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CÁPAC YUPANQUI

Cápac Yupanqui (Qhapaq Yupanki) fue el quinto gobernador del señorío inca, entró al
poder mediante un golpe de estado a su primo Tarco Huamán. Cápac Yupanqui resultó ser
un aguerrido gobernante, y también muy maquiavélico.

Fue hijo de Curu Yaya, hermana de Mayta Cápac, primo de Tarco Huamán. Para asegurar
su trono mató a 9 hermanos de Tarco, a otros les hizo jurar lealtad. Sin embargo, fue
más benevolente con Tarco Huamán pues sólo lo mandó a gobernar a los conquistados
señoríos de Anta y Cuyo.

Durante su reinado, derrotó a algunas pequeñas etnias como los Cuntis, agregando de
esta manera unos pocos kilómetros cuadrados a sus dominios. La reputación del señorío
inca iba creciendo, tanto así que el señorío quechua, de Abancay les envió dos
embajadores a solicitar ayuda para enfrentar al poderoso estado (casi imperio) Chanca.
Cápac aceptó y envió a su primo Tarco a capturar 1000 avecillas de la selva y del
altiplano para ser quemadas en rituales militares.

En el gobierno de Cápac Yupanqui el señorío inca seguía siendo pequeño ante los
Ayamarcas, y un diminuto señorío en comparación con el poderoso estado Chanca.

El estado Chanca era ya temido por lo Ayamarcas (quienes se habían recuperado de las
guerras civiles que Lloque Yupanqui generó entre ellos), y se proyectaba a la toma
de toda la región Cusco, incluyendo a los incas y Ayamarcas. Por tal situación ambos
buscaron una alianza, y se reflejó cuando el rey de Ayamarca obsequió a Cápac Yupanqui
una esposa llamada Curi Hilpay.

Cápac Yupanqui nunca se enfrentó al poderoso estado Chanca, pues murió envenenado
antes de que estos llegaran al Cusco.

Cusi Chimbo, una de las esposas de Cápac Yupanqui lo envenenó antes de que este si
quiera nombrase un sucesor. Esto, fue parte de un complot que organizó Inca Roca, rey
de la dinastía inca Hanan.

Sus principales obras fueron:

 Alianza con los Ayamarcas.


 Aportó unos pocos kilómetros al pequeño señorío inca.
INCA ROCA

A diferencia de Manco Cápac y sus sucesores, Inca Roca pertenecío a la dinastía Hanan,
la misma que gobernaba a los Taipicala, y restauró una diarquía que consistía en dar
el gobierno a la dinastía Hanan, y el sacerdocio a la dinastía Hurin. Dicho cambio,
obviamente sólo fue posible con su golpe de estado.

Fue el primero en ser llamado inca (gobernador supremo, rey) Inca Roca tuvo que
abandonar el inticancha para vivir en su propio palacio y dejar este templo a la
dinastía Hurin, que desde entonces se encargaría del sacerdocio. A partir de él, sus
descendientes vivieron en su propio palacio y ya no en el inticancha.

Atacó a las etnias de Masca, Cautomarca y Quiquijana, inclusive venció a los Pinaguas
definitivamente (fue una gran victoria tomando en cuenta que los Pinagua eran la mitad
del poderoso señorío de Ayarmaca).

A pesar de sus victorias, no ganaron mucho en territorio porque solamente saqueaban


ciudades y no pasaba mucho tiempo de que los expulsasen de ellas.

Contrató a los ejércitos de las etnias de Canas y Canchis para combatir a los Chancas,
logró impedir su expansión por algún tiempo, lo cual en realidad fue un error pues
ellos querían atacar a los Ayamarcas y no a los incas (todavía).

Dejó varias descendencias, pero el que le sucedería después de su muerte sería su hijo
Yahuar Huáca.
YAHUAR HUÁCAC
Yahuar Huácac (Yawar Waqaq) (quechua: el que llora sangre), de nacimiento Tito Cusi
Hualpa, fue el séptimo jefe militar del curacazgo inca y segundo registrado en llevar
el título de inca.

Fue raptado por los Ayamarcas cuando era niño. Durante su cautiverio, el rey ayamarco
ordenó su ejecución. Cuando el niño se enteró, lloró sangre (quizá fue a causa de
conjuntivitis aguda). Sin embargo, el gobernador ayamarco se compadeció de él. Un año
más tarde fue liberado y gobernó por poco tiempo.

