia con estos indicadores de síntomas. ¿Qué ves? ¿Qué debes
hacer si hay una serie de síntomas?
LA IGLESIA: UN NEGOCIO REDONDO
Durante el verano del 2010, luego de mi graduación de secundaria, mi clase decidió organizarse y hacer
un último compartir antes de que todos tomáramos caminos separados para comenzar nuestras
carreras universitarias. Sin embargo, en medio de nuestros chistes y conversaciones, de alguna
manera, salió el tema de la iglesia.
Para aquel entonces solo llevaba cerca de un año como cristiano, de modo que todos sabían acerca de
mi nueva fe. En medio de la conversación, uno de mis compañeros me dijo directamente: “Sabes que
eso de los pastores es una pillería”. No recuerdo todos los detalles de lo que sucedió, pero esa frase se
quedó grabada por siempre en mi mente.
Lamentablemente, esta es la actitud que muchas personas tienen para con la iglesia en Latinoamérica.
La iglesia es vista como una entidad de poca confianza, donde el fin principal es la explotación del
bolsillo de las masas. Tristemente, esta idea tiene cierta razón histórica puesto que han habido grandes
entidades religiosas que han descerebrado a las masas con el fin de lucrarse: desde la venta de
indulgencias para justificar la construcción de la Capilla Sixtina, la alianza político-religiosa de
entidades religiosas con estados totalitarios, y la ráfaga moderna de la teología de la prosperidad. No
obstante, esto es solo una cara de la moneda.
La otra cara de la moneda
Antes de mi conversión, en mis años de agnosticismo, yo también tenía una percepción similar con
respecto a la iglesia. Pensaba que era un negocio redondo, una entidad que se dedicaba al lavado de
cerebros por medio del miedo. Sin embargo, una vez comencé a asistir a una iglesia local, poco a poco
comencé a ver que ese no era el caso. Más temprano que tarde noté que muchos a mi alrededor se
interesaban en mí como persona e invertían tiempo, energía y hasta dinero en mí, a pesar de que yo no
tenía nada que ofrecerles. En pocas palabras, era como si fuera parte de su familia. Desde entonces,
una nueva perspectiva con respecto a la iglesia se impregnó en mi corazón.
Esto es algo que he visto repetidas veces en mi vida y en las de otros. Estas son experiencias de las
cuales probablemente nunca te enterarás si tienes una actitud tan escéptica para con la iglesia como
para darle una oportunidad. Estas pequeñas acciones de amor no son tu típico material de primera
plana. Por ejemplo, en el 2014 un tornado pasó por Vilonia, Arkansas, una ciudad cercana a donde yo
residía. Los primeros en ofrecer ayuda voluntaria organizada fueron un centenar de iglesias de áreas
limítrofes, invirtiendo mucho dinero y esfuerzo en ayudar a las víctimas del tornado. No fueron
organizaciones seculares como American Atheist, ni el club local de Humanistas y Libres Pensadores,
sino una multitud de iglesias de todas partes del estado—y si no estuviste ahí para verlo,
probablemente ni te hubieras enterado.
Es la iglesia, de nuevo, quien más se ha movido con el fin de eliminar el tráfico humano, entregándose
en cuerpo y alma por la causa. Por ejemplo, decenas de miles de estudiantes universitarios cristianos
formaron una conferencia en donde donaron dinero en grandes cantidades, no para comprarle un jet
privado a un fanfarrón de la prosperidad, sino para contribuir con la erradicación de la llamada
esclavitud moderna.
Estos son solo dos de los muchos ejemplos a nivel local y nacional de los cuales muy probablemente no
hayas escuchado. Dime, ¿acaso este tipo de acciones de desprendimiento son propias de un negocio?
¿Realmente podemos empacar a la vasta mayoría de las iglesias con aquellas pseudoiglesias que sí
resultan tener un comercio en base a la fe?
La verdadera motivación de la iglesia
Al final del día, la razón por las cuales estas iglesias hacen lo que hacen en favor de la sociedad es
porque entienden que la vida humana tiene un valor intrínseco otorgado por Dios (Gen. 1:26-27);
porque realmente aman a Dios y a su prójimo por extensión (Mat. 22:36-40), porque comprenden el
mandato de la creación de sojuzgarla (Gen. 1:28), y porque desean compartir la idea más hermosa
sobre la faz de la Tierra: el evangelio (Jn. 3:16; Rom. 3:23-26; Efe. 2:8-9). La idea de que Cristo Jesús,
Dios en la carne, vino al mundo para vivir la vida que nosotros jamás pudiéramos haber vivido y pagar
el precio que nosotros jamás pudimos haber pagado a causa de nuestros pecados, en nuestro lugar. En
las palabras de una autora norteamericana, estas personas actúan por la misma razón por la que uno
de tus amigos te insistiría que lo acompañaras al nuevo restaurante puertorriqueño de la
ciudad: porque han experimentado algo asombroso y quieren que tú también lo experimentes, pero a
un nivel infinitamente mayor.
¿Es la iglesia perfecta? No. ¿Existen muchos fanfarrones disfrazados de ministros? Sí. Pero antes de
hacer afirmaciones como “no voy a la iglesia porque es un negocio”, observemos la otra cara de la
moneda. Después de todo, políticos corruptos nos sobran, y nadie concluye que no necesitamos un
sistema político. Decepciones fraternales nos tocan a todos, ¿y cuántas personas conoces que hayan
concluido que el amor y la amistad son innecesarios? Fanfarrones y extremistas radicales religiosos
también nos sobran, ¿por qué muchos concluyen entonces lo que no concluyen en otras esferas de la
vida? La respuesta a la hipocresía religiosa no debería ser indiferencia, sino genuinidad basada en la
verdad.
LA IGLESIA ES UNA COMUNIDAD, NO UN SERVICIO
Es prudente asumir que si no participas y permaneces dentro de un cuerpo local de discípulos (o como
lo conocemos: la iglesia), entonces deberías de estar preocupado acerca de tu salvación. No te
preocupes: no estoy intentando argumentar que tu salvación depende de tu asistencia a un servicio o
de tu presencia dentro de un edificio. Ir a la iglesia no puede salvarte. De hecho, nada de lo que tú
puedas hacer puede salvarte. Por eso Jesús tuvo que hacerlo, con su muerte en la cruz. Sin embargo, lo
que me gustaría explicar hoy es que si bien ir a la iglesia no es la causa de tu salvación, ser parte de una
es definitivamente un resultado.
No siempre lo entendí así. Recuerdo cuando era niño discutir con mis padres sobre el porqué tenía que
ir a la iglesia. Incluso les dije una vez que prefería ir al primer servicio porque “podía salir pronto de
ese asunto y continuar con los propios el resto del día”. Mis padres no estuvieron muy felices cuando
dije eso. Aun de niño, ¡era un terrible pecador!
Creo que la razón por la cual no comprendía el propósito de ir a la iglesia era parcialmente porque eso
era exactamente lo que comprendía (o entendía mal) sobre la iglesia: un lugar para ir o un servicio al
cual asistir. Sin embargo, la descripción de iglesia que observamos en la Biblia no es nada de eso.
RevisaHechos 2:42-47:
Y se dedicaban continuamente a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión, al partimiento del
pan y a la oración. Sobrevino temor a toda persona; y muchos prodigios y señales (milagros) se
hacían por los apóstoles. Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en
común; vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad
de cada uno. Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares,
comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y hallando favor con todo el
pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.
Revisa también Hebreos 10:24-25:
Consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de
congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al
ver que el día se acerca.
Por último, revisa 1 Juan 3:11-18:
Porque éste es el mensaje que ustedes han oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. No
como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras
eran malas, y las de su hermano justas. Hermanos, no se maravillen si el mundo los odia. Nosotros
sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama
permanece en muerte. Todo el que aborrece a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún
asesino tiene vida eterna permanente en él. En esto conocemos el amor: en que El puso Su vida por
nosotros. También nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. Pero el que tiene bienes
de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el
amor de Dios en él? Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.
¿Observas el modelo? La iglesia nunca fue algo a lo que los cristianos tenían que ir a, y no deberíamos
de enseñar eso, especialmente si también creemos que el solo atender a un servicio o entrar a un
edificio podría de alguna manera mediar en nuestra relación con Dios.
Ahora bien, si la iglesia no es un servicio o un edificio, entonces ¿qué es? Yo soy parte de un grupo que
está plantando una iglesia en Guatemala y hay una frase que nos gusta usar para describir nuestras
reuniones:
No somos un evento al que asistimos, somos una comunidad a la que pertenecemos.
La iglesia no es un edificio y tampoco es un servicio. El término “iglesia” viene de la palabra
griega, ekklesia. Ekklesia era una palabra que se usaba con frecuencia para expresar “asamblea” o “una
reunión de personas”. Sin embargo, su uso en el Nuevo Testamento es un poco diferente. Para Pablo, la
iglesia no era un edificio ni era una reunión de personas (o lo que podríamos llamar hoy, un servicio de
iglesia). La iglesia eran los reunidos (o mejor dicho “los que han sido llamados a reunirse”), las
mismas personas. Nuestra identidad como iglesia debe ser como la de una comunidad que está
enraizada en la persona y obra de Jesucristo, en quien mora la plenitud de Dios. La iglesia son las
personas. Ninguno es perfecto. En realidad, esa es la mera razón por la que podemos ser una
comunidad. Podemos venir de una gran variedad de trasfondos, pero todos tendremos dos cosas en
común: todos somos pecadores, y más importante, todos tenemos a Jesús.
De manera que, los cristianos no deberíamos entrar a una comunidad de discípulos esperando
encontrar perfección, sino esperando ver a Jesús operando en los corazones de sus miembros. Incluso
entonces, ¿es perfección lo que realmente queremos ver? ¿Cuántos de nosotros nos sentiríamos
completamente fuera de lugar, inseguros e inadecuados si nos uniéramos a una iglesia y nos diéramos
cuenta que nosotros somos los únicos imperfectos? ¡No nos sentiríamos bienvenidos, nos sentiríamos
condenados! Sin embargo, muchos de nosotros tratamos a la iglesia de esta manera: como una reunión
de domingo donde todos pretendemos ser perfectos mientras el resto de la semana nos estamos
ahogando en pecado preguntándonos cómo los demás lo hacen y parece que están bien. La verdad es:
nadie está bien. Cuando Jesús murió en la cruz, él hizo evidente que nadie es perfecto. Así que en lugar
de actuar como que lo somos, admitamos que nadie lo es y hagamos lo que estamos llamados a hacer:
amarnos los unos a los otros y buscar la santidad. Toma tiempo crecer en una iglesia. Toma más que
solamente entrar al edificio, sentarse durante un servicio, y salir cuando éste ha terminado. Después de
todo, no solamente requiere que compartamos el evangelio: debemos compartir nuestras vidas (1 Tes.
2:8).
El Señor ha preparado Su iglesia para ti, llena de creyentes quebrantados y que son llamados a amarte,
enseñarte y ayudarte en tu caminar con el Señor. Y ¡tienes que devolverles ese amor!
Quizá es de suma importancia que recordemos que la comunión con los otros en la iglesia es otra
forma de comunión con Cristo. John MacArthur lo expresa mejor cuando dice, “Cualquiera que está en
comunión con Cristo debería también estar en comunión con cualquier otro que también está en
comunión con Cristo”.
Por lo tanto, mi oración por ti hoy es que en respuesta al amor de Cristo y el poder del evangelio, no
solo asistas a la iglesia, pertenezcas a la iglesia.
NO NOS INCLINAREMOS
Mucho ha está sucediendo a un ritmo muy rápido. Y con toda la discusión que ha estado pasando, he
estado un poco ansioso por dirigirme a usted, y tal vez ayudar a darle una perspectiva. Y sé que ha
habido comentarios hechos desde este púlpito-excepcionalmente útiles y claras comentarios, bien
elegidos sobre los temas que enfrenta nuestro país hoy en día. Pero tengo que añadir sólo un poco de
algunos de mis propios puntos de vista y percepciones, y luego dirigirnos a una parte particular de la
Escritura.
Este país habla mucho de los ataques terroristas-y correctamente. Casi nadie en América le podría dar
a usted algún tipo de lista de los actos más destructivos de terror que han sucedido en nuestro país.
Pero permítanme sugerir a usted lo siguiente: Los dos grandes ataques terroristas contra Estados
Unidos fueron perpetrados por el Tribunal Supremo. No por cualquier musulmán, sino por la Corte
Suprema de los Estados Unidos. El primero fue la legalización del aborto. Después de eso, ha habido
millones de bebés sacrificados en los vientres de sus madres. Es incalculable incluso comprender eso.
La sangre de esas vidas clama desde la tierra por venganza divina sobre esta nación.
El segundo gran acto de terrorismo perpetrado por la Corte Suprema fue la legalización del
matrimonio entre personas del mismo sexo. La destrucción de la vida humana en el vientre materno –
en cierto sentido, la destrucción de la maternidad, y ahora la destrucción de la propia familia. Sin
bomba, ninguna explosión, ningún ataque, y ningún ataque sobre las personas físicamente puede
acercarse a ese tipo de terrorismo. Nuestro país está siendo aterrorizada por las personas más
responsables de protegerla – los que han de cumplir la ley.
Unos pocos comentarios más allá de eso. Ningún tribunal humano tiene la autoridad para redefinir la
moralidad. Pero este tribunal humano ha dicho que el asesinato no es un asesinato; y el matrimonio no
es matrimonio; y la familia no es familia. Han usurpado la autoridad que le pertenece sólo a Dios, que
es el creador de la vida, el matrimonio y la familia. Cualquier y todo intento de definir la moralidad de
manera diferente que Dios tiene es una forma de rebelión y blasfemia – blasfemia contra Dios, contra
Su naturaleza santa, y Su santa ley, y Su pueblo santo.
Esta nación, en su nivel más alto, ha tomado una posición en contra de Dios. Tal rebelión blasfema se
energiza – es energizada por la corrupción de la colección de corazones pecaminosos, que conforman
esta nación, o cualquier nación. No hay duda sobre eso. Pero detrás de esa colección de corazones
humanos pecadores, corruptos, – que hacen este tipo de cosas posible y aceptable – está el ámbito de
Satanás y los demonios. La Biblia dice que Satanás tiene todo el mundo en sus manos; el mundo entero
está en el regazo del maligno.
Dios y Cristo, y el Espíritu Santo, y la Biblia, y la iglesia, y la verdad son los enemigos de Satanás. Y
Satanás gobierna el mundo.. Él gobierna el mundo de los pecadores. Y tiene su poder en las altas
esferas. Él es el príncipe de la potestad de las tinieblas, y él odia y trata de destruir todo lo que es luz,
todo lo que es verdad, todo lo que es puro, todo lo que es santo, todo lo que es virtuoso, y todo lo que es
bueno.
Estoy diciendo todo esto para hacerle saber que usted no tiene que sorprenderse. Admito, que por unos
pocos cientos de años América tuvo un respiro muy raro de este tipo normal de conflicto que la mayor
parte del mundo siempre ha conocido. Pero ese indulto ha llegado a un alto. Y quiero recordarle que la
homosexualidad, el matrimonio homosexual, la transición de género – éstos no son los campos de
batalla reales. El verdadero campo de batalla es en contra de Dios, y de Cristo, y el Espíritu Santo, y la
Biblia, y la iglesia, y el evangelio. Cualquier blasfemias contra Dios viene de los enemigos de Dios,
enemigos de Cristo, enemigos bíblicos, enemigos del evangelio. Y ellos son alimentados por el archi-
enemigo, el mismo Satanás.
Dado que el matrimonio es vital para el diseño de Dios, para la sociedad ordenada, la civilización
sensible –la civilización capaz de disfrutar de la gracia común – el matrimonio es, por diseño de Dios,
Su manera de transmitir un orden, transmitir paz, transmitir la bendición temporal, e incluso
transmitir la justicia de una generación a la siguiente, la familia siempre ha estado bajo ataque y bajo
ataque.
Desde el Génesis, Dios deja muy claro: varón y hembra los hizo –masculino y femenino. No hay nada
en el medio. Masculino Femenino. Dijo que el matrimonio es cuando un varón y mujer se unen y crean
una unión para toda la vida y tienen hijos. Eso es el matrimonio. Pero usted no llega muy lejos en
Génesis hasta que llega a la poligamia, al incesto, la prostitución, la homosexualidad desenfrenada
hasta el capítulo diecinueve de Génesis. Todas las desviaciones, todas las perversiones están en el libro
del Génesis – después de la Caída.
Estos han sido siempre las corrupciones que han marcado la sociedad humana. Una vez más, en los
Estados Unidos y el mundo occidental, hemos sido reprimidos un poco debido a la influencia
predominante de la moral cristiana. El objetivo de Satanás, el objetivo de los demonios, y en
consecuencia, el objetivo de todos los que están sometidos a Satanás – los hijos de Satanás, como se les
llama en las Escrituras – es destruir todo lo que Dios ha hecho. Ellos son los enemigos de Dios y de
Cristo y la verdad de la Escritura y del Evangelio.
El objetivo no es simplemente redefinir el género. El objetivo no es simplemente redefinir el
matrimonio. El objetivo es destruir lo que Dios ha diseñado.
Las familias proporcionan una unidad pequeña soberana que actúa como una pequeña barrera contra
la corrupción que busca dominar. Despedace la familia, destruya la familia y la pequeña barrera
soberana se desintegra. Y, por cierto, el objetivo de todo esto – necesita leer para ver esto – el objetivo
de todo esto no es el matrimonio homosexual, entre personas del mismo sexo. El objetivo es la
eliminación total de todo el matrimonio, que a su vez significa que no posee ninguna privacidad. Usted
no tiene esa unidad soberana pequeña, y sus hijos no son suyos. Son niños públicos y pertenecen al
sistema educativo; y pertenecen al país; y pertenecen al pueblo, pero no a usted. Y así, cuando tengan
quince años en el estado de Oregon pueden tener un cambio de sexo sin decírselo a sus padres, y el
Estado lo hará y pagará por ello.
Esto no es sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo. Se trata de la destrucción total de la
familia. Así que no habrá más familia, no habrá más pactos. No habrá más unidades privadas,
soberanas que se levanten contra la corrupción. Si vuelve a la anticoncepción, vuelve a donde todo esto
comenzó. Es el producto, sin duda, del movimiento feminista. Vaya hasta la anticoncepción; ahora,
cuando la anticoncepción entra, usted obtiene las relaciones sexuales sin hijos. Por primera vez, la
mayor restricción en contra de tener relaciones sexuales es eliminada. La mayor restricción natural
contra de tener relaciones sexuales con cualquiera en cualquier momento era los hijos que se
producirán posiblemente.
Así, la anticoncepción viene y usted puede tener sexo sin hijos. Pero eso no es suficiente; esto no cubre
el terreno suficiente, porque eso no es lo suficientemente completa, por tanto se añade el aborto. Y
ahora usted puede tener sexo sin hijos y si falla, usted tiene un niño concebido y simplemente lo mata.
Hemos recorrido todo el camino desde el sexo sin hijos, escuchen esto, hijos sin sexo. Usted puede
fabricar un bebé. Dos lesbianas pueden tener un bebé. Una lesbiana puede haber plantado en su
vientre un ser vivo de otra persona. Los hijos pueden ser fabricados. La razón normal para el
matrimonio, que es un hombre y una mujer uniéndose para producir hijos, ha sido completamente
confusa. La mayoría de la gente, me parece, preferiría tener un perro. Así que ahora usted puede tener
sexo sin hijos, y ahora usted puede tener hijos sin sexo. Usted sólo puede hacerlos. ¿Por qué necesita
una familia? ¿Por qué necesita un marido? ¿Por qué necesita una esposa?
Tenemos un cincuenta por ciento de niños en los Estados Unidos que están ahora naciendo sin padres
casados. Se va a poner peor y peor y peor mientras el matrimonio desaparece. ¿Por qué casarse?
Demasiadas complicaciones. Demasiadas preguntas. Demasiado comprometedor. La gente dice:
"Bueno, el gobierno no debería siquiera estar en esto." Tiene razón, el gobierno debería estar en esto, y
se saldrá de ello lo suficientemente rápido. Y la gente será capaz de hacer cualquier tipo de contrato
que deseen, hacer cualquier arreglo que quieran. El mismo sexo. Sexo opuesto. Poligamia. Usted verá
que la gente va a casar a sus perros, sus caballos. Porque Satanás sólo quiere destruir por completo el
matrimonio.
No es nuevo. Es Génesis 19. La homosexualidad. Y Dios destruyó Sodoma y Gomorra por este pecado.
Ellos trataron de violar a los ángeles en Sodoma – ángeles que tomaron forma humana para llegar a
Sodoma. Los homosexuales en Sodoma fueron cegados por Dios y en su ceguera trataron de violar a los
ángeles. El Antiguo testamento es bastante claro en este tema. Permítanme leer algo a usted que tal vez
usted no sepa que existe. Es en Deuteronomio, capítulo 22 –se lo leeré a usted – el versículo 5: “Una
mujer no vestirá ropa de hombre.” ¿Es tan difícil de entender? “La mujer no vestirá ropa de hombre, ni
el hombre se pondrá ropa de mujer; porque cualquiera que hace esto es abominación al Señor tu Dios.”
Los Travestis, como solía ser llamado, no es nuevo. Por cierto, es una abominación. Esa abominación
es exactamente la misma palabra usada en Levítico 18 para referirse a la homosexualidad.
Había hombres que querían vestirse como mujeres entonces. Había mujeres que querían vestirse como
hombres. En realidad, Deuteronomio 22: 5 es más general que el vestido. El hebreo realmente dice,
“No es correcto vestir o ponerse uno mismo aquello que pertenece a un hombre.” Cualquier cosa que es
masculino una mujer no debe adoptar; todo lo que es femenino un varón no debe adoptarlo.
Incluso hubo gente en la antigüedad, que se hace referencia en el libro de Deuteronomio que fueron
castrados –que fueron privados de su masculinidad, involuntariamente o voluntariamente.
Deuteronomio 23:1 dice, cualquier hombre castrado se le prohibió entrar en la asamblea del Señor, le
fue prohibido entrar en la asamblea del Señor.
Estas clases de pecados que difuminan la clara distinción entre hombre y mujer son satánicas. Y, por
cierto, ninguna característica de la sociedad pagan – ninguna característica de la sociedad pagana en la
antigua época – llenó a los Judíos con mayor repugnancia que la tolerancia o la admiración de la
homosexualidad. Ellos entendieron lo que decía el Antiguo Testamento. El Antiguo Testamento lo
prohíbe específicamente. No te acuestes con un hombre como un hombre se acuesta con una mujer.
Eso es detestable. Levítico 18:22. Primera de Corintios 6: 9-10, el Nuevo Testamento dice lo mismo:
Los homosexuales y afeminados no heredarán el reino de Dios. No es un estilo de vida alternativo; es
una desviación. Es una perversión. Es una corrupción.
Sucede en un mundo caído, hay que reconocerlo. Este es un mundo caído; la corrupción es
acumulativa. Usted se da cuenta de eso. Los hombres malos se ponen peor y peor. La corrupción
acumulada deja espacio para que suceda todo. Usted dice: "Bueno, algunas de estas personas se
sienten muy fuertemente la atracción del mismo sexo." Por supuesto que sí, es un mundo caído. Es un
mundo corrupto y pervertido. Y existe cada vez más un sentimiento cada vez menos culpabilidad
porque estamos haciendo lo posible para que se sientan cada vez menos culpables.
En la literatura helenística de la época romana, en todo el Nuevo Testamento, ellos sabían lo que
significaba, la palabra "afeminado" en 1 Corintios 6 en griego es la palabra malakos.. Es la palabra para
"suave". Suave. Pablo usa dos palabras, arsenokoites, que es "homosexual" y "afeminado", que es
"suave".
¿Cual es la diferencia? Homosexual es el Sodomita. Y el afeminado es el sodomizado. Esos son los
ambos lados de la conducta homosexual. Desde la época clásica hasta Filón –y Filón, creo, vivió 50 aC
en, digamos, el 25 dC —desde la época clásica a Phyllo, el erudito judío, aversión extrema se expresa en
toda la literatura griega y helenística-así como judía literatura —Filón dice: “Porque el varón
afeminado que usa los cosméticos y el arreglo del cabello.” Y Filón a veces toma una palabra, y utiliza
esa palabra de ellos, y es esta palabra: undragunos. “Andrógina” —hombre, mujer.
Escuche una traducción de Filón: “Otro mal, mucho mayor que el que ya hemos mencionado, ha hecho
su camino entre nosotros, y se ha desatado en las ciudades, es decir, el amor de los muchachos, que
formalmente antes se consideró una gran infamia, incluso hablar de ello, pero que desde entonces es
un tema de jactancia, no sólo para aquellos que lo practican, sino incluso para los que la padecen. Y
que estando acostumbrados a llevar la aflicción de ser tratados como mujeres se consumen así en sus
almas y cuerpos, no teniendo en ellos una sola chispa de carácter varonil para ser encendidos en una
llama. Pero tienen aun el cabello de sus cabezas conspicuamente rizadas y adornadas, y teniendo sus
rostros manchados de bermellón y pintura y cosas de ese tipo, y delineando sus ojos con lápiz , y
habiendo ungido su piel con perfumes fragantes, todo de una calidad muy seductora. Y luego siendo
bien equipados en todo lo que tiende a la belleza o elegancia y no se avergüenzan de dedicar su estudio
y esfuerzos constantes a la tarea de cambiar su carácter viril en un afeminado.” No hay nada nuevo.
Nada nuevo.
Fue la repulsión la antigua respuesta a eso. Ahora ¿era este pecado tan horrible que el perdón no era
posible? A su vez a Isaías 56, Isaías 56. El versículo 1: “Así dice el Señor: Preservad el derecho y haced
justicia, porque mi salvación está para llegar y mi justicia para ser revelada. Cuán bienaventurado es el
hombre que hace esto, y el hijo del hombre que a ello se aferra; que guarda el día de reposo sin
profanarlo, y guarda su mano de hacer mal alguno. Que el extranjero que se ha allegado al Señor, no
diga: Ciertamente el Señor me separará de su pueblo. Ni diga el eunuco: He aquí, soy un árbol seco.
Porque así dice el Señor: A los eunucos que guardan mis días de reposo, escogen lo que me agrada y se
mantienen firmes en mi pacto, les daré en mi casa y en mis muros un lugar, y un nombre mejor que el
de hijos e hijas; les daré nombre eterno que nunca será borrado.” Wow, qué imagen de palabra y
escuche esto: “es daré nombre eterno que nunca será borrado.” Incluso los eunucos que se les prohibía
entrar en la adoración a Dios, los homosexuales que fueron despreciados por la gente, encontraron
perdón en Dios y un nombre eterno.
Y entonces 1 Corintios 6, también tenemos que mirar eso. Primera de Corintios 6, versículo 9: “¿O no
sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los
idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados”— ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni
los afeminados "-el malakos, el lado suave – “ni los homosexuales” –el lado masculino agresivo – “ni
los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino
de Dios.” Entonces vemos esto en el versículo 11, “Tales eran algunos de ustedes; ya habéis sido
lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en
el Espíritu de nuestro Dios. "Tanto Isaías, hablando en nombre de Dios, Pablo, hablando en nombre de
Dios, ofrecen la salvación a los pecadores. Incluso a los que han caído a este vil, pervertido y
destructivo pecado.
Ahora, como yo os he estado diciendo, en América estamos viendo una expansión agresiva de este
pecado. He estado por mucho tiempo; siempre ha estado ahí. Cuando era joven, incluso en los
primeros años de ministerio aquí, se hablaba de este tipo de comportamiento, el travestismo o
confusión de género o la homosexualidad – se hablaba en susurros y silencios. Ya no; está en todas
partes. El Presidente, los líderes de la nación, la Corte Suprema, todos afirman la nobleza de esto y la
moralidad de la misma.
Y eso me lleva a creer que ahora estamos viviendo en Romanos 1. Te lo he dicho eso. ¿Cómo sabe usted
cuando se liberará la ira de Dios? ¿Cómo se sabe cuándo la ira de Dios se desata contra una sociedad?
En primer lugar, Romanos 1:24, hay una revolución sexual. Ya tenemos esto – en los años 60, del siglo
pasado. Luego habrá una revolución homosexual liderado por lesbianas. Las mujeres son mencionados
por primera vez en Romanos 1:26. Y luego habrá la mente reprobada. Y es entonces cuando el
pensamiento es realmente el producto de los homosexuales, las revoluciones sexuales, y el
pensamiento es tan corrupto que no podemos encontrar nuestro camino de regreso. Ahí es donde
estamos.
Las personas en nuestro país encargados de la responsabilidad de pensar con claridad por todos los
demás, el Presidente, los líderes, la Corte Suprema, los que se supone que son los más lúcidos, que
tienen la mayor responsabilidad de proteger este nación – literalmente no pueden pensar con claridad.
La mente reprobada ha ascendido el banquillo.
Recibí una carta de un juez esta semana –un juez muy importante en una corte muy importante. Y él
dijo en su carta: "Una de las funciones de un juez es casar personas. Estoy ahora bajo mandato del
gobierno de casar personas del mismo sexo. No puedo hacer eso. Yo no puedo hacer eso.” Él va a
perder su puesto. Secretarios, secretarios cristianos de todo el país, que emiten licencias de
matrimonio, y no puede hacer eso tampoco, están perdiendo sus puestos de trabajo. La toma de control
va a ser masiva. El pueblo cristiano en puestos altos van a ser sustituidos por personas que van a hacer
lo que este tribunal dice que debes hacer.
Le escribí una carta de vuelta y me dijo: "Yo le honro, señor. Le honro porque ha ascendido a ese nivel
de responsabilidad. Ha demostrado el sentido común y la sabiduría y la astucia y brillantez en el campo
del derecho. Y ha usted se le ha dado la confianza de las personas a causa de lo que ha demostrado, y
ahora debido a la calidad y el carácter de su virtud, se le reemplazó, en esencia, por alguien que no
tiene virtud.”
Estén listos, la mente reprobada ha alcanzado los niveles más altos. Y ese nivel exigirá la mente
reprobada en todas partes. Y cuando esa mente domina –el final de Romanos 1, donde hay una mente
depravada, entonces todo lo que es impropio comenzará a suceder. “toda injusticia, fornicación,
perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males,
desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo
las hacen, sino que también se complacen con los que las practican.”
No hay un solo juez, no hay un juez en la Corte Suprema que no conozca lo que dice la Biblia acerca de
la homosexualidad. Pero lo afirman de todos modos. Esa es la mente reprobada. Y ahora va a dominar
nuestra sociedad.
Así que, como cristianos, somos la minoría. Pero siempre hemos sido la minoría. Acabamos de tener
un respiro en nuestro pequeño pedazo de la historia humana. Nos definimos en las maravillosos
palabras inspiradas de Pedro, como un "pueblo separado", como una "nación santa." Cristo es nuestro
rey. La Escritura es nuestra ley. Y en maneras que no han sido ciertas en el pasado, la Escritura y las
leyes de nuestro país ahora chocan de frente. De frente. Lo vamos a sentir.
En el seminario, publicamos un artículo en el sitio web del seminario sobre la homosexualidad. En
cuestión de horas, recibimos una carta ordenándonos de cesar y desistir inmediatamente o enfrentar
una demanda muy grave. ¿Podríamos ser demandados por tomar esta posición?. Absolutamente. Las
compañías de seguros que ofrecen seguros de responsabilidad para las iglesias de manera que estemos
protegidos contra demandas están empezando a decir: “No vamos a aceptar la responsabilidad por
demandas en cuestiones de matrimonio homosexual o del mismo sexo.” La iglesia está sola por su
propia cuenta.
El ateísmo práctico, el rechazo de la verdad, el relativismo moral siempre ha prevalecido en el reino de
Satanás. Pero aquí en Estados Unidos hemos estado protegidos de esto en toda su fiereza. No más. Y,
por cierto, la libertad religiosa no se promete a los cristianos, ¿no? La libertad no se promete a los
cristianos. La persecución sí. La persecución sí. Creo que vamos a sentirlo.
Ellos van a venir a nosotros de muchas maneras. Ya hay un movimiento para eliminar la exención de
impuestos de las iglesias. De modo que lo que usted da a la iglesia ya no es deducible. De modo que lo
que usted da a un ministerio cristiano ya no es deducible. Un movimiento fuerte.
Barry Lynn, quien dirige una organización –una organización hostil, satánica contra el Evangelio y en
contra de la Palabra de Dios – está haciendo todos los movimientos que puede para asegurarse de que
las iglesias pierdan su estatus de exención de impuestos. Y la forma en que van a hacer esto es que van
a empezar a demandar y arrastrar a las iglesias hacia la corte sobre esa cuestión. El gobierno ofrece
préstamos estudiantiles para los estudiantes de colegios cristianos. Pero si esa escuela o aquella
universidad no afirma el matrimonio entre personas del mismo sexo, y tienen una inscripción abierta a
los homosexuales, pueden cortar todo ese financiamiento – Cal grants, Pell grants – que permiten a los
estudiantes ir a la universidad. Esto es lo que va a venir. Disfrutamos, como iglesia, un hermoso
campus, gran parte de la propiedad. No pagamos impuestos a la propiedad, porque se nos concedió la
libertad de dicho impuesto. ¿Cuánto permanecerá esto si no obedecemos?
Somos el blanco ahora. Estamos en la diana. Y no hay engaño; así es como realmente es. Ahora, sólo
para que quede claro: No nos inclinamos ante César. Nos inclinamos a nuestro rey. Nosotros no lo
haremos … [aplausos]
Yo estaba leyendo acerca de un colegio cristiano que fue confrontado en este tema y me dijeron, usted
perderá su acreditación si usted no proporciona inmediatamente la completa aceptación de los
homosexuales, y permite que ellos se comporten de la manera que quieren en sus dormitorios. La
escuela, cuando fue fundada en 1885, su nombre era la Escuela de Formación Misionera Boston. Aquí
estamos 130 años más tarde, y esa escuela con orgullo tuvo catorce iniciativas pro-homosexuales para
mantener su acreditación. ¿Qué pasó con la Escuela de Formación Misionera Boston? Se inclinaron.
Usted sabe, yo acudí a través de mi Biblia, el otro día, sólo en busca de todas las partes que pude
encontrar el término "postrarse". Inclínate, inclinarse. Esta por todo el Antiguo Testamento. Las
personas se inclinaron ante un superior. Hay muchos de esos ejemplos. Mira la vida de José y recuerda
cómo sus hermanos se inclinaron ante él.
Pero los fieles no se inclinan. Las personas infieles se inclinaron a los ídolos. Ellos se inclinaron ante
los monarcas. Ellos se inclinaron ante reyes impíos. El pueblo fiel no se inclina. Mardoqueo no se
inclinó. Daniel no se inclinó; sus amigos no se inclinaron. Jesús no se inclinó. Pablo no se inclinó.
Habrá un aluvión de persecución. Estos van a ser días muy difíciles. No vamos a inclinarnos. Seremos
amables y amaremos, pero daremos a Dios lo que es Dios.
Asi que ¿que hacemos? Bueno, quiero centrarme en algo esta noche que creo que es muy importante.
Dios pronuncia juicio sobre todos los que le blasfeman –todos los que pervierten Su ley y pervierten su
Palabra. Él pronuncia juicio sobre ellos. No sólo en un sentido temporal, como en Romanos 1, donde se
tiene una manifestación externa de la ira en la misma sociedad, pero en un sentido eterno. En Isaías 5
tenemos una serie de males, una serie de condenas severas. Una de ellas es en el capítulo 5 y el
versículo 20. Escuche esto: “¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien mal, que tienen las tinieblas por
luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!” Fue el llamado de los
profetas del Antiguo Testamento para pronunciar la condenación de los pecadores, naciones pecadoras
–para declarar juicio venidero. Lo sabemos; leemos los profetas. En el Nuevo Testamento, Jesús
pronunció juicio. Y las epístolas del Nuevo Testamento están llenas de advertencias de juicio.
Estoy escuchando un montón de cristianos evangélicos en estos días, leyendo un montón de artículos,
que tenemos que ser compasivos hacia las personas en transición de género, lo cual no existe. Tenemos
que ser compasivos con las personas atrapadas en la homosexualidad. Estoy de acuerdo. Estoy de
acuerdo. Y lo más compasivo que usted puede hacer por esa gente es, en amor, advertirles de la
condenación eterna y advertirles del juicio eterno. Eso es compasivo. Eso es compasivo. Predicar el
evangelio; proclamar el Evangelio; proclamar la gracia y el perdón, como leemos en Isaías y 1
Corintios. Pero predicar juicio.
Ahora, quiero que usted dé vuelta al pasaje del que voy hablarle -2 Tesalonicenses, capítulo 1. Segunda
Tesalonicenses, este es un grupo de creyentes y que están pasando por momentos muy difíciles. El
versículo 4 los identifica como creyentes modelo. Pablo, Silvano y Timoteo hablan con orgullo sobre los
Tesalonicenses, donde quiera que van. Repiten su testimonio. Y qué es eso? Habla de “vuestra
perseverancia y fe en medio de todas las persecuciones y aflicciones que soportáis.”
Hay gratitud a Dios aquí, versículo 3: “Debemos dar gracias a Dios siempre.” Es Dios quien es el que
está actuando en ustedes. Es Dios quien está ampliando enormemente su fe. Es Dios quien está
llamándole a amar a los demás para crecer más. Dios está obrando en medio de usted. Su fe sigue
aumentando. Tu amor sigue creciendo. Damos gracias a Dios por eso, y todo lo que está sucediendo en
medio de las persecuciones y aflicciones. Y continúa en medio de eso, a perseverar en la fidelidad.
Sólo te estoy diciendo que será mejor que prepararnos, porque podemos estar viviendo esto muy
pronto. Y, por cierto, no va a tomar mucho tiempo para que esto se desarrolle. Una vez que la Corte
Suprema tomó la decisión, ellos estaban listos. Estaban de pie en las alas con todo listo, y van a venir
como una guerra relámpago. El final del versículo 5 dice, que estaban sufriendo, sufriendo. Sufriendo
y dignos del reino de Dios por la manera en la que ellos sufrieron.
Aquí está una iglesia, entonces, que en medio de la persecución, en medio de la aflicción, en medio del
sufrimiento, está floreciendo. Fuerte en la fe y creciendo ampliamente en la fe. Fuerte en amor y
amando de una manera cada vez mayor. Perseverando fielmente en medio de todo lo que se desató en
contra de esa iglesia.
¿Cómo pudieron soportar? ¿A que se aferraban? Vaya al versículo 5: “Esta es una señal evidente del
justo juicio de Dios, para que seáis considerados dignos del reino de Dios, por el cual en verdad estáis
sufriendo. Porque después de todo, es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que os
afligen.” ¿Ha escuchado eso? “Es justo delante de Dios retribuir con aflicción a los que os afligen. y
daros alivio a vosotros que sois afligidos.”
¿Cuándo, cuándo es que esto va a venir? “Cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus
poderosos ángeles en llama de fuego, dando retribución a los que no conocen a Dios, y a los que no
obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesús. Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción,
excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando El venga para ser glorificado
en] sus santos en aquel día y para ser admirado entre todos los que han creído; porque nuestro
testimonio ha sido creído por vosotros. Con este fin también nosotros oramos siempre por vosotros,
para que nuestro Dios os considere dignos de vuestro llamamiento y cumpla todo deseo de bondad y
la obra de fe, con poder, a fin de que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en vosotros, y
vosotros en El, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.”
Él tiene una gran esperanza para esta iglesia porque Cristo viene. La clave aquí es al comienzo del
versículo 7, la mitad del versículo 7, “Cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo.” Ese es
nuestro enfoque. Es toda vez y siempre la esperanza del cristiano. No importa lo mal que se ponga,
Jesús viene. El Señor Jesús, ahora a la diestra del Padre, exaltado como Señor soberano de la iglesia y
fiel Sumo Sacerdote, intercediendo por Su pueblo, ha de ser revelado. El Señor Jesús se manifiestará.
El apokalupsis, la presentación, la aparición de Jesús. A veces, el apóstol Pablo usa parusía, que
significa “presencia.” Aquí él utiliza apokalupsis, lo que significa que la revelación de algo que está
oculto. Jesús, que está, en lo que se refiere al mundo, oculto, se dará a conocer. En Su venida, el libro
de Apocalipsis dice que la gente va a clamar para que las rocas y montañas caigan sobre ellos, para
ocultarlos de la faz de Su gloria resplandeciente.
Aquí, como en 1 Corintios 1: 7, Pablo usa esa palabra, apokalupsis, la revelación, la revelación. Y esta es
la revelación a los que no le conocen. El viene.. Y Él no viene solo. El versículo 7 dice, “con sus
poderosos ángeles en llama de fuego.” Con Sus poderosos ángeles. Mateo 24:30 dice, que "verán al
Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes en poder y gran gloria." Mateo 25:31 dice esencialmente la
misma cosa. La próxima vez que venga, no habrá Belén, no habrá establo, no habrá pesebre, no habrá
infancia, no habrá taller de carpintería. No habrá un humilde Nazaret, no habrá pobreza, no habrá
caminos polvorientos, no habrá pecadores afligiéndole, no habrá falsos líderes religiosos oponiéndose
a Él, no habrá demonios infernales para atacarlo con su poder demoníaco. No habrá soldados
enterrando clavos en Sus manos o una corona de espinas en la cabeza. No, cuando venga la próxima
vez, Él vendrá como el soberano del universo. Este es el apocalipsis.
Tres frases preposicionales modifican la revelación: "desde el cielo", "con sus poderosos ángeles", "en
llama de fuego." "Desde el cielo", donde ahora está sentado a la diestra de Dios, intercediendo. De
vuelta en 1 Tesalonicenses, capítulo 1 versículo 10, dice que como creyentes, "esperar a su Hijo de los
cielos." Esperamos a su Hijo desde el cielo. Él vendrá del cielo.
Él vendrá con Sus poderosos ángeles, los ángeles-literalmente-los ángeles de Su poder. Él volverá con
diez mil veces diez mil ángeles. El mundo entero va a ver ese evento – los que estén vivos en ese
momento.
Él vendrá en llama de fuego. Eso podría ser lo que Pedro habla –los elementos fundiéndose con calor
abrasador, la implosión de todo el universo, dejando de existir. Pero probablemente se refiere, en lugar
de eso, a la explosión de gloria. Usted sabe que la Biblia dice que las estrellas se apagan, la luna sale,
todas las luces en los cielos se oscurecen. El universo es completamente negro, y luego viene el ardiente
y fogoso retorno de Cristo.
Es el fuego del juicio. Salmo 50. Salmo 97. El Señor viene y el fuego va delante de Él. El Señor viene y el
fuego va delante de Él. Esa escena en Apocalipsis, capítulo 6 es tan dramática como se puede imaginar.
Versículo 12: “Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso
negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron
sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento.14 Y el
cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su
lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y
todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a
las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y
de la ira del Cordero;17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?”
Hay dos palabras aquí en este pasaje que definen las características de Su venida. Una de ellas es la
retribución, el otro es un alivio. Una de ellas es la retribución, el versículo 8. El otro es un alivio,
versículo 7. Para el creyente, este es un alivio. Para el incrédulo, se trata de retribución.
Mira el versículo 8 por un momento. Cuando Él viene del cielo con sus poderosos ángeles en llama de
fuego-versículo 8- "dar retribución." ¿Qué significa eso? Castigo. Venganza completa. Isaías 59:17,
“como vestidura se puso ropas de venganza.” Ezequiel 25: "Yo pondré mi venganza …conforme a mi ira
y mi furor.” Deuteronomio 32: " Mía es la venganza y la retribución." Romanos 12:19, "’ Mía es la
venganza, yo pagaré, dice el Señor.”
Venganza. ¿La venganza de quién? Los que no conocen a Dios, y los que no obedecen al evangelio de
nuestro Señor Jesús.
Amigos, tenemos que advertir a esta generación, ¿no es así? Tenemos que advertir a esta generación.
Es suficiente saber que vas a morir, y sellar para siempre tu eternidad en el infierno si no crees. Pero
un día, el mismo Cristo vendrá para traer la retribución a través de todo este mundo. Y ellos van a
sufrir el castigo. Ellos sufrirán pena. Ellos sufrirán pena.
¿Cuál es la pena? El versículo 9, que “sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del
Señor y de la gloria de su poder.” Y, por cierto, el versículo 6 dice: “Es,” ¿cuál es el siguiente palabra?
“Justo.” Simplemente justo. No es falta de amor de Dios hacer eso. Es justo que Él hagar eso. Es justo.
Ellos sufrirán pena. Desde los Salmos leemos cosas como esta: "El justo se alegrará cuando vea la
venganza. Él bañar sus pies en la sangre de los impíos. “Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus
enemigos.” “Añade iniquidad a su iniquidad.” “Y devuelve a nuestros vecinos siete veces en su seno la
afrenta con que te han ofendido, Señor.” “Que no haya quien le extienda misericordia, ni haya quien se
apiade de sus huérfanos.” “¿No odio a los que te aborrecen, Señor?” “¿Y no me repugnan los que se
levantan contra ti?” “Los aborrezco con el más profundo odio", dice el salmista.
El piadoso en el Antiguo Testamento entendió la justicia de la ira de Dios. Cuando Dios revela a
Jeremías que algunos están tramando su muerte. Jeremías ora: " Mas, oh Señor de los ejércitos, que
juzgas rectamente, que examinas los sentimientos y el corazón, vea yo tu venganza contra ellos, porque
a ti he expuesto mi causa.” Y Dios respondió a Jeremías. “He aquí, voy a castigarlos. Los jóvenes
morirán a espada, sus hijos e hijas morirán de hambre, y no quedará de ellos remanente.”
Más tarde, nos encontramos con una oración aún más terrible “Atiéndeme, oh Señor, y escucha lo que
dicen mis contrarios. ¿Acaso se paga mal por bien? Pues han cavado fosa para mí. Recuerda cómo
me puse delante de ti para hablar bien en favor de ellos, para apartar de ellos tu furor. Por tanto,
entrega sus hijos al hambre, y abandónalos al poder de la espada; queden sus mujeres sin hijos y
viudas, sean sus maridos asesinados, heridos a espada sus jóvenes en la batalla. Óiganse los gritos
desde sus casas, cuando de repente traigas sobre ellos saqueadores; porque han cavado fosa para
atraparme, y han escondido trampas a mis pies. Pero tú, oh Señor, conoces todos sus planes de
muerte contra mí. No perdones su iniquidad ni borres de tu vista su pecado; sean derribados delante
de ti,
Dios respondió a Jeremías. “He aquí, traeré tal calamidad sobre este lugar, que a todo el que oiga de
ella le retiñirán los oídos. . . . . . . ‘Porque me han abandonado, han hecho extraño este lugar y han
ofrecido sacrificios en él a otros dioses, ..y han llenado este lugar de sangre de inocentes, y han
edificado los lugares altos de Baal.
La Biblia es muy clara en el juicio. Usted dice: "Bueno, eso es el Antiguo Testamento.¿Qué pasa con
Jesús? "Yo escribí un libro titulado, El Jesús Que No Puedes Ignorar. Algunos de ustedes lo recuerdan.
Es el Jesús que parece ser el que es ignorado. Jesús fue un predicador de juicio. Él habló mucho más
sobre el infierno de lo que él hizo sobre el cielo. Comenzando con Juan el Bautista. Juan el Bautista
anunció a los líderes de Israel que el juicio iba a venir con un fuego que no se apaga y les consumirá.
Jesús contó una historia en Lucas, capítulo 20, sobre el juicio divino que tomaría al infiel y lo
destruiría. Jesús anunció en San Juan, capítulo 5, que vendría al final, y que sería una resurrección
para condenación. El apóstol Pablo dijo: Si alguno no ama al Señor, que sea anatema, 1 Corintios
16:22.
Cuando Jesús describe su propio papel en el día del juicio, Él dijo: "Apartaos de mí al fuego eterno." En
el fuego eterno. Él dijo: "¡Ay de ti, Corazín." "¡Ay de ti, Betsaida." "¡Ay de ustedes, fariseos." "¡Ay de
vosotros, los abogados." "¡Ay de aquel que me ha traicionado." Él predicó juicio a lo largo de Su
ministerio. Eso es amor. Eso es compasivo. Eso es necesario.
Por lo tanto, les estoy previniendo. No vamos a hacer algún tipo de danza en ámbitos marginales donde
no decimos nada. Vamos a predicar el evangelio con corazones de amor a una nación de pecadores y un
mundo de pecadores. Pero al mismo tiempo, vamos a predicar juicio. Vamos a proclamar el juicio.
Jesús viene, y él viene a retribuir, con aflicción que es eterna, a los que han afligido a Su pueblo. No es
vengativo. Es lo correcto; Es justo.
Más allá de eso, sólo para terminar, cuando nuestro Señor venga, no es solo retribución, también es un
alivio. Y esto es tan esperanzador para nosotros. El versículo 7: “y daros alivio a vosotros que sois
afligidos, y también a nosotros” –es decir los apóstoles. Pablo estaba afligido, ¿no es así? Y los que
viajaron con él, y todos aquellos primeros creyentes fueron afligidos. Y ellos estaban buscando alivio.
Los que no conocen a Dios, los que rechazan el evangelio, serán afligidos, eternamente. Ellos sufrirán
pena de eterna perdición, y siempre van a estar lejos de la presencia del Señor y de la gloria de Su
poder. Ellos no conocerán ni Su persona ni Su poder. Ellos vivirán eternamente en un reino sin la
presencia de Dios y sin el poder de Dios. Totalmente dominado por todo lo que es “impío.”
Pero ese mismo evento nos trae alivio, alivio. El versículo 6: "Es justo delante de Dios pagar con
tribulación." Y implícito, es justo delante de Dios dar alivio. Él dará alivio a los Suyos. La aflicción
terminará. La persecución terminará. El sufrimiento terminará. Esa es Su promesa. Y va a terminar
para aquellos que le pertenecen a Él, los que han sido afectados por un mundo que rechaza a Dios y
que rechaza a Cristo.
Y ¿Cómo será ese alivio? El versículo 10, seremos glorificados con Él en ese día, “para ser admirado
entre todos los que han creído.” Me gusta pensar en eso. Vamos a mirar el uno al otro y decir: "Wow,
¡no es asombroso! Yo nunca podría haberlo imaginado.” Ya lo he dicho antes, yo sé que hay muchos de
ustedes, que cuando lleguemos al cielo, no los voy a reconocer. Perfección con borrar cualquier
memoria de lo que solía ser.
Sólo estamos de paso, ¿no? Sólo estamos de paso. Él va a ser glorificado en Sus santos; Sus santos
glorificados en Él. Pueblo, así es como tenemos que vivir. Vivimos por encima del mundo. Estamos en
el mundo; no somos del mundo. Estamos en el mundo amamos el mundo con el amor del evangelio.
Estamos en el mundo, y los amamos lo suficiente no sólo para predicar la gracia y el evangelio, lo
amamos lo suficiente para decirles acerca del juicio eterno – el infierno y el fuego.
Eso no es lo que vas a ver que sucede en el mundo evangélico. Ya estoy viendo todo tipo de respuestas
de que tenemos que comprensivos con las personas que están pasando por la transición de género, la
cual no existe. Es una perversión. Es una corrupción. Es una desviación. Es una blasfemia.
Sí, nos rompe el corazón que no tiene el poder para resistir la tentación. Nuestros corazones se
rompen, que ahora está en todas partes. Yo vi el otro día, algunos padres de un niño de tres años,
diciendo que eran tan felices de que este niño de tres años estaba haciendo una transición de género.
Trágico.
Déjame darle una pequeña pista. Si tienes hijos, asegúrese de que se conviertan en hombres. Si tienes
hijas, asegúrese de que se conviertan en mujeres.. No los deje caer en la tentación de esta desviación y
corrupción. Nunca pensó que tendría que luchar contra eso, ¿verdad? Ahí es donde estamos.
Nuestro Señor viene.
Oremos. Una alegría de estar juntos, Señor, y de conocer la verdad y amar la verdad y escuchar la
verdad, abrazar la verdad. Haznos no sólo personas que la conocen, la aman y la crean, sino que la
proclamemos. Danos la valentía. Danos audacia. Protégenos. Protege Tu evangelio, Tu verdad. No
queremos decir que nos hemos dado por vencidos. Tu puedes hacer cualquier cosa. Tu edificarás tu
iglesia y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella. Va a llamar a Tu pueblo. Vas a predicar
Tu evangelio. Va a atraer a los tuyos a ti mismo. Úsanos para eso. Haznos una luz en la oscuridad.
Que seamos conocidos por nuestro amor y nuestra veracidad. Seamos fieles a predicar el evangelio
de la gracia y la amenaza del juicio eterno en amor. Y Señor Jesús, que seas glorificado en Tu iglesia,
y Señor, se glorificado en el mundo. Ven pronto. Ven pronto. Amén.
LA ABUNDANCIA DE DAR
Por John MacArthur
Cuando se piensa en ir a la iglesia, ¿qué aspecto espera ver más?
Por el bien de esta discusión, supongamos que su respuesta es algo espiritualmente noble, nada
vanidoso y egoísta como gente queriendo que usted vista con su mejor ropa, haciendo gala de un coche
nuevo, o tratando de vender bienes o servicios a los amigos de la iglesia. En su lugar, vamos a suponer
lo mejor —que cualquier cosa que sea que esperamos que la mayoría está de alguna manera
relacionada con el ministerio.
Algunas personas podrían decir que la enseñanza les hace volver cada semana. Otros dirían la música.
Para algunos creyentes, podrían ser las relaciones profundas con otros cristianos que encuentran a
través de sus iglesias –relaciones que no pueden cultivar en otras partes. Otros sólo pueden apreciar el
alivio temporal de las presiones de la vida, el trabajo, y el mundo.
Pero déjeme sugerirle algo: Si realmente entiende la Escritura, en particular algunas promesas
concretas de Jesús –la cosa que usted debe mirar mayormente es la ofrenda.
La Palabra de Dios enseña claramente que nuestro dar es en realidad una comunicación directa con sus
bendiciones. De hecho, dos simples declaraciones del Señor deben hacer a todo cristiano ansioso y
emocionado por la oportunidad de dar. Si la Escritura no tenía nada más que decir acerca de dar —si
fueran sólo estas dos promesas de Cristo— debería aún ser suficiente para impulsarnos a alinear y dar
con generosidad, abundancia, y con sacrificio.
La primera de esas promesas se encuentra en Lucas 6:38, donde Jesús dijo a sus seguidores: “Dad, y os
será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la
medida con que midáis, se os volverá a medir.”
Si queremos recibir de parte del Señor, debemos estar dispuestos a sacrificar. Usted escuchará el
apóstol Pablo eco de los mismos sentimientos en 2 Corintios 9:6, donde escribe: “Pero esto digo: El que
siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra abundantemente,
abundantemente también segará.” Es un principio simple, pero que con demasiada frecuencia
ignorado: Dios va a medir Sus bendiciones a usted de acuerdo con lo que usted ha medido en su dar. Si
le das mucho, usted recibirá una gran cantidad, como dice la Escritura, será “apretada, remecida,
rebosando.”
Las imágenes que usó Cristo en Lucas, —la idea de derramar bendición en nuestro regazo— proceden
del antiguo mercado de granos Medio Oriente. La gente iba al mercado a comprar grano, literalmente,
un ordenador portátil lleno de grano. El material suelto de sus prendas se extendía directo hasta el
suelo y era ceñido a la cintura con una faja. Cuando entraban en el mercado de granos, simplemente
levantarían algo de esa prenda, amarrándolo a través de la banda para crear una bolsa enorme. El
grano se vertía en la bolsa improvisada, literalmente llenando sus regazo (cf. Rut 3:15).
Esto habría sido una experiencia cotidiana para la gente que escuchaba a Jesús en Lucas 6, y que
inmediatamente habría entendido el significado de la figura. El Señor quiere que se desborde su vida
con sus bendiciones, y las bendiciones corresponden a su propia generosidad, de hecho, están
provocados por ello. Su ofrenda es una ruta directa a las abundantes bendiciones de Dios en su vida.
Hay una tranquilidad reconfortante en la ilustración de Cristo. Sin importar lo mucho que de, no puede
dar más que lo que el Señor da. Usted da y Él es siempre fiel en devolver más.
Esa sola promesa de gracia debe llevarnos a ser dadores alegres, generosos, pero Cristo tenía más que
decir. En Hechos 20:35, Lucas atribuye estas palabras de Jesús: “Más bienaventurado es dar que
recibir.”
Tan abundantes como las bendiciones de Dios son en nuestras vidas, lo que demos dará lugar a una
bendición aún mayor. El concepto es contrario a nuestro modo de pensar de la sociedad —estamos
animados a acumular y ahorrar lo más que podamos. Pero la Palabra de Dios es clara en que los
creyentes deben evitar el amor al dinero (Mateo 6:24, Hebreos 13:5), y esta promesa de Cristo es
consistente con esas exhortaciones.
La avaricia acumula riquezas y recursos limita su utilidad para sus propios propósitos egoístas. Es
mucho mejor que los entregue a los propósitos de Dios y coseche las bendiciones tremendas de ser
parte de lo que Él está realizando en la vida de Su pueblo.
Dar de manera fiel y sacrificial también unifica la vida de su iglesia. En un sencillo acto usted está
ayudando a apoyar a su pastor y el resto del personal de su iglesia, a satisfacer las necesidades de los
misioneros apoyados por la iglesia, proveer para el mantenimiento de su edificio de la iglesia y otros
servicios, satisfacer las necesidades físicas y financieras dentro de su congregación, y mucho más. Y
encima de todo eso, el Señor usa su apoyo a ministerios como el de Gracia a Vosotros a llegar a la gente
en su localidad y más allá con la verdad de la Escritura.
Eso no quiere decir que por imprudencia debe dar todo —la Palabra de Dios claramente, aboga por la
gestión prudente de su dinero (cf. Mateo 25:14-30). Pero si vamos a acumular tesoros, debemos
guardarlos “en el cielo, donde ladrón no llega, ni polilla destruye” (Lucas 12:33). De con generosidad, y
cuente con el Señor siendo generoso con usted.
Finanzas Personales Bíblicas: Ganar para la Gloria de Dios
26 SEPTIEMBRE 2013
tags: Familia, Mayordomía, Todos los Artículos, William Boekestein
Finanzas Personales Bíblicas: Ganar para la Gloria de Dios
Por William Boekestein
Parafraseando a una cuestión frecuentemente hecha por un asesor financiero popular, imagine lo que
el pueblo de Dios puede hacer si sus finanzas estaban en orden.
Si la pregunta no suena muy "espiritual" puede ser que tengamos una noción no bíblica de la
espiritualidad. Más de 2.000 versículos tratan con el dinero y las posesiones. La manera en que
manejamos el dinero es fundamentalmente un asunto espiritual (Lucas 16:10-11). Además de esto,
considere los problemas relacionados con la mala administración del dinero. En una encuesta reciente
el 46% de los estadounidenses informaron que sufren de estrés relacionados con la deuda. Los
problemas financieros pueden llevar a rupturas matrimoniales y contribuir a un comportamiento poco
ético (Proverbios 30:8-9).
Nunca deja de sorprenderme que se requiere de álgebra en la escuela, pero en las finanzas personales
no. Desesperadamente tenemos que escuchar lo que la Biblia dice acerca de las finanzas personales.
En Efesios 4:28 Pablo resume las finanzas personales a dos puntos: ganar y gastar. Lo hace no como un
gurú financiero, sino como pastor enseñando a los creyentes a “andar como es digno de la vocación con
que [ellos] fueron llamados” (v. 1).
La fidelidad Fiscal se ve diferente de familia a familia. Algunos creyentes no pueden trabajar debido a
una discapacidad severa. A veces, las esposas contribuyen al presupuesto de la familia trabajando en el
hogar. Sin embargo, normalmente, ganar y ahorrar nos ayuda a mirar no sólo a nuestros propios
intereses, sino también por los intereses de los demás (Fil. 2:04).
Una serie de principios ayudan a navegar por las aguas del ganar:
1. Los Jefes de Hogar debe Proveer
Pablo dice algo sorprendente en 1 Timoteo 5:8. “Pero si alguno no provee para los suyos, y mayormente
para los de su propia casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” Es difícil entender la frase de
Pablo “peor que un incrédulo.” ¿Qué podría ser peor que negar el evangelio y rechazar la gracia de
Dios? La respuesta de Dios: El no proveer para su familia. Si bien es permisible para un hombre
delegar ganarse el pan a su mujer por razones de peso y justificables, la responsabilidad recae en
última instancia sobre él (Rut 3:1-4;. Efesios 5:28-29).
2. Sobrecargar Innecesariamente a los Demás es Pecado
Se ha vuelto aceptable hoy en día para las personas que podrían ayudar a proveer para sí mismos, ser
una carga para otros. Nunca olvidaré la respuesta que escuché una vez que le pregunté a un hombre lo
que él hizo para trabajar. “Yo soy sanguijuela del gobierno,” dijo. A pesar de que tal respuesta se acerca
a la cima de la vergüenza, he dejado de sorprenderme de haber escuchado ahora la respuesta en varias
ocasiones. La Biblia dice: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma.” Pablo continua diciendo:
“Porque aun cuando estábamos con vosotros os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, que
tampoco coma. Porque oímos que algunos entre vosotros andan desordenadamente, sin trabajar, pero
andan metiéndose en todo. A tales personas les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo, que
trabajando tranquilamente, coman su propio pan.” (2 Tes. 3:10-12).
3. El Trabajo es Para la Gloria de Dios
Aproximadamente el 25% de nuestra vida adulta se dedica a trabajar. Si no trabajamos así, gran parte
de nuestra vida desagrada a nuestro Creador. Incluso aquellos que no tienen que trabajar para
mantener a sus familias todavía tienen que trabajar para glorificar a Dios. “Y todo lo que hagáis,
hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la
recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien servís.” (Col. 3:23,24).
Esta regla de productividad que honra a Dios también se aplica a los jóvenes. Los hijos deben empezar
trabajando en beneficio de la familia desde una edad temprana. En sus años de adolescencia deben ser
tirando mucho de su propio peso. Esto es importante porque los niños están desarrollando hábitos de
por vida. En pocas generaciones muchos padres no han requerido a sus hijos que trabajen. Como
resultado, la pereza y la complacencia egoísta abunda. En algunas familias la escolarización de los
jóvenes se ve como su trabajo. Cuando este es el caso, los padres deben ver que sus estudiantes son
disciplinados académicamente. Los estudiantes que no trabajan duro en la escuela deben de otro modo
tener un empleo remunerado para que puedan “comer su propio pan.” El estatus de “estudiante” no le
da derecho a nadie a ser perezoso e improductivo.
4. La Adicción al Trabajo no Honra a Dios
Muy pocas personas en nuestro día y lugar se ven obligadas a trabajar demasiado para poder
sobrevivir. En cambio, a menudo la adicción al trabajo es un signo de desequilibrio. Puede indicar un
retiro de los factores de estrés familiar. Esto puede indicar que la familia está gastando más de lo que
debería y podría necesitar reducir su cantidad para que el sostén de la familia esté más en casa. La
adicción al trabajo también puede ser uno de los muchos dioses falsos que adoramos. El amor al
dinero, la seducción del éxito, y el poder y la gloria del logro puede llevarnos a trabajar demasiado.
Incluso en los momentos más ajetreados Dios exige reposo (Éxodo 34:21).
En un futuro ‘post’ vamos a considerar el gastar para la gloria de Dios. Además, si usted desea estudiar
el tema de la economía aún más, la serie Dr. RC Sproul Jr. ‘s Economía para Todos es un recurso
recomendado.
LA RESPUESTA GENEROSA DE DIOS A LA VALENTÍA EN LA ORACIÓN
John MacArthur
Llegamos ahora a nuestro estudio de la Palabra de Dios para escuchar lo que Dios ha dicho en las
páginas de las Sagradas Escrituras. Lucas, capítulo 11 es nuestro texto y estamos viendo los versículos 5
al 13. Esta es una porción de las Escrituras que es muy, muy rica y alentadora.
Una de las cosas que me gustaría que fuera diferente en el mundo es que los servicios de la iglesia no
estuvieran algo así como confinados a los límites de tiempo a los que están en nuestra cultura. Una de
las cosas que disfruto al ir a Rusia o a otros lugares del mundo es que usted puede predicar durante
tanto tiempo como usted quiera y a nadie le importa, ni nadie se va. No obstante, es una limitación
necesaria en nuestra cultura la manera en la que manejamos nuestra adoración - hablar durante 45,
50, 55 minutos, quizás durante una hora ocasionalmente - y después, detenernos porque los límites de
tiempo nos fuerzan a proceder al siguiente compromiso.
Y como consecuencia, no siempre puede dar la presentación completa del texto porque Dios no
escribió Su Biblia para ser distribuida en una hora o segmentos de 45 minutos. No todo se confina a
eso. Y debido a que lo más importante no es asegurarse de que el tiempo está bien sino de que su
interpretación es correcta, la riqueza de las Escrituras se derrama semana tras semana. Y digo eso sólo
para disculparme con aquellos de ustedes que no estuvieron aquí el domingo pasado.
Tuvimos un tiempo maravilloso el domingo pasado al analizar la primera porción de este texto. Y
simplemente, le recomendaría que consiguiera la cinta o el cd que está disponible en el patio, porque sé
que es uno de los pasajes más fascinantes y más maravillosos y alentadores de las Escrituras que
hemos estudiado hasta este punto en el libro de Lucas. Y vamos a regresar y de hecho, vamos a
terminar este texto en esta mañana y va a ser igualmente una bendición para nosotros.
Permítame leerle el texto comenzando en el versículo 5.
“Les dijo,” hablando de Jesús, “también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche
y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué
ponerle delante; y aquél, respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está
cerrada, y mis niños están conmigo en cama; no puedo levantarme y dártelos.
Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por su importunidad se
levantará y le dará todo lo que necesite. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y
se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué
padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si pescado, en lugar de pescado, le dará
una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar
buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se
lo pidan?”
Un pasaje muy sorprendente. Comienza con una rutina muy simple y terrenal, notando un incidente en
una pequeña villa, con un hombre que necesitaba algo de pan para alimentar a un amigo que vino a la
medianoche y termina con teología profunda en el versículo final. Uno, de hecho, podría pasar mucho
tiempo en esto. Estaba pensando en hacer una serie de 15 semanas simplemente en el versículo 13. ¡Es
tan rico!
Ahora, permítame simplemente darle el panorama general de este pasaje y después, regresaremos a
verlo de cerca. El Dios vivo y verdadero, el único Dios, el Dios verdadero, el Dios de la Biblia, el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo es muy diferente de las deidades y los dioses fabricados por los
hombres y los demonios. Y la diferencia está en Su naturaleza esencial. Él es amoroso, misericordioso,
lleno de gracia, perdonador, accesible, está disponible y generoso.
Esto hace un contraste directo con todos los dioses de las religiones humanas a lo largo de la historia
cuyos dioses no son nada amorosos, ni misericordiosos, ni llenos de gracia, ni perdonadores, ni son
accesibles, ni están disponibles, ni son generosos. En cierta manera, están diseñados en la misma línea
de los reyes y monarcas y gobernantes típicos. Y si usted sabe algo de la historia antigua y la historia de
los monarcas sabe que básicamente, normalmente son inaccesibles y no están disponibles. De hecho,
en Ester, capítulo 4, versículo 11, usted tiene una caracterización de un monarca típico. Esto sucedió en
el Imperio Persa. Esto es lo que se dice.
“Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey, saben que cualquier hombre o mujer
que entra en el patio interior para ver al rey, sin ser llamado, una sola ley hay respecto a él: ha de
morir; salvo aquel a quien el rey extendiere el cetro de oro, el cual vivirá.” Usted puede entrar a la
presencia del rey y podría perder su vida, usted no puede hacer eso así porque sí.
Ahora, esa es una manera típica en la que funcionaban los monarcas. Usted se acercaba únicamente
cuando era invitado; se acercaba de una manera delicada. Usted podría haberse acercado de espaldas,
leemos en algunos casos, o postrado y con toda certeza en algunos casos, gateando. Y de manera típica,
el rey estaba elevado para a usted le quedara claro que él estaba muy por encima de usted; y usted, de
alguna manera, estuviera a sus pies. Usted se acercaba con cierto titubeo, con cierta delicadeza; y
ciertamente, no se acercaba con una actitud demandando nada.
Pero nuestro Dios es absolutamente lo opuesto. Él está disponible de manera absoluta, está accesible
de manera total, lleno de gracia, misericordioso, compasivo, amable y usted puede ir a Su presencia
con valentía y pedir lo que usted quiera. Puede ir a Su presencia en cualquier momento y no
interrumpirlo. De hecho, Él desea que usted haga eso.
Pase por un momento a Hebreos 4:16 y aquí hay un versículo que en cierta manera, vamos a usar como
trampolín para nuestra discusión de este texto. Hebreos 4:16 en cierta manera amarra el principio que
aprendemos en este pasaje de Lucas. Y dice esto en el versículo 16: “Acerquémonos, pues,
confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno
socorro.” Y algunas traducciones usan la palabra ‘acerquémonos pues confiadamente’. Algunas tienen
la traducción ‘con valentía’. Usemos la palabra ‘valentía’, creo que es una representación más genuina
del griego.
No es un trono de ley, no es un trono de justicia. No es un trono de juicio, es un trono de gracia.
Entonces, “acerquémonos con valentía al tono de la gracia para alcanzar misericordia y hallar gracia
para el oportuno socorro.” Ahora, quiero que vea la palabra “confiadamente”, parrēsia en el
griego,parrēsia. Significa libertad al hablar básicamente. Significa decir lo que usted quiera decir.
Significa ser valiente en lo que usted dice. Significa ser abierto y franco. Como diríamos, ‘habla de
frente y dilo como es’.
Ve a Dios con apertura y franqueza y valentía y confianza y pide lo que quieras del que está dando
gracia y misericordia para ayudar. Esta es una promesa que creo que con frecuencia es pasada por alto.
Se nos dice que vengamos a Dios con valentía para lo que está en nuestros corazones.
Ahora, lo llevé a ese concepto la última vez. Le mostré algunas oraciones en las Escrituras en donde la
gente de hecho dijo ‘Dios, escúchame. Óyeme. Préstame atención. No te escondas de mí, tengo esto en
mi corazón y te lo estoy trayendo para que lo entiendas y quiero que actúes, oh Dios, y que escuches y
respondas mi oración.’ Y mientras que ciertamente hay una medida de humildad ahí, también hay un
elemento muy fuerte de confianza y valentía.
Se me acercaron un par de personas la semana pasada y dijeron “¿Sabes una cosa?, nunca antes
habíamos oído eso, ese enfoque. ¿Estás seguro de que realmente es correcto?” Y entonces, no quise que
en cierta manera pensaran que yo inventé eso y pensé que debía regresar y apoyar esto históricamente.
Y uno de mis héroes es Martin Lloyd Jones; Martin Lloyd Jones. Y esto es lo que Lloyd Jones dijo, y
cito: “Esta valentía santa, esta argumentación, este razonamiento, este presentarle el caso a Dios, este
ruego de sus propias promesas, este es el secreto entero de la oración.” Fin de la cita. Eso bastante
bueno, ¿no es cierto? Él está de acuerdo conmigo. Él no lo sabe. Él está en el cielo. De hecho, yo estoy
de acuerdo con él.
¡Claro!, y para fortalecer eso y para que usted sepa que no es nada nuevo, encontré una maravillosa cita
de Thomas Goodwin, el puritano inglés. Él inclusive va un paso más hacia adelante. Thomas Goodwin
dijo esto, y cito: “Cuando ores, literalmente puedes ir a Dios y decirle lo que está en tu corazón y
reclamar Su promesa. De hecho, tú puedes demandar que Él sea fiel a Su promesa.” Fin de la cita. Y
esto es lo que Thomas Goodwin dice. “Demándaselo. Demándaselo.” ¡Guau! Y continúa: “No lo dejes
solo, moléstalo con Su propia promesa, dile lo que Él dijo que va a hacer. Cítale las Escrituras,” dice
Lloyd Jones. Y usted sabe, Dios se deleita en oírnos hacerlo como a un padre le gusta ver este elemento
en su propio hijo que obviamente ha estado escuchando lo que su padre ha estado diciendo que le
agrada.
Lloyd Jones continúa diciendo: “El hijo puede ser un poco impertinente. No importa. Al Padre le gusta
a pesar de eso. Y Dios es nuestro Padre y Él nos ama y a Él le gusta oírnos rogando Sus propias
promesas, citando Sus propias palabras a Él y diciendo: ‘A la luz de esto, ¿puedes Tú refrenarte?’
Deleita el corazón de Dios. Demándalo.” Fin de la cita. Esto es bastante valiente, ¿no?
Pero simplemente quería que supiera que otras personas han visto esto en las Escrituras. Esa es la
actitud de la oración valiente que va a Dios y dice ‘Tú hiciste la promesa. Tú dijiste que viniera. Tú
dijiste que pidiera lo que está mi corazón. Tú dijiste que fuera valiente; entonces, aquí estamos.’ Ese
tipo de valentía es lo que Jesús está enseñando aquí en este pasaje maravillosamente rico en Lucas,
capítulo 11.
Ahora, como dije la última vez, sabemos que Dios es Santo y sabemos que Él es Todopoderoso y todo
sabio y Él sabe todo. Sabemos que Él es inmutable. Sabemos que Dios es absolutamente soberano, que
está en control completo de toda circunstancia, todo detalle. Y Él está llevando a cabo Su plan de
manera perfecta.
Sabemos eso; y eso lleva a la pregunta ¿por qué oro? Y si Dios va a hacer lo que Él va a hacer, ¿por qué
debo orar? ¿Cómo es que mi oración tendrá algún efecto en eso? Y ciertamente, simplemente voy a
entrar y salir lo más rápido que pueda, y debido a que Dios va a lo que Él va a hacer de cualquier
manera, no quiero molestarlo o interrumpirlo con mis pequeñas oraciones triviales. ¿Cómo es posible
que voy a entender en la función el papel de mis oraciones?
Y le dije la última vez que a pesar de que Dios ha ordenado los fines, Él también ha ordenado los
medios. Y el fin ha sido fijado y Él usa el medio para alcanzar Su fin. Y uno de los medios que Él usa
para alcanzar Sus fines son nuestras oraciones. Esa es la razón por la que la oración eficaz del justo
puede mucho. Dios determina a quién va a salvar desde antes de la fundación del mundo. Él elige a
algunos para salvación pero Él, aunque escoge salvarlos -este es el fin - el medio es su fe y su
arrepentimiento.
Y Dios ha determinado que seamos conformados a la imagen de Jesucristo, ése es el fin. Pero el medio
es nuestra obediencia. Dios ha determinado edificar Su Iglesia pero el medio es nuestro servicio y
nuestra predicación del Evangelio. Dios ha determinado que Él unificará a Su Iglesia, el cuerpo de
Cristo. El medio es el ejercicio de nuestros dones espirituales. Dios alcanza Sus fines a través de Sus
medios y uno de los medios que Dios nos ha dado es la oración. Y a medida que oramos, nosotros
somos los medios mediante los cuales Dios alcanza Sus fines.
E inclusive nuestra oración más simple no es insignificante para Dios así como esta ilustración fue tan
simple. Todo lo que el hombre quería eran tres pequeños pedazos de pan. Lo que parece ser algo
trivial, no una necesidad, no una emergencia, no una gran necesidad. Y eso es exactamente por qué
Jesús usó eso como una ilustración. Lo que a usted podría parecerle algo pequeño considerando la
grandeza de Dios y lo vasto que es Su Reino y Sus propósitos eternos no es algo pequeño en absoluto.
Usted no necesita sentirse apenado cuando usted va a Dios. Usted no necesita sentir que sus
trivialidades no le importan a Él. No necesita considerar eso porque Dios es soberano y por lo tanto no
necesita lo que usted le va a decir, su información. Usted no necesita considerar eso porque Su decisión
divina y sabiduría y poder ya están en su lugar y Él va a hacer lo que va hacer. Y no necesita pensar que
sus oraciones no juegan una parte en eso. Juegan una parte en eso, tienen un lugar y necesita ir y
necesita ir con valentía sea cual fuere el asunto. Porque como todo lo demás en nuestra experiencia
espiritual, los fines de Dios son alcanzados mediante medios que involucran nuestra voluntad, nuestra
obediencia, nuestro deseo, nuestra fidelidad.
Ahora, la palabra clave en Lucas 11 es la palabra “importunidad” o “persistencia”. A eso apunta en el
versículo 8 cuando dice “Os digo que aunque no se va a levantar y darle algo porque es su amigo, sin
embargo por su persistencia o importunidad él se va a levantar y darle lo que necesita.” Persistencia o
importunidad, como le dije, es una palabra muy importante. Anaideian, una palabra muy rara,
significa importunidad.
Importunidad es diferente de oportunidad. Oportunidad es simplemente una circunstancia que es
favorable para usted. Importunidad es algo que es completamente diferente. Importunidad es otra
palabra para ser grosero o demasiado atrevido. Es una palabra para desvergonzado. Es una palabra
para ser agresivo en extremo. Es una palabra para, como le dijimos la última vez, tener muchas agallas.
Es una palabra para describir, como usted sabe, el apurarse a meterse en un lugar en donde los ángeles
temen pisar, ese tipo de actitud.
Y Jesús está diciendo aquí que este hombre recibió lo que quiso porque no tuvo vergüenza. Él se
levantó la mitad de la noche y fue allí, molestó a su vecino y aparentemente no le preocupó que el
hombre estuviera dormido - él ya estaba en la cama con su familia. Él estaba en la mitad de la noche y
él va a ir ahí a molestar a toda la familia. Todo el mundo se va a levantar. El hombre va a tener que
darle el pan porque es un deber social el hacerlo y demás. Esto es algo valiente que hacer. Esto es algo
grosero. Esto es algo que demanda agallas. Levantar a la familia entera a la mitad de la noche por algo
tan simple como tres pedazos de pan.
El Señor aquí nos está enseñando algo acerca de cómo nos acercamos a Él. Él está llamando en este
pasaje a las interrupciones sin vergüenza, valientes, la oración que es agresiva, que va a Dios cuando
podría parecer inoportuno, no ‘entrar y salir’, sino descargar su corazón entero.
Ahora, la última vez vimos la parábola, versículos 5 al 8. Y no lo leeré de nuevo. El Señor nos presentó
este asunto con una historia que todo el mundo entendería. El punto de la historia es que cuando usted
no tiene pena de pedir, usted recibe lo que pide. Recuerde lo que dijo Santiago: “no tenéis porque no
pedís.” No vacile en pedirle a Dios. En cualquier medianoche, en cualquier circunstancia, no importa lo
pequeño que sea, si usted no lo tiene es porque usted no pidió por ello.
Sin pena, somos invitados a invadir, a interrumpir y a venir reclamando al decir que tenemos la
invitación y diciendo “Dios, Tú prometiste. Tú dijiste oráramos sin cesar. Tú dijiste que pidiéramos. Tú
dijiste que viniéramos. Entonces, demándame si estoy fuera de línea. Aquí estoy.” Y entonces, vimos la
parábola y fue fascinante ver esta parábola.
Y lo segundo que vimos fue no sólo la parábola sino la aplicación de la parábola en esta promesa
increíble. El segundo punto es promesa, versículos 9 al 10. Y voy a llevarlo ahí nuevamente. Jesús
todavía está hablando. “Y Yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os
abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”
Esto simplemente va más allá de la imaginación. Les digo “Vengan, vengan a la mitad de la noche por
lo que pueden pensar que es pequeño; vengan y hágame cumplir Mi deber así como un amigo hizo que
otro amigo cumpliera con su obligación social de mostrarle hospitalidad para darle algo a alguien que
tenía una necesidad. Háganme cumplir Mis promesas. Hágame cumplir Mis responsabilidades.
Vengan, pidan, y Yo voy a dar. Busquen y van a encontrar. Llamen y la puerta se les abrirá.”
Esto es casi demasiado sorprendente como para ser verdad, tan sorprendente que después de decirlo
una vez en el versículo 9, simplemente como para enfrentar con nuestra incredulidad, Él lo repite en el
versículo 10. Esto nuevamente es Dios invitándonos a venir a Su presencia y después hay una
progresión. Usted comienza pidiendo y después se vuelve más agresivo; y comienza a buscar y
finalmente, comienza a golpear, a llamar, a golpear, a llamar. Su apelación se vuelve más agresiva.
¿Acaso, de alguna manera, esto no le gusta a Dios? ¿Acaso esto de alguna manera irrita Dios? Al
contrario. Usted pide, usted recibe; usted busca, lo que significa que usted ruega, y encuentra; usted
llama, lo cual significa que se vuelve más intenso, y la puerta a las bendiciones de Dios le serán abiertas
a usted.
Ahora, eso simplemente es repaso. Llegamos a un tercer punto, llamemos a esto el principio. La
parábola tuvo sentido debido a una promesa. La promesa tiene sentido debido a un principio. Y el
principio es un principio bastante simple. Es este el principio: los padres le hacen bien a sus hijos.
Observe el versículo 11 “¿Qué padre de vosotros, si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si
pescado, en lugar de pescado, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión?”
Ahora este es un principio básico. Los padres les dan regalos buenos a sus hijos. Hablando en términos
generales, hablando en términos humanos, los padres se preocupan por sus hijos.
Él lo está elevando un poco más a partir de la amistad. La respuesta del amigo es ‘no me molestes. La
puerta ha sido cerrada, mis hijos y yo estamos en la cama, no puedo levantarme y darte nada. Soy tu
amigo pero esta amistad no llega tan lejos. Me gusta ser tu amigo durante el día. No me interesa ser tu
amigo a la mitad de la noche.’
La amistad es una cosa y la amistad llega hasta cierto punto. Pero la paternidad es algo diferente, ¿no
es cierto? Esto nuevamente es un patrón típico judío de razonar de lo menor a lo mayor. Si un amigo va
a responder a su valentía, ¿qué hará un padre?
Mis hijos ciertamente no vacilan en pedirme lo que ellos quieren. ¿Los de usted? Ciertamente nunca
han titubeado en pedirle a su madre lo que querían. Y la expectativa es que si es algo que necesitan y
sabemos que lo necesitan, van a recibirlo porque entienden la relación que tenemos y es de amor y
cuidado y responsabilidad y afecto. Y ese es el punto aquí.
Entonces, Jesús está presentando esta promesa. Pueden pedir, buscar y llamar. Y van a recibir y van a
encontrar y la puerta será abierta; y esto está basado en el hecho de que están viniendo a un padre.
Esta es la analogía. Ese es el principio aquí. Y es muy interesante cómo lo presenta. Él dice ‘Uno de
ustedes padres,’ uno de los discípulos que estaba escuchando esto dice de regreso en el versículo 1 que
les está hablando a los discípulos. ‘A uno de ustedes, padres, un hijo le pide un pescado. Su hijo tiene
hambre. Él quiere un pescado. Él quiere pescado.” En cierta manera esa era la carne común.
Y entonces, ¿qué le vas a dar? ¿Le vas a dar una serpiente en lugar de un pescado? Digo, si realmente
tiene hambre no te vas a burlar de su hambre y darle una serpiente. Algunos sugieren que esta es
también la palabra para anguila, Yo creo que es mejor verlo como serpiente. No le vas a dar un animal
que podría envenenarlo cuando él quiere alimento, él quiere ser alimentado, no le vas a dar algo que
podría matarlo.
Y después, él da otra analogía simple. “Si él pide un huevo, no le vas a ver un escorpión, ¿o sí?” ¿Por
qué la comparación? Porque los escorpiones tenían una especie de color amarillento. Hay diferentes
razas de diferentes tipos de escorpiones. Pero los historiadores nos dicen que el tipo de escorpiones en
esa época tenía una especie de color amarillento, no era diferente del color de un huevo y se
enrollaban; y cuando se enrollaban como una pequeña pelota, se veían como un pequeño huevo.
Entonces, ahí había una especie de semejanza para hacer que la analogía funcionara. Él dice ‘si tu hijo
quiere un huevo porque tiene hambre, no le vas a dar un escorpión mortal.’
Ahora, cuando Jesús enseñó esto en otras partes en el Sermón del Monte en Mateo 7:9, Él añadió una
tercera analogía. Él dijo: “Si tu hijo pide pan, no le vas a dar una piedra.’ No te vas a burlar de la
necesidad de tu hijo. Y no le vas a dar algo que no puede comer. No le vas a dar algo que lo va a matar,
ése es el principio. El principio es que los padres cuidan de sus hijos. Y cuando los hijos vienen y tienen
necesidades, el padre satisface las necesidades.
Y entonces vemos la parábola que ilustra que debemos venir en cualquier momento, sin importar cuán
simple la necesidad sea y ser valiente de manera excesiva en nuestra petición. La promesa que yace
detrás de nuestra venida es que lo que busquemos, si está dentro del marco de Su voluntad, lo vamos a
recibir. Eso se basa en el principio de que Dios es un Padre.
Ahora, eso nos lleva al punto cuarto y el más importante. Llamémosle la premisa. Y por premisa quiero
decir el meollo, el cimiento sobre el cual la discusión está desarrollada. Y aquí está, versículo 13: “Pues
si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?” Ahora somos llevados a la teología. Este versículo
es rico.
Hemos visto una parábola y una promesa y un principio y una analogía y ahora, llegamos a una
premisa divina. Ahora llegamos a doctrina bíblica. “Pues si vosotros siendo malos,” podemos
detenernos ahí y enseñar acerca de la depravación del hombre, ¿verdad? Vosotros sois malos y Él está
hablando a Sus discípulos, Sus seguidores, aquellos que lo aceptaron, que se sometieron a Él, que eran
“salvos”. Aquellos que eran Sus hijos pero todavía eran malos. No es sólo lo que hacemos sino lo que
somos que es malo. “Pues si vosotros siendo malos” – y por cierto la palabra malos
esponēros, ponēros, malo, impío, sin valor, utilizada en Mateo 5:37 y 6:13 y traducida por muchas
traducciones como una referencia Satanás, “el maligno.” Ustedes comparten la naturaleza esencial que
el diablo posee. “Pues si vosotros, siendo malos,” inclusive aquellos que siguen a Jesucristo todavía
tienen un principio malo de pecado operando en ellos.
Vosotros, siendo malos. No obstante, tienen la imago dei residual, todavía les queda en ustedes el
residuo de la imagen de Dios que fue contaminada en la caída pero todavía está ahí, porque al nivel del
corazón son malos, “engañoso es el corazón más que todas las cosas y perverso,” Jeremías 17:9; “no hay
justo ni aún uno,” Romanos capítulo 3. Somos malos. “Sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos.” Esa
es la imagen residual de Dios.
Cuando usted ve lo que llamamos la ‘leche de la bondad humana’, cuando usted ve a personas que no
conocen a Dios hacer un buen trabajo como padres, amando a sus hijos, mostrando bondad, dándole a
sus hijos lo que necesitan, siendo filántropos; usted está viendo el residuo de la imagen de Dios tan
torcida y tan dañada en la caída, pero todavía está ahí. Y entonces, Él dice: “si vosotros, siendo malos,
sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,” y aquí viene la clave “cuánto más.”
Esta es una manera antigua rabínica de discutir, una manera antigua judía de discutir el argumento de
cuánto más, el enfoque de cuánto más. “¿Cuánto más que ustedes que son malos, su Padre celestial,”
implícito quien no es malo, quien es perfectamente santo, “dará?” Digo, si ustedes que a nivel de
corazón son malos dan buenas dádivas, buenos regalos a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial
quien es santo dará a Sus hijos? Si ustedes, que sólo pueden amar de manera imperfecta dan buenas
dádivas a sus hijos, ¿cuánto más su Padre celestial quien ama perfectamente le dará a Sus hijos? Si
ustedes, que son limitados en su sabiduría dan a sus hijos lo que ustedes creen que es lo mejor, ¿cuánto
más su Padre quien es perfectamente sabio dará lo mejor a Sus hijos?
Todo esto presenta un vacío inmenso en nuestro entendimiento. Usted puede ir a Dios porque Él es un
Padre amoroso. Pero es un Padre amoroso que está muy por encima del padre más amoroso en este
mundo, quien por naturaleza es malo y quien hace su mejor esfuerzo por dar buenos regalos a partir de
un corazón corrupto y caído. ¿Cuánto más su Padre celestial va a amarlo a usted con un amor perfecto?
¿Cuánto más con sabiduría perfecta y compasión perfecta y misericordia y gracia perfecta y
entendimiento perfecto de su situación y bondad perfecta le dará a usted?
Entonces cuando usted va a Dios, usted va con valentía y usted va con persistencia y usted entra
corriendo y descarga lo que está en su corazón y primero pide y después comienza a rogar y después
comienza al golpear y sepa esto: que Dios se deleita con eso, se deleita en eso porque Él, con Su amor
perfecto y sabiduría perfecta y poder perfecto y provisión perfecta puede dar lo mejor a Sus hijos. De
hecho, el Salmo 84:11 dice: “Él no retiene ningún bien de aquellos que caminan rectamente.” Sus hijos.
Él no retiene nada. Entonces, ¿cuánto más su Padre celestial dará que cualquier padre terrenal?
¿Sabe una cosa?, Juan 13:1: “Habiendo amado a los Suyos, los que estaban en el mundo, los
amóeis telos, al máximo nivel, al fin.” Al punto máximo, de manera completa, de manera ilimitada,
total, infinita. Es a partir de ese amor, es a partir de esa sabiduría, es a partir de esos recursos, que Dios
da. Muy diferente que un concepto de un monarca terrenal o un dios falso.
Pero está este punto interesante aquí. Dice: “¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo
a los que se lo pidan?” Eso parece no tener sentido cuando usted lee eso por primera vez. De hecho, el
pasaje paralelo, Mateo 7:11, sólo paralelo en enseñanza, aunque en una ocasión diferente, escuche
Mateo 7:11. Vea si esto no tiene mejor sentido. “Si vosotros siendo malos,” aquí Jesús enseñó lo mismo
en el Sermón del Monte. “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?” Ahora, ese es
un buen paralelo, ¿no es cierto? Ustedes siendo malos saben cómo dar buenos regalos, ¿cuánto más
vuestro Padre celestial dará lo que es bueno a aquellos que Le pidan?
Pero no dice eso aquí. Dice “¿Cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo?” ¿Cómo es que
el Espíritu Santo entró aquí? Y leí algunos comentarios hace no mucho tiempo atrás que dicen que hay
una estrechez aquí. En Mateo es aquello que es bueno. Es amplio, ilimitado. Aquí es el Espíritu Santo.
Entonces, Él aquí lo estrecha, lo hace particular a esto específico.
Cuando leo cosas así, en cierta manera no se oyen bien, no se oye bien que el Señor hubiera hecho
particular Su promesa. Él lo habría hecho tan amplio como fuera posible en un lugar, cualquier cosa
que es buena. Y después, hacerlo particular al Espíritu Santo en otro lugar. En cierta manera, me siento
en el respaldo de mi silla y entro en mi modo de meditación para tratar de entender lo que realmente
está siendo dicho aquí.
El punto entero de esto no es que Dios nos dará de manera particular algunas cosas prescritas si
resulta que le pegamos al blanco. La idea entera es que venimos y pedimos lo que está en su corazón y
entra corriendo a la presencia de Dios cuando quiera - claro, con una medida de humildad y
reverencia; no obstante, aún así, desnudando su corazón, hablando con valentía, siendo persistente,
yendo al extremo por así decirlo y puede esperar que Dios, quien es generoso, le dará lo que es bueno.
Pero ¿cómo es que el Espíritu Santo encaja aquí?
Permítame explicarlo de una manera simple, ¿muy bien? No dice que usted pide el Espíritu Santo
necesariamente. Dice “dará el Espíritu Santo a los que Le piden.” Cuando usted le pide a Dios, lo que
usted le pide, lo que sea, Dios le da el Espíritu Santo. Permítanme mostrarle que quiero decir. Usted
pide consuelo, Él le dio al Consolador, ¿verdad? Usted pide ayuda, Él le dio al Ayudador. Usted pide
verdad, Él le dio al Maestro de la Verdad. Usted pide poder, Él le dio al Espíritu de poder. Usted pide
sabiduría, Él le dio el Espíritu de sabiduría. Usted pide guía, Él le dio al Guía. Usted pide amor, gozo,
paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; y Él le dio al Espíritu cuyo fruto es
liberado en su vida.
Como puede ver, ésta es la generosidad de Dios. Usted pide el regalo, Él da al Dador. Usted pide el
efecto, Él da la causa. Usted pide el producto, Él da la fuente. ¿Es esta generosidad? Él le da a usted
conforme a Sus riquezas, no de Sus riquezas. Usted le pide a Dios, por así decirlo, ir al banco. Usted
pide algo de dinero, Él le da el banco. Ése es el punto. ‘Simplemente, te voy a dar el Espíritu Santo y de
esta manera lo tienes todo, porque a partir del Espíritu Santo viene el poder.’
A partir del Espíritu Santo viene la unción que te enseña todas las cosas. Del Espíritu Santo vienen los
dones, del Espíritu Santo vienen los frutos, del Espíritu Santo viene la dirección y la guía. De la obra
del Espíritu Santo viene todo. Del Espíritu Santo viene la intercesión a tu favor para que todas las cosas
sean para tu bien. ‘Simplemente, te voy a dar el Espíritu.’
¿Hablas de generosidad? Quizás puedes ir a Dios y puedes decirle ‘Señor, necesito consuelo. Señor,
necesito algo de poder para poder enfrentar esta circunstancia. Estoy luchando aquí. Necesito
sabiduría.’ Sería bastante grosero suponer, por ejemplo si fueras un discípulo, o inclusive para
nosotros, si pudiéramos colocarnos a nosotros en esa posición de ir a Dios y decirle ‘Dios,
simplemente, no quiero gracia por el momento. No quiero consuelo por el momento. No quiero guía
por el momento. ¿Podrías simplemente descender y vivir en mí? ¿Harías eso?’ Eso sería bastante
valiente, osado, ¿no es cierto?
Digo, es bastante pedirle a un Dios santo que establezca Su residencia en este vaso de barro, que un
Dios santo viva en un humano corrupto. Eso es excedernos, ¿no diría usted eso? ‘Muy bien, aquí estoy
Dios. No quiero tres panes planos de pan. No quiero tres galletas aquí para mi amigo. Te estoy
diciendo, si eres tan amable, ¿podrías por favor venir, descender y vivir en mí permanentemente?’
¡Oye! Esa es presunción más allá de la descripción.
Pero eso es exactamente lo que pasa. Esto es exactamente lo que sucede. ¿Qué tan generoso es Dios?
¿Qué más puede hacer Él? Esto no es hacerlo particular. Esto es definición. Él no sólo te da buenas
dádivas sino que Él implanta en ti de manera permanente la fuente de cada una de ellas. ‘Vosotros
sois,’ 1 Corintios 6:19-20, ‘el templo del Espíritu Santo.’ Eres templo del Espíritu Santo. Entonces, es
sólo un tema de ser fortalecido por Su Espíritu en el hombre interior, ¿verdad?
Y luego en Efesios 3:20 dice: “Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más
abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros.” Dios dice,
de hecho, tienen tantas necesidades, necesitan tanto poder, tanta sabiduría, tanta guía, tanta ayuda,
simplemente voy a colocar Mi Espíritu en ellos y de esta manera van a tener al dador y a la fuente y a la
causa.
Digo, la generosidad de esto es absolutamente asombrosa. Darnos el Espíritu Santo específicamente no
es algo menos que buenas dádivas, es algo más que buenas cosas. El Señor está dando un paso más
hacia adelante. Él dice ‘Te voy a dar lo que es bueno.’ Y ahora, Él dice ‘Te voy a dar al bueno, al tercer
miembro de la Trinidad, el Dios de dioses, Dios el Espíritu para que venga y viva en tu vida.’
Ahora, esos discípulos sabían del Espíritu Santo. Los judíos sabían del Espíritu Santo, de hecho podían
decir esa frase y en el credo de los apóstoles “creo en el Espíritu Santo.” Leyeron Génesis y fue el
Espíritu Santo quien se movió las aguas, ¿verdad? Y produjo la creación. Isaías, capítulo 40 atribuye la
creación al Espíritu Santo. Job 33:4, Eliú da testimonio: “El Espíritu de Dios me ha hecho.” El Espíritu
de Dios es el creador. Entonces, ellos conocían la obra del Espíritu de Dios en la creación.
Ellos también sabían que el Espíritu de Dios vino sobre los jueces en el Antiguo Testamento y los ayudó
en su liderazgo en Israel. Ellos sabían que el Espíritu de Dios vino en aquellos artesanos que
construyeron el tabernáculo y construyeron el templo, que el Espíritu de Dios vino sobre líderes, el rey
David y sobre los profetas como Ezequiel y Miqueas y Zacarías. Ellos sabían que el Espíritu de Dios
vino por motivos de poder y profecías y para ciertas obras.
Pero ellos también sabían, y esto es realmente importante, ellos también sabían que cuando el Mesías
vino, habría un derramamiento especial del Espíritu Santo. Isaías 61 presenta al Mesías diciendo: “El
Espíritu de Jehová está sobre mí porque Él me ha ungido para predicar el Evangelio a los pobres.”
Usted recuerda Lucas 4, Jesús vino y dijo: “Yo he cumplido eso.” Entonces, ellos sabían que cuando el
Mesías viniera, Él sería capacitado por el Espíritu Santo. Y el Mesías así lo fue.
Él nació de una virgen quien por la capacidad de Su Espíritu concibió. Él fue ungido por el Espíritu en
Su bautismo. Él fue lleno por el Espíritu y fue guiado por el Espíritu en Su tentación y en Su ministerio.
El Espíritu de Dios lo capacitó. Como puede ver, a lo largo del Evangelio de Lucas, conforme avanza a
lo largo de todos esos elementos de la vida de Jesús, ellos sabían que así debía ser, eso es lo que el
Antiguo Testamento dijo, el Mesías sería ungido por el Espíritu Santo.
Pero también sabían que cuando el Mesías vino, Él traería un Reino que sería dominado por el Espíritu
Santo. ¿Cómo sabían eso? Porque en Joel 2:28-29 dice: “El Espíritu de Dios vendrá sobre toda la
humanidad. Habrá una liberación del Espíritu Santo como nunca antes ha habido.”
Y usted recordará en el día de Pentecostés, Pedro dice: “Lo que ustedes han visto en el día de
Pentecostés ha sido una probada de lo que Joel dijo. El Espíritu Santo va a venir sobre toda la
humanidad y habrá profecías y visiones y sueños. Eso va a suceder en el Reino futuro y hubo una
probada de ello en el día de Pentecostés.”
Entonces, ellos asociaban al Espíritu Santo con la llegada del Mesías, la vida y ministerio personales
del Mesías, con el Reino del mesías también. Pero hay un tercer un elemento. Ellos sabían que el
Espíritu Santo va a venir en plenitud a los creyentes que eran parte de ese Reino. ¿Cómo lo sabían?
Debido a ese pasaje clave que todos los judíos que conocían el Antiguo Testamento conocían, Ezequiel
capítulo 36, ese maravilloso pasaje del nuevo pacto el cual Nicodemo también conocida como maestro
en Israel.
Esto es lo que el nuevo pacto promete. Rociaré agua limpia en ustedes, seréis limpios. Los voy a limpiar
de toda su inmundicia, todos sus ídolos. Le voy a dar un nuevo corazón, voy a colocar un nuevo
Espíritu dentro de ustedes. Voy a quitar el corazón de piedra de su carne, darles un corazón de carne.
En otras palabras, voy a regenerar de manera total su alma, su interior.
Y después esto: “Y pondré Mi Espíritu en vosotros y Él hará que ustedes caminen en mis estatutos y
que sean cuidadosos en observar Mis ordenanzas.” Entonces, ellos sabían que el Espíritu Santo iba a
venir y venía a ellos para capacitarlos para caminar en obediencia a la Palabra de Dios. Ellos sabían que
esto estaba en la promesa del nuevo pacto. Ellos sabían lo que Pablo dijo en 2 Corintios 3, que la letra
mata y el Espíritu da vida.
Entonces, Jesús entiende que están esperando el Espíritu Santo. Están esperando el Espíritu Santo.
Ellos saben que toda la plenitud vendrá en el Espíritu, que cuando el Espíritu venga y establezca Su
residencia en ellos, ellos obedecerán la ley de Dios, caminarán en Sus mandamientos. Y entonces Jesús
sabe que esto está en sus corazones y les dice: “Si ustedes, siendo malos, saben dar buenas dádivas a
sus hijos, cuanto más su Padre celestial quien es perfecto y perfectamente bueno les dará porque
ustedes quieren más y lo que ustedes quieren más es el Espíritu Santo porque el tenerlo a Él no sólo
tienen la provisión sino que tiene la fuente, ¿verdad?
Y se acuerdan que Jesús les dijo en Juan 14 a los discípulos: “Él ha estado con ustedes,” hablando del
Espíritu, “pero ahora estará en ustedes.” Una nueva plenitud. Y Jesús dijo en Juan 7 que “cuando el
Espíritu de Dios venga en ustedes, de vuestra alma fluirán ríos de agua viva.” Se convertirán en una
fuente abundante de bendición divina. El Espíritu los va a guiar a toda la verdad, Él va hacer que se
acuerden de las cosas que les he dicho. Él los va a guiar. Los va a dirigir. Él los va a convencer.
¿Entiende usted que todo lo que le ha sucedido a usted como creyente es producto de la obra del
Espíritu Santo? Y llegamos al punto en el que podríamos entrar en la neumatología, el estudio del
Espíritu. Como pecador, usted fue convencido por el Espíritu, Juan 16, así es como usted llegó a
comprender su pecado. Cuando usted confesó a Jesús como Señor, cuando usted lo hizo, lo hizo por el
Espíritu Santo. Ninguno confiesa a en Jesús como Señor sino es por el Espíritu Santo, 1 Corintios 12:3.
Usted recibió el conocimiento de la verdad de Dios del Espíritu Santo porque es sólo por el Espíritu
que conoce las cosas de Dios. Primera de Corintios capítulo 2. El hombre natural no las entiende.
A usted se le dio libertad de la ley del pecado, de la ley de la muerte por el Espíritu Santo. “Donde está
el Espíritu del Señor, Segunda de Corintios 3:17 dice, hay libertad.” Usted fue sellado para la vida
eterna por el Espíritu Santo, Efesios 1. Usted camina en justicia por el Espíritu, Romanos 8. Usted fue
bautizado en el Espíritu, 1 Corintios 12, literalmente inmerso en Su vida y poder. Usted es habitado por
el Espíritu, 1 Corintios 6:19-20. Usted es lleno del Espíritu, Efesios 5:18. Ustedes dotado por el Espíritu
Santo, 1 Corintios 12.
A usted se le dan virtudes piadosas por el Espíritu, el fruto del Espíritu, Gálatas 5. Usted es capacitado
por el Espíritu para el evangelismo, Hechos 1:8. El Espíritu Santo ora constantemente por usted,
Romanos 8, quién gime con gemidos indecibles intercediendo por usted. Usted es santificado por el
Espíritu, 2 Tesalonicenses 2. Usted es conformado a la imagen de Cristo por el Espíritu de un nivel de
gloria al siguiente, más y más como Cristo, 2 Corintios 3:18. Usted tiene esperanza en el Espíritu,
Romanos 8:23. El Espíritu es el arrabōn, la garantía, el enganche, el anillo de compromiso de su gloria
eterna futura.
En resumen, cuando el Señor le dio al Espíritu Santo, le dio todo, absolutamente todo. Por Su
presencia, por Su poder, por Su gracia, somos los poseedores de manera permanente de todo lo que
necesitamos y mucho más que eso. “Él puede hacer mucho más abundante de lo que podemos pedir o
entender.” Usted tiene más recursos en el Espíritu Santo de lo que puede inclusive imaginarse.
Todo el pasaje es excesivo. Dios le da más al darle al Espíritu Santo de lo que usted jamás podría llegar
a entender. Esa es la razón por la que también la oración de Pablo era que Dios nos diera el Espíritu de
sabiduría y conocimiento para que entendiéramos lo que tenemos. Y es para aquellos que piden. Usted
pide y Él no le da lo que es del Espíritu, Él le da a usted el Espíritu.
Dios no es como ese vecino, ¿verdad? Quien se molestó y dijo ‘vete’ pero finalmente, cedió. Él es
generoso. Él nos da inclusive más de lo que podemos llegar a imaginarnos porque no podemos
comprender a Dios o a Su poder o a Su sabiduría o a Sus recursos, no podemos comprender al Espíritu
a pesar de que Él vive en nosotros. Esa es la razón por la que Él puede hacer mucho más
abundantemente de lo que podamos pedir o entender. No deshonre a Dios al dudar de Su generosidad.
Vaya a Él en la mitad de su noche y sepa que usted no lo puede interrumpir. Él se deleita en que usted
esté ahí. Y hágalo cumplir Sus promesas y sea persistente y demande que Él lo escuche y le de lo que es
mejor. ¿Le ayuda esto a ver la oración de una manera diferente? Muy bien.
Esto es tan abrumador para nosotros, Padre. Somos tan indignos, tan inmerecedores. Y sin embargo,
Tú nos has dado mucho más allá de lo que jamás podríamos comprender. Pedimos una dádiva y nos
diste al Dador. Sólo podemos decir “gracias” y vendremos y rogaremos y oraremos y pediremos y
buscaremos y llamaremos porque Tú nos has dicho que así es como recibimos y encontramos y las
puertas serán abiertas para nosotros.
Te amamos y Te damos gracias por ser el generoso que eres, ¡tan magnánimo! Nunca podríamos ser
tan valientes como para pedir que vivieras en nosotros. Y sin embargo, eso es lo que has hecho. Te
damos gracias por eso, y Te damos gracias porque el Espíritu está ahí para fortalecernos, para
enseñarnos, para guiarnos, para confortarnos, para ayudarnos, para interceder por nosotros y
guardamos y sellarnos hasta la gloria eterna. Por esto Te damos gracias en el nombre de Cristo.
CUANDO DIOS NO REMUEVE EL AGUIJÓN
Uno de los relatos más conmovedores y honestos dentro de los escritos del apóstol Pablo se encuentra
en la segunda carta a los Corintios. En ella, Pablo ha venido describiendo una experiencia que había
tenido catorce años antes de escribir esta epístola, cuando dice él que “fue arrebatado hasta el tercer
cielo” (2 Co. 12:2). En ese lugar, continúa el apóstol, “oyó palabras inefables que no le es dado al
hombre expresar” (2 Corintios 12:4). Sin duda la experiencia de este gran hombre de Dios fue
extraordinaria, única y gloriosa.
No obstante, Pablo reconoce que en vista del riesgo de auto exaltarse y vanagloriarse por esa
experiencia, “me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee” (2 Co.
12:7). El sentimiento de angustia se profundiza cuando después de orar, se le da a entender que el
aguijón no será removido: “respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. Y me ha
dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad” (2 Co. 12:9). Con seguridad la
respuesta divina dejó perplejo al apóstol, al menos inicialmente.
A través de los años, los teólogos no se han puesto de acuerdo en cuanto a la naturaleza del aguijón de
Pablo. Algunos han especulado con una enfermedad, y otros con una debilidad personal, etc. Más allá
de esto sabemos que era una situación o condición que lo doblegaba y afligía al extremo.
No obstante, los creyentes nos podemos identificar con la experiencia de Pablo. En cierto sentido,
todos en algún momento hemos experimentado (o seguimos experimentando) nuestro “aguijón”. Eso
que nos doblega, nos aflige, y nos humilla. Eso que nos punza e incomoda. Persecución, debilidad,
enfermedad, escasez, temores, traumas o dolores. Sea lo que sea, nos aflige y estremece. Y lo que más
nos frustra es que le pedimos a Dios, y el “aguijón” no es removido. Como le pasó a Pablo.
“Bástate mi gracia” le respondió el Señor a Pablo, y nos responde a nosotros también. “Mi gracia es
suficiente. Mi gracia te basta”. Porque cuando Dios trae algo a nuestra vidas, sigue siendo un acto de su
bendita y soberana gracia. Por gracia lo permite. Por gracia lo envía. Por gracia nos sostiene en medio
de esas circunstancias difíciles. Por gracia obra y usa ese aguijón para nuestro bien. Por gracia está
formando la imagen de su Hijo (Romanos 8:29). Su gracia es suficiente.
De eso se trata el evangelio: el anuncio de las buenas nuevas de salvación por gracia. En realidad toda
la experiencia de la salvación es un don de la gracia de Dios, desde nuestra conversión inicial hasta la
glorificación final, incluyendo nuestra santificación.
Esa es la razón por la que Dios no remueve el aguijón: Porque en medio y por medio de este, Él esta
formando el carácter de su Hijo en nosotros.
Pablo le dijo a los Tesalonicenses que “la voluntad de Dios es vuestra santificación”( 1 Ts. 4:3). El Señor
desea y está comprometido en hacernos crecer en santidad. A los filipenses se les dijo que “el que
comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Fil. 1:6). Hacernos y
transformarnos a Su imagen es la gran obra que el Señor empezó, hace y terminará hasta el final.
Cuando Dios no remueve el aguijón es porque Él está obrando. Cuando la adversidad, la aflicción y el
dolor perduran, debemos confiar que él no es ajeno a nuestra circunstancias. Dios es soberano y rey
sobre nuestras dificultades, establece sus límites y los usa para nuestro provecho. Podemos descansar
en que Su perfecta y bendita voluntad se está cumpliendo y que eso es lo mejor para nosotros.
La gracia es mayor que el aguijón. Su gracia es suficiente.
CARTA A MI “YO” MISIONERA MÁS JOVEN
Desde la niñez tenía una pasión ardiente por el evangelio y por alcanzar a los no alcanzados. Hace más
de 25 años entendí que “la Gran Comisión” no es “la Gran Sugerencia”, y que queda incompleta si no
hay discipulado, si nos quedamos sin enseñar todo lo que Cristo enseñó. Muchos de esos primeros años
fueron años apasionados, donde oraba y buscaba arduamente el rostro de Dios y su voluntad para mi
vida. Aún no entendía el significado de ser “misionera”, pero algo ardía en mi corazón con predicar el
evangelio a toda criatura, con enseñar la Palabra de Dios, y con adorar juntos en diferentes idiomas y
culturas.
Sin duda hay muchas cosas que me hubiera gustado saber entonces. Ahora veo jóvenes con la misma
pasión ardiente, que no pueden esperar en “salir al campo”, pero por diversas situaciones y
circunstancias están en espera o aún ponderando si este es su llamado. Es por eso que quiero
compartirte esta carta que me escribí a una “yo” más joven, compartiendo contigo algunas cosas que he
podido aprender en mi viaje con el Señor por las naciones.
Prioriza. Enfoca tu energía. Es muy fácil hacer de todo y padecer de uno de los males de nuestra
generación: la superficialidad. Es muy bueno aprender diversidad de habilidades, pero se hace
necesario especializarte o ser bueno en alguna de ellas. Por ejemplo, si tocas piano, guitarra, percusión,
vocalizas o cualquier otro instrumento, no lo abandones hasta tenerlo a un nivel en que puedas hacer
uso del mismo para el servicio a otros. Recuerda que la música es un lenguaje universal, y te servirá
para comunicarte cuando el idioma represente una barrera. Al igual que con la música, aprende a
limpiar, a cuidar una casa, a lavar tu ropa, a mantener un presupuesto, a cocinar tu comida de forma
saludable y con lo que tengas a mano.
Conoce tu fe. El apóstol Pedro exhorta a los hermanos en la dispersión a “santificad a Cristo como
Señor en vuestros corazones, estando siempre preparados para presentar defensa ante todo el que os
demande razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con mansedumbre y reverencia” (1
Pedro 3:15). El acusador intentará traer dudas y cuestionamientos en los aspectos más básicos y vitales
de la fe. “¿Acaso dijo Dios…?”, “¿Es Dios real?”, “¿Está Dios conmigo?”, “¿Me ama Dios realmente?”,
“¿Acaso hay una vida eterna?”. Ni en tus sueños pensarías cuestionar estas cosas. Sin embargo, en
lugares donde la oscuridad e ignorancia del evangelio es extensa, donde la predicación de la Palabra no
adulterada y la sana doctrina sean escasos, tu fe será probada. Recuerda que si Satanás tuvo la
gallardía de tentar al Hijo de Dios, ¿cuánto más no hará con nosotros? No importa cuán firme crees
estar, profundiza más en la Palabra, en teología bíblica y sistemática, en memorización de las
Escrituras, en apologética, en entender distintas religiones y posiciones religiosas, y en cómo presentar
el evangelio a personas de distintos trasfondos educativos y de fe distintos al tuyo.
Sé humilde y siempre depende de Dios. Parece sencillo, pero no te va a ser fácil. Tu orgullo te
llevará a retardar el perdón, a no decir cuánto amas a tu familia ni dedicarles tiempo suficiente. Te
llevará a reconocer menos públicamente las virtudes en los demás y probablemente agrandarás sus
faltas, aunque sea en tu interior.
Organiza tu vida financiera. No te metas en deudas. Aprende a vivir con mucho menos de lo que
crees necesitar. Da, y da un poco más de lo que has pensado. Sé generosa como Dios ha sido generoso,
porque es un buen ejercicio para la piedad (1 Timoteo 4:7). Un día vivirás por fe, dependiendo de la
generosidad de otros.
Recuerda siempre ser agradecida. Da gracias a Dios, a los que te sirven, a tus líderes, a tus
padres, a tus familiares, a los que te soportan y ayuda, a los que oran por ti. Nada es merecido. Todo es
gracia.
No desperdicies ninguna prueba. Dios no lo hace. Cada prueba y dolor por el cual has pasado te
acercará más y más a Dios y te ayudará a consolar a otros con el consuelo con el cual has sido
consolada (2 Corintios 1:4). Ningún dolor es para siempre. Llora y sé honesta con Dios en medio de tus
pruebas. Reconoce su carácter a través de las lágrimas.
No temas la soledad. La soledad es buena si te enfocas en Dios, si usas esos tiempos para
mantenerte en silencio y meditar en la buena Palabra de Dios para corregirte, instruirte, animar a fin
de ser edificada (2 Timoteo 3:16).
El ministerio está en las interrupciones. Cuando alguien te interrumpa de lo que planeabas o
querías hacer, no te enojes. Ora y pídele a Dios que te ayude a ser como Jesús. Muchos de los hechos y
enseñanzas de Jesús ocurrieron en medio de interrupciones. Ellas te recuerdan que no se trata de ti, ni
de tú estar en control de tu agenda, sino de Dios y su soberanía.
Tu universidad no es tiempo perdido. ¡No tienes idea de cuán importante es! Puede abrirte
puertas a los no alcanzados, a temas de conversación, a círculos cerrados, a ayudar en tiempos
precisos. Tu universidad es un tiempo de preparación técnica, pero también te prepara en cómo
relacionarte con personas que piensan distinto a ti, en cómo lidiar con la competencia, con profesores
que detestan el cristianismo y se burlan de ti. Todo esto te ayudará al ministrar en un futuro a otros
estudiantes universitarios del otro lado del planeta.
Cuida tu salud. Los viajes, el “jet lag”, los cambios de horario, de clima, contaminación ambiental, y
alimentación van a tener consecuencias en tu cuerpo. Es tu cuerpo que te permite alcanzar, hablar,
abrazar, orar, construir en misiones. Cuídalo. Ejercítate. Come saludable. Mantén un peso estable.
Aprende a escoger lo que comes. Si estás enferma, raramente puedes ministrar a alguien o cumplir la
asignación que Dios te ha dado. Recuerda que el descanso y tiempo de reposo es también adoración.
Toma un día de reposo. Detente a oler las flores. A disfrutar el paisaje y a adorar a Dios por todo lo que
ha hecho.
Ama. Ama a Cristo, a su iglesia, a tu familia, a tus amigos , a los extraños que Dios trae a tu vida.
Predícate el evangelio. Vas a fallar. No vas a hacer todo lo que te has propuesto hacer para Dios, ni
todo lo que sabes que Él ordena de ti. Recuerda a Cristo y su cruz: tu identidad y tu gozo no están en lo
que haces ni en quién eres. Están en lo que Él hizo y quién Él te ha hecho. Tráelo a tu memoria una y
otra vez.
Finalmente, recuerda que el mundo no te necesita a ti. Necesita a Cristo. Es Su obra; Él es el
salvador, y puedes confiar en su tiempo perfecto. Esos años que pasarán entre tu llamado y el tiempo
en que estés en el lugar que Dios te ha llamado no es un retraso. No es un día más tarde ni más
temprano que el tiempo que Él ha decretado para hacer Su obra, para Su gloria. Recuerda que el
mundo y el universo están en las manos de Dios. Mantente dispuesta a apuntar a Él y a reconocerle a
Él en todos tus caminos (Proverbios 3:3-5).
NO ERES TÚ CUANDO ESTÁS BORRACHO
Al alcohol se le ha llamado el gran suero de la verdad. La gente dice que si quieres llegar al fondo de ti
mismo y conocerte verdaderamente, agarra una botella.
La gente bebe por muchas razones. Muchos beben para experimentar libertad, un yo desenfrenado, sin
control, y sin inhibiciones. Lo que sale a la luz cuando estás borracho, en persona, por teléfono, en las
redes sociales, o en mensajes de texto, se supone que es el verdadero tú, lo que realmente piensas y
sientes debajo de todas las máscaras. La promesa del barril es que el exceso de alcohol te desinhibirá
para ti mismo y para todos tus amigos. Es la liberación por libación.
Pero la Biblia presenta una imagen diferente de la libertad. ”Para libertad fue que Cristo nos hizo
libres… solo que no usen la libertad como pretexto para la carne, sino sírvanse por amor los unos a los
otros” (Gal. 5:1,13). La libertad, entonces, no es el empuñar egoísta e imprudente los antojos y
opiniones. Mejor, la libertad es la entrega en sacrificial, sobria y calculada de nuestra vida por el bien
de los demás.
Si eso no suena como libertad para nosotros (y no va a sonar así para la mayoría de nosotros) entonces
hemos tomado demasiadas copas de lo que el mundo nos está dando de beber.
Sobriedad acerca de la embriaguez
¿Que el tú borracho es el tú verdadero? Es cierto, el alcohol no saca nada de una persona que ya no
estuviera allí. El corazón es siempre un barril a punto de explotar, lleno de ira, lujuria, o blasfemia (Mt.
12:34). Por lo tanto, quien eres cuando estás borracho es realmente tú.
Esa persona eres tú, pero es un tú pequeño, miserable, roto, e incompleto; un tú estropeado por el
pecado, consumido en ti mismo, ciego a la verdad, y por tanto insensible a la realidad. Él o ella no es el
tú que Dios te creó para ser; no es el tú que está en mayor sintonía con la vida real, y no es el tú más
lleno y más feliz. La embriaguez puede exponer y desatar cosas profundas dentro de ti, pero no tiene
ninguna buena noticia para la oscuridad que emerge. Te mostrará todo de ti mismo, y
luego prometerá con dulzura que riéndote de lo que ves, todo será mejor.
El evangelio también expone ese lado secreto de ti, pero luego lo libera de ti mismo. En lugar de
ahogarte en algo que adormece el dolor y desdibuja la realidad, ¿por qué no ahogarte en la gracia que
perdonará y sanará lo que está roto y escondido dentro de ti?
Pérdida y llenura
Una vez más, la Biblia dice:
“Y no se embriaguen con vino, en lo cual hay disolución, sino sean llenos del Espíritu. Hablen entre
ustedes con salmos, himnos y cantos espirituales, cantando y alabando con su corazón al Señor. Den
siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre. Sométanse unos
a otros en el temor de Cristo”, Efesios 5:18-21.
Yo solía pensar que cuando la Biblia me decía que no debía hacer algo, como no emborracharme, era
decirme no a mí mismo solo con el objetivo de decirme no. Abandonar los placeres “mundanos” era
solo una forma de declarar que era un cristiano, con el fin de apartarme de toda la gente mala. En la
forma como Pablo lo presenta, sin embargo, este tipo de autonegación no es una pérdida, sino un
intercambio. No es principalmente dejar algo, sino lograr algo. Abandonar la embriaguez no es solo
una forma en la que se identifican los cristianos justificados: es el camino para convertirse en una
persona más entera y feliz.
Vivir en el Espíritu, presentar las buenas nuevas, ejercitar el autocontrol, y servir los unos a los otros
dentro de una comunidad de creyentes no son formas en las que nos volvemos menos nosotros, sino
formas en las que podemos librarnos del pecado, de nuestros viejos yo, con el fin de llegar a ser más
como fuimos diseñados. En la embriaguez, huimos y nos rendimos al pecado dentro de nosotros,
aceptando que el yo roto es el verdadero yo y siempre lo será. En el Espíritu, nos limpiamos y
avanzamos con real verdad, gracia, esperanza y alegría, no con falsificaciones artificiales que con fecha
de expiración.
Todo el que tenga sed
Nos negamos un deseo real, pero no estamos sacrificando nuestro yo. El intercambio es ganancia, en
satisfacción y en autorrealización. Fuimos hechos para ser y sentirnos libres; no para dar rienda suelta
a nuestros impulsos pecaminosos sino para ser libres de ellos. Fuimos hechos para ser conocidos, cada
parte de nosotros, incluso los más oscuros secretos, pero no de una manera que se olvide en la mañana
siguiente. Fuimos hechos para ser felices, no de alguna manera incoherente, semiconsciente, sino
plenamente conscientes de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Y un día, los que han dicho
que no a este mundo, y en su lugar han sido llenos de Cristo, se encontrarán aún más conscientes de sí
mismos, de los demás, y de Dios, en Su Presencia (1 Co. 13:12).
No nos descubrimos a nosotros mismos perdiendo nuestro autocontrol y desinhibiéndonos. No.
Descubrimos quiénes somos en realidad, quienes somos destinados a ser, negando nuestros miopes,
egoístas y pecadores impulsos, abrazando a Jesucristo y todas sus promesas por fe, y con su Espíritu
dentro de nosotros, ejerciendo Su sabiduría, Su poder y Su amor por el bien de los demás.
Todo el que beba de esa fuente nunca tendrá sed jamás (Jn. 6:35).
¿UN MAYOR NIVEL DE UNCIÓN? | #COALICIÓNRESPONDE
Pregunta: ¿Qué es la unción? ¿Se puede alcanzar un mayor nivel?
En el Antiguo Testamento, el ungimiento era algo sumamente particular. Nadie era ungido fuera de la
orden explícita de Dios, y no eran muchos los ungidos que existían. Estos ungimientos eran hechos
derramando aceite sobre la persona escogida por Dios, para así marcar su sello de “ungido de Dios”, de
“escogido”. A través de este acto solemne, el objeto de la unción recibía una capacitación y autoridad
especial de Dios para desempeñar un rol exclusivo de esa persona (rey, sacerdote, profeta, etc.).
En el nuevo testamento encontramos la palabra “unción” (gr. Chrisma) solo en dos ocasiones, ambas
en el mismo libro y en el mismo capitulo, 1 Juan 2:20 y 27. El apóstol Juan está dirigiendo esta porción
de la epístola principalmente a combatir las herejías que se estaban infiltrando en la iglesia y que
estaban minando las columnas de la fe cristiana. Falsos maestros estaban enseñando que Cristo no se
había encarnado y que no era el Hijo de Dios. La exhortación del apóstol va directamente a que no
oigan a otros maestros porque ellos ya conocen la verdad, ya han recibido la “unción del Santo” (1 Jn.
2:20), y no tienen necesidad de que nadie les enseñe nada nuevo. Juan comienza la advertencia en el 1
Juan 2:18, hablando de que muchos anticristos se han levantado, y continúa animándolos:
“Pero ustedes tienen la unción del Santo, y todos ustedes lo saben. No les he escrito porque ignoren la
verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira procede de la verdad. ¿Quién es el
mentiroso, sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al
Hijo”, 1 Juan 2:20-22
Es como si él les estuviera diciendo, ”¡No abracen otra verdad porque es una mentira! Recibieron el
Espíritu Santo que los guía a toda la verdad (Juan 16:13), y ustedes pueden discernir la mentira de la
verdad porque han sido ungidos”. Más tarde les afirmará que esa unción no se apartará de ellos sino
que “la unción que recibieron de Él permanece en ustedes, y no tienen necesidad de que nadie les
enseñe. Pero así como Su unción les enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así
como les ha enseñado, ustedes permanecen en El”.
La unción en el Nuevo Testamento es una alución al Espíritu Santo que ha recibido todo creyente. Este
Espíritu Santo que hemos recibido de Dios nos capacita para discernir el error y nos guía a la verdad a
través de Su Palabra. Claro está, como bien menciona el Dr. Constable en sus notas sobre 1 Juan, hay
factores que al creyente le pueden hacer caer en un error, como un estado deplorable de su vida
espiritual, las enseñanzas humanas que absorba o el pecado en su vida.
Nada ha cambiado desde que Juan escribió esta epístola. Vivimos como cristianos siendo atacados
constantementes por falsas enseñanzas que quieren minar la solidez, seguridad y pureza de nuestra fe.
Y en este mundo, al cual no pertenecemos, los que hemos nacido de nuevo estamos ungidos por Dios
con el Espíritu Santo para poder discernir el error de la verdad. Él mismo nos ha dado herramientas
como el estudio de Su Palabra, la oración y la meditación para conocer Su voluntad con respecto a
todas las cosas.
Si bien es cierto que hay momentos donde el Señor nos capacita para hacer mejor una tarea (quizás al
orar o predicar la Palabra, por ejemplo), ¿podemos decir que hay un mayor nivel de unción para el
creyente actual? No. El Espíritu Santo que vive en nosotros es Dios mismo, y Dios no tiene variantes en
su persona. Él es todo pleno y perfecto. ¡Y que no haya mayor unción es una buena noticia para
nosotros! Dios nos ha dado todo en Cristo y como dice Colosenses “Estamos completos en Él” (Col.
2:10-12). Así como en los días de Juan, tenemos una élite de falsos maestros que aseguran haber
recibido revelaciones de Dios sobre cómo alcanzar mayores niveles de poder en la vida cristiana. No
hay necesidad de correr detrás de ciertos falsos maestros que aseguran llevarte a un nivel mayor de
conocimiento y de unción. Tenemos la unción del Santo que nos guía a la verdad. Y tenemos a Cristo, y
Él solo es suficiente.
ERRORES DEL EVANGELIO DE LA PROSPERIDAD
Hace más de un siglo, hablando a la entonces congregación más grande en toda la cristiandad, Charles
Spurgeon dijo:
Creo que es anti-cristiano y profano para cualquier cristiano vivir con el objeto de acumular riqueza.
Usted dirá: "¿No debemos esforzamos todo lo posible para conseguir todo el dinero que podemos?"
Usted puede hacerlo. No puedo dudar, excepto que, al hacerlo, usted puede hacer un servicio a la causa
de Dios. Pero lo que dije fue que vivir con el objeto de acumular riqueza es anti-cristiano. [1]
Con los años, sin embargo, el mensaje que se predicó en algunas de las iglesias más grandes en el
mundo ha cambiado-de hecho, un nuevo evangelio está siendo enseñado a muchas congregaciones
hoy. Este evangelio se le ha atribuido muchos nombres, tales como evangelio de “nómbrelo y
reclámelo,” el evangelio de “parlotee y agárrelo,” el evangelio de “salud y riqueza,” el “evangelio de la
prosperidad,” y la “teología de la confesión positiva.”
No importa cuál sea el nombre que se utilice, la esencia de este nuevo evangelio es el mismo. En pocas
palabras, esta egocéntrico "evangelio de la prosperidad" enseña que Dios quiere que los creyentes sean
de buena salud, estar materialmente ricos, y personalmente felices. Escuche las palabras de Robert
Tilton, uno de los portavoces más conocidos del evangelio de la prosperidad: “Creo que es la voluntad
de Dios que todos prosperen porque lo veo en la Palabra, no porque se ha tenido efecto fuertemente en
otra persona. No pongo mis ojos en los hombres, sino en Dios que me da el poder para hacer las
riquezas.” [2] Los maestros del evangelio de la prosperidad alientan a sus seguidores a orar por e
incluso demandar prosperidad material de Dios.
CINCO ERRORES TEOLOGICOS DEL EVANGELIO DE PROSPERIDAD
Recientemente, Russell Woodbridge y yo escribimos un libro titulado Salud, Riqueza y Felicidad para
examinar las afirmaciones de los defensores del evangelio de la prosperidad. [3] Mientras que nuestro
libro es demasiado amplio para resumirlo aquí, en este artículo me gustaría revisar cinco doctrinas que
cubrimos en nuestro libro –doctrinas en las que los defensores evangelio de la prosperidad se
equivocan. Al discernir estos errores con respecto a las doctrinas fundamentales, espero que los
lectores de este artículo vean claramente los peligros del evangelio de la prosperidad. Las doctrinas que
voy a cubrir son el pacto de Abraham, la expiación, la ofrenda, la fe y la oración.
1. El pacto de Abraham es un medio para el derecho material.
El primer error vamos a considerar es que el evangelio de la prosperidad considera al pacto de
Abraham como un medio para el derecho material.
El pacto de Abraham (Gn 12, 15, 17, 22) es una de las bases teológicas del evangelio de la prosperidad.
Es bueno que los teólogos de la prosperidad reconozcan que gran parte de las Escrituras es el registro
del cumplimiento del pacto de Abraham, pero es malo que no mantengan una visión ortodoxa de este
pacto. Ellos tienen una visión incorrecta de la creación del pacto, más significativamente, sostienen
una visión errónea sobre la aplicación del pacto.
Edward Pousson declaró mejor la perspectiva de la prosperidad en la aplicación del pacto de Abraham,
cuando escribió: “Los cristianos son hijos espirituales de Abraham y herederos de las bendiciones de la
fe. . . . . . . Esta herencia abrahámica se descomprime todo en términos de los derechos materiales ".
[4] En otras palabras, el evangelio de la prosperidad enseña que el propósito principal del pacto de
Abraham era para que Dios bendiga a Abraham materialmente. Puesto que los creyentes son ahora
hijos espirituales de Abraham, que han heredado estas bendiciones financieras.
El maestro de prosperidad Kenneth Copeland escribió: “Puesto que la Pacto de Dios se ha establecido y
la prosperidad es una disposición de este pacto, es necesario darse cuenta de que la prosperidad le
pertenece a usted ahora!” [5]
Para apoyar esta afirmación, maestros de la prosperidad apelan a Gálatas 3:14, que se refiere a "las
bendiciones de Abraham [que] pueden alcanzar los gentiles en Cristo Jesús." Es interesante, sin
embargo, que en sus apelaciones a Gal. 3:14, los maestros de la prosperidad ignoran la segunda mitad
del versículo que dice: “… para que recibiéramos la promesa del Espíritu mediante la fe.” En este
versículo Pablo estaba recordando claramente los Gálatas de la bendición espiritual de la salvación, no
las bendiciones materiales de la riqueza.
2. La expiación de Jesús se extiende hasta el "pecado" de la pobreza material.
Un segundo error teológico del evangelio de la prosperidad es una perspectiva defectuosa de la
expiación.
Teólogo Ken Sarles escribe que "el evangelio de la prosperidad afirma que tanto la sanidad física y las
prosperidad financiera se han previsto en la expiación". [6] Esto parece ser una observación precisa a
la luz del comentario de Kenneth Copeland que "el principio básico de la vida cristiana es saber que
Dios puso nuestro pecado, la enfermedad, la tristeza, el dolor y la pobreza sobre Jesús en el Calvario.”.
[7] Este malentendido sobre el alcance de la expiación se debe a dos errores que los proponentes del
evangelio de la prosperidad hacen.
En primer lugar, muchos de los que sostienen la teología de la prosperidad tienen una idea errónea
fundamental de la vida de Cristo. Por ejemplo, el profesor John Avanzini proclamó: “Jesús tenía una
bonita casa, una casa grande,” [8] “Jesús estaba manejando grandes cantidades de dinero,” [9] y hasta
“llevaba ropa de diseñador”. [10] Es fácil ver cómo una visión tan distorsionada de la vida de Cristo
podría llevar a un malentendido igualmente deformado de la muerte de Cristo.
Un segundo error que conduce a una visión errónea de la expiación es una mala interpretación de 2
Corintios 8:9, que dice: “Porque conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que siendo rico, sin
embargo por amor a vosotros se hizo pobre, para que vosotros por medio de su pobreza llegarais a ser
ricos.” Aunque una lectura superficial de este versículo puede llevar a creer que Pablo estaba
enseñando acerca de un aumento de la riqueza material, una lectura contextual revela que Pablo estaba
enseñando en realidad el principio opuesto exacto. De hecho, Pablo estaba enseñando a los corintios
que puesto que Cristo logró tanto para ellos a través de la expiación, debe vaciarse de sus riquezas al
servicio del Salvador. Es por ello que sólo cinco cortos versículos después, Pablo le instaría a los
corintios a desprenderse de su riqueza por sus hermanos necesitados, escribiendo “en el momento
actual vuestra abundancia suple la necesidad de ellos” (2 Cor. 8:14).
3. Los cristianos dan a fin de obtener una compensación material de Dios.
Un tercer error del evangelio de la prosperidad es que los cristianos deben dar a fin de obtener una
compensación material de Dios. Una de las características más llamativas de los teólogos de la
prosperidad es su fijación aparente con el acto de dar. Se insta a los estudiantes del evangelio de la
prosperidad a dar con generosidad y son confrontados a tales declaraciones piadosas como, “La
verdadera prosperidad es la capacidad de utilizar el poder de Dios para satisfacer las necesidades de la
humanidad en cualquier ámbito de la vida” [11] y, “hemos sido llamados a financiar el evangelio al
mundo.” [12] Si bien estas declaraciones parecen ser loables, este énfasis en la entrega se basa en
motivos son nada amas que filantrópicos. La fuerza impulsora detrás de esta enseñanza sobre el dar es
lo que el maestro de prosperidad Robert Tilton conoce como la "ley de compensación." De acuerdo con
esta ley, que se basa supuestamente en Marcos 10:30, [13] Los cristianos tienen que dar
generosamente a los demás, porque cuando lo hacen, Dios les da más a cambio. Esto, a su vez, conduce
a un ciclo de creciente prosperidad.
Como Gloria Copeland dijo, “Usted da $ 10 y recibes $ 1.000, Das $ 1,000 y recibirás $ 100.000 … en
fin, Marcos 10:30 es un muy buen negocio” [14] Es evidente, entonces, que la doctrina del evangelio de
la prosperidad de dar es construido sobre motivos erróneos. Mientras que Jesús enseñó a sus
discípulos a “dar sin esperar nada a cambio” (Lucas 10:35), los teólogos de la prosperidad enseñan a
sus discípulos a dar porque obtendrán mas a cambio.
4. La fe es una fuerza espiritual autogenerada que conduce a la prosperidad.
Un cuarto error de la teología de la prosperidad es su enseñanza de que la fe es una fuerza espiritual
autogenerada que conduce a la prosperidad. Considerando que el cristianismo ortodoxo entiende la fe
es la confianza en la persona de Jesucristo, los maestros de la prosperidad defienden una doctrina
bastante diferente. En su libro Las Leyes de la Prosperidad, Kenneth Copeland escribe: “La fe es una
fuerza espiritual, una energía espiritual, un poder espiritual. Esta es la fuerza de la fe que hace que las
leyes del mundo de los espíritus funcionen. . . . . . . Hay ciertas leyes que gobiernan la prosperidad
revelada en la Palabra de Dios. La fe les hace funcionar.” [15] Esto es, obviamente, una falsa, tal vez
incluso herética, comprensión de la fe.
Según la teología de la prosperidad, la fe no es algo otorgado por Dios, un acto centrado en Dios de la
voluntad. Más bien es una fuerza espiritual humanamente forjada, dirigida a Dios. De hecho, cualquier
teología que ve la fe solamente como un medio para obtener beneficios materiales y no la justificación
ante Dios debe ser juzgada como defectuosa e inadecuada.
5. La oración es una herramienta para obligar a Dios que conceda prosperidad.
Por último, el evangelio de la prosperidad trata a la oración como una herramienta para obligar a Dios
que conceda prosperidad. Los predicadores del evangelio Prosperidad menudo notan que nosotros "no
tenemos porque no pedimos" (Santiago 4:2). Los defensores del evangelio de la prosperidad animan a
los creyentes a orar por el éxito personal en todas las áreas de la vida. Creflo Dollar escribe: “Cuando
oramos, creyendo que ya hemos recibido lo que estamos orando, Dios no tiene más remedio que hacer
que nuestras oraciones lleguen a pasar. . . . . . . Es una clave para conseguir resultados como un
cristiano.” [16]
Ciertamente las oraciones por bendiciones personales no son intrínsecamente malas, sino el énfasis
excesivo del evangelio de la prosperidad en el hombre hace de la oración una herramienta que los
creyentes pueden utilizar para obligar a Dios a conceder sus deseos.
Dentro de la teología de la prosperidad, el hombre – no Dios –se convierte en el punto focal de la
oración. Curiosamente, los predicadores de la prosperidad a menudo ignoran la segunda mitad de la
enseñanza de Santiago sobre la oración que dice: “Pedís y no recibís, porque pedís con malos
propósitos[a], para gastarlo en vuestros placeres.” (Santiago 4:3). Dios no responde a las peticiones
egoístas que no honran su nombre.
Ciertamente, se deben hacer todas nuestras peticiones a Dios (cf. Fil. 4:6), pero el evangelio de la
prosperidad se centra tanto en los deseos del hombre que puede llevar a la gente a orar oraciones
egoístas y poco profundas y superficiales que no traen gloria a Dios. Por otra parte, cuando se combina
con la doctrina de prosperidad de la fe, esta enseñanza puede conducir a la gente a tratar de manipular
a Dios para conseguir lo que quieren, una tarea inútil. Esto está muy lejos de orar que se haga la
voluntad de Dios.
UN EVANGELIO FALSO
A la luz de la Escritura, el evangelio de la prosperidad es fundamentalmente erróneo. En el fondo, el
evangelio de la prosperidad es en realidad un falso evangelio, debido a su visión defectuosa de la
relación entre Dios y el hombre. En pocas palabras, si el evangelio de la prosperidad es verdad, la
gracia es obsoleta, Dios es irrelevante, y el hombre es la medida de todas las cosas. Ya sea que estén
hablando del pacto de Abraham, de la expiación, la ofrenda, la fe, o la oración, los maestros de la
prosperidad vuelven la relación entre Dios y el hombre en una transacción quid pro quo. Como señaló
James R. Goff, Dios está “reducido a una especie de ‘botones cósmicos’ atendiendo a las necesidades y
deseos de su creación.” [17] Se trata de un punto de vista totalmente inadecuado y no bíblico de la
relación entre Dios y el hombre.
David W. Jones es profesor asociado de Ética Cristiana en el Seminario Teológico Bautista del
Sureste.
[1] Tom Carter, ed., 2,200 Quotations from the Writings of Charles H. Spurgeon (Grand Rapids:
Baker Book House, 1988), 216. .
[2] Robert Tilton, God’s Word about Prosperity (Dallas, TX: Word of Faith Publications, 1983), 6..
[3] David W. Jones and Russell S. Woodbridge, Health, Wealth, and Happiness: Has the Prosperity
Gospel Overshadowed the Gospel of Christ? (Grand Rapids: Kregel, 2010).
[4] Edward Pousson, Spreading the Flame (Grand Rapids: Zondervan, 1992), 158.
[5] Kenneth Copeland, The Laws of Prosperity (Fort Worth, TX: Kenneth Copeland Publications,
1974) ,51..
[6] Ken L. Sarles, “A Theological Evaluation of the Prosperity Gospel,” Bibliotheca Sacra 143 (Oct.-
Dec. 1986): 339.
[7] Kenneth Copeland, The Troublemaker (Fort Worth, TX: Kenneth Copeland Publications, 1996), 6.
[8] John Avanzini, “Believer’s Voice of Victory,” programa en TBN, 20 January 1991. Cotado en Hank
Hanegraaff, Christianity in Crisis (Eugene, OR: Harvest House, 1993), 381..
[9] Idem, “Praise the Lord,” program on TBN, 15 September 1988. [9] Citado en Hanegraaff, 381.
[10] Avanzini, “Believer’s Voice of Victory.”
[11] Kenneth Copeland, The Laws of Prosperity, 26.
[12] Gloria Copeland, God’s Will is Prosperity (Fort Worth, TX: Kenneth Copeland Publications,
1973) ,45.
[13] Other verses that the “Law of Compensation” is based upon include Eccl. 11:1, 2 Cor. 9:6, and Gal.
6:7.
[14] Gloria Copeland, God’s Will, 54.
[15] Kenneth Copeland, The Laws of Prosperity, 19.
[16] Creflo Dollar, “Prayer: Your Path to Success,” March 2,
2009,http://www.creflodollarministries.org/BibleStudy/Articles.aspx?id=329 (accessed
on October 30, 2013).
[17] James R. Goff, Jr., “The Faith That Claims,” Christianity Today, vol. 34, February 1990, 21.
4 PREGUNTAS QUE DEBE HACERLE A SU DINERO
Hay algunos temas en el mundo cristiano es probable que hablemos demasiado y algunos podemos
hablar muy poco. Con el tiempo, creo que van y vienen, a menudo corregidos. En mi experiencia, el
dinero ha sido uno de los temas que a veces exageramos y otras veces casi olvidamos por completo.
Me he beneficiado enormemente de discusiones francas, basadas en la Biblia sobre cómo los cristianos
deben usar su dinero. He modelado mi uso del dinero después de personas que me hablaron, o que
escribieron con franqueza, sobre su propio uso de dinero. Por lo que yo puedo discernir no hicieron
esto para presumir, sino para dirigir y discipular. Su consejo práctico ha dado forma a mi comprensión
del uso correcto del dinero, al menos tanto como los sermones que he escuchado.
Alguien una vez me llamó la atención a cuatro preguntas para hacer cuando estoy a punto de hacer una
compra, cualquier compra. Mirando hacia atrás, puedo ver lo bien que me siento en el manejo del
dinero cuando guardo preguntas como éstas en mente (que, creo, se plantearon por primera vez por
John Wesley).
1. ¿Al gastar este dinero, estoy actuando como si yo lo poseo, o estoy actuando como fiduciario del
Señor? Necesito tener una conciencia constante de que “Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella;
el mundo y los que en él habitan.” (Salmo 24:1). Dios es dueño de todo en este mundo, y eso incluye
tanto a mí y mi dinero. Yo no soy el dueño de mi dinero, sino un simple administrador o fiduciario. Se
me da dinero para que pueda utilizarlo en nombre de Dios. Cuando me enfrento a mi próxima compra,
tengo que preguntarme si estoy actuando como si soy dueño de mi dinero, o si yo soy consciente de que
esto es dinero de Dios. Esta sola pregunta puede hacer toda la diferencia entre una buena compra y una
necia.
2. ¿Qué pasaje de la Escritura requiere que gaste el dinero de esta manera? La Biblia da orientación
sobre la forma en que debo usar mi dinero y tengo que mantener una estrecha vigilancia sobre mí
mismo para asegurarme de que estoy utilizándolo de esa manera. El dinero debe ser utilizado para
mantenerme a mí ya mi familia, para apoyar el ministerio local de la iglesia, para socorrer a los pobres,
y muchos otros fines nobles. Tiendo a buscar las grietas y el margen de maniobra de que me dé licencia
para utilizar el dinero en todo lo que quiero. Creo que se nos permite gastar una parte de nuestro
dinero en regalos y descanso y disfrutar de las cosas buenas de este mundo, por lo que esta pregunta no
quita toda la diversión en la vida! Pero esta pregunta asegura que estoy usando mi dinero de una
manera equilibrada y bíblica.
3.¿Puedo ofrecer esta compra como un sacrificio al Señor? Esta es una pregunta de la
corresponsabilidad y lealtad del corazón. Si soy un fiduciario o administrador del dinero de Dios, yo
soy capaz de mantener holgadamente a mi dinero y las cosas que compra para mí. Tengo que ser capaz
de hacer una compra y decirle al Señor: “Lo hice por ti. Es todo tuyo para que lo utilices como gustes.”
Tengo que estar dispuesto a no tener esta cosa, o estar dispuesto a que me sea quitado, si eso sirve al
Señor. ¡Creo que lucho con esto más cuando estoy en la tienda de Apple!
4. ¿Dios me recompensará por este gasto en la resurrección de los justos? Cuando esté ante el Señor,
dirá El: “Bien hecho, buen siervo y fiel” acerca de esta compra en particular?¿Será esto una compra que
es recompensada o una compra que resultará ser otro pecado que Cristo ha tenido que llevar en mi
nombre? Hago bien en considerar si se trata de una compra noble, un buen uso del dinero de Dios, o si
yo estoy buscando sólo fines egoístas.
CONVIRTIENDO LA CHARLA EN CONVERSACIÓN PIADOSA
El Dilema de Vicki
Vicki había planeado un desayuno-almuerzo hermoso para congratular a las mujeres por un trabajo
bien hecho. Ningún detalle se salvó. La china, las servilletas de lino almidonado, los dulces caseros
eran sólo un medio para reunir estas mujeres fieles, para ver cómo el Señor había crecido sus
corazones para Su gloria y su beneficio a través de la memorización de Su preciosa Palabra. Había
tarjetas incluso en la mesa de comedor con preguntas para promover la conversación referente a la
obra que Dios que había realizado o se estaba llevando a cabo a través de los logros de este grupo.
Este pequeño grupo de mujeres había trabajado fielmente juntas para memorizar el libro de Santiago a
lo largo de varios meses. Seguramente sus corazones estaban llenos de todas las cosas maravillosas que
habían aprendido de este profundo libro de la Escritura.. Habían hecho la Palabra de Dios una
prioridad y había llegado el momento de celebrar la fidelidad de Dios en todos sus esfuerzos para
guardar la Palabra de Dios en su corazón.
Bueno, usted puede identificarse con la decepción de Vicki cuando la conversación de las damas tenía
poco que ver con lo que habían aprendido durante esta disciplina minuciosa de memorizar la Escritura.
Había muchos más "cosas importantes" para discutir ese día. No importa cuán pobre Vicki trató de
dirigir la charla, la conversación se mantenía girando en torno al resultado impactante del último
espectáculo "reality", y parecía que estas queridas damas tenían poco más en sus corazones.
Era como si se hubieran olvidado de la celebración de la buena palabra de Dios todas juntos.
En el corazón de Vicki, el almuerzo era prácticamente un fracaso. Ella se alejó de la mesa con un alma
que estaba vacía … hambrienta.
Parecía que la conversación no fue diferente ese día que los saludos ocasionales en el supermercado
con el tipo de conversación… “Estoy bien, ¿cómo estás tu?” … “Va a ser un día abrasador hoy!” … O …
“¿Qué hay de ese episodio de ___________ ayer por la noche”.
Una conversación cordial, pero poco profunda, que pronto se olvida.
El Problema de la Edad
Todos hemos estado allí. Hemos participado en y francamente disfrutado de conversaciones que
realmente no tenían nada que ver con animarse o edificarse entre sí, y mucho menos glorificar a
nuestro Señor y Salvador, que merece todos nuestros afectos.
Yo soy tan. Horriblemente culpable. Admito, puedo llenar mi corazón de las cosas triviales de este
mundo, y por consiguiente, mi discurso refleja de que estoy consciente en este momento.
“Lo que está en el pozo es lo que sale a la cubeta,” recuerdo haber escuchado cuando era niña. Si mis
pensamientos son superficiales y mundanos, así lo serán mis conversaciones.
Pero si estoy profundizando del pozo de la bondad de Dios y Sus verdades, voy a ser capaz de extraer
algo mucho más beneficioso para aquellos que el Señor providencialmente pone en mi camino. No es
casualidad que el salmista clame al Señor que los dos “Sean gratas las palabras de mi boca y la
meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor, roca mía y redentor mío.” (Salmo 19:14).
Esto no es un problema nuevo. Tito fue dejado por Pablo en Creta para ayudar al cuerpo local de
creyentes allí que luchaban con la conversación vacía …
“Porque hay muchos… habladores vanos…” (Tito 1:10).
Esto no era sólo un problema en Creta …
Pablo también había dejado a Timoteo para ayudar a los Efesios que tenían la misma lucha …
“…se han apartado hacia una vana palabrería" (2 Timoteo 1: 6).
Pablo tuvo que exhortar a los creyentes …
“Evita[a] las palabrerías vacías y profanas, porque los dados a ellas, conducirán más y más a la
impiedad” (2 Timoteo 2:16).
Súplica de la Mujer Creyente …
¿Podemos sincerarnos señoras? Una conversación ha estado apareciendo con bastante frecuencia
últimamente mientras me encuentro con otras mujeres, por lo que no hace falta decir que esto se ha
estado gestando dentro de mi corazón y mente …
Me he dado cuenta de que al hablar con las mujeres más jóvenes y las mujeres mayores por igual, estas
mujeres han expresado un deseo, una súplica del cierto tipo de conversación profunda y significativa
con otras mujeres. Quieren tener conversaciones reales de corazón a corazón acerca de la vida y crecer
en la semejanza de Cristo, pero que simplemente parece que no pueden forjarlas a través de
conversaciones superficiales para discusiones más profundas y más significativas.
Su deseo es muy similar al de Vicki … las mujeres están anhelando conversaciones significativas que
exalten a Dios, que nos hacen más aptos para nuestro Salvador. Sus almas se mueren de hambre – al
igual que la de Vicki ese día.
Cuando oigo esto, me lleva rápidamente a examinar mi propio corazón para ver si soy parte del
problema, y cómo puede ayudar mejor a ser parte de la solución. Por la gracia de Dios, yo quiero ser la
mujer de más edad que anime a la mujer más joven para la gloria de Dios en su matrimonio, familia, el
hogar y ministerio. ¿Usted no? ¡Por supuesto que sí!
“Todas nuestras palabras debe ser llenas de verdadera dulzura y gracia; y esto será si
nos mezclamos lo útil con lo dulce” (Juan Calvino).
CONVIRTIENDO LA CHARLA EN UNA CONVERSACIÓN PIADOSA:
¿CONDENACIÓN O CONVICCIÓN?
Por Kimberly Cummings
Viviendo de Manera Práctica la Solución:
Señoras, ¿Veo las oportunidades con otras mujeres para ponernos al día sobre las últimas tendencias
de la moda, criticar a los concursantes en el último concurso de canto o baile en la televisión, o las veo
con agrado como oportunidades para “enseñar lo que es bueno”? Pablo advirtió a los Efesios “Mas
evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad.” y lo vemos
advirtiendo a las mujeres de Creta (y a nosotras) a no ser calumniadoras … la antítesis de lo que es
bueno. En realidad, calumniador es la misma palabra que se usa para el diablo … NO BUENO.
Así que, ¿Qué es bueno? usted puede preguntar
Pablo nos lo dice específicamente aquí …
“Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en su conducta: no calumniadoras ni esclavas de mucho
vino, que enseñen lo bueno, que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus
hijos, a ser prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la
palabra de Dios no sea blasfemada.” ( Tito 2:3-5 ).
Por la gracia de Dios y las buenas noticias de Jesucristo, estamos llamados a usar nuestras
conversaciones para beneficiar y dar vida a otras mujeres en las siguientes áreas de la vida:
amar y someterse a nuestros maridos,
amar a nuestros hijos
Dominio propio
pureza
vida en el hogar
amabilidad
Si meditamos en y practicamos lo que es bueno, entonces vamos a querer compartir lo que es bueno,
en lugar de participar en la charla ociosa o chismes maliciosos. Pablo nos dice que hay una razón
fundamental para esto … “Que la palabra de Dios no sea blasfemada” (Tito 2:5).
Wow.
Ouch.
Las palabras que elegimos para hablar cuando pasamos tiempo con otras mujeres es finalmente para la
gloria de Dios y Su Palabra – no en tener familias y hogares con una imagen perfecta que se parecen a
la portada de la última revista de casa popular. Tampoco nuestras conversaciones deben reflejar el otro
extremo, de sólo hablar para llenar el espacio de aire muerto con conversaciones sin sentido que
podrían conducir a chismes pecaminosos o calumniosos.
La Progresión de Vicki
Leemos acerca de la difícil situación de Vicki en mi último artículo … Mientras el almuerzo de Vicki
no era lo que ella esperaba, el Espíritu Santo trajo suavemente convicción en su corazón! Dios estaba
usando esta decepción para hacerla crecer … para santificarla. Él obraba para bien de ella y para Su
gloria (Romanos 8:28). Primera inclinación de Vicki era "nunca más voy a poner este tipo de esfuerzo
en estas mujeres. Simplemente no vale la pena!” Y luego vino la convicción … … ella comenzó a
recordar a sus conversaciones mentales en las que había participado voluntariamente que podría haber
sido mucho más beneficiosa y edificante. Ella estaba dispuesta a permitir que sus expectativas de los
demás condujeran a su propio corazón a la derrota y al pecado, pero pasar por alto el suyo!
Pero cuando ella tranquilizó su corazón y sus emociones, se dio cuenta de dos cosas. En primer lugar,
ella ha sido tan culpable como sus queridas hermanas en no siempre usar las conversaciones con las
mujeres para propósitos redentores. Colocar a sus hermanas en Cristo en un lugar de condenación
cuando ella misma había hecho lo mismo en innumerables ocasiones serían pecaminosamente
hipócrita. En cambio, Vicki eligió mostrar el amor de Cristo no tomando en cuenta el agravio sufrido y
pasarlo por alto en mansedumbre, paciencia y amor … el amor que Cristo le enseña todos los días
cuando ella pecaminosamente no llega a glorificarlo en sus pensamientos y conversaciones.
Vicki también aprendió que necesitaba profundizar en el pozo de la bondad y la sabiduría de Dios para
ser más eficaz en compartir con las mujeres "lo que es bueno" sobre una base regular. Ella se
emocionó, y lo vio como un reto personal para crecer en la gracia y el conocimiento del Señor y ser "esa
mujer" que haría de manera más consistente lo que había deseado que tuviera lugar en el almuerzo …
proclamar Sus virtudes en la vida cotidiana … llegar junto a mujeres con palabras que se “hablan
adecuadamente.”
Como manzanas de oro en engastes de plata es la palabra dicha a su tiempo. (Proverbios 25:11).
Verdades para Reflexionar y Aplicar …
¿Mis palabras traen la gracia y la vida del Evangelio a mis hermanas en Cristo (Filipenses 1:29)?
¿Soy intencional en mis pensamientos, asegurándome de que las palabras que hablo (o publicaciones
en las redes sociales) son apropiadas para cual sea la ocasión?
“No salga de vuestra boca ninguna palabra mala, sino sólo la que sea buena para edificación, según la
necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan.” (Efesios 4:29).
¿He examinado lo que estoy atesorando en mi propio corazón antes de hablar de corazón a corazón con
otra mujer?
“El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el hombre malo, del mal
tesoro saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.” (Lucas 6:45).
Estoy muy agradecido por las increíbles mujeres piadosas que obedecieron la Escritura y vertieron
estas cosas buenas en mi vida a través de su ejemplo y conversaciones piadosas. Necesitaba su ayuda,
su aliento, su consejo, su gracia, sabiduría y amor. Por cierto, ¡todavía lo hago! Espero que usted pueda
decir que ha sido el destinatario de una relación Tito 2. Si no, no mire hacia atrás a la derrota … en
cambio, mire a la bondad de Dios! No es demasiado tarde para comenzar AHORA al convertirse en la
mujer que opta por conversaciones que son buenas … que honren a Dios. En poco tiempo, usted se
encontrará hablando lo que es bueno, bello, digno de elogio, honorable y adecuado a las mujeres para
su Salvador! Aunque sé que me quedo lamentablemente corta, estoy agradecida por las nuevas
misericordias del Señor cada mañana. Se nos ha dado gracia sobre gracia sobre gracia! Vamos a abrir
la boca para enseñar lo que es bueno!
Me recordaron de un himno antiguo, pero bueno esta semana…
“Toma mi vida y que sea
Consagrada, Señor, a Ti …
Toma mis labios, para que sean
Llenos de mensajes de Ti!
TómameTomame, para que pueda ser
Siempre, solamente, todo por ti.
Siempre, solamente, todo por ti! "
(Frances R. Havergal)
¿CÓMO SÉ SI PUEDO PASTOREAR?
Para algunas personas, la palabra "pastor" trae a la mente acuarelas en los viveros de la iglesia. El
pastor está acunando un cordero, mientras el sol se pone detrás de él en toques de color. O bien, que
está apoyado en su bastón con vistas a un campo de verde Crayola. Él tiene los ojos azules y el pelo
largo y ondulado, su mirada es solemne, su manto inmaculado.
Pero cuando el apóstol Pedro usó la palabra "pastor", a sus lectores en ese entonces se imaginaban a un
trabajador de granja rustico. Esta persona está 24 horas al día, explorando pastos, acorralando a los
perros callejeros, dispensando los primeros auxilios, arreglando fracturas de huesos, asegurándose de
que las ovejas estén seguras y bien alimentados. Este tipo trabaja duro, se ensucia, e incluso sabe cómo
estar fuera del centro de atención con su personal.
Cuando Pedro le dice que "apaciente el rebaño de Dios" (1 Pedro 5:2), el tiene en cuenta todo esto. Un
pastor del pueblo de Dios es responsable de cuidar de ellos. Él es responsable de darles de comer la
Palabra de Dios en su predicación, consejería, incluso las conversaciones cotidianas. El es responsable
de proteger a las ovejas desde los falsos maestros, hasta del veneno de la falsa doctrina y la influencia
del mundo. Hay una razón por la que el "pastor" es la metáfora más prominente en las Escrituras para
el papel de un pastor. “La responsabilidad fundamental de los líderes de la iglesia,” dice Tim Witmer,
“es pastorear el rebaño de Dios.” Su éxito en el ministerio siempre está vinculado con su bienestar.
Pero, ¿Cómo es exactamente lo pastorear el rebaño de Dios? Significa varias cosas diferentes.
Significa deseoso y dispuesto de cuidarlo.
“Cuidando de ella” (1 Pedro 5: 2) es en realidad sólo una palabra griega: episkopeo. Literalmente
significa "mirar a", e incluye la idea de mirar con cuidado o vigilar con diligencia. En su
libro Shepherds After My Own Heart (Pastores Según mi Corazón), Timothy Laniak lo define como
“una vigilante atención a las amenazas que pueden dispersar o destruir el rebaño.” El pastor es un
guardián con botas sobre el terreno, listo para ser usado por el Príncipe de los pastores para guiar y
proteger a su rebaño.
Significa Amor.
En términos prácticos, pastorear significa amar a la gente. No puedes amar ministerio y estar molesto
por la gente. La cita es una llamado a amar a las ovejas. “Lloyd-Jones dice: “Amar predicar, es una
cosa; amar a aquellos a quienes predicamos es otra muy distinta.” Un hombre llamado por Dios para
guiar a su rebaño ama ambas cosas. Y ambos son esenciales para la tarea. El estudio y la reflexión
necesaria de un pastor no pretende convertirlo en un ermitaño académico; En cambio su estudio le
debe llevar a alimentar con mayor eficacia la iglesia. Debe poseer una capacidad básica para comunicar
el corazón de Dios y el amor de Dios para el pueblo de Dios.
Significa Conectar el cuidado al Príncipe de los pastores.
La iglesia local sumerge a los pastores en los asuntos de la vida. Considere los misterios de la
experiencia humana – la pareja sin hijos que acaba de tener su tercer aborto involuntario, el nuevo
creyente que sigue enredado en una adicción de por vida, el proveedor trabajador que acaba de perder
un trabajo, el pecador moribundo enfrentando la certeza del drama. En esos momentos de
desesperación, ¿Quién es designado para guiar al pueblo de Dios a través de los valles inexplicables
para beber de los ríos de la providencia y la bondad de Dios?¿Quién nos recordará que el Príncipe de
los pastores es el Buen Pastor (Juan 10:11)? Nada menos que los pastores de la iglesia. ¡Qué gloriosa
exhibición de la gracia de Dios para crear un oficio especial para nuestro cuidado en los momentos de
pruebas y sufrimiento. Lejos del cristianismo exhibicionista y de los medios de comunicación, los
pastores que cuidan trabajan en la oscuridad para atender las almas de las personas. Ellos conectan las
ovejas al Príncipe de los pastores.
LOS PASTORES Y LOS DIEZMOS
por Jesse Johnson
Hace poco me preguntaron de una iglesia, si la Iglesia Grace exige a sus pastores la práctica del diezmo.
Esta es mi respuesta a ese correo electrónico:
La palabra diezmo significa dar el diez por ciento de los ingresos a la iglesia. No enseño ni practico este
enfoque con el dinero. Creo que se basa en una mala comprensión de la práctica del Antiguo
Testamento, crea y propaga una comprensión equivocada de la relación de Dios con nuestro dinero.
En el Antiguo Testamento, los israelitas vivían en una teocracia, y todo lo que tenían en realidad le
pertenecía a Dios. Dios llevó este punto a su origen, haciéndolos devolver sus tierras vendidas y liberar
a sus esclavos cada 50 años. El diezmo en este sistema sirvió como una forma de tributación. Mientras
que a Dios le pertenece todo, el demandaba a su pueblo financiar el sistema levítico (levitas eran
sacerdotes, y por lo tanto generalmente no eran campesinos, comerciantes, o pastores) con un diezmo
colectado anualmente (Deuteronomio 12:2-19; 14:22-29). Levítico 27:30-32 reitera este diezmo, y lo
aplica a los animales también.
En el Nuevo Testamento, el diezmo se dirigía a los levitas y a la cortina del templo. Como la
Enciclopedia Bíblica Baker dice: “El diezmo es mencionado en el Nuevo Testamento sólo en tono de
crítica.” El hecho es, los fariseos amaban el diezmo, porque es fácil de aplicar, no decía nada al corazón,
y tenía poco que ver con el amor real por Dios. No sólo eso, sino que los líderes religiosos habían sido
los destinatarios de la misma, y a cambio todo lo que pagaron era el diez por ciento (¡para ellos
mismos).
Más allá de eso, el diezmo propaga la idea de que somos dueños de nuestros recursos y podemos hacer
con ellos lo creamos conveniente, siempre y cuando le demos un 10% a Dios. Pero la realidad es que
todo lo que tenemos pertenece a Dios, y nosotros somos simplemente administradores de ello.
Seremos juzgados y recompensados por Dios por nuestra manera de utilizar sus recursos (Lucas 19:16-
25, 2 Corintios 5:10, Romanos 14:10), por lo que nos damos mejor servidos cuando podemos usamos
nuestro dinero con el propósito de la evangelización y la promoción del reino (Mateo 6:19-20, Lucas
16:9). Cuando una iglesia utiliza sus recursos para el avance de la obra del evangelio y del reino, la
iglesia se convierte en una buena inversión para sus miembros. Mediante el uso de dinero para las
misiones y el trabajo diario de la iglesia, la iglesia ofrece una oportunidad para que los miembros
hagan de su dinero un buen uso a través de dar a la iglesia. Si el liderazgo de la iglesia es de confianza
para la congregación (como debe ser), esta ofrenda probablemente superará el 10% de todos modos,
pero a diferencia de los diezmos, ofrendar con esta mentalidad celestial es en realidad un reflejo del
corazón del dador.
Esta es la razón por la que el NT puede mandar a un dador alegre (2 Corintios 9:7), así como la
ilustración que dar de manera generosa recompensa generosamente (Lucas 6:38). La expresión “a
quien mucho se da, mucho se le demandará” (Lucas 12:48) se aplica a gran parte de la vida, pero sobre
todo a el dar de las finanzas, sin un sistema de diezmo.
Finalmente, el NT manda que a los pastores se les pague (1 Cor 9:8-14; Gálatas 6:6, 1 Tim 5:18). Pablo
también implica que una ofrenda se debe tomar por semana (1 Cor 16:2), y esto presupone una entrega
generosa de la congregación. Parece obvio que los mismos pastores participan en esta ofrenda, y que
simplemente no está conectado a ninguna norma de porcentaje uniforme, bíblica o de otra manera.
Así que en resumen, el concepto del diezmo le pertenece a Israel y a una teocracia. Pero un cristiano
debe querer invertir la mayor cantidad de su dinero como sea posible en las cosas eternas, y parece que
una buena iglesia está haciendo una labor eterna, y por lo tanto presentará una buena inversión del
dinero del pastor.
¿ES PARA HOY EL DON DE PROFECÍA?
Por John Fast
La cuestión de si Dios sigue hablando a su iglesia a través de la profecía moderna es un tema que
actualmente divide a muchos cristianos. Esta es una cuestión de suma importancia para cualquier
creyente. Después de todo, si Dios todavía está dando revelación a su pueblo hoy, entonces no debe
ignorarla. Sin embargo, si los dones proféticos terminaron con el último de los apóstoles, y el pueblo de
Dios debe ser guiado exclusivamente por la palabra escrita de Dios, entonces deben rechazar cualquier
afirmación de revelación adicional. ¿Cuál es la naturaleza de la profecía bíblica?¿Cómo podemos saber
lo verdadero de lo falso? Y, lo más importante, ¿este don sigue operativo en la iglesia de hoy?. En este
artículo se intentará responder a estas preguntas.
La Naturaleza de la Profecía
¿Son los dones proféticos afirmados por muchos hoy en día remotamente similares a los de la Biblia?
Para responder a esta pregunta tenemos que examinar las principales características de la profecía
bíblica. En primer lugar, un profeta era alguien que hablaba en nombre de Dios. El texto definitivo
para el papel del profeta es el relato de la comisión a Moisés y Aarón en el Ex. 4:10-17; 7:1-7. En cuanto
a este texto, el gran teólogo de Princeton, BB Warfield escribió:
Aquí, en las palabras más explícitas, Jehová declara que Aquel que hizo la boca puede ser con ella
para enseñar lo que tiene que hablar, y anuncia la función precisa de un profeta de que él es "una
boca de Dios", que no habla de sí mismo, sino las palabras de Dios … En ningún caso un profeta
coloco sus palabras como sus propias palabras(The Works Of BB Warfield, Baker, 1981, vol.1, p.19).
Así que vemos que un verdadero profeta sólo hablaba las palabras de Dios. En segundo lugar, los
criterios para determinar si un profeta estaba verdaderamente hablando por Dios se da en Deut. 18:15-
22. Según este texto, un verdadero profeta es conocido por el hecho de que la totalidad de su profecía
se cumple, a menudo dentro de su vida (cf. Jer. 28: 9), y un falso profeta está marcado por la profecía
no cumplida . Observe que no hay margen para el error, o predicciones parcialmente cumplidas. La
penalidad por un falso profeta era la muerte. En tercer lugar, la fórmula del mensajero: Así dice el
Señor,es utilizada cientos de veces por los profetas.
El uso de esta fórmula informó al oyente que no estaban recibiendo sólo las palabras, las impresiones u
opiniones del mensajero, sino las mismas palabras de la persona que lo envió, sea Dios, o un rey
pagano (Num.22:15 -17). El profeta tiene la clara intención de llevar a sus oyentes cara a cara con Dios
mismo. Por último, la autoridad divina del profeta es vista en el juicio que cae sobre los que ignoran,
rechazan o se oponen a las palabras de Dios habla a través de ellos. Egipto fue devastada porque
Faraón rechazó el mandamiento de Dios. Acab es asesinado cuando él rechaza la advertencia de
Miqueas (1 Kgs.22: 13-40). Esteban repasó la triste historia de Israel en Hechos 7. Debido a su rechazo
de los profetas, y en última instancia a su Mesías, el juicio vino a Israel (Hb 3: 7-19; 12:25).
Profecía en el Nuevo Testamento
En los últimos años, muchos teólogos han tratado de afirmar que la profecía como se practicó por la
iglesia del primer siglo se sometió a un cambio significativo. Uno de esos estudiosos inmanentes,
Wayne Grudem, ha tratado de redefinir la profecía del Nuevo Testamento.
La profecía en las iglesias ordinarias del Nuevo Testamento no era igual a la Escritura en autoridad,
pero era simplemente un informe muy humana – a veces parcialmente equivocado –de algo que el
Espíritu Santo trajo a la mente de alguien(El Don de Profecía en el Nuevo Testamento y
Hoy, Crossway Books, 1988, p.14-15).
¿Comparte el Nuevo Testamento esta reevaluación de los dones proféticos? Veámoslo. Las
características principales de la profecía del Antiguo Testamento también se observan en los profetas
del Nuevo Testamento. En primer lugar, los profetas del Nuevo Testamento, al igual que los profetas
del Antiguo Testamento, recibieron revelación divina (1 Corintios 14:30; Gálatas 1:12; Efesios 3:5;
Hechos 11:28; 21: 10-11; todos hasta Apocalipsis), que se consideró Escritura autoritativa, es decir, la
palabra de Dios (1 Tim.5:18; 2 Pedro 1:20-21; 3:16).
En segundo lugar, el propósito para probar las predicciones de un profeta en el Nuevo Testamento,
como en el Antiguo, era distinguir lo verdadero de lo falso (Mateo 7:15-20; 1 Juan 4: 1-6). No se
permite ningún margen de error. En tercer lugar, el profeta del Nuevo Testamento también utiliza la
fórmula del mensajero: Así dice el Espíritu Santo (Hechos 21:11). La conclusión debe ser que la
profecía que se encuentra en el Nuevo Testamento es de la misma naturaleza esencial como la que se
encuentra en el Antiguo Testamento. No hay ninguna base para la afirmación de que la profecía del
Nuevo Testamento se mantiene a un nivel menor.
La profecía del Antiguo y del Nuevo Testamento es de inspiración divina, y por lo tanto inerrante. En
ninguna parte de la Escritura la profecía es una mezcla de palabras divinas y la especulación humana
que está sujeta a error. ¿Cómo se sostiene la profecía moderna de hoy cuando se compara con este
estándar? No muy bien; en realidad no en absoluto. La profecía del movimiento carismático no tiene
ninguna semejanza a la profecía infalible de la Palabra de Dios. Algunas citas de líderes carismáticos
ilustrarán este punto:
La profecía puede ser impura – nuestros propios pensamientos o ideas pueden mezclarse en el
mensaje que recibimos – si recibimos las palabras directamente o únicamente recibimos un sentido
del mensaje (Bruce Yocum, Profecía, Palabra de Vida, 1976, p.79).
El contenido de muchas profecías es una mezcla de origen divino y humano (Clifford Hill, Profecía
Pasado y Presente, Eagle, 1989, p.303).
No se debe dar una aceptación incondicional a las palabras del profeta … Pues, aunque el profeta es
el instrumento del Espíritu de Dios él no es infalible, porque aún es humano y puede equivocarse. Por
tanto, la congregación con discernimiento debe estar preparada para corregirle (Donald Bridge and
David Phypers, Spiritual Gifts and the Church , Inter-Varsity, 1973, p.41).
La mayoría de los maestros carismáticos de hoy estarían de acuerdo en que la profecía
contemporánea no es igual a la Escritura en autoridad … hay testimonio casi uniforme de todos los
sectores del movimiento carismático que la profecía es imperfecta e impura, y contendrá elementos
que no deben ser obedecidos o de confianza (Wayne Grudem, Teología Sistemática, el Inter-Varsity,
1994, P.1055).
¿Debían las profecías de los profetas del Nuevo Testamento ser tomadas con un grano de sal? La iglesia
primitiva no lo creía respecto a la profecía de la hambruna de Agabo. Más bien, de inmediato trataron
de proporcionar alivio (Hechos 11:29). Si la profecía moderna es tan poco fiable, ¿para qué sirve?
¿Edificará o dañará a la congregación local? Gran parte de ella es incapaz de ser probada por la
Escritura porque se trata ya sea de temas de actualidad o asuntos de la congregación local. El tipo de
profecía que estos autores tienen en mente es, por cualquier estándar bíblico, la falsa profecía, y los
autores de tales son falsos profetas. Bajo el antiguo pacto habrían enfrentado la pena de muerte. Uno
se pregunta cuánto de la profecía se estaría llevando a cabo en la iglesia de hoy, si la misma penalidad
se aplicara.
Los mas grandes peligros para la iglesia que representa la idea de la profecía carismática continua es
que socava la suficiencia de las Escrituras, y, como declara el mismo Dios, conduce a que las personas
se alejen de la Escritura y se alejen de una dependencia de la Escritura (Jeremías 23:27). Su origen no
es la boca de Dios, sino la mente del individuo (Jeremías 23:26), y no proporciona ningún beneficio
para el cuerpo de Cristo (Jeremías 23:32). Niega ya sea implícita o explícitamente la sabiduría de la
Biblia para satisfacer todas nuestras necesidades más profundas. La revelación de Dios es completa,
"una vez dada a los santos" (Judas 3). El cristiano no necesita ninguna otra revelación. Profecía, junto
con otros dones de revelación, cesaron con el cierre de la época apostólica.
RAÍCES DE ORGULLO
¿Qué es el orgullo? Si nuestro corazón se llena de orgullo, nos consideramos dignos de los regalos que
Dios nos da, nos justificamos cuando tomamos el lugar que solo le pertenece a El, y hasta nos
exaltamos ante otros con todo aquella alabanza que solo le pertenece a Dios. En sentido horizontal nos
consideramos mejores y superiores que otros (Fil. 2:4), y comúnmente tan alto llega nuestra estima
que somos autoengañados en apropiarnos de oficios y talentos que no nos pertenecen (Ro. 12:3), y
quedamos incapacitados de disfrutar el éxito de otros (1 Cor. 4:7).
Es interesante considerar que el orgullo se relaciona íntimamente con la idolatría. Idolatría es cuando
algo o alguien se adueña de nosotros más que Dios. Cualquier cosa que anhelamos más que Dios. ¿Te
das cuenta? Cualquier cosa que para nuestra felicidad sea más fundamental que Dios es un ídolo. Por
otro lado, el orgullo es la ilusión de que somos suficientemente competentes para determinar nuestras
vidas, encontrar un propósito suficientemente grande para darle sentido a todo lo que hacemos[1]. Tal
como la idolatría, el orgullo es un estado de la mente contrario a Dios[2] (Sal. 10:4). La idolatría y el
orgullo siempre están relacionados y conectados, y son la raíz del pecado.
¿Cómo se ve esto en la práctica? Consideremos la siguiente conversación entre un consejero bíblico y
una aconsejada:
_____
Aconsejada: ¡Esto es difícil! El día que yo caiga muerta es que mi esposa va a dejar de tirarme sus
líos. Es frustrada que me tiene. Perdona el desahogo, es que me acaba de hacer una que casi lo mato.
Consejero: Estoy aquí para eso. No tienes que excusarte, pero sí quiero que leas Santiago 1:19-
20 “…que cada uno sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para la ira; pues la ira del hombre no
obra la justicia de Dios”.
Aconsejada: Amén. “Tardo para la ira”, tengo que repetirme eso mucho.
Consejero: Es buena esa, ¿no?
Aconsejada: Buenísima, ¡porque lo que a veces quiero es matarlo!.
Consejero: Tienes que pensar que Dios es tardo para la ira contra ti. Él es paciente contigo. Entonces,
¿por qué no ser paciente con quien más amas?
Aconsejada: Así es. Amén
Consejero: Cuando nos enojamos sin considerar a Dios, estamos diciéndole a Dios que fuera mejor
cambiar de lugar: que seamos nosotros Dios y que Dios sea inferior a nosotros. Increíble, ¿no? Por eso
necesitamos misericordia y perdón.
Aconsejada: Gracias. Tengo que repetirme eso mil veces, porque siempre caigo. A veces me siento
cansada y con ganas de explotar y sé que le fallo a Dios.
Consejero: A mí también me pasa. Justo hace 10 minutos estaba pidiendo perdón a Dios.
Aconsejada: Al menos en el cielo esta lucha terminará, ¿verdad?
Consejero: Sí, pero puede mejorar significativamente aquí también.
Aconsejada: Yo siento que he mejorado, pero vuelvo y caigo. Y ahí a veces me siento que tal vez el
esfuerzo no sirve de nada, pero yo sé que esos pensamientos vienen del diablo.
Consejero: ¿Sabes por qué pasa eso? Es como cuando tienes una enfermedad y te tomas una pastilla
para los síntomas, pero no eres curada. Eso es lo que te está pasando.
Aconsejada: Algo así, o al menos no se han ido todos los síntomas.
Consejero: ¿Sabes cuál es la solución?
Aconsejada: ¿Llevarlo a la Cruz?
Consejero: Sí. Esa es la segunda mitad. ¿Sabes cual es la primera mitad?
Aconsejada: ¿No? ¿Cual? ¿Darle una patada?
Consejero: Que no atacas los pecados de raíz, sino solo los superficiales.
Aconsejada: ¿Y cómo sabes que los atacas de raíz? Porque para mí los ataco suficiente, ¿pero al
parecer no basta?
Consejero: ¿Sabes cuál es la diferencia entre los pecados raíz y los pecados superficiales?
Aconsejada: No sé.
Consejero: Tú sí sabes. Los superficiales son los de la conducta, los que se ven. Los de raíz son los del
corazón, los que no se ven. ¿No recuerdas?
Aconsejada: Pero por ejemplo, ¿cómo sabes que realmente estás atacando un pecado como el
orgullo? Porque eso es muy constante. Siempre vuelve, como la mala hierba. Por más que te humilles,
que te quedes callada y aguantes, vuelve y vuelve.
Consejero: Tienes que conectarlo a la conducta. El orgullo es la raíz y la conducta es el fruto. Por
ejemplo, hace un momento pecaste, ¿cual era la raíz y cuál fue el fruto? Tienes que detenerte a
analizarlo.
Aconsejada: Pues la verdad solo pequé en mi mente, porque no dije nada. Pero en mi mente sí que
pequé.
Consejero: ¿Seguro? ¿Y no te enojaste? Aunque no estaba presente, te enojaste contra él.
Aconsejada: Sí, aunque no dije nada, el orgullo se volvió en ira. Me iba a explotar le hernia casi de la
ira.
Consejero: ¡Exacto! Eso es. Te falta algo. ¿Por qué se convirtió en ira? Piénsalo de esta manera. ¿Qué
es lo que anhelabas?
Aconsejada: ¡Decirle tres malas palabras y mandarlo a freír tusa!
Consejero: ¿Y qué te hizo sentir que tenías el derecho de hacer eso?
Aconsejada: ¿El orgullo?
Consejero: Sí. Porque te creíste en el derecho de hacer aquello que solo le pertenece a Dios. Eso es la
esencia del orgullo. Le dijiste a tu corazón que, basado en lo que sucedió, tú tenías el derecho de tomar
el lugar de Dios.
Aconsejada: Así es.
Consejero: Ahora tienes que pedirle perdón a Dios por todo eso. Increíble que ni siquiera hablaste
con él y cometiste todos esos pecados: Ira pecaminosa, orgullo, tomaste el lugar de Dios, impaciencia…
Aconsejada: Así mismo.
Consejero: Con corazón sincero tienes que buscar la cruz para el perdón de todo eso hasta que Dios te
dé paz. Cuando hagas eso, el círculo estará completo y parte de la raíz será cortada. Si llegas al punto de
lastimar a otro con tus palabras, ya se agregan 2 o 3 pecados más por los que tendrías que pedir perdón
al otro.
Aconsejada: ¿Y algún día se logra no dejarse arropar por el orgullo?
Consejero: Más o menos. Lo que va a suceder es que vas conquistando ciertas montañas del orgullo.
Dios puede concederte el privilegio de que tu orgullo no dañe tu familia. O al menos que baje
significativamente. Pero tienes ahora que cerrar el círculo. Proverbios 28:13 dice: “El que encubre sus
pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia”.
Aconsejada: Entonces, ¿el círculo se cierra cuando entiendo que ese orgullo me está llevando a hacer
o querer cosas que solo Dios puede hacer?
Consejero: Sí, cierra cuando lo llevas a la cruz. Tienes que pedir perdón. Tienes que confesar y
arrepentirte de todos eso pecados: los frutos y la raíz.
Aconsejada: Entendido. Gracias. Justo a tiempo llegaron esas palabras.
Consejero: Amén.
AYUDA EN LA BATALLA DIARIA
Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
Romanos 6:11
En el capítulo 5 vimos cómo Dios nos ha librado del reino y reinado del pecado a través de la unión
con Cristo en su muerte. Éramos esclavos del pecado y en esclavitud cometimos pecados.
Desarrollamos hábitos pecaminosos independientemente de lo “bueno” que éramos. Pero Jesucristo
vino a este mundo pecaminoso y tomó nuestro lugar en el Calvario. Él murió al pecado y a través de
nuestra unión con Él, morimos al pecado también. Ahora somos liberados del reinado del pecado; ya
no somos sus esclavos. Tenemos que contar con este hecho y resistir el pecado para que no reine en
nuestros cuerpos mortales.
En el capítulo 6 vimos cómo el pecado todavía vive dentro de nosotros, librar su “guerra de
guerrillas” a través de los malos deseos y engañando a nuestras mentes. Bien puede parecer que toda la
esperanza de santidad ofrecida en el capítulo 5 fue eliminada prácticamente en el capítulo 6 . Usted
podría decir “¿De qué sirve que se nos diga que la guerra con el pecado fue ganada por Cristo en su
muerte en la cruz, si todavía estoy acosado y a menudo derrotado por el pecado en mi corazón? “
Para experimentar una santidad práctica y cotidiana, tenemos que aceptar el hecho de que Dios, en Su
infinita sabiduría, ha tenido a bien permitir esta batalla diaria con el pecado que mora en nosotros.
Pero Dios no nos ha dejado solos en la batalla. Así como Él nos ha librado del reinado total del pecado,
así Él ha hecho amplia provisión por nosotros para ganar las batallas diarias contra el pecado.
Esto nos lleva al segundo punto en Romanos 6:11 que debemos considerar y mantener ante nosotros.
No estamos solamente muertos al pecado, como vimos en el capítulo 5 , también estamos vivos para
Dios. No solo nos ha librado de la potestad de las tinieblas, también hemos sido trasladados al reino de
Cristo. Pablo dijo que nos hemos convertido en esclavos de la justicia (Romanos 6:18). Dios no nos deja
suspendidos en un estado de neutralidad. Él nos libra del reinado del pecado en el reino de su Hijo.
¿Cuál es el significado de estar vivo para Dios?¿Cómo nos ayuda en nuestra búsqueda de la santidad?
Por un lado, significa que estamos unidos a Cristo en todo Su poder. Es cierto que no podemos vivir
una vida santa en nuestras propias fuerzas. El cristianismo no es un ‘hágalo usted mismo.’
Observe la actitud del apóstol Pablo en Filipenses 4: 11-13. Él está hablando de cómo él ha aprendido a
estar satisfecho independientemente de las circunstancias, ya sea abundancia o escases, ya sea bien
alimentado o con hambre. Dice que puede responder de esta manera a través de Cristo, quien le da
fuerza. ¿Cómo se aplica esto a la santidad? Nuestras reacciones a las circunstancias son una parte de
nuestro andar en la santidad. La santidad no es una serie de qué hacer y qué no hacer, sino de una
conformidad con el carácter de Dios y la obediencia a la voluntad de Dios. Aceptar con contentamiento
cualesquier circunstancias que Dios permita para mí es una parte muy importante de un andar en
santidad.
Pero note que Pablo dijo que él podría responder en contentamiento porque Cristo le dio la fuerza para
hacerlo. Vemos esto de nuevo donde Pablo dijo que oró para que los Colosenses fuesen “fortalecidos
con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo”
(Colosenses 1:11). ¿De dónde viene la perseverancia y la paciencia? Vienen cuando somos fortalecidos
con el poder de Dios.
Consideremos de nuevo otra oración que Pablo describe en su carta a los Efesios. Él dijo que estaba
orando por ellos para “que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder
por su Espíritu en el hombre interior” (Efesios 3:16, énfasis añadido). Concluyo la oración
reconociendo que Dios “es poderoso para hacer todo mucho más abundantemente de lo que pedimos o
entendemos, según el poder que obra en nosotros” (3:20, énfasis añadido).
Esta es la primera implicación que debemos comprender de estar “vivos para Dios.” Estamos unidos
con Aquel que está obrando en nosotros para fortalecernos con Su gran poder. Todos hemos conocido
la terrible sensación de desesperanza causada por el poder del pecado. Hemos resuelto decenas de
veces nunca ceder de nuevo a una tentación en particular, y sin embargo, lo hacemos. Entonces
Satanás viene a nosotros y dice: “bien podrías darte por vencido. Nunca podrás vencer ese pecado.” Es
cierto que en nosotros mismos no podemos. Pero estamos vivos para Dios, unidos a Él quien nos
fortalecerá. Por la verdad de este hecho – considerándolo ser verdad –vamos a experimentar la fuerza
que necesitamos para luchar contra esa tentación.
Solamente cuando consideramos estos dos hechos -que estoy muerto al pecado y su reinado sobre mí y
que estoy vivo para Dios, unidos a Aquel que me fortalece –puedo evitar que el pecado reine en mi
cuerpo mortal.
Dr. Martyn Lloyd-Jones dice: “Darse cuenta de esto nos quita esa vieja sensación de desesperanza que
todos hemos conocido y sentido a causa del terrible poder del pecado …. Como funciona? Funciona de
esta manera: pierdo mi sentido de desesperanza porque puedo decirme a mí mismo que no sólo yo ya
no estoy bajo el dominio del pecado, sino que estoy bajo el dominio de otro poder que nada puede
frustrar. Aunque débil puedo ser, es el poder de Dios que está obrando en mí.” [1]
Esto no es una enseñanza teórica, algo para ser colocada en los estantes de la biblioteca de nuestra
mente y admirarlo, pero de ningún valor práctico en la lucha por la santidad. Contar con el hecho de
que estamos muertos al pecado y vivos para Dios es algo que debemos hacer de forma activa.
Para hacerlo hay que formar el hábito de continuamente darse cuenta de que estamos muertos al
pecado y vivos para Dios. En términos prácticos, lo hacemos cuando, por la fe en la Palabra de Dios,
nos resistimos a los avances y las tentaciones del pecado. Contamos con el hecho de que estamos vivos
para Dios por la fe cuando miramos a Cristo por el poder que necesitamos para hacer la resistencia. La
fe, sin embargo, siempre debe estar basada en hechos reales, y Romanos 6:11 es un hecho para
nosotros.
Una segunda consecuencia de estar vivos para Dios es que Él nos ha dado su Espíritu Santo para vivir
dentro de nosotros. En realidad esto no es un segundo resultado, sino otra forma de ver nuestra unión
con Cristo, porque Su Espíritu es el agente de esta unión. Él es quien da vida espiritual y el poder para
vivir esa vida (Romanos 8:9-11). Es el Espíritu de Dios que obra en nosotros para que podamos decidir
y actuar de acuerdo con el buen propósito de Dios (Filipenses 2:13).
Pablo dijo: “Dios no nos llamó a la impureza, sino a vivir una vida santa. Por lo tanto, el que rechaza
estas instrucciones no rechaza el hombre, sino Dios, que le da su Espíritu Santo “(1 Tesalonicenses 4:7-
8). Aquí Pablo conecta el don del Espíritu Santo con nuestro vivir una vida santa. Él es llamado el
Espíritu Santo, y Él es enviado principalmente para hacernos santos –para conformamos con el
carácter de Dios. La conexión de estos dos pensamientos, el Espíritu Santo y una vida santa, también
se encuentra en otros pasajes. Por ejemplo, se nos dice que huyamos de la inmoralidad sexual, porque
nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo (1 Corintios 6: 18-19). También se nos dice que no
estamos controlados por nuestra naturaleza pecaminosa sino según el Espíritu, si el Espíritu de Dios
vive en nosotros (Romanos 8: 9). Leemos: “Andad por el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la
carne” (Gálatas 5:16).
¿Por qué tenemos el Espíritu Santo que viviendo en nosotros para fortalecernos hacia la santidad? Es
porque estamos vivos para Dios. Ahora estamos viviendo bajo el reino de Dios, que nos une a Cristo y
nos da su Espíritu Santo para morar en nosotros.[2]
El Espíritu Santo nos fortalece para la santidad primero al permitirnos ver nuestra necesidad de la
santidad. Él ilumina nuestro entendimiento para que comenzamos a ver el estándar de la santidad de
Dios. Luego se nos hace tomar conciencia de nuestras áreas específicas de pecado. Una de las armas
más poderosas de Satanás está hacernos espiritualmente ciegos – incapaces de ver nuestro carácter
pecaminoso. La Biblia dice: “Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo
comprenderá?? “(Jeremías 17: 9). Nadie puede entenderlo y exponerlo, sino el Espíritu Santo.
Incluso los cristianos que reciben la enseñanza de la Biblia pueden ser engañados por sus propios
pecados. De alguna manera sentimos que el consentimiento a la enseñanza de la Escritura es
equivalente a la obediencia. Podemos escuchar un punto de aplicación en un sermón o tal vez
descubrirlo en nuestra propia lectura personal de la Biblia o estudio. Decimos: “Sí eso es cierto; eso es
algo que tengo que hacer.” Pero nosotros lo dejamos en ese punto. Santiago dice que cuando hacemos
eso, nos engañamos a nosotros mismos (Santiago 1:22).
A medida que crecemos en la vida cristiana enfrentamos a un peligro cada vez mayor de orgullo
espiritual. Sabemos las doctrinas correctas, los métodos adecuados y los que hacer y qué no hacer
adecuados. Pero nosotros no podemos ver la pobreza de nuestro propio carácter espiritual. No
podemos ver a nuestro espíritu crítico e implacable, nuestro hábito de murmuración, o nuestra
tendencia a juzgar a los demás. Podemos llegar a ser como los de Laodicea, de los cuales nuestro Señor
dijo: “Tú dices: Yo soy rico; me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad. Pero no te das
cuenta de que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo “(Apocalipsis 3:17).
David era así cuando él cometió adulterio con Betsabé y luego hizo asesinar a su marido para cubrir su
primer pecado (2 Samuel 12: 1-13). ¿Estaba arrepentido y humillado por encima de sus actos
despreciables? De ningún modo. De hecho, él estaba preparado para juzgar a otro hombre por un
delito mucho menor y condenarlo a muerte (versículo 5).¿Cómo podria hacerlo? Porque él era
espiritualmente ciego. No fue hasta que el profeta Natán dijo a David: “Tú eres ese hombre!” que David
fue capaz de ver la terrible atrocidad de su crimen.
Es el ministerio del Espíritu Santo hacernos ver que vivimos en miseria a causa de nuestros pecados. Él
viene a nosotros y dice: “Tú eres el hombre!” A pesar de que tal mensaje puede venir de los labios de un
amoroso y preocupado hermano en Cristo, es el Espíritu Santo que nos permite aceptarlo y decir como
lo hizo David “He pecado contra el Señor.” El Espíritu Santo abre lo más recóndito de nuestro corazón
y nos permite ver los pozos negros morales ocultos allí. Aquí es donde comienza su ministerio de
hacernos santos.
El resultado natural de ver el estándar de Dios y de nuestro pecado es el despertar en nosotros el deseo
de ser santo. Este es también el ministerio del Espíritu Santo como Él obra para hacernos santos. Nos
sentimos mal por nuestros pecados con un dolor piadoso que lleva al arrepentimiento (2 Corintios
7:10). Decimos con David: ” Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado….
Purifícame con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré más blanco que la nieve.” (Salmo 51: 2,7).
Pablo dijo: “Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena
voluntad” (Filipenses 2:13). Antes de que podamos actuar hay que querer. Querer significa desear y
resolver. Cuando el Espíritu Santo nos muestra nuestro pecado, Él no hace esto para llevarnos a la
desesperación, sino para llevarnos a la santidad. Lo hace creando dentro de nosotros un odio de
nuestros pecados y el deseo de santidad.
Sólo quien tiene un fuerte deseo de ser santo podrá perseverar en la tarea dolorosamente lenta y difícil
de buscar la santidad. Hay también muchos fracasos. Los hábitos de nuestra vieja naturaleza y los
ataques de Satanás son demasiado fuertes para que nosotros perseveremos a menos que el Espíritu
Santo este obrando en nosotros para crear un deseo de santidad.
El Espíritu Santo crea este deseo, no solo al mostraron nuestros pecados, sino también por mostrarnos
la norma de la santidad de Dios. Lo hace a través de las Escrituras. Mientras leemos y estudiamos las
Escrituras o las escuchamos enseñadas, somos cautivados por la belleza moral de la norma de la
santidad de Dios. A pesar de que su norma puede parecer estar mucho más allá de nosotros,
reconocemos y respondemos a lo que es “santo, justo y bueno” (Romanos 7:12). A pesar de que
fallamos tan a menudo, en nuestro ser interior nos “deleitamos en la ley de Dios” (Romanos 7:22).
He aquí, pues esta otra distinción que debemos hacer entre lo que Dios hace y lo que debemos hacer. Si
el Espíritu Santo usa las Escrituras para mostrarnos nuestra necesidad y estimular un deseo de
santidad, entonces ¿no seguiría que debemos estar en la Palabra de Dios sobre una base consistente?
¿No deberíamos ir a la Palabra, ya sea para escucharla predicada o hacer nuestro propio estudio, con
oración para que el Espíritu Santo busque en nuestros corazones cualquier pecado en nosotros? (Salmo
139: 23-24).
Después de que el Espíritu Santo nos ha permitido ver nuestra necesidad y ha creado en nosotros un
deseo de santidad, queda algo más que El debe hacer. Él nos debe dar la fuerza espiritual para vivir una
vida santa. Pablo dijo: “Andad por el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16).
Vivir por el Espíritu es vivir tanto en la obediencia y dependencia en el Espíritu Santo. Hay un
equilibrio entonces entre nuestra voluntad (expresadas por la obediencia) y nuestra fe (expresados por
nuestra dependencia). Pero en este punto estamos considerando el aspecto de nuestra dependencia del
Espíritu Santo.
Nadie supera las corrupciones de su corazón sino por el poder del Espíritu de Dios que nos capacita.
Pedro dijo que Dios nos ha dado “Sus preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a
ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción en el mundo” (2 Pedro 1: 4).
A través de la participación en la naturaleza divina escapamos de la corrupción –y esta participación es
a través de la morada del Espíritu Santo.
Expresamos nuestra dependencia del Espíritu Santo por una vida santa de dos maneras. La primera es
a través de una ingesta humilde y consistente de la Escritura. Si realmente deseamos vivir en el reino
del Espíritu debemos alimentar continuamente nuestras mentes con Su verdad. Es hipócrita orar por
la victoria sobre nuestros pecados pero todavía ser descuidado en nuestra ingesta de la Palabra de
Dios.
Es posible, sin embargo, ser consistente en la ingesta de la Palabra de Dios sin una actitud de
dependencia en el Espíritu Santo. Dios dice: “Pero a éste miraré: al que es humilde y contrito de
espíritu, y que tiembla ante mi palabra.” (Isaías 66: 2). Tenemos que llegar a la Palabra con un espíritu
de humildad y contrición porque reconocemos que somos pecadores, que muchas veces somos ciegos a
nuestro pecado, y que necesitamos el poder iluminador del Espíritu Santo en nuestros corazones.
La segunda forma en que expresamos nuestra dependencia del Espíritu es orar por santidad. El apóstol
Pablo oró continuamente por la obra del Espíritu de Dios en la vida de aquellos a los que estaba
escribiendo. Le dijo a los Efesios que oraba para que sean “fortalecidos [por Dios] con poder por su
Espíritu en el hombre interior” (Efesios 3:16). Él oró para que Dios llene los Colosenses “del
conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y comprensión espiritual, para que andéis como es
digno del Señor, agradándole en todo” (Colosenses 1:9-10) .
Él escribió a los Tesalonicenses: “Y que el mismo Dios de paz os santifique [hacerte santo]por
complete” (1 Tesalonicenses 5:23); “¡y que el Señor os haga crecer y abundar en amor unos para con
otros, y para con todos, como también nosotros lo hacemos para con vosotros; 13 a fin de que El afirme
vuestros corazones irreprensibles en santidad delante de nuestro Dios y Padre” (1 Tesalonicenses 3: 12-
13). Es evidente que el apóstol Pablo sabía que dependemos del Espíritu Santo para la santidad, y
expresó esta dependencia a través de la oración.
Como joven cristiano yo tenía la idea de que todo lo que tenía que hacer para vivir una vida santa era
averiguar de la Biblia lo que Dios quería que yo hiciera y hacerlo. Cristianos con madurez sonríen a esta
suposición ingenua, pero veo a los cristianos más jóvenes que comienzan con el mismo aire de
confianza en sí mismo. Tenemos que aprender que somos dependientes del poder capacitador del
Espíritu Santo para alcanzar cualquier grado de santidad. Entonces, al mirar a El, le veremos obrar en
nosotros, revelando nuestro pecado, creando un deseo de santidad, y dándonos la fuerza para
responder a Él en obediencia.
¿PASA ALGO SI MI NOVIA NO ES CRISTIANA?
Si Dios no quiere que te juntes con un incrédulo, entonces no lo hagas. BRISA FRESCA AUTOR Will
Graham 10 DE MAYO DE 2015 00:05 h Un hombre de Dios se tiene que casar con una mujer de Dios.
Y una sierva del Señor ha de casarse con un varón del Señor. Empezar una relación amorosa con un
incrédulo está totalmente prohibido en la Biblia. Mientras viajo predicando por España siempre me
sorprende cuando me encuentro con creyentes jóvenes que tienen novios (novias) no cristianos
(cristianas) y están tranquilos al respecto. Me pregunto: ¿habrán leído la misma Biblia que yo? ¿Por
qué no lo consideran pecado? Hoy todo lo que quiero hacer es mencionar un par de pasajes bíblicos
donde se habla en contra de cualquier tipo de relación romántica entre un creyente y un incrédulo. #1:
El Antiguo Testamento A lo largo del Antiguo Pacto, Dios advirtió a su pueblo acerca del peligro de
casarse con varones y mujeres paganos. Abraham, por ejemplo, no quiso que Isaac se casase con nadie
que no fuera de su pueblo (Génesis 24:4). Esdras 9 es un capítulo solemne que expresa este principio.
Cuando Esdras se enteró de que la ira de Dios estaba sobre el pueblo porque se habían casado con
mujeres extranjeras, dijo: “Cuando escuché esto, me rasgué la túnica y el manto, me arranqué los pelos
de la cabeza y de la barba y me postré muy angustiado” (Esdras 9:3). Así reacciona un hombre
conforme al corazón de Dios. No celebró la unión romántica entre los israelitas y los paganos; sino que
se desesperó y se quebrantó. Hablando personalmente, llevo doce años en el Señor y he visto la misma
cosa pasando una y otra vez: un chaval empieza a asistir a la reunión de jóvenes porque quiere algo con
una chica guapa del grupo. Le dice un par de cosas bonitas, le echa un par de flores y ya está, la
muchacha se deja seducir por el tipo y los dos se van de la Iglesia para nunca más volver. Incluso he
visto a varios creyentes llegando a casarse con incrédulos. Y siempre acontece una de dos cosas. O el
creyente de la relación sigue asistiendo a la Iglesia después de la boda con agonía en el corazón
mientras su pareja se queda en casa viendo la tele. Se convierte en un creyente deprimido, triste, nunca
satisfecho en Dios porque sabe que tomó la decisión incorrecta. O, simplemente, los dos se van
definitivamente de la Iglesia. ¡Qué triste! Quiero guardaros de caer bajo semejante maldición.
¿Andarán dos juntos si no estuviesen de acuerdo? (Amós 3:3). #2: El Nuevo Testamento 2 Corintios
6:14 pone: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la
justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” ¿Qué quiere decir eso de ‘no unirse
en yugo desigual’? En el mundo agrícola del Nuevo Testamento los granjeros colocaban yugos de
madera alrededor de los cuellos de dos animales a fin de que juntos arasen el campo. El yugo
simbolizaba ir en la misma dirección. Pablo emplea esta imagen para derribar la noción de que puede
haber comunión entre los santos y los pecadores. ¿Qué tienen en común la luz y las tinieblas? ¿Qué
armonía tiene Cristo con el diablo? De la misma manera, Dios llama a todos los cristianos a unirse en
yugo con otros creyentes. Eres salvo para andar en la misma dirección hacia el supremo llamamiento
de Dios en Cristo. Tal aventura será imposible si te casas con un incrédulo. Puedes casarte con quién
quieras, dice Pablo, con tal de que esa persona especial esté en el Señor (1 Corintios 7:39). Conclusión
He escrito este breve mensaje para liberarte de cien mil dolores de cabeza en el futuro. Pero no sólo he
redactado este artículo para ti, sino más bien para la gloria de Dios. Si amas a Dios, le seguirás (cueste
lo que cueste). Si Dios no quiere que te juntes con un incrédulo, entonces no lo hagas. Al fin y al cabo,
¿no te resulta extraño querer compartir tu vida con alguien que no quiere saber nada acerca de tu
posesión más valiosa, tu tesoro más excelso, tu perla de gran precio –esto es- Dios mismo? Si estás con
un chico (chica) no creyente, es hora de sacar tu móvil, llamarle y decirle: “Lo siento, cariño, se acabó,
voy a ser fiel a mi Dios”. Si me dices que no podrás hacerlo porque te cuesta demasiado, entonces te
pregunto: ¿quién ocupa el trono en tu corazón? ¿Dios o tu pareja no cristiana…?
MIS HIJOS SON PECADORES
A mediados de Julio pude tomar unos días para estar a solas con mi esposa y disfrutar de la ciudad de
Nueva York. Durante ese tiempo tuvimos la oportunidad de ver un nuevo musical de Broadway
titulado “Amazing Grace”. El mismo se refiere a la historia de John Newton, el famoso compositor de
este hermoso himno “Sublime Gracia”, que ha sido cantado una y otra vez. Muchos no conocen bien su
historia, así como también el hecho de que el himno en cierta forma es autobiográfico. Aunque la obra
que vimos hace algunas modificaciones a su biografía, presenta claramente el mensaje principal de la
vida de Newton: Dios salva a viles pecadores.
El musical comienza con Tomás, un esclavo del padre de Newton, diciendo, en referencia al himno y a
la vida tan vil de Newton en su juventud: “es increíble que algo tan hermoso hubiera salido de alguien
tan podrido”. Newton era un borracho y rebelde, quien participó por muchos años en el tráfico legal de
esclavos, y fue por un tiempo él mismo un esclavo. En medio de un viaje donde casi naufraga, él
experimentó una radical conversión que lo llevó a un proceso de cambio, donde por muchos años
terminó siendo el pastor de una congregación y apoyando la abolición de la esclavitud. En cierta forma,
su conversión fue casi una experiencia como la de Pablo camino a Damasco, donde un hombre era
claramente enemigo de Dios y, por la gracia del Señor, su vida cambia en un instante.
La historia de la conversión radical de Newton me hizo reflexionar acerca de que en ocasiones Dios
salva radicalmente a personas y luego vemos dos o tres generaciones posteriores a ellas que sus
familias no sirven a Dios. ¿Por qué se ve muchas veces esta pérdida de pasión en las subsiguientes
generaciones? No soy un experto en el tema de crianza: tengo un hijo de 8 años y una niña de 6 años
que en muchas ocasiones me hacen recordar lo inadecuado que soy en esa área, y lo mucho que
necesito la gracia de Dios. Pero pienso que la razón por la que muchas de las subsiguientes
generaciones no tienen pasión por Dios es porque no les recordamos constantemente que son
pecadores.
No hay una solución que garantiza la conversión de nuestros hijos. Siempre tenemos que depender de
la gracia de Dios y reconocer que es Dios quien salva. De la misma forma, debemos de ser fieles a
nuestro llamado como padres de instruirlos en el temor de Dios, y para lograrlo debemos de
recordarles que son pecadores en necesidad de un salvador.
Desde ya puedo escuchar las críticas. “Le vas a bajar la autoestima, ellos lo que necesitan es nuestro
ánimo y aprobación”, “Esos niños son criaturas de Dios”, “Es que no conoces a mi nena. ¡Ella es una
adoradora! Si la vieras cómo levanta las manos durante la adoración”. Es cierto: tenemos que llenar a
nuestros hijos de amor, apoyo y afirmación. A la vez, debemos enseñarles que hay una verdad que no
cambia para ningún ser humano: somos pecadores con necesidad de un salvador.
Mira cómo Pablo se refiere a sí mismo casi al final de su ministerio:
“Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores,
entre los cuales yo soy el primero” (1 Ti. 1:15). Pablo estaba consciente de la gracia de Dios en su
vida, de que Dios lo estaba usando como apóstol. Pero también estaba consciente de la realidad de que
era salvo solo por gracia y que todavía estaba batallando con su pecado.
El evangelio para todos
Por la gracia de Dios, nuestra casa está llena de risas, besos, abrazos y muchas memorias que
atesoraremos toda una vida. Pero constantemente nuestros hijos escuchan el evangelio aplicado a sus
vidas; y a la mía. La semana pasada fui impaciente con ellos durante un paseo de familia. Podía
justificar mi impaciencia aduciendo a que estábamos en un lugar con muchas personas y no quería que
ellos se perdieran. Pero la siguiente mañana llamé a una reunión familiar y confesé mi pecado y les
pedí perdón por mi impaciencia. Mi esposa me comentó que no lo había notado, pero yo sabía que mi
corazón había estado impaciente. En ese momento les modelé el evangelio. Cuando corrijo a mis hijos
no solamente les digo que ellos son pecadores para que corran a su único Salvador, además les estoy
diciendo que papi también es un pecador que necesita de ese mismo Salvador. Estamos juntos en
la batalla contra nuestro enemigo, el pecado.
Los padres también necesitan atesorar esta verdad. Un problema común es el énfasis puesto en la
santificación exterior. Queremos que nuestros hijos actúen de cierta forma sin ayudarles a que Dios les
transforme el corazón. Al respecto, una de las actitudes que los padres toman es que al no tener una
doctrina del pecado correcta, ellos no se presentan como pecadores ante sus hijos y, aunque sea con
sus acciones, se levantan como “santos” delante de ellos. Pero sus hijos ven la hipocresía en la vida de
padres así: observan que son pecadores y que no reconocen ni aceptan su condición. Sepulcros
blanqueados tratan de levantar otros sepulcros blanqueados. Padres e hijos necesitan del evangelio:
ambos necesitan la misma verdad que nos da humildad y dependencia de Cristo. Soy un pecador y
necesito un salvador.
Si queremos ver pasión por el evangelio en nuestros hijos, debemos modelarles, instruirles y exhibirles
lo que bíblicamente es presentado como aquello que muestra la mayor belleza de Cristo: el evangelio.
Allí vemos que somos pecadores, pero Él murió por pecadores. No importa que fueras en tu pasado un
traficante de esclavos, una prostituta, un ladrón, o que nacieras en un hogar Cristiano. Todos
necesitamos en un momento dado responder al evangelio, a la realidad de nuestra pecaminosidad, y
arrepentirnos de nuestra condición, y correr al Salvador. Este evangelio no es solo para adultos. Sí,
nuestros hijos son pecadores, pero ahí hay también una bendición, porque Cristo vino a salvar
pecadores.
¿CÓMO PUEDES SABER SI LA BIBLIA ES VERDAD?
¿Cómo pueden personas comúnes, sin formación académica, y con poco tiempo para invertir en
estudios históricos, saber con certeza que Dios ha hablado en la Biblia?
Histórica y bíblicamente, una respuesta que se ha dado es: “el testimonio interno del Espíritu”. ¿Qué es
eso? Vamos a considerar el uso de Juan Calvino del término, y la Confesión de Fé de Westminster, y
luego a poner a prueba estas ideas con las mismas Escrituras.
La visión de la gloria
Juan Calvino describe su conversión a Cristo como una obra de Dios que le dio un sabor de la piedad.
Dios, por una repentina conversión, sometió y llevó mi mente a un marco enseñable. . . Habiendo
recibido algún sabor y conocimiento de la verdadera piedad, fui inmediatamente inflamado con [un]
intenso deseo de progresar. (John Dillenberger, John Calvin, Selections from His Wrtitings, [Scholars
Press, 1975], 26)
Esta experiencia estableció la dirección de su entendimiento acerca de cómo una persona es
convencida de que Dios ha hablado en las Escrituras.
El testimonio del Espíritu es más excelente que toda razón. Porque así como solo Dios es un testigo
adecuado de sí mismo en Su Palabra, la Palabra no encontrará aceptación en los corazones de los
hombres antes de ser sellada por el testimonio interno del Espíritu. (Institutos, I, vii, 4)
El testimonio no es contrario a la razón, sino que está por encima de la razón, y comunica una certeza
mayor que el razonamiento humano, incluso el nuestro.
Iluminados por Su poder, no creemos ni por nuestro propio juicio ni por el de cualquier otra persona
que la Escritura es de Dios; pero por encima del juicio humano afirmamos con certeza absoluta (como
si estuviéramos contemplando la majestad de Dios mismo) que ha fluido a nosotros de la misma boca
de Dios por el ministerio de los hombres. (I, VII, 4)
Esto es notable: No es por nuestro propio “juicio” que creemos que la Escritura es de Dios. ¿Qué
significa eso?¿No debo formar juicios acerca de estas cosas? Sí, pero debajo de un juicio
espiritualmente eficaz está una iluminación dada por el Espíritu de la “majestad de Dios mismo”. La
visión de la gloria de Dios precede y fundamenta la formación de los juicios racionales sobre su verdad.
El autotestimonio de las Escrituras
Cuando Calvino dice que nuestra certeza acerca de las Escrituras viene de una visión “como si”
estuviéramos mirando la majestad de Dios mismo, el “como si” simplemente distingue el
“contemplando la majestad de Dios mismo” de contemplando la majestad de Dios en las
Escrituras. Nosotros sí vemos la majestad de Dios con los ojos del corazón (Ef. 1:18); pero lo vemos en
la Escritura, no como en la presencia de Dios sin mediación.
Así, el testimonio interno del Espíritu no es una revelación añadida a lo que vemos en las
Escrituras. No es la voz del Espíritu diciendole a nuestra mente desapercibida: “Lo que ahora estás
mirando en la Biblia es la majestad de Dios; así que empieza a verla”. La visión no funciona de esa
manera. No se puede ver lo que no se ve. Y si ves, no es necesario que te digan que veas.
Así, a pesar de que el término “testimonio del Espíritu” puede inducir a error a la hora de sugerir
información añadida a lo que tenemos en la Escritura, Calvino quería decir que la obra del Espíritu era
abrir los ojos del corazón para ver la majestad de Dios en las Escrituras. En este sentido, entonces —
aunque suene paradójico— el “testimonio del Espíritu” es la obra de Dios que habilita el
autotestimonio de la Escritura. “Por tanto, debemos retener este punto: que aquellos a quienes el
Espíritu Santo ha enseñado interiormente verdaderamente descansan en la Escritura, y que la
Escritura de hecho es autoautenticada” (I, VII, 4).
La Confesión de Westminster lo expresó así:
Las. . . incomparables excelencias [de las Escrituras], y su entera perfección son todos argumentos por
los cuales la Biblia demuestra abundantemente que es la Palabra de Dios. Sin embargo, nuestra
persuasión y completa seguridad de que su verdad es infalible y su autoridad divina proviene de la obra
del Espíritu Santo, quien da testimonio a nuestro corazón con la Palabra divina y por medio de
ella. (Artículo 1.5)
El testimonio del Espíritu es “con y por medio de” la Palabra. No estoy seguro de lo que “con” se
supone que añada a “por medio de” en esta frase. Pero el enfoque, como con Calvino, no es en la
información añadida, sino en cómo el Espíritu nos permite ver lo que la Escritura revela en sí misma.
Él nos da vida
Pasemos ahora al pasaje clave de la Escritura en relación al testimonio del Espíritu.
Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.. . . . Si recibimos el testimonio de
los hombres, mayor es el testimonio de Dios [ = el Espíritu]; porque éste es el testimonio de Dios: que
El ha dado testimonio acerca de Su Hijo.. . . Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna,
y esta vida está en Su Hijo. ( 1 Juan 5:6-11)
“Y el Espíritu es el que da testimonio”. Este es el “testimonio de Dios”. Y es “mayor” que cualquier
testimonio humano, incluyendo, creo que diría Juan en este contexto, el testimonio de nuestro propio
juicio. ¿Y cuál es ese testimonio de Dios? No es simplemente una palabra entregada a nuestro juicio
para la reflexión, pues entonces nuestra convicción se basaría en esa reflexión. ¿Entonces qué es?
El versículo 11 es la clave: “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna”. Y yo creo que
esto significa que Dios nos da testimonio de Su realidad y la realidad de Su Hijo y de Su Palabra,
dándonos la vida de entre los muertos para que vengamos a Su majestad y lo veamos por quien Él es en
Su Palabra. En ese instante no razonamos de premisas a conclusiones, vemos la luz, porque estamos
despiertos, y no hay previo juicio humano que nos convence de que estamos vivos y despiertos y
viendo. El testimonio de Dios a Su palabra es la vida de entre los muertos que inmediatamente ve.
Estábamos muertos y ciegos ante la majestad espiritual. Entonces el Espíritu “testifica”. Él nos
aviva. Él nos da la vida. “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna”. Cuando Lázaro
despertó en la tumba por el llamado o el “testimonio” de Cristo, el supo, sin un proceso de
razonamiento, que estaba vivo, porque oyó la palabra majestuosa.
Viendo lo que realmente está allí
Del mismo modo, de acuerdo a Pablo todos estábamos cegados a la gloria de Cristo en el
evangelio. ¿Qué tenía que suceder para que pudiéramos ver esta “luz del evangelio de la gloria de
Cristo” que se valida a sí misma (2 Co. 4:4)? Lo que tenía que suceder era la obra de Dios descrita en el
versículo 6: “pues Dios, que dijo: 'De las tinieblas resplandecerá la luz,' es el que ha resplandecido en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en el rostro de Cristo” (2
Co. 4: 6). La palabra creadora de Dios —¡su palabra de testimonio!— trajo vida y luz a nuestras
almas. Vimos en la Palabra “iluminación del conocimiento de la gloria de Dios”.
Ese es el “testimonio interno del Espíritu”. La Palabra tiene su propia gloria: la gloria de Dios en Cristo
con todos sus rastros. Y esa gloria nos convence, cuando, por la obra del Espíritu, se nos concede ver lo
que realmente está allí.
¿ES PECADO FUMAR MARIHUANA?
Hace un año los ciudadanos de Colorado votaron en favor o en contra de la enmienda 64, una
enmienda de la constitución de su estado que permite el “uso personal y la regulación de la marihuana”
para los adultos mayores de 21 años, así como el cultivo comercial, la fabricación y la venta, regulando
efectivamente el cannabis de una manera similar al alcohol. Las primeras tiendas de venta de
marihuana para uso recreativo se inauguraron oficialmente el 1 de enero de 2014.
Aunque la nueva legislación solo se aplica a Colorado (los estados de Washington, Alaska, y Colorado
aprobaron una medida similar, aunque la marihuana sigue siendo ilegal en todos los otros estados y a
nivel federal), los estadounidenses de todo el país están comenzando a examinar las preguntas
relacionadas con el uso de la marihuana. Para los cristianos, una de las preguntas más relevantes es si
el uso recreativo de la marihuana es pecaminoso.
Aunque muchos cristianos consideran que la respuesta a esta pregunta es bastante clara, puede ser útil
para examinar el proceso de razonamiento que nos permite determinar cómo los principios bíblicos se
pueden aplicar a este asunto.
¿Qué dice la Biblia acerca de la marihuana?
Al igual que el aborto, las armas nucleares, y muchas otras controversias modernas, la Biblia no
menciona específicamente la marihuana. Sin embargo, algunos defensores de la marihuana apelan a la
Biblia —de hecho, su primer capítulo— para presentar su caso:
También les dijo Dios: “Miren, Yo les he dado a ustedes toda planta que da semilla que hay en la
superficie de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto que da semilla; esto les servirá de alimento.
(Génesis 1:29)
Dado que la marihuana es de hecho una “planta que da semilla”, podríamos legítimamente considerar
si Dios nos la dio por “alimento”. Antes de hacerlo, sin embargo, debemos notar cómo esta afirmación
socava la forma más popular de la marihuana recreativa: fumar. No hay otros alimentos – incluso el
salmón ahumado – que consumimos ahumándolos. Así que esta defensa sólo puede aplicarse al uso de
marihuana que puede ser constituida como alimento comestible.
Presumiblemente, nadie añade marihuana a los brownies porque mejora su sabor. La razón para
agregar esta planta en particular a los productos alimenticios se debe a su efecto sobre los sentidos,
fuera del gusto. Sin embargo, vamos a suponer que alguien realmente disfruta y se nutre al comer hojas
de marihuana. ¿Sería un pecado?
Razonamiento analógico y la Biblia
Para dar una respuesta arraigada en la Escritura y en la ética cristiana debemos usar el razonamiento
analógico. En su ensayo “El lugar de la Escritura en la ética cristiana,” James Gustafson señala el
método comúnmente aceptado de analogía bíblica:
Las acciones de personas o grupos deben ser juzgadas como moralmente incorrectas cuando son
similares a acciones juzgadas de forma incorrecta o en contra de la voluntad de Dios bajo
circunstancias similares en la Escritura, o cuando no concuerdan con acciones juzgadas correctamente
o en acuerdo con la voluntad de Dios en las Escrituras.
Aunque esto puede parecer bastante obvio, se cuestiona cómo se determina si una acción o
circunstancia es similar a una acción juzgada como mala en la Escritura. El erudito jurista Cass
Sunstein explica cómo aplicamos el razonamiento analógico:
Este tipo de pensamiento tiene una estructura simple: (1) A tiene la característica X; (2) B comparte
esa característica; (3) A también tiene la característica Y; (4) Debido a que A y B comparten la
característica X, concluimos lo que aún no se sabe, que B comparte la característica de Y también.
¿Existe una acción analógica que se considera incorrecta o en contra de la voluntad de Dios en las
Escrituras similar al uso recreativo de la marihuana? De hecho, hay un claro ejemplo mencionado
frecuentemente en la Biblia: la embriaguez. (Al final de este artículo hay varias referencias bíblicas a la
embriaguez y sobriedad.) La embriaguez en la Biblia es el estar intoxicado por el alcohol.
A (intoxicación por la ingestión de alcohol) tiene la característica X (afecta de forma psicoactiva, es
decir, afecta la función cerebral, dando lugar a alteraciones en la percepción, el estado de ánimo, la
conciencia, la cognición y el comportamiento).
B (intoxicación por la ingestión de marihuana) comparte estas características.
Debido a que A y B comparten la característica X, concluimos lo que aún no definimos, que B comparte
la característica Y (acción que se considera estar en contra de la voluntad de Dios, es decir, es pecado).
Razonando por analogía, podemos determinar que debido a que es pecado estar intoxicado por el
alcohol, es pecado también estar intoxicado por marihuana.
¿Que constituye intoxicación?
El argumento analógico en contra del uso de la marihuana recreativa parece bastante indiscutible. Sin
embargo, aunque la Biblia prohíbe la embriaguez, ella no prohíbe todos los usos de alcohol, incluso
aquellos con fines recreativos. Una persona puede consumir pequeñas cantidades de alcohol sin
ninguna intención de pasar a estar embriagada. ¿Puede una persona consumir pequeñas cantidades de
marihuana, sin ninguna intención de intoxicarse?
Para responder a la pregunta debemos determinar la cantidad media de la droga —alcohol o
marihuana— necesaria para producir el estado deteriorado.
Para el alcohol, la unidad de medida es la “bebida estándar”, es cualquier bebida que contiene cerca de
14 gramos de alcohol puro (aproximadamente 0,6 onzas o 1.2 cucharadas). La bebida estándar es
definida convencionalmente como el contenido de alcohol de 12 onzas de cerveza (5% de alcohol) o 5
onzas de vino (12% de alcohol) o una onza y media (un shot, 40% de alcohol–80 grados) de destilado
(licores fuertes). En la mayoría de los estados de Estados Unidos, el nivel legalmente definido de
intoxicación se produce normalmente, dependiendo del ritmo, después de cuatro bebidas para una
mujer promedio o cinco para un hombre promedio.
Para la marihuana, sin embargo, se requiere una dosis mucho más baja para inducir un estado de
intoxicación. Estudios demuestran que la intoxicación se produce en la ingestión de menos de 7 mg de
THC (el ingrediente psicoactivo de la marihuana). Eso es aproximadamente el equivalente a cuatro
fumadas de un cigarrillo de marihuana.
Si el propósito de consumir marihuana fuera para nutrición y sabor, necesitaríamos comer solamente
una cantidad que no causaría el efecto intoxicante —alrededor de 200 mg de hojas de marihuana—. En
teoría, entonces, podría ser posible ingerir marihuana sin intenciones pecaminosas. Pero, por
supuesto, en casi todos los casos, el uso recreativo de la marihuana se hace con la intención de lograr
un cierto nivel de intoxicación. Y si la intención del uso recreativo de la marihuana es lograr un cierto
nivel de intoxicación, entonces es claramente un motivo y acción pecaminosa.
Algunos de los versículos de la Biblia relacionados con la embriaguez y sobriedad:
Efesios 5:18 - “Y no se embriaguen con vino, en lo cual hay disolución, sino sean llenos del Espíritu.”
Gálatas 5:21 - “Envidias, borracheras, orgías y cosas semejantes, contra las cuales les advierto, como ya
se lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios”
1 Pedro 5:8 - “Sean sobrios, estén alerta.”
1 Corintios 6:10 - “ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores
heredarán el reino de Dios.”
Proverbios 23:20-21 - “No estés con los bebedores de vino, Ni con los comilones de carne, Porque el
borracho y el glotón se empobrecerán, Y la vagancia se vestirá de harapos..”
Proverbios 23:29-33 - “¿De quién son los ayes? ¿De quién las tristezas? ¿De quién las luchas? ¿De
quién las quejas? ¿De quién las heridas sin causa? ¿De quién los ojos enrojecidos? De los que se
demoran mucho con el vino, De los que van en busca de vinos mezclados. No mires al vino cuando
rojea, Cuando resplandece en la copa; Entra suavemente, pero al final muerde como serpiente, y pica
como víbora. Tus ojos verán cosas extrañas, y tu corazón proferirá perversidades.”
Isaías 5:11 - “¡Ay de los que se levantan muy de mañana para ir tras la bebida, de los que trasnochan
para que el vino los encienda!”
Oseas 4:11 - “La prostitución, el vino y el vino nuevo quitan el juicio.”
1 Corintios 5:11 - “Sino que en efecto les escribí que no anduvieran en compañía de ninguno que,
llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o
estafador. Con esa persona, ni siquiera coman.”
Isaías 28:7 - “También éstos se tambalean por el vino y dan traspiés por el licor: El sacerdote y el
profeta por el licor se tambalean, Están ofuscados por el vino, por el licor dan traspiés; Vacilan en sus
visiones, titubean al pronunciar juicio . “
Mateo 24:48-49 - “Pero si aquel siervo es malo, y dice en su corazón: ‘Mi señor tardará; y empieza a
golpear a sus consiervos, y come y bebe con los que se emborrachan ...”
SEIS RAZONES PARA ORAR LA BIBLIA
1. Usted hace oraciones en forma de bíblicamente –saturadas y moldeadas. Esto significa
que usted tendrá mayor seguridad de que usted está orando la voluntad de Dios.. La Biblia deja en
claro (en 1 Juan 5:14-15 específicamente) que debemos orar conforme a la voluntad de Dios si
esperamos que él responda.¿Podría usted esperar tener una seguridad mayor de que esta orando la
voluntad de Dios que cuando estás orando la Palabra de Dios?
2. Se le libera de la rutina aburrida de decir las mismas cosas de siempre en la
oración.Tendrá que continuar orando por las mismas cosas, porque nuestras vidas tienden a consistir
en las mismas cosas de un día para otro . La mayoría de las cosas en nuestras vidas no cambian
drásticamente con mucha frecuencia. Pero mientras usted ora por las mismas cosas, usted no dirá las
mismas cosas.
3. Usted no sólo ora por las mismas cosas de maneras frescas todos los días, sino que
usted ora por cosas nuevas también. Cuando usted ora la Biblia, el texto sugerirá cosas por las
cuales orar que usted no podría orar si tuviera una lista de oración, tan larga como una guía telefónica
de Nueva York.
4. Usted será más centrado en la oración. Su mente no vagará tanto como lo hace cuando usted
ora las mismas cosas todos los días. Cuando usted dice las mismas cosas todos los días su mente tiende
a ir en piloto automático en la oración. Usted se encontrara diciendo palabras sin pensar en ellas. Pero
cuando ore la Biblia su mente tiene un lugar en que enfocarse. Y cuando sus pensamientos no vagan,
usted tendrá lugar para volver al siguiente versículo.
5. Usted estará más centrado en Dios en la oración. Por ejemplo, la gente me dice que cuando
oran la Biblia se encuentran alabando a Dios más de lo habitual. En lugar de que la oración sea
principalmente un tiempo diciendo, en efecto, "Señor, aquí estoy de nuevo con mi lista habitual de las
cosas que quiero que hagas por mí," se vuelve más acerca de Dios: sus atributos, sus caminos, y su
voluntad. Y una oración más centrada en Dios algo bueno, ¿verdad?
6. Usted encontrará que sus oraciones sean más como una conversación real con una
persona real. Eso es lo que la oración es, ¿recuerda? Orar es hablar con una persona, la persona de
Dios mismo. Así que la oración no debe ser considerada una conversación unidireccional. Y, sin
embargo, muchas personas asumen que cuando se encuentran con Dios lo que deben hacer solo
hablar. Cuando oramos la Biblia, sin embargo, nuestro monólogo de Dios se convierte en una
conversación con.No estoy aludiendo a la percepción de alguna impresión espiritual o escuchar una voz
interior, imaginando a Dios diciendo cosas a nosotros, terminando en tipo de misticismo. En cambio,
me estoy refiriendo a la Biblia como el medio por el cual Dios entra en la conversación, porque la
Biblia es Dios hablando. Dios habla en la Biblia, y usted responde a eso. Es por eso que las personas
que tratan de esto a menudo informan, “La presión se acabó. Yo no tengo que pensar en qué decir a
continuación, y simplemente fluye.”
5 RAZONES PARA MANTENER A LOS NIÑOS EN EL CULTO
Por Nick Batzig
En New Covenant , con entusiasmo animamos a los padres a mantener a sus hijos en el servicio de
adoración – todo el servicio de adoración. Estar con la congregación en el servicio de adoración desde
de la infancia es uno de los privilegios más grandes que Dios ha dado a los niños que crecen en un
hogar cristiano. Esto plantea la pregunta, sin embargo, "Si nuestros niños pequeños no pueden
entender lo que se dice desde el púlpito, ¿por qué debemos mantenerlos dentro?” Aquí hay cinco
razones – con algunas advertencias – acerca de por qué usted debe considerar mantener a sus hijos en
el servicio:
1. Es el patrón de la Escritura Justo después (y en conexión con) la institución de la Pascua (Éxodo
12) -. La comida sacramental del Antiguo Pacto que encuentra su contraparte en la Cena del Señor – el
Señor dio a los israelitas las instrucciones relativas a la Fiesta de los Panes sin Levadura y la Ley de los
primogénitos (Éxodo 13). Dos veces en el transcurso de encargarles en relación con estos tipos del
Evangelio el Señor dijo: “Y será que cuando tu hijo te pregunte el día de mañana, diciendo: `¿Qué es
esto?, le dirás: “Con mano fuerte nos sacó el SEÑOR de Egipto, de la casa de servidumbre.” (Éxodo
13:14). Había una expectativa de que los niños estarían con sus padres cuando se reunieran con los
otros israelitas (es decir, miembros de la iglesia del Antiguo Pacto) con el fin de observar la fiesta de los
panes sin levadura; y, la expectativa de que iban a preguntar a sus padres sobre lo que estaba
sucediendo en el servicio de adoración. De la misma manera, cuando mantenemos a nuestros hijos en
el servicio – en lugar de despedirlos justo antes de la predicación y de la observación de la Cena del
Señor – ellos nos preguntan por qué hacemos lo que hacemos – lo que nos da una oportunidad para la
instrucción del Evangelio. El servicio de adoración se convierte en un momento en el que todos los
padres de la congregación pueden explicar que "Por una mano fuerte el Señor nos ha sacado de la
esclavitud de Satanás, el pecado y el mundo mediante el cuerpo quebrantado y la sangre derramada de
Jesús – el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! " Si los sacamos antes de la predicación y
de la Cena, estamos potencialmente perdiendo una oportunidad significativa para nutrirlos con el
Evangelio.
En el Nuevo Testamento, hay – por una consecuencia buena y necesaria – el ejemplo de los padres que
tienen a sus hijos en la asamblea reunida. Las epístolas fueron escritas por los apóstoles a las iglesias
para ser leídas ante toda la congregación. En la epístola a los Efesios, el apóstol Pablo se dirige
directamente a los hijos en la congregación. Sin duda, los padres o los maestros de escuela dominical
pueden enseñar estas porciones de las Escrituras a los niños en una congregación en entornos distintos
del servicio de adoración, pero algo se pierde si no se les enseña a los niños de una iglesia en el servicio.
Hay un flujo en las aplicaciones que Pablo hace en sus cartas. En Efesios, se dirige a la iglesia como un
todo (Efesios 4: 1-5: 21), luego, a las esposas y esposos (Ef. 5: 22-33), luego, a los hijos y los padres (6:
1-4) y, por último, los funcionarios y amos (6: 5-9). Hay una expectativa de que todo el cuerpo de
creyentes y sus hijos estarán presentes para sentarse en estas amonestaciones apostólicas. ¡Esta es una
gran razón por la que debemos mantenerlos dentro!
2. Es un modelo para nuestros hijos para la vida. Nuestros hijos pequeños pueden no saber y
entender todo lo que se está diciendo desde el púlpito, pero siempre tendrán el ejemplo de sentarse
bajo una sana predicación bíblica. Mi amigo, John Larson , una vez me contó que se había criado en
una iglesia con un pastor fiel que predicaba la palabra de Dios expositivamente cada día del Señor. Dijo
que si bien no recordaba mucho de lo que dijo ese ministro desde el púlpito, recuerda el ejemplo que el
hombre estableció al levantarse fielmente ante la congregación semana tras semana – para abrir y
exponer las Escrituras al pueblo de Dios. El ejemplo de un hombre que se entrega a un estudio
diligente de la Palabra de Dios para predicar al pueblo de Dios cada semana tendrá un impacto en
nuestros hijos de por vida. Si dejamos salir a nuestros hijos inmediatamente antes del sermón estamos
alejando en esencia ese ejemplo de ellos. Mantener a sus hijos en el servicio pone delante de ellos el
modelo del ministro de Dios haciendo lo que es más importante. Es por ello que debemos mantenerlos
dentro.
3. El servicio de adoración es el lugar de la bendición prometida por Dios. Dios ha
prometido bendecir la adoración de Su pueblo. Lo hace en la bendición al final del servicio (Num. 6:
22-27), así como a través de la administración de todos los medios de Su gracia que Su pueblo es el
beneficiario colectivo por la fe. Si Dios ha prometido bendecir la adoración pura de Su pueblo –
especialmente a través de la palabra, los sacramentos y la oración – entonces deben entender que
nuestros hijos (no importa lo joven que sean) pueden ser los destinatarios de esa bendición durante el
servicio también. Muchas veces, he escuchado a la gente oído sugerir que nuestros bebés y niños
pequeños no pueden entender lo que está pasando – por lo tanto, no debemos mantenerlos en el
servicio.. Mientras que eso puede ser cierto para algunos (incluso con respecto a muchos), las
Escrituras nos enseñan que Dios hizo a Juan el Bautista escuchar la voz de María, mientras él estaba en
el vientre de Isabel, para comprender el mensaje que fue compartido con gozo y saltar en el útero con
comprensión. Eso no puede ser la norma para los no nacidos o la mayoría de los niños de los creyentes,
pero, está en la Biblia! El Espíritu Santo, y la bendición de Dios, no se limitan a la capacidad intelectual
de un individuo. La Confesión de Westminster de la Fe lo pone de la siguiente manera:
Los niños elegidos que mueren en la infancia, son regenerados y salvados por Cristo por medio del
Espíritu, quien obra cuando, donde y como quiere. En la misma condición están todas las personas
elegidas que sean incapaces de ser llamadas externamente por el ministerio de la palabra. (WCF 10.3).
Los escritores de la confesión no están sugiriendo que todos los bebés son elegidos. Tampoco están
sugiriendo que Dios ordinariamente regenera, aparte de la recepción intelectual del Evangelio (Rom.
10:17). Más bien, están sugiriendo que el Espíritu Santo puede trabajar para regenerar y dar
entendimiento a los niños o las personas con deficiencias mentales graves con el fin de unirlos a Cristo
y llevarlos a la gloria. Si esto es cierto, esta es una segunda razón por la que debemos mantener a los
niños dentro.
4. Es un estímulo para otras familias. Cada familia cristiana es (o debería estar) tratando de
encontrar la manera de llevar a sus hijos en disciplina y amonestación del Señor. Cada familia cristiana
falla en los puntos y siente el peso de sus fracasos. Es un gran estímulo cuando las familias están
sentados codo a codo con otras familias en el servicio de adoración. Es un gran estímulo para ver los
niños pequeños que cantan himnos en el servicio. Es un gran estímulo ver el padre de inclinarse y
suavemente ayudar a sus hijos a entender lo que está pasando y cómo pueden concentrarse mejor. Esto
se pierde cuando simplemente sacamos a nuestros hijos a la "iglesia de los niños" hasta que son
adolescentes. Esta es otra razón por la que debemos mantenerlos dentro.
5. Es un estímulo para los padres Aunque – en muchas, muchas veces – sentí mi propia
insuficiencia y fracasos como padre, yo también he sido alentado por lo que el Señor está haciendo en
la vida de mis yernos -especialmente durante el servicio de adoración. El otro día, miré por sobre la
congregación, mientras estábamos cantando y vi a mis hijos de 8, 6 y 5 años tratando de cantar desde
el himnario. Yo, a diferencia de tantos padres en nuestra iglesia, no tengo el privilegio de entrenar a
mis hijos durante los tiempos de adoración. Trato de entrenar durante nuestros tiempos de adoración
familiar.. Esa visión de mis hijos participantes fue una alegría y deleite de mi corazón. Esa noche,
amigos nuestros visitaron nuestra iglesia. Después del servicio, el marido se acercó y dijo: "Fue muy
alentador ver a tus hijos cantando ‘Hay una Fuente Sin Igual” sin un himnario. Este fue un enorme
estímulo para mí – a la luz de todas las fallas y deficiencias que estoy tan dolorosamente consciente de
considerar respecto al pastoreo de mi familia. Del mismo modo, cuando los padres mantienen a sus
hijos en el servicio durante meses y años, van a empezar a ver estos pequeños estímulos. A medida que
sus hijos escuchan los mismos himnos cantados en varias ocasiones, como le dicen sus padres algo que
oyeron en el sermón o una consulta sobre alguna parte del servicio, este es un gran estímulo a los
padres para continuar en la formación de sus hijos en el Señor. Nos hace hacer que debe fomentar ese
crecimiento que empezamos a observar. Esta es otra razón por la que debemos mantenerlos dentro.
Advertencias
Dicho esto, no somos partidarios del movimiento de la "Iglesia de Familia Integrada” en New Covenant
. Tenemos una guardería (para niños de hasta 4 años de edad) para ayudar a los padres con bebés y
niños pequeños, así como aquellos que podrían ser nuevos para una iglesia que anima a los padres a
tener a sus hijos en la iglesia. No creo que esto es comprometerse. Más bien, lo vemos como un enfoque
sensible y sabio. Si una iglesia tiene suficientes voluntarios competentes y dispuestos, puede ser sabio
implementar un tiempo de entrenamiento de adoración (quizás 6-12 semanas) durante el servicio,
donde a los niños menores de 10 se les puede enseñar acerca – de una manera enfocado –los diversos
aspectos de la adoración.
También creo que hay un cuidado de “sentido común” para la congregación que los padres con bebés o
niños pequeños deben tratar de cultivar. Si usted decide que lo mejor es para usted es mantener a su
bebé o niño pequeño en el servicio, por favor, este dispuesto a levantarse y dejar el servicio si su niño
empieza a llorar o hacer otros ruidos perturbadores. Los que tienen bebés de voz fuerte o con cólicos
deben o bien hacer uso de la guardería de una iglesia, o levantarse y tomar su bebé fuera de servicio en
el momento que comienzan a interrumpir el servicio. Estoy totalmente de acuerdo en que el lloro de un
bebé puede ser precioso; pero, más a menudo que no, el llanto de los bebés y el gemir y la conversación
de los niños es perjudicial para el ministro (s) y congregantes. Es egoísta cuando los padres insisten en
mantener a su bebé llorando en el servicio. Si un miembro de la congregación estaba constantemente
tosiendo o estornudando, el acto de amor para ese individuo es salirse el mismo del servicio hasta que
su tos se calme. Así también, los padres deben dejar a un lado su derecho a tener a su hijo en cada
segundo del servicio de adoración y cuidar a los demás miembros de la congregación que están
tratando de escuchar lo que se dice.
Por lo tanto, mantenga dentro a los niños. Esta es la mejor manera de llevarlos a Jesús. Cuando nos
reunimos para adorar, nos reunimos alrededor del trono de Dios en los cielos para cantar las alabanzas
de nuestro Dios Trino que ha entrado en un pacto con Su pueblo. Nosotros, junto con nuestros hijos,
venimos bajo los medios de Su gracia que Él ha prometido bendecir a medida que se administran
fielmente por Sus ministros y recibidos por la fe. Venimos a la presencia del Cordero que fue inmolado
para darle la gloria, honor y poder, debido a Su nombre. Aquel a quien venimos a adorar es el que dijo:
"Dejad que los niños vengan a mí." Una de las mejores formas de llevarlos a Jesús es mantenerlos en el
servicio de Su adoración.
UN ANÁLISIS Y RESPUESTA AL ARTÍCULO DE JESÚS ADRIÁN
R O M E RO “ H U M I LD A D T EO L Ó G IC A ”
El artículo publicado por Jesús Adrian Romero (JAR), titulado “Humildad Teológica” ha causado
diversas reacciones. En los extremos están los que han defendido la “humildad” del cantante por un
lado, afirmando la idea de que la Biblia no es La Palabra de Dios y por otro los que le acusan
de apostatar de la fe cristiana.
El problema es que generalmente, se toman frases aisladas que se comentan tanto a favor como en
contra, y esto no por mala intensión, sino porque; seamos sinceros, muy pocas personas se dan el
tiempo de leer un artículo o comentario “largo”. Mi invitación es para que, en un ejercicio de tu
voluntad, puedas dedicar unos pocos minutos a analizar íntegramente el artículo de JAR junto
conmigo.

