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SEDE 093, JALAPA

Ordenamiento Territorial
Arq. Wendy Marroquín

Texto paralelo
Primero y segundo avance

Julio Armando Sandoval Polanco


110930072
10mo. Semestre Ambiental
1. Elementos conceptuales

1.1 El territorio
El territorio es una construcción social, es decir, un conjunto de relaciones sociales que
dan origen y a la vez expresan una identidad y un sentido de propósito compartido por
múltiples agentes públicos y privados. La idea de Territorio está referida a un espacio
geográfico que ha sido apropiado, ocupado y delimitado por un grupo humano, el cual va
organizando y transformando según las propiedades y condiciones físicas y según las
ideas, valores y creencias que ese grupo ha desarrollado en el transcurso de su experiencia
de vida. El territorio es un concepto más amplio y complejo que el espacio físico. En ese
sentido, el territorio deja de ser el soporte físico de las actividades humanas, para
transformarse en un sistema complejo donde interactúan factores ambientales,
económicos, sociales, políticos y culturales.
El territorio es una apropiación a la vez económica, ideológica y política (social) del
espacio, por grupos o actores que brindan una representación particular de ellos mismos
y de su historia.

El concepto de territorialidad designa un proceso de apropiación del territorio por un


grupo social. Geográfica y teóricamente, el territorio puede ser definido como la unidad
espacial en donde existe una identidad vinculada al lugar de vida. Es decir que el territorio
representa las relaciones sociales espaciales, tanto en un sentido espacial como
ideológico.
Asimismo, el territorio tiene sus actores, sus leyes y reglas de organización y de
diferenciación que son por una parte universales y por otra parte propias a cada sistema
social. En esa perspectiva, se encuentran, al menos, tres aspectos que integran la
incidencia del ser humano sobre el territorio que ocupa:
• La decisión sobre el uso que se puede dar a cada
espacio del territorio, lo que implica decidir las actividades que se van a desarrollar.
• La decisión sobre cuánto territorio se va a ocupar para
humanizar o destinar a la actividad de la sociedad
• La decisión de preservar la sostenibilidad del
desarrollo, lo que implica tanto la preservación de los espacios no ocupados como
aquellos en los que la actividad humana genera procesos de transformación del territorio.
1.2 Ordenamiento Territorial
El tema del Ordenamiento Territorial –OT- ha adquirido gran relevancia en los últimos
años en Guatemala, y surge como una necesidad tanto de los gobiernos locales y
nacionales, de las estructuras supranacionales y de las demandas de la sociedad civil, para
ordenar los territorios en términos de desarrollo sustentable.
El Ordenamiento Territorial debe ser considerado como un proceso que se construye de
manera participativa para promover el bienestar de todas las personas que viven en un
determinado territorio. Tiene como objetivo superar desequilibrios económicos,
ambientales y socio-culturales existentes y sentar las bases para un desarrollo equilibrado
y sostenible a futuro, aprovechando las potencialidades y respetando las limitaciones de
un espacio determinado.
El ordenamiento territorial se define como el arte o técnica (más que la ciencia) de
disponer con orden, a través del espacio de un país y con una visión prospectiva, la
población y sus actividades, los equipamientos y los medios de comunicación que se
pueden utilizar, tomando en cuenta las restricciones naturales, humanas y económicas,
incluso estratégicas.
y regular los procesos de transformación que llevan a cabo los actores, de forma que la
“configuración territorial” responda a los intereses de la sociedad, tomando en cuenta las
generaciones futuras. Por lo tanto, el ordenamiento territorial debe ser un PROCESO
continuo en sí mismo.
Beneficios del Ordenamiento Territorial
Los beneficios del ordenamiento territorial son múltiples, entre los cuales se puede
mencionar:
• Contribuye a mejorar las condiciones de vida de la
población al realizar una planificación integral del desarrollo, protegiendo, conservando
y aprovechando de manera sostenible los recursos naturales y el ambiente.
• Ayuda a mejorar la distribución y ubicación
propicia de las inversiones (públicas y privadas)
• Provee un análisis fundamentado sobre la ubicación de la
población o actividades económicas tomando en cuenta factores de riesgo en el uso del
suelo y del espacio.
• Identifica las necesidades de la población a través de un
análisis prospectivo y en esa medida orienta el aprovechamiento sostenible del territorio
y sus recursos.
• Desarrolla reglas claras para la gestión territorial: todos saben lo que
se puede hacer, dónde, cómo, qué beneficios se pueden obtener y qué limitantes existen.
• Mejora la capacidad de la municipalidad para que pueda
atender a toda la población con equidad y a través de la provisión de servicios que
atienden las necesidades del territorio.
• Identifica las potencialidades económicas y productivas en el
territorio evaluando la vocación económica, los potenciales usos de los suelos, la
disponibilidad de recursos naturales y culturales, la ubicación geográfica, la identidad y
los talentos de la población.
• Determina las condiciones territoriales que requieren los agentes
productivos y económicos para conectarse de manera ágil y oportuna con sus
proveedores, mercados y servicios de apoyo.

Principios del ordenamiento territorial:


El desarrollo sostenible: un principio de aplicación y una meta en sí misma.
Los diversos aspectos que se integran en el ordenamiento territorial, deben buscar el
objetivo último del desarrollo sostenible y la cohesión económica, social y territorial. En
su carácter propositivo y estratégico, el Plan de Ordenamiento de cada territorio debe
considerar y reflejar 4 aspectos de sostenibilidad íntimamente relacionados entre sí. Para
que la orientación práctica del OT tenga una probabilidad real de trascender en el tiempo
y logre un impacto positivo en el desarrollo territorial, ésta se desarrollará bajo las
premisas de sostenibilidad. La planificación del Ordenamiento Territorial será:
1. Socialmente justa: El OT promueve el acceso equitativo a servicios de
infraestructura, servicios públicos y equipamientos. En este sentido, la lógica de
implementación de los Planes de Ordenamiento Territorial debe estar orientada a
mitigar desequilibrios sociales en los diferentes puntos del territorio, así como eliminar
asimetrías por razones de género, identidad étnica, edad o situaciones específicas como
la migración o la discapacidad, a través de la priorización de proyectos que beneficien a
la sociedad en su conjunto, especialmente a grupos sociales en condiciones de
vulnerabilidad. El OT promueve y respeta las diferentes culturas que conviven en un
territorio, favoreciendo relaciones interétnicas armónicas y la participación activa de los
distintos pueblos.
2. Económicamente competitiva: A través de la planificación visionaria de i)
sistemas de conectividad adaptados a las necesidades prospectivas del territorio, ii)
infraestructura económica para la dinamización de motores económicos, iii) una
zonificación en base a las potencialidades del suelo y a los talentos
y conocimientos de sus habitantes, el OT contribuye a generar un entorno atractivo para
mantener, despertar y atraer la inversión de la empresa privada en el territorio.
3. Ambientalmente responsable: : “Generalmente, es más lo que tomamos de
la madre naturaleza que lo que le retribuimos” El Ordenamiento Territorial promueve un
sano equilibrio entre 1) las actividades de aprovechamiento y uso del suelo y 2) la presión
que estás ejercen sobre los recursos naturales. Para tal efecto el OT norma el desarrollo
de actividades como vivienda, transporte, industria, comercio, transporte, pesca,
agricultura, ganadería, recreación, áreas para protección (ambiental o de otra índole) con
el fin de garantizar un ambiente saludable, así como la disponibilidad de recursos
naturales (agua, aire, bosque, etc.) para satisfacer las necesidades las generaciones
actuales y aquellas por venir.
4. Institucionalmente sostenible: El OT identifica desde un inicio las capacidades
institucionales disponibles en el territorio y plantea una ruta para fortalecerlas de tal
manera, que su implementación sea posible a través del tiempo. La municipalidad
necesita capacidades institucionales para responder a las prioridades planteadas en el POT
en coordinación con los diferentes niveles de gobierno (coordinación vertical) y en
colaboración con la sociedad civil y ciudadanía en general, el sector privado y la
cooperación internacional (coordinación horizontal). Para que todos los involucrados
acepten “las nuevas reglas del juego” como ´la columna vertebral´ de la gestión del
territorio a largo plazo, es importante que exista un sistema institucional territorial capaz
de implementar el POT de manera eficaz, mostrando los beneficios palpables para el
territorio y legitimando constantemente su acción con la aceptación ciudadana.
La participación reflexiva
La participación local para el OT se refiere a los procesos o mecanismos institucionales
que permiten a los grupos sociales, personas o comunidades que se encuentran en un
territorio, o que tienen intereses o acciones en ese territorio, puedan formar parte de la
adopción de decisiones relativas a todos los aspectos de la planificación y ordenamiento
territorial, desde la ordenación de los recursos (naturales, inmateriales o simbólicos) y la
implementación de los marcos institucionales y de gestión- implementación.
La participación local es un proceso en donde una de las etapas, aunque no la única,
consistirá en dar información a la población para que ésta pueda reflexionar sobre los
cambios necesarios para la activación y las dinámicas sociales en el territorio que generen
desarrollo territorial (el concepto de desarrollo que la población haya logrado consensuar
en el PDM) y al mismo tiempo que los planificadores puedan recibir información de los
pobladores locales incluyendo sus percepciones.
La interculturalidad
La propuesta de la presente guía es mostrar herramientas metodológicas democráticas de
participación en la construcción de procesos de ordenamiento territorial, principalmente
en aquellos territorios en donde existen pueblos indígenas o con gran trayectoria histórica
en donde se tienen valores, percepciones y cosmovisiones propias del territorio. Esto se
traduce en implementar acciones e iniciativas que permitan armonizar la cosmovisión de
los pueblos indígenas en el proceso de ordenamiento territorial, enfatizando en el
aprovechamiento sostenible y equilibrado de los recursos naturales.
La participación genera y alimenta discursos más informados en materia de política
territorial que crean formas de colaboración y de planificación bajo el modelo:
«planificando a través del debate». Ésta aproximación descubre las principales
dificultades propias de todo el campo de estudio: afrontar acciones relacionadas con
nuevas tendencias de democratización en el seno de la planificación misma.
En busca de la equidad de género
Las necesidades e intereses de las mujeres y los hombres son diferentes, y en
consecuencia, su conocimiento, uso y necesidades territoriales también son diferentes. Es
necesario desarrollar mecanismos para asegurar la debida participación de la población
de hombres y mujeres (diferentes generaciones) en los procesos de ordenamiento
territorial, para garantizar una visión amplia. Es importante asegurar la participación de
las mujeres en los talleres de propuestas de planificación para usos territoriales,
equipamiento y servicios básicos, principalmente a lo referente a mercados, terminales de
buses, escuelas, etc.
Inclusión de población tradicionalmente excluidos de la planificación
En cada territorio existen grupos que enfrentan condiciones más desfavorables que el
resto de la población, o que por determinado motivo son más susceptibles y vulnerables
a la marginación social. En muchos casos, la marginación social se fundamenta en
exclusión por género, la comunidad lingüística a la que se pertenece, la edad y/o el
territorio en el que se vive, situaciones que pueden evidenciarse en los indicadores
desagregadles por éstas variables. Éste es el caso de los jóvenes, que conforman la
mayoría de la población en muchos territorios, no han sido involucrados en la
planificación de la inversión pública y mucho menos tomados en cuenta seriamente en
materia de inversión social. De esta forma, muchos municipios brindan escasas
oportunidades de recreación, esparcimiento y desarrollo económico para la población
joven. Por otro lado, la ubicación de la infraestructura de educación y salud no siempre
está acorde a las características geográficas y dinámicas sociales del territorio.
Por otro lado, las ciudades y sus calles muchas veces omiten las necesidades de ancianos,
de niños y de ciudadanos con necesidades especiales. En este sentido es un reto para el
OT, desarrollar estrategias para identificar quiénes son estos grupos vulnerables, qué
necesidades vinculadas al OT presentan, qué soluciones estratégicas pueden ser pensadas
desde el POT.
Transparencia y honestidad
La honestidad y la transparencia son valores que deben aplicarse directamente durante
todo el proceso. Ello supone una buena comunicación que conlleve a una buena práctica
en el proceso participativo. Además, implica claridad, responsabilidad, el uso del idioma
local y de un lenguaje simple y entendible asi como procedimientos transparentes, tales
como reuniones abiertas. Para esto es necesario contar con la ayuda de un facilitador local
que domine el idioma de la población que atenderá y que funcione como nexo entre el
técnico de la institución externa y la comunidad.
1.4 La institucionalidad territorial
La institucionalidad territorial implica la posibilidad del control, manejo y poder de
decisión por parte de sus actores, sobre el uso y distribución de los recursos que existen
en el territorio. La institucionalidad se logra a partir de la coordinación de un conjunto de
acciones distintas pero estrechamente relacionadas y coherentes entre sí, en un territorio
que trasciende el ámbito geográfico inmediato a la comunidad de origen. Se trata de las
formas de relación entre los diversos actores territoriales a partir de los cuales es posible
ordenar la convivencia y construir proyectos comunes, diseñar el futuro, obedecer
normas, integrarse a la vida productiva y social de un espacio territorial.
La institucionalidad necesita tener facultades de enfrentar conflictos por las distintas
visiones e interés sobre el uso de los recursos en el territorio, y dirigir la interlocución
entre los actores territoriales y las instituciones gubernamentales o no gubernamentales
de diferentes niveles (municipal, regional si existiera, nacional o internacional). La
concepción de propiciar una institucionalidad territorial se refiere a la necesidad de
asumir el control de territorios más complejos a partir de la formulación de normas sobre
uso y manejo de los recursos del territorio, para lo cual es necesaria la construcción de
arreglos institucionales que tomen en cuenta la diversidad de intereses, potencialidades y
problemas locales compartidos.

Planificación
2.1 Aspectos generales
Guatemala se encuentra actualmente realizando ejercicios masivos de planificación, con
vista a consolidar un Sistema Nacional de Planificación que permita vincular a nivel
sectorial y territorial, las políticas públicas, los planes y el presupuesto. La planificación
territorial se refiere a la planificación elaborada con metodologías participativas, en el
seno del Sistema de Consejos de Desarrollo e incorpora como eje el Ordenamiento del
Territorio, con visión de corto, mediano y largo plazo; éste instrumento debe ser
orientador y articulador de las políticas públicas y su expresión presupuestaria, a través
de la inversión pública3. En éste sentido, la SEGEPLAN decidió incorporar a la
planificación un enfoque de ordenamiento territorial como componente fundamental de
la planificación del desarrollo sostenible, y cómo proceso de organización del uso y la
ocupación del territorio, para orientar de mejor manera la ubicación en el espacio
geográfico de los asentamientos (población y vivienda), la infraestructura física (las vías,
servicios públicos, las construcciones) y las actividades socioeconómicas.
La relación entre el Ordenamiento Territorial y la planificación del desarrollo
En el caso de Guatemala y desde el punto de vista del Sistema Nacional de planificación,
los instrumentos de planes de desarrollo municipal y planes de
3 Plan Estratégico SEGEPLAN
ordenamiento territorial son complementarios y el primero permite dar la pauta para
desarrollar el segundo.
Como resultado de los procesos de planificación del desarrollo se elaboraron 321 Planes
de Desarrollo Municipal (de 333 municipios), planes departamentales y 3 planes
regionales (Franja Transversal del Norte, Litoral Pacífico y Petén), los cuales constituyen
un entramado de planes de desarrollo con lógica territorial orientados al cumplimiento de
los objetivos del milenio como agenda impostergable del
desarrollo de Guatemala y al desarrollo de propuestas de intervención estratégica para la
activación del desarrollo económico y social de los territorios.

