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EXCELENCIA EN EL VALOR DE LA MUJER.

En el Talmud hebreo está escrito: Cuídate mucho de hacer llorar a una


mujer, pues Dios cuenta todas sus lágrimas. La mujer salió de la costilla
del hombre, no de los pies para ser pisoteada, ni de la cabeza para ser
superior, sino del lado para ser igual, debajo del brazo para ser protegida
y al lado del corazón para ser amada.
¿QUIÉN ES LA MUJER?
Un ser humano, creado por Dios, pura y preciosa, con un propósito, con
una personalidad femenina, con necesidades, con impulsos y deseos,
con la capacidad de ir más allá de ella misma, con cualidades
espirituales, con un valor incalculable.
¿QUÉ PIENSA EL MUNDO DE LA MUJER?
Rechazada y marginada por la sociedad. En algunas culturas, la mujer es
un objeto, ha sido marginada e impedida de ser ella.
Colocada en una posición inferior al hombre, su sierva, su esclava.
Criticada en la historia de muchos pueblos. El hombre judío oraba: Dios
te doy gracias que no nací gentil, ni esclavo, ni mujer.
Considerada superior al hombre en sentimientos, habilidades y
potencialidad y así tiene que reemplazarle en la vida pública y social.
Considerada igual al hombre y está en competencia con él.
Solo basta con dar una mirada a los medios informativos, para darse
cuenta de la forma como el mundo valora a la mujer. Es increíble el
número de jovencitas que son abusadas sexualmente, muchas veces por
incluso por sus propios padres; o que decir de las muchas que son
engañadas y explotadas sexualmente por personas sin escrúpulos y qué
de aquella gran cantidad de mujeres que sufren maltrato en sus hogares
tanto físico como sicológico o las que son engañadas y usadas
convirtiéndose a muy temprana edad en madres solteras. O de aquellas
que son objeto de infidelidad y que son obligadas a aceptar dicha
situación ya sea por su dependencia económica a su marido, o por temor
a ser golpeadas o asesinadas por estos.
Todo esto crea en la mujer una auto estima muy baja, que les lleva a
sentirse miserables, y no se ven muchas veces a sí mismas como
personas, sino más bien como objetos sexuales, o como alguien que
debe someterse sin argumento a los abusos de su marido; pues carece
de derechos por el simple hecho de ser mujer.
Muchas veces debe cargar toda la vida con esos complejos, con esas
heridas causadas desde la niñez en algunos casos, porque esa es la
idea o la imagen que satanás y el mundo han plasmado en ella; sin
embargo, esa no es a voluntad de Dios para la mujer, y cuando Jesús
estuvo físicamente sobre la tierra, El no vio a la mujer como seres
seductores responsables del pecado, ni como criaturas inferiores e
incapaces; ¡No! El las invitaba a seguirle, les permitía que le tocasen, las
sanaba, las escuchaba; fueron objeto muchas veces para manifestar en
ellas sus milagros, formaron parte de parábolas y sus discursos.
Además les concedió privilegios grandes como ser las últimas personas
en permanecer a su lado cuando El murió y las primeras en descubrir su
resurrección.

¿QUÉ DICE DIOS ACERCA DE TI MUJER?


Hecha a la imagen de Dios. Géne. 1:27, 5:1,2. Y creó Dios al hombre a
su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. El día en
que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo. Varón y hembra
los creó; y los bendijo.
Formada por Él, en el vientre de tu madre. Sal. 139:13-16.
Persona por la cual Cristo murió. Rom. 5:8. Más Dios muestra su amor
para con nosotros en que siendo aún pecadores Cristo murió por
nosotros.
Templo del Espíritu Santo. 1 Cor. 6:19. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo
es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de
Dios, y que no sois vuestros?
Creada para gloria de Dios. Is. 43:7. Todos los llamados de mi nombre;
para gloria mía los he creado, los formé y los hice.
Creada para grandes cosas. Ef. 2:10. Porque somos hechura suya,
creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de
antemano para que anduviésemos en ellas.
Querida Lectora, El Valor de una mujer es: El gozo de saber que Dios
nos ha creado con la mentalidad de autogobernarnos en todos los roles
de la mujer, la belleza de la respuesta emocional al amor y al dolor, la
fuerza de seguir lo que tiene valor, de soportar lo que es necesario y de
dejar de lado lo que no es para nosotras, el gozo de ser madres si
traemos o no hijos al mundo, la paz de aceptarnos a nosotras mismas
como ciudadanas no de segunda clase sino de primera, y la seguridad de
saber que somos hijas del Dios altísimo quien nos ama y nos cuida y con
quien viviremos eternamente.

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