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Universidad Internacional Rhema Corp.

Registro 55667 - Estado Libre Asociado de Puerto Rico


Consejo Apostólico Rhema Internacional (CARI) Inc.

Asociado en Artes en Teología Bíblica

Materia: HERMENEUTICA

Nombre del alumno________________________________________

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HERMENÉUTICA
Por Ruby Zapata de Villarreal
OBJETIVO
Presentar las reglas básicas para una correcta interpretación de la Biblia, entendiendo el contenido dentro de su
contexto real, tomando en cuenta su época, lenguaje, cultura y trascendencia. Se considerarán los diferentes
sistemas de interpretación, destacando el método gramático-histórico-normal, el cual es el método más correcto
tanto lingüística como teológicamente.
Se procurará que el alumno:
• Se concientice sobre la gran importancia que tiene el hecho de interpretar la Biblia correctamente.
• Advierta los peligros de interpretar erróneamente.
• Aprenda a manejar correctamente los principios hermenéuticos.
• Conozca los métodos de interpretación que existen.
• Valore el método gramático-histórico-normal.
• Comience a aplicar naturalmente los principios hermenéuticos a su estudio de la Biblia.
• Comparta lo aprendido con otros cristianos interesados en escudriñar la Biblia.

NOCIONES GENERALES
El término hermenéutica proviene del verbo griego “ermeneu” (hermeneu, transliterado al español), que
significa “explicar, traducir e interpretar”. El Pequeño Espasa lo define como: “El arte de interpretar textos para
fijar su verdadero sentido, y especialmente el de interpretar los textos sagrados.”
Su raíz es “erme”, relacionándolo con el nombre del mitológico heraldo griego, Hermes, portavoz de los dioses.
A Hermes se le considera como el autor más antiguo de los principios de la comunicación.
El sinónimo de la hermenéutica es la exégesis “ecegesiz”, que significa “explicar, exponer, interpretar y dar a
conocer” y proviene del verbo “ecegomai”. El pasaje clave de la Biblia que nos ilustra este término es Juan
1:18: “A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.”
Jesús es la interpretación del Padre.

Albores de la hermenéutica
La primera interpretación bíblica que se registra formalmente se remonta a la época y al personaje de Esdras (su
historia se halla en los libros de Esdras y Nehemías, en la Biblia). Antes de esto, sólo se leían textualmente los
escritos, aunque era responsabilidad de los padres que sus hijos estuvieran versados en las cosas de Dios (Dt
6:4-7). Nehemías 8:1-8 narra la ocasión en que Esdras y los levitas “hacían entender al pueblo la ley; y el
pueblo estaba atento en su lugar. Y leían en el libro de la ley de Dios claramente, y ponían el sentido, de modo
que entendiesen la lectura” (v. 7 y 8).
Este es un suceso histórico, pues el pueblo que fue llevado a la cautividad había regresado a su heredad y estaba
escuchando por primera vez las Escrituras. Ellos no habían nacido en Israel, no estaban familiarizados con las
costumbres y usanzas de sus antepasados, por lo que era necesario no sólo leerles, sino ubicarlos en el contexto
de lo que la Ley y los Profetas decían <nota 1>. Los libros de Esdras, Nehemías y Ester son los últimos del
canon cronológicamente hablando, por lo que todo lo demás sucedió en el pasado relativamente remoto del
pueblo. Requerían de una explicación que les hiciera ver cómo se relacionaba la Palabra de Dios con ellos.
Prolegómeno
Hallándose escritos los libros de la Biblia en lenguas extranjeras, siendo muy antiguas y perteneciendo a épocas
cuyos usos e ideas tanto se diferencian de las nuestras, se hace imperativa la exégesis bíblica, o sea, la
interpretación y explicación de las Sagradas Escrituras. Entonces, la función de la exégesis bíblica es:
(a) desentrañar y captar el significado de la Escritura,
(b) y declararlo y exponerlo,
(c) todo con juicio sano en cuanto a la verdad. Y entonces, el objeto de la exégesis bíblica es determinar y
dilucidar el significado preciso que los escritores sagrados quisieron dar.
Por tanto, la exégesis correcta considera y requiere la contribución de todas las disciplinas de la investigación
bíblica:
(1) la crítica del texto, para fijar la redacción precisa del pasaje que se va a interpretar;
(2) la lexicografía, para asegurar la traducción exacta de las palabras empleadas;
(3) la gramática hebrea y caldea, o la gramática del griego helenista, para determinar la mutua relación de esas
palabras; y
(4) la crítica histórica, para establecer el marco histórico del pasaje, lo cual demanda toda la ayuda posible que
pueda prestarle la arqueología, la geografía histórica y la historia, la literatura, las artes, las ciencias, la filosofía
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y la teología contemporáneas. Por ende, la exégesis íntegra supone y exige de quien la practica, no sólo vastos y
profundos conocimientos históricos, sino también fina y sana sensibilidad religiosa y literaria.
Sin embargo, se puede alcanzar la competencia por los estudiosos capaces y sinceros que estén adecuadamente
instruidos en los campos contribuidores. La pregunta única a hacerse es: ¿Cómo esperaba el escritor que los
lectores originales entendieran sus palabras? La respuesta más sencilla es por consiguiente normalmente la
mejor. La utilidad de una interpretación para los modernos propósitos doctrinales, éticos y devocionales no debe
influir en el exegeta, que debe ocuparse solamente con lo que las palabras querían decir cuando se escribieron, y
no con lo que desearíamos que comunicaran hoy en día.

REQUISITOS DEL INTÉRPRETE


Un intérprete confiable de la Biblia debe llenar ciertos requisitos:
• Necesita tener vida espiritual. Está tratando con un libro espiritual, que tiene un origen divino, y si el
intérprete no está en el mismo plano, está trabajando fuera de contexto. 1 Co 2:11-16 nos aclara que las cosas de
Dios solamente se pueden discernir cuando uno está espiritualmente identificado con ellas. Alguien que no es
un cristiano difícilmente entenderá la Biblia.
• Debe tener una vida de oración. Para poder comprender claramente lo que Dios está diciendo debe prepararse
en oración antes de adentrarse en el material. Además, debe tener una relación personal con Dios y una
comunicación abierta y constante con Él como parte rutinaria de su vida.
• Necesita tener humildad. Donde hay soberbia no puede obrar el Espíritu Santo, Quien es nuestro maestro. Sin
Él, lo más probable es que la interpretación será torcida.
• Debe tener responsabilidad objetiva. Debe guardarse las opiniones personales y remitirse a transmitir no lo
que él piensa, sino lo que ES.
• Debe aplicar las reglas de interpretación. No debe pasar por alto las normas y principios. Suelen darse dos
extremos: uno, que el intérprete espiritualice todo porque él se considera espiritual—esto impide un estudio
profundo; dos, que sea fariseo, es decir, que se apegue sólo a la letra fría. El intérprete debe mantener un
equilibrio entre lo espiritual y lo intelectual.
• Debe ser amante de la verdad. La Palabra de Dios contiene cosas que pueden resultar difíciles de abrazar en la
vida propia, pero uno debe apegarse a la verdad contenida en las Escrituras aunque ésta duela. Es requisito
indispensable ser fiel a lo que Dios realmente está diciendo y no alterarlo para los propios fines.
• Debe ser paciente en el estudio. Escudriñar las Escrituras lleva tiempo, y debe ser un proceso propio y llevado
a cabo de forma directa, acudiendo a la Biblia misma, pues no es bueno estarse alimentando de algo que otro ya
digirió. Las ayudas (diccionarios, manuales, comentarios, etc.) son buenas para ampliar, pero no como fuente
primaria del contenido. Se requiere de preparación, pues de otra manera no se podrá expandir más allá de lo que
dice algún manual. Debe haber una actitud de paciencia y una disposición para adentrarse en el material bíblico.
Con la guía del Espíritu Santo y orando, uno puede pasar hora tras hora en el estudio concienzudo de la Palabra
de Dios.
• Debe tener una actitud de compromiso. Debe proceder con la disposición de ser afectado por la Palabra, que
es un libro vivo que repercute sobre la vida interna y externa. Debe permitir e incluso procurar que lo que
estudie sea relevante primero que nada para él mismo.
• Debe tener un espíritu de mediador. Es un puente entre el escritor original y los destinatarios actuales que van
a recibir el mensaje. En cierto sentido, es como un profeta, que está en la presencia de Dios en estudio y lleva al
pueblo aquello que Dios ha hablado.

ORIGEN Y NATURALEZA DE LA BIBLIA


Al trabajar con la Biblia, debemos comprender que se trata de un libro especial, que tiene origen divino, cuyas
páginas y letras contienen vida porque provienen de la inspiración divina.
Como seres finitos, no podemos conocer al Infinito fuera de la revelación que nos ha dado a través de Su
Palabra. Él se hizo finito para facilitar una relación con nosotros e igualmente usó la letra para comunicarse con
nosotros, desde la escritura del Decálogo en las tablas de piedra (Ex 31.18). La Biblia recoge por escrito todo
aquello que es la Palabra de Dios, lo que Él ha querido darnos a conocer sobre Sí mismo y sobre nosotros
también. Su Revelación nos habla de una manera lógica y comprensible.
Dios nos ha proporcionado testimonio directo de parte suya (1 Jn 5:9-12). Fue Dios quien a través de Su
Espíritu inspiró las Escrituras (2 Ti 3:16; 2 P 1:21). Su origen es divino, y su naturaleza por ende también es
divina. Dios reveló, Dios inspiró.
La Biblia no es un libro sencillo, a menos que tengamos al Espíritu Santo que nos habilita para interpretarla y
entenderla. Pedro mismo, que caminó al lado de Cristo, menciona que en ocasiones se batalla para entender
todo lo que Pablo escribió (2P 3:16). Si ese gran hombre opinaba así, cuánto más nosotros. Muchas cosas las
podemos entender sin problema alguno, pero otras requerirán de esfuerzo y dedicación. Algunas otras serán
imposibles de dilucidar (Dt 29:29). Donde Dios ha puesto oscuridad por servir a Sus propósitos, no tratemos de

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pasarnos de listos declarando claridad. Algunas cosas pertenecen a Dios únicamente y no está en nosotros
entender a cabalidad todo. Dios revela de acuerdo a Su voluntad.
Un intérprete nunca debe apartarse por el camino de su propia sabiduría, haciendo a un lado la sana doctrina, y
tampoco debe esclavizarse a la teología predominante. No podemos acceder a todo el pensamiento de Dios—el
propósito de la hermenéutica no es rebuscar hasta forzar claridad a las partes que Dios ha determinado que
permanezcan como un misterio, sino dejar bien comprensible el resto.
Uno de los puntos que presentan este tipo de duda es la pregunta: ¿cuándo será la segunda venida del Señor
Jesús? Hay varias posiciones teológicas al respecto, pero lo cierto es que la Biblia no lo declara abiertamente,
porque así lo determinó Dios. Él no quería que supiéramos con exactitud cuándo, sólo que sí ha de suceder. En
este tipo de casos es mejor no dogmatizar, sino mantener una actitud abierta hacia las otras posiciones, aun
cuando no concuerden con la propia. Dios probablemente dejó este asunto abierto porque diferentes personas
necesitan distintas perspectivas.
Haremos bien en recordar las palabras de Moody: “Donde la Biblia habla, yo hablo. Donde la Biblia calla, yo
callo” Esta es sabiduría a la hora de hacer una exégesis.

PUNTOS IMPORTANTES A DISCUSIÓN


Lo permanente y lo temporal en las Escrituras
Muchas partes de la Biblia se podrían clasificar como temporales, es decir, sus instrucciones fueron para una
época específica únicamente, para un momento determinado y no tienen vigencia actual. Como un ejemplo de
ellas encontramos los sacrificios de animales, que ya no aplican literalmente, aunque contienen un principio
importante y establecen un marco de referencia.
En ocasiones se le ha tratado se asignar permanencia a cosas temporales, como la esclavitud (en los Estados
Unidos, en la época antes de la guerra civil y todavía después, muchos cristianos creían que bíblicamente era
correcto poseer esclavos, incluso que de hecho, Dios esperaba que los tuvieran.). No porque la Biblia contenga
instrucciones sobre esclavos significa que estuviera condonando la práctica permanente y universalmente.
Los Diez Mandamientos tienen carácter permanente, son principios éticos aplicables siempre, sin embargo la
mayor parte de Levítico ya no tiene vigencia.
En el encuentro entre Jesús y el joven rico, la instrucción “Ve y vende todo lo que tienes” no es permanente. De
allí se desprende el principio de renunciar a uno mismo y lo que se interponga entre uno y Dios, pero no es
literal que uno se deshaga de sus pertenencias o que esa sea la única manera de agradar a Dios. Igualmente
sucede con la amonestación a las mujeres de que no trajeran peinados ostentosos, alhajas ni vestidos costosos.
Los intérpretes que desconocen estos principios tienden a enseñar mal.
Lo esencial y lo secundario
La Biblia misma hace diferencia entre las cosas que son realmente importantes y aquellas que son
intrascendentes, y haremos bien en no insistir en adjudicarle demasiado valor a puntos secundarios, ni descartar
a la ligera cuestiones de primera importancia.
Puntos claros y puntos oscuros
Hay cosas muy claras, diáfanas, que hasta el más novel de los lectores podrá entender sin dificultad, pero hay
otras mucho más complicadas que serán entendidas solamente tras un minucioso examen.
Estas consideraciones fundamentales deben ser tomadas en cuenta por todo hermeneuta que desee realizar un
buen trabajo.

