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Introducción:

Mi tema trata sobre la crónica contemporánea los temas que tocare


más a fondo será la crónica y la coronista lo cual mi objetivo es hacer
saber para que nos sirve esas dos temas y para que nos sirve en el
lenguaje y dar el por qué escogí esos dos temas.

Resumen:
Las crónicas esta corrompido el vocablo de crónica, annales sive
La historia que trata de la vida de algún rey o vidas de reyes,
dispuesta por sus años, y discurso de tiempo y así tomo el nombre de
la palabra griega chronos, tempus, y de allí chronica y, corruptamente,
crónica. Los reyes y príncipes devén leer o escuchar las crónicas
donde están las hazañas de sus pasados, y lo que devén imitar o huir
Coronista el escribe historias o annales de las vidas y hazañas de los
reyes. En latín se dice al que comenta o refiere en acta cosas de
príncipes.
Estas son, seguramente, las primeras definiciones específicas de
crónicas y decronistas que pueden hallarse en lengua española. Están
registradas por el licenciado Sebastián de Covarrubias Orozco,
capellán de su majestad, maestrescuela y canónigo de la santa iglesia
de cuenca y consulto del santo oficio de la inquisición, en su tesoro de
la lengua castellana o española, publicado en Madrid, en 1611. Al
respecto, es posible hacer ciertas observaciones. En primer lugar, el
sentido de rigor histórico, inclusive cronológico (y aquí reaparece el
sustrato semántico del vocablo) de la crónica. Luego, su referencia a
cuestiones de elevada condición y trascendencia, al ser asunto de
cabezas de reinos y principados. Por otra parte, la importancia de
estas recopilaciones, ya que servirían de ejemplo a seguir, o evitar la
parte de los máximos señores de la corte.
Justificación:
Por qué escogí los temas de crónicas y coronista porque me
parecieron los más importantes de mi tema que es la crónica
contemporánea y quiero dar a conocer más sobre las crónicas y
coronista y por qué al ver e investigar más sobre esos temas y me
pareció las partes más principales del tema.
Objetivo:
Mi propósito es hacer conocer más sobre estos dos temas muy
importantes y dar a conocer más a mis compañeros de curso y mi
meta es que puedan entender y de que les sirva de algo en la vida y
que puedan saber más sobre las crónicas y las coronistas.
Marco teórico:
Un consejo de Dumas. —Mis esperanzas. —Horizontes de color de rosa. —
Los niños curiosos. —El festín de los reyes. —Otro banquete. —Registro
íntimo. —El sistema nervioso del mundo. —Luz y sombra. —Un padre y un
hijo.

Un personaje de una novela de Dumas, dando una lección de lo que podríamos


llamar arte de vivir a un joven pretendiente:

—Nunca trates negocios con banqueros, le dice, ni pidas empleos a ministros


en los momentos que precedan a las horas de sus almuerzos y comidas. El
hombre, minutos antes de comer, cuando el estómago le lleva hacia el
comedor y los asuntos le detienen en el escritorio, es un ser intratable, casi una
fiera. Después ya es otra cosa: el hombre que ha almorzado bien, es capaz de
prestar un doro a un desconocido y de dar un abrazo a su mayor enemigo.

Así se expresa Dumas por medio de uno de sus personajes, y preciso es


confesar que en las palabras que he transcrito se encierra toda la filosofía
humana.

La cita y la observación que acabo de apuntar son motivos de júbilo para mí;
porque inaugurando mis crónicas en la época del año en que la humanidad
consagra todas sus atenciones y desvelos al rey estómago, estoy seguro de que
hallarán al lector bien almorzado y opíparamente comido, o lo que es lo
mismo, lograrán sin trabajo su benevolencia.

Y qué fortuna para mí la de hallar donde quiera que dirijo la vista espléndidos
banquetes, regalos que se cruzan, estómagos agradecidos, rostros risueños,
horizontes de color de rosa.