Primero que todo, debo aclarar que el análisis de este texto no es un ataque hacia la persona de JAR, ni
busca desprestigiarlo o hablar mal de su testimonio o su fe, sino que se trata de examinar un
documento público a la luz de Las Escrituras y Las Confesiones de Fe.
En Segundo lugar quiero aclarar que escribo como cristiano, de tradición presbiteriana y fe ortodoxa,
afirmo la inspiración de las Escrituras, su infalibilidad e inerrancia y me adhiero a la Confesión de
Westminster, así como otras confesiones de las iglesias reformadas.
Comencemos el análisis
JAR: Me gusta la honestidad de los agnósticos, aprecio su humildadepistemológica. Un
agnóstico no descarta ni acepta creencias religiosas, simplemente toma una postura
neutral porque reconoce los límites del conocimiento humano en el tema de Dios y la
religión.
No quiero poner en duda la “honestidad” de los agnósticos al negar escépticamente la existencia de
Dios (negación relativa), pero no estoy de acuerdo en calificar como “humildad epistemológica” la
posición que menciona JAR. ¿Qué es una “postura neutral”? JAR nos entrega una respuesta al decir
“porque reconoce los límites del conocimiento humano en el tema de Dios y la religión”. Entonces
parece que el artículo comienza muy mal, porque califica positivamente una postura que es una
negación de Dios, del Dios vivo y verdadero, y no sólo eso, sino que elogia que esta posición no
considere la revelación general (creación, conciencia y providencia) y peor aún, la revelación especial
(Las Sagradas Escrituras o Biblia) como suficientes para transmitir al hombre una certidumbre de la
existencia de Dios. ¿Podrá acaso, algún hombre excusarse delante de Dios diciéndole que él tuvo una
“postura neutral”? ¿Podrá aducir “los límites del conocimiento humano” aquel que se presente frente
Aquel que es la Verdad en el Día del Juicio? Es cierto que el conocimiento humano es muy limitado, en
eso coincidimos con JAR, pero no podemos olvidar que el conocimiento de Dios proviene de la
autorrevelación de Dios y no de la aplicación del hombre a la búsqueda o descubrimiento de Dios. Si
Dios no se hubiera revelado a través de los profetas, si no se hubiera encarnado en Jesucristo, la
declaración sería perfecta, pero Dios “no se dejó a sí mismo sin testimonio” y el hombre es
“inexcusable” delante de su Creador. El artículo comienza mal, sigamos analizando para ver si mejora.
JAR: A diferencia de los ateos y los teístas que se ubican en los extremos del espectro
del conocimiento propositivo, los agnósticos se mantienen en el centro. Los cristianos
(teístas) tenemos mucho que aprender de los agnósticos. En un mundo en el que la
certeza teológica nos ha vuelto orgullosos, nos haría bien un toque de realidad; no todo
lo que creemos puede comprobarse con absoluta certeza.
JAR vuelve a la idea de que es mejor estar en “el centro” que en los “extremos”. Esta posición viene de
la idea anterior respecto a que los agnósticos “no descartan ni aceptan creencias religiosas”, esto
respecto a la existencia de Dios y sirve como puente para lo que sigue respecto a Las Escrituras. La
pregunta que asalta es si respecto al conocimiento del Dios verdadero y a la Biblia como Palabra de
Dios, ¿Debemos tener una postura “Agnóstica”? ¿No debemos tener certeza? Son dudas que parece
levantar el artículo y dejarlas en la mente de los lectores, pero es mejor que sigamos avanzando para
comprobar esta presunción.
JAR: Aunque creo y afirmo que el cristianismo es una fe racional con argumentos sanos
e inteligentes, reconozco que algunas de mis convicciones se derivan más de fe que de
certeza intelectual. Por ejemplo, no tengo problemas en afirmar que la Biblia es la
palabra de Dios y la autoridad final en asuntos de fe y práctica, pero si soy honesto debo
reconocer que hay huecos en los argumentos a favor de esta verdad, y para aceptarla, en
algún momento de mi formación espiritual tuve que tomar un paso de fe.
En su posición “tolerante” y “abierta” JAR comete el error de asimilar la fe con lo que las cosas son en
la realidad. Pareciera que la verdad de que la Biblia es la Palabra de Dios (su revelación todo
autoritativa y suficiente, así como necesaria) es confundida con lo que yo creo o pienso respecto a ella.
Este no es asunto de “afirmar” o “negar”, así como nadie podrá negar, en el día final, que tenía el
conocimiento suficiente para saber que Dios existe y que como tal debe ser adorado y obedecido, nadie
podrá negar que Dios verdaderamente nos habló “muchas veces y de muchas maneras” y que
finalmente nos habló “por medio del Hijo” y que esta verdad está registrada en las Escrituras.
Coincidimos con JAR en que la convicción interna que un ser humano tiene de que la Biblia es La
Palabra de Dios es un asunto de fe, pero nos parece que esta fe, aquí es mencionada y confundida con
la “credulidad”, mientras que la fe verdadera es “no de nosotros, sino que un don de Dios”
LA FE VERDADERA ES “NO DE NOSOTROS, SINO QUE UN DON DE DIOS”

