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Trazar la historia de las redes sociales no es una tarea fácil, su origen es difuso y su evolución
acelerada. A través de la historia de la humanidad, los seres humanos hemos utilizado
diversas formas para comunicarnos, desde la comunicación con señas, hasta la comunicación
a distancia por medio de dispositivos tecnológicos avanzados. El primer medio de
comunicación considerado moderno, fue la telegrafía, seguido rápidamente por la telefonía,
la radio, la televisión, la transmisión por cable y satélite, y por supuesto Internet. El desarrollo
de estos medios de comunicación, ocurrió en los últimos 150 años, aunque fue durante la
última década en que el Internet llegó a su auge.
Fue así como surgieron las redes sociales, cuyo “origen se remonta a 1995, cuando Randy
Conrads crea el sitio web classmates.com, con el fin de que la gente pudiera recuperar o
mantener el contacto con antiguos compañeros del colegio, universidad”, etc. No existe
consenso sobre cuál fue la primera red social, y podemos encontrar diferentes puntos de vista
al respecto. Por otro lado, la existencia de muchas plataformas se cuenta en tiempos muy
cortos, bien sabido es que hay servicios de los que hablamos hoy que quizá mañana no
existan, y otros nuevos aparecerán dejando obsoleto, en poco tiempo, cualquier panorama
que queramos mostrar de ellos. Su historia se escribe a cada minuto en cientos de lugares del
mundo. Lo que parece estar claro es que los inicios se remontan mucho más allá de lo que
podríamos pensar en un primer momento, puesto que los primeros intentos de comunicación
a través de Internet ya establecen redes, y son la semilla que dará lugar a lo que más tarde
serán los servicios de redes sociales que conocemos actualmente, con creación de un perfil y
lista de contactos.
A principios del año 2002 aparecieron los primeros sitios web promocionando las redes de
círculos de amigos en línea y fue hasta el año siguiente que las redes sociales se hicieron
populares con la llegada de sitios tales como MySpace4 y Xing5. La popularidad de estos
sitios creció rápidamente incitando a que también muchas compañías abrieran un espacio
para dar cabida a las redes sociales de Internet. No todas las redes sociales son positivas,
muchas veces la información que se publica en ellas, no es verídica, ya que es publicada por
gente que, o bien, trata de hacerle una mala, difunde información falsa. Por todo ello, vamos
a plantear su historia contextualizada mediante una cronología de los hechos más relevantes
del fenómeno que suponen las redes sociales basadas en Internet.
1971. Se envía el primer e-mail entre dos ordenadores situados uno al lado del otro.
1978. Ward Christensen y Randy Suess crean el BBS (Bulletin Board Systems) para
informar a sus amigos sobre reuniones, publicar noticias y compartir información.
1994. Se lanza GeoCities, un servicio que permite a los usuarios crear sus propios
sitios web y alojarlos en determinados lugares según su contenido.
1995. La Web alcanza el millón de sitios web, y The Globe ofrece a los usuarios la
posibilidad de personalizar sus experiencias on-line, mediante la publicación de su
propio contenido y conectando con otros individuos de intereses similares. En este
mismo año, Randy Conrads crea Classmates, una red social para contactar con
antiguos compañeros de estudios. Classmates es para muchos el primer servicio de
red social, principalmente, porque se ve en ella el germen de Facebook y otras redes
sociales que nacieron, posteriormente, como punto de encuentro para alumnos y ex-
alumnos.
1997. Lanzamiento de AOL Instant Messenger, que ofrece a los usuarios el chat, al
tiempo que comienza el blogging y se lanza Google. También se
inaugura Sixdegrees, red social que permite la creación de perfiles personales y
listado de amigos, algunos establecen con ella el inicio de las redes sociales por
reflejar mejor sus funciones características. Sólo durará hasta el año 2000.
1998. Nace Friends Reunited, una red social británica similar a Classmates.
Asimismo, se realiza el lanzamiento de Blogger.
2000. Estalla la “Burbuja de Internet”. En este año se llega a la cifra de setenta
millones de ordenadores conectados a la Red.
2002. Se lanza el portal Friendster, que alcanza los tres millones de usuarios en sólo
tres meses.
