Conflicto, emoción y compromiso en la ciencia: conflicto interno (Parte 2)

Como mencioné en una publicación anterior , vengo desde una perspectiva de participación
comunitaria en las ciencias, después de haber pasado mucho tiempo trabajando en la
extensión cooperativa y como científico en una organización de defensa del medio
ambiente. Estas son arenas en las que las relaciones entre las personas juegan un papel
central en el trabajo científico y técnico de las instituciones en su conjunto, y ciertamente para
los individuos. El trabajo de compromiso es, para mí, la mejor y única forma de trabajar. Es
realmente gratificante, pero no se puede negar que a veces también puede ser incómodo y
desafiante cuando inevitablemente estamos en desacuerdo o tenemos diferentes necesidades
o en cualquier caso.

Estoy realmente interesado en cómo desarrollar un enfoque en las ciencias naturales que
integre más explícitamente las relaciones entre las personas no solo en la forma en que nos
comunicamos, sino también en la estructura del trabajo en sí. Y dentro de cualquier discusión
sobre las relaciones, el tema del conflicto merece atención especial simplemente porque es
parte del territorio, como todos podemos dar fe de nuestras propias relaciones
personales. Pero, la buena noticia es que, si bien el conflicto puede ser un desafío, también es
lo que conduce al crecimiento y al cambio si podemos aprender a trabajar con él.

Hay un trabajo cada vez mayor sobre conflictos ambientales, y es realmente interesante:
cosas como si el cambio climático podría conducir a un aumento de la violencia y la mejor
manera de manejar conflictos de conservación , y yo mismo a veces me pregunto si ciertos
problemas ambientales están adquiriendo las características de un conflicto intratable . Pero,
por ahora, de lo que estoy realmente interesado en hablar es del papel de nuestro propio
conflicto interno en la participación científica. Si bien muchos de nosotros tendemos a
sentirnos incómodos al hablar sobre el conflicto en general, es aún más difícil cuando volvemos
a enfocar la lente en nosotros mismos y en nuestro papel en ella, pero poder hacerlo es vital.

Science publicó un número especial sobre el conflicto humanoen 2012, y voy a proporcionar
un breve resumen de lo que se trataba todo eso. Básicamente, la comprensión actual del
conflicto es que se deriva de la "alterización" de individuos, grupos e incluso del mundo
natural. La idea es que tendemos a hacer que las personas (o la naturaleza) sean "distintas a"
o separadas y diferentes de nosotros mismos. Y esta alterización nos lleva a empatizar más
fácilmente con nuestro "grupo interno" y a deshumanizar a los "grupos externos" . Este es un
desafío interesante porque ser capaz de identificar al "otro" es realmente importante desde
una perspectiva de desarrollo infantil: nos ayuda a formar nuestro identidades como niños.
Pero, puede llegar a ser perjudicial a medida que maduramos porque puede hacer énfasis en
las diferencias entre "nosotros" y "ellos""- en cierto modo, es algo que debemos desaprender a
medida que envejecemos. Al mismo tiempo, una nueva investigación documenta cada vez más
casos de cooperación, establecimiento de la paz y compartir que también pueden surgir
cuando se reduce la alterización. Además, el concepto de reconciliación ha demostrado que en
las comunidades animales, las relaciones existentes pueden usarse para resolver conflictos.

Bien, eso fue un torbellino y una gira generalizada de un tema muy amplio, pero el punto
básico es que el conflicto se manifiesta en nuestras interacciones con los demás y la mayoría
de nosotros preferimos ver el conflicto como algo externo a nosotros mismos, gran parte del
trabajo real. implica luchar con nuestros propios conflictos internos. Por lo tanto, una
estrategia para superarlo es expandir activamente nuestro sentido de identidad para abarcar a
la otra persona, grupo, entorno o incluso partes de nosotros mismos que nosotros
alterizamos. Otra es profundizar nuestro sentido de compasión y cuidado por los demás. Es por
eso que paso mucho tiempo trabajando en la práctica de la escucha profunda y el valor de la
práctica contemplativa. en trabajos científicos comprometidos. Estos son los tipos de
herramientas que me han ayudado a sentirme más cómodo con los conflictos y la otra amplia
gama de emociones que surgen cuando me concentro en relacionarme.

El conflicto proporciona, paradójicamente, un desafío y una oportunidad. Si podemos aceptar e

incluso valorar el conflicto como una consecuencia natural de un enfoque efectivo y
comprometido en las ciencias, también cambia las capacidades que queremos cultivar en
nosotros mismos y en nuestra profesión para ser parte de un proceso orientado a las
soluciones.
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