HERMENÉUTICA EVANGÉLICA CONSERVADORA


El propósito
Descubrir el significado de lo que el escritor original deseaba comunicar a los destinatarios primitivos;
interpretar lo que el autor quiso trasmitir en el texto original.
Postulados
Para lograr este propósito, la hermenéutica evangélica conservadora ha establecido unos postulados, es decir,
principios inherentemente verdaderos. Lo que se da por sentado es que:
• Dios existe.
• Dios fue el que determinó darse a conocer y comunicarse con nosotros usando lenguaje humano.
• El lenguaje es un medio confiable y eficaz de comunicación.
• Dios habla por medio de la Biblia, es decir, la Biblia es la Palabra de Dios. Nuestra regla de fe y conducta es
la Biblia.
• El canon bíblico ha sido fielmente preservado: nuestra Biblia no es falsa ni le falta nada.
• Las Escrituras son eminentemente cristológicas—nos hablan principalmente de Cristo desde el Antiguo
Testamento.
• En la Biblia, Dios habla por medio de escritores humanos. (2 P 1:21).
• La iluminación del Espíritu Santo es indispensable para la interpretación de las Escrituras.

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• El testimonio de la Iglesia es valioso para la interpretación de la Biblia, aunque nunca estará por encima del
texto.
• Deben interpretarse las experiencias personales a la luz de las Escrituras, y no las Escrituras a la luz de las
experiencias personales.
• La Biblia tiene un propósito espiritual y ético. (2 Ti 3:17; Jn 7:17 y 20:31).
• La revelación de las Escrituras es progresiva. Lo que no queda muy claro al principio (Génesis, por ejemplo),
se va aclarando conforme más adelante hay más revelación. Dios fue dando información más comprensible
progresivamente. Igualmente, al ir teniendo el intérprete un conocimiento mayor, entenderá cada vez más.
Un intérprete de las Escrituras debe ir con estas verdades, que le evitarán caer fácilmente en errores.

PRINCIPIOS DE INTERPRETACIÓN
• La interpretación histórica
Se investiga el fondo histórico del pasaje, respecto a su escritor (su carácter, su cultura, su ambiente social, su
vida espiritual—todo lo que tiene qué ver con el autor original). Igualmente, respecto a los destinatarios
originales. A esto hay que agregarle la fecha, la ocasión, el propósito del escrito, los usos y costumbres del
pueblo del autor, del de los destinatarios y de los pueblos circunvecinos. También se tiene que tomar en cuenta
la situación social, económica, política y religiosa que se estaba viviendo en ese momento.
• La interpretación gramatical.
Tiene que ver con varias cosas:
• La interpretación literal de acuerdo a las reglas normales del lenguaje, de la gramática, y del contexto. Se le
va a dar el sentido que tiene el texto.
• La interpretación de las palabras según su uso corriente.
• La interpretación de las palabras según su relación con la oración y el contexto inmediato.
• La interpretación reconociendo que las Escrituras son su propio intérprete. Hay diversidad, pero a la vez hay
unidad. No se contraponen sus partes. Una doctrina no está aislada, debe tener fundamento en otras porciones.
Algo que no está claro en un lugar pude ser esclarecido en otro.
• La interpretación teológica.
El teólogo debe de comprender la Biblia en una forma gramatical y sintáctica antes de comprenderla
teológicamente. Cuando el teólogo encuentra dos doctrinas que aparentemente se contradicen, él debe aceptar
ambas como bíblicas, confiando en que un día se resolverá el conflicto. Normalmente, a través del estudio y el
tiempo, quedará clara la relación entre ellas. Usualmente, si se halla un problema de este tipo, radica en el
intérprete y no en el texto. Debemos recordar que cada porción que estudiemos en realidad es eso, un fragmento
de un todo, y debemos estudiar el resto para resolver las dudas y presuntas inconsistencias.

EL PROCESO DE INTERPRETACIÓN
El primer paso en el proceso es asegurarse de poseer la mejor o las mejores versiones de la Biblia, aquellas que
toman en cuenta los manuscritos antiguos. La Reina Valera Revisión 1960 es excelente; la Biblia de las América
es un poco más amplia. En inglés la King James Versión es de las más fieles. Es bueno, para un estudioso serio,
contar con al menos cinco diferentes versiones, incluyendo la mejor que ha producido la Iglesia Católica, que es
la de Jerusalén. La Nácar-Colunga y la Torres-Amat (católicas) no son tan apegadas a los originales, pues son
traducciones del latín, y no directas. Es conveniente incluir una paráfrasis, como la Dios Habla Hoy. Sin
embargo, si sólo se puede adquirir una Biblia, sugerimos la Reina Valera Revisión 60.
Si uno maneja el griego y hebreo, es recomendable contar con textos en estos idiomas y realizar una exégesis
con el idioma original. Ayuda, obviamente, tener una concordancia griega. Esto contribuye a tener una crítica
textual, pues por ejemplo, el griego es un idioma muy exacto mientras que el español tiende a ser más ambiguo.
El segundo paso es acercarse al texto con humildad y un espíritu de oración. Una actitud de devoción y un
genuino deseo de saber más de Dios son indispensables.
Si uno va a hacer un estudio de la Biblia con un espíritu sabiondo y soberbio, el Espíritu Santo no va a poder
enseñarnos nada nuevo. El Señor nos va a facultar para captar si nuestra actitud es correcta, sin importar cuántas
veces antes hayamos leído el pasaje. Reconozcamos que lo que vamos a leer es palabra viva, y dependamos de
la iluminación del Espíritu y no sólo de nuestra capacidad de raciocinio. El Espíritu puede traer una inusitada
lucidez sin que la adquiramos por medio de nuestros sentidos. Estamos tratando con algo divino, vivo, que nos
conducirá a la profundización de nuestra relación con Dios.
El tercer paso es tener un propósito definido. Es acercarnos al material esperando obtener algo de provecho de
nuestro encuentro con la Palabra. Debemos pedirle al Señor que nos muestre lo que Él quiere enseñarnos, y
dedicarle el tiempo suficiente para poder recibir aquello que Dios nos quiere decir.
El cuarto paso es tener a la mano las herramientas necesarias. Todo oficio requiere de herramientas adecuadas
para desempeñarlo bien. El teólogo debe contar con el Espíritu Santo y la Biblia; pero también los léxicos que
ayudan a determinar el significado de determinada palabra. Claro que esto conlleva conocer de gramática, para

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no cometer errores básicos en español. Debemos expresarnos correctamente, aprender bien el español para
poder transmitir acertadamente lo que queremos decir. El diccionario bíblico también ayuda; y es bueno tener
dos, pues se complementan. El diccionario de vocabulario teológico comprende palabras que no necesariamente
aparecen en el bíblico, y también sirve para determinar las figuras de lenguaje. Hay otros diccionarios mucho
más especializados, como el de tipos y símbolos, usos y costumbres, entre otros. Unos cinco diccionarios es un
buen número, y afortunadamente ya hay mucho material en español, además de lo que se encuentra disponible
por medio de Internet y discos compactos. También sirven los comentarios bíblicos, aunque son alimento
previamente digerido. Deben ser comentarios profundos, analíticos y exegéticos los que se usen. Estos ilustran
mucho. Sin embargo, los comentarios deben usarse hasta el final, más bien como una confirmación de que
nuestra exégesis fue acertada, pues de otra manera influye la visión del hermeneuta y eso no es recomendable.
El quinto paso es entrar en el estudio histórico y cultural. Se estudia el contexto histórico del pasaje, y se llega
a comprender la cultura. Esto permite una apreciación de sutilezas que de otra manera pasarían inadvertidas.
El sexto paso es situar el pasaje dentro del marco total de las Escrituras. No debemos tomar un texto aislado y
hacer de él una doctrina. El contexto del texto es el resto del capítulo, el resto del libro, y el resto de la Biblia.
Como se recalca constantemente referente a la predicación, y mucho más a la interpretación: “Un texto fuera de
contexto es puro pretexto”, pues aislar versículos ha sido fuente de muchísimas falsas doctrinas y herejías.
La Biblia es su propio intérprete, debemos tomar en cuenta la totalidad de su revelación.
El séptimo paso es entrar en la exégesis del pasaje. Para esto hay cuatro acciones sencillas:
• Exégesis del léxico: ver el significado de cada palabra individual.
• Exégesis gramatical: ver la relación que guardan entre sí las palabras en la oración o en el texto, es decir, el
sentido de las palabras.
• Exégesis retórica: ver el uso de las palabras en el tiempo del escritor bíblico y las figuras retóricas que se
emplearon, advertir el estilo personal del escritor.
• Exégesis comparativa: ver los pasajes paralelos y relacionarlos, compararlos, o bien, complementarlos. Para
esto se usa la concordancia y se analizan los textos de referencia.
Cuando uno lleva a cabo el proceso correctamente, llega al punto donde se da cuenta de que podría escribir su
propio comentario. Normalmente no lo hacemos porque padecemos de pereza mental y nos falta disciplina,
orden y ser sistemáticos. Si nos aplicáramos con tantas ganas a la tarea de estudiar la Biblia como lo hacemos
con los pasatiempos o los deportes, otra sería nuestra vida espiritual y nuestra dependencia y comprensión de la
Palabra. La hermenéutica evangélica conservadora es la que los cristianos evangélicos han usado desde los
tiempos de los apóstoles.

MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN BÍBLICA


INTRODUCCIÓN
Toda ciencia tiene su propio método, determinado por su naturaleza peculiar. La teología es tanto una ciencia
como la filosofía. Su método y su objetivo difieren del de otro tipo de ciencias, como la biología o la química,
pero se dedican a estudiar el pensamiento humano o divino y la forma de abstraerlos. Su objeto material—que
en realidad es inmaterial—son los pensamientos.
Si una persona en alguna disciplina adopta un método falso, puede tomar el camino equivocado y nunca llegar a
su destino.
En el caso de la interpretación bíblica existen varios métodos, y debemos saber cuál es el acertado para llegar al
destino final.
• MÉTODO ESPECULATIVO O RACIONALISTA.
Se basa en meras suposiciones, y es un método peligroso, muy arriesgado. La especulación es la que asume, de
una manera a priori, ciertos principios (a priori quiere decir que se hace un juicio de algo sin tener fundamentos
o bases, sino fincado en nuestras propias suposiciones.) Basado en ellos procura determinar lo que es y lo que
debe ser.
Respecto a la Biblia, tratan de reconciliar la doctrina bíblica y la razón, pensando que éstas se contradicen—
cuando en realidad, no. Entonces hacen descansar la autoridad sobre la evidencia racional—el veredicto final lo
da la razón. Sin embargo, la razón con la que trabajan es meramente especulativa. El juez supremo para el
especulativo es la razón especulativa, no la racionalista. Pero la Biblia es un libro divino, que va más allá de la
razón, más nunca en su contra. La Biblia no especula, por eso sí contradice la razón especulativa. Empero,
nunca contradice a la razón razonable, entendible, o entendida, que es la que se basa en hechos comprobables.
Los escolásticos promulgaron este método: Anselmo, Santo Tomás de Aquino, y algunos filósofos.
• MÉTODO MÍSTICO O TEOLOGÍA DEL SENTIMIENTO
Se basa en los sentidos—en cierta manera es contrario al racionalista. No confía en la razón, sino en lo que
dictan los sentidos.
Hay varios tipos de pensamientos, y el primero y más elemental es el de la idea o concepto que se capta con los
sentidos.

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El juez supremo son los sentidos. Los sentidos son buenos, pero no pueden ser el fundamento de nuestra
interpretación de la Biblia.
TIPOS DE PENSAMIENTO
PRIMER TIPO
El estilo de ideas que se generan con este tipo de pensamiento son: “Dios no me habla, pues no siento nada”;
“Hoy sí me habló Jesús, pues lo sentí”.
En este método, todo depende de lo que se percibe y lo que no (que es totalmente subjetivo), así que se queda en
el primer tipo de pensamiento. Es la teología del sentimiento, en la cual todo se hace “porque me nace”, “porque
siento hacerlo”.
Los sentimientos son la regla de fe, y de acuerdo a ellos se interpreta todo lo demás.
• MÉTODO LITERALISTA O LETERISTA
Somete la interpretación al significado atribuido a la letra del texto. Lo que dice literalmente es lo más
importante. El intérprete de este método se ciega a todo lo demás y deja como juez a la letra fría del texto.
Normalmente conduce al legalismo—la pura letra como lenguaje lo es todo. Los fariseos rígidos veían de esta
manera la Escritura: como letra muerta, sin ver su esencia. De aquí se desprenden también el dogmatismo y el
tradicionalismo estrangulantes.
Es la letra sin escrito, la letra sin vida, la letra muerta. En el Nuevo Testamento se dio entre los fariseos y
todavía sigue empleándose.
• MÉTODO ALEGÓRICO
La alegoría es una ficción (imagen que uno mismo proyecta; creada por uno mismo) mediante la cual una cosa
representa o simboliza otra distinta.
Los intérpretes dicen que detrás del sentido literal hay otro más profundo, especial, espiritual, que en muchas
ocasiones es “mejor” que el que se lee a simple vista en la Biblia.
Filón y Aristóbulo emplearon mucho este método; la Escuela de Alejandría, con Clemente y Orígenes, lo
emplearon. Este método se ha usado mucho en la mayoría de las denominaciones.
Se obtiene todo un concepto que supuestamente está oculto detrás del texto. Muchas veces este significado
oculto nada tiene qué ver con el texto y se presta para que el intérprete diga lo que se le antoje respecto a él.
Los intérpretes ven toda una historia oculta detrás de cada suceso bíblico. Con Cantares se usa este método,
relacionándolo con la Iglesia, cuando Salomón escribe acerca de una mujer real, de amor real y situaciones
reales. Claro que se tiene que hacer todo tipo de malabarismos para que quede, especialmente cuando menciona
partes anatómicas específicas, como los pechos. En realidad, su aplicación es más en la relación marital.
Muchos pasajes que tienen connotaciones sexuales son tomados como alegorías, puesto que en la filosofía
griega todo el sexo era pecado y la Iglesia se quedó con esa idea, especialmente la católica, aunque varias
denominaciones cristianas también tienen esa noción. Por ello se aferran a la idea de la virginidad perpetua de
María, porque si llegó a tener relaciones con José, se convierte en una vil mujer pecadora.
Este método se ha usado ampliamente porque también permite al intérprete decir lo que él guste, y es un método
fácil: sólo se lee el texto y se da una interpretación al gusto. Por la pereza y la falta de investigación se prefiere
este método. Además, la ignorancia también lo ha promocionado, pues así la autoridad eclesiástica da una
interpretación y cualquier idea contraria (aunque esté basada en la realidad del mismo texto) se descarta como
herejía. De esta manera se alegorizan los hermanos de Jesús como sus primos o hermanos espirituales más no
carnales.
La alegoría, como una figura del lenguaje, no como método de interpretación, es correcta. Pero cuando la Biblia
la utiliza, la Biblia misma lo indica. No toda la Biblia es alegoría.
En Galatas 4:21-25 se presenta un a alegoría y se interpreta. Aquí el mismo texto está diciendo claramente de
qué se trata la alegoría. No necesita el intérprete estar buscando un sentido detrás del texto.
La Iglesia Católica usa este método para todo y con él se sacan todas sus doctrinas de la manga, pues es posible
apartarse tanto como se desee de lo que el texto dice a la hora de alegorizar. Como la idea del purgatorio, que es
sacada de donde dice que antes de ir a presentar tu ofrenda, te arregles con tu enemigo. El escritor estaba
hablando de un problema literal con tu prójimo, no de que arregles cuantas con Satanás para poder pasar
entonces al cielo.
Este método expresa: “Yo supongo que aquí quería decir...”; “Yo pienso que realmente se trata de...” No es el
método de interpretación que la Biblia enseña, y si uno lo usa, está fuera de lo correcto.
Se puede usar un texto para puntualizar algo, pero se debe decir que se está haciendo eso porque el texto no
habla de ello realmente, como una charla sobre el noviazgo basada en la historia de Isaac y Rebeca, aclarando
que en la costumbre hebrea no existía propiamente el noviazgo. Pero esto es ilustrar, no un uso del método
alegórico. Es bueno siempre aclarar cuando hacemos una suposición, o cuando nos imaginamos algo que no
está expresamente declarado en el texto.
• MÉTODO DOGMÁTICO

