Sunteți pe pagina 1din 16

MATERIA: DERECHO DEL

PATRIMONIO ESTATAL

ACTIVIDAD 4: EL DOMINIO PUBLICO

PROFESOR: JOSE ANTONIO EDUAR


RIVAS LOMBERA

ALUMNO: RICARDO TAMEZ


BARBOSA

FECHA: 20-06-2019

MONTERREY NL
Dominio público.

Se denomina dominio público: a una masa de bienes inmuebles que deben estar
permanentemente a disposición del público o desiertos servicios públicos.

De esta definición resulta que el dominio público es y enajenable, porque si se pudiera


enajenar desaparecería la permanencia de los bienes que lo forman en la utilización del
público otros servicios públicos de que sea soporte fundamental.

Los bienes del dominio público son: por consecuencia inhipotecables e


imprescriptibles, porque la ejecución hipotecaria o la prescripción y usurpación los
sacarían de su status para llevar los a la propiedad de los adjudicatarios o de los
beneficiarios de la usurpación, lo que constituiría una enajenación, y ya se ha dicho que
estos bienes son y inajenable.

Los bienes del dominio público se dividen en dos grupos:

 El primero denominado bienes del dominio público por naturaleza.


 El segundo denominado bienes del dominio público artificial.

Los bienes de dominio público por naturaleza: son aquellos que, por cómo y general
consenso, y desde el principio de las sociedades políticas más primitivas, han sido
siempre de un uso general y común para todos y sobre los cuales, salvo abusos
censurados y precarios, no se ha pretendido nunca establecer o constituir una propiedad
privada. Tales son las aguas del mar de los ríos navegables y los cables, las orillas del
mar, los puentes, bahías, radas, calas y fondeadores.

Los bienes del dominio público artificial: son aquellos en que la enajenabilidad y la no
posibilidad de aprobación privada resultan de la disposición de la ley.
En los modernos estados de derecho, a diferencia de lo que ocurriría en los tiempos
anteriores, esta división no tiene relevancia jurídica, puesto que todo el dominio público
está establecido por la ley.

Origen del dominio público.

Como se ha dicho, la historia aprueba en toda la sociedad es políticas, aún en las más
antiguas de que se tiene memoria, han existido siempre ciertas cosas o bienes
destinados al uso de todos. Fue el antigua Roma, sin embargo, donde comenzaron a
formarse los primeros conceptos sistemáticos sobre estos bienes, cuya característica
común era la de estar fuera del comercio.

Había varias especies de cosas fuera del comercio, o sea que no podían pasar de la
situación en que estaban a las manos de un propietario privado.

Esa situación eran más veces su uso por los magistrados "edificios públicos", por los
sacerdotes (los templos, y los cementerios), por el público (puentes, vías públicas).

En toda la edad media la propiedad pública, quien la antigüedad se diferenció bienes de


la propiedad privada de los magistrados, tendió a confundirse con la propiedad de los
señores feudales, de modo que no fue un periodo propicio al desarrollo de las ideas que
los jurisconsultos romanos habían comenzado a ordenar en esta materia.

Disposiciones constitucionales.

La constitución dominicana en su (artículo 37, inciso 4), confiere al congreso la atribución


de "proveer a la conservación y fructificación de los bienes nacionales, y a la enajenación
de los bienes del dominio privado de la nación, excepto lo que dispone el inciso 10 del
artículo 55 y el artículo 110".

El constituyente divide los bienes del Estado en dos grandes especies: aquellos sujetos
sólo a conservación y fortificación y los susceptibles de enajenación o de dominio privado.
Dominio público terrestre.

El dominio público terrestre: está constituido por las carreteras, los puentes, los caminos,
las avenidas, las calles, los callejones, las plazas y plazo letras, es plana a las y
cementerios de las poblaciones.

A) las carreteras son dependencia del dominio público también en virtud del artículo 538
del código civil (puesto que las carreteras son una especie de camino) y en virtud de los
artículos 1, a acápite. e) y 4 de la ley de las vías de comunicación.

