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Verdad y método
II
CUARTA EDICI Ó N
t
——
.
G Pastor, Sociolog ía de b familia ( Η 44) Ediciones S í gueme - Salamanca 2000
H Beigson, Ensayo sobre ¡os daros inmediatos de la conciencia ( H 45 )
dI
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Pero esa frase solemos oírla lamban en otro tono; el de Nietzsche habra que indagar los or
ígenes de esa ciencia occidental , es decir , su
cuando declara que es la ú nica frase valiosa del Nuevo Testamento. procedencia griega. La ciencia griega es una novedad frente a iodo lo
En ese sentido la frase de Pilaio comporta un dess ío escé ptico respecto que sab ían ames los hombres y cultivaban como saber . Al elaborar
.
a! «fan á tico » . No en var o !a Tecoge N 'ClZSChc; tambié n su crítica al esta ciencia , los griegos segregaron el occidente del oriente y !e mar -
cristiano de su tiempo es la critica de un psicó logo al fan á tico . caros su propio camino. Fue un af á n de saber , de conocimiento, de
Nietzsche extremó este escepticismo en un escepticismo f íente a explotación de lo ignoto, raro y extraño y un singular escepticismo
.
la ciencia I » ciencia coincide , en efecto , con el fan á tico en ser tan hacia lo que se narra y se da por verdadero , lo que los impulsó a crear
intolerante como el porque exige y da siempre demostraciones . Nadie la ciencia Valga como ejemplo una escena homé rica: preguntan a
es tan intolerante como aquel que pretende demostrar que lo que dice Tclcmaco quié n es, y el responde: «Mi madre se llama Pené lopc pero.
ha de ser la verdad La ciencia es intolerante , seg ú n Nietesche porque nadie podrá saber nunca con certeza qui é n es mi padre. La gente dice
es un s í ntoma de debilidad , un producto tard ío de la vida , uu alejan que es Ulises*. Este escepticismo extremo revela el talento especial
.
dnrúseno , un legado de esa decadencia que Sócrates , ei inventor de la
dial éctica, trajo a un mur do en el que no exist í a aú n la «incidencia
de la demostraci ón » , sino que una soberana autocerteza se limitaba a
iicl hombre griego para convertir en ciencia su sed espontánea de
conocimiento y su ansia de verdad
Por eso fue muy esciarecedor que Heidegger , en nuestra genera-
se ñ alar y decir, sin demostraci ón alguna . ción , recomerá al termino con que los griegos designaron la verdad .
Este esceptí cismo psicológico frente a la afirmaci ón de la verdad No fue Heidegger el primero en averiguar que aletheia significa pro-
no afecta a la ciencia misma . Nadie seguir á a Nietzsche en este punto piamente desocultación. Pero é l nos ha ensebado lo que significa para
Pero hay tambié n una duda sobre la ciencia que no& ofrece , detrás de la concepción del ser que la verdad tenga que ser arrebatada del estado
la frase «¿qu é es la verdad ?» , como un tercer estrato. ¿ Es cierto que
la ciencia es realmente , como pretende , la ultima instancia y el ú nico
de ocultación y encubrimiento Ocultación y encubrimiento son co
.
rrelativos Las cosas se mantienen ocultas por naturaleza; «la natu-
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Soporte de la verdad ? raleza tiende a ocultarse» , parece que dijo Hcrá clito. Igualmente , el
Debemos a la ciencia la liberaci ón de muchos prejuicios y Ja des
trucció n de muchas quimeras Es pretcnsi ón de la ciencia cuestionar
- .
encubrimiento es propio de la acción y del lenguaje humano Porque
el lenguaje humano no expresa solo la verdad , sino la ticción , la
los prejuicios y conocer así ta realidad mejor que hasta ahora . Pero a mentira y el enga ño. Hay , pues , una relaci ó n originaria entre el ser
medida que los mé todos de la ciencia se extienden a todo lo existente verdadero y el discurso verdadero . La desocultación del ente se produce
resulta mas dudoso que los presupuestos de la ciencia permitan plantear en la sinceridad del lenguaje .