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Interpreta de acuerdo al dogma que ya existe, es decir, un conjunto de doctrinas que han sido establecidas por la
jerarquía de la iglesia (el Papa, los concilios, el magisterio eclesiástico).
Originalmente, las primeras divisiones en la Iglesia fueron provocadas por puntos de vista encontrados respecto
a los dogmas: por cuestiones teológicas más que litúrgicas.
No importa si la Biblia dice otra cosa, vale más lo que dice el dogma. Sale sobrando lo que Jesucristo diga, lo
que Dios diga, lo que los apóstoles digan.
El dogma decía que uno no podía ni siquiera leer la Biblia por sí mismo, sin la ayuda del magisterio de la
Iglesia. Si uno estaba fuera del dogma, era catalogado como un rebelde insumiso.
También los cristianos evangélicos tienen sus dogmas, pero la iglesia que más emplea este método es la
católica. Algunos cristianos evangélicos que proceden de esta iglesia tienden a querer seguir el método
dogmático.
Una práctica, una doctrina, se vuelve un dogma cuando se ha enseñado por largo tiempo y por tanto se convierte
en algo rígido e imposible de escapar, cuando se inculca “porque siempre se ha hecho así”.
Hasta un horario se convierte en dogma. ¡Ay de aquel que quiere cambiar la hora de la Escuela Dominical!
Hay dogmas en las iglesias tradicionales, pero también los encontramos en iglesias “modernas”. Los dogmas
abarcan todo, desde la liturgia hasta el tipo de música que se considera aceptable durante el servicio. Llegan a
convencernos a tal grado, que estamos seguros de que vamos a encontrar el dogma en la Biblia, pero no está allí
cuando lo buscamos.
Las iglesias históricas (que tienen su raíces en la Reforma—metodistas, presbiterianas, bautistas) creen que la
iglesia comenzó con Adán, Noé, Abraham... por eso toda la liturgia del Antiguo Testamento debería incluirse en
sus cultos, pero no lo hacen. Usan el método alegórico para decir que Israel era la iglesia, pero toman su liturgia
del Nuevo Testamento.
Las iglesias no históricas, de desarrollo más reciente, creen que la iglesia comenzó en Pentecostés por el
descenso del Espíritu Santo (aunque en ese momento no había gentiles conversos—no era el cuerpo de Cristo) y
ellos toman su liturgia del Antiguo Testamento. ¡Es una paradoja!
Un dogma se distingue porque se dice de él: “Así ha sido siempre, y va a seguir siendo...” “No lo vamos a
cambiar ahora”.
Lo establecido es bueno, siempre y cuando no se vuelva arbitrario. La doctrina y enseñanza son excelentes, y
los dogmas también, mientras no lo encajonen a uno ni le quiten la libertad. Esto incluye los dogmas
“personales”.
Es correcto y sano tener lineamientos, pero no querer dirigir todo mediante lineamientos injustos,
improcedentes o tiránicos.
• MÉTODO LIBERAL
Surgió en el siglo XVIII con el llamado liberalismo teológico, que se caracterizaba por tener primero una
libertad de pensamiento y de acción, es decir, uno es libre de pensar y hacer lo que quiera. Otra característica es
que uno debe ser libre de toda autoridad: uno no está sujeto a ninguna autoridad externa (Nótese que ninguno de
estos puntos es bíblico).
La autonomía y la supremacía de la razón también caracterizan a este método, y más aun, el concepto del
hombre como centro del pensamiento y de la experiencia religiosa. El hombre es el juez supremo... esto vino a
terminar en el humanismo.
Este método quiso amalgamar la religión con la ciencia, especialmente la filosofía. Quería que el cristianismo
fuera de la mano de la filosofía. Pero ésta, por ser humanista, es difícil que concuerde con el cristianismo, pues
nuestro juez supremo es Dios. No se puede tener a dos jueces supremos a la vez. Algunos principios de la
filosofía sí se ajustan al cristianismo, pero no todos.
Iniciaron con los conceptos del progreso cultural y tecnológico, y que la Biblia y el cristianismo deberían
interpretarse de acuerdo a este progreso, o a la luz de este progreso.
Pero una cosa es hacer uso del progreso y otra es que él nos atrape. El progreso va acelerando la vida y hace
presa de nosotros. En el cristianismo esta era de microondas produce una expectativa de una vida cristiana
instantánea; pero sin inversión de tiempo y esfuerzo esto no se da correctamente. Un mundo tan avanzado y
vertiginoso puede afectar negativamente la vida cristiana, que se mueve en un plano diferente.
Como no hay una autoridad establecida en este método, uno es libre de pensar lo que uno quiera y de interpretar
como uno guste.
La teología del la liberación ha empleado este método, especialmente en América Latina. Pero un personaje que
abraza esta teología no se sujeta a nadie más.
• MÉTODO HISTÓRICO CRÍTICO
Es el que quiere descubrir el sentido del texto bíblico dentro de un concepto histórico. Por ejemplo, en el caso
del Antiguo Testamento, quieren hacerlo en base de la cultural hebrea. No está mal buscar el contexto histórico,
pero esa interpretación está limitada.

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Este método se ha usado también para algunos presupuestos filosóficos, y la Biblia queda reducida a una mera
reliquia histórica, sin un mensaje, sin un espíritu, sin lo que ella misma llama vida.
Sus proponentes dicen que se debe quitar a la Biblia el ropaje mitológico para dejar la esencia. Muchos
arqueólogos que han ido a tierra Santa tenían este fin en mente al hacer sus excavaciones. Gracias a Dios,
muchos de ellos se han convertido al constatar que lo que la Biblia dice es cierto.
Los que más han empleado este método son los teólogos alemanes.
• MÉTODO EXISTENCIAL
Este es un método liberal, llamado “neo-liberal” porque renueva y aplica a su manera algunos conceptos de los
últimos métodos.
Una palabra clave que ellos utilizan es la “ desmitologización ”, y hacen algunos cambios del método anterior,
diciendo que la Biblia tiene cuentos, leyendas y mitos que la mente educada y moderna del siglo XX (ahora del
XXI) no puede aceptar, porque no puede aceptar cosas ridículas, como los milagros—dicen que ninguno es
cierto.
Este método le da un nuevo enfoque al método anterior y es todavía más duro, más drástico, descartando todo
aquello que no puede existir de acuerdo a los sentidos. Si los sentidos no lo pueden percibir, no existe.
• LA NUEVA HERMENÉUTICA
Es un punto de vista filosófico, más que teológico o de interpretación.
Es una nueva concepción de la interpretación bíblica y tiene principios sobre todo filosóficos de la lingüística
moderna.
Sus proponentes dicen que la Palabra de Dios que tuvo lugar en el pasado ha de convertirse en una
proclamación que tenga lugar ahora.
Algunos la colocan dentro de la hermenéutica contemporánea. Es más una filosofía que un método en sí, y está
afectando mucho a la juventud, que trae esto en sus actitudes hacia el cristianismo y la Biblia.
• MÉTODO GRAMÁTICO-HISTÓRICO-NORMAL
Es el método que da a cada palabra el mismo significado básico y exacto que tendría en lenguaje normal y
ordinario, ya sea que se emplee en forma escrita o forma oral.
También se le conoce como el Método Gramatical-Histórico.
Es el método correcto, centrado, bien ubicado. Por un lado evita el literalismo de los judíos (cerrado,
tradicionalista, con muchas reglas) y por el otro, el alegorismo (demasiado abierto) de los alejandrinos.
Interpreta las Escrituras conforme a las mismas Escrituras, y no sostiene los dogmas como tales. Defiende la
unidad de la Biblia y la revelación progresiva.
Es el método que el cristianismo ha usado desde tiempos del Nuevo Testamento; toma en cuanta los idiomas, el
contexto, los pasajes paralelos, las figuras del lenguaje, los tipos y símbolos... toma en cuenta todos los
principios de interpretación para realizar una interpretación correcta y sana.
Se rige por las características gramáticas e históricas del texto. Mantiene por un lado el sentido literal de las
palabras y también el contexto histórico. Evita igualmente convertirse en dogmático en su exégesis.
Constantemente está revisando su interpretación para mantenerse en lo correcto y evitar caer en el dogmatismo.
Está en una mejora continua, y anima a uno a hacer lo mismo.
Defiende la unidad de la Biblia. Para este método, no hay contradicciones entre un pasaje y otro, pues entiende
la unidad de la Palabra. También toma en cuenta la revelación progresiva, que tampoco se contrapone a la
unidad. Cada vez contamos con más luz para entender lo que para los patriarcas o los profetas estaba oscuro.
Toma en cuenta el Antiguo Testamento para interpretar el Nuevo, que está lleno de referencias al Antiguo. Es
difícil entender el Nuevo sin la luz del Antiguo.
La iglesia o escuela de Antioquia lo empleó. Otros personajes: Teodoro Mopuestia, Juan Crisóstomo (siglo 4
AD). Este método también lo utilizó en el tiempo de la Reforma Martín Lutero. Calvino y los anabaptistas
también interpretaron con él. Así Lutero entendió que la salvación es por gracia, aunque siguió cargando con
muchas ideas alegóricas que se le habían implantado anteriormente. Por ello fue criticado por Calvino, que a su
vez fue criticado por los anabaptistas. Los metodistas también emplearon este método.
Históricamente, las iglesias que han usado este método son las que conforman la iglesia evangélica.
Este método toma en cuenta los idiomas de la Biblia: hebreo, griego y arameo, y también el idioma que
emplean los intérpretes. El hebreo lleva en el mismo idioma la idiosincrasia del pueblo. Adán, por ejemplo,
lleva la primera letra y el concepto de primero, por lo que el mismo nombre trae su significado. Mujer, isha,
viene de ish, varón, lo cual deja claro de dónde proviene ella. Muchos de los nombres de los personajes bíblicos
les fueron puestos porque representaban sus características. Por eso mismo, los nombres son cambiados cuando
cambia la naturaleza del portador, como en el caso de Jacob a Israel.
El griego es diferente: es totalmente exacto, educado, preciso. El español es muy ambiguo, el significado en
muchas ocasiones lo da el contexto. En el griego, la palabra lleva un significado exacto, y mediante el prefijo,
se fija más exactamente.

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Este método no pasa por alto el uso del idioma original y además hace un análisis lingüístico del texto,
observando el significado de cada palabra más su relación con el resto de la oración. No se le escapa nada:
analiza el pensamiento expresado y las palabras con las que se expresó, individualmente y en relación con otras.
También considera los modismos que se encuentran en la Biblia, como el antropomorfismo, que le atribuye a
Dios forma o sentimientos de hombre: la mano de Dios, para que podamos entender algo divino.
Considera el contexto, tanto mediato como inmediato, cercano y lejano, anterior y posterior. El mediato es el del
mismo texto; el anterior y posterior es el que le antecede y el que le sigue; el cercano es el anterior y posterior; y
el lejano toda la Biblia. Por ello se toman en cuenta los pasajes paralelos, que nos proporcionan más matices
para entender toda la riqueza del tema.
Las figuras del lenguaje también son contempladas en este método, como el símil, la metáfora, la hipérbole, etc.
Asimismo son considerados los tipos y símbolos, que abundan en la Biblia y muestran qué rico es el lenguaje
encontrado en ella. Aun hablando desde un punto de vista meramente literario, la Biblia contiene una
exuberancia de lenguaje inalcanzable por cualquier otra obra.
Este método usa también el fondo histórico, que es el análisis lingüístico del texto en su contexto histórico, que
es el marco histórico en el que se dio el pasaje que vamos a interpretar. Todo pasaje se produjo inmerso en una
situación histórica concreta, que rodeaba tanto al autor como a los destinatarios originales. Se procura alcanzar a
ver el contexto histórico de cada pasaje.
No es fácil de usar, pues requiere de tiempo y dedicación; además de que el intérprete debe ir contando con la
dirección de Dios por medio del Espíritu Santo, con el sentido de responsabilidad que esto debe conllevar. Uno
debe hacerlo capacitadamente, pues cuenta con la mente de Cristo. Éste es el método para todo estudiante
sincero y devoto.

