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PATRIMONIO ESTATAL
FECHA: 20-06-2019
MONTERREY NL
Dominio público.
Se denomina dominio público: a una masa de bienes inmuebles que deben estar
permanentemente a disposición del público o desiertos servicios públicos.
Los bienes de dominio público por naturaleza: son aquellos que, por cómo y general
consenso, y desde el principio de las sociedades políticas más primitivas, han sido
siempre de un uso general y común para todos y sobre los cuales, salvo abusos
censurados y precarios, no se ha pretendido nunca establecer o constituir una propiedad
privada. Tales son las aguas del mar de los ríos navegables y los cables, las orillas del
mar, los puentes, bahías, radas, calas y fondeadores.
Los bienes del dominio público artificial: son aquellos en que la enajenabilidad y la no
posibilidad de aprobación privada resultan de la disposición de la ley.
En los modernos estados de derecho, a diferencia de lo que ocurriría en los tiempos
anteriores, esta división no tiene relevancia jurídica, puesto que todo el dominio público
está establecido por la ley.
Como se ha dicho, la historia aprueba en toda la sociedad es políticas, aún en las más
antiguas de que se tiene memoria, han existido siempre ciertas cosas o bienes
destinados al uso de todos. Fue el antigua Roma, sin embargo, donde comenzaron a
formarse los primeros conceptos sistemáticos sobre estos bienes, cuya característica
común era la de estar fuera del comercio.
Había varias especies de cosas fuera del comercio, o sea que no podían pasar de la
situación en que estaban a las manos de un propietario privado.
Esa situación eran más veces su uso por los magistrados "edificios públicos", por los
sacerdotes (los templos, y los cementerios), por el público (puentes, vías públicas).
Disposiciones constitucionales.
El constituyente divide los bienes del Estado en dos grandes especies: aquellos sujetos
sólo a conservación y fortificación y los susceptibles de enajenación o de dominio privado.
Dominio público terrestre.
El dominio público terrestre: está constituido por las carreteras, los puentes, los caminos,
las avenidas, las calles, los callejones, las plazas y plazo letras, es plana a las y
cementerios de las poblaciones.
A) las carreteras son dependencia del dominio público también en virtud del artículo 538
del código civil (puesto que las carreteras son una especie de camino) y en virtud de los
artículos 1, a acápite. e) y 4 de la ley de las vías de comunicación.
B) los puentes y barras: se consideran parte de los caminos que unan, por el artículo 3
del decreto No. 503, de 1926, y por tanto son parte del dominio público.
E) los caminos en general, naturalmente los construidos por el Estado o los municipios,
pertenecen al dominio público en virtud del artículo 538 del código civil y de los artículos 1
y 4 de la ley de vías de comunicación.
El dominio público marítimo: está constituido un por el mar territorial, las orillas, las
ensenada en el mar, los puertos y las radas; El status de dominio público del mar
territorial está dispuesto por los artículos 1y4 de la ley de vías de comunicación.
Sesgo en esto, entre nosotros tienen una misma extensión el mar territorial y la
faja del mar se constituye nuestro mar territorial.
El dominio publico lacustre: está constituido un por los lagos y algunas navegable o
flotables (artículo 1 y 4 de la ley de vías de comunicación) y por las zonas lacustre (por
ella sujeta a la marea) si los lagos y la algunas estar sobre los a la acción de las mareas
(artículo 49 de la ley de vías de comunicación, reformado).
La navegabilidad o flotabilidad la declara el poder Ejecutivo.
Nuestra situación al respecto es la siguiente: el espacio aéreo situado arriba del territorio
nacional, incluyendo en este las aguas territoriales, a bajo la jurisdicción nacional
(convenios de Chicago y ley sobre navegación Aérea, con el resto del territorio.
Suele llamarse dominio público militar: al constituido por los muros, fosos,
fortificaciones, terrenos, y defensas a que se refiere el artículo 540 código civil.
Entre nosotros, la administración del dominio público del Estado está distribuida entre
varias secretarías de Estado, en la forma que si dos.
D) Para fines de pesca, las aguas tan bajo la jurisdicción de la secretaría de estado de
agricultura.
E) El nunca dominio público fluvial está bajo la jurisdicción del instituto de Recursos
Hidráulicos (indrhi), si es para fines industriales o de riego.
La mayor parte de las dependencias del dominio público tienen este status desde tiempo
inmemorial, tanto en nuestro país como en los otros.
