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LAS FINANZAS PUBLICAS EN LOS SIGLOS XVIII-XIX Luis Jauregui José Antonio Serrano Ortega (coordinacores) INSITTUTO Mora, EL COLEGIO DE MICHOAGAN EL COLEGIO INSTITUTO DE INVESTIGACIONES HISTORICAS-UNAM 130 Marccanrra Menecis Pefia Montenegro, Alonso de la Itinerario para rirrocs de indios. Libros 111, CSIC, Madrid, 1995 (Corpus Hispanorum de Pace) eset, Mariano y Margarita Menegus, “Rey propietario orey soberano”, Historia Mexicana, El Colegio de México, vol. XLil, ntim. 4, abil. junio de 1994, pp. 563.600, Recopilacién de Leyes de Indias. Solérzano Pereira, Juan, Politica indiana, Amberes, 1703. Solano, Francisco te, Cedulari de tierras. Compilactin de legistaciin agra ria colonial (1497-1820), UNAM, México, 1984, Valdeavellano, Luis G. de, Curso de historia de las instituciones espaviolas, ‘Alianza Universidad, Madrid, 1968. ‘Veracruz, fray Alonso de fa, De dominio infidelius et iusto bello en Ernest Burrus, The writings of Alonso de la Veracruz. Roma, 1968. Zapata y Sandoval, Juan, Disceptacién sobre justicia distribution sobre la ‘acepcién de las personas a ella opuesta, UNAM, México, 1994-1995, 2 vols. FINANZAS Y ESTADO EN MEXICO, 1820-1880* Marcello Carmagnani EL. COLEGIO DE MEXICO, INTRODUCCION Cuando se abordan temiticas que conciernen al periodo com: prendido entre la independencia yel porfitiato, se aprecia inme- diatamente lo dificil que es supera: los lugares comunes y los ju: ccios que tienden, a toda costa, a cara cterizar este periodo como anarquico. De este modo la historiografiaha quedado dominada ‘ciegamente porlaimagen creada por los idedlogos el porfiriato ‘que, para exaltar el nuevo orden, pintaron con colores oscurosel pasado, definiéndolo con base en elementos externos, evidencian: do asi el desorden, lo il6gico y la incongruencia.! * Publicado originalmenteenitaiano, Nous Americana, nim. 1982, pp. 175- 213 yen espaol, lereAmerikenasches Archi, vol 9, mim 3, 1985, pp. 279-317, [Traduceion de Jose Fernandez Santilsn "este estudio constituye una parte de la investigacion interuniverstaria so- bore las formas historias del Estado finandada por el Ministerio della Publica Insiruzione. Sin embargo, es gracias ala invitacion dela Universidad Nuténom ‘Metropolitana (Iaapalapa) de fa ciudad de México yaa hospitalidad del Depa ‘amento de Investigaciones Histricas ela Direccion de Estudios Histricos del INAH, que he podito desarrollar la primera ase cle mi investigacion, EICentro de Estudios Historicos le El Colegio de ‘miagradecin tnuciones, losamigosycolegas En que Florescan recibido signfcativos apoyos, Sonia Lombardo de Ruiz Josefina Z. Vinqueze Hira de Gortar. Ademyis, estoy en deuta con. Amigos colegas que en Iaia,en Mexico yen Estados Unidos me han dado con Sejos yaceptado discurir Ios resultados de esta investgicion, 131 132 Marceito Caaacxant Esta imagen negativa, que tiene como referente tinico la ideo- ogia, encontré en la evolucién de las finanzas del Estado una de las pruebas que buscaba. No por casualidad en el grucso volumen ray publicado en el, ‘momento de maximo esplendor del régimen porlirista, uno de los colaboradores presentaba asf las finanzas estatales precedentes de ‘México. Su evolucion social, a cargo de Justo Sier la reptiblica liberal: la brevisima ¢ imperfecta reseha que precede nos suministra ya ‘elementos para descubrir los principales pivotes sobre que giro nuestra hacienda por muchos y largos arios: el deticiente perpe- tuo, aumentando sin cesar la deuda publica, y el afin, perpetuo también, deamortizarla, determinado porlas exigencias deacree- dores poderosos ¢influyentes, alos que nuestros gobiernos no sa- Dian ni podian resistir porque eran los tinicos que les sacaban de sus constantes apuros pecuniatios.? Las consecuencias eran funestas: Impuestos y arbitrios empiticos, vejatorios y hasta extravayantes, aumento injustificado de gastos; ineptitud y corrupcidn de emplea dos y funcionarios: desmoralizacion de todas las elases sociales por el contrabando y el fraude en gran escala; medidas violentas, desde el préstamo forzoso hasta la corrupcién de las conductas queelinfortunado comercioconfiabaala custodia delasautorida- blicas; cambio feecuente de formas de gobierno, pasando de {6n al centralismo y viceversa, con profundo trastorno rbaci6n de impuestos, cuentas y oficinas; arrendamiento, ‘en términosruinosos dela venta del tabaco y delas casas demone- dda,con prohibicién de modificar las leyes que mantenian aquel mo- nopolio y regian sobre la produccién y exportacién de metales preciosos;fundacién delBanco de Avio; restablecimientodemono- de antafioabolidos; prohibiciones; multiplicidad dearance- aleabalas; derechos de internacién y otros gravososimpuestos ‘en que yannos ocupamosal hablar del comercio; emi por via de recursos fiscales, de moneda de cobi lurbaba, causando verdaderas ruinas; dilapidacion de las salinas yydemzis bienes nacionales;emisiones disparadas de bonosque na dietomabay que, vendidosa vil precio, aumentaban incesantemen: tela deula publica; cuanta calamidad, en suma, puede pesar sobre tun pueblo, tanto pes6 sobre México, victima,al mismo tiempo, de 2 Sierra, Mésica, 1901, t. 1h p. 357. FiNayzas ¥ Estan0 EN MEXICO, 1820-1880, 133 aanarquia politica y social en todas sus formas ycon todas sus ver~ guenzas, incluso la pérdida de la mitad del territorio." Este largo fragmento de 1901 contiene todos los elementos que por medio siglo reencontraremos en los estudios y en los en- sayos concernientesala forma republicanaen México, Elenlaceque se establece entre “desorden” financiero y “anarquia” politica queda ampliamente presente hasta en una parte de la reciente historiografia, Esta orientacién contimia subrayando que: Ia crisis perpetua de las finanzas publicas era el resultado de un ireulo vicioso;Ilegados al poder con una tesorerfa en quiebra, los gobiernos no tenian otra solucién que arrojarse en los brazos de los especuladores, los cuales ponian condiciones y exigian garan- ‘fas tan ruinosas para la economfa como para el tesoro piblico. Este sistema, lejos de contribuir a la recuperacién financiera, no tenia otro resultado que el aumente dela deuda piblica y la hipo- teca de los tinicos recursos con que podia contar el gobierno. En cuanto el dinero prestado se agotaba, Ia caida del gobierno er inevitable y la bancarrota financiers se agravaba atin mas. A partir del final de 1950 se comienza a delinear, gracias a la actividad desarrollada por Daniel Gosto Villegas y su Historia mo- derna en México, un cambio de perspectiva. Los estudios de Ba- vant, Costeloe, Hale, L. Gonzilez y M. Gonzilez Navarro han proporcionado, a continuacién, una contribucién relevante para superar el viejo esquema interpretativo.