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La ontología (del griego antiguo ὄν — genitivo ὄντος —, 'ente'; y

λόγος 'ciencia, estudio, teoría') es una rama de la metafísica que


estudia lo que hay, así como las relaciones entre los entes (por
ejemplo, la relación entre un universal — como el rojo — y un
particular que lo "tiene" — como esta manzana —), o la relación
entre un acto (como el que Sócrates bebiera la cicuta) y sus
participantes (Sócrates y la cicuta).1

Algunas preguntas ontológicas son: ¿qué es la materia?, ¿qué es un


proceso?, ¿qué es el espacio-tiempo?, ¿hay propiedades
emergentes?, ¿se ajustan todos los eventos a alguna(s) ley(es)?,
¿hay especies naturales?, ¿qué hace real a un objeto?, ¿hay causas
finales?, ¿es real el azar?2. Muchas preguntas tradicionales de la
filosofía pueden entenderse como preguntas ontológicas:1 ¿Dios
existe?, ¿existen entidades mentales, como ideas y pensamientos?,
¿existen entidades abstractas, como los números?, ¿existen los
universales?
La epistemología se ocupa de problemas tales como las
circunstancias históricas, psicológicas y sociológicas que llevan a la
obtención del conocimiento, y los criterios por los cuales se lo
justifica o invalida, así como la definición clara y precisa de los
conceptos epistémicos más usuales, tales como verdad,
objetividad, realidad o justificación. La epistemología encuentra ya
sus primeras formas en la Antigua Grecia, inicialmente en filósofos
como Parménides o Platón.

En Grecia, el tipo de conocimiento llamado episteme se oponía al


conocimiento denominado doxa. La doxa era el conocimiento
vulgar u ordinario del ser humano, no sometido a una rigurosa
reflexión crítica. La episteme era el conocimiento reflexivo
elaborado con rigor. De ahí que el término «epistemología» se haya
utilizado con frecuencia como equivalente a «ciencia o teoría del
conocimiento».

La ética, o filosofía moral, es la rama de la filosofía que estudia la


conducta humana,12 lo correcto y lo incorrecto,34 lo bueno y lo
malo,4 la moral,5 el buen vivir,6 la virtud, la felicidad y el deber. La
ética contemporánea se suele dividir en tres ramas o niveles: la
metaética estudia el origen, naturaleza y significado de los
conceptos éticos, la ética normativa busca normas o estándares
para regular la conducta humana, y la ética aplicada examina
controversias éticas específicas.78

Ética y moral son conceptos muy relacionados que a veces se usan


como sinónimos, pero tradicionalmente se diferencian en que la
ética es la disciplina académica que estudia la moral.5 La ética no
inventa los problemas morales, sino que reflexiona sobre ellos.9 Las
acciones relevantes para la ética son las acciones morales, que son
aquellas realizadas de manera libre, ya sean privadas,
interpersonales o políticas.10 La ética no se limita a observar y
describir esas acciones, sino que busca determinar si son buenas o
malas, emitir juicio sobre ellas y así ayudar a encauzar la conducta
humana.[cita requerida]
La estética (del griego αἰσθητική [aisthetikê], ‘sensación’,
‘percepción’, y este de[aísthesis], ‘sensación’, ‘sensibilidad’, e -ικά [-
icá], ‘relativo a’) es la rama de la filosofía que estudia la esencia y la
percepción de la belleza.12
Algunos autores definen a la estética de manera más amplia como
el estudio de las experiencias estéticas y los juicios estéticos en
general, y no solo los relativos a la belleza.3 Cuando juzgamos que
algo es bello, feo, sublime o elegante (por dar algunos ejemplos),
estamos haciendo juicios estéticos, que a su vez expresan
experiencias estéticas.3 La estética es el dominio de la filosofía,
estudiando el arte y cualidades como la belleza; así mismo es el
estudio de estas experiencias y juicios que suceden día a día en las
actividades que realizamos, produciendo sensaciones y emociones
ya sean positivas o negativas en nuestra persona. La estética busca
el porqué de algunas cuestiones, por ejemplo, por qué algún
objeto, pintura o escultura no resulta atractivo para los
espectadores; por lo tanto el arte lleva relación a la estética ya que
busca generar sensaciones a través de una expresión.

En otra acepción, la estética es el estudio de la percepción en


general, sea sensorial o entendida de manera más amplia. Estos
campos de investigación pueden coincidir, aunque no
necesariamente es lo mismo.