Preguntándome yo por qué Nerón sería tan salvaje, he estudiado la historia


íntima de su detestable personalidad y he descubierto a fuerza de
investigaciones culinario-arqueológicas que padecía del estómago.

Tenemos, pues, que un excelente apetito satisfecho, cambia la faz de los


pueblos.

No hay que decirme que la demagogia conspira contra el absolutismo, que el


socialismo conspira contra la propiedad, que la ambición de elevarse rebaja a
los hombres, que el egoísmo es el Dios de la sociedad moderna, que la mujer
imita á Eva siempre que puede, que abundan los Adanes, que el abismo del
crédito es tan hondo que de un momento á otro va á hacer un agujero en el
mundo; no hay que hablarme de guerras, de miserias, de crímenes, todo es
mentira, Francia es feliz, Italia es dichosa, Rusia se deleita ante las imágenes
que el kirs evoca durante su sueño, Prusia echa una cana al aire, la Turquía
adora al virrey de Egipto y el virrey adora á la Turquía, Portugal baila, España
canta el córraselas, canción sublime que debe venir hasta nosotros de los
suevos y alanos, sobre todo de estos últimos; la América mira con coquetería
su hermoso rostro en las ondulantes aguas del Océano Pacifico; pero que más,
estoy seguro de que hasta en la Oceanía no se encuentra un hombre
desesperado ni una mujer caprichosa, ni un niño mimado, ni un político que
haga cuentas, ni un comerciante que haga política.

Todo es alegría, todo es felicidad, todo es gula, todo es estómago.

Qué momento tan oportuno si fuéramos curiosos usted y yo, amable lector,
para ver lo que hay debajo de esa rizada superficie, que con los rayos de un sol
puro y radiante, parece un mar de perlas y esmeraldas, de rubíes y brillantes.

Hay muchos padres que castigan a sus hijos ¡pobres pequeñuelos! cuando
después de haberlos perdido de vista, durante mucho tiempo, los hallan
destruyendo una caja de música, explorando las interioridades de un caballo
de cartón o examinando la complicada maquinaria de un reló.

De estos niños han salido los grandes hombres.

Buscad a un tonto, hablad con el autor de sus días y os dirá con la mayor
formalidad:

—Parece mentira que mi hijo sea idiota; a los cuatro y cinco años era el chico
más juicioso del barrio.

Estos juiciosos ni inventan el vapor, ni da a la palabra las alas de la


electricidad, ni rompen el Istmo de Suez, ni hacen el Fausto, ni escriben la
Sonámbula, ni pintan el Pasmo de Sicilia.

Pues bien, seamos curiosos, figurémonos que los horizontes tan sonrosados y
tan lindos que vemos son el caballo de cartón, el cilindro o la caja de música,
y en tanto que nuestros papás, los reyes, los políticos, los capitalistas, en una
palabra, las primeras figuras de la sociedad, se olvidan de todo en el comedor;
entremos en sus despachos, registremos sus papeles, y cuando su estómago
satisfecho cierre suavemente sus ojos y les brinde ese sueño que hace á los
árabes ver huríes, y á los holandeses quesos de bola, escudriñemos también su
alma.

No crea el lector que la tarea con que le brindo es pesada y molesta: yo la haré
breve y entretenida.

Si fuera posible reducir el asunto del cuadro que traza mi pluma y después
dividir el lienzo, nos entenderíamos más pronto: voy á intentarlo.

Figuraos por un momento que las naciones comen y que celebran las
Navidades con un espléndido festín.