Inca Roca tomó como esposa principal a Mamay Micay, ambos engendraron a Tito Cusi
Hualpa quién más tarde pasaría a ser llamado Yahuar Huacac. Mama Micay pertenecía a la
etnia de Huallacanes, fue ofrecida.

Después de llorar sangre y ser devuelto al Cusco, Tito Cusi Hualpa pasó a llamarse
Yahuar Huacac (el que llora sangre). Todo esos sucesos ocurrieron durante el reinado
de Inca Roca, como este no atacó a los Ayarmacas sabemos que inclusive cuando estos
perdieron a los Pinaguas seguían siendo aún muy fuertes como para que los incas los
invadan.

Siguiendo el ejemplo de su padre, Yahuar Huacac unió a su gobierno al segundo hijo


de la coya llamado Pahuac Gualpa Mayta pero el príncipe murió poco después, víctima de
las intrigas de una mujer del Inca que deseaba ver a su propio hijo de corregente.

Cuando organizaba una expedición de conquista, los Cuntis se rebelaron fastidiados


por las mitas o trabajos para el Estado que los incas les impusieron. Su sublevación
fue un éxito rotundo, casi arrasan con el Cuzco, y lo pudieron hacer, sin embargo una
tempestuosa tormenta les hizo pensar que se trataba de un mal presagio y decidieron
huir.

La etnia rebelde, los Cuntis, atacaron su palacio, pero Yahuar Huacac logró escapar
al Inticancha, sin embargo los Cuntis ingresaron al aposento y lo mataron junto a sus
hermanos en la misma puerta del templo. Los destrozos fueron enormes y el señorío inca
estuvo a punto de extinguirse. Felizmente (para los incas) cayó una tempestuosa
tormenta la cual fue tomada los Cuntis que era un mal presagio obligándolos abandonar
la ciudad. Yahuar Huacac no tuvo tiempo de elegir a su sucesor.
WIRACOCHA
Hatun Tópac , después llamado Wiracocha Inca (quechua:Wiraqucha Inqa, 'el Inca de
Wiracocha'), fue el octavo gobernante del señorío inca. Tomó el nombre de Viracocha
Inca porque aseguró haber tenido un sueño divino con el dios Viracocha.

Durante su gobierno conquistó algunos señoríos, hizo algunas obras en la capital


(Cusco) y en las pocas provincias que habían. Aceptó la rendición y entrega de Cuzco
ante una embajada Chanca y escapó con sus hijos preferidos, esposas y sirvientes.

Tras el asesinato de Yahuar Huácac fue difícil escoger a un heredero pues muchos de
sus hermanos e hijos fueron matados a su lado.

No fue hijo de Yahuar Huácac, sin embargo, fue presentado como tal porque pertenecía
a la misma dinastía de su antecesor: los hanan.

Conquistó los señoríos de Yucay y Calca, ahí en Calca construyó su propio palacio.
Recibió ataques constantes de los Ayamarcas y Guayamarcas que logró sofocar
exitosamente.

Mejoró la agricultura y los abastecimientos incas. Amplió las arboledas y la


producción textil, implantó los tocapus (figuras geométricas en la ropa de los
nobles).

Viajó al reino Aimara dejando como inca ratin (vice-gobernante) a su hijo preferido:
Inca Urco. En Aimara, se hizo amigo de este y otros señoríos, al retornar decidió
vivir en su palacio de Calca para estar permanentemente con Curi Chulpi, una esposa
secundaria pero a quien amaba fervientemente más que a ninguna otra.

Durante su gobierno, los poderosos Chancas le enviaron dos emisarios pidiendo su


rendición y entrega incondicional de sus dominios, incluyendo Cusco, este aceptó y
escapó a Chita junto a sus sirvientes, esposas e hijos.

Tras su rendición e huida junto con su hijo Inca Urco, abandona al Cusco generando
incertidumbre y confusiones, su huida y rendición fueron inesperadas. Sin embargo,
Cusi Yupanqui (Pachacútec), su tercer hijo hace un llamado general a las etnias
vecinas, y tras conseguir aliados combate y expulsa a los Chancas de Cusco,
posteriormente mata a Inca Urco por defensa propia, acto que causa el resentimiento
en Wiracocha, quién nunca más volvió al Cusco desde su huida.