La estética estudia las más amplias y vastas historias del


conocimiento isabelino, así como las diferentes formas del arte. La
estética, así definida, es el campo de la filosofía que estudia el arte
y sus cualidades, tales como la belleza, lo eminente, lo feo o la
disonancia. Es la rama de la filosofía que estudia el origen del
sentimiento puro y su manifestación, que es el arte, se puede decir
que es la ciencia cuyo objeto primordial es la reflexión sobre los
problemas del arte la estética analiza filosóficamente los valores
que en ella están contenidos.

Desde que en 1750 (en su primera edición) y 1758 (segunda edición


publicada) Alexander Gottlieb Baumgarten usara la palabra
«estética» como ‘ciencia de lo bello, misma a la que se agrega un
estudio de la esencia del arte, de las relaciones de ésta con la
belleza y los demás valores’. Algunos autores han pretendido
sustituirla por otra denominación: «calología», que atendiendo a su
etimología significa ciencia de lo bello (kalos, ‘bello’).

Si la estética es la reflexión filosófica sobre el arte, uno de sus


problemas será el valor que se contiene en el arte; y aunque un
variado número de ciencias puedan ocuparse de la obra de arte,
sólo la estética analiza filosóficamente los valores que en ella están
contenidos.

Por otro lado, filósofos como Mario Bunge consideran que la


estética no es una disciplina.4 Además Elena Oliveras, formada
tanto en el campo filosófico como en el artístico, define el concepto
de estética como la marca de Modernidad de su momento de la
historia donde se realiza su nacimiento, donde se inaugura el
principio de subjetividad.

El estudio de la ética se remonta a los orígenes mismos de la


filosofía en la Antigua Grecia, y su desarrollo histórico ha sido
amplio y variado. A lo largo de la historia ha habido diversas
maneras de entender la ética y distintas propuestas morales
orientadoras de la vida humana.
Axiología (del griego άξιος 'valioso' y λόγος 'tratado'), o filosofía de
los valores, es la rama de la filosofía que estudia la naturaleza de
los valores y juicios valorativos.1

El término fue empleado por primera vez por Paul Lapie 2 en 1902 y
posteriormente por Eduard von Hartmann en 1908.
La reflexión explícita acerca de los valores, sin embargo, es anterior
a la noción de axiología y puede remontarse a David Hume, quien
se preocupa principalmente por los valores morales y estéticos y
elabora una teoría anti-metafísica y nominalista de los valores. Con
todo, la teoría de Hume define los valores como principios de los
juicios morales y estéticos, visión que será criticada por Friedrich
Nietzsche y su concepción genealógica de los valores, según la cual
no solo los juicios estéticos y morales dependen de valores, sino
que hasta las verdades científicas y las observaciones cotidianas
responden a ciertos valores y formas de valorar (Irracionalismo
Voluntarista, cercano a Arthur Schopenhauer, y contrario a la
Ilustración promovida por Immanuel Kant).

Antes de ellos, en orden de importancia estaría la filosofía de Kant,


que ubicaría la posibilidad de una Ética en el fundamento del Sujeto
y de la Razón Sustancial (y no en la mera racionalidad instrumental
del cálculo al estilo del utilitarismo de Jeremy Bentham). Para Kant
solo puede haber ética si hay Libertad, condición de la necesaria
Autonomía, frente a la Heteronomía impuesta.
Así para Kant, -en contra del conservador Hume-, el Mundo de la
Necesidad es el Mundo de la Física, o sea el Mundo de la Mecánica
de Newton (Kant fue físico antes que profesor de filosofía). Kant,
lector crítico de Hume, rescata la Física de Newton, pero elabora
una Teoría del Sujeto como Fundamento último de su sistema
filosófico ("Gründ", en alemán), idea desarrollada luego por G.
Fichte y posteriormente por G.F.W. Hegel. Para efectos de una
Ética, no es su amada Física de Newton la que necesita Kant acá,
sino de las Ideas Reguladoras de una Razón (Sustancial), que usa al
Entendimiento (categorías de la razón instrumental para construir
conocimiento científico) y a la Sensibilidad (lo empírico, la
expereriencia sensible). Así Kant reconcilia a la Razón científica y
filosófica con la posibilidad de Emancipación práctica (política y
ética). Los grandes valores en Kant, ya no estarán fosilizados en la
vieja Metafísica, de inspiración religiosa, sino en la Ilustración y sus
valores emancipatorios y racionales, y serían parte del Mundo de la
Razón y sus Ideas Reguladoras.

