TERCER CAPITULO DEL LIBRO- “TIERRA PATRIA”

LA AGONÍA PLANETARIA

MELISSA ZAPATA RUÍZ

KAREN MEJÍA LONDOÑO

JOHN JAIRO SANTIAGO MARTÍNEZ

PROFESOR

INTRODUCCIÓN A LAS PRÁCTICAS II

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA

2017-2
En los últimos tiempos se han ido desarrollando ciertas problemáticas que van acabando poco a
poco con el planeta y con la humanidad, todo como resultado de una búsqueda innecesaria,
desordenada e incesante de buscar poder, dinero y “calidad de vida” sin pensar en que todo eso
que se va desarrollando a nivel mundial acabará silenciosamente con la sociedad.

En este libro llamado “Tierra Patria” se encuentra en el tercer capítulo un tema llamado “La Agonía
Planetaria” en el que su autor, Edgar Morín habla de ciertas situaciones que se han convertido en
graves problemas desde el siglo XX hasta estos días, tales son, el desorden económico mundial, el
desorden demográfico mundial, la crisis ecológica y la crisis de desarrollo, que son ahora los
mayores problemas que están enfrentando las civilizaciones.

El primer factor del que nos habla Edgar Morín es “el desorden económico mundial” en el que
hace referencia al manejo de los aspectos económicos en el mercado mundial, y se presentan una
serie de situaciones que son la consecuencia del desorden que se da en las producciones del ya
mencionado “Mercado Mundial”, donde hay que tener en cuenta que aunque con la producción de
este mercado se genera crecimiento y perspectivas económicas favorables, también éste es un
causante de los nuevos desordenes y caos que se da en las civilizaciones.

Aunque la economía depende mucho de la parte social, cultural y política, y éstas están
relacionadas entre sí, van creando ese avance a escala mundial, pero siendo mal manejadas, o
cambiando su sentido solo van dejando caos, llegando hasta lo más bajo que sería la pérdida de
valores de cada individuo.

En estos puntos o serie de situaciones que se hablan con anterioridad se encuentra el desorden de
los precios de las Materias primas, el carácter artificial y precario de las regulaciones monetarias;
es decir, sería la intervención de los bancos centrales para regular el tipo de cambio, como por
ejemplo la caída del precio del dólar. Otro es la incapacidad para encontrar regulaciones
económicas que se entendería como la incapacidad para darle una regulación económica a los
problemas monetarios, como por ejemplo la deuda externa del país en la que en vez de ir bajando
y siendo saldada aumenta alarmantemente, también como ejemplo está el desempleo, la
administración en la salud, la infraestructura y muchísimos temas más con los que tiene que lidiar
un país día a día en este caso como lo es Colombia. Se continuaría con la gangrena de las mafias,
otro sería la fragilidad ante perturbaciones no estrictamente económicas: por ejemplo el cierre de
fronteras, guerras, contaminación, etc. Y por último el desarrollo tecnológico, que no se puede
dejar fuera de esto, porque su objetivo principal es generar productividad, mayor rentabilidad y su
influencia iba a afectar directamente al campo económico, pero aunque si cumplió con muchos de
sus objetivos, por otra parte logró ir generando un desorden en los movimientos humanos
ocasionando así el aumento del desempleo.
Otro factor que es mencionado en el tercer capítulo del libro es “el desorden demográfico”. “El
aumento desenfrenado de la población mundial, es uno de los fenómenos que afectan actualmente
al proceso de organización, el autor hace énfasis en un ejemplo comparativo de la población del
siglo XIX y el siglo XXI, como es el caso para el año 1800, la población mundial era de mil (1000)
millones de habitantes; y se estima para el año 2050 sea la población total cercana a lo diez mil
(10000) millones de habitantes; comparándolo con los tiempos actuales (año 2007), se ve que ya
estamos cerca de esa estimación, porque estamos por estima de los seis mil (6000) millones de
habitantes.”

