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OPIRA

OPIRÁ
EYÉKÚ
YEKÚN YEKÚN
ÓSHAKUÁRIBÓ Opírá es la configuración de Óddun que ocuparía la
posición número diecisiete en el Oráculo del Dilogún, que se
manifiesta cuando todos los caracoles que han sido lanzados en una
tirada, caen "boca abajo" (con la abertura hacia el suelo), en la
única posición donde no hay diálogo, y donde debe asumirse que se ha
dado por terminada toda conversación, porque el Dilogún como entidad
se niega a hablar. El nacimiento de este Óddun está vinculado al
Óddun Okána (1) En Opírá hablan: Ikú, Éggun, Olókun, Obbátalá
Óddudúwa, Yewá, Obbálúayé, Éshu Ashíkuelú, Shangó. En Opírá la
configuraciòn de Óddun sirve de puerta astral para movimientos de
entrada y salida de: Ikú, el Espíritu de la Muerte, de Éggun, el
Espíritu de los Ancestros, y de otras dinastías de entidades
extrafísicas dotadas de capacidad para materializarse. Opírá es
Óddun de alta jerarquía, Óddun mayor, incluso mayor a todo otro Óddun
del Dilogún, que fue enviado al mundo por Olófi, y que Shangó recibió
la encomienda de dar a conocer entre las comunidades. Y Opírá
demuestra su mayorazgo desde el momento en que aparece, porque su
visita repentina decreta el cierre de toda conversación sin dar
explicación alguna, y hay obligatoriedad de obedecerle. Esta Letra
puede presentarse al final de una desobediencia mayor a Orísha que ha
sido reiterada en el tiempo, y que no ha sido reformada o corregida, o
puede presentarse como resultado de ofensas colmadas a la
ancestralidad, o como resultado de ofensas a los mayores vivos, o como
resultado de ofensas a la Naturaleza. La persona para quien está
hablando esta Letra, está en una condición especial y extraordinaria
de minusvalía y riesgo, porque casi todos los recursos y las entidades
que en condiciones normales le protegerían, incluyendo entidades
Orísha, no lo harán.
En Opírá, el techo del astral está abierto sobre la persona; el Bien y
el Mal se mezclan continuamente y sin confundirse entre sí, pero
confundiendo a las personas. Y es así que la persona beneficiaria de
la consulta, o en algunas circunstancias la persona que efectúa la
consulta, podrían ser despojados de su vida rápidamente, incluso sobre
la misma estera de consulta.
Por eso, cuando Opírá visita al mundo:
Dice el Caracol: Dele gracias al viento, porque usted está caminando
con muerto y no lo sabe; porque usted está muerto y no lo sabe.
Dice el Caracol que sus días están contados.
Dice el Caracol que la Muerte ha tomado el control.
Dice el Caracol que alguien puede morir antes de dieciséis días, o
antes de que vuelva a salir el sol, o antes de que los que ahora están
sentados sobre estera, se levanten para salir de la estera. Cuando
se produce la visita de Opírá, inmediatamente se da por terminada la
consulta.
Seguidamente se indaga mediante el recurso de los ígbo si la persona
sobre quien Ikú ha tomado control es la misma persona beneficiaria de
la adivinación del Dilogún. Si la respuesta es no, se pregunta a
continuación si la persona sobre quien Ikú ha tomado control, es la
misma persona que está oficiando la consulta.
Ha de tomarse las precauciones necesarias para que la persona
realmente efectúe su ebbó. Sobre esto no hay que descuidarse, porque
se presentarán dificultades de todo tipo que desmotivarán o pospondrán
el hacer sacrificio.
Y los sacrificios indicados deberán hacerse al pie de la letra, y
deberán hacerse lo antes posible, porque incluso el tiempo es un
factor en contra, porque hasta las entidades del Tiempo estarán muy
dispuestas a obstaculizar. Cuando Opírá aparece por mano de yawó
(versión: cuando aparece al hablar Orísha tutelar), se dejan los
caracoles sobre la estera, se cubren completamente con un pañuelo o
con un pedazo de estera, y nadie debe tocarlos, ni siquiera Oríaté.
