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HORA SANTA

Pastoral Juvenil
Canto de Entrada: (Nos ponemos de rodillas)
Exposición del Santísimo

A) APERTURA:
(Nos ponemos de pie)

Introducción: Celebramos este jueves la solemnidad de Corpus Christi, es decir, la


solemnidad del Cuerpo y Sangre del Señor. Corpus Christi es la fiesta de la
Eucaristía, que nos convoca ante el misterio cotidiano del cuerpo entregado y de
la sangre derramada por nosotros. Un misterio que en el Jueves Santo tiene la
fiesta de su Institución y en el Corpus tiene una gozosa fiesta de la respuesta de
fe.
La Eucaristía nos pone de rodillas, confunde nuestro orgullo y nos abre a la
humildad y al gozo de la fe en la palabra y en el poder de Cristo. Solo así se
convierte para nosotros en misterio de luz y de vida. La Eucaristía es, como
recuerda el Vaticano II, el bien supremo de la Iglesia, Cristo Pan verdadero que
con su carne vivificada y vivificante, por medio del Espíritu Santo, da la vida a los
hombres. El Sacrificio de la Misa no se limita a ser un mero ritual en recuerdo del
sacrificio del Calvario. En él, por ministerio sacerdotal, Cristo continúa el Sacrificio
de la Cruz hasta el final del mundo.
Comulgar en la Misa es comer el Cuerpo del Señor que nos alimenta con la vida de
Dios y nos une a Jesús con nosotros. La Sagrada Eucaristía es signo de unidad y
amor que de un acto de intimidad del hombre con su Dios, se transforma y debe
reflejar el rostro amoroso de Cristo hacia los hombres. Es decir, que comulgar no
debe ser un acto costumbrista sino un acto de amor hacia los demás, porque de la
misma forma que Cristo se entregó por todos los hombres, el cristiano tiene la
vocación de donarse a los demás. Por tanto la Eucaristía nos da la gracia que
necesitamos para que ese amor sea fuerte y sincero.

B) LA PALABRA:
(Sentados)
1ª. LECTURA: ( Rom 12, 1-2)
1
Ahora, hermanos, por la misericordia de Dios, os exhorto a ofreceros como sacrificio
vivo, santo, aceptable a Dios: sea ése vuestro culto espiritual. No os ajustéis a este
mundo, antes transformaos con una mentalidad nueva, para discernir la voluntad de
Dios, lo que es bueno y aceptable y perfecto

Salmo Responsorial: 89
Repetimos todos: "Cantaré eternamente la misericordia del Señor"

"Cantaré eternamente la misericordia del Señor, publicaré tu lealtad por


todas las edades, porque tú has dicho: "Mi piedad es eterna, mi lealtad está
cimentada en el mismo cielo"R/
 "Los cielos, Señor, cantan tus maravillas, y tu lealtad en la asamblea de los
santos. Porque, ¿quién en las nubes es igual al Señor, quién es como el
Señor entre los dioses?"
R/
 "Tuyo es el cielo, tuya también la tierra, tú formaste el mundo y todo lo que
contiene; Tu brazo está lleno de poder, fuerte es tu mano, sublime tu
derecha." R/
 "La justicia y el derecho son las bases de tu trono, el amor y la lealtad son
tus heraldos. 16.Dichoso el pueblo que sabe aclamarte y caminar, Señor, a
la luz de tu presencia;"
R/
 "Pues tú eres el esplendor de su poder, por tu favor se agranda nuestra
fuerza. 19.El mismo Señor es nuestro escudo, el Santo de Israel es nuestro
rey." R/

CANTO: AL EVANGELIO. (De pie)


EVANGELIO: Lc 1,46-55

46 María dijo:

Proclama mi alma la grandeza del Señor,

47 mi espíritu festeja a Dios mi salvador,

48 porque se ha fijado en la humildad de su esclava

2
Y en adelante me felicitarán todas las generaciones.

49 Porque el Poderoso ha hecho proezas

Su nombre es sagrado.