En la práctica del acompañamiento de los procesos de Ordenamiento Territorial es


importante vincular la normativa del código municipal, con la normativa del Sistema de
Consejos de Desarrollo Urbano y Rural. El COMUDE es el espacio legítimo de
participación ciudadana en el municipio, y es el vínculo entre la sociedad, las instituciones
del Estado y la corporación municipal. Por dicha razón, es de suma importancia, validar
el POT en sus diferentes etapas en el seno del
COMUDE.
El rol de la Dirección de Ordenamiento Territorial de SEGEPLAN en los procesos de
ordenamiento territorial
La Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia -SEGEPLAN-, es el
órgano de planificación del Estado, establecida como una institución de apoyo a las
atribuciones de la Presidencia de la República para coadyuvar a la formulación de la
política general de desarrollo del Gobierno y evaluar su ejecución y efectos. La
SEGEPLAN decidió crear en su nuevo reglamento la Dirección de Ordenamiento
Territorial, como la encargada de elaborar la propuesta de políticas, metodologías,
normas, instrumentos y herramientas, que faciliten el ordenamiento del territorio, en el
marco del apoyo técnico dentro del Sistema de Consejos de Desarrollo y hacia las
municipalidades, así como la puesta en marcha de los sistemas de información que
sustenten las tomas de decisiones a nivel territorial.
La SEGEPLAN, a través de la dirección de Ordenamiento territorial, brinda asesoría
técnica a procesos de planificación del ordenamiento territorial municipal, para realizar
sus planes de ordenamiento territorial y se convierte en la institución encargada de velar
por la calidad y el registro de los planes de ordenamiento territorial en todo el país.
Además el sistema nacional de información territorial –SINIT- acompaña a las
municipalidades e instituciones con presencia en los territorios: 1. Permitiendo el acceso
y uso de la información geográfica generada por las diferentes instituciones
gubernamentales (MAGA, MARN, INE, SEGEPLAN, etc.). 2. Brindando asesoría y
formación de capacidades para el uso de la información geográfica y su utilización en el
análisis territorial.
2.2 El plan de ordenamiento territorial municipal –POT–
Plan de Ordenamiento Territorial
El Plan de Ordenamiento Territorial (POT) está compuesto por un conjunto de objetivos,
acuerdos, directrices, metas, programas, acciones y normas adoptadas colectivamente
para administrar y orientar estrategias que determinan las potencialidades de un territorio
y la localización de la población, la vivienda, las actividades socioeconómicas, las vías,
los servicios, las áreas protegidas y de amenazas naturales, a corto, mediano y largo plazo.
Estas acciones deben articularse con las programadas en los planes de desarrollo
municipales.
Ejes transversales a considerar en un POT
Entre los principales ejes transversales de los POTMs se deben incluir la gestión del
riesgo, la atención a grupos generalmente excluidos de la planificación: jóvenes, mujeres
e indígenas. Debido a que algunos de estos componentes requieren estudios técnicos
especializados que no siempre están al alcance de los municipios al momento de la
realización de un POT, la estructura del plan puede incluir la realización de estos estudios
como parte de su implementación y deberán ser incorporados de acuerdo a las necesidades
y recursos disponibles en cada municipio al momento de su actualización anual o
quinquenal. (Ver los principios del ordenamiento territorial)
Prospectiva territorial
El ordenamiento territorial se basa sobre la noción de prospectiva. Requiere de una
proyección, lo que significa que debe ser comprendido en términos de presente-futuro. El
ordenamiento territorial analiza no sólo lo que «es» actualmente, sino también lo que «va
siendo». De esta manera, además de conocer los recursos — naturales y humanos—de un
territorio, y su situación desde el punto de vista ambiental, se requiere conocer las
expectativas, la percepción, las imágenes y los proyectos que la sociedad ha depositado
en él, considerando tanto el sector privado como el público.
Gestión del territorio
La gestión territorial supone un proceso de ampliación del control, manejo y poder de
decisión del uso de los recursos que existen en un determinado espacio por parte de sus
actores. Por lo tanto no basta delimitar administrativa o geográficamente un territorio,
sino que es necesario también tomar en cuenta la capacidad de influir y controlar los
medios, instrumentos y recursos para la toma de decisiones estratégicas sobre el uso de
los recursos del espacio territorial.
Se han identificado al menos tres elementos que constituyen un proceso de gestión
territorial:
• Identidad territorial construida desde los habitantes del territorio que responde a
un proceso de apropiación de un espacio
particular;
• Institucionalidad territorial endógena que tiene la capacidad de lanzar propuestas
y acciones de carácter estratégico en tanto que se plantean objetivos de mediano y largo
plazo. Implica la posibilidad del control, manejo y poder de decisión sobre el uso y
distribución de los recursos que existen en un determinado espacio por parte de sus
actores. Así como la interlocución entre los actores territoriales y las instituciones de
escala regional, nacional o internacional, gubernamentales o no gubernamentales; y
, sus expectativas y capacidades.
Gestión territorial rural
La gestión territorial rural se refiere a territorios compuestos tanto por las zonas rurales
agrícolas propiamente dichas, como por caseríos y aldeas; no obstante, a diferencia de los
espacios circundantes a regiones metropolitanas o ciudades importantes, su dinámica
incide fuertemente en los procesos rurales y, particularmente en el manejo de los recursos
naturales. Se enfatiza el manejo de los recursos naturales como el corazón de este
planteamiento de GTR precisamente porque los enfoques predominantes tienden a tener
una fuerte orientación hacia la dimensión económica para lograr el desarrollo territorial
y rural, que paradójicamente deniegan los productorescomunidades rurales más
vinculados a los recursos naturales, que también representan al núcleo más duro de los
pobres rurales. Por lo cual, este enfoque de GTR prevalece mejorar las condiciones de
vida de las comunidades rurales mediante opciones vinculadas al manejo sostenible de
los recursos naturales. De hecho, en Centroamérica existen experiencias de gestión
territorial a diferentes escalas en zonas rurales, que están abriendo nuevas opciones de
gestión territorial rural, de manejo de recursos naturales y de diversificación de las
estrategias de medios de vida rurales.
Gestión territorial indígena
Los conceptos sobre la tierra y el territorio que manejan los distintos pueblos son el
producto de sus evoluciones históricas y culturales. De tal manera, distintos procesos
conducirán a diferentes percepciones y concepciones sobre el espacio que van desde su
carácter simbólico hasta los valores que le asigna el mercado en las sociedades
occidentales. La importancia de esto radica en que se constituye en la base sobre la cual
cada pueblo opera sobre su territorio y en el sustrato de la legitimidad social que tienen
las intervenciones transformadoras del espacio y los modelos de desarrollo que se derivan
de ellas.
Gestión urbana
Es el conjunto de iniciativas, instrumentos y mecanismos para la normalización de la
ocupación y uso del suelo urbano, articuladas por fuerzas políticas e iniciativas de la
sociedad (gestión política) y que tiene como final la generación de procesos de
planificación urbanística que deberán asegurar la preservación del interés público frente
al privado (gestión urbanística).