Es decir, podemos creer en la verdad de que la Biblia es la Palabra de Dios, porque el mismísimo Dios
nos ha iluminado para comprender esta verdad. Es el Espíritu de Dios el que nos da la certeza de la fe.
¿Habrá dudas a veces, podremos oponernos a esta verdad? ¡Por supuesto! Pero el Espíritu nos dará
testimonio interno de esta verdad, entonces, como verdaderos creyentes, no tendremos más que
postrarnos frente al Dios vivo y verdadero para pedir perdón y hallar Su gracia.
JAR: ¿Cómo compruebo que los 70 traductores de la septuaginta fueron inspirados por
el Espíritu Santo para traducir de la manera correcta, agregar nuevos libros o partes de
algunos libros al canon del antiguo testamento?
¿Cómo compruebo que el canon de las escrituras es absolutamente correcto y que los
hombres asignados a este trabajo escogieron, dirigidos por el Espíritu Santo, la lista de
los libros que compondrían la Biblia? ¿Cómo compruebo que fueron inspirados por el
Espíritu Santo para determinar la canonicidad de ciertos libros y la apocrificidad de
otros?
¿Cómo compruebo que el canon de la Biblia protestante es el correcto cuando el mismo
Martín Lutero tenía problemas con algunos libros que ahora son parte del canon bíblico,
y cuestionaba que libros como el de Ester, Hebreos y Santiago, entre otros, fueran
inspirados por el Espíritu Santo?
En este tramo escogido, JAR mezcla afirmaciones (o más bien preguntas con afirmaciones
subyacentes) de diversas naturalezas. En algunas habla respecto a la naturaleza de la Biblia, en otras
respecto a la traducción, en otras sobre la transmisión del texto, en otra sobre la inspiración. Esto, o
tiene la intención de confundir al lector o, y esperemos que así sea, proviene de la ignorancia teológica
del autor (respecto a este tema puntual, ya que no conozco su posición teológica amplia ni el desarrollo
de su pensamiento teológico). Dar respuesta correcta a cada pregunta nos tomaría varias páginas, es
por eso que preferimos abocarnos al elemento que unifica las preguntas, que podría, a juicio mío,
unificarse en la pregunta, ¿Cómo puedo tener la certeza de que la Biblia es la Palabra de Dios? La
respuesta es una: porque Dios me entrega esa certeza, entonces viene la contra-argumentación: “¡Eso
es argumento circular!” y respondemos que sí y que no. Que sí, porque es un argumento donde siempre
llegaremos a Dios, volveremos una y otra vez a Él, porque Él es (subraye esta palabra) La Verdad, pero
que no es circular porque vuelve al que es fuente, por lo tanto de quien todo proviene (es por lo tanto
más bien un pensamiento lineal, que comienza en Dios). Y aquí es donde encontramos el mayor riesgo
en las ideas de JAR, porque él parece aceptar los argumentos del relativismo de que la verdad absoluta
no existe, o que no podemos conocerla. Y entonces, al partir de esta idea, relativiza tanto la existencia
de Dios, como el hecho de que Él se ha revelado, y esto es grave, porque sitúa al cristianismo dentro del
gran espectro de las religiones que parten desde el hombre, siendo que es una religión (la única) que
parte desde Dios, el Dios que se acerca, se revela, se hace hombre y entra en la historia para que no
tengamos dudas respecto a su existencia, pero es más, respecto a su amor por nosotros y a su gloria
manifestada en Cristo.
JAR: Por supuesto que he leído todos los argumentos a favor de la autoridad de la Biblia
y estoy de acuerdo con ellos; las profecías cumplidas, los pergaminos que respaldan lo
que tenemos escrito, las evidencias históricas y geográficas, la consistencia literaria, la
sobre-vivencia de la Biblia al escrutinio de los siglos y a los constantes ataques que ha
recibido, etc. Pero después de todos los argumentos, debo ser honesto y aceptar que no
puedo comprobar con “absoluta certeza” que la Biblia es la palabra de Dios.
Parece que, “comprando” la filosofía imperante, JAR asimila “absoluta certeza” a “pruebas” o
“argumentos racionales irreductibles”, parece olvidar que la mente del ser humano ha sido afectada
por el pecado, que por lo tanto ya no “razona bien” y que está moralmente opuesto a Dios. Esta verdad
revelada reiteradamente en la Biblia es ignorada por completo en todo el artículo de JAR, pareciera
que en este artículo, el hombre no es un ser pecador o caído y que no se ha constituido en “enemigo de
Dios”, no es por lo tanto un problema de las “pruebas” o “argumentos”, sino de la oposición del hombre
hacia su Creador. La fe, otorga aquella “certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”, no
es contraria a la razón, sino que viene a iluminar la razón, para que podamos interpretar correctamente
(aunque no perfectamente) por una obra del Espíritu Santo.
Rescatamos el reconocimiento de aquellos “argumentos a favor de la autoridad de la Biblia”,
reconocemos que JAR NO niega la inspiración de la Biblia, no la existencia de Dios; ni, por tanto, la
necesidad de Cristo para la salvación, pero si son relativizadas estas verdades, si son colocadas en el
ámbito de la “credulidad” o la “incredulidad” y es borrada aquella certidumbre de fe que ha
caracterizado a los creyentes a través de los siglos tal como lo menciona en el siguiente párrafo JAR.
JAR: Lo interesante de esto es que aunque no pueda comprobarlo, yo, junto a la mayoría
de cristianos a través de los siglos, hemos estado dispuestos a morir por esta verdad.
Tenemos la absoluta certeza que la Biblia es inspirada por Dios, pero más que certeza
intelectual, esta certeza se deriva de algo más personal; FE.
En mi vida he comprobado que las palabras de este libro son verdad y son vida. Sus
consejos me han llevado a encontrar la llave para entrar a una vida plena y productiva.
Al final de todos los argumentos, la única “verdad” a la que nos podemos aferrar con
certeza es la verdad de nuestra fe.
Por supuesto que no es una fe ciega, es una fe que lucha y que cuestiona.
La verdadera fe no puede existir a parte de la duda. Cuando dejamos de cuestionar
dejamos de aprender y hacemos de nuestra fe algo débil, algo que los demás no pueden
tomar en serio. Un poco de humildad teológica nos hará testigos más honestos y nos
dará más credibilidad en un mundo que desesperadamente busca respuestas.
La idea final de JAR, cuando dice “Un poco de humildad teológica nos hará testigos más honestos…”
muestra las “buenas intenciones” (al menos las intenciones manifestadas en este artículo) que él tiene.
Sin duda debemos manifestar “humildad teológica”, pero esa humildad no es “entrar en el juego” de
nuestra cultura relativista, no significa no tener certezas intelectuales y espirituales, significa reconocer
nuestras limitadas capacidades para conocer la verdad revelada en Las Escrituras, pero apuntando a
ellas como la fuente de la verdad objetiva.
No debemos dar un testimonio con un lenguaje ambiguo, aquellas verdades que conocemos (no
completamente, no como dueños de ellas) debemos anunciarlas porque provienen de Dios.
NO DEBEMOS DAR UN TESTIMONIO CON UN LENGUAJE AMBIGUO, AQUELLAS VERDADES QUE CONOCEMOS (NO
COMPLETAMENTE, NO COMO DUEÑOS DE ELLAS) DEBEMOS ANUNCIARLAS PORQUE PROVIENEN DE DIOS.

