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SERMONES U HOMILIAS

1
LAS MEJORES SEMILLAS…….
Un agricultor entraba cada año con su maíz en la feria y salía ganador. Su maíz
era siempre el mejor. Un reportero descubrió que el agricultor compartía buena
parte de las mejores semillas de su plantación de maíz con sus vecinos.
A lo que el agricultor explicaba: El viento recoge el polen del maíz maduro y lo
lleva de campo en campo. Si mis vecinos cultivaran maíz inferior al mío, la
polinización degradaría continuamente la calidad de mi maíz. Si yo quiero
cultivar maíz bueno, tengo que ayudarlos a cultivar el mejor maíz, cediendo a
ellos las mejores semillas.
Siempre en los campos el maíz crecerá con el asedio de la cizaña y las plagas,
pero el agricultor escoge las mejores semillas y está pendiente que nada dañe su
cosecha. Así cuando sembramos la palabra de Dios en nuestra vida, el mal
también nos invade y nos acosa. Pero esta en nosotros, dejar que el reino de Dios
se haga visible en nuestra historia personal y comunitaria, creciendo con
dificultades pero alcanzando la plenitud construida día a día. El Señor ira
arrancando de nuestra vida la maleza, que no nos deja ver su reinado de amor y
de justicia. Aquellos que escogen estar en paz, deben hacer que sus vecinos estén
en paz. Aquellos que quieren vivir bien, tienen que ayudar a los otros para que
vivan bien. Aquellos que quieren tener una vida plena dejan a Dios reinar como
centro de sus vidas, ser el eje, viviendo su evangelio y no dejando crecer cizaña
mirando todo desde el amor…si tenemos y compartimos ese amor, la felicidad,
será bienestar de todos. Para tratar contigo mismo, usa la cabeza. Para tratar con
los otros, usa el corazón Dios los Bendiga.
***

ABORTO Y SU IMPOSICIÓN
Algunos dicen: “Yo no estoy de acuerdo con el aborto pero no le puedo imponer
mi moralidad a los otros”
Nuestra respuesta: El primer problema con el lema: "No quiero imponer mi
moralidad a los demás" es que no coincide con nuestra forma de tratar otros
asuntos. Usted no quiere "imponer su moralidad" sobre el aborto, pero ¿no es
cierto que usted "impone su moralidad" a los demás cuando dice que no pueden
robar su automóvil, quemar su casa, o secuestrar a su hijo?
Es un hecho que usted no le da a nadie el derecho de tomar esas decisiones. ¿Por
qué ha de ser distinto el aborto?
***

2
EL GUSANO ATRAPADO

Un indígena oriundo de Centroamérica había hallado la paz en Dios. Había


cambiado radicalmente, de una vida de depravación, borracheras e infidelidad, a
una vida de verdadera satisfacción y paz. Siempre hablaba de su salvación y de lo
que Jesucristo había hecho por él. No le importaba dónde estuviera ni quién
estuviera viéndolo o escuchándolo. A todos les daba el testimonio de su
conversión.
Un día un amigo suyo le preguntó:
—Churunel, ¿por qué hablas tanto de Cristo?
Churunel no respondió de inmediato, sino que comenzó a recoger palitos y hojas
secas que fue colocando uno sobre otro en un círculo. Entonces buscó hasta
hallar un gusanito, y lo puso en el centro del círculo. Todavía sin decir palabra,
encendió un fósforo y lo acercó a las hojas y a los palitos secos.
El fuego dio la vuelta al combustible seco, y el gusanito atrapado comenzó a
buscar locamente cómo salir, pero no podía.
Por fin el fuego avanzó hacía el centro, y el calor se fue acercando al gusano.
Éste, desesperado, levantó en alto la cabeza como para respirar, cuando menos,
un poco de aire fresco. El gusanito sabía que su único refugio tendría que venir
de arriba. Al verlo así, Churunel se inclinó y le extendió sus dedos. El gusano se
asió de ellos y el indígena sacó el gusano de en medio del fuego. Fue hasta
entonces que emitió su primera palabra.
«Esto —explicó Churunel— es lo que Cristo hizo por mí. Yo estaba atrapado en
los vicios del pecado, y no había esperanza de salida. Había tratado, por todos los
medios posibles, de salvarme a mí mismo, pero me era imposible.
»Entonces el Señor se inclinó hacia mí y me extendió su mano. Lo único que
tuve que hacer fue asirme de Él. Cristo me sacó de esa prisión. Por eso no puedo
dejar de contarles a todos lo que hizo por mí.»
Lo cierto es que aquel indígena describió a la perfección lo que Cristo puede y
quiere hacer por cada uno de nosotros. Sin Cristo estamos atrapados. Más vale
que reconozcamos de una vez por todas que la vida real no respalda el argumento
popular que dice: «El día que yo quiera dejar el vicio, puedo dejarlo.» De no ser
por una ayuda que venga de arriba, moriremos en nuestros pecados.
Cristo está cerca de nosotros y nos extiende la mano. Sólo tenemos que asirnos
de ella. Churunel lo hizo y encontró paz. Así como él lo han hecho millones más,
y han hallado la paz. ¿Por qué no hacerlo nosotros también? Cristo quiere
rescatarnos y darnos su paz.
***

3
COMO EL CAMELLO
1 Corintios 10, 12 1Juan 1, 9
Una antigua leyenda árabe cuenta que un día un molinero fue sorprendido por
un camello que metió la cabeza por la puerta de la tienda en la que estaba
descansando y le dijo:
- Afuera hace mucho frío, permíteme meter tan sólo las narices.
El árabe le dio permiso de hacerlo así, no le había hallado problema ni lo
incomodaba que el animal metiera su nariz; sin embargo, pronto vio que el
camello completo se encontraba dentro, lo cual no era muy agradable para el
molinero, quien comenzó a reclamar, alegando que la tienda era muy pequeña
para los dos.
- Si tú estás incómodo puedes salirte; yo, por mi parte, voy a quedarme
donde estoy- respondió el camello.
Lo mismo sucede con el pecado. Se presenta tímidamente, pidiendo un pequeño
espacio y como lo vemos tan inofensivo le cedemos un lugarcito, pero después,
cuando nos percatamos, ha tomado el control de nuestras vidas.
Nadie nació ni se hizo alcohólico o drogadicto de la noche a la mañana, una
infidelidad no surgió de la nada, la adicción a la pornografía o al juego no
aparecieron simplemente, sino que todos estos vicios y pecados tienen un
momento en el que se les dio espacio porque parecían inofensivos y se creía tener
el control de la situación.
No se necesita de mucho y nadie está exento de pecar, por algo dicen las
escrituras, en 1 Corintios 10, 12 “Si ustedes piensan que están firmes, tengan
cuidado de no caer.”
Vidas, familias, sueños, trabajo de años, salud y muchas otras cosas más se han
visto destruidas cuando se permitió que el pecado, al igual que el camello, meta
la nariz y poco a poco se adueñe de todo.
¡Pero hay esperanza! Si reconocemos nuestra situación y corremos a los pies del
Señor para pedir su perdón y ayuda, admitiendo que solos no podemos desalojar
al camello que se instaló en nuestras vidas, Dios nos limpiará y fortalecerá para
que podamos vencer y salir adelante.
“pero si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos
nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”. 1Juan 1, 9
No te desanimes, no importa qué hiciste ni los motivos por los que acabaste
dándole espacio a ese huésped tan desagradable. Lo importante es que seas capaz
de reconocer tu situación y necesidad de Dios.
***

4
¿POR QUÉ A MÍ?
Filipenses 4,7- Gálatas 6,2
Norma Peraza
De las preguntas más comunes que se hace un individuo cuando se enfrenta a
una tribulación en su vida, es ¿Por qué a mí? o el sentimiento de no es justo,
principalmente cuando son ocasionados por circunstancias que están fuera de su
control. Como cuando llega a su final la vida de un buen esposo dejando esposa e
hijos pequeños. Cuando a unos padres se les informa del diagnóstico de cáncer
de su hijo, del nacimiento de un bebé con capacidades diferentes, los accidentes
trágicos; o bien, otro tipo de dificultades como la pérdida o falta de un buen
trabajo, las bajas en el negocio, la traición de un amigo, un cónyuge, por
mencionar alguna casos.
La realidad es que mientras estemos en este mundo imperfecto, nadie se escapa
de las tormentas de la vida. Así lo vivieron los grandes hombres y mujeres de la
Biblia. Aun cuando lo leamos como historia, es una verdad que lo sufrieron y
bastante, como Ana y Sara que padecieron varios años de esterilidad; o Job, un
hombre bueno y leal a Dios que lo perdió todo, hijos, esposa, salud y riquezas,
pero al final venció gracias a su fe y actitud humilde.
Así que si sientes que la vida te quitó algo o alguien, siempre puedes salir
adelante con lo que te dejó. Recuerda “si la vida te da limones, haz limonada”.
No puedes hacer nada para cambiar lo sucedido, pero si tu actitud ante lo que
harás de hoy en adelante, confía porque Dios es experto en cambiar problemas
por bendiciones, siempre y cuando hagas estas 2 cosas:
1) Aceptación
Cuando recién se está pasando por la tribulación, es válido pasar por la fase de
duelo, donde se está sufriendo, llorando, desahogando el alma de la tristeza, el
enojo, frustración, mismas que con toda confianza puedas externar a Dios, que
mejor El Señor que te conoce y está cerca de ti, para desahogar tu pena.
Esto no significa que estés destinado a sentirte siempre víctima y deprimido por
las circunstancias, para nada. En Filipenses 4, 7 nos enseña que la Paz de Dios
que sobrepasa todo entendimiento, guarda nuestros corazones y pensamientos en
Cristo Jesús.
Esa es la bendición de Dios, que aún en la inseguridad, puedes llegar a sentirte
seguro y protegido por El. Por eso es que “sobrepasa todo entendimiento”. Así
que después de sufrir y asimilar la tribulación no dejes que tus sentimientos
tristes gobierne tu vida. Ten la disposición de aceptar que nada de lo sucedido
puede cambiar, y que tu actitud sea movida por el intelecto y la voluntad de
seguir adelante.

5
En su momento cuando el Señor regrese, ha prometido dejar claro todas las
dudas y poner fin a las injusticias.
2) Animar a otros
En mi cumpleaños pasado, mi esposo me obsequió un auto, desde entonces
cuando voy en el tráfico veo autos similares al mío, mismo modelo y color.
Antes, ni los identificaba, pero desde que lo manejo me di cuenta que hay
muchos como el mío. Así sucede con los problemas, hasta que los vives, te das
cuenta que alguien más lo ha experimentado o está en el proceso.
Por más difícil que sea tu situación, en el mundo hay más personas padeciéndolo,
y si estás dispuesta, puedes alimentar la fe de otros con tu propio testimonio.
Muchas de las instituciones de beneficencia como casas hogar para niños, apoyo
a mujeres maltratadas, centros de ayuda de niños a con cáncer; así como libros,
conferencistas motivacionales, etc., hoy existen gracias a personas que
decidieron superar toda esa negatividad y adversidades en su vida, para ayudar a
casos similares al suyo.
Ánimo, tu experiencia de vida puede ayudar alentar a otros a seguir adelante.
“Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la Ley de Cristo”.
Gálatas 6, 2
***

ESTRELLAS
Lucas 8, 16-Juan 1, 5-Juan 8, 12
Hay personas Estrella y hay personas Cometa.
Los Cometa pasan. Apenas son recordados por las fechas que pasan y vuelven.
Los Estrella, en cambio, permanecen.
Hay mucha gente Cometa. Pasa por nuestra vida apenas por instantes; no cautiva
a nadie, y nadie la cautiva. Es gente sin amigos, que pasa por la vida sin iluminar,
sin calentar, sin marcar presencia.
Así son muchos artistas. Brillan apenas por instantes en los escenarios de la vida.
Y con la misma rapidez que aparecen, desaparecen.
Así son muchos reyes y reinas: de naciones, de clubes deportivos o concursos de
belleza. También entran los hombres y mujeres que se enamoran y se dejan
enamorar con la mayor facilidad.
Así son las personas que viven en una misma familia y pasan al lado de otro sin
ser presencia, sin existir.