1. Uso y estructura de la Guía en el proceso de Ordenamiento Territorial municipal


La elaboración de un plan de ordenamiento territorial es un proceso que requiere el
acompañamiento de profesionales con suficientes destrezas, habilidades, percepciones y
conocimientos relacionados a la comprensión integral del territorio. Estos profesionales
deben de convertirse en facilitadores del proceso y deben acompañar la propuesta técnica
necesaria para elaborar un POT. Por lo tanto esta guía no puede aplicarse en forma
indiscriminada o mecánica en todos los escenarios posibles. Como en todo proceso
metodológico, el criterio profesional y el sentido común son ingredientes sumamente
importantes para que pueda realizarse un procedimiento adecuado. Esta guía representa
una propuesta de camino a recorrer para emprender el proceso del POT, pero el facilitador
o consultor puede sentirse en toda libertad de ajustarla a la realidad presente en el
municipio.
Etapa II: Análisis de Las dinámicas territoriales
El objetivo de ésta etapa es analizar información y desarrollar un acercamiento al
territorio que permita comprender las dinámicas territoriales. La recolección de
información requiere que el planificador reflexione y piense anticipadamente en los
mecanismos más efectivos para completar esta tarea antes de comenzar a recolectar de
manera indiscriminada o mecánica, sean estos relevantes o no.
Por otro lado establecer una línea base confiable es el primer paso para poder adoptar
mecanismos efectivos de monitoreo y evaluación de resultados. Lo importante aquí es
asegurarse de obtener la información necesaria para que la formulación de propuestas sea
fundamentada y que el proceso de toma de decisiones sea informado y validado.

Etapa III: Elaboración técnica del Plan de ordenamiento territorial –POT-:


escenarios y directrices municipales
Como parte complementaria de ésta guía, existe un módulo
denominado “Caja de herramientas para la elaboración del
plan de ordenamiento territorial”, en la cual se
presentan los instrumentos detallados para la realización
de cada una de las actividades propuestas.
Esta es quizá la parte más interesante del proceso de planificación. Aquí es donde se
preparan y presentan los escenarios futuros, posibles y deseables. Las ideas presentadas
deben ser siempre revisadas acomodadas de tal forma que las instancias de decisión local
y sectorial tanto públicas como privadas puedan dar su apoyo dentro del marco legal de
de su competencia. Esta fase concluye con la adopción y la divulgación del plan.
Etapa IV: Gestión e implementación del POT
Esta fase reconoce que la elaboración de un plan no es un fin en sí mismo, el fin último
es que éste constituya una herramienta útil de gestión y para que derive en acciones
concretas de intervención. En esta fase se recomienda revisar una vez más las
inconsistencias con el PDM, POA y otras herramientas de planificación para armonizar
las estrategias. Un elemento fundamental de la implementación de los POTM es la
elaboración de las normativas de ordenación del territorio.

ETAPA 1:
Preparación para el proceso de Ordenamiento Territorial

Antes de iniciar el proceso es necesario tener bien claro cuáles son las iniciativas o
inquietudes generales del municipio en el cual desea implementar un proceso de
ordenamiento territorial. Es importante que el facilitador y/o consultor lea e interiorice
los conceptos y principios de ordenamiento territorial contenidos en las primeras páginas
de ésta guía.
La temporalidad de los POT está definida y estandarizada de acuerdo a las políticas de la
SEGEPLAN, por lo que el horizonte temporal mínimo es de veinte años. Esta
temporalidad está basada en buenas prácticas de planificación tanto a nivel nacional como
internacional. Como mínimo el POT deberá incluir:
a) Los problemas, retos y dinámicas territoriales que se pretenden comprender y
tomar en
cuenta para las propuestas de intervención

b) Un diagnostico que permite visualizar las posibles causas de esos problemas, y


permite analizar la estructura y funcionamiento del territorio y las tendencias de
indicadores demográficos y económicos que tienen incidencia en su transformación
Comunicando y validando el
proceso de OT en el COMUDE
1. Actividades previas en la realización del proceso del POT
Una de las primeras actividades para iniciar un proceso de OT es presentar al Concejo
Municipal los beneficios y alcances que se obtendrán de impulsar éste proceso en su
municipio. Es importante presentar la ruta metodológica, es decir explicar cada una de las
etapas que hay que realizar para la elaboración e implementación de un plan de
ordenamiento territorial municipal. Esta primera visita puede ser clave y determinante
para que el proceso que se estará iniciando cuente con el respaldo de toda la Corporación
Municipal. En este sentido, también puede aprovecharse la reunión para explicar los
conceptos básicos sobre el ordenamiento territorial y el enfoque de análisis del territorio
en forma integral y de desarrollo con identidad.
Actividad:
Acordar una reunión únicamente con el Concejo Municipal donde se aborde el siguiente
contenido:
• Intercambio de opiniones sobre los beneficios y alcances de
implementar un proceso de ordenamiento territorial a nivel municipal
• Explicación de cada una de las etapas metodológicas para el
proceso de OT en el municipio
• Puesta en común de los conceptos de territorio,
ordenamiento territorial y planes de ordenamiento territorial a utilizarse en el municipio
como herramientas de desarrollo planificado
• Puesta en común del abordaje de gestión de riesgo a tomar
en cuenta en la elaboración del POT.
1.1 Definiendo términos de referencia para el acompañamiento del proceso:
Según las características y las capacidades técnicas y financieras con que cuente el
municipio pueden existir varias vías de iniciar un proceso de ordenamiento territorial.
Si la municipalidad cuenta con recursos financieros, se están haciendo gestiones ante un
grupo consultor o algún cooperante este interesado en financiar el proceso, es necesario
que la presente guía se convierta en los términos de referencia para la contratación de un
equipo externo. En éste caso la dirección de Ordenamiento territorial de la SEGEPLAN
puede acompañar el proceso mediante la evaluación técnica del equipo consultor y de ésta
manera asegurar un proceso adecuado.
2.2 Identificación de potencialidades, problemáticas y retos del municipio
Para abordar el análisis de potencialidades económicas en el territorio es importante partir
de una definición de las mismas. En primer lugar, la palabra potencialidad asume una
situación de déficit: existe una situación actual y una situación deseada respecto a los
recursos disponibles en el territorio. No es raro escuchar expresiones como: “Aquí
producimos papaya, pero se pudre en el campo, porque no tenemos mercado, ni
posibilidades o conocimientos de transformación y almacenaje”.
Las potencialidades territoriales no solo se refieren a las características geográficas,
paisajísticas o productivas de una localidad determinada. Éstas se refieren al conjunto de
recursos tanto naturales, culturales, humanos, así como factores de conocimiento o
sistemas de infraestructura atribuibles al territorio, que no están siendo aprovechados de
manera óptima o que no están siendo aprovechados en lo absoluto, y que por ende no
están contribuyendo a la generación de oportunidades de desarrollo económico y
productivo en el territorio.
ii. En un segundo nivel se asume que las condiciones marco que proveen las
entidades del Estado tanto a nivel nacional como en lo local a través de la estabilidad y
credibilidad de las políticas públicas, la calidad en la provisión de servicios públicos, así
como la responsabilidad fiscal y la transparencia en el acceso a la información estratégica
del territorio, inciden en tener un entorno favorable o desfavorable para el desarrollo de
la actividad económica.
Contribución del OT:
El Ordenamiento Territorial contribuye a generar información estratégica y socializar
tendencias de desarrollo territorial que orientan la inversión privada a mediano y largo
plazo. Además contribuye a la (re)formulación de políticas fiscales en base a la
orientación estratégica de la gestión territorial, facilitando herramientas para la definición
y concertación de mecanismos de fijación de tasas y/o arbitrios para el financiamiento del
desarrollo local. El OT contribuye en la generación de condiciones de conectividad que
mejoran o aperturan el intercambio de bienes y servicios con mercados con potencial.
El OT planifica la infraestructura económica que requieren los territorios para dinamizar
sus economías territoriales: puentes, sistemas viales, aeropuertos, sistemas de transporte
de personas y de carga pesada, etc.
iii. La existencia de plataformas de colaboración público-privada, el nivel de
asociatividad de los sectores productivos, así como la presencia de entidades de apoyo a
la actividad económica en el territorio.
La capacidad de articulación de necesidades comunes por parte de los sectores
productivos es un factor clave para la negociación de intereses vinculados al territorio. El
sector de transportistas puede incidir y participar de mejor manera en un proceso de
planificación y ordenamiento del territorio, en la medida en que pueda canalizar sus
visiones y propuestas de manera conjunta. El OT hace un análisis de las relaciones y
dinámicas económicas que se desarrollan en el territorio, tomando en cuenta los niveles
de asociatividad de los sectores productivos y sus relaciones con organizaciones que les
proveen de servicios de apoyo como capacitación, asistencia técnica, contable y
financiera.

