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“AÑO DEL BUEN SERVICIO AL CIUDADANO”

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO
SEDE - HUARAZ

CURSO : DERECHO PROCESAL LABORAL.

PROFESOR : URPY GAIL DEL, Carmen.

CICLO : VI.

TURNO : Mañana.

SEM. ACADÉMICO: 2017 – II

TEMA : “RESUMEN DE LA COMPARECENCIA LABORAL”.

ALUMNOS : CACHA OROPEZA, Sonia

ESPINOZA ESPÍRITU, Percy


DEXTRE SOLIS, Ebhert
LLANQUE PEÑA, Eloy.
OBISPO TOLEDO, Maycol

Huaraz – Perú
2017
LA COMPARECENCIA

Artículo 8.- Reglas especiales de comparecencia

8.1 Los menores de edad pueden comparecer sin necesidad de representante legal. En el
caso de que un menor de catorce (14) años comparezca al proceso sin representante legal,
el juez pone la demanda en conocimiento del Ministerio Público para que actúe según sus
atribuciones. La falta de comparecencia del Ministerio Público no interfiere en el avance
del proceso.

8.2 Los sindicatos pueden comparecer al proceso laboral en causa propia, en defensa de
los derechos colectivos y en defensa de sus dirigentes y afiliados.

8.3 Los sindicatos actúan en defensa de sus dirigentes y afiliados sin necesidad de poder
especial de representación; sin embargo, en la demanda o contestación debe identificarse
individualmente a cada uno de los afiliados con sus respectivas pretensiones. En este caso,
el empleador debe poner en conocimiento de los trabajadores la demanda interpuesta. La
inobservancia de este deber no afecta la prosecución del proceso. La representación del
sindicato no habilita al cobro de los derechos económicos que pudiese reconocerse a favor
de los afiliados.

Artículo 9.- Legitimación especial

9.1 Las pretensiones derivadas de la afectación al derecho a la no discriminación en el


acceso al empleo o del quebrantamiento de las prohibiciones de trabajo forzoso e infantil
pueden ser formuladas por los afectados directos, una organización sindical, una
asociación o institución sin fines de lucro dedicada a la protección de derechos
fundamentales con solvencia para afrontar la defensa a criterio del juez, la Defensoría del
Pueblo o el Ministerio Público.

9.2 Cuando se afecten los derechos de libertad sindical, negociación colectiva, huelga, a
la seguridad y salud en el trabajo y, en general, cuando se afecte un derecho que
corresponda a un grupo o categoría de prestadores de servicios, pueden ser demandantes
el sindicato, los representantes de los trabajadores, o cualquier trabajador o prestador de
servicios del ámbito.

Artículo 10.- Defensa pública a cargo del Ministerio de Justicia


La madre gestante, el menor de edad y la persona con discapacidad que trabajan tienen
derecho a la defensa pública, regulada por la ley de la materia.

COMPARECENCIA EN EL PROCESO LABORAL

toda persona tiene capacidad para ser materia de un proceso, pueden conferir poder de
representación los menores pueden comparecer por sí mismo asistidos por la defensa
gratuita.
Capacidad para ser parte material de un proceso: toda persona natural o jurídica, órgano
o institución, sociedad conyugal y otras formas de patrimonio autónomo y en general
toda persona que tenga o haya tenido la coedición de trabajador o empleador.
Capacidad en materia laboral: es obligatorio el patrocinio por abogado, excepto
exoneración expresa que conceda la ley.
Acumulación: hay tres clases. Que son objetiva, subjetiva y sucesiva.
Postulación al proceso: se ocupa de la demanda y emplazamiento de su contestación,
excepciones y rebeldía.

La comparecencia de los sindicatos al proceso laboral se encuentra regulada por los


numerales 8.2 y 8.3 del Proyecto de Nueva Ley Procesal del Trabajo. El primero,
establece que los sindicatos pueden comparecer al proceso en causa propia, en defensa de
los derechos colectivos y, en defensa de sus dirigentes y afiliados; para luego agregar en
el segundo, que los sindicatos actúan en defensa de sus dirigentes y afiliados sin necesidad
de contar con poder de representación. Por el momento nos quedamos hasta esta parte de
dichos numerales para efectuar el análisis correspondiente.

En principio no existe objeción alguna, por razón de naturaleza propia, que los sindicatos
comparezcan en el proceso laboral para defender causas propias, se entiende del
organismo sindical, o en defensa de derechos colectivos, aun cuando existe todo un debate
respecto a qué se entiende por derechos colectivos. En consecuencia, resulta aconsejable
y pedagógico que, respecto a la comparecencia de los sindicatos en defensa de los
derechos colectivos, se introduzca una definición de lo que debe entenderse por éstos.

En cuanto a la DEFENSA que ejercen los sindicatos de sus dirigentes y afiliados, el


proyecto fija que no se requiere poder especial de representación, con lo cual
aparentemente se salvarían las controversias actuales respecto a que si el sindicato debe
contar con poder especial tal como lo establece el vigente art. 10 de la Ley Procesal del
Trabajo y además si está o no procediendo conforme a sus estatutos para promover la
defensa de sus dirigentes y afiliados, pues con inusitada frecuencia no cumplen ni con la
referida disposición ni con sus normas estatutarias y se presentan a juicio alegando una
representación sin el respectivo poder y respaldo estatutario.

