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¡Treinta y siete errores en un

mensaje de tan solo seis minutos!


Reacciones negativas y positivas del predicador o maestro a
sus propios errores e imperfecciones
En la siguiente dramatización de un mensaje, se hallan al menos treinta y siete
errores y malas prácticas que dañarían cualquier intervención. ¿Cuántos podrá
usted detectar? Qué ningún ministro del Señor se ofenda por lo presentado, pues la
mayoría de nosotros cometemos algunos de estos errores de vez en cuando, si bien no
a menudo.
[Nota para el maestro. Antes de pronunciar usted este mensaje ante una clase,
se recomienda informar a los alumnos lo siguiente: que para identificar todos los
errores, cada cual debería escuchar muy atentamente, anotando rápidamente los
errores. La duración del mensaje es de unos cinco o seis minutos.]
Mensaje, con al menos treinta y siete errores o malos hábitos, traído por el
hermano Presentao Confiado
"Hermanos y amigos, buenas noches.
"Me han asignado el tema: Los demonios que empe… -digo- empequeñecen a
predicadores, maestros y maestras de la iglesia.
"Sinceramente, yo no me siento apto para presentar este tema. No he podido estudiarlo
mucho.
[El orador se suena duro la nariz.] "Disculpen, hermanos, no me siento bien.
"Este… pues, bien. Pero, espero que sepan soportarme, hermanos, ¿verdad?, porque
todo lo que hablemos en el nombre del Señor está bueno, ¿verdad?, hermanos.
"Eeeeeeh… eeeeeh… Hermanos, yo creo que uno de los demonios que
empequeñecen a predicadores y maestros de la iglesia, hermanos, ¿verdad?, es el
demonio llamado ‘Vagancia’, ¿verdad? Sí, muchos hermanos y hermanas son tan
vagos que ni siquiera leen con frecuencia la Biblia. Son tan malos y vagos que no se
preparan bien para sus mensajes y clases. Gracias a Dios, yo no soy como ellos,
hermanos.
"Eeeeeeh… eeeeeh. [Leyendo el bosquejo y moviendo los labios silenciosamente,
susurra las palabras Torpe de labios.] Así, dice… Yo creo que otro de los demonios que
se arremeten contra los predicadores y maestros es el que se llama ´Torpe de labios´.
Sí, hermanos, porque muchos hermanos y hermanas son como Noé cuando predicaba
antes del delubio: ´Torpes de labios´. Por eso, pudo convencer a tan solo ocho
personas a entrar en el arca con él. Gracias a Dios, ¡este servidor no es tor...tor...torpe
de lavios!, hermanos, ¿verdad?
"Este......... [Mueve las hojas del bosquejo, mostrándose nervioso e inseguro.] Yo creo
que otro de esos demonios se puede llamar‘Rebeldía’. ¿Por qué, hermanos?
Hermanos, porque algunos predicadores y maestros se rebelan contra la Palabra. Solo
quieren complacer a los que tienen ´comason de oír´, como dice 1 Timoteo 4:3. Sí, son
rebeldes. Vuelvo a decir que son rebeldes a la Palabra. Se oponen a la Palabra. Son
rebeldes a la Palabra. No me explico porque son tan rebeldes a la Palabra, hermanos.
Yo no soy rebelde a la Palabra, hermanos, ¡créanme!
"Eeeeeeeh… yo creo, yo creo que otro de esos demonios se llama ´Lucido´. Me refiero
a esos predicadores, maestros y maestras que visten ropa de boutique, esa ropa
moderna de muchos colores. Hermanos, ¡a mí no me gusta! Se ven tan pamposos. Yo
soy tan franco como feo. ¡A mí no me importa lo que piensan ustedes o los demás! A mí
no me gusta. Hay que decirle al pan, pan; y al vino, vino. Son lucidos. Les digo que son
lucidos, y Dios no acepta a los lucidos. Dios no aprueba a los lucidos. Dios va a echar
en el infierno a los lucidos. El hermano que predica y enseña debe usar siempre camisa
blanca, pantalón oscuro y corbata de colores suaves. El que no lo haga, ¡peca! Sí,
¡peca! La mujer que enseña debe usar siempre traje de colores apagados. ¡Nada de
boutique! ¡Nada llamativo! Si no lo hace, ¡peca!
"Bueno, hermanos, este.... se me acabaron las notas. Así que no tengo nada más que
decir sobre este tema."

Errores y malos hábitos que dañan el mensaje de Presentao Confiado


1. "Hermanos y amigos, buenas noches." Saludo un tanto seco, al estilo de algunos
oradores seculares, carente de espiritualidad.
2. "No me siento apto…". Presentao se desprestigia a sí mismo ante el público. Bien
que esta expresión, y otras parecidas, se utilicen para comunicar humildad, no es
menos cierto que comunican falta de confianza del orador en sí mismo, implicándose,
además, que no debería haber aceptado predicar el mensaje al no sentirse capacitado
para cumplir eficazmente la encomienda. Más sabio no aceptar una invitación de
exponer algún tema particular que hacer el rol de un incompetente, perdiendo toda
credibilidad como mensajero de Dios.
3. "No he podido estudiarlo mucho." Excusa pobre para justificar la falta de
preparación. ¿Qué le impidió efectuar la preparación necesaria? ¿Acaso no le
asignaran el tema con suficiente antelación para analizarlo él afondo y preparar un
bosquejo completo, con ilustraciones apropiadas, aplicaciones prácticas y un
vocabulario que infundiera vida a lo expuesto?
4. Tres de las primeras cinco oraciones contribuyen a la creación, desde el inicio, de
un ámbito negativo en derredor del orador, usándose el negativo "no"tres veces al
principio del mensaje.
-"No me siento apto…"
-"No he podido estudiar…"
-"No me siento bien."
Un aura de positivismo alrededor de su persona proyecta el predicador o maestro
diestro y maduro, especialmente durante los primeros minutos de su intervención.
5. "Sonarse la nariz" debería evitarse de ser posible, particularmente, sonarla de
forma ruidosa o sorberse la nariz repetidamente, pasando el pañuelo una y otra vez
sobre ella. No pudiendo evitarlo, al orador o maestro le convendría pedir perdón a la
audiencia y luego virar la cabeza antes de sonarse la nariz, toser o estornudar. Hacer
cualquier de estas acciones con boca y nariz casi pegadas al micrófono demuestra una
falta inexcusable de modales.
6. "Este..." es una muletilla que se escucha tres veces durante el mensaje. El buen
orador no descansa sobre “muletillas” de ninguna clase.
7. "…soportarme…" es, precisamente, lo que los oyentes no deberían tener que
hacer. No acuden a la reunión de la iglesia para "soportar" al predicador o maestro,
“sobrellevarlo” o “tolerarlo” sino para ser instruidos y edificados.
8. Error grande: "Todo lo que hablemos en el nombre del Señor está
bueno". ¡Negativo! ¡De modo alguno! Este mismo orador ya ha hecho unas cuantas
afirmaciones que no están buenas. Por ejemplo, los tres negativos: "No me siento
apto…", etcétera. Invocar el nombre del Señor en el intento de suavizar y justificar
nuestros errores y fallas es faltarle el respeto tanto a él como a la audiencia. ¿Implicar a
Dios en nuestra falta de preparación y consecuentes torpezas? Tal desfachatez la
comete solo el ministro falto de gravedad (gravitas) y espiritualidad.
9. "¿Verdad?" Muletilla que se usa cinco veces en el mensaje. Bello e importantísimo
vocablo, pero usado una y otra vez como pregunta-muletilla, comienza a irritar al oído
sensible. En algunos contextos, la pregunta "¿Verdad?" puede usarse retóricamente
con el propósito de motivar una respuesta de parte del auditorio. Pero, se vuelve una
mera muletilla fatigosa cuando es usada con mucha frecuencia para llenar espacios en
la intervención o suscitar reacciones vagas del oyente.
10. "Hermanos", palabra usada no menos de trece veces durante este corto mensaje.
Suponiendo que se use escuetamente como término de cariño y solidaridad
espirituales, tristemente, se convierte en una muletilla onerosa que consume tiempo y
molesta por la frecuencia con que se escucha.
11. "Eeeeeeeeh..." Otra muletilla escuchada cinco veces en este mensaje tan breve.
Irritante, ya en su forma corta de “Eh” o en la larga, como en este mensaje. ¡Mejor una
pausa silenciosa que esta muletilla fastidiosa!
12. "Yo creo..." es la frase de la cual Presentao se vale invariablemente para introducir
cada punto principal del mensaje. “Yo creo… Yo creo… Yo creo…” Indica un alto
grado de egocentrismo y/o falta de preparación en lo concerniente a la selección de
frases variadas para la presentación de los puntos.
13. "Son tan malos y vagos…" es una censura demasiada dura y generalizada,
haciéndose el orador juez de la condición espiritual en que, según él, se encuentran los
acusados. Irónicamente, al expresarse Presentao de esta manera, ¡se condena a sí
mismo, quedando como "hipócrita" ante sus oyentes, pues ha confesado con sus
propios labios no haberse preparado adecuadamente! Ciertamente, le aplica Mateo 7:1-
5. "Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que
medís, os será medido. ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces
verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano."
14. "…Yo no soy como ellos." ¿A qué no? Semejante expresión demuestra un espíritu
jactancioso y faraséico (Lucas 18:9-14). Espíritu que aflora de nuevo cuando Presentao
dice: "Este servidor no es torpe de labios".
15. Torpeza. El hermano Presentao se detiene para leer su bosquejo, moviendo los
labios y susurrando para sí las palabras Torpe de labios. Lee el bosquejo, pero no en
voz alta. Ningún orador bien preparado y competente cometería semejantes torpezas.
16. Titubea, dando la impresión de estar perdido en cuanto a la secuencia de puntos
que haya propuesto presentar. ¿Perdido en medio de su propio mensaje? Pues, muy
probablemente pierda también la atención de no pocos en la audiencia.
17. Error craso. Se equivoca al decir que Noé fue "torpe de labios". Confunde a Moisés
(Éxodo 6:30) con Noé. Esto evidencia su ignorancia de eventos y personajes
importantes del Antiguo Testamento, quedándose Presentao desacreditado ante los
presentes que sí los conocen.
18. Pronuncia mal la palabra "diluvio", diciendo "delubio".
19. Al decir: "Por eso, pudo convencer a solo ocho personas a entrar con él en el arca",
comete dos errores adicionales, siendo el primero el siguiente: Supone que la
generación del tiempo de Noé no entrara en el arca por ser aquel predicador “torpe de
labios”, no habiendo en la narración bíblica ni pizca de evidencia para semejante
postulación. Por cierto, las suposiciones infundadas restan del mensaje y de la
credibilidad de cualquier orador o maestro culpable de pronunciarlas.
20. El segundo error en la oración "Por eso, pudo convencer a solo ocho personas a
entrar con él en el arca" consiste en que solo siete personas entraron con Noé en el
arca, y no ocho, para un total de ocho, y no nueve. Pequeños errores de esta
naturaleza estropean sermones o clases.
21. "¡Este servidor no es tor...tor...torpe de lavios!" Un espíritu jactancioso presagia
la caída, conduciendo a ella. Con un espíritu de jactancia encima, ¡el orador se
manifiesta él mismo "torpe de labios" en el acto al gaguear la palabra "tor... tor...
torpe"!
22. La palabra correcta no es "lavios", con "v de vaca", sino "labios", con "b de
bueno".
23. Traquetea las hojas del bosquejo, mostrándose nervioso e inseguro.
24. La palabra correcta no es "comason" sino "comezón".
25. La cita correcta para la frase "comezón de oír" no es 1 Timoteo 4:3 sino 2 Timoteo
4:3.
26. "Vuelvo a decir… Son rebeldes… No me explico porque son tan rebeldes." El
error cometido es el de la repetición innecesaria. Bien que la "repetición" puede ser
una herramienta útil cuando se quiere enfatizar algún punto, se vuelve estéril,
contraproducente y aburrida cuando utilizada excesivamente. Para llenar tiempo. Que el
orador recurra a ella porque no está preparado y tiene que seguir diciendo algo hasta
que se le ocurra un nuevo pensamiento. O que abuse de ella en su empeño de llamar
atención a un punto, sobreabundando demasiado.
27. "A mí no me gusta." Así, Presentao emite una opinión puramente personal sin
explicaciones basadas en argumentos desarrollados con lógica irreprochable. Las
opiniones de esta categoría no tienen peso. Revelan, a menudo, prejuicios puramente
subjetivos. Esta categoría de opinión tiende a producir resentimiento en la persona que
acostumbra analizar objetivamente asuntos controvertidos. Hace que el orador pierda
credibilidad, ya que si él no es capaz de distinguir entre cuestiones opinables, hechos
indisputables y sus propios prejuicios, con razón concluiría el oyente perspicaz: "¿Por
qué hacerle caso? Si no sabe razonar lógicamente, ¿por qué hacerle caso?"
28. La palabra no es "pamposos" sino "pomposos".
29. "Yo soy tan franco como feo" se cataloga como un dicho de mal gusto. Usándolo,
el orador estaría diciendo, efectivamente:"Soy una persona ruda y sin tacto". Desde
luego, ningún orador debe ser "rudo y sin tacto", mucho menos el que proclama la
Palabra de Dios. La "franqueza" es efectiva solo cuando usada dentro del marco del
amor y respeto, o solo cuando se apoya en verdades y argumentos irrefutables, como,
por ejemplo, en 2 Corintios 3:12, donde el apóstol Pablo escribe: “Así que, teniendo tal
esperanza, usamos de mucha franqueza…”. El amor sincero, el respeto no fingido,
el tacto, la inteligencia de los argumentos, el contenido edificante del mensaje y
el lenguaje fino adornan al orador, haciendo que el auditorio pase por alto
cualquier defecto físico o falta de atractivo que haya en él. La regla divina es: "El
siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para
enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija" (2 Timoteo 2:24-25).
30. "¡A mí no me importa lo que piensan!" Una exclamación sin tacto y de mal gusto.
Demuestra falta de sensibilidad hacia otros seres humanos, y desprecio por sus
sentimientos, opiniones o convicciones. No sorprendería que evocara una réplica
parecida del oyente ofendido. Por ejemplo: "¡Pues, a mí no me importa lo que usted,
don predicador, piense!"
31. Según las reglas de gramática, en la exclamación “¡A mí no me importa lo que
piensan!”, el verbo correcto sería "piensen", y no "piensan".
32. "Dios no acepta a los lucidos. Dios va a echar en el infierno a los
lucidos." Ningún orador sabio y espiritual comete el grave error de poner palabras o
juicios en la boca de Jehová Dios, táctica demasiado común en predicadores. El
mensajero sabio y espiritual se cuida de atribuir a Dios sus propias opiniones
personales y de emitir juicios que no le corresponden.
33. "Debe usar camisa blanca, pantalón oscuro y corbata de colores
suaves." Aquí encontramos ejemplo clásico de un error tan común como serio, a saber,
el de convertir prejuicios y opiniones personales en leyes espirituales para otros.
Demás es preguntar: ¿Dónde estipula el Espíritu Santo la vestimenta de “camisa
blanca, pantalón oscuro y corbata de colores suaves” para el predicador?
34. “El que no lo haga, ¡peca! Sí, ¡peca!” Predicadores que se inventan pecados
basados en sus propios prejuicios u opiniones personales abundan como la paja.
Pontifican sobre tales “pecados” como si fueran portavoces de edictos divinos enviados
del cielo. Pero, Dios es quien identifica pecados, y a nosotros que predicamos y
enseñamos la Palabra nos conviene tener cuidado de llamar “pecado” lo que lo sería
solo conforme a apreciaciones incorrectas nuestras.
35. “La mujer que enseña debe usar siempre traje de colores apagados. ¡Nada de
boutique! ¡Nada llamativo! Si no lo hace, ¡peca!” Son igualmente aplicables las
observaciones hechas en el 33 y el 34.
36. Presentao no explica el uso retórico de “demonios” en este mensaje.
37. "Bueno, hermanos, este.... se me acabaron las notas. Así que no tengo nada más
que decir." Esta conclusión la encontramos tan fría e incompleta como el saludo.
Posibles reacciones negativas del candidato a los ministerios al darse cuenta de
los tantos errores que pueden cometerse en cualquier ponencia
1. Acomplejarse y llenarse de temor al extremo de desistir de la idea de predicar
y/o enseñar. Quien tiene el fuerte deseo de ejercer estos ministerios espirituales tan
valiosos, talentos que pueden pulirse y buen testimonio ante los cristianos no debería
permitir que semejante reacción se adueñe de su mente y espíritu, rindiendo nulo su
noble deseo de colaborar con Dios en las gloriosas obras del Reino espiritual.
a) El candidato dotado de atributos positivos para el ejercicio de ministerios
espirituales ha de vencer el temor a cometer errores, avanzando en su
preparación multifacética, confiado en la ayuda oportuna del Señor. Resignarse
a su propia imperfección y determinar proseguir pese a ella constituye un
gran paso hacia la madurez. No tolerarla o dar escusas, sino luchar
constantemente para mejorarse.
b) Qué tal candidato nunca pierda de vista un hecho importante, a saber: que el
contenido de un mensaje o estudio concebido y desarrollado sabiamente,
apoyado firmemente en textos bíblicos, puede calificarse de muchísimo más
importante que unas pocas imperfecciones o errores sin gravedad. Bien que
estos resten un poco de la calidad de la intervención, de modo alguno
anularían su valor intrínseco espiritual.
2. Volverse demasiado nervioso en las presentaciones por el temor de cometer algún
desliz, ¿con qué razón hacerlo? Una confianza fuerte, que descansa en una
preparación exhaustiva, y además, en la seguridad del acompañamiento providencial
de Dios, se supone que elimine semejante temor. Por otro lado, quien piense que los
oyentes estén más pendientes a equivocaciones o imperfecciones que al contenido del
mensaje más le vale reordenar sus percepciones, convenciéndose de lo opuesto. El
oyente inteligente que escucha para aprender la verdad divina y crecer en espíritu da
prioridad al contenido del mensaje, perdonando o pasando por alto pequeños
desperfectos. Ahora bien, consabido es que el nerviosismo excesivo conlleva a la
comisión de más y todavía más faltas. Controlarlo es, pues, vital para alcanzar
nuestro potencial máximo.
3. He aquí una realidad: los que más se fijan en cualquiera imperfección o error, por
pequeñito que sea, ¡son los demás predicadores o maestros! Así que, de estar presente
algún siervo de estos para cualquier ponencia nuestra, deberíamos obviarlo a cierta
medida, pues ya está abastecido, se supone, de verdades bíblicas, y predicar o
enseñar para los hermanos y amigos presentes que tienen verdadera necesidad de
buena instrucción espiritual. Estos nos escuchan no para criticar sino para recibir
edificación. Así pues, un pequeño consejo: Durante su intervención, concentrarse en
tales almas hambrientas del pan de vida, sedientas del agua de vida, y no en cualquier
predicar o maestro que esté presente.
Reacciones positivas ante la problemática de los errores
1. Aceptar valientemente el reto de eliminar el número máximo de los errores y pulirse
cada vez más en los ministerios espirituales.
2. Acondicionarse y fortalecerse psicológicamente para recibir, soportar y sobrellevar
señalamientos en torno a errores que cometa.
a) Tener presente que tarde o temprano cometerá errores de distintos tipos. Que
ningún ser humano es perfecto, no exceptuándose usted.
b) Dar por sentado que no faltará quién se los señale, y que tal vez figure entre
los menos cualificados para hacerlo.
c) Anticipadamente, ¡prepararse emocional y mentalmente para ambas
acciones!, pues son, realísticamente, inevitables.
3. Agradecer los señalamientos y beneficiarse de ellos, corrigiendo lo deficiente en
sus intervenciones.
4. No afligirse o deprimirse desmedidamente al cometer errores o cuando se los
señalen.
5. No acomplejarse por los errores sino procurar en oración tener confianza en su
Maestro Jesucristo, y por ende, en sí mismo, siguiendo adelante en los ministerios de la
predicación y enseñanza.
6. Reconocer, y no olvidarlo, que la preparación adecuada es la medida clave para
evitar o eliminar la gran mayoría de los equivocaciones e imperfecciones.
7. Determinar lograr que el contenido de su presentación sea tan importante e
interesante que los oyentes den poca o ninguna importancia a cualquier desliz
insignificante, imperfección o error que no anule enseñanzas divinas.
Asignaciones
A. Analizar cuidadosamente el mensaje que será predicado en su congregación el
próximo domingo, apuntando todas las muletillas, equivocaciones y demás errores
cometidos por el orador.
B. Para la próxima ponencia suya, pedir a un hermano de confianza que apunte todos
los errores que cometa usted mismo en su mensaje.
C. Aprender de memoria 2 Timoteo 2:24-25, la "regla de oro" para el obrero del Señor.
Preguntas y ejercicios para la Lección 5

1. ¿Qué hacen algunos oradores para suavizar y justificar los errores cometidos en sus
ponencias?
2. ¿Cómo implican a Dios en sus fracasos?
3. ¿Qué significa "muletilla" en el contexto de esta lección?
4. Definir un "orador hipócrita", dando ejemplos (sin nombrar a persona alguna).
5. Definir un "orador jactancioso", dando ejemplos (sin nombrar a persona alguna).
6. ¿Qué es una "suposición infundada" y cuáles son las consecuencias de usarla?
7. Definir la "credibilidad del orador" y explicar cómo cualquier ministro puede perderla.
8. ¿En cuáles circunstancias tiene valor la "repetición"?
9. Definir y dar ejemplos de repeticiones "estériles, contraproducentes y aburridas".
10. ¿Qué es el significado de "prejuicios puramente subjetivos"?
11. ¿Cómo reaccionan algunos oyentes a predicadores y maestros que exteriorizan
verbalmente esta clase de prejuicio?
12. ¿Qué significa "pomposo"?
13. ¿Cuándo es efectiva la franqueza?
14. ¿Qué significa "tacto"?
15. ¿Cómo se demuestra el tacto en un mensaje?
16. ¿Cuáles son los adornos espirituales del orador maduro y pulido?
17. Dar un ejemplo del "respeto fingido".
18. ¿Cómo suelen no pocos oradores poner palabras en la boca de Dios?
19. Explicar lo que significa "convertir los prejuicios y las opiniones personales en leyes
espirituales o en edictos divinos".
20. Dar ejemplos que ilustren referido error.
21. ¿Cuáles son los "complejos" que pueden afectar al ministro o al candidato para los
ministerios que se preocupara desmedidamente por los tantos errores que
potencialmente pueden cometerse en cualquier ponencia?
22. ¿Cuáles medidas pueden ser tomadas para vencer tales complejos?
23. ¿Cómo podemos vencer el nerviosismo?
24. Al presentar cualquier estudio bíblico, ¿en quiénes debemos concentrarnos?
25. Tratándose de equivocaciones, imperfecciones y hábitos malos, ¿cuál debe ser el
reto para todo orador?
26. Dar ejemplos de buenas expresiones verbales que podemos usar para agradecer a
quienes nos señalaran errores.
27. ¿Cuáles son las consecuencias de afligirse o deprimirse demasiado por causa de
imperfecciones, deslices, errores?
28. ¿Qué enseña 2 Corintios 3:4-5 sobre nuestra confianza y nuestra competencia?
29. ¿Cuál es la clave para eliminar la gran mayoría de los errores cometidos en la
presentación de sermones o clases?
30. En cuanto al contenido de nuestros mensajes, ¿cuál debe ser nuestra meta?