Con el paso de los años la elevada densidad de la población provoca desmejoras en el entorno,
generando hambre, falta de empleo, exceso de contaminación, calentamiento global, pobreza,
inestabilidad en la economía, abuso de los espacios verdes, falta de servicios básicos y muchas
más consecuencias que conlleva esto; pero más allá de las consecuencias tan “fatales” de este
crecimiento tan exagerado de la población, se ve que una de las causas de estas, son esos
avances y mejoramiento de vida que con el tiempo ha ido brindando el desarrollo tecnológico y
científico, como “ los avances del campo de la medicina en la búsqueda de curas o medidas para
controlar y eliminar epidemias y enfermedades que como consecuencia de esto baja
considerablemente la tasa de mortalidad y se da un aumento de los niveles de esperanza de vida”.

Edgar Morín habla de dos posibles consecuencias de este desorden demográfico por el cual se da
la agonía planetaria:

El estado del bienestar: en el que se refiere a las personas o sociedades que son poderosas o
tienen muy buena estabilidad, tienen buenos ingresos económicos y el modo para sostener una
familia con las mejores condiciones; pero a pesar de eso deciden no tener hijos ni generaciones,
provocando una división y un des-balance entre los países quedando estos como los países ricos,
pero teniendo una menor natalidad.

División de países: los denomina como “el crecimiento del mundo pobre” como ya se mencionaba
anteriormente se provoca una división y un desnivel, en el que los países ricos tienen menor
natalidad y los países pobres tienen un crecimiento rápido de la natalidad, hay un menor estado
de bienestar, se pasan como de los estándares permitidos para la sostenibilidad de un país y
provocan lo que ya se ha mencionado varias veces pobreza y hambruna y migración a otros
países.

Pero también hay que tener en cuenta como lo dice Morin (pag 73) que en influye mucho la cultura,
ya que existen países en que está prohibido tener mecanismos de regulación de la natalidad, que
consisten básicamente en tener los hijos que vengan al mundo sin pensar en que no se cuenta con
lo necesario para darle una buena calidad de vida. Como también están los tipos de religiones que
tienen este tipo de creencias que están totalmente abiertas a la vida y no permiten algún tipo de
método artificial para evitar esta sobrepoblación. Pero aparte de esto, y no se puede dejar a un
lado, es el hecho de que las personas hoy en día no tienen hábitos responsables que los hagan
manejarse bien, ser conscientes y consecuentes con la realidad que se está viviendo.

Otro problema con el que se encuentra el planeta es “la crisis ecológica” cuyos efectos no se
limitan a un país o región si no que se manifiestan y afectan a toda la humanidad. El ser humano
genera gran impacto ambiental que conlleva a que el planeta este sufriendo un deterioro que se
extiende con mucha rapidez con el pasar de los años. Desde 1972 se predijo que habría
problemas en el medio ambiente, principalmente en el océano y como lo menciona el autor (
página 75) tan solo en los años ochenta surgió una gran problemática local, general y finalmente
global entre las cuales estaban la contaminación de las aguas, envenenamiento de los suelos por
la utilización de pesticidas, deforestación, países industrializados y mucha urbanización, emisiones
de CO2 que son expulsados por los automóviles y muchos otros desechos que el ser humano
produce constantemente que intensifican en efecto invernadero y degradan la capa de ozono.

El ser humano ha buscado diversas formas o mecanismos para hacerle frente a esta grave
situación por la que está pasando el planeta, se muestra un mayor interés por parte de los
organismos internacionales encargados del medio ambiente, los cuales promueven un desarrollo
sostenible, se presentan campañas y acciones destinadas a mantener el poco entorno sano que
aún tenemos. Pero a pesar de esto no todos los seres humanos que habitamos el planeta trabajan
o se preocupan por lo que pasa, es decir, no hay una conciencia ecológica lo que evidencia que la
mayoría de los problemas ambientales del mundo actual son principalmente causados por el
hombre, como el mismo autor lo menciona tomando como ejemplo la frase de Jean-Marie Pet: “el
hombre destruye uno a uno de los sistemas de defensa del origen planetario” (página 76).

El autor también nos presenta dos tipos de predicciones sobre los próximos años: las pesimistas
que ven como irreversible el daño ya causado o que las medidas de protección utilizadas son muy
lentas o no son suficientes para contrarrestarlo. Pero por otro lado están las optimistas que piensan
que el planeta puede auto regenerarse y preservarse y se darán los cambios necesarios para
alcanzar una nueva estabilidad.