Murió en el olvido, muy canoso (cosa poco común en los hombres de etnia andina) y
sofocado por la magnificencia de quién jamás nombró como sucesor: Pachacútec.
PACHACÚTEC
Pachacútec nació en el Cusco en la primera década del siglo XV. Sus padres fueron
Huiracocha (rey de los incas) y Mama Runtu, quienes le pusieron de nombre Cusi
Yupanqui.

Desde joven mostró aptitudes para el gobierno y las conquistas, sin embargo fue
relegado en favor de Urco, un príncipe sin méritos suficientes.

Cuando los chancas invadieron el Cusco en 1438, Huiracocha y Urco huyeron


vergonzosamente. Fue Cusi Yupanqui quien salvó la ciudad y asumió el gobierno incaico
con el nombre de Pachacútec ("Transformador de la Tierra").

Poco después conquistó a los ayarmacas, tambos, soras, lucanas, collas y cuntis. Su
hermano Cápac Yupanqui conquistó los chinchas, huarcos, ichmas, yauyos, huancas,
taramas, pumpus, conchucos y cuismancus. Mientras que su hijo Túpac Yupanqui sometió
a los reinos Yarowilca y Chimú.

Pachacútec también engrandeció el Cusco, donde construyó los templos de Coricancha y


Sacsayhuamán. Mandó construir el acllahuasi (casa de las escogidas), el poquencancha
(museo histórico) y el Sancayhuasi (prisión). Fuera del Cusco ordenó la construcción
de llaqtas (centros administrativos), como Ollantaytambo, Machupicchu, Vilcashuamán,
Huaytará, Tambo Colorado y Huánucopampa.

Implantó el sistema de mitimaes (pueblos trasladados) y extendió el Capac Ñan ( red


vial). Estableció el servicio de chasquis (mensajeros) y de quipucamayoc (contadores).
Asimismo, dividió el Imperio en cuatro suyos (regiones), y a estos en huamanis
(provincias). También dispuso el uso del Quechua o Runa Simi como lengua oficial del
Tahuantinsuyo.

Estando viejo Pachacutec nombró como sucesor Túpac Yupanqui. Murió en 1471. Sus
descendientes formaron la panaca Hatun Ayllu.
AMARU YUPANQUI
(AMARU INKA YUPANKI - AMARU INCA YUPANQUI - Supremo Soberano Sagaz)

AMARU YUPANQUI: (Quechua: "Supremo Soberano Sagaz"), X Inca. Agobiado por las fatigas
de su largo reinado, Pachacútec asoció a sus tareas a sus hijos Amaru Yupanqui y
Túpac Yupanqui, a quienes distinguió por su lealtad y su valor, respectivamente. Y,
a su muerte, lo sucedió el primero. Amaru en kechua es serpiente- boa- En aimara:
prudente, sagaz, artificioso. Amaru Inca Yupanqui, vendría a ser: "Supremo Soberano
Sagaz". Su corto gobierno fue agitado por el hambre y la peste; una expedición enviada
al Antisuyo logró el descubrimiento del río Amarumayo (Madre de Dios), pero excitó la
rebeldía de las collas; y sus vacilaciones para enfrentar la guerra aconsejaron su
deposición. La debilidad de su carácter y la falta de dotes para el mando, cualidad
esencial en el Imperio, dio lugar a un golpe de Estado por el Cuerpo Consultivo de
Los Suyuyuc Apus proclamando en su reemplazo a su hermano Tupác Yupanqui. A ella
accedió el mismo Amaru Yupanqui, después de oír al Huíllac-Umu y los orejones, y
conservó una posición honrosa en el Imperio. Por eso no dio origen a una Panaca, y
su descendencia se unió a la de Túpac Yupanqui, su hermano y sucesor; la memoria de
su reinado fue oscurecida en los fastos oficiales de los Incas; y en la Huaca de
Chacuaytapara, donde tuvo su jardín, sólo podían colocarse conchas como ofrendas, y
sin detenerse para practicar ante ella algún acto de veneración.
TÚPAC YUPANQUI
Túpac Yupanqui fue hijo de Pachacútec y Mama Anahuarque, nació en el Cusco. Después de
pasar el Huarachico. Desde muy joven se identificó con el ánimo expansionista de su
progenitor y adquirió experiencia de guerrero y administrador, por tal razón fue designado
sucesor, en reemplazo de su hermano Amaru Yupanqui. Al momento de tomar el poder, en
1471, debió tener 30 años de edad.