La duración de sermones, clases


bíblicas y conferencias

A. El tiempo ideal para sermones, clases bíblicas y conferencias.


1. Para sermones: de veinte a treinta minutos.
2. Para clases y conferencias: de treinta a cuarenta y cinco minutos.
B. ¿Por qué programar más tiempo para clases y conferencias que para sermones?
1. En el caso de las clases:
a) Por los comentarios y preguntas que susciten de parte de los alumnos.
b) Por el tiempo requerido para responder, esclarecer, resumir, hacer
aplicaciones, redondear, etcétera.
c) Porque usualmente el intercambio de ideas y comentarios en clases suele ser
más interesante que el monólogo del predicador, y por ende, retener el interés de
los participantes en las clases por más tiempo se hace más fácil.
2. Tratándose de conferencias [Es decir, de ponencias formales presentadas para
grupos especiales. Por ejemplo, estas lecciones se prestan para conferencias o clases.
Durante una conferencia se supone que los oyentes no intervengan con preguntas o
comentarios, mientras en clases el buen maestro procura la participación inteligente de
los alumnos.]
a) Para que los participantes aprovechen al máximo el tiempo y sacrificio
requeridos para asistir a las conferencias.
b) Para que el conferencista pueda impartir el máximo de información durante el
tiempo programado.
C. Las consecuencias de exceder estos límites no son pocas ni ligeras sino muchas y
pesadas, teniendo ramificaciones perjudiciales tanto para el orador como para la iglesia y la
causa de Cristo.
1. Se cansa la mente del oyente medio, menguando la atención que preste, al igual
que su capacidad retentiva. Esto es comprobado por numerosas indagaciones y
encuestas relevantes.
a) Por interesante que sea el tema, con la marcha de las manecillas del reloj la
mente humana va perdiendo su poder de concentrarse en lo que se está
presentando. Cansada, o sobrecargada de información, impresiones,
argumentos, posibilidades, etcétera, la mente comienza a resistir, aunque sea
poco, seguir procesando las palabras y pensamientos que los oídos escuchan y
todo el caudal sensorial que los ojos captan. ¿Qué suele ser el efecto? Pues,
palabras no procesadas no enseñan ni edifican, y lo que ven los ojos no se
registra debidamente. Invadiendo e imponiéndose este estado en el oyente, de
ahí en adelante estará prácticamente perdiendo su tiempo y energía el
predicador o maestro. Sigue hablando, pero, efectivamente, el oyente estará
asimilando cada vez menos de lo transmitido. Probablemente, no asimile el
100% de lo comunicado ni siquiera desde el principio de la intervención. Ya para
los últimos minutos, acaso un 40%, un 20%, un 10%, o casi nada. Y si esos
últimos minutos vienen al final de una intervención de cuarenta y cinco minutos,
de una hora, o más, lo asimilado será todavía menos.
b) Desde luego, existen excepciones. Cuando un predicador que reúne todos
los atributos de orador sumamente diestro trata algún tema de excepcional
interés en el momento, y el oyente tiene ávido deseo de escuchar lo traído, a lo
mejor este siga procesando al máximo, ¡aunque el mensaje pase de una hora!
2. Se cansa el cuerpo físico de estar más o menos en una misma posición.
a) Los músculos y los huesos envían mensajes al cerebro: "Nos estamos
entumeciendo. Ya estamos sufriendo. Esta silla es durísima e incómoda".
b) El cuerpo físico distrae a la mente, importunándola: "Tengo sed. Tengo
hambre. Tengo sueño. Estoy cansado."
c) Obligada la mente a procesar estos mensajes y sensaciones, se distrae ella
misma, ya no concentrándose completamente en el mensaje.
d) Conclusión. Tratándose de sermones, en la mayoría de los casos el tiempo en
exceso de treinta minutos se torna tiempo casi perdido, tanto para el oyente
como para el mensajero.
3. Se aburren los oyentes.
a) Primero, los niños y adolescentes.
b) Luego, los presentes de poca espiritualidad. Cristianos inmaduros. Quizás una
mayoría de los visitantes, pues son más hombre natural que hombre espiritual.
c) Entonces, ¡aun los maduros en la fe!
d) Ahora bien, el aburrimiento trae, definitivamente, consecuencias
negativas y dañinas para la congregación y su obra, entre ellas:
(1) Las personas adultas que se aburren a menudo en las reuniones de la
iglesia tienden a debilitarse progresivamente en su vida espiritual.
Dicen para sus adentros: "No quiero escuchar más al hermano Largo de
Palabras porque se extiende demasiado y me aburre". Algunas
simplemente optan por no seguir asistiendo a los servicios. Dicen: "¿Para
qué asistir? Solo salgo aburrido, hastiado, un tanto molesto".
(2) Los niños y jóvenes que se aburren por el tiempo excesivo de
sermones o clases demuestran la tendencia de llenarse de
resentimiento hacia la iglesia. “¡No quiero ir a la iglesia! ¡Me
aburro!” Entonces, el niño constantemente aburrido en la iglesia
determina para sus adentros no seguir asistiendo "cuando yo sea
grande", fatal decisión para su espíritu. Teniendo la culpa, en parte, el
predicador Largo de Palabras. La impresión de la iglesia que forma tal
niño o joven es que se trata de un lugar aburrido donde los
adultos "hablan demasiado". Creciendo y yéndose eventualmente para el
mundo, perderlo es un fruto amarguísimo tanto para padres como para la
iglesia –fruto que resulta, bien que sea solo en parte, a causa de
predicadores indisciplinados que no saben parar sus ponencias a tiempo
–fruto que ningún expositor concienzudo de la Palabra no querrá jamás
producir para la iglesia o para Dios.
(3) De manera que el predicador o maestro que continuamente provoque
aburrimiento sería culpable hasta de pecar contra sus oyentes. Si no
está dispuesto a corregirse, ¡mejor dimitirse del ministerio de la
predicación!
e) Desde luego, algunos, tanto adultos como jóvenes, se aburren aun cuando se
sigue rigurosamente el tiempo asignado para los distintos ministerios y brilla la
calidad de cada ministerio.
(1) Esto se debe a la pobre condición espiritual del alma y de la mente de
tales personas.
(2) Lo importante es que no pongamos delante de ellas el tropiezo
adicional de “indisciplina en cuanto al tiempo”.
4. Cuando abusa el mensajero del tiempo, no faltan oyentes que se molestan al punto
de manifestar visiblemente sus emociones negativas.
a) Cambia su semblante. Su cara se pone larga y bien seria, nublándose los
ojos.
b) Algunos murmuran su inconformidad, haciendo al vecino comentarios
denigrantes sobre el mensajero.
c) Suspiran audiblemente. Miran por las ventanas, al techo, al piso, en derredor
suyo a los demás presentes. Van a tomar agua, sin tener sed. Van al servicio
sanitario, sin necesidad de hacerlo. Van al vestíbulo, donde dan vueltas, o
conversan entre sí.
d) En casos extremos, ¡hasta abandonan del todo la reunión y el local!
e) Ocurriendo estas situaciones, pierde el oyente, el mensajero, la iglesia y la
causa de Cristo en la tierra. ¡Todos pierden! Sencillamente porque el orador
no se disciplina en cuanto al tiempo, añadiendo esta falla a tal vez otras que
produzcan en el oyente impresiones negativas –fallas tales como falta de
preparación, repeticiones innecesarias, lenguaje mayormente abstracto con
pocas aplicaciones prácticas, falta de vigor y fuego en el estilo de predicar,
etcétera.
f) El orador realmente inteligente, perspicaz, consciente del humor general de la
audiencia, sensible a las reacciones de individuos en ella, prontamente capta en
sus oyentes señales de aburrimiento, desasosiego o molestia, y con astucia y
gracia pasa a puntos más interesantes o concluye su discurso con la invitación
de rigor, cuidándose de tampoco abundar demasiado en ella.
5. El predicador o maestro que suele alargar demasiado sus intervenciones pierde el
respeto y la confianza de los oyentes, murmurando estos contra él porque no sabe
disciplinarse.
a) A los oyentes no les agrada que lo nombren para el ministerio de predicar o el
de enseñar. Cuando lo nombran, piensan: "¡Otro mensaje kilométrico!" Lo
convierten en blanco de críticas, chistes y burlas.
b) Los administradores de cultos o de actividades especiales (campañas
evangelísticas, conferencias de capacitación ministerial) no lo invitan “¡porque
sus ponencias duran una hora o quizás hasta dos horas"!
c) Aunque sepa presentar estudios de contenido edificante, su falta de disciplina
en cuanto al tiempo resta sustancialmente de la eficacia de ellos. Esto es
lamentable y no debería pasar. Le incumbe a todo orador tomar medidas para
que no suceda, evitando que se echen a perder sus habilidades y posibles
aportaciones valiosas.
d) Así que, hermano predicador, hermano maestro, si ya no le invitan a predicar
como antes, respetuosamente le animamos a examinar, entre otras cosas, el
factor "tiempo" de sus mensajes. Tal vez no le inviten porque usted no sepa
ajustar su participación al tiempo estipulado para ella. Le asignan treinta minutos,
pero habitualmente usted toma una hora, o más.
6. Todavía otra consecuencia de alargar sustancialmente el tiempo programado para
sermones o clases consiste en la dealterar el programa planificado. Un ejemplo:
a) En el programa para la reunión principal del primer día de la semana, los
administradores asignan:
-Veinte minutos para los cánticos espirituales y las oraciones.
-Treinta minutos para el sermón.
-Quince minutos para la cena.
-Siete minutos para la ofrenda voluntaria y concluir el culto.
-Ocho minutos para anuncios y peticiones por los enfermos.
-Cinco minutos para pasar a los salones de clases.
-Cuarenta minutos para las clases bíblicas.
b) Pero el hermano escogido para la predicación no se limita a los treinta minutos
para el sermón sino que sigue, y sigue, y sigue ¡tomando cincuenta y cinco
minutos!
c) El resultado de su acción inconsiderada: ¡Se altera el resto del programa
para la reunión! En tal caso, surgentres opciones, ¡ninguna aceptable!
-Reducir el tiempo para las clases.
-Prescindir de las clases.
-Sobrepasar por veinticinco minutos la hora fijada para concluir las
actividades.
d) Dándose tal situación, ¿quiénes son los que más se perjudican?
(1) Los maestros y maestras que han pasado tiempo y trabajo en la
preparación de sus clases pero que ahora no disponen de suficiente
tiempo para enseñarlas.
(2) Los participantes en las clases -niños, adolescentes, jóvenes y
adultos. A muchos de estos les gustan más las clases que el sermón,
beneficiándose espiritualmente más de ellas.
(3) El hermano Caudaloso Palabrero que excedió por mucho el tiempo
programado para su mensaje. ¿Por qué figura este entre los más
perjudicados? Porque:
-Ha perdido credibilidad por su indisciplina.
-No se ha sometido a la voluntad de los administradores de la
congregación, lo cual se interpreta, correctamente, como un acto
de desacato, con elementos de egoísmo, falto de respeto y
soberbia personal.
-Se vuelve blanco de la frustración de parte de los
administradores, de los maestros con sus alumnos y quizás de
casi todos los congregados. Ahora bien, la "frustración" es un
elemento negativo y contraproducente que debe eliminarse de las
actividades de la iglesia. Por consiguiente, a todo participante en
los ministerios le conviene cooperar para que no aparezca.
e) Otros posibles culpables. No solo el predicador sino que otros de los que
ministran durante el culto pueden alterar el programa por medio de abusar del
tiempo. Por ejemplo:
(1) Si el hermano asignado a administrar la mesa del Señor trae una
exhortación que dura veinte minutos –un “mini sermón”- ¡altera el
programa planificado!
(2) Si el que dirige los cánticos espirituales canta ocho himnos en vez de
cuatro, ¡altera el programa!
f) Conclusión: Cada cual que ministra debería esforzarse para llevar a cabo su
ministerio dentro de los parámetros de tiempo establecido para él.
(1) En no pocos lugares de reunión de la iglesia se encuentra un reloj
grande en el salón principal. ¿Qué es su función? Está ahí, visible, para
que lo miren y se dejen gobernar por él quienes administran los
actos de adoración y enseñanza. El que ministra debería tomar nota de
la posición de las manecillas, terminando su participación dentro del
tiempo pautado.
(2) Si los que ministran ignoran el reloj, procediendo como si no
estuvieran conscientes del factor tiempo, se puede dar por sentado que
¡al menos algunos de los demás adoradores comenzarán a mirar el
reloj, perdiéndose el ambiente de reverencia y buena voluntad que
ha de prevalecer en todo culto!
D. Excepciones a la regla de treinta minutos para el mensaje.
1. Cuando el tema o los asuntos a tratarse se revisten de tanta importancia para el
bienestar de la iglesia que requieren más tiempo. Ejemplos:
a) Alguna crisis espiritual dentro de la congregación que pudiera lastimar a
muchos o desembocar en una división.
b) La introducción en la congregación, o en el área donde ella está ubicada, de
alguna falsa doctrina peligrosa.
c) Observación: Dadas tales circunstancias, no disertaría cualquier predicador
sino un hermano de los más maduros, experimentados y sabios; el mejor
informado, el más respetado, el más disciplinado en todo aspecto.
2. Cuando circunstancias especiales ameritan un discurso más largo. Por ejemplo, el
mensaje de despedida de Pablo en Troas, ocasión en la que el apóstol "alargó el
discurso hasta la medianoche" (Hechos 20:7).
E. Objeciones a la regla y justificaciones por quebrantarla.
1. "No puedo decir mucho en treinta minutos." Algunas consideraciones al respecto:
a) El orador que ha hecho la necesaria preparación puede decir muchísimo en
media hora, tanto que al oyente medio le sea un reto asimilarlo todo.
b) Quien “No puede decir gran cosa en treinta minutos” es aquel culpable de
poca preparación. O eso, o que no cuenta con los recursos espirituales e
intelectuales necesarios para llenar media hora de buenas enseñanzas
edificantes. En tal caso, mejor no subir al púlpito.
c) Cualquier predicador de habilidades fundamentales esenciales para ser bueno
mensajero puede decir mucho en media hora con tal de aprender a:
-Condensar y compactar sus pensamientos.
-Ser conciso y preciso en su forma de expresarse, seleccionando
cuidadosa y juiciosamente vocablos, cláusulas y oraciones que
comuniquen rápido y efectivamente los distintos puntos.
-Eliminar de su discurso, en el proceso de desarrollarlo, información,
anécdotas, ilustraciones, aun textos bíblicos, que pertenecerían a la
categoría de irrelevantes, desviaciones o materia de poco valor.
-No permitirse el lujo de añadiduras no programadas durante su
ponencia, hablando extemporáneamente y abundando innecesariamente.
d) Volviendo, por su importancia trascendental, sobre lo de ser "conciso y
preciso", esto significa, reiteramos, escoger las palabras más exactas para
transmitir nuestro mensaje, sin recurrir al uso de palabras y fraseologías
superfluas. Lograrlo requiere mucho ejercicio y mucha disciplina mental; en fin,
¡muchísima preparación!
(1) A continuación, algunos ejemplos de situaciones que nos obligan a ser
"concisos y precisos":
-La compra de espacio en rotativos o revistas para publicar
estudios bíblicos. El costo suele ser alto, y por consiguiente, lo
indicado es hacer que cuente cada palabra, frase, oración. Que se
diga mucho con el mínimo de palabras.
-La impresión de gran cantidad de folletos –miles, cientos de
miles. El papel, la tinta y la mano de obra son caros. Por lo tanto,
cada palabra de cada folleto ha de ser evaluada por su función en
el mensaje. ¿Es necesaria? ¿Qué contribuye al mensaje? ¿O
acaso falte de precisión? ¿O que sea una repetición?
-Comprar espacio en los clasificados para ofrecer cursos bíblicos.
-Anunciar y promover campañas u otras actividades especiales,
utilizando los medios de comunicación tales como la radio, la
televisión o la prensa. Cada palabra, cada ilustración, ¡cuesta!
Quizás bastante dinero, hecho que obliga a la concisión y
precisión.
(2) Aplicación. El tiempo figura entre los recursos más valiosos de nuestra
existencia. De ahí que el Espíritu Santo nos anima: “…aprovechando
bien el tiempo…” (Efesios 5:16). El predicador falto de la debida
“concisión y precisión” en su mensaje no aprovecha bien el tiempo,
haciendo que tampoco lo aprovechen bien sus oyentes. Cien personas en
una congregación que pierden veinte minutos, cada uno, de su precioso
tiempo, pierden un total de dos mil minutos, equivalentes a treinta y tres
horas. ¿Acaso lo haya pensando así, querido predicador? Seamos,
pues, “concisos y precisos”.
e) “Repeticiones innecesarias” son los “diablillos” que roban el tiempo a no
pocos predicadores. Así que, disciplinarse y luchar para eliminar la repetición
habitual de pensamientos, puntos, palabras y frases, esquivando la “Trampa
pantanosa de la redundancia”, ha de ser una prioridad. Decir lo mismo de tres,
cuatro o cinco formas distintas corridas también cae en la categoría de
“Repeticiones”. Algunas consideraciones:
(1) La repetición es permisible solo como medio usado
intencionadamente para enfatizar.
(2) En la mayoría de los casos, la repetición solo sirve para cansar y
aburrir. La mente del ser humano normal es muy ágil, más ágil que el flujo
de palabras en un sermón. Por ende, no precisa de repeticiones, pues
capta y asimila prontamente, deseando recibir enseguida nuevas
materias a procesar. Es preciso tener presente el hecho de que la mente
del oyente promedio capta en seguida el sentido de las palabras e ideas,
¡aun anticipando con frecuencia al orador en lo que este vaya a decir! Por
lo tanto, las repeticiones son innecesarias. Y amado, en las oraciones de
esta misma partida ¡tenemos un ejemplo clásico de repeticiones y
redundancias innecesarias!
(3) La repetición habitual es una clara evidencia de la falta de
preparación.
(4) La repetición consume el tiempo precioso que debe dedicarse a
nuevas materias.
(5) Las redundancias consumen el tiempo precioso de los oyentes, sin
añadir sustancialmente a su edificación, o quizás nada en absoluto.
(6) "Redundancias" y "Muletillas" son primas hermanas, culpables
todas ellas del mismo “pecado”, a saber:¡Echan a perder el
tiempo! Además, ¡molestan al oído, y por ende, a la mente!
(7) A continuación, dos ejemplos sencillos de redundancias que
consumen innecesariamente el valioso tiempo tanto del orador como de
los oyentes:
-"Todo lo necesario, todo lo que se necesita, para la salvación…"
-"Los que no obedecen a Dios, los que no obedecen sus
mandamientos, los que no obedecen la voluntad de Dios,
sufrirán…" Tres formas corridas de decir, efectivamente,
exactamente lo mismo.
2. "No puedo cubrir la materia en treinta minutos." Observaciones al respecto:
a) Pues, querido predicador, maestro, diríase que la mayoría de los temas de la
Biblia no pueden cubrirse completamente en treinta minutos.
b) ¿Cuál será la solución? Fundamental. Dividir el tema o materia en porciones
que no excedan el tiempo establecido para el mensaje.
c) Un error mayúsculo de no pocos predicadores es, precisamente, el de tratar
de cubrir demasiado en un solo mensaje. Este desacierto serio ocurre
especialmente al escogerse algún tema muy abarcador.
(1) Por ejemplo: “Mi tema para hoy es la verdad”.
-Primero, “La verdad” se clasificaría como “tema abstracto”, un
concepto no solo espiritual, y ni siquiera espiritual para el no
creyente, sino también filosófico, y además, muy controvertido.
Llevarlo al plano de lo práctico, con ejemplos, anécdotas y
aplicaciones que impacten al oyente, que hagan al tema cobrar
vida para él, que se quede admirado y convencido el oyente,
determinando en el momento a dejarse guiar por“La verdad”,
constituye un reto grande hasta para los mejores mensajeros de
Dios. Los demás fácilmente se pierden en “lo abstracto”, en lo
“filosófico”, sin formular aplicaciones prácticas que cambien
mentes y vidas.
-Segundo, “La verdad” es tema multifacético clásico de tantas
caras, o dimensiones, que ninguno pudiera jamás identificar y
exponerlas todas en un mensaje de media hora, ¡ni de varias
horas o siquiera días completos! Entonces, la clave sería escoger
una de las dimensiones en particular, explorando su naturaleza,
ramificaciones y aplicaciones para deleite y edificación del oyente.
Por ejemplo, Jesucristo afirma “Yo soy… la verdad”. Explicar
cómo lo es él “la verdad”, las razones tras tan insólito reclamo,
oposición a su reclamo, por qué creerle, las implicaciones de
creerle y las consecuencias de no creerle –todo esto, y más
todavía, ocuparía media hora, y ¡cuidado que no mucho más! Lo
mismo sería aplicable, por ejemplo, a la enseñanza de
Cristo “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad” (Juan
17:17). He aquí materia, con los textos correlativos, para más de
media hora llena de enseñanzas vitales para la salvación del
alma.
-Tercero, “La verdad” aparece en gran número de textos bíblicos.
El predicador que se vale de una concordancia para seleccionar
unos veinte de ellos para un mensaje se sentencia a sí mismo
desde el principio al fracaso en varios aspectos. ¿Media hora para
leer y exponer veinte textos? ¡Imposible! Así que, tomará una
hora, y ni aún así podrá hacer justicia a tantos pasajes. “¡Ah!, pero
los textos, por sí solos, son la verdad, haciendo extremadamente
valioso el mensaje, pese a la poca exposición o aplicación a la
actualidad.” Pues bien, si el propósito del orador es solo repasar
rápidamente los textos, llamando atención a su existencia,
adentrándose tan solo superficialmente en ellos, tal vez semejante
presentación tenga algún mérito, más sin embargo, el oyente
medio espera muchísimo más, postulamos, del predicador –
interpretación inteligente, incluso luz sobre ideas, conceptos,
terminologías no tan claros, aplicaciones prácticas, etcétera.
Cualquiera puede tomar una concordancia y buscar una serie de
textos donde figura el vocablo “verdad”. La tarea del predicador
que trate el tema es infinitamente más compleja.
(2) Todo lo observado sobre el tema “La verdad” es igualmente aplicable
a otros temas muy abarcadores, y especialmente, los de índole abstracta,
siendo cinco ejemplos adicionales los siguientes:
-“La gracia”
-“La misericordia”
-“El amor”
-“La justicia”
-“La sabiduría”
(3) Poner delante del oyente un plato muy grande, desbordante de
alimentos a medio cocinar, lo haría el predicador a medio formar. En
cambio, el predicador finamente formado acostumbra brindar un plato de
tamaño mediano cuyos suculentos manjares espirituales están en su
punto, complaciendo y llenando al oyente hambriento.
3. Otra objeción a la regla de treinta minutos: "El oyente debe ser más espiritual,
humillándose y mortificando la carne. No debe quejarse, ¡aunque mi mensaje dure
dos horas!" Observaciones:
a) Esta justificación es escuchada con frecuencia de parte de quienes no ajustan
sus intervenciones al tiempo programado.
b) El mensajero abusador del tiempo que enuncie semejantes expresiones lo
tendríamos por culpable de:
(1) Esquivar su responsabilidad y falta de cumplimiento, valiéndose de la
estratagema psicológica de echar la culpa a terceras por la infracción de
supuestas normas sanas.
(2) Insinuar que a sus oyentes les falte espiritualidad porque no soportan
sus discursos largos.
(3) Ostentar un espíritu soberbio y poco considerado.
4. Y todavía otra objeción: "Como predicador, a mí me corresponde determinar
cuánto tiempo estaré en el púlpito, y no a la audiencia ni a los encargados de la
congregación o a los que tienen la encomienda de planificar la
reunión."Observaciones:
a) Certeramente, esta afirmación demuestra un espíritu irrespetuoso, dominante,
altanero.
b) Si bien es cierto que a la audiencia no le corresponde determinar el "tiempo
para el mensaje", no es menos cierto que el orador sabio siempre tiene presente
cómo afecte el factor tiempo a la audiencia.
c) Sobre todo, el orador considerado y humilde se somete a las directrices
establecidas por los administradores de la congregación, deseoso de cumplir la
voluntad de ellos.
F. Conclusión.
1. Efectuar todas las actividades espirituales, cualesquiera que sean, dentro de los
parámetros del tiempo establecido es característica de una congregación madura,
administrada por líderes maduros, con la participación de ministros maduros.
2. Cuando el predicador y los demás que ministran lo hacen todo conforme al horario
establecido, la congregación entera se complace, respondiendo más positivamente, lo
cual es todo un logro importantísimo.

Asignaciones

A. Anotar el tiempo exacto que toma el predicador en la presentación de su menaje el próximo


domingo en la iglesia donde usted se congrega.
B. Al extenderse el predicador por más de treinta minutos, observar discretamente las
reacciones de los oyentes, anotándolas. Ubicarse estratégicamente en el local para poder
cumplir cabalmente esta asignación.
C. Anotar toda repetición y redundancia innecesarias en el mensaje.

Preguntas y ejercicios

1. ¿Cuál es el tiempo ideal para sermones?


2. ¿Por qué es más fácil mantener el interés por más tiempo en una clase bíblica que en un
sermón?
3. ¿Qué significa "monólogo"?
4. ¿Qué significa "ramificaciones perjudiciales"?
5. ¿Cuáles son cinco consecuencias negativas de exceder el tiempo ideal para los mensajes?
6. ¿Qué significa "capacidad retentiva" y por qué es importante para la edificación?
7. Apuntar dos cosas que suele hacer la mente humana cuando se cansa.
8. En cuanto a los mensajes espirituales, ¿de qué manera distrae el cuerpo físico a la mente y
al espíritu? ¿Cuándo suele hacerlo con más insistencia?
9. Tratándose de la iglesia, ¿qué hacen muchas personas adultas que se aburren porque el
orador se extiende demasiado?
10. ¿Qué hacen los niños y los jóvenes que se aburren?
11. En el contexto de esta lección, ¿cuál es el "fruto amargo" que el ministro concienzudo no
querrá presentar jamás a la iglesia o a Dios?
12. ¿Cómo manifiestan algunos, visiblemente, su inconformidad con el mensajero que excede
el tiempo programado para su mensaje?
13. ¿Quiénes pierden cuando el orador se extiende demasiado?
14. Nombrar dos cosas que pierde el orador indisciplinado cuando del tiempo se trata.
15. Cuando un hermano excede el tiempo programado para su ministerio, ¿con qué razón se
interpreta su acción como un "acto de soberbia"?
16. ¿Qué significa "frustración" y por qué se le considera un elemento negativo para la iglesia?
17. ¿Debe cada cual que ministra llevar a cabo su ministerio dentro del tiempo establecido?
¿Por qué?
18. ¿Cuáles son algunas excepciones a la regla de "treinta minutos para el mensaje"?
19. ¿Qué clase de orador suele porfiar que no puede decir mucho en treinta minutos?
20. ¿Cómo podemos "condensar y compactar" nuestros pensamientos?
21. ¿Cuál es la diferencia entre "conciso" y "preciso"?
22. ¿Qué significa "palabras y fraseologías superfluas"?
23. Dar tres ejemplos de esta clase de palabra o fraseología.
24. ¿Cuándo es permisible la repetición?
25. ¿Qué significa "redundancia"?
26. ¿Por qué se definen como “primas hermanas” las "Muletillas" y las "Redundancias"?
27. ¿Qué clase de espíritu ostenta el orador que acusa de "carnales" a los oyentes que se
quejan de sus largos discursos?
28. ¿Qué significa “abstracto”?
29. Anotar tres ejemplos de temas bíblicos abstractos.
30. ¿Qué reto o peligro representan temas abstractos para el predicador?
31. ¿Prefiere usted un plato grandísimo desbordante de alimentos a medio cocinar o un plato
mediano con manjares sabrosos preparados con esmero y profesionalismo? ¿Por qué?
32. En cuanto al tiempo asignado para su ponencia, ¿qué actitud demuestra el orador maduro y
de qué manera procede?
33. En cuanto al factor "tiempo", ¿cuál atributo caracteriza a la congregación madura?
34. ¿Qué clase de ambiente prevalece en una congregación cuando todo se hace conforme al
horario establecido?

