LA ESCRITURA HERRAMIENTA DE EXPRESIÓN LITERARIA Y CIENTÍFICA

Toda actividad humana a lo largo de la historia ha estado ligada y documentada

permanentemente por la escritura pues como lo afirma Bathes (1994, p25), nunca nos
topamos con el estado en que el hombre se encuentre separado del lenguaje, y elaboraría
este último para ‘expresar’ lo que pasa en su interior: ya que es el lenguaje el que enseña
cómo definir al hombre, y no al contrario.

Por lo tanto la hora de reflejar los sentimientos, las emociones, pensamientos y exponer
resultados sobre algún acontecimiento en particular, el hombre tiene a su alcance el
lenguaje como expresión máxima de su personalidad. El lenguaje se puede emplear de
diversas formas y se ajusta a cada una de las necesidades argumentativas, ya que es posible
expresar un sueño o anhelo, un estado de ánimo, una crítica, una petición o un resultado
científico, empleando en cada caso estructuras lingüísticas específicas.

Entre las diversas expresiones del lenguaje se puede destacar la escritura científica de la
escritura convencional, pues el discurso literario es perceptual (interpretativo, imaginativo,
ficticio), mientras que el científico es conceptual, factual (basado en hechos); es decir,
valioso por el mensaje verificable que transmite. (sanchez Upegui).

Estos conceptos han generado una polémica entre diversos pensadores pues hay quienes
aseguran que las ciencias y los otros métodos discursivos literarios son opuestos e
irreconciliables (Bathes). Por el contrario esta la perspectiva constructivista y relativista que
apoya la idea que Locke (1997, pp.31-32) quien dice que “son ocupaciones hermanadas que
proceden mano a mano en su persecución de los secretos del mundo”; por ello “es
impensable que nuestros mejores esfuerzos intelectuales deban estar siempre divididos”.

La percepción de Locke de la literatura se considera más general y universal ya que tiene en

cuenta los aspectos emocionales de quien investiga, pues a pesar de que un texto científico
deba caracterizarse por presentar informes de hechos y resultados de forma rigurosa,
concreta, que debe ser un instrumento neutro, transparente y libre de afectaciones literarias
que exprese emociones; no se debe olvidar que quien realiza la investigación es un ser
humano y que el resultado de dicha investigación será presentado a seres humanos, por lo
tanto no es apropiado presentar un informe científico sin contar con la opinión personal de
quien realizo el trabajo investigativo, pues fue quien observo desde su interior cada uno de
los fenómenos analizados y pudo percibir aspectos que no se pueden cuantificar y que solo
se pueden analizar mediante la experiencia personal. Además la opinión del experimentador
puede persuadir al lector a tomar posturas a favor o en contra de un determinado resultado
científico.
 A la hora de exponer los resultados de una investigación surge la preocupación de caer en
un discurso subjetivo, puesto que para la ciencia el lenguaje no es más que un instrumento
que debe volverse lo más neutro posible, al servicio de hipótesis, operaciones y resultados
(Barthes, 1994).

“Aún cuando el artículo de investigación es visto tradicionalmente como un producto

objetivo y neutral, los estudios recientes muestran que los escritores recurren a opciones
lingüísticas y discursivas para posicionarse ante el conocimiento e imprimir en el texto una
imagen de sí mismos”. Independiente de las disciplinas, “detrás de los textos está la voz del
investigador/escritor y las voces de los otros (otros autores y lectores)”, (Bolívar, Beke &
Shiro, 2010, p.97). las formas populares, por su propia naturaleza, son de ámbito limitado y
de vida efímera”, según nos lo indica el lingüista Manuel Seco (1998, p. XIV), quien
enfatiza en que el uso culto del lenguaje es el único que ofrece las condiciones para servir a
la unidad de la lengua en todos los lugares en que se habla y escribe…