6
Lo importante es ser Estrella. Hacer sentir nuestra presencia, ser luz, calor, vida.
Los amigos son Estrella. Los años pueden pasar, pueden surgir distancias, pero
en nuestros corazones quedan sus marcas.
Ser Cometa no es ser amigo, es ser compañero por instantes, explotar
sentimientos, aprovecharse de las personas y de las situaciones. Es hacer creer y
hacer dudar al mismo tiempo.
La soledad es el resultado de una vida Cometa. Nadie permanece, todos pasan. Y
nosotros también pasamos por los otros.
Es necesario crear un mundo de personas Estrella, verlas y sentirlas todos los
días, contar con ellas siempre, ver su luz y sentir su calor. Así son los Amigos:
estrellas en nuestras vidas.
Se puede contar con los amigos. Ellos son refugio en los instantes de tensión, luz
en los momentos oscuros, pan en los períodos de debilidad, seguridad en los
pasajes de desánimo.
Al mirar a las personas Cometa es bueno no sentirnos como ellas, ni desear el
agarrarnos de su cola. Al mirar a los Cometa, es bueno sentirse Estrella, dejar por
sentada nuestra existencia, nuestra constante presencia, vivir y construir una
historia personal.
Es bueno sentir que somos luz para muchos amigos y que ellos nos han
iluminado a su vez. Es bueno sentir que somos calor para muchos corazones y
que esos corazones nos arroparon cuando el frío nos castigó.
Ser Estrella en este mundo pasajero, en este mundo lleno de personas Cometa, es
un desafío, pero por encima de todo, una recompensa. Ser Estrella es nacer,
vivir, y no existir apenas.
Lucas 8, 16
Nadie que enciende una luz la cubre con una vasija, ni la pone debajo de la
cama, sino que la pone en un candelero para que los que entran vean la luz.
Juan 1, 5
La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella.
Juan 8, 12
Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no
andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

***

7
EL REY SIN DIENTES
Sal 34, 13-Sal 37,30-Sal 54,8
Una sabia y conocida anécdota árabe dice que en una ocasión, un Sultán soñó
que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó a llamar a un
adivino para que interpretase su sueño.
"¡Qué desgracia, mi Señor!" exclamó el adivino, "cada diente caído representa la
pérdida de un pariente de vuestra Majestad".
"¡Qué insolencia!" gritó el Sultán enfurecido, "¿Cómo te atreves a decirme
semejante cosa? ¡Fuera de aquí!" Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien
latigazos.
Más tarde ordenó que le trajesen a otro adivino y le contó lo que había soñado.
Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo: "¡Excelso Señor! Gran
felicidad os ha sido reservada... ¡El sueño significa que sobreviviréis a todos
vuestros parientes!"
Ilumínose el semblante del Sultán con una gran sonrisa y ordenó le dieran cien
monedas de oro.
Cuando éste salía del palacio, uno de los cortesanos le dijo admirado: "No es
posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que la del
primer adivino. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti
con cien monedas de oro.
"Recuerda bien, amigo mío", respondió el segundo adivino, "que todo depende
de la forma en el decir... uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender
el arte de comunicarse".
..
De la comunicación depende, muchas veces, la felicidad o la desgracia, la paz o
la guerra. Que la verdad debe ser dicha en cualquier situación, de esto no cabe
duda, más la forma con que debe ser comunicada es lo que provoca, en algunos
casos, grandes problemas.
La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la lanzamos contra el
rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la
ofrecemos con ternura, ciertamente será aceptada con agrado.

Que refrene su lengua de hablar mal y sus labios de proferir engaños. Sal 34, 13
La boca del justo imparte sabiduría, y su lengua emite justicia. Sal 37, 30
Su propia lengua será su ruina, y quien los vea se burlará de ellos. Sal 54, 8
***

8
LA VIDA ES UN ESPEJO
Renato casi no vio a la señora, que estaba en el coche parado, al costado de la
carretera. Llovía fuerte y era de noche. Pero se dio cuenta que ella necesitaba de
ayuda… Así, detuvo su coche y se acercó. El coche de la señora olía a tinta, de
tan nuevo. La señora pensó que pudiera ser un asaltante. Él no inspiraba
confianza, parecía pobre y hambriento…
…Renato percibió que ella tenía mucho miedo y le dijo: “Estoy aquí para
ayudarla señora, no se preocupe. ¿Por qué no espera en el coche que está más
calientito? A propósito, mi nombre es Renato”…
…Bueno, lo que pasaba es que ella tenía una llanta pinchada y para colmo era
una señora de edad avanzada, algo bastante incómodo. Renato se agachó, colocó
el gato mecánico y levantó el coche. Luego ya estaba cambiando la llanta. Pero
quedó un poco sucio y con una herida en una de las manos…
…Cuando apretaba las tuercas de la rueda ella abrió la ventana y comenzó a
conversar con él. Le contó que no era del lugar, que sólo estaba de paso por allí y
que no sabía cómo agradecer por la preciosa ayuda. Renato apenas sonrió
mientras se levantaba…
…Ella preguntó cuánto le debía. Ya había imaginado todas las cosas terribles que
podrían haber pasado si Renato no hubiese parado para socorrerla. Renato no
pensaba en dinero, le gustaba ayudar a las personas…
…Este era su modo de vivir. Y respondió: “Si realmente quisiera pagarme, la
próxima vez que encontrase a alguien que precise de ayuda, dele a esa persona la
ayuda que ella necesite y acuérdese de mí”…
…Algunos kilómetros después, la señora se detuvo en un pequeño restaurante.
La camarera vino hasta ella y le trajo una toalla limpia para que secase su mojado
cabello y le dirigió una dulce sonrisa…
…La señora notó que la camarera estaba con casi ocho meses de embarazo, pero
por ello no dejó que la tensión y los dolores le cambiaran su actitud…
…La señora quedó curiosa en saber cómo alguien que teniendo tan poco, podía
tratar tan bien a un extraño. Entonces se acordó de Renato. Después que terminó
su comida, y mientras la camarera buscaba cambio, la señora se retiró…
…Cuando la camarera volvió quiso saber a dónde la señora pudo haber ido,
cuando notó algo escrito en la servilleta, sobre la cual tenía 4 billetes de 1000
euros…
…Le cayeron las lágrimas de sus ojos cuando leyó lo que la señora escribió.
Decía:
- Tú no me debes nada, yo tengo bastante. Alguien me ayudó hoy y de la misma
forma te estoy ayudando. Si tú realmente quisieras reembolsarme este dinero, no
dejes que este círculo de amor termine contigo, ayuda a alguien…
…Aquella noche, cuando fue a casa, cansada, se acostó en la cama; su marido ya
estaba durmiendo y ella quedó pensando en el dinero y en lo que la señora dejó
escrito…
9
…¿Cómo pudo esa señora saber cuánto ella y el marido precisaban de aquel
dinero? Con el bebé que estaba por nacer el próximo mes, todo estaba difícil…
…Quedó pensando en la bendición que había recibido, y dibujó una gran
sonrisa…Agradeció a Dios y se volvió hacia su preocupado marido que dormía a
su lado, le dio un beso suave y susurró:
-Todo estará bien: ¡te amo …Renato!
No dejes que el círculo del amor muera contigo….No te contagies de la falta de
amabilidad que nos rodea. No dejes de hacer el bien, ayuda a todo el que te
necesite. LA VIDA ES ASÍ… UN ESPEJO… TODO LO QUE TÚ DAS,
¡VUELVE A TI! SÉ TÚ TAMBIÉN UN ESPEJO DE AMOR PARA LOS
DEMÁS…
***

LA BOMBA DE AGUA

Cuentan que un cierto hombre estaba perdido en el desierto, a punto de morir de


sed. Cuando él llegó a una casita vieja -una cabaña que se desmoronaba- sin
ventanas, sin techo, golpeada por el tiempo. El hombre deambuló por allí y
encontró una pequeña sombra donde se acomodó, huyendo del calor del sol
desértico. Mirando alrededor, vio una bomba a algunos metros de distancia,
muy vieja y oxidada. Él se arrastró hasta allí, agarró la manija, y empezó a
bombear sin parar. Nada ocurrió. Desanimado, cayó postrado hacia atrás y notó
que al lado de la bomba había una botella. La miró, la limpió, removiendo la
suciedad y el polvo, y leyó el siguiente mensaje: "Primero necesitas preparar la
bomba con toda el agua de esta botella, mi amigo"
PD.: "Haz el favor de llenar la botella otra vez antes de partir."

El hombre arrancó la rosca de la botella y, de hecho, tenía agua.


¡La botella estaba casi llena de agua! De repente, él se vio en un dilema: Si
bebía el agua podría sobrevivir, pero si volcase el agua en la vieja bomba
oxidada, quizá obtuviera agua fresca, bien fría, allí en el fondo del pozo, todo el
agua que quisiera y podría llenar la botella para la próxima persona... pero quizá
eso no salga bien.
¿Qué debería hacer? ¿Volcar el agua en la vieja bomba y esperar el agua fresca y
fría o beber el agua vieja y salvar su vida?
¿Debería perder toda el agua que tenía en la esperanza de aquellas instrucciones
poco confiables, escritas no se sabía cuándo?
Con temor, el hombre volcó toda el agua en la bomba.
Enseguida, agarró la manija y empezó a bombear... y la bomba empezó a chillar.
¡Y nada ocurrió! Y la bomba chilló y chilló.
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Entonces surgió un hilito de agua; después un pequeño flujo, ¡y finalmente el
agua salió con abundancia! La bomba vieja y oxidada hizo salir mucha, pero
mucha agua fresca y cristalina. Él llenó la botella y bebió de ella hasta hartarse.
La llenó otra vez para el próximo que por allí podría pasar, la enroscó y agregó
una pequeña nota al billete preso en ella: "¡Créeme, funciona! ¡Necesitas dar todo
el agua antes de poder obtenerla otra vez!"

Podemos aprender cosas importantes a partir de esa breve historia:


1. Ningún esfuerzo que hagas será válido, si lo haces de la manera equivocada.
Puedes pasar toda tu vida intentando bombear algo cuando alguien ya reservó
la solución para ti. ¡Pon atención a tu alrededor! ¡Dios está siempre listo a
suplir tu necesidad!
2. Escucha atentamente lo que Dios tiene para decirte en la Biblia y confía.
Como ese hombre, nosotros tenemos las instrucciones por escrito a nuestra
disposición. Basta usarlas.
3. ¡Aprende mirar adelante y comparte! Aquel hombre podría haberse hartado y
olvidarse de que otras personas que necesitasen del agua pudiesen pasar por
allí. Él no se olvidó de llenar la botella y todavía supo dar una palabra de
incentivo. Preocúpate con quien está cercano a ti, recuerda: sólo podrás obtener
agua si la das antes. Cultiva tus relaciones, ¡y da siempre lo mejor de ti!
***

LA TAZA DE TE
Mateo 10,42-Mateo 15, 36-Lucas 9, 13
Un hombre calvo y demacrado se hallaba en su cama, la cara pálida, le habían
trasplantado la médula ósea porque tenía leucemia.
La enfermera Hanne Dina se le acercó, lo saludó y le preguntó si quería sopa y él
dijo que no, que solo quería dormir. Al rato Hanne le llevó la medicina y él se la
tomó con disgusto y volvió a hundirse en la almohada. Hanne fue a la cocina del
hospital preparó para ella una taza de te, preparó una bandeja y colocó la tetera y
dos tazas y se dirigió al cuarto del enfermo preguntándole: Lo molesto si tomo el
té aquí? Quisiera ver las noticias acá mientras tomo el té.
Claro que no me molesta respondió. Ella encendió el televisor mientras le decía:
Traje una taza extra por si quiere té. Sí, me sirve media taza, por favor, respondió
el enfermo. Al día siguiente Hanne volvió con la bandeja y dos tazas y así lo hizo
por una semana. A los pocos días se fue: se había restablecido lo suficiente para
irse a terminar su convalecencia en su casa.
Cuatro meses más tarde Hanne estaba en un centro comercial cuando oyó una
voz potente. ¡Hanne, que gusto de verla". La enfermera lo reconoció. Era el
11
enfermo de la taza de té. Él la abrazó y presentándole a la esposa , dijo: " Ésta es
Hanne, la mujer que me salvó la vida con una taza de té".
..
Pequeños gestos pueden mostrar grandes amores y grandes simpatías. No
tenemos idea de lo que Dios puede hacer con lo poco que tenemos a mano.
Pueden ser dos panes y dos peces pero con el aderezo del corazón algo
milagroso puede suceder. No menosprecies lo poco que tiene y extiéndelo hoy al
que está cerca de ti.
"Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar al que dé un vaso de agua
fresca a uno de mis seguidores, aunque se trate del menos importante". Mateo
10,42
Luego tomó los cinco panes y los pescados, y dio gracias a Dios. Partió los
panes y los pescados en pedazos y se los entregó a sus discípulos, y ellos los
repartieron a la gente. Mateo 15, 36
Jesús les dijo: -Denles ustedes de comer. Pero ellos respondieron: -Sólo tenemos
cinco panes y dos pescados. Si fuéramos a dar de comer a toda esta gente,
tendríamos que ir a comprar comida, Lucas 9, 13
***


"Agranda la puerta, Padre, porque no puedo pasar.
La hiciste para los niños, yo he crecido a mi pesar.
Si no me agrandas la puerta, achícame por piedad.
Vuélveme a la edad aquélla que vivir era soñar." (1)
Salvarse, según Jesús, es hacerse progresivamente niño. Para la sabiduría del
mundo, esto es algo completamente extraño porque establece una inversión de
valores y juicios. En la vida humana, segun las ciencias psicológicas, el secreto
de la madurez (salvación) está en alejarse progresivamente de la unidad materna
y de cualquier clase de simbiosis, hasta llegar a una completa independencia y en
mantenerse en pie sin apoyo alguno.
En cambio, en el programa de Jesús, dentro de una verdadera inversión
copernicana, la salvación consiste en hacerse cada vez más dependiente, en no
mantenerse en pie sino apoyado en el Otro, en no obrar por propia iniciativa sino
por iniciativa del Otro y en un avanzar progresivamente hasta una identificación
casi simbiótica, hasta —si cabe— dejar de ser uno mismo y ser uno con Dios
porque el amor es unificante e identificante; en una palabra, vivir de su vida y de
su espíritu. Esta dependencia, por supuesto, es la suprema libertad, como pronto
se verá.