Las dos categorías principales de


sermones, clases bíblicas y
conferencias
A. Primera categoría: Los “Temáticos”.
1. Estos son los que giran en torno a temas particulares.
2. Muchísimos temas se hallan en la Biblia. A continuación, cinco ejemplos:
a) La deidad de Cristo.
b) La resurrección de justos e injustos.
c) La santidad como requisito para vida eterna.
d) La unidad de la iglesia de Cristo.
e) La Segunda Venida de Jesucristo.
3. Temas en adición a los encontrados en la Biblia el predicador o maestro los puede
identificar o concebir al leer distintas fuentes de información –artículos en el Internet,
periódicos, revistas, libros, etcétera- o al reflexionar sobre necesidades morales-
espirituales de sus oyentes o alumnos. Además, al observar y analizar inteligentemente
la conducta de seres humanos dentro y fuera de la iglesia. A continuación, tres ejemplos:
a) Dios y Darwin: ¿Creacionismo o evolución? Tres evidencias a favor del
creacionismo. ¡Cuidado con tal tema! Por cierto, tiene gran importancia en el
mundo presente, especialmente para adolescentes y adultos jóvenes. Pero,
resulta técnico y es muy abarcador. Así que, proyectar presentar un sermón
sobre Dios y Darwin: ¿Creacionismo o evolución?, sin limitar el contenido a dos o
tres sub temas muy específicos, sería arriesgar cometer algunos de los errores
señalados en la Lección 6 sobre La duración de sermones. Por otro lado, el tema
se presta formidablemente para una serie de clases bíblicas o conferencias.
Ilustrarlo con diapositivas cuidadosamente elaboradas para un video proyector
contribuiría a hacerlo mucho más fácil de explicar y entender, como también más
interesante.
b) Distintas clases de familias en el mundo de actualidad. ¿Cuál de ellas es la
más práctica? ¿Cuál aprueba Dios? Cubrir este tema complejo en un solo
mensaje constituye un reto serio. Hacerlo exitosamente, definiendo las distintas
clases de familia y analizándolas brevemente, para luego contestar las dos
preguntas de manera convincente, requeriría concisión y precisión
extraordinarias, elementos abordados en la Lección 6 de esta serie. He aquí otro
tema sumamente apropiado para una serie de clases bíblicas o conferencias.
c) La música cristiana moderna no armoniza con enseñanzas del Nuevo
Testamento sobre la música en el culto de la iglesia. El impacto de música
cristiana rap, mariachi, salsa, bachata, heavy metal y hard rock sobre el adorador
y el culto de la iglesia. Motivaciones tras incorporar tal clase de música en la
adoración. Tema de vivo interés hoy que se presta bien para un sermón, una
clase bíblica o una conferencia.
B. Segunda categoría principal de sermones y clases bíblicas: Los “Textuales”.
1. El sermón textual tiene como fundamento principal algún pasaje específico de las
Sagradas Escrituras, ya del Nuevo Testamento ya del Antiguo.
2. Escogiendo el predicador cierto texto, por ejemplo, Lucas 16:19-31, anuncia el
tema El rico y Lázaro, o El destino del alma después de la muerte. Luego, se da a la
tarea de exponer el pasaje versículo por versículo, oración por oración, todo detalle, o
los que opte por enfatizar, haciendo aplicaciones para el presente. A su discreción,
introduce textos adicionales relevantes. Pero su meta prioritaria es explorar
detenidamente y desmenuzar el texto principal.
3. Tratándose de clases bíblicas o conferencias, el maestro o conferencista escoge un
libro de la Biblia, un capítulo o cualquier porción bíblica, dedicando la clase o
conferencia al análisis detenido, hasta exhaustivo, del texto seleccionado. A su
discreción, trae a colación textos correlativos.
-Observación: Se da el caso del maestro que cubre todo un capítulo, aun más
de uno, en una sola clase de treinta a cuarenta y cinco minutos.
Efectivamente, lo que hace el tal maestro, casi sin excepción, es dar un resumen
del capítulo, repitiendo, con parcos comentarios, el texto que cualquiera puede
leer por su cuenta. Está en tela de juicio esta forma de “enseñar Biblia”. ¿Qué es
el beneficio práctico para los alumnos? Quizás muy poco. ¿Por qué enseñan
algunos de esta manera? Se deduce que simplemente no saben cómo
desmenuzar un pasaje. Tal vez no hayan sido instruidos en el procedimiento o no
tengan el conocimiento bíblico-espiritual para efectuar cumplidamente la tarea.
C. Observaciones y recomendaciones.
1. Usualmente, el sermón o estudio “temático” es más difícil de preparar, ya que se
requiere la compilación y organización de la información pertinente para su desarrollo.
También surge la problemática de cuáles temas sean apropiados y cuáles de poco valor
o sencillamente inapropiados.
2. En cambio, el "textual" suele ser más fácil debido a que las enseñanzas a
presentarse se encuentran juntas en un solo pasaje bíblico, ya organizadas según
la sabiduría de Dios. Además, el "textual" prácticamente asegura buen contenido y
sólida enseñanza espiritual, resultando en la debida edificación del oyente o
alumno. Con la siguiente salvedad: que el texto seleccionado contenga orientaciones
espirituales, doctrinas, exhortaciones, ejemplos, comparaciones, expresiones retóricas,
etcétera, que se presten para aplicaciones valiosas a la actualidad. Así pues, escoger
algún texto del Antiguo Testamento con poca o ninguna relevancia para el día de hoy lo
haría solo el predicador o maestro falto de sentido común, de “inteligencia
espiritual” (Colosenses 1:9). Mucho más sabio sería seleccionar, digamos, una de las
parábolas de Jesucristo, siendo ellas ejemplos por excelencia de la categoría “textual”.
3. Pesando estos factores en la balanza de lo práctico, nuestra opinión es que la
categoría de materias “textuales” es más recomendable para el principiante en los
ministerios exigentes de la predicación y la pedagogía espiritual. Con todo, se consigue
más variedad en formatos y contenidos, alternando entre las dos categorías, siendo
referida variedad también un elemento importante para evitar la formación de ritos.
Según nuestras observaciones a través de los años, una mayoría notable de
predicadores y maestros, incluso principiantes, favorecen la categoría “temático”,
cayendo no pocos en los peligros que esta representa.
D. Directrices sobre cómo "desmenuzar" un texto bíblico, por ejemplo, Lucas 16:19-31, sobre
el rico y Lázaro. “desmenuzar v. tr. 1Deshacer o dividir en partes muy pequeñas. 2 Analizar
o examinar de forma exhaustiva: desmenuzó el texto para entenderlo del todo.”[Diccionario
Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.]

1. Obtener información sobre el trasfondo del texto –su autor, lugar o lugares donde se
escenificaran eventos narrados, historia relevante, etcétera.
2. Identificar a los personajes del texto. También a cualquier ser celestial que intervenga
de alguna manera. ¿Cuál es el rol de cada uno? ¿Qué trasfondo, trayectoria y
desenlace tiene la vida de cada persona?
3. Identificar todas las palabras y todas las frases claves que transmiten enseñanzas
divinas. Analizar la función gramatical, de hacer falta este paso para clarificar cualquier
punto o asunto.
4. Definir todos los términos claves en el pasaje, señalando, a discreción del maestro y
conforme al nivel espiritual-académico de los oyentes:
a) Su significado según el uso corriente, valiéndose de diccionarios bíblicos y/o
seculares.
b) Su uso contextual espiritual. "Contextual" significa: de acuerdo con las
palabras, ideas, hechos, etcétera, que preceden y siguen el pasaje seleccionado,
como también parámetros internos determinantes para significados y usos.
c) Sus implicaciones, si alguna.
d) Su uso figurado, si alguno. Si se hallan palabras o frases retóricas en el
pasaje, explorar su significado y hacer aplicaciones relevantes.
5. Identificar las ideas o argumentos principales y secundarios del pasaje. ¿Cuáles
atañían solo a aquel tiempo? ¿Cuáles están vigentes durante toda la Era Cristiana?
Actualizar estas, es decir, aplicarlas al mundo de hoy, particularmente, a los presentes
para el mensaje, estudio o conferencia.
6. Comparar el contenido con textos paralelos o con los que guardan alguna similitud.
No es preciso, ni tampoco conviene, traer para toda enseñanza hallada en el pasaje
todos los demás textos bíblicos relacionados, ya que semejante proceder probablemente
alargara demasiado la intervención. Se traerían, pues, solo los textos adicionales más
relevantes o más necesarios para explicar y ampliar la enseñanza.
7. Desarrollar la exposición más acertada según sus propios estudios y análisis.
8. Presentar interpretaciones contrarias, explicando por qué no las acepta usted como
correctas.
9. Redondear y concluir.
10. Observaciones adicionales:
a) "Desmenuzar" es todo lo contrario de presentar un resumen meramente
superficial de un texto bíblico.
b) Usar otras palabras y frases distintas a las del texto que resultan ser,
efectivamente, repeticiones de lo dicho en el pasaje no es "desmenuzarlo".
c) "Desmenuzarlo" es, tal cual dice el diccionario citado, analizarlo o
examinarlo “de forma exhaustiva”. Es dividirlo “en partes muy pequeñas”,
identificando todos sus componentes, con el propósito de escudriñar
minuciosamente cada parte y ver cómo está relacionada con el todo, y además,
aun con todo el mensaje de Dios para la humanidad durante esta Era Cristiana.
El ejemplo dado en el diccionario citado concuerda perfectamente con el uso de
“desmenuzar” en el contexto de esta lección. Dice: “desmenuzó el texto para
entenderlo del todo”. Precisamente, "entenderlo del todo" es el propósito de
desmenuzar algún texto de la Biblia.
d) El predicador, maestro o conferencista que no sepa extraer y mostrar todos los
tesoros de textos bíblicos ricos en enseñanzas, orientaciones y exhortaciones
priva a sus oyentes de las riquezas espirituales a las cuales tienen derecho.
Desmenuzar un texto es minarlo para encontrar sus riquezas.
E. Ejemplo de un pasaje "desmenuzado": 1 Pedro 1:3-5. “Bendito el Dios, y Padre de nuestro
Señor Jesucristo, que según su grande misericordia, nos hizo renacer para una esperanza viva,
por la resurrección de Jesucristo de los muertos, para una herencia incorruptible,
incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros, que sois guardados por el
poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser
manifestada en el tiempo postrero.” Se trata de una sola oración repleta de riquísimo
contenido espiritual, más que suficiente para un buen sermón, clase o conferencia.A
continuación, se identifican palabras, frases e ideas claves:
1. La relación entre la "grande misericordia " de Dios y el renacimiento espiritual
experimentado por el que se convierte a Cristo.
2. El significado de "renacer".
3. El proceso del "renacimiento", es decir, cómo se efectúa en el ser humano. Un texto
que explica cómo Dios nos hacer renacer: Santiago 1:18. Un texto que arroja aún más
luz: Juan 3:1-7.
4. Cómo entender la palabra "hizo" en relación al "libre albedrío". ¿Acaso obligue Dios a
ciertas personas previamente escogidas por él a “renacer”, suprimiendo su voluntad
personal? ¿Por qué?
5. El propósito de "renacer" es tener una "esperanza viva".
6 La relación entre renacer, permanecer en la iglesia y mantener siempre
una “esperanza viva”.
7. "Viva" implica que también hay esperanzas "muertas". Algunas esperanzas "muertas":
a) La de vivir eternamente en la tierra.
b) La de alcanzar la salvación eterna por medio de la "fe sola".
c) La de participar en el "rapto" de la iglesia.
d) Que Dios tendrá misericordia de "toda la gente buena", no condenándola.
8. ¿Por qué es "viva" la esperanza del cristiano fiel?
9. La resurrección de Cristo como garantía para nuestra esperanza.
10. Otros textos sobre la esperanza del cristiano: 1 Juan 3:3; Hebreos 6:11-12.
11. Nuestra "herencia" espiritual.
a) Comparar la herencia espiritual con herencias materiales.
b) Definir las palabras "incorruptible, incontaminada, e inmarcesible”.
Observamos que las tres comienzan con la sílaba "in".
c) Enfatizar el hecho de que la herencia está reservada "en los cielos", no en la
tierra.
12. Señalar que "vosotros" incluye a los cristianos en "el Ponto, Galacia, Capadocia,
Asia y Bitinia" (versículo 1), y por ende, a todos los cristianos de todos los lugares y de
todos los tiempos.
13. Orientar que 1 Pedro no es dirigida exclusivamente a los 144,000, tomando nota de
que referido número ni siquiera es mencionado en la epístola.
14. Explicar que "reservado en los cielos para vosotros" contradice la doctrina de los
testigos de Jehová según la cual solo los 144,000 estarán en el cielo, permaneciendo el
resto de los redimidos en el planeta Tierra material.
15. Explicar la frase "guardados por el poder de Dios por la fe".
a) Definir "guardados" y "poder".
(1) ¿"Guardados" en qué sentido? ¿Tanto material como espiritualmente?
(2) ¿Significa esto que si tenemos suficiente fe el poder de Dios operará
de tal modo que nunca suframos enfermedades, accidentes, etcétera?
(3) Traer a colación y discutir 2 Timoteo 4:16-18.
b) Exponer las relaciones entre conceptos encerrados en los vocablos
"guardados", "poder" y "fe". Explicar cómo el poder de Dios se hace manifiesto
conforme a la medida de nuestra fe.
16. Explicar de qué manera difiere "la salvación que está preparada para ser
manifestada en el tiempo postrero" de la salvación que la persona obediente goza en
esta vida.
a) ¿Cuál es la "salvación...preparada"?
b) ¿Cuál es el "tiempo postrero"?

Asignaciones

A. Al escuchar el sermón predicado el próximo domingo en su congregación, anotar la categoría


principal a la que pertenezca, explicando por qué.
B. Desmenuzar, por escrito, Santiago 1:2-8.

Preguntas y ejercicios

1. ¿Cuáles son las dos categorías principales de sermones y clases?


2. ¿Por qué es más difícil preparar un sermón "temático" que un sermón "textual"?
3. ¿Por qué es recomendable alternar a menudo entre las dos categorías?
4. En su congregación, ¿se traen sermones y clases bíblicas de las dos categorías? Si no, ¿se
sabe la razón?
5. ¿Qué significa "desmenuzar un texto bíblico"?
6. ¿Qué es el criterio para seleccionar textos adicionales que arrojen luz sobre el pasaje que se
está desmenuzando?
7. ¿Cómo se "actualizan" las enseñanzas bíblicas?
8. ¿Cuáles son las consecuencias para los oyentes cuando el predicador o maestro trata
superficialmente textos bíblicos seleccionados para el escrutinio minucioso?
9. ¿Cuenta su congregación con predicadores y maestros capacitados para "desmenuzar"
textos bíblicos?
10. ¿Cómo puede uno aprender a desmenuzar textos bíblicos?

Cómo avivar sermones, clases


bíblicas y conferencias.

El predicador Jorge Ginés López utiliza objetos, tales como frascos de perfume, potes de
productos de limpieza y velas con olores para ilustrar puntos de su mensaje sobre Olores de la
Biblia.

A. Introducción.
1. ¿Cuál tipo de mensaje o clase bíblica le gusta más?
a) ¿Uno “sin fuego”, o sea, apagado, monótono, medio muerto, no
necesariamente porque el contenido sea de pobre calidad sino más bien por el
estilo del predicador o maestro? ¿O prefiere uno “con fuego”, es decir, con vida,
vigor, dinamismo, que caliente la mente, que haga arder el corazón?
b) ¿Uno cuyo contenido principal conste de exposiciones altamente técnicas –
lenguaje teológico, explicaciones complicadas de usos gramaticales, de
significados de terminologías bíblicas o dogmáticas en hebreo, griego, arameo o
latín; citas de obras teológicas, lenguaje filosófico, teórico, etcétera- por encima
de la preparación académica de la gran mayoría? ¿O de contenido principal
fácil de entender, aun cuando ensanche conocimientos y entendimiento;
tambiénpráctico, con ilustraciones apropiadas y aplicaciones interesantes
actualizadas? ¿Qué transmita a la mente comparaciones inolvidables e
imágenes electrizantes, las que queden estampadas en el alma por mucho
tiempo?
2. Por cierto, el gran reto para todo predicador, maestro y maestra es ser mensajero
vigoroso, dinámico y poderoso en el Señor.
3. Sin duda, ¡hace falta más "fuego en los púlpitos y salones de clases bíblicas" de
la iglesia de Cristo!
a) No el "fuego" de emociones exageradas y descontroladas, calentadas por
euforias místicas, éxtasis inducidos carnalmente, sueños mentirosos, agresividad
mal motivada, ilusiones irrealistas, autoestima inflamada, entusiasmos
exuberantes no canalizados bíblicamente.
b) Sino el "fuego" de mensajes y estudios confeccionados con
mucha “inteligencia espiritual” (Colosenses 1:9), luego traídos con verdadero
vigor y entusiasmo espirituales.
B. Tres medios que se prestan para avivar predicaciones, clases bíblicas y conferencias: La
propia voz humana, Ilustraciones verbales e Ilustraciones visuales.
1. La propia voz humana. La voz es el instrumento maravilloso que hace posible
comunicar el mensaje de Dios.
a) La voz de cada ser humano es única.
(1) En tono, timbre, modulación y volumen.
(2) Tanto es así que la voz grabada sirve como medio de identificación tal
cual las huellas digitales.
b) La voz puede ser adiestrada y mejorada.
(1) Procuran adiestrar y mejorar su voz particularmente los cantantes, y
especialmente los que cantan la ópera.
(2) También se esfuerzan en mejorar la calidad de su voz los locutores de
la radio y televisión; además, oradores o conferencistas profesionales.
c) La voz puede ser fortalecida físicamente por medio de ejercicios. Figuran entre
medidas recomendadas para lograrlo las siguientes:
(1) Hablar, valiéndose del diafragma, y no tan solo de la garganta, la
lengua y los labios. “Diafragma. Músculo interior que separa el tórax del
abdomen en el cuerpo de los mamíferos; es fundamental para la
respiración”[Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse
Editorial, S.L. www.es.thefreedictionary.com]
(2) Practicar hablar y leer con fuerza y énfasis.
(3) Pronunciar mensajes a menudo. En la mayoría de los casos, el
ejercicio constante fortalece la voz.
d) Si usted, al predicar o enseñar, se queda corto de respiración o habla como
una persona fatigada, quizás tenga los pulmones débiles por falta de ejercicio.
(1) ¿No puede soplar una bomba sin quedarse jadeante? Entonces,
¿cómo pretende dirigirse con vigor a un auditorio por treinta minutos?
(2) ¿No puede subir unos escalones sin quedarse fatigado o mareado?
Entonces, ¡no está en condición física para pronunciar con poder un
discurso o enseñar con entusiasmo una clase!
(3) El remedio indicado es el ejercicio corporal necesario para fortalecer
los pulmones.
e) Algunas “voces” que deberían evitarse en mensajes y clases bíblicas.
(1) La voz monótona. “Monótono, -na adj. 1 Que tiene siempre el mismo
tono o entonación. 2 Que no varía y por esta razón produce aburrimiento
o cansancio.” [Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007
Larousse Editorial, S.L. www.es.thefreedictionary.com]

-¿A quién o a qué compararíamos el predicador que habla por


treinta minutos con voz monótona? Quizás al violinista que hiciera
sonar una sola nota sostenida por treinta minutos. Bueno, tal vez
exagerada la comparación, pero sirve para indicar lo irritante e
insoportable de la voz monótona, bien sea la de un político,
abogado, profesor o predicador.
-Un discurso o estudio presentado con voz monótona lo
compararíamos a:
-Una gran llanura sin árboles, ríos, colinas o montañas.
-Una larga pieza musical compuesta de solo dos o tres
notas repetidas ad infinito, sin ritmos o melodías variados,
carente de notas altas, también de las bajas; en fin, de una
mixtura de notas, ritmos y variaciones sutiles gratos al
oído, vibrantes, llamativos, llenos de vida, de emoción.
-Una voz monótona puede que sea síntoma de un espíritu de poco
vigor y vida, aunque no necesariamente.
-Tengamos muy presente que la voz monótona aburre; la voz
monótona es soporífica, es decir, induce sueño. Tal como dice el
diccionario citado: “produce aburrimiento o cansancio”. Por
tanto, tomemos toda medida posible para evitar hablar con voz
monótona, la “mata mensajes” de algunos predicadores infelices.
O, ¿quién sabe?, ¡felices! Pero, que hagan muy infeliz al oyente
medio.
(2) Otra “voz” a evitarse: la voz calladita, casi inaudible, temerosa o
nerviosa.
(3) La voz estridente o chillona.
(4) La voz tristona, llorona o sepulcral, a menos que las circunstancias
ameriten lo contrario.
f) Algunas “voces” aceptables para discursos y estudios bíblicos.
(1) La voz "conversacional". Esta clase de voz es la indicada para:
-Charlas
-Conferencias informales
-Clases
Esta voz no se considera apropiada para la mayoría de los sermones y
conferencias formales.
(2) La voz de "orador profesional".
-Se quiere decir: fuerte y vigorosa, dominando el ambiente del
salón de reunión y demandando la atención del auditorio.
-Tal voz sostiene su poder y dominio durante todo el tiempo de la
ponencia.
-Esta es voz que necesitamos para pronunciar sermones y todo
tipo de discurso formal.
-Puede compararse, en algunos aspectos, a la voz de un locutor
profesional de radio o televisión. Pero con esta salvedad: que en
la voz adiestrada del mensajero de Dios no se detecta ni una
pizca de afectación o exageración de mal gusto. Al contrario, su
voz suena natural, reflejando admirablemente su espíritu maduro y
confiado en Dios. No es voz gritona de político. ¡Perdón,
estimados políticos! Tampoco es voz como de loco, de espíritus
frenéticos. Sino que es voz modulada, pese a su fuerza, bajo el
control sabio de un espíritu sometido a su vez al “Padre de los
espíritus”.
-A propósito, el buen predicador confiado en su Dios, y por ende
en sí mismo como verdadero instrumento de Dios, no trata de
imitar, muy precisamente, con su propia voz la de algún
predicador admirado por su voz sonora, excepcionalmente
grata al oído. Hace lo mejor que pueda con el instrumento que
Dios le ha dado, afinándolo y cuidándola, sin pretender recrearlo
completamente en molde ajeno.
g) De hecho, hace falta más voces de tipo "profesional" en la iglesia de Cristo,
voces confiadas y vigorosas que llamen atención al poderoso mensaje de Dios.
2. Ilustraciones verbales avivan mensajes, clases bíblicas y conferencias.
a) Se trata de las comparaciones, parábolas, símbolos, similitudes y todas las
demás figuras retóricas analizadas en el curso Figuras retóricas de la Biblia.
b) Este tipo de ilustración definitivamente añade colorido, vivacidad e impacto a
cualquier mensaje o clase.
c) Al usarlas, seguimos el ejemplo de Cristo y los apóstoles quienes las
emplearon frecuentemente en sus enseñanzas. A continuación, dos ejemplos:
(1) "El reino de los cielos… [Nota. El reino de Dios es real, pero es
espiritual, y por lo tanto, el concepto es un tanto abstracto para el ser
humano medio.] …es semejante a un hombre que sembró buena
semilla en su campo" (Mateo 13:24). ¿Visualiza usted al agricultor sabio
que sale a sembrar la buena semilla en su campo? Pues, así lo abstracto
comienza a tomar forma real y entendible. Ahora bien, para apreciar
plenamente esta comparación hecha por Jesucristo es necesario saber
algo de agricultura –de terrenos, semillas, la siembra, la cosecha,
etcétera. Ya que más del 50% de los habitantes del planeta Tierra vive en
centros urbanos, el reto para predicadores y maestros que trabajan en
ciudades es ayudar a los oyentes, especialmente a las generaciones más
nuevas, a comprender al menos lo básico de la comparación, y vale la
pena, pues la misma comunica todo un caudal de enseñanzas
importantísimas.
(2) "Somos embajadores en nombre de Cristo", dice el apóstol en 2
Corintios 5:20. ¡Ah!, no solo predicador o maestro sino “embajador”,
término que, definido, explorado y aplicado cabalmente, añade nuevas
dimensiones a nuestro entendimiento de lo que es, en realidad, un
evangelista o predicador en particular. ¿Cómo captar el concepto divino
de lo que debería ser un evangelista o predicador en el reino de Dios?
¿Cómo entender plenamente su función, sus responsabilidades, sus
deberes? Pues, compararlo con el embajador de una nación
secular. "Embajador" identifica un cargo real, es decir, material, y por
ende, observable, tangible, que podemos analizar para entender mejor el
cargo fundamentalmente "espiritual" de mensajero de Dios, ministro de
Dios. Por ejemplo, ¿qué imagen se forma en su mente al escuchar la
palabra "embajador"? Y de ahí se procede a la ampliación edificante de
todo lo que significa servir como “embajador”, incluso los honores y
premios concedidos al que se destaca en el ejercicio de posición tan
importante.
d) Con pena, observamos que la mayoría de los discursos y clases en las
congregaciones carece de adecuadas ilustraciones verbales.
e) ¿A qué se debe este énfasis fuerte sobre utilizar abundancia de ilustraciones
verbales en nuestros mensajes y clases?
(1) En primer lugar, a que lo espiritual es esencialmente abstracto por
naturaleza, no siendo empírico o concreto. No se trata de edificios de
acero y cemento, con puertas, ventanas, ascensores, etcétera, fabricados
de distintos componentes materiales. Tampoco de otros objetos tangibles
materialmente, tales como el dinero, la vestimenta, comestibles,
vehículos, aviones, puentes, carreteras.
-Consideremos, por ejemplo, la verdad, el amor, el bien, el mal,
la alegría, el gozo, la justicia, la salvación, el alma, el espíritu,
la mente, la conciencia, el libre albedrio, el cielo, el infierno.
Para nosotros aquí en el mundo terrenal, ocupando cuerpos de
carne y sangre, todas estas ideas, todos estos conceptos,
pertenecen, efectivamente, a la categoría de lo “abstracto”. No
podemos señalarlos como si fueran productos u objetos
concretos. No podemos tocarlos o manejarlos materialmente.
-“Abstracto, -ta adj. 1 Se aplica a la cualidad que se considera
sin tener en cuenta el objeto en que se halla: la verdad y el bien
son ideas abstractas. 3 Se aplica al sustantivo que expresa una
realidad que no se percibe por los sentidos: paciencia, movimiento
y democracia son sustantivos abstractos.” [Diccionario Manual de la
Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial,
S.L. www.es.thefreedictionary.com] “Concreto” es lo opuesto
de “Abstracto”, según el mismo diccionario.