Pasadles revista: aquel que se atusa el bigote es el cazar. Mirad con qué
dulzura ofrece una patita de perdiz á la Turquía. La Francia observa la fineza
con el rabo del ojo derecho y mientras celebra una gracia del rey de Prusia,
estrecha la mano á España por debajo de la mesa, hace una seña con el pie á
Portugal, guiña el ojo que le queda libre á Roma, roza suavemente con el codo
á la Italia como diciéndole: Sigue adelante y cuenta conmigo para todo, y es,
por decirlo así, quien anima el banquete. Bélgica come y calla, Inglaterra
observa las debilidades de los comensales' para explotarlas, Austria que tiene
niñas, la Hungría, la Croacia, etc., etc., al mismo tiempo que elogia el ingenio
de la Francia, y la majestad de Roma guarda al descuido dulces para contentar
á sus pequeñuelas. Los Estados-Unidos reflexionan... tantas testas coronadas
le dan envidia y como emprende los negocios en grande escala, piensa que
dando una corona á cada uno de sus Estados, podría fundirlas todas en una y
ponerla á un imperio..

La Suecia y la Noruega repiten y aplauden lo que dicen la Rusia y el Austria


unas veces, las baladronadas de la Prusia otras. El niño mimado de la reunión
es el Egipto.

El mas perfecto acuerdo reina entre todos, una idea les une, un interés los
enlaza, se creen dueños de sus pueblos, y no saben que el salón de su festín
está sobre un volcán.

Debajo de ellos se celebra, en efecto, otro banquete.

La estancia es mas modesta, cualquiera al verla diría que era una cueva, un
antro.
Los comensales tienen todos ojos saltones, barba larga, traje descuidado.

Aquel viejo achacoso es Mazón, el que está en frente de él Kossut, el que


parece un maestro de escuela es Rochefort, aquel tan grueso y tan colorado es
Raspaill, el célebre propagandista de drogas y de ideas socialistas, los que los
acompañan son Joarizli, Paul y Angulo.

Ya podéis figuraros lo que quieren el absolutismo de abajo, el socialismo para


dar libertad á los pueblos y hacer felices á los pobres.

También ellos, según la frase poética, comen el pan amargo de la emigración;


pero este pan no alegra su estómago.

Todos ellos han tenido familia y la tienen, todos ellos han amado, todos ellos
han comprendido el bien; pero á fuerza de odiar á los reyes, de perseguir á los
ricos, se han formado un carácter tétrico.

Tienen algo de Hamlet, no se concibe que vistan levita y beban en copa de


cristal petit-fíordcaux; la imaginación se los figura con tonelete, bebiendo
sangre en cráneos rodeados de hierro.

He aquí los dos atletas que combaten: lie aquí los elementos que destruyen la
paz y el progreso.

Los del festín de arriba quieren monopolizar el poder y tienen ejércitos


permanentes que arruinan á los pueblos; los del festin de abajo quieren anulará
aquellos y tener á las masas desesperadas en continua agitación.

Unos y otros explotan la religión, las debilidades, las virtudes de sus vasallos.

Unos y otros comen para que ayunen los verdaderos hombres del siglo XIX,
los que lo piden todo al trabajo, los que promueven el desarrollo de la
industria, los que concurren á la civilización.

Tal es la situación en que hallo el mundo al comenzar estas revistas que han
de ser el reflejo de la sociedad contemporánea.

En Francia, en Alemania, en Inglaterra, en todas partes el soberano no cede; el


socialismo bajo una ú otra forma no cede tampoco.
Las complicaciones son la máscara de los deseos desordenados; ninguno de
los vecinos de esa gran casa que se llama Monarquía Universal, se contenta
con administrar sus bienes, educar y divertir á sus hijos, trabajar para hacerlos
dichosos y mantener el orden y la libertad.

No señor: el del cuarto principal, quiere el jardín del inquilino del cuarto bajo,
el del segundo, desea echar á los del tercero porque arman ruido al entrar y al
salir, y mientras riñen, ó andan con cuentos, ó piensan (retas que jugarse, los
días pasan, el dinero se gasta, hay que irá casa del prestamista, cuando cuidan
del interior, el exterior les tiende un lazo, cuando se ocupan del vecino, los de
casa se sublevan y nadie mira por el hogar y todos están de un humor de los
diablos.