12
"Permanecer niño es reconocer su propia nada, esperarlo todo de Dios como un
niño espera todo de su padre; no inquietarse por nada, no pretender fortuna...
Ser pequeño significa no atribuirse a sí mismo las virtudes que se practican,
creyéndose capaz de algo, sino reconocer que Dios pone ese tesoro de la virtud
en la mano del niño; pero es siempre tesoro de Dios"(2).
Nos hallamos en el centro mismo de la Revelación traída por Jesús, la revelación
del Padre Dios (Abbá). El Reino se entregará solamente a los que confían, a los
que esperan, a los que se abandonan en las manos fuertes del Padre. Todo-es-
Gracia. Pura Gratuidad. Todo se recibe. Para recibir, hay que abandonarse. Sólo
se abandonan los que se sienten "poca cosa". Es necesario hacerse pequeñito,
niño, "menor".
De por sí, el niño no es fuerte ni virtuoso ni seguro. Pero es como el girasol que
todas las mañanas se abre al sol; de allá espera todo, de allá recibe todo: calor,
luz, fuerza, vida...
Hacerse niño, vivir la experiencia del Abbá (querido Papá) no sólo en la oración
sino sobre todo en las eventualidades de la vida, viviendo confiadamente
abandonados a lo que disponga el Padre, todo eso parece cosa simple y fácil.
Pero en realidad se trata de la transformación más fantástica, de una verdadera
revolución en el viejo castillo amasado de autosuficiencia, egocentrismo y
locuras de grandezas.
Pero una vez que, abandonándonos, nos hemos colocado en la órbita de Dios,
entonces caducan todas las fronteras y participamos de la potencia infinita del
Padre amado, de su eternidad e inmensidad.
1Extractado del libro "Muéstrame tu Rostro" de P. Ignacio Larrañaga.
***

TIENES MIEDO? ¡REZA!

Las Hermanas de Teresa de Calcuta se quejaban a su madre fundadora de que no


llegaban, con su esfuerzo, en la atención a los enfermos y moribundos. ¿Qué
hacemos, madre? Y, Teresa de Calcuta respondió: “una hora más de adoración al
Santísimo”.
1. Había quedado atrás aquel milagro espectacular de la multiplicación de los
panes y de los peces. Los discípulos, sin pensárselo dos veces, subieron a la barca
invitados por Jesús. Con aquel Señor que cumplía lo que decía, que multiplicaba
a miles, panes y peces, merecía la pena ser seguido y obedecido.
Pero, como en las películas, en el seguimiento a Jesús hay escenas de miedo.
Momentos donde parece detenerse la felicidad. Instantes que uno quisiera pasar
rápidamente para llegar al final cuanto antes.
Los discípulos se embarcaron en aquella aventura que Jesús les sugirió. Pronto
13
nacieron las dificultades. Las aguas turbulentas, el mar violento les hizo comer su
propia realidad: seguir a Jesús no implica vivir al margen de las pruebas, de los
sufrimientos o de los temores. Eso sí, vivir con Jesús, aporta la fortaleza y
serenidad necesarias para seguir adelante y para que nunca, las zancadillas, sean
mayores que nuestra capacidad para sortearlas.
2. Uno, cuando es creyente convencido (no solo bautizado) pone sus afanes no
solamente en la exclusividad de sus fuerzas y carismas. Jesús, aun siendo Hijo de
Dios, necesitaba de ese “tú a tú” de la oración. Escogía espacio y tiempo, lugares
y silencio para un coloquio con Dios.
A Jesús, en su experiencia de Getsemaní, se le diluyeron los miedos y las ganas
de renunciar a su misión, por el contacto íntimo con Dios. ¿No será que nuestras
fragilidades y cobardías son fruto de nuestra deficitaria comunión o
comunicación con el Señor?
¡No tengáis miedo! Nos dice el Señor en este domingo. En pleno verano y con un
sol de justicia, buscamos sombrillas y lociones que nos hagan más llevadero el
tórrido calor. Tenemos miedo a quemarnos y miedo al dolor. La fe, cuando está
sólidamente fundamentada y enganchada en Jesús, es la mejor sombrilla y la
mejor loción que podemos utilizar para evitar quemaduras en el alma y sonrojo
en el rostro.
Estamos en unos tiempos donde hemos de saber contemplar la presencia de un
Dios que nos está tensando un poco. Que está purificando nuestro discipulado.
Nuestra pertenencia a su pueblo.
Hoy, como Pedro, gritamos aquello de ¡Señor, sálvame! Dejemos un margen de
confianza al Señor. Lancémonos a las aguas de nuestro mundo sin miedo a ser
engullidos por ellas. Si, el Señor va por delante, tenemos las de ganar. Él es el
dueño de la barca. El sentido de nuestra historia. El fin de nuestra oración y de
nuestra entrega. En el silencio aparente, en la ausencia dolorosa es donde hemos
de aprender a buscar y a ver el rostro del Señor que, un domingo más y en pleno
verano, nos grita: ¡Animo soy yo, no tengáis miedo!

TENGO MIEDO, SEÑOR: A que tu barca, la barca de tu Iglesia, me lleva a


horizontes desconocidos A que, tu Palabra, veraz y nítida deje al descubierto el
“Pedro” que habita en mis entrañas.
TENGO MIEDO, SEÑOR: De caminar sobre las aguas de la fe...De nadar
contracorriente...De mirarte y estremecerme...De hundirme en mis miserias y en
mis tribulaciones en mi falta. Y de confianza y… de mis exigencias contigo....
TENGO MIEDO, SEÑOR: De que me vean avanzando en medio de las olas del
mundo con las velas desplegadas de la fe...Que me divisen, de cerca o de lejos,
navegando en dirección hacia Ti .
TENGO MIEDO, SEÑOR: De que, en las dificultades, no respondas como yo
quisiera Que, en las tormentas, no me rescates a tiempo...Que, en la lluvia
torrencial, no acudas en mi socorro. Por eso, porque tengo miedo... Señor,
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mírame de frente, de costado y de lado para que, en mis temores,...Tú seas el
Señor...El Señor que venga en mi rescate...Amén
***

NO SE EQUIVOCA
Romanos 8, 28-Romanos 10, 11
Hace mucho tiempo, en un reino distante, un monarca no creía en la bondad de
Dios. Tenía, sin embargo, un súbdito que siempre le recordaba acerca de esa
verdad. En todas las situaciones decía:
¡Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios hace es perfecto. El nunca se
equivoca!
Un día el rey salió a cazar junto con su súbdito, y una fiera de la jungla le atacó.
El súbdito consiguió matar al animal, pero no evitó que Su Majestad perdiese el
dedo meñique de la mano derecha. El rey, furioso por lo que había ocurrido, y sin
mostrar agradecimiento por los esfuerzos de su siervo para salvarle la vida, le
preguntó a este:
Y ahora, ¿qué me dices? ¿Dios es bueno? Si Dios fuese bueno yo no hubiera sido
atacado, y no hubiera perdido mi dedo.
El siervo respondió:
Rey mío, a pesar de todas esas cosas, solamente puedo decirle que Dios es bueno,
y que quizás eso, perder un dedo, sea para su bien. Todo lo que Dios hace es
perfecto. ¡Él nunca se equivoca!
El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que fuese preso a la celda
más oscura y más fétida del calabozo.
Después de algún tiempo, el rey salió nuevamente para cazar, y fue atacado, esta
vez, por una tribu de indios que vivían en la selva. Estos indios eran temidos por
todos, pues se sabía que hacían sacrificios humanos para sus dioses.
Inmediatamente después que capturaron al rey, comenzaron a preparar, llenos de
júbilo, el ritual del sacrificio. Cuando ya tenían todo listo, y el rey estaba delante
del altar, el sacerdote indígena, al examinar a la víctima, observó furioso:
¡Este hombre no puede ser sacrificado, pues es defectuoso! ¡Le falta un dedo!
Luego, el rey fue liberado. Al volver al palacio, muy alegre y aliviado, liberó a su
súbdito y pidió que fuera a su presencia. Al ver a su siervo, le abrazó
afectuosamente diciendo:
¡Querido siervo, Dios fue realmente bueno conmigo! Tú debes haberte enterado
que escapé justamente porque no tenía uno de mis dedos.

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Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno, ¿por qué
permitió que estuvieses preso, que tanto lo defendiste? El siervo sonrió, y dijo:
Rey mío, si yo hubiera estado junto con usted en esa caza, seguramente habría
sido sacrificado en su lugar, ¡ya que no me falta ningún dedo! Por lo tanto,
acuérdese siempre: ¡todo lo que Dios hace es perfecto, él nunca se equivoca!
-------------------
Romanos 8, 28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
Romanos 10, 11
Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.

EL CHOFER
1 Corintios 10, 13-Santiago 1, 12-Apocalipsis 3, 10
En cierta ocasión un hombre muy rico y poderoso, pero también lleno de años,
decidió jubilar a su chofer de toda la vida. Puso un anuncio en el diario de la
ciudad, contratando los servicios de un chofer.
Llegaron muchos a la entrevista para ver quién tenía más experiencia para
manejar y sobre todo prudencia. La prueba para ver quién se quedaba con el
puesto consistía en una simple pregunta:
¿Qué tanto podrían manejar un auto en un barranco sin caer al precipicio?.
Simple la pregunta.
El primer entrevistado dijo: "yo podría manejar tan cerca que si usted sacara la
cabeza para escupir, su saliva caería al precipicio". Al hombre rico no le fue muy
grato el comentario. Decidió entrevistar otro.
El siguiente dijo: "yo podría manejar tan cerca que los neumáticos rozarían el
precipicio sin caernos y con los ojos vendados". Todos exclamaron: Oh!. Pero al
hombre rico no le asombró. Pensaron algunos, que era un hombre exigente.
Decidió entrevistar a otro.
El tercer conductor dijo: "yo podría manejar tan cerca y sin caer que solo
conduciría el auto con las llantas laterales al precipicio en el aire, y las otras
rozando la orilla del barranco. Hubo otra exclamación todavía más fuerte. Ya
nadie podría manejar mejor.
Entre la exclamación hubo un hombrecito en un rincón que dijo: "yo podría
manejar el auto tan lejos del precipicio como me fuera posible" El hombre rico
escuchó y dijo:
"Este es el hombre que busco, y lo contrato de inmediato."

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¿Por qué, buscarle 3 patas al gato si sabemos que tiene 4?
¿Por qué jugar con la tentación hasta estar al borde del precipicio? Huye lo más
lejos posible!
Genaro Burela
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1 Corintios 10, 13
No os ha tomado tentación, sino humana: más fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la
tentación la salida, para que podáis aguantar.
Santiago 1, 12
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha
sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que
le aman.
Apocalipsis 3, 10
Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la
hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo, para probar a los que
moran en la tierra.
***

LA LUZ DE JUANITO
Hace algunos años atrás en un pueblo muy pequeño había un hombre de nombre
Juan, pero le decían "Juanito" ese pueblo era muy solitario y quedaba muy lejos
de la ciudad y en ese entonces no existía la luz en aquel pueblo, así que la gente
en la obscuridad se alumbraba con lámparas de aceite...Juanito era ciego de
nacimiento, pero todas las noches Juanito salía a las calles con una lámpara de
aceite en las manos y empezaba a caminar por todas las calles del pueblo
acompañado de su lámpara de aceite… la gente del pueblo ya se había
acostumbrado de verlo todas las noches hacer lo mismo pero nadie entendía el
significado si no que pensaban que Juanito a pesar de ciego, sufría problemas
mentales...hasta que alguna vez el sacerdote del pueblo regresaba de visitar a un
hombre agonizando y en una de esas calles silenciosas y obscuras, se encuentra
con Juanito y su lámpara de aceite... enseguida el sacerdote se dio cuenta de que
era Juanito el ciego del pueblo, y le pregunto: “que haces Juanito tu ciego con
una lámpara de aceite en la mano??? Pero si tú no ves!!! Mejor ven te acompaño
a tu casa… entonces Juanito le responde: “no padre yo no llevo la lámpara para
ver mi camino. pues como usted sabe yo soy ciego, pero gracias a Dios conozco
las calles de este pueblo de memoria... si no que llevo la luz para que otros
encuentren su camino, cuando me vean a mí con mi lámpara encendida... porque
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para mí tal vez no pueda servirme la luz, pero para otros claro que les sirve y
pueden hacer uso de ella.... el sacerdote se quedó mudo, solo agacho la cabeza y
se marchó... después en la homilía del domingo, el sacerdote mirando a Juanito
en la primera banca de la iglesia dijo estas palabras>>>cada uno de nosotros
puede alumbrar el camino de los demás para que sea visto por otros, aunque
aparentemente pensemos que los demás no la necesiten, es nuestro deber
alumbrar con nuestro ejemplo... alumbrar el camino de los demás no es tarea
fácil... lástima que muchas veces en vez de alumbrar, oscurecemos mucho más el
camino de los demás... como oscurecemos el camino de los demás?????>>> a
través del desaliento, las críticas, el egoísmo, la envidia, el desamor, el odio y el
resentimiento...!!!!! que hermoso seria si todos ilumináramos el camino de los
demás!!!...como Juanito... ustedes son la luz de este mundo, procuren que su luz
brille delante de la gente, para que ellos vean el bien que hacen y se acerquen a
nuestro padre que está en los cielos.
***

LOS 20 EUROS
Una profesora en clase saca de su cartera un billete de 20 euros y lo enseña a sus
alumnos a la vez que pregunta: "¿A quién le gustaría tener este billete?". Todos
los alumnos levantan la mano.
Entonces la profesora coge el billete y lo arruga, haciéndolo una bola. Incluso lo
rasga un poquito en una esquina. "¿Quién sigue queriéndolo?". Todos los
alumnos volvieron a levantar la mano.
Finalmente, la profesora tira el billete al suelo y lo pisa repetidamente, diciendo:
"¿Aún queréis este billete?". Todos los alumnos respondieron que sí.
Entonces la profesora les dijo:
"Espero que de aquí aprendáis una lección importante hoy. Aunque he arrugado
el billete, lo he pisado y tirado al suelo... todos habéis querido tener el billete
porque su valor no había cambiado, seguían siendo 20 euros.
Muchas veces en la vida te ofenden, hay personas que te rechazan y los
acontecimientos te sacuden, dejándote hecho una bola o tirado en el suelo.
Sientes que no vales nada, pero recuerda, tu valor no cambiará NUNCA para la
gente que realmente te quiere. Incluso en los días en los que sientas que estás en
tu peor momento, tu valor sigue siendo el mismo, por muy arrugado que estés".
***