2003. Nacen MySpace, LinkedIn y Facebook, aunque la fecha de esta última no está
clara puesto que llevaba gestándose varios años. Creada por el conocido Mark
Zuckerberg, Facebook se concibe inicialmente como plataforma para conectar a los
estudiantes de la Universidad de Harvard. A partir de este momento nacen muchas
otras redes sociales como Hi5 y Netlog, entre otras.
2004. Se lanzan Digg, como portal de noticias sociales; Bebo, con el acrónimo de
"Blog Early, Blog Often"; y Orkut, gestionada por Google.
2005. Youtube comienza como servicio de alojamiento de vídeos, y MySpace se
convierte en la red social más importante de Estados Unidos.
2006. Se inaugura la red social de microblogging Twitter. Google cuenta con 400
millones de búsquedas por día, y Facebook sigue recibiendo ofertas multimillonarias
para comprar su empresa. En España se lanza Tuenti, una red social enfocada al
público más joven. Este mismo año, también comienza su actividad Badoo.
2008. Facebook se convierte en la red social más utilizada del mundo con más de 200
millones de usuarios, adelantando a MySpace. Nace Tumblr como red social de
microblogging para competir con Twitter.
2009. Facebook alcanza los 400 millones de miembros, y MySpace retrocede hasta
los 57 millones. El éxito de Facebook es imparable.
2010. Google lanza Google Buzz, su propia red social integrada con Gmail, en su
primera semana sus usuarios publicaron nueve millones de entradas. También se
inaugura otra nueva red social, Pinterest. Los usuarios de Internet en este año se
estiman en 1,97 billones, casi el 30% de la población mundial. Las cifras son
asombrosas: Tumblr cuenta con dos millones de publicaciones al día; Facebook crece
hasta los 550 millones de usuarios: Twitter computa diariamente 65 millones de
tweets, mensajes o publicaciones de texto breve; LinkedIn llega a los 90 millones de
usuarios profesionales, y Youtube recibe dos billones de visitas diarias.
2011. MySpace y Bebo se rediseñan para competir con Facebook y
Twitter. LinkedIn se convierte en la segunda red social más popular en Estados
Unidos con 33,9 millones de visitas al mes. En este año se lanza Google+, otra nueva
apuesta de Google por las redes sociales. La recién creada Pinterest alcanza los diez
millones de visitantes mensuales. Twitter multiplica sus cifras rápidamente y en sólo
un año aumenta los tweets recibidos hasta los 33 billones.
2012. Actualmente, Facebook ha superado los 800 millones de
usuarios, Twitter cuenta con 200 millones, y Google+ registra 62 millones. La red
española Tuenti alcanzó en febrero de este año los 13 millones de usuarios. Pero,
como decíamos al comienzo de este apartado, es cuestión de semanas que estas cifras
se queden anticuadas, y a lo largo del mismo año podemos encontrar registros
completamente diferentes.
Teniendo en cuenta la dimensión social de las redes, la primera clasificación que podríamos
hacer sería distinguir entre: redes sociales off-line o analógicas, sin la intermediación de un
aparato o sistema electrónico; redes sociales on-line o digitales, a través de medios
electrónicos; y redes sociales mixtas, mezcla de los dos tipos anteriores. Dejando claro esto,
vamos a centrarnos en las redes sociales on-line. Su tipología se ha planteado desde muchos
puntos de vista, la propuesta más extendida es la que parte de la clasificación de los portales
de Internet, diferenciando entre horizontales o generales y verticales o especializadas. Pero,
como hemos visto, las redes sociales son un tema complejo, por lo que dentro de la categoría
vertical vamos a utilizar una clasificación más completa, de ordenación múltiple.