No hay más que ver los parles telegráficos: ellos son la síntesis del
movimiento: los hilos eléctricos que atraviesan el mundo en distintas
direcciones son el sistema nervioso de un cuerpo gigantesco.

El efecto que produce esto aparato es lamentable: todo el inundo dirá que
parte de un cerebro enfermo.

Oid lo que dice la electricidad:—El emperador de los franceses se


liberaliza.—Los socialistas de Francia se agitan con éxito.—Napoleón tira de
las riendas: las clases conservadoras se van con él.—El clero católico,
presidido por su Jefe Supremo, va á examinar las ideas del siglo XIX.—El
padre Jacinto predica la libertad y el progreso con todas sus consecuencias.—
Los obispos franceses protestan contra la infalibilidad del Papa.—Italia no
halla ministros.—En Nápoles se reúnen los ateos y los libre-pensadores para
dar dirección al movimiento intelectual del siglo.—La autoridad disuelve en
Nápoles á los que quieren dar dirección al mundo, en vista de que ni ellos
mismos logran dirigirse.—La Rusia desarma.—La Prusia se arma hasta las
cejas.—Francia propone el desarme-universal.—Portugal anda revuelto. —
Una blanca mano ha puesto colorada una mejilla regia, etc., etc.

Todas estas lacónicas noticias y otras muchas por el estilo que á cada paso
comunica el telégrafo serian bastantes para poner en evidencia la locura del
mundo civilizado; pero de cuando en cuando aparece un rayo de luz.

El triunfo de Lesseps, la supremacía del genio sobre las testas coronadas; esa
gloria y ese espectáculo que nos ha dado Egipto bastan para creer que en
cuanto cese la liebre política y dejen oír su voz el talento y el trabajo, los
nervios servirán para algo más que para darnos ataques de ídem.
La filosofía conduce siempre á tristes reflexiones, sin duda por un castigo á la
curiosidad que ha creado esta ciencia y la sostiene.

Empecé mi crónica con la alegría del que solo ve en torno suyo fiestas y
banquetes, y por curioso la acabaría apesadumbrado si el espectáculo que
ofrece España no sirviera desgraciadamente de asunto de sainete.

Yo me propongo reunir en mis revistas sucesivas todos los sucesos mas


notables de la comedia humana, y darlos á los lectores aderezados y
compuestos. Pero como es natural los asuntos de España tendrán la
preferencia.

Están equivocados los que creen que en España no pasan cosas tan pintorescas
y entretenidas como las que recogen en las demás naciones los cronistas de
París.

Aquí sucede lo inverosímil, lo absurdo y sucede de una manera natural y


sencilla.

Figúrese V. lector que es V. un extranjero; que lee los periódicos de España en


Bruselas ó Leipzig ó en cualquier parle; figúrese V. que es V. inglés ó
excéntrico que da lo mismo y que se dice V.:

—Pues señor, ir á España es proporcionarse el espectáculo de una mesa


revuelta, de una madeja enredada: allí va á pasar algo grave, tengo spleen voy
á asistir á la catástrofe.

Leyendo los periódicos ó es uno ciego ó vé la catástrofe: las premisas son


fatales: hemos votado la monarquía y vivimos en república; hemos tronado
contra lo que se llamaba polaquismo y la hermosa bandera de España con
honra se pone colorada muchas veces al dia; decimos que la hacienda se
muere y llevamos nuestra generosidad hasta el despilfarro; por último,
amenazan al gobierno la república, el socialismo, la guerra civil, se levantan
pendones por D. Carlos, por el Príncipe Alfonso, por Espartero, por el Duque
de Montpensíer, por D. Fernando de Portugal, por el Duque de Aosta; es
decir, estamos en el caos, y cuando las tinieblas nos asustan, sale un rayo de
sol, el Regente del Reino y el Presidente del Consejo se van á cazar, el
Ministro de Gracia y Justicia hace un viaje de recreo y tuttí contenti.

Contando en verso un historiador, la historia de nuestro país, ha dicho:


Libre España feliz é independiente
Se abrió al cartaginés incautamente.