ANÁLISIS LINGÜÍSTICO DEL TEXTO


INTRODUCCIÓN
Se trata de descubrir el significado del texto con el análisis lingüístico, mediante el estudio de sus elementos
lingüísticos.
ESTUDIO DE LAS PALABRAS
El significado de una palabra no depende de la palabra en sí solamente, sino de su relación con las restantes
palabras del contexto. Cada palabra toma realce por las palabras que la acompañan.
Debe iniciarse con el estudio del texto, obviamente.
Los pasos para el estudio de las palabras son:
• Lectura del contexto, básicamente el inmediato: las palabras anteriores y posteriores a la que vamos a
estudiar.
• Hacer una selección de las palabras del texto: aquellas que se consideran con más significado, las que son más
significativas.
Principios para saber seleccionarlas:
“El sentido que debe darse a un vocablo cuando tiene varias acepciones es el siguiente: una palabra es
significativa cuando:
• Desempeña un papel clave en el pasaje que se interpreta.
• Aparece frecuentemente en el pasaje a estudiar.
• Si es importante, si enfatiza o señala la doctrina principal a la que se refiere el pasaje (doctrina, enseñanza,
mensaje).
• Tenemos cuidado con la variedad del significado de las palabras. Una palabra puede tener diferentes sentidos,
por la época, o aun en un mismo pasaje puede haber “juegos de palabras”.
Por ejemplo, la palabra carne tiene varias connotaciones, como la carne que se compra en el mercado, el cuerpo
humano, o el apetito sexual. Por eso hay que ver el contexto y saber discernir la acepción.
Estas tres reglas básicas deben tomarse en cuanta cuando se va a hacer un estudio de palabras.

EL SENTIDO A DÁRSELE A UN VOCABLO CUANDO TIENE VARIAS ACEPCIONES.


Parámetros para determinar el sentido:
• El que le da el propio autor. Como ejemplo, en Hebreos 6:1, el sentido de “perfección” lo da la madurez que
se define en el 5:14 “los que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal”.
• El que las palabras cercanas le dan. Como ejemplo, en Jn. 7:38 “de su interior correrán ríos de agua viva” no
se está refiriendo al agua física.
• Por medio del contraste. Como ejemplo, en 2 Co. 5:1 y 2, “morada terrestre” se establece con “habitación
celestial”.
• Por medio del paralelismo que existe en las mismas palabras. Un ejemplo es el Salmo 51, versículos del 1 al
12. Son palabras con su significado en la misma línea.

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• Tomando en cuenta los sinónimos: cada palabra tiene un detalle que la distingue, un enfoque levemente
diferente. En 1 Co 13: 12, “conocer” la primera vez es un conocimiento teórico, la segunda es conocer por
experiencia propia.
• El sentido de la palabra se escoge por lo que más cuadra con el contexto. Por ejemplo, en Ro. 1:17 y 3:22 el
vocablo “fe” está hablando de creer en Jesucristo y su sangre vertida; concordando con Habacuc 2:4, donde se
refiere a los que eran fieles a Dios porque Dios premia a aquellos que procuran serle fieles. No es una
condición, es una consecuencia: no es ser fiel para ser justo, sino que al ser justos (aquellos justificados por la
sangre de Cristo) pueden serle fieles y permanecerán.
• Se determina tomando en cuenta el marco cultural y de costumbres de la época. Por ejemplo, el término
“hijo” no se limita como actualmente a la experiencia del hombre mortal y biológico, entendiéndose que el hijo
es engendrado por un padre anterior a sí mismo. Más bien, en el contexto bíblico, un hijo no requiere de más
parentesco que participar en la naturaleza de otro con personalidad distinta. Por ello Jesús enfatiza: “Si fueseis
hijos de Abraham, las obras de Abraham haríais” (Jn 8:39).
ESTUDIO GRAMATICAL
1) Orden Sintáctico.
El griego del Nuevo Testamento tiene el mismo orden sintáctico que el español: sujeto, verbo y complemento.
Por ejemplo: Gal. 6:1 “Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales,
restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado”
Hermanos es el sujeto, e inclusive especifica cuales; restauradle es el verbo; el resto es el complemento.
Hay algunos casos en donde no inicia con el sujeto, como en las bienaventuranzas, pero esto tiende a ser poco
frecuente, y como quiera queda claro.
2) Preposiciones
Hay muchas y a veces son muy ambiguas. Como “para” (propósito o razón) y “por” (medio o canal,
instrumento). En el griego es más fácil porque son distintas las palabras y las preposiciones van incluidas (son
las desinencias).
3) Conjunciones
Con las conjunciones tenemos que tener cuidado de percibir correctamente su sentido, como en el caso de Lc.
7:47 “mas aquel a quien se le perdona poco, poco ama” . Esta es una consecuencia, no una condición.
4) Cláusulas condicionales
La palabra “y” en el griego aparece en tres formas; y su significado cambia, por lo que obtenemos “pero si”,
como en Gá 5:18 “Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley”. En este caso es una cláusula cierta;
en lugar de “pero si” se podría emplear “ya que” o “puesto que”.
En Jn 5:15 “Y si sabemos...” se puede leer “Como ya sabemos”.
En Col 3:1 “Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba... ” Aquí se trata de una condición
cierta. Sólo al haber resucitado con Cristo se pueden buscar las cosas de arriba. “Puesto que habéis
resucitado...”

LOS MODISMOS
Se refiere al modo de hablar o expresarse de cada cultura, de cada pueblo, de cada idioma. Inclusive llegan a ser
tan particulares como de cada familia. Expresan ideas diferentes de lo que en realidad indican las palabras.
Algunos ejemplos en español serían: “ He perdido la cabeza ” que no significa que ya lo guillotinaron a uno; “
Comerse con los ojos ” no significa que los ojos se convirtieron en boca, sino que una pareja romántica se
absorbe mutuamente; “ Me fulminó con la mirada ”; “ Da patadas de ahogado ”; “ Estaba hecha un mar de
lágrimas ” “ Se le durmió el gallo ”; etc. Normalmente no pensamos dos veces en ellos porque estamos tan
acostumbrados a su uso, pero si los analizamos, las palabras toman otro sentido que no es el literal.
En el griego y el hebreo hay muchos modismos también. Las observaciones a tomar en cuenta al tratar con
ellos:
1) Uso de lo absoluto por lo relativo
En Lc 14:26 “Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y
hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo” el término aborrecer es un modismo, quiere
decir que debes tener un amor menor comparado con el que debe ser mayor, no que odies a la familia. Ro 9:13
lo usa igualmente: “A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí” Nuevamente, significa “Amé más a Jacob que a Esaú”.
Tengamos cuidado con interpretaciones drásticas.
2) Modismos de filiación
Como en Mt. 3:9; Lc 3:8; Jn 8:44, “hijos de Abraham” no es que su padre biológico sea Abraham, que él los
haya engendrado, sino que tenían características de él. Así se usa en “vuestro padre es el diablo”, así como
“Quítate de delante de mí, Satanás” (Mr 8:33) no es que Pedro se haya hecho diablo, sino que actuaba como a
instancias de tal.
3) Modismos de tiempo

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Mt 12:40 “tres días y tres noches” en realidad fueron dos noches, pero se considera una parte del día como todo,
es decir, un día con su noche. Es como cuando nosotros decimos “cada tercer día”, pero sólo funciona si
contamos ese mismo día, el intermedio y el siguiente, aunque en tiempo real puede ser tan corto como 49 horas,
y no necesariamente cada 72.
4) Antropomorfismos.
Dios se atribuye miembros físicos o características humanas, como el brazo de Dios, el dedo de Dios, el ojo de
Dios. Dios está usando la figura de hombre para ilustrar un concepto. Simplemente, quiere facilitar nuestra
comprensión por medio de un paralelo. A veces se usa para las actitudes también, y allí uno puede confundirse.
Por ello es importante tener en cuenta los atributos de Dios y saber que son constantes.
Los modismos no se pueden interpretar literalmente, así como no podemos interpretar literalmente el “échame
un ojo”, “dame una mano”.

CONTEXTO Y PASAJES PARALELOS


DEFINICIÓN DE CONTEXTO
Es aquella parte con la que está relacionado el texto. Esa relación puede ser inmediata o remota, y en todo caso
tiene una conexión que afecta el significado del texto mismo.
DEFINICIÓN DE PASAJE PARALELO
Es aquel pasaje que tiene relación o se refiere al mismo asunto que el pasaje que se está estudiando y que en
cierta manera se aplica a otras porciones de la Escritura que traten con doctrina, con profecía, con historia.
CONTEXTO
El contexto cercano es el que está inmediatamente antes o después del texto. El contexto lejano es el que está en
el libro o en el Testamento en que se encuentra el texto. Hay pasajes que tienen su contexto en todo el libro, lo
cual lo hace todavía más lejano.
Un error muy grave es analizar un texto sin tomar en cuenta su contexto, por lo menos el cercano, aunque no
lleguemos al lejano.
El contexto sirve para iluminar el significado del texto; arroja luz al texto. Sitúa el marco en el que se halla el
pasaje: lo ubica y lo enfoca. Lo puntualiza. Nos da un panorama más amplio del texto.
El contexto nos va a decir la relación que tiene el texto, ya sea con el argumento del libro o el trozo del capítulo
donde está escrito.
MENOSPRECIANDO EL CONTEXTO
Para ver lo delicado que es no considerar el contexto, analicemos un ejemplo: Jos. 24:15 “... yo y mi casa
serviremos a Jehová.” Normalmente se usa para llevar al creyente a escoger entre Dios y el mundo, pero en
realidad, analizando el contexto inmediato anterior, vemos que Josué no está hablando de eso, sino diciéndole al
pueblo que si no querían servir a Dios, daba lo mismo a qué otro dios sirvieran, pues todos los dioses cananeos
y egipcios eran inútiles y nada comparables a Dios. Josué iba a servir a Dios; los demás eran libres de elegir.
Estaba presentando un contraste entre los dioses falsos y el verdadero, para abrirle los ojos al pueblo. Ya
después de ver el contexto, se puede llegar a la aplicación, que es la antes mencionada. Pero no se confunda la
aplicación con la interpretación. Una cosa es lo que dice el texto y otra lo que es la aplicación. Sin hermenéutica
se brinca la interpretación, y eso es equivalente a un salto sin paracaídas. No podemos saltar del texto
directamente a la aplicación sin un grave riesgo de caer en un error.

Otros pasajes en los que resulta hasta peligroso no tomar en cuenta el contexto:
Hebreos 7:12 “Porque cambiado el sacerdocio, necesario es que haya también cambio de ley” lo usa la iglesia
católica para afirmar una doctrina sin fundamento: por el cambio en el sacerdocio y la ley, ya no sólo los judíos
podían ser sacerdotes, sino los católicos también. Pero el texto habla de que el sacerdocio judío fue sustituido
por uno mejor: el de Cristo, el sumo sacerdote perfecto.
Al prescindir del contexto, se llega a doctrinas equivocadas.
Salmos 53:1 y 14:1 dicen “No hay Dios.” ¿Debemos dejar de creer en Él? Claro que no, es que se está
menospreciando el contexto de una forma grotesca y absolutamente inepta, pues ya completo señala: “Dice el
necio en su corazón: No hay Dios”
Hay muchos otros de los que se sacaría un enseñanza absurda de un texto aislado, como son: Col. 2:21 “No
manejes, ni gustes, ni aun toques” el contexto lo dan los versículos 20, 22 y 23, y cambian completamente la
primera impresión.
1 Pedro 3:3 “Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos...
” Podría interpretarse para afirmar que no deberíamos peinarnos de manera elegante, ni ir al salón de belleza, ni
usar joyería, ni comprar ropa cara. Pero la siguiente parte aclara que se trata de un contraste: “... sino el interno,
el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de
Dios” Es decir, debe una de darle mayor importancia a cultivar lo interno para que sea agradable a Dios.

