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“¡Oh comienza! Aparta un tiempo de cada día para ejercicios devocionales en privado. . . ya sea que
te guste o no, lee y ora diariamente. Es por tu propia vida; no hay otro camino: de otra manera serás
un frívolo toda tu vida” Estas palabras fueron escritas por Juan Wesley a uno de sus predicadores
itinerantes. De aquí en adelante comenzamos a vislumbrar lo que significaba la adoración para Juan
Wesley.
Para Juan Wesley la adoración pasaba por una actitud interna del ser humano hacía Dios (“sea que te
guste o no”, es comunión con Dios) más que por una manifestación externa. Es decir, adoración para
Wesley era la actitud del corazón y no tan sólo la manifestación corporal. Así por ejemplo
encontramos que en su vida él hizo hincapié en dos cosas: el devocional cristiano, y en la conciencia
de la presencia de Dios, que él llamaba una vida de adoración. Wesley no hablaba de un momento de
adoración sino de una vida de adoración.
Hay algunas cuestiones que aclarar antes de examinar lo que Wesley quería decir con devocional
cristiano y vida de adoración.
Primero: La adoración e Wesley fue realista: Cuando estudiamos la vida de adoración de Wesley
sentimos que estamos siguiendo a un compañero en su camino de la fe. Wesley tuvo sus altas y bajas
exactamente como nosotros la tenemos. Su vida de adoración no fue perfecta tal como no lo es la
nuestra. Esta vida no siempre le funcionó bien de tal manera que marchara como un automóvil
perfectamente afinado a lo largo de sesenta años. Tuvo que hacer ajustes a lo largo del camino; aun a
veces tuvo que abandonar ciertas prácticas, y nos recuerda que nosotros tenemos que hacer lo mismo
para poder avanzar en el camino de la fe.
Segundo: La adoración de Wesley fue disciplinada: El hecho de que su vida de adoración no fue
perfecta no lo detuvo para continuar creciendo en la vida de fe. A pesar de estos momentos de aridez
y frialdad espiritual Wesley siempre entendía que la intención básica de la adoración era la de
relacionarse personalmente con Dios.
Wesley nos recuerda que no podemos fundamentar nuestra adoración en nuestras emociones sino
sobre la necesidad de Dios. Debemos centrarla en nuestra voluntad, debe fluir de nuestro sentido de
necesidad de Dios.
Tercero: La adoración de Wesley fue abierta: Wesley continuamente declaraba que él era una homo
unis libris, es decir un hombre de un solo libro. En una ocasión dijo: “mi fundamento es la Biblia. ¡Si!
Soy un fanático de la Biblia. La sigo en todas las cosas, en las grandes y en las pequeñas.
Fundamentarse en las Escrituras le dio un lugar donde colocarse en su búsqueda por una vida de
adoración, pero se sintió libre para buscar principios que le ayudaran, en el pensamiento y la práctica
de la adoración, en otros libros.
Cuarto: La adoración de Wesley fue comunitaria por naturaleza: El nunca se permitió vivir la vida
cristiana de una manera individual o que terminara en una religión privada. De esta forma, no
solamente ministraba conforme a las necesidades de otros sino también recibía ayuda e inspiración de
ellos.
Para él fue inconcebible que la verdadera adoración pudiera permanecer individualizada o
interiorizada. La auténtica espiritualidad siempre lo empuja a uno dentro de una comunidad y hacía
la vida de “santidad social”. Al orar Wesley constantemente recordaba que el mundo era su
parroquia.
El devocional cristiano
Juan Wesley veía el devocional cristiano como una vida para vivirse que como un tiempo par
guardar. Por lo tanto él hablaba de una “vida devocional” más que un “tiempo devocional”.
Para él en la vida devocional se expresaba a través de los “medios de gracia”. Estos medios de gracias
eran disciplinas espirituales usadas por la Iglesia a lo largo de los siglos. Para él estaban los medios de
gracia instituidos y los medios de gracia prudentes. Los instituidos eran aquellas disciplinas que eran
evidentes en la vida y enseñanza de Jesús. Los medios de gracia prudentes fueron los que desarrolló
la Iglesia para proveer un orden y dirección a la vida espiritual. Tomándolos juntos, estos medios de
gracia capacitan a una persona para vivir la vida de adoración.
Entonces descubrimos que para Wesley la vida de adoración se fundamentaba y fortalecía en la
práctica de los medios de gracia.
Para Wesley una vida de adoración era vivir los medios de gracia tales como: la oración, la lectura
personal y comunitaria de la Biblia, la Cena del Señor (esto es la Santa Cena), el ayuno y la vida en
comunidad.
1. ¿Qué es la posmodernidad?
Según el Diccionario Laruse posmodernidad es: tendencia de las culturas occidentales de finales del
siglo XX caracterizada por la crítica del racionalismo, la búsqueda de nuevas formas de expresión, el
eclecticismo y la falta de compromiso. La posmodernidad no es una religión ni una moda es una
época, tiempo, período caracterizado por ciertas filosofías o pensamientos.
¿Cuáles son las características de la posmodernidad?: hay una declinación de la razón y una
exaltación del sentimiento, una nueva actitud hacia el cuerpo humano y sus apetitos, una declinación
de las pocas normas sociales derivadas de la ética cristiana que la Iglesia Católica conseguía imponer
en nuestras sociedades, una muerte de las ideologías y las utopías que unida al relativismo moral
lleva a una actitud hedonista predominante, y finalmente un resurgimiento de la religiosidad y
búsqueda de poder espiritual.
En resumidas cuentas diríamos que la posmodernidad se caracteriza por:
1. Decadencia de la razón.
2. Exaltación del sentimiento.
3. Énfasis excesivo en lo corporal y sus apetitos.
4. Rechazo a la ética y normas cristianas.
5. Rechazo a las ideologías.
6. Relativismo moral.
7. Actitud hedonista .
8. Religiosidad y búsqueda de poder espiritual.
Henríquez anotó que en los primeros tiempos los cristianos se reunían como iglesia para celebrar y
vivir la fe en Jesús resucitado, en un día, espacio y tiempo determinados, para expresar su fe y la
manera de acercarse a Dios y de identificarse como su pueblo, por lo que el culto orientaba su razón
de ser y funcionaba como termómetro de la fe de la congregación. Antes, la liturgia de cada
denominación era bastante homogénea y distinta a la de otras.
Las filosofías posmodernas han afectado a las rígidas liturgias anteriores y se ha instalado un modelo
cúltico globalizado que ha uniformado a las iglesias de las diversas tradiciones. Los cambios
experimentados, dijo, no han sido pocos ni pequeños. Entre ellos podemos anotar que:
Adoración
Esto es esencial para un buen entendimiento de los tiempos en que vivimos. Debemos aprender a ver
a Dios en su santo templo, por encima del flujo de la historia y de las cambiantes escenas del tiempo.
En la presencia del Señor lo más sobresaliente es la naturaleza santa de Dios y nuestro propio pecado.
Nos humillamos y con reverencia le adoramos.