¡a cuestión de la verdad en todo su alcance . Nos preguntemos con LJ modo de discurso que realiza con mayor pureza esta relaci ón
inquietud si no hay que achacar a los mé todos de la ciencia la existencia es la ense ñ anza . Debemos hacer constar que para nosotros la expe-
de tantas cuestiones que demandan una respuesta que aquélla reh úsa
dar. La ciencia se niega a dar la respuesta desacreditando ¡a pregunta ,
es decir, tach á ndola de absurda . Porque sólo tiene .sentido para ella
lo que se ajusta a su método de hallazgo y examen de la verdad . Este
malestar ante la pretcnsi ón de la ciencia se da sobre todo en materia
de religi ón, filosof ía > cosmovisión . Ellas son las instancias a las que
riencia singular y primaria del discurso no es el ense ñ ar sino esa
experiencia que la filosof ía griega tradujo primero en conceptos y L
ciencia movilizó con todas sus posibilidades. Es frecuente traducir el
discurso o habla, logos, por razón , y ello es legítimo en cuanto que
los gnegos vieron pronto que son las cosas mismas en su intebgibilidad
lo que el discurso encierra y guarda primariamente . Es la razón misma
·
apelan los escé pticos de la ciencia para marcar los limites de la es -
peciali / acion cient í fica y de la i uves ligación metodol ógica ante las
de las cosas la ( pie se representa y comunica en un rnodo específico
de discurso . Este modo se llama enunciado, proposición o juicio La
cuestiones decisivas de la vida palabra griega que lo designa es apophansis, La l ógica postenar lo
Despu és de examinar ia pregunta de Pí lalo en sus tres estratos,
queda claro que el ultimo estrato , que viene a cuestionar la relación
intema entre verdad y ciencia , es el más importante para nosotros ,
·
llamé juicio EJ juicio se caracteriza frente a todos los otros modos
de discurso por la pretcnsión de ser verdadero, de revelar un ente tal
como es. Se da el mandato, la sú plica, la imprecación , se da el fe -
Conviene, pues, analizar en primer lugar el hecho de que la vendad nó meno tan enigmá tico de la interrogaci ón , sobre el que volveremos ,
haya establecido una conexión tan estrecha con la ciencia. se dan innumerables formas de discurso , y todas ellas contienen algo
Es evidente que la ciencia confiere su peculiaridad y su unidad a de verdad: pero no se definen exclusivamente por la pretensión de
ia civilización occidental . Pero si se quiere comprender este hecho mostrar el ente como es.
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I
—
verdad ( ventas ) supone la venficabilidad en una u otra forma , el
—
mente una restricción en las pretensiones de alcanzar [ 3 verdad . Si la
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No es f ácil responder a esta pregunta. Hay una comente nada desconfianza hacia un determinado tipo de trabajos cient íficos que
desdeñ able en la filosof ía actual que encuentra una respuesta clara . muestran demasiado a Jas claras , delante , detr ás y sobre iodo debajo
Estima que todo el secreto y la tarea de la filosof ía consiste en formar ten las notas) , el método con el que están hechos . ¿ Buscan esos trabajos
el enunciado con la exactitud necesana para que pueda expresar un í- algo nuevo ? ¿llegan realmente al conocimiento de algo? ¿o imitan tan
vocamente el contenido . La filosof ía debe elaborar un sistema de signos perfectamente el m étodo de conocimiento y sus formas externas que
que no dependa de la polivalencia metafórica del lenguaje natural ni producen la impresión de un trabajo cient ífico? Hemos de reconocer
- .-
del pluriling ü ismo de las naciones modernas , sino que alcance la uni que los resultados más importantes y fecundos alcanzados en las cien
vocidad y precisió n de la matem ática . La l ógica matem ática ser ía la cias del espíritu quedan muy al margen del ideal de verifieabihdad
v ía de soluci ón pata todos los problemas que la ciencia ha dejado Y esto resulta significativo a nivel filosófico . No es que el investigador
trnsta ahora en manos de la filosof ía Esta corriente que de la patria no original se haga pasar por competente con ánimo de impostura y
del nominalismo pasa al mundo entero representa un resurgir de las ? que , a la inversa , el investigador fecundo tenga que destruir en una
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ideas de! siglo XVlll Le cierto es que esta comente tropieza , como protesta revolucionaria todo lo que antes era vá lido en la ciencia. Lo
filosof ía, con una dificultad lógica , y se va percatando de ello pau - que hay aqu í es una relación segú n la cual aquello que posibilita la
latinamente . Se ha demostrado que la introducci ón de sistemas de ciencia puede impedir también la fecundidad del conocimiento cien -
signos convencionales nunca se puede efectuar mediante el sistema t ífico . Se trata de una relació n de principio entre verdad y no verdad.