B) los puentes y barras: se consideran parte de los caminos que unan, por el artículo 3
del decreto No. 503, de 1926, y por tanto son parte del dominio público.

E) los caminos en general, naturalmente los construidos por el Estado o los municipios,
pertenecen al dominio público en virtud del artículo 538 del código civil y de los artículos 1
y 4 de la ley de vías de comunicación.

Dominio público marítimo.

El dominio público marítimo: está constituido un por el mar territorial, las orillas, las
ensenada en el mar, los puertos y las radas; El status de dominio público del mar
territorial está dispuesto por los artículos 1y4 de la ley de vías de comunicación.
Sesgo en esto, entre nosotros tienen una misma extensión el mar territorial y la
faja del mar se constituye nuestro mar territorial.

Dominio publico lacustre.

El dominio publico lacustre: está constituido un por los lagos y algunas navegable o
flotables (artículo 1 y 4 de la ley de vías de comunicación) y por las zonas lacustre (por
ella sujeta a la marea) si los lagos y la algunas estar sobre los a la acción de las mareas
(artículo 49 de la ley de vías de comunicación, reformado).
La navegabilidad o flotabilidad la declara el poder Ejecutivo.

La cuestión del dominio público aéreo.

Sea debatido ya entre los tratadistas y reuniones internacionales la cuestión de


determinar cuál debe ser el status jurídico del espacio aéreo si éste debe ser el dominio
público. Entre nosotros, la tesis favorable a la denominalidad nica del espacio aéreo
no ha sido mi discutida, ni aceptada.

Nuestra situación al respecto es la siguiente: el espacio aéreo situado arriba del territorio
nacional, incluyendo en este las aguas territoriales, a bajo la jurisdicción nacional
(convenios de Chicago y ley sobre navegación Aérea, con el resto del territorio.

Dominio público militar.

Suele llamarse dominio público militar: al constituido por los muros, fosos,
fortificaciones, terrenos, y defensas a que se refiere el artículo 540 código civil.

Secretarías de Estado competentes en relación con el dominio


público.

Entre nosotros, la administración del dominio público del Estado está distribuida entre
varias secretarías de Estado, en la forma que si dos.

A) El dominio público terrestre esta bajo la división de la secretaría de estado de obras


públicas y comunicaciones, salvo el dominio público militar.

B) El dominio público militar está bajo la administración de la secretaría de estado de las


Fuerzas Armadas.
C) El dominio público marítimo está bajo lago división de la secretaría de estado de las
fuerzas armadas.

D) Para fines de pesca, las aguas tan bajo la jurisdicción de la secretaría de estado de
agricultura.

E) El nunca dominio público fluvial está bajo la jurisdicción del instituto de Recursos
Hidráulicos (indrhi), si es para fines industriales o de riego.

F) Del dominio público lacustre está bajo la jurisdicción de la secretaría de estado de


obras públicas y comunicaciones, como los caminos.

G) En los casos de instalaciones radioeléctricas se requiere la decisión del poder


ejecutivo. Corresponde a la secretaría de estado de industria y comercio.

H) La jurisdicción sobre las minas corresponden a la Secretaria de Industria y Comercio.

I) La jurisdicción sobre las reservas forestales a la dirección general deforesta con


dependencia de la secretaría de estado de las fuerzas armadas.

El dominio público y el derecho de propiedad.

La mayor parte de las dependencias del dominio público tienen este status desde tiempo
inmemorial, tanto en nuestro país como en los otros.

Pero en el caso de que hagan nuevas declaraciones de domicialidad política sobre sólo a
de propiedad privada cual es el status de esas propiedades.