Desde que pasó esto, sigue España siendo incauta y la raza de los cartagineses
no se ha estinguido; pero, ¡oh felicidad! en medio del mayor peligro, la cosa
más insignificante nos hace dichosos.

— ¡Estamos peor que antes! exclama un honrado vendedor de paños de la


Plaza Mayor, después de pagar un plazo de la crecida contribución que le
impone el gobierno; pero á renglón seguido oye decir á un vecino:

— ¿Sabe usted que un alcalde ha impuesto una multa al Regente por haber
cazado?...

— ¿De veras?

—Sí señor.

—Pues amigo, si es cierto, nos hemos salvado; eso demuestra que la ley está
por cima de los hombres.

Tememos al pueblo español porque no está educado; pedimos contra él la


tiranía; creemos que lo que nos hace falta es un Calígula ó un Chaperón, y el
pueblo nos desarma con el ejemplo de alguno de sus hijos.

Noches pasadas infringió el bando de limpieza un caballero: el alguacil le


pidió la multa...

—No tengo aquí dinero, dijo el culpable; tenga usted la bondad de venir á mi
casa y le daré un escudo.

—No señor; la multa ó al Saladero.

Dos voces de dos hijos del pueblo resonaron entonces: un pobre diablo salió á
la defensa del caballero, amenazando al alguacil déspota; otro mas pobre aun
se acercó al caballero.

—Tenga usted medio duro, y pague á ese salvaje, le dijo.

El caballero aceptó la oferta, tomó las señas de su bienhechor, y al día


siguiente le devolvió con creces el préstamo, pero supo que el generoso
prestamista se había privado de cenar y comer por sacarle del apuro.
Quién oye esto que no exclame:

—Aún hay esperanza: el pueblo tiene buenas disposiciones; los que le guían
son los que le pervierten.

Cuando en el extranjero suponen los emigrados voluntarios que aquí nos


devoramos, se celebran saraos brillantísimos en el palacio de la duquesa de
Montijo, en casa de la señora de Requena, y la joven aristocracia española no
piensa mas que en los velocípedos y los patines.

En el espacio de veinte y cuatro horas, cosen a puñaladas a un empresario de


Teatros, roban a un diputado y a un platero, hieren a un ministro, y al mismo
tiempo acuerdan unos cuantos jóvenes reunir una crecida cantidad para
proporcionarse el placer de dar varias Noche-buenas a muchas familias que
pensaban pasarlas malas.

El cancán domina en el Teatro, y el Paraninfo de la Universidad se llena los


domingos de un público escogido, que acude a oír sabrosas conferencias de
nuestros más ilustres literatos.

Nos oprime un gobierno, y nos sublevamos; se va a divertir y nos deja poco


menos que solos, y nos estamos quietos como niños bien criados.

Todo esto prueba, que aquí lo que necesitamos es un crisol para quitar la
escoria del oro, y un organizador que utilice los buenos elementos.

Mientras este ser, desconocido todavía, llega y ejerce su saludable influencia,


voy í terminar refiriendo una escena que me ha contado un testigo ocular.

Un niño lloraba amargamente hace pocas noches en medio de la calle; varias


personas le rodearon compadecidas:

— ¿Qué tienes, hijo mío? le preguntaron, ¿por qué lloras?

—Porque mi padre me ha pegado.

— ¿Y por qué? vida mía...

—Toma, porque no le he sacado el pañuelo del bolsillo sin sentirlo, y dice que
nunca voy a saber ganarme la vida. Otra noticia y concluyo:

Se anuncia para el día de Año Nuevo la aparición del Huracán... un periódico.


Conclusión:
Pues mi conclusión es que mi tema es muy interesando para el
aprendizaje del ser humano lo cual me enseño que es necesario saber
sobre crónica y coronista y fue muy hermoso investigar más sobre
esos dos temas y daré a conocer a mis compañeros de curso.
Anexos:

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