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EQUIPO BÁSICO
2. Jabón y toalla o trapo. Para tu aseo personal y para los pinceles. El mejor jabón
es del tipo "Lagarto". Úsalo abundantemente.
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6. Paleta. Es el espacio o superficie donde se mezcla los colores. Hay de muchos
tipos, formas y tamaños, siendo la más conocida la de forma arriñonada con agujero
para el pulgar. De momento olvídate de ella (suele ser más útil para pintar al aire
libre, con caballetes de campaña).
Es imprescindible que la paleta que consigas sea una superficie lisa, amplia
(un mínimo de 40x50 cm.), no absorbente y de color "sereno" (blanca, marrón -el de
la madera, reminiscencia del Barroco, donde se pintaba habitualmente sobre fondos
marrones-, pero nunca de colores "chillones" o estampados) y preferiblemente de
peso ligero.
Aunque te puede ser muy cómodo comprar la que venden en la tienda de la
Facultad, también puedes utilizar una plancha de railite, metacrilato, una bandeja
vieja, etc. En el caso de usar una chapa de madera será indispensable imprimarla
con látex o aceite de linaza (ojo: el aceite tarda días en secar) para neutralizar su
absorbencia, sino te quedarás sin pintura y ésta perderá su capacidad de
adherencia.
Cada tipo de pintura exige una paleta distinta. Lo dicho sirve para el óleo
(material con el que vamos a empezar) o para el acrílico, aunque no conviene usar
la misma paleta para ambas técnicas. Para pinturas diluidas (acuarela, guasch, etc.)
se suele emplear paletas que tienen pequeños pocillos que retienen el material,
aunque los platos, vasos y hueveras de plástico pueden servir igual.
En ningún caso debes utilizar las paletas improvisadas, de urgencia y, en
definitiva, cutres: papel de aluminio, bolsas de plástico, cartones, papel o las
desechables que comercializan (esas pequeñas tipo bloc de papel satinado).
7. Recipientes. Para el óleo necesitarás dos. Uno para el aguarrás limpio que
usarás para añadir a la pintura (un tarro bajo de cristal con tapa funciona muy bien,
aunque ojo con las roturas), y otro para limpiar los pinceles. Para ambas cosas
existen recipientes caros y especiales en las tiendas: las aceiteras, que se suelen
sujetar con una pinza al extremo de la paleta, y los botes limpia-pinceles. No utilices
nunca recipientes de plástico, pues el aguarrás lo disuelve y se verterá.
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PINCELES Y BROCHAS
Este instrumento posee una larga tradición. Los hay de muchos tipos y
formas, y cada técnica requiere un pincel específico.
Las características que los hacen diferentes para cada uso son:
De pelo de marta: Son los mejores y más caros. Específicos para acuarela.
En el óleo y acrílico se usa para la pinceladas más suaves, veladuras,
trabajos delicados y de precisión.
De pelo de ardilla, oreja de buey, cabra, turón, pelajes diversos y mezclas de
pelos: más baratos y muy útiles.
De cerda: Proceden del pelo del cerdo. Habitual en las brochas. Por su
dureza se usa con pinturas espesas como el óleo o el acrílico. La huella de su
pincelada es más evidente que la de pinceles más finos, aunque son más
baratos que estos.
3. Forma:
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4. Brochas:
Antes de usarlos pon a remojo en agua la cerda de las brochas. Así evitarás
que suelte pelo en exceso mientras pintas.
No dejarlos descansar sobre sus cerdas o pelo, guárdalos de pie en vasijas o
botes y evitarás que se deformen.
Limpiar bien tras su uso y darles forma. Los de óleo con aguarrás primero, y
agua y jabón después. Acrílico, acuarelas, etc., con agua y jabón. Nunca
dejar que se sequen los restos de pintura en los pinceles (ojo con las pinturas
de secado rápido, como el acrílico, que literalmente petrifican los pinceles).
No dejar sumergidos los pinceles en el aguarrás, el pelo pierde la grasa
propia y se hace quebradizo.
No utilices los mismos pinceles para las técnicas magras y para las técnicas
grasas.
