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Cantar de los Cantares 2:12-15
En el día de hoy, amigo oyente, regresamos al Cantar de los
Cantares y estamos considerando el capítulo 2.
Esta canción que comenzamos a considerar en nuestro
programa anterior, se inicia en el versículo 10 con las palabras
Amada mía, hermosa mía, levántate y ven. Recordemos que
Cristo amo a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. Lo hizo
porque va a venir a recoger a la Iglesia de este mundo. El va a
presentársela a sí mismo como una iglesia purificada, y todos
los creyentes necesitamos esa purificación. El nos santifica y
nos limpia con el lavamiento del agua que se realiza por medio
de la Palabra. Por tal motivo realizamos un estudio de la Biblia.
El quiere presentarse a sí mismo, una iglesia radiante, sin
mancha ni arruga ni ninguna otra imperfección. El quiere que
la iglesia sea santa e intachable. Es por esa razón que en este
poema del Cantar de los Cantares él hace este llamado: Amada
mía, hermosa mía, levántate y ven.
Y el versículo 11 continúa con la letra de la canción, diciendo:
Ya ha pasado el invierno. Y realmente, en este mundo hace
frío, un gran frío espiritual. Y la letra sigue diciendo: la lluvia
ha cesado y se fue. Las tormentas de la vida, entonces ya
habrán amainado. Estimado amigo cristiano, ¿está usted
enfrentando dificultades? En Juan 16:33, el Señor les dijo a los
Suyos: en el mundo tendréis aflicción. No caiga en la depresión
si usted está teniendo problemas. Esos disgustos constituyen
una de las señales de que usted pertenece a Cristo, de que
usted es un hijo de Dios. Pero cuando el regrese, todos los
problemas desaparecerán. El enjugará toda lágrima de sus
ojos, Todos los corazones quebrantados serán sanados. Todas
las penas desaparecerán cuando estemos en Su Presencia. Por
ello estimado oyente, estas palabras del versículo 11, resumen
nuestra esperanza, la esperanza de todos los cristianos: Ya ha
pasado el invierno, la lluvia ha cesado y se ha ido.
Y en los versículos 12 y 13 leemos:
"Han brotado las flores en la tierra ha venido el tiempo de la
canción y se oye el arrullo de la tórtola en nuestro país. Ya la
higuera ha madurado sus higos y las vides en flor, han
esparcido su fragancia. Levántate amada mía, hermosa mía y
ven conmigo."
En relación con el anuncio Han brotado las flores en la tierra
diremos que cuando el Señor Jesús venga a buscar a los Suyos
para llevarles a la hermosa casa que les ha preparado, creemos
que verán también un maravilloso jardín de flores. Nos agrada
pensar que en la Nueva Jerusalén habrá una gran abundancia
de flores.
Continúa el texto diciendo que ha venido el tiempo de la
canción y se oye el arrullo de la tórtola en nuestro país. Esta
es otra hermosa expresión poética. Parece indicar que habrá
mucha música y canciones cuando lleguemos a la presencia del
Señor.
¿Ha observado usted que se registraron muchas canciones
cuando se inició la historia que narran los Evangelios? El
Evangelista Lucas fue el que comenzó a escribir su relato
retrocediendo más en los hechos del nacimiento de Cristo, más
que cualquiera de los escritores de los otros Evangelios, y
registró las canciones. En ese Evangelio encontramos la
canción de Zacarías, la canción de Elisabeth, la canción de
María, la canción de Ana y la canción de Simeón. Hubo muchas
canciones conectadas con Su nacimiento. Y la iglesia comenzó
cantando y la alegría de aquellos cristianos fue lo que llamó la
atención hacia ellos en el mundo romano. Algún día, cuando
lleguemos a Su presencia cantaremos una nueva canción al
Señor, por Sus maravillosas obras. Muchos de nosotros no la
podemos cantar ahora porque Dios no nos ha creado con una
voz apropiada para cantar, pero cuando tengamos un cuerpo
nuevo, podremos cantar esa nueva canción. Hasta que llegue
ese momento, podemos elevar nuestro corazón con la alabanza
que El merece recibir. El mismo canto de los pájaros y el brote
de los capullos de las flores de la tierra tendrían que
recordarnos la deuda de alegre gratitud que le debemos por Su
gran salvación.