Ciertamente la duda, como experiencia del ser humano caído, será parte de nuestro encuentro con el
Dios verdadero y Su Palabra, y en ellas Dios se manifestará para alimentar nuestra fe y anclar nuestro
corazón en su verdad.
Resumiendo, pareciera que las intenciones de JAR no son en sí malas ni descabelladas, tampoco está
errado al afirmar que hay elementos “subjetivos” en la fe ni se equivoca al hacer un intento de
comunicar la fe cristiana a una sociedad relativista y pluralista, pero se equivoca en su metodología y, a
mi parecer, en las presuposiciones desde las que parte en cuanto a Dios, su revelación, y quién es el
hombre luego de la Caída. También, lamentablemente, me parece que deja una puerta abierta de par
en par para la posibilidad de otros entendimientos de Dios distintos a los de las Escrituras, ya que si
bien afirma que él cree que la Biblia es la Palabra de Dios inspirada, sitúa esa certeza en el ámbito de la
fe relativista, en la idea de “esta es mi verdad”, posibilitando la convivencia con “otras verdades”,
pensamiento tan propio de nuestro tiempo y tan dañino para la fe histórica, la fe cristiana que ha
cruzado las edades.
10 PREGUNTAS PARA LOS CRISTIANOS PRO-HOMOSEXUALES
Es hora de decidir dónde te posicionas. La verdad ofende a la mentira. La luz ofende a las tinieblas. La
Palabra de Dios ofende a Satanás. BRISA FRESCA AUTOR Will Graham 25 DE JULIO DE 2015 23:37
h Ha llegado la hora de definirnos claramente en España. La Iglesia Protestante Unida de Francia
aceptó la homosexualidad públicamente en mayo y la de Bélgica en junio. Gracias al Señor la mayoría
de las denominaciones evangélicas en la península ibérica se han opuesto al matrimonio gay en
términos bien claros. No obstante, a lo largo de los últimos años, me he topado con algunos creyentes
en España que, profesando ser seguidores de la Palabra de Dios, apoyan la homosexualidad. A nivel
nacional nos estamos encontrando con tres reacciones ante el tema: Los que están cien por cien a favor
de la homosexualidad porque sí. Los que están cien por cien en contra citando la revelación de Dios
como su suprema autoridad de fe y conducta. Los que están en contra pero optan por no decir nada por
miedo o por temor a ofender a otros. Este tercer grupo es el más peligroso. Aquí meto a toda la gente
que predica, enseña y escribe sobre el tema de una forma tan absurdamente ambigua que es casi
imposible saber lo que creen. Después de oír algunos discursos y de leer algunos artículos cristianos,
me siento hasta mareado. ¿Por qué no dicen lo que creen y punto? ¿Por qué tantos rodeos
interminables? ¿Por qué tanto politiqueo evangélico? ¿Por qué no ir al grano? Todo esto tiene un
nombre: miedo. Sí, señor. Miedo a ser fiel a la revelación de Dios. Miedo a oponernos a la sociedad.
Miedo a quedar mal con la gente. Miedo a que nos cierren puertas ministeriales. Miedo a perder
amigos, fans y seguidores en las redes sociales. Una pregunta: ¿cuántas superestrellas evangélicas han
compartido sus convicciones al respecto en términos claros? ¡Casi ninguna! ¿Por qué será? Miedo a
que nos tachen de fundamentalistas, homófobos, legalistas y dinosaurios. Miedo, miedo, miedo. “No,
hermano Will, simplemente queremos amar a todos. No queremos ser una piedra de tropiezo para
nadie”. Suena bien, pero de nuevo, no es nada sino miedo vestido de ropaje evangélico. Primero, todos
los creyentes nacidos de nuevo amamos a los homosexuales. Esto está claro. Hasta la fecha, nunca me
he encontrado con una sola iglesia evangélica o un solo pastor en España que trataría a un gay con
menosprecio u odio. Eso de que la iglesia evangélica discrimina a los homosexuales es pura ficción. No
corresponde a la realidad a no ser que ‘discriminar’ ahora signifique ‘no estar de acuerdo con alguien’.
Segundo, en cuanto a lo de no ofender. ¿Alguna vez te has parado a leer los sermones de los profetas
del Antiguo Pacto y los apóstoles del Nuevo? ¿Te parecen tolerantes? ¿O qué tal los mensajes del Señor
Jesús? ¿Acaso no ofendía Cristo a los enemigos del Reino de Dios cada dos por tres? ¿De dónde,
entonces, este afán posmoderno por no querer ofender a nadie, de no ser una piedra de tropieza para
nadie? Miedo, miedo, miedo. O estamos con la Palabra de Dios o estamos con lo que dice el mundo. Así
de sencillo. Es hora de decidir dónde te posicionas. La verdad ofende a la mentira. La luz ofende a las
tinieblas. La Palabra de Dios ofende a Satanás. John MacArthur dijo: “No suavices el Evangelio. Si la
verdad ofende, entonces deja que ofenda. La gente ha estado ofendiendo toda su vida a Dios”. O como
lo explicó R.C. Sproul: “Si algo en la Biblia te ofende, el problema no está en la Biblia. El problema está
en ti”. El primer anunciado del Evangelio es sumamente ofensivo: ¡eres pecador! Pero en vez de hablar
conforme a todo el consejo de Dios, hay algunos predicadores contemporáneos que ya no optan por
tocar los temas más ‘chungos’ de la Biblia. Se dedican a usar el púlpito para hablar sobre estrategias de
iglecrecimiento, métodos de liderazgo exitoso y sobre cómo aumentar tu autoestima. Y si en alguna
reunión deciden predicar sobre un pasaje bíblico, siempre será un texto positivo y agradable. El siglo
pasado el heraldo de Dios David Wilkerson llamó a los tales “cobardes” y “profetas de Jezabel” (entre
unas cuantas cosas más). ¡Oh, Señor Dios todopoderoso, líbranos de tales predicadores leves y
miedicas que predican por otros motivos que no sean tu gloria! ¡Protege esta nación de España!
¡Envíanos mensajeros bíblicos, maestros bíblicos, siervos bíblicos! Amén. Las 10 preguntas Llegamos
entonces a diez preguntas urgentes que me gustaría hacer a todos los cristianos pro-homosexuales que
están por aquí en la península ibérica. En mis charlas con los creyentes pro-gays, me he quedado muy
insatisfecho con las respuestas que me han ofrecido al respecto. Por eso, he querido compartirlas
públicamente. Y tengo tres propósitos al hacerlo: Uno, para que aprenda más a nivel personal. Dos,
para que los pro-homosexuales empiecen a preguntarse si están siendo fieles a la revelación de Dios.
Tres, para que los creyentes bíblicos se animen a hacer las mismas preguntas a otros cristianos gays.
¿Cuáles son los versículos que te llevaron a la conclusión de que la homosexualidad es una bendición
de Dios? ¿Por qué Jesús citó el patrón de Génesis 2 cuando definió el matrimonio entre un hombre y
una mujer? ¿Qué haces con todos los pasajes bíblicos que condenan la homosexualidad en términos
explícitos? A lo largo de la historia, ¿por qué la iglesia cristiana –sea la rama ortodoxa, la católica o la
protestante- siempre ha condenado la homosexualidad junto con todos sus gigantes teológicos? ¿Estás
seguro de que tu postura pro-gay no se debe a tu contexto socio-cultural en el siglo XXI? ¿Me puedes
dar una definición bíblica del matrimonio y del amor? Si estás a favor del matrimonio gay por
consentimiento mutuo, ¿por qué no podrían tres o cuatro personas casarse o miembros de la misma
familia o dos menores de edad? ¿En qué se diferencian para ti un discípulo de Cristo y una persona no
convertida? En vez de tacharnos de ‘homófobos’, ¿entiendes la verdadera razón por la que los
evangélicos bíblicos nunca podremos aceptar la homosexualidad bajo ningún pretexto? ¿Te parece
éticamente correcto seguir llamándote cristiano si violas abierta y públicamente la voluntad de Dios y
animas a otros a hacer lo mismo? Allí están. Espero que te sean útiles y que generen un poco de
diálogo. Ah, y sólo para aclarar –sin politiqueo y sin rodeos- yo, Will Graham, estoy cien por cien en
contra del cristianismo gay. Pero no me hagas caso a mí. Haz caso a la Palabra de Dios. No soy nada
sino su esclavo. Nos vemos la semana que viene.
LA ÚNICA COSA NECESARIA
De mañana suena el despertador. Delante de ella hay una lista de cosas por hacer. En su mente, en
papel, en su teléfono. El formato no importa: está ahí, esperándola, y ella sabe que solo tiene 24 horas
para lograrlo. 24 horas para hacer la mayor cantidad de cosas posibles. Parece que si no lo
hace mañana habrá más cosas en esa lista. No importa su edad, o dónde vive, si está casada o no, si no
tiene hijos o cuántos tiene, si trabaja o es ama de casa, si estudia o es voluntaria en su iglesia local. Su
profesión o su vocación, cuánto dinero tiene en su cuenta bancaria, su forma de vestir o sentido de la
moda. Puedes ser tú o puedo ser yo.
Marta y María
A lo largo de la historia de la humanidad se ha desarrollado no solamente una noción de persona
humana, sino una noción de hombre y mujer, que luego se manifiesta en la cultura y se traslada a
nuestro día a día. Sin importar la época o la sociedad en la que vivimos, hay un elemento con el que
todas las mujeres nos podemos identificar: la idea del deber, la idea de lo que cada una de nosotras,
mujeres, deberíamos dehacer. Sin embargo, hay una idea aún más importante.
Hay tantas expectativas de lo que una mujer debería de “hacer” que perdemos de vista nuestro “ser”,
así que es fácil para nosotras hacer mucho pero ser poco la mujer que Dios quiere que seamos. Una de
las grandes preguntas que vale que nos hagamos es “¿Quién soy?”. Y en el mundo postmoderno, la
respuesta está llegando a ser un simple “no sé”. Esto es sumamente peligroso, ya que la pérdida de
nuestra identidad provoca la pérdida de sentido en todo lo demás; perdemos las respuestas a las
preguntas importantes de la vida.
La respuesta a la pregunta de “¿Quién soy?” no varía según la época o cultura. No depende de la
sociedad; no depende ni siquiera de nosotras: depende únicamente de Dios, nuestro Creador. Es en
base a Su palabra que puedo entonces decir, que soy una mujer creada a Su imagen y semejanza
(Génesis 1:26). Mi ser tiene dignidad y valor desde el día de mi concepción hasta el día de mi muerte.
Singular, en mi naturaleza racional y emocional, tengo capacidad de conocer la Verdad (Juan 14:6).
Pecadora por naturaleza y elección propia (Romanos 3:23). En Cristo Jesús, redimida, adoptada y
justificada: no por obras sino por fe en Su gracia (Efesios 2:8-10).
A través de la Biblia conocí a dos mujeres que han cambiando mi vida y me han ayudado a comprender
lo que llamo nuestro “deber ser”.
“Mientras iban ellos de camino, Jesús entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta lo recibió en
su casa. Ella tenía una hermana que se llamaba María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba
Su palabra. Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos. Y acercándose a El, le dijo: 'Señor,
¿no Te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude'. El Señor le
respondió: 'Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es
necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada'”, Lucas 10:38-42.
Sentada a sus pies
Cuántas veces he sido Marta, cuántas veces mi deber se ha convertido en mi prioridad, o peor aún en
mi identidad. Mi agenda está siempre llena, preocupándome por hacer la mayor cantidad de cosas
posible y hacerlas bien. Y muchas veces mi lista de tareas está llena de cosas que pueden considerarse
“buenas” o “nobles”, ocupada como Marta sirviendo al Señor, sirviendo a otros a mi alrededor.
Sin embargo, ocuparse es fácil. Ahora entiendo que el reto no es llenar nuestra agenda de “cosas por
hacer”; ni siquiera es lograr hacer todo lo que nos propusimos en 24 horas y hacerlo bien, el verdadero
reto es ser una mujer de Dios y no solo actuar como una. Si no entendemos que nuestra identidad y
nuestro valor están en Él y no en las cosas que hacemos, no le conocemos, no comprendemos quién es
nuestro Dios y por ende tampoco comprendemos quiénes somos nosotras. Es solo a través de su
evangelio que conocemos la única cosa necesaria; cuán maravilloso es Dios que nos amó, nos ama y
nos amará, no por nuestro desempeño, sino por el contrario aun sabiendo que nunca podríamos hacer
lo suficiente, que sin importar nuestro esfuerzo, o nuestra disciplina, nunca podríamos lograrlo, nunca
podríamos salvarnos a nosotras mismas.
Su amor debe ser nuestra ancla, debe ser el peso que nos mantiene unidas a Él, el peso que no nos
permite alejarnos y correr a nuestro deber para buscar las respuestas de nuestro ser.
Amada: es fácil, como Marta, preocuparnos en los preparativos y mantenernos ocupadas, corriendo de
un lugar a otro, creyendo que tenemos que hacer para ser aceptadas, que seremos amadas de acuerdo a
nuestros logros. Cuánto quisiera poder decir que soy como María, pero confieso que hay momentos en
que los que he corrido a mi trabajo, a mis actividades diarias, a mis logros buscando la aceptación de
Dios, como si mis obras pudieran impresionarlo. En Su misericordia Él me ha dejado fallar y ha sido su
gracia y su amor lo que me ha traído de regreso en arrepentimiento. Porque nada de lo que hago puede
remplazarlo a Él, ninguna tarea puede remplazar su presencia, no hay nada que pueda remplazar a
Cristo en mi vida.
Esta es mi oración hoy: despertar y no ver una lista de tareas por hacer sino en cambio, despertar y ver
a mi Señor, delante de mí, ver lo hermoso que es, maravillarme con Él, disfrutar de su presencia
sentada a sus pies. Oh la gracia de disfrutar la única cosa necesaria: ¡Ser suya!
TRES RAZONES PARA HABLAR POR LOS NO NACIDOS
La iglesia no puede permanecer en silencio sobre este tema si se ha comprometido a una cosmovisión
bíblica. No hay duda de que el aborto constituye una de las mayores tragedias tácitas de nuestro día.
1. El Evangelio es Radicalmente Pro-Vida
Desde las primeras páginas de la Escritura, la difícil situación del hombre después de la caída se
enmarca en el contexto de la muerte (Génesis 2:17; 3:19). Sin embargo, Jesús vino al mundo para que
los que creen en él tengan vida eterna (Juan 10:28). La motivación para abogar por la vida de los no
nacidos es el Evangelio de Jesucristo que da vida. Nuestro ministerio es una respuesta al amor
increíble y la misericordia de Dios. Estamos a favor de la vida, porque el evangelio es radicalmente pro-
vida.
2. La Biblia nos Manda Rescatar a Aquellos Que Están Siendo Llevados a la Muerte.
Proverbios 24: 11-12 dice, “Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de
muerte. Porque si dijeres: Ciertamente no lo supimos, ¿Acaso no lo entenderá el que pesa los
corazones? El que mira por tu alma, él lo conocerá, Y dará al hombre según sus obras.” Este es un
mandamiento claro de la Escritura, y sin embargo muchos han crecido complacientes en una cultura
que normaliza las cosas como el aborto. En el último día, ninguna excusa será suficiente para el
silencio de la Iglesia sobre el tema del aborto. Queremos ser los que son a la vez oidores y hacedores de
la Palabra de Dios (Santiago 1:22).
3. Dios Nos Llama a Exponer lo que es Malo.
La pasividad y la tolerancia son valores culturales, pero no los valores establecidos en la Biblia. En
cambio, la Biblia dice: “Y no participéis en las obras estériles de las tinieblas, sino más bien,
desenmascaradlas” (Efesios 5:11). El Señor nos llama como cristianos a no permanecer neutrales en las
cuestiones que aborda claramente su Palabra. Queremos exponer la maldad del aborto al afirmar la luz
de la Palabra de Dios. Hacemos esto porque amamos el evangelio y amamos a los perdidos.
La iglesia no puede permanecer en silencio sobre este tema si se ha comprometido a una cosmovisión
bíblica. No hay duda de que el aborto comprende una de las mayores tragedias tácitas de nuestro día. Y
como seguidores de Cristo, estamos llamados a exponer las obras infructuosas de las tinieblas (Efesios
5:11). ¿Amarás a tu prójimo lo suficiente como para decirles la verdad en amor? O vas a permanecer en
silencio? La Escritura es clara en el tema del aborto. La pregunta es, ¿su iglesia responderá con igual
claridad, convicción y compasión?
Ministerios Habla por los No Nacidos
En respuesta a la clara enseñanza bíblica sobre la santidad de la vida humana, Speak for the
Unbornexiste para llevar el evangelio de Jesucristo para influir en el tema del aborto. Su esperanza
como un ministerio de la iglesia local es ver que el evangelio sea el medio por el que la injusticia del
aborto se lleve a su fin. A través, de consejería cautivadora saturada del evangelio, se esfuerzan por
hablar la verdad en amor a los necesitados. Sus corazones anhelan ver a mujeres y hombres buscando a
aborto volverse de los caminos del pecado sin esperanza de experimentar la gloriosa esperanza que se
encuentra en Cristo.
Como ministerio que quieren dar la bienvenida a estos hombres y mujeres no sólo en una relación con
el Dios vivo, sino también en las comunidades donde puedan florecer. Quieren invitar a estas mujeres y
hombres en las familias de la iglesia local, enseñándoles a obedecer todo lo que el Señor ha mandado.
Además, este ministerio quiere equipar a las iglesias locales a participar el tema del aborto en su propio
contexto. Speak for the Unborn es un claramente ministerio evangélico y operan exclusivamente en las
iglesias evangélicas.
Si usted está interesado en adoptar el ministerio Speak for the Unborn en su iglesia local, vea los
pasos que se indican en su página web www.speakfortheunborn.com . Hay muchos recursos en su
sitio web para ayudar a su iglesia llevar el evangelio de la gracia a los que buscan el aborto.
¿ESTÁ LA BIBLIA EN CONTRA DE LA DISCIPLINA FÍSICA A LOS HIJOS?
Hace una generación, dar nalgadas era algo común, pero las personas dicen que hemos evolucionado
como sociedad cada vez más iluminada, y ahora entendemos, en base a estudios sociológicos, que uno
simplemente no puede hacer algunas de las cosas que sus padres antes hacían. Curiosamente, algunos
cristianos sostienen que la Biblia (o el mismo Jesús) está en contra de las nalgadas. Pero, estos
cristianos hablan más de estudios sociológicos que de las palabras de Jesús o los apóstoles. Como
cristianos tenemos que hacer la pregunta, “¿Se opone la Biblia a las nalgadas?”. Si bien esta cuestión no
es de interés para la cultura en general, debe ser de interés para los cristianos que buscan vivir bajo la
autoridad bíblica. Así que, ¿qué dice la Biblia? Proverbios menciona la vara seis veces en referencia a la
disciplina de los niños:
Proverbios 10:13: “En los labios del entendido se halla sabiduría, pero la vara es para las espaldas del
falto de entendimiento”.
Proverbios 13:24: “El que escatima la vara odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con
diligencia”.
Proverbios 22:15: “La necedad está ligada al corazón del niño; la vara de la disciplina la alejará de él”.
Proverbios 23: 13-14: “No escatimes la disciplina del niño; aunque lo castigues con vara, no morirá. Lo
castigarás con vara, y librarás su alma del Seol”.
Proverbios 26: 3: “El látigo es para el caballo, la brida para el asno, y la vara para la espalda de los
necios”.
Proverbios 29:15: “La vara y la reprensión dan sabiduría, pero el niño consentido avergüenza a su
madre”.
¿Qué quieren decir estos versículos? La vara era una herramienta utilizada para la disciplina, y que
incluso fue utilizada como arma por los pastores o guerreros para atacar a sus enemigos (cp. Éx
21:20; Nú. 24:17; 2 S. 7:14; 2 S. 23:21; Sal. 2: 9; 23:4; Is. 10:15; 11:4; etc). La vara se puede utilizar para
el castigo físico literal o para la guerra, o se puede utilizar en sentido figurado para hablar de castigo
físico o la guerra. Por ejemplo, Dios utiliza el imperio asirio para castigar a la apóstata Israel y se
refiere a Asiria como “la vara de mi ira” (Isaías 10: 5). Mientras que la vara es metafórico aquí, el
castigo infligido no lo es. Los estudiosos de los Proverbios se dividen en básicamente dos grupos en
cuanto a los versos de que hablan de la vara. Algunos creen que la vara es una metáfora de las sabias
palabras que expulsan la insensatez del corazón de un niño, pero son una minoría y esta perspectiva es
relativamente reciente. Incluso, algunos de los estudiosos que defienden la metáfora dejan abierta la
posibilidad de que se refiere al castigo corporal.
Por ejemplo, Goldsworthy, en su comentario sobre Proverbios, El árbol de la vida, escribe: “No está
claro que esto se refiera a los castigos corporales, aunque el texto podría tener este significado. La vara
puede ser metafórica ... La disciplina es la función educativa de la sabiduría, por lo tanto, la enseñanza
de la sabiduría puede ser semejante a una vara en la expulsión de la locura” (147).
Muchos estudiosos de los Proverbios como Murphy, Garrett, Longman, Waltke, Kidner, Puentes, Keil y
Delitzsch, y más creen que la vara se refiere a los castigos corporales no abusivos como las
nalgadas. Waltke afirma que la necedad está anclada en el corazón del niño y que se requiere más que
palabras para desanclarla (Waltke, Proverbios 1-15, 574).
No solo la imagen de los castigos corporales está muy arraigada en el canon bíblico, sino que también
se recomienda en otra literatura de sabiduría israelita como la Sabiduría del Eclesiástico (30:1-
3). Otros textos de sabiduría del Antiguo Cercano Oriente que comparten una fuerte afinidad con
Proverbios defienden el castigo corporal (cp. Ahiqar líneas 81-81, ANET p. 428). Waltke cita varios
textos de sabiduría egipcios que exigían el castigo corporal y hacen declaraciones como “el oído del
niño está sobre su espalda, él escucha a quien lo golpea” (Waltke, Proverbios 1-15, 574) y “los niños
tienen oídos en sus lados posteriores” (Waltke, Proverbios 15-31, 216).
La Biblia no solo está abierta a los castigos corporales, sino que lo ve como necesario en
ocasiones. Ahora, teniendo en cuenta esto, vamos a hacer algunas observaciones acerca de la disciplina
bíblica: Los proverbios son consejos sensatos que el sabio exhorta a los padres a seguir. Los eruditos
discuten la naturaleza de los proverbios. Algunos argumentan que son solo declaraciones generales y
no mandatos ni promesas, pero otros piensan que sí lo son. Sin embargo, los estudiosos están de
acuerdo en que los proverbios son exhortaciones que el sabio, inspirado por el Espíritu, aconseja
seguir.
Los niños son pecadores por naturaleza y escogerán el camino equivocado si se dejan solos. Por lo
tanto, la disciplina es necesaria. Proverbios es claro en que la falta de disciplina es destructiva y
condenatoria a los niños porque no les enseña que hay una norma del bien y el mal, y ellos en última
instancia tendrán que dar cuenta por sus actos (3:11-12; 22:15 ; 23:13-14).
La Biblia no endosa el abuso físico infantil, sino que lo condena. El abuso claramente no es el tema de
Proverbios (cp. Ef 6, 4 y la exhortación a no provocar a sus hijos a ira). Garrett escribe, “Este texto no
justifica tratar a los niños de forma brutal” (196) y Waltke añade: “Los padres que maltratan a sus hijos
no pueden esconderse detrás de la doctrina de la vara de Proverbios” (Waltke, Proverbios 15-31,
252). Alguien debería enseñarle esto a Adrian Peterson.
La disciplina va a cambiar con el tiempo, de modo que una reprimenda verbal será
suficiente. Proverbios no manda a azotar a los niños en todos los casos de mala conducta. De hecho,
exige tanto el castigo corporal como el verbal. Proverbios 29:15 argumenta en contra de ver la vara
meramente como una metáfora porque ve tanto el castigo físico como la corrección verbal como algo
necesario. Como Longman señala: “Es señal de sabiduría cuando un reproche es suficiente en lugar del
castigo físico (17:10)” (564).
El cielo y el infierno están en juego cuando se trata de la disciplina de nuestros hijos. Waltke escribe
enProverbios 22:15, “Este proverbio busca proteger a la juventud de la muerte eterna a través del
aguijón relativamente ligero del padre” (Waltke, Proverbios 15-31, 216).
Proverbios aboga por la transformación del corazón, no simplemente la modificación de la
conducta. Salomón dice que lo que se busca es el corazón. No estamos tratando de producir pequeños
fariseos santurrones que siempre hacen lo correcto bajo la amenaza de dolor. La modificación de la
conducta no es duradera. Más bien, queremos producir un cambio de corazón, para que cuando
nuestros hijos estén solos caminen en sabiduría. Hay dos maneras de causar daño real a los niños. En
primer lugar, el abuso físico es perjudicial para los niños. Utilizar una herramienta para marcar y
cortar a los niños es malvado. Si uno no puede golpear a sus hijos sin perder los estribos, entonces no
debería hacerlo.
Pero, la segunda manera de dañar realmente a los niños de acuerdo con Proverbios es dejar de
disciplinarlos. Esa es la sociedad en que vivimos hoy en día, por desgracia. Uno no hace lo correcto por
sus hijos si no corrige la conducta auto-destructiva. Todos sabemos que la disciplina es buena, incluso
la disciplina que es ligeramente dolorosa en el momento (por ejemplo, hacer ejercicios). Sí, golpear a
su hijo con un objeto hasta el punto de sacarle la sangre es abuso, pero también es abuso descuidar la
disciplina. Sí: la enseñanza de Proverbios puede parecer tonta y fuera de sintonía con la cultura
contemporánea, pero haríamos bien en prestar atención a las palabras del renombrado erudito bíblico,
Bruce Waltke, cuando dice que las nalgadas “no deben ser abandonadas en la iglesia como si estuvieran
fuera de moda ni desechadas bajo el argumento de que están culturalmente condicionadas… El fracaso
del mundo occidental apóstata al no continuar con la práctica bíblica ha dejado a su civilización en el
caos moral…” (Waltke, Proverbios 1-15, 574-575).
Queremos emplear una disciplina centrada en el evangelio que enseñe a nuestros hijos no solo que son
pecadores, ¡sino también que hay un Salvador! ¿Cómo se logra esto? Se logra al tener una conversación
tranquila con sus hijos en medio de la disciplina. Les pide que confiesen lo que hicieron mal. Les
asegura que su amor por ellos —y lo más importante, el amor de Dios— no depende de su
rendimiento. Confiesa que usted entiende sus acciones pecaminosas porque usted las ha hecho antes, y
que usted necesita ser perdonado por Jesús, al igual que ellos.
5 PALABRAS ESENCIALES PARA TODO MINISTERIO DE ALABANZA
A todos nos ha pasado.
Esa repentina y no muy agradable sensación de saber que estás perdido. En otros tiempos solo
hubiéramos tenido dos opciones: detenernos a preguntar por el rumbo correcto, o sacar un mapa y
tratar de encontrar nuestro camino. Hoy en día casi todos tenemos acceso a sistemas de navegación, ya
sea en nuestros teléfonos, tabletas o en nuestros automóviles. Esos sistemas tienen la capacidad de
acercarse para mostrarte dónde te encuentras (Zoom In +), pero para ubicarte muchas veces tienes que
alejarte (Zoom Out -), para que la pantalla te deje ver puntos de referencia a tu alrededor.
Algo similar nos puede suceder a los que servimos en ministerios de alabanza. Semana a semana,
nuestro enfoque es guiar a nuestra iglesia local en himnos de alabanza y en cánticos de gratitud y
adoración. Para hacerlo bien, es necesario acercarnos a nuestra gente, nuestro entorno, nuestros
líderes, para ser relevantes a lo que entendemos que Dios está haciendo en medio nuestro. Pero si
nuestro enfoque es solo ese, corremos el riesgo de perder la perspectiva eterna de nuestro llamado y
propósito como adoradores de Dios. Es allí donde es saludable hacer Zoom Out, para volver a
enfocarnos en esos puntos de referencia indicados en la Palabra de Dios, y asegurarnos que nuestra
adoración a Dios en la iglesia local esté en el camino correcto.
He encontrado que las siguientes 5 palabras son buenos puntos de referencia que nos ayudan a
ubicarnos para nunca perder la perspectiva eterna de aquello que es esencial cuando se trata de adorar
a Dios.
Revelación
“En el principio Dios…” (Gen. 1:1). Así como la historia de la creación narrada en las Escrituras
comienza con Dios, de la misma manera adorar a Dios siempre comienza con Dios mismo. El profesor
Dan Block en su libro For The Glory Of God (Para la gloria de Dios) menciona que adorar es un “acto
de sumisión reverente delante del Dios Soberano en respuesta a la amorosa revelación de si
mismo”.
Dios se ha revelado a los hombres en la persona de Cristo Jesús. “El Verbo se hizo carne, y habitó entre
nosotros, y vimos Su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan
1:14).Conocer a Jesús es conocer el carácter de Dios y sus propósitos de redención. Ese siempre debe
ser nuestro primer punto de referencia al venir a adorarle.
Cuando planeamos los elementos de un servicio de adoración antes de preguntarnos, “¿Qué canción es
una de las favoritas de la congregación y hace tiempo no cantamos?”, o “¿Cuál es la manera más
creativa de presentar este mensaje de la Biblia?”, nuestra primera pregunta debe ser, “¿cómo va a ser
honrado, proclamado y exaltado el carácter de Dios, su gloria y sus propósitos de redención, según Él
se ha revelado, en este servicio?”.
Relación
Nuestro Dios no nos creó para gobernar sobre nosotros solamente por la fuerza, o demandar
arbitrariamente que le rindamos adoración. La Palabra es clara cuando nos muestra que Dios nos creó
para vivir en comunión con Él. Su voluntad siempre ha sido estar en relación con Su creación.
“El pueblo que Yo he formado para Mí Proclamará Mi alabanza”, Isaías 43:21.
“Ahora pues, si en verdad escuchan Mi voz y guardan Mi pacto, serán Mi especial tesoro entre todos
los pueblos, porque Mía es toda la tierra. Ustedes serán para Mí un reino de sacerdotes y una nación
santa”,Éxodo 19:5-6.
En su libro Engaging with God (Encontrándonos con Dios), David Peterson lo describe así: “La
adoración del Único Dios viviente es esencialmente entrar en relación con Él, bajo los términos que Él
mismo ha propuesto, y solo de la manera que Él mismo lo hace posible”. Jesús mismo, cuando llamó a
sus discípulos, antes que darles un ministerio a desempeñar en el reino, les llamó para que estuvieran
con Él (Mr. 3:14-15).
Cuando nos reunimos como pueblo de Dios para exaltar Su gloria y proclamar su evangelio, no lo
hacemos como quienes se presentan para cumplir con una serie de ritos y costumbres religiosas frías,
indiferentes a nuestros afectos y desconectadas de una realidad eterna. Nos reunimos para reconocer y
recordar que si el Ser mas valioso del universo nos ha creado para vivir en comunión con Él, eso toma
prioridad por sobre todas las cosas.
Redención
“Y todo esto procede de Dios, quien nos reconcilió con El mismo por medio de Cristo”, 2 Corintios 5:18
Dios nos ha creado para adorarle y estar en relación con Él, pero no podemos adorarle hasta que esta
relación no se restaure. La Biblia enseña que nuestro pecado ha dañado nuestra relación con Dios, de
hecho la ha truncado, privándonos de Su comunión. Solamente una reconciliación nos puede traer de
vuelta, y esta reconciliación solo se puede dar a la manera de Dios.
“Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de
Jesús”, Hebreos 10:19
“Por tanto, ofrezcamos continuamente mediante El [Jesús], sacrificio de alabanza a Dios, es decir, el
fruto de labios que confiesan Su nombre”, Hebreos 13:9
Es inconcebible un servicio de adoración donde inconversos salgan de allí pensando sinceramente que
adoraron a Dios en verdad. La invitación a venir a adorar siempre está allí para todos, pero debemos de
ser claros y, con sabiduría, tacto, y gracia, ser enfáticos en que no podemos adorar a Dios a menos que
confesemos primeramente arrepentimiento y fe en Cristo. El mensaje de redención debe de ser central
en nuestros tiempos congregacionales de alabanza porque no hay manera de presentarnos delante de
Dios para adorarle sino lo hacemos a través de nuestro Redentor y Mediador, Cristo Jesús.
Respuesta
La mayoría de las veces, cuando hablamos de adoración nos enfocamos más en este punto de
referencia que en cualquier otro, y es aquí donde comienzan los debates y las discusiones, porque al
concentrarnos solamente en nuestra respuesta, corremos el riesgo de que sean estilos, gustos,
preferencias, costumbres o tradiciones en donde basamos nuestras convicciones, y no en la Escritura.
En su libro Worship by the book (Adoración por el libro), DA Carson define la adoración como “la
respuesta apropiada de todos los seres morales ante Dios, dando todo el honor y la gloria a su Dios-
Creador precisamente porque Él es deleitosamente digno”.
En las Escrituras vemos que esta respuesta es el resultado natural de haber sido redimidos por la gracia
y misericordia de nuestro Dios: “Por tanto, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que
presenten sus cuerpos como sacrificio vivo y santo, aceptable a Dios, que es el culto racional de
ustedes”, Romanos 12:1. A la luz de este versículo entendemos que toda nuestra vida es ahora una
ofrenda viva de alabanza y gratitud a Dios por medio de Cristo. Adoramos a Dios cuando buscamos su
rostro a solas en nuestro tiempo devocional, y también adoramos cuando nos reunimos como pueblo
de Dios para exaltarle. Adoramos a Dios cuando salimos a pasear con nuestra familia al parque, y
también adoramos cuando trabajamos con responsabilidad y excelencia en nuestros respectivos
empleos.
Reino
Así como nuestra adoración a Dios no comienza en nosotros mismos, tampoco termina en nosotros
mismos. Aunque somos inmensamente bendecidos cuando adoramos a Dios, su bendición hacia
nosotros no es para que se quede en nosotros: es para que seamos bendición a otros.
El obispo ingles William Temple formuló una de las definiciones de adoración más usadas en los
últimos tiempos: “Adorar es el despertar la conciencia ante la santidad de Dios, para alimentar la
mente con la verdad de Dios, para purificar la imaginación con la belleza de Dios, para abrir el
corazón al amor de Dios, y para dedicar la voluntad al propósito de Dios”. Es importante que todos
aquellos que dirigen tiempos de alabanza congregacional tengan en mente que adorar a Dios no
termina cuando dejamos de cantar o cuando nos bajamos de la plataforma. El propósito de Dios es que
su evangelio sea predicado en todo lugar y que hagamos discípulos en todas las naciones.
Debemos anhelar que nuestras iglesias locales tengan la profunda convicción de que extender el reino
de Dios al proclamar su evangelio de salvación es también parte importante de nuestra adoración a
Dios.
El mantener estos 5 puntos de referencia en la mira cada vez que planeamos o preparamos servicios
congregacionales nos ayudará a que nuestros servicios estén centrados en Dios y la revelación de Su
gloria, Su deseo de relacionarse, y Su provisión de redención. Así podremos responder apropiadamente
y proclamar el reino de Dios a toda criatura, para la gloria de Dios.
PREDICACIÓN EXPOSITIVA: UNA ENTREVISTA A LOS
P A S T O RES S UG E L M IC H ELÉ N Y M IGU EL NU ÑEZ [P RIM ERA
P A RT E]
Uno de los temas más olvidados en estos días en algunas iglesias es la importancia de la Palabra de
Dios. Es imposible que una iglesia sobreviva si no cuenta con el alimento necesario. Quienes olviden la
importancia de la Palabra de Dios y la importancia de una Predicación fiel a Las Escrituras poco a poco
se conviertiran en sinagogas de satanás o simplemente desaparecerán.

La importancia de la Predicación es fundamental, debido a esto, deseamos compartir una serie de