Este es el criterio consagrado por el artículo 49 de la ley de las vías de comunicación, que
sobre este punto reproduce el criterio de la ley 580, de la ley de 1920.
DOMINIO PRIVADO DEL ESTADO

Consideraciones generales

Constituye el dominio privado del Estado la masa de bienes de su pertenencia que, como
regla general sujeta a ciertas modalidades, están sometidos al mismo régimen jurídico
que los bienes de los particulares. En tal concepto, los bienes del dominio privado se
contraponen a los del dominio público, respecto de los cuales el status jurídico, como ya
se ha visto, está dominado por una regla contraria a la expuesta.

Esto bienes los ha adquirido o los adquieren el Estado por los mismos medios jurídicos
que los particulares: compra, permuta, do-nación, legado, sucesión, etc.; pero también por
otros medios especiales que no obran en el caso de los particulares: por derecho origi-
nario, por vacancia, por cesión legal forzosa, por expropiación forzosa, por declaración
legal y por desafectacion.

a) El Estado adquiere por sucesión irregular, conforme al art. 768 del Código Civil, los
bienes de las personas que mueren sin herederos hábiles ni cónyuge superviviente, o si
éstos no aceptan la sucesión, pero el Estado puede no aceptar tampoco la sucesión, caso
en el cual la sucesión se convierte de en desherencia, en sucesión vacante. En cuanto a
la cuestión de saber si los bienes en deferencia pertenecen al Estado dominicano o al
Estado del extranjero, es materia cuya solución corresponde al Derecho Internacional
Privado. En cuanto a los inmuebles salvo tratado en sentido contrario parece que,
conforme al artículo 3, primer acápite del Código Civil ("Los bienes inmuebles, aunque
sean poseídos por extranjeros están regidos por la ley dominicana"), la primera solución
es pertinente.

b) Los bienes de las sucesiones vacantes, o mas bien el producto de su liquidación,


pertenecen al Estado, según el art. 813 del Código Civil; y en general, conforme al art.
539 del Código Civil, pertenecen al Estado todos los bienes vacantes y sin dueño, aunque
por error se diga en él que al dominio público.

c) Pertenecen al Estado por derecho originario los terrenos y demás derechos reales que,
en el curso de saneamiento por el Tribunal de Tierras, no son reclamados por los
particulares con la alegación de un mejor derecho (art. 270 de la Ley de Registre de
Tierras, de 1947).

d) Pertenecen al Estado, por cesión legal forzosa, los que contribuyen los terratenientes
adyacentes a los canales de riego que el Estado construye, para cubrir el costo de dichas
obras, prefieren pagar su cuota en efectivo. (Ley sobre Dominio de aguas Terrestres y
Distribución de Aguas Públicas, de 1962).

e) Pertenecen al Estado los bienes que adquiere por expropiación


forzosa mediante justa indemnización (Constitución de la Republica y Ley de Dominio
Eminente y sus modificaciones y ampliaciones).El recurso de la expropiación forzosa solo
esta a disposición de los particulares en casos muy excepcionales (medianería, solares
adyacentes pequeños e irregulares).

F ) Por declaración legal pertenecen al Estado: las islas, L terrenos que se forman en el
álveo de los ríos, navegables, si no hubiere título o prescripción en contrario (art. 560 del
Código Civil; la mitad de los objetos caídos o perdidos en el mar (art. 717 digo Civil y Ley
No. 538. de 1933; y los bienes declarados nacionales, después de la independencia, por
las Leyes No, 52, de 1845; No. 72, de 1846; Dec. 73, de 1946; y No. 113, de 1847.

g) En fin, como hemos visto, pertenecen en propiedad al Estado, los bienes del dominio
público del Estado que son desafectados de ese status.

Enajenabilidad, prescriptibilidad e hípotecabilidad del dominio privado.

Conforme al artículo 37, inciso 4, in fine, de la constitución, los bienes del dominio
privado son enajenables. La forma de enajenación, según los precedentes
aceptados, puede ser cualquiera, (venta, donación), siempre que, cuando se Trate de
inmuebles, la apruebe el Congreso. (Art. 37, inciso 19 y 55, inciso 10, de la
constitución).