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Sería grave tratar de formular una doctrina basándose en un texto fuera de contexto. Sin embargo, la Iglesia
Católica propone así su doctrina del sacerdocio católico y muchas otras que no concuerdan con el sentido total
de la Biblia; y la mayoría de las sectas usa textos aislados para enarbolar banderas de cosas temporales y
pasajeras como el centro de sus doctrinas.
Siempre se ha de tomar en cuenta el contexto, al menos el inmediato, aunque de preferencia se debe considerar
todo, hasta el de la Biblia entera, pues en ella toda hay coherencia y concordancia.
Hay un solo libro en la Biblia que prácticamente no requiere de contextos: los Proverbios son frases dadas sin
una ilación específica entre ellas. Es un listado de máximas que se emitían y coleccionaban, y es difícil tratar de
verlos dentro de un contexto. Hay porciones que sí lo tienen (capítulos 1, 31 y varios otros), pero la mayoría de
los proverbios puede estudiarse por sí mismos.
En la Biblia los textos no se dieron en un vacío: cada porción tiene conexión con la totalidad del mensaje, y es
bueno recordar esto constantemente.
PASAJES PARALELOS
Un principio hermenéutico es averiguar cuáles otros pasajes enfocan el mismo punto gramaticalmente,
históricamente, doctrinalmente y entonces observar cuál es la relación que tiene su enseñanza con el texto a
estudiar.
El paralelismo puede ser:
Verbal —se refiere al mismo vocablo, la misma palabra o término. (Tipo concordancia)
Conceptual —es donde hay una correlación de los hechos o ideas, es decir, no hay literalmente el mismo verbo
o palabra, pero hay un acontecimiento o idea similar. Sería el caso del concepto de la mentira, buscaríamos
todas las ocasiones en las que una persona mintió, sin que necesariamente aparezca la palabra “mentira” en el
texto.
Al estudiar un pasaje paralelo se recomienda seguir un orden, es decir, hacerlo de una forma ordenada. Podría
ser de menos a más, de inductivo a deductivo, iríamos dentro del mismo capítulo, al mismo libro, al mismo
testamento, y entonces a toda la Biblia. Por ejemplo, estudiar misiones en Mateo 28, ir al 18, luego a los demás
evangelios, a las epístolas y luego al resto de la Biblia. Encontraríamos casi al final de nuestra pesquisa Génesis
12.
Ejemplos:
Mt 9:2-8 Jesús sana a un paralítico. Muchas veces la Biblia nos proporciona los pasajes paralelos, especialmente
en los evangelios, a través de las referencias. Aquí vemos que varios lo trajeron en una camilla.
Mr. 2:2-12 Aquí encontramos más detalles: eran cuatro, y tuvieron que llegar hasta Jesús por una abertura en el
techo porque había una gran multitud.
Lc 5:17-26 Lucas nos proporciona más detalles: el techo tenía tejas, por lo que no dañaron mucho la casa.
Leer en Marcos y Lucas nos amplía la información y enriquece nuestro entendimiento para inclusive hacer una
mejor aplicación.
Gá 6:1 Qué hacer cuando alguien comete una falta. Sin pasajes paralelos queda la duda: ¿Qué de aquel que
comete varias faltas, o repite la misma muchas veces? Hay un texto que habla de alguien que vive en el error y
recomienda que uno se aparte de tal persona. “Aquel que persiste en el error...” 1 Tim 5:20; 1 Co. 5:13b; Tito
3:10-11.
Para los evangelios basta con una Armonía, pero para otros pasajes es bueno contar con una concordancia. La
Biblia de las Américas proporciona todas las referencias posibles, y además aclara el significado de algunos
términos.
A veces los pasajes paralelos pueden crear confusión momentánea y preguntas como ¿por qué no dijo Mateo
todo de una vez? Pero cada evangelio tiene un propósito diferente y enfoca a Jesús desde una perspectiva
distinta y da los detalles pertinentes.
Un episodio en el que esto queda muy claro es con la hija de Jairo. Mt 9:18-34, en el v. 18 dice: “acaba de
morir”; Mr 5:21-43 dice en el v. 23 “está agonizando”; Lc 8:40-56 en el v. 42 menciona “ se estaba muriendo ”.
¿Qué pasó? Mateo indica el estado mental del padre, que suponía que ya estaría muerta para cuando llegara con
Jesús; denota su gran desesperación y angustia. La pregunta no es si había muerto hace poco o si apenas se
estaba muriendo, más bien se debería ver lo que está sucediendo. Lo importante es que cuando Jesús llegó, ella
ya no vivía y él la resucitó.
Otro caso es donde Mateo (27:37), Marcos (15:26), Lucas (23:38) y Juan (19:19) dicen lo que se puso en el
letrero sobre Jesús en la cruz. Cada uno cambia el principio, pero al final todos declaran: rey de los judíos. Si
uno suma las palabras, el texto completo decía: Este es Jesús Nazareno, rey de los judíos. Cada cual se fijó en le
parte específica que a él le pareció más trascendente.
Nunca debemos olvidar que la Biblia es una unidad doctrinal, y entre sus partes no hay ninguna contradicción
real. Podemos encontrar aparentes contradicciones, pero reales no las hay. No podemos tomar textos de aquí y
de allá a tontas y locas, debemos tomar en cuenta el contexto y los pasajes paralelos antes de pronunciar que
contiene errores.

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Donde parece haber contradicciones, debemos preguntarnos si no será más bien falta de entendimiento de
nuestra parte.

LENGUAJE FIGURADO
Cuando una palabra tiene sentido figurado, expresa una idea diferente a su acepción literal. Los modismos
estarían incluidos aquí. Esto no se debe interpretar literalmente, es lenguaje figurado y se usa mucho en la
Biblia. Igualmente, sería un error considerar que toda la Biblia es figurativa y no literal.
FIGURAS DE COMPARACIÓN
• SÍMIL
Consiste en una comparación formal entre dos objetos o acciones. Normalmente lleva las conjunciones: como,
así como, tal como, semejante a. Ejemplos: Pr 26:1; Sal 42:1; Jer 23:29; Mt 23:37; Ex 24:10; Job 30:19; 2 R
18:21; Sal 24:3-6.
• METÁFORA
También es una comparación, pero es implícita, no es formal como el símil. Aquí se usa una palabra en lugar de
otra. Ejemplos: Mt 5:14; Jn 6:35; Jn 10:9. Compara sin usar la palabra como.
FIGURAS DEL LENGUAJE DE DICCIÓN
• PLEONASMO
Es la expresión donde se emplea la redundancia para enfatizar. Por ejemplo, Gn 40:23 y 1 Jn.1:1, donde Juan
quiere puntualizar que fue una experiencia propia, de primera mano.
• HIPÉRBOLE
Es una exageración evidente que tiene por objeto aumentar el efecto de lo que se dice. Ejemplos: Jn 21:25; Dt
1:28; Gn 15:5.
FIGURAS DE RELACIÓN
• SINÉCDOQUE
Consiste en la designación de un todo con el nombre de una de sus partes, o viceversa, como cuando decimos
“tantas almas” por “tantas personas”. Por ejemplo: Is 1:22, donde plata significa bienes materiales, y vino,
provisiones; Is. 2:4 espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces por armas en implementos agrícolas (vemos
también el uso del pleonasmo); Mi 4:2 “de Sión saldrá la ley”, donde ley representa la palabra de Dios (que en
ese entonces incluía también los escritos sapienciales y los proféticos). En este caso queda muy claro con la
frase que le sigue: “y de Jerusalén la palabra de Jehová”.
• METONIMIA
Es designar una cosa con el nombre de otra que le sirve de signo o que está en relación. Por ejemplo, en Lc
16:29 Moisés y los profetas no estaban allí físicamente, pero sus escritos sí.
FIGURAS DE CONTRASTE
• IRONÍA
Mediante ella, entendemos lo contrario de lo que se declara. Por ejemplo: 1 R 18:27; 1 Co 4:8.
• PARADOJA
Es el empleo de expresiones que envuelven una contradicción aparente, como 2 Co. 4:18; Mt 10:39.
• EUFEMISMO
Es un modo de sugerir con disimulo y decoro ideas cuya expresión franca y llana resultaría dura, ofensiva o
malsonante. Ejemplos: Lv 18:6 no se trata de verla sin ropa, sino de acercársele con intenciones sexuales; Hch
1:25 donde su propio lugar fue el infierno, más por delicadeza no lo nombraron; Mt 26:24 se refiere a la misma
persona.
FIGURAS DE LENGUAJE DE ÍNDOLE PERSONAL
• PERSONIFICACIÓN
Consiste en atribuir características o acciones propias de personas a seres que no lo son. Ejemplos: Hab 3:10;
Sal 114; Is 55:12.
• APOSTROFE
Es la interrupción del discurso para dirigirse a otra persona o cosa personificada. Por ejemplo: Jue 5; 2 S 18:33.
FIGURAS COMPUESTAS
• ALEGORÍA
Es la extensión de una metáfora, o una sucesión de metáforas; es más amplia, como en Gá 4:21-31.
• FÁBULA
Hay más ficción y normalmente tiene una enseñanza moral. Un ejemplo es: 2 R 14:9.
• ENIGMA
Es una expresión con sentido artificiosamente encubierto para que sea difícil entenderlo o interpretarlo. Jue
14:11-14; Jn 4:32.

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Hay muchas figuras de lenguaje en la Biblia que no se deben interpretar textualmente. Están allí para darle
riqueza y profundidad a la expresión, y normalmente son fáciles de identificar. Se tienen que tomar en cuenta
para hacer una correcta interpretación.

TIPOS Y SÍMBOLOS
Este es un tema que todo estudiante serio de la Biblia debe conocer, especialmente para poder hacer una
distinción clara y objetiva.
TIPOS
DEFINICIÓN
Es el establecimiento de conexiones históricas entre determinados hechos, personas o cosas del Antiguo
Testamento y hechos, personas o cosas semejantes del Nuevo.
Los del Nuevo Testamento que tienen su tipo en el Antiguo se llaman antitipos .
Las conexiones entre el Antiguo y el Nuevo Testamento no se efectúan arbitrariamente o a capricho del
intérprete. Estas conexiones corresponden al desarrollo de la revelación progresiva y tienen su fundamento en
Dios mismo, quien dispuso los elementos típicos del Antiguo Testamento de modo que entrañan y prefiguran las
realidades que se manifiestan en la época neotestamentaria. Dios configuró lo que en el Antiguo Testamento era
un tipo y lo que en el Nuevo Testamento es un antitipo. Por ello el intérprete no puede asignarlos a su gusto. La
Escritura tiene que establecer la conexión, o serían tipos y antitipos apócrifos.
La tipología tiene una base lógica en la unidad esencial entre la teología del Antiguo Testamento y la del Nuevo.
El tipo normalmente tiene su configuración y su explicación en el Nuevo Testamento. Un símbolo no los tiene,
sólo hay una relación, un parecido.
PRESENTACION DE TIPOS
En el Nuevo Testamento según la palabra tipo:
• Como modelo
• Como producto que se obtiene según el modelo
La palabra griega es tipoz (tipos). Algunos lo transliteran typos. Esta es la palabra que aparece en el Nuevo
Testamento para tipo.
Algunos pasajes donde aparece: Fil 3:17 (traducido ejemplo); 1 Ts 1:7 (ídem); 2 Ts 3:9 (ídem); Ro 5:14
(traducido figura); 1 Co 10:6 y 11 (traducido ejemplo). En español a veces aparece la palabra “figura” o
“ejemplo” en lugar de “tipo”. Lo más correcto sería traducirla como “tipo” para que no haya confusión con lo
que es un símbolo, pero se traduce como figura porque tipo en español no se usa mucho.
CARACTERÍSTICAS ESENCIALES DE UN TIPO
1. Tanto el tipo como el antitipo son realidades históricas que se corresponden. Si no hay una realidad, entonces
no existe el tipo. Por ejemplo: no podemos decir que David sobre Goliat es un tipo de un cristiano con valor en
el Nuevo Testamento. Esto no es un tipo, es un símbolo.
• Entre el tipo y el antitipo debe haber un punto importante de analogía. Por ejemplo: en Mt 12:40 hay un punto
de comparación: Jonás es un tipo de Jesús en la sepultura; los tres días en la tumba son un antitipo de la estancia
de tres días de Jonás en el vientre del pez.
• El tipo normalmente tiene un carácter predictivo y descriptivo. Por ejemplo: Col 2:17 “sombra de lo que ha de
venir” ahora se entiende y está claro. Un tipo del Antiguo Testamento debe tener un antitipo en el Nuevo
Testamento que arroje luz sobre el tipo. Si el antitipo no es claro, es probable que no corresponda a un tipo. He
10:1 “sombra de los bienes venideros”: la ley con sacrificios es una sombra que en el Nuevo Testamento se
aclara.
• Los tipos avalados por el Nuevo Testamento se refieren a lo más sobresaliente de la persona y la obra de
Cristo. Deberíamos suscribirnos a los hechos más relevantes de la obra de Cristo.
Las imágenes representan a un Cristo perfectamente acicalado, ero él no tuvo tiempo de andar en las
trivialidades del arreglo personal. Los que buscan tipos en las nimiedades andan fuera de onda, pues están
enfocando en cosas que no son importantes: detalles y barbaridades en las que Jesús mismo nunca puso
atención.
• Debe distinguirse lo verdaderamente típico de lo accesorio. Como un automóvil, que es conformado por todos
sus accesorios. Pero las partes son partes del auto, ninguna por sí misma es el auto.
Si un objeto es un conjunto, entonces es un tipo y no tenemos que estarle dando a cada parte del tipo su propia
entidad tipológica.
Por ejemplo: el tabernáculo, el arca del pacto, el templo: cada uno era un todo y como tal es un tipo, pero no las
medidas del terreno ni el material del que estaban hechos.
El tipo también es determinado por Dios mismo. No es la fantasía humana ni el capricho del intérprete ni la
arbitrariedad de interpretación lo que señala algo como tipo y antitipo. Es Dios mismo quien lo diseñó así. Por
ejemplo: el carácter tipológico de Melquisedec (He 7:1-3); la pascua israelita (Lc 22:14-20)

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No está bien referirse a un tipo como un símbolo, puesto que pierde su razón de ser y la estrecha relación que
hay entre el tipo y su antitipo. El problema más que nada se descubre en el momento de hacer la aplicación. Una
interpretación equivocada comprensiblemente lleva a una aplicación equivocada.
CLASES DE TIPOS
Tipos personales
Se refieren a las personas. Los principales:
• Adán —como cabeza y representante de la humanidad. Varias veces él prefiguró a Cristo (Ro 5:14 y 19; 1 Co
15:45).
• Abraham —creyente, es un tipo de todos los creyentes justificados por la fe (Gn 15:6; Ro 4:3; Gá 3:6).
• Melquisedec —tipo de Cristo como sacerdote (He 7:1-3).
• Moisés —su fidelidad con la casa de Dios (He 3:2-6); como profeta (Dt 18:15; Hch 3:22; 7:37)
• Josué —He 4:8 y 9; Mt 11:28-29
• Salomón —2 S 7:12 à He 1:5
Otros son: José, David (Hch 2:25-32), Jonás (Mt 12:40).
Tipos materiales
Objetos preciados que tienen un significado trascendente:
• El tabernáculo —con todos sus utensilios y objetos dedicados al culto (es decir, como un todo). He 10:12-24
lo menciona como un tipo del cielo; He 9:13-22 identifica la sangre de los corderos que allí se sacrificaban
como un tipo de la sangre expiatoria de Cristo.
• El maná —Jn 6:32-35 Jesús mismo lo dice; que Él es el alimento.
Tipos institucionales
Las cosas que se instituyeron por Dios.
• El sábado —es un tipo del descanso eterno de los creyentes (He 4:4-9).
• La pascua —es un tipo de la Santa Cena (Mt 26:17-29 y sus pasajes paralelos).
Acontecimientos típicos
Son aquellos que sobresalen en el Antiguo Testamento, como:
• El éxodo —que tiene su antitipo en la liberación del pecado (Ro 6:17-18; Gá 5). Algunos aquí amplían el
acontecimiento a decir que los egipcios son un tipo del mundo. La Biblia sólo habla del éxodo; los egipcios sí
simbolizan al mundo, pero no son un tipo .
• La serpiente de bronce —levantada en un asta, es tipo de Jesús en la cruz: todo aquel que mira este sacrificio
obtiene salvación (Jn 3:14).
• El diluvio —es tipo del bautismo (1 P 3:20-21).
1 Co 10:1-11 menciona toda una lista de sucesos, de los cuales nosotros somos el antitipo, y se escribieron para
que nosotros aprendamos de ellos y no comentamos los mismos errores.
REGLAS PARA LA INTERPRETACIÓN TIPOLÓGICA
• Buscar todos los textos del Nuevo Testamento que hacen referencia directa o indirecta al tipo y objeto de
estudio.
• Determinar todos los puntos de correspondencia entre el tipo y el antitipo, delimitándolos adecuadamente a
fin de no atribuir a aquél más de lo que realmente prefigura. No le agreguemos cosas que no tiene.
• Especificar su contenido típico, siempre a la luz de lo que el Nuevo Testamento enseña.
Todo lo que se necesita hacer es describirlo, porque si es un tipo, allí está el antitipo. Si no se encuentra, si es
necesario adjudicarle características que no tiene, entonces no es un tipo.
La aplicación es el área donde importa la correcta identificación de un tipo, pues es muy diferente la aplicación
que se hace de un tipo que de un símbolo. Una equivocación en esto redunda en una aplicación errónea,
determinando doctrinas que en realidad no tienen fundamentos.