Papel: Habitual para técnicas magras (tinta, acuarela, guache). Cada técnica
requiere un tipo de papel. En el caso del óleo sólo se suele utilizar para
bocetos, pequeños formatos o casos muy determinados.
Cartón: Deben ser preparados para poder recibir la pintura mediante colas
diluidas en diferentes proporciones, materiales de carga y pigmentos, lo que
conocemos por imprimación. Conviene que sean suficientemente rígidos para
que no se deformen con la pintura.
Cartón o táblex entelado: Se trata de una tela ya imprimada y fijada a un
soporte rígido. Se vende en tiendas de BBAA y suelen ser útiles para apuntes
y bocetos.
Madera: Contrachapado, aglomerado, DM... Exige imprimación de diferentes
densidades y, normalmente, lijado.
Lienzo: Telas de fibras vegetales: algodón, cáñamo, lino, yute (las sintéticas
no resultan adecuadas). Exige tensado sobre el bastidor e imprimación (para
mitigar su exceso de absorbencia y adecuarlo a la técnica emplear).
Otros: Vidrio, metal, plástico, metacrilato, piedra, cemento, etc. Se puede
pintar prácticamente sobre cualquier superficie si conseguimos imprimar o
acondicionar la misma según la técnica a utilizar.
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2. Lienzo
3. Bastidores
4. Entelado, tensado
El tamaño del lienzo debe ser como mínimo 8 cms. mayor por cada lado que
el bastidor a utilizar.
Antes de entelar hay que observar la sección de los listones que conforman el
bastidor: siempre debes disponer la tela en la cara del bastidor que tiene los
rebajes o los cantos interiores romos.
Para tensar es mejor clavar la tela empezando por el centro de uno de los
lados y después clavar en el centro del lado opuesto. A continuación se hace
lo mismo con los otros dos lados, y así sucesivamente. Es decir, se debe
clavar la tela siguiendo los ejes de una cruz imaginaria. Se debe tirar no muy
fuerte y perpendicularmente según el sentido de las fibras del tejido.
Las cuñas se usan en el caso de que aparezca problemas de destensado y
se colocan al comprobar el tensado de la tela y justo antes de empezar a
pintar, si hicieran falta.
En caso de abolladuras hay que remojar suavemente el reverso del lienzo de
la zona afectada con un trapo empapado en agua limpia, y dejar que seque.
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5. Imprimación
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LA PINTURA AL ÓLEO
El óleo, como tal, se conoce desde el siglo XIV, pero no se adoptó de manera
general hasta el siglo XV. A mediados del XVI este método estaba en pleno auge y
en una forma bastante desarrollada, teniendo en el Tiziano a su máximo exponente
y explorador.
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"seco". Sin embargo, hablamos de un proceso de secado que es un fenómeno
químico cuya duración suele ser lenta y sólo se completa totalmente incluso
pasados algunos años. El tiempo de secado dependerá del grosor de la capa de
óleo, el tipo de pigmento (algunos actúan sobre el aceite ralentizando o acelerando
su secado, aunque los fabricantes tienden a compensarlo añadiendo agentes
secantes), la humedad y la temperatura ambiente. Cuando el aceite seca se
convierte en una nueva sustancia, diferente en sus propiedades físicas y químicas al
aceite líquido original; es un material seco y sólido, que no puede ya volver por
ningún medio a su estado original.
Uno de los métodos más utilizados para pintar al óleo es mediante un sistema
de dos o tres capas superpuestas. En este caso es importante recordar la regla de
"trabajar graso sobre magro", lo que equivale a "flexible sobre rígido". La pintura
grasa es la que contiene un alto porcentaje de aceite y, por tanto, es flexible; la
"magra" no contiene apenas aceite, y se ha diluido con trementina o aguarrás, por lo
que resulta menos flexible. Al trabajar "graso sobre magro" cada capa sucesiva de
pintura ha de ser más flexible al incrementar el porcentaje de aceite.