2.3 Reflexión conjunta “Causas y efectos de la falta de OT”


El análisis causa-efecto es una herramienta metodológica de reflexión, en donde se trata
de profundizar sobre las causas estructurales y las causas inmediatas que están afectando
la buena gestión territorial en detrimento del nivel de vida de la población del municipio,
además de tratar de establecer una reflexión conjunta de los aspectos reales que pueden
solventarse a través de la realización de un POT.
Para hacer ésta reflexión, es necesario hacer un taller o reunión que permita la reflexión
conjunta para evidenciar la complejidad del territorio y las consecuencias de no tener un
manejo y gestión adecuados del mismo y de ésta manera reducir las causas que están
afectando el territorio. El análisis de riesgo, considerando los conceptos de amenazas y
vulnerabilidades puede ayudar en gran manera a determinar las causas de los desastres
ocurridos en el municipio, además que se podrá evidenciar por qué es necesario regular
el uso del suelo para minimizar el riesgo a desastres.
2.4 Revisión de información geográfica disponible
Es importante recopilar y organizar la información geográfica especializada que ayude a
comprender y plantear soluciones para la problemática y potencialidades del municipio.
Tener una idea clara de la información existente desde un inicio es muy importante ya
que tendrá implicaciones muy significativas en la carga de trabajo de los facilitadores,
consultores y sus colaboradores y por consiguiente en el presupuesto del plan.
Para comenzar, hay que revisar lo que está disponible en línea a través del Sistema
Nacional de Información Territorial – SINIT – http://sinit.segeplan.gob.gt, esta
herramienta ofrece bases de datos y mapas con indicadores georeferenciados. En segunda
instancia, hay que informarse sobre la información disponible a nivel local comenzando
por la información que tiene la DMP y otras agencias municipales.
3. Evaluación de capacidades municipales para el POT
3.1 Diagnóstico de capacidades municipales
El diagnóstico de capacidades municipales permite conocer la capacidad instalada en la
municipalidad desde el punto de vista técnico, financiero y de la capacidad organizacional
para la gestión e implementación del OT. Si bien algunas municipalidades utilizan
instrumentos de aplicación territorial como el Impuesto Único Sobre Inmuebles (IUSI),
CATASTRO son pocas las que lo utilizan para fortalecer la capacidad de gestión del uso
del suelo. Es decir, además de conocer con que instrumentos se cuenta, también es
necesario saber el alcance de los mismos. De igual manera, la implementación de un POT
requiere de personal y oficinas dedicadas a su gestión por lo que es importante conocer
la capacidad de equipo y recurso humano que se le dedicaría al mismo. Es importante
llenar la boleta de capacidades municipales anexada en esta fase, que permita hacer una
reflexión para ir diseñando la reestructura organizativa en la municipalidad para la gestión
del POT.
3.2 Identificación de necesidades de formación y capacitación para implementación de
POT
Del documento de análisis de capacidades municipales se identificarán las necesidades
de formación y capacitación para la implementación del POT. Sin embargo, es necesario
también conocer el conocimiento que los funcionarios municipales tienen de
ordenamiento territorial, las cuales se harán a través de la boleta de entrevista anexada en
este documento. Como resultado de analizar las boletas se determinará el listado de temas
de capacitación incluyendo también la necesidad de recurso humano y equipo necesario
para que la municipalidad pueda implementar el POT de la manera más eficiente posible.
Al tener identificados los temas priorizados se procederá a diseñar el proceso de
capacitación, considerando también la ampliación de recurso humano y equipo técnico
según las posibilidades de cada municipalidad.
El diplomado de Ordenamiento Territorial en Petén
En seguimiento al convenio firmado entre RIC y
SEGEPLAN en el 2010, la dirección de OT de
la SEGEPLAN acompañó la realización de un
diplomado de OT para los 12 municipios de Peten,
el cual tuvo como objetivo principal el
fortalecimiento de las capacidades municipales (DMP) para
la utilización de la información catastral en el
marco del ordenamiento territorial municipal. El diplomado
se realizó de agosto 2010 a julio 2011, contando con
la participación activa de 9 municipalidades del
departamento. El requisito principal para la obtención
del diploma acreditado por el CUDEP fue la
realización de una propuesta de ordenamiento territorial
municipal, la cual se constituyó en un documento
analítico, propositivo y de gestión municipal emitido
desde las mismas direcciones de planificación municipal
que participaron en la formación.
Como resultado del diplomado, los participantes indicaron que
ahora tienen las herramientas técnicas y analíticas
necesarias para impulsar procesos de ordenamiento
territorial en sus municipios. Además el diplomado
permitió una retroalimentación permanente y de
aprendizaje de los municipios vecinos y un
abordaje regional e intermunicipal necesarios para
desarrollar especialización y especificidad de atención
a las cabeceras municipales de acuerdo a la
lógica regional. El diplomado contó con apoyo y
asesoría técnica de la GIZ en Poptún, que
permitió el acompañamiento técnico a las DMP para
la realización de tareas.
El personal de la municipalidad deberá estar capacitado en lo que implica el proceso de
formulación y gestión del POT, es decir, el fortalecimiento de las capacidades
municipales, principalmente la DMI, debe tener las competencias necesarias para saber
cómo podrá participar en la elaboración, implementación y gestión del POT. Además es
necesario el fortalecimiento de la capacidad de coordinación interinstitucional.
4. Conocer quiénes transforman el territorio: Actores territoriales
4.1 Identificación de actores territoriales
¿Quiénes son los actores territoriales?
Los actores territoriales son aquellos grupos, representantes de organizaciones o
instituciones de carácter público, privado o comunitario que desarrollan actividades
dentro de un territorio, que tienen influencia o interés en el territorio, por lo que se dice
que inciden o moldean el territorio.
En el análisis de actores, es importante conocer su capacidad de incidencia en las formas
de apropiación, ocupación y uso del territorio así como en el funcionamiento de la
economía, la política, la vida social y cultural de la población distribuida en el territorio.
SEDE 093, JALAPA

Ordenamiento Territorial
Arq. Wendy Marroquín

RESUMEN

Erick Enrique López García


150930030
10mo. Semestre Ambiental

RESUMEN
ETAPA 1:
Preparación para el proceso de Ordenamiento Territorial

El territorio guatemalteco tiene una extensión de 109,000 kilómetros cuadrados, donde se


estiman que viven actualmente 13,600.000 habitantes, para una densidad aproximada de
125 habitantes por kilómetro cuadrado. El 56% de la población guatemalteca es pobre y
el 16% es extremadamente pobre. La pobreza en indígenas es el 74% y 38% en ladinos.
El 54% de guatemaltecos viven en el área rural y el 46% en el área urbana, de los cuales
el 68% son indígenas y el 44% ladinos.

En la Constitución Política de la República se establece que el Estado de Guatemala es


un estado Unitario, con una división política y territorial de 22 Departamentos divididos
en un total de 333 municipios. Su capital es Ciudad de Guatemala con más de 1,667.000
habitantes que forma parte de la región Metropolitana que cuenta con 2,975,417
habitantes[1]y un relevante crecimiento migratorio del área rural.

El ordenamiento territorial guatemalteco ha estado en proceso de desarrollo en la última


década, a pesar de que la Constitución de 1985 ya establecía las "reservas territoriales del
estado" (artículo 122), "limitaciones en las fajas fronterizas" (artículo 123), la "división
administrativa del territorio de la República" (artículo 224) y la organización de los
"Consejos de Desarrollo Urbano y Rural" a nivel nacional, regional, departamental,
municipal y metropolitana (artículos 225-231). Ello se complementa con el Código
municipal (2002) donde se designan competencias de ordenamiento territorial en el
Artículo 68 (incisos a-j)[2] y con la emisión del Decreto 41-2005 del Congreso de la
República, por medio del cual se crea el Registro de Información Catastral de Guatemala
-RIC-, como institución del Estado, autónoma y de servicio, con personalidad jurídica,
patrimonio y recursos propios.