TIPOS Y SÍMBOLOS
SIMBOLOGÍA BÍBLICA
DEFINICIÓN
Es un ser o un objeto que representa un concepto abstracto o invisible, por alguna semejanza o correspondencia.
Por ejemplo, un perro es símbolo de fidelidad, la balanza simboliza justicia, el cetro proyecta autoridad, la
bandera simboliza la patria, etc.
Uno que es bíblico pero se ha difundido al mundo secular es el arco iris, ahora representa la promesa de que ha
terminado de llover.
El símbolo tiene algo común con el tipo en cuanto a que es una representación de algo, y en cierto sentido, los
tipos siempre son símbolos, pero no todos los símbolos son tipos. Es como decir que todos los azules son
colores, pero no todos los colores son azules.

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Básicamente, la diferencia entre uno y otro es la siguiente: el tipo tiene su confirmación y frecuentemente su
explicación en el Nuevo Testamento. El símbolo no tiene ni confirmación ni explicación en el Nuevo
Testamento; sólo representa una idea, un concepto, por medio de una semejanza.
CLASIFICACIÓN DE LOS SÍMBOLOS
Concretándonos, hay tres clases fundamentales:
• Objetos materiales
• Hechos milagrosos
• Elementos de visiones proféticas
Objetos materiales
Uno de los ejemplos más importantes es el tabernáculo y todas las cosas contenidas en él. Prácticamente todos
sus elementos tenían un significado, hasta la madera elegida para su fabricación. El oro figuraba la presencia de
Dios, por resplandeciente, puro y excelso (Ex 25). Las tablas de la ley representaban la ética del pueblo.
En el Nuevo Testamento, lo que tiene más simbología es la Santa Cena (que también es el antitipo de la
Pascua). Representa el vino la sangre y el pan el cuerpo de Cristo. Es bueno conocer cuál es el punto de
comparación para no andar errando.
Las parábolas son simbólicas porque tienen un punto de referencia o comparación, y conociéndolo, se pueden
interpretar sin hacer malabarismos hermenéuticos, pudiendo así llegar a una aplicación sana y correcta.
Hechos milagrosos
Son seres u objetos milagrosos que tienen un simbolismo. En Gn 3:24 hallamos al primero: el querubín con la
espada revolvente a la entrada de Edén. ¿Qué simbolizaba? La ruptura de la comunión del hombre con Dios: ya
no existía la posibilidad del hombre de estar en la presencia de Dios como antes lo estaba. Ahora había una
barrera definitiva entre ambos.
Otro es la zarza ardiente que vio Moisés. Ésta representaba la presencia de Dios en ese lugar.
La columna de nube y de fuego que acompañaba a los israelitas (Ex 13) simbolizaba la protección y dirección
divinas.
Elementos de visiones proféticas
Jeremías habla de la vara de almendro y la olla hirviente (Jer 1:10 y 12), y en el mismo pasaje se expresa su
simbología (su significado).
El canastillo de fruta madura de Amós 8:1-3 significaba que algo ya estaba en puerta.
Ezequiel 37, con la visión de los huesos secos quiere decir: estás acabado, pero yo te voy a restaurar, es decir,
habla de restauración, de volver al estado original.
Oseas es mandado a tomar una mujer prostituta: Israel se ha prostituido con otros dioses. Este símbolo le
mostraba a Israel su deplorable condición.
ACCIONES SIMBÓLICAS
Casi todas se encuentran en los Profetas, como Ez 2:8–3:3. Ezequiel es uno de los libros que contienen más
acciones simbólicas. Esta tiene un pasaje paralelo en Ap 10:2, 8-11. Ezequiel se tiene que comer el rollo, que
tenía semejanza con la relación entre el pueblo y Dios.
NÚMEROS SIMBÓLICOS
Son números que representan algo y dan una enseñanza, una ilustración. Los que la Biblia sí menciona y que
son los más importantes:
7: hay unos 600 pasajes bíblicos donde aparece este número. Es el más simbólico en la Biblia. Representa
perfección, totalidad, cabalidad, integridad. Sal 119:164; Gn 4:15; Ex 34:18; los años que trabajó Jacob, las
zambullidas de Naamán; Gn 29:20; etc.
49: Siete veces siete: es la perfección de la perfección. Aparece en la liturgia. Lv 23:15; 25:8.
70: Las setenta semanas de Daniel; los descendientes de Jacob (Ex 1:5); los ancianos de Israel (Nm 11:16); los
miembros del Sanedrín.
12: Las doce tribus, los doce hijos de Jacob; los doce discípulos; los 12,000 sellados de Apocalipsis; las 12
estrellas sobre la cabeza de la mujer (Ap 12).
3: Santo, santo, santo: 3 veces. ¿Se refiere a las tres personas? Padre, Hijo y Espíritu Santo: la forma trinitaria,
establecida por Jesús para el bautismo; las tres veces que aparece Jehová en la bendición sacerdotal (Nm 6:24-
26); la bendición apostólica (2 Co 13:14). Las veces que aparece este número (que son pocas) tiene gran
importancia: marca la divinidad. También es la forma en que está compuesto el ser humano: cuerpo, alma y
espíritu. Es un ser tripartito.
666: (Ap 13:18) es el número de la Bestia. El 6 es el número de hombre. El 666 significa la imperfección total,
el que tenga el 666 es el imperfecto de imperfectos, diametralmente opuesto a la perfección.
NOMBRES SIMBÓLICOS
Muchos nombres de la Biblia tienen un significado especial para ilustrar una verdad. En Is 7:3 hallamos a Sear-
Jasub (que un remanente volverá). Su nombre le hablaba al pueblo. Todos los hijos de Isaías tenían nombres
simbólicos. ¡Qué apropiado en la familia de un profeta!

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Los hijos de Oseas (Os 1:4, 9, 6) también tenían nombres simbólicos, que manifestaban realidades acerca del
pueblo.
Hay inclusive un punto de comparación entre Elías y Juan el Bautista, llamándosele a uno por el nombre del
otro porque lo representaba (Mal 4:5; Mt 11:14).
COLORES SIMBÓLICOS
Azul: simboliza el cielo, el lugar santo, divino. El efod del sumo sacerdote era azul. Ex. 28:31; 39:22. El velo
que resguardaba el lugar Santísimo era azul (Ex 26:31-33). Los objetos sagrados se cubrían con un lienzo azul
(Nm 4:5-12).
Púrpura: Simboliza realeza (Jue 8:26; Dn 5:7).
Blanco: Significa pureza, gloria (Dn 7:9; Mt 17:1-2; 28:3; Ap 19:8, 14).
Negro: Denota muerte y luto, también hambre (Jer 14:2; Ap 6:12; Ap 6:5 y 6).
Rojo: Guerra, sangre (Nah 2:3; Is 63:1-3; Ap 6:4).
METALES Y PIEDRAS PRECIOSAS
Gemas: Significan dureza, solidez, firmeza, valor, brillantez (Ap 21:11, 18-20).
Oro: Símbolo de auténtica dignidad y gran valor, incorruptibilidad, honor real (Ex 35:5; 39:30; Jos 6:19; 1 R
6:21 y 22; Es 4:11; Sal 21:3; 1 P 1:7; Ap 3:18; 4:4; 21:18).
Plata: Habla de abundancia, su proceso de refinamiento recuerda la purificación (Sal 66:10; Mal 3:3; 1 Co
3:11-13).

ESTUDIO DEL FONDO HISTÓRICO


Es una de las cosas más fundamentales para interpretar el pasaje. Sin el fondo histórico, la interpretación no
podría considerarse completa. Ningún pasaje puede interpretarse objetivamente si se separa de las
circunstancias históricas en las que se originó. Prácticamente podríamos decir que la interpretación gramática-
histórica es sinónima del pasaje.
Quedarse sin ver el ámbito en el que se dio el pasaje es quedarse fuera del cuadro, es ver sólo un fragmento.
Los pasajes bíblicos no se dieron en el aire. Los escritores fueron seres humanos de carne y hueso, que vivieron
experiencias reales, y hubo circunstancias rodeándolos que en cierta medida, matizaron su perspectiva y
contribuyeron a la riqueza del texto.
El fondo histórico de un pasaje es muy importante, por ello, el método correcto de interpretación es el método
gramático-histórico.
FACTORES A CONSIDERAR AL HACER EL ESTUDIO DE UN PASAJE
DATOS GEOGRÁFICOS
En los pasajes de la Biblia encontramos hidrografía, orografía, flora, fauna y otros elementos de geografía. La
geografía facilita la comprensión de muchos pasajes, e inclusive hay pasajes en que si se prescinde de su
geografía no queda contenido. Con la geografía entendemos algunos datos específicos que de otra manera no
quedarían claros. ¿Por qué escogió Dios a Palestina como el foco del cristianismo? Porque era el cruce de
caminos del mundo neotestamentario; desde ahí se podía difundir con facilidad el evangelio a África, Europa y
Asia.
Muchos pasajes están llenos de geografía, por lo que no se puede pasar por alto. Muchas parábolas tienen qué
ver con la geografía circundante. Los Salmos también. Hay un sinfín de lugares geográficos mencionados en los
Evangelios.
Por ello es conveniente ubicar siempre en qué lugar se está llevando a cabo la acción, o los lugares a los que se
está refiriendo el escritor.
EL MOMENTO HISTÓRICO
Principalmente debemos situar al autor del libro y a los destinatarios. Debemos saber hasta el estado de ánimo
que imperaba en el autor al escribir; las vivencias de los destinatarios.
El momento histórico que alguien vive es sumamente importante en su experiencia. Es determinante para
muchas de sus acciones y reacciones. Elías en un momento histórico degolló públicamente a cientos de profetas
de Baal; y en otro, huye y se esconde porque una mujer lo amenaza. Sí, se trata del mismo hombre, pero en
circunstancias distintas.
El que no sabe interpretar el momento histórico, juzga mal y actúa mal como consecuencia.
Is 6:1 “En el año que murió el rey Uzías...” es un momento histórico interesante (2 R 15:7; 2 Cr 26:23).
Amós 5:4 y 5 se entienden en su hecho histórico.
CIRCUNSTANCIAS GENERALES DEL EVENTO
Políticas
No todos los pasajes están llenos de circunstancias políticas, ero deben considerarse. No todo lo que tiene que
ver con Israel puede trasladarse a la Iglesia, pues todo el entorno político es diferente, es como ponerle a la
fuerza la armadura de Saúl a David (1 S 17:38 y 39).