Siendo aún auqui (príncipe) se distinguió por sus exitosas campañas militares que lo
llevaron a la anexión de diversos reinos y señoríos como Huarco (de Cañete), Ishma (de
Lurín y Rímac), Colliq (del Chillón) siendo su más famosa conquista, la del Imperio Chimú,
integrando al Tahuantinsuyo toda la costa norte del Perú. Su espíritu emprendedor lo llevó
a incursionar en las tierras de los Chachapoyas (Selva Norte), Cañaris y Cayambis (en
Ecuador), y a realizar un gran viaje marítimo a las islas de Ahuachumbi y Ninachumbi (en
la Polinesia). Esta expedición duró nueve meses para luego retornar al Cusco donde lo
esperaba el anciano Inca Pachacútec.

Ya en el gobierno, Túpac Yupanqui continuó la obra de su padre, expandiendo y consolidando


el imperio incaico Emprendió la conquista del Antisuyo (Selva Alta o Rupa Rupa) acompañado
de sus generales Otorongo Achachi y Chalco Yupanqui, logrando anexar extensas áreas
ideales para el cultivo de coca y el aprovisionamiento de hierbas medicinales, plumas de
aves exóticas y abundante madera.

Derrotó la gran rebelión de los collas del Altiplano y consolidó el dominio inca en la
región de charcas. Avanzó más al sur y extendió el Collasuyo, conquistando a los tucumanes,
huarpes, cuyos, diaguitas y atacamas de los actuales países de Argentina y Chile.
Estableció los límites meridionales del Imperio en el río Maule sin dedicar mucho esfuerzo
en someter a los araucanos.

Este Sapa Inca también continuó la construcción de llaqtas, colcas, pucaras, callancas,
tambos y la ampliación del Capac Ñan. El nuevo orden impuesto por los incas provocaban
el descontento y rebelión de muchos curacas o señores regionales, Túpac Yupanqui fue duro
en la represión matando muchos sublevados y trasladando a otros como mitimaes. La
tradición incaica le atribuye la implantación del sistema de yanaconas, prisioneros de
guerra que en lugar de ser ejecutados, eran llevados como personal de servicio perpetuo
para la nobleza y el estado.

Túpac Yupanqui, el conquistador más grande de la historia inca, murió en 1493, envenenado
en una conspiración que buscaba el ascenso de Cápac Huari, hijo de una esposa secundaria
llamada Chuqui Ocllo. Los conjurados fueron descubiertos y ajusticiados por los leales a
Huayna Cápac, el verdadero Hatun Auqui designado por su padre. Los descendientes del inca
fallecido formaron una de las más prestigiosas y poderosas panacas: Cápac Ayllu.
HUAYNA CÁPAC
Su nombre original fue Tito Cusi Huallpa. Nació en Tumibamba (Ecuador) cuando su
padre, Túpac Yupanqui, estaba en campaña contra los cañaris de la región. Cuando su
progenitor fue asesinado, Huayna Cápac era todavía niño y su vida corrió grave peligro
por la conspiración de Chuqui Ocllo y Cápac Huari; sin embargo el noble general Huamán
Achachi protegió al pequeño heredero y logró ajusticiar a los sediciosos.

Como Huayna Cápac aún no podía asumir el poder, los orejones nombraron un Inca Rantin
(regente o sustituto) para que gobierne provisionalmente; este cargo de confianza
recayó en Apo Huallpaya. Lamentablemente este orejón fue descubierto en una
confabulación traidora, por lo que fue capturado y ejecutado por Huamán Achachi,
Suyuyuc Apu del Chinchaysuyo.