> Estas recientes contribuciones han creado la posibilidad de reexaminar las complejas cuestiones concernientes alas finanzas del Estado mexicanoa la luz de la forma que asume en los prime- ros sesenta ais de vida independiente. Para alcanzar este obje- tivo, me ha parecido oportuno afrontar esta compleja tematica estudiando una parte del fenémenofinanciero estatal, aquella re- ferente a los recursos, con el fin de ubicar sus implicaciones de naturaleza econémica y social. Me parece que esto sea un modo para crear las bases de una interpretacin rigurosa del fundamen- 5 mid, p. 30. 4 Léspet, Estructura, 1967, p. 169. 5 Un euadro exhaustive dela bibliograia lo proporciona Florescano, raf, 1980. 134 Maxc#iio CaRMAGNANI to econdmico y social de la forma estatal. De esta manera se quie- re llamar la atencién sobre el hecho de que las formas histéricas del Estado en general, y de las mexicanas en particular, no pue- den ser estudiadas exclusivamente en su dimensién doctrinaria © de estructuras de poder politico. UNA VISION DE CONJUNTO: LAS TENDENCIAS DE LAS ENTRADAS ESTATALES La historiografia esencialmente ha puesto en evidencia que el problema central de las finanzas del Estado mexicano antes de 1870s la creacién y la persistencia de un déficit fiscal, la existen- cia del “deficientes” como fire definido por los escritos del siglo XIX, De esta prioridad ha derivado una insuficiente reflexion so- breel hecho de queaquello que aparece como una preocupacién central de la gestiGn del poder politico no puede necesariamen- te considerarse como una preocupacisn central delandlisis histé- rico. Lasuperacién definitiva del planteamiento tradicional, criti- cado al inicio, pasaa través de la consideracion de que el déficit fiscal es una resultante de una l6gica politico-econémica. Enotras palabras, el objetivo de un analisis historico no puede ser aconse- jarsobre el cémo disminuir el déficit, sino buscar descubrir elen- lace entre economia y proyecto politico Esala luz de estas consideraciones quese puede entender el uso que he hecho de la principal fuente ami disposicién, las Memorias del ministro de Hacienda. Fllas contienen dos datos extremada- mente importantes: los referentes alos presupuestos prevenitivos y los relacionados con los balances de ingresos y egresos. Mi analisis, haasumido como fundamental la segunda serie de datos, puesto ‘que nos parece que, si se quiere entender la relacién que media centre finanzas y fundamento econémico y social del Estado, so- bre todo se deben considerar los recursos reales y sus fuentes. Los datos cuantitativos presentan no pocas dificultades de ela- boracién, que no dependen tanto de la reconstrucci lela serie, sino masbien de lanecesidad de darle un: histéricay no contable. Unanilisis historieo de las finanzas del Es- tado debe analizar por separado los ingresos y los egresos: primeros remiten a las fuentes de los recursos, mientras que los se- gundos se refieen al apropiacin de ls recursos por parte de los diversos grupos Fixanzas v ESTADO EN MEXICO, 1820-1880 135 Por cuanto concierne a los ingresos del Estado, se puede ver enlagrafica I que se caracterizan por un crecimiento entre 1820 y 1840, por una disminuci6n entre [810 y 1860, y por una ligera recuperacién entre 1860 y 1880. Basta esta simple observacién, la existencia de tres tendencias veintenales, para jugar infunda- das as tesiscorrientes sobrelaincoherencia ylainconsistencia de las orientaciones financieras antes del portiriato. A esta observa- cidn se le puede afiadir una segunda, referente a las circunstancias por las cuales laevolucidn de losingresos estatalesesreconducible A instancias de naturaleza econémica de larga duracién, como el desarrollo de los diversos sectores productivos, y a instancias de naturaleza social, como las necesicades de ta clase propietaria, que poco tienen que ver con decisiones politicas. Releyendo atentamente la grfica 1, se puede notar ademas que Ja evolucién de los ingresos no es necesariamente relacionable ‘con el hecho institucional. En efecto, la primera tendencia com- prende tres periodos politico-institucionales: el primer imperio, la repiiblica federal ya repilica conservadora. Otro tanto sucede ena segunda tendencia, que comprende la repablica conserva dora, la reforma y cl imperio de Maximiliano, Estano correspon- dencia entre la evoluci6n de los ingresos estatales y la evolucién politico-institucional, ademas de hacer decaer las hipétesis tradi- Cionales impresionistas referentes ala estrecha ligaz6n entre de- sorden financiero y anarquia politica, nos impulsa a un analisis conun referente doble: el econémico y el social. Por consiguien- te, la dimensién estatal viene tomada, quiza en un modo un poco reductivo, en su dimension de elemento organizadordelosdiver sos poderes que coexisten en el espacio geogrifico regional yen clespacio “nacional”. ‘La existencia de tendencias veintenales en la evohucién de los ingresos, evidenciada en lagrafica 1, impone a mi anal mer orden, denaturaleza diacrénica, permitiéndom perar concretamente el ritmo politico institucional, sin caer en un Analisis exclusivamente estructural y sinerSnico, ineapaz de tomar cvolutivamente los diversos problemas. 