Sunteți pe pagina 1din 6

Universidad de Baja California

DOCTORADO EN EDUCACIÓN

REPORTE DE LECTURA
La importancia de la Ciencia y la Filosofía como fuente y
generación del conocimiento

ASIGNATURA
Filosofía de la Ciencia
NOMBRE DEL ALUMNO
Lía Trinidad Castrillón Díaz
NOMBRE DEL CATEDRÁTICO
Dr. Carlos Amador Ortiz
Bucaramanga, Colombia; Septiembre 7 de 2018.
LA IMPORTANCIA DE LA CIENCIA Y LA FILOSOFÍA COMO FUENTE Y
GENERACIÓN DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

“La ciencia es lo que sabes,


la filosofía es lo que no sabes.”
Bertrand Russell

La generación del conocimiento ha sido para el ser humano una constante


frecuente a lo largo de la historia, a fin de comprender el mundo que lo rodea y a su vez
intentar explicar la dinámica e interrelación del mismo. El deseo del conocimiento ha
permitido que el hombre no escatime en usar herramientas que le ayuden a construir el
mismo. En este sentido, Manrique (2017) sostiene que la filosofía tiene un papel
liberador; ha sido la eterna acompañante del ser humano y es un motor que impulsa la
transformación y evolución del entorno.

Así mismo, la ciencia ha permitido pasar de la suposición a la comprobación. La


ciencia utiliza y define la abstracción que hace que el conocimiento pase de la
percepción de las cosas aisladas a la generalización un número de hechos, formulando
conceptos y categorizando los fenómenos. La ciencia y la filosofía han establecido a
través de la historia de la humanidad una relación que unos la definen de manera simple
como es citado en Arana (2016), quien afirma que:

“para el hombre contemporáneo la ciencia es el conocimiento por excelencia, un modo


confiable de captar la realidad del universo y de brindar a nuestra especie el dominio: sobre la
naturaleza para resolver los problemas prácticos de la vida. Mientras que la filosofía es el
intento de profundizar en las cuestiones más difíciles, aquellas que la ciencia no sabe abordar,
empleando elaboraciones teóricas difícilmente inteligibles y sobre las que sus mismos creadores
han sido incapaces de llegar a un acuerdo”.

La enciclopedia de Conceptos (2018), sostiene que:

“la ciencia a través de la historia se ha definido como aquella que permite que el
conocimiento se organice de forma sistemática gracias a la observación, experimentación y el
razonamiento en áreas específicas. La acumulación de conocimientos genera hipótesis,
cuestionamientos, esquemas, leyes y principios. Además, esta se rige por determinados métodos
que comprenden una serie de normas y pasos y principalmente por el método científico para la
obtención de nuevos conocimientos”.

Por otra parte, Pomata, F. (2018) considera que:

“la filosofía es una actividad racional porque los filósofos clarifican, argumentan y
tratan de evitar y detectar falacias lógicas. Además, buscan la solución de problemas. Es en este
preciso momento en que la ciencia y filosofía se integran. En la racionalidad no hay distinción
entre la filosofía y la ciencia porque los buenos filósofos son tan rigurosos en su argumentación
como los buenos científicos”.

Por tanto, es a través de una revisión de la historia de la filosofía y de la ciencia


como se encontrará la importancia de ellas como fuente y generación del conocimiento
científico. En los anales de la historia siglo V A.C. los griegos como Sócrates, Platón y
Aristóteles iniciaron este caminar con la filosofía. Y fue la filosofía en esa época la que
monopolizó las pretensiones de conocimiento racional. Durante el renacimiento se dio
comienzo al trabajo científico o revolución científica sin demeritar lo que ya se había
hecho en la Antigüedad. Se hace necesario mencionar aquí a Copérnico (siglo XVI),
Galileo (primera mitad del XVII) y Newton (finales del siglo XVII) quienes con sus
aportes cambiaron la imagen del mundo antiguo y medieval permitiendo que el espacio
y el tiempo se ensancharán hasta el infinito.

De Azcárraga (2003) sostiene que:

“durante la época de Newton se hablaba de una filosofía natural y él cita la obra de


Newton , Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, 1687 y las ideas de Charles Darwin en
The origin of species by means of natural selection,1859, para ejemplificar el acercamiento a
esta filosofía”.

Es así como en el siglo XVII hay una maduración de lo que hoy se llama
“ciencia moderna”, la cual surge de una matriz filosófica y forma parte de la integración
de las diferentes ramas del saber.

En el siglo XVIII se destaca la unidad del saber a través de la Enciclopedia


d’Alembert y Diderot, la cual fue redactada por un grupo multiforme de colaboradores.
Así mismo, es importante tener en cuenta a Christian Wolff seguidor de Leibniz quien
sistematizó las ciencias y se dedicó a recopilar en lugar de crear como afirma Arana
(2016).