Guerras de Huayna Cápac

Después de aprobar el huarachico (rito de iniciación viril), Huayna Cápac recibió la


mascaypacha roja, máximo símbolo del poder incaico. Su gobierno se concentró en los
esfuerzos por consolidar el dominio inca en todas las regiones del imperio. En ese
sentido realizó diversas campañas para debelar las rebeliones que provocaron muchos
curacas. En el Chinchaysuyo dirigió personalmente la represión a los huancas, cañaris,
huancavilcas, chonos y punaeños. También aplastó la rebelión de los Chachapoyas, y
en el extremo norte anexó hasta el río Ancasmayo, en tierras de los pastos de Colombia.
Con esto alcanzó los máximos límites que tuvo el Tahuantinsuyo. Teniendo como base de
operaciones a la llaqta de Tumibamaba, dirigió campañas contra los tallanes, tumpis,
cayambes y carangues. Al enterarse de otras rebeliones en el Collasuyo envió a su
general Yasca para debelarlas y hacer construir fortalezas en la frontera con los
belicosos chiriguanas (guaraníes).

Obras administrativas

Este inca puso especial interés en fortalecer la presencia inca en el norte por lo
que engrandeció Tumibamba y Quito, llevó mitimaes cusqueños de alto rango, y mantuvo
un gran ejército en la región con sus fieles generales Quis Quis, Calcuchímac y
Rumiñahui. También amplió el cápac ñan o red vial, y se preocupó por mantener con
buenas reservas todas las colcas y tambos del imperio. Las crónicas le atribuyen la
implantación del sistema de pinacuna o piñas, conviertiendo en “esclavos” a ciertos
grupos rebeldes para enviarlos a los duros trabajos en los cocales de la selva alta.
Llegada de los españoles

En 1527, mientras residía en Tumibamba, Huayna Cápac escuchó noticias de la presencia


de individuos con grandes barbas y extraños vestidos que llegaban por el mar navegando
en gigantes “casas de madera” . Se trataba de los españoles que venían en el segundo
viaje de Francisco Pizarro. El Inca pidió más noticias sobre ellos, pero los barbudos
de pronto dejaron de ser vistos.

Muerte de Huayna Cápac

En la ciudad del Cusco ejercía como Inca Rantin su hijo Topa Cusi Huallpa (Huáscar),
el que también había sido elegido como el Hatun Auqui oficial. Sin embargo cuando el
Sapa Inca estaba por morir por una extraña epidemia (posiblemente viruela), cambió
su decisión nombrando como nuevo sucesor a su hijo Ninan Coyuchi, quien falleció por
la misma enfermedad sin haber asumido el mando. Los familiares del Sapa Inca muerto
formaron el ayllu llamado Tumipampa Panaca.
HUÁSCAR
Huáscar fue el duodécimo emperador inca, uno de los doscientos hijos de sangre de
Huayna Cápac y uno de los terceros con acceso al trono.

Las versiones oficiales dicen que Huayna Cápac y su ya nombrado sucesor (Ninan Cuyuchi)
fallecieron en 1527 de viruela, cuya epidemia empezaba a brotar por el Norte del
imperio producto de la llegada de los conquistadores españoles. Ante este hecho,
escoger al nuevo Sapa Inca se hacía difícil.

Finalmente se decidieron por Huáscar pues éste había sido nombrado como incap rantin
(vicegobernador) de Cusco por el mismo Huayna Cápac.

Muchos pretendieron el trono, entre ellos su hermano Atahualpa, quien terminaría


quitándoselo por las armas en 1532, apresándolo y posteriormente acabando con su vida
ya siendo cautivo de Francisco Pizarro.

Huáscar había nacido en Huascarpata, y de allí su nombre. Fue designado como sucesor
por los orejones (nobles) de Cusco, mas no por su propio padre quien falleció junto
a su legítimo sucesor. En la decisión tomada por los orejones tuvo influencia la
experiencia que tenía Huáscar en gobernar una importantísima ciudad como era Cuzco.

Durante el comienzo de su gobierno, todos lo reconocían como Zapa Inca, nombrando a


su hermano Atahualpa incap rantin (vicegobernador) de Quito y su zona de influencia.
Esta solicitud fue aceptada por Huáscar.

Muchos fueron los que pretendieron el trono de Huáscar, entre ellos su hermano Cusi
Atauche, quién con la ayuda de dos generales hermanos suyos atacó al ejército de
Huáscar. Este intento fracaso y Cusi Atauchi fue sentenciado a muerte por traición.

Ante estos hechos Huáscar empezó a desconfiar de todos, en ocasiones mató a sospechosos
sin tener pruebas contundentes. Tal vez inclusive sufrió de esquizofrenia.