Óshakuáribó, el Espíritu de la Letra Opírá, fue el primer descendiente
de Oyekún Mélli, y se marchó a tierras de Óro y de Olókun, y se hizo
custodio de algunos misterios de Olókun, distanciándose de Ósha. Por
ello el juego de caracoles no lo rescata de la estera el Oríaté, y
también por ello no se vuelve a utilizar para llevar la palabra de
Orísha en la adivinación de Dilogún. Por consiguiente, será necesario
ritualizar un nuevo juego de caracoles para consultas ulteriores. En
el momento en que aparece Opírá, se detiene Itá y se solicita de
inmediato la intervención de Ifá.
Babálawó debe acudir con parafernalia de adivinación y parafernalia de
ebbó, incluyendo un paquete de despacho de ebbó, ya preparado.
La primera intervención de babálawó a su llegada, será recoger de la
estera el juego de caracoles. Para hacerlo, babálawó retirará lo que
cubre a los caracoles, y tocará su propio pecho con sus pulgares, y
tres veces tocará los caracoles que están sobre la estera, rezando lo
que corresponde.
Seguidamente, babálawó toma el juego de caracoles, lo reune en una
vasija, y lo coloca junto a la puerta.
Se le hace ofrecimiento al juego de caracoles, de la sangre de un
gallo, llamando a Óro.
Babálawó continúa la consulta y procede a identificar Iré u Osógbo de
la consulta iniciada por Dilogún, para lo cual utilizará ékuelé, y
como ígbo principal, un caracol de la "mano de caracoles" del Orísha
tutelar de la persona.
Babálawó habla el contenido profético del Óddun en ese caso.
Al final de Itá se le hace ofrecimiento a Shangó de dos gallos, y se
le hace ofrecimiento de harina con kimbombó. Y estos ofrecimientos se
colocan en el techo.
Oríaté termina de oficiar ebbó a la persona, por el Óddun de Elegguá.
Después, babálawó oficia ebbó atépón Ifá a la persona, por el Óddun
Otúra Mélli. Se ritualiza agua añilada y rama de Almácigo, y se
recorre toda la casa dispersando ese preparado, cantando el súyere
correspondiente.
A continuación si es posible, o lo antes posible, se oficia ebbó con
chivo o chiva, tela negra y tela blanca, donde se excavará un agujero,
y un chivo o una chiva se sacrifica en la casa, y posteriormente la
tela negra se entierra junto con la cabeza del animal. El objetivo
principal del ebbó es evitar la muerte prematura de la persona.
Y deberá indagarse si es necesario que siete días después de la
ceremonia del chivo y la tela negra, se le haga ofrecimiento de
carnero a Olókun y a Éggun juntos. Otros sacrificios que pueden ser
tenidos en cuenta para consolidar el resultado: 1
Ebbó con: 2 gallinas, 2 palomas, Ewe: Hoja de Caimito, Marpacífico,
Algarrobo, Algodón 2
Ebbó con gallo blanco o carnera, ekú, eyá, tela blanca para alejar a
la muerte que merodea 3
Ebbórí (dar de comer a la cabeza u Orí) y tomar baños con Campana (se
pregunta cuántos, comenzando a preguntar por tres) y no exponerse al
sol de las 12:00 horas durante por lo menos ocho días 4
Juego de caracoles de Elegguá en una jícara conteniedo agua fresca y
Éwe Prodigiosa. Se riega de esta agua en todas las habitaciones de la
casa, en forma de lluvia 5
Ofrecimiento de chiva blanca a Obbátalá, y limpieza de la persona con
sus carnes 6
Recibir a Olókun 7
Asentar Ósha (por supuesto, en casos en los que Opírá aparece en la
adivinación del Dilogún en contextos ajenos a la Ósha, de personas que
no están consagradas) Otros sacrificios pueden ser diseñados. Y
puede resultar conveniente diseñar los ebbó según el formato de Okána.
Y puede resultar conveniente diseñar los ebbó de manera que se trabaje
con las energías de Éggun o de Yewá. Si Opírá visitó a yawó en su
Itá de Ósha, deberá recibir Orísha Okó antes de siete días a partir de
ese momento.
Y también deberá recibir en algún momento, Obbátalá Óddudúwa.

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