Las redes sociales horizontales no tienen una temática definida, están dirigidas a un público
genérico, y se centran en los contactos. La motivación de los usuarios al acceder a ellas es la
interrelación general, sin un propósito concreto. Su función principal es la de relacionar
personas a través de las herramientas que ofrecen, y todas comparten las mismas
características: crear un perfil, compartir contenidos y generar listas de contactos. Algunas
de ellas son:
Dentro de las redes sociales hay una tendencia hacia la especialización. Aunque las redes
sociales verticales ganan diariamente miles de usuarios, otras tantas especializadas se crean
para dar cabida a los gustos e intereses de las personas que buscan un espacio de intercambio
común. Como veremos más adelante, la posibilidad que ofrecen ciertas plataformas de crear
una red social propia y personalizada produce redes sociales de todo tipo, específicas para
los intereses de sus usuarios. Por otro lado, las grandes compañías de Internet aspiran a
competir con las redes más importantes que se reparten el grosor de usuarios de red social,
ofreciendo actividades, contenidos o temas concretos. Teniendo en cuenta que hablamos de
redes sociales especializadas, su taxonomía podría ser tan variopinta como los asuntos que
tratan. Cualquier red social, centrada en un tema concreto, daría lugar a una nueva categoría,
por ello vamos a enumerar algunas de las temáticas más populares y prolíficas.
Por actividad
Podemos definir las redes sociales educativas como grupos de personas relacionadas y
conectadas por el interés común en la educación. La alta interrelación entre personas,
conocimiento y herramientas que proporcionan desarrolla espacios comunes para padres,
alumnos y profesores donde la imbricación de los agentes educacionales da lugar a una
enriquecedora colaboración. Las redes sociales educativas se convierten en entornos de
participación y descubrimiento que fomentan la sinergia entre estudiantes y profesores,
facilitan el consenso, crean nuevas dinámicas de trabajo fuera y dentro del aula, y permiten
el rápido flujo de información, desarrollando así la socialización del conocimiento. En la
Web podemos encontrar dos maneras de llevar a cabo esta labor, por un lado, tenemos las
plataformas para crear redes sociales como Ning o Elgg que, como hemos visto, permiten
crear comunidades de todo tipo, y por otro, las redes sociales con la misma posibilidad pero
específicas para la educación, en las que vamos a centrarnos a continuación.
Los avances tecnológicos en el campo de la comunicación siempre han sido objeto de estudio
de las ciencias sociales, puesto que las nuevas formas de relación social que generan
provocan una transformación en los hábitos y costumbres de la sociedad. Ya en el siglo XIX,
la invención del telégrafo y, posteriormente, del teléfono implicaron un cambio en las
relaciones personales y comerciales, que contaban con detractores y partidarios de las
mismas. Las preocupaciones en contra señalaban al aislamiento social y la falta de intimidad
como algunos de los perjuicios de estas innovaciones, y las opiniones a favor abogaban por
el aumento de la interacción y conexión entre las personas. Con Internet y la explosión de las
redes sociales estos puntos de vista no han cambiado demasiado de los de aquella época. Pero
el progreso también evoluciona, y la diferencia obvia es su gran difusión en periodos mucho
más cortos, lo que conforma el fondo de las investigaciones sobre el impacto social de las
redes sociales.
Tal como lo hacen otras innovaciones tecnológicas, el uso de las redes sociales transforma
los estilos de vida, cambia las prácticas y, también, crea nuevo vocabulario, pero todo esto
se produce a un ritmo tan acelerado que genera confusión y desconocimiento de la usabilidad
y los derechos en torno a su actividad. Muchos de los estudios que se llevan a cabo hoy en
día tratan temas relacionados con la identidad, la privacidad o el uso adolescente por estas
mismas razones. Una de las problemáticas que señalan los defensores de un uso responsable
de las redes sociales es que, a través de ellas, estamos expuestos. Nuestros datos se comparten
y navegan por la red y, al mismo tiempo, información de todo tipo irrumpe en nuestros
ordenadores sin que podamos discriminar su contenido. Esto es especialmente preocupante
en el caso de los menores de edad, cuya privacidad se ve comprometida a las prácticas en la
red. Ejemplo de ello son los nuevos episodios de acoso escolar que ponen en el punto de mira
el uso indebido de las redes sociales por parte de los menores, y las políticas de privacidad
que ofrecen las compañías. Asimismo, las redes sociales se convierten en parte de su
aprendizaje social, que si bien puede ser beneficioso utilizado convenientemente, en muchos
casos crea modelos alejados de la realidad generando comportamientos y actitudes que
suscitan problemas de autoestima y estrés, entre ellos están los relacionados con el cuidado
de la imagen, los prototipos de éxito o la reputación digital.