Pero en el caso de que hagan nuevas declaraciones de domicialidad política sobre sólo a
de propiedad privada cual es el status de esas propiedades.
Este es el criterio consagrado por el artículo 49 de la ley de las vías de comunicación, que
sobre este punto reproduce el criterio de la ley 580, de la ley de 1920.
DOMINIO PRIVADO DEL ESTADO
Consideraciones generales
Constituye el dominio privado del Estado la masa de bienes de su pertenencia que, como
regla general sujeta a ciertas modalidades, están sometidos al mismo régimen jurídico
que los bienes de los particulares. En tal concepto, los bienes del dominio privado se
contraponen a los del dominio público, respecto de los cuales el status jurídico, como ya
se ha visto, está dominado por una regla contraria a la expuesta.
Esto bienes los ha adquirido o los adquieren el Estado por los mismos medios jurídicos
que los particulares: compra, permuta, do-nación, legado, sucesión, etc.; pero también por
otros medios especiales que no obran en el caso de los particulares: por derecho origi-
nario, por vacancia, por cesión legal forzosa, por expropiación forzosa, por declaración
legal y por desafectacion.
a) El Estado adquiere por sucesión irregular, conforme al art. 768 del Código Civil, los
bienes de las personas que mueren sin herederos hábiles ni cónyuge superviviente, o si
éstos no aceptan la sucesión, pero el Estado puede no aceptar tampoco la sucesión, caso
en el cual la sucesión se convierte de en desherencia, en sucesión vacante. En cuanto a
la cuestión de saber si los bienes en deferencia pertenecen al Estado dominicano o al
Estado del extranjero, es materia cuya solución corresponde al Derecho Internacional
Privado. En cuanto a los inmuebles salvo tratado en sentido contrario parece que,
conforme al artículo 3, primer acápite del Código Civil ("Los bienes inmuebles, aunque
sean poseídos por extranjeros están regidos por la ley dominicana"), la primera solución
es pertinente.
c) Pertenecen al Estado por derecho originario los terrenos y demás derechos reales que,
en el curso de saneamiento por el Tribunal de Tierras, no son reclamados por los
particulares con la alegación de un mejor derecho (art. 270 de la Ley de Registre de
Tierras, de 1947).
d) Pertenecen al Estado, por cesión legal forzosa, los que contribuyen los terratenientes
adyacentes a los canales de riego que el Estado construye, para cubrir el costo de dichas
obras, prefieren pagar su cuota en efectivo. (Ley sobre Dominio de aguas Terrestres y
Distribución de Aguas Públicas, de 1962).
F ) Por declaración legal pertenecen al Estado: las islas, L terrenos que se forman en el
álveo de los ríos, navegables, si no hubiere título o prescripción en contrario (art. 560 del
Código Civil; la mitad de los objetos caídos o perdidos en el mar (art. 717 digo Civil y Ley
No. 538. de 1933; y los bienes declarados nacionales, después de la independencia, por
las Leyes No, 52, de 1845; No. 72, de 1846; Dec. 73, de 1946; y No. 113, de 1847.
g) En fin, como hemos visto, pertenecen en propiedad al Estado, los bienes del dominio
público del Estado que son desafectados de ese status.
Conforme al artículo 37, inciso 4, in fine, de la constitución, los bienes del dominio
privado son enajenables. La forma de enajenación, según los precedentes
aceptados, puede ser cualquiera, (venta, donación), siempre que, cuando se Trate de
inmuebles, la apruebe el Congreso. (Art. 37, inciso 19 y 55, inciso 10, de la
constitución).
sino también para las forzosas, de lo cual resulta que los tribunales no pueden vender por
licitación los inmuebles del Estado. De lo cual, a la vez, resulta que el Estado no puede
ser objeto de procedimientos de ejecución hipotecaria. Por otra parte, como el Estado no
puede hacer pagos de dinero sino en base a una ley (art. 113 de la Constitución), y por
tantos no se le pueden hacer mandamientos de pago eficaces sino en base a una ley que
propicie fondos para ese pago, el resultado es que no se intentar ningún procedimiento
ejecutivo contra el Estado.
En cuanto a la prescriptibilidad de los bienes del Estado (se en-que los del dominio
privado), ella está instituida expresamente por el artículo 2227 del Código Civil. Las
condiciones de la prescripciones de son las mismas que para los particulares; pero
cuando se trate de terrenos rurales, se requiere además, por la Ley No. 890, 1945, una
ocupación con cultivos o mejoras permanentes de la mitad, por lo menos, de la extensión
de terreno que pretenda adquirir por prescripción.