Por otro lado y desde una matriz discursiva diferente, Marx desde
la Crítica a la Economía Política desarrolla una crítica al valor, que
va más allá de la crítica a la usual mistificación entre valor de uso y
valor de cambio. Marx desarrolla así una crítica al concepto
económico de valor para fundamentar en buena medida sus críticas
y análisis socio-económicos. Ciertamente el precio no es el valor,
pero la lectura de esta crítica social no es religiosa ni moralista, ni
metafísica, sino con pretensiones científico-sociales. Desde luego,
la crítica marxista aunque parte de elementos filosóficos, va más
allá de ellos, porque se ubica desde los elementos socio-históricos
que la permiten. Marx y luego el marxismo (en sus diferentes
desarrollos discursivos), propone(n) una teoría y una praxis, que
parte de su teoría de la historia (usualmente conocida como
Materialismo Histórico, en sus diferentes variantes), así como
desde su concepción sociológica que parte de una moderna teoría
de la "lucha de clases", para explicar las diferentes hegemonías y
formas de dominación, en las diferentes formaciones históricas
concretas y en los más generales modos de producción. (Por
ejemplo: el Modo de Producción Esclavista, el Modo de Producción
Feudal, el Modo de producción Asiático, el Modo de Producción
Despótico-Tributario, Modo de Producción Capitalista, Modo de
Burocrático, Modo de Producción Socialista, etc. El aporte
discursivo fundamental de Marx fue su crítica al fenómeno
moderno de la alienación de las grandes mayorías de la población
mundial bajo el sistema-mundo capitalista. Así plantea el
"fetichismo de la mercancía", por medio del cual la "forma-
mercancía" permea toda la cotidianidad principal humana.

Con anterioridad y desde que hubo un excedente económico


humano, hay relaciones mercantiles. Pero es con el capitalismo
como modo hegemónico de producción , y sobre todo con el
capitalismo industrial, y desde luego con el actual capitalismo
financiero, que las relaciones humanas de forma generalizada, se
ven condicionadas por la forma-mercancía. Esto quiere decir, que la
gran mayoría de los valores sociales vigentes tienen un origen
mercantilista. Así, el ser humano, cuyo trabajo es el origen social de
toda riqueza, se escinde de esta genealogía, de esta génesis social,
y termina valiendo menos, que su producción, que es la mercancía.
Estas operaciones culturales colectivas, a veces se hacen muy
sutilmente y aprovechando elementos inconscientes colectivos
(revisar a Freud y los aportes del Psicoanálisis acá), pues el ser
humano está abocado a la reproducción de su vida inmediata,
mediante su trabajo alienado, por lo tanto, no puede conocer el
origen estructural de su alienación colectiva. Así, la solución no
sería solo ética y discursiva, sino teórica y práctica política, para que
pueda transformar su actual condición social alienada.)
La lógica es la ciencia formal y rama tanto de la filosofía como de
las matemáticas que estudia los principios de la demostración y la
inferencia válida,1 las falacias, las paradojas y la noción de verdad.2

La lógica matemática es la rama más matemática de la lógica, que


estudia la inferencia mediante sistemas formales como la lógica
proposicional, la lógica de primer orden y la lógica modal. La lógica
computacional es la aplicación de la lógica matemática a las
ciencias de la computación. La lógica filosófica utiliza los métodos y
resultados de la lógica moderna para el estudio de problemas
filosóficos.

Los orígenes de la lógica se remontan a la Edad Antigua, con brotes


independientes en China, India y Grecia. Desde entonces, la lógica
tradicionalmente se considera una rama de la filosofía, pero en el
siglo XX la lógica ha pasado a ser principalmente la lógica
matemática, y por lo tanto ahora también se considera parte de las
matemáticas, e incluso una ciencia formal independiente.
La filosofía de la religión es una rama de la filosofía que tiene por
objeto de estudio a la religión, la espiritualidad, como una
manifestación humana consciente y reflexiva sobre el sentido
trascendente de la existencia y el mundo,1 lo que incluye sus
argumentos sobre la naturaleza, la existencia de Dios, el problema
del mal, dando cuenta de su universalismo en tanto que ha
prevalecido considerablemente en la historia de las culturas
humanas, como también sobre la relación entre la religión y otros
sistemas de valores como la ciencia.2

Se advierte la distinción entre la filosofía de la religión y la filosofía


religiosa,3 dado que la última alude a un saber que se considera
inspirado y guiada por su Dios y su religión, como puede ser la
filosofía judía, filosofía cristiana, y la filosofía islámica.45

El término "Filosofía de la Religión" no dio comienzo general en


Occidente hasta el siglo XIX, cuando se empleó para referirse a la
articulación y crítica de la conciencia religiosa de la humanidad y
sus expresiones culturales en el pensamiento, el lenguaje, el
sentimiento y la práctica.6
La causalidad es la "relación que se establece entre causa y efecto.
Se puede hablar de esa relación entre acontecimientos, procesos,
regularidad de los fenómenos y la producción de algo".1

No existe una única definición comúnmente aceptada del término


"causa". En su acepción más amplia, se dice que algo es causa de un
efecto cuando el último depende del primero; o, en otras palabras,
la causa es aquello que hace que el efecto sea lo que es. Esto se
puede dar de muchos modos diversos y, por ello, no es extraño que
a un efecto correspondan multitud de causas.