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elegido en esas convenciones y que en consecuencia , la introducción • Esta relaci ón aparece en d hecho de que la mera presentación ele
Je un lenguaje artificial presupone ya otro lenguaje en el que se habla. lo que está delante es sin duda verdadera , es decir , lo manifiesta como
Se trata del problema del roetalenguaje , que tiene aqu í su lugaj de es; pero perfila a la vez lo que se puede preguntar con sentido y se
discusión . Pero detrá s de eso hay algo más El lenguaje que hablamos .
puede poner de manifiesto en tu turns actos cognití vos No es posible
y en el que vivimos ocupa un puesto privilegiado. Es a la vez el avanzar en el conocimiento sin dejar a trasmano una posible verdad.
presupuesto para cualquier an álisis lógico posterior Y no como mera No se trata de una relaci ó n cuantitativa en el sentido de que sólo
suma de enunciados, ya que c( enunciado que pretenda expresar la .
podemos certificar una parte de nuestro saber No es sólo que siempre
verdad debe .satisfacer unas condiciones muy diferentes a las del an á
lisis lógico. Su pretcnsi ón desocultadora no consiste sólo en hacer
- encubramos y olvidemos la verdad al tiempo que la conocemos , sino
que chocamos forzosamente con los l í mites de nuestra situación her-
constar la presencia de lo presente. No basta con proponer en el .
menéutica cuando buscamos la verdad Pero eso significa que no
.
enunciado lo que esta delante. Porque el problema es justamente saber • podemos conocer muchas cosas que son verdaderas porque DOS limitan
los prejuicios sin saberlo La « moda» se da tambié n en la praxis del
si todo est á delante de forma que se pueda proponer en el discurso,
y si al contemplar sólo lo que se puede proponer no se relega el trabajo científico.
reconocimiento de aquello que sin embargo es y se percibe . Nadie ignora el enorme poder y la capacidad impositiva de la moda
Yo creo que las ciencias del espí ritu dan un testimonio muy elo
cuente de este problema . Tambi én en ellas hay elementos que cabe
- Pero esta palabra resulta tremendamente funesta en ciencia. Por su-
puesto que intentamos estar por encima de las exigencias de la moda;
subsumir en el concepto metodológico de ]a ciencia moderna. Todos pero la cuestión es saber si no es inevitable la existencia de la moda
hemos tic. aspirar como ideal a la verificabtlidad de todos los cono- incluso en la ciencia; si nuestro modo de conocer la verdad no implica
cimientos dentro de lo posible . Pero hemos de reconocer que este ideal necesariamente que cada paso hacia adelante nos aleje m ás de los
se alcanza muy pocas veces y que los investigadores que aspiran a presupuestos iniciales, los sumerja en la oscuridad de lo obvio e incluso
alcanzar este ideal con la mayor precisión no suelen decimos las cosas dificulte enormemente rebasar estos presupuestos , ensayar otros y ob -
realmente importantes . Sucede así que hay algo en las ciencias del tener así conocimienios realmente nuevos. Se da una especie dé bu
rocrati ¿ación , no sólo de la vida sino de las ciencias mismas. Cabe
-
espíritu que no es pensablc de igual modo en las ciencias naturales: a
veces el investigador puede aprender más del Jibro de un aficionado preguntar si ello pertenece a la naturaleza de la ciencia o es una
que de los libros de ottos investigadores. Esto ocurre obviamente en enfermedad cultural de la misma , similar a otros fenómenos patoló -
casos excepcionales; pero su existencia muestra que se da aqu í una gicos conocidos en oir ás esferas , cuando admiramos , por ejemplo, los
relaci ón entre conocimiento de la verdad y cnuncí abilidad que no es bloques gigantescos de nuestros edificios administrativ06 y de orga-