(2) En segundo lugar, porque lo "abstracto" presentado solo mediante el


lenguaje filosófico y técnico no tiene el mismo impacto o resultado que
cuando acompañado de ilustraciones verbales y visuales.
f) Algunos consejos y directrices en lo concerniente al uso de las ilustraciones
verbales.
(1) Aprender a usarlas con poder y eficacia. Por cierto, se trata de una
destreza, de un talento, que se puede adquirir y pulir. Entonces, pedir en
oración que Dios le ayude a desarrollar la habilidad de usarlas
efectivamente, que le ilumine los ojos del entendimiento para que pueda
percibirlas y que le capacite para discernir las más apropiadas.
(2) Esforzarse para utilizarlas con frecuencia en sus intervenciones.
(3) Tratándose de los puntos que desea impartir con impacto, preguntarse
a sí mismo:
-¿Cómo puedo ilustrar verbalmente este punto?
-¿A qué cosa concreta puedo compararlo?
-¿A qué condición material?
-¿A qué circunstancia real de la vida humana?
(4) Por ejemplo, la "virtud" es un concepto abstracto. “…poniendo toda
diligencia, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud conocimiento…” (2
Pedro 1:5).¿Cuáles son algunas ilustraciones verbales que comunicaran
de forma impresionante e inolvidable su significado?
(a) En este caso, el orador o maestro podría dar la definición
técnica de "virtud" según diccionarios bíblicos y/o seculares.
-"Cualquiera de las cualidades que se estiman como
buenas en las personas. Condición de la persona que
tiene virtudes y no tiene vicios"[Diccionario de uso del
español, Tomo II, páginas 1536 – 1537].

-¿Impacta esta definición? ¿Enseña de tal modo que


comprendamos cabalmente lo que es la "virtud" en el
contexto bíblico-espiritual? ¿Enseña de tal manera que
jamás se nos olvide la naturaleza de la "virtud"?
¿Realmente llena y satisface?
(b) O puede ilustrarla usando comparaciones verbales que
faciliten la formación en la mente de los oyentes de imágenes
impresionantes asociadas con la "virtud". Por ejemplo:
-Citando Proverbios 12:4 y 31:10, el orador o maestro
puede comparar la "virtud" a una mujer madura
completamente pura, sin tacha moral alguna.
Escogiendo juiciosamente las palabras más apropiadas,
describe su mirada clara, su lenguaje puro, su porte santo,
sus obras "virtuosas", etcétera. Se supone que el oyente,
al visualizar a tal mujer, comprenda mucho mejor el
verdadero significado de la "virtud". “La mujer virtuosa es
corona de su marido…” (Proverbios 12:4). “Mujer virtuosa,
¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente
a la de las piedras preciosas”(Proverbios 31:10),
continuando la descripción en los versículos siguientes.
-Además, el predicador o maestro puede ilustrar la
naturaleza de la "virtud" comparándola a unvestido de
blancura resplandeciente sin mancha alguna. Abunda
sobre quién tendría derecho a vestir semejante prenda,
cuáles medidas puede tomar para no mancharlo, los
lugares donde puede usarlo sin que se manche, los
lugares donde seguramente se mancharía, etcétera. El
oyente visualiza el vestido blanco, se proyecta vistiéndolo
en los distintos lugares señalados, y termina
comprendiendo mucho más exactamente el verdadero
significado espiritual de "virtud", concepto esencialmente
abstracto de índole moral-espiritual que cobra vida y
realismo mediante comparaciones verbales acertadas, las
que proyectan cuadros de su aplicación en la vida real.
(5) Utilizar ilustraciones verbales para iniciar un sermón, clase o
conferencia. Esta táctica suele despertar enseguida el interés del oyente.
A continuación, ejemplos usados por el hermano Luis Sardina, predicador
y maestro de la congregación en Bayamón, Puerto Rico:
(a) Para introducir un estudio sobre "¿Por qué tenemos que seguir
las instrucciones espirituales, repitiéndolas con frecuencia?" trajo
el ejemplo de:
-Las "instrucciones" que acompañan enseres y máquinas
usadas en el hogar, en el trabajo, etcétera. Observó que
muchas personas no las leen, ¡incluso hay quienes las
desechan sin leerlas! Que muchos lamentan las
consecuencias de no leer y seguir las instrucciones. Que
pasan más trabajo por no hacerlo.
-Las "instrucciones" dadas una y otra vez por los padres a
sus hijos –sobre peligros físicos y morales, sobre cómo
conducirse en el hogar, la escuela, en la calle, sobre dietas
saludables. Las razones tras la necesidad de repetírselas.
Observó que maestras y maestros en instituciones
educativas se ven obligados a hacer otro tanto con sus
alumnos.
-Las "instrucciones" que provee el Departamento de
Transportación sobre el tránsito en las carreteras,
refiriéndose a los regaños, multas y sentencias hasta más
severas que resultan al no seguirlas.
(b) Para comenzar un mensaje sobre "Grietas en el espíritu" trajo
el ejemplo de:
-La pequeña grieta en un muro de contención de un río
subterráneo canalizado debajo de la gran ciudad de
Chicago. La “pequeña grieta”, no corregida a tiempo, se
expandió haciéndose grande. Entonces, de pronto se abrió
el muro, inundándose numerosos edificios en el centro de
la ciudad, evento desastroso que causó daños calculados
en miles de millones de dólares.
-Las grietas en columnas y techos de casas y otras
estructuras fabricadas de cemento, bloques y varillas de
acero, observando que las tales, no corregidas a tiempo,
se agravan, aun hasta el extremo de poner en peligro a
sus ocupantes.
(c) Para iniciar un estudio sobre "El regalo de Dios", el hermano
Luis hizo comentarios y preguntas acerca de los "regalos" que se
acostumbran dar y recibir en distintas ocasiones.
3. Medios visuales para avivar mensajes, clases y conferencias. Enfocando esta
categoría, tengamos siempre presente un hecho comprobado ampliamente, a
saber: "¡Una sola gráfica apropiada vale mil palabras!"
a) El video proyector conectado a una computadora. Entre lo más nuevo en
medios visuales, este sistema es ideal para la presentación de gráficas a todo
color. La confección de gráficas, desde sencillas hasta muy complejas, se realiza
en programas tales como Microsoft PowerPoint, Adobe Illustrator y CorelDraw.
Abarcando la producción de tales gráficas gran cantidad de factores importantes,
optamos por no añadir más información en esta lección.
b) Acetatos (transparencias) y un retroproyector.
(1) La preparación de acetatos en blanco y negro es comparativamente
fácil, haciendo uso de:
-Lápices o rotuladores especialmente fabricados para el propósito.
-Una computadora o maquinilla de escribir.
-Una copiadora y gráficas obtenibles de varias fuentes.
-Alguna combinación de estos instrumentos y elementos.
(2) Las copiadoras a color hacen factible la preparación de acetatos a
todo color. Estos, con gráficas y letras profesionales, pueden ser
producidos utilizando una computadora y una impresora a color.
(3) Un retroproyector adecuado para la presentación de acetatos en
salones de clases y lugares de reunión cuesta aproximadamente $240.00
EU.
c) Objetos.
(1) Ejemplo: Para presentar un estudio sobre Fuentes de materiales
disponibles para el desarrollo de mensajes y clases llevamos al salón los
siguientes “objetos”: carpetas llenas de publicaciones variadas,
comentarios bíblicos, una concordancia completa, libros escritos por
sectarios, y otros. Todos estos "objetos" llaman la atención, despertando
interés. Para aquella misma conferencia llevamos "cartulinas" ya
preparadas para ilustrar lo que se puede hacer con ellas. Las cartulinas
así presentadas también pertenecen a la categoría de "objetos" visuales
que captan la atención de los oyentes.
(2) Una cadena de hierro. El hermano José Vizcarrondo, predicador y
maestro de la iglesia de Cristo en Loiza, Puerto Rico, invitado a
predicador en Bayamón, trajo una cadena gruesa de hierro con el
propósito de ilustrar puntos de su mensaje en torno a cosas que nos
encadenan y cómo romper las cadenas. Un “objeto” tan sencillo. Más sin
embargo, pasados unos cuantos años, ¡aun hasta el día de hoy la imagen
de aquella cadena permanece en mi mente, haciendo fácil recordar el
mensaje!
(3) Frascos de perfumes, potes de productos para la limpieza, velas
con olores, etcétera. El hermano Jorge Ginés López, uno de los
predicadores y maestros de la congregación en Bayamón, Puerto Rico,
puso todos esos “objetos” sobre una mesa en la tarima al lado del púlpito
antes de iniciarse el culto. Este mero acto despertó no poca curiosidad en
la mayoría de nosotros. Llegada la hora programada para el mensaje, el
hermano Jorge utilizó maestralmente aquellos “objetos” en la
presentación inolvidable y muy edificante de enseñanzas relacionadas
con “olores”. Por ejemplo, “olor fragante”. “Y andad en amor, como
también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y
sacrificio a Dios en olor fragante” (Efesios 5:2). Y Filipenses 4:18. “Pero
todo lo he recibido, y tengo abundancia; estoy lleno, habiendo recibido de
Epafrodito lo que enviasteis; olor fragante, sacrificio acepto, agradable a
Dios.”
(4) Muchísimas materias pueden presentarse con más impacto mediante
el uso de "objetos" escogidos juiciosamente. Es cuestión de usar
la imaginación. De inventar. De no permitir el predicador o maestro
que lavagancia mental obstruya o anule el uso de “objetos” instructivos;
que la vagancia física no sea impedimento a conseguirlos y desplegarlos
apropiadamente. ¿Por qué no utilizan medios visuales tantos
predicadores y maestros de la iglesia de Cristo? “Vagancia” levanta su
cabeza como una de las razones, o excusas, principales; también su
hermana “Ignorancia”, es decir, simplemente ignoran su existencia y
efectividad, no informándose o adiestrándose para su uso por limitarse,
ritual u obstinadamente, a un solo medio de predicar o enseñar. ¡Qué
pena! ¡Qué pérdida para ellos, y más todavía, para los oyentes!
d) La humilde pizarra, ya pasando de moda, dando lugar a video proyectores o
retroproyectores.
(1) Existen dos clases de pizarra:
-La para el uso con tiza blanca o a color;
-La para el uso con rotuladores.
(2) La pizarra se presta para:
-Anotar al menos el título del mensaje o clase.
-Apuntar y destacar palabras o frases claves.
-Dibujos rudimentarios hechos de líneas, círculos o cuadros.
-Dibujar la "línea del tiempo", colocando eventos y otra
información relevante a lo largo de ella. La "línea del tiempo" es
muy útil para ilustrar: Las épocas de la historia humana, la
secuencia de eventos tales como el cautiverio babilónico, el
nacimiento de Cristo, el establecimiento de la iglesia, la caída de
Jerusalén, la caída de Roma, el desarrollo de la apostasía,
etcétera.
-Desarrollar, mediante "líneas de relación", diagramas de la
estructura entre ideas, conceptos, acciones, consecuencias,
etcétera. "Líneas de relación" entre estos elementos,
especialmente los abstractos, sirven para aclarar y enfatizar
muchas enseñanzas. Se escriben en la pizarra las palabras claves
que identifican los elementos. Se utilizan líneas, flechas, círculos,
cuadros, etcétera, para ilustrar la correlación que guardan los
distintos elementos en el conjunto global de ideas, enseñanzas,
aplicaciones, etcétera.
-Representar al mundo material, el mundo espiritual, la iglesia,
sectas, religiones, entidades sociales, entidades políticas,
etcétera, mediante círculos, cuadros, triángulos, y la interacción
entre ellos mediante flechas, líneas, etcétera.
-También se hacen "figuritas" que representan a personas,
utilizando el círculo para la cabeza y líneas rectas para las
extremidades.
-Confeccionar en la pizarra durante el mensaje o clase diagramas
complejos que incluyan textos y gráficas lo haría eficazmente solo
el siervo dotado de destreza artística y buena coordinación entre
la mente, la voz y la mano.
-Una opción práctica para los menos talentosos sería la de
prepararlo todo en la pizarra antes de iniciarse la presentación.
Otra opción sería la de solicitar la ayuda de personas más diestras
en el dibujo y la caligrafía.

Asignación

Al escuchar el sermón del próximo domingo en su congregación, apuntar todas las ilustraciones
verbales y visuales usadas por el predicador.

Preguntas y ejercicios

1. Definir una presentación "técnica y teórica", dando ejemplos.


2. Definir una presentación "fogosa", dando ejemplos.
3. ¿Qué clase de "fuego" hace falta en los púlpitos y salones de clases de la iglesia de Cristo?
4. ¿Cuáles son tres medios para avivar sermones y clases?
5. Nombrar y definir las características que hacen única la voz de cada ser humano.
6. Apuntar tres medidas para fortalecer la voz.
7. En el contexto de esta lección, dar el significado de los siguientes términos: "monótono",
"estridente" y "sepulcral”.
8. Para charlas, conferencias informales y clases bíblicas, ¿cuál tipo de voz es el más indicado?
9. ¿Cuál clase de voz es la indicada para sermones?
10. Apuntar las características de la voz ideal para sermones.
11. ¿Por qué no conviene intentar imitar cualquier predicador la voz de otro predicador?
12. ¿Qué clase de espíritu refleja la voz del orador cristiano maduro?
13. ¿Por qué conviene utilizar ilustraciones verbales en sermones, clases bíblicas y
conferencias?
14. Buscar en el Nuevo Testamento cuatro ilustraciones verbales, en adición a las que se
mencionan en esta lección, anotándolas y explicando por qué impactan.
15. Definir los términos "abstracto” y “empírico".
16. ¿Por qué conviene usar ilustraciones para presentar lo abstracto?
17. Definir "el bien" como elemento abstracto, haciendo uso de ilustraciones verbales
apropiadas.
18. ¿Qué función cumplen las ilustraciones verbales usadas para iniciar un mensaje o estudio?
19. Idee una ilustración original para introducir el tema abstracto: "La gracia de Dios".
20. ¿Cuántas palabras vale una sola gráfica?
21. Apuntar cuatro medios que se prestan para la presentación de ilustraciones visuales.

Lo rutinario y lo nuevo en formatos


para cultos
De vez en cuando, se introducen elementos diferentes en la adoración “en espíritu y en verdad” de esta
iglesia de Cristo, sin jamás cambiar las ordenanzas del Nuevo Testamento sobre el culto que
agrada a Dios conforme a las revelaciones del Espíritu Santo.

I. Introducción
A. El tema de esta lección: Lo rutinario y lo nuevo en formatos para cultos.
B. Definición de términos claves.
1. "Lo rutinario": "Se aplica al procedimiento o manera de hacer las cosas
fundado en la rutina"(Diccionario de uso del español, Tomo II, página 1,072).
a) "Rutina": "Costumbre de hacer cierta cosa o de hacerla de cierta
manera, que se sigue manteniendo aunque ya no haya razón para ella o
la haya en contra"(Diccionario de uso del español, Tomo II, página 1,072).
b) La "Rutina" es madre de dos hijos holgazanes: "Ritualismo" y
"Monotonía", los que restan notablemente del dinamismo de la familia
espiritual llamada “Iglesia”.
2. "Lo nuevo."
C. No se trata de la introducción de nuevas doctrinas ni tampoco de
nuevas prácticas que violaran las directrices inspiradas para el culto "en
espíritu y en verdad".
D. Más bien, se trata de nuevos procedimientos y nuevos
formatos implementados para evitar la rutina, pero que no alteran, en
absoluto, “la doctrina de Cristo” y sus apóstoles.
3. “Formato.” Definición. “formato s m formato[foɾ'mato] 1 tamaño y forma de
presentación de algo. La revista cambio su formato. 2 modo de presentar un
programa. El noticiero de la tarde ha cambiado su formato.” [Copyright © 2013 K
Dictionaries Ltd. www.es.thefreedictionary.com] En este estudio utilizamos “formato”
conforme a la segunda definición: “modo de presentar un programa”.
II. Consideraciones preliminares.
A. En el Nuevo Testamento no se establece un solo formato como el único y exclusivo
patrón para el culto a Dios en toda iglesia en todo el mundo.
B. En una congregación ya organizada conforme a mandamientos y ejemplos del Nuevo
Testamento, el formato lo establecerían los ancianos [sinónimo de pastores u obispos].
Al no haber ancianos, pues, los hermanos más maduros y espirituales (1 Corintios
16:15-16). Delegar esta tarea a neófitos en la fe, o a varones no consecuentes en el
cumplimiento de responsabilidades básicas de cristiano, no lo harían administradores
sabios. Delegarla a damas cristianas equivaldría a autorizarlas a tomar dominio sobre
varones en la congregación, pues estarían asignándoles ministerios, y por consiguiente,
dirigiéndolos, acción que infringiría el mandamiento de 1 Timoteo 2:12.
C. ¿El mismo formato año tras año, sin jamás variar? ¡No! Por favor, no. Bien que no
haya ley divina que lo prohíba, opinamos que no convenga seguir mes tras mes, año
tras año, por largo tiempo, el mismito patrón para el culto. ¿Por qué no? Por la razón de
que tiende fuertemente a resultar en unas situaciones o males contraproducentes para
la iglesia, entre ellos:
1. Se establece una rutina, fortaleciéndola, que bien pueda degenerarse pronto
en puro rito para no pocos cristianos. Ahora bien, consabido es que rutinas y
ritos, como ya indicáramos, suelen socavar paulatinamente la fe, el compromiso
y el deseo de congregarse con el móvil noble de rendir alabanzas al Creador del
universo. Disminuyen y dinamismo y enfrían el fervor, transformando la adoración
en actos mecánicos carentes de verdadero espíritu y sinceridad. Estos efectos
nocivos, con otros iguales, se observan en iglesias cuyas reuniones se efectúan
siempre de la misma manera, aun repitiéndose la misma letanía para ciertos
actos de adoración, por ejemplo, la misa.
2. He aquí otro mal: algunos congregantes se acostumbran tanto a determinado
formato fijo que terminan transformándolo en doctrina, como si se hallara
escrito en el Nuevo Testamento. Por ejemplo, el formato siguiente:
-Oración de abertura -Dos himnos -Una lectura bíblica -Otro himno -El
sermón -El himno de invitación -La cena del Señor -La ofrenda –La
oración de cierre.
-Por cierto, algunas congregaciones han seguido tan rígida e
invariablemente este formato por tantos años que ya lo tienen como la
única forma bíblica de proceder. En otras palabras, en la mente de los
adoradores, incluso los administradores de la congregación, el formato
se ha tornado prácticamente tan importante como el culto, se tiene
como parte del culto, se considera esencial para el culto aceptable y,
efectivamente, ¡se ha solidificado en doctrina!
-Demás es decir que todo cristiano debería poder distinguir, sin dificultad
alguna, entre, por un lado, una doctrina esencial para la adoración “en
espíritu y en verdad”,y por otro, un mero procedimiento o formato.
D. Entonces, encontramos en algunas congregaciones, como es de esperarse, el
extremo contrario de rutinas o ritos, a saber: cambios drásticos cada domingo, o al
menos cada mes, en el formato para la adoración. Pero, ¿será sabio y saludable
semejante proceder para los adoradores? ¿Solo para variar frecuentemente? ¿Que
encuentren algo diferente cada domingo o cada mes? Pensamos que tal procedimiento
sembrara cierta confusión e inestabilidad en la congregación, y de cierto, hemos
escuchado comentarios al efecto de que eso mismo es lo que pasa. Cierta hermana
bastante joven que pertenecía a una congregación de esta categoría me comentó, con
una mirada que indicaba dudas, confusión y desaprobación:“De domingo a domingo,
cuando uno entra en el salón para adorar, ¡nunca se sabe lo que tengan planificado,
pues cambian la secuencia y la forma de hacer las cosas todos los domingos!”.
III. Ejemplos de formatos diferentes para el culto, es decir, que se distinguen de programas
comúnmente seguidos en las iglesias de Cristo. El propósito de presentar estos tres ejemplos
es, principalmente, ilustrar cómo romper con cultos rutinarios, haciendo algo diferente, sin omitir
o cambiar ningún acto de adoración ordenado por el Espíritu Santo en el Nuevo Testamento.
Desde luego, los administradores que quisieran implementarlos, u otros parecidos, tendrían la
opción de variarlos y utilizarlos de acuerdo a la ocasión o las necesidades particulares de cada
congregación.
A. Culto desarrollado alrededor de un tema escogido juiciosamente. Por ejemplo, el
"tema" para el siguiente culto, desde la salutación hasta la conclusión, es: "La cena del
Señor". Los temas particulares, lecturas bíblicas e himnos todos giran en torno a la
cena del Señor. Las lecturas bíblicas e himnos son seleccionados de antemano y
asignados a distintos hermanos competentes para estos ministerios. [Los himnos
seleccionados se encuentran en el himnario Himnos de la vida cristiana.]

-Oración.
-Lectura: Marcos 15:1-20.
-Himno No. 44.
-Mensaje de 10 minutos: "¿Por qué celebrar la cena todos los domingos?
¿Quiénes pueden participar de la mesa del Señor?"
-Himno No. 52.
-Mensaje de 10 minutos: "¿De qué manera fortalece el espíritu y la mente el acto
de tomar la cena todos los domingos?"
-Himno No. 51.
-Mensaje de 10 minutos: "¿De qué manera le ayuda a vivir en santidad día tras
día el acto de tomar la cena del Señor todos los domingos?"
-Lectura: Marcos 15:21-39.
-La cena del Señor celebrada.
-Himno No. 241.
-Mensaje de llamamiento (10 minutos) basado en Juan 6:48-51 y Apocalipsis
19:6-9.
-Cántico No. 285.
-Oración para concluir el culto.
B. “Evangelización y conversión a Cristo” es el tema del siguiente culto, el cual es
planificado en todos sus detalles. Se designan cinco oradores, los que también dirigen
cánticos espirituales. Cada uno tiene diez minutos para dirigir un himno escogido
previamente y traer un breve mensaje a tono con el himno.
-Salutación.
-Información concisa sobre la obra evangelística de la congregación (o en todo el
país donde está ubicada la congregación, o del evangelismo en otro país, las
oportunidades para evangelizar, recursos que hagan falta para aprovecharlas,
etcétera).
-Oración por el evangelismo y la conversión de almas.
-Himno No. 244, con un mensaje breve.
-Himno No. 247, con un mensaje breve.
-Himno No. 262, con un mensaje breve.
-Himno No. 267, con un mensaje breve.
-Himno No. 312, con un mensaje breve de llamamiento.
-Repartición de la cena del Señor.
-Ofrenda.
-Clausura del culto, con otra oración por la obra evangelística.
C. En el formato siguiente, se destacan dos mensajes de quince minutos cada uno:
el primero para la iglesia y el segundo para personas aún no convertidas, con la
celebración de la cena del Señor entre los dos mensajes. Todo ministerio es asignado de
antemano con semanas de anticipación, medida que proporciona a los participantes
tiempo suficiente para la debida preparación.
-Oración
-Dos himnos corridos
-Lectura bíblica (un texto específico escogido)
-Mensaje para edificar a la iglesia (quince minutos).
-Himno antes de la cena
-Repartición de la cena del Señor
-Himno después de la cena
-Mensaje evangelístico (quince minutos)
-Himno de invitación
-Ofrenda
-Clausura del culto con una oración donde también se dan gracias por las
ofrendas.
-Anuncios
-Peticiones por los enfermos y los necesitados
IV. Conclusión. Un liderato despierto, maduro y efectivo estimula, a menudo, a su congregación
con formatos, enfoques, programas y proyectos nuevos, sin jamás cambiar en su esencia
ninguna doctrina bíblica.

Asignación

Idear dos programas para el culto de la iglesia que no sean los mismos presentados en este
estudio, ni tampoco los que acostumbra seguir la inmensa mayoría de las congregaciones de
actualidad.