Dos condiciones necesarias pero no suficientes para que A sea


causa de B son:
Que A preceda a B en el tiempo.
Que A y B estén relativamente próximos en el espacio y en el
tiempo.

La filosofía política es la rama de la filosofía que estudia cómo


debería ser la relación entre las personas y la sociedad,1 e incluye
cuestiones fundamentales acerca del gobierno, la política, las leyes,
la libertad, la igualdad, la justicia, la propiedad, los derechos, el
poder político, la aplicación de un código legal por una autoridad,
qué hace a un gobierno legítimo, qué derechos y libertades debe
proteger y por qué, qué forma debe adoptar y por qué, qué
obligaciones tienen los ciudadanos para con un gobierno legítimo
(si acaso alguna), y cuándo lo pueden derrocar legítimamente (si
alguna vez).23 Mientras la ciencia política investiga cómo fueron,
son y serán los fenómenos políticos, la filosofía política se encarga
de teorizar cómo deberían ser dichos fenómenos.14

En un sentido vernacular, el término «filosofía política» a menudo


refiere a una perspectiva general, o a una ética, creencia o actitud
específica, sobre la política que no necesariamente debe
pertenecer a la disciplina técnica de la filosofía.5 Charles Blattberg,
que define la política como «responder a los conflictos con el
diálogo», sugiere que las filosofías políticas ofrecen consideraciones
filosóficas de ese diálogo.6
La filosofía política tiene un campo de estudio amplio y se conecta
fácilmente con otras ramas y subdisciplinas de la filosofía, como la
filosofía del derecho y la filosofía de la economía.1 Se relaciona
fuertemente con la ética en que las preguntas acerca de qué tipo
de instituciones políticas son adecuadas para un grupo depende de
qué forma de vida se considere adecuada para ese grupo o para los
miembros de ese grupo.1 Las mejores instituciones serán aquellas
que promuevan esa forma de vida.1

En el plano metafísico, la principal controversia divisora de aguas es


acerca de si la entidad fundamental sobre la cual deben recaer los
derechos y las obligaciones es el individuo, o el grupo.1 El
individualismo considera que la entidad fundamental es el
individuo, y por lo tanto promueven el individualismo
metodológico.1 El comunitarismo enfatiza que el individuo es parte
de un grupo, y por lo tanto da prioridad al grupo como entidad
fundamental y como unidad de análisis.1

Los fundamentos de la filosofía política han variado a través de la


historia. Para los griegos la ciudad era el centro y fin de toda
actividad política. En la Edad Media toda actividad política se
centraba en las relaciones que debe mantener el ser humano con el
orden dado por Dios. A partir del Renacimiento la política adopta
un enfoque básicamente antropocéntrico. En el mundo moderno y
contemporáneo surgen y conviven muchos modelos, que van desde
los totalitarismos hasta los sistemas democráticos participativos
(entre los cuales existen muchas variantes).
Filosofía de la cultura
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La Filosofía De La Cultura es la rama de la filosofía que estudia
cómo afecta o beneficia la cultura al individuo, las condiciones
generales para que se dé una determinada transmisión cultural y el
marco teórico que permite el trabajo con la cultura como concepto.
Está relacionada con la filosofía de la historia, la historia de la
cultura y las ideas, la antropología y la psicología social.

Pensadores como Nietzsche, Montaigne o Giambattista Vico se han


ocupado de la filosofía de la cultura, analizando los rasgos
definitorios, la relación con la persona y el cambio a lo largo del
tiempo. Los estudios culturales contemporáneos son herederos de
este campo de estudio, y han ayudado a introducir términos como
el de interculturalidad, que se fija ya no en la relación entre un
único sujeto y su cultura sino entre diversos patrones culturales,
entendiendo que en un mundo globalizado ya no se suele tener una
sola cultura.

David Sobrevilla ha contribuido a la recepción de la Filosofía de la


Cultura en el idioma español.

La filosofía de la cultura, es la reflexión filosófica sobre los


elementos y la dinámica de los fenómenos culturales, la
fundamentación de los conceptos extraídos de los mismos y la
evaluación y la critica de dichos fenómenos desde una perspectiva
filosófica.*

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