50 Su misericordia con sus fieles continúa

de generación en generación.

51 Su poder se ejerce con su brazo:

desbarata a los soberbios en sus planes:

52 derriba del trono a los potentados

y ensalza a los humildes;

53 colma de bienes a los hambrientos

y despide vació a los ricos.

54 Socorro a Israel, su siervo,

recordando la lealtad,

55 prometida a nuestros antepasados,

a favor de Abrahán y su linaje por siempre.

REFLEXIÓN:

Es el Espíritu Santo quien cuida para que nuestra "fe no tropiece" y, al mismo
tiempo, es el "consuelo" en nuestras caídas y dificultades. No nos tiene que resultar
extraña una relación personal con el Espíritu Santo, pues es la tercera persona de
Santísima Trinidad. Es Él quien nos lleva a dar un verdadero testimonio de nuestra
fe, pues Él nos muestra a Cristo ("Él dará testimonio de mí") y nos lleva a
testimoniarlo a todos los que están a nuestro alrededor ("y ustedes también darán
testimonio").

Recibe, ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que te hago
en este día para que te dignes ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en
cada una de mis acciones: mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza y todo el Amor de mi
corazón.

3
Yo me abandono sin reservas a tus divinas operaciones y quiero ser siempre dócil a tus
santas inspiraciones.

¡Oh Espíritu Santo!, dígnate formarme con María y en María según el modelo de vuestro
amado JESÚS.

Gloria al Padre Creador; Gloria al Hijo Redentor; Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

Tiempo de Meditación (TIEMPO DE CANTOS DE ADORACIÓN)

Rom 8,11-17
Y si el Espíritu del que resucitó a Jesús de la muerte habita en vosotros, el
que resucitó a Jesucristo de la muerte dará vida a vuestros cuerpos
mortales, por el Espíritu suyo que habita en vosotros. 12 Así pues,
hermanos, no somos deudores del instinto para vivir según él. 13 Pues, si
vivís según el instinto, vais a morir, pero, si con el Espíritu mortificáis las
acciones del cuerpo, viviréis. 14 Cuantos se dejan llevar del Espíritu de
Dios son hijos de Dios. 15 Y no habéis recibido un espíritu de esclavos, para
recaer en el temor, sino un espíritu de hijos que nos permite clamar Abba,
Padre. 16 El Espíritu atestigua a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
17 Si somos hijos, también somos herederos: herederos de Dios,
coherederos con Cristo; si compartimos su pasión, compartimos su gloria

C) ORACIÓN
(De Pie)
LECTURA A DOS VOCES

 "Entonces los tres jóvenes, a una sola voz, se pusieron a celebrar, a


glorificar y a bendecir a Dios dentro del horno, diciendo:
 Bendito sea tu santo y glorioso Nombre, alabado y exaltado eternamente.
 Bendito seas en el Templo de tu santa gloria, aclamado y glorificado
eternamente por encima de todo.
 Bendito seas en el trono de tu reino, aclamado por encima de todo y
exaltado eternamente.
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 Bendito seas tú, que sondeas los abismos y te sientas sobre los querubines,
alabado y exaltado eternamente por encima de todo.
 Bendito seas en el firmamento del cielo, aclamado y glorificado
eternamente.

 Todas las obras del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo


eternamente!
 Ángeles del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
 Cielos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

 Todas las aguas que están sobre los cielos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y
glorifíquenlo eternamente!
 Todos los ejércitos celestiales, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
 Sol y luna, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

 Astros del cielo, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!


 Lluvias y rocíos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
 Todos los vientos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!

 Fuego y calor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!


 Frío y heladas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
 Rocíos y escarchas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!

 Hielos y frío, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!


 Heladas y nieves, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
 Noches y días, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

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 Luz y tinieblas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
 Rayos y nubes, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!
 Que la tierra bendiga al Señor, que lo alabe y glorifique eternamente.