A su vez, esto ha traído como consecuencia diversos pronunciamientos judiciales e


incluso del Tribunal Constitucional (TC) los que, a nuestro criterio, extralimitándose de
lo previsto por la ley sobre esta materia, han legitimado dicha participación, cuando de lo
que se trata es que las organizaciones sindicales se acostumbren a cumplir con la legalidad
y con lo que ellos mismos han determinado en sus propios estatutos en materia de
representación judicial.

En cuanto a la CAPACIDAD PROCESAL de los sindicatos de defender a sus dirigentes


y afiliados, debe tenerse en cuenta que conforme al art. 12 de la LCRT, para ser miembro
de un sindicato se requiere ser trabajador de la empresa, actividad, profesión u oficio que
corresponda según el tipo de sindicato y que, de acuerdo al art. 24 de la misma ley, para
ser miembro de la junta directiva se requiere ser trabajador de la misma empresa, requisito
que no rige solo en los casos de los miembros de las juntas directivas de los organismos
de grado superior, es decir, federaciones y confederaciones.

Esto es absolutamente claro, pero aunque parezca mentira no lo es para un sector de la


judicatura ni para el TC pues pese a las excepciones de falta de legitimidad para obrar
interpuestas, han considerado que los sindicatos pueden, sin poder especifico, defender a
sus ex dirigentes o ex trabajadores, es decir, a personas que al dejar de ser trabajadores
en razón de un despido, dejaron de pertenecer a la empresa y en consecuencia perdieron
la condición de afiliados y dirigentes, porque para ello, la ley impone el requisito esencial
de tener calidad de trabajador; y, el despido, es una forma de extinción del contrato de
trabajo.

Los excesos, un último problema, no menos grave, que presenta la redacción de este
proyecto está referido a la facultad que se otorga al sindicato de defender, aun cuando no
lo dice, pero se entiende, los derechos individuales de naturaleza laboral de dirigentes y
afiliados, e incluso, como lo acabamos de ver, ilegalmente de ex dirigentes y de ex
afiliados.

Hoy, el art. 10 de la Ley procesal de trabajo vigente establece que “los trabajadores
pueden conferir su representación en los conflictos jurídicos individuales a las
organizaciones sindicales de las que son miembros”, lo que implica que tratándose de
derechos individuales se requiere de poder especial por cuanto la decisión de demandar o
no al empleador respecto de un derecho individual es absolutamente disponible para su
titular, quien por razones subjetivas respetables puede decidir accionar o no y, en el
primer caso otorgando poder al sindicato o a cualquier otra persona o hacerlo
directamente.

Es peligroso que el proyecto otorgue al sindicato la facultad de demandar sin autorización


alguna por los derechos individuales de sus dirigentes y sobre todo de sus afiliados,
porque tomar tal decisión sin la consulta respectiva podría ocasionar perjuicios al
trabajador y la organización sindical no tiene derecho a ello. Incluso, el trabajador se vería
obligado a presentarse al proceso para efectuar el desistimiento correspondiente por ser
el directamente interesado, con lo cual se hace evidente la incoherencia del artículo citado.

Además, en alguna forma el proyecto contraría el contenido del artículo VI del Título
Preliminar del Código Civil; y, tratándose de derechos individuales que escapan de la
esfera colectiva, que es propia de la actividad sindical, resulta a nuestro entender un
verdadero exceso.

Esta norma del proyecto debe modificarse y establecerse que los sindicatos podrán
accionar en defensa de los derechos individuales de
sus dirigentes y afiliados siempre que se encuentren facultados por aquéllos.

La Representación, cuando el proyecto se refiere a que los sindicatos podrán actuar en


defensa de sus dirigentes y afiliados “…sin necesidad de poder especial de
representación” ello no significa que respecto de dicha materia no cumplan con lo que
prevean sus estatutos; los que usualmente, en observancia del art. 23 de la LRCT,
establecen que la junta directiva como colegiado tiene la representación legal del
sindicato.

En consecuencia, ¿el proyecto, de aprobarse, habría abrogado parcialmente el art. 23 de


LRCT, cuando menos en lo que corresponde a la representación legal procesal?
Creemos que no. En todo caso, por seguridad jurídica, los sindicatos deberían modificar
o ampliar sus estatutos y señalar específicamente qué dirigentes podrán comparecer a
nombre de la organización en el proceso, evitando con ello que toda la Junta Directiva
deba intervenir, lo que resulta poco práctico.

En principio no existe objeción alguna, por razón de naturaleza propia, que los sindicatos
comparezcan en el proceso laboral para defender causas propias, se entiende del
organismo sindical, o en defensa de derechos colectivos, aun cuando existe todo un
debate respecto a qué se entiende por derechos colectivo.

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