Es interesante observar que en algunas Biblias antiguas "el
tiempo de la canción" se tradujo como "el tiempo de la poda".
La época del canto de los pájaros es también la época de la
poda de las viñas. La rama que es podada para que de más
fruto y la canción que, figurativamente, es podada para reflejar
más belleza, son expresadas de la misma forma por los
escritores hebreos, lo cual hace difícil determinar si en estos
casos ha de traducirse "cantando" o "podando". Podar las viñas
fue exactamente lo que el Señor Jesús iba a hacer. En Juan
15:1 y 2, El dijo: 1»Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el
labrador. 2Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará;
y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más
fruto. Estimado oyente, usted y yo estamos viviendo en una
época de poda, pero el tiempo de la canción aun está delante
de nosotros.
Tenemos también en este versículo 12 la frase Se oye el arrullo
de la tórtola en nuestro país. La tórtola es una especia de
paloma salvaje. La paloma siempre ha sido el emblema de la
paz. La razón para ese simbolismo es que en el relato Bíblico
la paloma salió del arca de Noé trayendo una rama de olivo
cuando bajó el nivel de las aguas del diluvio. Fue una señal de
paz, porque el juicio había llegado a su fin.
La tórtola también nos habla de que nuestra salvación es
completa porque el juicio ya ha pasado. Y ha pasado porque
Cristo sufrió el juicio por nosotros. Él lo soportó en nuestro
lugar. Yo soy salvo en el día de hoy no por lo que soy, sino a
causa de lo que el Señor Jesucristo hizo. Y hoy, estimado
oyente, sus pecados se encuentran sobre usted o están sobre
Cristo. Y si están sobre usted, aun tendrá que presentarse al
juicio. Pero si usted ha confiado en Cristo, sus pecados fueron
llevados por El en la cruz. El los llevó en lugar suyo, y para
usted, el juicio ya ha pasado. Y por la fe usted puede apropiarse
de la salvación. Así que la tórtola que tenemos aquí nos habla
de la paz que Él ha logrado para nosotros.
Esa es la razón por la cual no sólo unos pocos de los creyentes
irán a encontrarse con Cristo cuando el venga a recoger a Su
iglesia. Hay algunas personas que opinan que sólo los
creyentes de un nivel superior de santidad irán con Cristo en
esa ocasión. Sin embargo, el ser llevado con Cristo cuando
venga a recoger a Su iglesia es la esperanza de cada creyente.
Todos los creyentes iremos a estar con El no por nuestros
niveles de santidad sino porque Cristo Jesús, hizo la paz por
medio del derramamiento de Su sangre en la cruz, y por el cual
tenemos el perdón de todos nuestros pecados. Y la tórtola es
un símbolo de esta realidad.
Uno puede escuchar a estas aves muy temprano en la mañana.
Nos anuncian que un nuevo día se acerca. Nos habla del hecho
de que "la época del invierno ya ha pasado. La llovizna se ha
ido y llega la primavera. La tórtola sagrada que escuchamos
proclama nuevamente un año de alegría, en el que podamos
escuchar al Señor Jesucristo decir: "Amada mía, levántate y
ven; y nuestros corazones partirán más veloces que el viento,
dejando atrás toda alegría terrenal". Watts fue quien dijo eso,
y creemos que ese hombre dedicó mucho tiempo al estudio del
Cantar de los Cantares,
El versículo 13 continúa diciendo: Ya la higuera ha madurado
sus higos, y las vides en flor han esparcido su fragancia. Estas
son señales de la llegada de la primavera. Y termina diciendo
el versículo: Levántate amada mía, hermosa mía, y ven
conmigo. Recordemos que 1 Tesalonicenses 4:16 nos dice: los
muertos en Cristo resucitarán primero. Y el Señor Jesucristo
dijo en Juan 14.2-3, 2En la casa de mi Padre muchas moradas
hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a
preparar lugar para vosotros. 3Y si me voy y os preparo lugar,
vendré otra vez y os tomaré a mí mismo, para que donde yo
esté, vosotros también estéis. Estas palabras se conectan
directamente con el llamado que encontramos aquí, el llamado
del amado esposo que dice: Levántate amada mía, hermosa
mía, y ven conmigo.
Ahora, leamos el versículo 14, de este capítulo 2, de Cantar de
los Cantares, en el que encontramos que el amado ve a la
amada, como a