Preguntas y ejercicios

1. Dar ejemplos de "rutinas" que se siguen en la vida secular.


2. ¿Por qué se puede afirmar acertadamente que la rutina es la "madre" del ritualismo y de la
monotonía?
3. ¿Ha encontrado usted en el Nuevo Testamento algún "patrón" detallado para el formato del
culto de la iglesia? Identificar el pasaje.
4. ¿Quiénes establecen el formato para el culto?
5. ¿Por qué no conviene seguir año tras año el mismo formato?
6. ¿Qué significa "actos mecánicos" de culto? Dar ejemplos.
7. ¿Conoce usted a cristianos que confundan el formato con el culto? Dar ejemplos sin
mencionar nombres particulares.
8. ¿Conoce usted a cristianos para quienes el formato establecido es tan "sagrado" que resisten
obstinadamente cualquier cambio en él, prácticamente teniéndolo como doctrina esencial para
la salvación? Dar ejemplos sin mencionar nombres particulares.
9. ¿Podemos introducir e implementar cambios en el formato sin alterar las doctrinas básicas
sobre la naturaleza del culto "en espíritu y en verdad"? Explicar. Abundar.
10. ¿Cómo pueden los administradores de culto proceder de forma tal que no se lastime
demasiado a los que no desean ningún cambio?
11. ¿Qué opina usted sobre los que están empeñados en cambiar no solo el formato sino
también la forma bíblica de adorar a Dios, rechazando todo lo "viejo" en la iglesia, y deseando
sustituir "algo nuevo y diferente, más excitante y más llamativo, especialmente para la nueva
generación"?
12. Conforme al contexto de esta lección, ¿cuáles medidas puede tomar el liderato de una
congregación para mantenerla despierta, evitando que caiga en frías rutinas?

Cómo planificar, preparar y


presentar sermones (mensajes),
conferencias y clases bíblicas
Lección 1

Este maestro utiliza bosquejos amplios, su computadora, la pizarra y Presentaciones


gráficas en el desarrollo de sus clases.
Bosquejos para mensajes, conferencias y clases bíblicas
La importancia y el arte de prepararlos
I. Introducción.
A. Salutación.
B. El tema de esta lección es el siguiente: "Bosquejos para mensajes,
conferencias y clases bíblicas: la importancia y el arte de
prepararlos".
C. Observaciones de índole alentadora para el alumno.
1. Presentar un sermón o una clase bíblica realmente edificante es
una hazaña de las más meritorias, ya que el que lo hace
contribuye al bienestar moral y espiritual de la humanidad y al
progreso de la causa de Dios en la tierra.
2. El cristiano que trae para sus oyentes un estudio bíblico
repleto de enseñanzas espirituales es superior al mejor profesor
universitario porque la materia que presenta, por ser de naturaleza
divina, es mucho más importante que los cursos seculares
impartidos por el profesor secular.
3. Por consiguiente, el predicador, maestro o maestra que se
esmera, alimentando a sus oyentes con mensajes o estudios de la
más alta calidad, tiene por qué sentirse completamente satisfecho
y gozoso.
a) La clave para sentirse "satisfecho y gozoso" con una
presentación es la preparación adecuada.
b) La "preparación adecuada" requiere, necesariamente,
la confección de un buen bosquejo hecho conforme a
directrices comúnmente aceptadas y entendidas.
4. El evangelismo efectivo de las almas inconversas y
la instrucción edificante de las congregaciones dependen ambas
obras de:
a) Mensajes y estudios muy bien preparados.
b) Este género de mensaje o estudio se fundamenta
en bosquejos elaborados con dedicación e inteligencia.
c) La confeccionan de tales bosquejos requiere mucho
estudio, concentración y atención a detalles de contenido
y organización.
d) Metas precisas, motivación sana, entrega
incondicional, sacrificio de tiempo y energías, como
además fuerza de voluntad y rigorosa disciplina, tanto
mental como espiritual, figuran entre los elementos
esenciales que reúne el siervo estudioso capaz de componer
bosquejos excelentes, y por ende, mensajes o estudios que
hacen mella en los oyentes, resultando en cambios de
actitud y conducta.
II. ¿Por qué es importante preparar un bosquejo bien elaborado?
A. Porque el proceso de prepararlo nos obliga a razonar sobre la
secuencia y el valor relativo de los distintos puntos, ilustraciones,
aplicaciones, exhortaciones, conclusiones, etcétera, que forman el
contenido del mensaje o clase.
B. Al razonar correctamente, ordenamos en forma lógica nuestros
pensamientos sobre el tema seleccionado. También las enseñanzas que
deseáramos transmitir, con sus
respectivas implicaciones o aplicaciones, juntamente con
justas conclusiones. Todo conforme a la sana lógica, el sentido común, la
inteligente y edificante comunicación.
C. También determinamos cuáles puntos se deberían incorporar en el
mensaje o cuáles conviene eliminar por resultar flojos o irrelevantes.
D. Todo este procedimiento contribuye al desarrollo de una sólida
presentación que informa y edifica a los que nos escuchan, agradando a
la persona pensante, racional y abierta al aprendizaje.
E. Además, un bosquejo elaborado con cuidado nos capacita y fortalece
para vencer a "tres enemigos fuertes", los que amenazan frecuente,
osada y persistentemente a oradores, maestros y maestras.
1. El primero se llama "Confuso Vueltas". Este tipo agarra del
brazo al orador, maestro o maestra, poniéndole adar vueltas y
más vueltas durante su intervención, de manera tal que no siga
una trayectoria recta hacia metas y conclusiones definidas con
exactitud.
2. El segundo enemigo es un tipo destartalado cuyo nombre
es "Papagayo Enzorrado”. Este pone al siervo o a la sierva que lo
imita a repetir, volver sobre lo mismo, reiterar y decir lo mismo
una y otra vez, dejando a sus oyentes enzorrados, si bien no un
tanto molestos o quizá dormidos.
3. El tercero enemigo lo llaman "Juan Flaco y Raquítico", y su
nombre le cae bien, pues es quien impulsa a los siervos del Señor
a presentar mensajes o clases de poco o ningún valor,
flacuchos, de pobre contenido.
III. Se identifican dos distintas clases generales de bosquejos.
A. El "bosquejo mental". Se trata del bosquejo que es concebido y
desarrollado en la mente, pero que no se escribe.
1. Poder componer un bosquejo en la mente y recordarlo todo
durante una presentación en vivo, sin tener delante de sí ni
una palabra escrita, es un don con que cuentan muy pocos
oradores o maestros.
a) Ejemplo: para equis tema escogido, formular cinco
puntos principales, más diez puntos secundarios, todo solo
en la mente, sin apuntes. Luego, pronunciar el discurso, con
sus quince puntos en orden, disertando treinta minutos con
total dominio y fluidez, amparándose solo en la memoria, sin
consultar en ningún instante algún bosquejo escrito. ¿Quién
es capaz de hacerlo? ¡Casi nadie!
b) ¿Qué le pasaría a la mayoría de nosotros de intentar
semejante proeza? ¡A lo mejor nos olvidemos de la mitad de
los puntos, no presentando en la secuencia debida los que
recordáramos! ¿Cierto? ¡Para vergüenza nuestra y
confusión de los concurrentes! ¿Con qué lógica exponerse a
tal fiasco! Más sabio será pasar el trabajo de preparar el
bosquejo escrito.
2. Quienes no tienen este don del "bosquejo mental", mas sin
embargo, insisten en traer sus intervenciones sin ningún tipo de
bosquejo escrito, acostumbran dar vueltas, hablar de más,
utilizar cantidad de muletillas, confundirse y enredarse. Por
ende, confunden, aburren y exasperan a sus oyentes.
3. Definitivamente, no es recomendable traer mensajes o clases
apoyándose solo en un "bosquejo mental". Lo hace aun el más
experimentado y diestro orador o maestro a riesgo de que se le
quede la mente en blanco en cualquier instante. Entonces,
embarazado, se encuentra, de repente, incómodo en presencia de
sus oyentes a quienes debe una disculpa.
B. El "bosquejo escrito". Se identifican por lo menos tres clases de
"bosquejos escritos".
1. El "bosquejo muy breve". Este se compone solo de:
a) El título y los puntos principales, nada más.
b) Ejemplo:
(1) Título: "La iglesia".
(2) Puntos principales:
(a) Cristo es su fundador.
(b) Condiciones para membresía.
(c) Su destino.
2. El "bosquejo convencional". Esta clase consta de:
a) El título.
b) Los puntos principales y secundarios anotados mediante
la selección de palabras y frases claves.
c) En este tipo de bosquejo:
(1) No se escribe toda palabra que el orador desea
decir.
(2) Ni siquiera se escriben oraciones completas.
d) Ventajas de este tipo de bosquejo:
(1) Asegura la presentación de todos los puntos
importantes según la secuencia que dicta la lógica.
(2) Permite un grado
de "espontaneidad" ("naturalidad") de parte del
orador. El don de la“espontaneidad”, manejado con
destreza, infunde vida a la ponencia o clase. Todo
orador o maestro puede optar por ser “espontáneo”
en su intervención, pero no pocos fracasan por no
tener dominio absoluto de la materia que presentan o
las herramientas lingüísticas esenciales necesarias
para desenvolverse con soltura y de modo tal que sus
oyentes se edifiquen. Con raras excepciones,
recurren con éxito a este medio de comunicación solo
los oradores experimentados dotados de vastos
conocimientos, material anecdótico y la disciplina
mental vital para evitar embrollarse en palabrerías
vanas o huecas.
3. El "bosquejo detallado, extenso, completo".
a) Este se compone de:
(1) El título;
(2) Todo el texto, o casi todo el texto, de la
presentación.
b) Ejemplo: las ocho conferencias que componen el
libro "Buen ministro de Jesucristo". El formato de estas
conferencias es el de "bosquejo", pero todo el texto,
palabra por palabra, aparece en cada conferencia de la
serie. También sigue el mismo patrón el libro "Apocalipsis:
análisis de las profecías y visiones".
c) Ventaja: el orador dice exactamente lo que quiere decir,
sin desviarse, sin añadir o quitar. Pero, esta ventaja se
reduce si el orador lee su manuscrito sin emoción, gestos
apropiados o frecuente contacto ocular con la audiencia. De
ahí, la gran importancia de saber cómo leer con poder, ya
sea el manuscrito preparado por uno, la Biblia misma o
cualquier otra obra literaria.
d) Desventajas:
(1) Prácticamente, se elimina el elemento de
la "espontaneidad".
(2) Si el orador lee el bosquejo, se restringe
marcadamente el "contacto ocular" con la
audiencia, ya que tiene sus ojos clavados en el
manuscrito. Esta circunstancia puede reducir
sustancialmente el impacto del contenido. Si el orador
no lee con mucho entusiasmo, si no infunde poder y
convicción a las palabras leídas, si se pierde en la
lectura, si balbucea o si lee en voz bajita y monótona,
¡el impacto pueda que se reduzca a cero, o aún
menos!
(3) Remedio: aprender de memoria las partes más
importantes. Si lee muchas veces el manuscrito
antes de subir al podio, es probable que, con solo
leer las primeras palabras de una oración, se acuerde
del resto, circunstancia que le permite levantar el
rostro y mirar a los presentes mientras complete el
pensamiento sin volver a mirar el texto.
IV. El bosquejo convencional es, sin duda, el más práctico y popular.
Examinamos sus partes individuales. El bosquejo convencional lo comparamos
a un "esqueleto". La carne, sin su esqueleto de huesos con vida, se vuelve una
masa sin forma, incapaz de sostenerse o moverse. Asimismo, el mensaje o la
clase sin "esqueleto", es decir, sin el bosquejo convencional completo y vivo que
lo sostenga, dándole forma, también tiende a volverse una "masa" indefinida,
quizá en parte incoherente, de puntos, pensamientos y anécdotas, todo
mezclado indiscriminadamente, sin plan o propósito discernibles.
La "carne" del mensaje o clase se compone de comentarios, definiciones,
ilustraciones, material anecdótico apropiado y otros elementos parecidos. En
esta lección nos limitamos al "esqueleto", es decir, al bosquejo.
A. El "tema" es la "cabeza" del "esqueleto", o sea, en este contexto, del
bosquejo convencional.
1. Todo discurso y toda clase debería tener "TEMA". De no
tenerlo, bien pudiéramos compararlo al esqueleto sin cráneo. Ya
que el cerebro ocupa el espacio dentro del cráneo, el cuerpo sin
cráneo también carece de cerebro que lo gobierne. Efectivamente,
esta la condición del mensaje o clase “sin tema”: ¡carece de un
poder que lo gobierne! Que lo dirija y lleve a un punto
determinado.
2. Es de suma importancia seleccionar con mucha sabiduría las
palabras que componen el tema. Que no sean vocablos o
expresiones demasiado generales o comunes. ¿Cuál de los
siguientes temas llama más la atención? "El amor de Dios", "De tal
manera amó Dios al mundo" o "Amor divino que salva toda
barrera". Al usted contemplar presentar determinada materia
espiritual, sugerimos no se conforme con las primeras palabras
para el título que afloren en su mente. Más bien, conviene analizar
y reflexionar hasta dar con una combinación de vocablos,
preferiblemente pocos en número, que encabecen su presentación
como tema impactante, vivo, llamativo, registrándose al instante en
la mente y el corazón de cada alma presente, despertando interés,
curiosidad, deseos de escuchar, de aprender.
3. La función del tema es, precisamente, despertar interés,
enfocar, enfilar los puntos a ser tratados hacia la meta prefijada. Si
el tema cumple su función, los oyentes no lo olvidarán pronto. En
cambio, si es flojo el tema como tal, impreciso, falto de vocablos
electrizantes, confuso, ¡quizá no lo recuerden los oyentes ni
siquiera una hora después de escucharlo! “¿Qué tema trajo el
Hermano Espontáneo?” Nadie contesta enseguida. Al ratito, alguien
dice: "Eheeeee. A decir verdad, no me acuerdo".
B. La "introducción". Esta se compone de:
1. La "salutación".
a) Breve y calurosa. Que transmite amor fraternal, buen
ánimo, espíritu afable, buena voluntad hacia los oyentes.
Que establece al instante parámetros de
espiritualidad. Omitir el saludo, o saludar fríamente,
demuestra falta de ética, de modales, de calor humano
natural. Quien omite la salutación comienza mal, quizá
granjeando la hostilidad de no pocos en la audiencia. El que
lo hace, ofende, injusta e innecesariamente, sensibilidades.
¿Entra usted en una casa, aunque sea la suya propia, sin
saludar a los habitantes? ¡Inaceptable! Pues, ¡tampoco es
aceptable empezar un mensaje o clase sin ni una palabra
de salutación! "El tema que me asignaron para hoy es…",
sin decir siquiera "Buenos días, amados hermanos y
respetados amigos". Al siervo del Señor no le conviene ser
tosco, crudo o irrespetuoso. Más bien, ha de
demostrar finos modales, para que aun en este particular,
adorne al evangelio de Jesús.
b) Acorde con la ocasión. Al orador le corresponde
analizar la ocasión, adaptando su salutación a las
circunstancias particulares. ¿Se trata de un mensaje para
personas inconversas, una conferencia para obreros, una
clase para adultos jóvenes o un sermón para edificar a la
iglesia?
c) A evitarse. Una salutación muy efusiva o demasiado
larga consume tiempo que se aprovecha más sabiamente
en la presentación del contenido principal del mensaje o
clase. Normalmente, un minuto es suficiente para una
salutación apropiada. Sesenta segundos, nada más. Tres
minutos, o más, es demasiado. Tres minutos es la décima
parte de un mensaje de treinta minutos. La salutación no
amerita, con excepciones rarísimas, tanto tiempo.
2. La presentación del tema.
a) De hacer falta, se identifican y se definen los términos
principales del tema.
b) Se explica el propósito del mensaje, o las circunstancias
que lo motivan, con tal de considerarse importantes tales
factores como trasfondo.
C. Los puntos principales y los secundarios.
1. El bosquejo de muy pocos puntos principales y secundarios es
como el esqueleto al cual le faltan algunos de los huesos más
importantes.
2. El patrón clásico de bosquejo que se sigue para identificar y
relacionar los puntos principales y secundarios es el siguiente:
I. (El número "I" romano, con sus números subsiguientes
(II, III, IV, V, VI, VII, VIII, IX, X, XI), identifican las divisiones
básicas del mensaje, por ejemplo, "La introducción", "El
cuerpo del mensaje" y "La conclusión". O bien pueden
identificar, a discreción del autor del bosquejo, los puntos
más importantes. En las siguientes partidas, algunas
expresiones entre paréntesis sirven como ejemplos, nada
más
A. (Primer punto secundario)
1. (Textos bíblicos, información adicional,
observaciones)
a) (Definición de términos.)
(1) (Detalles interesantes y
edificantes)
(a) (Ilustraciones,
anécdotas relevantes)
B. (Segundo punto secundario, y así sucesivamente.
Aplicaciones. Conclusiones.)
II. (Segunda división, o primer punto principal, a discreción
del autor del bosquejo.)

A. (Primer punto secundario, y así sucesivamente.)

3. Tome nota de cómo la "A" se coloca media pulgada más hacia


la derecha que el "I" romano, y así sucesivamente. Este arreglo
sirve para colocar los puntos en una escala de mayor a menor. Se
sugiere que usted implemente este patrón aunque no cuente con
una máquina de escribir o una computadora, pues este formato
facilita separar los puntos los unos de los otros y obliga a la
organización correcta del bosquejo.
4. Los puntos secundarios sirven para sostener, ilustrar y ampliar
los puntos principales.
5. Observación: los puntos en una posición inferior, por ejemplo, en
la posición de "a)", no son, necesariamente, inferiores en
importancia. El punto "a)" puede ser una conclusión o una
aplicación de gran importancia que se deduce de la enseñanza o la
información en "A" y "1".
D. La "conclusión" y la "invitación". El mensaje al cual le falta la
"conclusión", la cual incluye también la "invitación" a obedecer al
evangelio, es como el esqueleto al cual le faltan los pies. ¡No camina! ¡No
puede llegar adonde se supone llegue!
E. Observaciones adicionales sobre las "partes" de un bosquejo.
1. Todas han de guardar concordancia con el tema.
2. Es muy necesario que estén relacionadas y enlazadas entre sí
por coyunturas de la sana lógica y el sentido común de
organización que las unen. De otro modo, ¡se desmorona el
esqueleto! Es decir, ¡se descompone el mensaje! El mensaje o
estudio preparado sabia y astutamente no es un conjunto de puntos
o pensamientos desconectados sino un todo completo cuyas partes
armonizan entre sí.
3. Al escribir el bosquejo, conviene dejar suficiente espacio entre
las partidas. Hacerlo facilita la identificación de cada parte y su
posición relativa en el bosquejo. También el espacio puede
aprovecharse para añadir a mano notas de última hora.
4. Consejos. Escribir en un solo lado de cada página de su
bosquejo. Enumerar claramente las páginas de su bosquejo.
Mejor todavía, unir las páginas con una presilla o colocarlas en una
carpeta de argollas. Si escribe a mano su bosquejo, utilizar una
libreta para la edición final. ¿Ha visto usted alguna vez a un orador,
parado ya frente a su audiencia, sacar las hojas sueltas de su
bosquejo, dándose cuenta en el instante de que no estaban en
orden, mirando primero un lado, luego el otro, de cada página,
buscando números chiquitos, o de faltar números, algunas
indicaciones para ordenar las páginas? ¡Que embarazoso! Pasan
los segundos, hasta medio minuto, y la audiencia esperando,
observando ese espectáculo, pensando: "Este orador no está
preparado. Está desorganizado. Ni siquiera tiene el cuidado de
ordenar las hojas de su bosquejo antes de presentarse ante
nosotros. No se puede esperar gran cosa de este".
V. Cómo hacer el mejor uso de un bosquejo.
A. Estudiarlo hasta aprenderlo de memoria, o casi de memoria.
B. Destacar los puntos que desea enfatizar, haciendo uso de:
1. El "subrayado";
2. Flechas;
3. Asteriscos;
4. Marcadores fluorescentes.
C. Consejo: evitar garabatos o una profusión de colores o señas en el
bosquejo ya que tienden a confundir. Sus ojos ven toda esa
conglomeración de indicaciones y su cerebro tiene que descifrar o
interpretarlas, proceso que puede hacer que usted se pierda
momentáneamente o titubee en la presentación.
VII. Algunos medios disponibles en que preparar y guardar sus bosquejos.
A. Hojas sueltas. Desventajas:
1. Se entremezclan fácilmente.
2. Se extravían con facilidad.
3. ¡Cualquier brisita se las lleva!
4. ¡Se caen al suelo!
B. Libreta cuyas hojas están pegadas o cogidas con presillas en la orilla
superior. Desventaja: al escribir en ambos lados de las hojas, es fácil
perder la secuencia a menos que estén claramente enumeradas las
páginas.
C. Libreta de argollas. Desventaja: volteadas una y otra vez, las hojas
tienden a partirse en su punto débil, donde las perforaciones. En algunas
tiendas de efectos de oficina se pueden comprar anillos de papel, con
pega en un lado, para fortalecer las orillas de los agujeros.
D. Libro con páginas en blanco. Este tipo de libro se consigue en
algunas librerías o papelerías. Constituyen el medio más seguro y
permanente en el que guardar los bosquejos.
E. Cartapacios.
VIII. El récord de sus presentaciones. Anotar en cada bosquejo, o en una hoja
añadida al final del bosquejo, el lugar y la fecha donde fue dado el mensaje (la
conferencia, la clase, etcétera). Manteniendo al día esta información, usted
evitará repetir mensajes o clases para la misma audiencia.
IX. Asignación: preparar un bosquejo convencional del Capítulo Dos de
Hebreos. Bosquejar todo el capítulo, implementando las directrices estudiadas
en esta lección.

Lección 2

Buenos temas para la edificación del espíritu

I. Introducción.
A. Continuamos preparándonos para ser más competentes y pulidos en los
ministerios del maravilloso Reino espiritual de Dios y Cristo.
B. El título de la Lección 2 de esta serie es el siguiente: "Buenos temas para la
edificación del espíritu".
1. Escoger "buenos temas" para sermones y conferencias es un paso
fundamental y muy necesario para comunicar enseñanzas que edifiquen y
motiven en grado sumo.
2. Igualmente, seleccionar "buenos temas" para las clases bíblicas
impartidas a párvulos, niños, adolescentes, adultos jóvenes y personas
maduras es clave para el éxito en la instrucción espiritual.
3. Por consiguiente, conviene que todos los que nos desempeñamos en
la pedagogía espiritual aprendamos e implementemos las enseñanzas
presentadas en esta lección.
4. Los "buenos temas" cumplen varios propósitos:
a) Instruyen.
b) Edifican.
c) Motivan.
d) Hacen cambiar a los oyentes.
II. La selección de "buenos temas".
A. El tiempo requerido para seleccionar un tema apropiado, tomando en
cuenta las personas para quienes se prepara el mensaje o estudio, los
propósitos y las circunstancias.
1. Algunas situaciones favorecen la pronta selección de un tema
apropiado. Por ejemplo, si una congregación le invita a pronunciar una
conferencia para incentivar a las damas cristianas a activarse en los
ministerios que les corresponden bíblicamente, ya sabe usted a quienes
se va a dirigir, como también el propósito de la conferencia, información
que facilita la selección de un buen tema, con sus temas secundarios. En
cambio, si le invitan a predicar cinco mensajes en una congregación
perturbada por conflictos internos, el tiempo requerido para la sabia
selección de temas que produzcan el resultado deseado puede contarse
no en horas sino en días o semanas.
2. Cierto predicador hizo la siguiente observación: "En ocasiones, paso
más tiempo en la selección de un tema que en la preparación del
mensaje".
a) ¿Exagera el tal predicador, dando demasiada importancia al
proceso de seleccionar un tema? Quizá no, pues una vez
seleccionado el tema apropiado para la ocasión, y no un tema
cualquier, posiblemente se aligere notablemente la preparación.
b) ¿Cuánto tiempo suele dedicar usted a las siguientes tareas?
(1) Seleccionar el tema. Una hora quizás sea poco tiempo.
Analizar las necesidades de los oyentes, determinar el
efecto en ellos que usted quisiera lograr, estudiar las
circunstancias morales, sociales y espirituales que afectan a
los oyentes, relacionar y evaluar estos factores, y todavía
otros, para entonces dar con un tema que haga mella –todo
esto es un procedimiento que requiere tiempo y disciplina
mental. ¿Está usted dispuesto a dedicarle todo el tiempo
necesario a la tarea de escoger un buen tema?
(2) Preparar el mensaje. La norma generalmente acordada
es: una hora de preparación por cada minuto de
presentación. Para el mensaje que dura veinticinco
minutos, el buen predicador invierte veinticinco horas de
preparación (estudio, oración, reflexión, composición,
ensayo, selección de textos relevantes, confección de
ilustraciones, etcétera).
3. El buen siervo de Jesucristo no escatima el tiempo necesario para la
selección de temas apropiados. Al recibir la encomienda de preparar un
mensaje o estudio, toma en cuenta el tiempo necesario para seleccionar
el tema. No espera hasta pocas horas antes de la presentación para
escoger el tema. Está consciente de que si lo hace, el "factor tiempo" le
presionará empujándole a hacer una selección a la ligera. Al hacerlo,
puede que acierte. Pero, ¡puede que no!, para vergüenza suya y
frustración de los oyentes.
6. Recomendación: seleccionar el tema lo más pronto posible para que su
mente, espíritu y subconciencia vayan trabajando en toda la materia
relacionada.
B. Algunas directrices para la selección de temas.
1. Estudiar intensamente a las personas que le escucharán.
a) Dar prioridad a los oyentes, y no a su propia persona como
maestro. ¿Predica o enseña usted primordialmente para beneficiar
a sus oyentes, o lo hace para cosechar encomios, o acaso para
divulgar sus ideas e interpretaciones sin importarle mucho el bien
práctico que reciba la audiencia? Usted es el medio que Dios usa
para llegar a las almas. El "buen medio" y útil al Señor no coloca su
propio ego por encima de los seres a quienes ha de servir como
instrumento para su edificación y salvación.
b) Enfocarlos en su mente. Visualizar sus caras.
c) Preguntarse: "¿Quiénes son las personas que me escucharán?"
(1) Desde luego, usted no puede contestar acertadamente
esta pregunta, si no conoce a su audiencia.
(2) En las congregaciones, llegamos a conocer a los
miembros y a todos los que se congregan (visitas, jóvenes,
niños) por medio de conversar con
ellos, escucharlos y observarlos, no solo en las reuniones
sino también en sus hogares. De ahí, la importancia de
visitar a los congregantes en sus hogares, pues allí es acaso
donde mejor podamos conocerlos.
d) Al recibir usted una invitación de predicar o enseñar en un lugar
donde no conoce a quienes le escuchen,orientarse con la persona
que le invita sobre la posible composición de la audiencia. ¿Serán
todos los congregantes miembros de la iglesia? ¿Existe la
probabilidad de que participen personas inconversas? ¿Más o
menos cuánta asistencia se proyecta?
2. Analizar la composición de la audiencia.

a) La audiencia que se compone solo de cristianos.