18
“VALE LA PENA LA INVERSION”
Hechos 20,35-2da Corintios 9,7-9
Lidubino era un hombre millonario, pero se encontraba enfermo de gravedad a
punto de morir, consciente de que sus días en este mundo estaban por concluir,
manda a uno de sus hijos a buscar al sacerdote de la parroquia “La esperanza”
El padre llega ante el malogrado enfermo y dice:
-Aquí estoy Lidubino, que me cuentas
-El enfermo con preocupación dice: padre lo he mandado llamar porque se
acerca mi última hora
¿Entiendo lidubino quieres confesarte?
¡Si! padre y también quiero donar a la iglesia: mi casa, mi hacienda, un millón
de dólares que tengo en el banco, mis 7 automóviles, quiero donar mi helicóptero
mi jet privado, y... luego pregunta emocionado: ¿con esas donaciones padrecito
cree que tengo ganado un lugar en el cielo? El padrecito asombrado por
inesperada donación millonaria dice: “con sinceridad Lidubino no podría
garantizarlo un cien por ciento.... pero vale la pena intentar la inversión...”
Que reto y desafío que tenemos los cristianos: “Intentar la inversión”
Vale la pena ayudar a tantos pobres y necesitados. Hablando de pobres cuantos
habrá en el mundo? Según algunos estudios existen más de 900 millones de
personas que tienen hambre, hay millones de personas que despiertan con
hambre, llega la hora del almuerzo, pero ellos no tienen el almuerzo en la mesa,
llega la noche y la cena no llega para ellos. Es triste observar como muchos de
nosotros rechazamos o despreciamos cierto tipo de comidas con la siguiente
frase: “No me gusta”, en ese momento del “no me agrada la comida” deberíamos
recordar que millones de millones sueñan y ansían tener un plato de comida en la
mesa.
Cuando quizás le pase por la mente la frase: “yo no tengo la culpa de la desgracia
de otros” le recuerdo que Dios ha permitido que haya millones de pobres
hambrientos, para que Usted y Yo tengamos la oportunidad de intentar la
inversión que decía el padrecito de la historia de humor. Dios por medio de los
que sufren de hambre nos da la gran oportunidad de ser felices. ¿Por qué voy a
ser feliz ayudando a los demás? Quizás se preguntara Usted, pues déjeme
responderle con un pasaje de la Biblia:
“Hay mayor felicidad en dar que en recibir” (Hechos 20,35)
La felicidad duradera no está en tener dinero y bienes. La felicidad no la vamos
a encontrar en las joyas y vestidos. La única y verdadera felicidad que se
mantiene y es permanente, la encontramos cuando ponemos en práctica el verbo
“DAR”.
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Para ayudarnos a intentar la inversión, para animarnos a ser más generosos con
los pobres y los que pasan por muchas necesidades leamos meditemos y
pongamos en práctica lo que dice 2da Corintios 9,7-9:
“Cada uno dé según lo que decidió personalmente, y no de mala gana o a la
fuerza, pues Dios ama al que da con corazón alegre. Y poderoso es Dios para
bendecirles de mil maneras, de modo que nunca les falte nada y puedan al mismo
tiempo cooperar en toda obra buena. La Escritura dice: Repartió, dio a los que
tenían hambre; sus méritos permanecen para siempre.” Amen
Autor: Adhemar Cuellar
***

“ILUMINA TU AÑO”
Juan 8,12
Tres niños comentaban acerca de sus vacaciones:
-El primero emocionado dice: “estuve de vacaciones en la enorme casa que mi
papa posee en el campo… la casa tiene unas puertas tan grandes que puede entrar
un elefante por ellas”.
-Otro niño dice: “yo pase mis vacaciones en la inmensa casa que mi papa tiene en
la cordillera... es un edificio donde puede entrar hasta un avión por la puerta.
-Toca el turno del 3º que dice: yo vacacione en la casa que mi papa tiene en la
playa,
Los otros dos niños preguntan: ¿es una casa grande?
-Sonriendo tavito dice: “por supuesto que es grande, la casa es tan pero tan
grande que hasta el sol puede entrar por la ventana”
Este nuevo año, trae 365 nuevas oportunidades para que la luz de Cristo llegue
a tu vida, y entre por la ventana de tu corazón.
Probablemente el año anterior tu vida se ensombreció por diversos motivos,
muchas áreas de tu corazón y tu mente se inundaron de oscuridad, los problemas,
el sufrimiento, las tribulaciones, te han hecho perder la ilusión de un mañana
radiante y luminoso.
El pecado también se lleva la Luz Divina.
Este nuevo año hay una buena noticia, La inmensa ola de luz Divina es tan pero
tan grande que hasta puede entrar por la ventana de tu corazón
Nunca olvidemos las palabras del Maestro y Señor que nos dijo: “Yo soy la luz
del mundo” (Juan 8,12)

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Me emociona saber que esta Luz puede iluminar y disipar las tinieblas de los
corazones más ensombrecidos por la oscuridad del pecado. No existe ningún
corazón que la Luz de Cristo no pueda iluminarlo.
Conociendo esta grata, reconfortante y luminosa noticia, digámosle al Dueño de
la Luz:
Señor, ilumina mi corazón
Señor, ilumina mis pensamientos
Señor, que tu luz guie mis pasos este nuevo año
Señor, abro la ventana de mi corazón para que tu Luz llegue a mi vida.
Señor que emoción saber que este año tendré la luz que me guiara por los
senderos del: Amor, Paz y Unidad. GRACIAS SEÑOR, AMEN
Autor: Adhemar Cuellar
***

NOS DICE EL PADRE MARTÍN DESCALZO:


LA LUZ EN LAS MANOS

“Efectivamente, es mucho poder decir de un ser humano que ha logrado esa


doble maravilla: que el sol arda en sus manos y que haya sabido repartirlo. No sé
cuál de las dos hazañas es más prodigiosa (…) Sólo los santos, los genios, los
grandes amantes, tienen el sol en las manos. Son personas que, cuando pasan a
nuestro lado, dejan un rastro en nuestro recuerdo, en nuestras vidas. Porque
tienen luz, porque sus almas están llenas y despiertas. ¿Y por qué ellos tienen luz
y la mayoría no? No, desde luego, por instinto ni por nacimiento. Sólo tiene luz
el que ha ido recogiéndola, cultivándola. La luz, la belleza, están en el mundo,
pero hay que ir sabiendo recogerla. Y hay que empezar por tener las manos
abiertas y no como los egoístas, cerradas, empuñadas. Todo el que tiene la luz en
sus manos la tiene por su mérito y esfuerzo. Y, naturalmente, no se conquista en
un solo día: se van acumulando trozos de luz, pedacitos de amor. El alma sólo
brilla después de muchos años de esfuerzo de recogida. ¡Pero qué milagro
morirse con el alma encendida! «ES mucho decir», como canta el poeta”.
***

21
EN MEDIO DE LA ANGUSTIA
Lucas 14, 25-33-Salmo121, 3
En la madrugada, Jesús se acercó a ellos caminando sobre el lago. Cuando los
discípulos lo vieron caminando sobre el agua, quedaron aterrados. ¡Es un
fantasma! gritaron de miedo. Pero Jesús les dijo en seguida: ¡Cálmense! Soy yo.
No tengan miedo.
-Señor, si eres tú, respondió Pedro, mándame que vaya a ti sobre el agua… Ven
dijo Jesús.
Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al sentir
el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: ¡Señor,
sálvame!
En seguida Jesús le tendió la mano y, sujetándolo, lo reprendió: ¡Hombre de
poca fe! ¿Por qué dudaste? Cuando subieron a la barca, se calmó el viento. Y los
que estaban en la barca lo adoraron diciendo: Verdaderamente tú eres el Hijo de
Dios. (Lucas 14, 25-33)
En medio de la tempestad, cuando Pedro le pidió ayuda, fue en ese mismo
instante que Jesús le extendió su mano. No esperó a que se hundiese, en el
tiempo exacto, en medio de su desesperación, Él mostró de su amor y lo ayudó.
Y es lo mismo que quiere hacer en nuestras vidas, cuando estamos pasando por
el dolor, el desengaño, el desánimo, las crisis familiares, personales, es ahí donde
el Señor quiere manifestarse en nuestras vidas; cuando nuestras lágrimas bordean
nuestro rostro por el sufrimiento, es en ese momento donde Dios nos da de su
abrazo y nos dice “No estás solo(a), Yo estoy contigo”. En nuestra debilidad, es
donde nos da de su fortaleza y se revela con su poder sobre nuestra vida. Nuestro
Padre no va esperar que la prueba termine, Él no guardará silencio hasta que todo
haya pasado, por el contrario, en medio de la angustia, estará ahí.
Isaías 58, 11 nos dice “El Señor te guiará siempre; te saciará en tierras resecas, y
fortalecerá tus huesos. Serás como jardín bien regado, como manantial cuyas
aguas no se agotan.” En tiempos de dificultad, en tierras secas, cuando la
situación que estamos pasando se complica, y muchas veces por la gravedad del
problema sentimos que ya no podemos más, el Señor nos guía, nos sacia y nos
defiende.
Quiero animarte a que hoy puedas creer que Dios está junto a ti en este mismo
instante, no olvides que el Señor va contigo y te sostiene de tu mano. El
Salmo121, 3 dice “No permitirá que tu pie resbale; jamás duerme el que te
cuida.” Recuerda que él está atento a lo que estás viviendo, Él no ignora tu dolor,
jamás duerme; te guarda en medio de la angustia
***
22
PESO INNECESARIO
Hebreos 12, 1-1 Corintios 9, 25-26
Hacer la voluntad de Dios siempre implicará renunciar a determinados anhelos:
personales, familiares, profesionales, etc., pero podemos estar completamente
seguros que la recompensa a nuestra obediencia será mayor a la que podemos
imaginar.
Al igual que un globo aerostático requiere sólo el peso adecuado para elevar
vuelo, nosotros necesitamos soltar la carga excesiva que estamos llevando para
ganar la carrera.
Como dice Hebreos 12, 1 “… quitémonos todo peso que nos impida correr,
especialmente el pecado que tan fácilmente nos hace tropezar. Y corramos
con perseverancia la carrera que Dios nos ha puesto por delante”.
Identifica lo que te está estorbando y déjalo, no permitas que siga siendo parte de
tu vida. Posiblemente es: duda, incredulidad, temor, conformismo, afán,
complejos, traiciones, amargura, resentimiento, alguna adicción, música, series
animadas, etc. No te hagas esclavo del pecado, disciplina tu cuerpo y obtén la
victoria.
Los que se preparan para competir en un deporte, dejan de hacer todo lo que
pueda perjudicarlos. ¡Y lo hacen para ganarse un premio que no dura mucho!
Nosotros, en cambio, lo hacemos para recibir un premio que dura para
siempre. Yo me esfuerzo por recibirlo. Así que no lucho sin un propósito. 1
Corintios 9, 25-26
Si has decidió seguir a Cristo, no permitas, que nada ni nadie te impida terminar
la carrera, llegar a la meta y obtener la corona de la vida.
¡Corre para ganar! ***

COMO UN HERMANO EL CABALLO CIEGUITO


Proverbios 17, 17 - Proverbios 18, 24
Brisna Bustamante

En una hacienda viven dos caballos, aparentemente iguales a los demás, pero
al observarlos con detenimiento, podemos percibir que uno de ellos no ve. El
dueño no se deshizo de él por esa discapacidad, sino que le consiguió un amigo,
un caballo más joven, el cual tiene una campana colgada en su cuello; de modo
que al escuchar el sonido, el caballo cieguito sabe dónde está su compañero y va
hasta él.