Bienes registrados
Los bienes registrados del Estado por acción del Tribunal de Tierras no están sujetos a
prescripción; pero esto no constituye una privilegiada para estos bienes, ya que favorece
a todos los propietarios de derechos reales registrados, aunque sean particulares de
acuerdo con el artículo 175 de la Ley de Registro de Tierras de 1947).
En una primera fase, los bienes de esta naturaleza que existían anotados en la ley No. 52,
de 1845, pertenecieron al Estado en virtud del art. 16 de dicha ley, que los confiaba al
prelado para su administración y conservación. (Sentencia relativa al antiguo palacio
arzobispal, de 1934).
En una segunda fase representada por el concordato celebrado con la Santa Sede y
aprobados por Resolución del Congreso Nacional No. 3874, de fecha 10 de julio de 1954
(G. O. No. 7720, de 21 de dicho mes y año), la República Dominicana reconoce y
garantiza la propiedad de la iglesia sobre los bienes muebles e inmuebles que el Estado
reconoció como pertenecientes a ella con la Ley No. 117 del 20 de abril de 1931, aclarada
por la Ley No. 390 del 16 de septiembre de 1943 así como de los bienes que, después de
de tarjetas, la iglesia ha legítimamente adquirido cualquiera, incluidos los que han sido o
sean declarado monumentos nacionales.
En el mismo convenio Ley se declaró también como de propiedad de la iglesia "todos los
templos y otros edificios con fin de eclesiástico que el Estado ha venido construyendo
desde el año 1930 y construya en adelante".
El art. 560 del Código Civil prevé la eventualidad de que en el alveo de un río navegable
se formen islas, isletas y terrenos. Si el curso de agua forma parte del dominio público, la
isla, el islote o el terreno, es atribuido al Estado. La razón esencial de lo establecido en el
Código Civil, consiste en que las islas o islotes formados en estos casos se supone que
han debido de proceder de las mismas riberas de los ríos que son de dominio público y,
según el principio fundamental que rige esta materia, la propiedad de los bienes de
derecho por la accesión a todo lo que ellos producen o se les une o incorpora un natural o
artificialmente, es decir que en este caso la islas pertenecerán al Estado, entran en su
patrimonio con el carácter de propiedad privada o "bien en el dominio público. Resultará a
esta siempre una cuestión libremente apreciable por los autores. Sin embargo
observamos que el citado artículo del Código Civil las conceptúa como de propiedad (y no
de dominio público) del Estado, cuando "no hubiere título o prescripción en contrario". Por
nuestra parte, estimamos más exacto que la isla sería la misma condición jurídica que el
curso con superficie de agua en que surge.
Las reglas del derecho público sobre la venta de inmuebles del Estado se encuentran en
la Ley No. 119 del 22 de enero de 1964, que regula la venta de bienes inmuebles del
Estado o pertenecientes a sus entidades autónomas, modificada por las Leyes Nos. 203
del 21 de marzo de 1964 y 276 del 1ro. de junio del mismo años, así como en la Ley No.
1832 del 3 de noviembre de 1948, y sus enmiendas. La venta requiere la previa
autorización del Poder Ejecutivo en cada caso, lo que se hace por medio de un poder. Las
ventas las hace el Administrador General de Bienes Nacionales.
Dispone la Ley de Reforma Agraria No. 5879 del 2 de marzo de 1977 que la distribución
de parcelas se efectuará en virtud de un Contrato de venta condicional y precio, período
de pago y condiciones que el organismo estatal considere más razonables.
La duración del arrendamiento no debe exceder de cinco años para los inmuebles
urbanos ni de 9 años para los rurales. Los pagos deben hacerse por anualidades
anticipadas, pero el P. E. puede aceptar que los anticipos sean trimestrales Ley 435, de
1941). La falta de pago de dos anualidades reciente el contrato. La disposición más
excepcional de esta Ley (Art.-que si el Estado necesita un inmueble arrendado para
cualquier servicio público o uso común, ajuicio de una Comisión formada por el Secretario
de Obras Públicas, el Procurador Fiscal y el Presidente Ayuntamiento de la jurisdicción
correspondiente, y sin que para se requiera acción judicial, puede rescindir el contrato y
requerir desalojo del inmueble por acto de alguacil dentro de los 30 días si el inmueble es
urbano, y dentro de los 90 días si el inmueble es rural, y después de vencidos esos
plazos, proceder a ocupar el inmueble.