(1) ¿Cuáles son las categorías de temas indicadas? Hacer
un listado, tomando como fuente los ejemplos del Nuevo
Testamento y su propia experiencia u observaciones.
(2) En la siguiente lista, ¿cuáles son los temas más aptos
para un auditorio compuesto solo de cristianos?
(a) "Jesucristo es el Mesías enviado por Dios."
(b) "La prueba de nuestra fe produce paciencia."
(c) "El bautismo en agua es necesario para el perdón
de pecados."
(d) "Añadid a vuestra fe, virtud."
(3) Referente a temas para la iglesia, la exhortación
de Hebreos 6:1 sirve como excelente guía inspirada:"Vamos
adelante a la perfección".
(a) La meta de todos los que enseñan en las
congregaciones debe ser: escoger y presentar temas
que encaminen hacia la "perfección" en:
-El conocimiento de las Sagradas Escrituras,
particularmente, del Nuevo Testamento, con
su"sana doctrina" y abundantes profecías para
la Era Cristiana y el fin del mundo;
-El entendimiento de la santidad en Dios y
su aplicación a la vida cotidiana, incluso,
lahabilidad de discernir, sabia y
acertadamente, entre lo bueno y lo malo;
-La ejecución de obras evangelísticas y
benévola s en el Reino.
(b) Maestro maduro y eficaz es aquel que facilita el
progreso hacia la perfección por medio de la
selección inteligente de temas y materias que
completan los conocimientos y pulen la conducta de
los cristianos. Tal maestro provee el "alimento
sólido" necesario para el continuo crecimiento
espiritual.
(c) En cambio, maestro inmaduro e inexperto es
aquel que persiste en alimentar a los cristianos con
leche, nada más, es decir, solo con
los "rudimentos" del evangelio. Ya que él mismo no
va"adelante a la perfección" , es incapaz de llevar a
los que le escuchan a tal pináculo de espiritualidad.
(d) Los cristianos nutridos con una dieta que consiste
principalmente de "leche", y quizás un "caldito" de vez
en cuando, acaso con un poco de verduras, no
cuentan con el alimento necesario para un desarrollo
robusto.
(e) Se recomienda el estudio detenido de Hebreos
5:11-14 y 6:1-3.
(f) ¿Qué es la causa de la inmadurez doctrinal y
espiritual que aqueja a no pocas congregaciones? Sin
duda, el poco conocimiento y el pobre entendimiento
que resultan cuando predicadores y maestros
enseñan solo los "rudimentos" del evangelio.
Los "rudimentos" son el "fundamento" , y como tal
sostienen el edificio espiritual que todo cristiano ha de
levantar. Pero, no son el edificio completo. Al echar
el "fundamento", procedemos a edificar encima el
hermoso templo de nuestra fe. Los buenos siervos del
Señor nos dirigen en la obra, guiándonos mediante
las claras instrucciones que imparten bajo temas
relevantes bien escogidos, organizados y
desarrollados.
b) La audiencia que se compone mayormente de personas que
no son miembros de la iglesia de Jesucristo. Esta circunstancia
puede imperar en campañas evangelísticas, como también en
cultos o clases en los hogares de familias inconversas.
(1) ¿Cuáles son las categorías de temas indicadas? Hacer
una lista. Tomar como ejemplo la admirable selección de
tema y contenido que hace el apóstol Pablo en Atenas
(Hechos 17).
(2) Determinar quiénes componen la audiencia es vital para
la selección de un tema apropiado. ¿Son católicos,
protestantes, pentecostales o una mixtura de religiosos? ¿Se
trata de creyentes que no pertenecen a ninguna iglesia? ¿Se
compone la mayoría de personas hundidas en la inmoralidad
o los vicios? ¿Son los oyentes adoradores de dioses falsos?
El tema se escoge y el contenido se adapta de acuerdo con
la composición de la audiencia. ¿Con qué lógica escoger
para un grupo de evangélicos el tema "Guardaos de los
ídolos"? Enseñar a las almas descarriadas lo que ya saben
lo hacen no pocos guías espirituales, fallando en su deber
de proveer el conocimiento que no tienen referidas almas, de
llenar lagunas en su entendimiento, de descubrir y corregir
sus errores.
c) La audiencia mixta, o sea, la que se compone de creyentes y de
inconversos.
(1) En tal caso, hay que planificar el menú espiritual con
cuidado, es decir, usar de mucha astucia y sabiduría en la
selección de temas.
(2) Recomendación: escoger un tema que haga posible la
preparación de platos nutritivos para ambos grupos.
(a) No conviene dejar con hambre a los inconversos,
alimentando solo a los ya convertidos. Tampoco
satisface el inverso.
(b) ¿Es el plato fuerte para los miembros? No
olvidemos de poner en la mesa algún alimento para
los inconversos.
(c) ¿Es el plato fuerte para los inconversos? No
olvidemos de servir algún alimento para los cristianos
presentes.
(d) Asimismo, en el mismo festín espiritual (mensaje,
conferencia, clase) se traen platos que deleitan y
alimentan tanto a jóvenes como a adultos.
(e) Brindar, en una sola intervención, alimentos que
satisfagan los distintos apetitos es un reto que
demanda mucha planificación y trabajo. Hacerlo en
el espacio de treinta minutos es un logro
encomiable. Vale la pena el esfuerzo, ya que todos
los oyentes salen contentos de haber recibido
alguna alimentación para sus espíritus.
3. La tercera directriz para la selección de temas es la siguiente: estudiar
las necesidades espirituales de la audiencia.
a) Preguntarse: "¿Qué mensaje o estudio necesita esta
congregación, esta clase, esta audiencia? ¿Qué tema lehace
falta para su instrucción y crecimiento espiritual?"
b) Contestar inteligentemente estas interrogantes lo podemos
hacer solo al analizar objetivamente el grado de espiritualidad de
las personas para quienes se prepara la enseñanza y el ámbito
moral, social y material en que se desenvuelven.
(1) Para el maestro concienzudo, tal análisis
significa trabajo y disciplina mental, como también mucha
oración y reflexión.
(2) ¿Está usted dispuesto a utilizar sus poderes
intelectuales para el serio y profundo análisis de estos
asuntos, y también doblar rodilla a menudo procurando la
iluminación del Espíritu de Dios?
c) ¡Ojo! La interrogante clave no es: "¿Qué quiere escuchar esta
audiencia?" sino "¿Qué necesita escuchar?"
(1) La distancia entre lo que "quiere" escuchar una
audiencia y lo que "necesita" escuchar puede ser grande.
(2) El sabio maestro tomará en cuenta los intereses y
deseos de la audiencia, pero no con la idea de confeccionar
una intervención ajustada totalmente a tales criterios, ni con
el propósito de congraciarse con los oyentes, buscando sus
aplausos.
(3) "Complacer" no es el objetivo primordial del buen
maestro sino "enseñar... redargüir... corregir... e instruir
en justicia" (2 Timoteo 3:16-17). Su objetivo no es
procurar "el favor de los hombres… o agradar a los
hombres" (Gálatas 1:10) sino impartir conocimiento,
inquietar, retar y lograr cambios que cuenten para salvación.
Su lema es predicar la "sana doctrina" , instando "a tiempo y
fuera de tiempo" , guiado siempre por la regla de
corregir "con mansedumbre" (2 Timoteo 2:24-25).
(4) Se da por asentado que el maestro tiene más madurez
que la mayoría de los que forman la audiencia. Por lo tanto,
a él le corresponde escoger los temas necesarios para el
crecimiento, y no a la audiencia. A la vez, con humildad
estará siempre atento a las sugerencias de los que le
escuchan, aun solicitándolas.
(5) Quizás algunos en la audiencia, impulsados por su
inmadurez y falta de inteligencia o sabiduría espiritual,
clamen insistentemente por "temas suaves", gratos al oído,
de índole positiva exclusivamente. El maestro maduro en
Cristo no permite que tales cristianos débiles le controlen en
la selección de temas, aunque tengan influencia y poder por
su posición social o económica.
(6) En la actualidad, existe una problemática peligrosa en
algunas congregaciones, problemática creada por miembros
que ya se cansaron de oír la sana enseñanza bíblica.
Estos prefieren mensajes o "charlas" que giren en torno a
causas sociales u obras caritativas. Por ejemplo, mensajitos
sobre la salud mental y aun la física, orientaciones para
madres solteras, intervenciones informales sobre cómo
acabar con el hambre en los países subdesarrollados, el
control poblacional, el aborto, los derechos de las mujeres,
etcétera. Los dos vocablos "sana doctrina" tienden a irritar a
miembros de esta mentalidad. Se incomodan al oír palabras
tales como "pecado, error, castigo, infierno, juicio" y ¡que
ningún maestro se atreva a disertar sobre "la ira venidera" !
Nada de controversia, cero confrontaciones, ninguna
advertencia. Buscan maestros que los complazcan. Pero, el
maestro fiel a Dios no escoge temas para complacer a tales
personas sino los que son necesarios para la debida
edificación.
4. En la selección de temas, el sabio y espiritual no impone el criterio de
sus propios gustos, antojos o necesidades. Para él, las necesidades de la
audiencia tienen prioridad.
5. Algunas consideraciones adicionales que determinan la selección de
temas.
a) La edad de los oyentes.
b) Su nivel académico.
c) Su procedencia: que si de áreas rurales, de pueblos pequeños o
de ciudades.
6. Observación. No acertar en la selección de un tema apropiado
acarrea consecuencias negativas y perjudiciales para el maestro que falla,
para los oyentes y para la causa del Señor.
a) El orador o maestro que desacierta en la selección de temas
apropiados pierde credibilidad ante los oyentes. Sufre su reputación
y, por ende, su ministerio.
b) Tal siervo se frustra a sí mismo, dejando decepcionados a sus
oyentes. Su mensaje no llega; no impacta; no cala hondo en los
corazones.
c) El orador o maestro que falla en la selección de temas
apropiados pierde su tiempo y hace que los oyentes pierdan el
suyo.
(1) Si treinta personas escuchan por treinta minutos un
mensaje que las edifica en muy poco o nada, ¿cuánto
tiempo pierden? ¡Un total de quince horas!
(2) Ejemplo. Los hermanos de cinco congregaciones
ubicadas en áreas rurales de Chiapas, México invitan a un
predicador de Houston, Texas a presentar el mensaje
principal para una confraternidad. El tema que escoge el
erudito invitado es el siguiente: "El impacto de los filósofos
griegos en la iglesia del Siglo II después de Cristo". Lo
presenta sin extraer aplicaciones para el presente. ¿Qué
opina usted de su selección? ¿Y de él? "Erudito" será, pero
¿sabio?
7. Consejo. No olvidarse nunca de acudir al omnisciente Dios, procurando
su iluminación espiritual para la selección de temas apropiados que
instruyan y edifiquen al máximo.
III. Fuentes de temas edificantes.
A. La Biblia, por encima de todas las demás.
1. ¿A qué parte de la Biblia dar prioridad?
a) Al Nuevo Testamento, por ser el pacto espiritual que está en
vigor para la Era Cristiana.
b) Traer más temas del Antiguo Testamento que del Nuevo es una
práctica carente de lógica o sentido común, pues la iglesia y el
mundo necesitan oír y aprender la Nueva Ley de Dios. Hoy, Dios
nos habla por su Hijo, y no por Moisés (Hebreos 1:1).
c) ¿Con qué razón o justificación bíblica ocupar a la iglesia, y aun
a los inconversos, en el estudio largo y detallado de ritos,
ceremonias y estatutos de la Antigua Ley? No pocos maestros
espirituales pasan demasiado tiempo relatando y exponiendo lo
enseñado y lo acontecido en aquella antigüedad, cuando sus
oyentes desconocen mucha información vital del Nuevo Testamento
para el entendimiento correcto y amplio de la iglesia del Señor, su
mensaje, misión, adoración, organización e historia.
d) Enseñar temas del Antiguo Testamento sin hacer aplicaciones
prácticas para los oyentes, ¿qué aprovechamiento tiene? Aprender
historia, sin aprender las lecciones que la historia nos enseña, da
por resultado obtener conocimientos que no producen frutos.
e) Repetir y repetir, y volver a contar una y otra vez en mensajes y
clases, las historias de personajes del Antiguo Testamento, se
vuelve, opinamos, aburrido y contraproducente. A causa de la
exagerada repetición, pierden su encanto e impacto.
f) ¿Cuáles son algunos temas del Antiguo Testamento que tienen
poco o ningún valor para el oyente promedio del tiempo presente?
(1) Genealogías.
(2) La interacción de Israel con las naciones en derredor
suyo.
(3) Muchos detalles de historias de personajes, pueblos y
naciones. El oyente promedio del presente, ¿cuánta
historia sabe de los tiempos más recientes? ¿Cuán difícil es
para él relacionarse con historias antiguas? Vive en el
presente. ¿No es mucho más importante enseñarle lo que
dice el Nuevo Testamento sobre los tiempos que vivimos y lo
que Dios tiene programado para el futuro?
(4) Detalles del culto que rendían los israelitas según la ley
de Moisés: holocaustos, libaciones, días de fiesta, etcétera.
2. ¿Cómo encontrar en la Biblia muchos temas interesantes y
edificantes?
a) ¡Leer, leer, leer! Leer pausadamente, y no por encimita. Leer,
relacionando los eventos y las enseñanzas con el tiempo presente.
Leer, deteniéndose a meditar cuando se asoman en su mente
aplicaciones importantes. Apuntar los temas que se le ocurren. No
confíe demasiado en su memoria, pensando recordarlos en otra
ocasión, sino apuntarlos en las páginas en blanco que se
encuentran en varias ediciones de la Biblia o anotarlos en un
cuaderno de "Temas para mensajes y estudios". Al tocarle un
mensaje o estudio, revisar su "Tesoro de temas". Quizás encuentre
uno perfecto para la ocasión.
b) Al leer, prestar atención especial a toda revelación sobre (1) la
naturaleza del ser humano, (2) el designio de Dios para su
creación, (3) los medios que emplea Dios para transformar la
mente y el espíritu humano, (4) la obra de Dios en su iglesia y por
medio de su iglesia, (5) los acontecimientos aún programados para
la tierra y sus habitantes, (6) el desenlace final de esta creación,
etcétera. La gama de temas importantes es muy abarcadora. No
hay justificación para la constante repetición de solo tres o
cuatro.
c) Al leer, Identificar los conceptos divinos en torno a todo asunto
trascendental, con las palabras o frases retóricas que los definen,
que llaman la atención, que impactan al espíritu humano, que
motivan al cambio. Lamuy variada retórica de la Biblia es una
fuente de muchos temas edificantes. Ampliar sus implicaciones y
hacer aplicaciones prácticas lo hace el buen maestro, captando y
reteniendo la atención de sus oyentes con resultados muy
satisfactorios. Ejemplo de la llamativa e instructiva retórica bíblica
hallamos en 1 Corintios 3:10-17:"colaboradores de Dios", "labranza
de Dios", "edificio de Dios", "arquitecto", "fundamento", "oro, plata,
piedras preciosas, madera, heno, hojarasca", "templo de Dios". El
siervo inteligente y espiritual encuentra en este lenguaje del Reino
más de un tema que se presta para muchas enseñanzas de gran
provecho.
B. Los libros relacionados con la Biblia también pueden ser fuente de temas
edificantes: comentarios, historias, diccionarios o manuales, revistas, periódicos,
boletines, etcétera.
1. El sabio mensajero hace la debida distinción entre este tipo de fuente y
la Biblia misma, tomando precaución de no seleccionar de publicaciones
escritas por personas falibles temas que no armonicen con la Biblia o que
sean de poco provecho espiritual.
2. El mensajero honrado, al valerse de títulos muy particulares ideados
por terceros, da el debido crédito nombrando a la persona que concibió el
título. De igual manera, identifica el origen de citas tomadas de obras
literarias, no leyéndolas o pronunciándolas como su fuera de su propia
creación. No identificar citas o no divulgar su procedencia es incurrirse en
una violación de ética. El delito se conoce como "plagiar".
C. Los mensajes y estudios presentados por otros miembros de la iglesia
del Señor constituyen una fuente adicional de temas valiosos.
1. De copiarlos usted letra por letra, aplicarían las partidas una y dos de
la sección "B" que acabamos de estudiar. Adaptarlos para nuestra
audiencia o ambiente particular es acaso el proceder más lógico y sabio.
2. Si estamos siempre muy atentos, el material traído por otros siervos de
nuestra hermandad sirve de semillero donde brotan de repente nuevas
ideas para temas interesantes que redundan en abundantes bendiciones
espirituales para los oyentes.
D. El mensajero eficaz es astuto observador, y sus propias observaciones de
la conducta y la condición humana, en todas sus múltiples facetas, generan
temas de vivo interés que reflejan las luchas actuales entre el bien y el
mal. "Temas de actualidad" despiertan más interés que "Temas que giran en
torno a lo antiguo", y suelen ser más prácticos.
E. El eficiente comunicador espiritual estudia analíticamente las tendencias
sociales, morales, espirituales y religiosas del pueblo, con todas sus
circunstancias atenuantes, formulando temas al respecto que alumbran el
entendimiento de los oyentes, temas que orientan y advierten peligros para las
almas. Se mantiene informado referente al cambiante panorama religioso,
descubriendo temas útiles para proteger a la iglesia de apostasías amenazantes
o para dirigir por la senda más segura a las personas sinceras que andan en
medio de las tinieblas de "otros evangelios diferentes".
F. La creación misma, la que enseña la grandeza de Dios y confirma su Deidad
(Romanos 1:18-20), es fuente de temas que convencen a los que dudan y
fortalecen la fe de quienes ya creen.
G. Observaciones adicionales sobre las fuentes de temas:
1. Existen muchas fuentes, con infinidad de temas. Por lo tanto, es
inexcusable la repetición continua de unos pocos temas.
2. Los buenos temas son como joyas esparcidas por el universo
espiritual, y aun por el material, como también por los campos de la mente
y del espíritu.
a) La persona espiritual y diligente descubre estas "joyas"
dondequiera.
b) En cambio, el siervo medio carnal, perezoso o inepto suele
encontrar pocas, y aun las que halla no las pone a brillar. El lustre
de las joyas sus manos inmundas lo opacan.
3. El buen maestro es diestro descubridor de temas edificantes,
llamativos, inusitados o aun inolvidables.
IV. ¡Temas a granel! Siempre a la mano. ¿Cuenta usted ya con una compilación
amplia?
A. El competente mensajero espiritual está constantemente a la expectativa de
encontrar buenos temas.
1. Él es como la persona que busca monedas o piedras preciosas,
esperanzado en encontrarlas aun en los lugares menos indicados. Está
siempre atento, siempre alerta.
2. De hecho, encuentra gemas espirituales en los lugares menos
esperados. Entonces, los extrae, limpia y pule, presentándolos para el
deleite de los oyentes.
3. Se le ocurren temas en cualquier momento y en cualquier situación, no
solo cuando está estudiando o reflexionando, sino…
a) Cuando está medio dormido.
b) Cuando va guiando.
c) Cuando está ocupado en tareas y quehaceres materiales o
seculares.
B. Los apunta en...
1. Las páginas en blanco que contienen algunas versiones de la Biblia.
2. Un cuaderno o librito de "Temas".
3. Cualquier hoja o papelito, con tal de conservarlos de alguna manera.
C. Los apunta enseguida porque sabe que la memoria es traicionera, y que, de
no apuntarlos pronto, a lo mejor no pueda recordarlos después, percance que le
sucede a no pocos siervos faltos de diligencia y disciplina.
1. Detiene el automóvil (camión, bicicleta, caballo, burrito) para
apuntarlos.
2. Hace un alto en el trabajo para apuntarlos.
3. Se levanta de la mesa para apuntarlos.
4. Se levanta de la cama para apuntarlos.
5. Rara vez se oye de sus labios el lamento del siervo descuidado quien
exclama, molesto consigo mismo: "Se me ocurrió tremendo tema, pero no
lo apunté y se me ha fugado de la mente".
D. Cuando le toca predicar o dar una clase, revisa su compilación de temas, con
la probabilidad de encontrar uno que viene como anillo al dedo para la ocasión.
E. Aunque no llegue a desarrollar muchos de los temas apuntados, siguen
siendo un tesoro de ideas que puede aprovechar en cualquier momento.
V. Tres categorías generales de temas.
A. Enteramente positivos, que respiran solo amor y dulzura, que cantan solo
victoria, que proyectan solo risas y gozo, que no admiten nada negativo. Este
tipo tiende a ser "meloso", de idealismo irreal y emocionalismo incitado por
ilusiones artificiosas.
B. Totalmente negativos. Estos temas nacen de una visión absolutamente
negativa del mundo. Generan críticas, censuras, advertencias, condenaciones y
juicios, los que ocupan todo, o casi todo, el mensaje.
C. Encierran y contraponen elementos positivos y negativos.
1. Este es el tipo de mensaje que se encuentra, con frecuencia, en la
Biblia.
2. Estos dos aspectos –lo positivo y lo negativo- se reflejan en los
mensajes dados por Dios a los profetas del Antiguo Testamento, en los
mensajes de Cristo y en las revelaciones dadas a los apóstoles y profetas
de la iglesia.
3. Se destacan en la admonición del apóstol Pablo: "Mira, pues,
la bondad y la severidad de Dios" (Romanos 11:22)."La bondad", el
polo positivo; "la severidad", el polo negativo.
4. Este es el modelo que debemos seguir en el desarrollo de nuestros
mensajes y clases procurando, efectivamente,un balance sabio entre lo
positivo y lo negativo.
VI. Algunas categorías de temas no apropiados.
A. Los que se basan en lo secular más que en lo espiritual, por ejemplo, en la
política, en la economía, en conflictos o males sociales, etcétera. Ejemplos:
-"Por qué la Organización de las Naciones Unidas no debe imponer un
gobierno en Haití."
-"El rol de la policía y de la guardia nacional en el control del crimen en los
caseríos."
-"Cómo asimilar a los extranjeros en nuestra sociedad."
-"El rol del Banco Mundial en el financiamiento de proyectos a favor de las
masas pobres."
-Observación. Quienes abogan el "Evangelio de la liberación" o el
"Evangelio social" acostumbran traer este tipo de tema.
B. Los que enfocan principalmente la filosofía, por cierto muy popular hoy día,
de la "autoayuda emocional y psíquica", como también los que promueven el
"Evangelio de la prosperidad". Ejemplos:
-"Tú puedes ser una bella persona, exitosa social y materialmente."
-"Cómo vencer tus complejos."
-"¡Dios quiere que sus hijos vivan como príncipes!"
-"¡Dios multiplicará tu diezmo y tus ofrendas, colmándote de grandes
bendiciones materiales!"
VII. Asignaciones.
A. Al leer los textos siguientes, apuntar los temas que se le vienen a la
mente: Hechos 3:19; Hebreos 6:19; Hebreos 9:23; 1 Pedro 1:4; Job
1:22; Eclesiastés 11:9-10.
B. Durante las próximas diez semanas, apuntar todos los temas que descubra
usted al leer la Biblia, escuchar sermones y clases, meditar, charlar con otras
personas u observar la conducta de los seres humanos dentro y fuera de la
iglesia.