2UN FALSO CRECIMIENTO? EI primer problema que pone esta fase —que he d crecimiento con base en Ia evidencia contenida en la grafica 1 y 136 Mancento CaRMacnant cen el cactro 1 es el de verificar si es verdaderamente una fase de crecimiento, puesto que las Memorias de los diversos ministros de Hacienda del periodo 1820-1830 subrayan, en repetidas oca- siones, que la independencia habia provocado una caida de los ingresos estatales. as informaciones disponibles nos dicen que, en el periodo 1810-1815, los ingresos medios anuales fueron de 44 00 000 pesos." Para reencontraringresos estatales de esta magnitud sera necesario esperar el final del siglo XIX, y por tanto se puede afi: mar tranquilamente quea lo largo de todo el period considera do eneste estudio, no se tendran jamais ingresos comparables a Jos del tiltimo periodo colonial. Este hecho, visto por los escritos del siglo XIX como una “prueba” dela incapacidad de la elase politi- capreporfiriana, nos pone el problema, todaviano afrontado, de la estructura financiera después de la independencia.? La politica tributaria de la corona fue puesta bajo acusacion por las dos almas de la independencia, la popular y la aristocra: tica, Morelos sintetizabaasiel descontento popular: “que se quite la infinidad de tributos, pechos ¢ imposiciones que nos agobian ysesenalea cada individuo 5% en sus ganancias u otra carga igual de ligera, que no oprima tanto como la alcabala, el estanco, el tri- buto y otras”* Hldescontentoaristocrtcoresuensenta Proctama de Agustin de Iturbide: Con este objeto, con el dealiviar en parte y en cuanto permite nues- traactual situaci6n,elestado penoso aque se habia reducido a to- daslas clases, e] cimulo insoportable de exacciones con que se les Iabiagravado [..] he tenidlo por conveniente mandar: “abolicié de los derechos de subvenci6n temporal y contribucién de guerra alas haciendas, la reduccién de la aleabala al 6% como antes de ién’, el pago deimpuestos en la venta del producto da- S-TePaske, Real 1976. 7 Laidea mie difundida ex que “el sistema rentstico[.] habia quedado por completo desquicido, su antigua produccion habia venido minenindose len- tamente hasta alcazar una cifta insignificant; los resortesscministrativos hhabian aflojado al grado de que no era posible introdcir In moralidad indispen- salen i recandacion paraevitar la cliion de ores", Cassis, Historia, 1885, p. 11. Vease ta Pers ® Morelos, Seuiienta, 1967, p. 42 plesdos con los defratida sn Sierra, Mexico, 1901, t, FINANZAS ¥ ESTADO EN MEXICO, 1820-1880, 137 Grafica 1. Ingresos ordinarios, extraordinarios y totales, 1819-1880 (millones de pesos) 30.000 20.000 10000 5.000 1000 500 Derechos aduaneros = Contingentes extados Gontribucign Distrito Federal ntribucién directa, Otros impucstos Prenamon tout 1820 1830 184018501860 18701880 Cuadro 1. Correlaciones y regresiones y= 4759.34 + 0.46x Ingresos totales/ingresos ordinarios ‘e y= 5498.28 + 0.04% Ingreve totles/ingreaonsduaneros Ingress ordinarioy/ingress ade Ingesos totales/ingresos extraor Moos Ie reO7l y=226224 + 0.3% Ingresosaduaneroy/préstimos 10 yo 73527 + 0.168 yo 2804.94 + 0.25% 138 MARCELLO GaRsacnant dda por la variacién de precios, incluyendo alos indigenas, que ya no serin “privilegiados"? 7 oe ‘Tanto a Gonstitucion de Morelos como la Proclama de Agustin de Iturbide contienen un proyecto de transformacién de los i gresos estatales. La diferencia entre los dos es que mientras la Constitucién de Andhuac hace explicito el principio regulador puestos directos sobre la renta-, la Proclama tiende en cam- a disminuir la incidencia de los impuestos sobre la produc- in y a hacerlos iguales para todos, destruyendo, por lo demas, algunas franquicias de las cuales gozaba la poblacién india. Esta tltima via es la que recorre la clase dirigente mexicana después de 1821. En efecto, en el curso deaquel ano se reduce con tres decretos la aleabala, de 16.46% (7 de octubre de 1821), sere- ducen los impuestos sobre la produccién del oro y deka plata, el minando ademas el monopolio estatal sobre el mercurio y la po vora de detonacién (22 de noviembre de 1821) y, por titimo, se reducen los derechos aduaneros (15 de diciembre de 1821)."" AL aiio siguiente un nuevo decreto elimina los impuestos existentes sobrela produccién dealgodén, lana, café, ycacao."' Estoscuatro decretosafectaron las fuentes fiscales masimportantes, laproduc- cin minera, el comercio regional, interregional e internacional y, parcialmente, la produccidn agricola. Esdificil establecer con precision elalcance econémicodeesta “liberalizaci6n” de recursos efectuada por la independencia. Es posible, de cualquier modo, unaestimacisn: en 1822, elafio suce- ivo a los primeros tres decretos de reduccidn de los impuestos, el gobiernose vio obligado apedir un préstamo de 600 000 pesos al Tribunal Mercantil del Consulado; en 1823 el gobierno debis ‘emitir 4 000 000 cle pesos en papel moneda, y en este mismo aio se ¢stimaron en3 300 000 pesos los recursos extraordinarios ob- tenidos por el Estado bajo forma de préstamoentre IS821y 1823." Ahora bien, siel Estado tiene necesidad de recurrir a préstamos significa que sus recursos ordinarios no son suficientes y esta suficiencia, en ausencia de un cambio sustancial del gasto publi co, es indice de una sustancial reduccién de los ingresos. Ieurbide, Proclama, 1821, p. 176. © Memoria, 1822. 1 Memoria, 1860 p. 69. Bsposicion, ISB. Finanzas ¥ ESTADO EN MEXICO, 1820-1880 139 Productoresy comerciantes aparecenas{ como los principales beneficiados por la independencia, ya que mediante la desgran én fiscal pueden incrementar susutilidades. A partir de 1823 los ingresos estatales retomaron el aumento, que continuaré hasta 1840-1842, pero sin aleanzar jamaslos niveles del periodo colonial. Con todo, este crecimiento continud, no obstante la reorganiza- Gn institucional efectuada como consecuenciade la prodamacion dela reptiblica y su organizacibn en federacién. La organizacién fe deral aparece sin embargo, desde el punto de vista fiscal, como poco innovadora, puesto que no provocs una federalizacién del sistema fiscal, sino un fortalecimiento delas autonomiasde loses- tados. La innovacién sustancial introducida por la nueva reptiblica fue solamente la de determinar losimpuestos que pertenecian a la federacién y los pertenecientes a los estados. La ley del 4 deagos- to de 1824 dej6 al Estado federal los derechos aduaneros, el mo- nopolio del tabaco, de la pélvora de detonaci6n, de las salinas, el correo, laloteria, los bienes nacionales y las rentas