artículos sobre La Predicación Expositiva. Transcribiremos la excelente miniconferencia que realizó
nuestro hermano Hugo Gálvez a los pastores Sugel Michelén y Miguel Núñez para el Ministerio
Predicación Expositiva. La entrevista fue realizada en junio del 2015, mientras viviamos La
Conferencia Caminamos por una Senda Marcada en la ciudad Temuco, Chile.
Esperamos que Dios les ayude a amar la Palabra de Dios, a vivirla y a predicarla como está escrito, de
manera fiel a nuestro Dios a quien debemos de dar cuenta.
¿Qué es la predicación Expositiva?
«La Predicación Expositiva es aquella predicación donde el mensaje del sermón es el mensaje del
texto».
— Sugel Michelén
Yo no debo tomar Las Escrituras como una excusa o como un trampolín para saltar del texto a dar mis
propias ideas yo debo predicar lo que el Espíritu Santo inspiró y la intención con la que el Espíritu
Santo la inspiró. Es predicar la Palabra de Dios.
Pablo le dice a Timoteo en 2 Timoteo 4, Timoteo Predica la Palabra. La idea es expón lo que La Palabra
de Dios realmente enseña.
El mismo Jesús dijo en Juan 12:49: Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre
mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar. Y
sé que su mandamiento es vida eterna; por eso lo que hablo, lo hablo tal como el Padre me lo ha dicho.
Si el Señor Jesucristo que es el Dios encarnado se preocupo por hablar exactamente lo que el Padre le
había dicho que hablara, cuanto más nosotros; simples mortales que estamos exponiendo la Palabra de
Dios.
David R. Helm dice: “Algunos usan la Biblia como apoyo como el borracho usa la farola no para buscar
iluminación sino para apoyarse en la Biblia”.
Esto es lo que nosotros no debemos hacer, yo no debo usar la Biblia como una excusa para exponer lo
que yo pienso. Yo debo estar seguro de que lo que estoy diciendo es lo que La Palabra de Dios
realmente enseña porque esa fue la intención del Espíritu Santo.
En resumen, Predicación Expositiva es donde El mensaje del Sermón es exactamente el mensaje del
Texto.
El Pastor Miguel Núñez comenta: “Existen varias formas de expresar lo que es la predicación
expositiva, podríamos comentar que es la exposición haciendo uso de una estructura que el mismo
texto provee, tomando en consideración el contexto inmediato y el contexto general de la Palabra.
Hacerlo de una manera Cristocentrica, ya que toda La Palabra de Dios habla o gira en torno a la
persona de Jesús”. La Predicación Expositiva es donde el mensaje del Sermón es el texto de La Palabra.
¿Cómo desarrollamos una buena Predicación Expositiva?
El pastor Miguel indica que se podría realizar todo un curso sobre el tema pero que existen principios
que nos ayudarán a realizar una buena predicación expositiva.
En Primer lugar, se necesita saber en qué contexto está el texto escrito. Que es lo que el capítulo donde
se encuentra el texto dice, necesito saber en qué tipo de libro este texto se encuentra (histórico,
profético, apocalíptico, etc.), esto me ayudará a conocer que es lo que estoy manejando.
Necesitamos conocer algo sobre el autor que escribió el texto. Una cosa más sencillas que puedo hacer
con el texto es cuestionar al texto, hacerle preguntas al texto: ¿cómo? ¿cuándo? ¿dónde? ¿de dónde
viene esto? ¿qué le precede? ¿qué le sigue? ¿qué motivó esto? ¿qué motivó al autor a decir esto?.
Prestar atención a palabras claves. Lo que más nos ayuda a ver la centralidad de un texto es prestar
atención a los verbos. Los verbos llevan la voz de mando; y sobre todo los verbos imperativos. Luego
todo lo que está al rededor de esos verbos.
Necesito prestar atención a los adverbios, a los adjetivos que describen aquello que está siendo
mencionado, lo que está siendo definido, necesito prestar atención a palabras ofrases claves: por
tanto, por consiguiente, luego de. Cuando veo estas palabras debo devolverme ya que me está
conectando con lo que antecede al texto.
Cada palabra que está en el texto es importante porque Dios la inspiró de manera verbal, pero también
desde el punto de vista gramatical, son palabras que establecen la sintaxis del texto y la conexión de las
ideas. Es por esto que debemos prestar atención a cada cosa que estamos leyendo.
El pastor Sugel Michelén declara que al ver todo lo que pastor Miguel decía —La predicación es un
trabajo, y es un trabajo arduo— 1 Timoteo 5:17 dice: “Los ancianos que gobiernan bien sean tenidos
por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar”. La palabra trabajan
de ese texto es la misma que Dios le dice a la Iglesia de Éfesos en apócalipsis: “Yo conozco tu arduo
trabajo y paciencia”.
La predicación es un arduo trabajo
Cuando tomas el texto bíblico y comienzas a desentrañar lo que ese texto bíblico dice, la intención del
Espíritu Santo. Luego tratar de aplicar el texto a la congregación que le estoy predicando de acuerdo a
la intención aplicativa del Espíritu Santo es un tremendo trabajo.
Es un trabajo que no podemos hacerlo en nuestras propias fuerzas
Es un trabajo en el que hay que hacer oración, es un trabajo que hay que hacer en absoluta
dependencia del Espíritu de Dios.
Es una osadía que una persona común y corriente como cualquiera de nosotros, tome Las Escrituras en
sus manos y trate de hacer eso en sus propias fuerzas. Eso es imposible; nosotros necesitamos la
ayuda del Espíritu de Dios.
LOS HECHOS: ARGENTINA REDEFINE LOS FUNDAMENTOS DE LA
SOCIEDAD
“Dios, no existes”. Eso es lo que Argentina ha dicho oficialmente con su nuevo código civil.
El diario La Nación, uno de los diarios más leídos de la nación Argentina, ha publicado esta
mañanaalgunos de los aspectos más relevantes del nuevo Código Civil Argentino, donde se destaca la
redefinición –por parte del poder legislativo– del matrimonio, la familia, la paternidad, la vida, y la
muerte dentro del territorio nacional.
El artículo introduce la reforma de esta manera: “A partir de pasado mañana cambiarán las reglas de
juego en la vida cotidiana. Ya nada será igual ante la ley: nacer, casarse, tener hijos e incluso morir. Ese
día entrará en vigor el nuevo Código Civil de la Nación”. El proceso de revisión a la ley civil anterior fue
originado por la necesidad de adornarla “al modo de vida de la sociedad actual”. Sigue diciendo: “El
Código anterior, que rigió por 144 años, reflejaba otro tipo de sociedad, que respondía a un único
modelo de familia y a una forma más vertical de relaciones”.
No es nada nuevo que el hombre tuerza y desestime los preceptos de Dios para el beneficio de su
pecado. Lo ha hecho desde el inicio del tiempo y lo sigue haciendo hoy, hasta que Cristo regrese. Como
Romanos 13 expresa, con sus limitaciones humanas, las leyes sirven para castigar lo mal hecho, y
alabar lo correcto. A lo largo de la historia de Occidente, nuestras leyes y códigos civiles han sido
influenciadas desde su fundamento por cosmovisiones católicas europeas, con vestigios de la verdadera
fe bíblica. La constitución nacional de Argentina cita en su artículo segundo: “El Gobierno federal
sostiene el culto católico, apostólico, romano”. Sabemos todas las diferencias que tenemos con los
católicos romanos, pero a la vez sabemos que en aspectos cómo la familia y el matrimonio, nuestras
constituciones han sostenido un matrimonio entre hombre y mujer, han condenado la infidelidad, y
han valorado la disciplina en el seno familiar.
Pero hoy ya no es así.
Sobre el matrimonio
El nuevo código civil remueve el concepto de hombre y mujer para unirse en matrimonio. Ahora son
“contrayentes”, incorporando el matrimonio “igualitario” (de personas del mismo sexo) con todo su
alcance.
La fidelidad en el matrimonio ya no es un deber y la infidelidad no existe más cómo una causa de
divorcio. Tampoco es necesario que el matrimonio conviva en la misma casa, y ha desaparecido “el
mutuo respeto” como un deber. Tan solo es necesario asistencia y alimento.
Tampoco es necesario casarse. Ahora la nueva ley permite que personas puedan hacer un acuerdo que
no es tan serio como el matrimonio, pero que les permite tener obligaciones y derechos parecidos, sin
asumir compromisos mayores con el “contrayente”.
Sobre el divorcio
El divorcio se puede hacer de manera “express”. Ni es necesario el acuerdo entre las partes:
simplemente con que uno quiera disolver el matrimonio puede hacerlo con el apoyo de la ley.
Antes de casarse ya se puede decidir cómo será todo luego del divorcio. El matrimonio deja de ser
considerado un pacto de por vida que la muerte separará, sino que es un trámite o un acuerdo entre
partes por un tiempo determinado. La nueva ley rige que se puede decidir antes del casamiento qué
sucederá con los bienes, los hijos, las mascotas, y todo lo que posean.
Sobre la paternidad
Como dice el artículo de La Nación, “desaparece el concepto de “tenencia” de los hijos y se reemplaza
por el de “cuidado”. Ya no se habla de “patria potestad”, sino de responsabilidad parental. Tampoco de
padre o madre sino de vínculo filial. No hay más un régimen de visita, sino un sistema de
comunicación. Aparece el criterio de “voluntad procreacional”, según el cual, la paternidad no se define
por un vínculo biológico sino por la voluntad de tener un hijo”. ¡Cuán diferente al Consejo Divino! El
nuevo código también se refiere a la disciplina y al castigo físico, inmiscuyéndose en el mismo seno de
la paternidad y prohibiendo todo tipo de castigo físico por parte de los padres.
Dios no cambia
Leemos en Génesis 11 sobre la historia de Babel, y cómo los hombres buscaron hacerse un nombre para
sí mismos apartados de Dios. Él tuvo misericordia, enviando un juicio y confundiendo las lenguas. La
misericordia por el hombre se manifestó en un juicio inminente, en una intervención divina en los
sucesos pecaminosos. Uno de los peores juicios de Dios contra la reiterada rebelión del hombre es
entregarlos a su pecado, dejarlos continuar en su necedad, en su pendiente que los conduce al infierno
y castigo eterno bajo la ira del Dios justo y santo.
La vida del hombre fue creada para ser regulada por su Creador. Dios creó al hombre para su gloria (Is.
43:7), pero el hombre cambió la gloria del Creador por la idolatría a lo creado (Ro. 1:23), y procura con
injusticia detener la verdad de Dios (Ro. 1:18). Cuando esto sucede en una nación, el juicio más grande
que Dios puede hacer allí es no intervenir en lo absoluto. El apóstol Pablo en la carta a los Romanos
1:22-34 lo dice así: “Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios
incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de
reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus
corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos, ya que cambiaron la verdad de Dios
por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los
siglos. Amén”. Y sigue diciendo más adelante: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios
los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen”.
Cómo Iglesia de Cristo, estos acontecimientos nos conducen a la oportunidad de que en medio de
tantas tinieblas podamos brillar la luz del evangelio de la gracia de Dios, podamos ser lo que somos
llamados a ser: columna y baluarte de la verdad. Estos tiempos requieren de una sal verdaderamente
salada y una luz que en verdad refleje la luz del Señor, lo que implica arrepentimiento cuando no nos
hemos comportado a las alturas de nuestro llamado. Las inquietudes del hombre en la revolución de
nuestros días tienen respuestas en la Palabra, como otros han demostrado. Como Iglesia, entonces,
prediquemos el evangelio eterno en medio de todas estas naciones y hasta el fin de los días, llevando a
un mundo y a una sociedad pérdida la buena noticia que Cristo vino a salvar lo que se había perdido.
CÓMO DIOS ME ENCONTRÓ EN MI DOLOR MÁS PROFUNDO
Eliana Joy Davis nació el 13 de diciembre de 2014, a las 12:30 de la mañana, tres meses antes a la fecha
esperada de su nacimiento. Días antes mi esposa, Rachel, había ido al doctor después de no sentir
nuestro bebé moviéndose como lo hacía normalmente. Era de noche en Catar, donde yo había sido
desplegado desde hacía varios meses cuando recibí una llamada de vídeo en mi computadora.
Nunca olvidaré ese momento. Rachel estaba acostada en una cama de hospital con mi madre y mi
hermano cerca de ella, conteniendo las lágrimas mientras me daba la noticia. No había latido. Eliana
nacería sin vida. Esa fue la noche del lunes. Para la noche del miércoles me había reunido con mi
esposa en California. El viernes por la mañana, los médicos comenzaron la inducción.
Distintas formas de dar a luz
El procedimiento tomó 14 horas para finalizar. Por gracia, el proceso fue realizado de la mejor manera
posible. Ese día en el hospital fue muy diferente al nacimiento de nuestro primogénito, Graedon. Fue
más largo y más silencioso. Nuestra habitación estaba menos atareada. Hubo menos
monitores. Notablemente, aquel monitor de la frecuencia cardíaca fetal estaba ausente. Cuando el
momento finalmente llegó, solo el médico y una enfermera estaban presentes. No había personal
asistiendo la llegada de nuestro bebé. No hubo un pediatra que llegara a realizar una comprobación
inicial y monitorear los signos vitales. Lo más doloroso era que no hubo un grito de bebé que perforara
el silencio de la habitación. El único sonido eran los incontrolables sollozos de Rachel y míos mientras
nos aferramos el uno al otro en tristeza. Llamé a mi mamá para hacerle saber que Eliana había
llegado. Mientras la enfermera la bañó y la envolvió en mantas de recién nacidos, el médico terminó de
asegurarse que Rachel estuviera bien antes de partir. Pronto la enfermera estaba entregando a Eliana a
mi esposa antes de dejarnos solos para pasar nuestros únicos momentos en esta tierra con nuestra hija.
Al principio tenía miedo de conocer a Eliana. Yo no sabía cómo ella se vería, cómo la sentiría. Esos
temores se desvanecieron cuando Rachel la tomó en sus brazos y dijo entre lágrimas: “¡Oh, es tan
hermosa!” Era cierto. Eliana era hermosa. A las 26 semanas, sus ojos, nariz y labios se parecían mucho
a los de Graedon cuando era un recién nacido. Su rostro estaba tranquilo. Rachel y yo nos sentamos
allí, mirando a nuestra hija, asombrados ante la belleza del diseño de Dios. Después de un rato, Rachel
me entregó a la hija a quien había deseado sostener por los pasados seis meses. Nunca en mi vida he
experimentado la mezcla inexplicable de tristeza y alegría más que en ese momento. Ella era mi
chiquita, un regalo hermoso dado por Dios a un hombre tan indigno.
Diciendo adiós
Mi padre y mi madre llegaron al hospital con mis hermanos y hermanas que se encontraban en la
zona. Todos sostuvieron a Eliana. Mi mamá la meció en la silla del hospital, al igual que lo hizo con
nosotros cuando éramos niños y justo como lo hace ahora con todos sus otros nietos. Durante dos
horas compartimos muchas lágrimas y muchas sonrisas. Mi hermano y mi papá oraron por nosotros y
luego todos se fueron, dejándonos a Rachel y a mi para decir el adiós final. Los dos la sostuvimos otra
vez y le hablamos de nuevo. Entonces me metí en la cama junto a mi esposa y juntos le cantamos a
Eliana mi himno favorito, el que le canto Graedon cuando lo mezo para dormir, “Fuente de la vida
eterna”.
La enfermera vino a transferirnos de la unidad de parto hacia una habitación en el piso de madres y
bebés. Pusimos a Eliana en el moisés y recogimos nuestras cosas para irnos. Olvide unas cuantas cosas
y tuve que regresar al cuarto. Cuando lo hice, la habitación estaba vacía y Eliana estaba acostada en la
cuna donde la enfermera finalmente vendría a tomar impresiones y moldes de sus manos y sus
pies. Recogí nuestras cosas y entonces me paré al lado de mi hija mirando su rostro. No queriendo
dejarla atrás. Sin saber cómo decir adiós. Me incliné y susurré un final “te amo”, y luego di la vuelta y
salí de la habitación.
Fue la cosa más difícil y dolorosa que jamás he hecho.
Gracia en medio del dolor
¿Cómo soportar una experiencia como esa? ¿Cómo sobrellevas el peso de la tristeza que amenaza con
aplastarte? Mi esposa y yo hemos descubierto que Dios da gracia para el momento y fe para el
día. Desde los primeros momentos de nuestra conversación por videochat, Dios nos ha concedido a
Rachel y a mí una medida de esperanza y gozo que ha crecido cada día más y más fuerte. Él ha
inundado nuestras vidas con la verdad que viene en oraciones, conversaciones, correos electrónicos, y
llamadas telefónicas de familiares y amigos de todo el mundo. Una semana después de su nacimiento,
pusimos a descansar a Eliana en una tumba donada por mis abuelos. En su funeral, tuve la
oportunidad de compartir las siguientes verdades que Dios ha usado para sostenernos y animarnos
durante estos días difíciles.
1. Dios era y es absolutamente soberano e incesantemente bueno.
Nada toma a Dios por sorpresa. Él conoce y ordena los acontecimientos de este mundo, y todo lo que
hace es bueno. Ciertamente, no podemos ver exactamente por qué Dios eligió llevarse a Eliana cuando
lo hizo, pero hemos sentido una confianza y paz indiscutible sabiendo que su muerte no fue un
error. Uno de los pasajes leídos en el funeral de Eliana fue
Salmo 139:13-16:
Porque Tú formaste mis entrañas;
Me hiciste en el seno de mi madre.
Te daré gracias, porque asombrosa y maravillosamente he sido hecho;
Maravillosas son Tus obras,
Y mi alma lo sabe muy bien.
No estaba oculto de Ti mi cuerpo,
Cuando en secreto fui formado,
Y entretejido en las profundidades de la tierra.
Tus ojos vieron mi embrión,
Y en Tu libro se escribieron todos
Los días que me fueron dados,
Cuando no existía ni uno solo de ellos.
Que Dios planeó cada uno de los días de Eliana (26 semanas en total) es una verdad notable. Nunca fue
el plan de Dios para Eliana que ella viviera fuera del vientre de Rachel en la tierra. Él le permitió casi
siete meses de seguridad y comodidad con su madre y luego la llamó a casa. Esto no fue un error. Fue
el buen plan de Dios para su vida.
El Salmo 119:68 dice: “Tú eres bueno; y haces el bien”. En el libro de Job, Dios viene a su siervo
sufriente y dudoso, que ha experimentado una mayor pérdida en un solo día que lo que la mayoría va a
soportar en la vida. Sorprendentemente, no da le da a Job un análisis razón por razón de todo lo que le
había sucedido. En cambio, permite que Job vea la grandeza de su gloria y su soberanía.
Job 38:4-11 dice:
¿Dónde estabas tú cuando Yo echaba los cimientos de la tierra?
Dímelo, si tienes inteligencia.
¿Quién puso sus medidas? Ya que sabes.
¿O quién extendió sobre ella cordel?
¿Sobre qué se asientan sus basas,
O quién puso su piedra angular
Cuando cantaban juntas las estrellas del alba,
Y todos los hijos de Dios gritaban de gozo?
¿O quién encerró con puertas el mar,
Cuando, irrumpiendo, se salió de su seno;
Cuando hice de una nube su vestidura,
Y de espesa oscuridad sus pañales;
Cuando sobre él establecí límites,
Puse puertas y cerrojos,
Y dije: ‘Hasta aquí llegarás, pero no más allá;
Aquí se detendrá el orgullo de tus olas?’
Cuando los acontecimientos de la vida son inexplicables, hay una gran esperanza en saber que
servimos a un Dios que siempre está en control. El mismo Dios que mandó a las olas violentas es el
mismo Dios que le susurró a Eliana, “Esto es lo más lejos que llegarás, mi niña. Te estoy llevando a
casa”. Si no fuera por la verdad de la soberanía absoluta de Dios en todas las cosas, Rachel y yo sin
duda nos sentiríamos inundados en el dolor y la desesperación. Así vemos que la muerte de Eliana no
fue un error. No era algo sin sentido. Más bien, su vida y su muerte son parte del gran tapiz de la obra
de Dios en la historia humana y en la eternidad por venir.
2. Dios no es solamente soberano y bueno sin cesar, sino también conoce íntimamente lo que significa
sufrir.
Hace dos años Rachel y yo estábamos anticipando la alegría de la Navidad, dando la bienvenida al
nacimiento de nuestro primer hijo, Graedon. Pensé a menudo sobre el hecho de que Dios conocía la
inmensa alegría de un padre por el nacimiento de su hijo. Casi inmediatamente después de escuchar de
la muerte de Eliana, Dios puso en mi corazón la verdad de que Él también conoce el dolor de un padre
después de la pérdida de su hijo.
De hecho, debe haber cierta sobriedad en medio de la alegría de la Navidad cuando se tiene en cuenta
que Cristo vino con el fin de ser asesinado por el bien del pueblo de Dios. Siempre fue el plan de Dios
que Su hijo muriera. Por lo tanto comparte íntimamente nuestro sufrimiento y pérdida. Cristo mismo
fue un hombre de sufrimiento y dolores. El escritor de Hebreos establece que Cristo es nuestro perfecto
sumo sacerdote y Salvador, porque Él es capaz de identificarse con nosotros en nuestro sufrimiento y
debilidad (Heb. 2:9-18). Dios no es indiferente. No es lejano y distante. Él es omnisciente y está
omnipresente con nosotros en nuestro dolor y tristeza. Él realmente es Emanuel.
3. Rachel y yo nos hemos alegrado mucho en la garantía de la seguridad eterna de Eliana.
Aunque lamentamos la vida que hemos perdido con ella en la tierra, alabamos a Dios por la vida que ha
ganado en el cielo. Nuestra oración más profunda por nuestro hijo, Graedon (como lo fue para Eliana
mientras ella vivía en el vientre) es que Dios le conceda la fe y el arrepentimiento que conduce a la
salvación. Graedon vive en un mundo de rebelión y pecado. Él necesita un Salvador. Él tiene que
conocer y creer en la belleza del evangelio, que Cristo vino a ofrecer el perdón de los pecados a través
de su vida, muerte y resurrección.
Este es nuestro más profundo anhelo y oración por Graedon, y Dios respondió esta oración por
Eliana. Su necesidad más profunda no era ser sostenida y criada por sus padres terrenales, sino
conocer y amar a su Salvador. Dios le dio 26 semanas de vida dentro del útero de Rachel, escuchando y
conociendo las voces de sus padres, hermano, abuelos, tías, tíos y primos. Luego se la llevó y la puso
cara a cara con su Señor y Salvador.
¡Qué vida! ¡Qué herencia! Nuestra esperanza futura es su realidad actual. La vida es de ella en
abundancia. Ella nunca degustará la tristeza. Nunca verá la violencia. Nunca temerá la muerte. Nunca
sentirá el aguijón del pecado. Su porción fue no recibir ningún sufrimiento sino la totalidad de la
ganancia. Esto es debido a la buena gracia de Dios, a causa de la obra acabada por Cristo. Estas
verdades llenan mi corazón y el de Rachel de una alegría inexpresable en medio de un profundo
dolor. Dios proveyó y cuidó a nuestra hija de una manera que no podríamos y, por eso, estamos
eternamente agradecidos. También leímos 1 Pedro 1:3-4 en el funeral de Eliana:
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien según Su gran misericordia, nos ha
hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los
muertos, para obtener una herencia incorruptible, inmaculada, y que no se marchitará, reservada en
los cielos para ustedes.
Así que nos regocijamos, sabiendo que un día vamos a conocer nuestra hija en una eternidad sin dolor
o pérdida. Y lamentamos, pero no como los que no tienen esperanza (1 Tes. 4:13).
El segundo nombre de Eliana viene de su tía Rebeca (la gemela de Raquel), una mujer de fe
maravillosa cuya vida está marcada por la alegría y el servicio a los demás. El nombre Eliana significa
“Dios ha respondido”. En los días y las semanas posteriores a su muerte nos hemos preguntado por
qué Dios la llevaría tan pronto. En este lado de la eternidad puede que nunca lo comprendamos
totalmente. Sin embargo, sabemos que Dios ha respondido (una vez y para siempre) en la persona de
su Hijo, cuya vida, muerte y resurrección han vencido la muerte y asegurado la vida eterna para todos
los que invocan Su nombre.
9 RAZONES POR LAS QUE LAS PERSONAS NO CANTAN EN LA ALABANZA
Algunos líderes de alabanza alrededor del mundo tristemente están convirtiendo la adoración de sus
iglesias (a menudo involuntariamente) en un evento de espectadores, resultando en que las personas
ya no están cantando.
Antes de hablar de nuestra situación actual, examinemos la historia. Antes de la Reforma, la adoración
no era realizada por el pueblo. La música era tocada por músicos profesionales y cantada en un idioma
desconocido (el latín). La Reforma devolvió la alabanza a las personas, entre ellas el canto
congregacional que empleaba melodías simples y alcanzables con letras firmes de las Escrituras en la
lengua del pueblo. La alabanza volvió a ser participativa. La evolución del himnario impreso trajo
consigo una explosión del canto congregacional y el amor por cantar aumentó.
Con el advenimiento de las nuevas tecnologías de vídeo, las iglesias comenzaron a proyectar las letras
de sus canciones en una pantalla, y el número de canciones a disposición de las iglesias aumentó
exponencialmente. Al principio, este avance en la tecnología llevó a un canto congregacional más
robusto, pero pronto, un cambio en el liderazgo de la adoración comenzó a mover la congregación de
nuevo a la forma de espectadores anterior a la Reforma. Lo que ha ocurrido podría resumirse como la
re-profesionalización de la música de la iglesia y de la pérdida de un objetivo clave del liderazgo de
alabanza: permitir a la gente cantar sus alabanzas a Dios. En pocas palabras, estamos criando una
cultura de espectadores en nuestras iglesias, cambiando lo que debería ser un ambiente de culto
participativo por un concierto. La alabanza se está moviendo a su problemática forma anterior a la
Reforma.
Veo nueve razones por las cuales las congregaciones no están cantando más:
1. Ellos no conocen las canciones. Con el lanzamiento de nuevas canciones cada semana, los
líderes de alabanza están proporcionando una dieta constante de las últimas y mejores canciones de
adoración. Sin duda, deberíamos estar cantando canciones nuevas, pero demasiadas nuevas canciones
en la alabanza puede matar la participación y convertir a la congregación en espectadores. Veo esto
todo el tiempo. Yo abogo por tocar no más de una nueva canción en un servicio de adoración, y luego
repetir la canción de forma intermitente durante varias semanas hasta que se conozca por la
congregación. La gente adora mejor con canciones que conocen, así que tenemos que enseñar y
reforzar las nuevas expresiones de adoración.
2. Estamos cantando canciones no aptas para el canto en la congregación. Hay una gran
cantidad de buenas canciones de adoración hoy en día, pero muchas de ellas no son adecuadas para el
canto congregacional en virtud de sus ritmos (demasiados difíciles para el cantante promedio) o de un
rango melódico demasiado amplio (considere el cantante promedio y no la superestrella vocal en el
escenario).
3. Estamos cantando en notas demasiado altas para el cantante promedio. Las personas
que estamos guiando en el culto en general tienen un alcance limitado y no tienen un alto
rango. Cuando cantamos canciones en tonos que son demasiado altos, la congregación dejará de
cantar, se cansará, y, finalmente llegarán a ser espectadores. Recuerde que nuestra responsabilidad es
la de permitir a la congregación cantar sus alabanzas, no mostrar nuestras grandes voces en la
plataforma al lanzar canciones en nuestros rangos de voz de alta potencia. La gama básica del cantante
promedio es de una octava y un cuarto de La a Re.
4. La congregación no puede oír a la gente alrededor de ellos cantando. Si nuestra música es
demasiada fuerte para que la gente escuche el uno al otro cantar, está demasiada alta. Por el contrario,
si la música es demasiado tranquila, por lo general, la congregación dejará de cantar con
fuerza. Encuentre el balance correcto: fuerte pero no difícil de soportar.
5. Hemos creado servicios de adoración que son eventos de espectadores, construyendo
un entorno de actuación. Yo soy un firme defensor de crear un gran ambiente para la adoración,
incluyendo la iluminación, efectos visuales, la inclusión de las artes, y mucho más. Sin embargo,
cuando nuestros ambientes toman las cosas a un nivel que llama la atención indebida a los que están
en el escenario o distrae de nuestra adoración a Dios, hemos ido demasiado lejos. Excelencia,
sí. Actuación altamente profesional, no.
6. La congregación se siente que no se espera que ellos canten. Como líderes de alabanza, a
menudo nos involucramos tanto en la producción profesional de adoración que no somos capaces de
ser auténticos e invitar a la congregación a adorar, y luego fallamos en hacer todo lo posible para
facilitar que la experiencia en el canto de canciones conocidas, las nuevas canciones introducidas
correctamente, y que lo que cantemos tenga en el rango apropiada para la congregación.
7. No tenemos un listado común de himnos. Con la disponibilidad de tantas nuevas canciones, a
menudo nos volvemos esquizofrénicos en nuestra planificación de alabanza, buscando canciones de
tantas fuentes sin reforzar las que tenemos y sin ayudar a la congregación a recibirlas como una
expresión regular de su adoración. En los viejos tiempos, el himnario fue ese remedio. Hoy en día,
tenemos que crear listas de canciones para la planificación de nuestros tiempos de adoración.
8. Los líderes de adoración improvisan demasiado. Mantenga la melodía clara y fuerte. La
congregación se compone de ovejas con rangos limitados y capacidad musical limitada. Cuando nos
apartamos de la melodía para improvisar, la congregación trata de seguirnos y terminan frustradas y
dejan de cantar. Algunas improvisaciones son agradables y pueden mejorar la adoración, pero no dejes
que conduzcan a sus ovejas por mal camino.
9. Los líderes de alabanza no se están conectando con la congregación. A menudo nos
quedamos atrapados en nuestro increíble mundo de la producción musical y perdemos de vista nuestro
objetivo de ayudar a la congregación a expresar su adoración. Hágales saber que usted espera que ellos
cantan. Cite la Biblia para promover sus expresiones de adoración. Manténgase alerta a lo bien que la
congregación le esté siguiendo y cambie el rumbo según sea necesario.
Una vez que los líderes de alabanza recuperen la visión de permitir a la congregación ser participantes
en el viaje de la adoración colectiva, creo que podremos volver la adoración a la gente una vez más.
EL PROTOEVANGELIO: ¿QUÉ ES Y POR QUÉ ES IMPORTANTE?
En la Epístola a los Hebreos encontramos una importante y contundente afirmación acerca de nuestro
Dios: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos” (Heb. 13:8). Puesto que Cristo es el mismo, y
por supuesto Dios es un Dios eterno (Salmo 90:2), vamos a encontrar muestras de aquel evangelio de
los siglos (Ap. 14:6) desde el principio de las Escrituras, aun desde el libro de la Creación. Cuando
leemos Génesis 3:8–4:25, nos damos cuenta que Dios, por medio de aquella Palabra que creó todas las
cosas, ahora viene por la misma Palabra a dar el primer mensaje de redención a la humanidad. Este
mensaje es conocido como el protoevangelio, que significa “el primer evangelio”.
Dios ante el pecado
Lo primero que tenemos que resaltar de este suceso es la actitud de Dios ante la caída de Adán y Eva:
“Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día; y el hombre y su mujer se
escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. Y el SEÑOR Dios llamó al
hombre, y le dijo: ¿Dónde estás?”, Génesis 3:8-9.
Sorprendentemente, la primera acción de Dios en esta narrativa fue hacerles sentir Su presencia, tal y
como lo hacía a menudo con ellos. No llegó regañando, vociferando, asustando, sino que llegó de
manera apacible (cp. 1 Reyes 19:11-12). Llegó a platicar con ellos. Dios se les acercó en amor.
Ahora bien, la actitud de amor de Dios no pasa por alto Su santidad ni elimina las consecuencias del
pecado. Dios maldice al hombre –y en él, la tierra (Gn. 3:17-19)–, diciéndole que con sudor comería
todos los días y que espinas y abrojos produciría la tierra, es decir que la tierra ya no sería un lugar de
descanso y de reposo para la humanidad caída. También maldice a la mujer (Gn. 3:16), multiplicando
el dolor de parto y con un deseo de controlar o dominar al marido, terminando ella siendo dominada.
Él también maldice a la serpiente de una manera importante. Al animal le dijo que reptaría y comería
polvo toda su vida. Pero luego profetizó el fin y la derrota eterna de Satanás diciendo: “Y pondré
enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás
en el calcañar”. Claramente Dios está anunciando a Cristo, aquel “nacido de mujer” (Gá.
4:4), llamándolo “la simiente” de ella. Él profetizó su sufrimiento y aun su muerte en la cruz (herida en
el calcañar), pero eso implicaría a su vez la derrota de Satanás en la consumación de los tiempos por
medio del Cristo resucitado. Aquí vemos claramente anunciado ese protoevangelio.
Dios de toda gracia
En este pasaje podemos notar que Dios no solo mostró su justicia al maldecir, sino que mostró su
gracia al ofrecer redención.
Al maldecir a Satanás y anunciarle su derrota y el fin de su reino parásito en este mundo, Dios estaba
anunciando la liberación y redención de la humanidad, así como la restauración de todas las cosas. Lo
que para Satanás fue el anuncio de su derrota, para los escogidos fue de su redención; la simiente de la
mujer, Cristo Jesús, sería el vencedor sobre Satanás y a la vez nuestro Salvador y Redentor. Esta
promesa nadie la merecía, pero Dios libremente la prometió por gracia soberana.
En las mismas maldiciones sobre Adán y Eva vemos implícita su gracia común, pues aunque la mujer
no merecía ya tener hijos, Dios le permitió tenerlos con dolor. Es por esto que ahora la humanidad
caída puede experimentar la gracia de ser padres, aunque realmente no lo merezcamos. De igual
manera con Adán, que aunque sea con sudor y trabajo, podía seguir comiendo. Hasta el día de hoy,
sigue saliendo el sol sobre justos e injustos. Tampoco podemos pasar por alto que Dios no dejó al
hombre en su desnudez o su intento de vestidura de hojas: Él les hizo vestiduras de pieles y los vistió
(Gn. 3:21)[1].
¿Fueron salvos Adán y Eva?
La justificación es por medio de la fe en Jesús. Aun en el Antiguo Pacto, la salvación era por creer en el
Mesías prometido y no por cumplir la ley de Moisés. De igual forma es en Génesis: la salvación vendría
por creer por fe en esa “simiente de mujer”. Entonces, ¿creyeron ellos este mensaje? La respuesta
podemos encontrarla en las acciones después de la caída.
¿Qué hizo Adán inmediatamente después de escuchar el protoevangelio? “Y el hombre le puso por
nombre Eva a su mujer, porque ella era la madre de todos los vivientes” (Gén 3:20). En lugar de
volverla a acusar, Adán le cambió el nombre a su esposa a uno que significa “vida”. Lo hizo porque él
comprendió por medio de ese protoevangelio que por la “simiente de su mujer” es que la muerte eterna
sería removida y el pecado perdonado. Por tanto le nombró Eva, pues estaba convencido ahora que ella
era madre no de “muertos” sino de “vivos”.
Eva igualmente creyó al primer evangelio. Vemos que no solo siguió y se sometió a su esposo por
mandato de Dios, sino que cuando nació su primer hijo, ella exclamó en Génesis 4:1: “He adquirido
varón con la ayuda del SEÑOR”. Eva bendijo al Dios Creador, ya que al creer en la simiente victoriosa
prometida, ella esperaba con ansías tenerlo algún día con “ayuda del Señor”.
¿Qué enseñanza nos da el protoevangelio al evangelio de la gracia?
Sobre la naturaleza del mensaje, vemos que el evangelio trata acerca de Jesucristo (Rom.1:1-2). Toda la
Biblia habla acerca de Él (Lc.24:26-27;44-49). Jesús no solo es el Salvador, no solo el mediador del
pacto (Heb. 8:6;9:15;12:24) sino que Él mismo es el Pacto de Dios, Él mismo es el evangelio (Isa. 42:6-
7). Así que predicar el evangelio es predicar las Sagradas Escrituras, exponiéndolas de manera que
todos comprendan la naturaleza, la obra, las enseñanzas y mandamientos de Cristo Jesús para
salvación.
También podemos ver que el evangelio no es “justicia” sola, ni tampoco “gracia” sola, sino ambas.
Nosotros predicamos tanto el pecado y sus consecuencias como la gracia del perdón ofrecida al
pecador por medio de Jesús. Ley y gracia; justicia y misericordia, ambas verdades componen el
mensaje del evangelio.
Porque todas las cosas fueron creadas por la Palabra de Dios, solo por la misma Palabra pueden ser
restauradas y redimidas. Por eso dice 1 Corintios 1:21: “Y ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no
conoció a Dios por medio de la sabiduría; agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación”. Solo por medio de la locura de la predicación acerca del Señorío y preeminencia de Cristo
es que hay salvación. Esta es la razón por la que nos congregarnos y discipulamos, porque desde
Génesis Dios determinó el evangelio para nuestra salvación y santificación (Jn.17:17), para Su gloria y
nuestro bien eterno.
VALENTÍA | REFLEXIÓN
Josué 1 - 4 y 1 Corintios 15 - 16
”¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el
SEÑOR tu Dios estará contigo dondequiera que vayas”, Josué 1:9.
Hace algunos años atrás, me encantaba leer en la revista Selecciones unos artículos que se titulaban
algo así como “héroes como nosotros”. Eran historias de hombres y mujeres comunes y corrientes que
en un momento determinado de sus vidas actuaron de manera valerosa hasta el punto de arriesgar su
propia integridad física. Estudiantes, bomberos, enfermeras, policías, amas de casa, en fin, gente como
uno, nos hacían recordar que podemos ser más fuertes que cualquier circunstancia adversa a la que
podamos ser sometidos.
Es verdad que existen muchos héroes sin medalla ni reconocimiento andando por allí. Son más de los
que imaginamos y no ocupan páginas en los periódicos, ni sus hazañas serán jamás conocidas
públicamente. Son héroes de la vida que han asumido sus propias carencias y luchas con valentía. Un
día mientras caminaba por el Paseo Ahumada (en el centro de Santiago – Chile) vi a varios héroes
anónimos: Un niño sentado en una banca junto a su madre pintando y haciendo lo que parecían tareas
de colegio. Lo singular es que lo acompañaba un gran balón de oxígeno al que estaba conectado, y
algunas pancartas en donde pedían ayuda por él. ¿Por qué es un héroe?, porque con su actitud ya está
ganando su propia batalla. Observé también a un joven vestido con traje y corbata y con sus papeles en
la mano pidiendo por un trabajo que desde hace muchos meses no lograba conseguir. ¿Por qué es un
héroe? Porque insiste en no caer derrotado por el pesimismo y la desesperanza. “Si es necesario lo
pediré a gritos, pero no me rendiré”, parecía decir.
Son innumerables las batallas y los frentes en los que muchos hombres y mujeres de toda edad están
luchando. La crisis económica, la violencia, el derrumbamiento de la familia, la crisis moral, y tantos
otros, son algunos de los nombres de las nuevas guerras que anónimos valientes están peleando a
diario.
Hace un tiempo, a una querida amiga le robaron el auto dos delincuentes armados. Ella me dijo que la
primera pregunta que se hizo fue ¿Por qué Dios mío? El cuestionamiento era válido y el dolor, la
frustración y la amargura no se pueden dejar de sentir. Para colmo de males era el mismísimo día de su
cumpleaños. Pero ella no se dejó vencer, después del impacto, ella se dirigió al Señor en oración y pudo
percibir la paz incomprensible que solo la presencia personal de Dios puede proporcionar. Ella
reconoció la soberanía del Señor aun sobre esta situación, y como Rahab, la mujer de Jericó, ella
también exclamó: “...porque el SEÑOR vuestro Dios, El es Dios arriba en los cielos y abajo
en la tierra”, Josué 2:11b. Y allí la victoria ya había comenzado. El auto podría no aparecer, pero ella
no se doblegó, la valentía de Dios para enfrentar las pruebas se hizo presente y fortaleció su corazón.
Yo considero que la cobardía (que es el camino opuesto a la valentía), se manifiesta cuando nos
dejamos vencer por la maldad que nos rodea. Es cuando pronunciamos el consabido: “me da
exactamente lo mismo” y nos dejamos llevar por la corriente y ocultamos nuestro apocamiento al
señalar que “ya nada se puede hacer” y “paguemos mal por mal”. Lamentablemente, son más los
cobardes que los valientes. ¿Por qué? Porque la valentía no aparece de la noche a la mañana. En
realidad, aparece después de un largo período de entrenamiento en la rigurosidad del la obediencia, en
la preservación de los principios, en una mente lúcida que tiene muy en claro lo que está correcto.
Entonces, ¿Por dónde debo empezar para ser valiente? Debemos empezar aprendiendo, manteniendo y
practicando los principios que el Señor nos estableció. Cuando el joven Josué asumió el liderazgo de
Israel después de la partida de Moisés, esta fue la recomendación principal de Dios al nuevo líder:
“Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi
siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas
éxito dondequiera que vayas. Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que
meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito;
porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito”, Josué 1:7-8.
El Señor sabía que un hombre con principios sólidos actuaría con solidez en cualquier situación. Ya
Martín Lutero, un valiente luchador, decía: “Vive como si Cristo murió ayer, resucitó hoy, y vuelve
mañana”. ¿Qué significa esto? Que nuestros principios deben estar tan latentes como si recién los
hubiéramos aprendido y ser tan significativos que abandonarlos sería como dejar de ser nosotros
mismos. Para los cristianos la victoria de Cristo en la cruz es su mayor aliciente para no dejarse vencer
por ninguna tormenta. El apóstol pablo lo explica así: “Si por motivos humanos luché contra
fieras en Efeso, ¿de qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, COMAMOS Y
BEBAMOS, QUE MAÑANA MORIREMOS”, 1Corintios 15:32.
Sin esperanza no hay valentía, porque la bravura, la gallardía y la resolución solo nacen en un corazón
que espera un cambio, que sueña con vivir la diferencia, con nada menos que la victoria.
Nunca la resignación ha acompañado a la valentía y es muy sabia la frase: “No hay peor gestión que la
que no se hace”. Esta es la receta divina para vencer el conformismo: “Por tanto, mis amados
hermanos, estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor,
sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano”, 1Corintios 15:58. Repítete una y
otra vez: Cuando hago las cosas en el nombre del Señor… ¡Nunca serán vanas! ¡Nunca! Hace unos años
copié estas oraciones de alguna parte (lamento olvidar la fuente) y creo que dan en el clavo del espíritu
que he tratado de compartirles:
La gente es irracional, ilógica y egocéntrica.
De todos modos, ámala.
Si haces el bien te acusarán de ulteriores motivos egoístas.
De todos modos, haz el bien.
Si triunfas tendrás falsos amigos y verdaderos enemigos.
De todos modos, triunfa.
El bien que haces hoy será olvidado mañana.
De todos modos, haz el bien.
La honestidad y la franqueza te vuelven vulnerable.
De todos modos, sé honesto y franco.
La persona más importante de ideas más grandes puede ser echada abajo por la persona más
insignificante y de mente más pequeña.
De todos modos, piensa en grande.
Las personas favorecen a los subalternos pero siguen solamente a los jefes.
De todos modos, pelea por el subalterno.
Lo que edificas en años puede ser destruido de la noche a la mañana.
De todos modos, edifica.
Las personas necesitan ayuda en realidad, pero pueden atacarte si les ayudas.
De todos modos, ayúdales.
LA PERSEVERANCIA DE LOS SANTOS
John MacArthur
John Murray, en Redemption Accomplished and Applied [Redención cumplida y aplicada], escribió lo
siguiente:
Con el fin de ubicar a la doctrina de perseverancia en una perspectiva apropiada, necesitamos saber lo
que no es. No quiere decir que todo aquel que profesa fe en Cristo y que es aceptado como creyente en
la comunión de los santos tiene seguridad en la eternidad y puede suponer la seguridad de la salvación
eterna. Nuestro Señor mismo advirtió a Sus seguidores en los días en la tierra, cuando dijo a los judíos
que creyeron en Él: "Si vosotros permaneciereis en Mi palabra, seréis verdaderamente Mis discípulos, y
conoceréis la Verdad, y la Verdad os hará libres"(Juan 8:31, 32). Estableció un criterio por el cual los
verdaderos discípulos pueden ser distinguidos; y el criterio es la continuidad en la Palabra de Jesús
(pp. 151-52).
La explicación anterior de Murray de la doctrina de la perseverancia es una elaboración de lo que
Pedro quiso decir con sus palabras "guardados por el poder de Dios" cuando escribió su primera
epístola (1 Pedro 1:5). Si algún personaje bíblico fue siempre propenso al fracaso, era Simón Pedro. A
juzgar por el relato bíblico, ninguno de los discípulos del Señor -excepto Judas, el traidor- tropezó con
más frecuencia o más miserablemente que él. Pedro fue el discípulo con la boca grande. Él parecía
tener el don de decir lo peor posible en el momento más inapropiado. Era impetuoso, errático,
indeciso; a veces cobarde, a veces débil, a veces impulsivo. En varias ocasiones, mereció fuertes
reproches de parte del Señor; ninguno más grave que el registrado en Mateo 16:23: "¡Quítate de
delante de Mí, Satanás! Me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de
los hombres". Eso se produjo casi inmediatamente después del momento culminante de la experiencia
de Pedro con Cristo, cuando Pedro confesó: "Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente" (Mateo 16:16).
La vida de Pedro es prueba de que la experiencia espiritual de un verdadero creyente a menudo está
llena de altibajos; pero Pedro ilustra otra verdad bíblica, una más importante: el poder de Dios que
guarda. La noche en que Jesús fue traicionado, Él le dio a Pedro conocimiento de la batalla espiritual
invisible por el alma de Pedro: "Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a
trigo; pero Yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos."
(Lucas 22:31-32).
Pedro estaba seguro de su deseo de estar con Jesús, sin importar el costo. Le dijo al Señor: "Señor,
dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte" (Lucas 22:33). Sin embargo,
Jesús sabía la verdad y le dijo a Pedro tristemente: "El gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres
veces que Me conoces " (Lucas 22:34).
¿Falló Pedro? Sí, miserablemente. ¿Fue vencida su fe? Nunca. Jesús mismo estaba intercediendo por
Pedro y Sus oraciones no dejaron de ser contestadas.
El Señor intercede de ese modo por todos los verdaderos creyentes. Juan 17:11 da una idea de cómo Él
ora por ellos: "Ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y Yo voy a Ti. Padre Santo, a los
que me has dado, guárdalos en Tu nombre, para que sean uno, así como Nosotros."
Y continúa:
No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. No son del mundo, como tampoco Yo
soy del mundo. Santifícalos en Tu Verdad; Tu Palabra es Verdad. Como Tú me enviaste al mundo, así
Yo los he enviado al mundo. Y por ellos Yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean
santificados en la Verdad. Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en
Mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como Tú, oh Padre, en Mí, y Yo en Ti, que también
ellos sean uno en Nosotros; para que el mundo crea que Tú me enviaste. La gloria que me diste, Yo les
he dado, para que sean uno, así como Nosotros somos uno. Yo en ellos, y Tú en Mí, para que sean
perfectos en unidad, para que el mundo conozca que Tú me enviaste, y que los has amado a ellos como
también a Mí me has amado (Juan 17:15-23).
Note por lo que el Señor estaba orando: que los creyentes fueran guardados del mal, que ellos fueran
santificados por la Palabra, que compartieran Su santidad y gloria y que fueran perfectos en su unión
con Cristo y el uno con el otro. Él estaba orando para que ellos perseveraran en la fe.
¿Estaba el Señor orando sólo por los once fieles discípulos? No. Incluye explícitamente a cada creyente
en todas las generaciones venideras: "No ruego solamente por éstos, sino también por los que han de
creer en Mí por la palabra de ellos" (v. 20). Eso incluye a todos los verdaderos cristianos, ¡incluso de
hoy en día!
Por otra parte, el mismo Señor continúa Su ministerio de intercesión por los creyentes en estos
momentos. "Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios,
viviendo siempre para interceder por ellos." (Hebreos 7:25).
CÓMO ESCOGER UNA CARRERA UNIVERSITARIA
¿Ha notado cómo muchos individuos fracasan en sus proyectos? Aunque sean creyentes, se han
introducido en la realidad de la vida como ateos. Entran a universidades y negocios sin considerar el
debido sentido de deber y de peligro, definido por la Biblia. Desarmados y sin protección, son
sorprendidos por las tentaciones del mundo que tanto agradan a la naturaleza caída.
Para prepararse contra este peligro en sus estudios o empleos, es necesario trabajar para un
entendimiento del Cristianismo y su aplicación a la vida. En particular, respondamos a la pregunta,
¿qué hacer para que la piedad me guíe a escoger una profesión?
Sabiduría del Señor
Enfoquemos este versículo: “No seas sabio en tu propia opinión; teme a Jehová, y apártate del mal”
(Pro. 3:7). Según la semilla que se seleccione, de la misma naturaleza será el fruto que se coseche. Y en
esto del escoger una carrera universitaria u oficio sucede como con los árboles; los frutos no se conocen
de una vez, sino con el transcurso del tiempo, siempre será después. No es como probar la leche para
averiguar si está fría o caliente, cuya respuesta es al instante. De ahí que debemos ser cuidadosos al
escoger una carrera universitaria, porque el mayor enemigo contra esta elección nacería de nuestros
propios prejuicios, conceptos o ideas. Si hemos escogido por nosotros mismos, no hay base para
esperar razonablemente la bendición de nuestro Padre Dios. Pero si escogemos según los lineamientos
de las Escrituras, nuestra esperanza racional de éxito sería mucho mayor.
Vivir independiente de Dios es una desgracia, y aunque muchos conozcan de prosperidad, no
conocerán de paz ni de quietud de conciencia; no serán visitados por la bendición del Señor, sino que
ansiedad, desasosiego y ruina serían su permanente salario. Eso es para los que quizás prosperan, pero
la experiencia indica que la mayoría no tendría ni prosperidad ni paz, sino amarga frustración.
Una actitud correcta
Es necesario tener una visión y actitud correcta al escoger un empleo. Para seguir el consejo de Dios en
materia de un oficio, carrera universitaria u ocupación, hay que tener en cuenta las providencias del
Señor con relación a mi capacidad, mis circunstancias y hasta, en algunos casos, con mis futuros
colegas. Es necesario acompañar eso con una actitud correcta hacia el consejo de Cristo revelado en su
Palabra.
La capacidad
En esto es necesario una combinación racional de querer y poder. Yo quisiera ser un Michael Jordan en
baloncesto, pero no tengo el físico suyo; quiero, pero no puedo. Hay jóvenes con facilidad para las
letras, no tanto así con las matemáticas. Quizás quieren ser ingenieros, pero no pueden. Yo quisiera ser
un maestro del evangelio como John Piper, pero no tengo su capacidad intelectual y disciplina al
estudio. Hay cosas que quiero, pero no puedo, y otras que puedo, pero no quiero.
La vocación de una persona depende en gran parte de una correcta combinación de estas dos. Que uno
quiera hacer lo que puede hacer, o ser realistas con el tipo de talento que me fue dado. Que no sea la
imaginación, sino el juicio objetivo lo que marque la escogencia. Es propio, justo y natural pedirle a la
mariposa que vuele; le dieron alas para eso mismo. Pero sería irracional pedirle al elefante que levante
vuelo. Uno pudiera hacer volar al elefante, bastaría montarlo en un helicóptero y arrojarlo desde las
nubes, pero volaría hasta que toque suelo o encuentre un obstáculo en su descenso. Hay personas que
se fuerzan ellos mismos para alcanzar ciertas carreras, pero carecen de vocación. Su fracaso sería la
crónica de una muerte anunciada. Así es justo que evalúes tu destreza natural con el fin de que sepas
qué puedes y qué no puedes hacer. Y para una correcta actitud en cuanto a tu capacidad, es necesario el
contentamiento con lo que el Señor ha dado.
Las circunstancias
Además se ha de tener en cuenta las circunstancias en que nos ha tocado vivir. Hay carreras muy
costosas, que sería harto difícil para un pobre alcanzarla, aun teniendo la debida vocación.
Arquitectura, medicina, ortodoncia, son estudios muy costosos, y estudiarlo con tantas adversidades, si
fuese el caso, resultarían con un desempeño deficiente, y por ende con no poco descontento.
Refuerzo adicional se obtienen de la vocación de Jesús: “¿No es éste el carpintero, hijo de María?”,
(Mrc. 6:3). Sus vecinos lo conocieron como un carpintero, escogiendo él seguir la misma profesión de
su padre. Si tu padre es médico, para citar un caso, puede que sea muy conveniente continuar la senda
que ya él trazó. Es altamente probable que al ejercerla entrarías no por abajo, sino para continuar sus
logros, pudiendo heredar sus éxitos. Sería como una carrera de relevo. Además que las oportunidades
de ventajas se facilitarían. Estas cosas no se escapan del poder soberano de Dios: antes bien, Él las
ordenó.
La experiencia ajena
Es recomendable oír la opinión de personas que están ya ejerciendo, o han ejercido la carrera que tú
aspiras. Escoge varios profesionales amigos, siéntate a conversar con ellos de manera individual,
pregúntale de sus experiencias. Los peligros a evitar, las tentaciones en la universidad, y el método que
aplicaron para que se les facilitara el éxito. El costo de esa carrera, su forma o disciplina de estudio,
cómo fueron sus primeros pasos, tanto al entrar a la universidad, como al inicio de su profesión. En
cuáles materias poner más empeño, y otras preguntas que te sea necesario encontrar respuestas. Así
enriquecerías tu arsenal de información para ser mas objetivo en tu elección.
Una exhortación
Cuando un deber te parezca difícil y pesado, dedícale tiempo y ocupación; eso lo transformará en fácil y
tolerable. Los poderes de la mente y del cuerpo se fortalecen con la práctica. El trabajo de un científico
nos parece duro y difícil, pero a él mismo le es fácil por los años de práctica. El tiempo y el ejercicio
facilitan las dificultades. La divina providencia permite asuntos difíciles para quebrar nuestro orgullo,
a lo cual el joven está muy inclinado. Acuérdate que la fe nos fortalece y quita peso a la carga, y que ya
Dios nos ha dado lo más importante: Su propio Hijo. Amén.
LA IGLESIA CATÓLICA ROMANA Y LA NUEVA PERSPECTIVA
Por Douglas R. Kump
El apóstol Pablo escribió a la iglesia en Roma “Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos
paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (5: 1).
La cuestión de la justificación por la fe solamente, ha sido un tema central y polémico entre católicos y
protestantes desde la Reforma. Ahora hay una nueva amenaza para la doctrina de la justificación para
ser defendida por los que proponen una "Nueva Perspectiva" sobre el apóstol Pablo.
Los reformadores continuaron con la perspectiva creyendo que estaban siguiendo al apóstol Pablo, al
afirmar que la justificación era un acto forense por el cual el hombre fue declarado justo ante Dios por
el sacrificio de Jesucristo.
Pablo escribe en la Carta a los Gálatas "que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por
la fe en Jesucristo" (2:16). La justificación se basa en la imputación de nuestros pecados a Cristo en la
cruz y la imputación de la justicia de Cristo a nosotros (los elegidos) en la regeneración en la que
señalamos también que somos justificados.
Algunos dentro del movimiento de la Nueva Perspectiva han argumentado que Pablo no estaba
hablando acerca de la justificación forense y la imputación como clásicamente definida sino que estaba
enfatizando la entrada en y los requisitos de permanecer dentro de la comunidad del pacto. También
han argumentado que Lutero malinterpretó enormemente a Pablo e introdujo su disputa del siglo 16
con la Iglesia Católica Romana dentro de su comprensión de las cartas paulinas.
Se ha dicho muy bien que la cuestión de la justificación es la doctrina sobre la cual la "iglesia ya sea se
sostiene o cae." Hay mucho en juego al negar que somos justificados por la fe. La doctrina de la
justificación es la solución de Dios y la única solución a la difícil situación del pecado humano.
La Iglesia Romana ha confundió grandemente la justificación con la santificación y la Nueva
Perspectiva destaca también la justificación como un proceso que se produce y es por medio de la
obediencia y las obras. Estamos viendo un cambio desde el punto de vista reformado del monergismo
(la salvación es enteramente una obra de Dios –el hombre es pasivo) a la sinergia en la que ambos,
Dios y la persona tienen un papel que desempeñar en su propia salvación (justificación). En este punto
de vista el hombre tiene una parte en trabajar junto con la gracia para merecer la salvación completa.
Estos son tiempos peligrosos de muchas maneras, pero la principal amenaza es el grave atentado
contra el Evangelio bíblico de Jesucristo. Oremos y nos asegurémonos de que estamos "contendiendo
por la fe una vez dada a los santos" (Judas 1: 3).
LA PROVIDENCIA DE DIOS
Por ALBERTO SOLANO | JULY 30, 2015
“Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy”
(Génesis 50:20). La palabra “providencia” ha sido utilizada para describir la soberanía de Dios sobre
todas las cosas, al moverlas de acuerdo a su voluntad. Como piezas de rompecabezas él mueve todo
para formar la imagen que él quiere. Como piezas de ajedrez él arregla todo de acuerdo a sus
propósitos. Como un escultor él guía personas, circunstancias y eventos para moldear todo conforme a
él le plazca. Uno de los pasajes más claros que demuestra la providencia de Dios es Génesis 50:15-26. A
continuación veremos cómo este pasaje nos enseña que: La providencia de Dios es su cuidado, guía y
gobierno sobre personas, circunstancias y eventos, en el pasado, presente y futuro, para su gloria y
el bien de su pueblo. [1]
Dios cuida, guía y gobierna:
1. Sobre personas
Después de haber muerto Jacob, los hermanos de José vinieron delante de él y le rogaron que los
perdonase y no los matase (versículos 16-18). En un impresionante trastorno de eventos, los que un día
le arrojaron dentro de una fosa ahora le suplican que les perdone la vida y que los haga siervos suyos.
Aquel que fue hecho esclavo y prisionero ahora está sentado frente a los que le vendieron.
EN LAS MANOS DEL SEÑOR EL CORAZÓN DEL REY ES COMO UN RÍO: SIGUE EL CURSO QUE
EL SEÑOR LE HA TRAZADO
Pero José les responde: “No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios?” (Versículo 19). Después de
todos estos años, José entendió una cosa: Dios obra perfectamente conforme a su voluntad, y por lo
tanto él ve su vida y ve la mano de Dios a través de toda su trayectoria. José estaba convencido que sólo
Dios pudo haber hecho que todo esto aconteciera (Génesis 45:5-8).
Dios tiene completo control sobre las personas. Es complicado entender y razonar la coexistencia de
dos verdades: la soberanía de Dios y la responsabilidad del hombre. Sobre todo, cuando se trata de la
soberanía de Dios sobre las acciones de los hombres. Pues en nuestra cosmovisión la independencia y
libertad humana es la máxima expresión de autonomía.
Sí, los hermanos de José actuaron bajo su propia voluntad al venderlo como esclavo; sí, la esposa de
Potifar actuó como a ella le pareció al tratar de seducir a José y luego mintió acerca de lo acontecido. Y
sí, el faraón aparentemente de su propia voluntad decidió sacar a José de la cárcel y hacerlo grande en
el reino. Sin embargo, la Biblia es clara en afirmar que aún las personas están sujetas al control y la
soberanía de Dios. Él mueve el corazón de las personas conforme a él le place. Proverbios 21:1 nos dice:
“En las manos del Señor el corazón del rey es como un río: sigue el curso que el Señor le ha trazado”.
Como crear una zanja de un nivel de agua más alto a uno más bajo para regar los pastizales, así es el
corazón del hombre, movido por Dios conforme él quiere, y cae a donde él ordene.
Dios cuida, guía y gobierna:
2. Sobre circunstancias y eventos
Parece ser una tragedia que el pueblo de Israel terminara en Egipto después de haber sido llamado el
pueblo escogido de Dios. Pero noten cómo Dios tenía un propósito en todo esto: “Vosotros pensasteis
mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a
mucho pueblo” (versículo 20). Dios siempre tiene un plan para todo lo que hace. Note como las
palabras del versículo 20 no indican que Dios tuvo que ajustar su plan y sus acciones para poder
contrarrestar lo que los hermanos de José hicieron. Dios mismo tenía un plan ya establecido y todos
los actores de esta historia lo siguieron al pie de la letra. Lo mismo es cierto para nosotros los creyentes
hoy en día (Romanos 8:28-29). Dios no solamente tiene un plan, sino un propósito en todo lo que
hace. Por ejemplo: ¿por qué envió Dios al pueblo de Israel a Egipto? Existen por lo menos tres razones.
En primer lugar, para permitir que los habitantes de Canaán cometieran pecados de tal forma que Dios
enviara a Israel para traer juicio (Deuteronomio 9:5). En segundo lugar, para preservar a los Israelitas
de la hambruna en Canaán (Génesis 41:57). Finalmente, para convertirlos en una nación grande y
numerosa (Génesis 47:27) de modo que el número de los israelitas creciera en número durante 400
años. Estas verdades de Dios, sus planes y sus propósitos, nos dan confianza.
Dios cuida, guía y gobierna:
3. En el pasado, presente y futuro
En Génesis 50:23-25, se encuentran las últimas palabras de José a sus hermanos. Como en la
intersección de una carretera, se observa en estos versículos, una conexión del pasado y el futuro. Allí
se demuestra cómo Dios conecta eventos y circunstancias pasadas con repercusiones presentes y
futuras.
TODO LO QUE HA SUCEDIDO, ESTÁ SUCEDIENDO Y SUCEDERÁ HA SIDO ORDENADO POR
DIOS Y ÉL MUEVE CADA PERSONA Y ACCIÓN DE ACUERDO CON SUS PROPÓSITOS
La palabra “os visitará” (versículos 24 y 25) tiene el sentido de intervención divina para asistir a los
hijos de Israel. José profetiza que sin lugar a duda Dios vendría a su rescate. Tal promesa se cumple en
Éxodo 3:16-18 cuando Dios le dice a Moisés que ha “visitado” al pueblo de Israel, 400 años después.
Todo lo que ha sucedido, está sucediendo y sucederá ha sido ordenado por Dios. Él mueve cada
persona y acción de acuerdo con sus propósitos. Lo que sucedió hace 400 años puede tener efecto hoy
en día de acuerdo con los planes de Dios que transcienden más allá de una sola generación.
Dios no está viendo el mundo pasivamente, como un espectador que sólo interviene en asuntos
importantes, sino que él gobierna y guía de forma constante y activa a las personas y eventos. Si él
controla las circunstancias de los pajarillos del campo, ¡cuánto más las circunstancias que nos rodean a
nosotros sus hijos!
La providencia no es sólo el conocimiento previo de lo que va a suceder, sino que involucra más que
solo conocimiento. Implica una disposición activa y el arreglo de personas y eventos con un fin en
mente.
Dios cuida, guía y gobierna:
4. Para su gloria y el bien de su pueblo[2]
“Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto”
(Génesis 50:26).
¡Pero que forma de acabar el libro de Génesis! Un ataúd en Egipto. La tradición judía cuenta que
cuando los Israelitas subían de Egipto, llevaban consigo dos cajas: la primera era el arca del pacto, que
era puesta en el tabernáculo. Y la segunda, era el ataúd de José. La primera les recordaba acerca de las
promesas por venir, y la segunda de la cuidad de Dios durante sus años en Egipto.
A pesar de las duras palabras con las que termina el libro, ellas nos recuerdan que a pesar de las
circunstancias más difíciles, Dios tiene un plan que le traerá la mayor gloria a él y el mayor bien a su
pueblo, nosotros sus hijos.
La providencia de Dios gira alrededor de su gloria y el bien de su pueblo. Dios jamás abandonará su
gloria por buscar el bien de las personas. Y al mismo tiempo, su gloria está ligada a buscar el bien de su
pueblo conforme Dios lo ha planificado.
Nosotros podemos estar seguros que Dios siempre va a actuar de acuerdo a sus atributos, para su
gloria y para nuestro bien. A pesar de que a veces no entendamos por qué hace las cosas como él lo
manda (Isaías 55:8), podemos confiar que en su providencia él está en control de todo lo que sucede
alrededor de nosotros hoy y en el futuro.
[1] Definición en gran parte basada en las palabras de Jerry Bridges en su libro: Confiando en Dios aunque la vida duela (“La providencia de Dios es su
constante cuidad y gobierno absoluto sobre toda su creación para su gloria y el bien de su pueblo”).[2] Similarmente este punto en gran parte ha sido
basado en los comentarios de Jerry Bridges en su libro mencionado en la referencia anterior.
¿CÓMO ORAR POR MI CONGREGACIÓN?
por ERIC DODSON
Muy pocos pastores afirmarían que oran lo suficiente por su congregación. Tal vez sea una tarea
imposible pues no existe alguien que haya orado lo suficiente. Aun así, aprendemos del ejemplo de
nuestro Señor y los apóstoles la importancia de orar por nuestra congregación.
Aunque la Biblia habla mucho acerca de la predicación, son pocos los pasajes que hablan directamente
acerca de la preparación de un sermón (Esdras 7:10, 2 Timoteo 2:15). En cambio, existen muchos
pasajes que demuestran la necesidad de la oración constante. Esto no quiere decir que la preparación
del sermón no es importante, pues sin duda lo es. Más bien, las tales hacen hincapié en la necesidad
vital de la oración. Los pastores necesitan que se les recuerde que la oración es una parte esencial de su
ministerio, y que orar por su congregación es una prioridad bíblica.
NO ES SUFICIENTE ESTUDIAR EL TEXTO EN PREPARACIÓN PARA PREDICAR UN SERMÓN SI
NO HEMOS BUSCADO AL SEÑOR EN ORACIÓN Y SÚPLICA
Entonces, ¿cómo podemos orar consistentemente por nuestras congregaciones? Los apóstoles se
dedicaron tanto a la Palabra como a la oración (Hechos 6:4). Lo mismo debe ser cierto en nuestro
ministerio. Tratar de hacer lo uno sin lo otro es asumir nuestra responsabilidad pastoral sólo a la
mitad. No es suficiente estudiar y preparar el texto para predicar un sermón. Debemos buscar al Señor
en oración y súplica.
Cuando usted ora por su rebaño, ¿cómo ora?
El Nuevo Testamento ofrece numerosos ejemplos de líderes espirituales que intercedieron a favor de
aquellos a quienes servían. En este artículo, he seleccionado algunos pasajes claves para ilustrar este
punto. Al considerar estos versículos examinaremos cómo orar por quienes están bajo su cuidado
pastoral.
Romanos 1:8: “Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a todos
vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo” (vea también: 1 Corintios 1:4; Efesios 1:16;
Filipenses 1:3; Colosenses 1:3; 1 Tesalonicenses 1:2; 2 Tes. 1:3; 2 Timoteo 1:3).
Pablo expresó clara y repetidamente su gratitud por aquellos a quienes ministró. ¿Y qué de nosotros?
¿Cuántas veces derramamos agradecimiento al Señor por las personas bajo nuestro cuidado pastoral?
Muchas de las epístolas de Pablo fueron escritas a personas que necesitaban corrección y reprensión.
Sin embargo, aun así expresó su agradecimiento a Dios por ellos. ¿Es eso lo que piensa de las personas
difíciles en su ministerio? Antes de clamar y rogarle al Padre que cambie las circunstancias- pensando
que tal vez el ministerio sería mucho más sencillo si las personas fueran más maduras y menos
conflictivas- da usted gracias al Señor por ellos y por su fe. Pablo lo hizo, y nosotros debemos hacer lo
mismo.
Filipenses 1:9: “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo
conocimiento”
A veces, nuestras oraciones pueden centrarse más en lo físico y lo temporal que en lo espiritual y lo
eterno. Una oración típica podría ser algo como esto: “Señor, por favor sana a Jorge de la gripa. María
perdió su trabajo, por favor ayúdala a encontrar uno nuevo. Roberto tiene cáncer, por favor sánalo.
Dios, realmente necesitamos un nuevo techo, por favor bendice el fondo monetario para la
construcción”.
Si bien es cierto que la Escritura nos llama a orar por todas las cosas (Filipenses 4:6), también es cierto
que nuestra gente necesita que oremos por algo más que sus necesidades físicas. Nuestra lista de
oración debe reflejar una sana teología. En lugar de centrarse en la salud y la riqueza, debemos dedicar
nuestro tiempo pidiendo por fruto espiritual que honre a nuestro Dios soberano.
Pablo conocía claramente el más grande mandamiento y sus oraciones lo reflejaban. ¿Oramos para que
nuestro pueblo crezca en amor por Dios y por su prójimo? ¿Intercedemos por sus problemas de
corazón tanto como por sus problemas físicos o financieros?
Efesios 1:16-18: “haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él,
alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha
llamado…“
Así como en la oración de Pablo en Filipenses 1:9, este pasaje demuestra una vez más la importancia de
orar por las bendiciones espirituales. Roguemos específicamente para que Dios le conceda a nuestra
gente mayor sabiduría y discernimiento espiritual. Una de nuestras peticiones constantes de oración
debe ser que nuestra congregación crezca en su conocimiento y comprensión de Dios y su Palabra.
¿Con qué frecuencia ora por su congregación?
Considere el resultado de dos de las oraciones mencionadas anteriormente:
Filipenses 1:10-11: “…para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día
de Cristo, llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.”
Efesios 1:18-19: “…para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de
la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros
los que creemos, según la operación del poder de su fuerza.”
Si nuestro deseo es que nuestro pueblo tenga un conocimiento más profundo de Dios, que estén
seguros de su identidad en el Señor y que vivan en rectitud ante él, entonces este debe ser el tipo de
oraciones que debemos hacer por ellos.
En lugar de pedir solamente por resultados visibles, debemos pedir al Señor que le conceda a nuestra
congregación amor y sabiduría espiritual. Al hacerlo, podemos descansar y confiar en el poder
santificador del Espíritu y en que él continúa moldeándolos (y a nosotros también) a la imagen de
nuestro Salvador.
POR QUÉ EL CIELO NUNCA SERÁ ABURRIDO
Cosas que ojo no vio, 
 ni oído oyó, 
 Ni han subido en corazón de hombre, 
 Son las que Dios ha
preparado para los que le aman.(1 Cor 2:9)
¿Alguna vez te ha preocupado de que podrás aburrirte en el Cielo, que las cosas puedan perder su brillo
o sabor, que toda la novedad e intriga de los cielos podrán desaparecer al igual que la mayoría de las
cosas en la tierra? Cuando cantas, “Cuando hayamos estado allí diez mil años… No tenemos menos días
para cantar sus alabanzas que cuando habíamos empezado”, ¿te has preguntado si debes o no ser
alentado por tal declaración?
Claro, la vida eterna suena maravilloso al principio. Pero a menos que tengas una firme conviccion
sobre lo que la Biblia tiene que decir acerca de la vida eterna, puedes comenzar a tener tus dudas. La
eternidad es realmente mucho tiempo, usted podría pensar. ¿Es esto algo que realmente
deseo? Después de diez millones de años, tendré realmente el mismo deseo que una vez tuve de seguir
viviendo aquí? En el corazón de estas preguntas existenciales se encuentra una profunda preocupación
sobre si existe realmente el gozo eterno.
Si a este punto Jonathan Edwards estuviera vivo y supiera lo que estás pensando, él probablemente
pondría su mano sobre tu hombro y disiparía tus preocupaciones.
En su sermón “El Cielo, un mundo de amor,” Edwards —de una manera que es nada menos que
impresionante— descomprime brillantemente las realidades asombrosas de nuestro gozo en el Cielo.
Estas son solo tres de estas realidades.
1. Tendrás una mayor capacidad para gozarte.
En el Cielo, tu cuerpo resucitado vendrá equipado con una capacidad inimaginable para gozarte (1 Cor
15:42–44).
La Biblia dice que tendrás un cuerpo resucitado mucho mejor que cualquier cosa que conocieras en la
tierra. Pablo, en 1 Corintios 15, dice que su cuerpo va a ser más fuerte, más completo, más espiritual,
más glorioso y eterno. Tu deleite, tu conocimiento, tu intelecto, y todas tus emociones serán renovados
y restaurados para que puedas disfrutar de Cristo con un cuerpo perfeccionado. Edwards afirma:
“[Nuestra alma terrenal que] tenía solo una pequeña chispa del amor divino en ella, en el Cielo será,
por así decirlo, una llama brillante y ardiente, como el sol en su máximo brillo, cuando no tiene
ninguna sombra en el”.
Hasta ahora, todo bien. Una enorme cantidad de gozo. Pero eso no resuelve el problema de la
complacencia. ¿No es todavía posible que el gozo se apague?
2. Tendrás una capacidad creciente para gozarte.
En el Cielo, tu capacidad para gozarte nunca dejará de crecer.
Nunca. Según Edwards, serás “cautivado con alegrías que están siempre en aumento, y sin embargo,
siempre lleno”.
Sam Storms sostiene que su capacidad para el amor, el conocimiento, el entendimiento, y sí, el gozo
son “crecientemente expansivos, progresivos e incrementales” (“Incremento Eterno del Gozo”). Nunca
se termina. Las implicaciones son asombrosas.
En primer lugar, descarta cualquier idea del Cielo convirtiéndose en algo aburrido, estático o
demasiado familiar. ¿Cómo puede ser? Si tu capacidad para disfrutar de Dios y de sus dones siempre
están en expansión, tu percepción del Cielo siempre será más completa, más profunda, más
enriquecedora. Nunca volverás a ver la misma realidad dos veces sin alguna forma nueva en la que
disfrutes de ella. Vas a mirar cada día a través de un nuevo lente, donde puedes ver con mayor claridad,
comprender más plenamente, y sentir más profundamente el verdadero gozo, y siempre creciente,
siempre lleno gozo por toda la eternidad.
¿Cómo, podrías preguntar, es esto posible? ¿No se le acabarán las cosas por las cuales podemos tener
gozo después de diez millones años? Una vez más, Edwards diría: “¡No!”. ¿Por qué no?
3. Adoras a un Dios infinito.
Debido a que Dios es infinito, puede ser infinitamente disfrutado. A Jesucristo no le preocupa que se le
agoten maneras de hacer que tú lo disfrutes con tu capacidad creciente para hacerlo. Su carácter es
infinitamente profundo, insondable e inagotable. Imagina la dimension de todo el universo: trillones
de estrellas brillantes, más brillantes que el sol; magníficas constelaciones; billones de galaxias que
giran, todos magníficos y vastos, coloridos y misteriosos. Sin embargo, son finitos. Por más brillantes
que sean, quedan cortos en comparación con la anchura, la longitud, la altura y la profundidad del
amor de Cristo. Su amor, gracia, bondad, sabiduría, poder y misericordia se destacan como
interminable, universos infinitos en los que todos sus afectos se deleitan.
Si Dios es más glorificado en ti cuando estás más satisfecho en Él, el siempre creciente goce de Dios por
toda la eternidad se convertirá simultáneamente en la creciente glorificación de sí mismo. ¡Esto es
genial!
Ahora, cuando cantas, “Cuando hemos estado allí diez mil años,” no debes temer o dudar. Tú no vas a
ser la misma persona que una vez eras. Después de diez mil años mirarás hacia atrás y dirás “¡Qué poco
sabía de Él en aquel entonces. Cuánto he crecido en mi amor por Él. Sin embargo, ¡cuánto más aún
todavía tengo que aprender de Su carácter!”. ¡Más arriba y más hacia dentro crecerás!
C. S. Lewis una vez definió el gozo en esta vida como “un deseo insatisfecho, más deseable que
qualquier satisfacción”. Creo que tuvo razón. Dios no quiere que tu esperanza esté en esta vida, sino en
la vida venidera. Él quiere que anheles su bienvenida a casa, cuando te reúnas con Él cara a
cara. Cuando hagas esto, tendrás acceso a un gozo “más deseable que cualquier satisfacción” aquí y
ahora. Ora, entonces, por una capacidad creciente de conocer y disfrutar de Él tanto como anhelas la
eternidad.
PROFESANDO SER SABIOS: LA LOCURA DE BAFOMET Y EL
TEMPLO SATÁNICO
El Templo Satánico de Detroit fue noticia recientemente con sudevelación de una estatua de
Bafomet , un ídolo de cabra con cabeza de los Caballeros del Templarios fueron acusados de adorar. A
pesar de que se refieren a sí mismos como un templo satánico, los miembros del templo no creen en un
Satanás real sobrenatural. Más bien, como afirma su sitio web, ellos creen que "Satanás es un símbolo
del Eterno Rebelde en contra de la autoridad arbitraria, siempre defendiendo la soberanía personal,
incluso ante las probabilidades insuperables."
Sus materiales promocionales anuncian la inauguración como "una noche de caos, ruido y libertinaje
…, una celebración hedonista introduciendo el polémico monumento de Bafomet acompañado de
representaciones e instalaciones provocativas.” La presentación es parte de un esfuerzo importante de
que la estatua aparezca en la capital del estado, ya sea en Arkansas u Oklahoma junto a un monumento
de los Diez Mandamientos.
¿Por qué quieren mostrar este estatua? Como ellos notan, la estatua es controversial, y que es la razón
por la que quieren dar a conocer la misma. Ellos saben que es ofensivo para los creyentes religiosos
tradicionales, especialmente los cristianos. Su deseo es ofender a los cristianos y animarlos a mantener
sus creencias religiosas fuera de la plaza pública. Si los cristianos se niegan, entonces el Templo
Satánico trabajará para conseguir su propio material ofensivo en el mismo nivel que las creencias
cristianas, como lo demuestra su distribución de libros satánicos infantiles para colorear en
las escuelas públicas de la Florida el año pasado.
Entonces, ¿qué es lo que el Templo Satánico quiere promover? Ellos quieren “participar en los asuntos
públicos en los que los problemas podrían beneficiarse, ideas satánicas racionales… y fomentar el
pensamiento crítico.” En otras palabras, a diferencia de aquellas personas tontas en las religiones
tradicionales (es decir, sobrenatural), los miembros del Templo Satánico son inteligentes, críticos y
racionales. Como he señalado antes , tanto a los ateos como a los del Templo Satánico les encanta
pregonar sus intelectos supuestamente superiores. Sin embargo, con sus increíbles habilidades de
pensamiento crítico ellos no ven la ironía de sus acciones.
Quieren mostrar la estatua con el fin de promover el caos, que es lo contrario de la promoción del
pensamiento racional. También quieren mostrar la estatua con el fin de ofender a otras personas. Es el
equivalente de un niño de diez años hurgando en repetidas ocasiones a su hermana con el único
propósito de molestarla y lograr que se altere. Y todos sabemos que los niños de diez años que
molestan a sus hermanas son famosos por sus "ideas racionales …" y "pensamiento crítico".
En realidad, el Templo Satánico ofrece la imagen perfecta de los que niegan a Dios: “Profesando ser
sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de
hombre y las aves y los animales mortales y de reptiles.” (Rom 1:22-23). Estos individuos
supuestamente iluminados creen que es mejor celebrar una figura grotesca y hacer enfadar a otras
personas de lo que es servir a un Creador amoroso, benevolente, omnisciente y dar su vida por el bien
de los demás. ¿Por Qué? No porque coincide con el pensamiento racional, sino porque coincide con sus
deseos pecaminosos. Ellos no quieren reconocer el verdadero soberano porque están defendiendo “la
soberanía personal.” Servir al verdadero Dios exigiría arrepentimiento. Esto significaría que ya no
viven para sí, sino viven para Dios y los demás. Y ellos prefieren actuar como tontos que lanzar su
pretensión de ser sus propios dioses. El arrepentimiento es su verdadero problema con el cristianismo
– no la razón.
ESTIMADO PARTIDARIO DE PLANNED PARENTHOOD, ¡TÚ ERES
EL DENTISTA!
Por Jordan Standridge
En 2 Samuel 11 , parecía que todo el mundo iba a enviar a alguien en alguna parte. David envía a
alguien (2 Sam 11: 3 , 6 ); Joab envió a Urías (2 Samuel 11: 6 ) y más tarde un mensajero (2 Sam 11:18 );
incluso Betsabé envía personas (2 Sam 11: 5 ). Pero a lo largo de toda este enviar en el capítulo 11, hay
alguien que inquietantemente falta: Dios. No quedamos preguntando, “¿Se involucrará Dios y enviará
a alguien por Su parte?”
En el capítulo 12, se obtiene una respuesta. Dios se hace cargo de este desorden de situación. Él da
David tiempo suficiente para sentir el peso de su pecado, y luego envía Su profeta Natán para
confrontar a David (2 Samuel 12: 1 ). Lo hace al contar una historia de un hombre rico que toma la
corderita de un hombre pobre, y lo cocina por su amigo que le visita. Y aunque todo el mundo estaría
de acuerdo en que era un acto absolutamente malo, la reacción de David está por encima, él grita “Vive
el Señor, que ciertamente el hombre que hizo esto merece morir” ( 2 Samuel 12:5 ).
David reconoció que era algo malo que un hombre con abundantes manadas matar a la única
compañía que tenía un hombre pobre para poder disfrutar de una comida. El problema, sin embargo,
es que David no tenía porque reclamar a nadie por su pecado por el momento, ya que él mismo había
asesinado a muchas personas inocentes! Él cometió adulterio ( 2 Samuel 11:4 ), embarazó a la mujer de
Urías (2 Samuel 11: 5 ), tomó a Betsabé como suya (2 Sam 11:27 ), y luego mató a Urías y a otros
soldados (2 Sam 11:17 ) solo para encubrir su mal. Después de matar a un ser humano, David sin
embargo se muestraindignado que el hombre rico matara a un cordero.
En el versículo siguiente, Nathan pronuncia dos palabras que se hundirían en el corazón de David para
siempre: "Attah Ha-ish!" "Tú eres aquel hombre"!
Y si eso no suena extrañamente similar a los acontecimientos de la semana pasada, no sé que suene.
Cecil el León fue asesinado por un dentista (al parecer es importante seguir repitiendo su
profesión; supongo que los dentistas son malos). Cecil, una celebridad en su país, fue amado hasta el
punto de que los científicos estaban siguiendo todos sus movimientos. Se podría decir que Cecil fue
amado tanto como fue amado el cordero en la historia de Nathan por su propietario. Y todos debemos
estar de acuerdo en que matar a un león, sin ninguna razón aparente que acariciar el ego, no es el plan
de Dios. Pero el momento de la indignación por esto demuestra la hipocresía absoluta de nuestra
sociedad. Cuando millones de estadounidenses están pidiendo la extradición del dentista, su
encarcelamiento, e incluso su asesinato (!), Uno no puede dejar de señalar que el escándalo de
[Planned Parenthood] Planificación de la Familia y gritar: "¡Hipócritas!"
Las protestas #CecilTheLion ganan fuerza en números fuera de la oficina dental Walt
Palmer. pic.twitter.com/yHn5JeumDE — Paul Blume (@PaulBlume_FOX9) July 29, 2015
Una vistazo amplio de la potesta #CecilTheLion fuera de la oficina del Dr Walt Palmer Clamando,
“ex-tra-ditenlo, ex-tra-ditendlo” pic.twitter.com/FJm2WrtzfD— Paul Blume
(@PaulBlume_FOX9)July 29, 2015
Estos dos tuits estuvieron a sólo 8 minutos de diferenciapic.twitter.com/l6uecxAQqj — Andy
Naselli (@AndyNaselli) July 30, 2015
Creo que es hora de gritar como Nathan.
“Estados Unidos, ¡tu eres aquel hombre!” “¡Este dentista no es como tu!”
La hipocresía se ha manifestado completamente cuando la gente se sienta y ve a Planned Parenthood
abusando de las mujeres, desmembrando bebés, vendiendo las extremidades por dinero en efectivo, y
no sintiendo ninguna emoción, pero quedan impactados por la muerte de un león. La ironía que la
gente está de luto por la muerte de Cecil el León, y al mismo tiempo ignorando o felizmente apoyando
el asesinato sin piedad de los seres humanos llevada a cabo por Cecile Richards
y sus secuaces en Planned Parenthood, es simplemente demasiado. Algunos dirían que los nombres
similares son una "coincidencia", yo digo que Dios está mostrando nuestra depravación, ante nuestros
ojos, lo que sería innegable si nuestras mentes no estan oscurecidas en la comprensión (Efesios
4:18; Romanos 1:28). La industria del aborto ha cauterizada tanto nuestra conciencia colectiva que
enloquecemos por el maltrato de un gato grande, pero no se inmuta en la masacre despiadada de
millones de seres humanos indefensos. Anualmente. Planned Parenthood (Planificación de la Familia),
y todos los que lo apoyan, han demostrado que han perdido cualquier contacto con la realidad.
El hecho del asunto es que la gente de todo el mundo necesita arrepentirse y entregar su vida a Jesús. Y
mi oración es que esta clara e innegable hipocresía pinche las conciencias de muchos – de manera que
entren en razón, se arrepientan de su maldad, y se vuelvan a Jesús en fe para el perdón y justicia.
Debido al Evangelio de Cristo, todavía hay esperanza en la estela de PLanned Parenthood.
En 2 Samuel 12, la gravedad del pecado y la hipocresía de David le traspasó el corazón. Pero no había
esperanza. Se fue a casa y escribió el Salmo 51, una hermosa canción de confesión, arrepentimiento, y
ruego a Dios por el perdón y restauración. Y Dios contestó la oración de David. Ore conmigo para que
muchos lean el Salmo 51 y encuentren el mismo perdón y restauración que David encontró, a través de
Jesús solamente.
MANTENIÉNDOSE EN LA SANA DOCTRINA
Por John MacArthur
Uno de los esquemas más sutiles del diablo es llevar a los creyentes lejos de la sana doctrina. Él sabe
que su mejor oportunidad de inmovilizar un testimonio cristiano eficaz es a través de la distracción con
doctrinas no bíblicas, cuestionables, irracionales, y cambiantes.
Incluso si no nos vemos afectados por cualquier infiltración particular de falsa doctrina, nuestro
caminar cristiano puede verse obstaculizado en gran medida por la pereza, la falta de vigilancia, y la
simple ignorancia sobre las bases doctrinales. La mala doctrina o una escasa comprensión de la sana
doctrina nos hace vulnerables a todo tipo de malas prácticas, incluyendo un nivel débil o inexistente de
integridad.
El autor de Hebreos nos recuerda que nuestra ancla una y otra vez nos impulsa a lo largo del camino
correcto: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos. 9 No os dejéis llevar por doctrinas diversas
y extrañas” (Hebreos 13: 8-9).
La falsa doctrina en diversas formas ha plagado a la iglesia desde los primeros días. Los falsos maestros
debilitaron la iglesia primitiva, sobre todo los judaizantes legalistas en Galacia que distorsionaban el
Evangelio. Durante los últimos 200 años el liberalismo teológico (una forma elegante de decir
incredulidad) y el escepticismo ha socavado la iglesia y ha causado que muchas personas abandonen
las doctrinas esenciales como la deidad de Cristo, la inspiración y la autoridad de la Biblia, y la
salvación por la fe solamente a través la gracia solamente.
Y hoy en día la iglesia evangélica profesante está debilitada por muchas influencias incluyendo el
subjetivismo, el pragmatismo, la psicoterapia, un falso sentido de la tolerancia, una comprensión
descuidada del Evangelio y el ecumenismo que quiere diluir y el énfasis en la doctrina.
Lo que ha cambiado es que la guerra ya no es convencional. Mientras que los liberales de la vieja
escuela del pasado se comprometieron a la negación pura y simple de las doctrinas que apreciamos, los
posmodernistas ahora se involucran en ataques sigilosos donde las doctrinas son raramente
rechazadas pero constantemente redefinidas. La pureza doctrinal nos da un sistema de alerta temprana
precisa de los ataques desde el interior del campamento.
Pero ¿cómo puede el hombre común desarrollar una sólida comprensión de cada nueva falsa doctrina
que irrumpe regularmente? Estar debidamente equipado es en realidad mucho más simple de lo
primero puede aparecer. La principal estrategia del enemigo se ha mantenido sin cambios desde que
apareció en el jardín cuestionando a Dios y Su Palabra: “con que Dios os ha dicho. . . . . ?” (Génesis 3:
1). Cada herejía condenable a lo largo de la historia de la iglesia ha atacado ya sea el carácter de Dios,
su Palabra, o Su evangelio. Si nos mantenemos firmes en esas doctrinas esenciales podremos resistir
los ataques e incluso adoptar un pie a la ofensiva en las batallas doctrinales por delante.
Durante su ministerio apostólico, la invasión de la falsa doctrina en la vida de los cristianos en las
iglesias era el mayor temor de Pablo. Él sabía que la impureza doctrinal era la fuente subyacente de
todo tipo de comportamiento impío. Lo típico de los temores de Pablo era su profunda preocupación
por el bienestar espiritual de los corintios: “Pero temo que, así como la serpiente con su astucia engañó
a Eva, vuestras mentes sean desviadas de la sencillez y pureza de la devoción a Cristo.” (2 Corintios
11:3).
Pablo también ejerció en gran medida por la situación precaria de los creyentes de Galacia:
Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para
seguir un evangelio diferente; que en realidad no es otro evangelio, sólo que hay algunos que os
perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. (Gálatas 1:6-7)
Se dio cuenta de que los falsos maestros pueden ser sinceros, convincentes creíbles, e incluso amables y
simpáticos. Pero Pablo también estaba convencido de que las mediciones superficiales y subjetivas no
son cómo hemos de juzgar la doctrina. La norma suprema es siempre la Palabra de Dios: “Pero si aun
nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara otro evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea
anatema” (Gálatas 1: 8).
La pureza de la doctrina es la base fundamental sobre la que todo lo demás en la vida cristiana se
apoya. Si queremos ser personas que practican la santidad personal y manifestar verdadera integridad,
nuestra doctrina debe ser sólida y firme.
¿ES PELIGROSA LA HOMOSEXUALIDAD PARA LA SOCIEDAD?
Por Matt Slick
¿Es peligrosa la homosexualidad para la sociedad? La respuesta depende de lo que constituye un
peligro. En primer lugar, no existe una norma moral objetiva que los secularistas tienen con la que
identificar la perversidad, la maldad y la decadencia moral. A lo mucho, todo lo que se puede ofrecer es
la afirmación genérica de que lo que es peligroso es lo que causa daño indebido y el sufrimiento entre la
población general. Tales peligros podrían incluir un colapso económico o agitación, guerra, hambre,
peste, terremotos, enfermedades, etc. Podríamos añadir que los peligros para la sociedad son las cosas
que la debilitan, haciéndola menos viable para el cuidado de su población, que sea vulnerable al ataque
de fuera y / o dentro. Esto podría ser cualquier cosa desde una religión mala hasta un mal gobierno.
Además, las cosas tales como mentir desenfrenadamente, el robo y el asesinato socavarían gravemente
una sociedad sana y sería peligroso para ella ya que aumentan el daño y el sufrimiento de la sociedad
en su conjunto.
Bien, ahora que tenemos algo con qué trabajar, vamos a echar un vistazo a la homosexualidad y ver si
es beneficioso o perjudicial para la sociedad. Vamos a empezar con la enfermedad y ver lo que las
estadísticas nos enseñan.
Enfermedad
El 2% de la población de Estados Unidos es gay, sin embargo, representa el 61% de la infección por el
VIH: "Los hombres que tienen sexo con hombres [HSH] siguen siendo el grupo más afectado por las
nuevas infecciones por el VIH. Mientras que el CDC estima que los HSH representan sólo el 2 por
ciento de la población de Estados Unidos, ello representaron la mayoría (el 61 por ciento; 29,300) de
todas las nuevas infecciones por el VIH en 2009. HSH jóvenes (entre 13 y 29) fueron más gravemente
afectados, lo que representa más de una cuarta parte de todas las nuevas infecciones por VIH a nivel
nacional (27 por ciento.; 12.900 en 2009). (Centro para el Control de
Enfermedades,cdc.gov/nchhstp/newsroom/HIVIncidencePressRelease.html)
"Un estudio reciente de CDC encontró que en 2008 uno de cada cinco (19%) HSH en 21 de las
principales ciudades de Estados Unidos estaban infectados con el VIH, y casi la mitad (44%) eran
conscientes de su infección." (http://www.cdc.gov/hiv/topics/msm/index.htm).
25% de los infectados por el VIH en el Reino Unido no son conscientes de su infección: "De los
aproximadamente 86.500 personas que viven con el VIH en el Reino Unido, el 25 por ciento no son
conscientes de que están infectadas, dijo la Agencia de Protección de la Salud recientemente." (The
Body, thebody.com/content/art59714.html)
Claramente, las estadísticas de enfermedades relacionadas con un estilo de vida homosexual prueban
que ese estilo de vida es perjudicial no sólo para ellos sino también para los demás, especialmente
cuando se tiene en cuenta que tanto en los EE.UU. y el Reino Unido un gran porcentaje de personas
infectadas por el VIH no saben que están infectadas. Este es un peligro para la sociedad, ya que es
compatible con la propagación de la enfermedad a gran escala.
Impacto Financiero
$ 12.1 mil millones del costo anual en los Estados Unidos: "el tratamiento futuro de las 40.000
personas infectadas con el VIH en los Estados Unidos cada año costará $ 12.1 mil millones al año, lo
demostró un nuevo estudio.” (msnbc.msn.com/id/15528984/ns/health-aids/t/new-us-hiv-cases-cost-
billion-year/)
$ 1.5 billones costó para 2001 en Canadá: "junio de 2001, Halifax, Nueva Scotia—El VIH / SIDA costó a
los canadienses más de $ 2 billones en 1999 en costos directos e indirectos. Los costos de salud
representaron aproximadamente $ 560 millones; la prevención, la investigación y el apoyo a las
víctimas del SIDA cerca de $ 40 millones, y la producción económica perdida por muerte prematura y
discapacidad de casi $ 1.5 mil millones ". (gpiatlantic.org/releases/pr_cost_aids.htm)
La carga financiera de la sociedad, debido a los gastos médicos de VIH es enorme. Cuanto mayor es el
impacto, más daño hace a la estabilidad financiera de la sociedad.
Salud Mental
¿Cómo es la salud mental de los homosexuales y las lesbianas?¿Tiene la misma curva de campana
como el resto de la sociedad? No, no lo tiene. Eche un vistazo a estas estadísticas y tenga en cuenta que
los problemas de salud mental no se deben a la presión social y el rechazo de la mayoría de la sociedad
que considera la homosexualidad como aberrante.
“… Los homosexuales son un 50% más propensos a sufrir de depresión y participar en el abuso de
sustancias que el resto de la población, informa Health24.com… El riesgo de suicidio aumentó más del
200% si un individuo había participado en un estilo de vida homosexual… la vida de un homosexual es
en promedio de 24 años más corta que la de un heterosexual… Mientras que el artículo 24 de la Salud
sugiere que los homosexuales pueden ser impulsados al abuso de sustancias y el suicidio debido a las
presiones culturales y familiares anti-homosexuales, las pruebas empíricas han demostrado que no hay
diferencia en el riesgo de salud homosexual dependiendo del nivel de tolerancia en un entorno
particular. Los homosexuales en los Estados Unidos y Dinamarca -. el último de los cuales se reconoce
como altamente tolerante de la homosexualidad – ambos mueren en promedio en sus principios de los
años 50, o en sus 40 si el SIDA es la causa de la muerte. La edad promedio para todos los residentes en
ambos países va desde los mediados y superior a los años 70 ".
(onenewsnow.com/Culture/Default.aspx?id=255614)
73% de los psiquiatras de la Asociación Americana de Psiquiatría que respondieron a una encuesta
realizada por Harold I. Lief dijo que pensaban que los hombres homosexuales son menos felices que
otros. 70% por ciento dijeron que creían que los problemas de los homosexuales se debieron más a los
conflictos personales que a la estigmatización social. El estudio de Harold I. Lief, Encuesta Sexual
Número 4: Actual Pensamiento sobre la Homosexualidad, Aspectos Médicos de la Sexualidad Humana
2 (1977), pp.110-111 (Citado en Growing Up Straight por George A. Reker).
"(exodusglobalalliance.org/ishomosexualityhealthyp60.php)
Abuso Sexual
Un Elevado Abuso Sexual con Padres Homosexuales: "Un porcentaje desproporcionado – 29 por
ciento – de los hijos adultos de padres homosexuales habían sido sometidos específicamente a abuso
sexual por ese padre homosexual, en comparación con sólo el 0,6 por ciento de los hijos adultos de
padres heterosexuales habiendo reportado relaciones sexuales con sus padres. . . . . . .Tener un padre
(s) homosexual parece aumentar el riesgo de incesto con su padre por un factor de aproximadamente
50 "(P. Cameron y K. Cameron," Homosexual Parents," Adolescence 31 (1996): 772
(Exodusglobalalliance. org / ishomosexualityhealthyp60.php).
Ciertamente, nadie quiere que los niños sean abusados por adultos. (Por desgracia, la pedofilia está
siendo impulsada como otra ‘orientación sexual’
ver http://www.greeleygazette.com/press/?p=11517). La sociedad necesita proteger a sus hijos
– no someterlos a presiones sexuales y abuso sexual. Sin embargo, el estilo de vida homosexual
presenta claramente una mayor amenaza para nuestros hijos.
La Promiscuidad Sexual
La promiscuidad sexual ayuda a apoyar la difusión de la enfermedad. ¿Cuáles son las estadísticas de la
promiscuidad de la comunidad homosexual? ¡Sorprendentemente malas!
28% de los hombres homosexuales tenían más de 1.000 compañeros: “Bell y Weinberg reportaron
evidencia de la compulsión sexual generalizada entre los hombres homosexuales. El 83% de los
hombres homosexuales encuestados estima que habían tenido relaciones sexuales con 50 o más
compañeros en su vida, el 43% estima que había tenido relaciones sexuales con 500 o más parejas;
28% con 1.000 o más socios Bell y Weinberg p 308. ".
(exodusglobalalliance.org/ishomosexualityhealthyp60.php)
Baja tasa de fidelidad sexual entre los homosexuales." Hay una muy baja tasa de fidelidad sexual entre
hombres homosexuales en comparación con los heterosexuales casados. Entre las mujeres casadas el
85% reportó fidelidad sexual. Entre los hombres casados, 75.5% reportó fidelidad sexual. Entre los
hombres homosexuales en su relación actual, 4.5% reportó fidelidad sexual (Fuentes: Laumann, The
Social Organization of Sexuality, 216; McWhirter and Mattison, The Male Couple: How Relationships
Develop (1984): 252-253; Wiederman, "Extramarital Sex," 170. This is extracted
from http://www.frc.org/get.cfm?i=IS04C02)
¿Alguien piensa que tal promiscuidad alucinante es saludable para cualquier sociedad, especialmente
cuando la comunidad homosexual es particularmente sujeta a la infección por el VIH? Los
homosexuales son miembros de la sociedad, y su comportamiento, que es una manifestación de su
"orientación", es extremadamente peligrosa.
La muerte de una sociedad
Si no producimos hijos, nuestra sociedad va a morir. No habrá suficientes personas para apoyar la
infraestructura, las necesidades médicas, el desarrollo económico, etc. Es un hecho. Así, el sentido
común nos dice que la homosexualidad es un peligro para la sociedad, ya que no puede producir hijos
para fomentar la sociedad.
Abriendo la puerta a lo ancho
La homosexualidad es una conducta que se basa, como muchos afirman, en una orientación. ¿Qué pasa
con otras orientaciones sexuales como la pedofilia, el voyeurismo, la necrofilia, la zoofilia, la poligamia,
el incesto, el exhibicionismo, fetiches, tocamientos, el masoquismo, el sadismo, etc.? Los argumentos a
favor y en contra de estos otras "orientaciones" son muchos, y no voy a entrar en ellos aquí. Pero,
¿quién puede decir que los que caen en estas categorías sexuales no utilizarán el argumento de la
orientación de la agenda homosexual como base para promover sus propias causas? Si usted piensa
que esto es una idea ridícula, entonces usted no es consciente del hecho de que los pedófilos están
haciendo precisamente eso. Vea el artículo, “ Los pedófilos quieren los mismos derechos que
los homosexuales ". Los musulmanes practican la poligamia, y ellos están aumentando en Estados
Unidos. Los mormones lo han practicado en el pasado, y quien va a decir que no tendrán otra
revelación declarando que es permisible otra vez y una vez que el movimiento homosexual y su
redefinición del matrimonio esté arraigada en la sociedad? El incesto seguramente le seguirá (Véase el
artículo, " Rick Santorum tenía razón acerca de incesto y de la pendiente resbaladiza "). La
pendiente resbaladiza es exactamente el problema. Nada sucede en una sociedad por sí misma puesto
que sus cuerdas sociales entrelazadas tienen efectos colaterales.
Conclusión
Por lo tanto, ¿es peligros la homosexualidad para la sociedad? Los hechos demuestran que lo es.
Tenemos que preguntarnos, ¿por qué entonces sería promovido tan fuertemente cuando es tan
dañino?. La única respuesta que se me ocurre (aparte de una bíblica) es que lo políticamente correcto
no se interesa por los hechos. En su lugar, quieren que su agenda sea promovida. Quieren su libertad
sexual sin responsabilidad. Ellos, como muchos tiranos de la historia, quieren forzar su opinión de la
minoría sobre la mayoría para satisfacer sus propios apetitos.
EL AUTOEXAMEN CONTRARRESTA EL COMPROMISO
Por John Fast
Con este post vamos a concluir nuestra serie sobre la necesidad deauto-examen.Sisiempre fue
necesario el autoexamen sobre nuestra fe, es necesario hoy en día.Vivimos en una época de peligro
espiritual única. La inmensa mayoría de la iglesia profesante se compone de personas no convertidas
que están tan familiarizados con el nuevo nacimiento como Nicodemo y no saben nada de un corazón
transformado.
Los pastores convertidos e incompetentes están llevando multitudes en un mal camino (2 Tm 3,13). El
ansia de éxito y notoriedad ha producido innumerables Demas ‘. En todas partes la gente están
apartando sus oídos de la verdad y convirtiéndose a las fábulas (2 Tm 4, 4). Si usted duda de esto basta
con considerar los temas de libros "cristianas"más vendidos. Aparentemente millones piensan
realmente Jesús está llamando, y que algunas personas realmente han muerto, ido al cielo, y regresado
a contarnos todo sobre ello, y que en realidad son cinco lenguajes del amor.
Compromiso con el mundo se ha vuelto tan común que la mayoría ni siquiera saben lo que no
comprometerse. Ellos han estado sirviendo a dos amos durante tanto tiempo que ya no pueden
distinguirlos. Las doctrinas de Dios se han tan corrompido tanto con los preceptos de los hombres que
la mayoría no puede decir dónde uno se detiene y donde empieza el otro. La enseñanza falsa y errónea
es ahora la columna vertebral del mercado del libro cristiano. Las prácticas no bíblicas que no tienen
fundamento en la Escritura o precedente en la historia de la iglesia se han vuelto tan arraigadas y
generan tantos ingresos que abandonarlas sería suicidio fiscal y numérico.
Como el profeta Oseas dijo de Israel: “No les permiten sus obras volver a su Dios, porque hay un
espíritu de prostitución dentro de ellos,y no conocen al Señor.” (Oseas 5: 4). Cualquier pastor que
cuestiona estas prácticas es más que probable que se encuentre a sí mismo sin un ministerio y muy
solo. Jonathan Edwards descubrió esto cuando cuestionó la práctica arraigada conocida como El Pacto
de Halfway – una práctica iniciada décadas antes por su abuelo Solomon Stoddard. Durante esta
controversia Edwards escribió en su diario,
“Un ministro por su oficio debe ser guía e instructor de su pueblo. Para ello ha de estudiar y escudriñar
las Escrituras y enseñar a la gente, no las opiniones de los hombres – de otros teólogos o de sus
antepasados - sino la mente de Cristo. A medida que se disponga a iluminarlos, asi una parte de su
deber será rectificar sus errores, y, si los ve fuera del camino de la verdad o el deber, ser una voz detrás
de ellos, diciendo: ‘Este es el camino, andad por él.’ Por lo tanto, si lo que el ofrece presentarles como la
mente de Cristo es diferente de sus aprehensiones anteriores, a menos que sea en algún momento
establecido en la iglesia de Dios como algo fundamental, sin duda, estarán obligados a escucharlo..Si
no, existe un fin al mismo tiempo a todo el uso y beneficio de los maestros en la iglesia al respecto –
mientras los medios para aumentar su luz y conocimiento, y afirmarla de los errores y equivocaciones.
Esto sería, en efecto, para establecer, no la palabra de Cristo, sino la opinión de la última generación en
cada pueblo e iglesia, como una regla inmutable a todas las futuras generaciones hasta el fin del
mundo.”
Nunca ha sido la iglesia protestante tan inundada con los preceptos del hombre y tan negligente de la
mente de Cristo (Mc 7, 8).Nunca ha habido tantos lugares de amplia difusión de falsedad y doctrinas
de demonios. Nunca antes ha estado tan fácilmente disponible la luz, pero aún rechazada tan a fondo.
En ninguna parte tenemos una ilustración más clara de las consecuencias de ignorar la advertencia de
Hebreos 2:1. Nunca en la historia de Estados Unidos ha habido un momento más difícil de ser pastor,
llamar a la gente de regreso de donde han salido, ser una voz diciendo: ‘Este es el camino, andad por
él.’
Esto nos lleva a la quinta y última razón de porque el autoexamen es tan
desesperadamente necesario hoy en día, y esta es para asegurarse de que estamos
trayendo verdaderamentegloria a Dios en todo lo que hacemos. Es el hábito del hombre
caído a exaltar y glorificar a sí mismo, no a Dios. Aunque como redimidos por Cristo, cualquier persona
que tenga un verdadero amor a Dios, buscando obediencia, con agrado contará con la ayuda sobre esta
cuestión. Hay dos medios principales por los cuales llegamos a un conocimiento de cómo traer gloria a
Dios: un conocimiento de las Escrituras, y el conocimiento de nosotros mismos.
GLORIFICANDO A DIOS A TRAVES DEL CONOCIMIENTO DE LAS ESCRITURAS
Si vamos a glorificar a Dios en todo lo que hacemos, primero debemos saber qué es lo que glorifica a
Dios. Se nos debe decir desde el cielo cómo glorificar al Dios del cielo. Dios nos ha dado una regla
verdadera y perfecta. Su palabra está llena de "debes" y "tienes".
Tenemos una revelación plena y abundante de la mente de Dios. Pero para qué es toda esto revelación
de la mente de Dios, si la descuidamos por nuestros propios inventos e ingenio, o no tomamos el
cuidado de estar plenamente familiarizados con ella? ¿Que bien será multiplicar sacrificios, o
programas, o ministerios, si no somos capaces de saber lo que glorifica a Dios? En cuanto a todo esto,
Dios no dice: “¿quién demanda esto de vosotros, de que pisoteéis mis atrios?” (Isa 1:12), y: “En vano
me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres” (Mt 15: 9)?
Con el fin de que las instrucciones hagan algún bien a alguien primero deben ser entendidas. Lo mismo
puede decirse de las Escrituras. Si la Escritura se ha de entender debe existir una forma que sea
comprensible. Las personas que reciben nada, no entienden nada, y por lo tanto no hacen nada. La
gente no aman lo que ellos no conocen.Todo lo que entra en el corazón debe primero pasar por la
puerta de la mente.
La verdad primero debe entenderse antes de que pueda ser aplicada. Un cristiano se ve beneficiado por
no más de la Escritura que lo que entiende, y sólo lo que entiende es útil (2 Tm 3,16).Puesto que nos
dice que toda la Escritura es útil, todo debe ser comprensible. Por lo tanto, la responsabilidad
fundamental de todo cristiano es hacer su tarea el entender toda la Escritura. Sólo la Escritura es "una
lámpara para nuestros pasos y luz en nuestro camino" (Salmo 119: 105).
Teniendo en cuenta esta obligación, ¿no será mucho mas culpable la mayor parte de los cristianos
profesantes de tomar no más dolores o cuidado para familiarizarse con las cosas divinas? ¿No es la
ignorancia bíblica y la deriva teológica la consecuencia de descuidar una salvación tan grande (Hb 2:
3)?¿Cómo puede alguien profesar glorificar a Dios, o incluso tener un deseo de glorificar a Dios cuando
permanece voluntariamente ignorante de lo que glorifica a Dios?
¿Por qué un pastor pasaría la mayor parte de su tiempo esforzándose tras el conocimiento a menos que
sea para que otros puedan adquirir conocimientos por él? Enseñar esto no resulta en un aprendizaje
inútil y una pérdida de tiempo, tanto para el maestro como para el alumno.
Por lo tanto, la predicación que simplemente juega con las emociones, o sólo le dice a la gente lo que ya
sabe o lo que quieren oír, y no transmite la verdad bíblica y la doctrina a la mente, es inútil y de ningún
beneficio a los que escuchan (Jer 23:32 ). La teología es la única rama del conocimiento que concierne
a todas las personas de todas las épocas y todos los niveles de educación y posición social. Esto no se
puede decir de ningún otro campo ya se la ciencia, las artes, la filosofía o la literatura..Ninguna otra
área del conocimiento se refiere al estado de nuestra alma o la forma en que vivimos día a día.
Nuestra falta de conocimiento en cualquier otra área no afecta en gran medida nuestra vida temporal o
vida espiritual, pero no hay doctrina de la Escritura que no tenga de un modo a otro una preocupación
por el interés eterno de cada persona. Un pastor puede ser deficiente en muchas áreas, pero si él es
deficiente en su comprensión de la Escritura será de poca utilidad eterna a su rebaño..Si
verdaderamente deseamos glorificar a Dios en todo lo que hacemos debemos tomar grandes esfuerzos
para estar bien informado de lo que Dios requiere y lo que no.
GLORIFCANDO A DIOS A TRAVES DEL CONOCIMIENTO DE NOSOTROS MISMOS
El segundo medio es el conocimiento de nosotros mismos en relación a la palabra de Dios. No debemos
ser como aquellos que se comparan con ellos mismos y así engañan a sí mismos (2 Corintios 10:12).
No sólo es esto mortal a nivel individual, sino también a nivel corporativo. Durante décadas, la iglesia
ha estado comparándose consigo mismo y modelandose a sí misma tras si misma que se ha desviado
de la norma establecida por Dios. Debemos examinar nuestro corazón y caminos para ver si se ajustan
o se apartan de las normas de la Escritura. Esto requiere el máximo esfuerzo y honestidad – la
honestidad con nosotros mismos y con la Escritura. Nada es más común para la gente que conformar
las Escrituras a su vida en lugar de su vida a la Escritura, y conformar la Escritura a sus creencias en
lugar de sus creencias a la Escritura.
Uno podría pensar que estaríamos más familiarizados con nosotros mismos que cualquier otra cosa,
porque siempre estamos con nosotros mismos y tenemos un conocimiento inmediato de todos
nuestros pensamientos y acciones. Pero en realidad no hay nada más difícil que tener un verdadero
conocimiento de nosotros mismos, porque nuestros corazones están desesperadamente enfermos y son
perversamente engañosos. Entonces, ¿cómo podemos conocernos a nosotros mismos?
En primer lugar, unirse a la auto-reflexión con la lectura y el oir de la Palabra de Dios, la comparación
de sí mismo y sus propios caminos con lo que lee o escucha. Como Pablo escribió a Timoteo, toda la
Escritura es útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia (2 Tm 3,16). La
palabra de Dios es capaz de juzgar los pensamientos y las intenciones del corazón (Hb 04:12).
Estrictamente examinarse a la luz de la norma de la Escritura. Lamentablemente, la mayoría de la
gente piensa en los demás, cómo alguien que conocen vive en una manera contraria a lo que se predica.
Nunca se les ocurre que lo que se predica se aplica a ellos, que son el hombre.
En segundo lugar, considere lo que otros dicen de nosotros; observe d eque pueden ausarnos otros, qué
culpa encuentran en nosotros. Nadie tiene el don de la infalibilidad..Cuando alguien por amistad,
cuidado y preocupación señala alguna falla, no sería prudente, así como no cristiana a resentir tal
preocupación. Fieles son las heridas del que ama (Pv 27: 5,6).En un día en que nadie está mal y todo el
mundo tiene razón debemos alegrarnos de que alguien se preocupa lo suficiente para mostrarnos
nuestros detalles.
En tercer lugar, cuando ves faltas en los demás, considere si existe o no la misma falla reside en usted
(Rom 2:1).
El autoexamen es una disciplina indispensable para la vida cristiana, pero cuan rara es. Escritura está
llena de advertencias para evitar ser engañados, pero a pesar de las numerosas advertencias de Dios, la
mayoría son engañados. Tenga cuidado de usted mismo, no sea que el día venga sobre usted de
soprresa cuando el autoexamen no le hará ningún bien.
TRES SUGERENCIAS SI ESTÁS BUSCANDO UNA IGLESIA
A menudo recibo correos electrónicos de personas que están buscando una iglesia donde congregarse.
Las preguntas son siempre similares:
• ¿Qué tipo de iglesia es la ideal?
• ¿En qué tipo de iglesia debemos quedarnos?
• ¿Cuánto tiempo deberíamos esperar antes de integrarnos a una iglesia?
He encontrado que las reflexiones de Francis Schaeffer y Dietrich Bonhoeffer son muy útiles al
asesorar personas que están en busca de una iglesia,
1. Busca una iglesia ortodoxa
Schaeffer insiste en que la iglesia debe ser ortodoxa:
En primer lugar, debe haber una “ortodoxa doctrinal”. Es decir, la iglesia debe estar fundamentada
totalmente en la Biblia.
En segundo lugar, debe prevalecer una “ortokardia comunitaria”. Esto significa que el sentir que reine
en la iglesia sea el cuidarse los unos a los otros en todo el espectro de la vida, incluyendo las finanzas si
fuera necesario. Debe haber un verdadero sentido de comunidad, y la importancia de esto debe ser real
entre quienes forman parte de ella, en lugar de que la iglesia sea simplemente un punto de predicación
o un centro de actividades.
A esas dos características, yo le añadiría que la iglesia tenga “ortopraxia misional”, donde los líderes
hagan énfasis en la necesidad de que los creyentes representen a Cristo y proclamen el evangelio fuera
de las paredes de la iglesia.
Luego de enfocarse en la ortodoxia, Schaeffer se dirige a lo referente a las preferencias personales:
En tercer lugar, después de comprobar la existencia de los dos puntos anteriores, entonces debemos
encontrar una iglesia que se adapte a nuestras necesidades particulares. En teoría, todas las iglesias
deberían satisfacer las necesidades de todas las personas, pero en un mundo caído eso no es posible.
Hay algunas personas, por ejemplo, que les gusta un tipo de música, y a otros, otro tipo; a unos les
gusta una forma de predicación, y a otros, otra forma. En resumen, algunas iglesias llenan las
necesidades de ciertos individuos, pero no las necesidades de otros.
2. Prepárate para una iglesia imperfecta
A continuación, Schaeffer establece la realidad de que ninguna iglesia es perfecta. De hecho, él reta al
lector a que anticipe imperfección:
Cuando ponemos las tres cosas juntas, tenemos que reconocer que en este mundo caído, no existe
ninguna iglesia que sea perfecta; y tristemente, hay un considerable número de comunidades donde es
difícil encontrar esa iglesia que llene los tres requisitos.
Debemos añadir dos cosas simultáneamente: primero, no tenemos que aceptar lo que es mediocre; y
segundo, si vamos con la mentalidad de solo aceptar lo que es perfecto o nada, en este mundo anormal
y caído nunca obtendremos nada.
Es aquí donde Dietrich Bonhoeffer tiene algo que ofrecer al tratar este tema. Él empieza por el amor de
Dios hacia una humanidad pecadora:
Dios ama a los seres humanos, y Dios ama al mundo. No a un ideal del ser humano, sino a los humanos
tal como son; no a un mundo ideal, sino al mundo real. Lo que nosotros encontramos repugnante
porque se opone a Dios; a lo que nosotros le huimos con dolor y animosidad ―es decir, a los
verdaderos seres humanos, al mundo real― eso es para Dios el terreno perfecto para desplegar su
incomprensible amor.
Ese inquebrantable y profundo amor de Dios por el mundo tal como es es la base que usa Bonhoeffer
para persuadir a las personas a que se amen tal como son. Esa es la razón por la que él advierte acerca
del idealismo excesivo cuando nos estamos refiriendo a la iglesia:
El hombre que tiende a tener una visión idealista de la comunidad exige eso de parte de Dios, de los
demás, y de sí mismo. Él entra a la comunidad cristiana con sus demandas, establece sus propias leyes,
y juzga a los hermanos y a Dios mismo de acuerdo a ellas. Él permanece inflexible, y es una crítica
viviente para todos los demás en el círculo de los hermanos de la fe. Él actúa como si fuera el creador
de la comunidad cristiana, y como si su sueño fuera lo que mantuviera unido a los hombres.
Cuando las cosas no salen como él espera, él llama “fracaso” al esfuerzo que se ha hecho. Cuando su
imagen idealista es destruida, él percibe las cosas como si la comunidad fuera camino a la destrucción.
En consecuencia, él se convierte primero en un acusador de sus hermanos; luego, en un acusador de
Dios; y, finalmente, en un desesperado acusador de sí mismo.
3. Crece en la gracia con una comunidad imperfecta
Pero aquí es donde tenemos que dar un paso adelante. Nosotros no simplemente nos conformamos
con una iglesia imperfecta. Mas bien, vivimos con la gloriosa expectativa de que ese torpe e imperfecto
grupo de creyentes al cual nos hemos unido, llegará a ser el medio por el cual Dios nos santifique.
Bonhoeffer escribe sobre la gracia santificadora que proviene del desengaño acerca de la iglesia:
¿Acaso no es cierto que, precisamente en el momento de una gran desilusión con mi hermano o
hermana, es cuando ocurre algo incomparablemente saludable para mí, porque me enseña
minuciosamente que ninguno de los dos podemos guiarnos por nuestras propias palabras y hechos,
sino solo por la Palabra y obra que realmente nos mantiene unidos, el perdón de los pecados en
Jesucristo? El día radiante de la comunidad cristiana siempre emerge cuando se levantan las densas
neblinas mañaneras de nuestras visiones idealistas.
Este es el punto que debemos recordar: Dios usa iglesias imperfectas para perfeccionar a sus
hijos.
Demasiadas personas buscan una iglesia en lo abstracto, en vez de tratar de buscar una con gente de
carne y hueso, con quienes se van a encontrar en el camino a la guardería. Esa es una de las razones
por la cual yo dediqué un capítulo entero a este tema en mi libro “Counterfeit Gospels” (Evangelios
falsos):
Recuerdo haber visto una caricatura de Peanuts en el que Linus le grita: “¡Yo amo a la humanidad ... es
a la gente a la que no puedo soportar!” G. K. Chesterton dijo algo similar: “Yo aprendí con poco
esfuerzo la forma de amar a mi semejante y al mismo tiempo odiar a mi vecino”.
La verdad es que decimos amar a los demás, pero cuando el amarlos se hace difícil, con rapidez los
abandonamos. Pero nosotros no estamos llamados a amar un ideal, sino a amar a nuestros hermanos y
hermanas en Cristo
Demasiada gente piensa que los problemas de la iglesia son un obstáculo para ser más como Jesús,
cuando en realidad es todo lo contrario: El compromiso de sobrellevar los problemas de la iglesia es el
método que nos permite ser más como Cristo.
Por tanto, busca una iglesia ortodoxa que tenga el reino de Dios como misión. Ve con las expectativas
de que la iglesia será imperfecta. Y luego observa cómo Dios puede usar esas imperfecciones para
santificar tu corazón.