1. Método de trabajo
Tras un encaje muy sintético hecho con un pincel fino, comienza manchando
directamente con la brocha y el óleo. Diluye la pintura con bastante aguarrás,
trabaja con mucha rapidez y despreocúpate del acabado. Céntrate en la
observación de los efectos producidos por la relación de colores y en el
resultado general que vayas construyendo.
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En esta primera fase de mancha sintetiza la estructura cromática y formal,
utiliza una gama de color muy reducida (3-4 tonos), aplicada en grandes
planos de color de manera que te sirva, a modo de armazón, para "apuntalar"
el trabajo que vayas a realizar en las siguientes fases.
Trabaja de lo general a lo particular. No trabajes por zonas, "acabando" una y
continuando con otra: el resultado será, probablemente, disonante, confuso y
carente de unidad. Trabaja sobre todas las zonas de la composición al mismo
tiempo, analiza en cada momento, tras cada modificación o incorporación de
color, el resultado general obtenido: la composición, la relación de colores, la
articulación de los distintos planos de color en el conjunto de la superficie del
cuadro. No olvides atender al conjunto y no analices o valores las cosas o los
colores por separado.
En las siguientes capas de pintura no olvides el principio de "graso sobre
magro". Has comenzado por un fondo diluido, magro y de secado rápido.
Cualquier capa sucesiva deberá contener mayor cantidad de aceite que la
anterior. Si el aguarrás diluye al aceite, cada capa deberá contener menos
aguarrás y, si fuera necesario, puedes añadir aceite de linaza.
Evita superponer un gran número de capas de pintura tierna. Para rectificar
es mejor eliminar la pintura del lienzo.
Avanza en tu trabajo apoyándote en los resultados obtenidos en la primera
mancha, que te deben servir de guía y orientación. Analiza los distintos
planos y matices que componen cada uno de los grandes planos de color con
los que has estructurado tu cuadro de modo que tu trabajo avance de lo
general a lo particular sin perder unidad, homogeneidad o visión de conjunto.
2. Recomendaciones de uso
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aguarrás (flotará) y coloca una rejilla a la altura del aguarrás donde debes
restregar la brocha para limpiarla (Nunca en el agua).
Elimina el exceso de pintura de la brocha con un trapo antes de sumergirla en
el aguarrás, y vuelve siempre a limpiarla con el trapo tras sacarla del aguarrás
y antes de cargar o mezclar pintura
No uses la espátula para mezclar los colores, hazlo directamente con la
brocha.
No repases insistentemente con la brocha la pintura. Deposítala en el lienzo
mediante restregados rápidos (en la 1º fase, óleo diluido) y con toques de
pincel aplicados con soltura (en fases posteriores con más materia). Huye de
relamidos.
Utiliza varias brochas. Si trabajas con una única brocha acabarán sucios los
colores.
No uses una brocha pequeña donde puedas utilizar una más grande, ganarás
tiempo y control.
No mezcles los colores en el lienzo, hazlo en la paleta, y si te equivocas o
quieres rectificar elimina la pintura del cuadro (sin miedo) con una espátula (si
la pintura es espesa) y/o con un trapo seco o humedecido con aguarrás.
Después, vuelve a obtener el color deseado en la paleta y aplícalo.
Cuando acabes la sesión de trabajo limpia la paleta (puedes dejar las
muestras de los tubos) con una espátula y trapo humedecido con aguarrás.
Limpia bien las brochas: primero con un trapo, luego aguarrás, después agua
y jabón, y acaba con el trapo. Al guardarlas procura que no se deformen sus
cerdas. Intenta reciclar el aguarrás de limpiar los pinceles y nunca lo tires a la
pila.
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PROPUESTA DE COLORES A UTILIZAR
Blanco de titanio 2
Amarillo de cadmio medio 3, Amarillo Titán medio 2
Laca geranio 2, Rojo Titán escarlata 2
Rojo de cadmio medio 4, Rojo Titán oscuro 2
Carmín de garanza sólido oscuro 3
Azul turquesa 3
Azul cobalto oscuro 5, Azul ultramar oscuro 2
Azul Prusia 2
Verde esmeralda 4
Verde vejiga 2
Ocre amarillo 1
Tierra siena tostada 1
Tierra sombra quemada 1
Negro: NO
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