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Ambos pasan los días corriendo y al final de la jornada entran juntos al establo.
El caballo con la campana está siempre pendiente de su compañero y algunas
veces se detiene, para que lo pueda alcanzar. El caballo que no ve se guía por el
sonido de la campana, confiando que su amigo lo está llevando por el camino
correcto.
Al igual que el dueño de estos dos caballos, Dios no nos rechaza por nuestro
estado, más bien cuida de nosotros y pone a nuestro alrededor personas que estén
siempre dispuestas a ayudarnos y escucharnos.
Algunas veces somos como el caballo cieguito, guiados por los sonidos de las
campanas de nuestros amigos. Y otras, como el caballo guía, ayudando a otros a
encontrar el camino.
Hay quienes bajo la apariencia de amistad, solo provocan destrucción, parecen
amigos pero terminan lastimándose unos con otros; en cambio el amigo
verdadero se mantiene más leal que un hermano. Proverbios 18, 24
Es necesario oír y considerar los consejos y las palabras de ánimo, fortaleza y
exhortación que nos dan nuestros verdaderos amigos porque sólo quieren nuestro
bienestar. La mejor manera de retribuir a ese cariño es contándoles todo lo que
Dios hizo y está haciendo en nuestra vida, no desaprovechemos ninguna
oportunidad para compartirles de su amor y ellos decidan recibir a Jesús como su
Salvador.
Hoy es un buen día para que valores a las personas que están siempre contigo,
aquellas que se alegran por tus triunfos y te apoyan en momentos de dolor.
Visítalos y llámalos, no pierdas contacto con ellos, y si recuerdas que existe algo
que te mantiene enemistado con alguno, da el primer paso, no esperes que el otro
lo haga, tal vez haya muy buenos momentos por disfrutar, que no vale la pena
perderlos por un enojo o un malentendido.
En todo tiempo ama el amigo y es como un hermano en tiempo de angustia.
Proverbios 17, 17
¡Un buen amigo te habla de Dios, pero un verdadero amigo te acerca a Él!
***

EN UN SOLO CABLE
Lucas 16, 13
Ana María Frege Issa

Issac Rankin, cuenta que cuando era niño quedaba asombrado al ver que los
pájaros se posaban sobre los cables eléctricos sin que les sucediera nada malo,
siendo que le habían dicho que por estos tendidos corría con tal fuerza la energía
eléctrica que era capaz de mover máquinas y trenes.
24
Un día, aprovechó que un electricista había ido a su casa a hacer un trabajo y le
preguntó cómo eso podía ser posible.
- Sí, hijo – fue la respuesta – Es porque cada pájaro se apoya solamente
sobre un cable. Si un pájaro se pusiera sobre un alambre cercano a otro y lograra
establecer contacto con él caería en el acto fulminado a tierra.
Esto mismo sucede en nuestras vidas cuando deseamos estar bien con las cosas
de Dios y las del mundo, cuando tenemos el corazón dividido.
Para poder estar seguros, debemos estar parados en un solo cable, caso contrario
corremos el riesgo de perder nuestra vida. Por algo Jesús nos advierte que no
podemos servir a dos señores.
“Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y
amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a
Dios y a las riquezas”. Lucas 16, 13
¿A quién estás sirviendo?
Puedes llevar varios años asistiendo a la iglesia, puedes conocer la Palabra de
Dios y puedes tener la mejor de las intenciones en tu corazón pero, si
paralelamente tienes un pie en las cosas del mundo, corres el gran peligro de
perder tu vida. No te arriesgues a que ambos cables choquen, mantente firme en
Dios.
Al permanecer en un solo cable podrás gozar de la paz y seguridad que te ofrece
Dios; el vivir tan cerca de otro alambre eléctrico te mantendrá inquieto, ansioso,
lleno de incertidumbre porque sabes, en tu mente y corazón, que estás en peligro,
que con un viento suave ambos cables puede chocar y el resultado será
lamentable.
Decide en qué lugar quieres estar y mantente firme en él para que puedas
disfrutar de las bendiciones que te ofrece Dios.
***

¿ESTÁS DISPUESTO A DECIR NO?


Mateo 16, 24-Mateo 19, 16-22
Shirley Chambi

Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿Qué bien haré para tener la vida
eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno:
Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo:
¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso
testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti
mismo.
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El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me
falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los
pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta
palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Mateo 19, 16-22
Seguramente has escuchado la historia del joven rico, utilizada en muchas
ocasiones como ejemplo de materialismo. Sin embargo, cometemos el error de
no vernos reflejados en el mismo personaje de la historia. Imagina que has
alcanzado grandes logros, tienes un trabajo estable y te consideras una persona
buena, pero Jesús te dice: “Déjalo todo y sígueme” ¿Qué decisión tomarías?

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí,
niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Mateo 16, 24
La declaración que nos hace nuestro Salvador es parecida a la del joven rico: “Si
quieres seguirme, niégate a ti mismo, toma tu cruz y sígueme” ¿Qué significa
negarte a ti mismo? Es renunciar a ti y dejar que Él tome el control de tu vida.
Negarse a sí mismo, es bendecir al enemigo, perdonar aunque fuimos
lastimados, inclinar la cabeza para no pelear, dar el primer paso para
reconciliarse con el prójimo aunque no hayas tenido la culpa, actuar bien aunque
otros actúen mal contigo. Negarse a sí mismo es dejar de hacer lo que quieres
para hacer lo que quiere Jesús, es seguir sus pasos.
El Señor te hace la invitación de seguirlo, la pregunta es: ¿Puedes seguir a
Jesús? Es posible que dispongas de una Biblia por años, que asistas a un Grupo
de oración, pero no servirá para salvarte si no sigues a Jesús, si escuchas pero no
obedeces su palabra, si antes de ser como Él prefieres ser como tú.
¡No te pierdas más bendiciones, sigue a Jesús!
***

SALVAMENTO EN EL MAR
por el Hermano Pablo

Mateo 7, 7-8
La tempestad era espantosa, con vientos de 120 kilómetros por hora, y rachas que
llegaban a los 170. El pesquero ruso «Briz», de seis mil toneladas, se anegaba en
las aguas del mar del Norte.
Cuando el capitán Sverdlovsk, del pesquero ruso, vio que su nave se hundía,
irradió una llamada de auxilio, y un remolcador holandés, el «Carlot», acudió en
su ayuda. Pero el salvamento se hacía casi imposible. Era como si toda la furia de
los vientos y las inmensas olas del mar se hubieran propuesto no permitir el
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rescate de ninguno de los cincuenta y seis marineros a bordo del «Briz».
Después de algún tiempo de tratar de ejecutar el salvamento y de agotar todos los
recursos sin poder transferir a un solo hombre, el capitán del remolcador
«Carlot», André Ruyg, de cuarenta y dos años de edad y creyente en Dios, hizo
lo que para un capitán era insólito. Pidió ayuda divina: «¡Dios mío —rogó—,
ayúdanos! Sólo tú puedes calmar este vendaval.»
De repente los vientos comenzaron a calmarse y las inmensas olas perdieron su
furia. El salvamento pudo llevarse a cabo, y aunque el pesquero «Briz» se
hundió, no pereció ninguno de los marineros.
Las batallas del hombre contra el mar tienen siempre acentos épicos. ¡Es tan
grande el océano y son tan pequeños los barcos! ¡Son tan altas las olas y tan
frágiles los cascos! Por eso el marinero sabe clamar a Dios, y al igual que en
aquella célebre tormenta en el mar de Galilea de dos mil años atrás, Jesús viene
en auxilio caminando sobre las olas.
Aprendamos a orar. No es cuestión solo de aprender ciertos rezos ni oraciones
redactadas de cierto modo, sino de establecer una relación permanente con Dios.
Practiquemos la presencia de Dios. Vivamos con la línea de comunicación
abierta. Que nunca haya un momento en que no estemos en contacto con Dios.
Si no tenemos una relación con Dios, entablemos una sin demora. Si hemos
cortado la relación que teníamos, comencemos desde este momento a
restablecerla. Así, pase lo que pase, en medio del dolor podremos clamar con la
seguridad de que Dios nos está escuchando.
Jesucristo desea ayudarnos en todas las tragedias de la vida. Él puede reprender
los vientos y calmar las olas. Lo único que tenemos que hacer es expresarle
nuestro temor y esperar con fe en la respuesta. Cristo dijo: «Pidan, y se les dará;
busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe;
el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre» (Mateo 7, 7-8).

CANTA AUNQUE EL HIELO CRUJA


Ana Maía Frege Issa

Salmo 121, 1-8


Cuentan que en los días primitivos de la colonización del oeste norteño en los
Estados Unidos, un viajero solitario llegó a la orilla del río Misisipi al anochecer;
el camino terminaba abruptamente al borde del agua y no había puente alguno.

Hacía un frío terrible, y ante la perspectiva de tener que pasar la noche en ese
lugar despoblado y sin abrigo, el viajero empezó a andar con mucho cuidado

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sobre el hielo, temiendo a cada momento que, con un crujido, el hielo se
resquebrajara y él fuera a parar al agua helada.
Había cruzado ya un buen trecho del río, cuando oyó que alguien se acercaba
cantando a todo pulmón, y de vez en cuando, entremezclado con el canto se oía
el chasquido de un látigo y gritos, así como el resonar rítmico de las herraduras
sobre el hielo.
Cuando ya estuvo lo bastante cerca vio con asombro un carro cargado de
enormes troncos de árbol arrastrado por cuatro caballos. Mientras tanto, él iba
avanzando, a veces a gatas, muerto de miedo, temiendo que el hielo se hundiese
bajo los pies.
En muchas ocasiones nos hemos encontrado, como el viajero, con la sorpresa de
que el camino se acaba abruptamente y delante de nosotros sólo hay un lago
congelado. No sabemos cuán fuerte es la capa de hielo, si soportará nuestro peso
o si hay lugares más frágiles que otros. Simplemente debemos cruzar el lago.
Y mientras avanzamos con miedo, seguramente en el doble o triple de tiempo
del que nos tomaría hacerlo confiadamente, hay personas que en lugar de
escuchar el crujir del hielo, deciden elevar su voz y cantar mientras avanzar
confiadamente.
Si en este momento te encuentras atravesando un terreno desconocido, si estás
parado sobre hielo o un lugar inestable, deja de andar a gatas, ponte de pie y
camina con firmeza, sabiendo que Dios cuida de ti en todo tiempo y
circunstancia. Canta, eleva tu voz y confiadamente camina hacia tu destino
porque Dios prometió que siempre te cuidaría, Él es tu protector, tu ayudador y
sus planes son de bien para tu vida.
“Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro
viene del Señor, Que hizo los cielos y la tierra. No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda. He aquí, no se adormecerá ni dormirá El
que guarda a Israel. El Señor es tu guardador; El Señor es tu sombra a tu
mano derecha. El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche. El Señor te
guardará de todo mal; El guardará tu alma. El Señor guardará tu salida y
tu entrada Desde ahora y para siempre” Salmo 121, 1-8
Confía en las promesas de Dios, no temas por tu futuro, porque tu Guardador no
permitirá que nada malo te pase, si permitió que llegues a un lugar así es porque
tiene algo que enseñarte, quiere formarte para lo que vendrá y, sobre todo, quiere
que confíes en Él.
Deja de escuchar el crujir del hielo, levántate y canta porque tu guardador no se
adormecerá ni se dormirá. ¡Camina confiadamente!

***
28
POLILLA
Héctor Colque

Juan 8, 12 -Salmo 119, 105-Juan 1, 5-Hebreos 12, 1 -1 Juan 1, 5


En la naturaleza existen algunos insectos nocturnos como por ejemplo la polilla,
que es atraída por la luz artificial. Pero, ¿A qué se debe este comportamiento que
a primera vista parece irracional y sin sentido?.
Según algunos estudios, la búsqueda de luz en estos insectos voladores es
bastante coherente con su propia naturaleza.
La polilla es dependiente de fuentes lumínicas ya que sin ellas sus funciones
motrices y su mecanismo de defensa, quedarían obsoletos. La luz del
firmamento, la luz de la luna o de las estrellas, les permite situarse en el arriba y
el debajo de su entorno, además sirve de guía para los movimientos migratorios.
Por otro lado, al ser atraídos por las luces, vuelan más alto evitando a
depredadores que normalmente asechan volando bajo.
Sobre todo, la intensidad lumínica influye en el movimiento de sus alas. Cuando
la luz proviene de una fuente distante e incide por igual en ambos ojos del
insecto, éste vuela en línea recta, pero si la fuente de luz está más cerca, un ojo
percibe más cantidad de luz que el otro y el ala de ese lado tiende a moverse más
rápido al recibir mayor estímulo. Esa descompensación las hace torpes al volar y
propensas a chocar con todo lo que se encuentran.
Aunque las polillas son insectos nocturnos la luz es vital para su naturaleza y su
supervivencia.
Juan 8, 12 dice: “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del
mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la
vida.”
Más allá de nuestra necesidad humana de la luz natural del sol para nuestra
sobrevivencia, en medio de tantas tinieblas, nuestra necesidad de la luz de Dios
para nuestro espíritu es mucho más intensa.
Leer la biblia nos permite ver el estado espiritual en el que nos encontramos y
nos da un panorama geográfico de nuestra posición en el ámbito espiritual.
Además ilumina el camino que debemos seguir para encontrar la voluntad de
Dios, Salmo 119, 105.
Según la escritura, el diablo anda como león rugiente viendo a quien devorar, sin
duda es un despiadado depredador de ovejas perdidas, pero la biblia nos dice que
las tinieblas no prevalecen ante la luz, Juan 1, 5.
Lo más importante es mantener los ojos siempre puestos en Jesús. Mirar
desproporcionadamente o mantener distraída la vista, solo nos dejará un vuelo
torpe al igual que a las polillas. Al mirarlas cualquiera puede burlarse por cómo
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chocan por su vuelo torpe, pero muchas veces esa misma es la forma en la que
nos vemos cuando tomamos decisiones sin tener la mirada firme en Dios;
chocamos contra todo y nada nos sale bien. Por esos Hebreos 12, 1 nos habla de
mantener los ojos siempre puestos en Jesús sin apartarnos.
Aprende de las polillas que tienen a la luz como parte de su vida y sin ella sólo
pueden ser insectos inútiles. Nosotros necesitamos mucho más de la luz que nos
proporciona Jesús, porque sin Él nada podemos hacer.
1 Juan 1, 5 “Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es
luz, y no hay ningunas tinieblas en él.”
***