evaluable con la verificabilidad de los enunciados Eso lo conocemos nizaciones de seguros. Quizá se deba esto a la esencia misma de la
tan bien por las ciencias del espíritu, que abrigamos una fundada verdad , como pensaron los griegos, y también a la naturaleza de
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nuestras posibilidades de conocimiento creadas por la propia ciencia inmersos . Toda pregunta tiene su motivación Tampoco es posible dar
griega La ciencia moderna se limitó, como hemos visto, a radicalizar plenamente con su sentido'. Si antes me refería a los problemas de
*
los presupuestos de la ciencia gnega . La investigación íenomenoiógica alejandnnismo que amenazan a nuestra cultura cient ífica en tanto que
guiada en Alemania , dentro de nuestra generació n , por Husserl y esta oscurece la originanedad del preguntar, las ra íces se encuentran
Heidegger ha intentado abordarlos preguntando cuales son la* con- aqu í . Lo decisivo , el n úcleo del investigador cient ífico , consiste en
diciones de la verdad enunciando que van mas allá de lo l ógico. Yo i ver las preguntas. Peto ver las preguntas es poder abrir lo que domina
creo que la respuesta puede ser, en principio: no puede haber un todo nuestro pensar y conocer como una capa cerrada > opaca de
enunciado que sea dei todo verdadero. prejuicios asimilados. Lo que constituye al investigador como tal es
Esta tesis es conocida como el punto inicial de la autoconstruc - la capacidad de apertura para ver nuevas preguntas y posibilitar nuevas
.
ci ón hegeliana de la razón mediante la dial éctica «La forma de propo- respuestas . Un enunciado encuentra su horizonte de sentido en la
sición no es adecuada para formular verdades especulativas » . Porque i situación interrogativa , de la que procede.
la verdad es el todo , Pero esta crítica del enunciado y de la proposi
ción que hace Hcgcl se refiere a su vez a un ideal de enunciación
- Si yo utilizo en este contexto el concepto de «situación» es para
sugerir que la pregunta cient ífica y el enunciado científico son un caso
total la totalidad deí proceso dialéctico que se hace consciente en el especia! de una circunstancia mucho más general que se contempla en
saber absoluto . Un ideal que viene a radicalizar una vez más el plan
teamiento giiego. Id limite puesto a la lógica del enunciado desde ella
- el concepto de situación. La situación y la verdad aparecen ya estre
chamente relacionadas en el pragmatismo americano. Este ve como
-
I
misma no se puede definir realmente en Hegel, y es preciso recurrir nota distintiva de la verdad el saber afrontar una situación . La fecun-
a las ciencias de la experiencia histórica , que se imponen contra didad de un conocimiento se comprueba en su capacidad para despejar
.
Hegel Por eso los trabajos de Dilthey dedicados a la experiencia del una situación problem á tica. Yo no creo que cl giro pragmático que
.
mundo histórico revisten mucha importancia en el nuevo enfoque de experimenta aqu í el tema sea suficiente Esto se adviene ya en que ei
Heidegger
_v . i pragmatismo relega simplemente todas las preguntas calificadas de
*
No hay ningú n enunciado qne se pueda entender ú nicamente por filosóficas o metaf ísicas porque lo importante es salir airoso de cada
el contenido que propone , si se quiere comprenderlo en su verdad . situación Es preciso , para progresar, tirar por la borda todo el lastre
Cada enunciado tiene su motivación. Cada enunciado tiene unos pre- dogmático de la tradición. Me parece que eso es una evasiva. El
supuestos que él no enuncia. Sólo quien medita tambi én sobre estos primado de la pregunta del que yo hablaba no es un primado prag
.
má tico Y la respuesta verdadera tampoco va ligada al criterio Je las
-
(«supuestos, puede sopesar realmente la verdad de un enunciado.