Otro de los efectos de las redes sociales más estudiado es el poder de manifestación que
poseen, en el más amplio sentido de la palabra. La inmediatez de la comunicación, y
transmisión de opiniones y contenido las convierte en un potente instrumento social. Los
movimientos ciudadanos se organizan a través de las redes sociales originando hechos
históricos como la reciente "Primavera árabe". El capital social, analizado en innumerables
ocasiones por sociólogos y antropólogos como el valor de la colaboración e intercambio entre
grupos, a través de una red de relaciones, que permite el acceso a determinados recursos para
el beneficio grupal e individual, cobra un nuevo significado a la luz de las modernas maneras
de interrelación que producen las redes sociales. Su funcionalidad y ubicuidad tienen una
repercusión compleja en la sociedad, su impacto, tanto global como local, se incrementa y
desarrolla a cada minuto con nuevas utilidades que dan lugar a cambios sustanciales para la
colectividad y los individuos.
Las nuevas tecnologías se han instalado de tal forma y a tal velocidad en nuestras vidas que
hoy no concebimos nuestra existencia sin el correo electrónico, el WhatsApp, las redes
sociales, o los buscadores. Vivimos en la era digital, por ello, los alumnos tienen que adquirir
una alta competencia digital, porque van a vivir en un mundo infotecnológico. Esto no
plantea ningún problema teórico, y los prácticos son fáciles de resolver, incluido el hecho de
que los alumnos sean nativos digitales y sus profesores inmigrantes digitales (Marina 2012),
pero tendremos que estar muy atentos al uso que hacen de estas tecnologías porque puede no
estar exento de peligros. A su vez, la adolescencia es una etapa crucial en el desarrollo de
toda persona. En ella se alcanza la madurez cognitiva a través de la consecución del
pensamiento formal, se establecen avances importantes en el desarrollo de la personalidad
que se manifestarán durante la madurez y se desarrollan muchas de las conductas y actitudes
sociales que rigen las relaciones con los demás. La adolescencia, además de ese significado
individual, tiene trascendencia en el colectivo social: nuestros adolescentes de hoy son los
ciudadanos de mañana, por lo que de ellos dependerá nuestra sociedad futura. De ahí la
importancia que tiene para toda la sociedad la educación de nuestros jóvenes y adolescentes.
Conocer el adecuado uso que esta población hace de las TIC, o por el contrario, el uso
inadecuado, el abuso, o la dependencia excesiva de las mismas que experimentan muchas
personas para alejarse de sus smartphones o desconectarse de redes sociales, foros y
mensajerías instantáneas (tipo WhatsApp) se la conoce ya como “obesidad digital” si es de
carácter habitual, o como nos indica Castell (2003), “botellón digital” si se produce los fines
de semana. Los adolescentes, viven pendientes de los zumbidos, los pitidos, destellos y
vibraciones de un mensaje nuevo en la bandeja del correo, de un retweet, de un mensaje en
el WhatsApp, etc…. Por otra parte, debemos reconocer que existe un exceso de información
y que la Red ha contribuido a crear este síndrome de Diógenes informativo (Castellanos ).
Lo cierto es que no son pocas las personas que pasan muchas horas “vagabundeando” por la
red y bajando gran cantidad de información que acumulan sin capaces de “digerir”, ni de
organizar. Este, sin duda, puede ser otro de los riesgos de la red.
No es un mito que son los jóvenes quienes más usan y controlan las redes sociales, este hecho
es debido a que las nuevas generaciones han crecido con ellas y por esta razón son
considerados nativos digitales esto quiere decir, que son conocedores al máximo de los
servicios y las utilidades que éstas ofrecen. Debido a esto, son la generación pionera en
advertir fuertes cambios en cuanto a la obtención y al procesamiento de la información
(Oliva, 2012). Tanto es así, que García y del Hoyo (2013) afirman que hoy en día los jóvenes
se encuentran totalmente interconectados entre sí a través de las redes sociales, son capaces
de comunicarse con varios amigos al mismo tiempo y pueden acceder desde Internet a
cualquier tipo de información. Así pues, los jóvenes no sólo son los primeros en formar parte
de las redes sociales, también representan al primer grupo de la población que construye sus
cimientos relacionales paralelamente a ellas (Monge Y Olabarri, 2011citado en García y del
Hoyo, 2013). Tanto es así que las referencias teóricas e investigaciones anteriores sobre este
acontecimiento , indican que son los pertenecientes a la generación digital los que hacen una
mayor utilización de este tipo de servicios y actividades a la vez que aportan su grano de
arena en la construcción de la realidad social (Núñez, García y Hermidia, 2012).