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Israel tenía su propia política, que es diferente de la que viven los miembros de la Iglesia en México, por
ejemplo. En los tiempos del Nuevo Testamento, Palestina era tan sólo una provincia romana.
Sociales
Los factores sociales literales de Israel no se aplican a la iglesia. Los judíos eran excesivamente machistas, más
aún que los mexicanos. El hombre podía dar carta de divorcio por cualquier cosa; la mujer, no. El hombre podía
tener concubinas; la mujer, no. Al hombre se le pronunciaba mayoría de edad a los doce años con una fiesta
precisa; a la mujer, no. Ella sólo era para ser negociada como esposa en un trato que conviniera a su familia.
Claro que esto nos trae a pensar ¿cómo es que hombres de Dios eran polígamos? Un viudo vuelto a casar está
bien, pero uno con varias mujeres a la vez... En realidad, el ambiente social tenía costumbres demasiado
arraigadas (Gn 16; 1 R 11) que iban en contra del plan de Dios para el matrimonio, que es un hombre con una
mujer, como se estableció en el principio y Jesús lo reiteró (Gn 2:24; Mt 19:4-6).
Muchas penas en Israel eran aplicadas por la sociedad y no por una persona jurídica. Ahora, la gente no
participa en los procesos jurídicos. La misma sociedad juzgaba en Israel y era un método efectivo para erradicar
la maldad y la violencia. Hay muchos principios sociales buenos en Israel, así como también hay malos. Sería
bueno que las sociedades actuales tomaran y aplicaran los buenos, pero no que trataran de emular en todo el
sistema israelita (nota 3).
Culturales y de costumbres
Debemos tener en cuenta que las costumbres eran muy diferentes, tanto por la época como por el lugar.
Religiosas
Igualmente, en el aspecto religioso, había ciertos ritos y costumbres paganos que en diferentes etapas, de
acuerdo al grado de ausencia de revelación o entendimiento de ésta, se habían adoptado. Algunas se mencionan
solamente como hechos, sin que por ello debamos asumir que la Biblia las está aprobando.
Un ejemplo son los terafines de la familia de Raquel (Gn 31:19). Eran ídolos con un fuerte sentido religioso,
pero también legal, ya que su posesión iba ligada a la posición de legítimo dueño o heredero de los bienes de la
familia.
Otras instancias en que se puede ver la influencia de lo religioso son: Nm 25:1-3, donde el pueblo no sólo se
aparta de Dios, sino que fornica por seguir ídolos, y Lc 18:9-14, donde vemos algunas de las costumbres
meramente religiosas que tenían los fariseos de tiempos de Jesús, que los hacían creer que eran más puros que el
resto de los hombres.
La dispersión de los judíos tuvo también un impacto religioso muy fuerte. Se cree que Romanos, Hebreos y
Santiago se escribió para la diáspora, es decir, los judíos que se vieron obligados a vivir fuera de Palestina, que
eran mucho más numerosos que los que vivían dentro de ella.
Especiales
Teniendo que ver con las circunstancias del autor, como su nivel cultural, su experiencia. No se puede comparar
el estilo literario de Pedro, un simple pescador, con el de Lucas, un médico preparado.
También aquí entran las circunstancias de los destinatarios, como no se pueden interpretar los evangelios igual
que las epístolas, pues unos están dirigidos a los judíos y otras a la incipiente iglesia.
La ocasión del escrito y el propósito del autor
Dios sabía que su Palabra iba a ser leída y utilizada posteriormente, especialmente por los cristianos al tomarla
como su regla de fe y conducta. Este fin ulterior es tan válido como el propósito inmediato que tuvo en su
momento el escrito.
ALGUNAS COSAS QUE NOS AYUDAN A ESTUDIAR EL FONDO HISTÓRICO
Las fuentes internas
Las que están dentro del mismo libro, como los pasajes paralelos y los comentarios posteriores sobre el mismo
suceso.
Las fuentes externas
La historia secular, la antropología, la sociología, la psicología, la arqueología (que es una de las más
importantes) son ramas que ayudan a comprender el entorno.
El historiador Flavio Josefo escribió un material utilísimo para el estudio del fondo histórico en sus Guerras de
los judíos, Antigüedades de los judíos, Autobiografía y Contra Apión.

INTERPRETACIÓN TEOLÓGICA
Es parte de la hermenéutica; un teólogo no puede serlo sin ser también un hermeneuta. Para hacer teología
primero debe hacerse exégesis.
La Biblia es el medio por el cual Dios se revela. Para poder hacer teología, se requiere primero hacer una
interpretación—inclusive para elaborar las divisiones teológicas. De ningún pasaje se puede hacer una
interpretación teológica sin primero hacer una hermenéutica. Igualmente, el exegeta se basa en la teología para
interpretar.
PRINCIPIO ESENCIAL

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El significado doctrinal atribuido a un texto debe estar en consonancia con la enseñanza que la Biblia da en su
totalidad. Es lo que se llama analogía de la fe .
LA TEOLOGÍA Y LA DOGMÁTICA
La diferencia básica entre ambas es que la teología es dinámica (se trabaja, elabora e investiga), mientras que la
dogmática es estática (se establece y es fija e inmutable). La teología es un trabajo, la dogmática, el resultado de
ese trabajo.
PRINCIPIOS BÁSICOS PARA LA INTERPRETACIÓN TEOLÓGICA
No se puede realizar al azar o al gusto del intérprete.
• El análisis lingüístico debe preceder a la interpretación teológica.
No se pone el carro delante del caballo. No se deben hacer juicios a priori basados en especulación, deben
basarse en comprobación. Debe haber argumentos que sostengan la teología (por ejemplo, que Jesús es Dios).
• La interpretación teológica ha de efectuarse teniendo presente la estructura doctrinal de las Escrituras.
La estructura doctrinal está presente a través de toda la Biblia. No se puede sacar algo que sólo tenga aplicación
aisladamente, haciendo a un lado todo lo demás (por ejemplo, determinar del libro de Santiago que las obras son
lo más importante. Sin considerar el resto de la Biblia, se podría pensar que la salvación es por obras, cosa que
no es así. O de Timoteo, decir que la mujer se salva sólo teniendo muchos hijos) Actuar así daría pie a una
teología equivocada. Se sacan así doctrinas erróneas y antibíblicas. Las doctrinas o liturgias equivocadas
provienen de desacatar este principio.
Hay doctrinas que no son interpretables si no se toma en cuenta la totalidad de la Biblia, como la existencia de
un Dios único, soberano, bueno, todopoderoso. Los esencialistas dicen que o es todo bueno, o es todopoderoso.
Pero ellos no están contemplando todo el contexto, pues el mal existe porque el hombre tiene capacidad de
elegir libremente; Dios ha permitido que sea responsable de sus decisiones. “Dios no es tan malo como para
castigarnos eternamente”, dice la iglesia católica. Pero entonces Dios sería pusilánime y no sería justo. Esto se
entiende de toda la Escritura.
La creación del hombre a imagen de Dios es otro punto. Sí fue creado así, y todavía tiene esa imagen, pero está
profundamente deteriorada debido a la caída. Será restaurada al estado original.
No se puede hacer una interpretación teológica sin considerar todo el marco de la Biblia.
• La interpretación teológica ha de asumir tanto la unidad esencial como el carácter progresivo de la revelación.
La Biblia es una unidad—no podemos dividirla a nuestro antojo, ni mucho menos creer que podemos tomar de
ella partes aisladas. A pesar de que haya partes que no nos gusten, no podemos recortarlas y desecharlas para
volverla a armar a nuestro gusto. Hay un principio de indivisibilidad y de inmutabilidad. Desde un principio es
la verdad, pero Dios la ha ido ampliando. En un momento histórico no se sabe todo lo que podría saberse—por
ello se debe considerar el todo y su permanencia. La Biblia no va cambiando, sino que el hombre ha cambiado y
la manera en que Dios trata con él ha cambiado acordemente—las dispensaciones vienen por esto. El trato de
Dios con el hombre se adecua a la situación del hombre, pero el plan esencial de Dios sigue siendo el mismo.
La Biblia se va abriendo cada vez más, y entre más la estudiamos, obtenemos más de ella. Por ello la
interpretación no ha de ser subjetiva, sino objetiva: de acuerdo a lo que ES.
• La interpretación teológica ha de apoyarse preferentemente en textos de sentido literal.
No soslaya el hecho de que existe un lenguaje figurado, que también ha de tomarse en cuenta. De preferencia se
apoya en lo textual, para no entrar en polémicas por interpretar erróneamente lo figurado. Las doctrinas o
enseñanzas deben basarse en idioma literal para que no se presten a interpretaciones “chuecas”. Tampoco debe
tomarse de lo temporal, como el uso del velo por las mujeres, o el lavado de pies—doctrinas provenientes no de
algo permanente, sino de algo temporal y por tanto, no siempre aplicables.
Si uno observa este principio, obtendrá doctrinas sanas, rectas y correctas. No habrá desviaciones si se toman en
cuenta todos los textos literales y no aquellos con sentido figurado. La mayoría de las parábolas son en sentido
figurado.
Un “principio bíblico”, doctrina o teología basados en un texto de sentido figurado nos hacen parar las antenas.
No así algo tomado de un evangelio o una epístola donde se dice directamente.
• Las conclusiones doctrinales deben basarse preferentemente en el Nuevo Testamento.
No significa que no vamos a usar las del Antiguo Testamento, pero el nuevo Testamento es el contexto de la
iglesia, mientras que el Antiguo era para el pueblo de Israel en un tiempo específico, aunque sí contiene
promesas, principios y mandamientos. Un ejemplo son los sacrificios—ya no se hacen porque ya no son
requeridos, pero el principio de dar lo mejor sigue siendo aplicable, como usar billetes nuevos para la ofrenda o
el diezmo, aunque esto no es un mandamiento. Es un principio, y de los principios no se hacen doctrinas. No
son obligatorios, son sólo guías.
Los diez mandamientos se pueden aplicar hoy en día, aunque se deben contextualizar, como en el décimo, ya no
se codicia el buey, pero sí el auto, no el siervo, pero sí el empleo... la esencia, sin embargo, no se pierde. Sigue
siendo la misma. Alguien cerrado querría aplicarlo tal cual a los bueyes y los asnos.

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Por tanto, las doctrinas y enseñanzas deben provenir el Nuevo Testamento, y aún así, no muchas de los
evangelios que todavía eran para los judíos. Hasta los primeros capítulos de Hechos tienen sabor judío—es a
partir de la apertura a los gentiles, con el éxtasis de Pedro que inicia la era de la iglesia propiamente dicha. Un
ejemplo es la doctrina del Antiguo Testamento aplicada a la iglesia (errónea, obviamente) de no comer animales
de pezuña hendida. No es pecado comer jamón o tocino. Esa enseñanza no aparece en el Nuevo Testamento; allí
se dice que uno se coma lo que le den a comer.
No queramos de cosas específicas del Antiguo Testamento hacer doctrinas. Sí hay principios aplicables, pero no
se deben establecer como doctrinas, sino tomar su esencia. Las que tomemos del Antiguo Testamento, que sean
de carácter permanente.
En cuestión de ropa, bebida, comida, no hay mandamiento, pero sí hay principios, y uno de ellos te llama a
considerar la conciencia de otro. No lo dejas de hacer porque sea un problema para ti, sino porque otro pueda
apartarse debido a ello.
Si se va a obtener un principio del antiguo Testamento, que sea universal, permanente, claro y literal.
Las promesas también tienen que ver con a quién son dirigidas: si la promesa es universal, o tenía como
destinatario a alguien específico. Por ejemplo, la promesa a Abraham de una numerosa descendencia, esa era
sólo para él.
• La interpretación teológica no debe rebasar los límites de la revelación.
Debe ser leal y fiel a lo que dice la Biblia. No se deben hacer doctrinas especulando, ni infiriendo, ni fuera de la
Biblia. Si la Biblia no dice más, entonces uno se debe de quedar callado, o expresar una opinión personal,
advirtiendo que se trata de eso (como “Yo creo que Apolos es el autor de Hebreos”). Las cosas no reveladas
pertenecen a Dios. El no quería que supiéramos y no nos lo dijo. Cosas como la fecha de la Segunda Venida,
quién va a ser el anticristo. No se hagan doctrinas y se obligue a los demás a creer en algo que uno especula. Al
hombre le gusta creerse más sabio que Dios, y eso es por demás peligroso.
• Un buen intérprete marca la diferencia entre una promesa, un mandamiento, una verdad y un principio
bíblico.
Esto es para no confundir, y no estarle exigiendo a Dios algo que Él no prometió. Algunos pasajes tomados
como promesa no lo son, como Pr 22:6 (no es una promesa, es una cláusula de causa-efecto); Hch 16:31 (sólo el
carcelero de Filipos recibió esta promesa, pero no necesariamente se cumple en todo hogar).
No se debe tomar una promesa hecha a Israel en un momento específico y aplicarla a la iglesia en general,
considerándola perpetúa. Un caso así es la “risa santa” que proviene del Salmo 126:2. No tiene contexto en el
culto, provoca desorden, es darle rienda suelta a las emociones y no tiene nada de santo. El Salmo habla del
regocijo del momento en que volvieren los cautivos, que era un momento histórico determinado—con sólo leer
el contexto esto queda bien claro. Aunque la quisiéramos trasladar, entonces sólo sería aplicable en el momento
mismo de la salvación, al salir de cautiverio y nada más.
Un principio o verdad en tanto que sea practicado, será verdad para uno, pero cuando uno se aparte de él o ella,
dejará de serlo. Un ejemplo es 2 Ti 2:11-13. Si nosotros fuéremos fieles, Dios permanecerá fiel a Su Palabra y
se cumplirá lo que ha dicho (v. 11-12). Pero si nosotros no cumplimos, Él cumplirá lo que ha establecido como
castigo para los que no cumplen. Igualmente sucede con otros principios: mientras nosotros estemos acatando
las condiciones, serán reales en nuestra vida, pero si las quebrantamos, entonces no podemos esperar verlos
cumplidos.
Un mandamiento es una instrucción básica para el pueblo redimido y debe ser obedecido siempre.
Con una orientación teológica y hermenéutica sana, uno se da cuenta de todos los errores que cometen aquellos
que no conocen los principios de interpretación. Estemos advertidos de que la naturaleza humana siempre ha de
querer llevarle la contra a Dios y rebasar los límites que Él ha establecido, por lo que debemos de tener cuidado
de no interpretar yendo en contra de lo que Dios ha dejado claro. No tratemos de condonar prácticas
abominables y aberraciones violentando a la Palabra misma.
LAS GRANDES DOCTRINAS
Las grandes doctrinas que nos sirven como faro, indicándonos la dirección correcta en nuestra interpretación,
resaltan la verdad bíblica. Se formularon después de un riguroso examen hecho por esclarecidas mentes y están
basadas en la totalidad de la Biblia. Las extremadamente importantes son (nota 4):
• Dios existe eternamente en una bendita tri-unidad de Padre, Hijo y Espíritu Santo, que conocemos por la
revelación de las Sagradas Escrituras.
• Dios es el Creador de todas las cosas, y Sustentador de sus obras.
• El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios, por decreto especial divino, dotado de una naturaleza
espiritual además de la material, por lo que puede conocer a Dios y glorificarle, que es el objeto principal de su
existencia.
• El hombre, creado en inocencia, cayó en pecado por un acto de desobediencia, y de esta raíz surgen todos los
males que afligen a la humanidad.