Lección 3

La concepción y gestación de un mensaje o


clase bíblica
I. Introducción.
A. Salutación.
B. El tema de la Lección 3 de este curso: La concepción y la gestación de un mensaje o
de una clase.
II. La "concepción" de un mensaje o clase ocurre cuando se unen en la mente del predicador
o maestro las ideas o los pensamientos iniciales alrededor de los cuales se desarrolla el cuerpo
de la intervención. Se juntan las primeras “células” rudimentarias, las cuales comienzan a
multiplicarse en variedad, cobrando “vida” la nueva creación.
III. La "gestación" de un mensaje o clase.
A. El significado de "gestación": "Tiempo que la madre lleva en sí al hijo antes de nacer
éste" (Diccionario de uso del español, Tomo I, 1,395).
1. Esta definición aplicada al mensaje (clase): "Tiempo que el maestro lleva en sí, es
decir, en su mente y en su espíritu, el mensaje antes de presentarlo".
2. Esta aplicación concuerda con la definición simbólica que da el mismo diccionario
citado: "Periodo de preparación que precede a un suceso, o periodo de elaboración de
una obra del espíritu: ´Este proyecto está todavía en gestación´."
a) Es de vital importancia que el mensaje, clase o conferencia pase por un "periodo
de preparación" antes de presentarse.
b) De cierto, el mensaje es "una obra del espíritu" que por su naturaleza innata y su
importancia intrínseca, debe pasar por un "periodo de elaboración" muy cuidadosa.
3. ¿Suele usted llevar dentro de sí por semanas, aun por meses o años, los
mensajes o clases que proyecta presentar?
4. ¿Pasan sus mensajes y estudios por un "periodo de preparación, de elaboración",
antes de ser presentados como "obra de su espíritu"?
B. El "tiempo de la gestación".
1. Para la mujer encinta el tiempo de gestación es de nueve meses.
2. Tratándose de mensajes, conferencias o clases bíblicas, una vez concebido el tema
apropiado, el “tiempo de gestación” debería ser un mínimo de treintahoras por la
intervención cuya duración es de treinta minutos.
3. El mensaje que no pase por el término necesario de gestación sino que es sacado y
presentado al público prematuramente, usualmente sufre varias complicaciones, no
exceptuándose el “fallecimiento”, o sea, ¡se queda sin vida!
a) ¿Qué condición típica es la del niño que nace prematuramente? Sus pulmones,
corazón y quizá otros órganos esenciales no están lo suficientemente desarrollados
para una vida normal fuera de la matriz materna.
b) Figurativamente, los "pulmones, el corazón, los huesos y demás órganos vitales"
de un mensaje cuya gestación queda corta frecuentemente resultan débiles o
defectuosos por el insuficiente desarrollo. A consecuencia, el mensaje nace pálido y
raquítico. Presentado públicamente en este estado, el efecto no es, en definitiva, el
deseado.
c) Comúnmente, la prematuridad es causa de estrés, angustias y aun traumas
emocionales en padres y familiares. Asimismo, el predicador o maestro que trae para
el público una creación inmadura, tal vez deforme en algunos aspectos, amarillenta,
casi sin vida, no solo hace sufrir a otros sino que sufre en su propio espíritu, con tal
de ser el mismo sensible y perspicaz, pues se da cuenta de haber dado a luz una
criatura imperfecta. Lastimosamente, algunos que fracasan en el púlpito o frente a
clases ni siquiera son conscientes de su pobre desempeño, tan grande es su falta de
habilidades y perspicacia. Mientras tanto, a unos pocos ni siquiera les importa sus
debacles. Entre estos últimos se cuentan quienes predican o enseñan “porque no
hay más nadie que lo haga”, y no porque desearan hacerlo para la gloria de Dios y el
progreso de su Reino. También, los que aceptan hacerlo por presiones de
familiares. “Mis padres quieren que yo predique. Lo hago para complacerlos.”
d) Hasta amigos y conocidos de la pareja cuyo bebé nace antes del término de
gestación contemplan apenados a la criatura por su estado enfermizo o falta de
desarrollo normal. En el contexto de esta lección, hasta los amigos y conocidos no
miembros de la iglesia se sienten incómodos, aun atribulados en mente y espíritu, al
escuchar mensajes o clases cuya gestación haya sido obviamente deficiente.
e) Tristemente, algunos mensajes “nacen ya muertos", por mal lograrse la
gestación. ¿Con qué lógica o justificación brindar ante el público un “muerto”?
Ofensivo en extremo sería semejante acción osada. Totalmente carente de respeto.
¿Acaso se espera que Dios eche la bendición a un “mensaje muerto”? Lejos de
exhibirlo, lo indicado sería enterrarlo. Tanto a la iglesia como al público en general
les hace falta mensajes vivos, saludables y robustos, concebidos con amor
espiritual,desarrollados y cuidados con esmero y afán.
4. Objeción al periodo de gestación de "treinta horas por un mensaje de treinta
minutos": "No dispongo de tanto tiempo para preparar un mensaje. Tengo que ganarme
la vida trabajando en lo secular, y además, no debo descuidar a mi familia".
a) Observaciones. Las "treinta horas" de esta norma abarcan no tan solo las horas
ocupadas en la tarea durante los días o aun semanas anteriores a la presentación
sino también a todas las acumuladas a través de los años en estudios, análisis,
meditaciones, etcétera, sobre el tema escogido. Por ejemplo, durante los siete días
pasados y el presente día, el que escribe ha ocupado, supongamos, unas quince
horas en la preparación de esta “Lección 3”.
(1) Pero, en realidad, esta “Lección” es el producto de años de estudios,
observaciones, reflexión y experiencia. Todas las horas que yo haya dedicado en
el pasado a este tema también han de ser contadas como tiempo invertido en la
preparación. Así que, desde hace años vengo preparándome para el desarrollo
de esta “Lección”. Unos pocos días no, sino años. Efectivamente, el "periodo de
gestación" para esta “Lección” ha durado años.
(2) Más o menos lo mismo podría ser el caso del mensaje que usted haya
escogido para su próxima intervención. Todas las horas ya invertidas, aunque
esporádicamente, en análisis o contemplación del tema se suman a las que
ocupe usted en la preparación de él durante los días previos a la fecha para su
presentación.
(a) Consejo. Al saber usted con seis semanas de anticipación que le
corresponderá predicar o enseñar en tal fecha,hacer todo lo posible para
escoger el tema la primera semana de las seis. Luego, dedicar algunas horas
cada semana a la preparación. Se supone que esta medida y esta disciplina
resulten en la confección de un mensaje o clase de contenido sólido y
edificante. Y esto es así pese a que cuente con poca experiencia o
preparación formal en algún instituto bíblico. Fíjese.
(1) Si ocupa usted siquiera cinco horas cada semana por seis semanas,
al final del periodo habría acumulado treinta horas en la preparación.
(2) En cambio, ¿qué se puede anticipar si usted espera hasta la última
semana para escoger el tema y prepararlo? ¿O hasta los últimos tres días
anteriores a la fecha para la intervención? ¿O hasta un solo día antes de
la presentación? ¿Y si dispone de solo cinco horas para todo el proceso?
Seguramente, presentaría usted un mensaje o clase deficiente en
muchos aspectos.
b) Observación. Si usted se alterna con otros miembros de la iglesia en la
predicación y enseñanza, lo indicado sería que esté preparando temas
continuamente con antelación ya que le tocará su turno con regularidad. Esto mismo
es igualmente aplicable a las hermanas de la congregación quienes se turnan en la
enseñanza de clases bíblicas para niños, adolescentes o damas.
A. ¿Qué medidas se pueden tomar para lograr la debida "gestación" de un mensaje o
clase?
1. Primer paso. Habiendo escogido el tema con la debida antelación, obligar la mente a
trabajar en él de cuando en cuando. ¿Cómo podemos forzar la mente a trabajar en el
tema?
a) Ubicarse en un lugar tranquilo donde nadie interrumpa por tiempo determinado.
(1) La oficina, o cualquier salón, del lugar de reunión.
(2) Cualquier parte de su casa donde miembros de la familia no estén entrando y
saliendo, conversando, alborotando, distrayendo. Quizá el balcón de la casa. O
en la sombra de algún árbol en el patio.
(3) Si existe una biblioteca en la comunidad, pues tal vez allí.
(4) En algún parque.
(5) En una playa desierta.
(6) Observación. En la naturaleza material, durante el periodo de gestación, la
criatura se forma y crece en la matriz materna, un ámbito tranquilo y
prácticamente aislado del bullicio del mundo. Igualmente, es imprescindible que
el predicador o maestro pase tiempo a solas con su tema, limitando al mínimo
distracciones.
(a) Solo procediendo así puede conocer plena e íntimamente todos los
aspectos de su tema.
(b) Si intenta desarrollarlo en la presencia de personas (esposa, hijos, nietos,
vecinos, amigos, etcétera) que están conversando, gritando, riéndose,
gesticulando, caminando, interrumpiendo cada rato, es muy probable que el
producto refleje ese mismo estado: confusión, disyuntivos, ligereza,
informalidad.
(c) ¿Dónde acostumbra trabajar usted en sus mensajes y clases? ¿Qué
ambiente impera en el lugar escogido?
b) Otra sugerencia sencilla para forzar la mente a trabajar en el mensaje o clase:
con deliberación fuerte tomar en las manos su libreta de apuntes y un bolígrafo o
lápiz, anotar con precesión exacta el tema y reflexionar pausadamente sobre el
significado de cada vocablo clave, tomando notas. Preguntarse: “¿Qué quiero lograr
con este tema? ¿Qué propósitos tengo? ¿Qué me motivó a darle
importancia?” Formular y escribir las respuestas, utilizando términos con exactitud
rigorosa.
(1) La libreta, un instrumento para escribir y el título del mensaje obligan la
mente a concentrarse en la tarea de comenzar a dar forma al mensaje o estudio.
(2) Lo mismo ocurre cuando se utiliza una máquina de escribir o una
computadora. Los ojos contemplan el teclado. Dicen al cerebro: “Este aparato
sirve para escribir. Así pues, ¡a escribir algo!” A lo cual la mente responde: “Pero
no cualquier cosa. ¿Qué es el tema? ¿Qué son los puntos? ¿Qué se quiere
comunicar?” Y arranca a pensar, analizar, deducir, aplicar, procurar textos
bíblicos relevantes, ilustraciones apropiadas, etcétera. ¡Sabe que su deber es
producir! Asombrosamente, comienza a producir.
2. Segundo paso para lograr la debida gestación de un mensaje o clase es la siguiente:
aguardar los momentos de "inspiración", aprovechándolos al máximo. Aclaramos: no nos
referimos a la "inspiración sobrenatural" tal cual la que obró en los apóstoles de
Jesucristo sino al tipo de “inspiración” que ocurre naturalmente cuando el ser humano
inteligente y decidido se entrega de mente, corazón, alma y cuerpo a una tarea digna de
sus dotes.
a) Este tipo de "inspiración" se manifiesta a menudo en los momentos y lugares más
inesperados. Cuando se está trabajando en algún asunto material no relacionado en
nada con el tema de la intervención proyectada. Al estar caminando uno, o
dormitando. De compras, o de paseo o en alguna actividad social. De ahí, la
importancia de saber valerse de esta bendición excepcional, de estas “revelaciones”
que toman forma en la mente del “hombre espiritual”, por mantener este una relación
estrecha y permanente con su Salvador.
b) De repente, fluye por la mente todo un caudal de ideas y puntos, ilustraciones y
argumentos, palabras y frases claves, enfoques y aplicaciones prácticas. Quizá
suceda esto después de largas horas de análisis, evaluación y oración. Aun después
de sentirse estancado o frustrado en la preparación. Al momento, la organización
correcta de las enseñanzas se aclara. Los puntos débiles o innecesarios se
disciernan y se descartan. El giro o derrotero que ha de tomar el mensaje para que
sea efectivo se divisa con claridad. ¡Maravillosa esta experiencia! Agarrar enseguida
papel y bolígrafo, apuntándolo todo lo más pronto posible, es lo recomendable, pues
esta clase de “inspiración” tiende a durar poco. Y para no perder los frutos de esta
“inspiración” conviene tener siempre a mano una libreta –en el trabajo, en el
automóvil o camión, al lado de la cama.
(1) No faltan quienes piensan: "Pero, es mucha molestia lo que se propone. A mí
no se me olvidan tan prontamente las ideas que se me ocurren en algún
momento de inspiración". Sin embargo, ¿a cuántos de nosotros los predicadores
y maestros se nos olvidan sí esas ideas espléndidas, ese enfoque sabio y único,
esas ilustraciones sumamente aptas, instructivas, bellas, impactantes, que
aparecieron de repente pero no tomamos la molestia de apuntarlos? O nos
cuesta muchísimo esfuerzo y tiempo traerlos de nuevo a memoria. No pocos se
quedan como el rey Nabucodonosor quien dijo, refiriéndose al sueño que tuvo:
“El asunto lo olvidé” (Daniel 2:1-5).
(2) Sucede a veces que estos momentos de "inspiración", de mucha lucidez, son
como los sueños que desaparecen de la mente tan pronto abrimos los ojos.
Pasados esos momentos de "inspiración", se borran de la mente todas aquellas
imágenes y todas aquellas palabras importantes para el desarrollo de un
mensaje excelente. Al esforzarnos para recordarlas, solo encontramos un vacío
frustrante, o meros vestigios de aquel tesoro.
3. Tercer paso para lograr la debida gestación de un mensaje o clase: tomar el molde
hecho para la creación de un buen mensaje acomodando en él sus ideas, puntos,
argumentos, aplicaciones e ilustraciones.
a) Para la elaboración de mensajes y clases, existen moldes de distintas clases.
(1) Algunos son diseñados, al parecer, por el enemigo de Dios, ya que producen
mensajes rudos, ofensivos y carentes de verdadero valor. Se trata de moldes
demasiado crudos y faltos de atractivo.
(2) Pero, felizmente, también están a nuestra disposición moldes diseñados
meticulosamente por Dios mismo. De estos salen mensajes y estudios elegantes,
muy edificantes, completos en todo detalle.
b) A continuación, enumeramos algunas medidas para la formación de un buen
mensaje o clase en el molde de diseño divino:
(1) Escoger y depositar en el molde los puntos que ameritan la atención y seria
consideración de la audiencia.
(2) Identificar y eliminar ideas, puntos, observaciones, evaluaciones, opiniones
personales, etcétera, irrelevantes o de poca importancia.
(3) Procurar que todas las enseñanzas estén relacionadas con el tema, que
armonicen entre sí y que formen un todo bien concertado y entrelazado entre sí.
(4) Adornar escuetamente el mensaje con ilustraciones y comparanzas
apropiadas.
(5) Hacer destacar la utilidad de las enseñanzas en la vida cotidiana espiritual y
moral.
(6) Volver a escrutar objetivamente, una y otra vez, su creación, o sea, el
mensaje o estudio que está preparando.
4. Cuarto paso para lograr la debida gestación de un mensaje o clase: perfeccionar su
creación. A continuación, algunas sugerencias sobre cómo logarlo:
a) Contemplarla desde distintos puntos de vista, tomando las medidas necesarias
para refinarla.
(1) De la manera que lo hace…
(a) El perito escultor. Este trabaja con sumo cuidado, paciencia y afán un
canto de mármol, granito o el material que sea hasta formar una estatua de
dimensiones y apariencia perfectas. Le vemos tomar pasos atrás o dar
vueltas a su obra en progreso, estudiándola desde distintas perspectivas.
(b) El experto pintor, quien se distancia cada rato de su creación con el
propósito de evaluar los colores, la relación o proporción de las partes,
etcétera.
(c) El jardinero profesional que se traslada de un área a otra de los predios
para poder estudiar el efecto visual del vergel, las arboledas, las fuentes, los
pozos y demás piezas del jardín.
(d) El diseñador de interiores que camina de un lado a otro del cuarto,
apartamento, casa u oficina que está habilitando y decorando, deteniéndose
para analizar las posiciones relativas de muebles, concordancia de colores, la
impresión que proyecta el total, etcétera.
(2) Los pintores, escultores y demás artesanos que producen obras admiradas
no se reparan en efectuar los cambios necesarios para lograr la máxima
perfección.
(a) El artesano profesional insatisfecho con su obra sigue haciendo cambios
hasta lograr que llene sus criterios.
(i) Un arreglo floral ilustra el punto. La florista trabaja con las flores, hojas
y demás componentes, incluso el envase, hasta lograr confeccionar una
creación que corresponda al “arreglo ideal” que ha proyectado en su
mente. Solo entonces se siente satisfecha y orgullosa.
(ii) Ahora bien, las enseñanzas bíblicas, juntamente con los comentarios,
ilustraciones y aplicaciones sanas que aporta la mente espiritual
del “buen ministro de Jesucristo”, podemos compararlas a un arreglo
floral. Para que produzcan el efecto máximo en el corazón del oyente, es
preciso agruparlas y ordenarlas de manera tal que se complementen
mutuamente, que armonicen, que el conjunto se perciba como un todo
hecho con un propósito bien definido, causando admiración y resultando
en cambios agradables.
(b) En ocasiones, el artesano rompe o descarta lo que ha hecho y comienza
de nuevo. Por ejemplo, el escultor inconforme con lo que está creando lo
descarta, empezando de nuevo. En lo concerniente a la creación de buenos
mensajes y estudios, este mismo tipo de disciplina, fuerza de voluntad y
criterio imperioso ha de prevalecer. Es decir, si el mensaje o estudio que
estoy elaborando no está adquiriendo los atributos necesarios para ser
importante, bien entendible, digno de la atención de los oyentes y gloria para
Dios, debo tener la sagacidad y valentía de ponerlo a un lado, empezando de
nuevo con otro tema, otra materia.
-Al usted contemplar el mensaje que está preparando, si no le agradan
ciertos aspectos de él, si se siente preocupado por su enfoque o
contenido, si le invade una vaga inquietud o una aprehensión indefinible,
pensamos que más le valdría a usted hacerle caso a sus impresiones
negativas, a sus presentimientos, ya que son, a nuestro entender,
señales inconfundibles de que algo anda mal con su creación. Si usted
no está satisfecho con su creación, ¿con qué razón esperar que los
oyentes queden satisfechos? Mejor romper su bosquejo y comenzar de
nuevo.
(3) Los que escriben artículos para revistas o periódicos, como además los que
escriben libros de toda clase, acostumbran verse en la necesidad de preparar
múltiples borradores en el empeño de perfeccionar su material. Someter su
primer borrador a cualquier publicista sería, con muy raras excepciones,
proceder presuntuosamente, aun neciamente. Cierto es que volver sobre el
mismo material una y otra vez, haciendo un borrador tras otro, puede resultar
tedioso y fatigoso en extremo. Para ello se requieren largas horas, como también
fuerza de voluntad, gran disciplina mental y emocional. Pero, no hacer el
sacrificio bien pudiera significar el rechazo doloroso, el fracaso rotundo. ¿Qué
aplicación tiene este ejemplo para el predicador o maestro? Consideremos.
(a) El predicador o maestro que prepara un solo borrador, presentando a los
oyentes su contenido no amoldado ni pulido, actúa, opinamos, con poca
sabiduría.
(i) No ofrece a la audiencia lo mejor de su mente y espíritu sino solo lo
primero que se le haya ocurrido en torno al tema escogido. "Lo primero"
no es necesariamente lo mejor.
(ii) Tal predicador o maestro lo podemos comparar al pintor que hace
unos pocos trazos en el lienzo, enseguida enseñando al público su obra y
reclamando para ella reconocimiento y elogios. Seguramente, el público
se burlaría de él.
(iii) A propósito, existe una categoría de pinturas calificadas
de “modernas” cuyo estilo, composición y efecto nos hacen visualizar al
pintor tomando cantidades de tintes de distintos colores y tirándolas al
azar en el lienzo. A lo mejor, carezcamos de la habilidad de apreciar el
supuesto valor de semejante obra. De todo modos, algunos mensajes y
estudios guardan una similitud asombrosa a ese tipo de pintura –puntos,
opiniones, comentarios de poco o ningún valor, tirados
confusamente, y a menudo también profusamente, frente a la
audiencia.
(b) ¿Qué suele ser el contenido del primer borrador? Quizá unas notas
garrapateadas a prisa –dos o tres expresiones tenidas por importantes, dos
o tres textos bíblicos, nada más.
(c) ¿Cuáles son las razones más comunes de no preparar más de un
borrador?
(i) Vagancia mental y espiritual.
(ii) Falta de diligencia y disciplina.
(iii) Falta de tiempo.
(iv) Falta de conciencia en cuanto al deber de ofrecer a la audiencia lo
mejor.
(4) ¿Qué puede hacer el predicador o maestro para alcanzar adquirir dentro de
su propia mente los "distintos puntos de vista" importantes en la confección de
un mensaje o clase de alta calidad?
(a) Estudiar y reflexionar sobre su material en distintas ocasiones. El
cuadro de nuestros sentimientos, entendimiento, estado de ánimo, enfoques
sobre la vida y la iglesia, etcétera, cambia de día en día. Hoy, nos sentimos
bien positivos y confiados. Todo lo vemos "color de rosa". Mañana cambia el
cuadro. Nos volvemos un tanto pesimistas, quizá más realistas, más
objetivos. En la hora de estar desarrollando por primera vez algunos puntos,
es posible que estos aparenten tener gran importancia. Pasados unos días,
volvemos a analizarlos y comprendemos que no tienen tanta importancia
para la mayoría de los oyentes, que otros puntos se revisten de mucho más
importancia y relatividad. Estas fluctuaciones naturales en el ánimo y la
mente del ser humano promedio hacen posible que estudiemos y
contemplemos nuestra vida y obras desde distintos puntos de vista, y esto
es importante para el desarrollo de una vida más balanceada. También
contribuye grandemente a la creación de mensajes y estudios mejor
balanceados.
(b) Alcanzamos un punto de vista notablemente distinto al ubicarnos en el
lugar del oyente, preguntándonos:"¿Cómo reaccionaría yo a esta
presentación si ocupara el lugar de oyente? ¿Qué impresión me causaría?
¿Me sentiría edificado?"
(c) Para un "punto de vista" aún más imparcial, podemos procurar la opinión
de un tercero, o de varios, sobre lo que proyectamos traer, por ejemplo, del
cónyuge, otro maestro, evangelista, predicador, miembro respetado de la
congregación, etcétera.
b) El segundo paso sugerido para perfeccionar su mensaje o estudio es el siguiente:
hacerse unas preguntas duras con el fin de obtener una evaluación honesta del
contenido.
(1) ¿Es realmente importante este tema?
(2) ¿Qué propósito específico tengo al proponerme presentarlo? ¿Cuál es la
meta muy específica que prosigo?
(3) ¿Qué espero lograr mediante la presentación de esta materia? ¿Qué
cambios producirá?
(4) ¿Se halla verdadera sustancia en lo que voy a presentar? ¿“Leche
espiritual”, pero también “alimento sólido”?
(5) ¿Cuáles puntos pueden catalogarse de “superficiales”? ¿Cuáles pueden
resultar irrelevantes, imprácticas?
(6) ¿Responde este mensaje o estudio a las necesidades espirituales y morales
de la audiencia que me escuchará?
(7) ¿Es interesante y llamativo el formato que pienso seguir?
(8) ¿Estoy incluyendo ilustraciones y aplicaciones apropiadas?
(9) ¿Estoy repitiendo lo mismo que otros predicadores y maestros han
presentado ya, o traigo nuevo material, o por lo menos nuevos enfoques a tono
con los tiempos que vivimos y los entornos que nos rodean?
c) El tercer paso para perfeccionar su mensaje o estudio lo identificamos como el
siguiente: aumentar aún más su nivel personal de espiritualidad y prepararse
psicológicamente para la presentación.
(1) Orar a menudo durante el tiempo de la preparación. Pedir la iluminación del
Espíritu de Dios en la preparación y presentación de la lección. Pedir sabiduría.
Interceder por los que escucharán la lección.
(2) Con antelación, determinar con qué espíritu, actitud, tono de voz, aun con
cuáles ademanes o miradas presentará usted su intervención.
(3) Visualizarse en el púlpito o ante la clase. ¿Cómo se proyecta usted? ¿Acaso
como mal preparado, nervioso, tenso, asustado? ¿O bien preparado, confiado,
tranquilo, relajado? Tal cual su proyección para sí mismo, tal cual su ejecutoria.
Así pues, ¡más le vale visualizarse como exitoso en su grandiosa labor de
predicar o impartir clases!
(4) Su estado psicológico y emocional durante las horas y los minutos que
preceden inmediatamente su intervención puede afectar grandemente la calidad
de la presentación.
(a) Conviene estar en paz consigo mismo y con Dios. Estar tranquilo y en
plena comunión espiritual con Cristo, la iglesia y sus seres queridos.
(b) No conviene pasar malos ratos con miembros de la propia familia. Por
ejemplo, enfrascarse en discusiones acaloradas, en dimes y diretes –sobre
asuntos serios, o peor aún, ¡en torno a pequeñeces y tonterías!- bien sea con
el cónyuge o con un hijo, cuando están preparándose en la casa para ir a la
reunión o ya van rumbo al lugar de congregarse. Si está molesto con sus
seres queridos o está peleado con ellos, ¿con qué espíritu subirá usted al
púlpito o se presentará ante una clase?
-La esposa sensible y espiritual, consciente de los efectos nocivos
causados en su esposo predicador o maestro por conflictos psicológicos,
hace todo lo posible para evitar disgustos y encontronazos durante el
tiempo que precede la intervención a cargo de él.
-Se cohíbe de abordar problemas…
-"Oye, mi amor, el techo sigue filtrando."
…quejas, críticas…
"¿Por qué no te pones a limpiar el patio en vez de estudiar
tanto?"
…censuras…
"¡Tus mensajes siempre son flojos!"
…etcétera, pues comprende que asuntos de estas categorías,
afligen al espíritu de su esposo. Tenga o no tenga ella razón, no es
oportuno el momento para desahogarse. No conviene. No es sabio.
Nada logra si no empeorarlo todo.
-Lo mismo aplica al esposo de una hermana que desempeña el papel de
maestra. Él debería sabio y comprensivo para con ella, no inquietándola o
molestándola con exigencias inoportunas…
"¡Quiero que dejes esa lección y me prepares comida en este
mismo instante!"
…críticas…
"Oye, no me has planchado la camisa. Últimamente estás bien
descuidada y vaga."
…etcétera.
(c) ¿Va usted a predicar o enseñar una clase bíblica hoy mismo? Pues,
despeje su mente de problemas relacionados con hogar, trabajo,
enfermedades, familiares, vecinos, etcétera. Si no lo hace, menguará su
concentración y sufrirá su intervención.
(d) Tratar de evitar que miembros de la iglesia le traigan durante el tiempo
antes de iniciarse el culto cualquier tipo de inquietud, problema, queja o
crítica. ¿Cómo? En el contexto apropiado, por ejemplo, clases de orientación
o capacitación, instruir a la feligresía sobre este asunto. Que hay un tiempo
apropiado para ventilar quejas, críticas, etcétera. Que el tiempo antes de
iniciarse el culto no es el más propicio. Además, usted puede sentarse al
frente, orando y meditando en preparación para su intervención. También,
sencillamente tomar otras medidas, astuta y cuidadosamente, de manera que
ni se den cuenta, para evitar estar en la presencia de quienes acostumbran
traerle inoportunamente comentarios y problemas de tal índole que perturban
su paz mental.
d) Cuarto paso para perfeccionar su mensaje o estudio: ¡ensayarlo! En el mismo
lugar donde lo va a presentar. En su oficina o en su casa. En algún campo, playa o
cualquier otro lugar que se preste para el ejercicio.
II. Conclusión.
A. Al considerar todos los pasos del proceso complejo de la gestación y el desarrollo de un
mensaje, se deduce que realmente es acertada la norma de "treinta horas por una
presentación de treinta minutos".
B. Sabio es el orador o maestro que se disciplina a sí mismo, obligándose a pasar el tiempo
necesario en la preparación de la materia que proyecta presentar.
1. No defraudará a su auditorio.
2. Glorificará a Dios y edificará a los oyentes por medio de una presentación amena de
excelente contenido.
III. Asignación.
A. Analizar cuidadosamente el mensaje predicado el próximo domingo en su congregación,
calculando el número de horas dedicadas a la preparación del mensaje, dejándose llevar
por las enseñanzas, normas, sugerencias y observaciones traídas en esta lección.
B. Prepararse para informar su conclusión a la clase, con razones que la sostengan.
Lección 4
Herramientas útiles para el desarrollo de mensajes,
conferencias y clases bíblicas

I. Una concordancia, preferiblemente una concordancia completa. Ejemplo: Nueva


concordancia Strong exhaustiva, disponible a veces, a buen precio, en Sam’s o
Costco. ¿Cómo utilizar efectivamente esta herramienta?