Nota del editor: A sabiendas de que no hay muchas iglesias ortodoxas en América Latina, hemos
preparado este Directorio de Iglesias, que oramos pueda servirte en tu búsqueda.
¿QUÉ TAN ALTO DEBE ESTAR EL VOLUMEN DEL GRUPO DE ALABANZA?
En Christianity Today, John Stackhouse Jr. expresa sus pensamientos sobre el volumen de los equipos
de adoración en un artículo titulado, “Memo a las bandas de adoración”. Él da cinco razones por las
que los equipos de música de la iglesia deberían bajar el volumen:
1. Subir el volumen es solo un truco barato para dar más energía a un cuarto.
2. Cuando tu entonación no es muy buena, subir el volumen solo lo hace más doloroso.
3. Los altavoces en los sistemas de sonido de la mayoría de las iglesias no pueden soportar esa cantidad
de energía.
4. Ten en cuenta que podrías estar marginando a las personas mayores.
5. Los músicos —cada uno de ellos, incluyendo los cantantes— son acompañantes a la alabanza de la
congregación.
Después de decir que los músicos “se deben ajustar solo lo suficientemente fuerte como para hacer su
trabajo de dirigir y apoyar a la congregación”, él termina con esto:
Ahora, a mi me gusta Palestrina y me gusta el buen rock cristiano. Así que, músicos de la iglesia, si
desean tocar una canción que requiera maestría musical avanzada, por favor háganlo. Nosotros vamos
a escuchar y a orar y a disfrutar de ella para la gloria de Dios. Pero cuando nos están dirigiendo en el
canto, diríjannos en el canto. Y bájenle al volumen, para que no estemos escuchándoles a ustedes, o,
peor aún, simplemente aguantándoles. Yo sé que eso no es lo que ustedes quieren que suceda. Pero yo
les digo que eso es lo que está sucediendo. Creo que Stackhouse tiene algunos buenos puntos, aunque
me gustaría matizar un par. Tocar con el volumen alto no es siempre un “truco barato”, y la mayoría de
los sistemas de sonido ahora, sobre todo en iglesias nuevas, pueden manejar volúmenes más
fuertes. Más aún, diría que hay momentos para subir el volumen y momentos para bajarlo. He estado
en iglesias donde el grupo en el frente es tan silencioso que casi no se puede decir que están
“dirigiendo” nada. Ni siquiera se pueden oír, y eso trae sus propios problemas. Otras veces he
encontrado que me es imposible escucharme a mí mismo cantando, mucho menos a cualquier otra
persona en la multitud.
Se me ocurren un par de veces cuando el volumen de la banda (y de los vocalistas) podría ser elevado.
1. Cuando la congregación está escuchando, no cantando.
2. Cuando estamos enseñando una nueva canción.
3. Cuando la iglesia está cantando a voz alta y con pasión.
4. Cuando la banda está marcando el tempo.
5. Cuando el líder está dando direcciones.
Pero el sonido de los músicos no debería dominar o sobreponerse al de la congregación
constantemente. En el Nuevo Testamento, el sonido predominante cuando la iglesia se reúne es el
canto de la congregación (Ef. 5:19, Col. 3:16). Ellos constituyen el verdadero grupo de alabanza.
Monitorear el volumen de acuerdo a la situación es algo que tanto el ingeniero de sonido como la
banda deben tener en cuenta. La banda debe tocar menos o más, más fuerte o más suave, dependiendo
de la situación. También es una buena idea revisar tu volumen escuchando desde el frente, o pedir a
alguien de confianza (que no esté trabajando con el sonido) que lo evalúe por ti. Y ten en cuenta que
puede estar demasiado suave, así como demasiado alto. También hemos encontrado que factores como
la mala ecualización (lo que puede hacer que una banda suene muy fuerte), el lugar donde alguien se
siente en el auditorio, y los gustos de la gente y las ideas preconcebidas pueden jugar un papel en lo
que constituye una banda que suena muy “fuerte”. Obviamente, cada una de esas situaciones requiere
una respuesta diferente.
¿ESTÁ USTED DESCUIDANDO LA COMUNIDAD CRISTIANA?
Por Chad Coley
Una de las "palabras de moda" que oigo a menudo es "comunidad." La gente habla de sus vecinos, sus
amigos, sus compañeros de trabajo como su comunidad. Lo que me preocupa es el número de
creyentes que han caído en las estratagemas de Satanás cuando se trata de su participación en estas
comunidades, mientras que descuidan su comunidad más importante, la iglesia local. Aquí hay
cuatro recordatorios para ayudarle a no descuidar la iglesia de Dios.
1. Sus Relaciones con Otros Creyentes no Son Opcionales
Hebreos 10: 24-25 – "y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor ya las buenas obras;
nodejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más,
cuanto veis que aquel día se acerca" (La cursiva es mía).
Para el pueblo de Dios (cristianos profesantes), sólo hay una "comunidad" que es de importancia. Esta
es la asamblea de los que profesan a Jesucristo, la iglesia. Otro nombre para esta comunidad es una
"comunión", o una "asamblea". Se trata de un grupo de creyentes que profesan bajo la autoridad de los
ancianos que practican las ordenanzas del bautismo y la Cena del Señor con Jesucristo como su cabeza.
Está bien y es correcto para usted como un creyente ser parte de la comunidad en general pagana
donde usted vive. Estamos en este mundo, después de todo (Juan 17:16). El problema es cuando se
vuelve tan involucrado en los eventos y actividades de la sociedad pagana a su alrededor que se
descuida la asamblea de los santos. Cuan a menudo he visto, y oído de amigos, que aquellos que
proclaman ser cristianos están más interesados en lo que este mundo tiene que ofrecer que en
participar en la adoración con y el servicio al pueblo de Dios.
Es triste, incluso para ver a los que son líderes en sus iglesias que prefieren involucrar a sus hijos en los
deportes que tienen lugar el domingo que enseñar a sus hijos el valor y rectitud de adorar a Dios con
otros uno o más días de la semana. Recuerde, usted siempre tendrá tiempo para hacer lo que
realmente quiere hacer. Si prefiere ver un partido de fútbol que asistir a estudio de los hombres,
entonces eso es lo que va a hacer. Si prefiere ir de compras en lugar de a un estudio de la biblia de
señoras, entonces eso es lo que va a hacer.
2. Las Relaciones Más Importantes, Además de Su Familia Inmediata, deben ser las de la Iglesia Local.
Mateo 12:50 – “Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi
hermano y hermana y madre.”
Ahora, no me malinterpreten. No hay nada de malo en ver un partido de fútbol (me encanta el fútbol),
y no hay nada malo con la participación de sus hijos en deportes y actividades. El problema es cuando
las cosas de este mundo que amamos (1 Juan 2:16) vienen delante de nuestro compromiso con Cristo y
Su pueblo.
Si usted dice que usted es un cristiano, entonces está llamado a servir al cuerpo de Cristo (Gálatas 5:13;
1 Pedro 4:10). Por su propia naturaleza, es su servicio a la asamblea de los santos lo que debe dominar
su tiempo. Si usted está descuidando la participación en la comunidad de los santos, entonces usted
está en pecado, así de simple. Sus prioridades están todas fuera de sí.
Ahora, yo no estoy hablando de estar en casa enfermo o tener un trabajo que requiere trabajar el
domingo (como los bomberos, policías, enfermeras, etc …). Lo que yo me refiero es a una negligencia
voluntaria de la responsabilidad de uno para servir a Cristo al servir a Su cuerpo. Si usted no está
presente en el cuerpo, entonces, ¿cómo puede usted ejercer los dones espirituales que Dios le ha dado
para el mejoramiento del cuerpo.
3. Usted es una Parte Esencial de la Iglesia de Dios.
–1 Corintios 12:27 – "Ahora bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno
individualmente un miembro de él."
¿Sabías que el propósito de venir a Cristo es la comunión Mire conmigo 1 Juan 1: 3. Juan dice que él
proclamó el evangelio a estas personas para que puedan tener comunión con Dios mismo y con Su
Iglesia. Jesús quiere que lo conozcas íntimamente a través de su creciente conocimiento de Su Palabra
y a través de su participación en la comunidad de creyentes.
Del mismo modo que nuestra comunión con Dios se vuelve más dulce mientras caminamos con Él, así
nuestra comunión con otros creyentes también lo hace. Una parte importante de nuestra salvación es
que somos capaces de ayudar a otros a crecer en su amor por Dios y la obediencia a su palabra y, a su
vez, nos ayuda a nosotros mismos. Recuerde, usted es una parte esencial de su congregación local.
Ilustración de Pablo sobre el cuerpo humano en 1 Corintios 12:12-27 es muy buena.
El cuerpo no puede funcionar correctamente sin que todas las partes trabajan juntas para lograr el
mismo objetivo. Para el creyente, ese objetivo es la glorificación de Jesucristo por medio de una vida
recta y la evangelización de los perdidos.
4. Usted Debe Cuidar Principalmente del Cuerpo de Cristo que Cualquier Relación Pagana
– 1 Corintios 8:13 – "Por consiguiente, si la comida hace que mi hermano tropiece, no comeré carne
jamás, para no hacer tropezar a mi hermano.".
En este versículo, Pablo hace una declaración bastante profunda. Prefería ser vegetariano que causar
que un compañero hermano o hermana en Cristo peque. Más tarde, en 1 Corintios 10:27-28 dice que si
unincrédulo le invita a su casa y le sirve algo, y un creyente (cuya conciencia es débil) le ve que comer o
beber algo que sabe que lo llevaría a pecar, entonces es su deber de arriesgarse a ofender al incrédulo y
negarse a comer o beber ese elemento. Usted debe hacer esto por su amor a su hermano en la fe.
Usted debe hacer de sus hermanos en la fe la prioridad porque usted ama a Cristo (Juan 13:34). Usted
debe ser diferente, tanto como individuo y cuando se reúna con los demás como una comunidad de
cristianos. Sólo recuerde, esas relaciones que edifica en la comunidad de Dios son relaciones eternas
que perdurarán para siempre. Esas son las personas en las que usted debe centrarse en amar y servir.
Los que están fuera de la comunión de los creyentes verán su amor y servicio y preguntarán por qué
"esas" personas son tan diferentes (1 Pedro 4:4).
Pensamientos Finales:
La pregunta para cada uno de ustedes que debemos hacernos es: "¿Cuáles son mis prioridades?" ¿Es el
cuerpo local de creyentes una de esas prioridades o simplemente estoy yo dando un servicio de labios?
Sus amigos paganos podrían no entender por qué está en la iglesia tanto. Sus conocidos de trabajo
pensarán que usted es un tonto que renuncia a dar parte de su fin de semana para ir a adorar en lugar
de ir a la playa. Sus vecinos se preguntan por qué sus hijos no practican algún juego de fútbol /
baloncesto / gimnasia / tenis el domingo como sus hijos.
La comunidad de Dios es la asamblea de los creyentes. Son los creyentes los que están continuamente
comunión unos con otros. Si usted se niega a hacer del pueblo de Dios una prioridad, entonces ¿cómo
podemos, o usted en realidad, asegurar que usted es realmente parte de la iglesia?
¿TODAVÍA HAY APÓSTOLES HOY?
Pregunte a su fanático promedio de TBN, muchos de los cuales consideran a evangelistas populares
como Benny Hinn, Rod Parsley y Joel Osteen que son apóstoles. (Aquí hay un ejemplo de ello [ver
página 22].) O, usted podría pedir a gente como Ron , Dennis , Gerald , Arsenio , Oscar ,
o Joanne . Ellos no sólo creen en el apostolado moderno, ellos mismos hacenvaler sus derechos a ser
apóstoles.
Una rápida búsqueda en Google revela que los auto-proclamados apóstoles abundan en línea. Armados
con una pneumatología carismática y, a menudo un aire de ambición espiritual, se ponen a la par de los
primeros líderes de la iglesia.
Entonces, ¿qué deben pensar de todo esto los cristianos creyentes de la Biblia de todo esto?
Bueno, eso nos lleva de nuevo al título de nuestro artículo:
¿Todavía hay apóstoles en la iglesia hoy en día?
Al principio, hay que señalar que por “apóstoles” no queremos decir simplemente “enviados” en el
sentido general. Más bien, estamos hablando de los individuos seleccionados directamente designados
y autorizados por Jesucristo para ser sus representantes inmediatos en la tierra. En este sentido,
estamos hablando de “A mayúscula” apóstoles – como los Doce y el apóstol Pablo.
Es este tipo de “apóstoles” del que habla Pablo en Efesios 2:20, 3:5, 4:11 y en 1 Corintios 12:29-30. Esto
es importante porque, especialmente en Efesios 4 y en 1 Corintios 12-14, Pablo hace referencia al
apostolado en el contexto de los dones carismáticos. Si el “apostolado” ha cesado, nos da motivos para
considerar la posibilidad de que otros oficios / dones han cesado. Si los apóstoles eran únicos, y el
período en el que sirvieron era único, entonces se deduce que los dones que caracterizaron a la época
de los apóstoles también eran únicos.
La pregunta entonces es muy importante, lo que subraya el principio básico del paradigma cesacionista
– a saber, la singularidad de la época apostólica y el cese posterior de algunos aspectos de esa era.
Hay por lo menos cinco razones por las que creemos que ya no hay ningún apóstoles en la iglesia de
hoy (y de hecho no han existido desde la muerte del apóstol Juan).
1. Los Requisitos Necesarios para el Apostolado
En primer lugar, y quizás más, básicamente, los requisitos necesarios para el apostolado excluye a los
cristianos contemporáneos de llenar el ministerio apostólico.
Con el fin de ser un apóstol, uno tenía que reunir al menos tres condiciones necesarias: (1) un apóstol
tuvo que ser testigo de la resurrección de Cristo (Hechos 1:22; 10:39-41, 1 Cor 9:1; 15:7-8), (2) un
apóstol tenía que ser nombrado directamente por Jesucristo (Marcos 3:14, Lucas 06:13, Hechos 1:2,
24; 10:41;. Gal 1:1), y (3) un apóstol tenía que ser capaz de confirmar su misión y mensaje con señales
milagrosas (Mateo 10:1-2; Hechos 1:5-8; 2:43; 4:33, 5:12, 8:14; . 2 Cor 12:12, Hebreos 2:3-4).. También
cabe destacar que, en la elección de Matías como sustituto de Judas, los once también buscaron a
alguien que había acompañado a Jesús durante todo su ministerio terrenal (Hechos 1:21-22; 10:39-41).
En base a estos requisitos solamente, muchos de los no cesacionistass coinciden en que no hay
apóstoles en la iglesia de hoy. Por lo tanto, Wayne Grudem (un no-cesacionista) señala en su Teología
Sistemática, “Parece que ningún apóstol fue nombrado después de Pablo y, desde luego, ya que hoy
nadie puede cumplir con el requisito de haber visto al Cristo resucitado con sus propios ojos, no hay
apóstoles el día de hoy” (p. 911).
2. La Singularidad del Apostolado de Pablo
Pero ¿qué pasa con el apóstol Pablo?
Algunos han afirmado que, de la misma manera que Pablo era un apóstol, aún pueden existir apóstoles
en la iglesia de hoy. Pero esto ignora la singularidad con la que Pablo vio su propio apostolado. La
situación de Pablo no era la norma, como él mismo explica en 1 Corintios 15:8-9. Se vio como una
anomalía única en su tipo, de forma abierta que se hace llamar “el ultimo” y “menor” de los apóstoles.
Para citar de nuevo Grudem:
“Parece bastante seguro de que no había ninguno nombrado después de Pablo. Cuando Pablo habla de
las apariciones del Cristo Resucitado, él hace hincapié en la forma inusual en la que Cristo se le
apareció, y conecta eso con la afirmación de que esta era la “última” aparición de todas, y que él mismo
es de hecho ‘el menor de los apóstoles , incapaz de ser llamado apóstol’” (Grudem, Teología
Sistemática, 910).
Más adelante añade:
Alguien podría objetar que Cristo pudiera aparecerse a alguien hoy y nombrar a esa persona como un
apóstol. Sin embargo, la naturaleza fundamental del oficio del apóstol (Efesios 2:20; Apocalipsis 21:14)
y el hecho de que Pablo se ve como el último a los cuales Cristo se le apareció y designó como apóstol
(“al último de todos, como a un abortivo”, 1 Cor. 15:8), indican que esto no sucederá (Teología
Sistemática,911, n. 9)
Debido a que el apostolado de Pablo era único, no es un patrón que deberíamos esperar a ver replicado
en la iglesia de hoy.
3. Autoridad Apostólica y el Cierre del Canon
Es nuestra creencia de que, si nos atenemos a un canon cerrado, también debe ser respetado por el
cese de la misión apostólica.
Volvemos de nuevo al Dr. Grudem para una explicación de la estrecha relación entre los apóstoles y los
escritos de la Escritura:
“Los apóstoles del Nuevo Testamento tenían un único tipo de autoridad en la iglesia primitiva: la
autoridad para hablar y escribir palabras que fueron “palabras de Dios” en un sentido absoluto. No
creerlas o desobedecerlas es no creer o desobedecer a Dios. Los apóstoles, por lo tanto, tenían la
autoridad para escribir las palabras que se convirtieron en palabras de la Escritura. Este hecho en sí
mismo nos debería sugerir que hay algo único en el oficio de apóstol, y que no podemos esperar que
continúe hoy, porque hoy nadie puede añadir palabras a la Biblia y hacer que se consideren como
palabras de Dios o como parte de la Escritura. (Wayne Grudem, Teología Sistemática, 905 a 906)
Hebreos 1:1-2 indica que lo que Dios reveló por primera vez a través del Antiguo Testamento, más
tarde y más plenamente El reveló a través de su Hijo. El Nuevo Testamento, entonces, es la revelación
de Cristo a Su iglesia. Comienza con su ministerio terrenal (en los cuatro evangelios), y continúa a
través de las epístolas – cartas que fueron escritas por sus representantes autorizados.
Así, en Juan 14:26, Cristo autorizó a sus apóstoles para dirigir la iglesia, les prometió que el Consolador
vendría y les recordaría todo lo que Jesús les había enseñado. La instrucción que ellos dieron a la
iglesia, entonces, era en realidad una extensión del ministerio de Jesús, siendo habilitados por el
Espíritu Santo (cf. Ef 3:5-6; 2 Pedro 1:20-21). Aquellos en en la iglesia primitiva generalmente
entendieron la enseñanza apostólica, como autoritativa y como a la par con las Escrituras del Antiguo
Testamento (cf. 1 Ts 2:13;. 1 Corintios 14:37; Gálatas 1:9; 2 Pedro 3:16).
Para citar de nuevo Grudem: “en lugar de los apóstoles de vida presentes en la iglesia para enseñar y
gobernar, tenemos en su lugar los escritos de los apóstoles en los libros del Nuevo Testamento. Esas
Escrituras del Nuevo Testamento cumplen para la iglesia de hoy en día la enseñanza autoritativa
absoluta e instrucciones para gobernar las funciones que fueron cumplidas por los mismos apóstoles
durante los primeros años de la Iglesia” (Ibid., 911).
La doctrina del canon cerrado, por lo tanto, está en gran parte basada en el hecho de que los apóstoles
eran únicos y ya no están aquí. Después de todo, si todavía hay apóstoles en la iglesia de hoy, con la
misma autoridad que los apóstoles del Nuevo Testamento, ¿cómo podemos afirmar que
definitivamente el canon está cerrado?
Pero ya que no hay apóstoles en la iglesia de hoy, y ya que la nueva revelación no escrita debe ir
acompañada de la autoridad y la aprobación apostólica, no es posible tener nueva revelación puestas
por escrito hoy.
El cierre del canon y la no-continuación de los apóstoles son dos conceptos que necesariamente van de
la mano.
4. El Papel Fundamental de los Apóstoles
Estrechamente relacionado con lo anterior está el hecho de que los apóstoles eran parte de la época
fundacional de la iglesia (Efesios 2:20). Puesto que (siguiendo la metáfora de la construcción) la estapa
del fundamento precede a la superestructura, es apropiado deducir que los apóstoles fueron dados a la
iglesia para sus etapas iniciales. Como Grudem escribe: “el propósito de Dios en la historia de la
redención parece haber sido el de dar a los apóstoles sólo en el comienzo de la era de la iglesia (véase
Ef. 2:20)” (Ibid., 911, n. 9).
Nuestra interpretación de “fundamento” (como una referencia al último período en la historia de la
iglesia) se ve reforzado por la evidencia de los primeros padres de la iglesia. La etapa de la fundación
era algo que los padres se refirieron en tiempo pasado, lo que indica que se entiende como pasado.
Así, Ignacio (c. 35-115) en su Epístola a los Magnesios, escribió (hablando en tiempo pasado):
“El pueblo es llamado por un nombre nuevo, que el Señor les da, y será un pueblo santo.” Esto se
cumplió por primera vez en Siria, para “los discípulos fueron llamados cristianos en
Antioquía,” cuando Pablo y Pedro estaban colocando los cimientos de la Iglesia.
Ireneo (c. 130-202) en Contra las Herejías, hace eco de la comprensión del tiempo pasado que Pedro y
Pablo sentaron las bases de la Iglesia (en 3.1.1) y se refiere luego a los doce apóstoles como “el
fundamento de doce columnas de la iglesia” (en 4.21.3).
Tertuliano (c. 155-230), en Los Cinco Libros Contra Marción (capítulo 21), señala la importancia de
atenerse a la doctrina apostólica, incluso en una era post-apostólica:
Sin duda, después del tiempo de los apóstoles, la verdad respecto a la creencia de Dios sufrió
corrupción, pero es igualmente cierto que durante la vida de los apóstoles, su enseñanza sobre este
gran artículo no sufrió en absoluto, de modo que ninguna otra enseñanza tendrá el derecho de ser
recibida como apostólica como aquella que se encuentra en el día de hoy siendo proclama en las
iglesias de fundamento apostólico.
Lactancio (c. 240 a 320), también, en Los Institutos Divina (4.21) se refiere a un tiempo pasado en el
que los cimientos de la iglesia fueron establecidos:
Pero los discípulos, que se dispersaron a través de las provincias, en todas partes dejaron los cimientos
de la Iglesia, ellos mismos también en el nombre de su divino Maestro haciendo muchos y casi
increíbles milagros, pues en Su partida, les había dotado de poder y fuerza, por el cual el sistema de su
nuevo anuncio podría ser fundado y confirmado.
Otros ejemplos también podrían agregarse a los Padres de Nicea más tarde y después del de Nicea.
Crisóstomo, por ejemplo, podría ser otra de esas fuentes (de sus Homilías Sobre Efesios).
Los padres de la iglesia, justo después de la era apostólica, entendieron la obra de los apóstoles para
constituir una única etapa “fundacional” de la iglesia. El hecho de que hacen referencia a esto en el
pasado, como algo distinto de sus propios ministerios, indica que entiendieron que la edad apostólica
había pasado, y por lo tanto la etapa de fundación se había terminado.
Mientras que la cesación del don/oficio Apostólico en última instancia no probó el caso cesacionista, si
fortalece la posición global – especialmente en pasajes como 1 Corintios 12:28-30, Efesios 2:20 y 4:11,
donde el apostolado está enlistado en conexión directa con los otros dones carismáticos y oficios.
5. El Testimonio Histórico de Aquellos que Siguieron a los Apóstoles
En nuestro punto anterior, sostenemos que los apóstoles fueron dados para la etapa fundacional de la
iglesia (Efesios 2:20), y que la iglesia primitiva reconoció esta etapa de fundación como un período de
tiempo determinado que no pasó del primer siglo .
Sin embargo, es importante dar un paso más, y tenga en cuenta que los primeros padres de la iglesia
vieron a los apóstoles como un grupo único de hombres, distinto de todos los que siguieron después de
ellos.
(A) Los que vinieron después de los apóstoles no se ven a sí mismos o a sus
contemporáneos como apóstoles.
De acuerdo con su propio testimonio, los líderes cristianos que siguieron a los apóstoles no eran los
mismos apóstoles, pero fueron los “discípulos de los apóstoles” (La Epístola a Diogneto de
Mathetes, 11;Fragmentos de Papías, 5;. Cf La Epístola de Policarpo a los Filipenses, 6, Ignacio, Contra
lasHerejías,1,10), los ancianos y diáconos de las iglesias.
De este modo, Clemente (del primer siglo) en su Primera Epístola a los Corintios, 42, señala que:
Los apóstoles han predicado el Evangelio a nosotros de nuestro Señor Jesucristo, Jesucristo [ha hecho]
de Dios. Así pues, Cristo fue enviado por Dios, y los apóstoles por Cristo. Ambos señalamientos,
entonces, se hicieron de una manera ordenada, de acuerdo con la voluntad de Dios. Después de haber
recibido por lo tanto, sus órdenes, y estando plenamente convencidos de la resurrección de nuestro
Señor Jesucristo, y establecido en la palabra de Dios, con plena seguridad del Espíritu Santo, salieron a
proclamar que el reino de Dios estaba cerca. Y así, predicando a través de países y ciudades, señalaron
los primeros frutos [de su trabajo], después de haber sido probados por el Espíritu, para ser obispos y
diáconos de los que habían de creer.
Ignacio, por ejemplo, a propósito evitó igualarse a sí mismo con los apóstoles. Por lo tanto, escribió:
“Yo no publico mandamienos sobre estos puntos como si fuera un apóstol, sino, como tu compañero, te
pongo en la mente de ellos” (La Epístola de Ignacio a los Antioquenos, 11).
(B) Los que siguieron a los apóstoles vieron los escritos apostólicos, como únicos y
auténticos.
Por otra parte, de acuerdo con el tercer punto (arriba), era “la doctrina de los apóstoles” (cf. La
Epístola de Ignacio a los de Magnesia, 13; La Epístola de Ignacio a los Antioquenos, 1) que debía ser
vigilada, enseñada, y escuchada. Por lo tanto, las “memorias de los apóstoles” se llevaron a cabo como
canónicos y con autoridad en la Iglesia primitiva (cf. Ireneo, Contra las Herejías, 2.2.5,
Victorino, Comentario al Apocalipsis, 10,9).
En este sentido, Justino escribe:
Y en el día llamado domingo, todos los que viven en ciudades o en el campo se reúnen en un solo lugar,
ylas memorias de los apóstoles o los escritos de los profetas son leídas, siempre y cuando el tiempo lo
permite, luego, cuando el lector ha terminado, el presidente instruye verbalmente, y exhorta a la
imitación de estas cosas buenas (Primera Apología de Justino, 67).
La doctrina y la escritura de los apóstoles fue única, después de haber sido escrita por los
representantes autorizados del mismo Cristo.
(C) Los que siguieron a los apóstoles vieron la era apostólica como un período único e
irrepetible de la historia de la iglesia.
Los padres vieron los “tiempos de los apóstoles”, como un claro, no repetible período de historia de la
Iglesia (cf. Agustín, Sobre la Doctrina Cristiana, 3.36.54; Respuesta a Fausto, 32,13; Sobre el
Bautismo,14,16; et al). Por lo tanto, Crisóstomo escribió sobre la singularidad de la comunión durante
la época apostólica:
Quiero darle un ejemplo de amistad. Amigos, esto es, los amigos de acuerdo a Cristo, sobrepasa a
padres e hijos. Para decirle que no de amigos de la época actual, ya que esto es bueno también ha
pasado con los demás. Pero tenga en cuenta, en el tiempo de los Apóstoles, no hablo de los hombres
más importantes, sino de los propios creyentes en general, “todos”, dice, “eran de un corazón y el alma.
y ninguno de ellos dijo que nada de las cosas que poseía eran suyas … y se repartían a cada uno según
cada uno tenía necesidad.” (Hechos 4:32, 35.) No había entonces palabras como “mío” y “tuyo”. Esta es
la amistad, que un hombre no debe considerar los bienes de su propiedad, sino de su vecino, que sus
bienes pertenecen a otro; que debe ser lo más cuidadoso del alma de su amigo, como la suya propia, y
el amigo de igual manera. (Homilía sobre 1 Tes. 1:8-10)
Crisóstomo miró hacia atrás al gran afecto que caracterizó la era apostólica, para ofrecer un contraste
con la falta de amor familiar de la iglesia en su día. De este modo, se subraya el hecho de que él
entendía la era apostólica como siendo del pasado. Un paso adicional podría ser citado a este respecto:
Yo sé que vosotros abren su boca y se sorprenden, de saber que está en su poder el tener un don más
grande que resucitar a los muertos, y dar vista a los ciegos, haciendo las mismas cosas que se hicieron
en el tiempo de los Apóstoles. Y parece que una creencia del pasado. ¿Qué es entonces este don?
caridad.(Homilía en Heb. 1:6-8)
Muchos más ejemplos de la historia de la iglesia se podrían dar. Toda la historia de Eusebio se basa en
la progresión de la historia de la iglesia de los “tiempos de los apóstoles” (Historia Eclesiástica, Libro
8, introducción). Basilio, en su obra sobre El Espíritu, señala a los líderes anteriores de la historia de la
Iglesia (en concreto, Ireneo) como aquellos “que vivían cerca de los tiempos de los Apóstoles” (29,72).
Tertuliano habla de hechos que ocurrieron “después de los tiempos de los apóstoles” (Los Cinco Libros
Contra Marción, 21).
Conclusiones Históricas
Consistentemente, los padres (desde los primeros tiempos) marcaron la era apostólica (y los mismos
apóstoles) como única. Sus escritos fueron considerados como únicos y auténticos. Los que les
siguieron no fueron considerados ser apóstoles. Tampoco los tiempos que siguieron se consideraron
equivalente a los tiempos de los apóstoles.
Así llegamos a la conclusión, una vez más, con Grudem:
Es de destacar que ningún líder importante en la historia de la iglesia – ni Atanasio o San Agustín,
Lutero o Calvino, ni Wesley o Whitefield – han tomado para sí el título de “apóstol” o dejarse ser
llamados apóstol. Si alguno de los tiempos modernos quieren tomarse el título de “apóstol”, se eleva
inmediatamente la sospecha de que puede estar motivado por orgullo y deseos inapropiados para
ensalzarse a sí mismo, junto con la ambición desmedida y el deseo de mucha más autoridad en la
iglesia que cualquier persona debería de estar. (Teología Sistemática, 911)
Una nota final
A lo largo el post de hoy nos hemos apoyado en gran medida el trabajo de Wayne Grudem (en concreto,
su Teología Sistemática). Esto ha sido intencional, por dos razones: (1) realiza argumentos excelentes
y bíblicamente sólidos (y apreciamos todo lo que escribe, aunque no siempre estamos de acuerdo con
sus conclusiones), y (2) es un conocido y respetado continuacionista [no cesacionista].
Es significativo, en nuestra opinión, que (como no cesacionista) argumenta de manera convincente el
cese de la misión apostólica y la singularidad de la era apostólica – ya que esta es la premisa en que se
basa el paradigma cesacionista.
Mientras que la cesación del don/oficio Apostólico finalmente no preba el caso cesacionista, lo hace
fortalecer la posición global – especialmente en pasajes como 1 Corintios 12:28-30, Efesios 2:20 y 4:11,
donde el apostolado es enlistado en conexión directa con los otros dones carismáticos y oficios.
LO QUE NO QUIERO… ¿SE BOTA?
Tras la aparición del capitalismo en la Europa occidental, la adquisición competitiva de riquezas se
convirtió en el criterio fundamental de los consumidores para sentirse realizados. Por ejemplo, grandes
naciones capitalistas como Estados Unidos son, por así decirlo, grandes maquinarias de consumo. El
consumo de estas sociedades es excesivo aun en los momentos más críticos. Por ejemplo, un: ex
presidente norteamericano a inicios de la crisis económica de la cual todavía sentimos los estragos dijo
“el estilo de vida norteamericano no está en juego ni en discusión”. Con declaraciones como estas nos
damos cuenta cómo las sociedades de consumo están apegadas a su American Dream, a ese estilo de
vida conocido como El sueño americano.
Estas naciones de grandes capitales no solo han aprendido a consumir, sino también a desperdiciar,
despilfarrar y desechar. En su libro “Despilfarro”, Tritam Stuart dice lo siguiente: “Solo las 40 millones
de toneladas de alimentos despilfarrados en los EEUU cada año podrían alimentar a los 1.000 millones
de personas que se van a la cama con hambre cada día… calculé que si recogiera toda la comida
despilfarrada en Gran Bretaña en un solo día, podría ofrecer una comida a 60 millones de personas”[1].
Y la comida no es lo único que estos países botan. Es común ir por una u otra calle de algunas zonas
Europa o de Estados Unidos y encontrarse con artículos y enseres que se echan a la basura porque en
esas sociedades lo creen innecesarios o inútiles.
Esta cultura de botar lo que se considera que no sirve ha venido tomando un carril mucho más
peligroso en las últimas décadas. Ya no solo se bota comida, o algún artículo para el hogar o ropa, sino
que el llamado mundo desarrollado, en su frenética carrera de deshacerse de lo que le estorba, se está
deshaciendo de los seres humanos que consideran inservibles.
Planned Parenthood
En nuestros días la controversia sobre el aborto se recrudece tocando uno de sus puntos más bajos al
ver las atrocidades cometidas por la tristemente célebre Planned Parenthood, probablemente la mayor
agencia pro abortista de los Estados Unidos, y que registró 327.653 abortos en el año 2013. Según
suúltimo informe anual, el 41% de sus ingresos viene de fondos federales del gobierno de los Estados
Unidos. Es decir, recibe 1,4 millones de dólares al día (528 millones de dólares al año), provenientes de
impuestos estadounidenses.
Todo salió a la luz pública por la divulgación de una serie de videos productos de un trabajo de
investigación llevados a cabo por la organización pro vida The Center for Medical Progress, donde se
muestran a los principales ejecutivos de Planned Parenthood dando detalles sobre sus métodos
abortistas y la comercialización de los mismos. Los horrores de la impiedad humana se reflejan en
estas personas que, en nombre de la ciencia y la defensa de los derechos de la mujer, se han
enriquecido con estas atrocidades, tanto así fuentes indican que ellos apoyaron la campaña
reeleccionista del presidente Obama con 1.7 millones de dólares.
Manteniendo viva la memoria
No debemos olvidar lo que la tendencia de botar lo que supuestamente no sirve ha provocado.
Recordemos lo que representó para Alemania de los años 30 y 40 la “Operación Aktion” T4, el
programa de eutanasia creado y ejecutado bajo la responsabilidad principal de médicos y enfermeras
durante el régimen Nazi para eliminar a personas señaladas como enfermos incurables, niños con
deterioros hereditarios, o adultos improductivos. Se estima que fueron asesinadas sistemáticamente
entre 200.000 y 280.000 personas, aunque fuentes más conservadoras la sitúan en 70.000 víctimas.
De todas maneras, las cifras son escandalosas.
A pesar de este triste capítulo de la historia de la humanidad, el ser humano no ha aprendido de estas
duras lecciones, y todavía pretende deshacerse de todo aquello que cree que le estorba. Eutanasia,
suicidio asistido o el llamado aborto terapéutico son un ejemplo de lo que estamos diciendo. Todos
estos programas son fomentados, desarrollados y promovidos por un sector de la clase intelectual que,
en nombre de la ciencia, pretenden ser las únicas voces autorizadas de la verdad porque, según ellos, la
autoridad no está en la vestimenta sacerdotal sino en la bata blanca del laboratorio. Dicen que
solamente ellos pueden opinar sobre cuestiones sociales o científicas, algo que no es verdad porque el
saber y la verdad están al alcance del que lo busca diligentemente.
Aborto terapéutico
No toda la clase médica está de acuerdo con estos métodos de exterminio y de tan poco valor a la vida
humana. El Dr. Bernard Nathanson sirve de ejemplo, quien fue un activista a favor del aborto y
practicara más de 75.000 de los mismos. Sin embargo, al meditar seriamente en estas prácticas, pasó a
ser Pro life(Pro vida). Nathanson llegó a decir que el aborto terapéutico es el mayor genocidio en la
historia de los Estados Unidos. Al igual que Nathanson, miles y miles de médicos alrededor del mundo
condenan la práctica del aborto terapéutico.
Uno de los argumentos a favor del aborto terapéutico es que el feto no tiene derecho, que no es
considerado un ser humano. En un artículo publicado por la Liga Nacional de Acción por el derecho al
Aborto (NARAL por sus siglas en inglés) se describe como antielección la posición de que la vida
humana comienza en el momento de la concepción, argumentando que creer o pensar de esa manera
es una argumentación religiosa, no un hecho biológico que pueda compararse. Sin embargo, aunque
NARAL piensa de esa manera, no es el sentir de toda la comunidad científica o médica en general.
Numerosos textos de divulgación médica respetados indican que la vida comienza en la concepción, es
decir la unión del óvulo femenino con el esperma masculino[2].
Levantando la Voz
El llamado aborto terapéutico es un ataque continuo a la vida humana en su condición más vulnerable.
Es una versión reciclada de la receta Malthusiana en detrimento de los que no pueden defenderse. Los
gritos de los indefensos y desvalidos no son escuchados, pero la Palabra de Dios los hace oír, ella hace
que se escuchen, porque por débiles que sean, Dios es el Dios de los débiles. Él es el dueño de esas
vidas vulnerables porque Él los formó:
“Porque tú formaste mis entrañas; me hiciste en el seno de mi madre”, Salmo 139:13
“Tus manos me formaron y me hicieron”, Job 10:8
“¿Acaso el que me hizo a mí en el seno materno, no lo hizo también a él? ¿No fue uno mismo el que nos
formó en la matriz?”, Job 31:15.
“El da a todos vida y aliento y todas las cosas… porque en El vivimos, nos movemos y
existimos”, Hechos 17:25, 28
Es nuestro deber como cristianos mantenernos de rodillas delante de Dios para poder mantenernos de
pies delante de los hombres. Es nuestro compromiso como defensores de la vida denunciar el mal en
cualquier circunstancia. Como creyentes, debemos crear y promover alternativas como la adopción
para muchas mujeres desorientadas o violadas. Es nuestro compromiso proclamar el evangelio para
que muchos que están del lado opuesto a nosotros conozcan el amor de Dios, para que puedan amar a
su prójimo como a sí mismos, estén fuera o dentro del útero. El respeto a la vida es respeto por la
dignidad que todo ser humano tiene, y más cuando este ser humano no puede defenderse. Por eso el
desarrollo de un pueblo no debe medirse solo en base a su desarrollo económico ni tecnológico, sino en
el respeto a la dignidad humana.
Al ver toda esta masacre, al ver el silencio de la prensa, no puedo evitar citar a ese paladín cristiano,
William Wilberforce, defensor incansable de la dignidad humana, que luchó hasta la última gota de
sudor por la abolición y el trasiego de esclavos en Inglaterra y sus territorios:
“.. nunca desistiremos hasta que desaparezca toda huella de este tráfico sangriento del cual nuestra
posteridad, cuando mire hacia atrás, a la historia de estos tiempos ilustrados, escasamente creerá que
ha sido soportado, y que se permitió que existiera por tanto tiempo esta desgracia…”[3]
“…sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
Y dio a luz a su hijo primogénito; le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre,
porque no había lugar para ellos en el mesón” . Lucas 2:6-7

[1] Tristam Start, Despilfarro. Alianza ©2011


[2] Veamos algunas citas de figuras bien respetadas en el área de la ginecología, la obstetricia y de la
medicina en general:
“He aprendido, desde mi más temprana formación médica, que la vida humana comienza en el
momento de la concepción”. Dr Alfred M. Bongioanni, de la Universidad de Pensilvania
“Después de que la fertilización se ha efectuado, un nuevo ser humano ha empezado a
existir:” Dr.Jerome Le Jeune profesor de Genética de la Universidad de Descartes, París.
Descubridor del cromosoma del síndrome de Down.
“Bajo todos los criterios de la biología molecular moderna, la vida está presente desde el momento de
la concepción”. Dr. Hymie Gordon. Clínica Mayo.
“Es incorrecto decir que los datos biológicos no pueden ser decisivos… es científicamente correcto decir
que la vida de un individuo humano comienza en la concepción… nuestras leyes, una de cuyas
funciones es preservar la vida de nuestra gente deberían estar basadas en datos científicos precisos.Dr.
Micheline Matthews-Roth. Facultad de medicina de la Universidad de Harvard.
REFRENA EL ANSIA DE RECIBIR ALABANZA
En 1995, luego de una transcurrida una semana de haber participado en una gran conferencia para
servidores cristianos acerca del tema del quebrantamiento, experimenté un incremento dramático de
invitaciones para hablar en otros eventos.
Me encontraba profundamente agradecida y asombrada por lo que Dios había hecho. Pero la
publicidad resultó ser el combustible que encendió el fuego contra el cual yo había estado batallando
casi toda mi vida: las ansias de recibir el aplauso y el reconocimiento humano, o lo que la Biblia llama
“el amor por la gloria de los hombres” (Ver Juan 12:43).
Me encontraba disfrutando de lo que otras personas decían acerca de cómo Dios me había usado. Era
rápida en comunicar a otros sobre las cartas, los correos electrónicos y/o escritos que reconocían mi
ministerio, con la esperanza de que ellos tuvieran un alto concepto acerca de mí. Me encantaba ver mi
nombre impreso y en ocasiones tomaba las medidas de lugar para asegurarme de que todo el crédito
me fuera dado.
En la medida en que mi ministerio crecía de manera exponencial, de la misma manera aumentaba mi
batalla contra el orgullo y la autoexaltación. Y todo esto ocurría mientras me encontraba viajando por
todos los Estados Unidos, llevando lo que se había convertido en mi mensaje principal: ¡humildad y
quebrantamiento!
Como siempre sucede cuando lidiamos con el pecado, la solución fue traer mi orgullo a la luz. Me di
cuenta de que necesitaba humillarme delante de los demás.
El peligro que se esconde en los archivos
Una mañana sentí que el Señor me dirigió a escribir una carta a una docena de hermanos en la fe a
quienes llamo “mis amigos de oración”. Ellos son hombres y mujeres que sabía que se preocupaban por
mi alma. Admití mi lucha contra el pecado del orgullo y les pedí que oraran por mí en ese sentido para
yo poder entregar esa parte de mí que no estaba bien.
Una de esas personas me respondió y me compartió una idea que había venido a su mente mientras
oraba por mí:
“Quizás has venido coleccionando por algún tiempo esas cartas de reconocimiento, elogio, alabanza y
todo lo que pudiese representar motivo de orgullo para ti. ¿Tienes una chimenea? Si la tienes,
enciéndela una vez a la semana, y luego lee al menos unos cuantos de esos escritos. Luego dile al
Señor que reconoces que algún día todo será pasado por el fuego y solo el oro, la plata y las cosas
verdaderamente valiosas permanecerán. En ese momento, arroja algunas o todas las cartas a la
chimenea como un gesto simbólico”.
Cuando leí esta sugerencia, mis pensamientos volaron hacia un archivo que se encontraba en mi
estudio y que contenía todo lo relacionado a esa semana del verano de 1995. En ese archivo había
colocado las cartas de elogio, las anécdotas publicadas, los artículos acerca del evento, las
reimpresiones de mi mensaje que se hicieron en otras publicaciones y otras comunicaciones lisonjeras.
Entendí en ese momento que el archivo había servido como combustible para mi orgullo y había sido
un instrumento del enemigo para ganar terreno en mi vida.
Una hoguera de vanidad
“Diosidencialmente”, un par de semanas después de recibir la carta del “compañero de oración”, tenía
programado viajar a la ciudad donde él y su esposa vivían. Les contacté explicándoles cómo el Señor
me había hablado, y les pregunté si ellos estaban dispuestos a reunirse conmigo cuando yo llegara a la
ciudad para que fueran testigos de la incineración de todo ese material que se encontraba en mis
archivos. Ellos aceptaron gentilmente.
En ese momento hice un registro en mi diario que reflejaba un poco lo que estaba pasando en mi
corazón:
“Mientras camino en este proceso, hay un morir de por medio: morir a la posibilidad de volver atrás
a releer esas palabras de alabanza, morir a que alguien algún día pueda leer esos escritos y sentirse
impresionado por lo que vean allí, morir a la necesidad de obtener afirmación o sentido de valor
personal por medio de esas palabras halagadoras. Este ejercicio llega al corazón de algunas de las
necesidades más profundas de mi vida. La carne es dura de matar, pero sé que detrás del
quebrantamiento, habrá plenitud; más allá de la muerte, habrá una nueva experiencia de Su vida
abundante”.
Durante los días que siguieron aquél día en que coloqué el contenido de ese archivo en el fuego, Dios
empezó a darme un sentido extraordinariamente dulce de Su presencia. Encontré mi corazón
enternecido hacia Él y experimentaba cómo Su Palabra llegaba a mi corazón de una forma más rica y
personal que nunca.
Nueva vida de las cenizas
No sé si te identifiques o no con esta batalla en particular con el orgullo que yo tengo como una
charlista. El punto es que, sea cual sea la forma de nuestra tentación, el orgullo y el Yo deben morir.
Luego, a través del quebrantamiento, vamos a experimentar la liberación de la vida de resurrección de
nuestro Señor Jesús y el libre fluir del poder del Espíritu Santo.
Hazlo personal
¿Qué te hace luchar con el orgullo? ¿Tu apariencia? ¿Tu inteligencia? ¿Un don o habilidad particular?
Identifícalos, no como un simple acto, sino genuinamente, para que renuncies a tu deseo de recibir el
reconocimiento del mundo.
LOS HECHOS: LO QUE DEBES SABER SOBRE PLANNED PARENTHOOD
Si has estado cerca del Internet en las últimas semanas, sin duda debes haber escuchado algo sobre
Planned Parenthood. De hecho, los medios de comunicación en Estados Unidos han estado ardiendo
con todo tipo de comentarios sobre el aborto y los derechos de las mujeres. Pero no te dejes engañar
por el parloteo gringo: el escándalo actual no es solo un problema para Norteamérica. Lo que está
ocurriendo hoy es una tragedia que afecta a todos los seres humanos, y que llama a toda la iglesia a la
acción.
¿Por qué tanto escándalo?
Desde sus inicios, la organización de Planned Parenthood ha encontrado oposición de la comunidad
cristiana. En su libro Women and the New Race, la fundadora de la organización, Margaret Sanger,
escribió: “Lo más misericordioso que una familia grande puede hacer a uno de sus miembros infantiles
es matarlo”. Sus comentarios de inmediato la colocaron en conflicto con los creen que estos infantes
llevan la imagen de Dios. A través de los años, la conciencia pública en los Estados Unidos hacia el
aborto ha cambiado bastante, pero los cristianos mantienen que esta es una práctica que va
directamente en contra a los derechos humanos y el diseño de Dios para Su creación. Hoy en día,
Planned Parenthood es el proveedor más grande de abortos en los EE.UU., y en un país que aborta casi
3 millones anualmente, esta no es una cifra pequeña.
El gobierno estadounidense es el partidario más grande de Planned Parenthood. Según su informe
anual, la organización recibió más de $528,000,000 de ingresos de ciudadanos americanos. El
movimiento detrás de #DefundPP ha existido ya por un tiempo. Este hashtag se refiere ampliamente a
la lucha para parar la contribución de impuestos estadounidenses a la organización. Más
específicamente, #DefundPP se refiere a un proyecto de ley del Senado Nacional de los EE.UU.
(S.1881) para cuestionar la contribución de impuestos estadounidenses a la organización en medio del
escándalo público de estos días recientes. De haber sido aprobado, el proyecto de ley hubiera redirigido
los fondos que recibe Planned Parenthood a otras organizaciones que trabajen por la salud femenina,
pero el senado no lo aprobó, con un voto de 53:46. (Se necesitaban 60 votos afirmativos).
Esta legislación nació durante el lanzamiento de una serie de videos en los cuales miembros del Center
for Medical Progress (Centro para el progreso médico) conversaron con líderes y empleados de
Planned Parenthood, disfrazados como compradores de especímenes para investigación médica. Hasta
ahora, cinco videos han sido lanzados, revelando en detalle gráfico la involucración de Planned
Parenthood en la colección y venta de tejido fetal. En este quinto video, Melissa Farrell, la directora de
investigación de Planned Parenthood Gulf Coast (Texas), habla de la habilidad de la organización
conseguir “cadáveres fetales intactos” para vender a investigadores médicos, y para contribuir a las
ganancias de la organización. Ella habla con los compradores (actores de parte del CMP) acerca de
precios para diferentes especímenes y el valor relativo de los mismos. Además, ella les dice de la
habilidad de manipular el proceso del aborto para obtener especímenes especificos.
;”>La pregunta, es, entonces: ¿Planned Parenthood se beneficia económicamente de la venta de estos
cadáveres? De ser cierto, esta es una definición clara del tráfico humano: una violación no solamente
de la ley de los EE.UU., sino también una violación del sentido moral común y de los derechos
humanos que la organización pretende proteger.
¿Por qué es importante?
Este problema importa profundamente a los cristianos porque nuestra atención por la vida es
profunda, mucho más profunda que lo que dicte el clima político de Estados Unidos. Eso significa que
el tema es mucho más importante que la cuestión de la legalidad. En las Escrituras, vemos la creación y
el amor de Dios por la vida, desde las plantas hasta los animales. Y el pináculo de su creatividad es la
humanidad, a la que dota de su propia semejanza. La Biblia es clara acerca de cómo Dios ve a los seres
humanos no nacidos. John Frame, en su libro masivo The Doctrine of the Christian Life (La doctrina
de la vida cristiana)muestra algunos de los pasajes más claves:
Éxodo 21:22-25. Dios declara que si un hombre (incluso accidentalmente) acaba con la vida de un
niño no nacido entonces “pagará vida por vida”. Dios trata a la matanza de los no nacidos de la misma
manera que los nacidos;
Salmo 139:13-16. El salmista, David, atribuye a Dios su formación de sus adentros y con tejerlo en el
vientre de su madre. Dios está activo en la creación de la vida, incluso los no nacidos;
Salmo 51:5. David esta vez se describe sí mismo como un pecador antes de nacer, diciendo: “en
pecado me concibió mi madre”. Frame señala que el pecado, en la Biblia, es siempre una “calidad
personal, no una impersonal”. David, inspirado por el Espíritu Santo, se refiere a los no nacidos en
términos personales;
Jueces 13:3-5. Debido a que Sansón era un nazareo, su madre tuvo que seguir la limitación del voto
Nazareo cuando estaba embarazada de él. Dios trató a Sansón como una persona desde antes de la
concepción; y
Lucas 1:35 (y Hebreos 2:17-18). El ángel que visita a María le dice que ella concebirá por el Espíritu
Santo y luego pasa a describir un aspecto de la vida de Jesús: su concepción. El escritor del libro de
Hebreos afirma que Jesús es como nosotros en todas las cosas (excepto en el pecado). Si vemos el
milagro de Jesús en su concepción, y no en su nacimiento, entonces tenemos todas las razones para
pensar que nosotros, como el niño Jesús, somos personas incluso mientras estamos en el útero.
Después de la votación del Senado estadounidense, Russell Moore, presidente de la organización de la
política pública de los Bautistas del Sur, explicó por qué es importante esta cuestión. Él escribe:
“La razón por la que los cristianos hablan mucho acerca de la protección de la vida por nacer –por lo
que estamos comprometidos con el cierre de cualquier organización que trata de sacar provecho de la
destrucción de los no nacidos– es que sabemos que un asalto a un bebé es un asalto a las buenas
nuevas de Jesucristo. El evangelio, después de todo, se base en la singularidad de la humanidad en la
creación, la redención y la consumación”. Por tanto, todo esto debería importarnos a nosotros, puesto
que la vida le importa a Dios. Él imprime a los seres humanos con su imagen única. Los ataques a la
vida humana, entonces, son ataques contra Dios mismo.
¿Qué hago con esta información?
Familiarízate más con el tema, y con las leyes y prácticas del aborto en tu región.
Investiga la acción de Planned Parenthood en tu país por su división Planned Parenthood Global, que
tiene asociaciones en Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Nicaragua, Perú y varios países de África. Hay
una lista de enlaces en su sitio web.
Donde sea posible, contacta los miembros de tu gobierno o de las organizaciones que están conectadas
a la salud femenina, sexual y reproductiva, y diles que el aborto es un asunto de violación de derechos
humanos. Haz que tu voz sea oída.
Pastores: lideren a sus congregaciones a buscar el corazón de Dios y a ver a los no nacidos como Él los
ve.
Sirve a las mujeres embarazadas a través de algún ministerio de tu iglesia o a través de un centro para
mujeres embarazadas en crisis. Si no hay centros cerca de ti, considera cómo tu iglesia puede
involucrarse.
Ora por los empleados de Planned Parenthood, que de ellos Dios llame a un Pablo, y que él cambie los
corazones para que llamen al mal, “mal”, y puedan entonces trabajar para el avance del reino de Dios.
Extiende gracia a mujeres y padres que han abortado a sus niños en el pasado. Recuerda que muchas
de estas madres están asustadas y buscando esperanza. Haz que tu iglesia sea un lugar seguro para
ellos, donde puedan crecer en el entendimiento de la gracia maravillosa de Dios.
Después de todo, nosotros somos quienes tenemos las palabras de vida: y palabras de vida eterna.
6 COSAS A TOMAR EN CUENTA A LA HORA DE LEER ARTÍCULOS EN
INTERNET
Hoy proliferan los artículos: cualquiera puede tener un blog de manera gratuita, escribir y publicar en
minutos, y esa información puede cruzar las fronteras de todo el mundo. Es importante prestar
atención a ciertas tendencias, por lo que queremos ayudarte a meditar con aquello que hemos
aprendido en el (relativamente corto) tiempo que llevamos como escritores y lectores online, orando
esto sea de bendición y contribuya a la comunidad online hispanohablante.
1. Un artículo no es una materia completa
“¡Pero eso es poca información para tratar tal tema!”. Así muchos pueden pensar al terminar de leer un
artículo de unas 1000 palabras sobre un tema tan complejo como la segunda venida de Cristo o los
dones del Espíritu Santo. La verdad es que un artículo es un artículo: no debemos esperar que en tan
pocas palabras se dé una cátedra académica sobre un tópico particular.
Si crees que los artículos que lees en internet te dejan “con ganas de más”, ¡qué bueno! Es un buen
momento para que agarres tu Biblia o busques conseguir un libro que trate sobre ese tema. El artículo
habrá logrado su fin. Internet es un mundo de información donde puedes hallar excelentes recursos en
video, audio y hasta seminarios online para estudiar aún más. No le pidas a un artículo más de lo que
está diseñado para darte.
“¡Oh, profundidad de las riquezas y de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son
sus juicios e inescrutables sus caminos!”, Romanos 11:33
2. Si tu crítica tiene fundamento, procura expresarla bien
Leíste un artículo en Internet con el que estás en desacuerdo y tu crítica está bien fundamentada. Hasta
aquí todo bien. El problema de muchos es que, aunque tienen razón en sus argumentos al criticar lo
que está mal, cometen errores tales como:
Criticar de una forma que no es entendible y cordial.
Criticar atacando a personas en vez de sus argumentos.
Criticar en realidad con el motivo de jactarse de tener la razón y no con la intención de servir.
Necesitamos orar a Dios para que nos enseñe a evitar errores así y nos guíe a expresarnos con
sabiduría. Sin duda, un ministerio que quiere agradar al Señor va a recibir las críticas hechas por amor
a Su nombre, pero puede que ignore aquellas que sean por amor a tu nombre.
“Que su conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepan cómo deben
responder a cada persona”, Colosenses 4:6.
3. El prejuicio es pecado, el juicio justo es bueno
Juzgar algo es bueno, todo el tiempo lo hacemos: juzgamos cuál es el mejor camino para ir a tal o cual
lugar, juzgamos entre dos productos al compararlos y ver todas sus especificaciones, entre otras cosas.
Pero siempre hemos oído ese viejo refrán: “¡No juzgues un libro por su portada”. Esto tiene mucha
verdad.
Más de una vez me llevé la gran sorpresa de que ese libro por el cual no daba un centavo resultó ser
usado por Dios para transformar mi vida, y literalmente eso me pasó cuando compré un libro en una
feria de cosas usadas por unas pocas monedas. Resultó ser “El secreto espiritual de Hudson Taylor” (un
misionero grandemente usado por Dios en China) y doy gloria a Dios por ese libro.
Cuando veas un artículo en internet y rápidamente leas el título y la descripción, ¡no lo juzgues! no lo
pases por alto simplemente porque no te ha gustado el título o ya crees que sabes adonde se dirige.
Entra, léelo y luego júzgalo con un juicio justo, porque ya lo has leído y sabes de qué se trata.
“El que responde antes de escuchar, Cosecha necedad y vergüenza”, Proverbios 18:13.
4. Recuerda que una reseña es solo una reseña, no un manifiesto
Es fácil notar que la mayoría de la gente que critica injustamente una reseña hecha por un medio de
sana doctrina no entiende lo que no es una reseña. Es necesario que recuerdes que:
No debes esperar que una reseña de algo, como un disco de un cantante que no esté caminando en la
sana doctrina, por ejemplo, sea un ataque personal a ese cantante, a toda su teología, o a todos sus
discos anteriores, en vez de una evaluación del disco en específico.
Solo porque un medio apruebe algo, como un libro por ejemplo, o no es tan severo en su reseña del
mismo, no significa que el medio aprueba todo lo que enseña el autor de ese libro en todas las otras
cosas que ha producido.
Lo mismo ocurre al revés: el que una reseña rechace algo no quiere que decir que rechaza todo lo que el
creador de ese algo ha hecho antes.
Una reseña es solo una reseña. Sirve generalmente para saber qué podemos esperar de algo, pero no
confundas eso con otra clase de artículo. Creo que si más cristianos entendieran eso a la hora de leer
reseñas y comentar sobre ellas, habría menos discusiones innecesarias.
“La balanza falsa es abominación al SEÑOR, Pero el peso cabal es Su deleite”, Proverbios 11:11.
5. Ejerce discernimiento en todo lo que lees en internet
Como cristianos buscamos glorificar a Dios en todas las cosas, incluso cuando leemos artículos en
internet. Nuestra máxima autoridad es la Palabra de Dios, y debemos ser fieles a ella en toda nuestra
manera de vivir. Entonces, ¿qué tan importante es que filtres todo el contenido que lees a través de
ella? Muy importante.
Vivimos en un mundo minado de falsas enseñanzas que están al acecho por todos lados, ¡cuánto más
por la masiva banda ancha de fibra óptica! Cuida tu vida espiritual filtrando todo lo que lees por el
filtro de las Escrituras. Aun los mejores contribuyentes de los mejores sitios cristianos no están exentos
del error, y debes cuidarte de no aceptar todo lo que leas porque el autor te cae bien, es muy conocido o
estás de acuerdo con su punto de vista.
“Tengo más discernimiento que todos mis maestros, porque tus testimonios son mi
meditación”, Salmo 119:99
6. Que tu principal fuente de alimento espiritual no sean artículos.
En Cristiano Generación Facebook, entre algunos consejos que doy, comparto lo siguiente:
Si tu principal fuente de alimento espiritual son versículos, frases cristianas e imágenes inspiradoras en
Facebook, apaga tu computadora, Tablet o Smartphone y ponte a leer la Biblia. Cuanto más lo hagas,
más pensarás “¿Por qué rayos no leía la Biblia antes? ¡Cuánto quisiera haberlo hecho!”.
¡Lo mismo se aplica con artículos cristianos en Internet!
Muchos artículos de sana doctrina nos ayudan a entender mejor muchas cosas y nos ofrecen nuevas
perspectivas Cristocéntricas sobre diversos asuntos. Agradezco a Dios por lo excelente y edificante que
hay en Internet. Sin embargo, cuidémonos de no pasar más tiempo leyendo artículos que leyendo la
Palabra de Dios.
“Deseen como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcan para
salvación”,1 Pedro 2:2.
3 EVIDENCIAS DE QUE TE AVERGÜENZAS DEL EVANGELIO
El evangelio es el glorioso mensaje de salvación que Dios ofrece a los pecadores. Son las buenas
noticias de la muerte, sepultura y resurrección de Cristo por los pecados de los hombres, y el anuncio
de los eternos beneficios que recibimos por gracia. Un mensaje simple, pero de profundas
implicaciones. Una gran noticia que presupone una terrible noticia: Dios salva a pecadores
gratuitamente de la condenación eterna.
Martín Lutero, el gran reformador del siglo XVI, decía: “La verdad del evangelio es el principal artículo
de toda doctrina cristiana. Más necesario aún es que conozcamos bien esta doctrina, que se la
enseñemos a los otros y que la metamos en su cabeza continuamente”.
El apóstol Pablo predicó este mensaje desde su conversión. Realizó varios viajes misioneros por Asia y
Europa llevando el evangelio, y escribió acerca del mismo en todas sus cartas. Incluso, en su epístola a
los Gálatas, defendió con gran celo la integridad de este mensaje, al extremo de llamar anatema a todo
aquel que predicara un “evangelio diferente” (Gá. 1:5).
Ahora bien, la convicción del apóstol descansaba en la certeza de que Dios es el autor de este mensaje
(Ro. 1:1) y que el Señor mismo salvaba a los hombres por este medio: “Porque no me avergüenzo
del evangelio, pues es el poder de Dios para la salvación de todo el que cree; del judío primeramente
y también del griego” (Ro. 1:16). Dios salva a los pecadores y los salva por medio de la locura de la
predicación (1 Co. 1:21). Por eso el apóstol predicaba el evangelio y nunca se avergonzó de él.
Por lo tanto, todo creyente debe exhibir esta misma convicción y la misma actitud: Predicar el
evangelio tal como lo hemos recibido y sin avergonzarnos de él. Pero, ¿cómo descubrir si como
creyentes somos culpables de avergonzarnos de este mensaje? ¿Cómo sabemos que estamos
avergonzados del evangelio?
Aquí tres evidencias que apuntan a que sí, estamos avergonzados:
1. Cuando no predico ni comparto mi fe
Antes que Jesús ascendiera al cielo, encargó a sus discípulos diciendo ” Por tanto, id, y haced discípulos
a todas las naciones” (Mt. 28:19). Este mandato es extensivo a toda la iglesia cristiana de todos los
tiempos. Los creyentes tenemos el deber de la Gran Comisión: Predicar el evangelio de nuestro Señor
Jesucristo y hacer discípulos a las naciones. Es la tarea de la iglesia y la tarea del creyente. Cuando no
compartimos el mensaje del evangelio, estamos fallando en cumplir con nuestro deber y en un sentido
estamos avergonzados de él.
En el famoso sermón del Monte, nuestro Señor enseñó a sus discípulos que estamos llamados a ser la
sal de la tierra y luz del mundo. (Mt. 5:13-14). Y aunque nuestro testimonio y la conducta que
exhibimos ante los incrédulos es un aspecto importante en la tarea de ser luz, el evangelio debe ser
explicado y anunciado con palabras. La Gran Comisión se lleva a cabo cuando le explicamos a las
personas la necesidad de reconciliarse con su Creador. Evangelizar implica llamar a los hombres a la fe
en Cristo y al arrepentimiento.
Por lo tanto, callar acerca de lo que Cristo hizo en la cruz del calvario es una forma de avergonzarse de
este glorioso evangelio. Cuando preferimos no hablar de nuestra fe, de la cruz, y de la salvación en
Cristo Jesús, no solo estamos desobedeciendo sino también evidenciando que estamos avergonzados
del evangelio.
2. Cuando estamos más preocupados en no ofender a las personas
El evangelio es un mensaje ofensivo para el mundo y para el hombre no regenerado. Por eso Pablo y
Pedro hablaron de nuestro Señor y de la cruz como de un “tropiezo” para los incrédulos (1
Pe. 2:8; Gá. 5:11). Cuando llamamos a los hombres al arrepentimiento, estamos directa o
indirectamente denunciando su pecado. El pastor John MacArthur dice en este sentido “nunca suavize
el evangelio. Si la verdad ofende, entonces deje que ofenda. La gente ha estado viviendo toda su vida
ofendiendo a Dios. Deje que se ofendan por un momento”.
Es muy cierto que la tarea de evangelizar debe ser echa con gracia y misericordia. Que estamos
llamados a mostrar amor por los perdidos. Que debemos ser pacientes con ellos aun si resisten o
cuestionan nuestro mensaje. Pero eso no significa que, para que no se ofendan, debamos remover
palabras como pecado, cruz, arrepentimiento y condenación eterna, pues todas ellas forman parte
central del mensaje del evangelio.
La terrible frase “predica el evangelio y si es necesario usa palabras” tristemente ha sido muy famosa,
aceptada, y usada dentro de la Iglesia. Es una torpe contradicción pretender que el evangelio se
predique sin palabras, pues es un mensaje que se anuncia y proclama con los labios. Por eso el apóstol
Pablo decía: “...¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les
predique?” (Ro. 10:14). Más claro, imposible.
Ahora bien, aunque los pecadores se sientan acusados o juzgados por nuestra predicación, es un acto
de misericordia invitar a los hombres a la fe en Cristo y al arrepentiemiento, ya que esa es la única
manera de evitar el castigo eterno por los pecados. Lo contrario sería crueldad.
Por otra parte hay siempre la tendencia de enfatizar el amor de Dios cuando evangelizamos al
incrédulo. Mejor dicho, destacamos que fue el amor de Dios que lo motivó a enviar a su Hijo a morir
por nosotros. Y en un sentido esto es correcto. Para el efecto usamos el conocido texto de Juan 3:16. A
partir de ahí, invitamos a los hombres a responder a ese amor. Pero en muchos casos ese énfasis se
hace sin siquiera mencionar que los pecados del hombre fueron la razón que llevó a Jesucristo a la
cruz, y mucho menos llamamos a las personas al arrepentimiento. Eso no es predicar el evangelio: mas
bien es avergonzarnos de él. Cuando queremos suavizar el mensaje para no ofender, no solo estamos
fallando en cumplir con nuestro deber, sino que estamos pecando de avergonzarnos.
3. Cuando queremos hacer el evangelio más atractivo
Una tercera evidencia que indica que estamos avergonzados del evangelio tiene que ver con nuestra
inclinación a enfatizar más en los beneficios terrenales de la salvación antes que los eternos. Es decir,
cuando queremos hacer el mensaje del evangelio algo más atractivo para el mundo. Por esa razón
ofrecemos —y en algunos casos hasta les aseguramos— a las personas, riquezas, sanidad física, éxito,
bienestar, y una vida sin problemas.
Cuando los creyentes nos enfocamos en los beneficios terrenales al evangelizar, estamos procurando
despertar el interés de las personas para que nos den una respuesta afirmativa. Pensamos que los
beneficios materiales son una manera efectiva de convencer a los incrédulos.
Es por eso que en muchas ocasiones los creyentes hacemos enfasis en nuestro testimonio y hablamos
de los buenos resultados de haber abrazado el evangelio. Me apena decir que en nuestra tarea
evangelizadora, los creyentes parecemos hábiles vendedores que promocionamos un producto llamado
Cristo, para despertar el interés del consumidor. Y con esa intención apelamos a cualquier recurso con
tal de lograr “una venta”. Adornamos el mensaje para que las personas se sientan atraidas y “acepten” a
Cristo, aunque nunca les expliquemos la naturaleza del arrepentimiento.
Este mensaje que presenta al evangelio como un medio para una vida sin problemas y llena de
prosperidad terrenal es contrario a lo que Jesús, Pedro y Pablo predicaron. No debemos olvidar que
nuestro Señor le dijo a sus discipulos “en el mundo tendréis aflicción” (Jn. 16:33). Pablo fue claro al
decir “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hch. 14:22). El
mismo Pedro dijo “Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos
del mismo pensamiento” (1 Pe. 4:1).
Además, nuestro Señor y los apóstoles siempre llamaron a los hombres al arrepentimiento. Esa era la
escencia del mensaje que predicaban:
“Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y
el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”, Marcos 1:14-15.
“Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio”, Hechos 3:19.
“Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres
en todo lugar, que se arrepientan”, Hechos 17:30.
Por lo tanto, querer presentar al evangelio como un mensaje más atractivo y enfocarlo en los beneficios
terrenales no solo es pretender mejorarlo, sino también es avergonzarnos de él.
Conclusión
Recordemos que el evangelio, al ser un mensaje que proviene de Dios y con un contenido específico,
muy particular, claro y definido, debe ser proclamado fidedignamente. Por eso debemos tener cuidado
de dos cosas: de no quitarle contenido (para hacerlo menos ofensivo) o de no añadirle información (o
adornarlo) para hacerlo más atractivo.
Matthew Henry, el comentarista puritano del siglo XVII decía a este respecto: “El evangelio de Cristo
es uno, puro y simple, que no admite ni añadiduras ni sustracciones”.
Quizás hemos predicado el evangelio de la forma que nos enseñaron, pero eso no nos hace menos
responsables si lo hacemos mal. Si vamos a decir junto al apóstol Pablo que no nos avergonzamos del
evangelio porque es poder de Dios, entonces prediquemos el evangelio tal y como está presentado en
las Escrituras. Por eso el apóstol Pablo le dijo a los corintios que había predicado el evangelio tal como
él lo había recibido. Sin quitarle ni añadirle nada (1 Co. 15:3).
Prediquemos el evangelio y hagamos discípulos, pero recordemos que nosotros no convertimos los
corazones de los hombres. Los creyentes no tenemos ese poder. Es el evangelio que predicó Pablo,
Pedro y Juan y el que produce la salvación de los perdidos. Pero debemos ser fieles en presentarlo tal
como nos ha sido entregado. Nuestra responsabilidad es predicar, del resto se encarga el Señor. Unos
siembran, otros riegan, pero la salvación y el crecimiento lo da Dios (1 Co. 3:6).
7 MARCAS DE UN PECADO PROFUNDAMENTE MORTAL
Por Tim Challies
No todo pecado es el mismo. Mientras que cada pecado le pone bajo la ira de Dios, y mientras que
cualquier pecado es suficiente para crear un abismo eterno entre Dios y el hombre, no todo pecado es
idéntico. En el capítulo 9 de su obra Venciendo el Pecado y la Tentación, John Owen quiere que
pienses en ese pecado dominante en su vida para tener en cuenta si se trata de un pecado "ordinario", o
si se trata de uno que es particularmente mortal y que, por lo tanto, requiere algo más que el patrón
habitual de hacer morir el pecado. La letalidad de un pecado no está relacionada tanto a la categoría de
ese pecado, sino a lo profundamente arraigado que está en tu vida, y la forma en que ha respondido a
Dios como él se lo ha revelado a usted.
Aquí hay siete marcas de un pecado profundamente mortal.
1. Su pecado es arraigado y habitual. Puede haber algunos pecados que han estado en su vida tanto
tiempo y con tanta prevalencia que ya no los encuentra chocante o particularmente molestos. Su mente
y su conciencia han crecido con fuerza en el pecado y está ahora profundamente arraigado en sus
pensamientos y hábitos. Usted, mi amigo, está en un lugar peligroso cuando se ha crecido ambivalente
a ese pecado. “A menos que se tome algún curso extraordinario, una persona así no tiene ninguna base
en el mundo para esperar que su postrer estado será la paz.”
2. Usted proclamar la aprobación de Dios, pero sin luchar contra el pecado. Usted sabe que un cierto
pecado es frecuente en su vida, y sin embargo sigue proclamando que usted es aceptado en Cristo. A
pesar de que Dios le ha revelado ese, y a pesar de que usted no ha hecho ningún intento real para
hacerlo morir, de todos modos cuenta con la gracia de Dios para usted en el evangelio y aún toma
consuelo en la paz del evangelio. Owen quiere que usted sepa que no se puede predicar la paz de Dios a
sí mismo mientras abrazas un gran pecado. El evangelio no ofrece consuelo a los que se entretienen
con su pecado favorito.
3. Usted aplica la gracia y la misericordia de un pecado que no tiene intención de hacer morir. No se
puede proclamar que el Evangelio ha cubierto su pecado si usted no tiene intención de luchar contra
ese pecado. “Aplicar la misericordia a un pecado no mortificado vigorosamente es cumplir con el
objetivo de la carne sobre el evangelio." A veces tu corazón anhela la paz con Dios, pero al mismo
tiempo anhela la satisfacción de ese pecado. En estos casos es posible que atrevidamente mire al
evangelio para calmar su conciencia a pesar de que usted no tiene ninguna intención de detener su
pecado. Pero el evangelio no permite que usted aplique la misericordia y la gracia de Dios a un pecado
que usted amas y tiene la intención de aferrarse.
4. El pecado frecuentemente tiene éxito en seducir a sus deseos. Hay momentos en que su corazón se
deleita en el pecado, a pesar de que en realidad no cometes pecado que exteriormente. Si un pecado se
convierte en tu delicia y tiene un gran dominio sobre su alma, es una señal peligrosa de un pecado
particularmente mortal. Esto es cierto incluso si usted no comete ese pecado. Si su deleite está en el
pecado, no en Dios, su alma se está alejando de su Salvador.
5. Usted habla en contra del pecado sólo por miedo al inminente castigo. Es una señal de que el
pecado ha tomado posesión importante de su voluntad cuando discute contra el pecado o no puede
cometer pecado sólo porque teme el castigo. En este caso no se deleita en hacer la voluntad de Dios,
sino sólo temer las consecuencias de la desobediencia. Un verdadero cristiano lucha contra el pecado
por el deseo de agradar a Dios y encontrar su deleite en Dios.
6. Se das cuenta de que Dios está permitiendo que un pecado en su vida le haga consciente de otro
pecado. Hay momentos en que Dios permite luchar con un pecado con el fin de exponer un pecado más
profundo. “Un nuevo pecado puede ser permitido, así como una nueva aflicción surge, para traer un
viejo pecado al recuerdo.” En tal caso, Dios está ejerciendo disciplina paternal. Si Dios te está
disciplinando al permitir otro pecado o al traer algún tipo de aflicción, le está enviando un mensaje
acerca de la dureza o el corazón y la profundidad de su pecado. ¡Preste atención a la advertencia!
7. Usted ha endurecido su corazón contra Dios, al exponer su pecado ante usted. Dios se revela con
gracia su pecado por medio de su palabra, a través de la conciencia, a través de otros cristianos, ya
través de muchos otros medios. Cuando él revela su pecado, él también le pedirá que tome acción en
contra de el. Si rechaza continuamente su ayuda y endurece su corazón contra ese pecado, usted se
encuentra en un estado peligroso muy peligroso. “Inefable son los males que asisten a tal entorno de
corazón. Cada advertencia particular a un hombre en tal condición es una misericordia inestimable;
cuanto desprecia a Dios en ellos que los resiste! Y ¡cuán infinita paciencia en Dios, que no echa fuera a
tal persona, y jura en su ira que nunca entrará en su reposo!”
Cristiano, evalúe su pecado, y haga una dura batalla contra el. Es la gracia de Dios que revela su
pecado, y es la gracia de Dios que le da todo lo necesario para hacerlo morir.
SECRETO | REFLEXIÓN
Josué 5 – 7 y 2 Corintios 1 – 2
“Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, te ruego, da gloria al SEÑOR, Dios de Israel, y
dale alabanza; y declárame ahora lo que has hecho. No me lo ocultes”, Josué 7:19.
Uno de los libros de John Grisham se llama “La hermandad”, y trata acerca de la extorsión que un
grupo de astutos ex jueces en presidio realizan en contra de hombres acaudalados que guardan
terribles secretos. Una pequeña infidencia, un desliz, un pequeño paso en falso y todo el andamiaje de
una vida aparentemente intachable se derrumba ante la presión de la amenaza de la revelación pública
del secreto. Las cuatrocientas cincuenta y tres páginas del libro muestran la sagacidad de los
delincuentes y el drama de los que no pudieron guardar en secreto su comportamiento clandestino.
¿Por qué los secretos nos hacen vulnerables? ¿Tienes algún secreto del que temes ser descubierto? El
problema de nuestro mundo confidencial es que muchas veces encierra áreas oscuras de las que nos
avergonzamos o que hemos ocultado por temor a que sea descubierta alguna verdad que preferimos
que se mantenga en silencio. No estoy hablando de privacidad, ni tampoco de la intimidad necesaria y
el metro cuadrado que todos debemos mantener. Quisiera referirme, más bien, al secreto dañino que
desde dentro de nuestro corazón corroe nuestra alma, corrompe nuestras acciones y nos llena de
pánico al pensar que en algún momento pudiéramos ser descubiertos. ¿Cuál es la repercusión de un
secreto de este tipo en la totalidad de la vida?
Durante la entrada de Israel a la tierra prometida, al pueblo le tocó tomar posesión y luchar por ganar
cada metro de terreno de las tierras cananitas. Del Señor habían recibido la indicación de que nada de
las riquezas de los pueblos que Dios había desechado debían preservarse, todo debía ser destruido. Sin
embargo, Acán, un israelita de la tribu de Judá, no pudo contener su codicia ante la belleza de un
manto babilónico y de una buena cantidad de plata y oro. Creyendo que nadie se daría cuenta, escondió
su “secreto” bajo tierra en medio de su tienda y dejó que la vida siga su curso. Lamentablemente, un
secreto dañino siempre repercute sobre la vida entera y sobre los que nos rodean. Cuando Israel volvió
a salir a la batalla el pueblo no pudo conseguir una victoria cayendo todo Israel en un profundo
desánimo, “...y el corazón del pueblo desfalleció y se hizo como agua”, Josué 7:5b.
¿No han notado que hay algunas cosas que nos suceden y como que no podemos explicarlas? ¿No será
que hay un secreto que funciona como un lastre que nos impide alcanzar el éxito esperado? Eso le
pasaba a Israel, pero, Acán permaneció imperturbable. La reacción de Josué no se hizo esperar. Le
reclamó a Dios por aquello que él consideraba una divina injusticia: “Y Josué dijo: ¡Ah, Señor
DIOS! ¿Por qué hiciste pasar a este pueblo el Jordán, para entregarnos después en
manos de los amorreos y destruirnos? ¡Ojalá nos hubiéramos propuesto habitar al
otro lado del Jordán”, Josué 7:7. Cuando tenemos un secreto dañino siempre repercutiremos en
nuestro entorno cercano y haremos que los que nos quieren cuestionen a Dios porque no conocen de
nuestra responsabilidad. La oración sincera de Josué no servía delante de Dios mientras no se devele
la absoluta verdad. Por eso, el Señor aparece y le ordena a Josué que deje de orar y que trabaje no
cuestionando a Dios sino encontrando la causa y el causante de la desgracia de Israel, “Y el SEÑOR
dijo a Josué:¡Levántate! ¿Por qué te has postrado rostro en tierra? Israel ha pecado…
No pueden, pues, los hijos de Israel hacer frente a sus enemigos… hasta que quitéis el
anatema de en medio de vosotros”, Josué 7:10,11a, 12a, 13b).
Josué se levantó muy temprano y empezó el interrogatorio por todo el pueblo de Israel hasta que se
develó el secreto de boca del mismo Acán. Él reconoció su codicia y tuvo que morir por su pecado.
Israel solo fue liberada cuando fue quitado de en medio el causante secreto de sus desgracias. Bien nos
enseñó nuestro Señor Jesucristo que no hay nada oculto que no saldrá a la luz y que la verdad puesta
en práctica siempre es realmente liberadora, porque un secreto dañino siempre se nos escapará de las
manos y tarde o temprano terminará haciéndonos daño.
El apóstol Pablo nos enseña que el mejor remedio para expulsar los secretos dañinos de la vida es el
testimonio sencillo de una conciencia intachable: “Porque nuestra satisfacción es ésta:el
testimonio de nuestra conciencia que en la santidad y en la sinceridad que viene de
Dios, no en sabiduría carnal sino en la gracia de Dios, nos hemos conducido en el
mundo y especialmente hacia vosotros”, 2Corintios 1:12. La transparencia y la sinceridad de
actos y palabras siempre será un bien estimado por Dios para sus hijos. Ya Él mismo nos enseña que en
nuestra vida no debemos dejar lugar para las ambigüedades: “Pero como Dios es fiel, nuestra
palabra a vosotros no es sí y no”, 2Corintios 1:18.
La victoria final sobre los secretos dañinos se conseguirá cuando el candor de la franqueza y la sencillez
de la espontaneidad gobiernen nuestros actos a los que conscientemente sujetamos al escrutinio de
Dios. No tenemos nada que ocultar porque todo está bajo la potente luz del amor de Dios quien nos
perdona y siempre nos dará la posibilidad de una nueva oportunidad.
¿QUÉ ES EXACTAMENTE UN APÓSTOL?
He oído decir antes de que la falta de apóstoles de hoy en día es una gran parte de la razón de los
problemas de la iglesia en América del Norte, y también he oído decir que la presencia de los apóstoles
de hoy en día son una gran parte la razón de los problemas de la iglesia norteamericana. No creo que
ambas posiciones pueden ser correctas, a menos que estén trabajando con diferentes definiciones de la
palabra "apóstol".
Entonces, ¿qué es un apóstol? Algunos sugieren que un plantador de iglesias es un apóstol. Algunas
personas sugieren que ellos son un apóstol. Algunas personas sugieren que nadie después del primer
siglo podría ser un apóstol. Algunas personas sugieren que todo el mundo es, de alguna manera, un
apóstol. Antes de levantar las manos en el aire y llegar a un analgésico, vamos a echar un vistazo
rápido, pero a fondo al uso bíblico del término "apóstol":
(Ni siquiera socio …)
Un apóstol = Un mensajero
El término puede tener dos sentidos
“Pablo, apóstol, no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo y por Dios el Padre …”
La idea aquí es que existen apóstoles de hombres regulares, pero Pablo es un apóstol de Cristo (Gál.
1:01).
Se puede utilizar en el sentido general de "mensajero".
En este sentido, Bernabé es llamado un apóstol (Hechos 14:14)
En este sentido, Tito y los otros hermanos son "apóstoles" de / a las diversas iglesias (2 Cor. 8:23)
En este sentido, Jesús es llamado apóstol (Heb. 3:1)
También puede ser un término técnico que se refiere únicamente a los mensajeros
enviados personalmente por el Cristo encarnado.
Pablo obviamente no aplica su título apostólico a nadie en sus aperturas epistolares:
El apóstol Pablo, el hermano Sóstenes (1 Cor. 1:1).
El apóstol Pablo, el hermano Timoteo (2 Cor. 1:1).
“Pablo, apóstol … y todos los hermanos que están conmigo …” (Gálatas 1:1)
Pablo y Timoteo son siervos de Cristo (Fil. 1:1).
El apóstol Pablo, el hermano Timoteo (Col. 1:1).
Pablo simplemente los llama, Silvano y Timoteo (1 y 2 Tesalonicenses 1:1).
El apóstol Pablo, el hermano Timoteo (Filemón 1:1).
El resto de las cartas tienen solo a Pablo como apóstol.
Los criterios bíblicos para el apostolado:
1. Personas que han sido testigos de todo el ministerio terrenal de Jesús.
2. Las personas que han sido testigos de la resurrección.
“Por tanto, es necesario que de los hombres que nos han acompañado todo el tiempo que el Señor
Jesús vivió[a] entre nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día en que de entre
nosotros fue recibido arriba, uno sea constituido testigo con nosotros de su resurrección.” (Hechos
1:21-22)
3. Verificación Milagrosa.
“Las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en toda paciencia, con señales y prodigios y
milagros.” (2 Cor. 12:12)
(A menos que usted fuera parte de este grupo de personas, es decir, testigos del Cristo resucitado,
usted no es un apóstol como ellos lo fueron …)
¿Quiénes eran apóstoles?:
Hubo 13 apóstoles, hombres comisionados directamente por el Dios encarnado como
sus mensajeros.
Hubo 12 que fueron enviados a las 12 tribus de los Judios.
Hubo 1 que fue enviado a los gentiles, Pablo.
Pablo fue hecho apóstol de los gentiles en Hechos 9:15.
Pablo entendió y apoyó que el 12 fueron enviados a los Judios y los 12 comprendieron y apoyaron que
Pablo fue enviado a los gentiles (Gálatas 2:7-9).
¿Fue Junias un apóstol en Romanos 16:7?
No. Junia era bien conocido / famoso “entre los apóstoles,” que significa “en el ámbito de los
apóstoles” o “a los apóstoles,” no “como uno de los apóstoles.”
Para un tratamiento exhaustivo de este tema, consulte los siguientes artículos de revistas (para
aquellos de ustedes que realmente quieren martillar a través de esta pregunta):
MH Burer and DB Wallace, “Was Junia Really an Apostle? MH Burer y DB Wallace ", A Re-
examination of Rom 16.7,” NTS 47 (2001): 76-91.
Heath, Curtis R. “A Female Apostle?: A Note Re-examining the Work of Burer and Wallace Concerning
epishmoV with en in the Dative,” Concordia Journal , (October 2002), 437-440
¿Existen actualmente apóstoles en la tierra?
No en el sentido de "la celebración del oficio de apóstol" como Pablo o los 12. Una vez que uno está
claro en la definición de "apóstol", no se puede llamar a cualquier persona un apóstol en el mismo
sentido de Pablo o los 12.
¿Hay alguna diferencia entre el oficio de apóstol y el don de apóstol?
No. Los argumentos que tratan de separar la oficio del son (el argumento de Ef. 4:11) revelan una falta
de comprensión de los diferentes usos del término “apóstol” en el NT y obtienen el apoyo de los textos
que utilizan el término en el sentido general de “mensajero” (es decir, Hechos 14:14 y 2 Cor. 8:23).
No puedo encontrar una razón de peso para dudar de que el oficio de apóstol fue el don en Ef. 4:11 ( O 1
Cor 12:28-29), Dios dio apóstoles específicos a la iglesia con el propósito de fundar la iglesia (Efesios
2:20), y la iglesia no está siendo continuamente fundada en cada sucesiva generación.
¿Qué hay de lo que algunos llaman los 5 ministerios en Efesios 4:11 y 1 Corintios 12:28-
29?

