ESTUDIO BIBLICO 21 SEPTIEMBRE 2019 Versículo 27: “Solamente que os comportéis como es digno del No es una invitación a andar
No es una invitación a andar peleando o disgustándose con la
Filipenses 1:27-28
27 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de
Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de
vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo
unánimes por la fe del evangelio,
28 y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos
ciertamente es indicio de perdición, más para vosotros de salvación; y
esto de Dios.
Filipenses 4:1
1 Así que, hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía,
estad así firmes en el Señor, amados.
Proverbios 15:1 Tema “La mansedumbre”
1 La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el
furor.
“Cómo se comportan los cristianos”
En este breve texto leído el apóstol propone un imperativo a los
hermanos filipenses. Este imperativo aparece al principio del 1:27 y
dice así: “¡Compórtense como es digno del evangelio de Cristo!” Un
imperativo es una exclamación enérgica, una orden, una exhortación a
hacer algo con urgencia; algo que no se puede postergar para más
tarde. ¡Es ahora o nunca! Significa que los filipenses debían manifestar
con urgencia un comportamiento digno del evangelio de Cristo, es
decir, vivir y actuar en coherencia con el mensaje de Cristo. Éste es el
imperativo: los filipenses se deben comportar cristianamente.
Para Pablo no se trata de una opción sino de un deber urgente:
“¡Compórtense como es digno del evangelio de Cristo!” ¿En qué
consiste este comportamiento?
Tres rasgos del comportamiento cristiano aparecen aquí en el
texto leído, y nos pueden servir a nosotros para mejorar nuestro
comportamiento personal y también como iglesia.
Desarrollo de la lección:
Versículo 27: - Estar firmes en un mismo espíritu.
- Combatir unánimes por la fe del evangelio.
Versículo 28: No intimidarse por los que se oponen a la fe.
evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté
ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu,
combatiendo unánimes por la fe del evangelio”
1. Estar firmes en un mismo espíritu:
Firmeza de espíritu pide el apóstol. Eso es lo que desea escuchar
de los filipenses.
En primer lugar, aquí no dice “firmes en un mismo espíritu” para
hablar del Espíritu Santo, sino que significa, el ambiente de unidad que
debe reinar entre los cristianos: un ambiente o clima espiritual en el
que todos estemos de acuerdo.
En segundo lugar, estar “firmes en un mismo espíritu” significa que
nuestra fe debe ser fuerte; no una fe débil ni cambiante, sino firme,
sólida e inamovible.
Los filipenses debían mostrar firmeza y convicción ante cualquier
dificultad, así como el mismo apóstol también se había mantenido
firme aún en la prisión.
En tercer lugar, estar “firmes en un mismo espíritu” significa
también tener una misma convicción, un mismo sentimiento, un
mismo ánimo y voluntad.
El apóstol los exhorta a trabajar para lograr estar de acuerdo en
todo, en un mismo espíritu. Una comunidad de cristianos que no tiene
el mismo espíritu, que no es capaz de mantener un mismo sentir,
probablemente no llegue muy lejos. Sin embargo, lograr estar “firmes
en un mismo espíritu”, llegando a ser de un mismo ánimo y
sentimiento, no se consigue fácilmente. Antes bien, es necesario
trabajar en ello, orando, estudiando la Palabra, congregándonos y
hasta perdonándonos unos a otros (Mateo 6:14), dejando a un lado los
intereses personales, para dar paso al interés común (Filipenses 2:4) y
al interés del evangelio de Cristo, porque “los que son de Cristo Jesús
han crucificado la carne con sus pasiones y deseos” (Gálatas 5:24),
para ahora agradar solo a Dios.
2. Combatir unánimes por la fe del evangelio
Dice el apóstol: “combatiendo unánimes por la fe del evangelio.”
Combatir significa luchar, esforzarse y trabajar sacrificadamente por
un ideal común. Este combate de la fe se debe vivir en comunidad; no
en soledad. Y precisamente, aquello que nos une, aquello que nos
hace estar firmes en un mismo espíritu o ánimo es la fe del evangelio.
Es por el evangelio de Cristo que estamos unidos y Pablo desea que
los hermanos luchen por esta fe común. El evangelio es la razón de
nuestra unidad, es la razón de nuestro trabajo común, y es la razón por
la cual siendo todos tan diferentes somos capaces de trabajar juntos
porque hay un motivo superior que nos une: Cristo.
Ahora, “Combatir unánimes por la fe del evangelio” significa ir en
defensa de la fe cuando ésta está en peligro. Claro que aquí
“combatir” no tiene un sentido negativo y violento porque el
verdadero sentido de la expresión de Pablo apunta más bien a la idea
de trabajar, esmerarse y concentrarse por el éxito de la fe.
gente sino más bien a esforzarnos para que demos buen ejemplo y
testimonio de fe a través de nuestra propia vida, siempre unidos,
siempre de acuerdo en los aspectos fundamentales de nuestra fe,
teniendo en cuenta que tenemos cosas en común.
Así lo dice Pablo a los Efesios: “soportándoos con paciencia los
unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en
el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también
llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una
fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos” (Efesios 4:2-6).
Versículo 28: “y en nada intimidados por los que se oponen, que
para ellos ciertamente es indicio de perdición, más para vosotros de
salvación; y esto de Dios”
Y ahora, finalmente nos dice: “en nada intimidados por los que
oponen”.