A. Primero, identificar las palabras más importantesdel título y los puntos principales de
su presentación. En el tema "La virtud como gracia divina que perfecciona nuestra fe", las
palabras "virtud", "gracia", "perfecciona" y "fe" son las más importantes.
B. Luego, buscar en la concordancia las palabras así identificadas, anotando los textos que
pudieran resultar más relevantes a las enseñanzas que usted se propone a impartir.
C. Entonces, buscar en la Biblia y examinar muy atentamente estos textos.
1. Fijar con precisión el contexto gramatical e histórico de cada texto, determinando si
convenga, o no, incorporarlo en su mensaje o estudio.
2. Analizar detenidamente la idea, el mandamiento o la lección enseñada en cada texto,
integrando pasajes bíblicos en su mensaje o estudio al encontrarlos acorde con el tema y
el propósito de la presentación.
3. Explorar el uso literal o figurativo de las palabras claves, teniendo presente el que
figuras retóricas, definidas y enfatizadas debidamente, luego aplicadas sabiamente,
suelen llamar mucho la atención del oyente, añadiendo colorido al mensaje o estudio. Por
ejemplo, en el título de esta lección, la palabra "herramientas" se usa figurativamente,
no tratándose de herramientas fabricadas de hierro, acero, plástico o cualquier otro
material sino de las que se emplean para comunicar información. En la Biblia, Cristo, los
apóstoles y los profetas se valen aun de herramientas materiales para transmitir, de
manera pintoresca e impactante, ideas o conceptos espirituales.
(a) La palabra de Dios es "como martillo que quebranta la piedra" (Jeremías 23:29),
también usada “piedra”retóricamente en representación del corazón endurecido o la
mente resistente a la Verdad divina.
(b) Juan el Bautista declaró: "…el hacha está puesta a la raíz de los árboles",
simbolizando “el hacha” la ira de Dios contra “los árboles”, es decir, los seres
humanos, particularmente, según el contexto, contra los israelitas, que no
producían “buen fruto”. También dijo: "Su aventador está en su mano, y limpiará su
era; y recogerá su trigo en el granero, y quemará la paja en fuego que nunca se
apagará" (Mateo 3:10-12). El buen maestro o predicador, en la preparación de
cualquier exposición sobre este pasaje, se informa sobre la herramienta
llamada “aventador”, su forma y uso en el tiempo de Juan el Bautista, explicando
toda la terminología para sus oyentes de tal manera que comprendan y se
impresionen.
(c) Jesucristo apuntó: "Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia
atrás, es apto para el reino de Dios" (Lucas 9:62). ¿Qué tipo de herramienta es
un “arado”? ¿Su forma y uso? ¿Aplicaciones prácticas para el presente? ¿Para el
oyente? El maestro o predicador competente responde cabalmente a estas
preguntas, siempre procurando la edificación de todos los que le escuchen.
D. La juiciosa selección de los textos bíblicos más apropiados, y su inteligente
incorporación en el estudio o mensaje, expande y fortalece la presentación amena y
convincente de temas importantes para el crecimiento del oyente.
E. Algunos consejos:
1. No cometer el error de intentar incluir en su presentación todo texto bíblico donde
aparecen las palabras claves sino solo los que se prestan para ampliar, esclarecer,
ilustrar o confirmar las enseñanzas que desea usted comunicar.
a) Por ejemplo, supongamos que el tema escogido por usted sea el de "La
resurrección". Pues, consultando una concordancia completa, verá que el vocablo
clave “resurrección” aparece en muchísimos pasajes. Además, de ser usted
perspicaz, comprenderá que el tema “La resurrección” es demasiado abarcador para
un solo mensaje o estudio de cuarenta minutos, o menos. Pretender presentar en
una sola intervención todas sus facetas, con todo texto bíblico relevante, solo lo
haría el maestro o predicador inepto. Así que, la tarea sería determinar cuáles
enseñanzas sobre “La resurrección” quisiera usted traer, y luego, seleccionar
inteligentemente los pasajes bíblicos más relevantes.
b) Lo importante no es el número de textos citados sino...
(1) La concordancia de los textos usados con el tema y…
(2) …la explicación correcta de los textos.
2. Tener cuidado de no pasar demasiado tiempo definiendo alguna palabra o
expresión, explicando su origen, su evolución, su uso gramatical, sus
derivados, etcétera, ya que tales disertaciones técnicas tienden a aburrir al oyente
promedio. Desde luego, hay excepciones. Por ejemplo, cuando se trata de un estudio
doctrinal sobre el modo del "bautismo" bíblico, o sobre el significo preciso
de "alabando" en Efesios 5: 19.
II. Diccionarios. Preferiblemente, diccionarios amplios, los que no solo dan definiciones
básicas sino también ejemplos de cómo son usadas las palabras. Las definiciones dadas en
tal diccionario pueden ensanchar su entendimientode cualquier palabra clave, trayendo ideas
y sugiriendo aplicaciones que mejoren notablemente su presentación. Ejemplo: La
palabra "gestación"como usada en la Lección 3 de esta serie: "La' gestación de un
mensaje o de una clase bíblica".
A. En el Internet se encuentran “diccionarios online” gratis, como también para la venta.
Por ejemplo,
1. www.thefreedictionary.com de Farlex ofrece, gratuitamente, diccionarios en varios
idiomas. Al entrar una palabra en español, Farlex presenta las definiciones
del Diccionario Manual de la Lengua Española Vox. © 2007 Larousse Editorial, S.L.,
el Diccionario Enciclopédica Vox 1. © 2009 Larousse Editorial, S.L. y K Dictionaries Ltd.,
con Tesauro, y opciones para traducciones.
2. education.yahoo.com ofrece, gratuitamente, diccionarios en español e inglés, con
traducciones.
3. www.babylon.com vende diccionarios online.
B. Hay diccionarios disponibles en el formato de CD (disco compacto), incluso,
el Diccionario de la Real Academia Española.
C. Desde luego, también hay muchos diccionarios impresos, incluyendo algunos
especializados. Mencionamos:
1. Diccionario de uso del español, por María Moliner, de Editorial Gredos, en dos tomos
grandes.
2. Diccionario Anaya de la lengua.
3. Diccionario de dudas y dificultades de la lengua española, por Manuel Seco, de la
Real Academia Española. Editorial ESPASA.
4. Diccionario Vox.
D. Advertencia. Tratándose de vocablos tales como "iglesia, bautismo, cena, santo,
virgen, sacerdote, comunión, altar, obispo, diácono, reverendo, apostasía", etcétera,
etcétera, los diccionarios de actualidad acostumbran dar definiciones de acuerdo con el uso
corriente de tales palabras, o definiciones dictadas por la Iglesia Católica Romana. En
muchos casos, estas definiciones no armonizan en nada con el significado o uso de los
mismos vocablos en la Biblia.
III. Materiales preparados por miembros de la iglesia de Cristo.
A. Existen no pocos recursos en español preparados por miembros de nuestra propia
hermandad. ¿Está usted plenamente familiarizado con ellos? ¿Sabe dónde conseguirlos?
¿Los tiene en su biblioteca personal? ¿Los usa en el desarrollo de sus mensajes y clases?
B. A continuación, indicamos cinco fuentes de estos recursos, entre numerosas que ofrecen
materiales, ya sean muchos o pocos.
1. Iglesia de Cristo. P. O. Box 1264, Bayamón, Puerto Rico
00960. www.editoriallapaz.org –miles de páginas de materiales: comentarios bíblicos,
guías para clases bíblicas, sermones completos, bosquejos para sermones, más de 430
Presentaciones gráficas, intercambios sobre temas controvertidos, etcétera. También
materiales impresos y grabados en CD o casete, incluso, muchos himnos a
capela. Iglesia_de_cristo@msn.com hshappley@yahoo.com “Editorial La Paz” no es
una organización sino meramente un nombre que identifica el proyecto de preparar
materiales para el evangelismo y la edificación de los convertidos a Cristo.
2. Spanish Literature Ministry, Drawer W, Wichita Falls, TX 76308- 0095.
3. Cursos para líderes (Iglesia de Cristo, 306 E. Franklin, Farmerville, LA 71241) ofrece
estudios extensos que cubren muchos temas y textos bíblicos. Los cursos incluyen tanto
materiales impresos como grabados. www.cbpoc.net www.cursosbiblicos.net
4. La Voz Eterna (PO Box 15218, Houston, TX 77220).
5. Cursos para líderes C.E.L.O (Instituto Baxter, Apdo. 1726, Tegucigalpa,
Honduras, C.A.) ofrece estudios por correspondencia para líderes.
C. A todo predicador, maestro y maestra le convendría tener estos recursos de nuestra
hermandad en su propia biblioteca, usándolos astuta y sabiamente en el desarrollo de
mensajes y estudios.
D. Los materiales que nuestros hermanos preparan deberían tener muchísimo
más importancia para nosotros que los preparados por personas de otras iglesias o
religiones. He aquí, dos razones obvias:
1. Lo que producen nuestros hermanos se ajusta más a la Verdad divina tal cual dada
en la Biblia.
2. Lo nuestro no está plagado por las interpretaciones doctrinales erróneas
características de las producciones realizadas por mentes gobernadas por las distintas
"escuelas de interpretación" del sectarismo cristiano.
E. Ciertamente, no procede sabiamente el predicador o maestro que desprecia lo
nuestro, prefiriendo lo que ofrecen apoyadores de credos o tradiciones religiosas humanas.
1. El que tamaño error comete se expone al peligro de ser engañado por falsos
maestros.
2. De incorporar en sus mensajes o estudios las falsedades de los que enseñan
doctrinas, mandamientos o tradiciones de hombres, no solo se engaña a sí mismo sino
también a sus oyentes, convirtiéndose él mismo en falso maestro.
F. ¿Por qué algunos maestros y predicadores de nuestra hermandad no acostumbran
estudiar y usar lo que producen los nuestros? Indicamos algunas posibles razones.
1. Simplemente, no tienen conocimiento de los materiales disponibles. Pero, que
conste: el obrero apto y responsable pregunta por los materiales confeccionados por los
nuestros, los busca afanosamente, y de ser posible, los hace suyos. No llena su oficina
o lugar de estudios con materiales sectarios, obviando o despreciando lo preparado por
nuestra hermandad.
2. "Yo no utilizo los materiales preparados por el hermano fulano o el hermano
mengano porque sus exposiciones sobre varios temas y textos hasta se contradicen, y
yo no quiero confundirme." A lo cual respondemos:
a) Analizar distintos puntos de vista, compararlos los unos con los otros
y también compararlos cuidadosamente con la Biblia, es un proceso que resulta, se
supone, en el ensanchamiento de nuestro conocimiento y entendimiento,
ayudándonos a formular conclusiones propias iluminadas por toda la información
recopilada y escrutada diligentemente.
b) Además, los maestros y predicadores de la iglesia del Señor podemos
tener distintas opiniones sobre temas y asuntos bíblicos no esenciales para la
salvación sin enemistarnos, sin perder la comunión y la unidad que Dios nos
enseña. Por ejemplo, sobre el significado de la "primera resurrección" presentada en
Apocalipsis 20.
c) Ahora bien, en lo concerniente a las enseñanzas bíblicas esenciales sí para
salvación,diríamos que estudiar imparcial y detenidamente todo lo que dice la Biblia
sobre cada enseñanza de esta categoría, luego escrutar lo que dicen nuestros
hermanos eruditos al respecto, contribuiría, es de esperarse, a que lleguemos a la
muy deseada y necesaria "unidad de la fe" (Efesios 4:14). Es decir, nos llevaría a las
mismas conclusiones. A tener las mismas creencias, a pensar y hablar “una misma
cosa” (1 Corintios 1:10), a andar, adorar y obrar conforme a “una misma
regla” (Filipenses 3:16). No estudiar de esta manera es la falta mayúscula que
conduce a no pocos a las lagunas de conocimiento a medias, de entendimiento
parcial, deducciones defectuosas y posiciones contrarias, cuyo fruto amargo son las
odiosas, debilitantes y vergonzosas divisiones.
3. Ningún escritor, predicador o conferencista de la iglesia es infalible. Esto es
axiomático.
a) Por lo tanto, sabio y astuto es aquel que examina con la lupa de la Biblia toda
enseñanza traída por los hermanos, particularmente sobre temas doctrinales.
b) ¿Implica este observación que no debiéramos tener confianza en los maestros y
predicadores de nuestra propia hermandad? Pues, a la verdad, no nos conviene
tener confianza implícita, o ciega, en ningún predicador o maestro de nuestra
hermandad, por mucha fama que tenga o éxito que haya logrado en sus ministerios.
Consideremos:
(1) El mero hecho de identificarse algún creyente como miembro de nuestra
hermandad, aun como predicador, obispo (anciano) o maestro de la “iglesia de
Cristo”, no justifica asumir que el tal apoye toda la sana doctrina. Presumir la
verticalidad doctrinal y moral de todo aquel que así se presente, sin ver o requerir
evidencias fehacientes, lo hace el cristiano meloso, ingenuo, demasiado
confiado, inmaduro.
(2) No por nada nos exhorta el Espíritu Santo a probar a todos los que ministran
en el nombre del Señor (1 Corintios 14:29; 1 Juan 4:1), no eximiéndose los que
se identifican con de la “iglesia de Cristo”. Hacer caso omiso a esta exhortación
es abrir puertas a decepciones, engaños y aun divisiones.
(3) Examinar objetiva e minuciosamente toda enseñanza traída por nuestros
hermanos es la responsabilidad de todo buen maestro o predicador.
(4) No deberíamos seguir ciegamente las enseñanzas de nadie. Tampoco
hacernos "discípulos" de ningún hermano, admirándolo y ensalzándolo al
extremo de creer, sin examinar, todo lo que enseñe, también
repitiéndolo. "Maldito el varón que confía en el hombre" (Jeremías 17:5).
(a) Algunos feligreses de la iglesia en Corinto se identificaban como
discípulos de Pablo; otros, de Apolos; otros, de Cefas; y otros, de Cristo (1
Corintios 1: 12).
(b) Hoy día, también impera la misma mentalidad en muchos. Aunque no lo
digan con el mismo descaro de los corintios culpables, permiten que su
mente y espíritu los domine algún hermano de carisma excepcional o
fuertemente agresivo en la proclamación de sus convicciones. “Yo soy de
Efraín Valverde; yo, de Leonel Cortés; yo, de Harris Goodwin; yo, de Wayne
Partain; yo, de Larry White”. En fin, de cualquier predicador o maestro
destacado de la hermandad. Tristemente, de la manera que hay
“Compradores de predicadores y maestros”, también hay “Predicadores y
maestros que se venden”, que no son suyos, ni son de Cristo, sino que son
esclavos de los que los manipulan.
(5) Cada maestro y predicador dará cuenta personal a Dios por lo que enseña. A
esta realidad obedece la exhortación de Santiago: "Hermanos
míos, no os hagáis maestros muchos de vosotros, sabiendo que
recibiremos mayor condenación" (Santiago 3: 1).
(a) Si repite usted, como "papagayo", lo que otros enseñan porque no está
dispuesto usted a pasar el trabajo de estudiar por su propia cuenta, lógica e
indiscutiblemente, responderá delante de Dios por los errores inculcados
debido a su propia vagancia mental y espiritual.
(b) ¿Hace usted el rol de maestro o predicador? Pues, le incumbe usar al
máximo la inteligencia que Dios le ha dado, ocupándose asiduamente “en la
lectura, la exhortación y la enseñanza” (1 Timoteo 4:13), “Procura con
DILIGENCIA presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de
qué arrepentirse, que USA BIEN la palabra de Dios” (2 Timoteo
2:15). “Examinadlo todo; retened lo bueno” (1 Tesalonicenses 5:21) es su
sagrado deber, pero ¿cómo hacerlo si no está dispuesto a dedicarse
arduamente a hacer precisamente lo que el texto ordena? Le corresponde,
pues, aprovechar la inteligencia con la que Dios le ha dotado, leyendo, muy
frecuentemente, la Biblia, y también obras relevantes. Examinarlo todo,
pensar, reflexionar, razonar y llegar a tener convicción propia es mi deber,
teniendo el mismo deber cada cristiano que desempeña el rol de maestro,
predicador u obispo (anciano).
(c) Esta convicción muy personal, que no descansa principalmente en los
estudios de terceras sino en los realizados por uno mismo, infunde poder al
maestro o predicador, revistiéndole de la “autoridad” necesaria para
adoctrinar de manera convincente. “Esto habla, y exhorta y reprende con
toda autoridad. Nadie te menosprecie” (Tito 2:15).
IV. Literatura, grabaciones, sitios de Internet, etcétera, que ofrecen personas no miembros de
nuestra hermandad.
A. Ejemplos de tales materiales:
1. Manuales o diccionarios bíblicos. “Diccionario bíblico conciso Holman”; “Manuel
bíblico de Unger”; “Diccionario bíblico ilustrado”, etcétera.
2. Libros de historia cristiana.
3. Los comentarios bíblicos de D. L. Moody, Luis Palau, Billy Graham, Tyndale,
Juan Calvino, Martín Lutero, Juan Wesley, Matthew Henry, etcétera.
4. Todos los materiales producidos por editoriales de otras iglesias tales como: Casa
Bautista, Casa Nazarena, La Reforma y Betania.
5. Recomendamos la obra digital “iLumina”, la cual contiene varias versiones de la
Biblia, diccionarios bíblicos, mapas, concordancia, fotografías de lugares y objetos
asociados con la Biblia, animaciones computarizadas y otras ayudas. A veces, Sam’s lo
tiene disponible. www.ilumina.com
B. El sabio estudiante de materias espirituales examina cuidadosamente, a la luz de la
Biblia,esta categoría de material, reteniendo lo bueno y rechazando lo que no concuerde
con la verdad de las Escrituras. Por ejemplo, el Manuel bíblico de Unger”provee mucha
información correcta, pero su autor, el Sr. Merrill F. Unger enseña, en el mismo Manual, el
premilenialismo, es decir, que Cristo viene por Segunda Vez antes del Milenio, para
establecer un “reino milenario” aquí en la tierra.
C. Por supuesto, el conocimiento amplio de la sana doctrina enseñada en la Biblia es
indispensable para el escrutinio inteligente de los escritos o ponencias de predicadores y
maestros de otras iglesias o religiones.
1. Al buen doctorle hace falta pleno conocimiento de enfermedades, condiciones
físicas, medicamentos o tratamientos disponibles, etcétera, para diagnosticar
acertadamente el mal de su paciente y restaurarle a salud.
2. Igualmente, al tecnólogo que toma y lee radiografías es requerimiento
imprescindible que tenga perfecto conocimiento de los equipos y procedimientos
utilizados, y además, la preparación necesaria para interpretar, sin equivocarse, los
resultados obtenidos. De ello dependería la curación de cualquier mal detectado, quizás
aun la vida misma de la persona afectada.
3. Asimismo, el previo conocimiento pleno de la regla divina, con la cual todo
lo espiritual ha de medirse, es absolutamente indispensablepara realizar un
examen inteligente e imparcial de lo que escriben y dicen personas no pertenecientes a
nuestra hermandad. Al decir “regla divina”, se trata, desde luego, de la
Biblia(Apocalipsis 11:1-2).
D. Una problemática seria impacta a no pocas congregaciones locales de actualidad, a
saber, la que crean predicadores o maestros que no poseen este "requisito previo". O sea,
no conocen bien la sana doctrina bíblica sobre algunos temas claves. Este tipo de siervo, al
estudiar los escritos o escuchar los mensajes de quienes propagan interpretaciones
privadas de textos bíblicos o conceptos puramente humanos, aceptan sus enseñanzas
como verídicas. Luego, se las transmiten a las congregaciones donde ejercen sus
ministerios. No habiendo en ellas cristianos capaces de reconocer y resistir el error, todos
terminan apostatando de la fe verdadera.
1. Respetado maestro o predicador, ¿hasta qué medida domina usted los siguientes
temas o corrientes religiosas?
a) La organización bíblica de la iglesia. ¿Sabe discernir entre congregaciones
organizadas bíblicamente e iglesias tipo comunitaria, iglesias dominadas por una
sola persona, el paradigma de mega iglesias, etcétera?
b) La adoración contemporánea, espontánea, tradicional o bíblica. Por qué no tocar
instrumentos de música en las alabanzas.
c) La naturaleza única de la iglesia tal cual concebida por Dios y establecida por
Jesucristo, en contraste con patrones del denominacionalismo.
d) Evangelios nuevos tales como el de la “prosperidad”, el de “superación personal”,
el de “renovación social”, el de “liberación”, el de “ecumenismo”, el de “células”,
etcétera.
e) Todo lo relacionado con el pentecostalismo –avivamiento, señales, “dones de
sanidad, lenguas y profecías”, bautismo en el Espíritu Santo, “rapto de la iglesia”,
“dejado atrás”, “Anticristo”, “reino milenario en la tierra”, “tres Venidas de Jesucristo”,
etcétera.
f) Enseñanzas bíblicas aplicadas al matrimonio, divorcio, nuevas nupcias,
concubinato, convivir sin casarse, bautismo de personas no arrepentidas de sus
pecados de índole social-sexual, etcétera.
2. Respecto a estos temas, y otros parecidos, ¿acaso se hallan muchas lagunas en su
mente, dudas, aun la inclinación de aceptar e implementar mucho de lo que están
enseñando e implementando líderes de iglesias que no integran nuestra hermandad? De
ser así su condición espiritual, ¿a qué se debe? ¿A la falta de conocimiento bíblico
atribuible a vagancia mental? Comoquiera que sea, volvemos a enfatizar que el maestro
o predicador que enseña mal a sus oyentes, despistándolos del camino correcto trazado
por el Espíritu Santo y causando divisiones, dará cuenta a Dios.
E. La solución para esta problemática:
1. Estudiar más la Biblia.
2. Tomar los cursos avanzados ofrecidos por maestros experimentados y capaces de la
iglesia.
3. Estudiar las exposiciones impresas, grabadas o de Internet sobre estos temas
preparadas por los hermanos de nuestra hermandad.
V. La inversión requerida para adquirir buenas herramientas.
A. Los que ejercen oficios seculares
(agricultores, albañiles, carpinteros, dentistas, etcétera) invierten dinero en los equipos
necesarios para realizar, agilizar o mejorar sus trabajos.
B. Asimismo, el buen obrero de Cristo está dispuesto a invertir dinero en la adquisición de
las "herramientas" importantes para el ejercicio de su profesión espiritual, siempre y cuando
cuente con fondos para hacerlo.
VI. Ejercicios:
A. Juntar usted todas sus "herramientas" de estudio en un solo lugar, por ejemplo, en su
oficina o el cuarto de su casa donde estudia.
B. Hacer un listado de las "herramientas" con las cuales cuenta en la actualidad.
C. Hacer un listado de las 'que más le hace falta.
D. Determinar y apuntar las medidas que pueda usted tomar para adquirir las que necesita.
E. Hacer una lista de temas religiosos y pasajes bíblicos que usted aún no domina
bien.

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