de los territo- rios de Tlaxcala y Baja California. Todos los demas impuestos pa- saron a las manos de los estados, los cuales sin embargo debian dar alas cajas de la federacién un importe mensual, denominado ‘ontingente, calculado sobre la base de la presunta riqueza del es- ado." Me parece particukarmente importante detenerme en esta di ferenciacion entre ingresos dela edleracion eingresos de los esta- dos por el significado que tiene en la conformacidn del Estado. La diferenciacidn de los ingresos establece la existencia de dos poderes, el federal y el de los estados de los cuales el primero ova de una supremacia formal, que le es reconocida por los es- tados con el contingent. Este reconocimiento formal permitealos estados autonominarse del poder federal, haciendo propios to- dos losimpuestos exigibles en su territorio. Ello signilica, en el ni- vel de las finanzas ptiblicas, que no se esti en presencia de un ver- dadero régimen federal sino mas bien de un régimen estatal de tipo confederal. La relacién que s¢ establece entre federacién y ‘estados asume de esta manerala forma de un pacto, regulado juri- dicamente, que parece sancionar el acuerdo de naturaleza social y politica establecido entre los grupos regionales. 3 Memoria, 1869, p. 77. 10 MARCELLO CaRMAGNANI Se puede tener una iclea mas precisa de este acuerdo entre los grupos examinando de manera desagregada los ingresos totales que, entre 1820 y 1840, se caracterizaron por el deterioro de los in- igresos ordinarios, hasta el punto derepresentarlos dos tercios de losingresos totales. Este deterioro esla consecuenciadel progresi- ‘vo decaimiento de los derechos aduaneros, que terminaron por Fepresentar apenas la mitad de los ingresos ordinarios y untercio de los totales. Mi impresién es que la clase politica esperaba que, una vez dis- tinguidoslos impuestos federales de losestatales, se pudiera veri ficar una baja de los recursos de la federacion que, sin embargo, habria sido compensada por la contribucién de los estados, Esta compensacidn nose dio, yaque solamente en 1824 os estados ce- dieron una parte conspicua de sus recursos a la federacién que, posteriormente, fueron cedidos en cantidad cada vez menor. Si se piensa que los estacos habrian debido entregar 3 200 000 pesos anuales, segtin la ley de 1824, y 30% de sus ingresos, segiin la ley del 17 deagosto de 1829,""se puede entonces concluir queel Esta- do federal no s6lo fue pauperizado por los estados, sino también, queatras del aparente acuerdo entre los estamentos propietarios se escondia la clara intencién de impedir el funcionamiento del, poder central, bloqueando por consiguiente el inicio de una nue-, va dinamica estatal. La distincién constitucional entre ingresos federales y estata- les condujo a definir implicitamente a la federacién como un es- tado tendencialmente sin territorio. Esta situacion se encuentra, reflejada en la lista de ingresos, que indica como la participacién del Distrito Federal en losingresos totales es extremadamente dé- bil (1% de los ingresos totales). En efecto, la participacién de los ingresos de la ciudad de México en losingresos totales aumentara solamente en el curso de la reptiblica centralista Laconclusién provisional a que se puede llegar es que la exis- tencia de un Estado central, privado de un poder efectivo sobre elterritorio nacional, no solo no logra obtener de los podetes re- gionalesaquello queleesdebido, elcontingente, sino que no logra ni siquiera administrar las entradas del territorio sobre el cual se apoya, es decir, el Distrito Federal primero y la capital después. 4 *Art 1% Cada uno de los Estados Unidos Mexicanos contrib gatos dela Fede ddim alguna’ para los sn con 80% del otal producto de ss rentas publics since ley del 17 de agosto de 1829 en Aruerdo, 1831 Fivanzas v EStapo EN México, 1820-1880 M1 El resultado fue el empobrecimiento progresivo del Estado cen- tral la necesidad de recurrir a recursos extraordinarios, de ma- nera especial a los préstamos, Laparte delos préstamos tiendcefectivamenteaaumentar en los ingresos totales, tanto que, entre 1830 y 1840, tiene un peso. similaral de los derechos aduaneros. Siéstos y los préstamos ter minan por representar a mitad delos ingresos totales del Estado mexicano de este periodo, ello quiere decir que se trata de un Es- tado nosélo sin tcrritorio, sino también de un Estado sin una ver- dadera soberania financiera, en cuanto es incapaz de concentrar losrecursos en un centrotendencialmente tinico, Esta caracteristi- cacestructural es aquella que retine las diversas formas politico- institucionales que se sucecen entre 1820 y 1840. ‘Algunos clculos nos permiten entender mejor la realidad de un Estado sin una base territorial y con una escasa soberanta fi: nanciera, Elcuadro I permite observar algunos elementos que han apa- recido enel curso del anilisis:lainsuficiente correlacién entre in- _gresos totales ¢ ingresos ordinarias, por lo cual clincremento de ‘una unidad de ingresos totales depende solamente un 50% de los ingresos ordinarios; laausencia derelaciones entre ingresos tot les ingresosaduaneros,y, en fin, laescasa leterminaciondelos de- rechos aduaneros en el aumento de los ingresos ordinarios. Los datos cuantitativos parecen indicar que, como consecuencia de la baja del comercio exterior, la tinica posibilidad para hacer frente alas necesidades del Estado fue recurrir a los préstamos: el coeti cientede correlacién entre ingresos totalesextraordinarios esse- mejanteaaquel entre ingresostotales yordinarios. Enpromedio, el incremento de una unidad de ingresos totales esta determinada ‘enn 37% por los préstamos. El conjunto de la informacién indi- ‘caque laausencia de territorialidad y de soberania fiscal del Esta- docentral parece dependerde laposibilidad de establecer un vincu: Jo estrecho entre el Estado y el estamento mercantil, Esta conclusién puede parecer contrastante con lo afirmado por el ministro de Flacienda en 1841: *La diferencia de nuestro Antiguo erarioal actual es digna dellamarlaatencién, Aquél tenia suiniluencia de impuestos interiores, cuando éste se funda enlos sn del comercin exterior, véase Herrera, Fitadiien, az Mascet0 Cansenant _mayores o menores progresos cel comercio extranjero, que sise paraliza por cualquier motivo, deja a la naci6n en el mayor apu- o."