Por inmueble se entiende no solo la materia de estos, sino sus desmembramientos


jurídicos, como el usufructo, el uso y la habitación.
El requisito de la aprobación del Congreso para las enajenaciones de inmuebles del
Estado. Es indispensable, según se acepta generalmente, no sólo para las enajenaciones
voluntarias,

sino también para las forzosas, de lo cual resulta que los tribunales no pueden vender por
licitación los inmuebles del Estado. De lo cual, a la vez, resulta que el Estado no puede
ser objeto de procedimientos de ejecución hipotecaria. Por otra parte, como el Estado no
puede hacer pagos de dinero sino en base a una ley (art. 113 de la Constitución), y por
tantos no se le pueden hacer mandamientos de pago eficaces sino en base a una ley que
propicie fondos para ese pago, el resultado es que no se intentar ningún procedimiento
ejecutivo contra el Estado.

En cuanto a la prescriptibilidad de los bienes del Estado (se en-que los del dominio
privado), ella está instituida expresamente por el artículo 2227 del Código Civil. Las
condiciones de la prescripciones de son las mismas que para los particulares; pero
cuando se trate de terrenos rurales, se requiere además, por la Ley No. 890, 1945, una
ocupación con cultivos o mejoras permanentes de la mitad, por lo menos, de la extensión
de terreno que pretenda adquirir por prescripción.

Bienes registrados

Los bienes registrados del Estado por acción del Tribunal de Tierras no están sujetos a
prescripción; pero esto no constituye una privilegiada para estos bienes, ya que favorece
a todos los propietarios de derechos reales registrados, aunque sean particulares de
acuerdo con el artículo 175 de la Ley de Registro de Tierras de 1947).

Quid de la Iglesias y edificios religiosos.

En una primera fase, los bienes de esta naturaleza que existían anotados en la ley No. 52,
de 1845, pertenecieron al Estado en virtud del art. 16 de dicha ley, que los confiaba al
prelado para su administración y conservación. (Sentencia relativa al antiguo palacio
arzobispal, de 1934).

En una segunda fase representada por el concordato celebrado con la Santa Sede y
aprobados por Resolución del Congreso Nacional No. 3874, de fecha 10 de julio de 1954
(G. O. No. 7720, de 21 de dicho mes y año), la República Dominicana reconoce y
garantiza la propiedad de la iglesia sobre los bienes muebles e inmuebles que el Estado
reconoció como pertenecientes a ella con la Ley No. 117 del 20 de abril de 1931, aclarada
por la Ley No. 390 del 16 de septiembre de 1943 así como de los bienes que, después de
de tarjetas, la iglesia ha legítimamente adquirido cualquiera, incluidos los que han sido o
sean declarado monumentos nacionales.

En el mismo convenio Ley se declaró también como de propiedad de la iglesia "todos los
templos y otros edificios con fin de eclesiástico que el Estado ha venido construyendo
desde el año 1930 y construya en adelante".

Quid de las islas, isletas y terreno en el alveo de los ríos navegables.

El art. 560 del Código Civil prevé la eventualidad de que en el alveo de un río navegable
se formen islas, isletas y terrenos. Si el curso de agua forma parte del dominio público, la
isla, el islote o el terreno, es atribuido al Estado. La razón esencial de lo establecido en el
Código Civil, consiste en que las islas o islotes formados en estos casos se supone que
han debido de proceder de las mismas riberas de los ríos que son de dominio público y,
según el principio fundamental que rige esta materia, la propiedad de los bienes de
derecho por la accesión a todo lo que ellos producen o se les une o incorpora un natural o
artificialmente, es decir que en este caso la islas pertenecerán al Estado, entran en su
patrimonio con el carácter de propiedad privada o "bien en el dominio público. Resultará a
esta siempre una cuestión libremente apreciable por los autores. Sin embargo
observamos que el citado artículo del Código Civil las conceptúa como de propiedad (y no
de dominio público) del Estado, cuando "no hubiere título o prescripción en contrario". Por
nuestra parte, estimamos más exacto que la isla sería la misma condición jurídica que el
curso con superficie de agua en que surge.