Si sólo se necesita una parte, el inmueble, el procedimiento puede limitarse a esa parte.
Venta de los muebles. Las ventas y otras enajenaciones de bienes muebles del Estado
no requieren, como la de los inmuebles, de la aprobación del Congreso. Corresponde al
Administrador Bienes Nacionales, conforme al artículo 14 de la Ley No, 1852, de 1948,
desarrollado por el Artículo 25 del Reglamento No. 6105 de 1949.
Las ventas de las mercancías abandonadas en las Aduanas se hacen en pública subasta
(art. 95 a 97 de la Ley de Aduanas y Puertos) y de grado a grado si son competibles
(reforma de la Ley 650 al Art., \ de J941). Si, para el pago de los derechos el valor de las
mercancías o el producido probable de la venta fuere insuficiente para cubrir de la
subasta, la Aduana puede darle el destino que disponga el Poder Ejecutivo. Se hará lo
mismo se al remate no concurren licitaciones.
Las mercancías comisadas en las Aduanas se venden en beneficio del fisco (art. 175 de
la Ley de Aduanas y Puertos).
El Reglamento 1469, de 1943, dispone que las mercancías que no podido ser vendidas
en publica subasta por las Aduanas se entre-por inventario al Secretario de Estado de
Finanzas paran ven* i en pública subasta con menores posturas, o de grado a grado si
autoriza el Poder Ejecutivo, todo por medio de una Comisión Tesoro en la cual debe
haber un representante de
la Aduana, mundo de Administración General de Bienes Nocionales y uno de la Dirección
General de Rentas Internas.
La constitución requiere que los contratos que estipulan enajenables celebrados por el
Poder Ejecutivo, se sometan del Congreso, salvo la excepción prevista en la misma Carta
Magna Se entiende que esta aprobación es indispensable para su validez. Refiriéndose
este artículo a los contratos que celebre el Poder Ejecutivo, cabe preguntarse si la regla
debe aplicarse igualmente a la enajenación de inmuebles de los establecimientos
públicos.
En ciertos casos la ley establece esa regla, pero en otros la ha omitido. En mi opinión, la
regla trazada por la constitución es una medida de orden genera] establecida en
protección de todos bienes del Estado, encuéntrense estos administrados por el Estado
en sentido estricto, o por su organismos.
En las mismas circunstancias, el caso de las sesiones prevista con la Ley de Reforma
Agraria;
En el caso de las ventas u otras enajenaciones que pueden hacer las instituciones
bancarias del Estado de los inmuebles que requieren como resultado de sus negocios.
Todo lo relativo bienes del Estado tanto públicos como privados con excepción de los
fondos, está a cargo de la administración General de Bienes Nacionales, dependencia de
la Secretaría de Estado de Finanzas (Ley No. 1832, de 1948, reglamento No. 6105, de
1949). Le corresponde velar por la conservación jurídica y material de los bienes del
Estado; velar por la adquisición efectiva de todos los bienes que correspondan al Estado
por cualquier motivo legal, la ministerial los bienes de los contumaces. Le corresponde
realizar y suscribir todos los actos jurídicos relativos a los bienes del Estado, pero siempre
mediante autorización o poder del Presidente de la República. El poder debe suscribirlo el
propio Jefe del Estado.
Los casos de mayor importancia, los poderes pueden otorgarse al Secretario de Estado
de Finanzas, en vez de al Administrador General de Bienes Nacionales.
Los artículos 538 y 540 enumeran de una manera enunciativa, pero no limitativa, algunas
dependencias de dominio público nacional. Pero se trata de saber cuáles son los objetos
no enumerados que forman parte integrante del dominio público y cuáles signos permite
reconocerlos y hacerlos entrar en ese dominio.
La cuestión es muy controversial, principalmente en lo que toca a los edificios y al
mobiliario destinados a un servicio público.
Bibliografía
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https://es.wikipedia.org/wiki/Frontera_entre_Belice_y_M%C3%A9xico
http://www.semarnat.gob.mx/archivosanteriores/temas/internacional/norte/Documents/Marco
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https://definicionlegal.blogspot.com/2013/01/dominio-directo.html