«ESTOY CANSADA DE SER FUGITIVA»


por el Hermano Pablo

Fueron doce años de angustia. Doce años de correr. Doce años de cambiar
continuamente de domicilio, de nombre. Doce años de vivir oculta, yendo de
Sicilia a Suiza, de Suiza a Brasil, de Brasil a Venezuela, y de Venezuela a quién
sabe dónde. Doce años sin vida normal. Hasta que, por fin, Rosetta Cutolo dijo:
«Estoy cansada de ser fugitiva», y se entregó a las autoridades italianas.
Rosetta Cutolo había sido una de las jefas de la Mafia siciliana. Las autoridades
la conocían muy bien. Entre sus delitos figuraban actos de terrorismo y
actividades subversivas internacionales. Pero al fin, prefirió entregarse antes que
ser una perpetua fugitiva.
La vida de delitos nunca paga bien. Vivir honesta y honradamente, aunque pobre,
es mil veces mejor que vivir como fugitivo, por más beneficio que el delito
ofrezca.
Hay muchos casos, en las historias policiales de todo el mundo, de hombres y de
mujeres que tras varios años de escapar de la justicia se han entregado
voluntariamente, prefiriendo la cárcel y la paz que la libertad y la fuga. Así de
desesperante es la condición del fugitivo.
Sin embargo, hay otra prisión todavía más opresiva que cualquier cárcel de esta
tierra. La declaración de Rosetta: «Estoy cansada de ser fugitiva», tiene también
matices espirituales. ¿Acaso no es cada pecador que puebla este mundo un
fugitivo de la justicia de Dios?
Caín, el primer delincuente que huyó de la presencia de Dios, nunca pudo
encontrar tranquilidad. Y no era que Dios lo persiguiera directamente. Lo
perseguía su conciencia, y lo perseguían las consecuencias de su pecado.
Toda persona que no ha tenido una conversión espiritual es fugitiva de la ley de
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Dios, y mientras no entre en alianza con Dios, no podrá tener paz. Mientras uno
viva huyendo de su conciencia, huyendo de la consecuencia de sus pecados y
huyendo de la ley de Dios, no tendrá paz. Así no es posible tener paz.
Si no tenemos paz en el alma, si hay algo dentro de nosotros que no nos deja
estar tranquilos, es porque nos está persiguiendo nuestra conciencia. Y si no
cambiamos de rumbo y nos entregamos a Dios de alma y corazón, la conciencia
nos consumirá. No corramos más. No sigamos huyendo. Dejemos de ser
fugitivos y regresemos al hogar espiritual. En casa hay abundancia de paz. Dios
nos espera.
***

DIOS YA CONOCE TUS GRIETAS


Ana María Frege Issa

1ª Corintios 1, 27- 28
Hay una historia antigua, tal vez muy conocida por muchos, que cuenta que un
cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los
extremos de un palo y que llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas
tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al
final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero
cuando llegaba, la vasija rota solo tenía la mitad del agua.
Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija
perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines
para los que fue creada. Pero la pobre vasija agrietada estaba muy avergonzada
de su propia imperfección y se sentía miserable porque solo podía hacer la mitad
de todo lo que se suponía que era su obligación.
Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole:
“Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas
sólo puedes entregar la mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que
deberías recibir.”
El hombre, apesadumbrado, le dijo compasivamente:
“Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen a
lo largo del camino.” Así lo hizo la tinaja. Y en efecto vio muchísimas flores
hermosas a lo largo del trayecto, pero de todos modos se sintió apenada porque al
final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.
- ¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?- le
preguntó el hombre- Siempre he sabido de tus grietas y quise obtener ventaja de
ello, sembré semillas de flores a todo lo largo del camino por donde tú vas y
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todos los días tú las has regado. Por dos años yo he podido recoger estas flores
para decorar la casa de mi patrón. Sin ser exactamente como eres, él no hubiera
tenido esa belleza sobre su mesa.
Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas, llámense defectos, traumas,
heridas emocionales, frustraciones, complejos, fracasos que nos marcaron, etc. y
muchas veces pensamos estas grietas nos descalifican y que Dios no puede
usarnos, que no somos lo suficientemente buenos, que hay personas más
capacitadas que podrían hacer mejores cosas que nosotros; pero en 1ª Corintios
1, 27- 28 encontramos un gran tesoro:
“sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo
débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte; y lo vil del mundo
y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es”.
Dios no busca personas perfectas, Él ya conoce nuestras grietas, pero eso no le
impide hacer grandes cosas nuestras vidas. No mires tus defectos y problemas
como algo que te descalifica, sino como oportunidades para que Dios obre en tu
vida y cumpla sus planes.
Con grietas y todo, Dios te ha incluido en sus planes, te ama de manera
inimaginable, tu vida es un tesoro invaluable para Él.
Deja de menospreciarte y compararte con los demás porque tu vida es única e
incomparable. Confía en Dios y prepárate para ver cómo tu lado del camino
empieza a florecer.
***

CONVICCIONES QUE INSPIRAN

HÉCTOR COLQUE

Hebreos 6, 10 -Daniel 3, 17-18


Rosa Parks fue una activista que dedicó gran parte de su vida a luchar en pro de
los derechos civiles en Estados Unidos. Ella al igual que varias personas de raza
negra, formaban parte de un movimiento que luchaba contra las aun latentes
violaciones a los derechos de igualdad que supuestamente ya habían sido
abolidas en el país del norte para esa época.
En el 1 de diciembre de 1955, ella se negó a ceder el asiento del transporte
público a una persona de raza blanca, lo cual provocó que la llevaran a la cárcel
bajo los cargos de perturbación del orden. Recordemos que en esas épocas el
transporte público dividía los asientes en dos secciones, los de adelante le
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correspondían a los de raza blanca y los de raza negra, se tenían que centrar al
fondo.
El incidente conmocionó a muchas personas y fue el detonante para que varios
movimientos activistas se unieran. En esa época Martin Luther King, quien
lideraba un grupo pequeño de lucha y no era tan conocido, junto a un numeroso
grupo dirigió una protesta por la liberación de Rosa de la prisión y para que
cambiaran las leyes del transporte público.
Las movilizaciones comenzaron a tener éxito; Además de liberar a Rosa, la
gente en general dejó de usar el transporte público lo cual provocó un déficit en
sus ingresos y un posterior cambio de sus leyes.
No todo termina ahí. Rosa Parks continuó luchando por los derechos civiles de
su raza obteniendo muchas victorias e inspirando miles de personas a seguir su
ejemplo.
Al leer esta historia no puedo dejar de pensar en tres muchachos que hicieron
algo similar. Hace mucho tiempo atrás existía un reino cuyas leyes dictaban que
toda persona debía arrodillarse ante la estatua del rey, pero las convicciones en
los corazones de Sadrac, Mesac y Abed-nego, dictaban otra cosa.

Ellos no se arrodillaron y fueron condenados a ser echados vivos a un honro de


fuego, a lo que los tres pronunciaron una de las frases más inspiradoras que hay
en la biblia.
“Nuestro Dios, a quien adoramos, puede librarnos de las llamas del horno y de
todo el mal que Su Majestad quiere hacernos, y nos librará. Pero, aun si no lo
hiciera, sepa bien Su Majestad que no adoraremos a sus dioses ni nos
arrodillaremos ante la estatua de oro.” Daniel 3, 17-18
Cuando vivimos bajo la convicción más poderosa que es Dios, siempre existe la
posibilidad de padecer ya que no tomamos el camino corto, sino el largo y
angosto. Es posible que provoque contratiempos, un esfuerzo superior al de los
demás y lo más seguro es que exista oposición. Después de todo, vivir bajo los
estatutos divinos es ir en contra del mundo, del diablo y de nuestra propia carne.
Pero en medio de esa batalla, si nos mantenemos firmes, siempre lograremos
obtener una victoria.

¿Cuál es esa victoria? Te levantarás más fuerte que antes y lo más hermoso de
todo, nuestro Dios de justicia recordará ese esfuerzo con una sonrisa en los
labios.
“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor
que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y
sirviéndoles aún.” Hebreos 6, 10

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VIVIR CONFIADAMENTE
Ana María Frege Issa

Filipenses 4, 6-7
A un cristiano aparentemente distraído, quien era un hombre quieto, pacífico y
de paz imperturbable, al punto de que a veces no se daba cuenta de lo que
pasaba a su alrededor, se le preguntó:
 ¿Cómo es que usted tiene tan perfecta paz y se muestra imperturbable?
¿Cuáles son sus reflexiones y pensamientos que le hacen tan feliz?
 ¡Oh! – dijo el siervo de Dios- Cuando tengo momentos de quietud, pienso
en el Señor Jesús; y cuando no puedo pensar en Él porque tengo que
atender asuntos diversos, sé que Él está pensando en mí. Por eso es que
estoy tranquilo en cualquier momento y circunstancia. El tener la firme
convicción de que nuestro Padre está en control de todo y del gran amor
que nos tiene, permite que vivamos confiados, sin temer las circunstancias,
ni las malas noticias, sin importar si aún no hemos recibido lo que pedimos,
ni si nuestros planes no resultaron como esperábamos.
Nuestra confianza en Dios no debe verse afectada por las circunstancias porque
Él no cambia, permanece Fiel ante cualquier cosa y su amor no mengua, aún si le
hemos fallado.
“No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que
necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la
paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios
cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús”.
Filipenses 4, 6-7
No debemos preocuparnos por nada, nuestro único afán debe ser poder vivir de
acuerdo a lo que Dios manda, buscando la paz con Él y con los hombres, dando
lo mejor de nosotros, tratando de que cada día podamos conocer un poco más a
Dios y su voluntad para nuestras vidas.
Si permitimos que Dios esté en control de nuestras vidas, no habrá nada que
salga mal, por más que las circunstancias se vean adversas, todo será para bien.
Vive confiadamente, que unas cuantas circunstancias no te quiten la preciosa paz
que Dios te brinda y recuerda que Él siempre está pensando en ti.

***

34
AGUA DULCE
Mateo 11, 28-Juan 4, 13-14
Un pequeño buque de carga navegaba cerca de las costas de América del Sur
cuando la provisión de agua potable se le agotó. El capitán no conocía
exactamente cuál era su posición; entonces, al percibir otro barco a lo lejos, la
tripulación envió por radio un pedido de socorro en estos términos: "El agua
dulce falta a bordo». Cuál no fue su sorpresa cuando el navío interpelado
respondió: "¡Sólo tienen que sacar agua!" Así lo hicieron; sacaron agua, la
filtraron y bebieron tanta agua dulce como quisieron.
Su barco se encontraba cerca de la desembocadura del Amazonas, el gran río
cuyas aguas se pierden en el Atlántico a más de cien kilómetros mar adentro. A
pesar de las apariencias contrarias, se salvaron al creer el mensaje que se les
dirigió.
Quizás, amigo lector, tengas sed de paz, de perdón, de reposo, de redención. Tal
vez has buscado saciar esa sed, pero no lo has logrado; ni el trabajo, ni las
distracciones, ni el bienestar material han podido apagarla. Mas a tu alcance está
el río de la gracia y el amor de Dios que corre ancho, profundo e inagotable en
medio de las amargas aguas de este mundo.
Sólo tienes que aprovechar lo que está a su disposición. pero muchas veces no
somos lo suficientemente decididos a dar el paso de recoger esa agua dulce para
disfrutar de las maravillosas sorpresas que tiene para nosotros... no permitas hoy
que ese amor celestial quede allí sin uso, no dejes que sea muy tarde y ya no
puedas disfrutar de tantas bendiciones guardadas esperando solo para tí...
Escucha la voz de Jesús: (Juan 4, 13-14).
"Cualquiera que bebiera de esta agua (la de este mundo), volverá a tener sed; mas
el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que
le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna"
Mateo 11, 28
Venid á mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.