Las mencionadas legislaciones constituyen parte importante, como base legal para un
proceso de construcción de la política de Ordenamiento Territorial (OT), así como, de su
modelo de gestión territorial.

El concepto de OT se concibe aplicado exclusivamente al espacio físico refiriéndose a su


uso y ocupación en forma racional a partir del planeamiento urbanístico municipal. Esta
concepción es aplicada por profesionistas relacionados con la planificación del uso del
suelo, como los Arquitectos, Geólogos, y muchas veces, los Ingenieros Civiles.

Por su parte, el concepto de Gestión Territorial tiene relación con el objetivo del
mejoramiento de los medios de vida para el desarrollo territorial rural sostenible con base
en la gestión participativa, concibiendo así al territorio como un espacio definido
socialmente. Esta concepción, apenas se comienza a percibir en Guatemala con la
creación del sistema de Consejos de Desarrollo Urbano y Rural, en la que ya se menciona
la participación social con fines de eficiencia y eficacia de las competencias en el
territorio correspondiente.

Ambos conceptos, íntimamente ligados aunque no sinónimos, son vinculados con el


concepto de desarrollo sostenible al estar involucrado el de medio ambiente.

Como un reflejo de que el tema de ordenamiento y planificación territorial representaba


originalmente un marco para la incorporación del "paradigma ambiental", el proceso del
ordenamiento territorial en Guatemala había sido desarrollado a través de la antigua
Comisión Nacional del Medio Ambiente -CONAMA- (convertida en 2000 en Ministerio
de Ambiente y Recursos Naturales) entidad que en conjunto con el Consejo de la Tierra
y el financiamiento de la Fundación Ford elaboró documentos de discusión y reflexión
orientados al establecimiento de una política nacional integral de gestión y ordenamiento
territorial. Toda esta discusión se hizo como parte del desarrollo de la "Política Ambiental
para el Desarrollo Sustentable", aprobada por la CONAMA en enero de 1998. En los
elementos de dicha política se refleja, en gran medida, la adopción que se ha hecho en
este país de las directrices establecidas por la Agenda Latinoamericana sobre Medio
ambiente y Desarrollo. En diciembre de 1998, la CONAMA produjo un documento de
discusión titulado Ordenamiento Territorial y Regulación del Comportamiento Espacial,
el cual constituyó la fuente de información de las consideraciones territoriales y
ambientales seguidas en ese momento.

Ante la ausencia de una Ley Orgánica de OT, que en aquel momento garantizara el
manejo integral, armónico y coordinado del territorio, el esquema legislativo de
Ordenamiento Territorial se pretende regular entonces por diversas normas legales,
dentro de las que se destacan: La "Ley Preliminar de Urbanismo" y la "Ley de
Parcelamientos Urbanos", aunque ambas con un fuerte énfasis hacia lo urbano y sin el
más mínimo respeto a su cumplimiento por parte de una considerable mayoría de las
municipalidades del interior de la república. Prueba de ello, lo más evidente es que
ninguna de las mencionadas comunas del interior, excepto solo parcialmente por algunas
cabeceras municipales, cumplen con los artículos 9 y 10 de la mencionada Ley Preliminar
de Urbanismo en el sentido de que las poblaciones de más de 10,000 habitantes deben
tener elaborado los planes reguladores de ordenamiento territorial en donde se incluya la
designación de zonas residenciales, comerciales, industriales, de servidumbre, sistema
vial, servicios, transporte, recreación y espacios abiertos.

A estas normas de relevancia en materia territorial se agregan entre otras: la "Ley


Preliminar de Regionalización" y su Reglamento que establecen las funciones que el
gobierno regional debe desarrollar en materia de "ordenamiento territorial". Del mismo
modo, existe una Ley Reguladora de las Áreas de Reservas Territoriales del Estado de
Guatemala que constituye un tipo de ordenamiento para estas áreas[3]

Para los ámbitos rurales se suman diversas normas reguladoras relativas a: uso del suelo,
los monumentos nacionales, la minería, las áreas silvestres privadas, el manejo forestal,
la división de predios rústicos, la descontaminación, las zonas de interés turístico, la
ordenación de cuencas, el manejo de zonas indígenas, entre otras.

En lo conceptual, en su inicio, la tendencia ha sido concebir el Ordenamiento Territorial


dentro de la perspectiva ambiental; de hecho, la institución que más estuvo trabajando en
el tema fue el Consejo Nacional de Medio Ambiente -CONAMA-. Dentro de este
contexto, el OT se ha definido como "la acción estatal ejercida de manera consensuada,
que permite la integración pública y privada, orientada a armonizar los usos del territorio,
tanto público como privado, propendiendo a un uso racional y sustentable del territorio
en su más amplio sentido". Esta concepción se mantiene con el actual Ministerio
Ambiente y Recursos Naturales -MARN-.

En cuanto a las competencias relacionadas designadas a las municipalidades: el


urbanismo, la infraestructura, las obras y los parques; son "competencias propias del
municipio" y dentro de su circunscripción, de acuerdo al artículo 68 del Código Municipal
guatemalteco, se enumeran específicamente c) Pavimentación de las vías públicas
urbanas y su mantenimiento, e) Autorización de las licencias de construcción de obras
públicas o privadas, e, i) Promoción y gestión de parques, jardines y lugares de recreación.
Es más, el gobierno central estaría obligado a solicitar licencia respectiva a la
Municipalidad cuando requiera realizar una obra pública dentro del municipio.

No existe normativa en cuanto a competencia específica del área de "construcción de


vivienda"; por lo mismo, de hecho es compartida en virtud de que tanto el gobierno como
sector privado, si este cuenta con titularidad de los terrenos, deciden donde construir
siempre que la Municipalidad respectiva otorgue licencia respectiva de acuerdo al inciso
e) del artículo 68 mencionado anteriormente.

Uso del Suelo: está en la misma situación de competencia compartida municipalidad-


gobierno central. Se supone que los constructores de obras de envergadura deben
presentar a la municipalidad respectiva las pruebas de laboratorio de suelo mostrando la
consistencia y capacidad de soporte del suelo para la obra respectiva. Esto se cumple en
muy raras ocasiones.

De los suministros básicos como: el agua, el saneamiento, mercados, rastros, cementerios,


disposición de desechos y ornato son competencia específica de la municipalidad (Art.
68, inciso a del Código Municipal). La electricidad, alumbrado público y
telecomunicaciones son compartidas incluyendo a entes descentralizados y privados
como el Instituto Nacional de Electrificación -INDE- y Teléfonos de Guatemala -
TELGUA-, respectivamente.

En cuanto a movilidad también corresponde al municipio la regulación del transporte y


sus terminales locales y las vías públicas.

El Acuerdo Gubernativo número 1226-88 del 30 de diciembre de 1988 crea al Ministerio


de Desarrollo Urbano y Rural, pero en 1995 fue suprimido. Este Ministerio formaba parte
del Consejo Técnico determinado en la Ley de Protección y Mejoramiento del Medio
Ambiente.

