Sunteți pe pagina 1din 2

11/4/2019

Manual de Oncología, 6e

Capítulo 1: El cáncer

Diagnóstico y evaluación de la extensión de la enfermedad


La primera condición para diagnosticar un cáncer es sospecharlo. Una vez instalada la sospecha, se debe
confirmar mediante estudio histopatológico antes de instituir cualquier tratamiento, aunque en ocasiones el
diagnóstico histopatológico se establece hasta realizar un estudio transoperatorio o mediante el estudio
definitivo de la pieza quirúrgica. En circunstancias especiales, el diagnóstico y tratamiento se delinean
mediante determinaciones de marcadores tumorales con un cuadro clínico consistente. Por ejemplo, un
adulto joven con un tumor testicular y elevación sustancial de la hormona gonadotropina coriónica que
cursa con múltiples metástasis pulmonares podría recibir tratamiento sistémico inmediato dirigido a un
tumor germinal. Otro ejemplo es el de un adulto mayor con una lesión raquídea que provoca compresión
medular. Un nivel elevado de antígeno prostático establece el diagnóstico y se justifica prescribir tratamiento
para resolver la compresión medular.

En la práctica, los estudios para evaluar la extensión de la enfermedad se practican en forma coordinada con
los estudios diagnósticos. Las pruebas correctas tienen indicaciones específicas ya que sus resultados se
deben traducir en decisiones terapéuticas o información pronóstica precisa. Una selección de estudios
inapropiada conduce a retrasos en el diagnóstico, morbilidad, terapia inadecuada y deterioro del pronóstico.
No siempre es posible, ni necesario, asignar una etapa a la neoplasia antes del tratamiento primario. Algunas
tumoraciones sólo son susceptibles de estadificación después de contar con los hallazgos transoperatorios y
el estudio histopatológico. La estadificación facilita la comunicación entre los médicos, permite la
comparación de resultados, sirve de guía terapéutica y permite emitir un pronóstico. Un sistema para
estadificar o pronosticar está conformado por factores pronósticos. Éstos pueden definirse como los datos
que suministran información sobre la evolución que puede experimentar el enfermo. Pueden tener efecto en
el pronóstico de supervivencia, el periodo libre de enfermedad y la respuesta al tratamiento, aunque cada
vez con más frecuencia a los factores relacionados con la respuesta al tratamiento se les conoce como
factores predictores. Los factores pronósticos más consistentes son el tamaño tumoral, el estado ganglionar
y la presencia o ausencia de metástasis. Estos tres factores sustentan el sistema de estadificación TNM
(tumor, node, metastasis). Los factores pronósticos pueden ser inherentes al tumor, como tamaño,
diferenciación, localización, aspecto macroscópico. Pueden ser inherentes al paciente, por ejemplo, edad,
sexo, estado general o enfermedades concomitantes, o pueden ser propios del tratamiento, como tipo, dosis,
o relación temporal entre los componentes de la terapéutica.

McGraw Hill

1/2
11/4/2019

Copyright © McGraw-Hill Global Education Holdings, LLC. Todos los derechos reservados. Su dirección IP es
132.248.9.8
Términos de uso   •  Aviso de privacidad   •  Anuncio

Acceso proporcionado por Universidad Nacional Autonoma de Mexico


Silverchair

2/2

S-ar putea să vă placă și