!© Aquello que el ministro querfa decir es que el fundamento de los recursos del Estado central no esti constituido por la pro- dluccién, de exclusiva propiedad de losestados, sino del comercio exterior. Por comercio exterior él no entendia simplemente los derechos aduaneros, sino mas bien la interaccién derechos adua- neros-préstamos que se determina en el 4rea del comercio exte- ior. Efectivamente, la fuerte dependencia de los ingresos estatales delos préstamos, 0 sea delaanticipacién de fondos sobre fondos a futuro, puede durar bajo la condicién de que se establezca una solida ligazin entre capital mercantil y Estado central, mediante lacual, el Estado pueda obtener recursos del estamento mercan- Ulrestiuibles por medio delacesién dela recaudacisn de los de- rechos aduaneros. Y aunque pueda parecer extraiio, se podria pensar entonces que sicl Estado central logré sobrevivir fue gracias a la existencia de un estamento mere: ‘mento propietario (hacendados y mineros) establecié una relacién. conel Estado, que no es vista sin embargo como amenazadora y, Por tanto, no es obstaculizada por el estamento propietario. Gra- cis a esta reducida érea de consenso, el Estado central logra so- brevivir econémicamente, HACIA EL BLOQUEO DE LOS MECANISMOS FINANCIEROS Lagrifica I nos permite observar que, a partir de 1840, se delinea tuna tendencia altamente negativa paralos ingresos estatales, que continuara hasta el decenio de 1860. En efecto, los ingresos esta- tales disminuyen entre 1840 y 1845 paraserseriamente redimen. sionado entre 1845 y 1852 y descender posteriormente. Sin lugar a dudas, son los dos decenios mis tragicos de las fi nanzas del Estado independiente. Un analisis adecuado de la se- rie que he reconstruido nos puede ayudara comprender no solo ‘el dramatismo de este periodo, sino también los motivos que es- tin en la hase de los diversos proyectos dirigidos a reorganizar el tesoro republican. Memoria, 1841, p. 6 Fiawzas ¥ Estano EN Mexico, 1820-1880 143 Yaseha dicho que, al inicio de 1840, laclase dirigente eracons ciente de la dependencia del tesoroestatal del grupo mercanti por tanto, emprenderé la buisqueda de nuevas fuentes de recur Sos. Es ala luz de esta voluntad politica que se explicala creacién, por parte delareptblica centralista, de una serie de disposiciones fiscales. En 1836 fueron instituidostres nuevos impuestos, dos so- brela propiedad (2 por mil obrelapropiedad urbana y 3 por mil sobre la propiedad rural) y uno sobre el comercio (patente co- mercial)."” En 1897 fue emitida una ley que creaba un banco na: Memoria, 1876-1877, pp. 76 s8: 1878-1879, p.xvmt ss; Labastida, Estudio, 1809, pp. 402410, ‘8 puesto, 1909, euadros Vy 2 57 Memon, 1878-1879, p, XXX, Las sumas recaudadas representaron apenas (0.01% del valor de la propiedad urbana, etimado en 48900 000 pesos, y de ka propiedad rural, estimada en 5 700 000 pesos en ibid, pp. 101 ss 160 Mancetto CarMacyant ral, verdadera base econémica de la clase propietaria. Esta consi- deracion no esta separada del hecho de que los ingresos de los impuestos directos disminuyeron en este periodo, mientras el valor de la propiedad urbana rural del Distrito Federal aumenté de 54 700 000 a 91 000 000 cle pesos. Todo esto nos induce a considerar la existencia de una accién dirigida a contener la modernizaci6n fiscal impuesta al Distrito Federal, y esta circunstancia se aprecia observando también las grificasy los apéndices de este estudio. Efectivamente, se puede notar que, tanto los impuestos recaudado en el Distrito Federal comolacontribucién delos estadosala federacién, tiendenadis- minuir, mientras los derechos aduaneros, como ya se ha dicho, tienden a aumentar. Esta diferente evolucién indica la voluntad, no necesariamente consciente, de darala fedcracién un ingreso Xinico, los derechos aduaneros. De esta manera, la prictica fiscal tiende a liquidar los proyectos de la clase dirigente ms modera- dla, la cual, como Matias Romero, sostenia que era necesario “no hacer de los derechos maritimos la base de las rentas federales, y establecer rentas interiores que rindan productos equivalentes los maritimos”.* El anilisis de la interacci6n realidad financiera-politica finan- Ciera nos lleva a subrayar la profunda continuidad existente entre la primera y la segunda mitad del siglo XIX, entre la primera y la segunda repiiblica federal y, en un tiltimo andlisis, también entre la repuiblica conservadora y la reptiblica liberal. Esto, sin embar- 0, no significa en absoluto que la generacion de la reforma haya tenido una dimensién ideol6gica en contradiccion con la reali dad det pais o, peoratin, como ha sido sostenido simplemente por una cierta historiografia ingenva, que estas figuras hayan tenido que actuar en una realidad incapaz de comprenderlas. Aparece claramente en cambio que la generacién de la reforma logré, a tra- vés de una mediacidn entre los intereses estamentales opuestos, evar a cabo la racionalizacién del sistema fiscal preexistente. Sea & Memoria, 1869, p, 1005. La tendeneia hacia la reduccidn de la autononata financiera de la federacisn explica la decisién det 30 de mayo de 1868 de cnt. ‘uirlosimpuestossobrelaproduccién minerade 10.2543 25%. En cleeto, tapos ‘luecion minera “debi haberse beneficiado con la supresin de esos impucston Dues la gravaban pesadamente: no ocurrisi porque lo estados los restablecie- on para su provecho", Calder, Pioria, 1955, pp. 275 ss, ‘Véase, por ejemplo, Perry, Juaes, 1978, FINANZAS Y ESEADO EN MEXICO, 1820-1880 161 como fuere, se trat6 de una operacién extremadamente comple- ja, quese puede comprender mejoranalizando la otra dimension ide la racionalizacién: la de la deuda puiblica, donde el conflicto entre los intereses era mayor. las graces y ls apéndices es posible percibi nn volvi6 a recutrir alos préstamos en el decenio de 1870, sea cuando la operaci6n de racionalizaci6n de los re- cursos ordinarios se concluyé definitivamente. El hecho de que el Estado regrese alos préstamos indica que la