La Ilustración acrecentó el entusiasmo metafísico, una inclinación a la teología


filosófica y una contextura rigurosamente sistemática. Se dilucida un pensamiento laico
o secularizado y sus autores son enemigos de sistemas cerrados. La filosofía se pliega a
la experiencia y salvo en Kant, es asistemática. Se acepta la física newtoniana como un
saber por excelencia y su enfoque filosófico se da desde la reflexión ético-práctica
dejando a un lado la teórica. Según Arana (2016) muchos de los estudiosos de
matemáticas y ciencias naturales no aceptaron el radicalismo de los filósofos y
siguieron fieles a métodos más tradicionales de concertar el saber.

En el siglo XIX la filosofía pasa a un segundo plano cayendo en un peculiar


hastío del filosofar, provocado, al menos parcialmente, por el abuso dialéctico en que
cae el genial idealismo alemán. Surge la necesidad apremiante de atenerse a la realidad
misma, de apartarse de las construcciones mentales para ajustarse a lo real. En la Europa
de 1830 las ciencias particulares son el modelo que ha de trasladar a la filosofía. La
física, la biología, la historia van a aparecer como los modos ejemplares de
conocimiento. De esta actitud nace el positivismo, el cual tiene dos problemas: el definir
la realidad auténtica o realidad radical y exigir la necesidad y la posibilidad de la
metafísica.

Con relación al siglo XX Garrido, M. y otros (2018) sostienen que:

“este siglo fue rotulado como el “de la ciencia” porque hubo un crecimiento de ideas,
métodos y lenguas mencionando allí; el pensamiento filosófico es una vía hacia el conocimiento
no contundente cuya única aprobación puede venir del reconocimiento entre los pares del
pensador y del grado de convicción que transmite a los que intenten acceder a su obra.

En este siglo el hombre ha pisado la luna, ha explorado marte, ha partido


hacia saturno; se ha liberado la energía nuclear; y se han esclarecido los
procesos energéticos de la célula y los secretos moleculares de la herencia
genética, así como la secuenciación de los genomas de varias decenas de
organismos incluyendo el humano y estas han incidido no sólo en el pensamiento
evolutivo sino en la concepción filosófica de nuestra especie. Con una
perspectiva filosófica, es de admirar la decisión con que los grandes hombres de
ciencia asumieron el problema de fondo y supieron replantear las bases de su
trabajo, si se tienen en cuenta que el juicio científico es el que atiende a un
determinado objeto y método, y el filosófico lo que trascienda las fronteras
reconocidas, se resalta aquí el trabajo de Albert Einstein, Max Planck, Niels
Bohr, Shrüdinger, Heisenber, entre otros. Esto con relación a que ninguno de los
científicos acepto en su momento propuestas filosóficas ni de Kant, ni de Comte
o cualquiera que otro propusiera. Es por ello que los mejores filósofos de la
ciencia de la transición del siglo XIX al XX no fueron filósofos, sino científicos
como Ostwaldt, Mach, Duhen o Poincaré. Se observa una separación entre
ciencia y filosofía lo cual no fue bueno ni para la filosofía, ni para la ciencia.

En el siglo XX, Orellana, R. y otros (2015), sostienen que:

“Karl Popper es reconocido alrededor del mundo como el más grande filósofo de la
ciencia del siglo, por sus aportes a la filosofía de la ciencia y a la filosofía políti-ca, por sus
contribucio-nes a la teoría del conocimiento, a la metafísica, a la filoso-fía de la historia, a la
filosofía mente-cuerpo, a la filosofía de la biología, a la teoría de la probabilidad, a la filosofía
de la física —especialmente en relación con la física cuántica—, entre otras”.

Además, propuso la falsabilidad como criterio científico, su identificación de la


racionalidad con la actitud crítica, por su crítica del autoritarismo en la ciencia y en la
sociedad y por su caracterización de la ciencia como una interminable actividad de
resolución de problemas que se incrementa con el ensayo y el error.
Popper desarrollo su filosofía como un medio para solucionar el problema de la
inducción y la demarcación. Popper pretendía explicar cómo crece empíricamente y
racionalmente el conocimiento científico. Y sugirió que las teorías científicas, en última
instancia, no pueden ser justificadas. Y afirmó que el conocimiento científico es
racional, no porque lo hayamos verificado, sino porque podemos cuestionarlo.