Una vez más, los argumentos que tratan de argumentar a favor de los apóstoles modernos revelan una
falta de comprensión de los diferentes usos del apóstol en el NT.
Si los apóstoles tenían que ser testigos del ministerio terrenal y la resurrección de Jesús, así como de
ser verificados por señales y prodigios, entonces la única manera para que alguien sea un apóstol (en el
sentido específico) es ser de 2.000 años de antigüedad.
Hay apóstoles por todo el lugar, en el sentido general de "mensajero" (en ese sentido, soy un apóstol
también), pero nunca he oído hablar de alguien que se hace llamar un "apóstol" para insinuar el mismo
nivel de autoridad divina como este hombre .
Como regla general, "doctrinas" que se basan en un solo versículo de la Escritura (. Como Efesios 4:11,
que es el único pasaje que he visto que se haya utilizado para defender el concepto de "cinco
ministerios") es altamente sospechoso.
¿Cuál era la relación de los profetas y los apóstoles?
Jesús hizo paralelo de profetas y apóstoles en Lucas 11:49, y se mencionan en lenguaje paralelo en Ef.
2:20, 3:5; 2 Ped. 2:20, 3:5; 2 Ped. 3:2; y Apocalipsis 18:20.
Ambos profetas y apóstoles hablan por Dios, pero sólo los apóstoles eran mensajeros de Cristo que
fueron enviados personalmente por él.
La gran diferencia es Jesús.
En el Nuevo Testamento, tiene profetas que no son apóstoles (es decir Agabo), pero no hayapóstoles
que no sean profetas.
Por lo tanto, si alguien se llama a sí mismo un "apóstol" y no es un testigo milagrosamente verificado
tanto del ministerio y resurrección terrenal de Cristo, entonces están básicamente utilizando el término
como sinónimo del término "cristiano". Si alguien no es un testigo milagrosamente verificado tanto del
ministerio y resurrección terrenal de Cristo, sino que se hace llamar un "apóstol" porque están
plantando iglesias, entonces están básicamente utilizando el término como sinónimo del término
"pastor".
Espero que esto le dé un poco de alimento para el pensamiento y aclare la confusión terminológica
para usted tanto como lo hizo por mí!
AMAR SIN HIPOCRESÍA
Por John MacArthur
La música, las películas y los medios de comunicación sociales contribuyen a dar forma a la
cosmovisión del amor. Se confunde habitualmente con el deseo y por lo general impulsado por la
búsqueda de satisfacer nuestros propios deseos egoístas. Como cristianos tenemos que reconocer la
hipocresía de esa mentalidad mundana. La calidad de la definición del amor de Dios es que Él reservó
lo que por derecho le pertenece a Él con el fin de beneficiar a los que correctamente merecen su juicio y
no tienen derecho a pedir nada (cf. Romanos 5:8; Filipenses 2:1-8).
El Nuevo Testamento griego usa la palabra agapē para describir esa clase de amor. Es totalmente
desinteresada, sin tomar parte. Busca otro bien supremo, no importa el costo. Agapē se ejemplifica a la
perfección por el sacrificio de Jesús por nosotros. Demostró Su gran amor al sufrir la ira de Dios como
un sustituto justo por los pecadores que se merecían esa ira (cf. Romanos 5: 8), el gran acto
desinteresado. Su llamado a nosotros de negarnos a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirlo
(Mateo 16:24; Lucas 9:23) revela por qué amor agapē es la mayor virtud de la vida cristiana.
La marca de autenticación de nuestro cristianismo, ante un mundo incrédulo, es nuestro amor por los
demás creyentes. Jesús afirmó esto cuando dijo; “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os
tenéis amor los unos a los otros” (Juan 13:35).
Pero ¿Cómo es este tipo de amor? Un breve repaso de los unos a los otros en el Nuevo Testamento da
una excelente imagen. Se nos ordena: edificarnos unos a otros (Romanos 14:19); servirnos unos a otros
(Gálatas 5:13); llevar las cargas unos de los otros (Gálatas 6:2); estar sumisos unos a los otros (Efesios
5:21); perdonarnos unos a otros (Colosenses 3:13); enseñarnos unos a otros (Colosenses 3:16);
consolarnos unos a otros (1 Tesalonicenses 4:18); reprendernos unos a los otros (Tito 1:13); animarnos
unos a otros a hacer el bien (Hebreos 10: 24-25); confesar nuestros pecados unos a otros (Santiago
5:16); orar unos por otros (Santiago 5:16); y ser hospitalarios con los otros (1 Pedro 4: 9-10).
Ese tipo de amor era raro en la literatura griega pagana porque los rasgos que ágape retrata –
altruismo,abnegación, dedicación voluntaria, preocupación por el bienestar de los demás – se
despreciaba en su mayoría en la antigua cultura griega como señales de debilidad.
Sin embargo, el Nuevo Testamento declara que Agape es el rasgo de carácter en torno al cual giran
todos los demás. El apóstol Juan escribe: "Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en
Dios y Dios en él" (1 Juan 4:16). Jesús mismo da gran importancia al amor en su respuesta al intérprete
de la ley judío:
“Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento de la ley? Y El le dijo: Amaras al Señor tu Dios con todo tu
corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento. Y el
segundo es semejante a éste: Amaras a tu prójimo como a ti mismo. 40 De estos dos mandamientos
dependen toda la ley y los profetas” (Mateo 22: 36-40).
Por lo tanto, tiene sentido que el primer "fruto del Espíritu es amor" (Gálatas 5:22), y que el amor por
los demás creyentes es la forma primaria en que las personas sabrán que somos creyentes (Juan 13:35).
El amor Agapē es una parte tan importante de la santidad personal que Juan afirma: “Nosotros
sabemos que hemos pasado de muerte a vida porque amamos a los hermanos. El que no ama
permanece en muerte.” (1 Juan 3:14). Una persona que no demuestra el verdadero amor en su vida no
es un creyente. Sin amor no podemos presumir de tener la vida eterna, y mucho menos ser una
persona de integridad.
CUIDA LO QUE DICES
“Y dijo Dios: Sea la luz y fue la luz”.
Creemos en un Dios que habló al mundo a existencia. En el centro y comienzo de toda la creación hubo
una palabra que creó algo. Esta verdad es un recuerdo constante de que las palabras y el lenguaje
tienen poder.
Hay mucho que podemos escribir y hablar en cuanto a glorificar a Dios con nuestras palabras, pero
para este artículo quisiera enfocarme en cómo nuestras palabras pueden crear de forma no intencional
una cultura exactamente opuesta a lo que estamos intentando crear.
Por ejemplo, el término “ir a la iglesia” parece tan inofensivo que cuando alguien nos corrige diciendo
que “no vamos a la iglesia, sino que somos la iglesia”, es muy fácil descartar ese comentario como algo
quisquilloso o arrogante. ¡Y a veces lo es! Pero la realidad es que esta pequeña frase se puede convertir
en un problema si la usamos todo el tiempo. Hay una razón por la que una generación de cristianos
está sentada en el banquillo viendo al cristianismo en lugar de ser impulsados a “entrar en el juego” y
“ser la iglesia”. La manera como usamos el lenguaje no es ni el único culpable, ni la única respuesta,
pero puede ayudarnos a crear una gente que ve a la iglesia como la familia de Dios, y no como un
evento. Merece la pena que luchemos de forma consistente y humilde por hacer esta diferenciación, y
el lenguaje que utilizamos puede ayudar con ello.
Otro problema que ocurre con frecuencia en la iglesia es cuando el pueblo de Dios ve a su pequeña
comunidad en la iglesia como un evento semanal, en lugar de algo del día a día, algo que forma parte
de toda la vida. La gente suele decir cosas como: “¿Cómo estuvo el grupo de comunidad?”, o “¿Cómo
estuvo tu grupo pequeño?”. No son malas preguntas, pero si el objetivo es que nuestra comunidad sea
una familia de siervos de Dios haciendo vida y misión juntos, entonces será deseable utilizar un
lenguaje que recuerde constantemente a la gente de qué consiste nuestra comunidad. Además, nos
gusta usar siglas para todo. Por eso hacemos que la gente nueva se pregunte qué será el GC (grupo de
crecimiento), por qué eso entra en conflicto con el ADN de Sarah, y hace que nos preguntemos
“WWJD” (What Would Jesus Do?, ¿Qué haría Jesús?).
Existen maneras de combatir esto. Una de ellas es explicar constantemente el lenguaje que usamos
en nuestra iglesia. Tratemos de minimizar las siglas, y, si las utilizamos, estemos listos para
explicarlas. Compartamos constantemente para qué creó Dios esta comunidad, y hagamos
explicaciones en todos los anuncios, literatura y escritos en la web. Nunca demos por hecho que las
personas saben de lo que estamos hablando, o qué significa el lenguaje de nuestra iglesia, sino
expliquemos siempre todo. Esto ayuda mucho para que los que vienen de fuera, los nuevos y los no
creyentes, tengan un sentido de estar dentro y de pertenencia. Otra cosa útil es comenzar a referirse a
la comunidad como lo que es, y a la reunión como una “reunión comunitaria”. De esta forma, la gente
comenzará a preguntar: “¿Cómo te fue en la reunión de tu comunidad misional?”. O puede que
pregunten: “¿Cómo estuvo la cena del grupo pequeño?”. La idea es diferenciar constantemente entre lo
que es nuestra comunidad y lo que hace, y utilizar un lenguaje diferente para ambas cosas. Llevará un
tiempo implementar esto, pero acabará arraigándose, y la gente notará la diferencia, ¡y los visitantes y
no creyentes comenzarán a sentir también que hay algo diferente!
Pensemos en lo que estamos tratando de llevar a cabo los domingos, y si es mejor usar el término
“servicio” o “reunión”. En la familia Soma, intentamos ser muy intencionales al invitar al pueblo de
Dios a participar en Su obra, y utilizamos el término “reunión” para ayudar a crear esta
cultura. Esperamos que el pueblo de Dios se reúna para servir, adorar, y edificarse los unos a los otros,
de forma que puedan ser enviados a hacer lo mismo en el mundo.
Los predicadores y maestros necesitan ser especialmente considerados con el lenguaje que
utilizan. Puede resultar muy fácil caer en el uso de muchos términos doctrinales y hacer referencia a
personajes bíblicos como si todo el mundo supiese de lo que estamos hablando. Esto supone
demasiado y aisla a los no creyentes o los nuevos creyentes, y puede producir oportunidades
desaprovechadas de compartir el evangelio con los perdidos o de ayudar a los nuevos a crecer en
madurez. Seamos considerados y tomémonos el tiempo para explicar cada término doctrinal, y
utilicemos un lenguaje que sea común a nuestro contexto y cultura. ¿Acaso no consiste en esto el arte
de enseñar?
Por último, me he dado cuenta de que a menudo me sorprendo a mí mismo con lo descuidado que soy
con el evangelio. Incluso nosotros, que somos hacedores de discípulos centrados en el evangelio,
podemos ser perezosos y escuchar los pecados y asuntos de la gente soltando solo un rápido “Bueno, lo
que necesitas simplemente es creer el evangelio”. Podemos tomar esa preciosa palabra y utilizarla mal,
hasta que pierda su significado. No nos limitemos a decir a la gente que crea en el evangelio, sino
contémosle qué son estas “buenas noticias”. Oremos para saber cuáles aspectos del evangelio
necesitan conocer. ¿Necesitan un recordatorio de las buenas noticias del perdón ganado por ellos en la
cruz? ¿O necesitan ser recordados de las buenas noticias de que Jesús vive y volverá un día para hacer
nuevas todas las cosas? Quizás se sienten desesperados por no poder derrotar el pecado y necesitan
escuchar las buenas noticias de que Jesús envió a su Espíritu a vivir en ellos. Explicar las buenas
noticias del evangelio es poderoso para todo el que las habla y las escucha.
Además, utilicemos la Palabra de Dios para mostrar estas verdades. La Palabra de Dios es rica en
explicaciones de las buenas noticias, y es nuestra mejor herramienta para revelar todo lo que Cristo
cumplió por nosotros en la cruz. Utilicemos la Palabra de Dios para explicar el evangelio, y
otros comenzarán a mirar a la Palabra de Dios para entender el evangelio.
El lenguaje es un regalo. ¡Utilicémoslo sabia e intencionadamente para crear una cultura que aliente y
forme generaciones que amen y sirvan a Jesús y a Su iglesia!
¿Qué es un Cristiano?
7 AGOSTO 2015

tags: Discernimiento, James


Benecke, Salvación, Todos los
Artículos
¿Qué es un Cristiano?
Dr. James Benecke
Poneos a prueba para
ver si estáis en la fe – 2
Corintios 13:5a (LBLA)
Hace poco escuché un
sermón por el Dr. Sinclair
Ferguson sobre Lucas 24 y
sugirió la siguiente pregunta
de discusión:“¿Qué cree
que significa ser
cristiano?” Es evidente que la cultura se confunde cuando se responde a esto.
Pero, por desgracia, también la iglesia. Esta es una gran pregunta y que me
llevó a Lucas 6:46, “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor ‘, y no hacéis lo que yo
digo?” Jesús llega al corazón del asunto, la idea de que la obediencia
es la prueba de fuego de una verdadera fe salvadora. Volviendo a Lucas 6:17
vemos que Jesús está con un grupo de “seguidores”; las multitudes estaban allí
para escuchar a Jesús predicar. Les explicó la base sobre la cual los hombres y
las mujeres podrían referirse justificadamente a Jesús como su Señor y
Maestro. Él quería que no tuvieran ninguna duda de lo que significa decir que
Jesús es el Señor, pero también para dar importancia a su estilo de vida. Así
que Jesús en el curso de Su sermón está proporcionando una serie de
características que serán emblemáticas de los que van a poder con integridad
declarar el señorío de Jesucristo.
Señorío de Cristo: ¿Cómo es?
Nunca más que ahora es importante para la iglesia entender lo
siguiente: Inclinarse bajo el señorío de Cristo es abrazar una
inversión de los valores que ocupan un lugar destacado en nuestra
cultura. Es valorar lo que el mundo considera despreciable y cuestionar lo que
el mundo estima deseable. Habrá una sensación de disonancia con el hijo de
Dios y aquello que surge de la cultura de nuestros días.
¿Como seria esto? Un mensaje por el pastor Alistair Begg ha sido muy útil para
mí. Lo que sigue lo aprendí de él. Las vidas de los que conocen el señorío de
Cristo estarán marcadas por una integridadque reconoce que sólo los buenos
frutos provienen de los árboles buenos y los árboles malos producen frutos
malos. Y estas personas serán capaces de hacer frente al desafío que de la
abundancia del corazón habla la boca (Lucas 6:45).
En más de una ocasión como creyente he sido abordado por la pregunta que
Jesús plantea en Lucas 6:46:“¿Por qué me llamáis, Señor, Señor ‘, y no
hacéis lo que yo digo” ¿Qué parte de eso es difícil ¿entender? Que si
contiene una advertencia; a que investigación conduce;
que examen demanda. El contraste es entre nuestros labios y nuestras vidas;
decir y hacer; credo y conducta. Es entre el individuo que es capaz de llamarlo
Señor, pero al mismo tiempo no hace lo que una profesión de señorío demanda.
Es si una profesión verbal es acompañada de una obediencia moral. La
naturaleza sorprendente de este contraste nace en otra sección de la Biblia. En
el evangelio de Mateo, Jesús sube el listón sobre la pregunta planteada en Lucas
6:46. Mateo 7:21-23. Debe dejar a no pocos de nosotros en nuestras
pistas. Después de su declaración sorprendente, la pregunta que sigue es:
“¿Quién va entrar en el reino de los cielos, si no es el grupo que dice ‘Señor,
Señor’?” Las únicas personas que van al cielo son los que hacen la voluntad de
mi Padre que está en los cielos.
Jesús no está enseñando cristianismo de causa y efecto, o salvación basada en
obras. Él está señalando la necesidad de una vida transformada
como prueba de que Él es el Señor de esa vida.
La Fe Salvadora es Más que una Profesión Verbal
Jesús no está renunciando a una profesión verbal de fe. La importancia de
hacer una profesión verbal de fe es, en efecto enseñada en la Biblia (Romanos
10:9, 10).. Cuando Pablo escribe a los creyentes de Corinto les recuerda que
nadie puede decir que Jesucristo es el Señor, sino por el Espíritu Santo. Sin
embargo, lo que Jesús está diciendo es esto: es claramente posible hacer
una profesión verbal que es irreal, incluso una profesión
especialmente llamativa. Note que estos individuos en Mateo 7 estaban
declarando el señorío de Jesucristo de una manera que era grata. La palabra
en síSeñor fue una expresión de gracia y de cortesía.
También era una expresión que era ortodoxa – esta era una expresión que
declaró que este Jesús era más que un hombre, que Él era el Mesías prometido.
Ellos expresaron su señorío de una manera que eraentusiasta (tenga en
cuenta la repetición). Su profesión era también – pública y dramática –
profetizamos y expulsamos demonios. Sin embargo, Jesús responde diciendo
que no tiene la menor idea de quién es usted, porque usted está entre la
compañía de los malignos. Por ello, el énfasis en la Biblia para el
individuo al examinar nuestras vidas delante de Dios, y en la
evaluación de la eficacia y la importancia del ministerio, está
directamente relacionado con la santidad de la vida y la obediencia
de nuestro corazón; no a la naturaleza excepcional aparente de
nuestros dones. La Biblia es clara que habrá gente en ese día que
dirá: “Hicimos esto,” y las palabras escalofriantes de Jesús que
seguirán: “Lo siento, no te tengo en Mi lista.”
John Stott, en su comentario magistralmente conciso sobre los pasajes de
Mateo 7 dice: “¿Qué mejor profesión cristiana se podría dar que esto? Aquí
están las personas que llaman a Jesús Señor con amabilidad, ortodoxia, y
entusiasmo; en la devoción privada y en el ministerio público. ¿Qué puede
haber de malo en esto? En sí mismo, nada.; Sin embargo, todo está
mal. Porque se habla sin verdad.;una profesión sin realidad. Esto no
va a salvarlos en el día del juicio.
Tenemos que entender que ninguna obra milagrosa del ministerio, o
pronunciar una retórica religiosa elevada, podrán disfrazar el comportamiento
privado de nuestras vidas. Porque la prueba de fuego de aquellos que
profesen el nombre del Señor es que se aparten de la iniquidad. Esa
es la evidencia . No es que ellos viven vidas perfectas. Sino que cuando se
enfrentan a las garras del pecado, dicen “no” (Tito 2:12), debido al señorío de
Jesucristo en sus vidas. ¿Estamos todavía muy lejos de donde necesitamos
estar? Absolutamente. Pero, estamos muy lejos de lo que solíamos
ser! Nos hemos convertido de los ídolos para servir al Dios vivo. ¿Estás
confiando en la profesión verbal sin obediencia? ¿Estás confiando en la
conciencia intelectual, sin una vida transformada?
El mundo está observando más que escuchando a los que profesan el nombre
de Cristo.
Suyo en Cristo,
20 Lecciones de 20 años de Ministerio Pastoral
26 MAYO 2015

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Croft, Liderazgo, Liderazgo de
Ancianos, Ministerio, Todos los
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20 lecciones de 20 años de
Ministerio Pastoral
Por Brian Croft
Esta semana cumplo 20 años de
servir en el ministerio
vocacional de algún tipo. Pasé
mis primeros 8 años sirviendo
como pastor asociado en una
variedad de papeles en varias
iglesias diferentes (desde mayo
1995 hasta agosto 2003). Estos últimos 12 años han pasado como pastor
principal de la Iglesia Bautista Auburndale (septiembre 2003-mayo 2015). Hay
varias lecciones para reflexionar, muchas a través del dolor y el sufrimiento.
Aquí están 20 a la luz de mis 20 años:

1. La Palabra de Dios es suficiente para edificar la iglesia de Cristo.


Recuerdo mi primer domingo como Pastor Principal, me senté sola en el
santuario preguntándose si las puertas de esta iglesia estarían abiertas un año
más tarde. Me di cuenta que en toda mi inteligencia o sabiduría del mundo no
podía salvar a esta iglesia. Yo creí entonces que Dios, por su Espíritu y por
medio de Su palabra, era suficiente para edificar su iglesia y revitalizarla. Más
de una década después, he visto a Dios hacer eso mismo.
2. El Evangelio es lo suficientemente poderoso como para cambiar vidas.
Los programas, trucos, o la personalidad no cambian los corazones de la gente.
Tampoco estas cosas dan vida a una iglesia que había estado en declive durante
más de treinta años. Durante veinte años, he visto el Evangelio liberando al
pueblo de la esclavitud del pecado y dando esperanza a los desesperados. He
visto el evangelio unir a viejos y jóvenes, blancos y negros, ricos y pobres, y
dando vida a nuestra iglesia. El evangelio de Jesucristo es suficiente para
cambiar la vida y revitalizar cualquier iglesia local.
3. Un pastor eficaz es aquel que es profundamente sensible.
La iglesia ha comprado esta idea falsa de que la masculinidad fuerte bíblica es
un hombre estoico, frío, no titubeante. La Biblia pinta un cuadro diferente, uno
en el que la verdadera fuerza masculina es un hombre que siente
profundamente de manera que es capaz de amar con pasión y sacrificio
voluntariamente. Sentir una profunda emoción hace que nuestras cabezas
desciendan en nuestros corazones, permitiéndonos empatizar con las personas
que sufren. Un pastor eficaz es aquel que es dueño de su debilidad, está seguro
en Cristo lo suficiente como para ser vulnerable, y sufre con los demás.
4. Tiene cuidado de su familia.
Una vez se me dijo: “Siempre se puede tener otro ministerio. Sólo tienes una
esposa.” Yo añadiría a sus hijos también crecen tan rápido y que necesita de su
papá. Asegúrese de equilibrar el ministerio y la vida familiar de tal manera que
su esposa y sus hijos todavía sientan que son lo primero, incluso en medio de la
rutina del ministerio. Aprendí a tener todo mi tiempo de vacaciones. Aprendí a
no contestar el teléfono durante la cena, devociones, y mi día libre. No se olvide,
si usted pierde su familia, puede perder el derecho a servir en el ministerio (1
Tim. 3: 4-5).
5. No subestime el valor de los miembros más antiguos.
Debido a que es difícil para los de antigüedad, los miembros existentes de una
iglesia moribunda y en disminución de aceptar un pastor joven y una dirección
diferente, es fácil verlos como obstáculos. Lo sé porque lo hice. Sin embargo,
cuanto más tiempo me alojé en mi iglesia actual, más tanto estos miembros
como yo batallamos para amarnos unos a otros y trabajar juntos. Pensé que yo
era el único que era muy paciente con ellos en los primeros años. Con el tiempo,
me di cuenta de lo paciente en realidad que estaban siendo conmigo como un
joven pastor tratando de crecer.
6. Busque ser amado, no indispensable.
Durante los primeros años como pastor principal, me dijeron que
probablemente sería el último pastor de esta iglesia. Cuando me fui para mi año
sabático hace un par de años, mi esperanza era volver y darme cuenta de cuánto
de verdad me había convertido en innecesario. Eso es lo que he experimentado
y prescindibilidad nunca se sintió tan bien. Sin embargo, todavía me siento más
amado que nunca. Ese debe ser el objetivo para nosotros como pastores: que
edifiquemos el liderazgo que nos rodea de manera que la Iglesia no depende de
una sola persona, y sin embargo, somos lo suficientemente fructíferos en el
ministerio de manera que todavía seamos queridos por nuestra iglesia. No es la
mejor fórmula para la seguridad en el empleo, pero un plan maravilloso para
una iglesia saludable.
7. No descuides tu propia alma.
Pablo dijo a los ancianos de Éfeso que, "Tened cuidado de vosotros y de su
rebaño" (Hechos 20:28). Los pastores saben prestar atención a su rebaño, pero
a menudo se olvidan del llamado a prestarse atención a sí mismos. Durante
veinte años, los momentos en los que no estaba en mi mejor momento o
luchaba más con el pecado podrían siempre remontarse a algún tipo de
negligencia hacia mi propia alma. Pastores, eliminan y hacen lo que deben para
cuidar de su propia alma. Si no se actualizan por la gracia y el Espíritu del
Señor todos los días, no estará en el lugar correcto para ministrar la gracia a los
demás.
8. La fidelidad vale la pena las más duras críticas.
Ha habido decisiones difíciles hechas en cada iglesia que he servido. Miembros
han sido disciplinados dejando de la iglesia. Hombres que recién terminaron el
seminario fueron asesorados a no seguir adelante con el ministerio. Asistentes
no se les permitió convertirse en miembros. Otros miembros fueron retirados
por negligencia. Decisiones impopulares para defender el evangelio en la
comunidad fueron objeto de burla. He soportado muchas palabras duras en
todas las posiciones de la iglesia debido a las decisiones tomadas en busca de
obedecer las Escrituras. Hubo un año que mi nombre fue tan calumniado que la
gente me conocía sólo a través de esas dolorosas palabras habladas cuando
caminaba en una tienda o una cafetería. Las palabras más duras tienen un valor
duradero con la esperanza de que cuando este delante de Cristo Él me cuente
como fiel.
9. quebrantamiento auténtico en un pastor es mejor que tener dones únicos.
Muchos hombres tienen envidia de los dones de los demás. Los pastores no son
diferentes. Tendemos a pensar que necesitamos la mente de DA Carson, la
pasión en la predicación de John Piper, y el carisma de Matt Chandler, o no
vamos a servir bien a nuestra iglesia. Pero he aprendido que un pastor que
reconoce su quebrantamiento, debilidad y necesidad de Jesús de una manera
honesta y auténtica ante su congregación es valioso y sirve a una iglesia
fielmente. Modelando cómo caminar humildemente con Jesús vale más que los
dones más excepcionales del ministerio.
10. La formación de hombres para el ministerio es un gozo inefable.
Aparte de ver las conversiones a Cristo, una de las mayores alegrías de estos
últimos veinte años ha sido entrenar hombres para el ministerio, enviándolos
fuera, y luego verlos florecer en este nuevo ministerio. Aunque es difícil y
doloroso enviar algunos de sus mejores y más dotados fuera de usted, vale la
pena y es una gran alegría personal.
11. La carga de cuidar de las almas es demasiado grande para un solo hombre.
La mayoría de las iglesias que he servido tenían un modelo de un único pastor y
la tarea de cuidar de las almas era abrumadora para hacerlo solo. Lo vi con los
que llevaban esa carga y lo sentí cuando lo heredé como Pastor Principal. Por
ello, el Nuevo Testamento enseña claramente que el cuidado de las almas en la
iglesia local no llega a través de un hombre, sino una pluralidad de pastores /
ancianos para compartir esa carga juntos. Tal vez la decisión más importante
que se introdujo en los últimos doce años en mi iglesia actual fue cuando nos
mudamos a una pluralidad de pastores.
12. Los pastores darán cuenta por todas las almas bajo nuestro cuidado.
Los pastores a menudo se olvidan de que vamos a dar cuenta al Señor Cristo, no
sólo de las almas de las que nos aman y nos apoyan, sino de las que no lo hacen.
Cuando tuve problemas para amar ciertas personas difíciles (lo cual era a
menudo), fueron las palabras penetrantes de que voy a "dar cuenta de cada
alma." (Hebreos 13:17) a Jesús las que me impedían rechazar mi
responsabilidad ante el Príncipe de los pastores.
13. La cualidad pastoral más importante podría ser la paciencia.
Hay muchas cualidades pastorales piadosas cruciales necesarias en un pastor,
pero la razón de porque la paciencia podría ser la más importante es la forma
en que afecta a los demás. La paciencia permite que un pastor no reaccione de
forma exagerada a un evento. Hace que un pastor tome decisiones y evalúe su
iglesia con un plan a largo plazo a la vista. Aprendí que hay un discernimiento y
sabiduría que existe en la paciencia que no suele existir con una agenda rígida.
14. Sea impulsado por el contenido con la música en la adoración corporativa.
Pasé a través de un cambio muy revelador en ambientes de ministerio. Yo era
uno de los principales miembros del personal de la música en una iglesia donde
se utilizaba la última tecnología: iluminación teatral, enormes pantallas de
proyección, y un montón de "wows." Dejé eso por una iglesia que canta himnos
del himnario.¿Qué aprendí de esta transición radical ?: #. 1, el estilo divide; # 2
la verdad vivificante une. El contenido debe conducir nuestras reuniones
públicas. Independientemente del estilo y la sensación de sus servicios
semanales, asegúrese de que las personas terminen hablando de las
maravillosas verdades que cantan, no de lo bien que se desempeñó la música.
15. Aprenda a lo que NO hay que hacer.
En las cuatro iglesias que serví como pastor asociado aprendí más sobre lo que
NO hay que hacer que lo que se debe hacer. Vi prácticas y filosofías
ministeriales que carecían de justificación bíblica. Y, por desgracia, fui testigo
de primera mano de cómo muchas de estas prácticas dañan las almas del
pueblo de Dios. Eran tiempos difíciles para mí en muchos sentidos, pero me
ayudó a desarrollar y perfeccionar convicciones bíblicas que todavía mantengo
hasta nuestros días.
16. La oración me cambio enormemente.
Pasé veinte años de ministerio no orando tanto como debería. Mucho lamento
aquí. Pero cuando lo hice, me encontré que Dios me ayudó en mi lucha y
desesperación y consoló mi alma. Eso se convirtió en un lugar dulce de
descanso, más que cualquier oración contestada. Las oraciones de un pastor
son algo especial cuando clama por su pueblo y su iglesia para que sean
fortalecidos. Dios ha respondido a muchas oraciones a lo largo de dos décadas,
pero lo que Dios hizo en mi alma cuando clamé a él siempre fue más
significativo.
17. Elija las batallas sabiamente.
El hecho de que puedo escribir esto después de haber estado en el ministerio
vocacional durante veinte años consecutivos es en sí misma una evidencia de la
gracia de Dios en mi vida. Miro hacia atrás en tantas decisiones que he hecho,
así como algunos que he elegido no hacer. Si hubiera ido a otro lado en algunas
de estas yo probablemente habría sido despedido. En mis primeros cinco años
como pastor principal solo había tres esfuerzos por removerme. Escoja sus
batallas, no permita que ellas le escojan. Sea paciente y sabio. Busque un buen
consejo. Oren mucho. Una sola decisión puede ser la que Dios use para
convertir la nave de una iglesia difícil, o volcar su ministerio.
18. Espere sufrimiento.
Mi experiencia ha puesto de relieve esta verdad tanto que me gustaría aconsejar
a cualquier persona que quiera ser un pastor, pero no desee sufrir mucho, a que
se vaya a hacer otra cosa. Nuestras familias y ministerios están en la primera
línea de ataque espiritual y obra del evangelio. El sufrimiento vendrá y, a veces
al mismo tiempo. Cuente con ello. Espera vagamente las cosas de este mundo.
Aférrese firmemente a Jesús y su familia. Que su sufrimiento pastoral, porque
es seguro que vendrá, le haga anhelar el cielo.
19. Los números no son un medidor útil para determinar la salud de la iglesia.
La tendencia común es utilizar metas y presupuestos para medir la salud de la
iglesia. Después de haber servido en las iglesias con grandes presupuestos y un
montón de metas, le puedo decir de primera mano que los criterios por sí
mismos son brújulas rotas para medir si Dios está obrando y una iglesia es
saludable. Los pastores deben aprender a evaluar su iglesia y ministerio en la
manera en que Dios lo hace, no el medio empresarial.
20. Jesús siempre tiene que ser suficiente.
Durante la mayor parte de mi ministerio, mi identidad estaba envuelta en mi
ministerio de una manera dañina que condujo a un enfoque muy narcisista de
mi vida y ministerio. Sólo ha sido en los últimos años que Dios ha expuesto este
enfoque idolátrico al ministerio que ha llevada algunos hacia un trabajo
doloroso y difícil con las almas. Como resultado, estoy experimentando una
libertad en mi alma que me ha sostenido libremente para todo mi ministerio.
Mientras tenga a Jesús, eso ha de ser suficiente. Durante la mayor parte de mi
ministerio veinte años, Jesús no era suficiente. Puedo decir que lo es ahora. A
pesar de que tengo la oportunidad de hacer todo tipo de ministerio
emocionante en mi vida ahora, yo puedo alejarme de todo, hoy si tuviera que
hacerlo. Jesús tiene que ser suficiente y he encontrado que me ha llevado a
disfrutar de todo el ministerio que hago aún más porque tengo la oportunidad
de hacerlo, y no lo necesito.
Conclusión:
Allí están. Te prometo que falló estrepitosamente en muchas maneras
diferentes que llevaron a estas lecciones aprendidas. Anímense queridos
hermanos y compañeros pastores. El Señor a menudo nos enseña a través de
nuestros pecados, faltas, decepciones y debilidades. Por la gracia del Señor, me
permitió aprender de ellas mientras me seguía permitiendo servirle.. Ahora,
estoy pidiendo a Dios que me permita servirle otras dos décadas si él me da ese
honor y encajo en sus buenos y perfectos propósitos.
Brian Croft es pastor de la Iglesia Bautista Auburndale y fundador de
Pastoreo Práctico. Él es también el socio principal del Centro Mathena de
Revitalización de Iglesia en el Seminario Teológico Bautista del Sur y ha
escrito más de una docena de libros sobre el ministerio pastoral. Está casado
con su esposa, Cara, y tienen cuatro hijos.
La clave para mantener unidad familiar

Escritura: Escrituras Seleccionadas

Código: 90-108

John MacArthur

Ahora esta mañana, dije que iba a continuar con nuestra discusión acerca de la familia` satisfecha y a hablar de la virtud más importante en
cualquier relación, el ingrediente más importante para mantener unido en matrimonio, mantener una familia unida, algo que es absolutamente
crucial para el éxito de un matrimonio y una familia. Y sé que algunos de ustedes estaban adivinando esta tarde; algunos de mi familia estaban
haciendo sugerencias acerca de lo que pensaban que sería el tema.

¿Cuál es el componente más importante que hace que las relaciones se mantengan unidas a largo plazo? En una palabra, es el perdón… Es el
perdón. ¿Por qué digo eso? Bueno, porque en primer lugar, no importa con quién usted esté casado, le van a fallar, le van a ofender, van a mal
interpretar lo que usted dice, no lo van a entender. No van a entender lo que usted quiso decir con lo que hizo. Usted los va a ofender, va a
pecar contra ellos, va a decepcionarlos. Esto es verdad en cualquier relación porque somos criaturas pecaminosas, somos criaturas caídas. Y lo
que esencialmente evita la destrucción en las relaciones es el perdón… El perdón.

De hecho, en Proverbios, capítulo 19, versículo 11, dice que ‘honra del hombre es pasar por alto la ofensa’. Nunca es un hombre más noble o
más honorable que cuando él perdona. Y francamente, vivimos en una sociedad que no acepta esto. No lo reconoce. Y como consecuencia, las
relaciones se están destruyendo por todos lados. Vivimos en una sociedad triste, patética que está en camino de la autodestrucción. Y uno de
los grandes contribuyentes a esa autodestrucción es un menosprecio por el perdón.

La gente está llena de amargura, llena de enojo, llena de odio, llena de venganza hacia los demás. Creen que la venganza de alguna manera es
una virtud, que devolverle a alguien el daño que le hizo a usted de alguna manera es correcto y saludable. Dichas actitudes son aprobadas en
nuestra cultura, aprobadas en todo frente. Son aprobadas por los consejeros y psicólogos que nos dicen que necesitamos expresar nuestro
enojo, necesitamos decirle a la gente lo que necesitan oír. Necesitamos asegurarnos de que no contengamos nuestro enojo, sino que
necesitamos explotar cuando sea necesario, que no lo llevemos por todos lados. Dichas actitudes son exaltadas en los héroes de nuestra cultura
que tienen una especie de mentalidad de decir las cosas de frente.

La gente hace héroes de los vengadores. Hacen héroes de los vengativos, de los ‘Harry el sucio’, de los Rambo, de los Terminator o lo que usted
quiera llamarlos, ese tipo de personas encuentran gozo en matar a causa de la venganza.

Y hay algunos en nuestra sociedad que van por todos lados matando a personas porque creen que de alguna manera han sido maltratados o
abusados por las desigualdades culturales y por ello, encuentran su satisfacción de venganza al ejecutar a la gente al azar. Y en el peor de los
casos, claro, es el tipo de venganza que quita las vidas.

Y detrás de eso están las demandas, alrededor de 300,000 demandas al año en Estados Unidos por lo máximo de lo que la gente puede
obtener. En cualquier manera en la que la gente pueda buscar venganza, la buscará. Tenemos el 70% de los abogados del mundo simplemente
para mantenernos al día con la cantidad de demandas que tenemos. Inclusive los que ayudan a la gente, los consejeros y psicólogos nos dicen
que no es saludable perdonar.

En su libro popular llamado Padres Tóxicos, uno que estoy seguro que no han leído, pero es un libro bastante interesante, Susan
Foreward escribió el libro y presenta lo que es una actitud prevaleciente en nuestra cultura. Ella tiene un capítulo en el libro llamado “Usted no
tiene que perdonar”. Ella dice que debemos culpar a nuestros padres por nuestros problemas actuales, porque ahí es donde está el problema.
Nos han envenenado. Todos tuvimos padres tóxicos. Y el nuevo clamor es “soy una víctima, no es mi culpa y no soy responsable.” La culpa por
cualquier cosa y por todo es colocada en otras personas y es colocada ahí hasta que la venganza se agota a sí misma.

Y realmente no hay lugar para el perdón. De hecho, con frecuencia se sugiere que el perdón no es saludable. En cierta manera es cobarde.
Todos hemos sido oprimidos, abusados, somos víctimas y no vamos a perdonar a nadie.

Pero el precio de la venganza es extremadamente alto. El precio de no perdonar es realmente severo. Permítame decirle alguna de las cosas que
hacer el no perdonar.

El no perdonar encarcela a la gente en el pasado. Usted preguntará qué quiero decir con eso. Bueno, mientras que usted no esté dispuesto a
perdonar a los ofensores y a sus ofensas, usted está esclavizando a ambos. Mientras que usted no esté dispuesto a perdonar al ofensor y a la
ofensa, usted lo mantiene vivo… El dolor está ahí, usted está rascando una herida abierta, evitando que sea sanada. Cuando usted no perdona,
usted se está sentenciando a usted mismo a vivir la vida sintiéndose tan mal ahora como se sintió en el pasado cuando la ofensa fue cometida
sin ningún fin a la vista. Usted escoge amar el odio; y lo cultiva lo largo de su vida. La falta de perdón lo encarcela al dolor de su pasado.

En segundo lugar, la falta de perdón inevitablemente produce amargura profunda. Un cáncer infeccioso en el corazón. Dicha amargura es mala,
es devastadora. Trae esos pensamientos malos, esas memorias que distorsionan cómo usted ve la vida, el enojo se sale de control, las
emociones están fuera de control y usted entretiene ideas desesperadas para vengarse. Toda conversación se vuelve un foro para calumniar a la
persona que usted odia, para difamarla e inclusive para mentiras. No, la falta de perdón es algo muy, muy severo. Lo va a esclavizar al dolor de
su pasado y va a proveerle una amargura profunda.

Por otro lado, el perdón trae libertad total del pasado y de la amargura en el presente. Cuando usted estudia la Biblia, hay mucho en la Biblia
acerca del perdón. De hecho, hay 75 palabras que describen de manera vívida el perdón en la Biblia. Permítame darle unas cuantas.

Perdonar es darle vuelta a la llave, abrir la puerta de la celda y dejar que el prisionero salga libre. Esa es una metáfora.
Perdonar es escribir en letras grandes en una deuda “no se debe nada”.

La Biblia dice que perdonar es golpear con el martillo en la corte y declarar “no culpable”

Perdonar es arrojar una flecha tan alto y tan lejos que nunca puede volver a ser encontrada.

Perdonar es sacar la basura y desecharla para que la casa quede fresca y limpia.

Perdonar es soltar el ancla y dejar que el barco esté libre para navegar.

Perdonar es conceder un perdón total a un criminal condenado y sentenciado.

Perdonar es aflojar la llave en contra de un adversario en una lucha.

Perdonar es limpiar una pared de grafiti, dejándola que se vea como nueva.

Perdonar es romper una vasija de barro en 1000 pedazos de tal manera que nunca puede volver a ser ensamblada.

Esas son algunas de las cuantas palabras en la Biblia que describen el perdón. El perdón es un acto y una actitud maravillosa, virtuosa,
liberadora, amorosa. Tiene sentido perdonar. Es saludable. Es liberador. Es sensato. Alivia la tensión. Trae paz. Solicita el amor. Y de nuevo, lo
repito, es el hombre mostrando su mayor nivel de nobleza. Es su gloria, ‘honra del hombre es pasar por alto la ofensa’.

Y debe decir algo: Ninguna relación puede sobrevivir la ausencia de perdón. Si usted no perdona continuamente, usted va a acumular amargura
que va a destruir eso y va a destruir cualquier relación y toda relación. Ahora, hay algunas razones bíblicas, teológicas y espirituales por las que
debemos perdonar. Y esta noche quiero hablarle acerca de ellas. Más allá de la mera virtud de la misma, más allá de la mera nobleza de
perdonar, permítame mostrarle algunos de los motivos más contundentes para perdonar.

Número uno, y el tiempo va a determinar cuántas le voy a poder dar en esta noche, pero número uno y esto es realmente está en el lugar
donde debe estar, el principio de la lista. El perdón es el acto más semejante a Dios que una persona puede llevar a cabo. El perdón es el acto
más parecido a Dios que una persona puede llevar a cabo. Ningún acto es más parecido a Dios que el perdón. Nunca usted se parece tanto a él
como cuando usted perdona a alguien que lo ha ofendido a usted.

El perdón es una promesa verbalmente declarada, que se concede de manera personal. Es una afirmación de amor inmerecido que afirma a un
ofensor que no hay enojo, no hay odio, no hay deseo de venganza, porque la culpabilidad ha sido quitada, la culpabilidad, la responsabilidad, ha
sido quitada. No hay autocompasión y no hay amargura. Y esa es precisamente la actitud de Dios hacia los pecadores. Dios en las Escrituras nos
concede una promesa verbalmente declarada, dada de manera personal de amor inmerecido y que no nos hemos ganado que afirma que Él ya
no está enojado, que Él ya no tiene odio ni tiene deseo de vengarse, que no habrá venganza, que no habrá condenación; porque la culpabilidad
y la responsabilidad y la vergüenza han sido quitadas. Esa es la actitud de Dios hacia aquellos que creen en Él.

Escuche esta característica de Dios exaltada en las Escrituras. Éxodo 34, versículo 6: “Después Jehová pasó delante de él,” esto es Moisés, “y
proclamó Jehová, Jehová Dios, misericordioso y compasivo, tardo para la ira y grande en misericordia y verdad, que guarda la misericordia hasta
miles, que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado.” Eso es característico de Dios.

Y entonces, decimos que nunca nos parecemos tanto a Dios como cuando perdonamos. El Salmo 132: “Cuán bienaventurado es aquel cuya
transgresión ha sido perdonada, cuyo pecado es cubierto. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no imputa iniquidad.” El Salmo 85 dice
esencialmente lo mismo. El Salmo 130… A lo largo de las Escrituras leemos del perdón de Dios, que no se acuerda más de nuestros pecados.
Que Él los sepulta en las profundidades del mar. Él los aleja tan lejos como está el este del occidente.

Pero si usted quiere la culminación del testimonio del perdón de Dios, usted sólo necesita leer la historia del hijo pródigo en Lucas 15. Ese hijo
no era diferente de muchos hijos… Avaro, ansioso por tener sus manos en la riqueza que no se había ganado, insensato en términos humanos
en la manera en que la ganó, menospreció a su padre, realmente odió a su padre. Salió para vivir con aquellos que lo explotaron y lo dejaron en
las miserias de su propio pecado. Cuando el dinero se acabó, lentamente llegó al punto en el que entendió dónde se encontraba, mientras que
alimentaba a los cerdos. Y su experiencia en una pocilga, en cierta manera, fue un espejo de su vida. Él despertó un día y dijo “los siervos de mi
padre vive mejor que yo.” Y dijo “iré a mi padre”. Y él realmente no esperó el perdón. Él solamente quería decir qué vago había sido y pedir si
podía ser un esclavo. Él no quería pedir ser un hijo, él pensó que había perdido eso. Lo único que quería era un techo sobre su cabeza y comer
un poco mejor de lo que los cerdos estaban recibiendo. Y entonces, él comenzó en un camino de regreso.

Y usted recuerda la historia. Jesús usa esa historia para enseñarnos cómo perdonar. Usted no espera ni siquiera que el pecador llegue. Cuando
usted lo ve venir de lejos, usted corre a su encuentro y cuando él comienza a decir que lo siente, usted lo calla con un abrazo y un beso y lo
ama y le coloca el mejor atuendo y le coloca el mejor anillo en su dedo y saca la mejor carne del congelador y cocina la mejor comida que tiene.
Prende la música, invita a los amigos y a la familia y orgullosamente lo invita para que de hecho sea su hijo que regresó. Así es como Dios
perdona. De manera grandiosa, abundante, generosa. El Señor también nos advierte que actuar de esta manera va a hacer muy mal entendido
y no va a ser valorado inclusive por la propia familia. Usted recuerda al hijo que no huyó, el que se quedó en casa, se enojó. Llamó a su padre
un necio por perdonar a su hermano torpe que desperdició todo lo que tenía, quien debería haber sido enviado de regreso a pocilga que él
mismo produjo por su insensatez. Y que no fuera perdonado.

Pero el padre perdonador sólo podía decir que él ama y siempre amaría al hijo. Aunque el hijo haya cometido ofensas serias en contra de él, lo
perdona de manera plena y total por el mero gozo de la reconciliación, por la mera emoción de la restauración.
Jesús siendo ejecutado en la cruz dice “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” Y Esteban, tan parecido a Dios, siendo aplastado bajo
las piedras sangrientas que llegaban a su cuerpo dijo “Padre, no les cuentes este pecado.” Sir Thomas Moore fue el canciller de Inglaterra,
después de haber sido juzgado en Westminster y condenado a muerte sin causa justa, le dijo esto a sus jueces conforme estaba en pie delante
de ellos, y cito: “Así como el apóstol Pablo tenía la ropa de aquellos que apedrearon a Esteban a muerte, y así como ambos ahora son santos en
el cielo y continuarán siendo amigos para siempre, así también yo ciertamente confío. Y por lo tanto, oraré y de todo corazón que aunque ahora
ustedes señores han sido han sido jueces de mi condenación, no obstante, después con gusto nos encontremos en el cielo en salvación eterna,”
fin de la cita. Eso es semejante a Dios. Tener un Espíritu perdonador así hacia sus ejecutores. Dios ha sido ofendido de manera abierta, total,
descarada, blasfema y deshonrosa; y sin embargo, de manera anhelante, pronta y dispuesta perdona, simplemente por el mero groso y la gloria
de la reconciliación.

Esto por cierto es el punto primordial de Pablo en Efesios capítulo 4, versículo 32: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos,
perdonándoos unos a otros como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo;” capítulo 5, versículo 1: “Sed pues imitadores de Dios.” Usted
imita a Dios cuando usted perdona. Este es un llamado a ser semejante a Dios. Sea una persona perdonadora.

Es difícil destruir una relación si usted perdona continuamente toda ofensa. Colosenses 3:13, Pablo dice: “Soportándoos unos a otros y
perdonándoos unos a otros, si alguno tuviere algo contra el otro, de la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros.” Es
semejante a Dios el perdonar.

De regreso en Mateo, capítulo 5, usted recuerda las palabras conocidas de nuestro Señor Jesús: “Pero Yo os digo: amad a vuestros enemigos,
bendecid a los que os maldicen, cuando hacen esto, son hijos de vuestro Padre.” Él perdona. Cuando usted perdona, usted es como Él.

Amados, en su matrimonio, ustedes se dirigen a un desastre terrible si continuamente acumulan hostilidad debido a las ofensas; si ustedes
continúan permitiendo que esas amarguras se desarrollen. Pero cuando hay ofensa y hay perdón inmediato, está desapareciendo, se acabó. Ésa
es la clave para cualquier relación. Hijos, lo mismo hacia sus padres. Padre, lo mismo hacia sus hijos. Hermano y hermana, hermano y hermano,
hermana y hermana, es la misma situación… Perdón, perdón; porque eso es como Dios. Practique la virtud que es semejante a Dios.

En segundo lugar, al pensar acerca de los motivos para el perdón, no es homicidio únicamente lo que es prohibido por el sexto mandamiento;
no es homicidio únicamente lo que es prohibido por el sexto mandamiento. El sexto mandamiento “no matarás,” involucra mucho más que tan
sólo la idea del homicidio. Usted preguntará cómo se eso. Porque Jesús explicó esto de manera muy clara. Mateo capítulo 5, escuche los
versículos 21 y 22. “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.” En otras palabras, si
usted comete homicidio, usted ha cometido un crimen y usted depende del veredicto de la corte en contra de usted. “Pero yo os digo que
cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio;” En otras palabras, el punto no es sólo que Dios dice ‘no mates’ sino que
implícito en ello está el motivo o la actitud que resulte en eso; esto es el odio. Jesús dice: ‘ni siquiera estén enojados con su hermano.’ “Y
cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.”
Fatuo era algún tipo de expresar maldición, tenemos varias maneras de expresar maldición en contra de la gente cuando la gente está enojada.
Fatuo era uno de los tiempos antiguos. Necio, otro. Jesús dijo: “Cuando me refiero al mandamiento no matarás, me estoy refiriendo a todo eso…
Todo eso.” Enojo, ira, malicia, falta de perdón, deseo de venganza, venganza, todo está incluido en el sexto mandamiento. Y lo vuelvo a decir,
no es el homicidio únicamente lo que es prohibido por el sexto mandamiento. Todo enojo, toda ira, toda malicia, toda mala intención, toda
amargura, todo eso.

Los rabinos y los escribas de la antigüedad, los que inventaron la tradición judía simplemente dijeron ‘no maten’, Éxodo 13. No maten. No
cometan homicidio. Y sin embargo, estaban llenos de odio, enemistad, fealdad, amargura hacia el otro y Jesús dice “Toda persona que está
enojada con su hermano merece ser llevada ante la corte.” De hecho, 1 Juan 3:15 lo dice de este modo: “Todo aquel que odia a su hermano es
homicida… Es un homicida.”

De vez en cuando oímos acerca del homicidio matrimonial, oímos acerca de una esposa que mata a su marido, un marido que mata a su esposa
o la ejecuta o planea algún tipo de muerte supuestamente accidental. Y se está volviendo más y más común ahora que lo que quizás era a
medida que este odio no es refrenado y es alimentado por la cultura. Pero no es sólo eso lo que es menospreciado por Dios, es una actitud de
odio. Es una actitud que dice… ‘No lo mataría, pero estoy seguro de dejarlo’. Es la actitud que dice… ‘Yo no lo mataría, pero me encantaría que
estuviera muerto’.

Jesús, como puede ver, cuando dijo que aún si usted está enojado, si usted inclusive pronuncia una palabra de maldición hacia alguien o llama a
alguien necio, usted es un homicida de corazón. Cuando él dijo eso, él hizo a un lado toda la justicia personal, él desenmascaró el corazón.
Fatuo era algo calumniador que decir, una frase común sin ningún equivalente moderno fuera de que parece como si ese tipo de frases siempre
quieren usar consonantes fuertes, un término de abuso y menosprecio, arrogante y odio. Necio era llamar a alguien impío, maldecirlo, decir:
“eres lo suficientemente culpable como para irte al infierno”.

Ese tipo de actitud está involucrada en el sexto mandamiento. Y si usted ve a la persona que usted odia o tiene esta hostilidad y enemistad y
amargura hacia esa persona y usted siente esas cosas en su corazón, usted es tan bueno como un homicida. Jesús dijo “Ama a tu enemigo
como te amas a ti mismo.” Usted necesita ver al que usted no quiere perdonar como la creación de Dios. Y amar y perdonar a esa persona
simplemente por aquello de Dios que hay en él. Y si él es un cristiano, él lleva la imagen moral de Dios; y si es un no cristiano, lleva la imagen
natural de Dios de alguna manera en él. Vea la imagen de Dios en esa persona. Busque aquello que es noble, sin importar lo difícil que pueda
ser algunas veces encontrar eso.

Si usted está enojado con alguien, Confiéselo como iniquidad. Si usted busca venganza hacia alguien, confiéselo como pecado. Reconozca que
su falta de perdón es pecaminosa, es egoísta, que usted debe hacer a un lado su egoísmo porque es exactamente ese afecto inmerecido hacia
usted mismo que hace agravar las fallas de otros que lo ofenden a usted. ¿Entiende eso? La razón por la que usted está tan enojado con lo que
alguien le hizo a usted es porque usted tiene una opinión elevada de usted mismo.

Si usted realmente quiere saber lo que usted merece, es el infierno. Cualquier otra cosa es simplemente un beneficio. Sea lo suficientemente
humilde como para que ninguna ofensa en contra de usted sea digna de odio. Toda ofensa en contra de usted es digna de perdón porque usted
se ve a sí mismo como nada. Es lo opuesto de la autoestima. Todo lo que hace la secta de la autoestima es alimentar este monstruo dándole a
la gente permiso de tener una perspectiva elevada de sí mismos, de tal manera que cualquier cosa en contra de ellos, en cualquier forma, sea
trivial o mínima, es causa de gran gravedad y una ofensa justificable. Mate su egoísmo. Lo vuelvo a decir, es exactamente ese afecto inmerecido
hacia usted mismo que hace que usted agrave las fallas de otros que lo ofenden a usted. Y esté consciente del hecho de que Dios lo ha
mandado a que no sólo no mate sino a que no tenga una actitud homicida.

En tercer lugar, y este es un punto muy importante cuando usted habla de perdón. Usted debe recordar, en tercer lugar, que la persona que lo
ha ofendido a usted ha ofendido aún más a Dios. La persona que lo ha ofendido a usted ha ofendido más a Dios. Algunas veces, oigo alguien
decir “Ya me voy a salir este matrimonio, ya estoy hasta aquí, y no voy a tolerar un día más de esto. Ya no voy a vivir con esto.” Y creen que
esa es la ofensa final en contra de ellos, cuando la realidad es que si ha habido pecado en la vida de esa persona que lo ha ofendido usted, ha
ofendido a Dios mucho más de lo que lo ha ofendido a usted. Escuche, si Dios quien es el más santo, ha perdonado a aquel la ofensa mayor,
¿no puede usted, que es menos santo, perdonarlo a él esa ofensa menor? Sea lo que sea que ese cónyuge pecaminoso ha hecho en contra de
usted, él o ella lo hecho en contra de Dios. Y Dios perdona de manera total, plena, libre, absoluta. Y si Dios, quien es el más santo y el más
ofendido puede perdonar, ¿no puede usted, el menos santo y el menos ofendido, no perdonar?

Usted se acuerda cuando David pecó a involucrarse a sí mismo en una relación con Betsabé, asegurándose de que debido a que él la codició, su
marido no regresara de nuevo a escena, él lo metió en una situación de compromiso en la batalla en donde básicamente perdió su vida y
realmente hubo homicidio, así como también adulterio. Y usted se acuerda cuando David estaba recitando ante Dios su penitencia, dice en el
Salmo 51: “Contra ti y contra ti solo he pecado.” Él tenía la perspectiva correcta. Si, él había ofendido a Betsabé, él había ofendido a Urías. Él
había ofendido a la familia. Él había ofendido a la nación sobre la cual él era rey. Él había ofendido a su propia familia. Él había ofendido a sus
propios amigos. Pero más que cualquier otra cosa, él había ofendido a Dios por su iniquidad terrible, terrible. Él dice en el Salmo 41:4: “Sana mi
alma, porque contra Ti he pecado.”

Ahora Dios, es aquel en contra de quien se peca de manera más severa en cualquier situación. Cualquier pecado es sobre cualquier otra persona
en contra Él de la manera más severa. Nosotros, francamente, somos incidentales. Entonces, ¿qué si me ofendió? Eso realmente es incidental
cuando hablamos del punto más importante. Y Dios, quien es ofendido de manera más severa perdona con tanta disposición, ¿cómo es que
nosotros, que somos ofendidos a un grado mucho menor, un grado mínimo, no podamos perdonar?

Entonces, perdonamos. Perdonamos porque nunca nos parecemos tanto a Dios como cuando perdonamos. Perdonamos porque Dios prohíbe el
enojo, el odio y actitudes de venganza. Perdonamos porque Dios, quien es el más ofendido ha perdonado y nosotros, los que somos los menos
ofendidos, ciertamente podemos hacer lo mismo.

Permítame llevarlo a un cuarto punto que simplemente expande el tercero. Es simplemente razonable que aquellos que son perdonados de los
pecados mayores perdonen los menores. Ahora esto, yo sé, si usted piensa en eso, traerá a su mente Mateo 18. Entonces, vaya a Mateo 18. Y
quiero recordarle de algo que usted y yo necesitamos recordar de manera periódica; y es esto: que cuando estamos delante de Dios antes de
nuestra salvación, somos dignos de infierno eterno, ¿verdad? Porque si somos los enemigos de Dios, hemos ignorado a Dios. Hemos negado a
Dios. No agradecemos a Dios. Hemos buscado la iniquidad. Y merecemos el infierno eterno. Pero Dios, en Su misericordia, perdona nuestras
iniquidades que nos condenan al infierno. Él nos perdona pecado que está al nivel que nos enviaría al infierno para siempre y aún así no fuera
expiado. Alguien podría pensar bueno, 50,000 años en el infierno serían suficientes en cierta manera para pagar mi pecado. Alguien más podría
decir bueno, 50 millones de años podrían ser suficientes para pagar mi pecado. Pero la respuesta es que la eternidad no será suficiente para
pagar por su pecado, usted estará ahí para siempre sufriendo. Así de serio es el crimen.

Tenemos crímenes en nuestro país y tenemos diferentes sentencias para esos crímenes. Si alguien comete un crimen menor, podrían ir a la
cárcel de un día para el otro. Si alguien comete un crimen más serio, podrían ir a la cárcel durante 30 o 60 días. Si cometen un robo a mano
armada, podrían estar ahí durante cinco años. Si cometen un homicidio de segundo grado, podrían ser 20. Si es homicidio premeditado de
primer grado, podría ser de por vida. Y pensamos en eso como un crimen serio. Pero, ¿qué tipo de crimen es aquel que sólo puede ser pagado
por el castigo eterno? Es algo aterrador. Y entonces, cualquiera de nosotros sin importar cómo nos evaluemos a nosotros mismos, cualquiera de
nosotros, si no estamos en Cristo, perdonados por Dios, hemos ofendido tanto a Dios como para pagar esa ofensa con castigo eterno; así de
seria es nuestra iniquidad. Y si usted mide la seriedad de la misma, sino fuera de otra manera por la paga, por el castigo que va de la mano con
el crimen, ¿verdad?

Entonces, con usted vino a Cristo y usted fue perdonado, no fue algo pequeño. No fue como si el juez hubiera dicho: ‘bueno, usted merece 60
días en la cárcel, pero voy a perdonar su sentencia. O le voy a dar libertad condicional’. No fue como si el juez dijo: ‘bueno, merece 20 años,
pero debido a que es su primera ofensa, le voy a poner a prueba y va a estar parcialmente encarcelado’. No fue así en absoluto. No fue como si
usted mereciera estar en prisión de por vida y debido a alguna circunstancia seria o alguna enfermedad o algo que le pasó a su familia, usted
tiene que cuidar de su familia hasta que muera. No fue así. Fue que usted tenía esta deuda masiva de iniquidad que no podía ser pagada en la
eternidad de sufrimiento. Y Dios, en un momento, perdonó todo. Así es la magnanimidad del perdón.

Entonces, usted tiene que regresar a recordar de qué ha sido perdonado en Cristo. Y ahora, de regreso al cuarto punto. Es razonable entonces,
que aquellos que son perdonados de los pecados mayores ciertamente puedan perdonar los menores, ¿verdad? Alguien lo ofendió... ¿en serio?
Alguien lo ofendió… su marido lo ofendió, su esposa lo ofendió, sus padres los ofendieron a ustedes jóvenes o alguien más lo ofendió. ¡Oh, ya
veo! Entonces, ¿vas a estar amargado y vas a vivir con una actitud vengativa, de odio, de resentimiento y vas a hacer que esas personas
paguen por lo que te hicieron a ti y tú eres cristiano? ¿Usted va a asegurarse de que su cónyuge sienta el dolor de su enojo por lo que él o ella
le hizo a usted? Usted, quien estuvo delante de Dios con el peso del pecado que inclusive una eternidad de dolor no podía eliminar y a usted se
le perdonó todo eso en una milésima de segundo, ¿usted no va a perdonar a persona por esta ofensa trivial? Ése es el punto entero de la
parábola al final de Mateo 18.

Algunas personas son traídas ante el rey. Le deben una deuda enorme que nunca podían pagar. Él los perdona. A uno de estos hombres se les
perdona esta deuda enorme impagable, la cual es la descripción del castigo eterno y nuestro peso del pecado y él es perdonado, él acepta el
perdón. Sale y encuentra un hombre que le debe unas cuantas semanas de sueldo y estrangula al hombre. Le dice que quiere que le pague, que
quiere que le pague y el hombre no puede pagar; entonces es enviado a la cárcel. Es inconcebible. Los discípulos están realmente boquiabiertos
ante esto. No lo pueden creer. Estoy seguro de que cuando Jesús presentó la historia, los habrá sacudido de manera absoluta hasta lo más
íntimo de su ser el hecho de que a alguien se le perdonara tanto y después se diera la vuelta y no perdonara a alguien tan poco. ¿Y no es
exactamente lo que hacemos todo el tiempo? ¿Todo el tiempo?
Hemos sido perdonado por Dios de una deuda impagable, inconcebible. ¿No perdonaremos las deudas menores que otros nos deben? En su
matrimonio usted necesita apresurarse a perdonar lo más rápido que pueda, inclusive cuando la ofensa se está llevando a cabo, todos sus
pensamientos debe estar dirigidos hacia el perdón. ¡Qué ingratitud tan insensible tuvo este siervo en Mateo 18 y lo demuestra, a quien se le
perdonó esta deuda impagable y después salió corriendo y encontró a alguien y no lo perdonó! ¿Es usted una corte más elevada que Dios? ¿Es
usted más digno que Dios? ¿Tiene usted un derecho de aferrarse a su hostilidad y enojo que Dios no tiene? ¿Tiene usted una ley más
demandante que la de Dios? ¿Es usted más digno que un mejor trato que Dios? ¡Es inconcebible!

Una quinta razón para perdonar. El que no perdona, no disfrutará del amor de otros cristianos. El que no perdona, no disfrutará del amor de
otros cristianos. Permítame decirle lo que sucede en un matrimonio, sucede todo el tiempo. La esposa dice “estoy hasta aquí de este hombre, se
acabó, ya no voy a tolerar esto más, ya no lo voy a perdonar. He perdonado lo suficiente, ya no lo volveré a perdonar. Ya acabé con este
hombre. No tengo nada sino resentimiento, hostilidad, odio, amargura y estoy hasta aquí.”

¿Sabe lo que sucede? Inmediatamente, hay una destrucción del matrimonio e instantáneamente la pérdida de comunión cristiana. Usted está
fuera de la iglesia inmediatamente, ¿verdad? Y en cuestión de meses, ¿adivine qué? En un servicio de comunión su nombre es leído por mí o por
otro pastor, ¿no es cierto? Porque usted dejó al matrimonio sin ninguna justificación. Usted pierde la comunión, la iglesia realmente se vuelve su
juez.

Eso es exactamente lo que sucede en la parábola de Mateo 18. Observe el versículo 31, el hombre trata de obtener su dinero de este hombre
quien le debe unos cuantos meses de sueldo, realmente. Lo arroja a la prisión. Y el versículo 31 dice: “Y cuando sus consiervos vieron lo que
pasó, estaban profundamente entristecidos y vinieron y le reportaron a su amo todo lo que había pasado.” ¿Sabe una cosa? No podían creer que
el hombre hiciera esto, no podían creer el grado de falta de perdón. Los sacudió. ¿Y adonde fueron? Fueron al rey. Fueron a su señor. ¿Sabe
una cosa? ¿Sabe lo que sucede? Cuando usted no perdona, usted pierde la comunión. Y la comunión, por así decirlo, va al cielo para entregarlo.
Usted se aísla de la comunión, se distancia del cuerpo. Usted es levadura, usted es pecaminoso, usted es una mala influencia. La Iglesia no que
esté con ellos si usted se va a conducir así. Y el aislamiento de otros en la vida de la Iglesia lleva a más pecado.

La secuencia sigue así: ‘Estoy hasta aquí, no quiero estar con ella más, me voy de aquí. No lo voy a tolerar. Ya no aguanto más. Me voy a salir
de esto.’ Inmediatamente, usted se sale de esto y la Iglesia se vuelve a Dios y comienza a clamar a Dios por usted, se lleva a cabo la disciplina,
la Iglesia lo busca, usted no se arrepiente y lo siguiente que sucede fuera de la comunión es que usted es entregado ¿a quién? A Satanás.
Primera de Corintios 5, y lo siguiente que usted sabe es que usted está en un amorío y ese espiral descendiente continúa hacia abajo.

El aislamiento de otros en la vida de la Iglesia resulta en pecado serio. Hebreos 10:24 dice que necesitamos estar juntos para estimularnos de
manera mutua. Necesita la vida del pueblo de Dios. Y estos amigos se volvieron en contra del hombre que no perdonó y lo entregaron a Dios.
Ellos oraron, literalmente, implementaron la disciplina de la Iglesia, lo entregaron al señor, quien entonces lo entrega a los ejecutores.

Y eso nos lleva el sexto punto, el no perdonar resulta en disciplina divina. ¿Qué le pasó a este hombre? Versículo 32, el rey lo llama y le dice:
‘Siervo impío, toda esa deuda te perdoné porque me pediste. ¿No deberías haber tenido tú también misericordia de tu siervo así como yo tuve
misericordia de ti?’” Es increíble que no la tuvo. “Y su señor, ahora movido con enojo, lo entrega a los atormentadores hasta que pagara todo lo
que le debía. Así también mi Padre celestial hará con cada uno de vosotros si no perdona a su hermano desde el corazón.”

¿Qué es lo que está diciendo? Si usted no perdona otro, entonces el Señor lo va a entregar a los atormentadores. ¿Qué es eso? Disciplina,
disciplina seria, torturas, tormentos, puede ser estrés, dificultad, enfermedad. Santiago 2:13 dice lo mismo: “Porque juicio sin misericordia se
hará con aquel que no muestra misericordia.” “Bienaventurados los misericordiosos, Mateo 5:7, porque ellos recibirán misericordia.” Si usted no
tiene la misericordia del perdón, Dios lo va a entregar a los atormentadores.

Entonces, ¿qué sucede? Usted ha destruido su matrimonio. Usted ha destruido su relación con la Iglesia. Usted ha descendido en ese espiral
descendiente hacia la iniquidad. Y ahora, viene la disciplina divina.

Varias personas en mi vida me han dicho ‘yo no voy a vivir ya con esta persona. Prefiero arriesgarme a lo que Dios me pueda hacer que a vivir
con esta persona’. Bueno, realmente usted no se está arriesgando con Dios, está garantizando lo que va a pasar… Disciplina… Disciplina

Una séptima razón para el perdón. El que no perdona, no será perdonado. El que no perdona, no será perdonado. Regrese a Mateo capítulo 6 y
esto va de la mano con el punto que acabamos de ver en esa parábola, que si usted no perdona a otro, el Señor lo va a disciplinar a usted. Esta
es otra manera de verlo pero enfatiza un aspecto un poco diferente. El que no perdona, no será perdonado.

Observe Mateo 6, y en el versículo 12 parte de lo que Él les enseña a orar es esto: “Y perdónanos nuestras deudas” o perdónanos nuestras
transgresiones, como los otros registros de los Evangelios lo presentan, “como también hemos perdonado a los que nos ofenden, nuestros
deudores.” Ahora, ahí usted tiene una afirmación que es bastante clara. Perdónanos, Dios, así como hemos perdonado a otros.

Ahora, pase los versículos 14 y 15: “Porque si vosotros perdonáis a los hombres sus transgresiones, tu Padre celestial también os perdonará,
pero si no perdonáis a los hombres, entonces vuestro Padre no perdonará vuestras transgresiones.” ¡Hombre, esto es poderoso! Si usted
perdona, será perdonado. Dios tratará con usted de la manera en la que usted trata a otros.

Usted dice ‘bueno, ¿está hablando aquí del hecho de que podrías perder tu salvación e irte al infierno?’ No, tenemos el perdón eterno en nuestra
justificación. Eso establece el tema de nuestro futuro. El perdón temporal lo necesitamos en nuestra santificación y eso se encarga de nuestra
bendición en el presente, en la actualidad.

El punto aquí simplemente se este: que Dios no perdonará su pecado en el sentido de que esté libre de la disciplina y reciba la bendición.

¿Sabe usted lo que le pasa como creyente cuando peca? Usted se involucra en pecado prolongado, no es que de pronto va a perder su salvación
y se va a ir al infierno. Pero le voy a decir lo que sucede. Usted comienza a ser disciplinado y pierde la bendición. El perdón eterno está cubierto,
pero aquí y ahora el perdón temporal que contiene la disciplina y derrama la bendición no va a ser de usted.
He visto esto lo largo de los años como pastor. He visto a muchas personas. He visto a personas con vaciedad en sus vidas, con una sequedad
terrible, con una vida insípida, gente con falta de gozo, falta de poder, una falta de relaciones matrimoniales significativas; y realmente, creo que
con mucha frecuencia se debe al hecho de que no hay perdón hacia el pecado en sus corazones hacia una persona en su familia. Y cuando no
perdona, Dios continúa disciplinando y la vida es miserable y la bendición no está ahí.

Si hay algo que yo quiero de la vida es la bendición de Dios. Digo, supongo que podría llegar al punto de decir que yo viviría con cualquier
persona si pudiera tener la bendición de Dios. Eso es lo que yo buscaría sobre cualquier otra cosa. Y humillarme a mí mismo y aceptar alguna
dificultad en la vida humana para tener el gozo del cielo es una alternativa simple para mí.

Ahora, debemos perdonar porque es parecido a Dios cuyos hijos somos. Está prohibido el no perdonar en el mandato de no matar. No cometer
homicidio. Debemos perdonar, porque el más santo perdona ¿y acaso nosotros, que somos los menos santos no debemos perdonar? Debemos
perdonar porque se nos han perdonado los pecados mayores en contra de Dios, ¿acaso no vamos a perdonar lo que son menores en contra de
nosotros? Debemos perdonar porque de otra manera perdemos la comunión y el amor de los hermanos; y seremos disciplinados. Y si no
perdonamos, Dios no nos perdonará.

Número ocho, le voy a dar unas cuantas más, la ausencia de perdón nos descalifica para adorar. La ausencia de perdón nos descalifica para
adorar. De hecho, la adoración se vuelve una forma de hipocresía. Mateo 5, de nuevo versículos 23 y 24: “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar,
y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti,” vienes a adorar a Dios, claro, en un contexto judío en este Evangelio, “deja allí tu
ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.” Muy, muy básico. No te acerques
a Dios con la intención de adorar si hay un problema que no ha sido resuelto con otro cristiano. La reconciliación debe preceder a la adoración.
Aún si nosotros no estamos enojados. Si Él estado enojado con nosotros, debemos perdonar de manera libre en el corazón y hacer lo que
podamos por corregir la situación. Como puede ver, si hay una iniquidad en usted, dice en el Salmo 66 que el Señor no lo va a oír a usted.
Entonces, usted viene a adorar y el cielo no responde si su corazón no está bien. La ausencia del perdón lo descalifica para adorar. Hombre, esto
es serio… Realmente serio.

Número nueve, y simplemente una más después de ésta, número nueve, no perdonar es usurpar la autoridad de Dios. Y supongo que este es el
viaje del ego definitivo. Si usted no perdona, entonces usted se está colocando como el que tiene en la mano la espada del juicio divino. Usted
está diciendo ‘bueno Dios, quizás Tú estés dispuesto a perdonar, pero yo no’. Le quitas la espada de la mano de Dios y tú decides usarla. Tú te
encargas de la venganza privada. ¡Qué audacia a la luz de Romanos 12, donde Dios dice ‘Mía es la venganza, Yo daré el pago’! Tú le dejas esto
a Dios. No tienes que estar buscando la venganza con todo el mundo. No tienes que devolverle lo que tú crees que ellos merecen; ese no es tu
trabajo.

Si tu enemigo tiene hambre, ¿qué? Dale de comer. Y si tiene sed, dale de beber y simplemente acumularás ascuas de fuego sobre su cabeza.
Ascuas o carbones de convicción, por cierto. Vence su maldad con el bien y recuerda esto: nunca te vengues, Romanos 12:19, deja el lugar para
la ira de Dios porque escrito está: Mía es la venganza, Yo daré el pago, dice el Señor.” Dios se va encargar de la venganza.

¡Qué audacia es que usted tome la espada! “Yo le voy a dar a ese hombre lo que merece. Yo voy a incrementar el dolor. Yo seré el juez. Dios es
demasiado lento. Dios es demasiado tolerante. Dios es demasiado paciente. Él es demasiado injusto. Él es demasiado indiferente. Él es
demasiado débil. Él no está haciendo nada. Dame esa espada, yo me voy a encargar de esto.” ¡Qué actitud tan blasfema! Sólo Dios puede
enfrentar el pecado. Él tiene el entendimiento verdadero y perfecto de la ofensa y usted no, usted está limitado. Él tiene el estándar más
elevado. El de usted es más bajo. Él tiene la autoridad sin límite. Usted no tiene autoridad. Él es imparcial. Usted no lo es. Él es omnisciente y
eterno, Él ve el fin desde el principio. Usted no ve más allá del momento, usted no ve a largo plazo. Es ignorante. Él es sabio y bueno y actúa en
santidad perfecta. Y usted está cegado por el enojo. Ahora, dígame usted, ¿quién debe tener la espada? No tiene sentido para usted o para mí
que seamos el juez. No estamos calificados. Y cuando usted, por así decirlo, le quita la espada de la mano a Dios y no perdona, usted usurpa Su
autoridad.

Un punto final que clama a nosotros para que perdonemos. Este es un punto muy importante. Podría ser un mensaje entero, una serie entera.
Las ofensas en contra de usted son sus pruebas. Las ofensas en contra de usted son pruebas para usted. Escuche con atención, y mediante esas
pruebas, ¿qué es lo que Dios está haciendo? Lo está perfeccionando. “Tened por sumo gozo, hermanos, cuando os halléis en diversas pruebas
porque la prueba de vuestra fe lleva a cabo una obra perfecta.” Primera de Pedro 5:10: “Después de que habéis sufrido por un poco de tiempo,
el Señor os perfeccione.” Segunda de Corintios 12, simplemente una porción absolutamente magnífica de las Escrituras. El apóstol Pablo habla
de su aguijón en la carne, su aflicción, su insulto, su persecución, dificultades y dice: “Estoy contento con todo esto porque cuando soy débil,
entonces soy” ¿qué? “que fuerte.” Su poder es perfeccionado en mi debilidad. Su gracia es suficiente en mis debilidades.

Permítame decirle algo. Usted podrá pensar que tiene un matrimonio difícil. Podrá pensar que tiene una situación difícil, jóvenes con sus padres.
Podrá pensar que tiene conflicto en el hogar. Permítame decirle esto: sus ofensas, las ofensas que son cometidas en contra de usted son las
pruebas mismas que Dios usará para hacerlo como Su Hijo. No huya de ellas. La crítica, las injusticias, las ofensas, las persecuciones, los
maltratos son para el propósito de su madurez espiritual. No huya de ese proceso. Quédese ahí… Quédese allí. Aún si su vida entera, quizás se
da cuenta que pudo haber encontrado a alguien más que hubiera hecho su vida más feliz, si usted responde al estrés y a la dificultad de manera
apropiada, esas pruebas lo harán como Cristo y ésa es la meta más noble de todas…

No se preocupe mucho por sus heridas personales y preocúpese mucho por su santidad personal. Recuerde que en sus pruebas, Dios está
operando haciéndolo a usted fuerte y santo. Y cuando todo es dicho y hecho, lo que mantiene a una relación unida es el perdón, porque vamos
a fallar y vamos a ofender y vamos a herir y nos va a doler. Pero en donde hay perdón instantáneo y total y constante, la relación se mantiene
unida. Y Dios es honrado y la bendición es derramada.

Al final, la teología bíblica del perdón es resumida en un pasaje. Pasea 1 Pedro 2, vamos a cerrar con este pasaje. Primera de Pedro 2:19:
“Porque esto merece aprobación,” por supuesto con Dios, “si alguno a causa de la conciencia delante de Dios, sufre molestias padeciendo
injustamente.” Dios realmente se agrada cuando usted sufre de manera injusta y lo soporta. “Pues ¿qué gloria es, si pecando sois abofeteados,
y lo soportáis?” No hay crédito cuando usted sufre por su pecado. No hay favor con Dios en eso. Pero cuando usted sufre por hacer lo correcto y
sufre, tolera, ese sufrimiento trae favor de Dios. “Mas si haciendo lo bueno sufrís, y lo soportáis, esto ciertamente es aprobado delante de Dios.”
¿Quiere encontrar favor con Dios? Entonces, sufra un poco. Así es la vida. Y luego él dice: “Pues para esto fuisteis llamados.” ¡Oye!, ¿Quieres
decir que tiene que ser así? Sí, tiene que ser así. Mundo caído, cónyuges caídos, padres caídos, hijos caídos, amigos caídos, familia caída, tiene
que ser así. En cierta manera, han sido llamados para este propósito. Y Cristo, nuestro amado Cristo, nos dejó un ejemplo cuando Él sufrió de
manera injusta y no cometió pecado ni se halló engaño en Su boca. “…porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para
que sigáis Sus pisadas; el cual no hizo pecado, ni se halló engaño en Su boca; quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando
padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente.” Él simplemente continuó sometiéndose a Dios. Todo fue injusto,
pero nunca se vengó. Él simplemente se entregó a Dios y continuó llevando nuestros pecados en Su cuerpo en la Cruz.

Y éste es el modelo. Nunca nadie sufrió al grado que Jesús sufrió. Perfecto, sin pecado, nunca cometió pecado, nunca hubo engaño en Su boca
y sin embargo, Él sufrió más que cualquier otro hombre. Y Él no mereció nada de esto. Y en el medio del sufrimiento, nunca se vengó, lo aceptó
y simplemente, se encomendó a Dios para cumplir los propósitos que Dios tenía en mente. Deje que Dios lo perfeccione a través de sus pruebas.

El perdón trae el cielo a la tierra. El perdón coloca la paz del cielo en el corazón pecaminoso. El perdón es la imagen de Dios. El perdón es la
extensión del Reino de Cristo. El perdón es lo que hace que una relación dure. Oremos.

Padre, Te damos gracias en esta noche por este estudio más bien rápido y sin embargo, uno tan importante del tema del perdón. Sería el clamor
de nuestro corazón y nuestra oración que tengamos la gracia para perdonar así. Concede eso a aquellos que nos rodean para que nos perdonen
así como nosotros los perdonamos con disposición. Oh Dios, llénanos del gozo del perdón. Llénanos de una disposición a pasar por alto toda
transgresión. Que seamos esos que son nobles, que pasan por alto con disposición toda ofensa. Nunca somos tan parecidos a Ti, nunca
cumplimos tan bien Tus mandatos como cuando perdonamos. Y concédenos en la dulce, dulce comunión de corazones perdonadores,
matrimonios llenos de bendición y familias llenas de bendición. Para la gloria de Cristo, en cuyo nombre oramos. Amén.
¿PUEDE UN FALSO MAESTRO PREDICAR EL
EVANGELIO? | #COALICIÓNRESPONDE
12/4/2014

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#coaliciónresponde es una entrada semanal donde los contribuyentes de Coalición por el


Evangelio dan respuesta a diversas inquietudes. Puedes usar #coalicionresponde en las
redes sociales o escribirnos a coalicion@thegospelcoalition.org con tus preguntas.

Pregunta: ¿Es posible que un falso maestro predique el evangelio verdadero y que personas sean salvas?

Primero se debe decir que no es lo mismo un inconverso que un falso maestro. Aunque un falso maestro es sin
lugar a dudas un inconverso (Mt. 7:15-23), lo contrario no necesariamente es cierto.

Segundo, es necesario definir con precisión que es “predicar el evangelio verdadero”. Si el lector entiende por
predicar el evangelio a presentar “cuatro verdades espirituales,” entonces la respuesta es que sí, tanto un
inconverso como un falso maestro pueden proclamar ese mensaje, que hoy se ha reempaquetado en el tan
popular “Dios te ama y tiene un plan maravilloso para tu vida”.

Los falsos maestros o falsos profetas se caracterizan en la Biblia por el deseo de agradar a los hombres en lugar
de a Dios. Esa motivación egoísta por la popularidad les induce a hablar la mentira. Tanto Pedro como Judas
describen de manera muy severa la maldad del corazón de estos impostores que convierten el ministerio en una
fuente de ganancia y “por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas” (2 P. 2:3).

El Nuevo Testamento insiste en que la “concupiscencia” es el elemento común en las enseñanzas de estos
maestros que aman el dinero, el placer y la comodidad personal:

“Porque vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oír, se
amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias epithumías, y apartarán de la verdad el
oído y se volverán a las fábulas”, 2 Timoteo 4:3-4.

“Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado…
Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los
que verdaderamente habían huido de los que viven en error… sabiendo primero esto, que en los
postreros días vendrán burladores, andando según sus propias concupiscencias”,2 Pedro 2: 2, 18; 3:3.

“Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas
infladas, adulando a las personas para sacar provecho”, Judas 16.

“Concupiscencia” no se refiere solamente a inmoralidad, aunque la incluye. La palabra se refiere a un deseo


intenso por algo no necesariamente malo. La idea es la de un deseo desordenado: un deseo elevado al lugar de
señorío en la vida de una persona.
Los falsos maestros promueven lo que ya de por sí es una inclinación carnal en cada persona, que es colocar
deseos que parecen normales —la salud, la riqueza, tener un buen matrimonio, ser alguien en la vida, disfrutar de
las cosas, y una multitud de otros anhelos similares— como el foco central de la vida. Todos estos deseos son
legítimos en el lugar apropiado (1 Tim. 4:4-5), pero en la falsa enseñanza se convierten en los “señores de la
vida”. Este enfoque en vivir la “buena vida” aquí y ahora es la razón de la inmensa popularidad de los falsos
maestros. Apelan a los deseos naturales del ser humano y los legitiman, asegurando que Dios es complacido
cuando se persiguen estas cosas terrenales.

En este escenario el mensaje del evangelio se adapta, presentando a Dios como quien quiere satisfacer todos los
sueños del pecador pues lo ama con locura. Se conservan por supuesto elementos de verdad para enmascarar
“encubiertamente” la falsedad (2 P. 2:1), con el fin intencional de engañar (Mt. 24:11; Ef. 4:14). Así, el Dios que
“manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan” (Hch. 17:30) se transforma fácilmente en el Dios
que “te ama y tiene un plan maravilloso para tu vida”. Lo cual tiene una dosis homeopática de verdad, pero es
insuficiente para salvar, para llevar al oyente a la conversión.

La persona promedio pensará al oír tal “evangelio”, “¡Qué bueno, yo también me amo y tengo un plan
maravilloso para mi vida! Me gustaría hacer esa oración así Dios me ayuda con mis planes”. Resolución que de
ninguna manera salvará a nadie. La salvación bíblica no viene al hacer una oración a Dios pidiendo su ayuda o su
perdón por algún asunto particular, mientras uno sigue enfocado en satisfacer sus concupiscencias. Salvación
viene cuando el pecador comprende el evangelio y, por obra y gracia del Espíritu Santo, se arrepiente de enfocar
su vida en sí mismo o en cualquier otro lugar en lugar de en Dios, y clama a Dios para recibir perdón inmerecido,
basado en lo que Cristo ha hecho en la cruz, muriendo como un sustituto, por la maldad de ese pecador penitente.

¿Puede un falso maestro predicar el verdadero evangelio? No. ¿Puede alguien ser salvo bajo el ministerio de un
falso maestro? Sí. Dios puede usar esas pequeña dosis de verdad que todo sistema falso aún conserva y, a pesar
de las intenciones del falso maestro, traer luz al corazón del perdido, usando muchas veces la lectura privada de
las Escrituras, y hoy más que nunca, los medios de comunicación. La historia nos muestra muchos de esos casos:
Lutero, Francisco Lacueva, Raymond Franz, por citar a algunos[1]. Lamentablemente esto es la excepción, no la
regla, pues por cada uno que se salva bajo un sistema falso, miles se pierden sin saberlo.
ONTINUISTAS Y CESACIONISTAS JUNTOS
POR EL EVANGELIO
8/5/2015

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Para un número creciente de cristianos “teológicamente despiertos”, las etiquetas de continuismo y cesacionismo
funcionan como términos de división entre cristianos protestantes, evangélicos, y aun reformados. De manera
resumida, los continuistas creen que todos los dones del Espíritu Santo mencionados en el Nuevo Testamento son
para todo el período entre Pentecostés y la (segunda) venida del Señor. Los cesacionistas entienden que algunos
de esos dones, sobre todo los que en el primer siglo estuvieron especialmente relacionados con los apóstoles,
“cesaron” –o sea, fueron retirados por el Señor– cuando ya no había apóstoles, a partir de la muerte del apóstol
Juan.

Ambas posturas se han presentado en las páginas de este medio. Pero el propósito del presente artículo es, en vez
de resaltar las innegables diferencias que hay entre continuistas y cesacionistas, subrayar el sorprendente grado
de consenso que existe entre aquellos que están centrados en el evangelio.

1. Todos creemos en la autoridad de la Biblia

Para todos los verdaderos creyentes y para todas las verdaderas iglesias, la Biblia es la autoridad suprema; ella
siempre tiene la última palabra. “¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha
amanecido” (Is. 8:20). Los bereanos “eran más nobles…, pues recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hch. 17:11). ¡Hasta las palabras del apóstol
Pablo fueron sometidas a la prueba de las Escrituras!

Aunque en la práctica es posible ser o continuista o cesacionista y no someterse a la autoridad de la Biblia,


ninguna de las dos posturas es incompatible con un sometimiento a esa autoridad. En mi experiencia, todos los
buenos continuistas y cesacionistas afirman y demuestran su compromiso con la autoridad de la Biblia.

2. Todos creemos en la suficiencia de la Biblia

La suficiencia de la Biblia significa que la Biblia sola es suficiente para revelar la verdad acerca de Dios y acerca
del ser humano, para revelar todo lo que el ser humano necesita saber para poder ser salvo, y para revelar todo lo
necesario para que las personas salvas puedan vivir sus vidas para la gloria de Dios. Para todo eso no hace falta
ninguna otra fuente de revelación; la Biblia sola es (más que) suficiente.

Aunque algunos (tal vez muchos) continuistas demuestren en declaraciones como y hechos no creer en la
suficiencia de la Biblia, la culpa no la tiene la postura continuista en sí. Es posible creer que Dios puede hablar
por medio de diferentes “palabras” hoy, sin considerar esas “palabras” necesarias en un sentido que socave la
suficiencia de la Biblia.
3. Todos creemos en la soberanía de Dios

La soberanía de Dios significa que Dios, como Rey sobre todas las cosas, como el que está sobre el trono del
universo, reina y gobierna sobre todos los seres, sobre todas las cosas y sobre todo lo que pasa, y que no hay nada
que esté fuera de su control absoluto.

Me imagino que hay tanto continuistas como cesacionistas que no creen en la soberanía de Dios en ese sentido.
Si es así, no creo que se deba a ninguna de las dos posturas como tales, sino a otro tipo de razones, como un
excesivo énfasis en el libre albedrío del ser humano, por ejemplo.

A veces los cesacionistas acusan a los continuistas de no creer en la soberanía de Dios por insistir en que Dios
siempre tiene que actuar de la misma manera. Y a veces los continuistas acusan a los cesacionistas de no creer en
la soberanía de Dios por descartar la posibilidad de “palabras de Dios directas” hoy. Puede haber algo de verdad
en ambas acusaciones, pero, insisto, no hay ninguna incompatibilidad necesaria entre ninguna de las dos posturas
y la soberanía de Dios.

4. Todos creemos en un Dios que hace milagros

Existe una especie de “leyenda negra” por ahí de que los cesacionistas son los que no creen en milagros. Pero,
curiosamente, ¡aún no he conocido a ningún cesacionista que crea en un Dios que no puede hacer milagros!

Claro, depende cómo se define el término “milagro”. La concepción de un bebé parece un milagro, ¿verdad? Y
hablamos de haber sido salvados de un accidente “por milagro”. Y, como creyentes, sabemos que el mayor
milagro de todos es el milagro de la salvación de un pecador. Pero, técnicamente, un milagro es un
acontecimiento sobrenatural. En ese sentido, la concepción de un bebé (normal) no es un milagro, pero la de
nuestro Señor Jesucristo sí que lo fue.

Ahora, en cuanto al tema que nos ocupa, no creo que nadie esté cuestionando el poder de Dios para hacer
milagros hoy, sino más bien si los quiere hacer o no, hasta qué punto los hace y hasta qué punto son milagros
todos los que se dice que lo son. Es un error diferenciar entre continuistas y cesacionistas como los que creen en
milagros y los que no.

5. Todos creemos en un Dios que sana

Es probable que haya más continuistas que cesacionistas que creen en la continuación hoy de “dones de
sanidades” (1 Co. 12:9), pero creo que aquí también hay un importante consenso entre los hermanos de ambas
posturas: (1) Quien sana es Dios; (2) Él puede sanar con o sin medios naturales; (3) Dios puede sanar con o sin la
imposición de manos, la unción con aceite, etc.; (4) Dios contesta nuestras oraciones por las personas enfermas: a
veces sanándolas, otras veces de otra manera; y: (5) La sanidad más importante es la sanidad espiritual; o sea, ¡la
salvación!

6. Todos creemos en el Espíritu Santo

Otra “leyenda negra” es que durante muchos siglos el Espíritu Santo fue la persona olvidada de la Santa
Trinidad; que el Espíritu Santo fue “recuperado” a principios del siglo 20; y que, hablando en general, los
continuistas le dan más importancia al Espíritu Santo que los cesacionistas.

Sobre este punto diré lo siguiente: (1) Es muy probable que a lo largo de los veinte siglos del cristianismo
muchos creyentes y muchas iglesias no le hayan dado al Espíritu Santo la atención y la importancia que se
merece; (2) Por otra parte, ha habido grandes teólogos y pensadores cesacionistas que han hablado y escrito
muchísimo sobre el Espíritu Santo; para dar solo dos ejemplos: el reformador Juan Calvino era conocido como
“el teólogo del Espíritu Santo”, y “el príncipe de los puritanos”, John Owen, escribió más de mil páginas sobre el
Espíritu Santo; y: (3) La teología del Espíritu Santo es mucho más amplia que solamente el bautismo en el
Espíritu Santo y los dones del Espíritu Santo, y muchos creyentes e iglesias parecen tener una idea bastante pobre
del maravilloso Espíritu Santo.

A pesar de las diferencias de interpretación de la Biblia entre continuistas y cesacionistas –y sin pretender
quitarle importancia a esas diferencias– tanto los unos como los otros creen en el Espíritu Santo.

7. Todos creemos en la necesidad del Espíritu Santo

El Espíritu Santo es Creador, junto con el Padre y el Hijo. El Espíritu Santo es el que regenera a los
espiritualmente muertos. El Espíritu Santo es el que santifica, guía, capacita y llena a los creyentes. El Espíritu
Santo es el que vivifica los huesos secos. ¡Nadie puede ser salvo sin el Espíritu Santo! ¡Ningún creyente puede
crecer espiritualmente sin el Espíritu Santo! ¡Ninguna iglesia puede funcionar –o existir– sin el Espíritu Santo! Y
una de las mayores necesidades hoy, tanto dentro como fuera de la Iglesia, es precisamente un gran
derramamiento del Espíritu Santo. Esto lo firmarían por igual todo continuistas o cesacionistas que crea las
palabras de la Biblia.

8. Todos creemos en los dones del Espíritu Santo

Es evidente que existen diferencias entre continuistas y cesacionistas sobre el tema de los dones del Espíritu
Santo. Creo que la principal diferencia tiene que ver con el propósito de Dios para algunos de los dones: si él los
dio solo para la era apostólica o para todo el tiempo hasta la venida del Señor. Y no tiene que ver tanto con el
carácter sobrenatural de algunos de los dones, sino más bien con los dones de revelación, como la profecía, el
don de lenguas con interpretación y otras “palabras del Señor” más o menos directas.

Pero aun los continuistas no están diciendo que todo lo que se presenta como “palabra del Señor” lo es; hay que
ejercer el don del discernimiento, juzgar cada manifestación a la luz de la Biblia y separar lo bueno de lo malo.

No pretendo minimizar las diferencias entre las dos posturas, pero quizás en la práctica el abismo entre las dos no
sea tan grande como a veces parece.

9. Todos creemos en el orden en la iglesia

Creo que todos los que amamos la Palabra de Dios y el evangelio lamentamos todas las manifestaciones que se
están dando de una casi total falta de orden en algunas iglesias y lugares. Creemos en el dicho de Pablo de hacer
todo “decentemente y con orden” (1 Co. 14:40). El caos no honra al Dios de orden. Pero no sería justo –sería una
caricatura– equiparar la postura “continuista” con el desorden. No tiene por qué ser así. Había una serie de
desórdenes en Corinto, pero el remedio que propuso el apóstol Pablo no era el desuso de ninguno de los dones,
sino el uso correcto de todos ellos.

En esto también hay un consenso entre continuistas y cesacionistas: creemos en el orden. Creemos que no es
suficiente tener la postura correcta: la práctica también tiene que ser bíblica y correcta.
Conclusión

Nos ha tocado vivir un tiempo emocionante. Sí, están pasando cosas preocupantes, poco bíblicas y que no honran
al Señor. Pero, por otra parte, el Señor está obrando, la Iglesia se está reformando, el evangelio de Cristo se está
predicando y se está extendiendo una preciosa comunión y colaboración entre iglesias y creyentes igualmente
comprometidos con el Señor, con su Palabra y con el evangelio, como mismo muestra esta Coalición por el
Evangelio.

Sin duda, Satanás intentará dividirnos. ¿Cómo? Pues, aprovechándose de nuestras diferencias secundarias para
sembrar malentendidos, caricaturas, ofensas y divisiones. ¡No será la primera vez! ¿Qué debemos hacer? (1) Ser
humildes; (2) Considerar a nuestros hermanos mejores que nosotros mismos; (3) Comprometernos a orar más los
unos por los otros; (4) Ayudarnos los unos a los otros a crecer en nuestro conocimiento de la Palabra y
exhortarnos los unos a los otros a traducir ese conocimiento en un carácter verdaderamente cristiano; (5) Saber
mantener lo principal como lo principal y lo secundario como lo secundario; (6) Aprovechar las percepciones de
otros hermanos para corregir nuestros propios desequilibrios (¡que todos los tenemos!); y: (7) Hacer un pacto
entre nosotros, sobre la base del verdadero evangelio de Cristo, para seguir luchando juntos por el evangelio.
AUMENTA SU GOZO: 3 MANERAS DE
ALENTAR A PASTORES
8/5/2015

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Cada ciertas semanas tuiteo lo siguiente: “Pueblo, ¡oren por sus pastores!”. Lo hago mayormente porque necesito
recordarme hacerlo, pero también porque sé lo mucho que significa para mis amigos pastores saber que su gente
ora por ellos. Puedes mirar en cualquier dirección hoy y ves iglesias, líderes, pastores y rebaños desmoronándose
bajo el peso del pecado, el fracaso, la ruina financiera, y más. No quiero ver que eso suceda en mi iglesia, y
tampoco quiero ignorar la presión sobre los pastores y sus familias.

Sin embargo, la oración no es la única manera en que podemos animar a nuestros pastores. A continuación
encontrarás algunas maneras bíblicas en las que podemos alentarlos.

1. Sean de un mismo sentir.

Todo padre sabe que cuando sus hijos están peleando, no hay paz. ¿Cuánto más gozo hay cuando, dejando el
egoísmo, decidimos tener un mismo sentir? Hay una decisión intencional que debemos hacer a veces de morder
nuestras lenguas y no argumentar que estamos en lo correcto. No debemos ignorar la injusticia, por supuesto,
pero a veces estar en familia significa someternos unos a otros. Pablo dijo que “[completarían su] gozo, siendo
del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. No hagan
nada por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de ustedes considere al otro como más
importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los
demás” (Fil. 2:2-4). Al ver que estás centrado en otros y no en ti mismo, el pastor puede encontrar profundo
aliento.