racionalizacion de las reservas ordinarias sirvi6 esencialmente para reorganizar el crédito del Estado. Pero también elreordenamiento de la deuda publica no represent6 unhecho exclusivamente técnico;demues- ira en cambio que la generacién de la reforma fue capaz de en- contrar un acuerdo no sélo entre los diversos intereses naciona- les, sino también entre los internacionales y extranjeros, Elrcordenamiento de la deuda ptiblica encontré su punto de partida en la estrategia de los minstros de Hacienda, adoptada a finales de la década de 1860, dirigida a congelar en un primer momento tanto la deuda exterior como la interior. Por lo que respecta a la deuda exterior, la decisién de conge larla fue motivada por el hecho de que los paises europeos no ha- bian adoptado una posicién de verdadera y propia neutralidad, porque Je gobierno considers que con hecho de haber reconncido Yaildo dectamenteloltenedoresdebonosalaaterencton {xtranjeraen México, haban faltado ala neutraldad que deb sgardar como xtranjeros,incuriendo poreste motvocn una pe ta que deberia ser, porle menos, la pérdidade los ntresesvenc dlosy no pagados desde la eonversin del 14 de octubre de 1851 hast el reatableciniento del gobierno nacional cn la eapta de repiiblica.”” Esta estrategia ha sido analizadamuy cuidadosamente por Ba- zant, que sintetiza de la siguiente manera la accidn gubernamen- laidea del gobierno mexicano era aplazar por algiin tiempo Js ventajas aprovechando el triunfo del gobierno republicano”.?! 3 Memoria, 1878-1879, p. 459; Caldera, “Vida", 1955, pp. 468471 rant, Historia, 1968, p. 99 162 Manceito CaRMAGNANI Esta postergacion para tiempos mejores del restablecimiento de la deuda exterior permitié desarrollar una estrategia a media- no plazo dirigida a involuerar a los acreedores en la“... eonstruc- cién de las obras ptiblicas de mayor importancia ala nacion, ya Ja ver.cle mayor necesidad para su progreso, a fin de que, con el aumento de ingresos que tenga ¢l erario federal una vez conclui- das esas obras, pueda pagarse, en seguridad y sin gran esfuerzo, el rédito de nuestra deuda”.”? La clase politica se empefié, por tanto, en involucrar a los acreedores extranjeros en la construccién de ferrocarriles; de es- ta circunstancia deriva que la asociacién entre capital extranjero ynacional, que se definid en el decenio de 1880, implicé un acuer- do no solamente econémico sino también politico. Sin embargo, debe resaltarse que no era la deuda exterior el elemento capaz de crear las mayores dificultades en la estrategia de racionalizacién de losrecursos del Estado federal, levadaade- ante por la clase politica, puesto que no era la deuda dominante sino la interior. En 1851 la deuda exterior tuvo un monto de 52 700 000 pesos y la interior uno de 75 600 000 pesos: en 1862, la exterior, comprendidos los intereses no pagados, tuvo un mon: to de 62 200 000 pesos y la interior uno de 118 800 000.7 Hacia finales del decenio de 1860 la deuda interior comienza sinembargoadisminuir: 78 700 000 pesos en 1867y 43 500 000 pesosen 1878." Esta deflacién deladeucla interior aparece como ¢l resultado de una accién que utiliz6 como elemento de manio- bralos bienes de la Iglesia. Es el mismo ministro Matias Romero quiensubrayaque, en losafios de 1860-1870, 24 000 000 de pesos dle deuda interna fueron amortizados mediante la aceptacién de bonos de la deuda interior en pago de bienes nacionales, propo- niéndolo como método paralaventade los bienesno vendidos.”” Esta posibilidad de reciclaje deladeudainterior, en gran parte en Memoria, 18781879, p 460 2 Almont, Guia, 1858, pp. 217 x3 Basan, Mitora, 1968p 107 ba estima «75 000 000 de pesos para 850 y 48 400 000 pesos para 7 Estimacion de ministro de 1852 en Memoris, 1860, pp. 586 ss; Csillo Presupustr, 1004, p. 29, estima lx ded interior de 1850 en 135 000 000 de pesos In de 1860 en 184 $00 000 pesos yl de 1868 en 184 200 090 pesos * caderén, "Vid", 1955, p. 256 2 Moray 1877-1898, pp. 113-17 7 Memoria, 1869, pp. 587,082 Bazant,Alimation 1971, pp. 274 281: Knowton, Church, 1976, pp. iB, 177 Fivanzas ¥ ESTADO EN MENIOD, 1820-1880, 163 ‘manos del grupo mercantil, no puede ser separada de la accion intimidatoria adoptada paralelamente y dirigida a amortizar la deuda interior por medio de adquisiciones de bienes en subasta. Laley del 30 de noviembre de 1867 “estiné una cantidad mensual no inferiora 30 000 pesos ni superior a 600 000, provenientes de la Administracién General del papel sellado”. Con este método, cn las cuatro subastas efectuadas entre 1868 y 1869 se logré tiguar 2 000 000 de pesos con un gasto efectivo de apenas 290 838 pesos.” El objetivo de esta compleja y desprejuiciada accion guberna- mental eraandlogaal de la maniobra operada para la deuda exte- rior, es decir, se queria demostrar laexistencia de nuevos sectores productivos (ferrocarriles, minas, etc.) o la posibilidad de reno- vacidn de vigjos sectores productivos (Ia agricultura) dentro de loscuales invertir los capitales disponibles. Un ejemplo concreto dle tal intento fue la disponibilidad del gobierno a poner en su- basta, desnacionalizéndolo, el ferrocarril que unia la ciudad de México con Tlalpan, Entre 1868 y 1869 el gobierno puso en su- basta acciones y obligaciones de esta compania ferrocarrilera por un total de 358 957 pesos, que fueron adquiridas por privados con 40 000 pesos en efectivo, con 110 000 pesos en bonos y cer- tificados de la deuda interna” Es en esta estrategia que debe ser analizada la venta de las tic- as libres, baldias, que comienza a concretarse en 1868, En pro- medio, entre 1868 y 1877 fueron alienadas unas 100 000 hectareas alafio. A partir de 1878 hasta 1881 las tierras vendidassumaban 850 000 hectareas al aiio y,a partir de 1882, se registré un verda- lero boom deventas: 1 300 000 hectireas en 1882, 3 100 000 hee- tireas en 1883, 5 600 000 hectareas en 1884 y 2700 000 hecté- reas en 1885. La estrategia adoptada entre el final del decenio de 1860 y el principio del siguiente traslad6 progresivamente los capitales jue se habian acumulado en el sector mercantil yfinanciero hacia jevos sectores. Tales capitales se orientaron de manera particu- lar hacia la