***

DIOS NO SE EQUIVOCA
Romanos 8, 28 - Romanos 10, 11
Hace mucho tiempo, en un reino distante, un monarca no creía en la bondad de
Dios. Tenía, sin embargo, un súbdito que siempre le recordaba acerca de esa
verdad. En todas las situaciones decía:
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¡Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios hace es perfecto. El nunca se
equivoca!
Un día el rey salió a cazar junto con su súbdito, y una fiera de la jungla le atacó.
El súbdito consiguió matar al animal, pero no evitó que Su Majestad perdiese el
dedo meñique de la mano derecha. El rey, furioso por lo que había ocurrido, y sin
mostrar agradecimiento por los esfuerzos de su siervo para salvarle la vida, le
preguntó a este:
Y ahora, ¿qué me dices? ¿Dios es bueno? Si Dios fuese bueno yo no hubiera sido
atacado, y no hubiera perdido mi dedo.
El siervo respondió:
Rey mío, a pesar de todas esas cosas, solamente puedo decirle que Dios es bueno,
y que quizás eso, perder un dedo, sea para su bien. Todo lo que Dios hace es
perfecto. ¡Él nunca se equivoca!
El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que fuese preso a la celda
más oscura y más fétida del calabozo.
Después de algún tiempo, el rey salió nuevamente para cazar, y fue atacado, esta
vez, por una tribu de indios que vivían en la selva. Estos indios eran temidos por
todos, pues se sabía que hacían sacrificios humanos para sus dioses.
Inmediatamente después que capturaron al rey, comenzaron a preparar, llenos de
júbilo, el ritual del sacrificio. Cuando ya tenían todo listo, y el rey estaba delante
del altar, el sacerdote indígena, al examinar a la víctima, observó furioso:
¡Este hombre no puede ser sacrificado, pues es defectuoso! ¡Le falta un dedo!
Luego, el rey fue liberado. Al volver al palacio, muy alegre y aliviado, liberó a su
súbdito y pidió que fuera a su presencia. Al ver a su siervo, le abrazó
afectuosamente diciendo:
¡Querido siervo, Dios fue realmente bueno conmigo! Tú debes haberte enterado
que escapé justamente porque no tenía uno de mis dedos.
Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno, ¿por qué
permitió que estuvieses preso, que tanto lo defendiste? El siervo sonrió, y dijo:
Rey mío, si yo hubiera estado junto con usted en esa caza, seguramente habría
sido sacrificado en su lugar, ¡ya que no me falta ningún dedo! Por lo tanto,
acuérdese siempre: ¡todo lo que Dios hace es perfecto, él nunca se equivoca!
Romanos 8, 28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien,
Romanos 10, 11
Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado.
***
36
EL CHOFER
Santiago 1, 12-Apocalipsis 3, 10-1 Corintios 10, 13
En cierta ocasión un hombre muy rico y poderoso, pero también lleno de años,
decidió jubilar a su chofer de toda la vida. Puso un anuncio en el diario de la
ciudad, contratando los servicios de un chofer.
Llegaron muchos a la entrevista para ver quién tenía más experiencia para
manejar y sobre todo prudencia. La prueba para ver quién se quedaba con el
puesto consistía en una simple pregunta:
¿Qué tanto podrían manejar un auto en un barranco sin caer al precipicio?.
Simple la pregunta.
El primer entrevistado dijo: "yo podría manejar tan cerca que si usted sacara la
cabeza para escupir, su saliva caería al precipicio". Al hombre rico no le fue muy
grato el comentario. Decidió entrevistar otro.
El siguiente dijo: "yo podría manejar tan cerca que los neumáticos rozarían el
precipicio sin caernos y con los ojos vendados". Todos exclamaron: Oh!. Pero al
hombre rico no le asombró. Pensaron algunos, que era un hombre exigente.
Decidió entrevistar a otro.
El tercer conductor dijo: "yo podría manejar tan cerca y sin caer que solo
conduciría el auto con las llantas laterales al precipicio en el aire, y las otras
rozando la orilla del barranco. Hubo otra exclamación todavía más fuerte. Ya
nadie podría manejar mejor.
Entre la exclamación hubo un hombrecito en un rincón que dijo: "yo podría
manejar el auto tan lejos del precipicio como me fuera posible" El hombre rico
escuchó y dijo:
"Este es el hombre que busco, y lo contrato de inmediato."
¿Por qué, buscarle 3 patas al gato si sabemos que tiene 4?
¿Por qué jugar con la tentación hasta estar al borde del precipicio? Huye lo más
lejos posible!
Genaro Burela
1 Corintios 10, 13
No os ha tomado tentación, sino humana: más fiel es Dios, que no os dejará ser
tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también juntamente con la
tentación la salida, para que podáis aguantar.
Santiago 1, 12
Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha
sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que
le aman.

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Apocalipsis 3, 10
Porque has guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la
hora de la tentación que ha de venir en todo el mundo, para probar á los que
moran en la tierra.

***

OBTENEMOS LO QUE PENSAMOS


Filipenses 4, 8
Hay un libro del Dr. Archibald Hart, Hábitos Mentales, donde el comparte lo
siguiente: “Nuestro cuerpo es siervo de la mente. Obedece las operaciones
mentales, ya sean elegidas en forma deliberada o la que se expresan en forma
automática. La enfermedad y la salud, al igual que las circunstancias están
enraizadas en el pensamiento.”
Mucho de lo que nos pasa en la vida se debe a que no controlamos nuestros
pensamientos, y al no poder hacerlo nuestras emociones, reacciones y acciones
ganan terreno y nos llevan a un camino donde no queríamos llegar, inclusive a la
muerte. Somos lo que pensamos y vamos a obtener lo que estamos
pensando, permítame ilustrarlo a través de un artículo que apareció en la
revista ”Muy Interesante” de Julio 2002, donde conoceremos el maravilloso
poder de la mente.
“Un científico de Phoenix, Arizona, quería probar una teoría. Necesitaba un
voluntario que llegase a las últimas consecuencias. Lo consiguió en una
penitenciaria. Era un condenado a muerte que sería ejecutado en la penitenciaria
de St. Louis en el estado de Missouri donde existe la pena de muerte ejecutada en
la silla eléctrica.
Le propuso lo siguiente: él participaría en un experimento científico, en el cual
sería hecho un pequeño corte en el pulso, lo suficiente para gotear su sangre.
Tenía la probabilidad de sobrevivir; en caso contrario, fallecería con una muerte
sin sufrimiento ni dolor.
El condenado aceptó, pues era preferible eso a morir en la silla eléctrica; además
tenia una oportunidad de sobrevivir.
El condenado fue colocado en una cama alta, de hospital, y amarraron su cuerpo
para que no pudiera moverse. Hicieron un pequeño corte en su pulso. Abajo de
su pulso, fue colocada una pequeña vasija de aluminio. Se le dijo que oiría su
sangre gotear en la vasija.
El corte fue superficial y no alcanzó ninguna arteria o vena, pero fue lo suficiente
para que el sintiera que su pulso fue cortado. Sin que él supiera, debajo de la
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cama había un frasco de suero con una pequeña válvula. Al cortar el pulso, fue
abierta la válvula del frasco para que él creyese que era su sangre la que caía en
la vasija.
Cada 10 minutos el científico, sin que el condenado lo viera, cerraba un poco la
válvula y el goteo disminuía. Mientras tanto el condenado creía que era su sangre
la que estaba disminuyendo.
Con el pasar del tiempo fue perdiendo color, quedando cada vez más pálido.
Cuando el científico cerró por completo la válvula, el condenado tuvo un paro
cardíaco y murió, sin ni siquiera haber perdido una gota de sangre.
El científico consiguió probar que la mente humana cumple, al pie de la letra,
todo lo que le es enviado, es aceptado por el individuo, sea positivo o negativo y
que tal acción envuelve a todo el organismo, sea en la parte orgánica o psíquica”.
Quizás a usted esta historia le parece terrible, pero puede ser la historia de su
vida. ¿Cómo son sus pensamientos? ¿Ha podido controlarlos? Quizás estas
luchando y pensando: Si mi amigo dijera….Si mi esposo hiciera….Si mi esposa
cambiara…Si tuviera un empleo….Si pudiera…son tantos los pensamientos que
pasan por nuestra mente y a veces nos distinguimos la verdad de la mentira, lo
cierto de lo equivocado, la mente graba y cumple lo que es enviado.
Elige hoy cambiar tu forma de pensar, tu puedes tomar responsabilidad por tu
vida, puedes elegir tus pensamientos y filtrarlo a la luz de la palabra de
Filipenses 4, 8 consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo
justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo
que sea excelente o merezca elogio.
Recuerda esto: No puedo cambiar a las personas, pero si puedo cambiar mi
manera de pensar y reaccionar. Hoy tu puedes poner en orden tus pensamientos y
sacar todo lo negativo, todo aquello que te daña, como el odio, el rencor, la
amargura, la avaricia, el desamor, los celos, las envidias, el orgullo, el egoísmo,
la lascivia, la codicia, la mentira, la derrota, el fracaso y tu sabes lo que esta
dañando. El poder del Señor se perfecciona en la debilidad, nunca digas no
puedes, porque también puedes pensar y llenarte de todo lo positivo, el amor, la
paz, el gozo, la paciencia, la fe, la victoria, la fidelidad, la pureza, el éxito.
La historia que te conté del presidiario pudo haber tenido un final diferente, si él
se hubiese aferrado a la verdad y no a la mentira de sus pensamientos. El obtuvo
lo que pensó.
“Quien piensa en fracasar, ya fracasó antes de intentar”
“Quien piensa en ganar, lleva ya un paso adelante”
Deja de ser el promotor de tus fracasos, tú puedes lograr tus sueños. No espantes
al éxito. Deja ya de hacerte la víctima. No busques dar lástima. Sé el protagonista
de tu vida. Los planes que Dios tiene para ti son de bienestar. Conforme a tus
pensamientos será hecho.
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FELICES LOS QUE TIENEN UN CORAZÓN PURO
PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS.
El arroyito de agua clara limpia y refresca todo aquello sobre lo que pasa.
Además deja que la luz del sol llegue hasta el fondo de su cauce, y hasta es capaz
de regalar a las piedras del fondo unos colores y un brillo que a lo mejor no
tendrían fuera del agua.
El río de agua turbia, en cambio, es opaco. No deja pasar la luz, y sólo muestra la
mugre que boya en la superficie. Embarra y ensucia sobre todo aquello donde
pasa su correntada; y si un día se desborda e invade la vida de los hombres, al
retirarse deja un hediondo recuerdo de su presencia. He visto crecientes de ríos
turbios, allá en mi litoral. Crecientes que al retirarse dejaron emponzoñadas las
napas de agua donde se abrevaban los hombres. Del barro que dejaron brotó al
epidemia que mató muchos niños chiquitos. Es que al pasar sobre los
resumideros y las cloacas, sacó a flote todo lo malo que encontró en su camino.
Hasta profanó la tumba de algunos difuntos (¡que en paz descansen los huesos!).
Cuando Magdalena entró en la sala del rico Simón, los ojos turbios de los que
compartían la mesa con el Señor, sólo vieron al superficie del misterio de aquella
vida. Y el agua turbia de sus miradas embarró el misterio de esa cabellera suelta
y de su profusión de perfume, y de allí sólo sacó a flote la imagen de la
prostituta. Y hasta la misma figura de Señor fue salpicada por ese barro del río
sucio: Si este hombre fuera un profeta...
La mirada clara y limpia del Señor pasó también sobre la mujer y dejó que la luz
penetrara hasta el fondo del cauce de su misterio y allí descubrió el brillo de las
piedras, el brillo de un corazón que amaba mucho.
El resbalar de su mirada limpia, limpió ese corazón y le regaló su auténtico
brillo. Y esa mujer se fue liberada. Liberada y comprometida en su nueva vida,
donde su brillo iluminaría a otras vidas. Lo fundamental de su vida sería un
anuncio: ¡El Señor ha resucitado!
Como anuncian las piedras del cauce, el paso del río.
***

EL PREMIO NO SE LO LLEVA SIEMPRE EL QUE MÁS LO


MERECE...
Irena Sendler
Una señora de 98 años llamada Irena acaba de fallecer. Durante la Segunda
Guerra mundial, Irena consiguió un permiso para trabajar en el Ghetto de
Varsovia, como especialista de alcantarillado y tuberías.

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Pero sus planes iban mas allá... Sabía cuáles eran los planes de los nazis para los
judíos (siendo alemana).
Irena pasaba niños escondidos en el fondo de su caja de herramientas y llevaba
un saco de arpillera en la parte de atrás de su camioneta (para niños de mayor
tamaño).
También llevaba en la parte de atrás un perro al que entrenó para ladrar a los
soldados nazis cuando salía y entraba del Ghetto.
Por supuesto, los soldados no querían tener nada que ver con el perro y los
ladridos ocultaban los ruidos de los niños.
Mientras estuvo haciendo esto consiguió sacar y salvar a 2500 niños.
Los nazis la atraparon y le rompieron ambas piernas y los brazos...
Irena mantenía un registro de los nombres de todos los niños que sacó y lo
guardaba en un tarro de cristal enterrado bajo un árbol en su jardín.
Después de la guerra, intentó localizar a los padres que pudieran haber
sobrevivido y reunir a la familia. La mayoría habían sido llevados a la cámara de
gas. Aquellos niños a los que ayudó encontraron casas de acogida o fueron
adoptados.
Hace algunos años Irena fue propuesta para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Pero no fue seleccionada. Ese premio se lo llevó Al Gore, por unas diapositivas
sobre el Calentamiento Global... y en 2009, Obama sólo por buenas intenciones.
Casi nunca las buenas acciones tienen recompensa humana pero si siempre de
Dios, es por ello que no debemos de esperar nada de los hombres y poner toda
nuestra confianza en Él.
***

PREGUNTA
Proverbios 22, 4-Proverbios 11, 28-Proverbios 13, 7
A dos grupos de personas se les hizo la siguiente pregunta: ¿Qué es la riqueza?
El grupo número 1 contestó de la siguiente manera:
Arquitecto:
- Tener proyectos que me permitan ganar mucho dinero.
Ingeniero:
- Desarrollar sistemas que sean útiles y muy bien pagados.
Abogado:
- Tener muchos casos que dejen buenas ganancias y tener un BMW.

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Médico:
- Tener muchos pacientes y poder comprar una casa grande y bonita.
Gerente:
- Tener la empresa en niveles de ganancia altos y crecientes.
Atleta:
- Ganar fama y reconocimiento mundial, para estar bien pagado.
El grupo número 2 contestó lo siguiente:
Preso de por vida:
- Caminar libre por las calles.
Ciego:
- Ver la luz del sol y a la gente que quiero.
Sordo:
- Escuchar el sonido del viento y cuando me hablan.
Mudo:
- Poder decir a las personas cuánto las amo.
Inválido:
- Correr en una mañana soleada.
Persona con una enfermedad terminal:
- Poder vivir un día más.
Huérfano:
- Poder tener a mi mamá, mi papá, mis hermanos, y mi familia.
"No midas tu riqueza por el dinero que tienes, mide tu riqueza por aquellas cosas
que no cambiarías por dinero".
Proverbios 13, 7
"Hay quienes se hacen ricos, y no tienen nada: Y hay quienes se hacen pobres, y
tienen muchas riquezas."
Proverbios 11, 28
El que confía en sus riquezas, caerá; mas los justos reverdecerán como ramos
Proverbios 22, 4
Riquezas, honra, y vida, son la remuneración de la humildad y del temor de Dios.