2. Considérenlo digno.

Pablo le habló a Timoteo acerca de la dignidad de doble honor (1 Tim. 5:17). Doble honor no es algo que a
nuestra generación le gusta dar a cualquiera. Complacemos a las celebridades, donde bebemos cada gota de lo
que dicen sus labios de oro, o caemos en el otro extremo, cautelosos y sospechosos de todo líder. Pero Pablo dice
que estos hombres trabajan en palabra y doctrina. Están trabajando a nuestro favor para ver en nosotros una
mayor esperanza en Cristo y el evangelio. Así que no solo vas a oírme nunca decir nada malo de uno de mis
pastores (un honor), sino también trabajo para hablar bien de ellos y a ellos cada vez que puedo (doble
honor). Quiero que ellos sepan que aprecio su inversión en mí, nuestra iglesia, la Palabra, y las iniciativas
evangelísticas.

3. Respétenlo.

Soy una preguntona. Rara vez acepto algo a simple vista, y mastico las ideas hasta que son irreconocibles en su
forma original. Debido a esa inclinación, puedo juzgar mis líderes en lugar de simplemente respetar su tiempo,
estudio y devoción al evangelio. La verdad es que yo mismo me he comprometido con estos ancianos, con este
cuerpo, para este tiempo. Los considero dignos simplemente diciendo: “Sí, soy un miembro comprometido
de The Village Church”, la iglesia donde asisto. Los respetamos, haciendo todo lo posible para hacer lo que
Pablo instruyó a la iglesia de Tesalónica, “Les rogamos hermanos, que reconozcan a los que con diligencia
trabajan entre ustedes, y los dirigen en el Señor y los instruyen, y que los tengan en muy alta estima con amor,
por causa de su trabajo” (1 Tes. 5:12-13). Pueden no siempre tomar las decisiones que yo tomaría, pero quiero
estimarlos altamente por su labor.

Unas palabras de pastores y sus esposas

Por último, también me acerqué a unos pastores y a sus esposas a preguntar acerca de otras formas en las que
podemos alentarlos y apoyarlos de manera práctica mientras “velan por nuestras almas”.

 “Las palabras no son caras, pero sí son ricas. Un reconocimiento genuino y una gratitud sincera puede traer
sanidad, fortaleza, ánimo y visión”.

 “Valoren a la esposa del pastor por sus dones únicos. No confieran, por extensión, las labores y responsabilidades
de los pastores a su esposa. Esto significa que ella no es automáticamente 'la pastora de mujeres' o la cabeza de
cualquier otro ministerio en virtud de su posición como la esposa del pastor”.

 “Invítanos a tomar un cafe solo para que puedas compartir lo que el Señor está haciendo en tu vida y cómo estás
creciendo en gracia (es decir, no una reunión en la que esperas que demos consejos o respuestas, sino solo
escuchar y gloriarnos en la bondad de Dios)”.

 “Haznos saber que estás orando por nosotros y por qué exactamente estás orando”.

 “Anímales a tener su tiempo en familia / tiempo de descanso. He oído la broma, “El domingo es el único día que
trabaja” un montón de veces en mi vida. Es divertido, y lo he dicho mucho también. Pero cuando llega el
momento de descansar me encanta cuando la gente realmente guarda ese momento y no se resiente por ello”.

 “Todo el mundo asume que el pastor y su familia tienen un montón de amigos; que parecen saber de todo el
mundo. Dicho esto, en mi experiencia, nosotros somos generalmente los que extendemos nuestros brazos hacia
otros. A veces solo quiero tener a alguien que extienda un mantel, encienda algunas velas, y ofrezca su amistad a
través de una simple comida y una bienvenida a su casa. La realidad es que el liderazgo puede ser un lugar
solitario”.

 “Trae comida si escuchas que el pastor no estará en casa por unas noches. Si yo (la esposa del pastor) alguna vez
siento la presión del ministerio, es en los tramos de 12 a 20 días de él que debe estar afuera tras noche tras
noche”.
Cómo Entrenar a sus Niños para Sentarse en la Iglesia
13 AGOSTO 2015

tags: Adoración, Autumn


Beck, Matrimonios, Niños, Todos
los Artículos
Cómo Entrenar a sus Niños
para Sentarse en la Iglesia
Por Autumn Beck
Es curioso los momentos de
nuestro pasado que recordamos
con tanta claridad. En 2009, mi
esposo y yo estábamos buscando
una casa en la ciudad a donde
queríamos mudarnos.
Estuvimos allí un domingo así
que visitamos una iglesia bíblica local. Lo que recuerdo claramente era que en
esta iglesia la gente tenía sus niños mayores de tres años sentados con ellos. No
hay manera de que mis hijos pudieran hacer esto! Unos nueve meses
después éramos miembros de esta iglesia y nuestros hijos estaban sentados con
nosotros. Esta historia siempre me hace reír de mí misma. ¿Cómo fue que
llegue de rechazar la idea de no dejar caer a mis hijos durante iglesia a tener
que sentarse con nosotros?
“… Criadlos en disciplina y amonestación del Señor” (Efesios 6: 4).
En primer lugar, no teníamos que practicar sentarlos durante una hora sólo en
la mañana del domingo. Se necesita más que una vez a la semana. El
entrenamiento comenzó durante nuestro tiempo de adoración familiar por la
noche. Tuvimos que ser muy intencionales con quien sentarse, donde y era
importante que fuera lo mismo cada noche. El culto familiar es el término que
utilizamos pero otros términos son devociones familiares, la oración familiar, el
estudio bíblico familiar, etc. En el momento en que empezamos a tener culto
familiar teníamos un niño de siete, cinco y dos años más un bebé. Debido a que
cada niño es diferente, no era nuestro niño de dos años de edad el que
necesitaba más atención, era nuestro hijo de cinco años. Mi esposo Michael se
sentó con el de cinco años de edad, mientras que yo sostuve al infante y a las
niñas de siete y dos años sentadas a mi lado. Era importante para la formación
el tener un método de disciplina útil a nuestra familia. También tuvimos una
recompensa esperando a los que estaban bien educados.
Ahora que todos estábamos sentados en nuestros lugares era el momento para
el culto familiar. Una de las preguntas de familias que a menudo nos hacen
es ¿cómo se hace el culto familiar?
Hay un par de preguntas preliminares que hacer o evaluar por nuestra cuenta.
¿Es creyente el padre? ¿Qué tan familiarizado está él con la Biblia? Si él es un
creyente, pero no se siente cómodo en la enseñanza de la Biblia por su cuenta,
sugerimos una Biblia de estudio como la Biblia de estudio MacArthur . Hay
una nota al pie para casi cada versículo. Si él no es creyente, pero no se opone a
la adoración familiar, entonces la mamá debe ir a través de la Biblia de estudio
con los niños. No siendo entrenado en el seminario o tener una falta de
conocimiento bíblico no debe disuadir a una familia de la práctica de la
adoración familiar. Hay muchos recursos disponibles para cada familia.
¿Son niños pre-lectores? A continuación se presentan tres recomendaciones
para las familias con niños pequeños:
 Big Truths for Little Kids
 My 1 st Book of Questions and Answers
 Big Book of Questions and Answers: A Family Devotional Guide to
the Christian Faith
Para las familias de pequeños y grandes mixtos , lectores y no lectores esto es lo
que hacemos:
1. Todo el mundo tiene una Biblia.
2. Todos se sientan en el mismo lugar.
3. Un libro de la Biblia es elegido para pasar por versículo por versículo (podría
tomar un año para completar un libro).
4. Inicia con oración.
5. Cantar una canción himno o alabanza que la mayoría están familiarizados.
Compramos himnarios off Amazon, pero estamos esperando ansiosamente
el lanzamiento de los himnos de la Graciaestá creando por Grace
Community Church.
6. Pida a un niño leer la primera estrofa. Haga una pausa y de una breve
explicación del versículo. Haga que el próximo hijo lea el versículo siguiente.
Si el niño no puede leer, lea por ellos y pídales que le repitan. Explique el
versículo. ¡Recuerde que usted no tiene que saber todas las respuestas! Para
es una gran Biblia de estudio o comentario.
7. Una vez que todos en la familia hayan leído, preguntamos si hay alguna
pregunta. También puede utilizar esto como una oportunidad para que los
versículos se aplica a su vida actual. Utilice ejemplos de la vida real.
8. Cierre en oración. Cerramos en una oración en grupo. Todos los que son
creyentes tienen que orar, los que no son, pueden orar si gustan. Yo
comienzo y Michael cierra.
9. Asigne a un niño que recoja todas las Biblias, libros e himnos.
10. ¡Premie el tiempo!
Además de la adoración familiar también leemos libros a nuestros hijos. A
través de educación en el hogar Tengo a todos los niños sentados y
escuchándome leer. Los niños pequeños sólo tienen que sentarse durante unos
30 minutos.
¡Aunque el mejor momento después de la lectura es el culto familiar! Todos nos
ponemos cómodos y papá lee. Durante este tiempo los niños grandes pueden
hacer dibujos de acuerdo a lo que leen y el más pequeño tiene que depender
sobre Michael. Este es un buen momento para entrenar a los pequeños para
estar quietos y escuchar, y tal vez incluso se duermen, haciendo fácil la hora de
dormir!
¿El hacer el culto familiar y la lectura de la familia hará del servicio dominical
suceda como si nada? ¡No! Pero, hace que sea más fácil. El domingo el orden de
los asientos es muy importante. Si usted es la esposa de un pastor con un
montón de pequeñines esto puede ser un momento estresante. Aunque la
rutina es vital para la formación. Todos anhelamos consistencia. Dígale a sus
hijos de antemano lo que se espera de ellos, no se estrese durante el servicio y
prémielos después por su obediencia. Si usted es como nuestra familia, cada vez
que llega escuchar tranquilamente un sermón otro niño sale del cuarto de niños
o nace añadiendo otra dinámica al orden. No somos la familia perfecta.
Nuestros hijos mayores han estado haciendo el culto familiar y se han sentado
en la iglesia durante seis años. Aquel que una vez fue el hiperactivo de cinco
años es ahora de once años, y todavía hiperactivo.
Cuando comenzamos este proceso en 2009 mi marido sabía muy poco acerca
de la enseñanza de la Biblia. Empezamos en el libro de Romanos (no nos dimos
cuenta en el momento que libro tan profundo es!) Y Michael investigaba los
versos de antemano y consulta la Biblia de estudio MacArthur. Fue mucho
trabajo para él en ese momento, pero los beneficios para nuestra familia hoy en
día no tienen precio.
INTRODUCCIÓN A LOS FALSOS
MAESTROS
 23 Septiembre 2016
 Rodrigo Avila
 14,884

Cuando era niño mi madre solía decirme que debía tener mucho cuidado cuando caminara por la calle, ya que
siempre existía el peligro de ser asaltado por ladrones callejeros. Ella creía que existían formas de identificar a los
delincuentes.

En primer lugar, decía, fíjate en su forma de vestir. Ellos suelen usar ropa ligera, preferentemente zapatillas, y evitan
usar grandes bolsos para arrancar con mayor rapidez. Llevan algún tipo de gorro y/o lentes de sol para cubrir sus
rostros.

En segundo lugar, observa también su manera de actuar. Constantemente miran alrededor para ver si hay algún
policía. Caminan como si los estuvieran siguiendo. Andan en grupos. Evitan el contacto visual directo.
Mi madre me mandó que si reconocía a alguien con estas características, debía alejarme de allí porque podía ser
peligroso. También me ordenó que estuviera siempre atento y que no anduviera distraído en la calle.

Ella me dio estas advertencias porque me amaba y quería protegerme. Del mismo modo, Dios, quien ama a cada
uno de Sus hijos, nos advierte en Su Palabra sobre criminales aún más peligrosos que los ladrones callejeros: los
falsos maestros.

Dios también nos ha dado muchas formas para identificarlos. Y Él no solamente quiere que seamos advertidos,
protegidos y que nos alejemos de ellos (2 Juan 1:10-11). Él también nos ha mandado a todos los cristianos, y en
especial a los pastores, a que les confrontemos y denunciemos públicamente (Tito 1:7-11), con nombre y apellido, si
es necesario (1 Tim 1:19-20).

El Propósito de esta Serie

La razón principal por la que decidí escribir esta serie es, porque es un mandamiento bíblico el refutar maestros
falsos y sus enseñanzas. Y me sorprende que tantos cristianos actúen como si fuera un pecado grave el poner en
práctica este mandamiento.

Pablo le dijo a Timoteo que era necesario que el obispo sea “retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada,
para que también pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen. [A quienes] …es
preciso tapar la boca” (Tito 1:7-11).

Asimismo Judas, en un contexto de falsos maestros, nos dice que debemos “contender ardientemente por la fe”
(Judas 1:3).

Una segunda razón por la que decidí escribir esta serie es, porque veo que hay un malentendido general sobre el
tema de los falsos maestros. Esto es evidente por la forma en que muchos cristianos responden cuando se denuncia
a apóstatas, aun cuando se presenten pruebas. A continuación voy a presentar algunas de las típicas razones que
muchos dan para oponerse a este mandamiento.

1. “No juzguéis, para que no seáis juzgados” (Mateo 7:1).

Este pasaje no prohíbe todo tipo de juicios, sino, solo el juicio hipócrita.

2. Solo Dios sabe si son falsos.

Esta declaración no es cierta. Jesús dijo que seríamos capaces de reconocer a los falsos profetas por medio de las
obras de ellos. El Señor dijo, “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero
por dentro son lobos rapaces. Por sus frutos los conoceréis.” Mateo 7:15-16

3. ¿Y tú cuantas almas has ganado?

La respuesta a esta pregunta no tiene relevancia cuando existen pruebas de la falsedad de un individuo.

4. Solo ora por ellos.

Podemos orar por los falsos maestros pero el mandamiento dice que debemos refutarlos, denunciarlos y tapar sus
bocas.

5. Los incrédulos están viendo lo que haces.

Esto es una pena pero es algo que no podemos evitar. Cuando los errores se divulgan públicamente, de la misma
forma deben ser refutados.
6. No tienes amor. Tienes que amar a tu prójimo.

Confrontar el error es una muestra de amor por los que están siendo engañados.

7. Tienes envidia.

Los mismos que exigen que no se juzgue son aquellos que juzgan sin tener pruebas. Criticar y denunciar el error no
es sinónimo de envidia.

Una tercera razón es porque he notado que muchas veces se obedece este mandamiento pero se hace de mala
manera. Algunos ejemplos de esto, son cuando:

– Se les critica injustamente.

– Se les saca de contexto.

– Se les critica por cosas sin importancia.

– Se les trata de forma excesivamente burlesca y despectiva.

Una última razón tiene que ver con rescatar a aquellos que están siendo influenciados por falsos
maestros. Judas 22-23 dice, “A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatándolos del fuego; y de
otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne.” John MacArthur dice lo
siguiente sobre estos versos:

“Estas víctimas de los maestros apóstatas necesitan misericordia y paciencia porque todavía no han llegado a una
conclusión firme en cuanto a Cristo y la vida eterna, así que todavía dudan pero pueden ser convencidos para
arraigarse en la verdad.
Otros se han comprometido a seguir los errores enseñados por los apóstatas y necesitan atención inmediata y
directa antes de desviarse de forma irreversible en el camino ancho que lleva al infierno como resultado de haber
acogido los engaños y las mentiras satánicas.
Este tercer grupo (v. 23b) también necesita compasión y misericordia aunque ya se han dejado contaminar del todo
por la enseñanza apóstata. Estas personas necesitan recibir el evangelio verdadero pero con gran temor para tener
cuidado y evitar que la persona que intente ayudarlas en su liberación también termine contaminada.”

El Método de esta Serie

Estoy convencido de que hay suficientes pruebas para determinar sin lugar a dudas que los hombres que se
incluirán en esta lista son falsos maestros. Y mi convicción viene de un patrón de desobediencia, herejías y
blasfemias que estos individuos han mostrado por años. Muchos lugares en la Biblia y en especial las cartas de 2 de
Pedro y Judas nos describen claramente las características de estos hombres impíos, características que muestran
un estilo de vida marcada por la desobediencia, la soberbia, la irreverencia y la hipocresía. Características que
charlatanes como Dante Gebel, Marcos Witt o Cash Luna han mostrado una y otra vez.

La idea es imitar a los de Berea, quienes escudriñaban cada día las Escrituras para ver si las enseñanzas que
escucharon eran bíblicas (Hechos 17:10-11). El objetivo es probar a aquellos que dicen representar a Dios y
oponerse a aquellos que mienten (Apocalipsis 2:2). La meta es hacerlo de manera objetiva, y no emocional como
muchos, mediante un uso correcto de las Escrituras y un análisis serio, justo, documentado y detallado de las
enseñanzas de estos apóstatas.

No solo tenemos muchos pasajes que nos mandan a oponernos a estos lobos rapaces sino que también tenemos
ejemplos de cómo hombres de Dios, incluyendo nuestro Señor Jesucristo, confrontaron a estos hombres que solo
tienen apariencia de piedad (2 Tim 3:5).
Algunos de estos ejemplos incluyen al profeta Elías, quien confrontó, se burló y degolló públicamente a los profetas
de Baal (1 Reyes 18:1-40).

Tenemos también el ejemplo de Cristo mismo que condenó a la vista de todos a los escribas y a los fariseos,
tildándolos con fuertes epítetos tales como hipócritas, hijos del infierno, insensatos, ciegos, necios, sepulcros
blanqueados, serpientes y generación de víboras (Mateo 23).

Y qué decir de la forma en que el Apóstol Pablo trató con Barjesús, el mago y falso profeta judío que le resistía y que
procuraba apartar de la fe al procónsul Sergio Paulo. Hechos dice que “Pablo, lleno del Espíritu Santo, fijando en él
los ojos, dijo: !!Oh, lleno de todo engaño y de toda maldad, hijo del diablo, enemigo de toda justicia! ¿No cesarás de
trastornar los caminos rectos del Señor? Ahora, pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no
verás el sol por algún tiempo. E inmediatamente cayeron sobre él oscuridad y tinieblas; y andando alrededor,
buscaba quien le condujese de la mano” (Hechos 13:6-11).

¿Y qué de cuando Pablo entregó a Himeneo y Alejandro a Satanás para que aprendieran a no blasfemar? (1 Tim
1:20).

¿Fue falta de amor lo que motivó a estos varones de Dios a condenar a estos pseudo-cristianos de forma tan
severa?

¡No! Fue su abundancia de amor por los engañados lo que los impulsó a hacerle frente a estos individuos que “no
sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los
corazones de los ingenuos” (Rom 16:18).

Yo creo que este tono firme usado en contra de falsos profetas debe ser el mismo que nosotros debemos usar. Es
absurdo pensar que un pastor literal de ovejas, trate con delicadeza y respeto a los animales salvajes que vienen a
devorar el rebaño a su cargo. Lo lógico es que tome su vara y les haga frente a los lobos, obligándoles a huir. Lo
mismo debe hacer un pastor fiel de una iglesia en sentido espiritual.

Estamos en tiempos peligrosos, y por lo tanto, no podemos quedarnos sin hacer nada. No podemos darnos el lujo de
dejar que estos mentirosos engañen, manipulen y lucren con la fe de manera tan inescrupulosa y sin ningún tipo de
oposición seria.

Es tiempo de que el pueblo de Dios se levante y alce la voz sin temor ante las amenazas infundadas de estos
hipócritas. Y el primer hipócrita que será expuesto en esta serie es Dante Gebel.

Es mi oración que Dios use esta serie para animar, advertir y exhortar a muchos cristianos y para salvar a las
víctimas de estos terroristas espirituales.

Recursos sobre Falsos Maestros y Textos fuera de Contexto


Sermones
Patología de los falsos maestros — John MacArthur
Artículos
¡No toques al ungido del Señor! — Josef Urban
Juzgar o no juzgar, defender o no defender, esta es la cuestión — Andrés Ferrer
Una mirada bíblica al evangelio de la prosperidad — Gerson Morey
Libros
Cristianismo en Crisis: Siglo 21 — Hank Hanegraaff
Verdad en Guerra — John MacArthur
¿QUÉ HACEMOS CON ESTE
MÚSICO? UNA EVALUACIÓN DEL
EVANGELIO SEGÚN MARCOS WITT
 22 Febrero 2017
 Rodrigo Avila
 3,538

Marcos Witt es un reconocido músico, cantante y compositor. Es fundador y presidente del Grupo CanZion, la mayor
productora y distribuidora de música cristiana en español. Ha grabado más de 30 álbumes y vendido múltiples
millones de copias de sus discos. Además, es autor de 13 libros best sellers. Fue pastor de la congregación hispana
de Lakewood en Houston, Texas. Ha recibido cinco premios Latin Grammy y dos Premios Billboard. Gracias a estos
logros, Witt es considerado como uno de los cristianos más influyentes en la historia del cristianismo
latinoamericano.

Sin embargo, ¿representa fielmente al Dios de la Biblia? ¿Predica el evangelio verdadero? Realmente, ¿enseña una
doctrina ortodoxa? Y como resultado, ¿demuestra un comportamiento piadoso? Las respuestas a estas preguntas
nos ayudarán a determinar si Marcos Witt es un fiel cristiano para imitar o un falso maestro para evitar.
1. UN DIOS DIFERENTE

“Todos los habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad en el ejército del cielo, y
en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su mano, y le diga: ¿Qué haces?” Daniel 4:35
Witt dice ser un salmista, alguien que dirige a la gente al reconocimiento de la grandeza de Dios, pero, no está
calificado para cumplir con este rol por una simple razón: no conoce al Dios de la Biblia. Él ha descrito el carácter de
Dios de una manera diferente a lo que vemos en la Escritura. Jesús dijo que Dios busca adoradores que le adoren
en espíritu y en verdad (Juan 4:23). No obstante, el dios que Witt adora no es el Dios soberano de la Biblia, sino un
dios limitado.

Un dios limitado

En una entrevista sobre su álbum “Sigues siendo Dios,” se le preguntó: “¿Dios sigue siendo Dios para el resto del
mundo también?” Witt respondió:

“Dios nos ha dado el libre albedrío para escoger, permitir que él sea
el Dios de nuestras vidas. Y si no lo permitimos obviamente él no [lo
es]. Pero en su capacidad de ser Dios para todo el mundo, claro
que es capaz, pero está limitado a la fe de cada individuo, ¿no? Si
el individuo dice ‘yo quiero que Dios sea el Dios de mi vida,’ él
puede hacerlo para todo el mundo, pero si la persona no lo permite
entrar, entonces él tiene las manos atadas a la voluntad de la
persona”.
La respuesta de Witt no solo muestra una comprensión errada del carácter Dios sino también una ignorancia del
estado del hombre. A continuación veremos brevemente lo que la Biblia tiene para decir sobre el rol de Dios, y el rol
del hombre en la salvación.

Dios salva al hombre sin pedirle permiso

Si es verdad que el hombre posee libre albedrío para aceptar o rechazar a Dios, la salvación depende últimamente
de una decisión del hombre. Pero, ¿es esto lo que la Biblia enseña? De ninguna manera. Dios es soberano en la
salvación del hombre. Hechos 13:48 dice que “los gentiles, oyendo esto [el evangelio], se regocijaban y glorificaban
la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna”. Estas palabras indican que es
Dios quien escoge al hombre y no al revés. La Palabra de Dios no puede ser más clara al respecto:
“Y [Jesús] dijo: Por eso os he dicho que ninguno puede venir a mí, si no le fuere dado del Padre (Juan 6:65).
“[Dios] nos escogió en él [Jesucristo] antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha
delante de él” (Efe 1:4).
“Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad, de humildad,
de mansedumbre, de paciencia” (Col 3:12).
“Nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os
haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad” (2 Tes
2:13).
Aunque Dios da salvación sin pedirle permiso a nadie, esto no quiere decir que el hombre no necesite hacer nada.
Dios demanda que él crea en el evangelio y se arrepienta de sus pecados (Mar 1:15). Pero incluso la fe es un regalo
inmerecido de Dios (Efe 2:8-9) como también lo es el arrepentimiento (Hech 5:31).

¿Quién está limitado, el hombre o Dios?

El hombre tiene, no solo sus manos, sino todo su ser atado al pecado. Sus deseos, su razonamiento y todas sus
facultades están completamente corrompidos por el pecado. El hombre en su estado natural no quiere venir a Dios
porque ama su pecado (Juan 3:19). No busca a Dios (Rom 3:11). Y su entendimiento ha sido cegado por Satanás (2
Cor 4:4). Como si estos obstáculos inquebrantables fueran pocos, Efesios 2:1 nos dice que el hombre natural está
muerto espiritualmente en sus delitos y pecados. Por lo tanto, decir que el hombre es quien últimamente decide si
venir a Dios o no, es tan absurdo como creer que un muerto tiene el poder para resucitarse a sí mismo.
Es por eso que la Biblia nos dice que la salvación es de Jehová (Jonás 2:9).
Es por eso que el Espíritu Santo tiene que convencer al mundo de pecado,[1] de justicia y de juicio (Juan 16:8-11),
porque si no lo hiciera, nadie vendría a Cristo para encontrar salvación.
“Dios nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento
de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por
Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la
esperanza de la vida eterna” (Tito 3:5-7).
Toda la gloria es para Él por Su salvación inmerecida.
Por estas razones bíblicas, y por muchas otras más, las declaraciones de Witt de que Dios tiene las manos atadas y
que está limitado a la voluntad del hombre, rozan lo blasfemo. ¿Cómo puede llegar a conclusiones tan opuestas a lo
que la Biblia nos dice? ¡La consecuencia lógica de las afirmaciones de Witt es que el hombre es soberano y no Dios!
Y esta tergiversación es inaceptable para alguien que dice ser cristiano y más aún, para alguien que dice guiar a
otros en la adoración del Dios verdadero.

2. UN EVANGELIO DIFERENTE

“Mas si aún nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea
anatema”. (Gál. 1:8)
Hace unos años atrás, en un diálogo con el animador de un programa de televisión, Witt indicó:

“Nuestra música es divertida como ya se dieron cuenta. Somos


personas que nos gusta mucho divertirnos pero nuestro mensaje es
lo que nos diferencia porque tenemos un mensaje que creemos que
abraza el corazón, abraza el espíritu y permite que Dios nos de un
beso y una caricia que todos necesitamos un beso de parte de
Dios. ¿No es cierto? Y eso es lo que nosotros hacemos”.
En alusión a estas palabras de Witt, Paul Washer, quien predicaba sobre cómo el mundo ha entrado en la
Iglesia, comentó:

“Era un escándalo, hermanos. Un escándalo. ‘Señor Witt, ¿por qué


tanta gente ha comprado tu música? Los músicos seculares tienen
envidia de ti. Bueno, es porque yo tengo un dios alegre y todos
quieren un dios alegre. Y dios quiere besar a todos.’ No sé qué
hacer ahora. ¿Llorar? ¿Reírme? ¿Qué es eso? ¿Qué es eso? Es lo
que el mundo está viendo. El mundo ya le ha moldeado”.
Washer está en lo correcto. Witt ha dejado que el mundo, y no la Biblia, defina su mensaje.
En otras ocasiones, como por ejemplo aquí y aquí, Witt ha dicho que “Dios no tiene exclusividad con ninguna
religión”.

En una entrevista para CNN en español, Witt correctamente afirmó que:

“La gente se dio cuenta hace mucho tiempo atrás que la música de
Marcos Witt no es un esfuerzo proselitista. No estoy tratando de
convencerte de que te cambies de religión o de que te cambies de
iglesia o de denominación. Lo que yo pretendo hacer es ayudarte a
entender como Dios funciona en tu vida práctica. Como puede
funcionar por ejemplo en tu trabajo, en tu familia, en tu negocio”.
El Witt de hoy admite que no evangeliza en sus conciertos. El Witt de ayer pensaba muy distinto:

“Empecemos a usar la música para lo que el Señor la diseñó:


guerra (liberación, alcance y evangelización), alabanza y adoración
(ministrándolo y bendiciéndolo a Él y a nadie más)”. [2]
Como vemos, Witt presenta a un dios que funciona para gente de todas las religiones y que nos enseña a tener éxito
en el trabajo, la familia y los negocios. El dios de Witt es un dios inclusivo que está listo para acomodarse a los
deseos de la gente. Todos están bienvenidos, sin ningún tipo de demandas o exigencias. Pero ese dios, solo existe
en la mente de Witt. Notemos la gran diferencia entre el mensaje que Witt transmite a gente de otras religiones, con
el mensaje que Pablo transmite a paganos atenienses en Hechos 17. Pablo comienza su mensaje anunciando a
Dios como Creador (v. 24), Sustentador (v. 25) y Soberano (v. 26). Luego corrigió la falsa adoración pagana
politeísta de ellos a través de templos e imágenes (v. 29). Finalmente les habló de su ignorancia del Dios verdadero
(v. 30a), del arrepentimiento (v. 30b), del juicio venidero y de la muerte y resurrección de Cristo (v. 31). ¿Cuál fue el
resultado? Unos se burlaron (v. 32) pero algunos creyeron (v. 34).
¡Qué gran diferencia entre ambos mensajes! ¡Esto es predicación fiel!
James Montgomery Boice dice acertadamente:
“Necesitamos el mensaje de arrepentimiento para nuestra generación también, aunque somos mucho más culpables
que los griegos. Además, lo necesitamos para nosotros mismos, si todavía no nos hemos arrepentido. El
cristianismo no comienza diciendo: ‘Eres una muy buena persona’ y ‘todo va a ser agradable para ti si solo te pones
en contacto con Dios’ El cristianismo dice: ‘No has buscado a Dios‘. Has seguido tu propio camino. Eres
voluntariamente ignorante. Por lo tanto, Dios ordena que te arrepientas de esa ignorancia’. Cuando nos
arrepentimos, Dios expone el evangelio de la salvación por medio de Jesucristo”.
El mensaje de Witt es el mensaje que el mundo incrédulo quiere escuchar. La gente no quiere escuchar de un Dios
exclusivo que solo se revela en la Biblia y al que solo se puede llegar a través de Cristo. El mensaje de Witt es falso
y confuso. Es un mensaje que condena al musulmán, al budista o al hinduista, ya que le dice que no necesita
cambiar de religión.
El evangelio que Witt predicó por una década en la iglesia de Lakewood, no fue muy diferente al que predica en
entrevistas. Su evangelio consistió en repetir una oración que no contiene los elementos mínimos del mensaje de
salvación. ¿Cuáles son esos elementos? Son aquellos que hacen del Evangelio el Evangelio: La ira santa de Dios
sobre el pecador, el castigo eterno que el pecador merece por sus pecados y su rechazo a Cristo, el sacrificio
sustitutivo de Cristo en la cruz y su resurrección; y la respuesta del pecador al mensaje del evangelio: fe y
arrepentimiento. Si estos elementos no están presentes, no podemos hablar de evangelio bíblico y, por lo tanto, es
un mensaje que no tiene poder para salvar (Rom. 1:16).[3]
Este es el evangelio diferente de Witt:

“Si usted necesita hacer paz con Dios ore conmigo esta oración.
Todo el mundo diga conmigo en voz alta, Señor Jesús, reconozco
que sin ti, no puedo hacer nada. Te necesito, Señor. Entra a mi
vida. Toma control de mi vida, de mis pensamientos y de mis
palabras. Te entrego mi vida entera. En el nombre de Jesús. Ahora
míreme aca un segundito. La Biblia dice que si usted oró esa
oración usted acaba de pasar de muerte a vida eterna en Cristo
Jesús nuestro Señor”.
Josef Urban nos da 8 razones por las que debemos rechazar este método de evangelismo conocido como la oración
del pecador:
1. No se encuentra en la Biblia.
2. No se encuentra en la historia de la iglesia.
3. Cristo no quiere vivir en el corazón con que naciste – ese corazón sucio, perverso y depravado.
4. Contradice los métodos de evangelismo que Cristo practicaba.
5. Se basa en una falta de entendimiento acerca de la doctrina de la regeneración.
6. Quita el lugar del arrepentimiento y la fe en la conversión.
7. Pronunciar a alguien como salvado, por decir una oración, es juzgar con juicio injusto.
8. Decir que alguien es salvo por decir una oración da seguridad falsa.
Recurso adicional: Paul Washer y el Evangelismo Moderno

3. UN CREDO DIFERENTE

“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo,


no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo”. 2 Juan 1:9
Witt es culpable de promover uno de los errores que más daño ha causado a la iglesia en América Latina: El
Evangelio de la Prosperidad. ¿Qué es el evangelio de la prosperidad? David Jones, en su excelente artículo llamado
“5 Errores del evangelio de la prosperidad,” nos dice que es aquella doctrina que “enseña que Dios quiere que los
creyentes sean sanos físicamente, ricos materialmente, y felices personalmente”.
Hay muchos mensajes de Witt que demuestran su predilección por este falso evangelio (ejemplos aquí, aquí y aquí).
Uno de ellos es el titulado: “En un instante, todo puede cambiar”. En este sermón, Witt prácticamente definió el
evangelio de la properidad con frases como:
“Usted ha sido hecho para vivir como un campeón en la vida”.
“Usted y yo tenemos un Dios que un instante puede cambiarlo todo. Dios puede sanarte hoy. Dios puede darte
un milagro, un trabajo”.
“Voy a declarar algo: Estoy seguro que Dios tiene para usted abundancia, bendiciones, prosperidad…”
“Jesús calmó tempestad entonces él le va a decir a tus problemas que se terminen”.
“La mujer con flujo de sangre fue sana entonces si usted necesita una sanidad, toque el borde su manto y Dios la va
a sanar”.
“Este año siento que tendremos muchos milagros en Lakewood”.
“Este año quiero milagros, prosperidad”.
“Declare bendición. Diga: ‘Nuestra casa va a tener prosperidad.’”
Este es el tipo de cosas que el mundo quiere oir y que Witt, como todo falso maestro, está más que dispuesto a
decírselas (2 Tim. 4:3).
Witt también es culpable de promover la confesión positiva. Esta herejía enseña que el hombre puede crear su
propia realidad por medio del poder de la afirmación (confesión) positiva. Lo primero es visualizar salud y riqueza, y
luego afirmarlas o confesarlas con la boca a fin de que las imágenes intangibles pudieran ser transformadas en
realidades tangibles.
Para más información sobre esta herejía, recomiendo este artículo de Rubén Rodriguez.
En su mensaje titulado “Hay un milagro en tu boca,” Witt dice:

“Hay poder que Dios ha puesto en nuestra lengua cuando nosotros


alineamos nuestra lengua a la Palabra de Dios, a la voluntad y al
deseo de Dios. Usted y yo podemos ver cosas milagrosas suceder
en nuestras vidas cuando empezamos a declarar milagros con
nuestra boca”.
En un mensaje sobre liderazgo, Witt afirma que les dice a sus hijos que van a ser millonarios. Luego cuenta:

“Un día íbamos en la suburban y mi hijo me dice: ‘Papa, cuando yo


sea millonario.’
¿Se da cuenta? Se lo empiezan a creer. Y ese es el poder la
afirmación. Y la gente se empieza a creer lo que usted les dice. El
poder de la afirmación es enorme. Eso es ser exactamente como es
Dios. La Biblia dice que Dios habla las cosas que no son como si
fueran. Eso es Dios”.
Aunque estos mensajes son de hace algunos años, Witt no ha abandonado esta falsa enseñanza. El recién pasado
18 de Enero de 2017, posteó este artículo en su página de Facebook:
En el artículo se lee lo siguiente:

“Después de imaginar cómo sería el resultado final de su obra, Dios


habló y todo fue creado. ¡Sorprendente!, una enseñanza que nos
advierte que las palabras tienen poder. Proverbios 18:21 dice:
“Muerte y vida dependen de la lengua, según se utilice así será el
resultado” (BLPH). Dios soñó con crear el universo y le dio vida a
ese deseo declarándolo con su boca. ¿Qué sueño tienes y con qué
palabras le estás dando vida? No seas el verdugo de tus sueños. A
veces caemos en el error de preocuparnos más por la ropa que
usamos que por las palabras que decimos.
‘El Señor tan solo habló y los cielos fueron creados. Sopló la
palabra y nacieron todas las estrellas,’ Salmo 33:6 (NTV)”.
El 7 de Febrero de 2017, volvió a postear sobre la confesión positiva:

4. UN COMPORTAMIENTO DIFERENTE

“No os adaptéis a este mundo,


sino transformaos mediante la renovación de vuestra mente,
para que verifiquéis cuál es la voluntad de Dios:
lo que es bueno, aceptable y perfecto”. Romanos 12:1-2
Witt ha mostrado en muchas oportunidades que su carácter ha sido moldeado según las creencias y valores del
mundo. Y su comportamiento mundano ha quedado en evidencia debido a su orgullo, su ecumenismo, su círculo y
su avaricia.

Orgullo

En el año 2008, Witt entregó en sus propias manos el premio Billboard al cantante de reggaeton, Daddy Yankee. Las
letras de las canciones de Daddy Yankee contienen muchas referencias sexuales y sus videos muestran a mujeres
bailando sensualmente. No se requiere gran discernimiento bíblico para saber que un líder cristiano no debe
participar ni mucho menos premiar “las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprenderlas” (Efe 5:11).
Ante esto, muchos cristianos exhortaron a Witt a que se comportara de una manera santa. Pero, ¿cómo respondió
Witt? ¿Confesó su pecado? ¿Reconoció su error? No. Lejos de eso, negó haber estado en el escenario con Daddy
Yankee y trató de idiotas a quienes lo reprendieron.

Este es el mismo Witt que dijo en su libro “¿Qué hacemos con estos músicos?” cosas como:

“Por mucho tiempo se ha sabido que los músicos somos personas


«especiales», y no en el buen sentido de la palabra. Tenemos fama
de complicados, egocéntricos, orgullosos, rebeldes y mucho más.
Hay quienes evitan tratar con nosotros. Por muchos años se ha
sabido de casos en que algunos músicos han creado divisiones en
las iglesias, levantando rebeliones en contra de los pastores y
creando problemas en general. Las envidias, celos, contiendas
amarguras, pleitos y todos los frutos de la carne han traído
vergüenza y afrenta a todos aquellos que nos llamamos «músicos».
Por lo tanto, como la mayoría de la gente es muy dada a
generalizar piensa que todos somos iguales y que no tenemos
remedio, y es por eso que trataremos estos asuntos en este libro
(pg. 7)”.
“Deberíamos reconocer que aquellos que se dedican al ministerio
de la música tienen que ser responsables por sus actitudes, una de
las cuales debería ser la compasión o misericordia por la gente (pg.
18)”.
“Cada vez que tengamos un «ataque» de egocentrismo deberíamos
recordar que Jesús vivió para servir a los demás, y para dar su vida
en rescate por muchos (pg. 18)”.
“Se acabó el tiempo de estar excusando a aquellos músicos que
rehúsan adoptar las características de Cristo (pg. 18)”.
En efecto, Witt se ha rehusado una y otra vez a adoptar las características de Cristo. 1 Pedro 2:23 dice que cuando
a Cristo “le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al
que juzga justamente” (1 Pedro 2:23).
Witt explicó una vez porque participa en este tipo de eventos seculares:

“Mi misión en los Latin Grammys es muy sencilla. Mi misión es


brillar la luz de Jesús en un lugar donde no van
desafortunadamente muchos cristianos. Y muchos cristianos nos
atacan a nosotros por ir. Jesucristo dijo en Mateo 5:16 que nuestra
luz brille delante de los hombres, para que vean nuestras buenas
obras, y glorifiquen al Padre que está en los cielos. Hace muchos
años entendimos que ese brillar no es en la iglesia. Es en los
lugares donde hay necesidad de luz. Por eso es que voy. Dios nos
presenta oportunidades para hablar y para brillar la luz de Cristo. El
habernos traído el premio eso es lo de menos. …Ese premio lo que
te permite es tener puertas abiertas para poder hablar del
Señor….poder hablar el mensaje con claridad”.
¿Ha brillado la luz de Cristo por medio de Marcos Witt , en el mundo? Definitivamente no. Brillar la luz de Cristo ante
los inconversos tiene que ver con dos cosas que Witt ha fallado en hacer: predicar el evangelio bíblico y vivir una
vida santa.
En Juan 15:19-20 Jesús habló de la inevitable hostilidad entre el mundo y el creyente:
“Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por
eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os he dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí
me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra”.
¿Odia el mundo a Marcos Witt? No, el mundo no odia a Marcos Witt. El mundo ama a Marcos Witt. Lo ama tanto que
le ha dado 5 Grammy, 2 premios Billboard y 8 premios Harpa. El mundo ha comprado millones de sus discos y le ha
dado muchos reconocimientos. ¿Por qué razón el mundo odia a Cristo y a los cristianos pero ama a Marcos Witt? La
razón es simple: Witt no confronta al mundo con su pecado. Jesús dijo a sus hermanos incrédulos: “No puede el
mundo aborreceros a vosotros; más a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas” (Juan
7:7).
Cristo compartía con pecadores porque a estos vino a buscar y a salvar pero jamás consintió en el pecado de ellos.
A la adúltera le dijo: “Ni yo te condeno; vete, y no peques más” (Juan 8:11). Cristo vino a llamar a pecadores al
arrepentimiento y a creer en el evangelio (Mar 1:15). En cambio Witt trata con el pecado de la gente “con liviandad,
diciendo: Paz, paz; y no hay paz” (Jer 6:14).
El carácter mundano Witt, según el apóstol Juan, refleja una ausencia del amor de Dios:
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no
proviene del Padre, sino del mundo”. 1 Juan 2:15-16
En donde más Witt muestra su vanagloria es en sus shows. En ellos hay un evidente culto a su personalidad. Los
conciertos de música cristiana deben ser muy distintos a los conciertos seculares. En los conciertos cristianos, el
cantante debe pasar totalmente a segundo plano y guiar a la audiencia hacia Dios y no hacia a él.
Aquí vemos a Witt centrando toda la atención del público en sí mismo al realizar el desafío de la cubeta de agua fría.
Y esto, en un concierto de música que supuestamente tiene por objetivo de guiar a las personas a Dios.

Acá lo vemos, cual “rock star,” lanzándose al suelo mientras el público lo celebra a gritos:

Ecumenismo

El catolicismo romano niega doctrinas esenciales de la fe cristiana como la justificación por fe solamente, la Sola
Escritura y la exclusividad de Cristo como único Mediador entre Dios y los hombres. Esto hace imposible que el
catolicismo sea considerado como cristianismo. Por lo tanto, no puede haber unidad espiritual entre cristianos y
católicos. Pablo afirma claramente esto cuando dijo:
“Os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros
habéis aprendido, y que os apartéis de ellos” (Rom 16:17).
El apóstol Juan añade que “Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina [de Cristo], no lo recibáis en casa, ni
le digáis: !Bienvenido!” (2 Juan 1:10).
A pesar de la clara prohibición de las Escrituras de participar en eventos religiosos donde la doctrina de Cristo es
rechazada, Witt decidió ser parte del encuentro ecuménico de C.R.E.C.E.S. (Comunión Renovada de Evangélicos y
Católicos en el Espíritu Santo), en Junio del año 2006 en el Luna Park de Buenos Aires, Argentina.
En la conferencia de prensa de dicho encuentro, en donde fue presentado como un hermano evangélico, el
cantante reconoció que:

“La convocación de hoy es un camino nuevo, peligroso, difícil, pero


que potencialmente nos puede llevar a una nueva historia y
tenemos que escribirla usted y yo. …Es un nuevo día y
necesitamos buscar un nuevo camino. Me uní a esta invitación
porque quiero investigar este camino, quiero caminar por esta
vereda diferente, porque ya conozco la otra. Que Dios nos de la
sabiduría, la gracia, para poder tener el acercamiento que yo sé que
está en el corazón de Dios. Por eso estoy aquí”.
No sé en qué se basó Witt para asegurar que este tipo eventos “están en el corazón de Dios”. Lo que sí podemos
saber es que no se basó en la Palabra de Dios. Es evidente que Witt es ignorante de la Biblia o la conoce, pero, no
la obedece. No creo que exista una tercera opción que explique las acciones de Witt.
Witt participó directamente y activamente en todo el evento, liderando la alabanza y orando con líderes católicos.
Sus acciones ejemplificaron a la perfección lo que es unirse en yugo desigual con incrédulos (2 Cor. 6:14). Y como
era de esperar, Witt recibió una ola de críticas de diversos grupos evangélicos, quienes justamente lo acusaron de
ser ecuménico y de negar a Cristo. Para hacer frente a estas acusaciones, Witt publicó un video en donde negó
tajantemente que fuera ecuménico. Estas son algunas de las declaraciones que hizo en el video:
“Tengo 26 años en el ministerio a tiempo completo. A través de
todos estos años ha sido el más alto de los honores representar al
precioso Cuerpo de Cristo en América Latina. Lo seguiré haciendo
hasta que regrese el Señor. No existe otro camino para mí. Estoy
firme en esta convicción: Soy cristiano, evangélico y firme seguidor
de Jesucristo. El hecho que alguien cuestione eso no es solamente
ilógico, dado los años que tengo de servir al Señor, [sino también]
ofensivo”.
“No soy ecuménico. Nunca lo he sido. Nunca lo seré. Creo
firmemente en lo que la Reforma Protestante logró”.
“Mi objetivo al ir es brillar la luz de Jesús, como lo intento hacer en
todos los lugares a donde voy”.
En lugar de usar este video para reconocer su error y pedir perdón a Dios y a la Iglesia evangélica, Witt decidió
defender lo indefendible y negar toda responsabilidad por sus actos. Además culpó a otros de irresponsabilidad, de
sembrar discordia y de causar confusión. Posteriormente, muchos siguieron pidiendo explicaciones a Witt sobre su
ecumenismo, pero sus respuestas continuaron negando la realidad e incluso se mostró molesto (ver aquí y aquí) por
la insistencia de la gente con el tema.
Algunos podrían pensar que no es justo insistir con algo que pasó hace 10 años, especialmente considerando el
hecho de que Witt no haya vuelto a participar de este tipo de eventos. Lamentablemente, hace unos meses atrás,
Witt confirmó su ecumenismo al volver a participar en el evento ecuménico C.R.E.C.E.S. que se realizó el 10 de
octubre del 2016 en Luna Park. Esta vez, su participación se limitó a lo que dijo en un video que fue mostrado en el
evento. Witt dijo en el video:

“Es un gusto saludarles en esta nueva oportunidad de estar


juntos en este gran evento C.R.E.C.E.S. Recuerdo muy bien mi
paso por ahí, el tiempo juntos que vivimos adorando
a nuestro Señor Jesucristo y exaltando su nombre”.
Lo que Witt está haciendo es despreciable. Por un lado, está confundiendo a muchos cristianos al dar a entender
que los católicos son hermanos con los cuales simplemente tenemos diferencias doctrinales. Esto demuestra un
tremendo desprecio por las doctrinas esenciales del cristianismo. Por otro lado, está haciendo algo mucho peor: Está
mintiéndole a los católicos y pavimentando su condenación eterna al implicar que son cristianos sin antes llamarles a
arrepentimiento y fe en Cristo. ¿Cómo Witt puede dirigirse a cientos de católicos y no hablarles la verdad en amor?
¿Cómo puede callarse sobre todas esas herejías destructivas del catolicismo como la salvación por fe más obras, la
adoración de María y los santos, el papado o la misa?
Quizás la razón de su silencio se debe a que sabe que si habla la verdad, ya no contará con el amor y el respeto de
los católicos. Pero si fuera un verdadero siervo de Cristo no buscaría el favor de los hombres sino el de Dios (Gál
1:10).
Recursos adicionales sobre el catolicismo:
¿Son los católicos salvos?
¿Es bíblico el ecumenismo?

Círculo

El círculo de amigos de Witt está compuesto por varios de los falsos maestros más conocidos de Latinoamérica. La
incapacidad de Witt para reconocer la evidente falsedad de estos hombres, es una clara indicación de que no es
cristiano. ¿Por qué? Porque un verdadero cristiano posee el Espíritu Santo, quien ayuda al creyente a discernir la
verdad y a rechazar el error (1 Cor. 2:10-16). Cabe mencionar que la ausencia del Espíritu es una característica de
los falsos maestros (Judas 19).
Haz un clic en los nombres de estos apóstatas para que conozcas de sus herejías y blasfemias.
Cash Luna

Dante Gebel

Guillermo Maldonado
Mención especial para Joel Osteen con quien “pastoreó” por 10 años en la “iglesia” Lakewood.

“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3)

Avaricia

La avaricia es una característica de un falso maestro (2 Pedro 2:3), la cual, Witt ha manifestado en más de una
oportunidad. Esto es evidente incluso para un diario secular que le dio el nombre “La fe mueve montañas… de
dinero,” a una entrevista que le hicieron.
En un mensaje sobre liderazgo, Witt hizo la siguiente afirmación:

“Yo les digo a mis hijos: Usted va a ser millonario. Un día alguien
me retó: ‘Y pastor, ¿por qué les dice eso a sus hijos? ¿No cree
usted que los va a materializar mucho? ¿Ponerlos a pensar
demasiado en dinero?’ Y yo le dije: ‘Ojalá.’ ¿Cómo que no voy a
desear eso sobre sus vidas? A mí no me urge que ellos sean
millonarios. Yo necesito sus diezmos para cumplir con todos los
sueños y visiones que Dios me ha dado. ¿Cómo no voy a querer
que sean millonarios?”
En otra ocasión se jactó de su éxito y de la cantidad de dinero que produce la empresa que él fundó:

“Con esos mil dólares empecé una empresa que hoy se llama el
Grupo CanZion. El Grupo CanZion hoy está evaluado en millones y
millones y millones de dólares. Tiene oficinas en todos los países
de América. Es la disquera más grande de música cristiana del
mundo entero, hispana. Yo tomé esos mil dólares y empecé lo que
es ahora el Grupo CanZion. Seiscientas personas trabajan a tiempo
completo en el Grupo CanZion por todo el mundo. Seiscientas”.
Estas palabras de Witt son suficientes para notar su avaricia. Sin embargo, la evidencia más clara de su amor por el
dinero es el hecho de que predica el “evangelio de la prosperidad,” como ya vimos anteriormente.

CONCLUSIÓN

Quiero concluir con estas palabras de J.C. Ryle:


“Si nos aferramos a lo que es bueno, nunca debemos tolerar o apoyar ninguna doctrina que no sea la pura doctrina
del Evangelio de Cristo. Hay un odio que es francamente caridad, que es el odio por la doctrina errónea. Hay una
intolerancia que es francamente digna de elogio, que es la intolerancia de la falsa enseñanza en el púlpito. ¿Quién
pensaría en tolerar un poco de veneno que se les daba día a día? Si hay hombres entre vosotros que no predican
‘todo el consejo de Dios,’ que no predican de Cristo, el pecado, la santidad, la ruina, la redención y la regeneración,
y no predican estas cosas de una manera bíblica, debes dejar de escucharlos”.
Que Dios tenga misericordia de Marcos, y no tan solo de él, sino también de las millones de personas que lo siguen.

[1] El verbo convencer significa llevar a alguien a un reconocimiento de su culpa personal.


[2] “¿Qué hacemos con estos músicos?” pg. 184.
[3] Para una explicación de lo que es el verdadero evangelio y como deber ser predicado, recomiendo este video de
John MacArtur.
LA DIVINA COMEDIA DE DANTE
GEBEL — LO SAGRADO HECHO
VULGAR
 2 Noviembre 2016
 Rodrigo Avila
 28,264

El 7 de diciembre de 2013 escribí un artículo en el que señalé los graves errores que abundan en los superclásicos
de Dante Gebel. Sin embargo, el mensaje que Gebel predicó una semana después en el Superclásico 20
años causó mucha sorpresa ya que fue más bíblico de lo esperado. Esto hizo creer a algunos que Gebel se había
arrepentido de sus malas prácticas. Pero existen varias razones para poner en duda su arrepentimiento.
Plagió material de otros

No hay nada de malo en usar el material de otros, siempre y cuando demos el respectivo crédito. La RAE define la
palabra plagiar como el “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias”. El plagiar es un acto
deshonesto y por ende, un pecado que la Biblia condena (Sal. 34:13, Prov. 14:25, 1 Pedro 2:1, 3:10).[1]

Gran parte del contenido del mensaje de Gebel se basó en una serie de sermones que predicó anteriormente en su
iglesia. Uno de esos sermones fue el titulado El secreto mejor guardado del infierno.

Gebel plagió este sermón de uno de Ray Comfort (escuchar audio).

¡Nota que Gebel copió hasta el título!

Si te tomas el tiempo para escuchar ambos sermones, verás que Gebel plagió el tema central, las ilustraciones y los
pasajes bíblicos, entre otras cosas. También es evidente que Gebel robó frases palabra por palabra, sin dar crédito,
del libro Difícil de creer de John MacArthur.
Asimismo citó textualmente y sin dar crédito muchas frases que MacArthur dijo en este video.

Frases como esta, esta, esta y esta, fueron calcadas de MacArthur, sin embargo, Gebel se las atribuyó a sí mismo.

Contó con el apoyo de Enlace

Enlace es un canal pseudocristiano que se ha encargado de contribuir a la apostasía en América Latina. Sus
programas promocionan el evangelio de la prosperidad y otras herejías representadas por apóstatas como Joel
Osteen, Cash Luna y Guillermo Maldonado. Cada tres meses realizan eventos televisivos llamados Maratónicas en
donde se ofrecen falsas promesas de prosperidad, éxito, salud y milagros a cambio de dinero.

Gebel, en lugar de denunciar los errores graves y los abusos de este canal, se asoció con ellos en la difusión de
su Superclásico (SC).
Honró a un falso maestro

Cabrera es un pastor ecuménico que se juntó a orar junto a otros pastores con el Papa Francisco, el líder de
la Iglesia Católica Romana. En esa reunión, se le dio al Papa “una palabra que varios habíamos sentido basada en
Jeremías 1, que Dios lo había escogido como un profeta a las naciones y que no tuviera temor a dar la palabra como
Dios se la daba”.

Cabrera, de acuerdo a su página web, fue un representante de G12 Argentina por doce años, y hasta el día de hoy
sigue desarrollando la visión G12 (lee este artículo sobre los errores de este movimiento). También ha servido como
traductor de Benny Hinn en algunas de sus campañas en Argentina. Estas evidencias indican que Cabrera, lejos de
ser un gran hombre de Dios, es más bien un gran siervo de Satanás como muchos de los amigos de Gebel.

Siguió vendiendo sus herejías

Imagina a un traficante de drogas que por años ha llenado sus bolsillos a costa de este negocio nefasto que
destruye tantas vidas. Digamos que un día reconoce públicamente que actuó mal y que desde ese momento en
adelante conseguirá un trabajo honesto. Pero, ¿qué si después de un breve tiempo se descubre que nunca se
deshizo de las drogas y que las sigue vendiendo? Lo lógico es concluir que nunca realmente se arrepintió, ¿cierto?

Bueno, eso es lo mismo que ha sucedido con Gebel.


Gebel afirmó lo siguiente en el SC 20 años:

Nota que Gebel implícitamente está culpando a Dios por el hecho de no haber predicado el verdadero mensaje del
evangelio por dos décadas. Pero el punto es que si las palabras de Gebel fueron sinceras, él habría eliminado todo
lo que predicó y escribió por 20 años y desde ese momento hubiera empezado a predicar solamente mensajes
bíblicos. Pero no ha hecho ni lo uno ni lo otro. Gebel no se ha deshecho de ninguno de los mensajes que predicó ni
tampoco de sus libros de autoayuda, éxito y prosperidad material como Destinado al Éxito: Como alcanzar tus
sueños. Además, sigue vendiendo los mensajes antiguos de sus superclásicos. Y sobre todo, Gebel continua
predicando mensajes antropocéntricos que solo buscan decirle a la gente lo que quiere oír (2 Tim. 4:3). En otras
palabras, a Gebel le “ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a
revolcarse en el cieno” (2 Pedro 2:22).

Participó en una “maratónica”

Otra evidencia de su arrepentimiento artificial es el hecho de que solo ocho semanas después del SC 20 años,
Gebel participó activamente en una maratónica de Enlace, en donde, cual Tetzel moderno, animó a la gente a
mandar su dinero al canal para recibir un milagro. Esta es una maldad terrible ya que entre las personas que solo
buscan sus propios deseos carnales, también están aquellas desesperadas que en ignorancia mandan el poco
dinero que tienen con la esperanza de que sus deudas sean canceladas, sus enfermedades curadas y sus
situaciones difíciles solucionadas.
Celebró cuando debería haberse lamentado

El ambiente del SC 20 años no fue de remordimiento, ni de lágrimas, ni de tristeza sino de fiesta y celebración por el
aniversario de los 20 años de los SC. Pero yo me pregunto: ¿Qué celebró? ¿Celebró el haber predicado por dos
décadas un falso evangelio? ¿Celebró el hecho de haber guiado quizás a miles al infierno como resultado de haber
predicado un mensaje que condena?

A continuación voy a presentar once evidencias bíblicas que demuestran que Dante Gebel es un falso maestro de
acuerdo, principalmente, a las características que encontramos de ellos en las cartas de 2 de Pedro y Judas. La gran
mayoría de los enlaces que incluyo en este escrito corresponden a fuentes originales en lugar de material editado
con el fin de que el lector pueda ver por sí mismo que no estoy sacando de contexto a Gebel.

1. Es ecuménico

Mike Gendron escribió estas oportunas palabras:

“No olvidemos nunca la chispa que encendió la Reforma cuando Martín Lutero clavó sus 95 tesis en la puerta de la
Iglesia del Palacio de Wittenberg, Alemania. La mayoría de la gente en ese tiempo creía en el purgatorio, un lugar de
fuego atormentador que se decía que era para purgar sus pecados a fin de prepararlos para el cielo. La Iglesia
Católica comenzó a vender indulgencias y el perdón de los pecados como cualquier otra mercancía en el mercado.
Las indulgencias se vendieron para reducir la cantidad de tiempo y el sufrimiento en el purgatorio. Cuando Lutero vio
cómo el don de Dios era tratado con tanto desdén por el Vaticano, se vio obligado a tomar medidas para defender la
gloria y el honor de Jesucristo y la pureza de Su Evangelio. 500 años atrás los protestantes llamaron al Papa
‘anticristo’ y fueron torturados y asesinados por negarse a doblar la rodilla ante la Eucaristía. Trágicamente muchos
evangélicos han olvidado o desechado la Reforma. Una reciente encuesta de 1000 pastores principales de LifeWay
Research reveló que casi dos tercios de los pastores evangélicos dicen que el Papa Francisco es su hermano en
Cristo.

¿Cómo podemos explicar un cambio tan dramático? La claridad y la autoridad de la Palabra de Dios están en peligro
en nuestra era de la posmodernidad. La ignorancia bíblica y la falta de discernimiento están produciendo un terreno
fértil para el engaño. No hay suficientes cristianos que están contendiendo ardientemente por la fe de los apóstoles y
la exclusividad del Evangelio”.

Gebel ha mostrado en muchas ocasiones su amistad con la iglesia católica, al considerar a los católicos como
hermanos en Cristo, lo cual demuestra su desprecio por la verdad bíblica y por lo conseguido en la Reforma.
2. Blasfema

“Los pecadores impíos han hablado contra él”. Judas 15

Gene L. Green dice sobre este pasaje que “aquí la denuncia constituye una acusación de ‘blasfemia,’ ya que tales
palabras se dicen ‘contra él,’ es decir, el Señor. Estos ‘pecadores impíos’ serán juzgados no solo por sus hechos,
sino también por sus palabras, las cuales demuestran que no reverenciaron a Dios y se establecieron a sí mismos
contra Él”.

La Biblia declara inequívocamente que Dios es justo.

Deuteronomio 32:4 dice, “Él es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de
verdad, y sin ninguna iniquidad en él; es justo y recto”.

Salmos 11:7: “Porque Jehová es justo, y ama la justicia”.

Salmos 116:5: “Clemente es Jehová, y justo”.

Romanos 9:14: “¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna manera”.

Sin embargo, Gebel asegura en un mensaje titulado “Los Favoritos de Dios” que, “en ocasiones Dios no es justo”,
que “la gracia de Dios es tan injusta” y que él conoce “a un Dios injusto”.

Esto es una blasfemia.

Esto es una calumnia en contra del carácter santo de Dios. Es absolutamente imposible que un verdadero cristiano
llegue al extremo de negar un atributo de Dios.

En otro mensaje titulado Mantén el rumbo, Gebel, orando al Espíritu Santo, dice:

“Yo te pido Dios que les ayudes a enfocarse. Espíritu Santo, hagamos un poco de trampa. Vamos Espíritu Santo,
ayúdales a enfocarse”.

Ahora Gebel blasfema en contra de la tercera persona de la Trinidad, implicando que Él es capaz de hacer trampa.

Como si estas blasfemias fueran poco, Gebel también afirmó en otra oportunidad:

“¿Porque Dios elegiría una prostituta para hacer un pacto con Su pueblo? Yo creo que a lo mejor la elige porque la
prostituta y la gracia de Dios se parecen mucho. A ambas no les importa con quien se meten (risas). A ninguna de
las dos les importa tu pasado. Ni a la prostituta ni a la gracia de Dios. Si vas con una ramera no le importará tu
apariencia. Si vas con la gracia de Dios tampoco le importa tu apariencia. Si vas con una prostituta no importa cuál
sea tu higiene si eres limpio o sucio. Adivinen. Si van a buscar la gracia de Dios tampoco le importa ni te hace
preguntas acerca de tu pasado. Ni siquiera de tu presente. Y tampoco le importa tu higiene espiritual. No le importa.
Una lo hace con cualquiera, la otra también. Una cobra y lo hace por dinero, la prostituta. La otra es gratis y lo hace
por amor porque la gracia de Dios es por amor y dice te la quiero dar porque se me antoja, porque quiero (aplausos).
Yo creo que la prostituta y la gracia se parecen. Yo creo que por eso Dios la elige adrede en la Biblia porque las dos
están en la misma condición. Dios hace un pacto con una ramera porque tiene similitudes con la gracia de Dios”.

No hay un solo versículo en toda la Biblia en donde se haga una comparación entre la gracia de Dios y una ramera.
Esta comparación blasfema de Gebel es producto de su propia mente impía e irreverente en contra del Dios santo.
En la Biblia, los pecados del pueblo de Israel son comparados con una prostituta y no con la gracia de Dios (Jer. 3:6-
9, Eze. 20:30, Oseas 5:3).

3. Es arrogante

“Hablan con arrogancia”. Judas 1:16

John MacArthur comentando sobre este pasaje dice que “los apóstatas estaban tan dominados por sí mismos que
hablaban con arrogancia, o como la Versión Reina Valera 1960 traduce la expresión, hablan ‘cosas infladas.’ Ellos
pomposamente se inflaban a sí mismos con un vocabulario religioso elaborado y sofisticado que tenía un tono
espiritual externo y atractivo, pero carecía de la verdad y la sustancia divinas”.

Hay muchas maneras en las que Gebel ha mostrado una y otra vez su arrogancia. Una de ellas es la forma en que
se defiende de sus críticos. Él nunca acepta ningún tipo de exhortación aunque sea de manera respetuosa y bíblica.
Gebel se caracteriza por responder con un tono burlesco, sarcástico, ofensivo, falto de amor y condescendiente.
Otra de las formas en que se puede ver la arrogancia de Gebel es por sus constantes referencias a su
“éxito”. Proverbios 27:2 dice “Alábate el extraño, y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos”.

Según la extraña lógica de Gebel, sus críticos “sienten [por él] una admiración no resuelta en su interior” y asegura
que “la crítica es el homenaje que la envidia le hace al éxito”.
Todos los ejemplos de arriba no son nada comparados a las arrogantes palabras que Gebel dijo sobre su exclusiva
relación con Dios:

“¿Ustedes creen que Dios va a hacer algo en Garden Grove (su iglesia) sin preguntarle a Dante Gebel? ¡Oh no! No
conocen la relación que yo tengo con él. Él no hará nada si antes no lo habla conmigo. Ese es el trato que tenemos
y pueden estar seguros que ese es el trato que Dios tendrá contigo. ¿Cuantos lo creen? ¡Díganme amén! ¡Aleluya!”

En otras palabras, lo que Gebel implica es que Dios tiene que pedirle permiso a él para hacer algo en SU iglesia.

4. Le dice a la gente lo que quiere oír

“Acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos”. 2 Timoteo 4:3

Un falso maestro es por naturaleza alguien que le dice a la gente lo que quiere oír (Rom. 16:17-18). Es un lisonjero,
alguien que adula a las personas para sacar provecho (Judas 1:16).
Si vas por la calle y comienzas a preguntar a la gente que es lo que quieren en esta vida, sin duda te dirán que
quieren cumplir sus sueños, ser populares, tener éxito, ser sanos, prósperos, bendecidos, millonarios y tener una
buena figura para que puedan elevar su autoestima.

Estos son precisamente los temas recurrentes que Dante Gebel predica y que produce al sacar la Biblia de contexto.
Gebel constantemente le dice a la gente que pueden ser campeones, que están destinados al éxito, que
deben amarse a sí mismos y que Dios va a cumplir todos sus sueños egoístas.

Cristo nunca prometió estas cosas a sus seguidores. Él más bien prometió que los cristianos serían odiados por el
mundo (Juan 15:18-19, 1 Juan 3:13), que sufrirían persecución (2 Tim. 3:12) y que debían negarse a sí mismos y
estar dispuestos a morir si es necesario (Lucas 9:23).

5. Enseña herejías destructivas

“Introducirán encubiertamente herejías destructoras”. 2 Pedro 2:1

Simon J. Kistemaker, hablando del objetivo de los falsos maestros según este versículo, dice:

“En forma furtiva e ilegal, entrarán en la comunidad cristiana para diseminar sus herejías. La palabra herejías deriva
del verbo griego que significa tomar algo para uno mismo, escoger o preferir. Se refiere a determinado curso de
pensamiento o acción que un individuo toma, o que un grupo de gente adopta, como artículo de fe o modo de vida.
Los falsos maestros, entonces, entraban disimuladamente en la comunidad cristiana con doctrinas concebidas para
destruir la vida espiritual y moral de los cristianos. Pedro escribe que estos maestros, a causa de sus actividades
anticristianas, atraen ‘sobre sí una rápida destrucción.’ Al entrar furtivamente en la iglesia con el propósito de destruir
a sus miembros con falsas doctrinas, estos maestros se destruyen a sí mismos. Es más, se abocan una misión
suicida”.

Gebel predica herejías destructivas tales como:

La confesión positiva

Para una explicación detallada de esta herejía, recomiendo el mensaje llamado El Engaño de la Confesión
Positiva de Chuy Olivares.

El evangelio de la prosperidad

Solo basta que escribas en el buscador de la página de la iglesia de Gebel palabras como unción, bendición,
prosperidad, sueños, bendición, metas, riqueza, sanidad o éxito para que entiendas que la gran mayoría de los
mensajes de Gebel son de prosperidad material.

Para una explicación sobre los peligros de esta herejía recomiendo el excelente artículo titulado Una Mirada Bíblica
al Evangelio de la Prosperidad de Gerson Morey.

El autoestima

Solo quiero mencionar brevemente acá que la Palabra de Dios jamás nos manda a amarnos a nosotros mismos.
Cuando Jesús dijo, “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con
toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo” (Lucas 10:27), él no quiso decir que para amar a nuestro prójimo
debemos amarnos a nosotros primero. Más bien, sus palabras muestran el hecho de que el hombre naturalmente se
ama a sí mismo, es decir, se alimenta cuando tiene hambre, bebe cuando tiene sed, se abriga, va al doctor cuando
se enferma, etc. Lo que Cristo está diciendo entonces es que lo que hacemos por nosotros mismos debemos
hacerlo también por nuestro prójimo. Cabe mencionar que la Biblia incluye a la autoestima en una lista de pecados y
no de virtudes (2 Tim. 3:1-5).
Para conocer más en profundidad sobre esta herejía lee esta serie de artículos de Luis Rodas.

6. Se burla de la Segunda Venida de Cristo

“Vendrán burladores… diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento?” 2 Pedro 3:3-4

Simon J. Kistemaker señala correctamente que “aquí tenemos las palabras que estos burladores dicen. Con
arrogancia niegan que el día del juicio llegará. Repudian el mensaje que dice que deben rendir cuentas de sus
palabras y hechos. Se burlan de la promesa de Jesús cuando dice que regresará el último día y preguntan
despreciativamente: “¿Qué hubo de esa ‘venida’ que prometió él?” Vale la pena notar que no tienen interés en el
tiempo del regreso de Cristo, sino que preguntan dónde está. Esto quiere decir que ellos dudan de la veracidad de la
palabra hablada y escrita de Dios”.

Es un hecho que en más de 20 años de ministerio, Dante Gebel jamás ha predicado sobre la Segunda Venida de
Cristo. Puede que lo haya mencionado pero no ha predicado sobre esto de una manera bíblica y detallada. Y no es
una coincidencia. Gebel a propósito evita predicar de temas bíblicos que pueden hacer que pierda seguidores. A él
solo le interesa lo temporal y pasajero. Sin embargo, cada vez que ha hecho referencia al advenimiento de Cristo, lo
ha hecho de manera burlesca e irreverente, tal como Pedro nos dice que actuarían los falsos maestros.

Según Gebel, hablar de la inminencia del retorno de Cristo es una teología irresponsable. Dice que está harto “de
pertenecer a una generación castrada, una generación que espera que Cristo los rescate en un ovni volador de esta
tierra que en cualquier momento se cae a pedazos”. Y también le gusta repetir que todavía no nos hemos ido [en el
rapto], en clara burla a aquellos que piensan que la venida de Cristo está próxima.

El desprecio que Gebel siente por la Segunda Venida de Cristo es contrastado por lo que los autores bíblicos nos
dicen sobre este evento futuro.

“Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no solo a
mí, sino también a todos los que aman su venida” (2 Tim. 4:8).

“El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Apoc. 22:20).

Gebel asegura creer en la segunda venida de Cristo pero que no tiene ganas de irse en el rapto y compara a
aquellos que si desean abandonar este mundo impío con ratas arrancando del Titanic.

7. Maldice a seres celestiales

“Blasfeman de las potestades superiores”. Judas 1:8

La palabra blasfemar (blasfemeo) quiere decir insultar, hablar mal o maldecir. Estoy convencido de que la expresión
“potestades superiores (doxas)” o glorias, hace referencia a demonios o a Satanás mismo. El verso siguiente lo deja
claro:

“Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a
proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda”.

El punto que Judas quiere dar es simple: El arcángel Miguel con todo su poder y autoridad, no quiso maldecir a
Satanás sino que cedió la causa al poder último y soberano de Dios. En contraste, los falsos maestros que no tienen
ninguna autoridad sobre seres celestiales, en su arrogancia y atrevimiento, maldicen a los demonios y a Satanás
mismo.

¡Esto es exactamente lo que Gebel ha hecho!


En su mensaje llamado La última muralla, Gebel dijo:

“Diablo, no solo declaro bendición en mi vida sino que te maldigo a que nunca más toques ni a mis hijos ni a mis
finanzas porque la vas a pagar caro. Ya te vas a consumir en el infierno pero yo voy hacer que la pases mal. Yo voy
a ser tu peor enfermedad. Voy a ser tu peor pesadilla. Te voy a hacer la vida imposible. Yo te maldigo Satanás. Te
maldigo Satanás. No te atrevas a tocar a mi familia. ¿Cuántos quieren una orden de restricción para Satanás?
Díganme amén”.

En el SC Estadio Único lo hizo otra vez:

“Diablo, ahora sí me hiciste enojar. Por cada joven que tú quieras matar, reclamo diez mil para la gloria de
Jesucristo”.

Este es otro ejemplo de la arrogancia y de la lógica retorcida de Gebel. Si la salvación de los jóvenes consiste en
reclamárselas al Diablo entonces debería reclamar 10 millones por lo menos y no solamente 10 mil.

Nadie tiene el poder para salvar almas excepto Dios. Nuestra responsabilidad se limita a predicar el evangelio
(Marcos 16:15) y Dios salvará a aquellos que han sido “ordenados para vida eterna” (Hechos 13:48).

8. Tuerce la Biblia

“Tuercen… las Escrituras, para su propia perdición”. 2 Pedro 3:16

Torcer la Santa Palabra de Dios para hacer decir a Dios algo que Él no ha dicho, es un pecado gravísimo. Satanás
(Gén. 3:1-5, Luc. 4:1-13) y los fariseos (Mat. 15:1-6) fueron culpables de esto.

Los falsos maestros se caracterizan por interpretar la Biblia erróneamente. En lugar de hacer exégesis del texto
bíblico, hacen eiségesis del texto. La exégesis y la eiségesis son dos enfoques contradictorios en el estudio de la
Biblia. La exégesis es la exposición o explicación de un texto basado en un análisis cuidadoso y objetivo. La palabra
exégesis significa literalmente “sacar de”. Esto significa que el intérprete es llevado a sus conclusiones siguiendo el
texto. El enfoque opuesto a la Escritura es la eiségesis, que es la interpretación de un pasaje basado en una lectura
subjetiva y no analítica. La palabra eiségesis significa literalmente “conducir hacia el interior,” lo que significa que el
intérprete inyecta sus propias ideas en el texto, haciendo que signifique lo que quiera.

Gebel tiene la predilección de escoger textos narrativos (historias) de la Biblia ya que son fáciles de torcer. Y tiende
a evitar el predicar verdades proposicionales de las cartas del NT ya que son más difíciles de torcer. El patrón de
Gebel es leer una historia del AT o del NT, dar una breve explicación y luego alegorizar su significado para aplicarlo
a su audiencia. La interpretación alegórica de Gebel busca significados ocultos en el texto de acuerdo a su propia
opinión subjetiva. Este método de interpretación literalmente puede hacer que la Biblia diga cualquier cosa que el
intérprete desee. Gebel rechaza por completo principios básicos de interpretación como aquel que dice que nunca
debemos confundir descripción (lo que sucedió) con prescripción (lo que se manda). Tampoco toma en cuenta el
principio hermenéutico que dice que la Biblia no puede contradecirse a sí misma ni tampoco el que dice que cada
pasaje bíblico tiene solo una interpretación pero muchas aplicaciones.

En su mensaje Sueños resucitados Gebel habla sobre la resurrección de un hombre después de que su cadáver
tocó los huesos del profeta Eliseo (2 Reyes 13:21) y esto le lleva a decir a su audiencia que los sueños de ellos que
hayan muerto pueden resucitar. Luego habla de la resurrección de Lázaro y dice que el milagro de resucitar los
sueños muertos puede suceder si uno se atreve a correr la piedra en fe.

De manera similar, Gebel en un sermón titulado Vuelve a empezar dice que cuando David pecó, Dios lo perdonó y
luego volvió a empezar. Lo mismo pasó con Moisés quien asesinó a un egipcio y luego de vivir 40 años como un
fugitivo, volvió a empezar. Entonces, Gebel dice que uno debe ensanchar la mente, soñar en grande y actuar y así
los matrimonios se van a arreglar y las deudas se van a cancelar si tan solo confiamos y volvemos a empezar.
9. Promueve y defiende falsos maestros

“No tienen al Espíritu”. Judas 19

Es imposible que un verdadero cristiano esté permanentemente bajo la influencia de enseñanzas erróneas. Algunos
cristianos han seguido a falsos maestros y sus herejías por un tiempo pero Dios por Su gracia les ha abierto los ojos
por medio de Su Palabra. En Juan 10:27, Jesús dijo, “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,” en
consecuencia, los cristianos verdaderos no siguen la voz de falsos pastores. Esto es posible gracias a la obra del
Espíritu Santo quien guía a todo creyente a toda la verdad (Juan 16:13).

Una de las evidencias de que Gebel no posee el Espíritu es su incapacidad para discernir entre el error y la verdad.
Y es por esto que hace caso omiso a mandamientos bíblicos que dicen que debemos tapar las bocas de falsos
maestros mediante la refutación de sus herejías (Tito 1:7-11), evitarlos (2 Tim. 3:5) y no participar de sus malas
obras en absoluto (2 Juan 1:10-11). Gebel promociona, defiende, e invita a su iglesia a los peores falsos maestros
que existen. Hay un dicho que dice, “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Y la Biblia dice algo similar:
“¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Amós 3:3).
¿Por qué Gebel se asocia tan libremente con lobos rapaces? Respuesta: Porque él es un lobo rapaz disfrazado de
oveja.

En una ocasión Gebel dijo:


“Yo siempre tengo el temor de Dios de que [pastores o apóstoles modernos] son siervos de Dios así estén
predicando la peor herejía del mundo. Yo nunca les diría: ‘che, apóstata, te vas a quemar en el infierno’ porque
venimos de una escuela de respetar al hombre de Dios”.

Este es otro ejemplo del nulo discernimiento espiritual de Gebel, ya que si alguien predica la peor herejía del mundo,
es un hereje y no un hombre de Dios.

Benny Hinn

Aquí vemos como Hinn hizo que la gente de la iglesia de Gebel “cayera en trance en el espíritu”.
¿Quién es Benny Hinn?

Robert Schuller

Cash Luna

¿Quién es Cash Luna?


Morris Cerullo

¿Quién es Morris Cerullo?

Joel Osteen

Gebel predicando en Lakewood Church, la iglesia de Joel Osteen:

¿Quién es Joel Osteen?

10. Es un soñador

“Estos soñadores”. Judas 8

Cualquiera que conozca a Gebel sabe que él tiene una especie de obsesión con la fama, el éxito y la búsqueda de
los sueños personales en este mundo. Él dijo cierta vez que Dios “nos ha dado sueños,” “que hará nuestro nombre
perpetuo” y que “no tiene problema en darnos fama”. El problema es que Dios jamás ha prometido a los cristianos
estas cosas sino más bien lo opuesto (Juan 15:18-19, Juan 16:33, 1 Juan 3:13).
Entonces, ¿Cómo Gebel puede justificar este tipo de enseñanzas pecaminosas y egoístas?

Aparte de sacar la Biblia de contexto, Gebel afirma que Dios se las revela en visiones privadas o sueños.

En su comentario de Judas, Thomas Schreiner dice sobre el verso 8 que los falsos maestros “recurren a sus sueños
como una fuente de revelación, como una justificación para su estilo de vida. Los adversarios justifican su
negligencia moral, apelando a los sueños los cuales creían que funcionaban como la aprobación divina por su
comportamiento. Las Escrituras, por supuesto, no descarta todos los sueños (Ver Joel 2:28; Mateo 1:20; Hechos
2:17). Y, sin embargo también los falsos profetas apelaron a los sueños y fueron ampliamente criticados por su
engaño en el Antiguo Testamento (Deut. 13: 1, 3, 5; Isaías 56: 9-12; Jer. 23: 25-32). La mera afirmación de tener un
sueño de parte del Señor no valida todo lo que uno podría decir”.

En su libro llamado, El Código del Campeón, en el capítulo titulado Esa extraña raza de visionarios, Gebel dice
haber recibido una visión de Dios donde asegura haber caminado en el espíritu por el estadio Vélez Sarsfield de
Argentina, el cual estaba colmado de jóvenes. Gebel describe así este supuesto sueño: “Había hecho un viaje a mi
futuro y ahora estaba de regreso… había estado en mi futuro, y no cabía la menor duda de que eso iba a ocurrir”.

En otra ocasión Gebel afirma que recibió “una palabra puntual del Señor” quien le dijo: “Prométeme que me darás la
gloria y yo traeré la gente desde el norte, sur, este y el oeste de la nación”.

En otra oportunidad Gebel afirma que Dios le adelantó lo que sucedería en el futuro, ¿y adivina qué? Según él, Dios
va seguir dándole más éxitos terrenales a Gebel.

Tú podrías argumentar que en la Biblia leemos que Dios habló por medio de sueños a hombres piadosos para
revelar su voluntad. Entonces, ¿qué hay de malo que lo haya hecho con Gebel? Además, todo lo que Gebel dice
que Dios le ha revelado, ha sucedido. Eso parece ser un buen punto, pero la Biblia también nos dice que en Israel
se levantaron falsos profetas que decían que Dios les hablaba por medio de sueños los cuales podían hacerse
realidad (Deut. 13:1-5, Jer. 23:25–32)

Si esos sueños fueron voces que él escucho en su mente o fueron audibles o simplemente está mintiendo, no hace
ninguna diferencia sobre el hecho de que los falsos maestros se caracterizan por ser soñadores y eso es
exactamente el tipo de experiencias que Gebel dice haber recibido.

11. Es irreverente y vulgar

¿Qué nos dice la Biblia sobre la seriedad y dignidad que debe caracterizar a un predicador fiel?

Pablo dijo a Timoteo:

“Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en
la enseñanza mostrando integridad, seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se
avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros” (Tito 2:6-8).

Y a los Efesios dijo:

“Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos ni palabras
deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias” (Efe. 5:3-4).

En el SC realizado en el Estadio Único el 2011, Gebel, cual comediante mundano, contó a modo de broma una
sórdida historia de fornicación múltiple, enfermedades venéreas y un aborto con secuelas graves protagonizada por
una menor de edad de 16 años.

En estos vídeos habla del pecado de la fornicación y del infierno de forma totalmente irresponsable y burlona.
Esa no es la manera en que se debe hablar de estos temas que tienen relación con la eternidad. Cuando
confrontamos los pecados de nuestros hijos no lo hacemos con chistes, sino que hablamos con la seriedad y
dignidad apropiadas debido a la gravedad del pecado y sus consecuencias eternas. Así también es con la
predicación bíblica. Ni Jesús ni los apóstoles hablaron del pecado y del infierno de la forma trivial e irreverente en
que Gebel lo hace.
Hablando de Lea, la hija de Labán, la describe como una mujer con “celulitis, varices, estrías, cráteres en la nalga,
un ojo desviado, dientes disparejos, mal aliento, caspa, cabello florecido, pesa 144 kilos, es la hija fea de Labán,
nunca tuvo la belleza de su hermana”.

A aquellos que están atrapados en el pecado de la pornografía, Dante les llama “masturbators,” lo cual causa risas
en la audiencia.

Dante Gebel asegura que el pan y el vino de la Santa Cena pueden ser reemplazados por papas fritas y Coca-Cola y
que “técnicamente no es un pecado”. Sus palabras son una mofa de la instrucción que nos dejó el mismo Señor
Jesucristo (1 Cor. 11:23-26).

Conclusión

Estoy convencido de que Gebel sabe perfectamente que está engañando a la gente. Cuando se le acusa de
predicar el falso evangelio de la prosperidad él se defiende haciendo mención a sus pocos mensajes medianamente
bíblicos que plagió, ignorando el hecho de que su material antropocéntrico representa fácilmente el 90% del total de
su material. A quienes muestran preocupación por sus faltas evidentes y que de manera respetuosa y bíblica le
confrontan, él les acusa de ser fariseos o de tener envidia de su éxito. Las críticas lo enfurecen, y cree erróneamente
que los cristianos jamás debemos criticar a nadie y aquellos que lo hacen son “parásitos del evangelio”. Gebel es un
cínico sin remedio. Un lobo rapaz que usa a sus seguidores y a su iglesia para saciar su apetito por la fama, el poder
y el dinero. Gebel está usando a las personas de su iglesia para cumplir sus sueños egoístas con la excusa de que
todo lo hace para gloria de Dios cuando en realidad solo busca su propia gloria. Una muestra de esto es que en todo
el material que produce su cara es infaltable y su nombre está escrito en letras grandes.
En la página de su iglesia se ve claramente lo que en realidad sucede en su iglesia: todo gira en torno a él y no en
torno a Dios. En contraste, mira las páginas de las iglesias que han sido pastoreadas por décadas o fundadas por
hombres como R. C. Sproul, John MacArthur o Miguel Núñez. Estos hombres entienden lo que quiso decir Pablo
cuando dijo, “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como
vuestros siervos por amor de Jesús” (2 Cor. 4:5).

Dante Gebel calza a la perfección con el perfil bíblico de un falso maestro: es blasfemo, arrogante, adulador, hereje,
burlador, maldiciente, soñador e irreverente.

Solo espero que Dios tenga misericordia de sus seguidores y saque a muchos de ellos de las tinieblas a la luz.

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