Dificultades Educativas
Para Carbonell et al. (2010), entre las aplicaciones específicas de internet, la posibilidad de
adicción se centra en las que presentan propiedades comunicativas y sincrónicas como, por
ejemplo, los chats y juegos de rol en línea, que permiten la comunicación hiperpersonal, el
juego de identidades, las proyecciones y la disociación sin consecuencias en la vida real. En
opinión de Turckle (2011) la tecnología suele darnos una ilusión de compañía sin las
exigencias que supone la amistad presencial. Es posible crear relaciones superfluas,
frecuentes pero poco profundas, en las cuáles el componente emotivo es decididamente
excluido o reducido al emoticón. El problema es que los adolescentes se escondan tras una
pantalla y no sepan relacionarse en la vida real. Además, este tipo de relación puede tener
para ellos, el atractivo de llegar a ofrecerlos determinadas emociones placenteras que no
encuentran fácilmente en la vida real. Será necesario investigar más para saber si la
socialización virtual está cambiando de algún modo los valores de los jóvenes y las
implicaciones cerebrales subyacentes a este tipo de comunicación Garrote (2013). Así como,
valorar en qué medida pudiera estar afectando, o no, a las formas de comunicación
interpersonal, al ocio, al tiempo para estar con otros (amigos, familia, etc…), al tiempo de
estudio y de descanso, etc… Por otra parte, la brecha digital existente entre padres e hijos,
con gran desconocimiento en muchos casos por parte de aquellos de lo relacionado con la
informática y las posibles medidas de control y prevención, dificulta aún más el proceso
educativo y de orientación y seguimiento. En este sentido, en la casa, habría que considerar
que el ordenador es una herramienta más de trabajo y ocio y debe ser accesible para todos
situándose en un lugar visible para todos con el fin de evitar los problemas mencionados de
vistas a páginas inadecuadas, tiempo excesivo en el uso etc. Estas redes, son el mejor
exponente de la llamada extimidad, lo opuesto a la intimidad, parece que ahora es necesario
darse a conocer, contar lo que se hace, figurar en el centro de la relación y atención. Los
jóvenes perciben que el que no está en la red, “no existe”. Y esto puede entrañar sus riesgos
para los adolescentes.
Sin lugar a dudas lo atractivo de las redes sociales y de las TICS en general para los jóvenes,
reside en la respuesta rápida y en la variedad de servicios que brinda al instante (Echeburúa
y De Corral, 2010). Otro aspecto importante que los jóvenes tienen en cuenta de las redes
sociales es que, al proceder la comunicación de forma escrita, permite entre otros aspectos
controlar la respuesta que se quiera dar a cada persona en cada momento, a diferencia del
entorno real donde todo fluyen más inesperadamente. De forma que al interactuar a través de
las nuevas tecnologías en las redes sociales, permite rememoraciones de las conversaciones
entabladas (Megías y Rodríguez, 2014). Sin lugar a dudas éstas constituyen un factor
determinante en las relaciones interpersonales debido a su función en la comunicación,
además de ser utilizadas para conocer la actualidad y estar en contacto con la realidad social.
Debido a todo ello, la importancia de las redes sociales en el sector más joven de la población,
ha llegado a tal extremo que el pertenecer a este nuevo modelo socializador ha llegado a
convertirse en un deber (Díaz, 2011).
Ventajas
Como ya hemos mencionado anteriormente las redes sociales también ofrecen multitud de
aspectos positivos. Éstas ofrecen múltiples oportunidades y beneficios, ya que actualmente
favorecen las relaciones sociales, nuevas formas de aprendizaje, el desarrollo de nuevas
habilidades y el desarrollo de las capacidades como son la creatividad, la comunicación y el
razonamiento (Castells, 2006). En este sentido Oliva (2012), confirma que son los jóvenes
quienes tienen un “mayor dominio de las tecnologías de la información y de la comunicación
(TIC), movilidad geográfica, dominio del inglés como lengua común, preeminencia de la
imagen y lo audiovisual, así como nuevas formas de expresarse y relacionarse”.