Ahora bien , mi tesis es que la ú ltima forma lógica de esa motivación consecuencias de ia acción. Pero el pragmatismo acierta al afirmar
de todo enunciado es ia pregunta. No es el juicio, sino la pregunta lo que se debe superar la relación foiinal en que est á la pregunta respecto
que tiene prioridad en la lógica, como confirman históricamente el al semido del enunciado Abordamos el fenómeno interhumano de í a
di álogo platónico y el origen dialéctico de la l ógica griega. Pero la pregunta en su plena concreci ón cuando dejamos de lado la relación
teórica entre pregunta y respuesta que constituye la ciencia y refle -
prioridad de la pregunta frente ai enunciado significa que éste es ·
esencialmente una respuesta . Nojhay ningú n enunciado que no .sea xionamos sobre situaciones específicas cu las que los seres humanes
fundamentalmente una especie de respuesta. Por ck> la comprensión ” se sienten llamados e interrogados y se preguntan a sí mismos. En -
tonces se ve que la naturaleza del enunciado experimenta una am -
de un enunciado tiene como ú nica norma suprema la comprensión de
la pregunta a la que responde. Esto, así formulado, suena a obviedad
pliació n No es sólo que el enunciado sea siempre respuesta y remita
a una pregunta , sino que la pregunta y la respuesta desempe ñan en su
y todos lo conocen por su experiencia vital . Si alguien hace una car ácter enunciativo com ú n una función hermené utica. Ambos son
afirmación que no se entiende , se intenta aclarar cómo ha llegado a ifiterpelacum . Este término no significa aqu í simplemente que siempre
ella . ¿Cu á l es la pregunta formulada a laque su enunciado da respuesta?
Y si se rrata de un enunciado que parece verdadero , hay que cotejarlo
se infiltra algo del entorno social en el contenido de nuestros enun
ciados. La observació n es correcta, pero no se tra ía de eso , sino de
-
cocí la pregunta a la que el enunciado pretende dar respuesta No
siempre será fácil encontrar la pregunta a la que un enunciado da |
que Sólo hay verdad en el enunciado en la medida que éste es inter
pelación El horizonte situacmnal que constituye la verdad de un enun
--
respuesta No es f ácil , sobre todo, porque una pregunta tampoco es ciado implica a la persona a la que se dice algo con el enunciado.
un primer elemento al que podamos trasladamos a voluntad . Toda
pregunta es a su vez respuesta. Tal es la dialé ctica en que nos hallamos 3 . ct. t 36
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La filosof ía de la existencia ha extra ído esta conclusión muy de
literariamente. Pienso en la filosof í a de la comunicación en Jaspers,
- 1 pero el propio filólogo podría reconocer que su labor, en realidad , es
algo más que eso . Si la antigüedad no se hubiera convenido en cl ásica ,
scgií n la cual la dimensión necesitante de ’ a ciencia acaba all í donde es decu. ejemplar para el decir, el pensar y el poetizar , no existiría
se tocan las auténticas cuestiones de la existencia humana: finitud , la filolog ía clásica , Pero eso es aplicable a cualquier otra filología: lo
historicidad , culpa , muerte; en suma , los «situaciones l í mite» , La eficiente en ella es la fascinación de lo otro , lo extraño o lo lejano
comunicaci ón no es ya aqu í transmisión de conocimientos mediante que se nos descubre . La autentica filolog ía no es mera historia, porque
pruebas categóricas * sino el tiaio de una existencia con otra. El que la propia historia t\, <*n realidad una ratio phiiosophandi , un camino
habla es a su ve? interpelado y contesta como un yo ul tú poique
, ¿ _
p¿r á conocer la verdad . El que rea]iza c,iludios .históricos dopende (Je
tambié n el es un t ú para el ai . A mí no roe parece suficiente acu ñ ar la experiencia, que | i jffs.rna.pi>SM de.la historia. Por eso la historia
trente al concepto de verdad cient ífica , que es anónimo , general y
necesitante, el concepto contrapuesto de verdad existencia! Este nexo
.