Administración y enajenación de los bienes del estado.

La administración de los bienes del Estado corresponde por la constitución al Presidente


de la República (art. 55, encabezamiento 10). Pero como la misma Constitución confiere
al Congreso (art. 37 inc. 4) la atribución de "Proveer a la conservación y fortificación de los
bienes nacionales; y a la enajenación de los bienes privado de la Nación excepto lo que
dispone el inciso 10 del art. 55 y el artículo 110", diversas leyes regulan esa
administración, sin desvincular nunca de ella, en 1a posición decisiva, al Presidente de la
Republica, según veremos más adelante. En materia de inmueble el Congreso tiene
intervención.
La venta y Cesión de inmuebles. Las negociaciones principales que se efectúan con los
inmuebles son la venta, la cesión, el arrendamiento y la hipoteca. Por esa razón (ya que el
Estado no hipoteca a causa de la imposibilidad de ejercer contra las ejecuciones
hipotecarias), la legislación existente se refiere a la venta, al arrendamiento y, a la cesión
de los bienes del Estado.

Las reglas del derecho público sobre la venta de inmuebles del Estado se encuentran en
la Ley No. 119 del 22 de enero de 1964, que regula la venta de bienes inmuebles del
Estado o pertenecientes a sus entidades autónomas, modificada por las Leyes Nos. 203
del 21 de marzo de 1964 y 276 del 1ro. de junio del mismo años, así como en la Ley No.
1832 del 3 de noviembre de 1948, y sus enmiendas. La venta requiere la previa
autorización del Poder Ejecutivo en cada caso, lo que se hace por medio de un poder. Las
ventas las hace el Administrador General de Bienes Nacionales.

La cesión de inmuebles pertenecientes a instituciones autónomas del Estado, tales como


el Instituto de Auxilios y Viviendas y el Instituto Nacional de la Vivienda, está sometida a
un régimen periódico diferente.

El estado, como un medio de promover la reforma agraria y mejorar las condiciones de la


población agraria ha concedido autoridad ai Instituto Agrario Dominicano para distribuir las
unidades o parcelas familiares entre agricultores de escasos recursos de la vecindad.

Dispone la Ley de Reforma Agraria No. 5879 del 2 de marzo de 1977 que la distribución
de parcelas se efectuará en virtud de un Contrato de venta condicional y precio, período
de pago y condiciones que el organismo estatal considere más razonables.

La misma legislación estipula que el parcelero no podrá vender, arrendar, hipotecar o de


cualquier otro modo disponer o gravar la parcela cedida sin el previo consentimiento del
Instituto Agrario dominicano.

Asimismo, Consagra el derecho de los herederos de continuar con la posesión y


administración de la parcela en caso de muerte del parcelero antes de haber obtenido el
título o dominio absoluto, sujeto desde luego, a las regulaciones de la Ley y los
reglamentos en la materia.
Arrendamiento de inmuebles. El arrendamiento lo hace el Administrador General de
Bienes Nacionales, con autorización' Presidente de la República, que se da por medio de
un poder No. 1332, de 1948, y su Reglamento No. 6105, de 1949), puede actuar el
Secretario de Estado de Finanzas en los casos de mayor importancia (Reglamento). Si se
trata de terrenos rurales para trabajos agrícolas, las solicitudes deben someterse al
Director del título Agrario Dominicano (IAD).