La Ley de Información Catastral, es un elemento que puede apoyar las decisiones y


acciones del Ordenamiento Territorial. Se pretende que las instituciones públicas y
privadas cuenten con información geográfica, a través del Registro de Información
Catastral -RIC-[4], así mismo que se coordinen acciones con las oficinas de ordenamiento
territorial y control inmobiliario que funcionen en las municipalidades. En el artículo 2
de la ley del citado registro se indica que el RIC es la autoridad competente en materia
catastral, que tiene por objeto establecer, mantener y actualizar el catastro nacional. Se
establecen sus funciones que incluyen: la consideración de la legislación vigente,
mantener actualizada la información catastral nacional, definir y coadyuvar a la solución
de problemas nacionales relacionados con la propiedad y tenencia de tierra, coordinación
interinstitucional con entes relacionados con el tema catastral (IGN, Registro de
Propiedad y otros entes privados y públicos), apoyarlos en expertajes, informes y estudios
necesarios; hasta autorizar y registrar profesionales de carreras afines para realizar
operaciones catastrales.

Por aparte, no obstante que la Ley de Fondo de Tierras -FONTIERRAS- y sus diferentes
Reglamentos pretenden regular la tenencia de tierras, el tema de seguridad de tenencia de
tierras a través del mercado, se queda corto al existir una parte importante y significativa
de las poblaciones rural y urbana pobre que siguen viviendo en condiciones informales,
sin ocupar legalmente tierras públicas como privadas. Esto ocurre en función de la vileza
en que ha caído el manejo de criterios de regularización, como: oferta de tierras no aptas
para producción agrícola a precios exorbitantes, una cartera de créditos vencidos
sumamente alta, los líderes campesinos representantes dentro de la institución han
preferido callar el descontento de sus comunidades ante una mayoría sorda y servil a
intereses incongruentes con los objetivos de la institución, ahora se pide condonación de
deudas sin una resolución hasta el momento. A raíz de todo ello, "Plataforma Agraria" ha
criticado que Fontierras no resolvió sino agudizó el problema de tenencia de tierras,
aparte, que los "excesos" de terrenos no se ha resuelto; y que además, ningún gobierno ha
tenido la voluntad política de resolver toda esa perversidad.

Las comunidades rurales guatemaltecas, por lo general, carecen de derechos mínimos,


como el de vender o determinar quién tendrá acceso y puede retirar o transformar
recursos, productos o territorio (tierra, agua para riego o consumo, minerales, etc.), y que
les aseguren los recursos contra las acciones de otros y los efectos que estos pueden tener
en el futuro flujo de bienes y servicios, al mismo tiempo, que los beneficios del buen
resguardo no sean aprovechados o acumulados por otros. (Acudir al Convenio 169, donde
la gestión de tenencia de tierras por el mercado y el proceso de consulta es el eje y valida
estos argumentos)[5]

La falta de derechos de propiedad formalmente establecidos, de hecho, se convierte en


obstáculo para los procesos de gestión territorial, aunque hay algunas experiencias que
muestran un alto porcentaje de ocupantes de tierras que sólo tienen derechos adquiridos
o conquistados para acceso, uso y control.

En seguida se enumeran los mandatos que como base legislativa se crearon para mejorar
el ordenamiento territorial originalmente, desde mediados del siglo XX. Nótese que fue
hasta finales de ese siglo y principios del presente siglo XXI en el que se intenta ordenar
la gestión del territorio con la regionalización y el sistema de consejos de desarrollo
urbano y rural, al incluir la participación social como componente primordial.

1. Actividades previas en la realización del proceso del POT


Una de las primeras actividades para iniciar un proceso de OT es presentar al Concejo
Municipal los beneficios y alcances que se obtendrán de impulsar éste proceso en su
municipio..
2.2 Identificación de potencialidades, problemáticas y retos del municipio
Para abordar el análisis de potencialidades económicas en el territorio es importante
partir de una definición de las mismas. En primer lugar, la palabra potencialidad asume
una situación de déficit: existe una situación actual y una situación deseada respecto a
los recursos disponibles en el territorio. No es raro escuchar expresiones como: “Aquí
producimos papaya, pero se pudre en el campo, porque no tenemos mercado, ni
posibilidades o conocimientos de transformación y almacenaje”.
El desarrollo de las economías territoriales depende de la interacción de una serie de
factores, interdependientes a cuatro niveles:
i. La identidad productiva y económica vinculada al territorio. Existen territorios con
especialidades productivas que generan una identidad de sus pobladores dentro del
territorio, como territorios cafetaleros, territorios comerciantes, territorios con una
fuerte identidad portuaria. El orgullo y
la identidad local son decisivos en el nivel de apropiación que pueda desarrollar la
población con su proceso de desarrollo local. Por tanto el OT busca identificar estos
factores identitarios territoriales, para articularlos alrededor de una visión territorial de
desarrollo socio-económico. Sin embargo, es importante recalcar que un territorio
competitivo cuenta con agentes económicos capaces de incursionar e invertir en
innovaciones para mejorar sus prácticas productivas y penetrar nuevos mercados.
Contribución del OT:
A través de la planificación participativa y la formulación de una visión de desarrollo
territorial integral, se estimula el fortalecimiento de valores ciudadanos orientados a
promover la identidad local, identificando elementos diferenciadores de
posicionamiento económico del territorio.
ii. En un segundo nivel se asume que las condiciones marco que proveen las
entidades del Estado tanto a nivel nacional como en lo local a través de la estabilidad y
credibilidad de las políticas públicas, la calidad en la provisión de servicios públicos, así
como la responsabilidad fiscal y la transparencia en el acceso a la información
estratégica del territorio, inciden en tener un entorno favorable o desfavorable para el
desarrollo de la actividad económica.
El Ordenamiento Territorial contribuye a generar información estratégica y socializar
tendencias de desarrollo territorial que orientan la inversión privada a mediano y largo
plazo. Además contribuye a la (re)formulación de políticas fiscales en base a la
orientación estratégica de la gestión territorial, facilitando herramientas para la
definición y concertación de mecanismos de fijación de tasas y/o arbitrios para el
financiamiento del desarrollo local. El OT contribuye en la generación de condiciones de
conectividad que mejoran o aperturan el intercambio de bienes y servicios con
mercados con potencial.
El OT planifica la infraestructura económica que requieren los territorios para dinamizar
sus economías territoriales: puentes, sistemas viales, aeropuertos, sistemas de
transporte de personas y de carga pesada, etc.
iii. La existencia de plataformas de colaboración público-privada, el nivel de
asociatividad de los sectores productivos, así como la presencia de entidades de apoyo
a la actividad económica en el territorio.
La capacidad de articulación de necesidades comunes por parte de los sectores
productivos es un factor clave para la negociación de intereses vinculados al territorio.
El sector de transportistas puede incidir y participar de mejor manera en un proceso de
planificación y ordenamiento del territorio, en la medida en que pueda canalizar sus
visiones y propuestas de manera conjunta. El OT hace un análisis de las relaciones y
dinámicas económicas que se desarrollan en el territorio, tomando en cuenta los niveles
de asociatividad de los sectores productivos y sus relaciones con organizaciones que les
proveen de servicios de apoyo como capacitación, asistencia técnica, contable y
financiera.
Contribución del OT:
Contribuye al diálogo público-privado a través de las metodologías participativas en el
análisis territorial y en el desarrollo participativo de estrategias OT. El OT puede analizar
la prefactibilidad de sistemas público-privados para la gestión del POT.
iv. La capacidad de gestión empresarial y productiva de los agentes económicos
para articular acciones de generación de valor en el territorio en base a la satisfacción
de las demandas de mercado.
2.3 Reflexión conjunta “Causas y efectos de la falta de OT”
El análisis causa-efecto es una herramienta metodológica de reflexión, en donde se trata
de profundizar sobre las causas estructurales y las causas inmediatas que están
afectando la buena gestión territorial en detrimento del nivel de vida de la población del
municipio, además de tratar de establecer una reflexión conjunta de los aspectos reales
que pueden solventarse a través de la realización de un POT.
Para hacer ésta reflexión, es necesario hacer un taller o reunión que permita la reflexión
conjunta para evidenciar la complejidad del territorio y las consecuencias de no tener
un manejo y gestión adecuados del mismo y de ésta manera reducir las causas que están
afectando el territorio. El análisis de riesgo, considerando los conceptos de amenazas y
vulnerabilidades puede ayudar en gran manera a determinar las causas de los desastres
ocurridos en el municipio, además que se podrá evidenciar por qué es necesario regular
el uso del suelo para minimizar el riesgo a desastres.
2.4 Revisión de información geográfica disponible
Es importante recopilar y organizar la información geográfica especializada que ayude a
comprender y plantear soluciones para la problemática y potencialidades del municipio.
Tener una idea clara de la información existente desde un inicio es muy importante ya
que tendrá implicaciones muy significativas en la carga de trabajo de los facilitadores,
consultores y sus colaboradores y por consiguiente en el presupuesto del plan.
Para comenzar, hay que revisar lo que está disponible en línea a través del Sistema
Nacional de Información Territorial – SINIT – http://sinit.segeplan.gob.gt, esta
herramienta ofrece bases de datos y mapas con indicadores georeferenciados. En
segunda instancia, hay que informarse sobre la información disponible a nivel local
comenzando por la información que tiene la DMP y otras agencias municipales.
3. Evaluación de capacidades municipales para el POT
3.1 Diagnóstico de capacidades municipales
El diagnóstico de capacidades municipales permite conocer la capacidad instalada en la
municipalidad desde el punto de vista técnico, financiero y de la capacidad
organizacional para la gestión e implementación del OT. Si bien algunas municipalidades
utilizan instrumentos de aplicación territorial como el Impuesto Único Sobre Inmuebles
(IUSI), CATASTRO son pocas las que lo utilizan para fortalecer la capacidad de gestión
del uso del suelo. Es decir, además de conocer con que instrumentos se cuenta, también
es necesario saber el alcance de los mismos. De igual manera, la implementación de un
POT requiere de personal y oficinas dedicadas a su gestión por lo que es importante
conocer la capacidad de equipo y recurso humano que se le dedicaría al mismo. Es
importante llenar la boleta de capacidades municipales anexada en esta fase, que
permita hacer una reflexión para ir diseñando la reestructura organizativa en la
municipalidad para la gestión del POT.
3.2 Identificación de necesidades de formación y capacitación para implementación
de POT
Del documento de análisis de capacidades municipales se identificarán las necesidades
de formación y capacitación para la implementación del POT. Sin embargo, es necesario
también conocer el conocimiento que los funcionarios municipales tienen de
ordenamiento territorial, las cuales se harán a través de la boleta de entrevista anexada
en este documento. Como resultado de analizar las boletas se determinará el listado de
temas de capacitación incluyendo también la necesidad de recurso humano y equipo
necesario para que la municipalidad pueda implementar el POT de la manera más
eficiente posible. Al tener identificados los temas priorizados se procederá a diseñar el
proceso de capacitación, considerando también la ampliación de recurso humano y
equipo técnico según las posibilidades de cada municipalidad.
¿Quiénes son los actores territoriales?
Los actores territoriales son aquellos grupos, representantes de organizaciones o
instituciones de carácter público, privado o comunitario que desarrollan actividades
dentro de un territorio, que tienen influencia o interés en el territorio, por lo que se dice
que inciden o moldean el territorio.
En el análisis de actores, es importante conocer su capacidad de incidencia en las formas
de apropiación, ocupación y uso del territorio así como en el funcionamiento de la
economía, la política, la vida social y cultural de la población distribuida en el territorio.
-Intereses del actor en el territorio
Los intereses del actor en el territorio pueden deberse al interés de conservar y
aprovechar los recursos que el actor ya posee en el territorio o bien porque visualiza
intereses futuros en el territorio. Muchas veces los actores que viven en el territorio,
tienen diferentes márgenes de maniobra según los recursos que posean.
-Relaciones de poder
Las relaciones de poder se definen como la capacidad de un actor de hacer actuar a
otro. Los recursos del poder son: la competencia, el control (de las relaciones o
vinculaciones que se ejercen hacia el medio natural y hacia los otros actores), el control
de las comunicaciones, conocimientos de las normas de funcionamiento del sistema
territorial. Algunas preguntas orientadoras pueden ser:
• ¿El actor controla el uso y acceso de otros
actores al medio natural (territorio)?
• ¿El actor controla a otros actores en su
accionar en el territorio?