De cualquier forma es necesario reconocer los problemas ambientales, este es el primer paso
para concientizarnos de su importancia, reclamar y participar en acciones para la protección y
recuperación de la naturaleza.
Es un desafío demasiado grande para todos pero es vital ser parte del cambio, podemos asumir
actitudes tanto individuales como colectivas en defensa del ambiente, buscando soluciones que
impidan su degradación, replanteando la idea de desarrollo sostenible y desarrollándola, es tiempo
de abrir los ojos ante esta gran problemática que afecta gravemente la salud del planeta.

Por ultimo como problemas de la primera evidencia se encuentra “la crisis de desarrollo”, la idea
de desarrollo tuvo sus inicios en la década de la posguerra. Morín nos presenta “un mundo llamado
desarrollado dividido en dos: uno capitalista y el otro socialista” (página 78). Ambos sistemas a lo
largo del tiempo han tenido fracasos y desacuerdos. La crisis comunista hizo que fracasara el
modelo socialista y esto a su vez provoco la crisis mundial del desarrollo, el problema cultural y
ecológico.

El desarrollo tiene dos aspectos, por una parte se cree que las sociedades que se vuelven
industriales logran el bienestar y se reducen sus desigualdades, por otro lado el desarrollo es
entendido solo como crecimiento material y económico. Estas concepciones “ignoran los
problemas humanos de la identidad, de la comunidad, de la solidaridad y de la cultura. Por tanto, la
noción de desarrollo se encuentra gravemente subdesarrollada”. (Página 88)

Morín también expresa que tras treinta años consagrados a la actual concepción del desarrollo se
han agravado las desigualdades, el 25 % de la población del globo que vive en los países ricos
consume el 75 % de la energía, Las grandes potencias conservan el monopolio de la alta
tecnología. Al mismo tiempo el subdesarrollo afecta a un importante número de países del mundo.
Estos son denominados países del Tercer Mundo los cuales siguen sufriendo la explotación
económica, pero sufren también la ceguera, el pensamiento de corto alcance y del subdesarrollo
moral e intelectual.

La idea de desarrollo conduce a la destrucción de las culturas rurales tradicionales y milenarias, ya

que se ignoran sus grandes virtudes y riquezas y solo se ven como un montón de supersticiones e
ideas falsas. La desintegración de estas culturas tuvo sus inicios desde tiempos históricos y fue
continuada por la colonización. Según el autor el mundo de las culturas indígenas reducido hoy a
300 millones de personas, está condenado a muerte ya que se presencia como el progreso hace
que se vayan perdiendo a medida que pasa el tiempo y toma como ejemplo la medicina, que trae
higiene y curación, pero hace perder los remedios y prácticas de curanderos o brujos; la
alfabetización que aporta la cultura escrita, pero destruye las culturas orales portadoras de
conocimientos y sabidurías milenarias.
Finalmente Morín se pregunta a dónde nos lleva el desarrollo mundial, si unos van hacia el
desastre o si salen del subdesarrollo, si vamos hacia un cataclismo generalizado o si por el
contario tomamos el camino del cambio y nos concientizamos precisamente de esta agonía.

Como conclusión a los problemas tratados nos damos cuenta que el mundo se encamina a una
crisis más aguda en cuanto a lo económico y ambiental si los seres humanos no construimos una
conciencia global al respecto, esta agonía planetaria como lo presenta el autor nos demuestra un
decaimiento en valores y cultura por parte de los seres humanos que habitamos el planeta, en
donde a costa de llegar a tener un llamado desarrollo o progreso, se evidencia tener un concepto
ciego sobre cuáles son los verdaderos problemas que se deben solucionar, como es el tema
medioambiental, la explotación excesiva de los recursos naturales, la equidad social, la
sobrepoblación, el rescate de valores e identidad humana, las hambrunas, la división de los
estados-nación, el desprecio por las culturas indígenas y ancestrales, el crecimiento desmedido de
los monstruos urbanos, el consumismo degradante, la ceguera de la tecno-ciencia y muchos otros
problemas, los cuales no se podrán solucionar o conducir hacia un futuro mejor si no se los toman
como prioridades.

Es decir, en palabras de Morín y Kern: "salvar a la humanidad del peligro a partir de la conciencia
misma del peligro". Una salvación que depende no solo de una toma de conciencia, sino que debe
de estar acompañada de acciones y de un cambio sustancial.

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