La duración del arrendamiento no debe exceder de cinco años para los inmuebles
urbanos ni de 9 años para los rurales. Los pagos deben hacerse por anualidades
anticipadas, pero el P. E. puede aceptar que los anticipos sean trimestrales Ley 435, de
1941). La falta de pago de dos anualidades reciente el contrato. La disposición más
excepcional de esta Ley (Art.-que si el Estado necesita un inmueble arrendado para
cualquier servicio público o uso común, ajuicio de una Comisión formada por el Secretario
de Obras Públicas, el Procurador Fiscal y el Presidente Ayuntamiento de la jurisdicción
correspondiente, y sin que para se requiera acción judicial, puede rescindir el contrato y
requerir desalojo del inmueble por acto de alguacil dentro de los 30 días si el inmueble es
urbano, y dentro de los 90 días si el inmueble es rural, y después de vencidos esos
plazos, proceder a ocupar el inmueble.

Si sólo se necesita una parte, el inmueble, el procedimiento puede limitarse a esa parte.

Los arrendamientos en las islas adyacentes están prohibidos (art. 18 de h Ley


2421 y Ley No. 1350, de 1937).

Venta de los muebles. Las ventas y otras enajenaciones de bienes muebles del Estado
no requieren, como la de los inmuebles, de la aprobación del Congreso. Corresponde al
Administrador Bienes Nacionales, conforme al artículo 14 de la Ley No, 1852, de 1948,
desarrollado por el Artículo 25 del Reglamento No. 6105 de 1949.

Las ventas de las mercancías abandonadas en las Aduanas se hacen en pública subasta
(art. 95 a 97 de la Ley de Aduanas y Puertos) y de grado a grado si son competibles
(reforma de la Ley 650 al Art., \ de J941). Si, para el pago de los derechos el valor de las
mercancías o el producido probable de la venta fuere insuficiente para cubrir de la
subasta, la Aduana puede darle el destino que disponga el Poder Ejecutivo. Se hará lo
mismo se al remate no concurren licitaciones.
Las mercancías comisadas en las Aduanas se venden en beneficio del fisco (art. 175 de
la Ley de Aduanas y Puertos).

El Reglamento 1469, de 1943, dispone que las mercancías que no podido ser vendidas
en publica subasta por las Aduanas se entre-por inventario al Secretario de Estado de
Finanzas paran ven* i en pública subasta con menores posturas, o de grado a grado si
autoriza el Poder Ejecutivo, todo por medio de una Comisión Tesoro en la cual debe
haber un representante de
la Aduana, mundo de Administración General de Bienes Nocionales y uno de la Dirección
General de Rentas Internas.

Las mercancías resultantes de naufragios se venden en pública subasta para beneficio


del Fisco deduciéndose los gastos de salvamento, si el dueño no las reclama con pruebas
legales a los seis meses del accidente. Se ha interpretado, que pasado ese plazo, el
Estado puede simplemente adueñarse de esas mercancías si no quiere venderlas, puesto
que no habiendo interés de terceros que proteger, la pública subasta es facultativa, salvo
que 1a aconseje la cuantía del valor del salvamento. (Arts, 116 a 158 de la Ley de
Aduanas y Puertos).

Bienes de los establecimientos públicos Quid de los inmuebles.

La constitución requiere que los contratos que estipulan enajenables celebrados por el
Poder Ejecutivo, se sometan del Congreso, salvo la excepción prevista en la misma Carta
Magna Se entiende que esta aprobación es indispensable para su validez. Refiriéndose
este artículo a los contratos que celebre el Poder Ejecutivo, cabe preguntarse si la regla
debe aplicarse igualmente a la enajenación de inmuebles de los establecimientos
públicos.

En ciertos casos la ley establece esa regla, pero en otros la ha omitido. En mi opinión, la
regla trazada por la constitución es una medida de orden genera] establecida en
protección de todos bienes del Estado, encuéntrense estos administrados por el Estado
en sentido estricto, o por su organismos.