• ¿El actor tiene un controlsobre las comunicaciones (transporte,


caminos, internet, etc.?
• ¿El actor tiene conocimiento de las normas de
funcionamiento del sistema territorial? (parcial, total, poco, nulo).
Otro aspecto que se puede considerar, son los recursos con que cuentan los actores,
que puedan ser utilizados para motivar o desincentivar la toma de decisiones en el
ordenamiento territorial.
Ordenamiento Territorial municipal
Junto con la formalización de la decisión de las autoridades municipales de iniciar el
proceso de formulación de su Plan de Ordenamiento Territorial se requiere de la
designación de las personas que guiarán desde el punto de vista técnico dicho proceso,
actuando como asesores del Concejo Municipal en temas claves para la elaboración de
políticas territoriales municipales y la toma de decisiones, tanto en la fase de la
planificación como en la de gestión y ejecución de las disposiciones del POTM. La
designación de estas personas deberá quedar igualmente plasmada en Acuerdo
Municipal.
Dentro de las personas que pueden participar en la Mesa de Ordenamiento Territorial
Municipal se encuentran por ejemplo el propio personal técnico de la Dirección
Municipal de Planificación, profesionales y expertos en el tema de planificación,
movilidad, crecimiento urbano, etc. Es fundamental
recordar que aunque la Mesa de Ordenamiento en todo momento basados en el
conocimiento Territorial posea los conocimientos técnicos que de la identidad y realidad
del municipio y de sus pueden ser aplicados a la planificación territorial dinámicas socio-
económicas. municipal, los aportes que realicen deben estar
Ejemplo de conformación de la Mesa de Ordenamiento Territorial
• Obligación conformar Comisión de Servicios, infraestructura,ordenamiento
territorial,urbanismo y vivienda. Esta comisión elige un/a concejal que preside o
coordina dentro de la corporación municipal y funge de enlace con la mesa OT
instaurada en el COMUDE.
• En el COMUDE se convoca a la conformación de la Mesa de OT previa la
socialización de la metodologias y las implicaciones del proceso OT. La Mesa es presdida
o coordinada por el o la Concejal que preside la Comisión de la Corporación Municipal.
• La mesa OT puede incorporar otros actores clave, que no necesariamente están
presentes en el COMUDE, de acuerdo a la dinámica de cada proceso: P.e. sector de
transportistas, sector financiero, autoridades ancestrales.
6. Comunicación y validación del proceso en el COMUDE

6.1 Elaboración de la estrategia y plan de trabajo


Una vez se encuentran identificados los actores y las problemáticas territoriales del
municipio, es necesario reflexionar sobre el proceso y las actividades que se llevarán a
cabo, los recursos disponibles y la forma en que se realizará el POT. Esta reflexión tendrá
como resultado el desarrollo de los principales conceptos que servirán de base para
formular la estrategia de trabajo y, por consecuencia, determinarán los distintos
momentos del plan de trabajo a seguir, sirviendo como guía en el proceso de
elaboración del POTM.
En esta etapa es necesario considerar los medios y la forma en que se logrará el
involucramiento y participación de los actores territoriales (públicos y privados)
previamente identificados; también se reflexiona sobre las condiciones óptimas para la
realización del proceso de formulación del POT, y la forma en que pueden ser
generadas. El Plan de trabajo deberá ser desarrollado a modo de cronograma, para
establecer el inicio y el fin de cada etapa y de cada actividad. Así mismo se deberá
establecer los responsables de realizar cada actividad, los materiales y/o insumos que
necesiten y el objetivo y/o producto final esperado luego de ser realizada. Para formular
el Plan de Trabajo el planificador deberá conocer cada etapa y cada fase de la presente
metodología, para hacerlo congruente a la misma.

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