Guerra contra Atahualpa


Artículo principal: Guerra de subversión inca

Su hermano Atahualpa tenía la ambición de apoderarse del imperio inca, para lo cual
organizó un numeroso ejército conformado por etnias norteñas resentidas con los
cusqueños por las matanzas que habían llevado a cabo Huayna Cápac y Túpac Yupanqui
cuando conquistaron esos lugares.

Las primeras acciones bélicas se iniciaron cuando Atahualpa desobedeció la orden de


Huáscar de ir a Cusco.

La primera batalla la ganó Huáscar con un ejército comandado por su hermano y general
llamado Atoc.

Atahualpa aprovechó una tregua (en época de cosecha se supone que ninguna etnia andina
debe realizar campañas bélicas) y tomó algunas ciudades norteñas. Poco a poco llegó
a Cusco casi invicto y derrotó finalmente a Huáscar.

Una vez tomado Cusco, Atahualpa intentó borrar cada rastro percibible de Huáscar
matando a sus familiares, sirvientes y simpatizantes. Y las etnias norteñas que
conformaban el ejército de Atahualpa intentaron borrar todo rastro de Huayna Cápac y
Túpac Yupanqui de quien inclusive quemaron su momia.
ATAHUALPA
Atahualpa (quechua: Ata-wallpa 'gallo') fue el decimotercero gobernante inca, y aunque
tuvo sucesores nombrados por los españoles es considerado como el último emperador
incaico. Nació en 1500; sin embargo, el lugar de su nacimiento es aún incierto.

Cuando Huáscar se coronó en Cuzco como emperador le causó mucha preocupación la


simpatía de su hermano con el ejército, motivo por el cual le ordenó que se presentara
en Cuzco. Atahualpa, convencido por sus generales de que si iba sería muerto, decidió
organizar un ejército norteño y se declaró Inca en la ciudad de Quito. De esta manera
se dio inicio a la famosa guerra civil inca.

Logró vencer a Huáscar en 1532 en Quipaypan, cerca de Cuzco, tras lo cual Atahualpa
se proclamó Inca o emperador, después de haber ganado la guerra se dirigió de inmediato
a Cajamarca para conocer a los españoles, después de un inesperado ataque español fue
hecho prisionero por Francisco Pizarro. En prisión mantuvo algunos privilegios: se le
permitió seguir administrando el imperio, aprendió a leer y escribir, también mantuvo
una relación amistosa con Francisco Pizarro. A los pocos meses fue acusado de traición
por los españoles, lo acusaron de ocultar un tesoro, conspiración contra la corona
española y de matar a Huáscar. Para su rescate fue obligado a pagar dos habitaciones
llenas de plata y una de oro, además de mujeres, entre ellas, su esposa Cuxirimay
Ocllo quien fue traída desde el Cuzco y entregada como esclava a Francisco Pizarro.
Aunque cumplió con su oferta, fue ejecutado de todas formas. Escogió ser ahorcado
después de bautizarse como cristiano; la otra opción era morir quemado si no se
bautizaba.

Origen polémico

Existen algunas dudas sobre el lugar de origen de Atahualpa. El conquistador Pedro


Cieza de León aseguró en una de sus crónicas haber averiguado por las calles de Cuzco
el origen de Atahualpa, según él los orejones (nobles) cuzqueños le dijeron que
Atahualpa fue mayor que Huáscar y además cuzqueño como él. La mayoría de crónicas como
las de Santa Cruz Pachacuti y Bernabé Cobo aseguran que Atahualpa nació en Cuzco,
mientras que son pocos los que afirman un origen quiteño, entre otros a fines del
siglo XVI Diego Lobato de Sosa (nacido en 1536 de una supuesta hermana de Atahualpa),
y en el siglo XVII Pedro de Mercado y Jacinto Collahuaso. El cuzqueño Inca Garcilaso
de la Vega es el principal cronista que presenta esta afirmación.

Existen fuentes, en su mayoría escritas a fines del s. XVI y mediados del XVII, que
respaldan su nacimiento en Tahuatinsuyu. El hecho de que Túpac Yupanqui haya nacido
en Vilcashuamán y su hijo Huayna Capác en Tomebamba, parece indicar que Atahualpa muy
bien pudo haber nacido en Quito, como parte de una política expansionista del Imperio
y como una manera de reforzar una conquista de índole político-religiosa (Hugo Burgos
Guevara, El Guamán, el Puma y el Amaru). Lastimosamente, al carecer los incas de
escritura, nunca se sabrá el origen real de Atahualpa, si bien parece ser actualmente
irrelevante.