Según el procedimiento e interpretaciones del mismo Congreso los únicos casos


en que esa regla no se explica son los siguientes:
cuando las enajenaciones son el resultado de la constitución de un derecho de propiedad
por el cumplimiento de requisitos establecidos por la ley como el caso de la prescripción
adquisitiva contra el Estado (art. 2227 del Código Civil);

En las mismas circunstancias, el caso de las sesiones prevista con la Ley de Reforma
Agraria;

En el caso de las ventas u otras enajenaciones que pueden hacer las instituciones
bancarias del Estado de los inmuebles que requieren como resultado de sus negocios.

La administración General de Bienes Nacionales.

Todo lo relativo bienes del Estado tanto públicos como privados con excepción de los
fondos, está a cargo de la administración General de Bienes Nacionales, dependencia de
la Secretaría de Estado de Finanzas (Ley No. 1832, de 1948, reglamento No. 6105, de
1949). Le corresponde velar por la conservación jurídica y material de los bienes del
Estado; velar por la adquisición efectiva de todos los bienes que correspondan al Estado
por cualquier motivo legal, la ministerial los bienes de los contumaces. Le corresponde
realizar y suscribir todos los actos jurídicos relativos a los bienes del Estado, pero siempre
mediante autorización o poder del Presidente de la República. El poder debe suscribirlo el
propio Jefe del Estado.

Los casos de mayor importancia, los poderes pueden otorgarse al Secretario de Estado
de Finanzas, en vez de al Administrador General de Bienes Nacionales.

Características de los bienes del dominio público.

Los artículos 538 y 540 enumeran de una manera enunciativa, pero no limitativa, algunas
dependencias de dominio público nacional. Pero se trata de saber cuáles son los objetos
no enumerados que forman parte integrante del dominio público y cuáles signos permite
reconocerlos y hacerlos entrar en ese dominio.
La cuestión es muy controversial, principalmente en lo que toca a los edificios y al
mobiliario destinados a un servicio público.

En un primer sistema, se sostiene que el carácter distinto de la dominialidad pública se


despeja a partir de la combinación de los artículos 538 y 540; de ese carácter consiste en
la asignación de una cosa a la utilidad pública, sea al uso del público, sea aún servicio
público; que en consecuencia, todos los edificios y todos los muebles pertenecientes al
Estado, a la provincia, la común, y que son asignados a un servicio público, forma parte
de dominio público, sea nacional, sea provincial , sea comunal; por ejemplo los edificios
destinados a la secretaría de Estado, a las gobernaciones, sindicaturas, tribunales, etc.
pertenecen al dominio público.

En otro sistema generalmente seguido en la doctrina, se enseña que los caracteres


distintivos de la dominialidad pública son indicados en el artículo 538 que, después de
una enumeración de las principales dependencias del dominio público, formula la reglas
que debe servir para determinar los otros bienes que conforman ese dominio, agregando:
"y generalmente todas las porciones de territorio dominicano que no son susceptibles" de
una propiedad privada. Ahora bien, los términos de este artículo excluyen las
dominialidad pública los bienes mobiliarios. Estos términos excluyen también, a falta de
un texto especial, de ley los edificios destinados a un servicio, que no puede ser
considerados como una porción de territorio susceptible de

Bibliografía

https://es.wikipedia.org/wiki/Evoluci%C3%B3n_de_la_organizaci%C3%B3n_territorial_de_M%C3
%A9xico

https://es.wikipedia.org/wiki/Poblaci%C3%B3n_de_M%C3%A9xico_en_la_Conquista

http://www.biblioteca.tv/artman2/publish/1822_123/Decreto_Incorporaci_n_de_Chiapas_M_xic
o.shtml

https://es.wikipedia.org/wiki/Frontera_entre_Belice_y_M%C3%A9xico

http://www.semarnat.gob.mx/archivosanteriores/temas/internacional/norte/Documents/Marco
%20Legal/005_Mex-EUA_Tratado_sobre_L%C3%ADmites_Mar%C3%ADtimos%201978.pdf
https://definicionlegal.blogspot.com/2013/01/dominio-directo.html

S-ar putea să vă placă și