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• La perfecta naturaleza divina del Señor Jesucristo se une indisolublemente a su perfecta naturaleza humana,
sin pecado, siendo una persona eternamente indivisible, y vehículo de la plenitud de Dios.
• El Señor Jesucristo es el único Salvador de los hombres, y único mediador entre Dios y los hombres,
habiendo llevado a cabo la obra de la propiciación, expiación y redención por medio del sacrificio de sí mismo
en la Cruz del Calvario.
• El Señor Jesucristo resucitó corporalmente y ascendió a la diestra de Dios, desde donde él solo administra los
frutos de su obra de salvación, hasta consumar su reino e introducir la nueva creación en su plenitud.
• El hombre pecador se salva por medio de Cristo y su obra, que ha de recibir por el arrepentimiento sincero y
una fe vital. Por tal medio el pecador puede ser perdonado, justificado, redimido y reconciliado con Dios. Desde
otro punto de vista es regenerado y participa de la vida de Dios por medio de Cristo y la operación del Espíritu
Santo.
• El Espíritu Santo fue realmente dado a la Iglesia en el Día de Pentecostés. El solo da unidad espiritual a la
Iglesia, que es el conjunto de todos los verdaderos creyentes: regenerados éstos y unidos vitalmente unos con
otros y con la cabeza, que es Cristo.
• Habrá una primera resurrección para vida, que incluirá a toda alma creyente, y una segunda resurrección para
juicio y condenación para todos los rebeldes.
• Los hechos que se presentan en los Evangelios son históricos, bien que reflejan pensamientos eternos de Dios.
Toda la Escritura es inspirada divinamente, entendiéndose por “inspiración” un acto especial de Dios, quien dio
a conocer su voluntad a través de siervos que Él escogió. De modo que toda la Biblia es la Palabra de Dios en
sí, y única fuente y norma de la verdad.
Apegarse a estas doctrinas fundamentales es esencial si uno ha de interpretar sanamente la Biblia.

HERMENÉUTICA DEL ANTIGUO TESTAMENTO


INTRODUCCIÓN
A través de la historia ha habido teólogos que han querido hacer una dicotomía del Antiguo Testamento y el
Nuevo. Sí existe una división, pero no una separación. La unidad de la Biblia y la revelación progresiva evitan
que exista de hecho una disociación entre ambos testamentos.
Las posturas más comunes en este aspecto son:
• La negación de toda validez del Antiguo Testamento.
Los que defendían esta postura (allá por el siglo II) afirmaban que el Antiguo Testamento ya no tenía validez
para la Iglesia actual: era sólo para Israel.
El que defendió esta postura radical fue Marción (y los marcionistas). Él decía que era imposible que el Dios del
Antiguo Testamento fuera el mismo que trataba ahora con la Iglesia. Se le calificó como hereje, y la Iglesia
repudió su postura.
Sí hay distinciones entre Israel como un pueblo histórico de una sola raza, una sola lengua, una etnia; y la
Iglesia como un grupo de gente de diversos pueblos, razas, lenguas y culturas, pero eso no invalida el antiguo
Testamento.
Actualmente hay personas que piensan igual, y suponen que sólo necesitan contar con un nuevo Testamento en
lugar de una Biblia completa. Sin embargo, tienden a apoyar ciertas cosas del Antiguo Testamento, lo que es
una contradicción en la práctica.
La siguiente postura surgió como una reacción a la primera:
• La alegorización del contenido del Antiguo Testamento.
Esta postura surgió en el tercer siglo. Se dijo que no se podía aplicar literalmente el Antiguo Testamento, por lo
que se tomaría como una alegoría respecto a la Iglesia.
El libro más alegorizado de esta forma fue el Cantar de los Cantares, que se supone es dedicado a la Iglesia.
Esta postura fue avocada por Celso y Porfirio, que tenían antagonía hacia la Iglesia. Se usaba entonces sólo la
alegoría para la interpretación del Antiguo Testamento.
Las iglesias alegorizaban casi todo, pero algunas verdades las querían tomar literalmente, trayéndolas a la
Iglesia. Era una postura igualmente de incongruente como la anterior.
La circuncisión se alegorizaba y se tomaba como el equivalente al bautismo, mediante el cual la persona se
convierte en parte del “pueblo”. Por ello se convirtió en costumbre bautizar a los bebés. Las iglesias luterana y
episcopal se parecen mucho en esto a la iglesia católica, que alegoriza el antiguo Testamento para muchos
efectos, especialmente en defensa de sus doctrinas.
• Establecimiento de una dicotomía entre lo permanente y válido, y lo caducado del Antiguo Testamento.
Se mantiene que hay cosas en el Antiguo Testamento que eran temporales y otras tenían carácter permanente.
Pero aún las temporales contienen principios y verdades aplicables a la Iglesia.
En el Antiguo Testamento se sacrificaban corderos; ahora nosotros somos un sacrificio vivo. Pero el principio
que emana del Antiguo Testamento es que debemos presentarnos limpios, sin mancha—no después de haberle
dado rienda a la hilacha.

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El libro de Levítico era temporal, pero tiene enseñanzas para nosotros hoy. Hay cosas permanentes, que siguen
vigentes y que no podemos hacer a un lado.
La mayoría de las iglesias evangélicas defienden esta postura, pensando que la iglesia llegó a ser en
Pentecostés. El problema es distinguir entre lo permanente y lo temporal, pues a veces se toma algo temporal y
se instituye como doctrina.
Reglas a aplicar para distinguir:
• ¿Cristo lo enseñó?
• ¿Los apóstoles lo enseñaron y practicaron?
• ¿La Iglesia del segundo y tercer siglos lo siguió llevando a cabo?
• ¿Se dirigió a un apersona específicamente, o se dio de forma general?
• ¿Es para observarse sólo exteriormente, o trae un beneficio espiritual y trascendente?
Un ejemplo es el lavado de manos—es un principio de higiene, pero no tiene una trascendencia eterna. No es
una verdad espiritual, es una buena práctica de salud.
Toda la ley ceremonial terminó con Cristo. No tenemos que practicarla, pero hay principios y tipos que tienen
trascendencia ahora. Son cosas que les sucedieron a ellos que son para nuestra enseñanza, como dice Pablo.
Podemos ver muchos paralelos y notar muchas ilustraciones.
Lo radical sería descartar totalmente la ley ceremonial. Lo centrado es considerar que hay cosas permanentes
que aún continúan, y temporales que tienen relevancia actualmente en cuanto a enseñanza y principios.
Se debe hacer una diferencia justa y clara entre lo imperecedero y lo pasajero, entre lo esencial y lo secundario.
No siempre riñe lo esencial con lo secundario, a menos que hagamos de lo secundario algo esencial, o
intercambiemos su importancia. Normalmente no hay que dejar de hacer lo secundario para cumplir con lo
esencial; ambos son practicables.
Esta postura ha estado en vigor desde el inicio de la Iglesia.
ESTRUCTURA HISTÓRICO-TEOLÓGICA DEL ANTIGUO TESTAMENTO
El antiguo Testamento no es sólo una colección de documentos, historietas y narraciones. Tampoco es una
redacción meramente teológica de ese tiempo. Más bien es Palabra de Dios que se dio en espacio y tiempo con
el pueblo de Dios.
Algunos puntos que lo demuestran:
• En el antiguo Testamento encontramos un monoteísmo radical. La iglesia católica, la evolución y la ideología
humanista declaran que el hombre inició siendo politeísta y gradualmente llegó al monoteísmo, pero eso no es
cierto. Para el hombre, en el principio, sólo existía Dios: único, creador, supremo.
• En el antiguo Testamento hay una ética cristiana a través de personajes como Adán, Abel, Enoc, Noé y todos
los primeros hombres íntegros. Más tarde esta ética cristiana se relajó y cayeron en las faltas de los pueblos
circunvecinos. Por ello se les advirtió vez tras vez que permanecieran fieles a Dios y no se contaminaran. Pero
la ética estaba allí desde el principio. La voluntad permisiva de Dios les dio libertad de hacer mal las cosas, pero
vivieron las consecuencias de sus malas decisiones. Dios no necesariamente está de acuerdo, pero otorga la
oportunidad de elegir. El individuo tiene la capacidad de actuar libremente, pero tiene que pagar el precio de sus
errores. Dios sanciona el pecado enérgicamente. Lamentablemente, lo que Dios estableció como prácticas éticas
saludables y preferibles, el hombre lo ha desvirtuado actualmente.
• Hay una concepción teológica de la historia. Se ve a Dios actuando a través de la historia en los eventos de
Israel y el resto de las naciones.
PAUTAS PARA LA INTERPRETACIÓN DEL ANTIGUO TESTAMENTO
• Para hacer una interpretación sana del Antiguo Testamento, hay que relacionarlo siempre con el Nuevo, de
acuerdo a la unidad de la Biblia y la revelación progresiva.
• Discernir entre lo que tiene continuidad en el Nuevo Testamento y lo que ya caducó. ¿Qué hay en Antiguo
Testamento que tiene seguimiento en el Nuevo? Y por el contrario, ¿qué del Antiguo ya no aparece en el
Nuevo?
• Se debe considerar la diversidad y las limitaciones de las normas del Antiguo Testamento. El hombre creado a
imagen de Dios tiene libre elección, creatividad, inteligencia; todo esto se ve en el hombre, pero tiene sus
limitaciones también. No todo sobre lo que se regula en el Antiguo Testamento es parte de una ética deseable.
Ex 21, Dt 15 nos muestran las reglas sobre los esclavos, pero la esclavitud no existía al principio. Dios la
permitió por causa del pecado, pero el deseo de Dios es la libertad.
• Tomar en cuenta el fondo cristocéntrico del Antiguo Testamento. Aun en el antiguo Testamento, Cristo es el
centro: no hay que perderlo de vista.
• La legitimidad y los límites de la tipología deben ser respetados. Hay que discernir entre un tipo y lo que es
simplemente una comparación o algo parecido.
Por último, no debemos olvidar el uso que el Nuevo Testamento hace del Antiguo. Hay más de 300 referencias a
textos del Antiguo en el Nuevo, sin tomar los pasajes citados textualmente. El Nuevo Testamento se basa en el
Antiguo.

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HERMENÉUTICA DEL NUEVO TESTAMENTO
ALGUNAS REGLAS
• Observar que los evangelios y los primeros capítulos del libro de los Hechos (1–12) están dados en un
contexto judaizante. Algunas de estas prácticas no se van a aplicar a la Iglesia, aunque de allí se desprendan
principios y verdades.
Por ejemplo, el día de reposo, si fuera literalmente, habría que guardarlo. Pero los cristianos cambiaron su
reunión a los domingos en las casas, ya no en la sinagoga. Hay un cambio de los evangelios a la Iglesia
neotestamentaria.
• Había escuelas judías de interpretación en los tiempos de Jesús, y aún en las epístolas hay vestigios
judaizantes. Se ve cuando Pedro quiere guardar las cosas judías (después de Hch 15). Pablo lo tiene que
reprender y centrarlo en una vida netamente cristiana sin influencia judaizante.
• Algunas epístolas eran personales y otras pastorales. También hay cartas universales. Se debe tomar en
consideración a quien se dirige cada escrito.
• Hay mandamientos, promesas, y principios en el Nuevo Testamento. Son diferentes entre sí, y se debe
distinguir si algo es un mandamiento o una promesa. Hay muchas promesas personales que no se aplican a
nosotros. Una de ellas es la hecha al carcelero de Filipos: cree tú (carcelero) —no es una promesa para cada
cristiano, sino que fue para ese hombre en especial.
• El Nuevo Testamento está lleno de figuras de lenguaje. Especialmente los evangelios están cuajados de
parábolas y símiles. También hay lenguaje literal que debe interpretarse como tal.
Los milagros fueron para cada una de esas personas—no son para uno aunque pueden ser fundamentales para
que ejerza uno su fe; pero recuerda que no fueron una promesa para ser tomada literalmente para nosotros, a
menos que esté en términos generales y universales. Entonces sí son promesas para todos (como “Estaré con
vosotros hasta el fin del mundo”)
• No olvidemos que hay cosas que Dios quiso revelarnos, pero hay otras que no quiso que sepamos.
Si queremos “interpretar” una de éstas, hay que marcarla como una suposición, o una opinión personal (yo
creo...), porque las Escrituras no lo aclaran.
LA TRADICIÓN RABÍNICA
En la Iglesia primitiva no se partió de cero: ellos ya tenían un trasfondo. Los que interpretaban la ley eran los
judíos, y aunque no se tenía una Biblia escrita propiamente, existía la Ley oral que provenía de la tradición
rabínica judía. La Iglesia nació en medio de esta atmósfera, lo cual hizo de las epístolas algo de mucha
bendición, pues ya podían tener algo por escrito que les enseñara cómo conducirse.
Antes de esto (alrededor del 50 dC), sólo había la interpretación tajante y severa de la Ley, fría y sin
misericordia, desprovista de todo el amor y la compasión de Cristo.
Es ingenuo pensar que la Iglesia arrancó con un Nuevo Testamento en forma. No tenían las Sagradas escrituras
para guiarlos. Por ello Jesús dijo: el que tenga oídos para oír, oiga.
Jesús iba interpretando lo que decía y hacía, pues estaba consciente de que estaban las escuelas de Hillel y
Shammai al asecho para desmenuzar sus palabras.
Sin embargo, la iglesia nació con bases sólidas en las enseñanzas de los apóstoles, de quienes escucharon el
evangelio de primera mano.
Aquellos estudiosos que deseen saber cómo se formó la Biblia, pueden consultar los libros: La Biblia: cómo se
convirtió en libro, de Terry Hall (Ediciones Las Américas), o Breve historia del canon bíblico, de Gonzalo Báez
Camargo (Ediciones Luminar).
EPÍLOGO
“Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque
tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos” (Jer 15:16).
“Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la
niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en
Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para
instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2
Ti 3:15-17).

Que las horas que usted pase en el estudio de la Palabra de Dios sean de gran bendición para su vida.

BIBLIOGRAFÍA:
Hermenéutica bíblica. José M. Martínez, Editorial Clie
Principios de Interpretación Bíblica. Luis Berkhof, Editorial T.E.L.L.
Claves de interpretación bíblica. Thomas Fountain, Casa Bautista de Publicaciones.
Hermenéutica. M. S. Terry, Editorial Clie

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Normas para la recta interpretación de las Sagradas Escrituras. Ernesto Trenchard, Editorial Moody.
¿Cómo puedo comprender la Biblia? La Biblia: su interpretación. Clase Bíblica Radial.

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