Los que se oponen, según el apóstol, son en primer lugar ciertos
creyentes de origen judío que intentan distorsionar el evangelio puro,
introduciéndole costumbres judías que nada tenían que ver con la
gracia, como por ejemplo la circuncisión o guardar el día de reposo y
algunas fiestas religiosas. Éstos eran los que se oponían al evangelio
desde adentro, contra los cuales combate el apóstol; pero también
algunos paganos se oponían a la fe por considerarla una simple
religión de poca importancia, y por estimar que Pablo es un
subversivo, un predicador de ideas escandalosas.
Muy posiblemente, algunos de estos enemigos instigaron a las
autoridades para arrestar al apóstol; y así como ha sido víctima de
éstos, así también los hermanos filipenses podían ser blanco de
quiénes se oponían a la fe cristiana. Ahora bien, en esa época la
oposición contra los cristianos no eran simples ataques verbales que
bien podían haber soportado, sino que más bien se trataba de
persecuciones, ataques violentos, acusaciones falsas y odiosas,
demandas ante la justicia, prisión y hasta incluso muerte. Ante tamaña
oposición podríamos entender como una reacción lógica el sentir
miedo y gran angustia al ser perseguidos.
Como podemos ver, los primeros cristianos no lo pasaban muy
bien, pero pese a ello el apóstol exhorta a los filipenses a no dejarse
intimidar por las amenazas y ataques del mundo. Estos hermanos
debían permanecer firmes, no importando la fuerza ni violencia de los
enemigos de la fe. Ellos no debían temer (Hebreos 13:6) y saber que,
como dice el profeta, “vendrá el enemigo como río, pero el Espíritu del
Señor levantará bandera contra él” (Isaías 59:19).
 Conclusiones
¿Cómo nos comportamos cuando enfrentamos dificultades? ¿De
qué tipo son las reacciones que evidenciamos cuando somos
sometidos a alguna prueba? ¿Actuamos como carnales, cayendo
desesperados en la tentación, o procedemos como lo hubiese hecho
nuestro Señor Jesucristo, o el mismo Pablo, o los hermanos filipenses?
Debemos saber que siempre tendremos que enfrentar situaciones
difíciles, y en esas circunstancias tendremos que demostrar nuestra fe
y un comportamiento digno del evangelio, coherente con los principios
y valores cristianos que decimos creer y defender.
Si al pasar por la prueba demostramos ser algo que no viene de
Cristo, entonces no somos verdaderos discípulos del Señor. Pidamos a
Dios que nos dé fuerzas, para que cuando enfrentemos la dificultad
sepamos comportarnos dignamente.
Por otra parte, tenemos que aprender a ser cada vez más
conscientes de que nosotros somos los responsables de mantenernos
firmes en un mismo espíritu, trabajando por un buen ambiente
cristiano y por una comunión sincera entre nosotros.
Sería terrible, y hasta un fracaso, el que no fuéramos capaces de
cultivar un mismo espíritu entre nosotros. ¿Se imaginan una iglesia
dividida, donde cada cual hace lo que le venga en gana, o donde todos
estén divididos sin poder nunca estar de acuerdo entre sí? Bueno, eso
le puede suceder a una comunidad que se aleja del Señor, volviéndose
soberbia y autosuficiente, olvidándose que lo fundamental es la
unidad y la humildad.
Nosotros tenemos muchas buenas razones para mantener la
unidad y luchar por la fe, más todavía en tiempos de crisis.
Primero, porque Cristo es el Señor de la iglesia y nosotros nos
debemos por entero a él, porque un día nos llamó a ser parte de su
pueblo.
Segundo, porque no tememos a las artimañas de nuestro enemigo
el diablo. Durante siglos ha querido derribar a la Iglesia, pero nunca lo
ha logrado, ni lo hará ahora, porque más poderoso es el que está con
nosotros.
Tercero, porque hemos recibido el ejemplo de un apóstol Pablo, de
los hermanos de Filipos, pero también el buen ejemplo de nuestros
padres pentecostales del pasado, que construyeron la iglesia,
manteniéndola unida y firme en la fe. Hermanos, nosotros no
podemos hacer menos que ellos. Entonces, comportémonos como es
digno del evangelio de Cristo. Que éste sea nuestro imperativo.
Que la gracia del Señor nos ayude a vivir esta enseñanza. Amén.
Referencias: Isaías 59:19 19 Y temerán desde el occidente el nombre de
Tito 2:10 10 no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el
que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra
Colosenses 3:8-10 8 Pero ahora dejad también vosotros todas estas él.
cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra
boca.
9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo
hombre con sus hechos,
10 y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó
se va renovando hasta el conocimiento pleno,
1 Corintios 15:58 58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y
constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que
vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
1 Pedro 3:17 17 Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la
voluntad de Dios así lo quiere, que haciendo el mal.
Filipenses 1: 9-10 9 Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde
aún más y más en ciencia y en todo conocimiento,
10 para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e
irreprensibles para el día de Cristo,
Santiago 3:13 13 ¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?
Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.
Romanos 8:16 16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu,
de que somos hijos de Dios.
San Juan 17:21 21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en
mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el
mundo crea que tú me enviaste.
Efesios 1:4 4 según nos escogió en él antes de la fundación del
mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él,
1 Corintios 12:13 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos
bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres;
y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Gálatas 5:24 24 Pero los que son de Cristo han crucificado la
carne con sus pasiones y deseos.
San Mateo 6:14 14 Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas,
os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial;
Filipenses 2:4 4 no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada
cual también por lo de los otros.
Efesios 4:2-6 2 con toda humildad y mansedumbre, soportándoos
con paciencia los unos a los otros en amor,
3 solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz;
4 un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una
misma esperanza de vuestra vocación;
5 un Señor, una fe, un bautismo,
6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en
todos.
Hebreos 3:16 16 ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le
provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de
Moisés?