***

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CONFIANZA
Salmos 40, 4-Salmos 94, 22-Proverbios 14, 26
Un grupo de turistas en una región montañosa de Escocia quería apoderarse de
algunos huevos que estaban en un nido situado en un lugar inaccesible frente a
un precipicio.
Trataron de convencer a un niño que vivía por allí cerca de que podía bajar hasta
donde estaba el nido si le ataban a una soga, que sería sostenida por ellos desde
arriba.
Le ofrecieron una gruesa suma de dinero, pero como no era gente conocida, el
muchacho se negó a bajar. Le dijeron que no le pasaría nada, pues ellos
sostendrían firmemente la soga.
Por fin el muchacho dijo: --La única condición que pongo para bajar, es que sea
mi papá el que sostenga la soga.
Los hombres no confían en los extraños. Yo necesito conocer a una persona antes
de depositar en ella mi confianza… y cada día tengo más confianza en él.
Conoces lo suficientemente a Dios como para depositar TODA tu confianza en
Él?
Salmos 40, 4
"Bienaventurado el hombre que puso a Dios por su confianza"
Salmos 94, 22
Mas el Señor me ha sido por refugio; Y mi Dios por roca de mi confianza.
Proverbios 14, 26
En el temor de Dios está la fuerte confianza; Y esperanza tendrán sus hijos.

***

AMOR EN CAJITA DE LECHE


Hechos 20,35-Lucas 6, 21
Dos hermanitos en puros harapos, uno de cinco años y el otro de diez, iban
pidiendo un poco de comida por las casas de la calle que rodea la colina.
Estaban hambrientos: "vaya a trabajar y no molesten", se oía detrás de la puerta;
"aquí no hay nada, pordiosero...", decía otro...Las múltiples tentativas frustradas
entristecían a los niños...Por fin, una señora muy atenta les dijo: "Voy a ver si
tengo algo para ustedes... ¡Pobrecitos!"
Y volvió con una cajita de leche.
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¡Que fiesta! Ambos se sentaron en la acera.
El más pequeño le dijo al de diez años: "tú eres el mayor, toma primero...y lo
miraba con sus dientes blancos, con la boca medio abierta, relamiéndose".
Yo contemplaba la escena como tonto... ¡Si vieran al mayor mirando de reojo al
pequeñito...!
Se lleva la cajita a la boca y, haciendo de cuenta que bebía, apretaba los labios
fuertemente para que no le entre ni una sola gota de leche.
Después, extendiéndole la lata, decía al hermano:
"Ahora es tu turno. Sólo un poquito."
Y el hermanito, dando un trago exclamaba: "¡Está sabrosa!"
"Ahora yo", dice el mayor. Y llevándose a la boca la cajita, ya medio vacía, no
bebía nada.
"Ahora tú", "Ahora yo", "Ahora tú", "Ahora yo"...
Y, después de tres, cuatro, cinco o seis tragos, el menorcito, de cabello ondulado,
barrigudito, con la camisa afuera, se acababa toda la leche... él solito.
Esos "ahora tú", "ahora yo" me llenaron los ojos de lágrimas...
Y entonces, sucedió algo que me pareció extraordinario.
El mayor comenzó a cantar, a danzar, a jugar fútbol con la caja vacía de leche.
Estaba radiante, con el estómago vacío, pero con el corazón rebosante de alegría.
Brincaba con la naturalidad de quien no hace nada extraordinario, o aún mejor,
con la naturalidad de quien está habituado a hacer cosas extraordinarias sin darles
la mayor importancia.
De aquél muchacho podemos aprender una gran lección: "Quien da es más feliz
que quien recibe."
Es así que debemos amar. Sacrificándonos con tanta naturalidad, con tal
elegancia, con tal discreción, que los demás ni siquiera puedan agradecernos el
servicio que les prestamos."
¿Cómo podrías hoy encontrar un poco de esta "felicidad" y hacer la vida de
alguien mejor, con más "gusto de ser vivida"?
¡Adelante, levántate y haz lo que sea necesario!
Cerca de nosotros puede haber un amigo que necesita de nuestro hombro, de
nuestro consuelo y, quizá aún más, de un poco de nuestra paz....
Hechos 20,35
"Más bienaventurada cosa es dar que recibir".

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Lucas 6, 21
"Bienaventurados los que ahora tenéis hambre; porque seréis saciados.
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis."

***

MENOS DE UN KILÓMETRO PARA ALCANZAR LA META


por Carlos Rey
No podía ver nada más en la distancia que una densa niebla. Tenía el cuerpo
entumecido. Había estado nadando ya casi dieciséis horas seguidas.
A la edad de treinta y cuatro años, Florence Chadwick, hija de un agente de
policía de San Diego, California,1 ya había alcanzado un buen número de metas
envidiables. Había aprendido a nadar a los seis años de edad, y cuando tenía sólo
diez años fue la primera menor de edad en cruzar a nado el Canal de la Bahía de
San Diego. A los treinta y dos años de edad batió el récord de mujeres
establecido por Gertrude Ederle al nadar los treinta y dos kilómetros del Canal de
la Mancha desde Francia hasta Inglaterra en trece horas y veinte minutos. Un año
más tarde llegó a ser la primera mujer que lograra atravesar a nado ese canal en
ambas direcciones, esta vez desde la costa británica hasta la francesa. Ahora a los
treinta y cuatro años de edad, sólo ocho meses después, se había puesto la meta
de ser la primera mujer en nadar desde la isla de Santa Catalina hasta la costa de
California al sur de Los Ángeles.2
Esa mañana del 4 de julio de 1952 el mar era como un baño helado y la niebla
tan densa que Florence difícilmente podía ver las naves de apoyo que la
acompañaban. También la rondaban tiburones, espantados sólo por disparos de
escopeta. Hora tras hora luchó contra las gélidas aguas entumecedoras mientras
millones de norteamericanos miraban el espectáculo por televisión.
En una de las naves acompañantes su madre y su entrenador no dejaban de
animarla. «Falta poco para que llegues a la meta; ¡no te des por vencida!», le
gritaban. Pero Florence sólo podía ver la niebla, y decidió, por primera vez en la
vida, abandonar la travesía. Pidió que la sacaran del agua, pues no tenía modo de
saber que le faltaba menos de un kilómetro para llegar al otro lado.
Algunas horas después, mientras su cuerpo aún se descongelaba, Florence le
explicó a un reportero: «Mire, no es por disculparme ni nada, pero si hubiera
podido ver la orilla, podría haber llegado.» Lo que la derrotó no fue la fatiga ni el
agua helada sino la niebla, pues ésta le impidió ver la meta final.
A los dos meses volvió a intentarlo. Esta vez, a pesar de la misma densa niebla,
nadó con la meta fijada en su mente, y no sólo nadó los treinta y cuatro

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kilómetros completos del Canal de Santa Catalina, siendo la primera mujer en
lograr esa hazaña, sino que batió todos los récords

***

EL PERDÓN NO ES UNA OPCIÓN


por el Hermano Pablo
Fue para Juanita Parker una semana verdaderamente trágica. Primero, su marido
tuvo un accidente de trabajo quedando gravemente quemado. Segundo, su hijito
recién nacido fue diagnosticado con mononucleosis. Tercero, perdió la casa que
habían comprado por falta de pagos. Cuarto, y esto fue lo peor, descubrió que su
esposo y su mejor amiga eran amantes. Todo esto le sucedió en el lapso de sólo
ocho días.
La agonía moral de Juanita duró cuatro semanas. En su desesperación llegó a la
conclusión de que para ella sólo había dos opciones: matarse o perdonar. Por fin
hizo lo único que podía darle tranquilidad: perdonó. Perdonó a su marido.
Perdonó a su amiga. Y con el perdón sincero y completo, recuperó la paz. Es
más, con el alma libre de esa carga, pudo tener la fe para resolver sus demás
problemas. El perdonar fue su salvación.
Alguien dijo que el perdón no es una opción. No se puede tener paz si no se
perdona. En ese sentido el perdón no es una opción. Es un imperativo.
Cuando alguien nos ha ofendido, haciéndonos daño en el alma, exclamamos:
«¡Jamás lo perdonaré! La herida es demasiado grande, el desencanto muy grave,
el dolor insoportable. ¡Jamás lo perdonaré!»
El problema mayor es que vivir sin perdonar es lo mismo que llevar una piedra
en el estómago. Es igual que echar sal continuamente en una herida abierta. Vivir
sin perdonar es nublar el entendimiento, endurecer el corazón, amargar el alma.
¿Cuántas veces no habremos repetido el Padrenuestro? Comienza diciendo:
«Padre nuestro que estás en el cielo.» Más adelante dice: «Perdónanos nuestras
deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores» (Mateo
6:9,12,13). Es decir: «De la misma manera en que yo, Señor, perdono,
perdóname tú a mí.» Perdonar no es una opción. Es un mandamiento divino.
Cuando Jesús agonizaba en la cruz, mirando a la multitud, dijo: «Padre,
perdónalos» (Lucas 23:34). El que más sufrió, el que fue clavado en una cruz, al
referirse a sus verdugos dijo: «Padre, perdónalos.» Así nos enseñó el Maestro.
Así es el perdón divino —gratis, eterno y perfecto—, y sin embargo cualquiera
puede ser salvo. Pero eso demanda que también nosotros perdonemos. Así como

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hemos recibido el perdón de Dios, tenemos que perdonar a los demás. No es una
opción; es un mandato. Pero Cristo nos da la fuerza para cumplirlo.

PESOS QUE NO SE RESISTEN


por Carlos Rey
Sal 38, 4-8 - Mt 11, 28-30 - 1P 5, 7 - Sal 68, 19
Antes de dar por terminado un nuevo puente entre Río de Janeiro y Niteroi, la
ciudad vecina, la empresa de construcción decidió probar la resistencia de los
cimientos y las vigas maestras. Para esto hizo pasar sobre los pilares varios tubos
de 25 metros de largo por 1.80 de diámetro. Cada tubo pesaba dos mil toneladas.
Sería la última prueba de resistencia que le harían al puente. Trágicamente los
pilares no resistieron el peso y se derrumbaron con estrépito, matando a ocho
hombres, entre ellos ingenieros y trabajadores que se encontraban debajo.
Cuando una viga se va recargando con más y más peso, llega un momento en que
cede el acero más resistente. Todas las cosas de este mundo tienen un límite de
resistencia, pero nadie sabe cuál es. Los constructores de aviones conocen lo que
se llama «fatiga del metal». Cuando el metal de los aviones alcanza el punto
máximo de resistencia, se rompe en el acto, y es así como ocurren tantas
catástrofes aéreas.
Así como hay una fatiga del metal, también hay una fatiga del alma. Porque el
alma humana, al igual que el metal, tiene un punto máximo de resistencia.
Cuando la carga de los dolores y pesares de la vida sobrepasa los límites, ocurre
siempre un desplome, un desmoronamiento, una quiebra que rompe al individuo.
A veces, bajo la carga de los sufrimientos una persona pierde la razón, y hay que
internarla en un hospital psiquiátrico. Otras veces contrae úlceras o tumores.
Otras veces —y esto es lo más terrible— una persona bajo la carga de sus
temores y sufrimientos pierde toda circunspección moral y se entrega a la
degeneración y al vicio. Porque el alma humana tiene también un punto máximo
de resistencia.
Por eso hay tantas personas que se identifican con el salmista David cuando dice:
«Mis maldades me abruman, son una carga demasiado pesada.... mi corazón
gime angustiado. Sal 38, 4-8» Si nuestra alma está fatigada por el peso del
pecado o de la pena o de la desesperanza, y ya no resiste más, Jesucristo nos
ofrece el alivio que tanto necesitamos. Él dijo: «Vengan a mí todos ustedes que
están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y
aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán
descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana. Mt 11,
28-30»

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Cuando le confiamos a Cristo el descanso de nuestra alma, podemos depositar en
Él toda nuestra ansiedad, porque Él cuida de nosotros, 1P 5, 7. Y podemos decir,
junto con el salmista David: «Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que
día tras día sobrelleva nuestras cargas. Sal 68, 19»

***

EL PERRO
Santiago 1, 12 - Corintios 10, 13 - 1 Mateo 26, 41
Leslie Dunkin contó de un perro que tenía cuando era muchacho. Su padre, de
vez en cuando, probaba la obediencia del perro. Colocaba un tentador trozo de
carne en el piso y daba esta orden: "¡No!". El perro, que debe haber tenido una
fuerte urgencia de tomar la carne, terminaba en una posición muy difícil:
obedecer o desobedecer la orden de su amo.
Dunkin dijo: "El perro nunca miraba la carne. Parecía que pensaba que si lo
hacía, la tentación de desobedecer sería demasiado grande. Así que miraba
fijamente a la cara de mi padre." Dunkin, entonces, hizo esta aplicación
espiritual: "Hay una lección en eso para todos nosotros. Siempre mira el rostro
del Maestro".
Este es un gran ejemplo. Dios, nunca nos tentará a hacer lo malo. Sin embargo
encontraremos muchas tentaciones en la vida, pero si mantenemos la vista fija en
nuestro Señor Jesucristo, podremos sobreponernos a ellas.
Mateo 26, 41 Velad y orad, para que no entréis en tentación: el espíritu a la
verdad está presto, más la carne enferma.
1 Corintios 10, 13. No os ha tomado tentación, sino humana: más fiel es Dios,
que no os dejará ser tentados más de lo que podéis llevar; antes dará también
juntamente con la tentación la salida, para que podáis aguantar.
Santiago 1, 12 Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque
una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha
prometido a los que le aman.

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