Hoy en día a través de ellas además podemos ser partícipes de la realidad social y se puede
fomentar la participación ciudadana. Estudios recientes dan buena cuenta de ello, como el
realizado por García y Del Hoyo (2013) “Redes sociales un medio para la movilización
juvenil”, en el que se afirma que efectivamente las redes sociales tienen un papel protagonista
en la participación social activa. “Aspectos como el 11M y los mensajes de rechazo ante tal
atentado hasta cualquier convocatoria de cualquier movimiento social se gestionan desde las
redes sociales”. Es decir, se está extendiendo una nueva forma de activismo social donde los
ciudadanos a través de las redes sociales son capaces de presenciar prácticamente en el
momento real diferentes acontecimientos sociales. En definitiva, el estudio muestra como las
redes sociales están dando lugar a la participación del ciudadano en la sociedad como nunca
antes se había producido (Tascón y Quintana, 2012 citado en García y Del Hoyo, 2013).
Tanto es así que la mayoría de los jóvenes piensan que las redes sociales son el escenario
perfecto para que los ciudadanos se interesen por la realidad social y política del país. Así
pues, un 80% de jóvenes, considera que las redes sociales son fundamentales a la hora de
estar en contacto con la realidad. (INJUVE, 2012)
Así pues, Las redes sociales han llegado a tener tal repercusión e importancia en la vida de
los ciudadanos que hasta los medios de comunicación han dado el paso de integrarlas en sus
espacios a modo de poder conectar más con los espectadores (Pavón 2010, citado en Oliva,
2012). Es un hecho real que las redes sociales son muy demandadas por toda la población,
de forma que el uso de las mismas cada vez es mayor y precisamente por esta relevancia, se
deben tener en cuenta como entornos propicios para la gestación del aprendizaje (Valenzuela,
2013). Sin embargo, en general los jóvenes no son conscientes de la repercusión y la
importancia de las redes sociales en la actualidad, por lo que es necesario educar en ellas ya
que “las posibilidades que ofrecen las redes sociales como herramientas para producir
cambios positivos en la sociedad, superan con mucho las funciones de promover y reforzar
las relaciones interpersonales” (García y Del hoyo 2013, P.6).
En las redes sociales encontramos grandes ventajas, pero también desventajas y esto es muy
importante saberlo ya que las ventajas son muy notorias pero las desventajas a veces pasan a
segundo plano. Dentro de las desventajas encontramos que la mayoría de los jóvenes no están
totalmente consientes de la información que comparten o lo hacen con el motivo de que solo
sus “amigos” la vean; ese concepto de amistad en las redes y en la realidad no es el mismo
pues en la red se le llaman amigos a cualquier persona que es invitada a ver el sitio de las
otras personas y este acepta en ocasiones aun sin conocer a la persona que le envió la
invitación, además de que se publican fotos o videos familiares y esto conlleva a que en
muchas ocasiones esa información llegue a personas equivocadas y se dé lugar a los crímenes
por internet o sirva como medio de extorsión, violando así la privacidad de los usuarios. Por
ejemplo encontramos que en el Facebook, una de las redes más utilizadas, tiene ciertas
debilidades como lo es el uso y manejo de la información que alberga en sus servidores, pues
de acuerdo con su política de privacidad, guarda el tipo de navegador que está utilizando el
usuario junto con su dirección IP (identificación personal), esto quiere decir que esta
información le indica a la organización la ubicación geográfica del usuario y además de que
combina esta información con el perfil, le permite crear un prospecto sobre los
comportamientos del usuario. Pero eso no es todo además esta información puede ser
compartida con otras empresas para desarrollas campañas publicitarias exitosas. Esto
presenta un gran problema pues Facebook puede recabar información no solo del perfil sino
también por todo lo que el usuario publica acerca de él. Otra desventaja y considerada un
delito es el robo de identidad, esto es que una persona se haga pasar por otra u otras y
perjudicar a diferentes usuarios, así como a la persona misma a quien se le robo su identidad.
http://recursostic.educacion.es/observatorio/web/es/internet/web-20/1043-redes.
Escrito por Isabel Ponce. Martes, 17 de abril de 2012 13:29