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Por qué voy a votar Sí al plebiscito.

No me gusta la guerrilla, rechazo sus métodos. Sin embargo, reconozco que esta nació del
descontento y de la indignación de un grupo de campesinos que no tenía futuro. El Estado
los tenía (?) abandonados y no hacía presencia en sus tierras. Sin salud, sin vías de
infraestructura para sacar sus productos, sin educación, sin justicia… sin futuro. Y de ese
descontento nació la guerrilla. ¿Que hoy no es la que fue en sus orígenes? Sí, y por eso
rechazo sus métodos. Pero por otro lado y para equilibrar la balanza de errores, el Estado
debe reconocer que tiene responsabilidad por las condiciones de inequidad en que está un
altísimo porcentaje de los colombianos. Generaciones de familias políticas han mantenido
un status quo que favorece a los grupos económicos y sume en la pobreza (por falta de
equidad en las oportunidades) a millones de colombianos. También debe el Estado
reconocer los crímenes reiterados y sistemáticos de algunos sectores de las fuerzas
armadas de Colombia, tema que solo voy a mencionar y en el que no voy ahondar por
respeto a aquellos miembros de nuestras fuerzas armadas que han honrado la misión de
estas con comportamientos ceñidos a la ley y el honor militar.
Por otro lado, quiero recalcar que las condiciones de inequidad que en el pasado originaron
los movimientos revolucionarios aún persisten. El campesinado y el pueblo raso está
abandonado. ¿Qué porcentaje de colombianos gozamos de todo aquello que constituye
una vida digna? La percepción de insuficiencia de los ingresos para satisfacer las
necesidades del hogar, registró que, a nivel nacional, el 61,7% de los jefes de hogar
consideraron que sus ingresos sólo alcanzaban para cubrir los gastos mínimos en 2015.
(DANE, Encuesta nacional de calidad de vida -ecv- 2015). Es decir, ¡30.000.000 millones
de colombianos subsiste! Queriendo esto decir que no tienen posibilidad de salir de su
condición de pobreza porque carece de excedentes para el ahorro y el crecimiento
económico, ya que como se dice cotidianamente, viven el día a día.
Relacionado con lo anterior, en cuanto a desigualdad en la distribución de los ingresos,
Colombia ocupa el puesto 145 entre 160 países del mundo con un coeficiente Gini de 0,535.
De acuerdo con Naciones Unidas, un coeficiente de Gini superior a 0,40 es alarmante, ya
que esto indica una realidad de polarización entre ricos y pobres, siendo caldo de cultivo
para el antagonismo entre las distintas clases sociales pudiendo llevar a un descontento o
agitación social (Informe de desarrollo humano realizado por la ONU en 2005).
Creo que los cabecillas de la guerrilla, una vez reinsertados a la vida civil, no tendrán la
capacidad de tomarse el poder y convertirnos en una nueva Venezuela, pero sí tendrán la
capacidad de introducir cambios necesarios. También creo que con el espantoso ejemplo
visible nadie quiera repetir los errores del desastre Chavez - Maduro. El mundo cambió, el
proceso tiene verificación internacional y hay ejemplos más exitosos e inteligentes que
imitar como países de gobiernos socialistas en la península escandinava y Europa.
¿Que las cosas van a cambiar si la guerrilla hace política? Sí y creo que estos cambios son
necesarios para brindar al conjunto de los colombianos mayor equidad en las oportunidades
y mejor distribución de la riqueza. ¿Que los cambios nos van a costar? Sí, pero si ya
estamos pagando por la guerra, por qué no vamos a pagar por la paz. Estoy de acuerdo
con Antanas Mockus quien dijo en una columna reciente, “Que una transición como la que
estamos viviendo lleve a decisiones democráticas que cambien en algún grado a la
sociedad colombiana no nos debería dar miedo. Hemos pagado altos precios por la guerra,
debemos estar dispuestos a pagar un precio por la paz. Somos más fuertes y mejores de
lo que casi siempre hemos creído. Es tiempo de madurar. Tiempo de comprender. Tiempo
de dejar atrás los atajos de la violencia y la trampa”. Como plantea la líder de opinión
pereirana, Martha Alzate, el eventual triunfo del Sí en el plebiscito no implica la entrada
automática e inmediata de los acuerdos. Se requerirá la instrumentalización de los mismos,
y en esto participarán todas las fuerzas políticas del país, la derecha, el centro y la izquierda.
La guerrilla no estará sola en el poder.
Procesos exitosos de paz se han dado entre partes enfrentadas que se odiaban
irreconciliablemente y en donde ambas partes habían cometido crímenes (Mandela y de
Klerk en Suráfrica) y Mandela participó del poder inmediatamente. Y Mandela no fue
precisamente un ejemplo de no violencia. Él fue guerrillero y participó en ataques y asaltos
que hoy convenientemente no se quieren mencionar.
En resumen, quiero que haya cambios estructurales en Colombia para que alcanzar la
equidad en las oportunidades y una mejor distribución de la riqueza, creo que los acuerdos
cambiarán en algún grado nuestro país, acepto pagar un costo por la paz, acepto que la
guerrilla haga política, creo, como dijo el expresidente Gaviria, que la justicia transicional
debe ser para todos los actores del conflicto por igual: guerrilla, miembros de las fuerzas
armadas y empresarios. Quiero que los hijos de otros dejen de ir a la guerra, quiero que los
hijos de todos tengan educación, salud de calidad. Por eso voy a votar por el Sí.

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