Otros cronistas relatan que vivió en Quito más de 10 años junto a su padre Huayna
Cápac, y que su madre era la princesa quiteña Paccha, última Shyri de la dinastía de
los Sushysela (Duchicela), su hermano Ninan Cuyuchi, y el ejército inca (con sus más
influyentes generales).

En lo que sí coincide la mayor parte de las crónicas de la época es que Atahualpa


estuvo con su padre en Cuzco durante su infancia y juventud, recibiendo en esta ciudad
la educación que en su condición de noble le correspondía.

Los historiadores ecuatorianos tienen una opinión divida sobre el lugar de nacimiento
de Atahualpa, algunos dicen que fue en Quito y otros en el Cuzco.

Los historiadores peruanos tienen la opinión de un origen cuzqueño.

Juventud

Cuando Atahualpa tenía 16 años de edad, su padre Huayna Cápac decidió dejar Cuzco y
marchar con él y con su hermano Ninan Cuyuchi hacia Quito al mando de un gran ejército,
dejando a su hijo Huáscar como incap rantin (vicegobernador) de Cuzco.

En Quito, Huayna Cápac encargó a Atahualpa el mando de una campaña militar para
someter a los punaneños (del Golfo de Guayaquil) quienes se negaban a pagar sus
tributos.

Fue en esta permanencia de más de 10 años junto a su padre y a hábiles generales como
Chalcuchímac y Quisquis que Atahualpa aprendió el arte de la administración y el
gobierno; los cronistas lo describían intelectualmente como alguien de "vivos
razonamientos y con mucha autoridad".
Entronización

Artículo principal: Guerra de subversión inca

Ahí permanecieron juntos por más de 10 años sofocando rebeliones o conquistando nuevas
tierras. En 1525 Huayna Cápac murió en Quito de una extraña enfermedad, y lo mismo
sucedió con Ninan Cuyuchi pero en Tomebamba. La epidemia de viruela llegó también a
Cuzco y mató a dos de los cuatro correinantes de Cuzco, haciendo que Huáscar sea el
preferido de los cuzqueños para asumir el gobierno.

Tras ser nombrado emperador inca por los nobles cuzqueños Huáscar fue víctima de un
golpe de estado fallido. Esta acción hizo que reinara la desconfianza en Huáscar, y
esta desconfianza a su vez hizo que reinara la antipatía de los nobles incas contra
Huáscar.

Preocupado por la estrecha relación de Atahualpa y el poderoso ejército norteño,


Huáscar le ordenó que viniera a Cuzco, Atahualpa fue convencido por los generales
norteños de no ir ya que si lo hacía sería ejecutado. No se sabe con certeza si fue
por protección propia o por ambición, pero Atahualpa organizó ejércitos para que
tomaran Cuzco y trajeran consigo a Huáscar.

Terminada la guerra Huáscar fue tomado prisionero por los generales Quisquis y
Chalcuchimac. Fue maltratado y traído descalzo hacia Atahualpa. En 1533, cuando
Atahualpa estaba preso, ordenó su ejecución por temor a que los españoles le
devolvieran el trono, es decir que no llegaron nunca a verse las caras desde que se
inició la guerra.

Se puede entender que Atahualpa prisionero mantenía cierto control sobre el imperio,
pues ordenó ejecutar a Huáscar y que se le traiga su cráneo revestido de oro para ser
usado como vasija. Tal acto sirvió de excusa para acusarlo de fratricidio lo que,
sumado a cargos de idolatría, adulterio y otros, le significó una sentencia de muerte
por incineración.

La pena de incineración le fue sustituida por la de ahorcamiento, tras ser bautizado


bajo el rito católico. Antes, al ser apresado, había echado al suelo una Biblia, pues
no pudo escuchar en ella la "palabra de Dios", como anunciara un sacerdote.
Captura

Artículo principal: Captura de Atahualpa

La embajada de Hernando de Soto

Terminada la contienda, Atahualpa se dirigió rápidamente hacia Cajamarca, donde lo


esperaban los españoles a quienes quería conocer. Cuando Atahualpa se hallaba en Los
baños del inca, a media legua de Cajamarca, Francisco Pizarro envió a Hernando de
Soto con 20 jinetes y un intérprete hacia el inca para decirle que lo estaban esperando
en Cajamarca. Ahí, Atahualpa sorprendió a la embajada española, ya que según cuentan,
Atahualpa nunca se asustó de los caballos que se le acercaron tanto que soplaron en
su cara, sin embargo algunos soldados sí se atemorizaron y fueron castigados
severamente por ello. Atahualpa confirmó que iría a Cajamarca al día siguiente.

