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ADMINISTRACIÓN DE EMPRESAS.
CONTROL DE CALIDAD.
ESTÁNDARES DE CALIDAD
PRODUCTIVIDAD APLICADOS.
PROFESOR: LUIS ÁLVARO GUERRA RANGEL
ALUMNO: JUAN OMAR GÓMEZ SOSA
OBJETIVO.
Estudiar los estándares de eficiencia en calidad y productividad que en la
actualidad están siendo necesarios para que las empresas puedan certificarse
en las competencias necesarias, para así ofrecer un producto o servicio que
satisfaga las necesidades del consumidor; y por lo tanto, analizar los
indicadores requeridos e implementados internacionalmente para medir el
desempeño y eficiencia de cada área involucrada y con ello agregar valor a la
cadena de producción, a la empresa y sobre todo al bien ofrecido.
INTRODUCCIÓN.
En un mundo empresarial muy competitivo, posicionarse como una empresa
eficiente y que apuesta por la calidad es cada vez más indispensable.
Contrariamente al criterio tradicional según el cual la calidad implica altos
costes, las investigaciones ponen de manifiesto la incidencia sobre la
rentabilidad de una empresa de los costes de tener una estructura operativa que
genera productos de mala calidad.
Las normas ISO abarcan múltiples sistemas entre los que se encuentra:
ESTÁNDARES DE CALIDAD.
Desempeño competitivo.
Desempeño financiero.
Calidad en el servicio (SERVQUAL, Service Quality)
Flexibilidad de adaptación en las actividades.
Innovación.
Aplicación de los recursos.
La ingeniería básica sienta las bases para la automatización óptima de un sistema a través
de la estandarización. Además de ofrecer ventajas a la hora de adquirir los componentes
del sistema, la estandarización simplifica los suministros globales. También conviene
durante la fase de funcionamiento, ya que los sistemas de automatización de procesos
pueden permanecer operacionales hasta 25 años —mucho más tiempo que los sistemas de
automatización de fábricas—. Al igual que el ahorro en el stock de piezas de recambio y en
los requisitos de formación, la estandarización también facilita la validación de la
tecnología de sistema. “Pueden lograrse más ventajas extendiendo este concepto desde el
sistema a toda la planta” continúa Roos.
No obstante, la ingeniería básica permite una mirada crítica más allá de la tecnología de
automatización. “La optimización de los componentes y cómo están conectados
mecánicamente tiene beneficios, en particular para los sistemas multiusos, por ejemplo
reduciendo el número de productos finales perdidos en procesos de lavado o limpieza”,
explica Roos. Un ejemplo de ello es un sistema de distribución diseñado por Festo para su
uso en la producción de artículos de aseo.
La solución fue un nuevo y compacto bloque distribuidor de válvula de bola para más de
20 depósitos utilizados para almacenar varias fragancias. Para poder realizarlo de forma
rápida y precisa, en primer lugar se fabricó y acordó con el cliente un modelo CAD 3D.
Para estar seguros, Festo también fabricó un modelo de prototipo rápido a escala 1:5
antes de finalizar el diseño. Esto permitió realizar algunos ajustes finales del proyecto en
consulta con el cliente.
Mayor eficiencia.
El tema de ‘eficiencia’ está ganando cada vez más un mayor impulso entre los operadores
de planta, ya sea en la planificación de los procesos, adquisiciones, construcción y puesta
en marcha o en el uso de la energía y otros recursos.
Esto no significa necesariamente invertir en nuevas plantas; las plantas existentes y cómo
están interconectadas pueden ofrecer un enorme potencial de ahorro. Ejemplos de ello son
las bombas en plantas de tratamiento de aguas residuales o los costes de personal para la
inspección de las cuencas de retención de agua de lluvia. La tecnología de automatización
moderna puede acabar también con la necesidad de inversión en la infraestructura
eléctrica de las redes de alimentación.
Hasta ahora, los actuadores eléctricos fueron la primera opción para las plantas de
tratamiento de agua en Rusia –para abrir y cerrar las entradas y salidas de los filtros de
lecho arenoso o en estaciones de bombeo–. En San Petersburgo, el uso de sólo actuadores
eléctricos habría significado una potencia instalada de 75 kW. La planta no podría
suministrar tal potencia sin ampliar la infraestructura eléctrica.
Un sistema neumático con actuadores DAPS, incluyendo dos compresores de aire, requiere
una potencia instalada de sólo 10 kW. Simplemente sustituyendo los actuadores eléctricos
por 120 actuadores neumáticos, el operador de las plantas de tratamiento de agua de San
Petersburgo fue capaz de ahorrar al menos 65.000 euros adicionales que de lo contrario
habría tenido que gastarse en el suministro eléctrico.
Tómese como ejemplo las Filipinas, donde una solución de automatización Festo ha
aumentado la productividad del suministro de agua para la ciudad de Ángeles. El corazón
tecnológico del sistema es la comunicación en tiempo real entre las bombas de suministro
y distribución y el centro de control de proceso vía WLAN. Festo fue responsable de todo el
proyecto, desde el desarrollo hasta la adquisición, instalación y puesta en marcha.
Hoy en día, toda la información clave se introduce en el centro de control de proceso las
24 horas del día y ofrece un cuadro preciso del suministro de agua en tiempo real. El
director de la planta puede ver el estado del sistema de un vistazo en la pantalla y así
tomar medidas si fuese necesario, aunque un sistema de control completamente automático
significa que esto sólo será necesario en casos excepcionales.