de be escribirse siempre
, de nqevo. va.í juc el. presentemos define. No
se trara en ella de reconstruir , de simultanear lo pasado . El verdadero
de la verdad a una posible existencia , que Jaspers subraya , entrañ a un enigma y problema de Uj comprensión es que lo as í simultaneado era
problema filosófico general. vaTcoetáneo nosotros como aígo qué pretende ser verdad. Lo que
Sólo la pregunta de Heidegger por la esencia de la verdad trans-
cendi ó realmente el ámbito de la subjetividad . Su pensamiento hizo
^
parec í a mera reconstrucción de un sentido pasado se funde con lo que
nos atrae directamente como verdad Creo que uno de los ajustes
el recorrido desde el «ú til», pasando por la «obra » , hasta la « cosa » , capitales que debemos hacer a nuestra idea de la conciencia histórica
un recorrido que deja muy atrás la cuestión de la ciencia , incluso de es dejar patente de ese modo la simultaneidad como un problema
—
las ciencias históricas. Es hora de no olvidar que la historicidad del eminentemente dialéctico. El conocimiento histórico no es nunca una
ser sigue presente cuando el «ser-ahi » se conoce a sí mismo y se
comporta históricamente como ciencia. La hermenéutica de las cien -
.
mera aclugUzariim Pero tampoco la .comprensión camera -
re¿ops
hrucc íó n de una estructura 4c.áSWldo ^ interpretación consciente de una
cias hist óricas , que se desarrolló en el romanticismo y en la escuela
histórica desde SchJeiermacher a Dilthey, pasa a ser una tarea total-
producción inconsciente . La comprensión recí proca significa enten -
derse sobre algo . Comprender el pusado significa percibirlo en aquello
mente nueva cuando , siguiendo a Heidegger , avanza más allá de la que quiere decirnos como vá lido. El primado de la pregunta frente al
problem á tica de la subjetividad . El ú nico precursor en este terreno fue enunciado significa para la hermené utica que cada pregunta que se
Hans Lipps. cuya lógica hermené utica 4 , sui ofrecer una verdadera ..
hermenéutica , destaca con é xito la inexorabilidad del lenguaje frente
a su nivelación l ógica .
Por eso, como queca dicho, la tesis de que lodo enunciado tiene
comprende vuelve a pregiintafa su vez. La fusión del presente con eL -
su Ixirizonte situacional y su funció n interpelahva es sólo la base para Sí yo hago uso del concepto de simultaneidad es para posibilitar
la conclusión ulterior de que la historicidad de todos los enunciados un modo de aplicación de este concepto que resulta obvio desde Kier -
.
radica en la finitud fundamental de nuestro ser Que un enunciado es kegaard Este caracterizó la verdad de la predicación cristiana como
algo más que la simple actualizaci ón de un fenó meno present é significa « simultaneidad » . La verdadera misió n del cristiano consiste en salvar
ante todo que pertenece ál conjunto de una existencia histó rica y es
’
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se nos presentan con una realidad comú n cuando hablamos de ellas .
El modo de ser de una cosa se nos revela hablando de ella . Lo que
—
queremos expresar con la verdad apertura » desocupaci ón de las
cosas posee , pues , su propia temporalidad e historicidad . Lo que
averiguamos con asombro cuando buscamos la verdad es que no po-
demos decir la verdad sin interpelación , sin respuesta y por tanto sin
el elemento com ú n del consenso obtenido . Pero lo má s asombroso en
la esencia del lenguaje y de la conversaci ó n es que yo mismo tampoco
estoy ligado a lo que pienso cuando hablo con otros sobre algo , que
ninguno de nosotros abarca toda la verdad en su pensamiento y que ,
sin embargo, la verdad entera puede envolvemos a unos y otros en / ,
nuestro pensamiento individual . Unajbenneneylka ii ústada a nuestra
^
existencia histórica tendr ía la tarea de elaborar las relaciones de sentido *
entre lenguaje y conversació n que se producen por encima de nosotros .
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