Toma de Cajamarca

Al día siguiente los españoles se escondieron en los principales edificios incas de


la Plaza cajamarqueña y esperaron ansiosos. Unas horas después vieron el fenomenal
ingreso de Atahualpa, con un desfile de 30.000 hombres, quienes estaban tan confiados
que fueron desarmados. Al entrar a la plaza el único español que le salió al encuentro
fue el fraile Vicente de Valverde, quien a través del intérprete Felipillo, aunque
otras fuentes dicen que fue Maritinillo o ambos, Valverde efectuó el Requerimiento
donde se le ordenó aceptar el cristianismo como religión verdadera y someterse a la
autoridad del rey Carlos I de España y al papa Clemente VII. Acto seguido le entregó
un misario y un anillo como regalo, Atahualpa al ver que carecían de significado para
él los tiró al suelo; esta acción causó indignación en los españoles, quienes
inmediatamente rompieron el silencio al disparar su artillería y fusiles. Los súbditos
que cargaban el anda de Atahualpa fueron también matados sin piedad, cuando algunos
caían eran reemplazados de inmediato. Al ver esta situación uno de los conquistadores
intentó matar al inca con un cuchillo, pero Francisco Pizarro lo impidió atajándolo
(inclusive se lastimó la mano al hacerlo) y ordenó que "nadie tocase al inca". La
matanza fue completa, más de 20.000 soldados incas murieron, y también fue asesinado
el señor de Chincha, amigo íntimo de Atahualpa.

Prisión

Como resultado Atahualpa fue apresado en un palacio de Cajamarca; según Guaman Poma
de Ayala estuvo sumergido en una época de depresión porque le quitaron a su coya
(mujer), su riqueza y su reino. Cuenta que lloró, no comió mucho y dormía poco.
En prisión Atahualpa organizó a espaldas de los españoles dos ejércitos, uno bajo el
mando de Chalcuchímac para que fuese a Cajamarca a liberarlo y el otro bajo el mando
de Quisquis para que tomase Cuzco y eliminara cualquier vestigio de Huáscar. Estando
preso se hizo amigo de Pizarro, y le tuvo admiración a Hernando Pizarro, de quien
dijo era un gran señor. También jugaba mucho a la "Taptana", un juego de mesa inca
que algunos historiadores confundieron con el ajedrez. Según crónicas, aprendió
castellano en veinte días.

Muerte

En prisión, Atahualpa ofreció a cambio de su liberación llenar dos habitaciones de


plata y una de oro "hasta donde alcanzara su mano", los españoles aceptaron y de
inmediato se mandó la orden a todo el imperio inca de que enviasen la mayor cantidad
posible de oro y plata hacia Cajamarca. Después de cumplir su parte los españoles lo
sentenciaron a muerte por idolatría, fratricidio, poligamia, incesto y lo acusaron de
ocultar un tesoro.

Se le concedieron las dos últimas opciones: ser bautizado como cristiano y luego
ahorcado o ser quemado vivo. Al escoger la primera opción fue bautizado con el nombre
cristiano de Francisco. Se cree que Francisco Pizarro lloró su muerte. (Pedro Pizarro
narra en su crónica: "yo vi llorar al Marqués").

Fue ejecutado el 26 de julio de 1533. La noticia de


su muerte originó una gran anarquía, muchas etnias
dominadas por los incas se sublevaron e intentaron
recuperar su independencia.

Fue enterrado en la iglesia de Cajamarca pero unos


días después su cadáver desapareció misteriosamente;
probablemente sus súbditos lo rescataron para
momificarlo y enterrarlo junto con sus antepasados.

Tras su muerte, muchos incas partidarios de Huáscar


(como Manco Inca) se unieron a los españoles para
derrotar a Chalcuchimac, Quisquis y los demás
partidarios de Atahualpa.

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