tierra, revitalizando de esa manera la centralidad de ka renta agraria y fortaleciendo al grupo de los hacendacios al inte- rior de la clase propietaria, Asi, los “nuevos ricos” podian ser coop- 2% Calderdn, "Vida", 1955, pp. 256260. ® fbi, pp Informe, 5, p36 164 MARCELLO CaRMAGNANE tadosen el interior dela clase dirigente tradicional, que comen76 aapreciar las ventajas que ofrecia la racionalizacién, Las amenazas para quien quisiese permanecer empecinado cenladefensadel capital mercantil financiero, para los cuales no hhabfa ya mds espacio, se concretaron en la conversion “de toda la «leudla legitima dela nacidn, vencida hastael 30 de junio de 1882"." En 1881 la deuda interna tuvo un monto de 12 400 000 pesos. Este dato indica que el grupo mercantil acepts la posibilidad de reciclaje que le ofrecié la clase dirigente y su integracién defini- tiva en la clase propietaria. La consolidacin de la deuda interna en 1882 constituy6 el primer paso importante para una operacién de mayorenvergadu- ra que, mediante la conversion de la deuda interior en deuda c terior, ligaba los intereses de la clase propietar pital extranjero, En efecto, elpréstamo exterior obtenido en Berlin ilemn Bleichroeder, la casa Gibbs de Londres y el Banco Nacional de México, "tuvo objeto el arreglo y conversidn de la deuda exterior [.~-] pero también tuvo por mira consolidar la deuda flotante”.® En la practica, a finales del decenio de 1880 México ya no tiene ceuda interior, sino solamente exterior, de esta manera seconclt- y6el proceso de racionalizacién. Este proceso, como he buscado ilustrar, se caracteriza por una liquidacién de la vieja conflictua- lidad estamental mediante la integracién del grupo mercantil en la clase propietaria, y por inicio de la colaboracion entre la clase propietaria y los intereses extranjeros. CONGLUSIONES: BASES ECONOMICAS Y SOCIALES DEL ESTADO. Laevolucién de los ingresos estatales me ha permitido tomar ale gunos elementos permanentes en la fiscalizacién mexicana alo largo del periodo 1820-1880. Estos clementosson esencialmente dos y conciernen al sujeto tributario y a la territorialidad fiscal. 81 Busto, Adminictracion, 1889, p. 175. 8 Koahievar, Informe, 1887, pp. 140.142; Busto, Adminitracisn, 1889, pp. 175 8 Esposicin, 1925, p. 7. Fiyanzas v Esrano EN México, 1820-1880 165, El sujeto tributario aparece inicialmente como una entidad imprecisa, puesto que se presenta ya imprecisa bajo el Estado co- Tonial, yeomo tal se conservarda lo largo dela primera mitad del siglo XIX para pasar sucesivamente, pero solo a partir de 1850- 1860, del estado de imprecisién al de definicidn implicita. Se tie- ne efectivamente la clara impresién de que a partir de los afios 1850-1860 el sujeto tributario tienda a definirse en relacién con, clobjeto, o bien en relacién con la produecién, con la cireulacién, © la propiedad oambas. Dicho en otras palabras, la igualdad y ka ;porcionalidad fiscales no se definen en relacion con un indi- pI viduo concebido abstractamente, como es caracteristico en el Es- tado liberal, sino en relacién con las cosas que son objeto de im- posicién. El resultado es que la igualdad fiscal tiene como referente esencialmente un objeto, el consumo, mientras la proporcionali- dad tiene como referente la capacidad de consumo de los diver- sos estamentos. El sujeto tributario permite entender la continuidad financie- racntre las diversas formasinstituconales que se coneretaron en, ‘México, pero no nos permite entender por qué en un cierto mo- mento se presenta la necesidad de precisar de algtin modo el su- jetotributario. Una posible explicacién se puede buscar enel hecho «le que la imprecisién habfa dado espacio a una nueva actividad, la financiera, que habia favorecido el desarrollo del esiamento ‘mercantil haciéndolo crecer de modo mas rapido respecto a los otros estamentos. El reequilibrio del poder, que no excluyé un conflicto entre los estamentos mercantilfinanciero y propieta- rio, podia acontecer con la condicién de definir el papel del gru po mercantil y financiero, Esta aclaraci6n pasaba a través de algiin tipo de definicién de las finanzas federales y de sus recursos y, portanto, seimponia una definicicn, implicita o explicita, del su- jeto tributario que permitieraa la clase propietaria no hacer recaer sobre si misma el costo econémico del Estado. Es quiza la necesidad de hacer recaer el peso fiscal sobre gru- pos diferentes de la clase propietaria que la redefinicion de la fis- calidad no mell6 la que, en mi opinién, constituye la continuidad esencial de la fiscaliad antes de larevolucidn: la inexistencia de ra fiscalidad del Estado central capaz.cle controlar directa y efi cazmente el territorio nacional. Esta segunda continuiidad se ex- presamuybien enlacircunstancia de haber evitado que el Estado central lograra ser algo més que el punto de choque de los inte- reses estamentales. La expresién financiera de esta realidad es la 166 Manceito CaRmacnant casi total autonomia de que gozaron los estados durante todo el periodo considerado. Es s6lo a partir de finales del decenio de 1860 que se regulariza un flujo de recursos efectivos, en verdad muy limitado, provenientes de los estados, como reconocimien- to de la primacfa de la federacion. Entre 1820 y el decenio de 1880 es reconocible una tendencia dirigidaa frenar y aevitar que 1 Estado central, la federaci6n, adquiriera una verdadera y pro- piaautonomia financiera y desarrollara una soberania propia so bre el territorio. La permanencia de la no territorialidad financiera del Estado se concreta muy bien en el hecho de que los recursos ordinarios provienen esencialmente de las aduanas, de los derechos aduta- neros; a fin de cuentas, éstos son recursos que no pertenecen to- davia 0 no pertenecen yaa los estamentos y, por tanto, pueden ser concedidos a la federacién. Esta concesion encuentra su re- ferente institucional en el hecho de que la federacién mantiene lasrelaciones con los paises extranjeros de los cuales el comercio constituye la dimensin econémica. El anilisis desarrollado me lleva a concluir que el estamento propietario quiso preservar a toda costa su autonomia, conside- rando