 Montañas y colinas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo


eternamente!
 Todo lo que brota sobre la tierra, bendiga al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
 Manantiales, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

 Mares y ríos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!


 Cetáceos y todo lo que se mueve en las aguas, bendigan al Señor, ¡alábenlo y
glorifíquenlo eternamente!
 Todas las aves del cielo, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!

 Todas las fieras y animales, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo


eternamente!
 Todos los hombres, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
 Israel, bendice al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo eternamente!

 Sacerdotes del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo


eternamente!
 Servidores del Señor, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
 Espíritus y almas de los justos, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
 Santos y humildes de corazón, bendigan al Señor, ¡alábenlo y glorifíquenlo
eternamente!
 Den gracias al Señor, porque es bueno, ¡porque es eterno su amor!
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 Todos los que temen al Señor, bendigan al Señor, al Dios de los dioses,
alábenlo y denle gracias, ¡porque es eterno su amor

Cantos de Entrega y Consagración


Oración :
(Todos y de rodillas)

Ven Espíritu Santo y abunda en mi vida.


Inúndame de tus dones, renovándolos cada día.
Ayúdame a perseverar, y así poder alabar al Señor siéndole fiel en mi santo temor.
Ilumíname para ser instrumento del Padre.
Ilumina mi camino, para poder verlo con claridad y así firmemente caminarlo.
Ilumíname para poder transmitir y contagiar Su Amor.
Ilumina a mis hermanos.
Ilumina y no dejes nunca de iluminar, porque tu luz es la única que permite ver.
Además te presento mis dudas, mis debilidades, mis fracasos, y todas mis frustraciones.
Te consagro mi cuerpo, mi mente, mi alma, mis sueños y mis ilusiones.
Mi pasado, mi presente y mi futuro son tuyos Señor.
Revélame a Cristo, abre mis ojos para conocerle, amarle y servirle.
Dame un corazón nuevo, he aquí tu siervo, hágase en mí, según tu Palabra.

Amén

Oración en Silencio

Canto

Meditación

Señor mío y Dios mío, Cómo podrá el joven vivir una vida limpia: observando tu
Palabra. Alguien dijo: “Hacer el mal produce placer. El placer pasa, el pecado
queda. Hacer el bien produce dolor. El dolor pasa, el bien queda”.

Señor mío y Dios mío yo te busco y no te encuentro, sed de ti tiene mi pobre y


alocado corazón que busca y no encuentra esa paz que tienes para mí, necesito
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tocar tu mano de poder y tu costado atravesado por el amor, que desafían mi
mente y mi corazón. Me siento solo Señor, me siento vacío Jesús, sólo tú me
comprendes, sólo tú estás conmigo, a mi lado, en mi dolor, en mi desierto Señor.

Navegó a la deriva en las redes busco consuelo y divago en la tecnología; busco en


la aceptación de mis amigos llenar este corazón hambriento y sediento de ti.
Palpita pero no vive, no ama, no sana, no se libera. Pero hoy tomo la decisión de
rendirme a tí: Señor mío y Dios mío

Me entretengo Pasándola bien y divirtiéndome con mis amigos, pero mi corazón


grita de dolor porque sólo en ti encuentro el amor, cuando estoy contigo soy feliz,
tengo paz, me siento perdonado, amado, sólo en ti encuentro la alegría, Señor
mío y Dios mío.

Mis días se me escapan, mi juventud se agota, mi corazón te busca; esa ansiedas,


es porque te necesito; esa tristeza, porque sólo en tí mi Espíritu se alegra; ese
enojo me dice que sólo en tí encuentro la paz y esa enfermedad me asegura, que
tú eres mi Médico y medicina, que por tus llagas he sido sanado: Señor mío y Dios
mío.

Padre Nuestro y Ave María

Canto

D) CONCLUSIÓN Y BENDICIÓN

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