Otro filósofo importante del siglo XX y del XXI es Mario Bunge citado en
Quintanilla,M (2014) quien sostiene que la filosofía será científica en la medida en que
construya de manera racional los materiales previamente elaborados por la ciencia. Y a
su vez es filosofía científica porque admite plantear cuestiones fáctica “razonables; e
intenta respuestas probables en todos los campos especiales del conocimiento. También
Bunge (2014), en su libro La ciencia. Su método y su filosofía plantea la expresión
"filosofía para la ciencia" propone:

“ una filosofía que no se limita a nutrirse de la ciencia, sino que anhela serle útil, al
señalar, por ejemplo, las diferencias que existen entre la definición y el dato, o entre la verdad
de hecho y la proposición que es verdadera o falsa independientemente de los hechos: será ésta
una filosofía que no sólo escarbe los fundamentos de las ciencias para poner en descubierto las
hipótesis filosóficas que ellas admiten en un momento dado, sino que además explique la
estructura y función de los sistemas científicos, señalando relaciones y posibilidades
inexploradas”.

En el siglo XXI Castañeda, O. (2007) considera que:

“la ciencia y la filosofía van de la mano; y están conectadas con todas las ciencias,
tanto sociales como exactas o puras, permitiendo que se produzcan cambios en todas las áreas y
actividades del ser humano de hoy. La búsqueda de la verdad debe ser un acontecimiento
relevante en cada instante en la vida del hombre o la mujer y para buscarla y encontrarla, el
hombre puede y debe hacer uso de sus potencialidades para llegar a ella. Y así descubrir la
verdad que se busca”.

La filosofía articulada a la ciencia posibilita la comprensión del mundo en que


vivimos, permitiendo la reflexión de los datos que aportan las ciencias; mientras que la
ciencia permite la comprensión de cómo son las cosas. De ahí la importancia de que los
filósofos no se aparten de los diferentes descubrimientos que ha hecho el hombre a nivel
científico y tecnológico. Entrelazar el pensamiento filosófico y el pensamiento científico
favorece la formación del conocimiento. Es a través de la relación entre ciencia y
filosofía que se han dado verdaderos procesos evolutivos en torno a los grandes
cuestionamientos universales como el ser, la ética, Dios y la vida entre otros. Se puede
decir que la filosofía es la que permite unificar las distintas perspectivas específicas que
brinda cada ciencia en una cosmovisión total.

Para concluir este ensayo se puede decir, que la generación de nuevos


conocimientos se logra a partir del momento en que la ciencia se permite filosofar
científicamente, asumiendo los postulados filosóficos, los cuales se fundamentan en la
epistemología y en la teoría del conocimiento. Es por ello que podemos hablar de las
diversas posibilidades que tienen la ciencia y la filosofía en un crecimiento paralelo
respetando sus horizontes de precomprensión. Ya que la filosofía y la ciencia se
encuentran en igualdad de condiciones para generar el conocimiento. Es la filosofía
apoyada en el método científico, como le sirve a la ciencia desde sus constructos
epistémicos para la generación del conocimiento. Además, se espera que tanto la
filosofía, como la ciencia se proyecten, descubran y ayuden a dar soluciones a los
problemas reales apoyándose en sus métodos correspondientes.

Referencias Bibliográficas

Arana, Juan. (2016). “Evolución histórica de la relación ciencia-filosofía”. En


Diccionario Interdisciplinar Austral, editado por Claudia E. Vanney, Ignacio Silva y
Juan F. Franck. Recuperado de:
URL=http://dia.austral.edu.ar/Evolución_histórica_de_la_relación_ciencia-filosofía
Bunge, M (2014). La ciencia, su método y su filosofía. Sudamericana.
Castañeda, O (2007, Agosto)¿Qué es la filosofía del siglo XXI. Recuperado de:
http://www.eumed.net/ce/2007b/orgc-0708.htm
Equipo de Redacción de Concepto.de (2018,Febrero).“Ciencia”. Recuperado de:
https://concepto.de/ciencia/
Garrido,M. Varela, L. &Arenas, L. (2018,31 de Agosto)El legado filosófico y científico
del siglo XX. El cultural. Recuperado de: https://www.elcultural.com/revista/letras/El-
legado-filosofico-y-cientifico-del-siglo-XX/16287
Manrique, A. (La importancia del pensamiento filosófico y científico en la generación
del conocimiento. Recuperado de:
https://issuu.com/ricardoalbertomanriqueabril/docs/la_importancia_del_pensamiento_fil
o
Orellana.R, Serna. C. y Beltran B. (2015,25 de septiembre) El legado de Carl Popper
(1902-1994): Reflexiones a 20 años de su muerte. Universidad de Valparaiso. Chile.
Recuperado de:
http://www.academia.edu/19508589/El_legado_de_Karl_Popper_1902_-
_1994_Reflexiones_a_20_a%C3%B1os_de_su_muerte
Pomata, F. (2018, enero 30)¿Por qué la filosofía debería interesarle al científico?
Recuperado de: https://cienciadelsur.com/2018/01/30/filosofia-para-cientificos-por-que/
Quintanilla, M (2014,27 de agosto) La filosofía científica de Mario Bunge.
Iberoamericana divulga. Recuperado de:
https://www.oei.es/historico/divulgacioncientifica/?La-filosofia-cientifica-de-Mario

S-ar putea să vă placă și