como propio el territorio regional y sus recursos fiscales, yno cedibles a la comunidad nacional. Esta posicién explica por qué el Estado central debié recurrir a los recursos extraordina- rios, alos préstamos, que podian ser ofrecidos porlos grupos que tuvieran disponibles, aunque fuese por periodos reducidos, sumas de dinero en efectivo. Gracias a esta disponibilidad, el grupo ‘mercantil logré en poco tiempo, jugando sobre el mecanismo de a anticipacién de dinero por dinero a futuro, apropiarse de las finanzas del Estado central yexpandir su propio poder. Después de la inicial indiferencia del estamento propietario, el rapido creci- miento del grupo mercanti se volvi6 una fuente de preocupacién, yaque los grupos no mercantiles temian que el Estado terminara por identificarse con el grupo mercantil y, por consiguiente, ptr dieradesarrollar funciones centralizadoras que habrian limitado el poder de los otros grupos. La posibilidad de recuperacién del Estado por parte del esta: mento propietario y, de manera especial, por parte del grupo la- tifundista, se expres6 en la estrategia de la racionalizacion de los, recursos ordinarios del Estado central yen laestrategia de la reo- rientaci6n de las ganancias mercantiles y financieras hacia los vie- jos y nuevos sectores productivos. De esta manera se liquid la Fivanzas v ESTADO EN México, 1820-1880 167 inevitable contradiccién que se habria podido desarrollar entre stamento propietario y el grupo mercantil. El reciclaje de este tiktimo fortaleci6 cuantitativamente al estamento propietario. Las consecuencias del nuevo acuerdo del estamento propi tario fue una definicién implicita del Estado: territorialmente é te veniaa coincidir con las aduanasy el Distrito Federal y, financie- ramente, con los derechos aduaneros y los productos del Distrito Federal. Entre el final del decenio de 1860 y el final del de 1870, cl Estado central, ademas de su funcién de centro organizador, ogré desarrollar una nueva funcidn, la de mediacién entre los intereses estamentales regionales, sin por ello adquirir la forma de Estado moderno, que adquirird solamente con la revolucién. El anilisis de los ingresos estatales me ha permitido ubicar los poderes que ceterminan la forma y condi las finanzas del Estado, Talans permitido entrever que cl centro de poder esencial esta dado por la articulacién de los diversos gruposen el estamento propietario, porlo cual la forma politico:institucional no tiene relaci6n alguna con las formas que realmente asume el Estado mexicano entre la independencia y el porfiriato. Del anilisis desarrolado deriva, por tanto, una consideracién de tipo analitico: la necesidad de que el andlisis de las formas his- t6ricas del Estado mexicano rompan definitivamente la petiodi- zacién hasta ahora seguida y se oriente en cambio a buscar, por encima de las apariencias, las motivaciones, especialmente aque: las no explicitas, a nivel de grupos de poder. Sélo bajo estas con: diciones nos parece que se puede llegar ana clarificacién, hasta hoy insuficiente, sobre la naturaleza del Estaco mexicano de este periodo que no me parece quese pueda definir, como hasido he cho hasta ahora, como un Estado “liberal oligarquico”. RESUMEN El estudio analiza los fundamentos econémicos y sociales de la forma que asume el Estado republicano entre 1821 y 1880. A par- tirde la documentacién fiscal en general y de los ingresos estata- lesen particular, el estudio trata demostrar la tensiénestamental 4 séae Leal, Burgueri, 1972 repay ounsig PP HU = “wsouip uobngenue; =V - Lush — Le 8st e998 Lage sees OGTR HL gugss 9996 7 7 oos6l © GStgt 8S 8G se8¢ 96-g8T $9681 86FF = 7 set 1b ¥06 S6F68r wale TOLL sozh gees BOREL OER RLS PE SEST gigoz gezor «FST OSBOT SRST HET 8652 SE RERT segat = = 7 - = ae GEL BELEST BoE St 8h err ool 6eeL 8B uses 1e088T web Lehs wee deol ekg Sig — of6z8t S65rI LUST ust = gist. esg = L6r9 62-828 sist 9 us - wuezt | 06S Za0G | REATAL LOLI $F sah 7 worst OGL 8 = ase 48-9881 BLL aI £08 £08 = sigh ues T= sore SBI O6oTT Lees gt 90K HDS oor FB id = = = 7 Safle B61 S38 sees Sos ssz 0 - = 7 - >: WEE SBBEBT 7 7 ES - 7 a ee ie a8 996 068% oss = ong = ace I eis 2uqusy —sosouompo pw, —soumppay —sonsodog =m, gv PB soyonicy mL soupupiocineg soumuapsg ou (sorod ap sop) jounxo ‘soLeUEpso sosai8uy “| aarpuady O881-6181 ‘s2Te101 & sou or -stamento mer: alracionaliza ionentreintereses eco- lelasegunca mitad del Marceito Ganacnant idié empero al Estado feck endo asi la incorporacién opietaria, yla inter id conformealos postulados liberales, Est $y extranjeros.pai territorial que impidi6 al Estado central desarrollar una estruc tura financiera autonoma y la imposibilidad de desarrollar tanto, una fis recursos, favorecie cantilentaclasepr nomicos nacionales posibiliclaelno inn Siglo XIX. 168 ey, 19081 $801 sae F 8535 498 1 S911 9898 998 6 808 Tae 8 006 080 1 £ oF 2 60s ¢ os 689 ¢ 689 090 F 908 65h 8901 9161 866 BOL 1 9g 862 1 us giberriris osF Bago raed usr 18S PLS 0829 los & oe Behe #108 686 2 Wels L198 welts “pest zest vrurnr ep souowyy LNA elapag onnsig [PP FEU “AL "eoouyp UDpMGERNCD AV 865 SHS E 69s S008 ves 16% 58951 O01 61s Iss 89h tg IR 88h LIBS Uy FELT Sub 6661 399 HOST oss 9E8 osezet roy, serapag owns Jap sey = ‘pap WOPNGUTOD =F a 116 - = - £16 - zie Peeper set = a6 Pe he 7 Re = 5 6s 7 re = 5 esr = Bre Eee soy 7 9 = = = rr 7 i = =e Lab 7 oho Soe Seb oar 7 er = lf str = ous ver > oT be = ea sot 198 To 826, we > se 88 vee ose og = ot eHe rd exe BORE a Ler el FB 18 ge et uae es sia 29 ge > F a ve ov Ste er oe vst $89 moo TT ore sel 169 ro = Sa oes eer SESE cose w/e | |e pete eee moot eral ee ee cette es : 7 See ee eee eater 7 7 Fee eee el eee eee anc ponseoncel wn — sonsodeg = pmo, sam. gy Buu) —sompauacy (safeuas0d dgereTer ‘e014 sojremmuote Sopenppan vosaiay g zopugdy 19-8981 Total Total Préstamos Extraordinarios Depésitos Otes Total Ondinarias AB timbre Conting./ aduaneras Derechos Aria FINANZAS ¥ ESTADO EN Mexico, 1820-1880 175 SESESSSESESESEES BIBLIOGRAFIA RSsseeR si sansags “Acuerdo de Senado, sobre nuevo arveglo de contingentec los estades, Imprenta Se dct Aguila, Mexico, 1831. 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